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Antonio Morente su contribuci´on en el desarrollo del cap´ıtulo de instrumentaci´on.

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Academic year: 2022

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- Miguel A. Cabrerizo V´ılchez

- Francisco Mart´ınez L´opez (Coordinador de la edici´on) Queremos agradecer a los profesores

- Andrew S. Kowalski - Antonio Mart´ın Rodr´ıguez

que hagan uso de los mismos para sus clases. Y tambi´en queremos agredecer a Juan

Antonio Morente su contribuci´on en el desarrollo del cap´ıtulo de instrumentaci´on.

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´Indice general

1. Introducci´on 1

1.1. Objeto del curso . . . 1

1.2. Necesidad de la experimentaci´on . . . 2

1.3. Programa de la asignatura . . . 3

1.4. Bibliograf´ıa . . . 4

2. M´etodo Experimental y Procedimiento Experimental 7 2.1. M´etodo cient´ıfico/experimental . . . 7

2.2. Tipos de experimentos de laboratorio . . . 9

2.2.1. Experimentos ilustrativos. . . 9

2.2.2. Investigaci´on Experimental . . . 10

2.2.3. Dise˜no . . . 10

2.2.4. T´ecnicas de medida . . . 10

2.3. Organigrama para una experimentaci´on con m´etodo. . . 11

2.3.1. Objeto del experimento. . . 11

2.3.2. Variables que intervienen. . . 11

2.3.3. Equipo y ambiente de trabajo. . . 11

2.3.4. Instrumentos de medida. . . 12

2.3.5. Procedimiento experimental. . . 12

2.3.6. Evaluaci´on de los resultados. . . 12

2.3.7. Presentaci´on de los resultados. . . 13

2.3.8. Conclusiones. . . 13

2.4. Procedimiento experimental . . . 13

2.4.1. Secuencia de pruebas. . . 13

2.4.2. Nivel de respuesta y espaciado de los puntos. . . 14

2.4.3. Acciones a tener en cuenta durante el procedimiento. . . 16

2.4.4. Pruebas de naturaleza cualitativa. . . 18

3. Errores Experimentales 21 3.1. Introducci´on. . . 21

3.2. Concepto de Error. Tipos y/o fuentes de Error. . . 22

3.2.1. Errores sistem´aticos. . . 22

3.2.2. Errores aleatorios. . . 23

3.3. Cuantificaci´on del error. . . 24

3.3.1. Error en una medida directa. . . 24

3.3.2. Error absoluto. . . 26

3.3.3. Error relativo. . . 26

3.3.4. Error por intervalo de confianza. . . 26

3.3.5. Error cuadr´atico medio. Desviaci´on t´ıpica. . . 26

3.3.6. Errores en medidas indirectas. . . 27

3.4. Reglas para discernir el tipo de error. Necesidad de la Estad´ıstica. . . 28

3.5. Problemas. . . 29

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ii ´Indice general

4. Instrumentaci´on 31

4.1. Actitudes hacia la instrumentaci´on . . . 31

4.2. Selecci´on del equipo . . . 32

4.3. Calibraci´on . . . 33

4.4. Resumen del equipo de un laboratorio tipo . . . 35

4.4.1. Medidas de longitud . . . 35

4.4.2. Medidas de tiempo y velocidad . . . 38

4.4.3. Medidas de desplazamiento . . . 39

4.4.4. Medida de masas, fuerza y momento . . . 44

4.4.5. Medida de Presi´on . . . 46

4.4.6. Medidas en flujo de fluidos . . . 51

4.4.7. Medida de la temperatura . . . 57

4.4.8. Medidas el´ectricas . . . 62

5. Introducci´on al An´alisis Dimensional 71 5.1. Introducci´on . . . 71

5.2. Magnitud y medida . . . 72

5.3. Magnitudes fundamentales y derivadas . . . 75

5.4. Constantes dimensionadas . . . 76

5.5. Homogeneidad dimensional . . . 78

5.6. Postulados b´asicos del an´alisis dimensional . . . 80

5.7. Constantes dimensionadas ineludibles . . . 82

5.8. Variables superfluas . . . 82

5.9. Productos adimensionales . . . 83

5.10. El teorema Π . . . 85

5.11. Problemas . . . 87

6. Presentaci´on de los resultados 89 6.1. An´alisis e interpretaci´on de los resultados . . . 89

6.1.1. Requerimientos. . . 89

6.1.2. La virtud del escepticismo. . . 90

6.1.3. Trabajo preliminar . . . 90

6.1.4. La Ley de los promedios. . . 93

6.1.5. Tablas de posibilidades. . . 94

6.1.6. Fallos en las medidas . . . 94

6.1.7. An´alisis de las lecturas . . . 96

6.1.8. An´alisis de gr´aficos . . . 98

6.1.9. Integraci´on . . . 102

6.1.10. Interpolaci´on y extrapolaci´on . . . 105

6.1.11. La inspiraci´on. . . 108

6.2. Comunicaci´on de los resultados . . . 108

6.2.1. La necesidad de una comunicaci´on efectiva de los resultados. . . 108

6.2.2. Preparando un informe escrito. . . 109

6.2.3. Gu´ıa sobre la distribuci´on de los informes escritos. . . 109

6.2.4. Construcci´on del informe. . . 112

6.2.5. Estilo de escritura. . . 112

6.2.6. Ilustraciones. . . 113

6.2.7. Gr´aficos. . . 113

6.2.8. Comunicaciones cortas. . . 116

6.2.9. Charlas (Comunicaciones Orales). . . 116

6.2.10. Referencias. . . 117

6.3. Problemas. . . 118

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Introducci´ on

1.1. Objeto del curso . . . 1

1.2. Necesidad de la experimentaci´on . . . 2

1.3. Programa de la asignatura . . . 3

1.4. Bibliograf´ıa . . . 4

En este cap´ıtulo se introduce el curso de T´ecnicas Experimentales B´asicas, se justifica la necesidad del mismo dentro de la actualidad cient´ıfica y se indica como se va a lograr el objetivo de aprender a hacer experimentos a lo largo de los distintos cap´ıtulos que lo componen.

1.1. Objeto del curso

Una frase muy frecuente y sin sentido es el decir que una cosa es la teor´ıa y otra la pr´actica.

Nada m´as fuera de la realidad. Tanto la F´ısica Experimental como la Te´orica constituyen los pilares b´asicos sobre los que se basa el progreso de las Ciencias F´ısicas, y est´an hasta tal punto ligadas que no se puede entender ning´un desarrollo te´orico sin una buena base experimental ni ning´un avance experimental sin un apoyo te´orico que gu´ıe la investigaci´on.

Ciertamente que las T´ecnicas Experimentales tratan sobre la F´ısica Experimental, pero no se puede dar una definici´on precisa de una materia de estudio sobre todo si el contenido es heterog´eneo, como lo es en este caso. En un intento de dar una definici´on podr´ıamos decir que la asignatura trata de dar los conocimientos b´asicos para interpretar, expresar y comunicar los resultados en el lenguaje correcto. Por otra parte, el trabajo de laboratorio puede servir para:

a) Demostrar teor´ıas f´ısicas.

b) Conocer el manejo de aparatos.

c) Aprender a realizar experimentos.

d) Obtener valores de magnitudes de inter´es.

Consideremos con m´as detalle cada una de estas finalidades. A menudo adquirimos una mejor comprensi´on de los fen´omenos que predice cierta teor´ıa f´ısica si ´estos se pueden observar en la pr´actica. Por ejemplo, la interferencia de la luz no es un concepto intuitivo. La idea de que dos haces de luz puedan anularse entre s´ı y producir oscuridad no es algo que se comprenda f´acilmente; una demostraci´on visual y palpable ser´ıa en este caso, decisiva. Las demostraciones experimentales de teor´ıas son importantes tambi´en por otra raz´on: dan idea de los ordenes de magnitud de las distintas variables que intervienen en el fen´omeno. Por supuesto que la

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2 1.2. Necesidad de la experimentaci´on

demostraci´on experimental no sustituye completamente a una explicaci´on te´orica apropiada, por lo que, la demostraci´on de las teor´ıas en el laboratorio de ense˜nanza tiene una utilidad definida pero limitada.

El segundo objetivo, es quiz´as m´as importante a nivel introductorio, pero es necesario de- cidir exactamente lo que queremos decir con ”aparato” en este contexto. En cualquier curso de pr´acticas se manejan un cierto n´umero de instrumentos sencillos tales como potenci´ometros, micr´ometros calibrados, balanzas y osciloscopios de rayos cat´odicos, y la experiencia que se gana con el uso de ´estos es evidentemente insustituible. Sin embargo, en el trabajo de investigaci´on cient´ıfica, el n´umero de instrumentos que se pueden concebir es enorme. No es posible llevar a cabo un curso de pr´acticas en donde se pudiera aprender el manejo de todos ellos.

El sentido com´un y cierta dosis de originalidad hacen que un mismo instrumento cumpla su misi´on mejor o peor. Esto est´a ya en relaci´on con el tercer objetivo del laboratorio y con la frase

”aprender a realizar experimentos” queremos decir aprender a:

a) Planificar un experimento cuya precisi´on es la apropiada para su prop´osito.

b) Conocer y realizar las medidas necesarias para eliminar los errores sistem´aticos en el m´etodo y en los instrumentos.

c) Analizar los resultados para extraer las conclusiones correctas.

d) Estimar la exactitud del resultado final.

e) Registrar las medidas y c´alculos con claridad.

Este tercer objetivo junto con el cuarto nos introducen directamente en la necesidad que se tiene de la experimentaci´on.

1.2. Necesidad de la experimentaci´ on

Cuando nos enfrentamos con un fen´omeno del mundo natural, la forma de proceder en F´ısica es seleccionar lo que creemos que es esencial. Por ejemplo, los griegos ve´ıan que un cuerpo en movimiento terminaba siempre deteni´endose y por ello llegaron a la conclusi´on de que era necesaria una fuerza para mantener un cuerpo en movimiento. Galileo y Newton observaron el mismo fen´omeno, pero afirmaban que el hecho de que el cuerpo acabara par´andose era un aspecto esencial de la situaci´on: depende del rozamiento. En ausencia de rozamiento un cuerpo no se detiene salvo que acte una fuerza sobre ´el. Si intentamos hacer un experimento para demostrar esta afirmaci´on, nos encontramos que no podemos eliminar nunca el rozamiento, aunque s´ı podemos hacer que sea cada vez m´as peque˜no, hasta un cierto l´ımite, y el resultado ser´ıa que el cuerpo en movimiento acabar´a deteni´endose aunque recorriendo m´as espacio. Es razonable creer que llevando al caso l´ımite de fricci´on nula, el movimiento permanecer´a inalterable tal como se establece en la primera ley de Newton.

Esta es la forma de enfocar los problemas f´ısicos: seleccionamos los aspectos esenciales de cada situaci´on f´ısica real y de ellos hacemos una generalizaci´on, o teor´ıa, y de la teor´ıa, deducciones, y para comprobar una deducci´on hacemos varios experimentos m´as. Ahora bien, la deducci´on se refiere s´olo a una situaci´on idealizada o simplista. Para comprobarla tenemos que crear esta situaci´on simple, en el complicado mundo natural, lo cual no siempre resulta f´acil de hacer.

Conseguirlo significa casi resolver el problema.

El mundo f´ısico est´a descrito por teor´ıas sencillas pero esenciales. Estos aspectos esenciales tienden a convertirse en el ´unico motivo de estudio, y puede llegarse a pensar que realmente constituyen el mundo natural, en vez de una parte de ´el. Adem´as, todo ajusta tan naturalmente que uno puede olvidar f´acilmente el esfuerzo y genialidad de que hubo necesidad para ver es- tos aspectos esenciales. El ant´ıdoto m´as eficaz contra ´esto es ir al laboratorio y comprobar la complicaci´on de los fen´omenos en la vida real.

Para hacer F´ısica Experimental, entonces, se necesita conocer primero algunos de los obst´acu- los para verificar una teor´ıa, para medir lo que se quiere medir y no cualquier otra cosa, y aprender

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c´omo superarlos. Pero sobre todo hay que tener una visi´on panor´amica de la F´ısica como un todo y es esencial comprender la forma en que la teor´ıa y el experimento se relacionan.

Actualmente, es cuando se puede ver de forma m´as palpable la necesidad de la experimenta- ci´on en cualquier ´area de la ciencia y de la ingenier´ıa relacionadas con el progreso industrial. En principio se prueban prototipos para verificar que todo funciona seg´un lo previsto o que una cier- ta parte es lo suficientemente robusta. Si alguna de las partes falla, por ejemplo, se rompe, hay que llevar a cabo nuevos experimentos para encontrar las condiciones en que las caracter´ısticas t´ecnicas de dichas partes son diferentes de las que se hab´ıan previsto. Finalmente, puede que se haya desarrollado, por ejemplo, una nueva aleaci´on y es necesario verificar que sus propiedades son, en efecto mejores que las anteriores aleaciones.

1.3. Programa de la asignatura

El contenido de esta asignatura lo vamos a dividir en los siguientes cap´ıtulos:

1. Introducci´on

2. M´etodo Experimental y Procedimiento Experimental 3. Errores en la experimentaci´on

4. Instrumentaci´on

5. Introducci´on al an´alisis dimensional. Aplicaciones a la Experimentaci´on 6. Presentaci´on de los resultados

En este capt´ıulo, Introducci´on, hemos presentado la asignatura, justificando cuales son los objetivos de la misma y como se van a abordar en los siguientes cap´ıtulo que componen el temario. Tambi´en daremos una orientaci´on bibliogr´afica que sea de utilidad tanto para el contenido te´orico de la asignatura como para la parte pr´actica a realizar en el laboratorio.

Como hemos comentado, un experimento puede ser extremadamente laborioso y para obtener, con econom´ıa, mejores resultados y de m´as amplia aplicabilidad es vital la realizaci´on de una planificaci´on metodol´ogica cuidadosa, es decir, dise˜nar previamente el experimento en cuesti´on.

Esto constituir´´ a los objetivos de los cap´ıtulos 2 y 5.

El cap´ıtulo 2. M´etodo Experimental y Procedimiento Experimental responde a la pregunta ¿qui´en puede considerar hacer algo sin seguir un m´etodo? por lo que en dicho cap´ıtulo se tratar´a de hacernos y responder preguntas tales como:

- ¿Cu´al es el fin real de un experimento?

- ¿Qu´e se conoce ya sobre el problema que nos estamos planteando?

- ¿Cu´al es el primer paso que debemos dar? ¿Por qu´e?

- ¿De qu´e instrumentos disponemos o cu´ales necesitamos?

- ¿Cu´ales son sus limitaciones?

- ¿Necesitamos otros recursos?

- ¿Qu´e significado tienen los resultados?

Claramente una aproximaci´on casual al problema no es ni econ´omica ni fruct´ıfera, y los principiantes suelen descubrir r´apidamente ´esto si no adoptan alguna clase de m´etodo en su experimentaci´on. En el cap´ıtulo 2 veremos ciertos consejos sobre el m´etodo a seguir, recomen- daciones que el alumno ir´a coleccionando a medida que aumente su experiencia.

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4 1.4. Bibliograf´ıa

En el cap´ıtulo 5. Introducci´on al an´alisis dimensional trazaremos las l´ıneas generales a seguir sobre algunos aspectos importantes de la planificaci´on con la ayuda del an´alisis dimensio- nal. Existen algunas herramientas sofisticadas disponibles para la planificaci´on de experimentos pero generalmente estar´an fuera del alcance de los no expertos. El an´alisis dimensional es una de dichas t´ecnicas y surgi´o hace tiempo como una ayuda en la estrategia experimental. Este m´etodo tiene gran popularidad en los campos de la mec´anica de fluidos y la transferencia de calor, en donde se aplic´o por primera vez, pero a lo largo de los a˜nos su uso se ha ido extendiendo a otros campos de la Ciencia. El an´alisis dimensional es un camino r´apido y poderoso de obtener ciertas relaciones funcionales sin necesidad de hacer grandes discusiones te´oricas.

Cualquier clase de experimentaci´on lleva consigo cierta clase de instrumentaci´on que puede variar desde una simple regla hasta un microscopio electr´onico. Esta se estudiar´a en el cap´ıtulo 4. Instrumentaci´on. En ´el veremos algunos instrumentos simples y una introducci´on a los conceptos sobre el sentido, traducci´on y procesamiento de cantidades elementales tales como:

longitud, velocidad de flujo, temperatura y otras. No se trata, pues, de describir una gran mul- titud de instrumentos de medida sino de aprender los principios de algunos instrumentos y de la instrumentaci´on en general. A trav´es del uso de instrumentos elementales se trata de que el alumno aprenda a apreciar t´erminos tales como: precisi´on, sensibilidad, respuesta, interferencias, reproducibilidad, y otras caracter´ısticas b´asicas. Posteriormente, podr´a tener la oportunidad de utilizar instrumentaci´on r´apida y moderna pero primero ha de aprender a desarrollar un cierto escepticismo y respeto sobre los primeros instrumentos.

No importa cu´al sea el experimento, uno de sus productos siempre ser´a alguna forma de datos, y a´un en los experimentos m´as simples dichos datos contendr´an ciertos errores y ´estos deben ser interpretados correctamente. Este ser´a el objetivo del cap´ıtulo 3. Errores en la experimentaci´on. As´ı, una parte de la planificaci´on met´odica de cualquier experimentaci´on es el estudio de los errores potenciales y las inestabilidades. Por muy cuidadosamente que se lleve a cabo un experimento siempre se producir´a cierto tipo de error, aunque sea peque˜no. Si dichos errores no se examinan de una forma cr´ıtica el experimento ser´a una lamentable perdida de tiempo y de dinero. Veremos los distintos tipos de errores que cualquier experimentador cuidadoso debe procurar fijar y cuantificar en importancia. As´ı mismo, discutiremos las bases matem´aticas para el tratamiento adecuado de dichos errores.

En el cap´ıtulo 6. Presentaci´on de resultados se discute la necesidad del an´alisis correcto de los resultados. Se presenta el an´alisis gr´afico como parte fundamental en la interpretaci´on de los resultados experimentales. Desgraciadamente, el an´alisis gr´afico puede inducir a ciertos tipos de errores si no se usa adecuadamente. As´ı un mal ajuste de una curva puede conducir a teor´ıas falsas a menos que se hagan las comprobaciones adecuadas, por ejemplo, a trav´es de ecuaciones de balance de conservaci´on de magnitudes como: masa, energ´ıa, momento, intensidad de corriente, etc. As´ı mismo, el dibujo de una gr´afica basado en un mal uso de tests de significaci´on o rechazo puede conducir a falsas conclusiones sobre la localizaci´on y magnitud de m´ınimos y m´aximos.

Finalmente veremos como la extrapolaci´on e interpolaci´on son algo m´as que una mera extensi´on de la l´ınea que resulta de ajustar unos pocos puntos en una regi´on restringida.

Finalmente, la comunicaci´on de los resultados supone el punto final en la s´ıntesis de diferentes disciplinas con un objetivo com´un, consistente en la realizaci´on con ´exito de un experimento dentro de los objetivos de exactitud prefijados y con el m´ınimo coste de recursos, lo que sin duda es la esencia de un trabajo serio de investigaci´on. En el cap´ıtulo 6. Presentaci´on de resultados tambi´en se trata de dar una serie de reglas b´asicas para la construcci´on de informes cient´ıficos, poniendo especial hincapi´e en los apartados de discusi´on y conclusiones. Se analizan los distintos enfoques que pueden darse atendiendo al tipo de la misma y de p´ublico al que va dirigida. Con car´acter general se da un esquema para la distribuci´on t´ıpica del material contenido en un informe.

1.4. Bibliograf´ıa

1. Squires, C. L. ”F´ısica pr´actica”, McGraw-Hill, M´ejico 1972

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2. Penny, R.K. ”The Experimental Methods” Logman, London 1974 3. Bunge, M. ”La investigaci´on cient´ıfica” Ariel, Barcelona, 1983

4. Baird, D.C. ”Experimentation: An Introduction to Measurement Theory and Experiment Design” Prentice Hall, Englewood Cliff, New Jersey, 1962

5. Greenberg, L.H. ”Discoveries in Physics for scientifics and engineers” W.B. Saunders Com- pany, Philadelphia, 1975

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6 1.4. Bibliograf´ıa

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M´ etodo Experimental y

Procedimiento Experimental

2.1. M´etodo cient´ıfico/experimental . . . 7

2.2. Tipos de experimentos de laboratorio . . . 9

2.2.1. Experimentos ilustrativos. . . 9

2.2.2. Investigaci´on Experimental . . . 10

2.2.3. Dise˜no . . . 10

2.2.4. T´ecnicas de medida . . . 10

2.3. Organigrama para una experimentaci´on con m´etodo. . . 11

2.3.1. Objeto del experimento. . . 11

2.3.2. Variables que intervienen. . . 11

2.3.3. Equipo y ambiente de trabajo. . . 11

2.3.4. Instrumentos de medida. . . 12

2.3.5. Procedimiento experimental. . . 12

2.3.6. Evaluaci´on de los resultados. . . 12

2.3.7. Presentaci´on de los resultados. . . 13

2.3.8. Conclusiones. . . 13

2.4. Procedimiento experimental . . . 13

2.4.1. Secuencia de pruebas. . . 13

2.4.2. Nivel de respuesta y espaciado de los puntos. . . 14

2.4.3. Acciones a tener en cuenta durante el procedimiento. . . 16

2.4.4. Pruebas de naturaleza cualitativa. . . 18

Para que un trabajo se pueda realizar en un tiempo razonablemente corto y con unos cos- tes adecuados es necesaria su planificaci´on. En este cap´ıtulo se presenta el m´etodo cient´ıfico y, como parte de este, el procedimiento experimental que sirve como guia en la planificaci´on del trabajo de investigaci´on en el laboratorio. Se dar´an ideas ´utiles en general para cualquier tipo de situaci´on experimental tanto para la selecci´on de la instrumentaci´on como para la secuencia de experimentos a realizar.

2.1. M´ etodo cient´ıfico/experimental

Los experimentos normalmente difieren en el aspecto externo pero generalmente todos ellos siguen la misma forma b´asica; est´an sujetos a un modelo secuencial de planificaci´on, implemen- taci´on y evaluaci´on. Esto es lo que se conoce como m´etodo experimental y es tan importante en

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8 2.1. M´etodo cient´ıfico/experimental

el trabajo experimental como el m´etodo anal´ıtico que tiene en cuenta la formulaci´on y soluci´on de problemas. Cada uno de los pasos en la anterior secuencia requiere que el experimentador se cuestione su raz´on antes de proceder al siguiente paso. A diferencia del m´etodo anal´ıtico en el que es posible, normalmente, llegar a una ´unica respuesta a trav´es de un camino ´unico, es raramente posible realizar un experimento significativo de la misma manera. Un programa experimental normalmente consiste en una serie de experimentos cada uno de los cuales es una parte en un proceso iterativo que se combina de forma adecuada con herramientas te´oricas y anal´ıticas. El diagrama de flujo de la figura 2.1 muestra esquem´aticamente un m´etodo que podr´ıa ayudar en la obtenci´on de un resultado significativo.

Formulación de Objetivos

Utilización

de Ideas Utilización de la Información Existente

Secuencia de Pruebas

Resultados

Figura 2.1: Detalles esenciales del m´etodo experimental.

El diagrama puede parecer algo trivial. Sin embargo, re´une las caracter´ısticas esenciales, disponi´endolas de forma articulada, lo que permite la interacci´on entre ellas y una posible re- petici´on, cuando se tengan que realizar varios pasos. A menudo no habr´a informaci´on previa y el rect´angulo correspondiente se llenar´a por primera vez cuando el experimentador haya reali- zado ciertas pruebas preliminares para establecer el efecto de una serie de variables, o se hayan probado nuevos instrumentos. Como resultado de las pruebas preliminares el experimentador tiene ahora alguna informaci´on sobre su problema que junto a la experiencia inicial del equipo podr´a ayudarle a generar nuevas ideas e incluso a reformular objetivos. Este ejercicio, programa- ci´on sensible de resultados y autointerrogatorio por el experimentador, es vital si los objetivos

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han de ser realizados econ´omicamente tanto en dinero como en tiempo. Las habilidades par- ticulares que se han de aprender para implementar lo que aparece bajo el r´otulo ”sucesi´on de pruebas” se repetir´an posteriormente en este y en otros cap´ıtulos del curso.

Hasta ahora no se ha introducido ning´un concepto que haya restringido la discusi´on a alguna disciplina particular. Realmente, es un hecho notable que el campo de la experimentaci´on es uno de los v´ınculos de uni´on entre los cient´ıficos e ingenieros.

2.2. Tipos de experimentos de laboratorio

El trabajo de laboratorio puede ser al menos de cuatro tipos:

1. Experimentos que ilustran nociones te´oricas.

2. Experimentos de investigaci´on.

3. Experimentos de dise˜no y s´ıntesis.

4. Experimentos para adquirir entrenamiento en las t´ecnicas de medida.

2.2.1. Experimentos ilustrativos.

Desgraciadamente, es un hecho que la mayor´ıa de los experimentos que se realizan en los laboratorios de ense˜nanza pertenecen a este grupo, ya que tales experimentos son usualmente an´alogos a soluciones anal´ıticas de un problema. Uno recuerda el caso de un investigador que afirmaba haber verificado una teor´ıa sobre el movimiento de las mareas mediante la realizaci´on de experimentos que concordaban con sus predicciones. Con esto la teor´ıa fue considerada correcta hasta que otro investigador midi´o el movimiento real del agua del mar de la regi´on en cuesti´on.

Sus resultados no coincidieron con la teor´ıa del primero por la sencilla raz´on de que su teor´ıa no era m´as que una grosera aproximaci´on de la realidad. Los experimentos del primer hombre se idearon de acuerdo con las hip´otesis incluidas en la teor´ıa. Sin embargo, ´esta no inclu´ıa ciertos rasgos f´ısicos importantes. Si todos los rasgos de un experimento se ordenan cuidadosamente para ajustar la f´ısica y las ligaduras incluidas en el an´alisis, entonces los resultados concordar´an.

Estos experimentos se realizan mucho mejor en un ordenador cuando sea posible obtener amplias conclusiones de un estudio num´erico en el que todas las variables del problema pueden ser exploradas r´apidamente y sin mucho esfuerzo. La ´unica parte creativa de tales experimentos, que puede estimular la curiosidad a cada paso y una comprensi´on del m´etodo experimental, es cuando se hace por primera vez. En efecto el alumno se puede hacer siempre preguntas tales como:

- ¿Por qu´e se ha seguido este camino?

- ¿Qu´e habr´ıa ocurrido si la carga, en el experimento de la viga, se hubiese aplicado de otra forma o se hubiera permitido el movimiento del soporte de la viga?

- ¿Qu´e pasar´ıa si el material del que est´a fabricada la viga fuera no lineal?

- ¿Por qu´e utiliza instrumentos de medida capaces de discriminar la micra cuando lo que se necesita es una regla, ya que las cantidades a medir son del orden de los cent´ımetros?

Todas estas preguntas fomentan el escepticismo que es una de las esencias vitales de la buena experimentaci´on.

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10 2.2. Tipos de experimentos de laboratorio

2.2.2. Investigaci´ on Experimental

Estos permiten una mayor apreciaci´on de todos los aspectos del problema en ausencia de un conocimiento apropiado sobre el mismo. Siguiendo la figura, podemos formular un objetivo pero desgraciadamente nuestra tarea puede estar fuera de an´alisis y si nuestra tarea es nueva puede que no exista o sea muy escasa la informaci´on existente sobre ella. Como se dijo al principio, haremos un primer experimento, a menudo de forma tosca, a partir del cual podremos generar ideas que a˜nadir a nuestro conocimiento del problema. A partir del primer experimento se puede realizar un an´alisis simple del problema con la consecuencia de que puede plantearse un segundo experimento de forma m´as cuidadosa. As´ı mismo se puede encontrar que la informaci´on existente es in´util en cuyo caso hay que rechazarla.

Frecuentemente, la investigaci´on experimental es el ´unico camino real para obtener la infor- maci´on que se necesita sobre un problema. Cuando esto es as´ı, puede ser muy costosa y consumir mucho tiempo por lo que es vital un m´etodo que ponga en juego todas las habilidades de un experimentado especialista para obtener los resultados m´as significativos. En este caso no hay que perder nunca de vista el objetivo principal ya que es muy f´acil desviarse entre las interesantes avenidas de la investigaci´on hasta tal punto que el objetivo principal llega a hacerse irreconocible.

2.2.3. Dise˜ no

Este tipo de experimentos es de gran ayuda para aprender a evaluar el efecto de la simplifica- ci´on que se puede hacer al sintetizar partes complejas y comportamientos conceptuales elevados susceptibles de representaci´on matem´atica. Por ejemplo, el comportamiento del ala del avi´on podr´ıa tratarse de forma simplificada, mediante el an´alisis te´orico de las tensiones sobre una viga de la geometr´ıa adecuada. Sin embargo tal an´alisis normalmente s´olo es capaz de describir el comportamiento global y no algunos detalles importantes, y es precisamente el estudio de los detalles donde se obtiene m´as ´exito con el dise˜no. El experimentador tratar´ıa entonces de verificar que tal detalle es viable desde el punto de vista pr´actico y que su presencia no impide la funci´on principal del conjunto. Otra forma en la que la experimentaci´on juega un gran papel en el dise˜no es en la elecci´on de un cierto material para una aplicaci´on determinada. Suponiendo que ya se tiene verificado el an´alisis correspondiente del conjunto, es posible correlacionar el comportamiento de una parte compleja con una pieza de prueba mucho m´as simple. Dicha pieza de prueba se puede usar en el laboratorio para comparar diferentes materiales, y la elecci´on final del material vendr´a impuesta por una serie de propiedades tales como dureza, resistencia a la corrosi´on, peso, coste, facilidad de fabricaci´on, etc.

Hablando en general, las posibilidades de un dise˜no depender´an de algunos rasgos de dif´ıcil evaluaci´on, que marcar´an la diferencia entre su ´exito y su fracaso. Tales rasgos pueden ser:

- ¿Tendr´a el trabajo dise˜nado la eficacia propuesta?

- ¿Tendr´a tal dise˜no un per´ıodo de vigencia suficiente?

- ¿Se podr´a acoplar a las distintas partes para formar el conjunto seg´un lo previsto?

- ¿Existe una v´ıa de fabricaci´on ´optima?

- ¿C´omo reaccionar´a el usuario ante el nuevo dise˜no?

En ausencia de un m´etodo mejor para evaluar estos supuestos, la experiencia realizada sobre un prototipo o con un modelo f´ısico o matem´atico, pondr´a al investigador en la mejor posici´on para progresar hacia la etapa de detallar su dise˜no.

2.2.4. T´ ecnicas de medida

La experimentaci´on es tan importante para un cient´ıfico como la base te´orica que describe los fen´omenos a investigar. Una de las habilidades necesarias para el trabajo experimental es el uso y la elecci´on de instrumentos. Luego el entrenamiento en las t´ecnicas de medida es fundamental

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para la obtenci´on de un conocimiento cr´ıtico del valor de la experimentaci´on y el medio de desarrollar de forma m´as apropiada el curso de la experimentaci´on. De nuevo es necesario cierto sentido de investigador ya que cuando uno se enfrenta con la elecci´on de un instrumento para realizar un trabajo se ha de preguntar sobre el intervalo de las variables a cubrir, el efecto del medio, si los efectos din´amicos van a ser importantes, si ha ocurrido envejecimiento, c´omo hacer la calibraci´on, etc.

Si no se dispone de un instrumento espec´ıfico ¿podr´ıa utilizarse otro? ¿Es posible idear uno f´acilmente y barato para empezar?

A cada paso tanto los instrumentos como las t´ecnicas se han de observar con escepticismo, los est´andares se han de observar con cierto recelo, calibrarlos y volverlos a comprobar.

2.3. Organigrama para una experimentaci´ on con m´ etodo.

Cualquiera que sea el tipo de experimento es altamente deseable una aproximaci´on met´odica.

Deberemos tener en cuenta los efectos del medio que puedan sumarse de forma aleatoria, planear las distintas secuencias, aprender a evaluar y fijar la importancia de los distintos errores, chequear y comunicar nuestros resultados de forma ordenada y que sea f´acilmente comprendida por otros investigadores. En cualquier momento se pueden generar nuevos conceptos basados en datos dudosos y ciertamente puede que no se vea lo obvio a´un despu´es de una larga e innecesaria experimentaci´on. Resumamos la secuencia de pasos a realizar en el m´etodo experimental.

Dicha secuencia no es autosuficiente y el estudiante debe aplicar todo su poder de l´ogica y razonamiento en cada paso as´ı como enriquecer el m´etodo seg´un va adquiriendo experiencia.

Ante todo, debe haber siempre un motivo para la experimentaci´on que induzca a una cierta acci´on. La acci´on puede ser llevar a cabo un cierto an´alisis a la vista de nuevos resultados. Las posibles preguntas y acciones a realizar para una experimentaci´on met´odica son:

2.3.1. Objeto del experimento.

P: ¿Cu´al es el objeto del experimento?

A: Hay que encontrarlo y enunciarlo sin ambig¨uedades.

2.3.2. Variables que intervienen.

P: ¿Cuales son las variables del problema?

A: Hay que hacer unas pruebas preliminares. A la vista de estas pruebas:

P: ¿Cu´al de ellas es la m´as importante?

P: ¿Cu´al es su intervalo de acci´on?

P: ¿Son todas las variables independientes?

A: Para responder a la ´ultima pregunta haremos uso del An´alisis Dimensional.

2.3.3. Equipo y ambiente de trabajo.

P: ¿Es necesario un medio ambiente especial?

P: ¿Cu´ales son los trabajos previos sobre el tema?

A: Hay que realizar un estudio bibliogr´afico sobre el tema.

P: ¿Existen algunos est´andares? ¿Son relevantes?

A: Hay que consultar los c´odigos de pr´acticas.

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12 2.3. Organigrama para una experimentaci´on con m´etodo.

P: ¿Qu´e equipamiento es necesario?

A: Posiblemente haya que dise˜nar alg´un equipo de medida.

P: ¿De qu´e equipamiento se dispone?

A: Hay que usar, a ser posible, el equipamiento ya existente.

P: ¿Se podr´ıa considerar realizar unas pruebas sobre un modelo simplificado?

P: ¿Qu´e tipo de elemento o pieza de trabajo debe considerarse?

A: Posiblemente haya que dise˜narla y realizar una lista de pruebas.

P: ¿Cu´al es la principal caracter´ıstica de la pieza de prueba?

2.3.4. Instrumentos de medida.

P: ¿Qu´e intervalo se va a considerar?

A: Hay que decidirlo en funci´on del intervalo de las variables del problema.

P: ¿Qu´e precisi´on se requiere?

A: Se decide sobre la importancia relativa de las variables.

P: ¿De qu´e instrumentaci´on se dispone?

A: A ser posible utilizar el equipo existente. Si no es as´ı habr´a que dise˜nar el nuevo.

P: ¿Son dichos instrumentos satisfactorios?

A: Hay que calibrarlos y realizar unas pruebas preliminares.

2.3.5. Procedimiento experimental.

P: ¿Qu´e secuencia hay que seguir al hacer variar los par´ametros del problema?

P: ¿Qu´e pruebas nos dar´ıan informaci´on simult´anea sobre varias variables a la vez?

A: Hay que realizar una planificaci´on de las pruebas a realizar.

P: ¿Puede ser importante una observaci´on cualitativa del fen´omeno?

A: Tomar notas o grabar las observaciones durante las pruebas. Decidirse sobre un modelo de prueba.

2.3.6. Evaluaci´ on de los resultados.

P: ¿Son los resultados fiables?

A: Realizar chequeos cruzados.

P: ¿Qu´e realizaciones existen entre las variables? y ¿tienen dichas relaciones una significaci´on real?

A: Hay que realizar gr´aficas de distintos tipos y considerar los m´etodos estad´ısticos de corre- laci´on.

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2.3.7. Presentaci´ on de los resultados.

P: ¿Cu´ales son los resultados m´as importantes?

A: Hay que identificarlos y ponerlos de manifiesto en un informe del experimento.

P: ¿Cu´al ser´ıa la mejor forma de presentar los resultados?

A: Hay que considerar las representaciones gr´aficas, gr´aficas adimensionales, f´ormulas emp´ıri- cas, curvas de ajuste.

2.3.8. Conclusiones.

P: ¿Satisfacen las pruebas realizadas el objetivo original?

P: Si no es as´ı, ¿d´onde est´an las discrepancias? ¿son importantes?

A: Hay que identificar las discrepancias. Evaluar su importancia y proponer nuevas pruebas.

2.4. Procedimiento experimental

No hay reglas fijas para llevar a cabo un programa de experimentaci´on. Los experimentadores las construyen seg´un su propia pericia y tacto por el trabajo a realizar y conforme aumenta su experiencia lo evidente se hace natural. A menudo, esta experiencia se adquiere por el camino m´as duro y normalmente con un gran coste de tiempo y de dinero.

2.4.1. Secuencia de pruebas.

Esto es lo m´as importante ya que es aqu´ı donde se puede hacer la mayor econom´ıa. Las decisiones se han de tomar a la vista de la importancia relativa de las variables independientes que se creen controlan los resultados de los experimentos y de aqu´ı el n´umero de experimentos y el orden en que han de ser realizados. Al mismo tiempo se han de hacer los suficientes experimentos para tener en cuenta los efectos de las variaciones debidas a la t´ecnica empleada, los defectos de aparatos, etc.

Aunque hay t´ecnicas matem´aticas para la ayuda del dise˜no de experimentos, estas, normal- mente, est´an fuera del alcance de los principiantes. Lo que vamos a ver aqu´ı son s´olo algunas gu´ıas b´asicas. En cuanto a la secuencia a seguir depende mucho de si el fen´omeno a investigar es reversible o irreversible. Reversible significa que si la variable independiente aumenta o dis- minuye, la respuesta sigue siempre la misma pauta de comportamiento. Un ejemplo cotidiano de una prueba reversible es la sintonizaci´on de una emisora de radio. La emisora deseada se puede sintonizar yendo primero hacia la misma, pasar de largo, volver atr´as y repetir hasta que, gradualmente, aproxim´andose cada vez m´as a ella por ambos lados se consiga una sintonizaci´on m´as satisfactoria. A menudo, los proceso reversibles son lineales en su respuesta con lo que se pueden aplicar incrementos o decrementos regulares. Seg´un marche la prueba se podr´a aumentar el espaciado de los puntos hasta que se establezcan las tendencias.

Como ejemplo consideremos el caso de la determinaci´on del m´odulo el´astico de una varilla, por ejemplo el m´odulo de Young Y = (Fl/A)/(∆l/lo) = esfuerzo unitario/deformaci´on unitaria.

En tales experimentos una gu´ıa suficiente de trabajos previos nos informa que el esfuerzo unitario es proporcional a la deformaci´on unitaria. La constante de proporcionalidad entre ambas no se puede calcular a menos que se hagan medidas de la deformaci´on unitaria resultante de cambios en el esfuerzo unitario aplicado. Puede que al principio del experimento no se conozca la solidez del material por lo que al principio se habr´an de aplicar peque˜nos esfuerzos. Los puntos 1 y 2 pueden ser dos de tales ensayos.

Si unimos mediante una recta o-a los puntos 1 y 2 con el origen podr´ıamos equivocarnos muy f´acilmente si intentamos calcular el m´odulo el´astico a partir de la pendiente de dicha recta.

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14 2.4. Procedimiento experimental

Deformación

Esfuerzo

Figura 2.2: Determinaci´on del m´odulo el´astico.

Si el aparato utilizado no se ha devuelto a su posici´on de equilibrio o el material utilizado no se ha calentado, podemos aplicar m´as incrementos de esfuerzo unitario, puntos 3 y 4. Se establecer´a una tendencia que permitir´a al experimentador dudar de la validez del punto 2. Para verificar dicha tendencia se hacen los puntos 5 y 6. Un incremento final hasta el punto 7 deforma el material, que ya no est´a en la regi´on el´astica excepto durante la descarga. Se descarta este

´

ultimo punto y se traza la recta de mejor ajuste o-b. La pendiente de esta l´ınea nos da el m´odulo el´astico deseado. Como comprobaci´on final, el experimentador experto ahora deber´a reducir en incrementos el esfuerzo unitario aplicado obteniendo la l´ınea c-d que deber´a ser paralela a la o-b.

La descripci´on anterior es una simplificaci´on de una prueba relativa a tensiones. A´un en la determinaci´on de esta b´asica y elemental propiedad el experimentador puede encontrarse con algunos obst´aculos e incluso puede ser aconsejable una secuencia de pruebas aleatorias como medio de promediar defectos del aparato, variaciones ambientales, diferentes sesiones de observaciones experimentales, etc. Las secuencias aleatorias se suelen aplicar a los fen´omenos irreversibles, es decir, a aquellos procesos cuyo progreso futuro va a depender del estado actual y pasado. Existen muchos ejemplos de esto en las pruebas de materiales, siendo la m´as conocida la relativa a la fatiga del material. Durante la prueba de la fatiga el material se va da˜nando cada vez m´as hasta que finalmente se rompe; la cantidad de da˜no acumulado en el pasado merma la capacidad de soportar una cierta carga en el futuro y los da˜nos sufridos no se pueden reparar.

2.4.2. Nivel de respuesta y espaciado de los puntos.

De las descripciones de la secci´on anterior es de destacar que tanto el nivel de respuesta como el espaciado de los puntos son importantes. Muchos de los fen´omenos con los que nos enfrentamos son irreversibles, pero una vez obtenemos el nivel de la respuesta, el espaciado de los puntos experimentales se puede fijar f´acilmente, procurando obtener la misma precisi´on en todo el intervalo de medida. El nivel de la respuesta se determinar´a, normalmente, realizando un n´umero peque˜no de pruebas que engloben la regi´on de inter´es y establezcan la zona sobre la que concentrar el principal esfuerzo del experimento. Como ejemplo, consideremos la prueba de la fluencia de un material. Este fen´omeno consiste en el que el material se alarga progresivamente con el tiempo, a´un cuando se le aplique un peso constante, hasta que finalmente se rompe.

El fen´omeno de la fluencia adquiere una enorme importancia pr´actica en todos los equipos generadores de potencia donde se requiere que las distintas partes sustenten los m´aximos pesos

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Figura 2.3: Resultados t´ıpicos de una prueba de cargas.

Nivel

Tiempo Tiempo

Alargamiento

Alargamiento

Figura 2.4: Espaciado de los puntos en una prueba de cargas.

posibles durante toda la vida de la instalaci´on. No es posible de predecir te´oricamente la fluencia de un material y el ´unico camino para la obtenci´on de datos es mediante pruebas de laboratorio.

Cuando uno prueba un nuevo material no tiene idea de sus posibilidades excepto de la que tienen los materiales similares a ´el que previamente se hayan probado. Se sabe que la respuesta es altamente no lineal tanto en el alargamiento como en el tiempo en que falle, pero no se sabe mucho m´as. Se aplica un peso hasta que se establezca el nivel de respuesta de inter´es. Se planifican nuevas pruebas midiendo la respuesta frente a diferentes niveles de carga hasta obtener un espectro del fen´omeno. La figura 2.3 ilustra uno de tales espectros.

Se aplic´o primero el peso p1 dando origen a un fallo en el tiempo t1, que se sabe es mucho menor que el tiempo requerido para la vida del dise˜no. Se hizo una segunda prueba con p2y esta se cort´o cuando se excedi´o el tiempo requerido para la vida del dise˜no td sin que se produjera fallo. Con esto sabemos que el nivel de los pesos de prueba est´a entre p1y p2, llev´andose a cabo nuevas pruebas con los pesos p3, p4, p5, etc. para obtener el espectro, ´area rayada.

Para determinar la forma de la curva elongaci´on-tiempo, el espaciado de los puntos de prueba es de la m´axima importancia. Debido a la elongaci´on inicial no lineal de la fluencia del material, la medida de la elongaci´on despu´es de intervalos iguales de tiempo podr´ıa llevar a la omisi´on de la primera parte de la curva. En este caso es mejor tomar el tiempo requerido para la obtenci´on

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16 2.4. Procedimiento experimental

Figura 2.5: Detalle de una prueba de esfuerzos.

de incrementos iguales de elongaci´on. Tal procedimiento est´a ligado con el nivel de respuesta ya que no sabemos cuando efectuar la primera medida de la elongaci´on. As´ı pues, obtenidos los puntos de la figura 2.4(izquierda) a partir de los cuales se mide el primer nivel de respuesta, en la nueva experiencia se ha de ajustar dicho nivel para obtener datos correspondientes sin p´erdida de informaci´on. Dicho espaciamiento se puede variar cuando se note que la velocidad de alargamiento aumenta cuando se aproxima el fallo del material (zona rayada del punto P5en la figura 2.3).

2.4.3. Acciones a tener en cuenta durante el procedimiento.

M´aximos, m´ınimos y otras situaciones simples.

Existen numerosos ejemplos en los que se requiere la determinaci´on de m´aximos o m´ınimos u otros detalles de un fen´omeno cuya respuesta se va a medir en el laboratorio. El detalle particular puede que no sea predecible; a primera vista puede ser una sutileza de la prueba.

Cualquiera que sea la raz´on, una experimentaci´on cuidadosa y la reducci´on de datos puede revelar algunos de estos puntos dependiendo de la paciencia, creatividad y experiencia de un buen observador. El ejemplo m´as simple en el que puede pensar uno es en la determinaci´on del punto de m´axima tensi´on que se puede observar en ciertos aceros. Aunque la determinaci´on experimental de tal punto es complicada ya que depende mucho de la carga axial, control de temperatura y velocidad de carga, la ense˜nanza a aprender es muy t´ıpica. En cierto punto se detecta una desviaci´on de la linealidad si se hace una observaci´on cuidadosa y se va dibujando lo que se est´a obteniendo. Despu´es de este punto se han de aplicar incrementos de esfuerzo mucho menores con la consecuente gran deformaci´on en la respuesta seg´un se aproxima al m´aximo.

Los detalles del area circundante se pueden trazar muy precisamente aunque el m´aximo absoluto puede que casi no se consiga durante la prueba. Si la prueba no se lleva a cabo con el suficiente cuidado y control no se obtendr´an los detalles del m´aximo y puede ocurrir que la tendencia sea la se˜nalada por la flecha de la figura 2.5.

Las curvas sobre las propiedades f´ısicas son frecuentemente el resultado de dos o m´as efectos que interaccionan entre s´ı con lo que suele aparecer un cambio de pendiente cuando uno de

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Figura 2.6: Ilustracci´on del cambio de escala.

ellos predomina sobre el otro. A menudo, la regi´on o punto donde ocurre suele ser de inter´es te´orico. Un ejemplo ocurre con la prueba de la fluencia de un material descrita anteriormente. La figura 2.6 (izquierda) muestra los resultados de una tal prueba, en la que seg´un el dibujo, no es evidente ninguna discontinuidad. Sin embargo, si los mismos datos se representan en una escala doblemente logar´ıtmica (figura 2.6 derecha), entonces se ve claramente la zona de discontinuidad.

¿C´omo saber cuando usar una escala lineal, logar´ıtmica u otra?

Para esto no hay una respuesta simple y la ´unica recomendaci´on es realizar diferentes combi- naciones o experimentos con los datos obtenidos. Siempre se puede obtener alguna gu´ıa mediante consideraciones te´oricas pero en algunos casos la experiencia del experimentador es lo m´as im- portante.

Dispersion de las medidas.

El asunto de la dispersion de resultados ya se ha mencionado anteriormente. Si el experi- mentador no est´a atento puede no ver lo evidente o obscurecer alguna caracter´ıstica tan obvia como un mal funcionamiento del instrumento al eliminar puntos aislados. Debe tener siempre alerta los criterios para la eliminaci´on. Los m´etodos estad´ısticos de reducci´on de datos, t´ecnicas de representaci´on cruzada, redibujado hasta linealizar la respuesta, son algunas de las t´ecnicas que explicaremos con m´as detalle en otros cap´ıtulos. Al mismo tiempo el nivel y espaciado de los puntos es muy importante.

Un dibujo t´ıpico donde se describe la dispersi´on y el peligro potencial de eliminar detalles importantes de una prueba, se muestra en la figura 2.7 (izquierda) donde los puntos corresponden a varias pruebas realizadas repetidamente para la respuesta esfuerzo-deformaci´on de un material.

Para los no expertos, las diferencias en esta aparentemente simple prueba pueden ser exageradas.

A pesar de que se haya utilizado el m´as sofisticado aparato para la prueba, que se hayan tomado las precauciones m´as elaboradas para la temperatura y la velocidad de carga, la caracter´ıstica de una muestra ligeramente curvada o alineada (a menudo del orden de unos mil´ımetros) puede producir tales resultados.

Dibujados de nuevo, en la figura 2.7(derecha), en donde las pruebas se han distinguido unas de otras mediante s´ımbolos diferentes, se puede ver que siguen una tendencia definida pero lo m´as importante de todo es la observaci´on de que una de ellas es diferente de las dem´as. En este caso, los m´etodos estad´ısticos ser´an de poca ayuda ya que dicha prueba es la correcta.

Consejos en el registro y comprobaci´on de los datos.

A menudo se suele dar poca importancia al registro sistematizado de datos, y el experimen- tador debe aprender a dominar esta tarea. Tablas preparadas antes de las pruebas con columnas para ir rellenado con las medidas de esta o aquella magnitud pueden ahorrar mucho tiempo.

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18 2.4. Procedimiento experimental

Deformación

Deformación Deformación

Esfuerzo

Esfuerzo

Figura 2.7: Dispersi´on de las medidas en pruebas de tensi´on.

Las tablas nunca se deben recoger en hojas sueltas necesit´andose pues una libreta de traba- jo. Suficiente espacio entre las tablas se puede utilizar para anotar las observaciones hechas en un instante particular. Deber´a tenerse a mano durante el experimento papel para gr´aficas de diferentes tipos y tama˜nos. Las gr´aficas y cualquier otro registro se deben unir a la libreta de trabajo nombr´andolos y fech´andolos de una manera ordenada. Durante un experimento no se debe dejar de registrar ning´un hecho. Cuando se hayan completado las pruebas y se deban co- municar mediante un informe los resultados y conclusiones, toda la informaci´on de la libreta de trabajo se debe separar y correlacionar cuidadosamente. Se puede ahorrar tiempo y momentos de frustraci´on mediante la organizaci´on cuidadosa de la libreta de trabajo.

En cuanto a la comprobaci´on de los datos, hemos mencionado ya algunos m´etodos. Tambi´en se dispone de otros. As´ı, siempre que sea posible se debe llevar a cabo un simple chequeo de la conservaci´on de la energ´ıa, masa, momento, corriente, balance de fuerzas, etc.

¿Es de esperar un m´aximo o un m´ınimo? ¿Cu´al es el significado de una respuesta asint´otica?

¿Qu´e se obtendr´ıa si fuera posible una extrapolaci´on a cero o hacia grandes valores? ¿Es de esperar un estado estable?

Estas son algunas de las preguntas que el experimentador se ha de hacer y para obtener una respuesta es esencial el conocimiento de los fundamentos f´ısicos del problema.

2.4.4. Pruebas de naturaleza cualitativa.

Existen ocasiones en las que todo lo que se necesita de un experimento es una descripci´on cualitativa de un dise˜no o fen´omeno. Aunque sigue siendo esencial una observaci´on y medidas cuidadosas es posible la modelizaci´on de la situaci´on real mediante una prueba significada. Un buen ejemplo de esta aproximaci´on ocurre en las estructuras dise˜nadas para soportar cargas en compresi´on. Las caracter´ısticas de carga-flexi´on de tales estructuras pueden ser de una de las formas mostradas en la figura 2.8.

Las estructuras peligrosas son las que siguen la tendencia Oa1 ya que pueden provocar un colapso violento al alcanzar el punto de bifurcaci´on b. Las que siguen las tendencias Oa2 y Oa3

son fiables a pesar de que experimentan gran deformaci´on despu´es del punto de bifurcaci´on. El tipo de comportamiento se calcula con facilidad y es una funci´on de la geometr´ıa, material y tipo de estructura considerada. Bajo ciertas circunstancias se puede determinar el tipo mediante un modelo de prueba preliminar para obtener una descripci´on cualitativa de su posible comporta- miento. Si se obtiene la tendencia Oa1entonces se debe hacer un nuevo dise˜no de la estructura o al menos asignar un factor de seguridad a la carga de la bifurcaci´on, que normalmente podr´a ser calculada. Para las tendencias seguras se puede aplicar un menor factor de seguridad, incluso la unidad.

Otro artificio usado con frecuencia es el de llevar a cabo una prueba an´aloga. Muchos fen´ome-

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Figura 2.8: Caracter´ısticas de deformaci´on de una estructura con una carga en compresi´on.

nos f´ısicos est´an gobernados por las mismas ecuaciones matem´aticas. Por ejemplo, hay una gran analog´ıa entre el comportamiento de las pel´ıculas de agua jabonosa y la tensi´on de varillas. En este caso, el consejo a seguir es bien f´acil, si es m´as sencillo hacer una prueba que otra y a´un obtener datos significativos, hacer la m´as sencilla.

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20 2.4. Procedimiento experimental

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Errores Experimentales

3.1. Introducci´on. . . 21 3.2. Concepto de Error. Tipos y/o fuentes de Error. . . 22 3.2.1. Errores sistem´aticos. . . 22 3.2.2. Errores aleatorios. . . 23 3.3. Cuantificaci´on del error. . . 24 3.3.1. Error en una medida directa. . . 24 3.3.2. Error absoluto. . . 26 3.3.3. Error relativo. . . 26 3.3.4. Error por intervalo de confianza. . . 26 3.3.5. Error cuadr´atico medio. Desviaci´on t´ıpica. . . 26 3.3.6. Errores en medidas indirectas. . . 27 3.4. Reglas para discernir el tipo de error. Necesidad de la Estad´ıstica. 28 3.5. Problemas. . . 29

En este cap´ıtulo se analiza el concepto de error como parte fundamental a la hora de interpretar los resultados experimentales. Adem´as se justifica la necesidad de su tratamiento estad´ıstico.

3.1. Introducci´ on.

La F´ısica es una ciencia experimental. Y como tal, la principal fuente de su conocimiento est´a en la observaci´on y medida de las magnitudes que intervienen en los fen´omenos objeto de su estudio. Siendo su objetivo fundamental el establecimiento de las Leyes F´ısicas que expresan la relaci´on entre las magnitudes que intervienen y los valores de sus medidas.

Las medidas de las magnitudes que intervienen en un fen´omeno f´ısico se realizan siguiendo diferentes procedimentos de medici´on. Dos procedimientos para medir la misma magnitud se diferencian, en general, en las manipulaciones que se llevan a cabo sobre sobre los sistemas, los instrumentos de medida utilizados y los c´alculos realizados para la obtenci´on final de la medida.

En este sentido, los m´etodos de medida se dividen en directos, cuando la medida se obtiene directamente de la lectura del instrumento utilizado, e indirectos, si son necesarios c´alculos adicionales para la determinaci´on de la medida de la magnitud de inter´es.

A todos los procedimientos de medici´on se les exige que sean reproducibles, es decir, que si se repiten en las mismas condiciones, realizando las mismas manipulaciones sobre los sistemas e instrumentos de medida, los c´alculos finales deben llevar al mismo valor para la medida obtenida.

Sin embargo, es habitual que mediante diferentes procedimientos de medida se obtengan diferentes valores para la cantidad de la magnitud en cuesti´on.

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22 3.2. Concepto de Error. Tipos y/o fuentes de Error.

Ejemplo: Determinaci´on de la hora actual.

Despu´es de preguntar a algunos alumnos la hora que era en ese momento se obtuvieron los siguientes resultados: cinco y media, 17:32, 17:29, 17:28:45, etc.

Como se puede ver, cada uno di´o un valor diferente para la hora. Adem´as, el uso que cada uno hizo de su reloj fue diferente, pues todos ellos pose´ıan segundero y muchos de ellos no hicieron uso de ´este a la hora de indicar la hora.

Entonces ¿qu´e hora era?

3.2. Concepto de Error. Tipos y/o fuentes de Error.

El anterior ejemplo nos se˜nala el hecho de que lo habitual es que el valor obtenido para la medida de una magnitud no coincida con el valor correcto o que realmente posee dicha medida.

Cuando esto ocurre se dice que se esta cometiendo un error en el procedimiento de medici´on y que la medida posee un error o que es err´onea.

As´ı pues, se llama error en una medida a la no coincidencia de su valor con el real de la misma. Dicha diferencia de valores puede tener distintos or´ıgenes o causas que aparecer´an en cada una de las partes caracter´ısticas de los procedimientos de medici´on: Operaciones o Manipulaciones, C´alculos e Instrumentos de Medida.

Dependiendo de la forma en que dichas fuentes de error afectan al valor medido se pueden clasificar en dos tipos: fuentes de error sistem´aticas que producen errores sistem´aticos y fuentes de errores aleatorias que generan errores aleatorios.

3.2.1. Errores sistem´ aticos.

Se denomina error sistem´atico a aquel que es contante a lo largo de todo el proceso de medida y, por tanto, afecta a todas las medidas de un modo definido y es el mismo para todas ellas.

Estos errores tienen un signo determinado, siendo siempre la medida mayor o menor que el valor real.

Los errores sistem´aticos se pueden, normalmente, minimizar en cu´anto sean detectables, predecibles o tenidos en cuenta. Antes de planificar un experimento uno debe considerar todas las fuentes posibles de errores sistem´aticos y darse cuenta de su inherente naturaleza acumulativa.

A continuaci´on se analizan los tipos m´as frecuentes de errores sistem´aticos.

Errores de m´etodo.

Estos errores aparecen cuando se elige un m´etodo experimental equivocado o insuficiente.

Puede ocurrir que se mida una magnitud en vez de otra o ciertos efectos desconocidos pueden influir en la medida de una magnitud de forma que el resultado sea err´oneo. Tambi´en conducen a errores de m´etodo una extrapolaci´on injustificada de los datos experimentales.

Errores instrumentales.

Los errores de este tipo se originan por la utilizaci´on de un instrumento defectuoso, el mal uso de un instrumento o el uso de un instrumento en un medio ambiente para el que no ha sido dise˜nado. Los errores instrumentales est´an frecuentemente dirigidos en una direcci´on, aunque en algunas situaciones pueden ocurrir efectos de hist´eresis.

Errores de calibrado.

Muchos instrumentos no producen resultados correctos a menos que sean calibrados antes de su uso frente a una magnitud conocida. Esto puede llevar consigo la determinaci´on de un sencillo punto de cero o la determinaci´on de toda una curva de calibraci´on (o escala). En cada caso los errores pueden deslizarse dentro del procedimiento de calibraci´on.

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Errores humanos.

Los errores humanos dependen de las caracter´ısticas personales del observador. Un observador puede responder a una se˜nal demasiado deprisa o demasiado lento; en cada caso podr´a sobre- estimar o subestimar la lectura. Tales errores son normalmente bastante consistentes ya que se cometen continuamente por el mismo observador en una ´unica sesi´on. Los errores ocasionales cometidos intermitentemente, debidos, por ejemplo, a una relajaci´on de la vigilancia, no se han de incluir aqu´ı sino que se deben clasificar como equivocaciones.

Errores aritm´eticos.

Los c´alculos aritm´eticos incluidos en la experimentaci´on se realizan cada vez m´as mediante dispositivos de c´alculo tales como ordenadores, calculadoras, reglas de c´alculo, etc. Aberracio- nes de tales dispositivos, no obstante infrecuentes, no se pueden desechar completamente. Adi- cionalmente puede haber fallos en los procedimientos de c´alculo actual (programas). Tambi´en contribuye a los errores aritm´eticos los redondeos incorrectos de los n´umeros que intervienen en el c´alculo.

Errores de respuesta din´amica.

Quiz´as est´e fuera de lugar dedicar una secci´on aparte a los errores de respuesta din´amica. No obstante su significativa participaci´on en la experimentaci´on moderna, especialmente en conexi´on con la medida de variables dependientes del tiempo, justifica su ´enfasis por separado. A diferencia de los errores de respuesta est´atica (tales como la hister´esis), los errores de respuesta din´amica surgen cuando un instrumento que registra una se˜nal que cambia r´apidamente no consigue una respuesta lineal a la variaci´on de la se˜nal (por ejemplo, un tubo de Pitot est´atico en un fluido de flujo fluctuante, o instrumentos el´ectricos aplicados a corrientes el´ectricas no senoidales, etc.)

El investigador ha de procurar eliminar todas las fuentes de error sistem´atico en sus medidas corrigiendo incluso los valores de las mismas adecuadamente.

3.2.2. Errores aleatorios.

Los errores aleatorios, accidentales o err´aticos, son debidos a causas tan complejas que no es posible conocer ni evaluar. Cuando el n´umero de observaciones es muy grande tienden a compensarse, al promediar, verific´andose estas condiciones:

1. Los errores son tanto m´as frecuentes cuanto m´as peque˜nos.

2. Su promedio tiende hacia cero al crecer el n´umero de observaciones.

3. El n´umero de errores superiores a cierto n´umero es sensiblemente nulo.

Cuando el promedio de los errores tiende hacia un valor distinto de 0, es preciso buscar alguna causa de error sistem´atica; y si no tiende hacia ning´un valor, se dice que el sistema no es normal.

Los errores aleatorios son los de m´as dif´ıcil justificaci´on aunque su contribuci´on al nivel total de error puede ser considerable y a menudo dominante.

Los tipos m´as corrientes son:

Equivocaci´on o errores de discernimiento.

Si se muestra una presi´on atmosf´erica estable sobre un man´ometro de mercurio est´andar y la lectura la realizan diez observadores distintos, entonces a´un despu´es de eliminar todos los errores sistem´aticos (o despu´es de reducirlos a un m´ınimo) nos encontraremos que no todas las medidas coinciden. Es decir, la gente tiende a juzgar de forma diferente. M´as a´un la misma persona puede juzgar de forma diferente la misma lectura en dos ocasiones distintas. Adem´as, existen equivocaciones verdaderas, aunque pueden ser espor´adicas. Factores humanos incontrolables tales

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24 3.3. Cuantificaci´on del error.

como distracciones repentinas, cansancio, malinterpretaciones, etc., afectan la correcci´on de las lecturas y toma de registros. Los c´alculos tambi´en est´an sujetos a equivocaciones.

Cambio en las condiciones experimentales.

Esta es la segunda causa de error accidental. Una s´ubita e inesperada perturbaci´on del flujo puede alterar temporalmente la lectura de un term´ometro en la conducci´on de la tuber´ıa. Si da la casualidad de que se toma una lectura en dicho instante particular los resultados estar´an sujetos a un error accidental. De forma similar, un micr´ofono medidor de sonido puede s´ubita e inesperadamente registrar un sonido extra del paso de un avi´on. Generalmente tales fuentes de error son de duraci´on limitada o son debidos a medios ambientes espec´ıficos.

Errores de especificaci´on.

Se derivan de unas indicaciones no lo suficientemente estrictas a la hora de la realizaci´on de la medida. As´ı, por ejemplo, una inspecci´on intermedia del cojinete liso principal de un cig¨ue˜nal en una planta de autom´oviles, f´acilmente puede estar sujeta a error si las especificaciones para medir su di´ametro no son lo suficientemente estrictas en la determinaci´on de la medida a una posici´on dada. El cojinete, a´un despu´es de pulido, puede estar ligeramente c´onico, ovalado, o contener planos, y aunque el sistema de medida sea correcto, los resultados podr´ıan resultar dispersos. Desde el punto de vista de la producci´on, no obstante, esta dispersi´on podr´ıa ser aceptable mientras est´e dentro de la tolerancia prescrita.

3.3. Cuantificaci´ on del error.

Debido a que, en general, no se pueden evitar los errores, uno debe aprender a vivir con ellos.

Se debe ser capaz de evaluar su magnitud y, m´as a´un, aprender a controlarla de acuerdo con las necesidades.

Cada cient´ıfico e ingeniero debe ser capaz de evaluar la importancia relativa de una medici´on, sea ´esta directa o indirecta. Debe desarrollar una ”conciencia de error”, alerta en todo tiempo, a´un cuando no est´e en completa operaci´on. Esto es tan importante en el manejo de magnitudes de baja precisi´on como en el de magnitudes muy exactas.

As´ı pues, es importante cuantificar el error de una medida a la hora de evaluar la bondad de la misma; es decir, es necesario saber que error posee o se le ha de asignar. Siendo ´esto a veces tan importante como conocer el propio valor de la medida.

A la hora de la cuantificaci´on del error de una medida se han de considerar distintos conceptos y el propio hecho de que la medida se haya obtenido de forma directa o indirecta.

3.3.1. Error en una medida directa.

Las medidas directas son las que se obtienen por la lectura del instrumento adecuado utilizado en el procedimiento de medici´on. Por ello, a la hora de evaluar su error es necesario considerar cuatro conceptos importantes que cualifican a los intrumentos de medida: exactitud, precisi´on, sensibilidad y error instrumental.

Exactitud.

La exactitud de un instrucmento define el grado de concordancia entre el valor verdadero y el proporcionado por ´el. De modo que un aparato es exacto si las medidas realizadas con ´el son todas muy pr´oximas al valor ”verdadero” de la magnitud medida.

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Figura 3.1: Medidas de: A) alta precisi´on y poca exactitud, B) alta precisi´on y gran exactitud, C) baja precisi´on y poca exactitud, y D) baja precisi´on y alguna exactitud. VC indica el valor correcto.

Precisi´on.

La precisi´on de un instrumento de medida hace referencia a la concordancia entre una medida y otras de la misma cantidad de la magnitud, realizadas en condiciones sensiblemente iguales. De modo que un aparato ser´a preciso cuando las diferencias entre las distintas medidas realizadas para la misma cantidad de la magnitud sean peque˜nas.

La exactitud implica normalmente precisi´on, pero la afirmaci´on inversa no es cierta, ya que pueden existir aparatos muy precisos que poseen poca exactitud debido a errores sistem´aticos, tales como el error de cero. En general, se puede decir que es m´as f´acil conocer la precisi´on de un aparato que su exactitud, ya que la exactitud involucra al valor ”exacto” que es desconocido, mientras que el concepto de precisi´on s´olo est´a relacionado con las medidas realizadas.

Sensibilidad

La sensibilidad de un instrumento de medida es el valor m´ınimo de la magnitud que es capaz de medir. Por ejemplo, decir que la sensibilidad de una balanza es de 5 mg significa que, para masas inferiores a la citada, la balanza no presenta ninguna desviaci´on. La sensibilidad de un instrumento viene indicada por el valor de la divisi´on m´as peque˜na en la escala m´ınima de medida.

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26 3.3. Cuantificaci´on del error.

Error instrumental.

El error instrumental es la cantidad m´ınima de magnitud en que ser´ıa necesario incrementar la magnitud que est´a midiendo el aparato, para que el indicador de medida pase a la siguiente posici´on. Si se est´a midiendo en la escala m´ınima del aparato (la dedicada a las magnitudes f´ısicas m´as peque˜nas que se pueden medir con el mismo) y la escala es homog´enea, el error instrumental en esta escala coincide con la sensibilidad del aparato.

Normalmente, se considera que cada medida obtenida con un instrumento lleva asociado un error m´aximo igual al error instrumental, de modo la diferencia entre la medida y su valor correcto es menor que dicho error instrumental.

3.3.2. Error absoluto.

Se llama error absoluto de una medida, o de un n´umero aproximado, a la diferencia, con su signo, entre el valor medido o aproximado, xm, y el valor exacto o verdadero x

∆x = xm− x donde se supone o ser´ıa bueno que |∆x| ≪ |x|

3.3.3. Error relativo.

El error absoluto no sirve para juzgar la calidad de una medida cuando se la pretende com- parar con otra distinta. Por ejemplo, un error de 1 gramo cometido en la pesada de unos pocos gramos de un metal precioso es inadmisible, mientras que el mismo error al pesar una tonelada carece de importancia. Por esto se recurre al error relativo, que se define como el cociente de dividir el error absoluto ∆x por el valor medido o aproximado xm

e =∆x xm

.

El error relativo es una cantidad adimensional y con frecuencia se multiplica por 100 para expresarla en tanto por ciento.

3.3.4. Error por intervalo de confianza.

Es la regi´on dentro de la cual se puede encontrar el valor verdadero, x. Si δaxy δındenotan los l´ımites de error m´aximo y m´ınimo, respectivamente, entonces

x = xmax

−δın



⇒ xm− δın≤ x ≤ xm+ δax.

En el caso de que δax= δın= δ ≡ ∆x, escribiremos x = xm± ∆x.

Por ejemplo, 51,3 ± 0,4 significa que el valor verdadero se encuentra entre 50,9 y 51,5. Un valor experimental medido con una precisi´on del 5 % se podr´a escribir como

x = xm(1,00 ± 0,05).

3.3.5. Error cuadr´ atico medio. Desviaci´ on t´ıpica.

El error cuadr´atico medio de un conjunto de medidas x1, . . . , xN se define como

σx=r 1 N

X(xi− ¯x)2

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