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THE EVALUATION OF A PROGRAM IN COLOMBIA TO PREVENT ALCOHOL CONSUMPTION. LEARNED LESSONS

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Academic year: 2020

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INTRODUCCIÓN

Diversos estudios concuerdan en señalar que el inicio temprano del alcohol se asocia con riesgos de salud importantes. Su impacto en el desarrollo psi-cosocial y neurocognitivo de los adolescentes es evi-dente al perjudicar el desarrollo psicológico de ellos e influir negativamente en su ambiente escolar y fa-miliar (Currie et al., 2004; Dahl, 2004). Por otra parte, el inicio temprano del uso de alcohol se asocia de manera marcada con la aparición de trastornos

por el consumo de esta sustancia e incrementa la probabilidad de problemas por el consumo de dro-gas ilegales (McGue, Irons y Iacono, 2014; Pérez, Scoppetta y Flórez, 2011). También a lesiones inten-cionales y no inteninten-cionales, las cuales no intencio-nales son la principal causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 25 años, y la mayoría de estos daños están relacionados con el consumo de alcohol (Facy, 2000). Simultáneamente, los jóvenes que con-sumen bebidas alcohólicas están más predispuestos a consumir tabaco y otras drogas y a tener un com-portamiento sexual de riesgo que aquellos que no consumen (Lee et al., 2018).

La adolescencia es un período de especial vulne-rabilidad con relación al consumo de drogas, por

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EARNED LESSONS

Efrén Martínez

1

, Orlando Scoppetta

2

,

Guillermo Castaño

3

, Andrés Martín

1

y Augusto Pérez Gómez

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Resumen

En este artículo se presentan las evaluaciones a un programa de prevención del consumo de sustancias en el contexto Latinoamericano. Se tomaron los datos de la evaluación del programa Sanamente desde el año 2009 y se calcularon los intervalos de confianza de la diferencia de medias o de proporciones dependiendo del tipo de variable en cada caso. Aunque los resultados muestran que el programa tiene un efecto positivo en la prevención del consumo de alcohol al incidir en el riesgo y las influencias normativas percibidas por los adolescentes, también analizamos las lec-ciones aprendidas del proceso de evaluación desarrollado, dentro del contexto de las limitalec-ciones de recursos propias de la realidad del diseño e implementación de programas de prevención basa-dos en evidencia en América Latina.

Palabras clave:Prevención basada en evidencia, abuso de sustancias, factores de riesgo, fac-tores protecfac-tores, adicción.

Abstract

In this article, we present the evaluations of a substance use prevention program in the Latin America context. We took the evaluation data of the Healthy program from the year 2009 and cal-culated the confidence intervals of the difference of means or proportions, depending on the variable in each case. The results show that the program has a positive effect on the prevention of alcohol consumption by influencing the risk and the normative influences perceived by adolescents.  Al-though the results show that the program has a positive effect on the prevention of alcohol con-sumption by influencing the risk and normative influences perceived by adolescents, we also analyze the lessons learned from the evaluation process developed, within the context of the limitations of resources of the reality of the design and implementation of evidence-based prevention programs in Latin America.

Key words:Evidence based prevention, substance abuse, risk factors, protective factors. Recibido: 27-02-19 | Aceptado: 27-08-19

1Colectivo Aquí y Ahora. 2Universidad Católica de Colombia. 3 Uni-versidad CES. 4Corporación Nuevos Rumbos.

E-Mail: orlando.scoppetta@gmail.com

REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXVIII p.p. 533-543 © 2019 Fundación AIGLÉ.

LA EVALUACIÓN DE UN PROGRAMA EN COLOMBIA PARA

PREVENIR EL CONSUMO DE ALCOHOL. LECCIONES APRENDIDAS

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puesto dependiendo de la intensidad con que se ma-nifiesten algunos de los rasgos adolescentes y del manejo adecuado/inadecuado que de los mismos realicen los sujetos (Alcázar, Verdejo, Bouso y Or-tega, 2015; Martínez et al., 2014).

Implementar programas de prevención basados en la evidencia es la recomendación constante que hacen varios autores y organismos (International Drug Policy Consortium, 2012; uNODC, 2018; Vol-kow, Poznyak, Saxena, Gerra y uNODC-WhO Infor-mal International Scientific Network, 2017). Existe un claro consenso, entre los investigadores y profesio-nales del campo de la prevención, al afirmar que la prevención es una disciplina científica en la que por encima de la buena voluntad esta debe realizarse con base en la evidencia objetiva (Emmers, Bekke-ring y hannes, 2015), caracterizada principalmente, por una alta calidad en la investigación empírica, em-pleando rigurosos métodos científicos para probar hipótesis cuidadosamente planteadas y con una acumulación sistemática del conocimiento de una manera consistente con otras áreas de la ciencia. La prevención basada en la evidencia sugiere por tanto que los programas de calidad, están bien diseña-dos, se basan en teorías de aprendizaje pertinentes y han sido planificados y probados exhaustivamente (Ennett et al., 2011).

En Colombia, la tradición en prevención ha sido escasa y la evaluación de los programas no ha sido la norma. Pérez Gómez, Mejía Trujillo, y Becoña (2015) dan cuenta de quince programas de preven-ción que se han desarrollado en el país, algunos de ellos con alguna clase de monitoreo (percepción de riesgo, información sobre herramientas de evalua-ción, sistematizaciones o líneas de base y de cierre) y otros sin ninguna evaluación.

Entre las razones esgrimidas para no contemplar la evaluación de los programas de prevención, se aduce el costo, la complejidad de las mismas y la falta de formación y cultura por parte de los profe-sionales (Fernández, Nebot y Jané, 2002), además de la poca disponibilidad de recursos destinados a la prevención del consumo de drogas en general y en particular a la evaluación de programas (Pérez Gómez et al., 2015).

Entre los programas referidos por Pérez Gómez y Mejía Trujillo (2015) se encuentra SanaMente, el cual se inició en el año 2009, como una interven-ción de preveninterven-ción selectiva, dirigida a estudiantes entre 9 y 11 años, cuyo objetivo es aumentar la per-cepción de riesgo y las influencias normativas frente al consumo de alcohol en menores de edad (Martínez-Ortiz, Sierra-Acuña, Jaimes-Osma y Claro-Gálvez, 2011).

SanaMente se centra en dos variables de tra-bajo: la percepción de riesgo y las influencias nor-mativas, pues desde hace ya muchos años es un acuerdo común en la ciencia de la prevención que a menor percepción de riesgo existe mayor

proba-bilidad de consumir drogas y viceversa (Becoña, 2002; Calafat et al., 2003) y que el uso por parte de los padres o actitudes de los padres y grupo de pares hacia el consumo de alcohol, tabaco y dro-gas ilícitas se correlacionan con el uso de drodro-gas (Abar, Jackson, Colby y Barnett, 2014; Muñoz, Graña y Cruzado, 2000).

SanaMente, se desarrolla mediante actividades para cada estudiante a manera de un diario de viaje con ocho sesiones para trabajar en clase y cinco ac-tividades para desarrollar en casa con padres de fa-milia, cuidadores o amigos (Cuadro 1).

El programa incluye un manual para su grupo fa-miliar (padres o tutores), donde se les cuenta que harán sus hijos en el aula de clase, se hace una des-cripción pedagógica y se les orienta sobre las activi-dades que sus hijos o familiares deberán desarrollar en casa con ellos o con sus amigos. Incluye también un manual para los docentes de la institución que serán los facilitadores y responsables del programa, donde se describen pedagógicamente las sesiones que deberán trabajar con ellos en el aula de clase.

El docente recibe un proceso de formación de 8 horas y los materiales de todo el programa, asi como acompañamiento constante online y presencial por parte de los especialistas.

El manual de facilitadores contiene además un taller para que los docentes trabajen con madres pa-dres o tutores de los estudiantes que participan del programa, para umentar las influencias normativas en relación con el no consumo de alcohol a edades tempranas y que motiven a sus hijos a participar ac-tivamente de las actividades propuestas. También se realiza un taller entre padres e hijos desarrollado por un docente de la escuela, para conseguir un mayor compromiso y empoderamiento del programa y desde el inicio hacer que todos comprendan los objetivos que se buscan, los cuales son aumentar la percepción de riesgo y las influencias normativas frente al consumo de alcohol en menores de edad (Martinez y Sierra, 2009).

El objetivo de este trabajo, es dar cuenta de las evaluaciones realizadas, sus procesos y resultados, así como las dificultades y las lecciones aprendidas, que podrían servir a otras entidades que desarrollan programas similares y se enfrentan a circunstancias parecidas en Colombia y América Latina.

METODOLOGÍA

El presente estudio se basa en un análisis secun-dario de la información obtenida en diferentes ejer-cicios de evaluación del programa SanaMente, a partir del año 2009. En cada caso, se retomaron los reportes originales y se analizaron los resultados, calculando indicadores para establecer si las dife-rencias reportadas eran o no significativas: interva-los de confianza para la diferencia de medias e

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intervalos de confianza para la diferencia de propor-ciones, respectivamente.

RESULTADOS

A continuación, se presenta una reseña breve de cada uno de los procesos de evaluación llevados a cabo, incluyendo sus resultados y limitaciones. Los datos fueron extraídos de los reportes de eva-luación elaborados por los responsables en cada una de las evaluaciones.

Evaluación Interna Año 2009

Durante el año 2009 se hizo la primera evalua-ción del programa. Se trató de un ejercicio interno por parte de los autores, para probar las capacida-des del programa. Se adoptó el modelo de análisis de un estudio de intervención cuasi-experimental comparativo pretest-postest de grupos estáticos.

Participaron 1524 estudiantes en la ciudad de Bo-gotá DC., entre 9 y 12 años; 86,8% recibieron plena-mente la intervención, 9,7% (n=177), recibieron la intervención sin que los maestros hubieran sido ca-pacitados previamente, y 3,5% (n=63) no participa-ron del programa, haciendo las veces de grupo de comparación. Se tomaron medidas de la percepción de riesgo de consumo, las actitudes hacia el con-sumo de alcohol y las creencias acerca de las conse-cuencias del consumo de alcohol.

Se utilizó el instrumento de medición de vulne-rabilidad asociada al consumo de alcohol (E. Martí-nez, 2004), que consta de 18 ítems y en el pilotaje previo arrojó un alfa de Cronbach de 0,78.

Los resultados muestran que en los grupos en los que se aplicó la intervención, el programa produjo cambios ostensibles en las tres variables observa-das (Tabla 1). Sin embargo, la falta de un grupo de comparación adecuadamente seleccionado, así como la falta de mediciones para ver la permanencia de los cambios, constituyen limitaciones importan-tes de esta evaluación (Martínez-Ortiz et al., 2011).

Evaluación externa en Medellín año 2012

Esta evaluación fue llevada a cabo por una en-tidad independiente. Se utilizó un diseño cuasi ex-perimental con medidas pretest y postest en grupos intactos. La muestra final fue de 1.287 es-tudiantes (44) 26,7% de cuarto grado de básica primaria; (504) 39,2% de quinto grado y (439) 34,1%, de sexto grado de básica secundaria, con edades entre 7 y 17 años.

Los padres o cuidadores, de estos estudiantes también respondieron un pretest y un postest, en relación con la percepción del riesgo sobre el con-sumo de alcohol por parte de sus hijos, influencias normativas, creencias en relación con el consumo de bebidas alcohólicas por parte de sus hijos y tiempo y curso en el que permitirían que sus hijos

pudieran beber alcohol.

En la Tabla 2 se presentan los resultados de la evaluación. Se observa que en todos los asuntos abordados hubo cambios significativos en la direc-ción esperada, con excepdirec-ción de la creencia en que beber es una experiencia agradable que hay que vivir, que al beber se pierde el control de la vida y que tus amigos estarían de acuerdo con que bebas (que tuvieron cambios significativos, pero disminu-yeron en el postest). De acuerdo con los intervalos de confianza de la diferencia de proporciones, tam-poco hubo cambios significativos en la expectativa de que algún día en el próximo año bebería.

Por su parte, en el caso de los padres se observa que en general hubo cambios en la dirección espe-rada por el programa, con excepción de la idea de que el hijo sería rechazado si bebe, que disminuyó en el post-test.

Como conclusión de esta evaluación puede de-cirse que los resultados indican que el programa po-dría incidir en la reducción de factores de riesgo del consumo de alcohol de los propios estudiantes y de sus padres, aunque factores del entorno de vida de los escolares, podrían debilitar el alcance del pro-grama. No obstante, la falta de grupo de compara-ción, hace que las conclusiones sean débiles. Adicionalmente, no se hicieron mediciones del con-sumo de alcohol en sí mismo.

Evaluación externa en Facatativá 2014-2015

El programa SanaMente se aplicó en el año 2014 y 2015, en Facatativa, un municipio pequeño del centro de Colombia. Nuevamente se hizo una evaluación externa al programa que en esta opor-tunidad tuvo un postest un año después de ini-ciada la intervención.

La evaluación del programa se basó en una muestra de participantes que se estableció me-diante muestreo aleatorio estratificado con asigna-ción proporcional hacia el sector público y privado, dado que se requería asegurar la representatividad por esta variable para luego realizar un muestreo aleatorio simple entre las instituciones educativas garantizando la representatividad por sexo (hom-bres y mujeres según distribución de los estudiantes en las instituciones). El tamaño muestral fue de 556 estudiantes de grado quinto de cuatro entidades pú-blicas y cinco privadas. Se aplicó un test antes y des-pués de la intervención, el cual contenía preguntas sobre factores familiares y personales relacionados con el consumo de alcohol y la percepción del riesgo respecto a este. El análisis de información se hizo con respecto a los estudiantes que ya habían ini-ciado el consumo de alcohol y por otra parte, con respecto a quienes no.

Mediante regresión logística múltiple, se encon-tró que los estudiantes de instituciones públicas tie-nen dos veces mayor probabilidad de consumir alcohol respecto a los del sector privado.

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Igual-mente, los jóvenes que tienen entre 11 y 13 años tie-nen 2 veces la probabilidad de consumir alcohol respecto a los que tienen entre 9 y 10 años. Los adolescentes que no perciben riesgo o daño frente al inicio de consumo de alcohol, tienen casi 3 veces mayor probabilidad de consumirlo, respecto a los que sí lo perciben. Se muestran los resultados antes y después de la intervención. Se incluyen los límites de la diferencia de proporciones con un in-tervalo de confianza al 95%. La tabla 3 presenta los datos para los estudiantes que ya habían iniciado el uso de alcohol y para quienes no habían iniciado el consumo de alcohol.

No hubo cambios significativos con respecto a las siguientes creencias: consumir alcohol por pri-mera vez produce algún daño, beber es una expe-riencia agradable que hay que vivir, beber hace más felices a las personas y que un joven debería probar alcohol.

En cuanto a los estudiantes que no habían ini-ciado el consumo, se observa que la mayoría de los resultados van en la dirección esperada, aunque no hubo cambios significativos en las siguientes: con-sumir alcohol produce mayor diversión, por beber pueden volverse más populares entre los amigos, se conseguirían más amigos y tomar uno o dos tragos una vez al mes produce daños.

La tabla 4 muestra los resultados obtenidos con los padres de familia. Se observa que hubo cambios significativos en casi todas las variables de interés, salvo en la percepción de que los hijos obtendrían malas calificaciones por tomar y en que su desarrollo biológico y psicológico se vería afectado.

Esta evaluación no contó con un grupo de com-paración y se hicieron seguimientos solo por un año después de la intervención, lo que limita el alcance de las conclusiones.

Evaluación externa en Bogotá DC., 2016

El programa SanaMente fue llevado a un sector económicamente deprimido de Bogotá DC. Allí se hizo una evaluación con 5468 estudiantes. En esta oportunidad se contó con un grupo al que no se aplicó la intervención y que debería hacer las veces de grupo control y se incluyeron medidas relativas al consumo de alcohol.

Los investigadores a cargo, encontraron que el consumo de alcohol creció, tanto en el grupo inter-venido como en el grupo no interinter-venido. Sin em-bargo, fue mayor el crecimiento en el consumo alcohol en el grupo no intervenido. El análisis me-diante regresión logística de efectos aleatorios mostró que había dos veces más riesgo de con-sumo si se hacía parte del grupo que no recibió la intervención. La comparación de grupos mostró que el programa funcionó mejor cuando fue admi-nistrado directamente por un equipo capacitado ex-terno, que por los maestros/facilitadores de la misma institución.

También se encontró que había 2,5 veces más probabilidad de menor percepción de riesgo entre quienes no fueron intervenidos por el programa. Por otra parte, no se encontraron efectos en términos de influencia normativa, ni en la intención manifiesta de consumo futuro.

Evaluación en Soacha, 2018

En el año 2018, SanaMente se aplicó en un mu-nicipio cercano a Bogotá DC., con conocidas proble-máticas sociales asociadas con asentamientos masivos de personas en condiciones de alta vulne-rabilidad por desplazamiento y otras afectaciones debidas al conflicto armado (Castrillón-Guerrero et al., 2018). Allí, se conformó una muestra de 2184 estudiantes, de grado quinto a grado once, donde el 47,4% de los participantes fueron de sexo mascu-lino, y el 52,6% restante de sexo femenino.

El diseño de la evaluación fue realizado a partir de medidas pre-test y post-test con grupos estáti-cos. Para el análisis de información se utilizó una es-trategia similar a la aplicada en el año 2009, que consistió en utilizar los factores de análisis origina-les, aunque aquí se añadió el factor denominado in-fluencias normativas, que hace referencia a la desaprobación del consumo de alcohol por parte de terceros. En la tabla 5, se presentan los resultados. En esta oportunidad no hubo un grupo de com-paración y el tiempo transcurrido entre el pre-test y el post-test fue de aproximadamente tres meses, por lo que no es posible establecer si los resultados se mantendrían en un intervalo mayor.

Las anotaciones hechas por los evaluadores de SanaMente, dan cuenta además de dificultades para que profesores y padres adhieran a los esque-mas de evaluación. En el caso de los profesores, esto podría guardar relación con la alta carga de trabajo, lo numerosos de los grupos que atienden y las condiciones sociales de la población a la que se dirige SanaMente.

En lo que concierne a los padres de familia, su ausencia en sesiones de trabajo y de evaluación, se debe a la presión por la dedicación a activida-des productivas y a la dificultad para percibir la importancia de este tipo de intervenciones en con-textos donde el consumo de alcohol y la vincula-ción temprana al trabajo son vistos como normales y deseados.

DISCUSIÓN

En el contexto colombiano, la evaluación de pro-gramas de prevención del consumo de sustancias psicoactivas es un ejercicio que se enfrenta a diver-sas dificultades. La primera restricción es la de re-cursos disponibles para esto.

Varios autores y organizaciones internacionales se han referido a las limitaciones que han tenido la

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evaluación de los programas de prevención al con-sumo de drogas. Espada Sánchez, Alcázar y Méndez Carrillo (2003) destacan que las principales dificul-tades para valorar los programas preventivos radi-can en la falta de recurso humano formado, la falta de establecimiento de metas; la falta de definición de variables de resultados y el diseño de la meto-dología de la evaluación con poca rigurosidad cien-tífica. Con respecto a la metodología, indican que una vez definidas las variables de resultado es pre-ciso elegir los momentos e instrumentos de evalua-ción, encontrándose al respecto escasez de pruebas estandarizadas con garantías psicométri-cas, existiendo una gran pobreza de datos norma-tivos que faciliten la interpretación y comparación de los resultados.

Con respecto al diseño de la evaluación Salvador Llivina et al., (2010), al referirse al diseño de la eva-luación, manifiestan que sin bien la aplicación de un programa de prevención no debe confundirse con la realización de una investigación, a la hora de eva-luarlo si debe constituirse como tal y debe adoptarse un diseño experimental o cuasi-experimental, para poder dar cuenta que los cambios medidos si se pueden atribuir o no a la ejecución del programa, in-cluyendo cuestionarios pre y post intervención con grupo control o un diseño pre y post que permita a los responsables del programa conocer si tras la in-tervención se ha modificado uno o más de los indi-cadores que se pretendía modificar, que suelen venir reflejados en los objetivos específicos mediadores del cambio. Igualmente, recomiendan que esta eva-luación como mínimo se haga a corto plazo (al final del programa), y a mediano plazo (a los 12 meses de la finalización del programa), esto con el fin de medir si los cambios se mantienen en el tiempo, as-pecto este último que también ha sido recomendado por otros autores (Faggiano, Minozzi, Versino y Bus-cemi, 2014; Flynn, Falco y hocini, 2015), quienes afir-man que la evaluación de programas de prevención del consumo de sustancias psicoactivas, enseña que a medida que pasa el tiempo, son más notorias las distancias entre el grupo intervenido y el grupo de comparación y por tanto las medidas en un tiempo de al menos un año después de la intervención, son cruciales para apreciar el impacto del programa.

Por su lado, Juárez de Amaya (2012) en un estu-dio llevado a cabo en El Salvador, identifica como principales limitantes de la evaluación de progra-mas de prevención al consumo de drogas, la inexis-tencia de presupuesto para tal fin, la falta de formación del recurso humano, la ausencia de coor-dinación interinstitucional y el débil conocimiento y sensibilización de la población general sobre las adicciones como una enfermedad.

Sin duda, algunas de las limitaciones enunciadas se advierten con respecto a la evaluación del pro-grama SanaMente. En la actualidad, quienes diseña-ron el programa están realizando los ajustes

pertinentes, aunque las limitaciones de recursos se mantienen. Se destaca, sin embargo, en las evalua-ciones que el programa SanaMente ha realizado que esta obtiene de manera consistente efectos cuando se analizan los grupos de ítems. En algunas evalua-ciones, los resultados muestran que en los grupos en los que se aplicó la intervención, el programa pro-dujo cambios que podrían incidir en la reducción de factores de riesgo al consumo de alcohol de los pro-pios estudiantes y de sus padres, aunque la ausen-cia de grupos de comparación no permite hacer afirmaciones radicales, sino solo apreciar indicios de la potencia del programa. Al parecer, con los datos disponibles, el programa no logra detener de ma-nera contundente el consumo de alcohol en la ado-lescencia, pero los investigadores a cargo han encontrado que el incremento del consumo de alco-hol es más alto en los grupos que no participan del programa, encontrándose mediante regresión logís-tica de efectos aleatorios que había dos veces más riesgo de consumo si se hacía parte del grupo que no recibió la intervención y 2,5 veces más probabili-dad de menor percepción de riesgo entre quienes no fueron intervenidos por el programa.

Otra enseñanza que deja la evaluación, es la po-sibilidad de replantear las edades a las cuales está dirigida la intervención o el tipo de prevención en el que se enmarca el programa. Al respecto cabe recor-dar que SanaMente está orientado a la prevención selectiva, pensado así por tratarse de niños entre los 9 y los 11 años, quienes supuestamente están en riesgo de beber. En realidad, se encuentra al aplicar el programa que muchos de estos ya han tenido con-tacto con el alcohol y para estos se ha propuesto el desarrollo de programas de prevención indicada. Tal vez sea necesario el plantearse llevar la prevención del consumo de alcohol a grupos de menor edad. En todo caso, cuando la población objeto se di-vidió en dos grupos (los que ya habían bebido y los que no), para poder hacer los análisis, se encontró que los estudiantes que ya bebían eran menos pro-pensos a cambiar su percepción con respecto al con-sumo de alcohol, aspecto este que muy probablemente ocurra debido a que quienes ya han experimentado con la bebida suelen tener más con-fianza y ser más populares, lo que efectivamente concuerda con los efectos neurológicos y sociales que pueden experimentarse con el alcohol y en donde la intervención preventiva compite en des-ventaja con las sensaciones y efectos que produce esta sustancia (Secades Villa, 2001).

Finalmente se hace necesario anotar que, a falta de intervenciones evaluadas en el contexto latinoa-mericano, se opta por implantar programas desarro-llados en otros contextos culturales e idiomáticos, siendo esto uno de los principales aportes del pro-grama Sanamente: ser un propro-grama que surge del contexto y para el contexto específico. Esto no re-suelve el problema de fondo, puesto que estos

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pro-gramas también deberían evaluarse en las regiones a donde son llevados; sin embargo, esto rara vez se hace de manera rigurosa.

El sesgo de publicación, a obviar la comunicación de resultados que no sean exitosos, debido no sola-mente a los resultados obtenidos, sino también a di-ferentes factores relacionados con el entorno de las investigaciones (Coburn y Vevea, 2015), dificulta la obtención de aprendizajes acerca de lo que sucede en la realidad de los procesos de investigación en contextos marcados por limitaciones de recursos. Es, sin embargo, el reconocimiento de lo que debe mejorarse, el camino para la construcción interven-ciones basadas en evidencia.

Conflicto de Intereses

Efrén Martínez Ortiz es el Presidente de la Funda-ción Colectivo Aquí y Ahora, entidad que diseñó el programa SanaMente.

Mauricio Martín Peña trabaja en el área de eva-luación de la Fundación Colectivo Aquí y Ahora, en-tidad que diseñó el programa SanaMente.

Los demás autores manifiestan no tener ningún conflicto de interés.

Responsabilidad Ética

Los datos se obtuvieron en el marco de la aplica-ción de un programa de prevenaplica-ción. En todos los casos se contó con el consentimiento de los partici-pantes de acuerdo con lo establecido en la norma colombiana.

La aplicación del programa de prevención y la ob-tención de información se ciñen a los protocolos es-tablecidos y a los acuerdos con las entidades en las cuales se aplica el programa.

Los datos no están ligados a la identificación de los estudiantes, por lo tanto se garantiza el anoni-mato y la confidencialidad de la información. Adicio-nalmente, en este artículo no aparecen datos que permitan la identificación de los participantes. La in-formación almacenada, procesada y publicada co-rresponde a las variables de interés de las evaluaciones, las cuales no incluyen la identificación de los participantes.

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Cuadro 1. Contenido de SanaMente

Encuentros presenciales Tema Variables trabajadas

Encuentro 1 Bienvenida

Encuentro 2 Informándome Percepción de Riesgo -Cambio de Actitudes

Encuentro 3 Sin mentiras Percepción de Riesgo - Consumo de alcohol

Encuentro 4 No comemos cuento Influencias normativas

Encuentro 5 ¿Cuánto saben nuestros padres? Percepción de riesgo - Influencias Normativas

Encuentro 6 Entre amigos Influencias normativas

Encuentro 7 Sin dejarme convencer Influencias normativas

Encuentro 8 Despedida

Encuentros para la casa Tema Variables trabajadas

Encuentro 1 Percepción de riesgo – Influencias normativas

Encuentro 2 Percepción de riesgo – Influencias normativas

Encuentro 3 Percepción de riesgo – Influencias normativas

Encuentro 4 Percepción de riesgo – Influencias normativasPercepción de riesgo – In-fluencias normativas

Encuentro 5

Tabla 1. Resultados antes y después de SanaMente en Bogotá DC, año 2009

Factores Antes Después Diferencia de medias Intervalo de confianza (95%)

Percepción riesgo consumo Oh 86.0 89.2 -3,279 -4,467 -2,092

Actitud desfavorable Oh 91.9 93.8 -1,878 -3,070 -0.685

Creencias consecuencias Negativas Oh 69.8 78.0 -8,268 -6,953 -12.33

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Tabla 2. Resultados antes y después de SanaMente en Medellín, año 2012, escolares y padres

Variable Antes Después Test de diferencia de proporciones(Intervalo de confianza 95%)

Percepción de los estudiantes

Consumir alcohol por primera vez produce algún daño 34.8 43.2 -0.122 -0.046

Produce daño consumir uno o dos tragos cada fin de semana 94.2 97.4 -0.048 -0.016

Produce daño consumir uno o dos tragos una vez al mes 80.4 89.6 -0.020 -0.064

Riesgo de desarrollar adicción por beber 58.8 74.8 -0.200 -0.123

Tener problemas con los padres por beber 82.7 89.6 -0.097 -0.042

Olvidar los problemas por beber 50.2 43.0 0.033 0.111

Tener problemas con los amigos por beber 74.4 85.0 -0.134 -0.074

Tener problemas de salud por beber 82.8 94.5 -0.141 -0.091

Beber es una experiencia agradable que hay que vivir 14.2 11.7 -0.001 0.051

Beber hace más felices a las personas 14.2 11.2 0.003 0.057

un joven de mi edad debería probar alcohol 17.2 13.6 0.007 0.064

Al beber se pierde el control de la vida 17.3 12.1 0.024 0.08

Tus amigos estarían de acuerdo con que bebas 29.8 34.2 -0.081 -0.008

Es imposible divertirse en una fiesta sin alcohol 51.6 45.6 0.021 0.01

Es poco posible o imposible que beba en el próximo mes 70.4 78.9 -0.119 -0.05

Es posible que tome algún día en el próximo año 17 15.8 -0.017 0.042

Percepción de los padres

Su hijo(a) puede hacerse mucho daño si bebe 93.5 97.6 -0.058 -0.025

Algún daño por beber uno o dos tragos cada fin de semana 92.8 97.5 -0.065 -0.03

Tener problemas con la policía si el hijo bebe 88.9 93.0 -0.064 -0.018

Tener malas calificaciones si bebe 92.1 100 -0.095 -0.064

El hijo será rechazado por otros adolescentes 34.4 27.7 0.031 0.104

La decisión de tomar es totalmente del hijo(a) 14.3 6.5 0.054 0.102

Está bien que el hijo beba moderadamente 9.5 10.9 -0.038 -0.01

La vida del hijo será más divertida si bebe 17.9 12.2 0.028 0.085

Prohibirle al hijo beber, hará que busque hacerlo 38.1 28.3 0.061 0.134

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Tabla 3. Resultados antes y después de SanaMente en Facatativá, año 2014-2015. Estudiantes que ya habían iniciado el uso de alcohol y estudiantes que no habían iniciado el uso de alcohol

Variable Antes Después Test de diferencia de proporciones(Intervalo de confianza 95%)

Estudiantes que habían iniciado el uso de alcohol

Riesgo de desarrollar adicción por beber 33.7 46.1 -0.207 -0.043

Tener problemas con los padres por beber 48.0 76.1 -0.358 -0.201

Consumir alcohol produce mayor diversión 76.1 75.0 -0.084 -0.061

Se olvidan los problemas por consumir alcohol 78.1 70.4 0.003 0.151

Se sienten más relajados si beben 79.1 82.4 -0.149 -0.023

Volverse más popular entre los amigos por beber 83.0 81.3 -0.049 0.082

Conseguiría más amigos 86.3 80.3 0.019 0.15

Tener más confianza y ser más abierto por beber 80.7 75.0 -0.013 0.128

Tener problemas con los amigos 42.8 64.1 -0.295 -0.131

Tener problemas de salud 68.6 85.2 -0.236 -0.096

Consumir alcohol por primera vez produce algún daño 43.8 44.0 -0.085 0.801

Produce daño consumir uno o dos tragos cada fin de semana 64.7 79.6 -0.223 -0.074

Produce daño consumir uno o dos tragos una vez al mes 45.1 60.2 -0.234 -0.068

Beber es una experiencia agradable que hay que vivir 90.8 90.5 -0.047 0.054

Beber hace más felices a las personas 91.2 90.5 -0.043 0.057

un joven de mi edad debería probar alcohol 92.5 89.4 -0.019 0.08

Al beber se pierde el control de la vida 44.1 29.6 0.065 0.226

Estudiantes que no habían iniciado el uso de alcohol

Riesgo de desarrollar adicción por beber 56.5 39.6 -0.275 -0.065

Tener problemas con los padres por beber 63.3 83 -0.289 -0.103

Consumir alcohol produce mayor diversión 75.4 74.2 -0.081 0.106

Se olvidan los problemas por consumir alcohol 71.2 64.8 -0.473 0.275

Se sienten más relajados si beben 21.4 78.5 -0.660 -0.482

Volverse más popular entre los amigos por beber 79.1 78.6 -0.083 0.093

Conseguiría más amigos 81.7 78.0 -0.050 0.123

Tener más confianza y ser más abierto por beber 78.0 74.7 -0.124 0.059

Tener problemas con los amigos 49.7 74.7 -0.35 -0.15

Tener problemas de salud 71.2 85.2 -0.227 -0.052

Consumir alcohol por primera vez produce algún daño 69.1 58.8 0.001 0.206

Produce daño consumir uno o dos tragos cada fin de semana 76.4 90.1 -0.216 -0.057

Produce daño consumir uno o dos tragos una vez al mes 66.5 71.4 -0.148 0.050

Beber es una experiencia agradable que hay que vivir 91.6 98.4 -0.116 -0.018

Beber hace más felices a las personas 13.1 4.9 0.018 0.144

un joven de mi edad debería probar alcohol 11 2.7 0.027 0.138

(11)

Tabla 4. Resultados antes y después de SanaMente en Facatativá, año 2014-2015. Padres de fa-milia

Variable Antes Después Test de diferencia de proporciones(Intervalo de confianza 95%)

hacerse daño por tomar uno o dos tragos de bebidas alcohólicas cada

fin de semana entre los 16 y 17 años 71.1 89.6 -0.241 -0.127 hacerse daño por tomar uno o dos tragos de bebidas alcohólicas cada

fin de semana después de los 18 años 67.1 81.8 -0.211 -0.083 hacerse daño por tomar uno o dos tragos de bebidas alcohólicas una

vez al mes antes de los 12 años 78.3 89.0 -0.161 -0.052 Que se meta en problemas con la policía 83.5 90.1 -0.117 -0.016

Que saque malas notas en el colegio 83.8 89.9 -0.111 0.010

Que se haga más propenso a tomar de bebidas alcohólicas en la adul- 86.2 91.3 -0.099 -0.004

Que esté en mayor riesgo de tener problemas de salud. 85.7 90.7 -0.099 -0.002

Que su desarrollo biológico y psicológico se vea afectado. 86.6 90.1 -0.083 0.013

Que tenga problemas con usted por no seguir las normas. 85.2 90.4 -0.101 -0.003

Tabla 5. Resultado de la evaluación del programa SanaMente en Soacha, 2018

Factores Antes Después Diferencia de medias Intervalo de confianza

Percepción riesgo consumo Oh 62.4 67.0 -4,650 -5,830 -3,469

Creencias consecuencias Negativas Oh 71.2 73.2 -1,993 -2,694 -1,292

Actitud desfavorable Oh 82.2 81.2 1,004 0.037 1,971

Perc. Riesgo asoc. Al consumo 72.3 74.0 -1,739 -2,416 -1,062

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