Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales. Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 1

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 1

Sombras y Realidades de las leyes

Ceremoniales

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 2

Sombras y Realidades de

las leyes Ceremoniales

INTRODUCCION:

“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año hacer perfectos a los que se acercan… Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados” Hebreos 10:1 – 2.

Los Judíos habiendo quedado con sus ojos cegados y su espinazo agobiado no pudieron entender el significado espiritual de la ley ceremonial, todas aquellas actividades anuales que se hacían eran solamente sombra, no realidades, “cosas que consistían solo en comidas y bebidas de diversas abluciones (lavamientos) y ordenanzas de la carne impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas” Hebreos 9:10

Diferencia entre los Diez

Mandamientos y las Leyes

Ceremoniales

Sabemos bien que la Iglesia del Señor nació dentro del judaísmo y por ello al principio los judaizantes tomaron esto como coyuntura para tomar ventaja sobre la incipiente

Iglesia que en las primeras décadas estuvo formada solamente por judíos, y estos lógicamente tenían encarnado en su mente aquellas prácticas judaicas.

En los primeros años la Iglesia sufrió tremendas confusiones debido a que no estaba bien claro que se debía observar y que no de lo que se encontraba registrado en la ley de Moisés; esto dio pie a varias divisiones ideológicas en la Iglesia de Dios: “Entonces algunos

que venían de Judea enseñaban a los hermanos: si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos de ellos, a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión” Hechos 15:1 – 2. La situación se volvió

confusa: “Porque algunos de la

secta de los fariseos, que habían creído se levantaron diciendo: es necesario circuncidarlos (a los gentiles) y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto” Hechos 15:5 – 6.

¿Qué es la Ley de Moisés?

Eran los seiscientos trece preceptos que según Maimónides después codificó, y entre esos preceptos estaban las leyes ceremoniales, la ley del sacerdocio y tantas cosas más; leyes estas que solamente

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eran un Ayo para llevarnos a Cristo: “De manera que la ley ha

sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fé. Pero venida la fé, ya no estamos bajo ayo (bajo esa ley)” Gálatas 3:24 – 25. Por

eso Pablo lo consideraba como rudimentos. Los gálatas cayeron en esa esclavitud y les dice: “Mas

ahora, conociendo a Dios o más bien, siendo conocidos por Dios ¿Cómo es que volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros” Gálatas 4: 9 – 11.

Fue en el Concilio de Jerusalén donde se discutió este tópico muy fuerte y serio por cierto, los apóstoles con ayuda del Espíritu Santo llegaron a la siguiente conclusión: “Y después de mucha

discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un

yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Hechos 15:7 – 10

. El apóstol Pedro consideró que

los fariseos convertidos a la gracia de Jesucristo estaban tentando a Dios porque ellos querían imponer aquel sistema ceremonial que nunca sus padres y peor ellos habían podido llevar, y Pedro

mismo señaló aquel sistema

ceremonial como un yugo porque la ley exige hacer las cosas al pie de la letra, sino lo hacen justamente como ella indica, hay problemas muy serios, recordemos el caso de Nadab y Abiu, agregaron algo que en la ley del culto Dios no había mandado, todos sabemos lo que les sucedió, por eso Pedro consideraba esa ley como un yugo, como una pesada carga que ni ellos habían podido llevar ¿Por qué entonces insistir que los gentiles convertidos se lo pusieran?, repito, hay que hacer todas las cosas al pie de la ley de lo contrario aquella forma de

adoración se volvería una

maldición, eso se lo dijo Pablo a los gálatas: “Porque todos los que

son de las obras de la ley, están bajo maldición. Porque escrito está: maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley para hacerlas” Gálatas 3:10,

Los judaizantes por pretender vivir con los dos sistemas, el de la gracia y el levítico se estaban ganando una maldición porque no

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estaban haciendo todo lo que la ley decía que había que hacer y hacían un mix con la doctrina de Jesucristo, por eso Pablo les aplica lo dicho por la misma ley.

“Más si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para el Eterno, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella” Éxodo 12: 48, por eso es que

los convertidos judaizantes presionaban que los gentiles

cristianizados tenían que

circuncidarse. Hoy hay muchos de corazón sincero, pero sinceramente equivocados que pretenden hacer un remedo de las celebraciones anuales de Israel y tentando a Dios no se circuncidan, no celebran tales ceremonias como la ley ordena y que no digan que ahora la circuncisión es en el corazón porque la ley no estaba hablando de una circuncisión espiritual sino carnal.

Por eso fue que el primer punto a discutir en aquel Cónclave fue la circuncisión, porque dependía de ese rito para poder ser aceptados por Dios y tener derecho a las celebraciones y demás ceremonias.

¡LA LEY NO ACEPTA

REMEDOS!

Por eso el Concilio de Jerusalén acordó: “Ha parecido bien al

Espíritu Santo, y a nosotros, no imponer ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de ahogado, y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien” Hechos 15:28 – 29.

El concilio de Jerusalén entendió que la circuncisión ya no tenía valides, y si la circuncisión concluía entonces toda aquella

estructura religiosa de

celebraciones anuales igual quedaba suspendida porque sin la circuncisión no se podían celebrar, y si se hacía no era más que un remedo, pues está escrito: “… y lo

incompleto no puede contarse” Eclesiastés 1:15, así que pretender

celebrar estas ceremonias sin todas las estrictas ordenanzas de la ley es engañarse y engañar también al pueblo.

La doctrina del judaísmo estaba tan arraigada entre los judíos que aun Pedro y otros apóstoles les costó al principio liberarse de esos

Para celebrar las fiestas anuales y participar de las solemnidades de Israel que

era la parte toral de la ley ceremonial la cual ya dijimos

solo había servido como ayo (niñera) para llevarnos a Cristo, ningún gentil podía

participar de esas

solemnidades a no ser que los extranjeros se circuncidaran.

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lazos. Pablo les cuenta a los gálatas el altercado que tuvo con Pedro por esta situación: “Pero

cuando Pedro vino a Antioquia, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Porque antes que viniesen unos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; mas después que vinieron, se retraía y se apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión. Y a su disimulación consentían también los otros judíos; de tal manera que aun Bernabé fue también llevado de ellos en su simulación. Más cuando vi que no andaban derechamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: si tú, siendo Judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿Por qué constriñes a los gentiles a judaizar? Gálatas 2:12 – 14. Pedro había ya

entendido el nuevo sistema de adoración en que estaban viviendo los gentiles convertidos, él ya no vivía como judío pero cuando llegaron los de la circuncisión dejó a los cristianos gentiles, y esto disgustó a Pablo. Mediante este incidente podemos ver lo difícil que fue para los apóstoles, y para los judíos convertidos a la nueva fe poderse liberar de aquella vejez de letra, del ritualismo, y de todas esas ceremonias.

Pablo fue el hombre inspirado por Dios para comprender bien esta

transición del Judaísmo al

Evangelio de Cristo, y él escribió:

“La circuncisión nada es, y la

incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios” 1 Corintios 7:19. La Iglesia

de Dios tuvo ese problema en los principios y en todos los tiempos siempre se han levantado personas queriendo desclavar aquellos ritos que Jesús clavó en la cruz:

“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contrario, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” Colosenses 2:14. Cuán importante

es para nosotros tener un concepto claro y definido de lo que quedó vigente de aquella ley y no dejarnos influenciar ni impresionar y mucho menos dejarnos arrastrar

como Pablo lo dijo: “No

atendiendo fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad” Tito 1:14.

Las fábulas judaicas suenan agradables al oído, como estas: “mi apellido es de origen judío”, otros usan la estrella de seis puntas y dicen que esa era la estrella de David, y otros hasta se atreven a usar la bandera y el himno nacional de Israel, pero la verdad del asunto la desnuda Pablo: “Ya

no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” Gálatas 3:28.

Fiestas Anuales y el

Sábado Semanal.

Este tópico es sumamente

importante conocerlo por dos grandes razones:

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1) Los dominicales enseñan fuertemente que el sábado quedó abolido porque es parte de los ritos en la ley de Moisés; y

2) Por el otro lado tenemos a los que celebran las fiestas anuales, argumentando: que si celebramos el sábado semanal entonces estamos obligados a celebrar las fiestas o sábados anuales, porque también estos son sábados.

EXPLICACION:

El sábado semanal no tuvo absolutamente ninguna relación con los sábados anuales, porque este fue santificado en el séptimo día de la creación, y los sábados anuales aparecieron hasta cuando Moisés organizó a Israel como Nación, esto quiere decir que los patriarcas, comenzando desde Abel, Enoc, Noe, Sem, Abraham, Isaac, y Jacob, no celebraron ni conocieron los sábados anuales, ellos vivieron en el sacerdocio de Melquisedec y en este sacerdocio

no se practicaron esas

celebraciones; estos sábados anuales aparecen como fiestas nacionales para la nación de Israel según la carne, y el séptimo día fue santificado como un mandamiento Universal, apareció antes que Israel fuese formado como nación, Jesús dijo: “El sábado fue hecho

por causa del hombre” Marcos 2:27. Ya en el nuevo pacto, cuando

los apóstoles se refieren a estas

ceremonias o fiestas nacionales, las aluden como fiestas de los judíos: “Después de estas cosas

había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén” Juan 5:1. “Y estaba cerca la fiesta de los

judíos, la de los tabernáculos”

Juan 7:1 – 2. Note el lenguaje que

el apóstol usa, aunque él era israelita se excluye de este ritual y señala esta fiesta como Fiesta de Judíos; lógicamente que cuando Juan escribió su Evangelio ya habían pasado varias décadas de la muerte de Cristo. El apóstol conociendo que aquel sistema sacerdotal y ceremonial había sido suspendido, el valor que le da a esas fiestas es como “Fiesta de los Judíos”. Ya era una simple costumbre de aquel pueblo, no así cuando se refiere al sábado semanal.

El sábado semanal apareció antes que el hombre pecara, antes que se hicieran sacrificios por el pecado, el séptimo día sábado apareció como una realidad, por lo tanto no tienen ninguna relación los sábados anuales con el semanal.

La Pascua

Todos sabemos que la pascua se celebraba a los catorce días del primer mes del año sagrado, muchas veces decimos equivocadamente que esa noche los hijos de Israel salieron de Egipto, pero no es así. Ellos salieron hasta el siguiente día o

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 7 sea el quince de Abib. Los

israelitas celebrarían por siempre esta noche porque Dios los había librado de morir en Egipto: “Cuando entréis en la tierra que el Señor os dará, como prometió, y guardaréis este rito, y cuando dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro? Vosotros responderéis: es la víctima de la pascua del Eterno, el cual pasó por encima de la casa de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró” Éxodo 12:26 – 28

Pero nosotros los gentiles, convertidos siendo parte de la Iglesia de Dios ¿Por qué celebraremos esta noche? Nunca nosotros, ni nuestros ancestros carnales estuvieron esclavizados en Egipto, recordamos el catorce de Nisan no propiamente por la liberación de Israel según la carne, hacemos este memorial en honor a la muerte de Cristo, porque en esa fecha Jesús celebró la nueva alianza, claramente dice Pablo: “Que nuestra pascua es Cristo” 1 Corintios 5:7. Y el mismo Maestro Jesús nos dijo: Que al celebrar esa ceremonia se debía hacer en memoria de Él: “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y lo dio diciendo: Este es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de

mí” Lucas 22:19. Nada dijo acerca del antiguo ritual. Cambió totalmente el perfil ceremonial de la pascua; ya no era para recordar los últimos momentos que los hijos de Israel estuvieron en Egipto; ahora es para recordar la muerte de Jesús.

TODO AQUEL RITUAL QUEDÓ ATRÁS, LAS SOMBRAS TERMINARON Y VIVIMOS EN LA REALIDAD,

como escribió el autor de los Hebreos “… Impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas” Hebreos 9:10

Los Panes sin Levadura

Esta ceremonia se celebraba del quince al veintiuno del primer mes del año, o sea que iniciaba un día después de la Pascua, EL QUINCE DE NISAN O ABIB NO SE TRABAJABA, ERA EL PRIMER SABADO ANUAL y el último día de los panes sin levadura TAMPOCO SE TRABAJABA: “A los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura al Eterno; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día (quince de Abib) Santa convocación tendréis; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis al Señor siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; y ningún trabajo de siervo haréis” Levítico 23:6 – 8. De manera que en estos

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 8 siete días de los panes sin

levadura, el primero y último día eran sábados anuales. Durante este tiempo no se comía pan leudado y había que estar presentando ofrenda encendida u holocaustos (la ley no aceptaba de otra forma estas celebraciones). Recordemos que Jesucristo fue sepultado en las últimas horas del catorce de Abib o Nisán, y se avecinaba el quince, que era el primer sábado anual, el día de la libertad de la esclavitud egipcia: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedaran en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad) Rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí” Juan 19:31 Los Judíos le llamaban pascua a toda la fiesta, desde el catorce hasta el veintiuno de Nisán, y Dios les dice porqué había que hacerse esto: “El primer día habrá Santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras

generaciones, por costumbre perpetua” Éxodo 12:16 -17.

Literalmente nosotros no estamos obligados a recordar esta ceremonia con pan sin levadura, ni guardar estos dos sábados anuales, porque nosotros los gentiles nunca estuvimos esclavizados en un Egipto literal, por eso dijimos al principio que estas fiestas ceremoniales eran nacionales y muy propias para Israel según la carne. Estas fiestas para los hijos de Dios deben ser permanentemente en nosotros, porque que ya sacamos la levadura de nuestra vida que es el símbolo del pecado, y no debemos estarla sacando una vez al año. En Mateo 16:6 – 12 se nos enseña que la levadura es prototipo de falsa doctrina. En la realidad el hijo de Dios fiel y verdadero debe ser un pan sin levadura, nosotros en el espíritu continuamente vivimos en la fiesta de los ázimos: “Limpiaos pues, la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con

panes sin levadura de sinceridad y de verdad” 1 Corintios 5:6 – 7.

Claramente dice Pablo que esto hay que hacerlo ahora con ázimos

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 9 de sinceridad, ya no de harina,

porque es una fiesta no material, sino permanentemente en el espíritu. ¡No nos podemos volver a los viejos rudimentos, aquella ley que fue un ayo para llevarnos a Cristo como escribió Pablo! Si nosotros somos los panes sin levadura, como dice el Espíritu, entonces ¿para qué celebrar ese viejo rudimento? Porque literalmente la Iglesia de Dios gentil nunca estuvo en Egipto.

Nota: Los judíos en el tiempo de

Jesucristo habían trastornado la forma de celebrar la pascua, ya no le daban importancia al 14 de Nizan para ellos era más importante el 15, por eso vemos que cuando menos una buena parte de los dirigentes contaban como pascua desde el 15: “Y llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.” Juan 18: 28., pero curiosamente aunque Jesucristo comía la pascua un día antes que ellos, no los censuró ¿Por qué sería?, Jesucristo no le daba importancia a estas celebraciones como lo veremos más adelante.

¿Por qué se mencionan

los panes sin levadura en

el Nuevo Pacto?

Los judaizantes pueden usar sutilmente esto para hacer creer que la Iglesia de Dios está obligada a guardar las fiestas nacionales de Israel: “Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura” Hechos 12:3. “Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura navegamos de filipos, y en cinco día nos reunimos con ellos” Hechos 20:6. Recordemos que en las primeras décadas de la Iglesia el anuncio fue para los judíos, y los escritores fueron de ese mismo linaje, lógicamente estaban ligados a esa cultura, pero en ninguna manera se presentan esos versículos como una orden para que los gentiles convertidos guardemos los panes sin levadura. Se hace mención pero como un dato histórico para ubicar el tiempo en que sucedieron algunos acontecimientos. Los judaizantes están cayendo en el mismo error de los dominicales que solo porque en Hechos 20:7 se lee que el primer día de la semana se reunieron los discípulos para partir el pan, ellos quieren hacer creer que con esto se está indicando que el domingo es el día del Señor, ¡NO! en ninguna manera. No encontramos un versículo en el nuevo pacto donde

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 10 tácitamente se ordene a los

gentiles convertidos celebrar la fiesta de los panes sin levadura ni ningún otro sábado anual. No así cuando se menciona el sábado semanal se presenta como una orden; con toda razón el evangelista Juan señala esta fiestas como “fiestas de los judíos” Juan 7:2.

La Fiesta del Pentecostés

En el mundo religioso es muy común esta palabra de Pentecostés, la relacionan con cultos bulliciosos y desordenados. “Yo soy Pentecostés” dicen miles de religiosos llenos de euforia. Pero seguramente muchos de ellos no han entendido lo que significa la palabra Pentecostés. En primer lugar debemos estar claros que Pentecostés no es el nombre de la Iglesia que fundó Cristo; este concepto es completamente equivocado. Pentecostés era uno de los nombres de la tercer fiesta anual hebrea, instituida en el sacerdocio levítico: “Y como se cumplieron los días de Pentecostés estaban todos unánimes juntos” Hechos 2:1. Esta palabra viene de un vocablo griego que significa cincuenta días después. Exactamente cincuenta días después que los hijos de Israel celebraban la pascua era la ceremonia de esta fiesta de

gracias, la cual consistía en traer al sacerdocio de Aarón las primeras espigas de trigo o cebada que habían recogido durante la cosecha, ESTA FIESTA ERA PURAMENTE AGRÍCOLA, POR ESO NO SE CELEBRÓ EN EL DESIERTO, porque ya dijimos las ceremonias habían que hacerlas conforme a la ley, si no habían espigas para presentarlas al sacerdote la fiesta no era válida, por eso repito, en el desierto no se celebró: “Habló el Señor a Moisés diciendo: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy y ceguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla de los primeros frutos de vuestra ciega. Y el sacerdote mecerá la gavilla de delante del Señor, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá” Levítico 23:10 – 11 “Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofreciste la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán hasta el día siguiente del día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano al Señor” Levítico 23:15 – 16. La fiesta duraba cincuenta días, y empezaba inmediatamente después de terminar el primer sábado anual el quince de Abib, o sea que a partir del dieciséis iniciaba la fiesta de gracias, y al concluir el quincuagésimo día,

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 11 ese último día era también sábado

anual: “Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo servil haréis” Levítico 23:21

Hemos visto que esta fiesta consistía en llevar los primeros frutos de la cosecha del año al sacerdote de Aarón, por eso es que los israelitas no la pudieron celebrar en el desierto. Hoy es imposible celebrar tal fiesta como ordena la ley, porque esta no consistía en solo hacer un culto o alguna otra forma de adoración, sino que se llevaban las primeras espigas de la cosecha al sacerdote de Aarón de lo contrario la ceremonia no era válida, por eso

en el desierto ellos no la celebraron porque no tenían ninguna cosecha de la tierra, si

llega el quincuagésimo día y nos presentamos para hacer algún culto y alguna fiesta de comida para compartir, eso solo sería un simple remedo, si no hay primeras espigas de trigo y no está el descendiente del sacerdocio Aarónico, eso está incompleto y según la ley es una burla, la ley no permite tal cosa, pues claramente dice: “… Maldito todo aquel que no permaneciere en las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas” Gálatas 3:10. Esto es para los que quieren vivir

conforme aquella ley, veamos un ejemplo: La Iglesia católica dizque celebra el Pentecostés, pero lo único que hace es una misa, eso no ordena la ley, y los judaizantes lo que hacen es un culto, y después una buena comilona. ¿Será eso celebrar la fiesta que ordenaba la ley? Es obvio que no. Si los israelitas no pudieron celebrarla en el desierto, porque no sembraban peor nosotros los gentiles convertidos que ya no estamos bajo el sacerdocio aarónico, y que muchos no somos agricultores, sería imponernos una carga, como dijeron los apóstoles: “Que ni sus padres habían podido llevar” Notoriamente esta fiesta es conocida por varios nombres, la fiesta de las semanas, Éxodo 34:22, la fiesta de la cosecha Éxodo 23:16, le fiesta de las primicias Números 28:26 y la fiesta de Pentecostés.

Ley de Sombras

Los israelitas no entendieron el significado de este y de otros rituales que como una sombra se celebraban cada año: “Pues la ley teniendo la sombra de los bienes venideros; no la imagen misma de las cosas, nunca podía por los mismos sacrificios que se hiciera cada año hacer perfecto a los que se alleguen” Hebreos 10:1

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 12 Claramente leemos que estas

ceremonias anuales de las cuales estamos hablando eran solamente sombras de lo venidero.

En la realidad, la ceremonia de las primicias estaba tipificando la primera cosecha que se recogería de la siembra primera del Evangelio, y esas primeras gavillas fueron los ciento cuarenta y cuatro mil convertidos del linaje de Israel:“Él, de su voluntad, nos hizo nacer, por la palabra de verdad para que seamos primicias de sus criaturas” Santiago 1:18.

El apóstol les está diciendo primicias a los hijos de Israel convertidos a Cristo: “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión, salud” Santiago 1:1. Y también al apóstol Juan se le reveló que estos ciento cuarenta y cuatro mil eran primicias, Apocalipsis 14:3 – 4. Ciento cuarenta y cuatro mil convertidos de la casa de Israel fue la primicia de la siembra del evangelio (lea nuestro folleto Los Ciento cuarenta y cuatro mil)

Los apóstoles no estaban

Celebrando el

Pentecostés

Cuando llegó el día de Pentecostés, o sea el último día de los cincuenta que era un sábado anual, ellos no estaban celebrando

esta festividad. Note que no se encontraban reunidos en el Templo: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados” Hechos 2:1 – 2. También ya no estaban supeditados al sacerdocio de Aarón, su sumo sacerdote era Jesucristo, e incluso del templo ya se les había dicho que iba ser destruido, ellos se reunían en el aposento alto. Los apóstoles estaban juntos cumpliendo la orden de su Maestro, de no irse de Jerusalén hasta que el Espíritu Santo viniera a ellos. Lucas 24: 49

Aprovechando la oportunidad de que muchos judíos de distintos lugares habían de llegar fue el momento preciso para que los apóstoles investidos de la potencia de lo alto empezaran a predicar, no de las ceremonias mosaicas sino de Jesucristo. Las fábulas judaicas enseñan que el día de pentecostés debe celebrarse para recordar que en esos días Dios le dio la ley a Moisés, y que en ese día descendió el Espíritu Santo, pero solo es una fábula no hay un texto que dé esa información, antes bien cuando Pedro le explica a la Iglesia de Jerusalén lo acontecido

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 13 en la casa de Cornelio, señala

que el Espíritu Santo descendió como aquella vez primera pero no menciona ni siquiera que fue en días de pentecostés: “Y cuando comencé, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como nosotros al principio” Hechos 11: 15.

Explicación de algunos

versículos

“Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar en el día de Pentecostés, si le fuese posible en Jerusalén” Hechos 20:16.

Note bien que el versículo en ninguna manera nos está diciendo que los gentiles convertidos

guardaban el Pentecostés,

solamente nos dice que Pablo quería llegar para esa fecha a Jerusalén, supongamos que Pablo iba con el objetivo de celebrar la fiesta, Pablo mismo explica que no porque él celebrara algunas cosas de la ley ceremonial, con eso estaba diciendo que los gentiles convertidos quedaban obligados a guardar tales leyes, él lo hizo por otras razones, en cierto momento circuncidó a Timoteo, aunque él sabía que la circuncisión no tenía ningún valor (1 Corintios 7:19):

“Quiso Pablo que este fuese con él; y tomándole le circuncidó por causa de los judíos que habían en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego”

Hechos 17:3. Pero repetimos, no

era el propósito de Pablo que los gentiles conversos se sometieran a ese yugo de servidumbre, sino por ver si lograba ganarse algunos fanáticos judíos: “Por lo cual,

siendo libre de todos me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo) para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos salve a algunos” 1 Corintios 9:20 – 22.

Pablo aprovechaba la oportunidad en las fiestas judías y les hablaba de Cristo, él tenía acceso porque era judío, esa es la información que nos deja: “Pero estaré en

Éfeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios” 1 Corintios 16:8 – 9

¿Entiende cual era el propósito de Pablo? La puerta abierta que miraba era la de presentar a Jesucristo valiéndose que él era judío y que como tal podía celebrar

las fiestas, porque eran

festividades nacionales.

En otra oportunidad se vio obligado a hacer un voto para

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 14

evitar que lo lincharan: “¿Que hay,

pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. Haz, pues, esto que te decimos: hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti sino que tú también andas ordenadamente guardando la ley. Pero en cuanto a los gentiles que han creído nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado de los ídolos, de sangre, de ahogado, y de fornicación” Hechos 21:22 – 25.

Aquí vemos claramente que Pablo hacía ciertas maniobras religiosas para que la puerta se le abriera entre los judíos y poder predicarles el Evangelio, y los gentiles estaban informados de todo este asunto que si lo miraban en algún momento vivir como judío, que no se alborotaran. Bien escribió él: “Me

he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del Evangelio para hacerme copartícipe de él” 1 Corintios 9:22 – 23

Fiesta de las Trompetas

Esta fiesta además de ser conocida como la fiesta de las trompetas, también se conoció como la ROSH HASHANA, su celebración era en el mes séptimo, al primero del mes, lo que los judíos llaman el mes de Tishri. Para ellos es el inicio del año civil que comprende entre los meses de septiembre y

Octubre del Calendario

gregoriano: “Habla a los hijos de

Israel y diles: En el mes séptimo al principio del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación, ningún trabajo de siervos haréis, y ofreceréis ofrenda encendida al Eterno” Levítico 23:23 – 24. Con precisión

podemos ver que este día de celebración era otro sábado anual, no se trabajaba, y en Números 29:1

– 5 se registra la cantidad de

animales que debían ser

sacrificados, no era una fiesta de gran trascendencia en la ley ritual como las otras. Ya dijimos que con esto se marcaba el principio del año civil en el pueblo hebreo.

En el ministerio de Jesús no se menciona nada de esta fiesta de trompetas, algunos que les gusta las fabulas judaicas han agregado que Jesucristo puede venir en el día de las trompetas porque Él viene con trompeta de Dios, pero la Escritura nada de eso dice.

Día del Perdón (Yom

Kipur)

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Este era otro sábado anual: “A los

diez días de este mes séptimo será el día de la expiación; tendréis santa convocación, afligiréis vuestras almas y presentaréis una ofrenda quemada al Eterno. Ningún trabajo de siervo haréis en este día, pues es día de expiación para reconciliaros delante del Señor vuestro Dios. Toda persona que no ayune en este día, será eliminada de su pueblo. Y cualquier persona que haga algún trabajo en este día yo haré perecer a la tal persona en medio de su pueblo. Así pues, ningún trabajo haréis…” Levítico 23: 27 – 32.

Esta narración contiene un

significado muy profundo en la vida espiritual de los israelitas, era el día en el cual Dios los exoneraba de todos los pecados de ignorancia y pecados de impureza corporal involuntaria, es claro que aquí no se está incluyendo los pecados de muerte de acuerdo a la ley, pues estas personas morían inmediatamente. En este día del perdón o expiación, mediante la ceremonia ordenada por Dios, desde el sumo sacerdote hasta el pueblo eran “expiados” por el

derramamiento de sangre

destinado para ese propósito.

Se celebraba una ceremonia muy especial, Levítico 16:1 – 34

(Léalo). Solamente en esa fecha el

sumo sacerdote podía entrar al lugar santísimo, ¿Qué significaba todo este ritual? El autor de los Hebreos lo explica en el capítulo 9

versos 1 al 22. En los versículos 7 y 8 se lee: “… mas en el segundo,

solo el pontífice una vez en el año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo, y por los pecados de ignorancia del Pueblo: dando en esto a entender el Espíritu Santo, que aun no estaba descubierto el camino para el Santuario, entretanto que el primer tabernáculo estuviese en pie”.

Todo aquel místico ritual del día del perdón indicaba el Espíritu Santo que no se había abierto el camino para el lugar santísimo. Pero, si el camino se abrió al santísimo lugar como podemos leer en el mismo hebreos capítulo 10:19 – 20: “Así que, hermanos,

teniendo libertad para entrar en el Santuario, por el camino que Él nos consagró, nuevo vivo, esto es, por su carne” Hebreos 10: 19 – 20

¿Para qué serviría hoy este ritual si ya cumplió su misión? El velo que separaba el lugar Santo del Santísimo se rompió en aquel catorce de Nisán cuando Jesús murió en la cruz, Mateo 27:51. El día de nuestra expiación no es el diez del séptimo mes, sino un catorce de Nisán cuando Jesús murió en la cruz. Bien leemos en

Hebreos 9: 9 – 10 “…Eran ordenanzas impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.”

Los dos machos cabríos que tomaban para esta ceremonia, al llevarlos al sumo sacerdote echaban suerte, la una era por el Eterno y la otra por Azazel:“Y

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 16 hará traer Aarón el macho cabrío

sobre el cual cayera la suerte por el Señor y lo ofrecerá en expiación” Levítico 16:9. Pero el

que caía sorteado por Azazel no moría, sino que: “Pondrá Aarón

sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos sobre el macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto, y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto” Levítico 16:21 – 22

Todo este ritual era un mismo simbolismo, la muerte de Cristo expiando a la humanidad: “… Mas

el Señor cargó en Él el pecado de todos nosotros” Isaías 53:4. Jesús

sacrificado y sepultado llevó nuestros pecados a un lugar desconocido: “Cuanto está lejos el

oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” Salmo 103:12. Aquella sombra se

hizo realidad en la muerte de Cristo, se rompió el velo del templo, tipo y figura de la carne de Jesús sacrificada, y el cordero que enviaban al desierto con los pecados del pueblo a Azazel era tipo y figura de que Cristo llevaría nuestros pecados a un lugar ignorado.

¿Dónde están los pecados

que Jesús llevó en sus

espaldas?

“Él tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo de la mar todos nuestros pecados” Miqueas 7:19. Pretender seguir celebrando

esta fiesta del día del perdón es retroceder en todo sentido, “En

vano murió Cristo” para estas

personas (Gálatas 2:21), no se les ha abierto el Velo, no tienen

entrada todavía al lugar

Santísimo: “Vacíos sois de Cristo,

si por la ley os justificáis” Gálatas 5:4

NOTA: De Azazel no se sabe quién o qué era, ni en qué lugar del desolado desierto estaba.

La Fiesta de los

Tabernáculo o Cabañas

“A los quince días de este mes séptimo celebraréis durante siete días la fiesta de los tabernáculos en honor al Señor, el primer día habrá Santa convocación, ningún trabajo de siervos haréis (sábado anual) durante siete días presentaréis ofrenda quemada al Señor; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis… Pero a los quince días de este mes, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta al Señor por siete días; el primer día será de

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 17 descanso, y el octavo día será

también de descanso. Tomaréis el primer día ramas de frutos de los mejores árboles, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces de los arroyos… Os será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el séptimo mes la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para

que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice Yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto” Levítico 23: 33 – 43

Los últimos textos son más que

claros para explicarnos el

propósito de la fiesta de los tabernáculos, algunos inventando fábulas judaicas y forzando el sentido de la Escritura enseñan que la fiesta de los tabernáculos significa el Reino Milenario, pero los textos leídos indican lo contrario, dice que era para recordarle a los hijos de Israel que sus antepasados fueron nómadas en el desierto, que habitaron durante ese tiempo en cabañas, obviamente esta fiesta se celebró hasta cuando entraron a la tierra prometida, con precisión se puede ver que era una fiesta de orden nacional israelita; en el nuevo pacto se hace mención de ella, ya dijimos que el apóstol Juan la señala solo como fiesta de los judíos, Juan 7:2, y se ve que Jesucristo no le dio importancia a

tal festividad: “Subid vosotros a la

fiesta, yo no subo todavía; porque mi tiempo aun no se ha cumplido, y habiéndoles dicho esto, se quedó en galilea. Pero después que sus hermanos habían subido, entonces Él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto” Juan 7:8 – 10 Los textos

son claros y precisos, Jesús ya no estaba para celebrar esa fiesta; su objetivo era otro: “En el último y

gran día de la fiesta (el octavo día que era el segundo sábado de esta festividad) Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: si alguno tiene sed, venga a mí y beba” Juan 7:37. Cuando Jesucristo irrumpió

en medio de la fiesta, esto provocó un caos.

El Maestro miraba a todos aquellos religiosos judíos metidos en las cabañas sedientos de fe y de esperanza; todo aquel ritualismo de nada había servido para los hijos de Israel, habían vivido solo en la sombras, y ahora que había llegado el momento de vivir la realidad no querían aceptarla; los judaizantes seguirán sedientos en sus cabañas hasta que dejen la vejez de letra:

“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca pueden, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan” Hebreos 10:1.

Si Jesucristo no subió a la fiesta de los tabernáculos desde el principio, sino que lo hizo a la mitad de la

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 18

fiesta y en secreto (Juan 7:8 – 10), esto nos da la pauta para ver con claridad que Él ya no le daba importancia a aquello, pues está escrito: “Lo incompleto no puede

contarse” Eclesiastés 1:15.

¿Quiénes somos nosotros para pretender desclavar de la cruz aquel ritualismo que el clavó?

Colosenses 2:14 – 17

En la Época Milenaria el

Sacerdocio de Leví será

Restituido

“Y traeré a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda al Señor, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi Santo monte de Jerusalén, dice el Señor, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa del Señor. Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice el Señor” Isaías 66:20 – 21

El sistema de adoración será parecido al de la dispensación levítica, el pueblo de Israel volverá a ser organizado en doce tribus

Mateo 19:28, Jerusalén será la

gran capital y el sacerdocio de Leví será purificado: “Y se sentará

para afinar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como oro y como a plata, y traerán al Señor ofrenda en justicia” Malaquías 3:3. Hoy por

hoy la tribu de Leví no existe y por tanto aquel sistema de adoración a través de ceremonias rituales no

tienen valor. La Biblia da una reseña que los enemigos de Jerusalén se les obligarán a ir a celebrar las cabañas en ese tiempo:

“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey de los Ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al rey, no vendrá sobre ellos lluvia. Y si la familia de Egipto no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que el Señor herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos.” Zacarías 14:16 – 18. Pero como

hemos dicho a través de este estudio la ley no acepta remedos, estas fiestas solo se podían celebrar en Jerusalén, justamente como la ley ordena: “Tres veces

cada año aparecerá todo varón tuyo delante de tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante del Eterno, con las manos vacías” Deuteronomio 16:16. Estas ceremonias no se podían celebrar en cualquier lugar sino en el que Dios escogiera: “No podrás

sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que el Señor tu Dios te da; sino en el lugar que el Señor tu Dios escogiere para que

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 19 habite allí su nombre…”

Deuteronomio 16:5 – 6. Era donde

estaba el tabernáculo y después el Templo, donde se encontraban los

sacerdotes de Leví,

categóricamente dice: “No podrás

celebrar en cualquiera de las ciudades”, por ello leemos que

cuando los enemigos de Jerusalén vencidos se les obligue a celebrar las cabañas, tendrán que ir hasta Jerusalén, porque el Sacerdocio de Leví será restituido.

¿Cuál fue el lugar que Dios escogió? Pues fue Jerusalén:

“Jerusalén, que se ha edificado como una ciudad, que está bien unida entre sí. Allá subieron las tribus del Señor, conforme al testimonio dado a Israel…” Salmo 122:3 – 4.

Una mirada a

Colosenses

2:14 – 16

“Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades, y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto nadie os juzgue en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábados. Lo

cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.

Colosenses 2:14 – 16.

¿Cuáles los principados y

autoridades que Jesús quitó y los clavó en la cruz? Fue el sistema

sacerdotal y el de adoración, porque todo eso era contra el nuevo sistema; destruyeron el Templo y la ciudad de Jerusalén, no se podían cumplir los ritos como la ley ordenaba. Cuando leemos que nadie nos juzgue por estas cosas, por comidas o bebidas, lógicamente se está refiriendo a las bebidas y comidas rituales, pero al llegar al verso 17, en algunas versiones la traducción contradice a los textos anteriores, pues leemos que son sombra de lo porvenir; pero en otras versiones, como la latino americana, se lee: “Todas

esas cosas no eran sino sombra de lo que había de venir, pero la realidad es la persona de Cristo”,

esto se confirma leyendo Hebreos

9:10 “Ya que consiste solo en comidas y bebidas, de diversas abluciones acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas”, al venir

Cristo se terminaron las sombras y vivimos en las realidades.

¿Qué fue lo que Cristo quitó de en medio y clavó en la cruz? No la ley en su totalidad sino el acta de los decretos que era contra nosotros, el

yugo de servidumbre que

mencionaron en el concilio de Jerusalén, (Hechos 15:10) carga que nadie había podido llevar correctamente.

Los judaizantes juzgaban a la Iglesia de Dios gentil porque no celebraban aquellas fiestas, ni las lunas nuevas, ni los sábados

Sombras y Realidades de las leyes Ceremoniales 20

anuales. Si aquello había que hacerlo justamente como la ley dice, tendríamos que viajar hasta Jerusalén y celebrarlo con el sacerdocio de Leví en el templo, pero eso hoy no existe. Con toda razón el apóstol Pablo dice: “Por

tanto, nadie os juzgue en comida o bebida (comidas rituales) o en días de fiestas, nuevas lunas o sábados” Colosenses 2:16. Los

actuales judaizantes dizque

celebran las fiestas ceremoniales, obviamente no lo hacen como ordena la ley, por las siguientes razones:

1. No sacrifican los corderos que se ordenaba sacrificar.

2. No se lo presentan al sacerdocio Aarónico, porque no existe.

3. No lo hacen en el Templo, porque tampoco existe.

Los judaizantes del pasado como los del presente seguirán juzgando a la Iglesia de Dios porque no se somete a estos rituales. Pablo dice:

“Todo esto era sombra de lo que iba a venir, pero la realidad es Cristo” Colosenses 2:17

¿En qué quiere vivir usted, en la sombra o en la realidad? ¡Es una decisión muy suya!

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