Betaína HCL FUNCIONES Y PROPIEDADES DE LA BETAÍNA HCL:

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Betaína HCL

La Betaína HCL es un nutriente no esencial y una fuente de ácido

clorhídrico, un químico que se origina naturalmente en el estómago que descompone las grasas y las proteínas. En el proceso digestivo, el

estómago secreta ácido gástrico en respuesta al alimento o al hambre. El componente principal del ácido gástrico o estomacal es el ácido hidroclórico. Este ácido es producido por las células parietales del estómago. Con su presencia, el pH del estómago logra alcanzar niveles bajísimos (pH 1 – 2) necesarios para su óptimo

funcionamiento. Mantener un pH bajo es importante por tres motivos principales:

1/ Previene o detiene la proliferación de los microorganismos patógenos y su paso a los intestinos.

2/ Permite la avería o desnaturalización de las proteínas.

3/ Proporciona el ambiente idóneo para la activación del percusror eszimático pepsinógeno.

Después de su activación, el pepsinógeno se convierte en pepsina, una enzima de gran alcance que facilita la digestión de las proteínas entre otras funciones. De este modo, los suplementos de Betaína ayudan a mantener la función normal del estómago, particularmente en personas que producen escasos niveles de ácido hidroclórico. Existen dos

condiciones en las cuales la producción de ácido hidroclórico es insuficiente: la hipochlorhidria, que es poca producción de ácido hidroclórico; y la achlorhidria, que no es la no producción de ácido hidroclórico. Estas dos condiciones pueden ocurrir como consecuencia de la destrucción de células parietales en caso de enfermedad

autoinmune, en cuadros de anemia perniciosa, cáncer de estómago, uso extensivo de antiácidos o antibióticos y como efecto secundario de la radioterapia.

FUNCIONES Y PROPIEDADES DE LA BETAÍNA HCL:

 Es necesario para el metabolismo (absorción) de proteínas, calcio,

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 Esteriliza los alimentos en el estómago (permite digerir bacterias y

microorganismos).

Alivia la hipoclorhidria (reduce la acidez de estómago)

 La hipoclorhidria es la baja producción de ácido estomacal o

disminución de la secreción de ácido clorhídrico. Este estado de baja acidez puede influir negativamente en la correcta digestión de los alimentos y permite que las bacterias se reproduzcan en el intestino cuando normalmente habrían sido eliminadas por el ácido. La Betaína HCL disminuye las molestias asociadas a la denominada hipoclorhidria y, como consecuencia, se reduce la acidez de estómago y el riesgo de piedras en la vesícula. También mejora la situación del intestino delgado cuando abundan

patógenos allí. Antes de descubrir el aceite esencial de orégano, la Dra. Clark utilizaba la Betaína en combinación con el Ácido

Clorhídrico al 5% para eliminar concretamente las Colstridiums de los intestinos.

Refuerza la salud hepática

 Otro de los beneficios de la betaína es el efecto positivo que tiene

sobre la salud de tu hígado. Las células del hígado producen betaína de forma natural, por lo que tomar suplementos de

Betaína ayuda a mantener las funciones hepáticas. De acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center, la Betaína también puede proteger de los depósitos de grasa que se forman en el hígado como consecuencia del abuso del alcohol, la diabetes y la obesidad.

Refuerza el sistema cardiovascular

 Cuando se utiliza la Betaína junto con el ácido fólico y las

vitaminas B6 y B12, ayuda a reducir los niveles tóxicos del aminoácido homocisteína, que puede ser responsable de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

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Actúa como humectante interno

 La Betaína ayuda a proteger el cuerpo contra la deshidratación y la

pérdida de agua. También ayuda a hidratar las células y a mantener su volumen ya que colabora en la restauración del equilibrio de los fluidos del cuerpo.

Mejora el rendimiento físico

 La Betaína mejora el rendimiento físico debido al efecto químico

que tiene para ayudar al cuerpo a descomponer grasas y

proteínas. También estimula al metabolismo del cuerpo, por lo que puede usarse como parte de una estrategia más amplia para perder peso ya que ayudará a quemar grasa manteniendo el tejido muscular. Como resultado, el entrenamiento físico se ve

optimizado.

Útil en alergias y otras condiciones

 Alivia el malestar producido por las alergias que, entre otras

cosas, depende de la falta de ácido clorhídrico. Otros trastornos crónicos como el asma y los cálculos biliares también están relacionados con la escasa producción de ácido estomacal. La suplementación con Betaína ayuda en el tratamiento de estas enfermedades. Otros desordenes que pueden beneficiarse de este suplemento son la ateroesclerosis, rosácea, diarrea y disfunción de la tiroides.

SU DÉFICIT PUEDE PROVOCAR:

Hemos visto que el ácido hidroclorídrico interviene en la activación de enzimas, en la esterilización de los alimentos que ingerimos y en la extracción de vitaminas como la B12 o minerales como el hierro, el calcio y el zinc. Si bien nuestro estómago produce ácido hidroclorhídrico de forma natural, a medida que envejecemos empieza a funcionar más lentamente. Con la edad, la producción de ácido clorhídrico disminuye

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gradualmente de forma notable. El mayor descenso se registra entre los 28 y 39 años (de media).

Gráfico 1. Niveles de ácido estomacal en mg/hr según edad.

La deficiencia de ácido clorhídrico en el estómago puede provocar las siguientes consecuencias:

 Proloiferación bacteriana a lo largo del tracto intestinal.  Parásitos en los intestinos.

 Carencia de vitamina B12.

 Carencia de minerales como el calcio, hierro (anemia) y zinc.  Acidez gástrica y reflujo.

 Desnutrición a nivel celular.  Alergias alimentarias.

 Mala absorción de las proteínas.

 Deficiencia de enzimas digestivas (el ácido HCL activa la mayoría

de ellas).  Piedras en la vesícula.  Candisiasis crónica.  Diarrea o estreñimiento.  Indigestión.  Gases.

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 No hay fuentes de alimentos ricos en Betaína HCL.

ESTREÑIMIENTO:

Existen muchas teorías sobre por qué se produce el estreñimiento. Algunas apuntan al estrés psicológico, a la interferencia por parte microorganismos patógenos en el intestino o a la falta de consumo de fibra alimentaria. Probablemente cada una de ellas tenga parte de razón. Para la Dra. Clark la interferencia por parte microorganismos patógenos es la principal y más importante causa del estreñimiento. Según sus investigaciones, las neurotoxinas generadas por las bacterias

Clostridium interfieren con los neurotransmisores de la acetilcolina y la adrenalina, causanado que la materia fecal permanezca en el colon durante más tiempo. En otras palabras, estos patógenos engañan al cuerpo haciéndole retardar los movimientos intestinales (lo cual es positivo para su desarrollo, pero perjudicial para su salud). Esta teoría de la Dra. Clark, como muchas otras que plantea, no ha sido investigada por parte de la comunidad científica (y ya no esperamos que lo sea). No obstante, el fenómeno de las neurotoxinas está bien aceptado y existen multitud de ejemplos en la naturaleza.

OBSERVACIONES:

 Si tienes sobrepeso te aconsejamos que consultes con tu médico

antes de tomar Betaína, ya que su suplementación a largo plazo puede aumentar los niveles de colesterol.

 Si sufres de enfermedad renal, la Betaína puede interferir con

algunos medicamentos que puedes estar tomando para reducir los niveles de colesterol en la sangre. Consulta con tu médico.

 No existen suficientes estudios para poder recomendar la Betaína

durante el embarazo o perído de lactancia.

 Evitar su uso en caso de úlcera péptica o estomacal.

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DOSIS RECOMENDADA:

La dosificación de este producto dependerá de las necesidades

personales de cada uno. La betaína es completamente segura a las dosis recomendadas. En altas dosis se han descrito síntomas de diarrea,

náuseas y malestar abdominal. Se aconseja elegir suplementos de

betaína formulados con proteína (como en nuestro caso) ya que el ácido hidroclórico aumenta significativamente su eficacia en su presencia.

Referencias y bibliografía:

1 Kokkonen J, Simila S, Herva R. Impaired gastric function in children with cow’s milk intolerance. Eur J. Pediatr 1979;132:1–6.

2 Gillespie M. Hypochlorhydria in asthma with specific reference to the age incidence. Q. J. Med 1935;4:397–405.

3 Fravel RC. The occurrence of hypochlorhydria in gall-bladder disease. Am J. Med Sci 1920;159:512–7.

4 Murray MJ, Stein N. A gastric factor promoting iron absorption. Lancet 1968;1:614.

5 Russell RM, Krasinski SD, Samloff IM, et al. Correction of impaired folic acid (Pte Glu) absorption by orally administered HCl in subjects with gastric atrophy. Am J. Clin Nutr 1984;39:656.

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