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CURSO BIBLICO. ANTIGUO TESTAMENTO LECCIÓN 4. Para interpretar y entender mejor la Biblia.

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Academic year: 2021

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CURSO BIBLICO. ANTIGUO TESTAMENTO

LECCIÓN 4. Para interpretar y entender mejor la Biblia. ___________________________________________________

1 PARA INTERPRETAR Y ENTENDER MEJOR LA BIBLIA

La Biblia, un libro que necesita interpretación

La Biblia es un libro diferente. Cualquiera que la toma en sus manos se da cuenta inmediatamente de que no está ante un libro de fácil lectura o de fácil interpretación. Son muchos los siglos que nos separan de los escritores sagrados. ¡La cultura del siglo XX es tan distinta de las culturas en que nacieron los libros de la Biblia! Olvidar esto y ponerse a leer e interpretar la Biblia de forma alegre y caprichosa es un grave error.

Tampoco la Biblia fue escrita originalmente en nuestra lengua moderna. Las lenguas originales del texto bíblico son tres: el hebreo en el que se escribió la mayor parte del Antiguo Testamento, el griego en el que se escribió casi todo el Nuevo Testamento y algunos libros del Antiguo, y el arameo en que se escribió parte del libro de Daniel y de Ester. También la distancia de nuestras lenguas modernas respecto a las lenguas originales constituye una dificultad, aunque las modernas traducciones y versiones críticas facilitan las cosas en este sentido.

Distintas situaciones históricas, distintos ambientes geográficos y sociales, distintos géneros literarios hacen a su vez difícil la lectura y la comprensión de muchos pasajes bíblicos.

Esto significa que la lectura de la Biblia debe ir acompañada de una interpretación adecuada del texto. Esta interpretación requiere de una crítica textual, para asegurarnos de que estamos ante un texto auténtico. Esta es la finalidad de las ediciones críticas. Requiere también de una crítica literaria, que considera el estilo y lengua del autor, su mentalidad y psicología, su educación. Requiere, finalmente, la crítica histórica, que tiene en cuenta el ambiente y el momento histórico en que se escribieron los diversos libros de la Biblia. Aparte de este aspecto científico, que suele estar a cargo de los estudiosos y especialistas, es preciso leer la Biblia teniendo en cuenta que es un libro sagra-do confiasagra-do a la comunidad cristiana, y no a la interpretación caprichosa de cada creyente.

LOS GÉNEROS LITERARIOS

Se llaman "géneros literarios" las diversas formas de expresarse de los hagiógrafos. En la Biblia encontramos metáforas, metonimias, antropomorfis-mo, hipérboles, paradojas, fábulas…Hay narraciones folclóricas, con exage-raciones y formas épicas populares, como la historia de Sansón. Hay midrash hagádicos, es decir, relatos cuya base es un hecho histórico que se adorna notablemente con mucha imaginación. (Sab. ce. 16-18). Hay crónicas o

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2 narraciones de historia religiosa, en las que importa más la edificación del lector que la precisión en la narración histórica de los hechos brutos. (Crónicas, Macabeos, Josué…). Hay una historia de los orígenes, envuelta en fábulas, mitos y leyendas, para transmitir profundas experiencias de fe. (Gen. 1-11). Hay descripciones apocalípticas, en las que se elabora una teología de la historia a base de imágenes y símbolos que jamás deben ser interpretados literalmente. (Apocalipsis). Hay descripciones proféticas, que prescinden de la perspectiva temporal, y anuncian el mensaje en tonos altamente poéticos (El niño jugará con la víbora). Hay genealogías, cábalas, etc.

Todas estas formas de expresarse son las que están detrás de la importante cuestión de los géneros literarios. El descubrimiento de estos ha contribuido notablemente a deshacer malentendidos en la lectura e interpretación de la Biblia. Porque efectivamente, leer las visiones apocalípticas literalmente, como si cada uno de los detalles tuviera una verificación real en la historia bruta, es desenfocar el problema. De ahí la importancia de conocer el género literario del texto que estamos leyendo.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA BIBLIA LA BIBLIA NO ES UN LIBRO PIADOSO

En la Biblia hay pasajes que narran crudamente los pecados de los hombres: guerras, matanzas, mentiras, traiciones, adulterios... Son pasajes que provocan el escándalo en los lectores acríticos. Y es que la Biblia no es un libro piadoso, aunque sea un libro religioso. No tiene como finalidad básica la mera edificación o alimentar el sentimentalismo religioso. La Biblia quiere ser un reflejo exacto de la realidad de la vida humana. Dios va de camino con los hombres y los hombres son realmente pecadores. Incluso los grandes personajes bíblicos conocieron el pecado en sus vidas: la desconfianza, la rebeldía, la mentira, el adulterio; Abraham, Moisés, David, no son excepción.

Al recoger estos relatos, la Biblia no nos invita a hacer todo lo que estos personajes hicieron. Nos presenta estos personajes como ejemplo de una lucha constante por eliminar el pecado presente en su vida y conseguir la fidelidad a Dios. La Biblia es una invitación a hacer de la historia humana una historia de liberación. No propone los escándalos como ejemplos a seguir, sino como situaciones a superar. Es un libro realista en el que se entrelazan el bien y el mal presentes en la historia humana. En la lucha entre el pecado y la fidelidad, define el hombre su postura frente a Dios. A lo largo de toda la historia humana se advierte una depuración de costumbres y un progreso en la interpretación de la moral. La moral de los Evangelios, ejemplificada en la vida de Jesús, es la cumbre de este progreso moral.

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LA BIBLIA NO ES UN LIBRO DE CIENCIA

Cuando comparamos el relato bíblico de la creación con las teorías científicas sobre el origen del mundo y de la vida, nos sorprende la ingenuidad de las afirmaciones bíblicas sobre el tema. ¿Cómo habrá que entenderlas?

La Biblia no es un libro científico, es un libro religioso. El propósito funda-mental de los autores bíblicos no es enseñarnos cuál es el origen y la composi-ción del mundo. La Biblia no pretende darnos teorías científicas. En el aludido relato sobre la creación sólo pretende darnos a conocer una experiencia de fe sobre el papel de Dios en el origen y desarrollo del mundo y sobre el sentido y destino de la existencia humana. Lo que hay detrás de estos relatos míticos y poéticos es un mensaje religioso, que puede resumirse así: Dios crea al mundo y al hombre y los mantiene en la existencia. El mundo y la humanidad no están al margen de Dios. El hombre está llamado a la comunión con Dios, La rebeldía humana introduce el pecado en el mundo y trastorna las relaciones de los hombres con Dios y entre sí. Dios no abandona al hombre en el pecado, promete la redención y liberación del hombre.

Los relatos bíblicos aparentemente científicos han de ser entendidos como relatos simbólicos. Quien los interpreta literalmente puede llegar a la conclusión equivocada de que la Biblia dice mentiras; no captará el mensaje religioso que la Biblia quiere comunicar. Quien los interpreta simbólica y religiosamente, está en camino hacia una interpretación correcta del mensaje de la Biblia.

En este sentido hay que leer y entender hechos maravillosos narrados por el Antiguo Testamento, algunas visiones y gestos profetices, las parábolas del Nuevo Testamento, sobre todo, narraciones referentes al fin de los tiempos y al fin del mundo.

LA BIBLIA NO ES UN LIBRO DE HISTORIA CRÍTICA

En la Biblia encontramos relatos históricos, personajes, fechas, números y otros datos que nos parecen irreales. Abraham vivió 175 años. A Jonás se lo tragó una ballena y lo devolvió vivo. Josué detiene el sol...

Ante estos hechos narrados por la Biblia, los lectores incautos suelen adoptar dos posturas extremas, igualmente equivocadas. Unos dicen: Todo esto es verdad porque lo dice la Biblia. Otros dicen: La Biblia dice mentiras, porque todas estas cosas no pueden ser verdad. ¿Quién tiene razón? Ni los unos ni los otros, porque no se paran a distinguir las diversas formas de escribir la historia.

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4 En la Biblia hay una buena parte de historia real, un núcleo histórico indiscutible. Son muchos los datos y los relatos históricos de la Biblia que concuerdan con los testimonios de la historia universal. Pero la historia que encontramos en la Biblia suele ser una historia incompleta. Y es que la intención de los autores sagrados no es ofrecernos un texto de historia crítica, sólo pretenden desentrañar el contenido religioso de la historia que narran. Por eso subrayan aquellos capítulos de la historia de Israel y de la historia de la humanidad en los que se manifiesta más claramente la presencia de Dios en la historia de los hombres.

El propósito fundamental de la historia bíblica es demostrar cómo se de-senvuelven y se desarrollan las relaciones entre Dios y los hombres. Por eso se llama "historia sagrada". El pueblo tiene la convicción de que Dios le acompaña en su caminar histórico, y que Dios interviene y se manifiesta especialmente en los momentos y acontecimientos históricos decisivos. Dios interviene decisivamente en la historia de los hombres y en ella se revela. Y esa historia es el lugar en el que la humanidad descubre a Dios, experimenta su presencia, y la humanidad es fiel o infiel al plan salvífico de Dios.

PARA LEER MEJOR LA BIBLIA

Ni es necesario ni es práctico leer la Biblia de corrido, de principio a fin. En la lectura de la Biblia conviene comenzar por los libros más fáciles y asequi-bles. Aparte las lecturas circunstanciales, el siguiente esquema puede servir de guía para una lectura continuada de la Biblia.

1. Libros históricos del Nuevo Testamento. Evangelios y Hechos. 2. Libros sapienciales del Antiguo Testamento.

3. Libros didácticos del Nuevo Testamento. Carta de los Apóstoles. 4. Libros históricos del Antiguo Testamento.

5. Libros Proféticos del Antiguo Testamento. 6. Apocalipsis.

También es importante utilizar una Biblia con garantía. Para quienes desean estar seguros de que su Biblia tiene garantía, he aquí algunas versiones de la Biblia en lengua castellana, que han sido oficialmente reconocidas por la Iglesia:

 Biblia Jerusalén

 Segunda Biblia de Nacar-Colunga  Sagrada Biblia de Herder

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5  Sagrada Biblia de Bover-Cantera

 La Biblia Latinoamericana  Nueva Biblia Española

 La Biblia del Hombre de hoy…

Y nadie se extrañe que las palabras, las frases, el texto material sea distinto en las diversas versiones de la Biblia. Lo importante es que estas versiones recojan fielmente el mensaje de la Biblia. Por eso, las distintas versiones cambian las palabras, las frases, las expresiones. para ser más fieles al men-saje original. Cada pueblo, cada cultura, cada grupo social tiene su lenguaje típico y peculiar en el que puede ser vertido el lenguaje bíblico.

Conviene asimismo acompañar la lectura de la Biblia con lecturas com-plementarias: introducciones a los distintos libros, notas aclaratorias, lecturas sobre historia, geografía, cultura del medio ambiente en que se desenvuelve la historia bíblica. Sin olvidar la consulta a expertos que pueden sacarnos de dudas.

Pero, lo más importante es leer la Biblia con actitud religiosa y en el contexto de la comunidad cristiana que escucha la Palabra de Dios y la interpreta comunitariamente. La crítica literal, textual e histórica no es suficiente para captar el mensaje bíblico. Se requiere una actitud religiosa de escucha obe-diente de la Palabra de Dios, para captar en profundidad el mensaje de esa Palabra. Las mismas situaciones históricas por las que pasa el creyente y la comunidad cristiana facilitan una actualización del mensaje bíblico. La libertad y la opresión, la paz y la persecución, la militancia y el retiro contemplativo, la comunión y la soledad, la juventud y la vejez, son todas situaciones que ayu-dan a comprender y a actualizar importantes experiencias vividas por los per-sonajes bíblicos. Porque la Biblia no es un libro de texto para adquirir conoci-mientos teóricos o que ha de ser leído por mera curiosidad. Dios nos habla también a nosotros, como habló a nuestros antepasados. Su palabra es univer-sal y siempre actual. La experiencia univer-salvífica del pasado se actualiza de nuevo en todas las situaciones históricas de la comunidad cristiana y humana. Dios sigue iluminando la historia humana de todos los tiempos a través de su Palabra activada por la presencia del Espíritu en medio de la comunidad eclesial.

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LECTURAS

1. Constitución del Vaticano II sobre la divina revelación, n. 5. 2. Constitución del Vaticano II sobre la divina revelación, n. 12. 3. I Timoteo. 4, 1-16.

4. Juan, 16, 7-13.

EJERCICIO DE AUTOCOMPROBACIÓN

1. ¿Qué son los géneros literarios de la Biblia? Enumere algunos.

2. ¿Cómo explica las narraciones de pecados cometidos por importantes personajes bíblicos?

3. ¿Cómo interpretar los relatos bíblicos aparentemente científicos? 4. ¿Es la Biblia un libro histórico?

PRINCIPIOS GENERALES PARA INTERPRETAR LA BIBLIA

1. Puesto que Dios, en la Sagrada Escritura, ha hablado por medio de hombres a la manera de los hombres, es necesario que quien interpreta la Sagrada Escritura, para ver con claridad lo que el mismo Dios ha

querido comunicarnos, busque atentamente lo que los autores bíblicos

han pretendido realmente decir y lo que Dios ha querido expresar

me-diante la palabra de ellos, Hay que tener en cuenta los "géneros literarios" porque la verdad se expone y se expresa en formas muy diferentes en diversos textos históricos, en textos profetices o poéticos, o en los ciernas modos de expresión.

Concilio Vaticano 2, La Revelación, 12 2. Todo lenguaje simbólico exige ser descifrado. Hacer de él una lectura "al pie de la letra" equivale a quedar condenado a no entender nada del sentido profundo escondido bajo la letra, Como dice San Pablo,”la letra mata, el Espíritu da Vida" (2 Corintios, 3,6). Para saborear ciertos frutos o simplemente para digerirlos, es preciso despojarlos de la corteza inasimilable. Para que la Palabra nos de vida, es necesario interpretar los pasajes que lo necesitan, Este delicado trabajo se podría descom-poner en dos tiempos:

• una fase "negativa": sin destruir su sabor poético, hacer una lectura crítica del texto y de las representaciones simbólicas en las que está encerrado el mensaje.

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7 • una fase "positiva": descubrir el espíritu, la intención del autor, la verdad oculta bajo las apariencias. No se trata, claro está, de reducir a meros símbolos todos los sucesos históricos, sino de hallar la significación de los acontecimientos del pasado, su sentido para el hombre de hoy.

Mesa redonda, 5. p. 4

3. Cierto que cada frase de la Biblia es tan Palabra de Dios como las otras. Pero la Biblia no es sólo Palabra de Dios, sino Palabra de Dios por

boca de hombres y para hombres. Y así como a una persona sólo la

comprendemos perfectamente en función de su ambiente, así también a los escritores bíblicos. Cada época tenía su propia problemática respecto de Dios, y así los escritores inspirados que Dios enviaba a su pueblo en diferentes tiempos, querían dar respuestas a las preguntas

planteadas en la respectiva época.

La Sagrada Escritura tiene un carácter que trasciende el tiempo, por lo cual

el mensaje vale invariablemente para los hombres de todos los tiempos. Pero

no es menos cierto que los autores bíblicos querían contestar a las preguntas

que les hacían sus contemporáneos y no a las que nosotros les proponemos.

Una de las leyes fundamentales de toda recta interpretación de la Escritura nos dice que no debemos buscar en ésta, una respuesta que los escritores bíblicos no conocían o que no les interesaban.

H. HAAG.

Biblia y Evolución, pp.: 13-14

DIOS LO HIZO TODO CON SABIDURÍA

Cuando creó el Señor sus obras desde el principio, desde que las hizo, les asignó su puesto. Ordenó para la eternidad sus obras, y desde sus comienzos para todas sus edades.

Ni tienen hambre ni se cansan, y eso que no abandonan su tarea. Ninguna choca contra otra, jamás desobedecen su Palabra.

Eclesiástico 16, 26-29

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