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Etapa del garabato (2 a 4 años aproximadamente)

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A continuación se ofrece una síntesis de las variaciones en la evolución del dibujo según la descripción de las cinco etapas pro- puesta por Lowenfeld, quien formula conceptos y procedimientos que pueden servir de referencia a la hora del trabajo profesio- nal. Vale insistir en que las etapas nunca son absolutas, algu- nos niños logran progresos en sus dibujos más precozmente que otros. Las edades en que se van adquiriendo ciertas pautas son relativas y dependen de una serie de factores relacionados entre sí, biológicos, intelectuales, emocionales y sociales.

Etapa del garabato (2 a 4 años aproximadamente)

Alrededor de los 18 meses comienza la etapa del garabato, que es una expresión gráfica universal. El primer trazo es muy importante para el niño pues progresivamente lo va a conducir al dibujo, a la pintura y también a la palabra escrita. Los gara- batos siguen un orden bastante predecible: comienzan con trazos desordenados y gradualmente evolucionan hasta convertirse en dibujos reconocibles para los adultos.

Los garabatos se clasifican en:

a) Desordenados

Los niños realizan movimientos amplios sin tener control motor ni visual sobre lo que hacen. A veces dibujan sin mirar. Los trazos sin sentido determinado varían en su longitud y dirección.

No pueden controlar ni el punto de partida ni el punto de llegada del trazo. Garabatear les produce placer por el movimiento y por la descarga motriz. Es importante demostrar interés por lo que el niño está haciendo, porque es necesario que sienta que esta forma de comunicación es aceptada por el adulto.

b) Controlados

En esta etapa comienza a haber una relación entre los movi- mientos que el niño realiza y las grafías que registra sobre el papel,

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lo cual implica un control visual sobre los trazos que ejecuta. Pue- den dibujar líneas horizontales, verticales o en círculos. Muy rara- mente se encontrarán puntos o pequeños trazos repetidos, porque esto requiere que el niño levante el lápiz del papel. El goce pro- viene de la sensación kinestésica y de su dominio. Le gusta llenar toda la hoja y los garabatos son ahora mucho más elaborados. Las primeras figuras que logra trazar son círculos, luego cuadrados y posteriormente triángulos, siendo esta progresión universal.

c) Con nombre

Un momento de mucha trascendencia en el desarrollo se pro- duce cuando el niño comienza a dar nombre a sus garabatos, aunque no se los pueda reconocer. Dar nombre a los garabatos es indicio de que el pensamiento del niño ha cambiado, ha empezado a conectar los trazos con el mundo que lo rodea. Los dibujos en sí no han cambiado mucho desde los primeros garabatos, pero ahora comienza con alguna idea sobre lo que va a hacer, dibuja con algu- na intención. El tiempo que le dedica al dibujo ha aumentado y los garabatos serán mucho más diferenciados. Sin embargo, no tiene una idea preconcebida del aspecto final de su dibujo. Una línea en la parte superior de la hoja puede recibir un nombre, pero luego puede recibir un nombre diferente antes de que el dibujo haya terminado. Los garabatos que los adultos pueden considerar sin sentido tienen en cambio un significado real para el niño que los hizo. Algunas líneas circulares y rayas longitudinales parecen combinarse para llegar a formar una persona, pero el adulto debe abstenerse de darle a los garabatos su propia interpretación e imponerle su propia visión. Por el contrario, deben inculcarle con- fianza y entusiasmo en este nuevo modo de expresarse.

– Significado del color

El color tiene una función secundaria en la etapa del garabato y su uso es de tipo exploratorio. Cuando entra en la etapa de dar nombre a sus garabatos, emplea diferentes colores para distintos significados.

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Dibujo espontáneo Nene 12 meses

2

1 Garabato desordenado. Dibujo kinestésico. Los distintos trazos están distribuidos en la hoja sin ningún orden.

2 Garabato desordenado. Dibujo kinestésico. Los trazos tienen distinta presión.

Nena 1 año 5 meses

3 4

3 Garabato con representaciones circulares controladas. 4 Garabato controlado. Los movimientos gráficos cubren casi toda la hoja.

Nena 2 años 6 meses Nena 2 años 11 meses

5 6

5 Garabato controlado en transición a figuras

representativas. 6 Garabato con nombre. La figura graficada no se

puede reconocer, pero la nena nombra lo que hizo.

Nena 2 años 11 meses

Nena 2 años 6 meses Garabato con nombre (Una carita feliz que estaba triste porque no quería bañarse)

Al principio de la expresión gráfica los niños trazan una serie de líneas sobre el papel sin pretender representar nada. Son movimientos incontrolados que hacen con el lápiz para adelante o para atrás de la hoja. Poco a poco van descubriendo que pueden controlar muscularmente esos movimientos y que las líneas varían de forma y las pueden repetir. En la fase siguiente comienzan a dar nombre a sus garabatos. El dibujo no ha cambiado mucho de la fase anterior, pero ya no ejecutan trazos por simple placer, ahora se trata de una actividad con una intención deliberada.

1

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Etapa pre-esquemática (4 a 7 años aproximadamente) Esta etapa surge de los últimos períodos del garabato. Se pro- duce un método diferente de dibujo: la creación consciente de la forma. El niño crea ciertas formas que tienen alguna relación con el mundo que lo rodea. Los trazos y garabatos van perdiendo cada vez más su relación con los movimientos corporales; ahora son más controlados y se refieren a objetos visuales. Esta crea- ción consciente de formas adquiere gran significado como medio de comunicación gráfica de los niños.

Hacia los 4 años el niño hace formas reconocibles; hacia los 5 años se pueden observar casi siempre personas, casas, árboles, y a los 6 años las figuras han evolucionado de tal manera que cons- tituyen dibujos claramente distinguibles y con un tema.

Generalmente el primer símbolo logrado es un hombre. La figura humana se dibuja típicamente con un círculo por cabeza y dos líneas verticales que representan las piernas. La importan- cia de la figura humana en los dibujos de los niños es evidente durante toda la infancia.

El pre-esquema de la figura humana es el renacuajo; se lo denomina también cabezón o monigote y es la primera forma que utiliza el niño para representar un hombre. En ese dibujo está comprobado que el niño no está tratando de copiar un objeto visual que tiene delante de sí. El renacuajo se torna más elabora- do con el agregado de brazos que salen a ambos lados de las pier- nas y con la inclusión a veces del cuerpo. El niño representa la figura humana de diferentes maneras hasta que encuentra para cada una de las partes los símbolos que le agradan. Es el momen- to en que adopta esos símbolos y se convierten en esquemas.

A los 6 años el niño ha alcanzado un dibujo bastante elaborado de la figura humana. Durante esta etapa del desarrollo, el niño busca conceptos nuevos y los símbolos representativos de figuras humanas, casas, árboles, cambian constantemente.

– Significado del espacio

A primera vista, los objetos en el espacio tienden a estar en un orden caprichoso y disperso. Es decir los objetos aparecerán arri-

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ba, abajo, o uno junto a otro, ordenados según relaciones espacia- les inconstantes. Para un niño de esta edad el espacio está ligado consigo mismo y con su propio cuerpo. Dibuja lo que está a su alrededor de manera desordenada.

La imagen que el niño tiene del mundo es egocéntrica (está dirigida hacia sí mismo); en tal sentido sus representaciones gráficas estarán relacionadas con las experiencias que le resul- ten emocionalmente significativas. El tamaño de los objetos y la forma en que los ubica en esta etapa están condicionados por juicios de valor (por ejemplo según un significado personal, hacer una figura grande puede indicar que es una figura admirada).

Hay mucha variedad en los dibujos del niño y las figuras se van haciendo claramente distinguibles. Puede detenerse en dibujar detalladamente partes de objetos que le interesan aunque no siempre mantengan una proporción realista.

– Significado del color

En los dibujos realizados al comienzo de esta etapa hay poca relación entre el color elegido para pintar un objeto y el objeto representado; son las formas las que resultan importantes. La forma constituye una superficie que colorea según su predilec- ción. Un hombre, una montaña, tendrán el color que elija el niño.

La elección del lápiz de color puede ser ocasional, toma el más nuevo o su color preferido. El niño utiliza el color a su gusto, haciendo un uso arbitrario de él.

1 2

Nene 3 años 5 meses Nene 3 años 6 meses

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7 8

5 6

3 4

9

Nena 3 años 7 meses

Nena 4 años

Nena 4 años 4 meses

Nena 5 años 8 meses Nena 5 años 9 meses

Nene 6 años 2 meses

Nene 5 años

En la etapa pre-esquemática las figuras son reconocibles, a diferencia de los garabatos de la etapa anterior. Los dibujos (1), (2), (3) y (4) muestran las primeras representaciones de la figura humana, bajo la forma de renacuajos o monigotes, a los cuales progresivamente los niños les agregan más detalles. Cuando empiezan a dibujar el cuerpo (5), (6), (7), (8) y (9) éste suele tener formas geométricas: rectangulares, ovaladas, triangulares. Los elementos graficados aparecen dispersos en el espacio de la hoja, los niños van dibujando a medida que las ideas aparecen en su mente. No tienen la necesidad de relacionar las figuras entre sí. El tamaño, los detalles y la composición del dibujo estará condicionado por lo que es significativo para ellos.

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Etapa esquemática (7 a 9 años aproximadamente)

Luego de una constante experimentación, el niño llega a for- marse un concepto definido del hombre y su ambiente; en esta etapa obtiene el concepto de forma. Lowenfeld denomina esque- ma al concepto al cual ha llegado un niño respecto de un objeto y que repite continuamente mientras no haya alguna experiencia intencional que influya sobre él para que lo cambie. La diferencia entre el uso repetido de un esquema y el empleo de estereotipos consiste en que el esquema es flexible y presenta desviaciones y variaciones, mientras que las repeticiones estereotipadas perma- necen exactamente iguales.

En su proceso de pensamiento el niño utiliza las imágenes mentales que tiene de los objetos que lo rodean. El dibujo que vemos en el papel es el símbolo de esa imagen mental que repre- senta al objeto. Su producción artística es una indicación de la información que recibe, de la forma en que interpreta y compren- de esa información.

El esquema representa el concepto del niño y demuestra su conocimiento activo de un objeto. A través de los cambios en el esquema va mostrando su experiencia particular, pero el desa- rrollo de un esquema lleva tiempo.

En esta etapa los dibujos pueden parecer más rígidos que en edades anteriores. No obstante, el niño está estructurando su proceso mental y comienza a establecer relaciones con el medio que lo rodea.

– El esquema humano

El esquema humano es el concepto de figura humana a la que llegó el niño después de mucha experimentación y que va a repe- tir continuamente mientras no tenga una experiencia particular que le haga cambiar ese concepto. El esquema de un hombre que posee un niño será diferente del esquema de otro niño, por lo tanto es algo muy individual y puede considerarse como un refle- jo del desarrollo.

El niño utiliza para sus representaciones líneas geométricas, se las considera así porque cuando se las separa del conjunto

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pierden su significado (en tanto cuerpo, cabeza, manos, etc.) y vuelven a ser solamente figuras geométricas. Podemos observar que utiliza óvalos, triángulos, círculos, rectángulos o figuras irre- gulares para el esquema del cuerpo y para las distintas partes, como las piernas, los brazos o la ropa.

El esquema humano realizado alrededor de los 7 años será fácilmente reconocible, no solamente tendrá cabeza, cuerpo, brazos y piernas, también encontraremos otros rasgos. Los ojos serán distintos de la nariz y el símbolo para la nariz se diferen- ciará del que use para la boca. También el niño le hará cabello, cuello, manos, dedos, pies y le agregará ropas.

El niño ha llegado al concepto de esquema humano, no tra- tando de copiar una forma visual; se trata de la combinación de varios factores: el proceso mental, la toma de conciencia de sus propios sentimientos y el desarrollo de su sensibilidad percep- tiva.

– El esquema espacial

• La línea de base

El principal descubrimiento durante esta etapa es la exis- tencia de un orden en las relaciones espaciales. El conocimiento consciente de que el niño es parte de su ambiente se expresa por un símbolo que se llama línea de base.

La línea de base es universal y constituye un indicio de que el niño se ha dado cuenta de la relación entre él y el ambiente. En adelante todo lo coloca sobre esa importante línea, que represen- ta no sólo el suelo (terreno, llanura, montaña, etc.) sino también el piso de una habitación, la calle, o cualquier base sobre la cual apoya las cosas.

La aparición de la línea de base es sumamente significativa desde el punto de vista de la evolución psicológica, porque ahora el niño reconoce que forma parte del ambiente y puede vincular- se con los demás, puede cambiar su actitud egocéntrica por otra de cooperación. En algunos dibujos de niños pequeños se observa el uso del borde inferior de la hoja como si fuera la línea de base, apoyando los elementos del gráfico sobre ese borde. Otros niños

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trazarán una raya como base para ordenar los objetos o las figu- ras de sus dibujos.

En un estudio sobre el Test del Dibujo de un Animal en niños de 6 a 13 años (Maganto Mateo, C. y Maganto Mateo, J. M., 1990) hallaron que a medida que los sujetos evolucionan cronológica- mente tienden a utilizar el centro del papel con mayor frecuen- cia y que a los 6 años la ubicación abajo, incluso en el borde inferior de la hoja, es esperable por su frecuencia estadística.

Desde el punto de vista emocional, cuando los niños mayores o los jóvenes dibujan sobre el borde inferior de la hoja, se asocia a signos de inseguridad y necesidad de sostén.

• La línea del cielo

La contraparte de la línea de base aparece en los dibujos como la línea del cielo, trazada generalmente en la parte superior de la hoja. El espacio entre esa línea y la de base significa el aire para los niños. La utilización de dos líneas de base implica un desarro- llo mayor y es un paso hacia la perspectiva; sin embargo, todavía es una representación estrictamente bidimensional.

• Doblado (aplanamiento)

La línea de base es el medio más común para representar el espacio, pero también hay otras representaciones subjetivas del espacio. Por doblado se entiende el proceso de crear el espacio dibujando los objetos perpendicularmente a la línea de base, aun cuando estén dibujados en forma invertida. Con esta lógica tienden a dibujar lo que saben; en una ronda infantil los niños aparecen acostados sobre el suelo, los árboles sobre un camino aparecen caídos (doblados) a un lado y al otro. Luquet llama a este recurso aplanamiento o abatimiento. Se llega a un tipo de perspectiva absolutamente imposible y se aplica a las patas de los animales, a las patas de los muebles, a las ruedas de los coches, etc. Consiste en ponerlos aplanados a cada lado del objeto.

Esta manera de representación es exigida por el realismo intelec- tual para los objetos vistos desde arriba.

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• Mezcla de plano y elevación

En este procedimiento se hace evidente la importancia subje- tiva del espacio, en la que se aprecia una mezcla de plano y ele- vación en un dibujo. Algunos elementos se representan como si se viesen desde arriba y otros se ven de perfil, porque el niño trata de mostrar todas las cualidades que son importantes para él en el mismo gráfico. Para resaltar aquellos detalles que considera esenciales, recurre a enfoques diferentes y visualmente incompa- tibles. Lo que el niño incluye en sus dibujos es un reflejo de sus propias experiencias y de sus relaciones con el mundo.

• Representaciones de espacio y tiempo

A menudo se observa la inclusión en un mismo dibujo de dife- rentes secuencias de tiempo o de impresiones espacialmente distintas, a la manera de historietas. La representación espacio- tiempo surge de la necesidad de comunicación del niño. Diferen- tes episodios pueden estar representados por cuadros en una secuencia de dibujos, separados por líneas divisorias o no. Los episodios sobre viajes, paseos o acontecimientos que requieren una secuencia de tiempo pertenecen a este tipo de representa- ciones.

Cuando se asientan en un dibujo diferentes acciones que han tenido lugar en distintos momentos, no necesariamente ello pro- viene del deseo de comunicar algo sino del interés que tiene la acción misma.

Este procedimiento manifiesta que no hay demasiada concien- cia en lo que al tiempo se refiere. El niño no se da cuenta de que está representando diferentes momentos en un mismo dibujo.

• Dibujos tipo rayos X (transparencias)

El niño representa simultáneamente el interior y el exterior de algo, cuando en realidad no es posible percibirlos al mismo tiempo. Puede dibujar el cuerpo visto a través del vestido, casas que permiten ver en su interior muebles o personas como si las paredes fuesen transparentes, árboles cuyas raíces se ven a tra-

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vés del suelo. El concepto de dibujos tipo rayos X coincide con lo que Luquet denominó transparencias. Es un proceso que está determinado por el principio del realismo intelectual, es decir dibujar el mayor número de elementos esenciales del objeto representado.

Como dice P. A. Osterrieth (1977), las transparencias resaltan la primacía del interés, de la experiencia vivida, de la perspectiva egocéntrica y de la emoción sobre la referencia visual.

• Variaciones en el esquema

Existen tres formas principales de desviaciones en los dibujos de los niños:

a) Exageración de partes importantes.

b) Desprecio o supresión de partes no importantes.

c) Cambio de símbolos para partes afectivamente significati- vas.

Los niños no son conscientes de estas desviaciones, más bien crean relaciones de tamaño conforme al significado relativo que ciertas partes tienen para él. Por eso para comprender mejor un dibujo puede ser ventajoso conversar con el niño sobre el mismo para apreciar qué expresan esas desviaciones.

– Significado del color

El niño descubre naturalmente que hay una relación entre el color y el objeto. Así como repite su esquema de un hombre o del espacio, también repite los mismos colores para los mis- mos objetos. Esto es un reflejo directo del desarrollo progresivo del proceso intelectual. De algún modo se pregunta a sí mismo y se contesta: “¿De qué color es el cielo? Azul. ¿De qué color es el pasto? Verde”. Ha comenzado a encontrar cierto orden lógico en el mundo y está estableciendo relaciones concretas con las cosas que lo rodean. Aunque hay colores comunes para determinados objetos, que de hecho utiliza la mayoría de las personas, cada niño desarrolla sus propias relaciones de color.

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1 2

3 4

5 6

7 8

Nena 6 años. Línea de base y de cielo, transparencia

Nene 6 años 8 meses Línea de base y línea de cielo

Nene 7 años 6 meses línea de base, borde de la hoja

Nene 6 años

Nene 6 años

Nena 5 años 3 meses

Nene 5 años 1 mes Nene 5 años 10 meses

De 1 a 8: Las relaciones de posición y de orden entre el niño y el ambiente se ven reflejadas en la hoja de papel a través de las representaciones de la línea de base y la línea de cielo. El niño va tomando conciencia de que existe un arriba y un abajo. En la parte inferior de la hoja está el suelo, el piso donde se apoyan todas las cosas y la tierra de donde crecen los árboles. En la parte superior de la hoja está el cielo, el sol, las nubes, los pájaros volando.

También la línea de cielo, puede estar representada por una franja arriba de la hoja (2). En ocasiones los niños no trazan la línea de base, pero dibujan sobre el borde de la hoja (4).

La evolución de la expresión gráfica pone en evidencia que las secuencias atraviesan momentos de transición en

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los cuales los dibujos combinan rasgos típicos de la etapa en curso con otros elementos dibujados conforme al nivel anterior o bien al posterior. Por ejemplo, las imágenes (5), (7) y (8) esbozan la representación de la línea de base; sin embargo, todavía hay figuras (las personas, el árbol, el colectivo, el sombrero) que flotan en el espacio.

Los tamaños no mantienen las proporciones reales de los objetos representados, las figuras pueden ser grandes o chicas según el significado personal. Los tamaños más grandes de las figuras humanas en relación con la casa (6), el colectivo (7), o el auto (8) demuestran la importancia relativa que tienen esas figuras para estos niños.

9

9 Las patas de la cama están dobladas para hacerlas visibles. Otra característica formal es el principio de plano y elevación. Hay elementos como la mesita de luz, el armario, la cómoda, que están dibujados de frente, pero la cama (que debería estar en sentido horizontal) aparece elevada (vista desde arriba). Este procedimiento le permite a la niña representar los objetos de acuerdo a las cualidades que son importantes para ella y que desea

mostrar. Nena 7 años 3 meses

10 Nene 7 años 2 meses 11 Nene 7 años 3 meses Representación de espacio y tiempo

Representación de espacio y tiempo

En los dibujos (10) y (11) están representados diferentes episodios de un mismo tema, que sucedieron en distin- tos momentos. A través de los acontecimientos dibujados los niños comunican hechos que son importantes según sus experiencias. Los protagonistas en estos dos dibujos son los mismos, pero aparecen en escenas distintas.

Nene 7 años 5 meses

Cuerpo de frente, cabeza de perfil (perfil mixto)

12 Las primeras representaciones de la figura humana son siempre de frente. Cuando el niño comienza a dibujar de perfil (12), hay una etapa de transición en la cual combina elementos de frente y de perfil, que Di Leo (1974) llama “perfil mixto”. El tronco del cuerpo generalmente se dibuja de frente, mientras que la cabeza

y los pies se dibujan de perfil. 12

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13 Nena 8 años 3 meses, mezcla de plano y elevación 14

En las imágenes (13) y (14) las niñas han recurrido a mezclar los planos gráficos. Algunos elementos están repre- sentados vistos desde arriba: el respaldo de la cama, el arenero, el tobogán, es decir, están elevados. En cambio otros elementos son vistos de frente o perfil (figuras humanas, perchero, maceta, etc.). Este procedimiento permite mostrar las cualidades o las partes de los objetos que son esenciales para el niño y que desea resaltar. Otra carac- terística formal es la orientación de la chimenea (14), perpendicular al techo y no en sentido vertical. Estas formas de expresión son propias de los niños en esta etapa aunque contengan contradicciones visuales.

15 Nene 7 años

El gráfico (15) evidencia elementos no visibles (transparencia). En las transparencias el niño mezcla los conceptos de interior y exterior, con el propósito de representar algo que le resulta valioso, o porque dibuja condicionado por el realismo intelectual. Por este principio sabe cómo están compuestos ciertos objetos o figuras, por eso los grafica aunque no sean visibles al mismo tiempo. También puede observarse en esta imagen la representación de las dos alas del avión, como si se vieran desde arriba, mientras el cuerpo del avión con sus ventanillas se ven de perfil (mezcla de plano y elevación). Otra característica de este dibujo es atribuirle al sol formas antropomórficas. Consis- te en graficar rasgos del rostro humano en un elemento inanimado.

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Nene 8 años Variaciones en el esquema

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16 Éste es el dibujo de un niño de 8 años provisto de un buen caudal creativo e intelectual. La representa-

ción gráfica de la figura humana no tiene nariz (Ítem Evolutivo Esperado, según Koppitz) ni orejas (Ítem Evolutivo Bastante Común, según Koppitz). Cuando le pregunté por los detalles faltantes, inmediatamente reconoció ambas ausencias y justificó por qué no los había incluido. Según su explicación, voluntariamente no le ponía nariz ni orejas, porque quería darle “una forma particular” a su dibujo. Se puede advertir que el niño concentraba su atención en aquellos detalles subjetivamente relevantes para lograr la expresión facial deseada, sin desconocer lo que había omitido.

De ese dibujo podemos deducir que tuvo la intención de destacar los ojos (como rasgo vinculado con el contacto social) y la boca (como rasgo relacionado con distintas necesidades, entre ellas la de nutrición) porque constituyen partes importantes para él. Este niño realizó variaciones deliberadas en el esquema del hombre, con el objetivo de construir un modelo afecti-

vamente significativo para él.

Etapa del realismo (9 a 12 años aproximadamente)

Durante esta etapa el niño descubre que es miembro de una sociedad. Va tomando conciencia de que se puede hacer más en grupo que solo y cobra importancia la interacción social. Se obser- va un creciente desarrollo de la independencia social respecto de los adultos. Estos sentimientos de independencia suelen estar en conflicto con los deseos de los padres u otros adultos, que no quie- ren abandonar la supervisión sobre ellos. El niño de esta edad va pensando en términos sociales a considerar las opiniones de los demás. El cambio que lo aleja del pensamiento egocéntrico se va dando lentamente.

El esquema ya no es adecuado para representar la figura humana. Durante la etapa esquemática la figura humana era una expresión generalizada del hombre, ahora está interesado en expresar características vinculadas al sexo, con detalles distintos para los chicos y las chicas.

Hay un acercamiento a la realidad visual y comienzan a uti- lizar otros medios de expresión para acentuar algo. Por ejemplo, una acumulación de detalles en aquellas partes que son emocio-

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nalmente significativas. La mayor toma de conciencia respecto de los detalles y el mayor interés por ellos puede llevarlo a dibujar una mano distinta de la otra. Esta preocupación por los detalles a veces hace que el todo parezca distorsionado.

Critican como artificiales los dibujos del tipo rayos X o los que utilizan el procedimiento del doblado. Como esas representacio- nes son primordialmente subjetivas, los niños que van adquirien- do mayor toma de conciencia ya no las consideran apropiadas.

Comienzan a evitar el recurso de la exageración de etapas anteriores y aparecen proporciones más naturales.

De los 9 a los 12 años, el niño se aleja gradualmente de su dependencia con respecto a lo concreto y comienza a manejar conceptos abstractos. Tiene la habilidad para distribuir varias imágenes sobre una hoja de papel de modo que tengan relación entre sí. Esto significa que está en condiciones de manejar esos objetos simultáneamente y no de ordenarlos solamente sobre una línea.

El paso de la línea de base única al descubrimiento del plano es bastante rápido. La etapa de transición puede apreciarse en dibujos que incluyen varias líneas de base; el espacio entre esas líneas de base aparece lleno. De todos modos, la línea de base comienza a desaparecer y los árboles y las casas no se dibujan solamente sobre esa línea.

También encontramos que la línea del cielo ya no es una línea trazada en la parte superior del dibujo, sino que ahora se extien- de hacia abajo y gradualmente asume el significado de horizonte, aunque todavía no ha desarrollado una percepción visual de pro- fundidad. Aparece el concepto de superposición y descubre que un objeto puede cubrir a otro.

Adquiere mayor sensibilidad hacia las diferencias y semejan- zas de los colores; sin embargo no puede considerarse una ver- dadera percepción visual porque todavía no hay una conciencia particular de luz y sombra; tampoco hay intentos por representar reflejos en el color o pliegues en la ropa.

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1 2 Nene 9 años

3 4

5 6

7 8

Nene 9 años 10 meses Persona bajo la lluvia Nena 10 años 3 meses

Varón 11 a 5 m Nene 9 años 8 meses

Nene 9 años 6 meses

Varón 11 años 7 meses Nena 9 años

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En la etapa del realismo las figuras humanas tienen características distintivas según correspondan a personajes femeninos o masculinos. Los niños de estas edades se interesan por dibujar los detalles particulares según sus conocimientos. Por ejemplo, las nenas en (1) y (4) incluyeron accesorios (moño, cinturón, colgante, pulsera), impermeable con botones, botas, paraguas, lluvia y un remolino. El varón que graficó los autos de carrera (3) se ocupó de los detalles correspondientes a los vehículos y a la pista. Este proceder evidencia claramente los procesos de pensamiento de estos niños y que cada vez son más conscientes del medio que los rodea.

Hay niños que dibujan figuras de historietas como Superman (5) o la Tortuga Ninja (6); otro niño se interesó por dibujar un personaje desempeñando un rol social: el buzo (7).

En esta etapa, las imágenes en la hoja son distribuidas espacialmente de tal modo que mantengan una relación armoniosa entre sí. Se puede apreciar también que los niños, a medida que evolucionan, le otorgan importancia a los dibujos realistas e intentan que las proporciones sean más naturales.

El niño que hizo el dibujo (8) revela un buen desarrollo perceptivo, se apartó de la representación de la línea de base e inició los primeros pasos hacia el reconocimiento de la profundidad; los árboles están delineados de tal manera que respetan cierta perspectiva visual. Otro indicio de la percepción visual está expresado por el reconocimiento de la superposición de las figuras, por lo tanto los árboles dibujados en el frente cubren parcialmente a los que están detrás. El sol aparece con rasgos humanos.

Etapa del razonamiento (12 a 14 años aproximadamente) Esta etapa marca el fin de la actividad gráfica espontánea y comienza un período de razonamiento en el que se hacen más críticos de sus propias producciones. Es un período de grandes diferencias individuales, no solamente en lo físico sino también en el área mental, emocional y social. Se trata de una edad en la cual se desarrolla la capacidad para el pensamiento abstracto y además cambian las expectativas sociales, creando una nueva perspectiva del mundo. La atención está centrada en el producto final, una pintura será calificada, no por el esfuerzo de su reali- zación, sino por el aspecto visual que presenta.

La representación de la figura humana sufre variaciones acor- des con la creciente toma de conciencia y la preocupación por los cambios que experimentan en ellos. Por lo general las caracte- rísticas sexuales de estos dibujos son exageradas, evidencian la preocupación por el desarrollo físico. Lo contrario también podría ocurrir, es decir la ausencia de esos rasgos en los dibujos, lo cual indica el temor por esos aspectos.

Aunque los dibujos realizados pueden resultar parecidos a los de etapas anteriores, ahora tratan de lograr un mayor rea- lismo, agregando detalles referidos a la ropa, a los rasgos facia- les, al estilo del peinado, incluyendo las articulaciones en los dibujos de la figura humana. Hay más conciencia de la aparien- cia variable de la ropa o las telas cuando se doblan o se arrugan,

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cuando las luces y sombras cambian o cuando el cuerpo está sentado.

Otros jóvenes prefieren hacer caricaturas (de padres, maestros, etc.) y representar la figura humana a través de dibujos satíricos.

Posiblemente una de las tareas más difíciles sea la de dibujar- se a sí mismo. Tienen dificultades para llegar a acuerdos sobre sus propios rasgos y características, lo cual sumado a su capaci- dad crítica, los vuelve a veces reticentes a dibujar.

Uno de los principales descubrimientos a esta edad es que el tamaño de los objetos distantes se reduce. Aprecian el espacio en sus cualidades tridimensionales, descubren la posibilidad de hacer los dibujos con esta ilusión de profundidad. Van teniendo una creciente conciencia visual del ambiente y tratan de recrear los elementos dibujados con la mayor precisión posible. Algunos se esfuerzan por respetar en los dibujos las proporciones correc- tas, las variaciones de luz, las perspectivas correspondientes, etc.

En esta etapa tienen un sentido intuitivo del color y del diseño.

El color tiene efectos emocionales sobre la persona, tales reacciones ante el color suelen estar determinadas por asociación con experien- cias personales pasadas. Por ejemplo, el rojo para un joven puede significar horror porque lo asocia con sangre, en cambio para otro el rojo puede tener otro significado según su experiencia individual.

Los cuadernos suelen estar llenos de diseños, a menudo se relacionan con los nombres propios o de cosas, por ejemplo dise- ña su propio nombre con letras de fantasía. A veces los dibujos se refieren a partes del cuerpo que aparecen como grotescas o bien pueden hacer sólo bosquejos (figuras sin demasiada definición).

– Tipos gráficos

Hacia los 12 años comienza a diferenciarse dos tipos de crea- ciones artísticas, que Lowenfeld llamó tipo visual y tipo háptico como dos estilos opuestos de la expresión creadora.

• Tipo visual

La persona con mentalidad visual se relaciona con el medio a través de los ojos, las estimulaciones visuales son esenciales.

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El tipo visual es un observador que contempla lo que ve, captan- do primero la impresión de un objeto, la forma en general, para luego detenerse en los detalles, incorporando finalmente todo al conjunto. Se siente atraído por las variaciones que sufren las for- mas según la influencia de la luz, la sombra, el color, la distancia.

Se inclinan por los efectos cambiantes del color y advierten que un color cambia, que no es igual según la intensidad de la luz. Por eso el color verde del pasto no será igual un día soleado o nubla- do. Para este tipo de mentalidad, son importantes las proporcio- nes correctas, los matices y las cualidades tridimensionales.

• Tipo háptico

La persona con mentalidad háptica se preocupa por sus sen- saciones corporales y sus experiencias subjetivas que la afectan emocionalmente. Utiliza las sensaciones musculares, las expe- riencias kinestésicas y las impresiones táctiles para establecer una relación con el mundo exterior.

Los tamaños y las formas se determinan por la importancia que tienen para la persona. El tipo háptico es menos objetivo y más personal, tanto en las proporciones, los detalles, las luces y el espacio según el impacto emocional que tengan para el sujeto.

El color que utilizan no responde a la percepción visual, sino que reaccionan emocionalmente al color. Es un arte más subjetivo.

Las mentalidades extremadamente visuales y extremada- mente hápticas son relativamente raras, en general se encuen- tran ambas tendencias en diversas proporciones.

2

1 Varón 14 a 7 m Varón 12 años

(21)

Varón 5 años Caricatura mujer 13 años

Varón 13 años D.L.

3 4

5 6

Mujer 16 años Visual

7

Mujer 14 años

8

Varón 17 años Háptico

El dibujo de la figura humana realizada en estas edades refleja rasgos sexuales como producto de los cambios corporales que experimentan estos jóvenes. Incorporan detalles tales como articulaciones, musculatura, vello masculino, etc. (1). Algunos dibujos se distinguen por las características grotescas de las figuras humanas en las cuales se exageran ciertas partes (nariz, orejas, pelo, etc.), o por la representación de caricaturas como una actitud evasiva ante el contenido humano real (2), (3) y (4).

Hay jóvenes que suelen hacer dibujos abstractos, sin ningún tipo de figuración. El elemento estructural del grá- fico prevalece sobre el contenido. En general los dibujos de tipo abstracto se componen de rasgos geométricos variados como puede verse en (5). En esta etapa algunos/as jóvenes grafican respetando las cualidades tridi- mensionales del espacio. En el dibujo (6) puede observarse la profundidad de la habitación y las figuras humanas destacándose del fondo.

7 y 8: Cuando los dibujos son de tipo visual, las figuras representadas en forma realista se ajusten a la percepción visual. Esta expresión utiliza el sombreado para distinguir los distintos matices de luz y color y las distancias espa- ciales para realzar los efectos de profundidad (7). Los dibujos de tipo háptico son diseñados con tamaños, detalles y proporciones según el impacto emocional que la representación gráfica tiene para el sujeto, es decir que dibuja de acuerdo a lo que siente acerca de lo que está haciendo (8).

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3. Cuadro resumen de la expresión gráfica

Se sintetizan a continuación los conceptos centrales de la expre- sión gráfica correspondientes a la clasificación de Lowenfeld en cada franja etaria. Recordemos una vez más que las etapas des- criptas solo proporcionan un marco orientador para comprender características psicológicas y del desarrollo en los niños a través del dibujo.

Etapa del garabato (2 a 4 años aproximadamente)

Garabato desordenado

– Trazos sin sentido.

– Longitudes y direcciones variables.

– No tienen control motor preciso.

– No tienen control visual sobre lo que hacen.

– A veces dibujan sin mirar.

– No pueden controlar ni el punto de partida ni el punto de llegada.

– No intentan representar algo.

Garabato controlado

– Hay relación entre los movimientos que hacen y los trazos.

– Los trazos son líneas verticales, horizontales o círculos.

– Los trazos son largos.

– Es raro encontrar puntos o pequeños trazos.

– Les gusta llenar toda la página.

– Los garabatos son más elaborados.

– El goce proviene de la sensación kinestésica y de su dominio.

Garabato con nombre

– Les dan nombre a sus garabatos.

– Evidencian capacidad creadora.

– Dibujan con intención.

– Disfrutan del movimiento físico.

– Pueden dibujar con alguna idea.

– No tienen una idea preconcebida del aspecto final de su dibujo.

– Acompañan los garabatos con descripciones verbales.

– Uso exploratorio del color.

Etapa pre-esquemática (4 a 7 años aproximadamente) – El pre-esquema del DFH es el renacuajo o monigote.

– Espacio: orden arbitrario.

– Tamaño: relativo, según juicios de valor.

– Uso arbitrario del color.

– Los dibujos buscan la analogía con el objeto real.

– 4 años: formas reconocibles.

– 5 años: casas, árboles, personas, etc.

– 6 años: dibujo de la figura humana más elaborado, dibujos distinguibles y con algún tema.

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Etapa esquemática (7 a 9 años aproximadamente) – Adquieren el concepto de forma.

– Esquema = concepto sobre un objeto (auto, hombre, pájaro).

– Concepto = conocimiento activo sobre un objeto (lo que saben).

– El esquema es flexible, puede tener variaciones.

– Esquema ≠ repetición estereotipada.

– Hay orden en las relaciones espaciales.

– Hay orden de tamaño.

– Representación bidimensional.

– Representación gráfica más objetiva.

– Importancia de los detalles.

– Conciencia de la relación entre el niño y el ambiente:

- Línea de base.

- Línea de cielo.

– Doblado (aplanamiento).

– Representaciones de espacio y tiempo.

– Dibujos tipo rayos X (transparencias interior-exterior).

– Mezcla de plano y elevación.

– Variaciones del esquema:

- Exageración de partes importantes.

- Desprecio o supresión de partes no importantes.

- Cambio de símbolos para partes afectivamente significativas.

– Uso convencional del color.

Etapa del realismo (9 a 12 años aproximadamente) – Descubren que son miembros de una sociedad.

– Reconocen que se puede hacer más en grupo que solos.

– Se van alejando de lo concreto.

– Pasan de la línea de base al descubrimiento del plano.

– La etapa de transición es cuando incluyen varias líneas de base.

– La línea de base comienza a desaparecer.

– La línea de cielo se extiende hacia abajo.

– Toman conciencia de la superposición de los objetos.

– DFH diferenciado sexualmente.

– Mayor conciencia de los detalles.

– Las proporciones son más naturales.

– Evitan las exageraciones anteriores.

– Creciente sensibilidad a las diferencias y semejanzas de los colores.

Etapa del razonamiento (12 a 14 años aproximadamente) – Se vuelven críticos de sus producciones artísticas.

– Les interesa el producto final.

-– Tienen mayor conciencia del mundo.

– Desarrollan el pensamiento abstracto.

– En DFH aparecen características sexuales exageradas.

– Mayor conciencia de las variaciones de la ropa (dobladas, arrugadas, gastadas).

– Mayor conciencia de los detalles (en ropas, peinados, rasgos faciales).

– Inclusión de articulaciones.

– Caricaturas de maestros, padres.

– Es un momento difícil para dibujarse a sí mismos (autorretratos).

– Representación de profundidad o perspectiva.

– Dibujos de diseños y logos.

– Tipo visual (proporciones correctas, cualidades tridimensionales, advierten los efectos cambiantes del color:

matices).

– Tipo háptico (más subjetivos en las proporciones, los detalles, el espacio y el color).

Referencias

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