El Secreto de los Místicos Españoles y el Poder Creador de la Palabra

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Soteriología Cristológica

en Fray Luis de León

desde la perspectiva de su juicio

por la Inquisición

El Secreto

de los Místicos Españoles

y

el Poder Creador

de la Palabra

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“El Entierro del Conde de Orgaz” El Greco, Toledo, España

(Fray Luis es el segundo monge de la izquierda,

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Portada diseñada por Leonardo Vivi Fotos del monumento de Fray Luis y la pintura de El Greco, cortesía de Wikipedia

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Soteriología Cristológica en Fray Luis de León

desde la perspectiva de su juicio por la Inquisición

El Secreto de los Místicos Españoles

y el Poder Creador de la Palabra

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Fray Luisde León: soterioLogía CristoLógiCa

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EPÍLogo: un nuEvo HorIzontE

dEtraS dE La vEntana

Es impresionante como los grandes genios y pensadores del Renacimiento del siglo XIV, como Fray Luis de León, estaban dispuestos a arriesgar su vida y posición por descubrir cual es el verdadero destino que nos pertenece a todos por el solo hecho de haber nacido y ser humanos. Fue solamente después de estudiar más a fondo los escritos de los místicos Juan de la Cruz y Teresa de Ávila, y, en nuestros tiempos, las enseñanzas del legendario maestro Ramtha, el Señor del Viento y su escuela de Antigua Sabiduría, que empecé a descubrir el sentido detrás de las palabras de Fray Luis. Me di cuenta que el verdadero trasfondo de Fray Luis no era tanto Saulo de Tarso, como pensaba, sino la experiencia viva de los místicos, tanto judíos como cristianos, dispuestos a ir más halla de las fronteras de la ortodoxia para acercarse a su Dios.

Fray Luis compartía ardientemente el mismo sentir que consumió a Platón milenios atrás. Los dos deseaban apasionadamente vivir las experiencias de los ascetas y místicos que conocían pero su ilustre y refinado intelecto no podía alcanzarlo: “Yo lo que quiero es experimentar por lo menos una vez lo que estos humildes santos y ascetas nos cuentan y viven comúnmente todos los dias.”

La experiencia, la vivencia, es algo que el intelecto no puede lograr con argumentos abstractos únicamente. La capacidad de nuestro intelecto es precisamente vislumbrar un nuevo horizonte detrás de la ventana. Pero abrir la puerta y emprender la travesía hacia él es obra de la voluntad y el espíritu dentro de cada uno de nosotros. La llave solo tú la posees. Siempre ha sido así desde un principio. Eso es precisamente el trabajo de la Gran Obra y antigua sabiduría que descubrieron los grandes místicos y santos del pasado. Fray Luis se acercó a ello y nos dio las claves para descubrirla en su obra De los Nombres de Cristo. Todo estaba tan claro ahí frente a mí, pero no lo podía ver en aquel tiempo.

La respuesta al acertijo está en las primeras líneas del Génesis. Ahí vemos la acción de Dios y el poder creador de la palabra divina. Con solo pronunciar la palabra, “nombrar” las cosas, y ver — observar — que eran buenas y agradables era suficiente para darles vida, propósito, y hacerlas realidad. Fray Luis tenía la fortuna de entender las palabras originales del Génesis en hebreo. No fue difícil para él ver como los autores del Génesis hicieron un juego de palabras con DABAR y BARA — la palabra y la acción de crear — para mostrar el poder creador de la palabra. El espíritu, el Observador, detrás de las palabras en la historia de la creación es quien realmente les da vida y significado. Más aún, Fray Luis veía claramente también que estas dos palabras místicas escondían

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otra palabra clave — BAR — hijo. De ahí vemos como en su pensamiento la palabra creadora de Dios es Cristo mismo, el Verbo Divino del Evangelio de San Juan. Pero lo mas extraordinario de todo es como conectó la obra de Cristo, la salvación del ser humano, con un proceso de crecimiento personal que tiene por objetivo convertirnos en otros Cristos, el vehículo creador de Dios mismo, el poder creador de la palabra. Por eso el primer nombre en De los Nombres de Cristo es pimpollo, brote, retoño, que nos indica que hemos de crecer desde el tallo hasta llegar a nuestro verdadero destino, el último nombre, Jesús, Cristo, el culmen de la sabiduría. El concepto de la sabiduría en Fray Luis es muy importante, porque lo conecta con la cima en La Subida al Monte Carmelo de Juan de la Cruz.

Otro elemento importante es la estrella de David, el escudo de David, o Estrella del Iniciado, que representa esa paz ontológica y armonía interior y exterior de la que habla Fray Luis. Este símbolo representa la perfecta armonía y alineación de lo humano con lo divino dentro de la persona, la unión del cielo y la tierra, el hombre/Dios y mujer/Dios, la imagen verdadera de Cristo. La estrella del Rey David nos muestra que el camino, la paz, la sabiduría y armonía va mucho más allá de la capacidad abstracta del intelecto e incluye lo que realmente nos hace divinos: la voluntad, y la manifestación de lo que observa y donde descansan sus ojos, la experiencia del sueño hecho vida. Entre Fray Luis de León, Juan de la Cruz y su amigo, el famoso pintor, El Greco, vemos destellos de este mensaje escondido en sus obras, esperando que alguien lo descubra cuando las hogueras de la Inquisición se hayan finalmente extinguido.

Afortunadamente hoy vivimos en un tiempo privilegiado y lleno de promesa, donde a través de culturas y fronteras, más y más gente esta despertando al poder creador que existe dentro de cada uno de nosotros. Quizás vivimos en un nuevo Renacimiento, un nuevo humanismo, donde la realización plena de nuestra humanidad es convertirnos en un ser divino, creativo, dueño de nuestro destino y nuestro futuro. ¡Esperamos que así sea!

Fue un placer para mí ofrecerles esta investigación inicial, un eslabón importante en mi camino y búsqueda. Este libro sirve de introducción a la nueva serie que viene a continuación, la cual será una novela histórica y aventurera: Arqueología de los Dioses Olvidados. El primer libro de esta serie se titula, La Cueva de Salamanca y el Secreto de los Místicos Españoles.

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gaLeríade Fotos

Fray Luis de León frente a la antigua entrada a la Universidad de Salamanca, y los nombres de Cristo, en orden ascendente