El documento de acreditación de la carrera de Sociología sus verdades y mentiras desde un estudiante
El pensar debe "intentar esclarecer los supuestos tanto materiales como intelectuales que habitualmente son aceptados sin discusión alguna, y que imprime fines humanos a todas aquellas relaciones cotidianas que son
realizadas y justificadas casi ciegamente
1"
Max Horkheimer Me han dicho que las fortalezas de esta carrera son clasificables en dimensiones institucionales, estudiantiles, estructura organizacional, administrativa y financiera, integridad institucional, recursos humanos, efectividad del proceso de aprendizaje, etc.
Estas han sido caracterizadas para adquirir un status necesario dentro del proceso de acreditación de forma meramente inconsciente e imprecisa. No sabemos si esto radica en el oportunismo, el ardid, la mentira o la simulación, o en un proceso incompleto, mediocre que aún se lleva acabo y que se a puesto prueba en forma intermitente frente a la reacción de los estudiantes. Sospechamos de la existencia de la última, ya que la primera se hace mucho mas fácil y cómoda para un proceso que no requiere mayor opinión e interrupción en la planificación centralizada.
Simplemente se ha manoseado y usurpado la realidad de la carrera de sociología en pos de una búsqueda de acogida en los planos del desarrollo institucional de la misma. Pero ¿a qué se deben estas mentiras? ¿Cómo se interpretan las mentiras emanadas de parte de una comisión de acreditación para seducir la inversión? Son preguntas que relucen a la hora de atribuir fortalezas y debilidades a una organización que, dadas sus mismas características, no puede atribuirse un rol definido, ya que este no esta determinado en la práctica, y una connotación de fortalecimiento inexistente en materia pedagógica-académica como en términos administrativos. Sinceramente se han realizado afirmaciones sin sopesar la gravedad de los enunciados, e implicando a los estudiantes como cómplices de un proceso participativo que no involucra sus expectativas, sino su legitimidad.
Podrimos descuartizar este texto en varias partes, y ver la presentación emitida desde distintos enfoques, pero las partes están hechas para ser comprendidas por y en la totalidad, así que es necesario comprender la formulación del documento desde una perspectiva que implique las simulaciones que se han llevado a cabo en función con las expectativas de la sociedad en su conjunto.
1. Sociología y sociedad
El trabajo discursivo realizado de parte de la comisión de acreditación, trata de demostrar a través de las supuestas fortalezas de la carrera que adquirimos un rol decidido con la sociedad, que somos un producto necesario y que tenemos una especificidad que nos es propia, y esta a la vez es valorada por el capital (llámese empresarios, empresas, etc.).
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M. Horkheimer, Teoría Crítica, traducción E. Albizu y C. Luis, Amorrortu, Buenos Aires, 1974; pp.272-
289.
El dejar patente en el texto que la sociología tiene un entramado mercantil, lo supone como fortaleza que la hace fundamento esencial para la inversión en la carrera (cosa que no nos ha de extrañar, ni tampoco podemos decir que es ilógica en la política de mercado), pero lo que podemos extraer es que la carrera trata de posicionarse frente al mercado como una mercancía de calidad, un bien que satisface al mercado y que, por lo tanto, satisface a los consumidores. ¿Podemos presumir esto directamente? NO, es imposible y oportunista el acallar a los “consumidores” (o estudiantes) en pos de las decisiones de mercado.
El radicalizar la veneración a la carrera de sociología en torno a su compromiso social es burdo e inexistente en la práctica de ésta carrera. La responsabilidad social y el compromiso social son términos que provienen de la inversión privada y no tienen un aliciente demarcado en cuanto a la existencia de un fundamento teórico práctico de la existencia de la universidad en pos de la política social, sino que abre controversias acerca del verdadero “sentido” de la universidad y ha su demarcación conceptual. Esto es lo que sucede con la carrera.
Pero seamos más precisos ¿cuáles son nuestras fortalezas en torno a la relación sociedad/sociología? Proyectos! Se le vendrá a la mente a algunos el papel de intervención social de los ramos de laboratorio I, II; etc. Pero ¿Dónde realmente se encuentra la base de éste trabajo si no es en el sustento ético-moral que se encuentra inexistente en ésta carrera?
Claro, todos diremos sí, muy de acuerdo, eso es lo que necesitamos, y llegamos al posicionamiento de la ausencia de una lógica humanista dentro de la educación, acusándola como una de nuestras debilidades. ¿Qué significa eso en realidad? La verdad me parece que no se forman humanos hace bastantes años en estas salas, y que la mecanización del conocimiento técnico está invadiendo las aulas. Incluso en el conocimiento sociológico.
Entonces ¿Cómo cohabitan el compromiso social y la ausencia de un proceso humano de formación profesional? En la carrera de Sociología, haciendo sociología de lo inerte, de los números, de los costos y beneficios, sin contar con la desaparición del sujeto. Es decir, buscamos lo irreconciliable por hacer un juego semántico que parezca agradable un proceso político que no se decide por, o privatizar la educación estatal o fortalecer su educación pública. Lo humano se pone como la antesala a un juego mediático y reconciliador en el proceso de formación democrática; es la intersección a la que aduce la opinión pública en general, pero que políticamente no es solventada por nadie.
Que me acribillen y me borren de la faz de la tierra los académicos, auxiliares y estudiantes,
pero esta carrera se está construyendo en pos del beneficio privado y no del social, dentro
de esta óptica no podemos hablar de compromiso social más que como instrumento de
legitimación de currículum que se asocia al éxito de “sacar la carrera”. Eso no es
compromiso social, es mezquina y burda aprovechamiento de la necesidad social del cual la
acreditación se ha hecho parte. Esto es porque la universidad está organizada al igual que la
economía para la acumulación y no para la distribución de amplia de bienes culturales,
sino para su producción y acumulación por parte de una clase empresarial y de la nueva pequeña burguesía
2. Esto nos abre paso a la siguiente discusión.
2. Malla curricular y sociología
Si me lo permiten seguiré con éste punto que en verdad es conflictivo en la formación y educación de los futuros sociólogos y sociólogas que cursan las aulas de la Universidad de la Frontera.
El dar por sentado que sostenemos un fortalecimiento en la malla curricular y no analizar los contenidos que específica esta malla, o al contrario haber destacado la estadística, la teoría sociológica y la intervención social nos parecen de carácter instrumental. ¿a qué me refiero con esto? A que la poca demarcación e incomprensión de los contenidos de las materias especificadas pueden conducir a amplias equivocaciones y mal interpretaciones de parte del lector, el cual en este momento se sitúa en la comprensión del estudiante egresado como un instrumento técnico del capital. Esto no es extraño, pero es necesario abordarlo desde las que parecen ser nuestras fortalezas en el área curricular.
No podemos decir que poseemos una fortaleza curricular, ya que vemos que la estructura de la malla no está llamada a obedecer a un patrón delineado y estructurado en función de un perfil de estudiante de sociología, sino que es el currículum del no perfil-perfil. Esto se interpreta como la necesidad de una opción pluralista de las ramas de la sociología, pero que a la vez muestra inconexión de la estructura curricular que no es entendible ante los ojos y comprensión de un estudiante de primer año. El conocimiento adquirido, y la conciencia de la existencia del no conocido, abre expectativas en los alumnos, y reflexiones que llegan a solicitar una reformulación de la malla. Pero ¿en que consiste esta transformación de la malla?
Sabemos que no solamente existentes presiones internas, sino que en cierto sentido las que priman en la reformulación de una malla son las externas. ¿Cómo es eso? Entendemos desde lo interno quienes atraviesan como sujetos educados y educadores en la producción y acumulación directa de conocimiento sociológico o de bienes culturales; mientras que lo externo es entendible desde las presiones del mercado y el estado (que son dispares, pero complementarias
3), incluyendo la educación competitiva, los sistemas empresariales, la educación universitaria, el futurismo, la base cada vez más importante de las matemáticas y el desarrollo de los currículums científicos, etc. Todo esto y más anuncia el papel de la intervención estatal (a veces cubierto y otras muy claro) en al enseñanza, para intentar elevar al máximo la producción de agentes y conocimiento básico para una economía injusta
4. Siempre desde la perspectiva de la exigencia de racionalización y
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Michel W. Apple. Educación y Poder. Temas de Educación. Piados/M.E.C. Buenos Aires. Argentina. Pág.
71.
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No podemos profundizar aquí el tema, pero recomendamos leer a Michel W. Apple. Educación y Poder.
Temas de Educación. Piados/M.E.C. Buenos Aires. Argentina. Capítulo Conocimiento Técnico, Discrepancia y estado: la acomodación de la cultura, Apartado El papel del Estado. Pág. 67-74.
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Michel W. Apple. Educación y Poder. Temas de Educación. Piados/M.E.C. Buenos Aires. Argentina.
Capítulo Conocimiento Técnico, Discrepancia y estado: la acomodación de la cultura, Apartado El papel del
democratización del sistema educativo, pero a la vez de una racionalización definida desde el sistema económico y de una democratización definida desde el sistema político que se contraponen y hacen que algunos actores políticos terminen siendo resignados al mundo de la utopía y de la violencia.
La forma en que seguimos destacando la labor del MECESUP en torno a la implementación de recursos materiales, infraestructura, etc. Para el desarrollo de las ciencias sociales, no hace más que demostrar que el proyecto de dar una formación que aglutine a los primeros años de cuatro carreras, responde a la homogeneidad con que se le desea situar a las ciencias sociales, evitando el trabajo específico en el desarrollo de la disciplina sociológica.
He ahí la sociología del futurismo doctrinario en las ciencias sociales.
3. ¿Propósitos y metas institucionales?
Difícil cuestionamiento se debe superar en este punto, ya que se dirige principalmente a las características de la educación misma entregada y a las particularidades de la actividad pedagógica de acuerdo a metas institucionales que en la praxis no integran la conceptualización realizada por los estudiantes. A esto me refiero cuando se ve que la carrera de sociología llama a paro de actividades por alrededor de un mes, siendo este un proceso constante hace más de una década, entonces ¿cómo se puede decir que la carrera como tal comparte los objetivos y metas de la institucionalidad? ¿Es éste un error casual o una falta de análisis de las condiciones políticas en que se desarrolla la carrera?
Una aseveración más seria resulta ser la afirmación de la existencia de quiebres en la forma en que la institucionalidad formula metas y la aceptación de la misma de los sujetos- actores, ya que de lo contrario estaríamos siendo inconsecuentes con los fenómenos de rebeldía que caracterizan a nuestra carrera y nuestra Facultad. Por ello el sostener un definición de carrera desde las metas institucionales no tiene real sentido, ya que si deseamos conceptualizar a la carrera como las relaciones formales existentes entre el sector burocrático administrativo y el gobierno central, no llegaremos a captar la composición real de la carrera (en sus tres estamentos), en su actividad académica, pedagógica y política.
Siempre debemos tener en cuenta que “sería imposible un pensar que trascendiera las formas dominantes de la actividad científica y, por ello, el horizonte de la sociedad actual.
El pensar debería, antes bien, aceptar modestamente las tareas que le plantean las necesidades, siempre renovadas, de la administración y de la industria... Si estas tareas...son útiles a la humanidad en el momento histórico actual, o si la organización social que las engendra es adecuada para el hombre, he ahí preguntas que, a los ojos de estos filósofos...
son materia de decisión personal, de valoración subjetiva; están subordinadas al gusto y al temperamento del individuo
5". Y es a partir de éstas consideraciones que podemos relacionar objetivos y metas para el desarrollo científico crítico de la sociedad. Pero siempre considerando las concepciones de valoración de los actores, ya que sino la
Estado. Pág. 70.
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