• No se han encontrado resultados

Sólo un simple individuo en un mundo enorme - el hobbit, el lector y el mundo de fantasía

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "Sólo un simple individuo en un mundo enorme - el hobbit, el lector y el mundo de fantasía"

Copied!
117
0
0

Texto completo

(1)SÓLO UN SIMPLE INDIVIDUO EN UN MUNDO ENORME: EL HOBBIT, EL LECTOR Y EL MUNDO DE FANTASÍA. Presentado por: Andrés Alberto Montañés Lleras Código 200011906 Directora: Giselle von der Walde. UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Facultad de Artes y Humanidades Departamento de Humanidades y Literatura Bogotá, junio de 2004.

(2) Te considero una gran persona, señor Bolsón, y te aprecio mucho; pero en última instancia ¡eres sólo un simple individuo en un mundo enorme! J.R.R. Tolkien, El hobbit..

(3) AGRADECIMIENTOS. Quisiera agradecer a algunas personas cuyas enseñanzas y apoyo fueron fundamentales para la realización de este trabajo.. A mi familia, compañeros y amigos por su apoyo incondicional. A Camilo Hoyos por haberme recordado a Tolkien en un momento muy importante. A todos mis profesores, en especial a Adolfo Caicedo, Amalia Iriarte, Claudia Montilla, Betty Osorio y Gretel Wernher; de todos ustedes hay algo en estas páginas.. A Jorge Salazar, por sus sabias correciones y por encaminarme en el camino de la Literatura. ¡Muchas gracias!. A mi directora de monografía, maestra y amiga Giselle von der Walde, por su paciencia, entusiasmo y aportes invaluables para este proyecto. Sin su apoyo este trabajo no habría sido posible.. A Bilbo y a Tolkien..

(4) ABREVIATURAS Y EDICIONES. A lo largo de esta monografía hemos utilizado para citar El hobbit la traducción de Manuel Figueroa (Buenos Aires: Minotauro, 1991), apoyándonos también en la edición anotada en inglés de Douglas A. Anderson (New York: Houghton Mifflin Company, 2002).. A continuación presentamos las abreviaturas utilizadas en el texto:. Obras de Tolkien: HOBBIT:. El Hobbit. Traducción de M. Figueroa.. ANDERSON:. The Hobbit or There and Back Again. Revised and Expanded Edition Annotated by D. A. Anderson.. BEOWULF:. “Beowulf: Los monstruos y los críticos”.. SCH:. “Sobre los cuentos de hadas”.. Obras de otros autores: AUTOR DEL SIGLO:. SHIPPEY, T.A. J.R.R. Tolkien. Autor del siglo.. CTM:. SHIPPEY, T.A. El camino a la Tierra Media.. EDDA:. Edda mayor.. Las demás obras citadas se identifican mediante el apellido de su autor y están relacionadas en la bibliografía que se presenta al final de la monografía..

(5) CONTENIDO. LOS MONSTRUOS Y LOS CRÍTICOS: UNA INTRODUCCIÓN. 1. PRIMERA PARTE UN MUNDO ENORME: FANTASÍA, EL MUNDO DE EL HOBBIT. 6. I. EL MAPA DE THROR, EL MUNDO DE FANTASÍA. 7. I.1 El país de las hadas. 7. I.2 El narrador y el problema de la distancia. 14. II. EL INCIDENTE DEL DRAGÓN: EL PROBLEMA DEL HÉROE. 20. II.1 El reino peligroso. 20. II.2 El mundo de los héroes. 27. SEGUNDA PARTE UN SIMPLE INDIVIDUO: BILBO EL ANTIHÉROE. 38. I. EL PROTAGONISTA DE EL HOBBIT. 39. I.1 En un agujero en el suelo, vivía un personaje inesperado. 40. I.2 El hobbit como personaje antiheroico. 47. II. EL ANTIHÉROE Y LA AVENTURA. 55. II.1 El hombre ordinario como aventurero. 56. II.2 El héroe y el antihéroe. 62.

(6) TERCERA PARTE UN SIMPLE INDIVIDUO EN UN MUNDO ENORME: EL HOBBIT Y EL MUNDO DE FANTASÍA. 69. I. ACERTIJOS Y ARAÑAS: EL HOBBIT COMO AVENTURERO. 70. I.1 Gollum y el anillo: Bilbo se transforma. 71. I.2 En el Bosque Negro: El hobbit como guerrero y ladrón. 77. II. BILBO, EL LECTOR Y FANTASÍA. 84. II.1 Bilbo y el dragón: El antihéroe y el problema del heroísmo. 84. II.2 Bilbo y Thorin: Una nueva percepción de Fantasía. 92. HISTORIA DE UNA IDA Y DE UNA VUELTA: CONCLUSIONES. 104. BIBLIOGRAFÍA. 110.

(7) LOS MONSTRUOS Y LOS CRÍTICOS: UNA INTRODUCCIÓN. Incluso hoy (a pesar de los críticos) se puede encontrar a hombres que no son ignorantes en materia de leyenda trágica o de historia, que han oído hablar de héroes y en alguna ocasión han llegado incluso a verlos, que aún se sienten fascinados al pensar en dragones. J.R.R. Tolkien, Beowulf: Los monstruos y los críticos.. Desde la publicación de El hobbit (1937) y El señor de los anillos (1954-55), Tolkien como autor de ficción, ha despertado un gran interés en el público en general y en la crítica especializada. T. A. Shippey dice en su libro J.R.R. Tolkien autor del siglo, que las obras de ficción de Tolkien “han dicho algo importante, y han significado algo importante, para una gran proporción de sus muchos millones de lectores. Sólo quienes carezcan de curiosidad profesional podrían dejar de preguntarse de qué se trata” (Autor del siglo, 27). La importancia de Tolkien, como apuntan varios críticos, no sólo radica en la aceptación que ha tenido su obra por parte del público1, sino en el hecho de que ésta es considerada fundamental dentro del desarrollo del género de la Fantasía en el siglo XX. George Martin señala:. La fantasía existía mucho tiempo antes que él, sí, pero J.R.R. Tolkien la tomó y la hizo suya de un modo distinto del de todos los escritores que lo habían precedido, un modo en que ningún escritor lo volverá a hacer. El tranquilo filólogo de Oxford 1. Como señala Shippey, Tolkien no sólo ha vendido millones de copias de sus novelas, sino que además en varias encuestas realizadas en el Reino Unido El señor de los anillos recibió el primer lugar como el libro. 1.

(8) escribió por placer, y para sus hijos, pero creó algo que conmovió el corazón y la mente de millones de personas (...). Tolkien cambió la fantasía; la elevó y la redefinió hasta tal punto que nunca volverá a ser la misma (Martin, 20).. Tolkien, al igual que otros muchos autores de Fantasía, se dio a la tarea de redescubrir para la imaginación moderna el mundo antiguo de los mitos, leyendas y cuentos de hadas, que se encontraba perdido para la gran mayoría de lectores contemporáneos a él; “como Walter Scott o William Morris antes que él, sentía el peligroso encanto del mundo arcaico del Norte, recuperado a partir de restos y despojos por generaciones de investigación” (CTM, 93-94). A través de El hobbit y El señor de los anillos, el lector moderno puede reencontrarse con ese mundo lleno de dragones, elfos, enanos y magos, que proviene de la tradición pero que Tolkien convierte en su propio mundo imaginado, que él mismo llama Fantasía: “Tolkien fue el primero en crear un universo secundario perfectamente acabado, un mundo entero con su propia geografía y sus historias y leyendas, sin relación alguna con el nuestro, pero, por alguna razón, tan real como éste” (Martín, 22).. No obstante, al crear dicho mundo, Tolkien obliga al lector a enfrentarse con un espacio de ficción que, a pesar de estar construido como un espacio coherente y completo, se distancia de su mundo cotidiano y de su expectativa como lector moderno. A través de estas obras, el lector se encuentra con todo tipo de criaturas fantásticas que no sólo no existen en su realidad cotidiana sino que además, ni siquiera espera encontrar y aceptar en un espacio de ficción. En este sentido, la obra de Tolkien y la recepción que ha tenido desde su publicación más importante del siglo XX. 2.

(9) se vuelven muy problemáticas, tanto para el lector como para el crítico. Shippey recuerda que “Edmund Wilson se preguntaba por qué eran tan populares estas ‘tonterías’, en The Nation, el 14 de abril de 1956. Concluyó que era porque ‘cierta gente, especialmente, quizás, en Inglaterra, siente un insaciable apetito por las simplezas juveniles’” (CTM, 1718).. Tolkien, como autor de ficción y profesor de literatura medieval, era desde luego consciente de esta problemática del lector frente a la Fantasía. El problema, tal como lo señala Tolkien en su ensayo Beowulf: Los monstruos y los críticos (1936), es que para el lector moderno el mundo de Fantasía no sólo ya no es creíble, sino que además se ha convertido en un terreno muy poco respetable para aventurarse en su lectura. El lector moderno e “inteligente” no sólo no cree en los dragones sino que se avergüenza de su mismo anhelo por salir de la seguridad de su mundo para descubrir ese otro mundo en que éstos son posibles. En su ensayo, Tolkien señala cómo ciertos lectores (y especialmente ciertos críticos) encontraban desconcertante el interés del lector por una serie de criaturas propias de Fantasía:. Un gusto sobrio y correcto puede negarse a admitir que para nosotros -el orgulloso nosotros que incluye a todos los seres humanos inteligentes- puedan tener interés alguno ogros y dragones. Nos damos cuenta entonces de su consternación ante el singular hecho de que un gran placer haya seguido a la lectura de un poema que trata sobre criaturas tan poco dignas (Beowulf, 25).. 3.

(10) Sin embargo, el interés por los dragones existe y, a pesar de los críticos, la obra de Tolkien ha conseguido que muchos lectores modernos se aproximen a Fantasía. En este sentido, la pregunta esencial que debe formularse es cómo, a través de la obra de Tolkien, el lector puede internarse en el mundo de Fantasía a pesar de la distancia que lo separa de él. Este es el problema esencial que buscamos desarrollar a partir del análisis de El hobbit, la primera novela de Tolkien que se sitúa en ese mundo y en la cual plantea de manera evidente la problemática de éste para el lector moderno. En El hobbit, como demostraremos, no sólo se enfrenta al lector con un mundo de Fantasía, sino que además, a través de la figura central del hobbit, se desarrolla conscientemente dicho enfrentamiento y se propone una solución al mismo.. Tradicionalmente, los críticos (en particular T.A. Shippey y Douglas A. Anderson) se han aproximado a El hobbit a partir de un estudio de las fuentes tradicionales y los procesos filológicos que se encuentran en la base de la escritura de Tolkien. Nuestro análisis de la novela parte, por el contrario, de una aproximación directa a ésta y a su lectura; de un análisis de la manera como se presenta el mundo de Fantasía, se construye al personaje del hobbit y se articula el enfrentamiento de éste con el mundo que lo rodea, y cómo esto afecta la manera como el lector mismo se aproxima a ese mundo.. El propósito de esta monografía es señalar cómo en la novela de Tolkien, Bilbo Bolsón es construido como un personaje “antiheroico”, entendido como un hombre ordinario situado en medio del mundo heroico de Fantasía, y cómo, a través de él y de su enfrentamiento con. 4.

(11) el mundo que lo rodea, se propone una aproximación por parte del lector a ese mundo del cual se encuentra inicialmente distanciado.. Este análisis está organizado en tres partes que se ocupan, respectivamente, del mundo de Fantasía, del personaje del hobbit y de cómo ambos entran en contacto. Así pues, en la primera parte nos ocuparemos del análisis del mundo que presenta la novela y cómo se encuentra distanciado del mundo del lector, haciendo énfasis en la figura del héroe como elemento fundamental de dicho distanciamiento. En la segunda haremos el análisis del personaje de Bilbo Bolsón y señalaremos cómo se construye como un personaje anitheroico, así como los problemas que esto implica. Por último, en la tercera parte veremos cómo, a través del contacto entre ese personaje y el mundo que lo rodea, ambos sufren una transformación y se propone una posible solución al problema del lector en relación con el mundo de Fantasía.. **. 5.

(12) PRIMERA PARTE. UN MUNDO ENORME: FANTASÍA, EL MUNDO DE EL HOBBIT. 6.

(13) I. EL MAPA DE THROR, EL MUNDO DE FANTASÍA. El hobbit es la primera obra de ficción, publicada por Tolkien, que hace referencia a la Tierra Media, el mundo en el que se sitúa la mayoría de sus obras de ficción posteriores. En esta novela el mundo no es solamente el escenario en que se desarrollan los hechos; es un elemento fundamental en la manera como éstos se desarrollan y en la forma como el lector se aproxima a la novela. En este sentido, nuestro estudio de El hobbit parte de un análisis de dicho mundo. En primer lugar, buscaremos dilucidar cuál es ese espacio y cuáles son sus elementos fundamentales, de suerte que podamos caracterizarlo como un “país de las hadas”. Y, en segundo lugar, señalaremos cómo ese mundo se encuentra distanciado del mundo cotidiano del lector y cómo se articula dicha distancia a partir de las intervenciones del narrador.. I.1 El país de las hadas. El hobbit se abre con una imagen de un espacio ficcional claramente determinado. En las primeras páginas de la novela se presenta un mapa dibujado del mundo en que ésta se desarrolla, el llamado “Mapa de Thror” al que se hace referencia a lo largo del relato: “Esto lo hizo Thror, tu abuelo, Thorin -dijo respondiendo a las excitadas preguntas de los enanos.Es un plano de la Montaña” (Hobbit, 30). Este mapa, que representa la Montaña Solitaria y sus alrededores, el espacio físico que Bilbo y los enanos recorren a lo largo de su aventura,. 7.

(14) nos da una imagen clara del universo en el que habitan el hobbit, los enanos y el dragón; el mundo imaginado en el cual se sitúa la novela.. El primer problema que nos plantea el Mapa de Thror es, precisamente, el porqué es necesario incluirlo al comienzo del libro. Aunque el mapa es un elemento importante dentro del relato, en tanto anima a los enanos a emprender la aventura y les da la clave de la entrada secreta a la Montaña, desde el comienzo es claro que carece de importancia como documento de orientación para los personajes dentro del mundo de la novela. Cuando Thorin lo ve por primera vez, señala su inutilidad diciendo que conoce perfectamente los alrededores de la Montaña y que no necesita de un mapa para reconocerlos: “No creo que nos sea de gran ayuda -dijo Throrin desilusionado, tras echar un vistazo-. Recuerdo la Montaña muy bien, así como las tierras que hay por allí. Y sé dónde está el Bosque Negro, y el Brezal Marchito, donde se crían los dragones” (Hobbit, 30).. Quien no sabe cuál es ese mundo y por lo tanto requiere de un mapa, es el lector. El Mapa de Thror es necesario para éste, pues hace referencia a un espacio de ficción que le resulta totalmente extraño. En la medida en que no habita el mundo de la novela como el enano, todos los elementos del mapa, desde los ríos hasta el dragón, confrontan al lector con un espacio que no es el propio y que le es fundamentalmente desconocido. El Mapa de Thror no es el mapa de “nuestro mundo”, ni de “nuestros tiempos”; no es el mapa que esperaríamos encontrar en la “realidad” o en una novela que la represente. Más que hacer una cartografía de un espacio conocido, el mapa con el que se abre la novela, representa. 8.

(15) (crea) la imagen de un mundo nuevo y extraño. La imagen del dragón sobre la montaña señala claramente que se trata de “otro mundo”:. Y lo que por encima de todo prefería era el innominado Norte de Sigurd el völsungo y el príncipe de todos los dragones. Hacia tales regiones miraban con preferencia mis deseos. Jamás se me pasó por la imaginación que el dragón fuese de la misma familia que el caballo. Y no era sólo porque viera caballos a diario y jamás viera ni tan solo la huella de un saurio. Era que el dragón llevaba patente sobre su lomo la impronta De Fantasía. Cualquiera que fuese el mundo en que él viviese, se trataba de Otro Mundo (SCH, 165).. Se trata del mundo de los elfos y de las criaturas fantásticas: águilas gigantes, arañas enormes, los enanos y el dragón. Un espacio en el cual, a diferencia del nuestro, estas criaturas son posibles y pueden desarrollarse plenamente. Tolkien en su ensayo Sobre los cuentos de hadas, llamó a este mundo Fantasía o el país de las hadas: “la región o el reino en el que las hadas tienen su existencia” (SCH, 140). El Mapa de Thror crea un territorio donde adquieren cuerpo una serie de imágenes provenientes de la imaginación y de los cuentos de hadas, que antes carecen de un espacio propio determinado; Shippey señala cómo los cuentos de hadas “estimulan la imaginación, pero no la satisfacen del todo; al menos, no en el sentido que esperan los lectores modernos, con un argumento completo y unos personajes desarrollados y, quizá lo más importante de todo, un mapa” (Autor del siglo, 48).. 9.

(16) Cuando el narrador de El hobbit comienza a describir a los elfos de los bosques y a contarnos su historia, está situando a esas criaturas en un tiempo y espacio en el cual son posibles, está haciendo coherente ese mundo que parecería desarticulado en los cuentos de hadas. En este sentido, el espacio de ficción que se presenta con el Mapa de Thror se vuelve a lo largo de la novela un mundo cada vez más amplio y consistente:. Por supuesto, las gentes de los banquetes eran Elfos del Bosque. (...) Distintos de los Altos elfos del Poniente, eran más peligrosos y menos cautos, pues muchos de ellos (así como los parientes dispersos de las colinas y montañas) descendían de las tribus antiguas que nunca habían ido a la Tierra Occidental de las Hadas. Allí los Elfos de la Luz, los Elfos del Abismo y los Elfos del Mar vivieron durante siglos y se hicieron más justos, prudentes y sabios, y desarrollaron artes mágicas, y la habilidad de crear objetos hermosos y maravillosos, antes que algunos volvieran al Ancho Mundo (Hobbit, 177).. A lo largo del relato, el lector va descubriendo que Fantasía no sólo es un espacio donde habitan una serie de seres fantásticos, sino que se trata del espacio donde su existencia es consistente y coherente con el mundo que los rodea.2 Shippey señala refiriéndose a los comentarios en los que el narrador da por supuesto un suceso del mundo de Fantasía: “(este tipo de referencias) con más frecuencia crean la sensación de que existe más información 2. Tolkien en su ensayo Sobre los cuentos de hadas señala cómo el gran problema en la escritura de un mundo de Fantasía es precisamente dotarlo de esa consistencia: “El logro de la expresión que proporciona (o al menos así lo parece) ‘la consistencia interna de la realidad’ es ciertamente otra cosa, otro aspecto, que necesita un nombre distinto: el de Arte, el eslabón operante entre la Imaginación y el resultado final, la Subcreación” (SCH, 170).. 10.

(17) alrededor de los límites del relato y de que los sucesos evolucionan con reglas que sólo atisbamos, pero reglas al fin y al cabo” (CTM, 98). No se trata solamente de poner a los elfos en escena en un espacio cualquiera: lo que propone Tolkien es la creación de todo un mundo alrededor de ellos; un mundo tan complejo, detallado y enorme como el nuestro.. Fantasía cuenta con muchas más cosas que elfos y hadas, con más incluso que enanos brujas, gnomos, gigantes o dragones: cuenta con mares, el sol, la luna y el cielo; con la tierra y todo cuanto ella contiene: árboles y pájaros, agua y piedra, vino y pan, y nosotros mismos, los hombres mortales, cuando quedamos hechizados (SCH, 140).. A medida que se hace una descripción detallada de la naturaleza de ese mundo, tanto de sus árboles y flores, como de sus criaturas, el lector se da cuenta que Fantasía es un espacio tan completo y maravilloso como su propio mundo: “Los arbustos y las largas hierbas entre los cantos rodados, las brisnas de hierba recortadas por los conejos, el tomillo, la salvia, el orégano y los heliantejeros amarillos...” (Hobbit, 107). El mundo se convierte en un elemento protagónico dentro de la novela, como se ve en la escena en la que el hobbit se asoma sobre los árboles del Bosque Negro y contempla maravillado una mariposa. La escena señala cómo, aunque la novela sea la historia de una aventura llena de peligros y peripecias, también es el relato de cómo el hobbit y el lector entran en el mundo de Fantasía y contemplan maravillados su naturaleza:. 11.

(18) Cuando lo consiguió, vio a su alrededor un mar verde oscuro, rizado aquí y allá por la brisa; y por todas partes, cientos de mariposas. Supongo que eran una especie de ‘emperador púrpura’, una mariposa aficionada a la alturas de las robledas, pero no eran nada purpúreas, sino muy oscuras, de un negro aterciopelado, sin que se les pudiese ver ninguna marca.. Observó la ‘emperador negra’ durante largo rato y disfrutó sintiendo la brisa en el cabello y la cara... (Hobbit, 158). 3. En este sentido, el viaje de Bilbo y los enanos, no es solamente un viaje en busca del tesoro de la Montaña Solitaria o una aventura en medio de Fantasía, es un encuentro entre el personaje y el lector y el mundo enorme que se extiende alrededor de la Montaña: “Allá atrás se extendía el Bosque Negro, azul en la distancia, y oscuramente verde en el límite más cercano, aun en los días primaverales. Allá, bien lejos, se alzaba la Montaña Solitaria, apenas visible” (Hobbit, 306). El hobbit, al igual que el lector, emprende un viaje hacia un espacio extraño y misterioso, hacia una tierra salvaje e inhóspita más allá del mundo que conoce y que le es familiar: “Partieron entonces entre cantos de despedida y buen viaje, con los corazones dispuestos a nuevas aventuras y sabiendo por dónde tenían que ir para cruzar las Montañas Nubladas hacia la tierra de más allá” (Hobbit, 64).. 3. La “emperador negra” es un ejemplo de cómo Fantasía adquiere la consistencia de la realidad; es similar en varios aspectos a la “emperador púrpura” del mundo del lector y el narrador pero está en medio del Bosque Negro, en medio de Fantasía.. 12.

(19) Finalmente, reconocer que El hobbit se mueve en un espacio de Fantasía y que los aventureros se están internando en el lejano y misterioso “País de las Hadas”, hace de la novela un tipo de relato muy particular; un relato que cabe dentro de lo que Tolkien define como “cuento de hadas”:. Dije que la acepción ‘relatos sobre hadas’ era demasiado parca. Y lo es, aun en el caso de que neguemos su tamaño diminuto, porque los cuentos de hadas no son en el uso diario de la lengua relatos sobre hadas o elfos, sino relatos sobre el País de las Hadas, es decir, sobre Fantasía, la región o el reino en el que las hadas tienen su existencia (SCH, 140).. Así pues, desde que la novela se abre con el Mapa de Thror, ésta puede verse como un cuento de hadas, en tanto es un relato que se ocupa, fundamentalmente, de una aventura en medio de un mundo de Fantasía: “La mayor parte de los buenos ‘cuentos de hadas’ tratan de las aventuras de los hombres en el País Peligroso o en sus oscuras fronteras” (SCH, 140). A medida que la novela se desarrolla, el protagonista está internándose en el mundo en que los elfos y los dragones tienen su existencia; el viaje de Bilbo hacia la Montaña Solitaria es un viaje hacia ese mundo, una aventura en el “País de las Hadas”: “Las hayas y robles sustituyeron a los pinos, y el crepúsculo era como una atmósfera de serenidad y bienestar. (...) ‘¡Hummm! ¡Huele a elfos!’ pensó Bilbo, y levantó los ojos hacia las estrellas” (Hobbit, 58).4. 4. La llegada a Rivendell puede verse como la llegada a un reino claramente mágico. Los elfos, más que ninguna otra criatura, señalan la llegada a un espacio que no es nuestro mundo cotidiano pero que a la vez. 13.

(20) I.2 El narrador y el problema de la distancia. Desde el comienzo de la novela, es claro que el mundo en el que se sitúa, que hemos denominado “Fantasía”, está distanciado del lector y del mundo en el que éste habita. Esto se enfatiza desde la introducción del libro, cuando el narrador recurre a la fórmula convencional del cuento de hadas, obligando al lector a distanciarse de los sucesos que relata: “Esta es una historia de hace mucho tiempo. En esa época los lenguajes eran bastante distintos de los de hoy....” (Hobbit, 7).5 Con esta fórmula, el narrador reconoce la distancia temporal entre el lector y el mundo de la novela y señala que ésta implica un problema lingüístico para el lector, pues el lenguaje de ese mundo sería diferente al de él. Esto se muestra dentro del texto a través de la runas que aparecen al comienzo del libro, una escritura que el lector no reconoce y que no puede fácilmente descifrar.6. está cargado de magia y maravilla. La referencia a la distancia entre el mundo contemporáneo y el espacio de ficción en que se desarrolla la novela se repite en el primer capítulo cuando el narrador señala: “Por alguna curiosa coincidencia, una mañana de hace tiempo en la quietud del mundo, cuando había menos ruido y más verdor, y los hobbits eran todavía numerosos y prósperos...” (Hobbit, 13). En este caso se señala claramente cómo el mundo en el que los hobbits habitan es muy diferente del mundo contemporáneo donde ya son extraños. 6 Después del título original en inglés (The hobbit), la novela tiene un segundo título escrito en el alfabeto rúnico que de acuerdo al narrador utilizan los enanos. Dice, traduciéndolo al alfabeto moderno: “The hobbit or there and back again” (El hobbit o historia de una ida y de una vuelta). Este título hace referencia además al libro que Bilbo escribe al final de la novela y que se llama tambien “Historia de una ida y de una vuelta”; en este sentido, el relato mismo está también inscrito en el mundo de Fantasía. 5. 14.

(21) El título rúnico del libro señala que existe una distancia lingüística y cultural entre el lector y el texto; que el lenguaje de Fantasía proviene de un mundo diferente al del lector. El narrador mismo lo reconoce cuando señala la imposibilidad del lenguaje cotidiano (del lenguaje al que estaría acostumbrado el lector), para dar verdadera cuenta de Fantasía: “No hay palabras que alcancen a expresar ese asombro abrumador desde que los Hombres cambiaron el lenguaje que aprendieran de los Elfos, en los días en que el mundo entero era maravilloso” (Hobbit, 225). Aunque el narrador no puede más que narrar en el lenguaje moderno (el lenguaje que comprende el lector), es evidente que Fantasía tiene su propia lengua, una lengua que -a diferencia del lenguaje cotidiano- sirve para describir el tesoro del dragón: El lenguaje de los elfos.7. En este sentido, el narrador debe cumplir la función de mediador entre el lector y el mundo de Fantasía. De la misma manera que señala que el mundo de Fantasía maneja un lenguaje diferente al del lector, el narrador propone una posible traducción de ese lenguaje a un lenguaje moderno: “Si las runas del Mapa de Thror son comparadas con las transcripciones en letras modernas, no será difícil reconstruir el alfabeto (adaptado al inglés actual), y será. 7. De hecho, no sólo hay una lengua en ese espacio de Fantasía, a lo largo de la novela se presentan todo tipo de lenguas a medida que el lector, de la mano de los aventureros, va recorriendo el mundo de Fantasía y oye las voces de los elfos, los enanos, incluso de los animales.. 15.

(22) posible leer el título rúnico de esta página” (Hobbit, 7). El narrador está mediando la distancia entre Fantasía y el lector; no sólo transcribe lo que dicen las runas al alfabeto moderno, sino que, además, propone una traducción del lenguaje de Fantasía al lenguaje moderno y prosaico del lector:. Nos envía Dain hijo de Nain -dijeron cuando se les preguntó-. Corremos junto a nuestros parientes de la Montaña, pues hemos sabido que el reino de antaño se ha renovado. Pero ¿quiénes sois vosotros que acampáis en el llano como enemigos ante murallas defendidas? -Esto, naturalmente, en el lenguaje de entonces, cortés y bastante pasado de moda, significaba simplemente: ‘Aquí no tenéis nada que hacer. Vamos a seguir, o sea marchaos o pelearemos con vosotros (Hobbit, 289).. No obstante, a partir del papel de mediador que cumple el narrador, el problema de la distancia entre el lector y Fantasía se hace más evidente. Al actuar como un traductor, el narrador contrapone el mundo de ficción y su lenguaje particular y “pasado de moda” con el mundo contemporáneo y su lenguaje prosaico.8 A través de él, el lector tiene una referencia constante al mundo primario y es gracias a ésta, que puede articular y hacer consciente la distancia que lo separa del mundo de Fantasía: “Los pasadizos se cruzaban y confundían en. 8. En su ensayo Sobre los cuentos de hadas, Tolkien plantea una distinción entre lo que llama el mundo primario y el mundo secundario. Para Tolkien, el mundo primario es el mundo que los lectores comparten en su vida cotidiana y que reconocen como su “Realidad”; “este mundo, (...) nuestro propio tiempo y espacio” (SCH, 142). El mundo secundario es, por el contrario, un producto de la imaginación del artista y el lector; un universo que se define por ser el espacio de aquello que consideramos irreal o imposible dentro de “nuestro mundo" y, por lo tanto, por su misma distancia frente al mundo primario.. 16.

(23) todas direcciones, pero los trasgos conocían el camino tan bien como vosotros el de la oficina de correos más próxima” (Hobbit, 70).9. El narrador no sólo es consciente de la distancia entre el mundo primario del lector y el mundo de Fantasía, sino que además la hace explícita. Esto es claro cuando señala la necesidad de explicarle al lector qué es un hobbit, pues éste lo ignora: “Pero, ¿qué es un hobbit? Supongo que los hobbits necesitan hoy que se les describa de algún modo, ya que se volvieron bastante raros y tímidos con la Gente Grande, como nos llaman” (Hobbit, 12). El narrador resalta cómo las criaturas de Fantasía son seres extraños para nosotros y reconoce que, debido a esto, tiene que explicarle al lector quiénes son y cómo actúan; al hacerlo, lo que hace es señalar la ignorancia de éste y la distancia que lo separa del mundo en que esas criaturas habitan: “En efecto, me temo que los trolls se comportan siempre así, aún aquellos que sólo tienen una cabeza” (Hobbit, 45).. Se plantea, en este sentido, un juego alrededor de aquello que el lector debería saber y aquello que ignora. Aunque el narrador es consciente de la ignorancia del lector, constantemente hace referencia a lo que éste debería saber acerca del Mundo de Fantasía: “Por supuesto, era Gandalf; pero en ese momento todos estaban demasiado ocupados para preguntar cómo había llegado allí” (Hobbit, 75).10 El “por supuesto” (“of course”) del narrador pone al lector frente a una lógica diferente a la lógica que maneja en su mundo. 9. El narrador estaría limitado por el lenguaje; aunque relate sucesos del mundo de ficción, sólo puede narrarlos haciendo uso de una expresión contemporánea al lector (la oficina de correos). 10 “Of course it was Gandalf; but just then they were too busy to ask how he got there” (Anderson, 111-112).. 17.

(24) cotidiano.11 A medida que se describe el mundo de Fantasía, se hace evidente que las reglas por las cuales funciona ese mundo, son diferentes a las reglas con las que funciona el mundo primario: “Esta es, por supuesto, la manera de dialogar con los dragones, si no queréis revelarles vuestro nombre verdadero (lo que es juicioso), y tampoco queréis enfurecerlos con una negativa categórica (lo que es también muy juicioso)” (Hobbit, 233).12. Así, el espacio de ficción en el que se desarrolla El hobbit, puede caracterizarse como un espacio que se distancia conscientemente del mundo del lector. La manera como el narrador presenta ese espacio, señala claramente esa distancia y la exagera, convirtiéndola en un elemento determinante en la manera como el lector se aproxima a él. Dice Shippey: “En un cuento tradicional, ningún narrador se saldría con la suya explotando tan descaradamente la diferencia entre su mundo y el de su oyente, ¡puesto que desde luego no habría ninguna!” (CTM, 99). Cuando Tolkien señala que el mundo de Fantasía es aquel en que las hadas tienen su existencia, está señalando precisamente que, en nuestro mundo cotidiano, las hadas por lo general no existen y que el hecho de que existan en el espacio de ficción de la novela, es lo que permite hablar de éste como un “mundo de Fantasía”:. Me propongo, pues, arrogarme los poderes de Humpty-Dumpty y usar de la Fantasía con ese propósito; es decir, con la intención de combinar su uso más tradicional y elevado (equivalente a Imaginación) con las nociones derivadas de 11. Shippey señala cómo este recurso hace parte de una estrategia de Tolkien que busca exagerar la distancia entre el mundo de ficción y el mundo primario de la realidad cotidiana: “‘Como seguramente sabéis’ aparece aquí como el golpe final en la estrategia ‘contrarrealista’ de Tolkien. Nadie sabe eso; de hecho, no es verdad” (CTM, 99). 12 “This of course is the way to talk to dragons, if you don’t want to reveal your proper name (which is wise),. 18.

(25) ‘irrealidad’ (o sea de disimilitud con el Mundo Primario) y liberación de la servidumbre del ‘hecho’ observado; la noción, en pocas palabras, de lo fantástico. Soy consciente, y con gozo, de los nexos etimológicos y semánticos entre la Fantasía y lo fantástico: entre la Fantasía y las imágenes de cosas que no sólo ‘no están realmente presentes’, sino que con certeza no vamos a poder encontrar en nuestro mundo primario, o que en términos generales creemos imposibles de encontrar (SCH, 170).. El mundo de Fantasía que nos presenta la novela es muy problemático para el lector moderno, pues lo enfrenta con una serie de elementos que no puede admitir dentro de la lógica que impera en su mundo. Se trata de un espacio de ficción que rompe con cualquier expectativa que pueda tener el lector, que se distancia consciente y explícitamente de su mundo para situarse en el espacio de Fantasía, el espacio de aquello que está en nuestra imaginación pero que no esperamos encontrar en nuestra vida cotidiana. Tolkien se aleja de cualquier tipo de pretensión realista, para crear un espacio de ficción fundamentado en la “irrealidad” de Fantasía. En El hobbit se plantea un universo que, desde el comienzo, se distancia del lector mismo, lo cual nos dirige hacia el interrogante fundamental acerca de cómo aproximarse a ese mundo desconocido, lejano e incluso hostil.. *. and don’t want to infuiate them by a flat refusal (which is also very wise)” (Anderson, 279).. 19.

(26) II. EL INCIDENTE DEL DRAGÓN: EL PROBLEMA DEL HÉROE. Tolkien señala que Fantasía no sólo es un mundo distante y extraño, sino que también es un espacio donde se tienen aventuras inesperadas y donde hay un peligro constante para quien se atreve a entrar en él: “Fantasía es una tierra peligrosa, con trampas para los incautos y mazmorras para los temerarios” (SCH, 135). A lo largo de El hobbit se plantean varios interrogantes acerca del viaje hacia el mundo de Fantasía: ¿Qué implica aventurarse en él?, ¿cuáles son los peligros que acechan al viajero? y, finalmente, ¿quién es capaz de hacerlo? En este apartado, buscaremos responder estas interrogantes mostrando, por un lado, cómo el mundo de Fantasía de la novela puede verse como un espacio lleno de peligros para quien se aventura en él y, por otro lado, cómo a partir de lo anterior, se genera una expectativa heroica que se desarrolla a lo largo de la novela.. II.1 El reino peligroso. En la descripción de la novela que hizo para la primera edición de El hobbit, Tolkien señaló cómo ésta trata de un viaje desde un espacio tranquilo y confortable, el mundo del hobbit, hacia el territorio desconocido y peligroso que sería el mundo de Fantasía: “Si estás interesado en los viajes de ida y regreso, dejando el confortable mundo del Oeste, más allá del limite de lo Salvaje, y de vuelta a casa, (...) aquí hay un recuento de tal viaje” (Tomado. 20.

(27) de la edición de Anderson, contracarátula).13 En otro nivel, el viaje hacia Fantasía es un tránsito del espacio que el protagonista y el lector conocen, el mundo moderno, lógico y seguro, hacia el espacio desconocido y atemorizante de la imaginación: “Ancho, alto y profundo es el reino de los cuentos de hadas, y lleno todo él de cosas diversas: hay allí toda suerte de bestias y pájaros; mares sin riberas e incontables estrellas; belleza que embelesa y un peligro siempre presente” (SCH, 135).14. El mundo de Fantasía es peligroso tanto para el lector como para los personajes, pues para ambos representa la entrada en un territorio hostil, situado más allá de la seguridad del espacio que conocen: “Detrás de ellos está la oscuridad, lo desconocido y el peligro; así como detrás de la vigilancia paternal está el peligro para el niño, y detrás de la protección de su sociedad está el peligro para el miembro de la tribu” (Campbell, 77). Incluso antes de Tolkien, el reino de la imaginación es el reino que se extiende más allá de los límites del mundo conocido, más allá de los límites que consideramos seguros. Como sugiere Campbell, el viaje a Fantasía es peligroso porque nos confronta con lo más oscuro de nuestra propia imaginación: “Porque el reino de los humanos oculta, bajo el suelo del pequeño compartimiento relativamente claro que llamamos conciencia, insospechadas cuevas de Aladino. No hay en ellas solamente joyas, sino peligrosos genios” (Campbell, 15).. 13. “If you care for journeys there and back, out of the comfortable Western world, over the edge of the Wild, and home again, (...) here is a record of such journey...” (La traducción es nuestra). 14 El viaje de Bilbo es similar a la aventura del lector del cuento de hadas que se atreve a entrar en ese mundo que le resulta desconocido y extraño.. 21.

(28) Cuando el lector y el hobbit se enfrentan con ese mundo no pueden escapar de la sensación de que hay un “peligro siempre presente” y acechante a lo largo del camino: “Cuando le tocaba a Bilbo, veía destellos alrededor, y a veces, pares de ojos verdes, rojos o amarillos se clavaban en él desde muy cerca, y luego se desvanecían y desparecían lentamente” (Hobbit, 151). Así pues, el Mapa de Thror, más que representar los ríos y montañas, representa todas las amenazas que los viajeros enfrentarán a lo largo del camino en pos del tesoro del dragón: “Al Oeste se extiende el Bosque Negro Allí hay Arañas”, “Lejos al norte están las Montañas Grises y el Brezal Marchito de donde vinieron los grandes Dragones” y en el centro “La Desolación de Smaug” y la imagen de éste sobre la Montaña Solitaria. En este sentido, el Mapa de Thror es el mapa de un mundo lleno de peligros, de un “Reino Peligroso”.. Ningún enano había atravesado ese paso desde hacía muchos años, pero Gandalf sí, y conocía el mal y el peligro que habían crecido y aumentado en las tierras salvajes desde que los dragones habían expulsado de allí a los hombres, y desde que los trasgos habían ocupado la región en secreto después de la batalla de las Minas de Moria (Hobbit, 66).. Cuando Bilbo y los enanos emprenden el viaje hacia la Montaña Solitaria, lo que realmente hacen es emprender el difícil camino hacia el corazón del mundo de Fantasía: “Habéis llegado a los límites mismos de las tierras salvajes, como algunos sabéis sin duda. Oculto en algún lugar delante de nosotros está el hermoso valle de Rivendel, donde vive Elrond en la Última Morada” (Hobbit, 56). La aventura que plantea la novela es precisamente la de internarse en el Reino Peligroso. El hobbit emprende un viaje hacia un espacio desconocido 22.

(29) y misterioso y es precisamente en tanto enfrenta sus peligros, que se puede hablar de una verdadera aventura: “Pero el camino que cruza el Bosque Negro es oscuro, peligroso y arduo -dijo-. (...) las cosas silvestres son allí oscuras, extrañas y salvajes” (Hobbit, 142). A medida que el hobbit se interna en el mundo de Fantasía, es posible ver cómo el peligro que lo acecha y las aventuras que tiene son cada vez mayores.. Llegaron luego a tierras donde la gente hablaba de un modo extraño y cantaba canciones que Bilbo no había oído nunca. Se internaron en las Tierras Solitarias, donde no había gente ni posadas y los caminos eran cada vez peores. No mucho más adelante se alzaron unas colinas melancólicas, oscurecidas por árboles. En algunas había viejos castillos, torvos de aspecto, como si hubiesen sido construidos por gente maldita. Todo parecía lúgubre, pues el tiempo había empeorado (Hobbit, 41).. El mundo mismo parece anunciar la cercanía del peligro y la aventura. El lenguaje se vuelve desconocido, el camino se vuelve hostil, el clima empeora y, a lo lejos, los castillos abandonados parecen presagios tenebrosos. Para los viajeros es claro que están entrando en un espacio extraño y amenazante: “Ninguno de estos pasajes es bien conocido, y las montañas están demasiado cerca. Rara vez algún viajero se aventura ahora por estos lados. Los mapas antiguos ya no sirven, las cosas han empeorado mucho” (Hobbit, 43).15 Es precisamente en medio de ese espacio que los viajeros encuentran su primera aventura, al 15. Aunque la novela se abre con un mapa del mundo de Fantasía, pronto se hace evidente que a pesar de todo Fantasía es un territorio desconocido; el mapa resulta totalmente inútil porque nunca podemos saber. 23.

(30) encontrarse con los trolls. Toda la escena se dirige hacia la aparición de estas criaturas monstruosas que representan la primera amenaza para los aventureros que se internan en Fantasía: “Había tres criaturas muy grandes sentadas alrededor de una hoguera de troncos de haya, y estaban asando un carnero espetado en largos asadores de madera chupándose la salsa de los dedos” (Hobbit, 45).. La aparición de los trolls señala cuál es el principal peligro para quienes se atreven a internarse en Fantasía: la presencia de los monstruos. Las peripecias de los viajeros en su camino hacia la montaña, son fundamentalmente enfrentamientos con este tipo de criaturas: Trolls, arañas, lobos y trasgos; todas son criaturas malévolas y monstruosas: “Los trasgos son crueles, malvados y de mal corazón. (...) Es probable que ellos hayan inventado algunas de las máquinas que desde entonces preocupan al mundo, en especial ingeniosos aparatos que matan enormes cantidades de gente de una vez” (Hobbit, 72). Finalmente, toda la aventura está estructurada alrededor de una confrontación final con un monstruo; casi desde el comienzo de la novela, se señala que el problema central de la aventura de Bilbo es derrotar al dragón para recuperar el tesoro de los enanos. La entrada en el mundo de Fantasía culmina con la llegada a la Montaña Solitaria y al territorio del dragón:. Sabían que estaban aproximándose al final del viaje, y que podía ser un final muy espantoso. La tierra alrededor era pelada y árida, aunque en otra época, decía Thorin, había sido hermosa y verde. Había poca hierba, y al cabo de un rato desaparecieron los árboles y los arbustos, y de los que habían muerto mucho qué peligro espera a lo largo del camino. 24.

(31) tiempo atrás solo quedaban unos tocones rotos y ennegrecidos. Habían llegado a la Desolación del Dragón y a los últimos días del año (Hobbit, 212).. La Desolación del Dragón es el corazón del “Reino Peligroso”, el espacio donde se ve de manera más clara el peligro que amenaza a los aventureros a lo largo de la novela. El dragón ha arrasado el paisaje hasta convertirlo en un espacio árido y desolado, sobre el cual reina como el más grande de los monstruos de Fantasía: “todos sintieron que la aventura era mucho más peligrosa de lo que habían pensado antes, ya que de cualquier modo, aunque pasasen todos los peligros del camino, el dragón estaría esperando al final” (Hobbit, 143). Mucho más que otras criaturas maravillosas, el dragón representa tanto el carácter fantástico de ese mundo como los peligros que éste conlleva. Cuando Bilbo ve por primera vez a Smaug, es evidente que está observando al mayor de los monstruos, una criatura magnífica, terrorífica y enorme:. Allí yacía, un enorme dragón aureorojizo, que dormía profundamente; de las fauces y narices le salía un ronquido, e hilachas de humo, pero los fuegos eran apenas unas brasas llameantes. Debajo del cuerpo y las patas y la larga cola enroscada, y todo alrededor, extendiéndose lejos por los suelos invisibles, había incontables pilas de preciosos objetos, oro labrado y sin labrar, gemas y joyas, y plata que la luz teñía de rojo (Hobbit, 224).. En el dragón confluyen todos los rasgos de un ser monstruoso: su tamaño, su fuerza, su capacidad de volar y arrojar fuego y una inteligencia malévola y calculadora: “‘Así pensé 25.

(32) anoche’, se dijo sonriendo. ‘Hombres del Lago, algún plan asqueroso de esos miserables comerciantes de cubas, (...). No he bajado por ese camino durante siglos y siglos; ¡pero pronto remediaré ese error!’” (Hobbit, 23). Ante todo, Smaug representa el gran peligro y el gran horror de los monstruos de Fantasía, como se ve cuando se apropia del tesoro de los enanos o cuando ataca Esgaroth; el dragón es capaz de destruir ciudades, de matar hombres y enanos, y de regocijarse en esa destrucción: “Que intentasen llegar a la orilla y estaría preparado. Pronto incendiaría todos los bosques de las orillas y marchitaría todos los campos y hierbas. En ese momento disfrutaba del deporte del acoso a la ciudad más de lo que había disfrutado cualquier otra cosa en muchos años” (Hobbit, 259).. Al final, la imagen del dragón dibujado en rojo sobre la Montaña Solitaria se convierte en el elemento central del Mapa de Thror: por un lado, señala que se trata de un mundo donde habitan los dragones, por otro lado, señala cuán peligroso es ese mundo, cuán perturbador para quien se atreve a internarse en él: “De repente, en el bosque de más allá de Delagua se alzó un fuego, -quizá alguien encendía una hoguera- y pensó en dragones devastadores que invadían la pacífica Colina envolviendo todo en llamas” (Hobbit, 25-26). El dragón representa el verdadero peligro de Fantasía, en tanto nos obliga a cuestionar nuestra capacidad para lidiar con nuestra propia imaginación; como señala Tolkien: “Un dragón no es una Fantasía frívola. Sean cuales sean sus orígenes, en lo fáctico o en la invención, el dragón en la leyenda es una poderosa creación de la imaginación de los hombres, más rica en significado de lo que su carro lo es en oro” (Beowulf, 26).. 26.

(33) Así pues, el viaje hacia el mundo de Fantasía implica entrar en un territorio desconocido y peligroso, no sólo para el personaje, sino también para el mismo lector. La verdadera aventura, más allá del dragón, está en el hecho mismo de internarse en ese mundo, en la capacidad tanto del lector como del personaje para enfrentarse con los oscuros seres que habitan el territorio de su imaginación. Aproximarse a Fantasía obliga al lector, al igual que al hobbit, a abandonar la tranquilidad de su vida cotidiana, la seguridad del mundo que conoce, para partir hacia un espacio extraño y amenazante:. Más allá de las hoscas y brumosas montañas, a mazmorras profundas y cavernas antiguas a quitarle nuestro oro y las arpas, ¡hemos de ir, antes que el día nazca! (Hobbit, 25).. II.2 El mundo de los héroes. Ahora bien, cuando decimos que adentrarse en el mundo de Fantasía implica una aventura llena de peligros, la primera pregunta que nos surge es quién es el personaje capaz de aventurarse en ese mundo y asumir esa aventura. ¿Quién es capaz de enfrentarse con el dragón? Casi desde el comienzo de la novela se hace evidente que no cualquiera puede emprender esa aventura, pues atreverse a emprender el viaje hacia la Montaña Solitaria implica luchar con el dragón y, como dice Gandalf, “eso no sería bueno (...), no sin un. 27.

(34) guerrero poderoso, o aun un héroe” (Hobbit, 32).16 El lector, al igual que el mago, espera que sea un personaje heroico quien se enfrente con Smaug, pues, como señala Tolkien, el más grande de los héroes es precisamente aquel capaz de derrotar al dragón:. Por lo que respecta al dragón, hasta donde nuestro pequeño saber sobre estos viejos poetas nos lo permiten, una cosa podemos decir: el príncipe de los héroes del Norte, memorable en grado sumo (...), fue un matador de dragones. Y su hazaña más renombrada, de la que derivó su título en noruego de Fáfnibani, fue la muerte del príncipe de los gusanos legendarios (Beowulf, 26).17. El matador del dragón al cual Tolkien hace referencia es Sígurd, el gran protagonista de las leyendas nórdicas y el arquetipo del héroe; un personaje que se destaca por su valor, su fuerza y sus hazañas sobrehumanas: “Mi valor me incitó, me asistieron mis manos/ y esta mi espada cortante” (Edda, 250). Al situar su ficción en un espacio marcado por la aventura del dragón, Tolkien genera, implícita y explícitamente, una expectativa heroica alrededor del protagonista de su aventura. Como señala Campbell, dentro del mundo de las leyendas hay una noción muy clara de la imagen del héroe que cumple con la aventura: “La tendencia ha sido siempre dotar al héroe de fuerzas extraordinarias desde el momento de su nacimiento, o. 16. Smaug señala cómo no hay ya ningún personaje realmente capaz de retarlo o resistirlo, porque ya ha acabado con los antiguos guerreros, los únicos que podrían haberlo hecho: “Yo mato donde quiero y nadie se atreve a resistir. Yo derribé a los guerreros de antaño y hoy no hay nadie en el mundo como yo” (Hobbit, 235). 17 Tolkien sugiere que los héroes nórdicos, Beowulf y sobre todo Sígurd, se convierten en tales precisamente gracias a la derrota del dragón. En este sentido, es el dragón quien permite realmente articular el heroísmo del personaje.. 28.

(35) aun desde el momento de su concepción. Toda la vida del héroe se muestra como un conjunto de maravillas, con la gran aventura central como culminación” (Campbell, 285).. Dicha expectativa heroica se articula a lo largo de la novela alrededor de tres personajes fundamentales: Gandalf, Bardo y Beorn. Aunque hay otros personajes que poseen ciertos rasgos heroicos, sobre todo al final de la novela, es en estos personajes donde se ve de manera más clara la imagen del héroe como el personaje capaz de luchar con un monstruo, de afrontar los peligros de Fantasía y de asumir el papel de aventurero. Veamos pues cómo se presentan estos personajes y cómo se desarrolla, a partir de ellos, el heroísmo del mundo de Fantasía dentro de El hobbit.. El primer personaje heroico que aparece en la novela es Gandalf. El mago representa la imagen clásica del héroe; es sabio, precavido, valeroso, hábil con la espada y poseedor de unas habilidades sobrehumanas: “Justo en ese momento todas las luces de la caverna se apagaron, y la gran hoguera se convirtió, ¡puf!, en una torre de resplandeciente humo azul que subía hasta el techo, esparciendo penetrantes chispas blancas entre todos los trasgos” (Hobbit, 74).18 Aunque Gandalf actúa más como consejero y guía de los aventureros a lo largo de la novela, no se puede desconocer que, sobre todo en la primera parte, Gandalf toma un papel activo en la aventura y asume el papel del guerrero heroico: “En aquel momento Gandalf se retrasó, y Throrin con él. Doblaron un recodo cerrado. -¡Están a la vuelta! -gritó el mago-. ¡Desenvaina tu espada, Throrin!” (Hobbit, 77).. 18. La magia de Gandalf va desde su habilidad para hacer figuras con el humo de su pipa (una magia “cotidiana”), hasta la magia mucho más potente que emplea en contra de los trasgos y los lobos.. 29.

(36) A lo largo del libro, es claro que el mago es perfectamente capaz de afrontar los peligros del mundo de Fantasía. Más que ningún otro personaje, el mago conoce ese mundo y el camino hacia la Montaña Solitaria y esto le permite actuar como guía y consejero de los enanos y el hobbit: “Gandalf conocía perfectamente la puerta trasera, como los trasgos denominaban a la entrada inferior, donde Bilbo había perdido sus botones. (...) pero había que ser un mago para no perder la cabeza en los túneles y seguir la dirección correcta” (Hobbit, 105-106). El mago tiene un papel muy importante dentro de la aventura del hobbit, no sólo en tanto hace que éste se involucre en ella, sino también en tanto salva a los enanos cuando los capturan los trolls, se enfrenta con los trasgos y finalmente, organiza la defensa final de la Montaña Solitaria: “-¡Deteneos! -gritó Gandalf, que apreció de repente y esperó de pie y solo, con los brazos levantados, entre los enanos y las filas que los aguardaban-. ¡Deteneos! -dijo con voz de trueno, y la vara se le encendió con una luz súbita como el rayo-. ¡El terror ha caído sobre vosotros!” (Hobbit, 291).. Sin embargo, el gesto verdaderamente heroico del mago se da cuando está rodeado por los lobos y decide, aunque parece que no tiene escapatoria, combatir con ellos hasta el final: “El súbito resplandor estalló en su vara como un relámpago cuando se aprestaba a saltar y a caer, justo entre las lanzas enemigas. Aquello hubiese sido el fin de Gandalf aunque probablemente hubiese matado a muchos, al precipitarse entre ellos como un rayo” (Hobbit, 117). El heroísmo de Gandalf está en el acto de no ceder a pesar de reconocer que la situación es desesperada, en el valor casi suicida y en el último acto de sacrificio. Esta noción de heroísmo corresponde a lo que Tolkien denomina la “teoría del coraje” en su 30.

(37) ensayo acerca de Beowulf; un coraje que permanece hasta el final a pesar de ser conciente de que no hay escapatoria:. Uno de los elementos más poderosos de esa fusión es el coraje del Norte: la teoría del coraje es la gran contribución de la primitiva literatura nórdica. (...) Me refiero más bien a la posición central que el credo de la inflexible voluntad mantiene en el Norte. (...) Y sus guerreros humanos son los aliados que han elegido, capaces a la hora del heroísmo de compartir esta ‘absoluta resistencia, perfecta por cuanto carece de esperanza’ (Beowulf, 31).. Ahora bien, aunque Gandalf es un personaje heroico y participa activamente en la aventura de los enanos, es Bardo, el arquero, quien finalmente da muerte al dragón, realizando la gran hazaña heroica de la novela. Como señala Shippey, el problema central de la aventura de El hobbit y lo que hace de dicha aventura la hazaña propia de un héroe es, ante todo, el problema del dragón: “hay que señalar que matar a Smaug es el problema básico de El hobbit, y no sólo para los enanos” (CTM, 106). La muerte de Smaug es la culminación de la gesta heroica que se plantea desde un comienzo y la escena donde el lector puede contemplar cómo un héroe combate finalmente con el dragón y sale victorioso: “Es Bardo el Arquero quien mata a Smaug, de un modo bastante heroico, utilizando una flecha perdida, conservada como herencia familiar durante generaciones” (CTM, 107).. La escena de la muerte del dragón está estructurada alrededor de un ascenso heroico del personaje de Bardo. Desde que el dragón aparece, es él quien advierte el peligro que 31.

(38) amenaza la ciudad y quien organiza su última y desesperada defensa: “Pero el individuo de la voz severa corrió a toda prisa hasta el gobernador. -¡O yo soy tonto, o el dragón se está acercando! -gritó-. ¡Cortad los puentes! ¡A las armas! ¡A las armas!” (Hobbit, 257). Bardo aparece inicialmente como un guerrero más, pero a medida que se desarrolla el combate se convierte en un personaje cada vez más heroico: “Nadie se había atrevido a enfrentarlo desde mucho tiempo atrás, ni se hubieran atrevido entonces si el hombre de la voz severa (Bardo se llamaba) no hubiera corrido de acá para allá, animando a los arqueros y pidiendo al gobernador que les ordenase luchar hasta la última flecha” (Hobbit, 258). La escena culmina, desde luego, con el heroico disparo final con el que Bardo da muerte al dragón:. El dragón descendió de nuevo, más bajo que nunca, y cuando volvió y se precipitaba sobre Bardo, el vientre blanco resplandeció con fuegos chispeantes de gemas a la luz de la luna. Pero no en un punto. El gran arco chasqueó. La flecha negra voló directa desde la cuerda, directa al hueco del pecho izquierdo, donde nacía la pata delantera extendida ahora. En ese hueco se hundió la flecha, y allí desapareció, punta, astil y pluma, tan fiero había sido el tiro. Con un chillido que ensordeció a hombres, derribó árboles y desmenuzó piedras, Smaug saltó disparado en el aire, y se precipitó a tierra desde las alturas (Hobbit, 260).. El haber matado al dragón es la mayor hazaña del héroe; una vez Smaug ha sido derrotado, Bardo puede dejar el anonimato y revelarse como un personaje totalmente heroico: “¡Soy Bardo de la línea de Girión; soy el matador del dragón!” (Hobbit, 261). La muerte del dragón es la reivindicación de Bardo como soberano de la ciudad del Valle y el inicio de la 32.

(39) restauración de la misma. Cuando Bardo da a conocer quién es, el lector reconoce en él muchos de los rasgos propios de un personaje heroico: Pertenece a un noble linaje, posee un arma legendaria (la flecha negra) y también se lo presenta como un hombre bueno, compasivo y humilde: “No confiéis en el gobernador de los Hombres del Lago, pero sí en aquel que mató al dragón con una flecha. Bardo se llama, y es de la raza del Valle, de la línea de Girión; un hombre sombrío, pero sincero” (Hobbit, 269-270).. Ahora bien, si la muerte del dragón es el final de la gesta heroica que se plantea en un comienzo, a partir de esta muerte el heroísmo adquiere una proporción mucho mayor en la Batalla de los Cinco Ejércitos. La muerte del dragón puede verse como un punto de quiebre dentro de la novela a partir del cual ésta adquiere un tono cada vez más serio, trágico y heroico: “Así empezó una batalla que nadie había esperado; la llamaron la Batalla de los Cinco Ejércitos, y fue terrible. De una parte luchaban los trasgos y los lobos salvajes, y por la otra, los Elfos, los Hombres y los Enanos” (Hobbit, 291).19 La Batalla de los Cinco Ejércitos es la escena dónde se ve de manera más clara el heroísmo del mundo de Fantasía, una escena en la que todos los personajes, desde los trasgos hasta los enanos, participan en parte de ese heroísmo: “-¡A mí! ¡A mí! ¡Elfos y hombres! ¡A mí! ¡Oh, pueblo mío! -gritaba, y la voz resonaba como una trompa en el valle” (Hobbit, 295).. Aunque en la Batalla de los Cinco Ejércitos se dan muchos actos heroicos, quien lleva a cabo las mayores hazañas y asume el rol del héroe, más que ningún otro personaje, es 19. Esta última batalla anuncia las múltiples batallas de El señor de los anillos. Aunque el tono de uno y otro libro es muy diferente; al final de la novela se anuncia que el mundo heroico en que se sitúan es básicamente. 33.

(40) Beorn. Su aparición en medio de la Batalla es tan heroica como el disparo de Bardo para dar muerte al dragón o el combate de Gandalf con los lobos, sólo que se da en una escala mucho mayor. Cuando la batalla parece perdida, Thorin ha caído y parece que no hay posibilidad de salvación para los defensores de la Montaña, Beorn aparece de repente y se enfrenta él solo con los ejércitos de trasgos y lobos, dándole la vuelta al resultado de la conflagración y realizando en su máxima expresión la teoría del coraje:. En aquella última hora el propio Beorn había aparecido; nadie sabía cómo o de dónde. Llegó solo, en forma de oso; y con la cólera parecía más grande de talla, casi un gigante.. El rugir de la voz de Beorn era como tambores y cañones; y se abría paso echando a los lados lobos y trasgos como si fueran pajas y plumas. Cayó sobre la retaguardia, y como un trueno irrumpió en el círculo. Los enanos se mantenían firmes en una colina baja y redonda. Entonces Beorn se agachó y recogió a Thorin, que había caído atravesado por las lanzas, y lo llevó fuera del combate.. Retornó en seguida, con una cólera redoblada, de modo que nada podía contenerlo y ningún arma parecía hacerle mella. Dispersó la guardia, arrojó al propio Bolgo al suelo, y lo aplastó (Hobbit, 301).. el mismo.. 34.

(41) Con Beorn el lector tiene la imagen más exacerbada del héroe. El hombre-oso, como señala Shippey, es un personaje que recrea la imagen de los legendarios guerreros nórdicos de cuyas tradición proviene la teoría del coraje;20 Beorn es el héroe de las antiguas sagas, posee las virtudes de esos héroes antiguos, es bondadoso con sus amigos pero fiero y violento con sus enemigos; llega en el último momento, cuando la situación es totalmente desesperada, y se enfrenta con un enemigo muchas veces superior sin ningún temor; pasa casi sin esfuerzo a través de las líneas enemigas, rescata los restos de Thorin y vence al jefe de los trasgos ganando la batalla. Al final es él quien triunfa de manera definitiva sobre los peligros del mundo de Fantasía: “Las canciones relatan que en aquel día perecieron tres cuartas partes de los trasgos guerreros del Norte, y las montañas tuvieron paz durante muchos años” (Hobbit, 302).. A través de estos tres personajes, Gandalf, Bardo y Beorn, puede verse cómo el mundo del Mapa de Thror es finalmente el mundo de los héroes: Solamente un héroe puede internarse en Fantasía, derrotar al dragón y vencer en la Batalla de los Cinco Ejércitos. Sin embargo, el heroísmo del mundo de El hobbit plantea un problema para el lector moderno, en tanto a éste no le resulta creíble un personaje como Beorn, capaz de llevar a cabo los ideales de la teoría del coraje sin ningún esfuerzo, sin ningún conflicto. Shippey señala cómo “hay un obstáculo muy evidente en la recreación del mundo antiguo de la leyenda heroica para los lectores modernos, y éste es la naturaleza de los héroes. Ya no son aceptables o se tiende a. 20. “Su nombre es un término heroico en inglés antiguo para decir ‘hombre’ que originalmente significaba ‘oso’. (...) Tiene un análogo muy cercano en Bothvarr Bjarki (‘osezno’), un héroe de la Saga of Hrólfr Kraki noruega, y otro en el propio Beowulf cuyo nombre se explica como Beowulf = ‘beeswolf’ = comedor de miel = oso, que quiebra espadas, arranca brazos y rompe costillas con osuno poder y tosquedad” (CTM, 105).. 35.

(42) tratarlos frecuentemente con ironía” (CTM, 94).21 El heroísmo del mundo de Fantasía se convierte en un elemento que le impide al lector aproximarse al espacio de ficción en el que se desarrolla la novela:. Pocos lectores modernos de Beowulf, de la Edda Antigua o de las ‘sagas familiares’ islandesas pueden escapar a un cierto sentimiento de inadecuación cuando contemplan secuencias completas de personajes que de manera despreocupada y natural parecen desconocer lo que es el miedo. ¿Cómo nos podríamos desenvolver en una sociedad así? Con la típica ‘blandenguería, el carácter mundano y la timidez’ de nuestra cultura, ¿seríamos útiles para algo que no fuera la esclavitud? (CTM, 103).. En la misma medida en que el lector moderno se distancia del mundo en el que tienen su existencia criaturas como el dragón, también se distancia del mundo en el que la teoría del coraje y la imagen del héroe son aún operantes. El lector tiene, como señala Shippey, un inconveniente fundamental al momento de internarse en Fantasía: su propia incapacidad para desenvolverse dentro de ella. Mientras que el héroe puede lidiar con los peligros de ese mundo, el lector se halla totalmente indefenso ante la amenazante presencia de un dragón. Tolkien señala en su ensayo Sobre los cuentos de hadas: “Yo pensaba en los dragones con un profundo deseo. Claro que yo, con mi tímido cuerpo, no deseaba tenerlos en la vecindad, ni que invadieran mi mundo relativamente seguro en el que, por ejemplo, era posible leer 21. El heroísmo del mundo de Fantasía nos resulta poco creíble porque dentro de nuestra tradición literaria el héroe deja de funcionar desde el siglo XVIII; como señala Bajtin: “el héroe principal de la novela no debe. 36.

(43) cuentos con paz de espíritu” (SCH, 165). El problema que se plantea es precisamente cómo superar esa distancia entre el lector y el mundo heroico de Fantasía. La respuesta se da a través del hobbit.. **. ser ‘heroico’ ni en sentido épico ni en el sentido trágico de esa palabra” (Bajtin, 455).. 37.

(44) SEGUNDA PARTE. UN SIMPLE INDIVIDUO: BILBO EL ANTIHÉROE. 38.

(45) I. EL PROTAGONISTA DE EL HOBBIT. ¿Cómo afrontar el problema del heroísmo dentro del mundo de Fantasía? ¿Cómo superar la incredulidad del lector respecto a éste? ¿Cómo enfrentar la expectativa heroica que se genera alrededor de la aventura del dragón? Tolkien se enfrenta con todas estas interrogantes al plantear una novela que se desarrolla en un mundo heroico de Fantasía como el que hemos descrito, y las resuelve creando un personaje totalmente inesperado, Bilbo Bolsón, y situándolo en medio de ese mundo. Con el hobbit, Tolkien pone como protagonista de su novela un personaje que se aleja de la imagen del héroe que hemos presentado y que, en este sentido, supera la incredulidad del lector hacia un personaje heroico y propone que es a través de él como el lector puede, finalmente, aproximarse a Fantasía.. En este apartado introduciremos a Bilbo Bolsón, señalando cómo se presenta como un personaje totalmente fuera de lugar en medio de ese mundo y caracterizándolo posteriormente como un antihéroe. Para esto partiremos de la descripción que hace el narrador del agujero hobbit, señalando cómo, desde que éste se describe y a lo largo del primer capítulo del libro, Bilbo se aleja de cualquier expectativa heroica o fantástica que pueda tener el lector. Luego procederemos a caracterizar el personaje del hobbit como un personaje antiheroico, proponiendo que se trata de un “hombre ordinario enfrentado con un escenario elevado”, un personaje que se distancia conscientemente de esa misma expectativa heroica que genera el mundo que lo rodea.. 39.

(46) I.1 En un agujero en el suelo, vivía un personaje inesperado. El hobbit se abre presentando al hobbit mismo, Bilbo Bolsón, quien habita en un agujero en el suelo del mundo de Fantasía. Mientras que el preludio a la novela remite a un tiempo lejano (“esta es una historia de hace mucho tiempo”) y a un espacio de ficción determinado (el Mapa de Thror), la primera frase del relato pone al hobbit justo en medio de ese mundo: “En un agujero en el suelo, vivía un hobbit” (Hobbit, 11).22 Sin embargo, el agujero en que vive el hobbit no es, de ninguna manera, el agujero que el lector espera encontrar en el espacio lleno de peligros y criaturas fantásticas que se anuncia desde el comienzo: “No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, y tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujerohobbit, y eso significa comodidad” (Hobbit, 11).. Al describir el agujero el narrador juega con la expectativa del lector acerca del mundo de Fantasía. Al decir lo que no es el agujero del hobbit, el narrador está señalando que el lector espera encontrar en ese mundo un agujero repugnante y sucio o seco y arenoso, y en ningún caso el cómodo agujero del hobbit. De hecho, a lo largo de la novela aparecen toda una serie de agujeros, túneles y cuevas, que llenan esa expectativa del lector acerca del espacio de Fantasía: “Había huesos esparcidos por el suelo, y un olor nauseabundo en el aire, pero había también una buena cantidad de comida mezclada al descuido en estantes y sobre el 22. Es curioso que el agujero-hobbit no aparece, ni siquiera mencionado, en el Mapa de Thror. Si el gran mundo de Fantasía se define y delimita a partir del Mapa, el agujero-hobbit y las tierras que lo rodean,. 40.

Referencias

Documento similar

Cedulario se inicia a mediados del siglo XVIL, por sus propias cédulas puede advertirse que no estaba totalmente conquistada la Nueva Gali- cia, ya que a fines del siglo xvn y en

Abstract: This paper reviews the dialogue and controversies between the paratexts of a corpus of collections of short novels –and romances– publi- shed from 1624 to 1637:

The 'On-boarding of users to Substance, Product, Organisation and Referentials (SPOR) data services' document must be considered the reference guidance, as this document includes the

In medicinal products containing more than one manufactured item (e.g., contraceptive having different strengths and fixed dose combination as part of the same medicinal

Products Management Services (PMS) - Implementation of International Organization for Standardization (ISO) standards for the identification of medicinal products (IDMP) in

Products Management Services (PMS) - Implementation of International Organization for Standardization (ISO) standards for the identification of medicinal products (IDMP) in

This section provides guidance with examples on encoding medicinal product packaging information, together with the relationship between Pack Size, Package Item (container)

Package Item (Container) Type : Vial (100000073563) Quantity Operator: equal to (100000000049) Package Item (Container) Quantity : 1 Material : Glass type I (200000003204)