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Partes del cuerpo humano en la fraseología española

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Academic year: 2021

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Masarykova univerzita

Filozofická fakulta

Ústav románských jazyků a literatur

Partes del cuerpo humano en la fraseología

española

Magisterská diplomová práce

Michaela Kraicová

Vedoucí práce: Mgr. Ivo Buzek, Ph.D.

Brno 2012

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Prohlašuji, že jsem diplomovou práci vypracovala samostatně s použitím uvedené literatury a zdrojů a že tištěná verze diplomové práce se shoduje s elektronickou verzí uloženou v archivu informačního systému Masarykovy univerzity

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Upřímně děkuji Mgr. Ivu Buzkovi, Ph.D. za odborné vedení diplomové práce, za ochotu a cenné rady při konzultacích.

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ÍNDICE

Introducción ... 5 I. LA PARTE TEÓRICA ... 6 1. La fraseología ... 6 2. La unidad fraseológica ... 9 3. Concepciones de la fraseología ... 11 3.1 Concepción ancha ... 11 3.2 Concepción estrecha ... 11

4. Características lingüísticas de las unidades fraseológicas ... 13

4.1 Frecuencia ... 13 4.2 Institucionalización ... 13 4.3 Estabilidad ... 14 4.4 Idiomaticidad ... 15 4.5 Variación ... 15 4.5.1 Variantes ... 16 4.5.2 Modificaciones ... 16 4.6 Gradación ... 16 5. Clasificación ... 17 5.1 La clasificación de Casares ... 17

5.2 La clasificación de Gloria Corpas Pastor ... 19

5.2.1 Las colocaciones ... 20

5.2.2 Las locuciones ... 22

5.2.3 Enunciados fraseológicos (paremias) ... 26

5.2.4 Enunciados fraseológicos (fórmulas rutinarias) ... 27

5.3 Una clasificación no discreta de las unidades fraseológicas (Leonor Ruiz Gurillo) ... 28

5.3.1 Los sintagmas nominales fraseológicos... 28

5.3.2 Los sintagmas verbales fraseológicos ... 29

5.3.3 Los sintagmas prepositivos fraseológicos ... 30

II. LA PARTE PRÁCTICA ... 32

Corpus de las partes externas del cuerpo humano ... 33

III. ANÁLISIS ... 54

Conclusión ... 72

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Introducción

La fraseología representa un campo muy específico en cada lengua porque capta cierta experiencia animada y la sabiduría de las generaciones anteriores. El uso de las unidades fraseológicas revela expresiones, posturas y comportamiento de los hablantes que las utilizan. Además, las unidades fraseológicas representan base de cada lengua y su uso adecuado expresa el nivel de lograr el conocimiento de esta lengua.

Este trabajo se dedica a la fraseología relativa a las partes del cuerpo humano. Como el cuerpo humano tiene muchas partes y no es posible incluirlas todas en un trabajo, la tesina se orienta solamente a las partes externas del cuerpo humano. El objetivo de este trabajo es resumir la teoría principal sobre la fraseología y aplicarla en el análisis de las unidades fraseológicas.

La tesina se puede dividir en dos partes principales: en la parte teórica y en la parte práctica. La parte teórica contiene cinco capítulos principales. Primero empezamos con la fraseología como disciplina autónoma, hablamos como surgió, como se desarrolló y ponemos la definición adecuada. En el segundo capítulo nos orientamos hacia las unidades fraseológicas, las definimos y caracterizamos con más detalle. El tercer capítulo se dedica a las concepciones de la fraseología donde mencionamos el centro y la periferia que las unidades fraseológicas ocupan.

Siguiendo continuamos con las características lingüísticas principales que son muy importantes para la delimitación de unos tipos de las unidades fraseológicas de otros. El quinto capítulo se refiere a la clasificación de las unidades fraseológicas según tres autores: Julio Casares, Gloria Corpas Pastor y Leonor Ruiz Gurillo. Después de resumir la teoría vamos a elegir la clasificación según Corpas Pastor y vamos a aplicarla a nuestro corpus.

La parte práctica empieza con corpus donde recogimos las unidades fraseológicas que se refieren al sintagma verbal. Para este corpus hemos elegido las combinaciones de palabras de varios diccionarios fraseológicos: Velký španělsko český slovník de Josef Dubský (1999), Diccionario de dichos y frases hechas de Buitrago Jiménez (1999), Diccionario fraseológico del español moderno de Varela y Kubarth (1996), Diccionario fraseológico documentado del español actual del equipo de Manuel Seco (2005) y Španielsko slovenský frazeologický slovník de Ladislav Trup (1996). El corpus está dividido en cinco partes principales en las que podemos dividir el cuerpo humano: la cabeza, los brazos, el tronco, los órganos genitales y las piernas.

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I. LA PARTE TEÓRICA

1.

La fraseología

La fraseología es un elemento indivisible de todas las lenguas que los hablantes utilizan con mucha frecuencia en su vida cotidiana. « El término empezó a utilizarse en Rusia hace más de medio siglo para denominar aquella rama de la lexicografía que tiene como objeto la elaboración de principios y métodos para la preparación de diccionarios fraseológicos» (Scandola, 2003: 354).

Durante muchos años la fraseología española, subdisciplina de lexicología, no ha sido objeto de los estudios lingüísticos. Las únicas aportaciones que se referían a su posible investigación eran las recopilaciones lexicográficas generales y particulares sin embargo su estudio se trasladó a las disciplinas colindantes de carácter lingüístico como la paremiología. Aunque de vez en cuando encontramos algunas publicaciones sobre este tema pero no se trata de contribuciones extraordinarias sino corrientes. Tras esta situación desconsolada, la evolución va camino por camino adelante intentando mejorar esta realidad.

Primeras menciones sobre fraseología se documentan en España al final del siglo XV cuando se empiezan recopilar las combinaciones de palabras y unas estructuras de las palabras con significado específico. En una de las primeras colecciones de refranes del siglo XV leemos la siguiente nota «Iñigo López de Mendoça a Ruego del Rey Don Juan ordenó estos refranes que dizen las viejas tras el fuego y van ordenadas por a,b,c» (Ruiz Gurillo 1997: 18). Gracias a este trabajo que tiene dos ediciones aparecemos otras publicaciones como la de Dimas Capellán y la de Fernando Arací Benue.

Durante los siglos XVI y XVII siguen recoger las recopilaciones de refranes pero también se añaden otras formas como frases proverbiales y sentencias populares. Las demostraciones sobre ello las podemos observar en los diccionarios generales, como el Tesoro de la lengua castellana de Sebastián de Covarrubias, de 1611, o también en la gramática Espexo general de la gramática en Diálogos de Ambrosio Salazar, de 1614.

La formación y el desarrollo de la fraseología empiezan a cobrar importancia y ser objeto de estudios a partir del siglo XVIII cuando la recopilación sigue en aumento, lo que se reflexiona especialmente en el Diccionario de Real Academia Española, aparecido entre 1726 y 1739.

También en el siglo XIX no se dejan de escribir las recopilaciones, además gracias a los folcloristas los trabajos de recopilaciones empiezan a entenderse como los elementos de

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investigación de carácter folclórico y fundamental. Otro elemento muy importante es que el número de las obras aumenta, lo que aporta otro paso efectivo. Entre las obras más destacadas de este siglo pertenecen las obras de José María Sbarbi, el Diccionario de Refranes de 1851, los Adagios y Locuciones proverbiales con su exacta o más aproximada correspondencia en francés y viceversa o la Monografía sobre los refranes, adagios y proverbios Castellanos, de 1891.

Excepto de las obras recopiladas en la segunda mitad del siglo XX admiten los trabajos monográficos que favorecen a la investigación sobre fraseología. Como la tendencia de recoger lo idiomático no había sido estudiada desde la perspectiva lingüística, la Introducción a la lexicografía moderna de Julio Casares cambia totalmente el punto de vista de la fraseología. En esta obra no encontramos las recopilaciones con las explicaciones, sino que el autor se dedica al estudio de las locuciones, las frases proverbiales, los refranes, los modismos y otras estructuras. Lo excelente es el objetivo del autor de delimitar y clasificar las construcciones pluriverbales que todavía no ha intentado ningún autor. Este manual es una prueba de la verdadera salida de las investigaciones y trabajos monográficos sobre fraseología en todo el mundo.

No se puede olvidar de mencionar los manuales más destacados sobre la fraseología española que abrieron camino a los conocimientos científicos y significativos como el Manual de fraseología española de Gloria Corpas Pastor de 1996, y Aspectos de fraseología teórica de Leonor Ruiz Gurillo, de 1997.

El Diccionario de la Real Academia Española en su acepción tercera define el lema fraseología - como «Conjunto de frases hechas, locuciones figuradas, metáforas y comparaciones fijadas, modismos y refranes, existentes en una lengua, en el uso individual o en el de algún grupo» (DRAE).

Esta definición de fraseología está percibida desde un punto de vista muy amplio porque incluye todas las combinaciones de palabras que presentan dichas características. No obstante, fraseología contiene distintos tipos de combinaciones de palabras que exigen la denominación genérica:

- Expresión pluriverbal – es una expresión constituida por varios elementos, puede ser nominal, adjetival, adverbial, preposicional o verbal según el sintagma al que se refiere la construcción, p. ej. tener la cabeza caliente

- Expresión fija – es una combinación de palabras que el hablante recuerda después de escucharla muchas veces, se trata de un proceso natural. Es una construcción de palabras que junto cumplen un significado idiomático. Pueden

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existir cada componente sólo pero no tienen el mismo significado específico como juntos, p.ej. echarse a la cara alguien

Unidad fraseológica o fraseologismo – es aquella donde sólo uno de las componentes tiene sentido idiomático y por tanto la selección contextual es unilateral (Ruiz Gurillo, 1997: 64) p.ej. perder la cabeza.

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2.

La unidad fraseológica

El objeto de estudio de la fraseología son las unidades fraseológicas. Corpas Pastor define las unidades fraseológicas como «unidades léxicas formadas por más de dos palabras gráficas en su límite inferior, cuyo límite superior se sitúa en el nivel de la oración compuesta. Dichas unidades se caracterizan por su alta frecuencia de uso, y de coaparición de sus elementos integrantes; por su institucionalización, entendida en términos de fijación y especialización semántica; por su idiomaticidad y variación potenciales; así como por el grado en el cual se dan todos estos aspectos en los distintos tipos» (Corpas Pastor, 1996: 20).

El origen de estas combinaciones de palabras las podemos buscar en la tradición, en estados diacrónicos anteriores y sus componentes no se combinan en el habla, sino que podemos encontrarlas establecidas en la mente del hablante. Ferdinand de Saussure propone distinguir entre los sintagmas fijados en la lengua que son los componentes virtuales que se propagan al hablar y los sintagmas libres que pertenecen al hablar: son los que se producen en el momento del habla.

Muchos de los fenómenos lingüísticos admiten las oposiciones graduales, es decir, entre los elementos no permanece un mismo estatuto, sino que alcanzan un progreso de continuidad. La escuela de Praga distingue entre los elementos que se aparecen en el centro que son productivos y los que aparecen en la periferia. Entre ellos se establece una transición o continuum y no son productivos. Hay que tener en cuenta que las fronteras entre el centro y la periferia no son claramente definidas, sino que pertenecen a una transformación gradual.

Las unidades fraseológicas incluyen, locuciones, colocaciones, refranes, frases hechas, giros, fórmulas, modismos, adagios, etc. A la definición y clasificación de ellas vamos a dedicar en posteriores capítulos.

Aunque no existen características completas de las unidades fraseológicas, Corpas Pastor propone estas características que se pueden considerar como las más relevantes:

1. Se trata de una expresión formada por varias palabras 2. Ésta se caracteriza por estar institucionalizada

3. Por ser estable en diverso grado

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5. Y por la posibilidad de variación de sus elementos integrantes, ya sea como variantes lexicalizadas en la lengua o como modificaciones ocasionales en contexto (Corpas Pastor, 1996: 19-20).

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3.

Concepciones de la fraseología

La fraseología pertenece a procesos diferentes de las unidades simples y de las combinaciones libres de palabras y es necesario hacerlo desde una perspectiva diferente. Para poder revelar esta observación y análisis hay que metodizar los rasgos y las propiedades características de dichas unidades. Hay que distinguir entre las dos concepciones distintas de la percepción de la fraseología: una concepción ancha y una concepción estrecha.

3.1 Concepción ancha

La fraseología se puede concebir como un sistema o una estructura que se puede clasificar desde varios puntos de vista. Una de las clasificaciones frecuentes es la que divide este sistema en el centro y periferia. Como hemos dicho antes, es muy difícil o casi imposible determinar las fronteras exactas entre el centro y la periferia. La concepción ancha se refiere a la periferia, donde se encuentran las locuciones pero también incluye las unidades que superan la estructura del sintagma, como refranes, frases proverbiales, frases hechas, giros de carácter científico-terminológico, aforismos y otras unidades de carácter no productivo. Ruiz Gurillo, después de resumir las opiniones de los más importante autores que se ocupan de este tema, propone la clasificación basada en los criterios de idiomaticidad y de la constitución de nominaciones o proposiciones. Según este criterio en el centro aparecen proposiciones parciales y frases idiomáticas mientras que en la periferia ocupan las unidades no idiomáticas y las proposiciones completas.

3.2 Concepción estrecha

La concepción estrecha de la fraseología se refiere al centro, es decir, a la parte fundamental del sistema lingüístico de la fraseología. El centro de esta estructura presenta un grupo más representativo de la fraseología, es decir, los componentes que incluye son los más productivos y representativos. Al centro pertenecen las unidades que no superan la estructura del sintagma como locuciones y frases proverbiales de primer tipo1. Según los criterios de Ruiz Gurillo, el centro lo ocupan las unidades idiomáticas, es decir, «unas combinaciones fijas de palabras cuyo significado no se puede deducir de sus sememas constitutivos» (Ruiz Gurillo, 1997: 59) y las que constituyen un mayor número de nominaciones. Según la opinión

1 Ruiz Gurillo explica que las frase proverbiales de primer tipo son aquellas que son conmutables por palabras

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de Gläser, el progreso de la continuidad en las concepciones estrechas está constituido por la fijación y la idiomaticidad: «a mayor idiomaticidad suele corresponder una mayor fijación y también un mayor acercamiento al núcleo» (Ruiz Gurillo, 1997: 69)

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4.

Características lingüísticas de las unidades fraseológicas

En este capítulo vamos a recoger las características lingüísticas de las unidades fraseológicas, que son rasgos muy importantes a la hora de analizar las unidades fraseológicas, y vamos a comentarlas brevemente.

4.1 Frecuencia

Entre las características de las unidades fraseológicas la frecuencia es una de las excelentes e importantes. Esta característica presenta dos vertientes: frecuencia de coaparición y frecuencia de uso. Corpas Pastor define frecuencia de coaparición como «la que presentan aquellas unidades fraseológicas cuyos elementos constituyentes aparecen combinados con una frecuencia de aparición conjunta superior a la que cabría esperar según la frecuencia de aparición individual de cada palabra en la lengua» (Corpas Pastor, 1996: 20-21). En cuanto a la frecuencia de uso, es la frecuencia de aparición de la unidad fraseológica en general.

Cuanto más usada es la combinación de palabras, es más evidente que el hablante nativo la recuerda y va a utilizarla en la próxima oportunidad, así esta combinación puede considerarse como expresión fija. Esta característica está confidentemente relacionada con la de institucionalización.

4.2 Institucionalización

El uso frecuente, la repetición y la frecuencia de aparición pueden confluir en su convencionalización o institucionalización. Esta caracterización consiste en las repeticiones de las combinaciones que los hablantes utilizan. No se trata de las estructuras nuevas creadas por los hablantes, sino de las estructuras ya creadas y reproducidas que los hablantes recuerdan y utilizan frecuentemente en el discurso. Estas «combinaciones de palabras repetidas funcionan como unidades del lexicalización mental» (Corpas Pastor, 1996: 22), es decir, primero los hablantes las almacenarán en sus memoria como unidades completas en mayor o menor grado; segundo, las empiezan a utilizar en el registro normal; y, tercero, estas combinaciones están registradas en los diccionarios según su carácter de reproducibilidad.

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4.3 Estabilidad

La estabilidad incluye los elementos de institucionalización pero también los de lexicalización. La institucionalización introduce dos aspectos fundamentales: la fijación y la especialización semántica.

La fijación o estabilidad formal podemos definirla como «propiedad que tienen ciertas expresiones de ser reproducidas en el hablar como combinaciones previamente hechas» (Zuluaga, 1975: 230). O en palabras de otro autor «Se trata de una fijación arbitraria, establecida por el uso que no obstante, no es homogénea para todos los hablantes» (Bustos Gisbert, 1986: 138).

Según Thun (1978), la fijación puede ser interna o externa, donde la interna incluye la fijación material y la fijación del contenido. Sin embargo, Zuluaga (1975) funda para la fijación española tres siguientes tipos:

a) fijación del orden do los componentes – p.ej. Poner el dedo en la herida y no Poner la herida en el dedo

b) fijación de categorías gramaticales (tiempo, persona, número, género) – p.ej. ser uña y carne y no ser uñas y carnes

c) fijación en el inventario de los componentes - p.ej. estar en buenas manos y no estar en perfectas manos

En cuanto a la fijación externa, Thun (1978) presenta cuatro siguientes subtipos: a) fijación situacional – consiste en las estructuras de determinadas unidades

lingüísticas que se utilizan en ocasiones especiales como por ej. Encantado de conocerle

b) fijación analítica – son aquellas que son resultado de ciertas unidades lingüísticas para el análisis frente a otras unidades

c) fijación pasemática – es la fijación producida en el uso de unidades lingüísticas según la posición del hablante en el discurso comunicativo

d) fijación posicional – consiste en que determinadas unidades lingüísticas se utilizan en determinados contextos, p ej. encabezamientos y despedidas de las cartas

La especialización semántica, una de las características de institucionalización, requiere que el inventario léxico de la lengua se innove, es decir, que las expresiones no idiomáticas sufran los cambios semánticos.

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Corpas Pastor sugiere que «la especialización semántica se suele denominar también la lexicalización» (Corpas Pastor, 1996: 25) presenta dos polos fundamentales. Primer polo pertenece a la lexicalización que se presenta como el resultado de la adición de significado. La autora introduce el ejemplo «poner el dedo en la llaga, donde se pasa de lo particular, físico y concreto a lo general, psíquico y abstracto» (Corpas Pastor, 1996: 25-26). Por otra parte es «la lexicalización que se obtiene como el resultado de la supresión de significado, como en el caso de hacer alusión (ʻʻaludirʻʻ)» (Corpas Pastor, 1996: 26).

De las palabras de Corpas Pastor podemos deducir que primero se realiza la fijación y después se produce un cambio semántico. Este cambio semántico se produce como el resultado de la fijación pero no es posible realizar lo mismo a la inversa.

4.4 Idiomaticidad

Uno de los aspectos fundamentales de la unidad fraseológica es la idiomaticidad. El término idiomaticidad sirve para designar aquella especialización o lexicalización semántica en su grado más alto. Esta característica nos informa que el significado completo de determinadas unidades fraseológicas no es deducible del significado separado por cada uno de sus elementos constitutivos.

El término idiomático se ha empleado en dos acepciones: a) en el sentido etimológico de propio y peculiar a una lengua determinada y b) en el sentido de característica semántica de ciertas combinaciones fijas de palabras (Pastor, 1996: 26).

En cuanto a significado denotativo que muestran las unidades fraseológicas, distinguimos entre el significado denotativo literal y el significado denotativo figurativo traslaticio, es decir, idiomático. Mientras que el significado denotativo traslaticio presenta la mayor parte de las unidades fraseológicas y es el resultado de utilizar metáforas y metonimias, el significado denotativo literal sirve como la información original que se transfiere por manera de utilizar procesos metafóricos y metonímicos al significado denotativo figurativo y traslaticio, es decir, idiomático.

4.5 Variación

Muchas de las unidades fraseológicas poseen más de un variante alternativo, es decir, presentan cierta variación léxica. Según Dobrovoľskij (1988: 159), la variación fraseológica constituye un universal lingüístico, a partir del cual se puede medir el grado de regularidad de un sistema fraseológico dado: «cuantas más variaciones, transformaciones y modificaciones

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presenten los fraseologismos de una lengua, más regular es su sistema fraseológico» (Corpas Pastor, 1997:28). Esta regularidad está relacionada con la fijación porque la fijación también expresa cierta regularidad en las unidades fraseológicas. Hablando de variación es muy importante distinguir entre las variantes y modificaciones ocasionales de las unidades fraseológicas.

4.5.1 Variantes

Por variantes entendemos aquellas unidades fraseológicas que están «dentro de una misma lengua funcional, no presentan diferencias de significado, son libres e independientes de los contextos en que aparecen, son parcialmente idénticas en su estructura y en sus componentes, y son fijas, en el sentido de que formen parte de una serie limitada y estable» (Zuluaga 1975). Aquí pertenecen las variantes estructurales como son las preposiciones, artículos, número y orden de constituyentes, formas acortadas de constituyente o número gramatical de ellos pero también los sinónimos estructurales.

4.5.2 Modificaciones

Mientras que bajo el término variantes entendemos las unidades fraseológicas alternativas que conservan el mismo significado, modificaciones podemos definirlas como las palabras potenciales que obtienen nuevo significado. Las autoras rusas Alexandrova y Ter Minasova dicen que estos nuevos significados de «ciertas expresiones se consideran como deformaciones de estas unidades léxicas» (Corpas Pastor, 1997: 30).

4.6 Gradación

La última propiedad de las unidades fraseológicas es la gradación. Gradación está relacionada con todas las características anteriores, ya que dichas características se presentan en diverso grado. Para muchos autores la propiedad de gradación juega papel importante en las clasificaciones fundamentales de las unidades fraseológicas. Corpas Pastor en su Manual de fraseología española menciona a Carter, quien utiliza en su clasificación el grado de restricción colocacional, de fijación sintáctico-estructural y de opacidad semántica o idiomaticidad.

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5.

Clasificación

La fraseología es la disciplina que abarca todas las unidades fraseológicas y sus rasgos principales. Para poder analizar estas unidades fraseológicas hay que conocer los rasgos principales de las unidades fraseológicas y hacer investigaciones, es decir, clasificaciones. «Por lo general la mayoría de las clasificaciones ya existentes han surgido como el resultado de los problemas a los que se ha tenido enfrentar el lexicógrafo al incluir la información fraseológica en la confección de diccionarios» (Corpas Pastor, 1997: 32).

Actualmente hay muchas investigaciones sobre fraseología en español desde varios puntos de vista de los autores que se dedican a encontrar las soluciones de los problemas prácticos. La primera clasificación que aparece, es clasificación de las unidades fraseológicas de Casares al comienzo de los años cincuenta. En los años sesenta continua en esta cadena Coseriu quien constituye la distinción entre la técnica libre del discurso y el discurso repetido. Con el trabajo sobre la fraseología de las lenguas romances contribuye Thun en 1978. En 1980 Zuluaga publica su tesis doctoral donde mejora y complementa la clasificación de Casares.2

En los siguientes capítulos vamos a resumir las más importantes clasificaciones sobre las unidades fraseológicas que nos pueden ayudar con el análisis de las unidades fraseológicas relativas a las partes externas del cuerpo humano. Vamos a seguir las clasificaciones de Casares, de Corpas Pastor y de Ruiz Gurillo que son las más relevantes para nuestro estudio.

5.1 La clasificación de Casares

Julio Casares, conocido como fundador de fraseología española, propone su clasificación de las unidades fraseológicas en la década de los años cincuenta del siglo XX. Esta tipología sigue teniendo una gran importancia, ya que sirve como objeto de inspiración para otros autores como Zuluaga (1980), A.M. Tristá Pérez (1985) y Humberto Hernández (1989).

En su clasificación distingue entre las locuciones y fórmulas proverbiales (frases proverbiales, refranes). Como dice el autor, no parece fácil determinar de qué tipo de la unidad fraseológica se trata. Según Casares la locución es «una combinación estable de dos o más términos, que funciona como elemento oracional y cuyo sentido unitario consabido no se justifica, sin más, como una suma del significado normal de los componentes» (Casares,

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1992: 170 en Corpas Pastor, 1997: 33). Estas locuciones divides en dos grupos, en las conexivas que son formadas por palabras gramaticales, p.e. con tal que y en las conceptuales o significantes que son formadas por palabras léxicas y presentan unidad conceptual.

Las locuciones conceptuales después las divide en seis tipos según la categoría gramatical a la que se correspondan, es decir: nominativas, verbales, participiales, adverbiales, pronominales y exclamativas. Esta clasificación visualizada con los ejemplos la podemos ver en el siguiente esquema3:

A diferencia de las locuciones, la frase proverbial es una entidad autónoma y no funciona como elemento oracional, sino como cláusula principal. La frase proverbial tiene origen en textos escritos o hablados y su carácter de cita se utiliza en los contextos particulares.

3 El esquema de la clasificacón de Casares proviene del Manual de fraseología española de Corpas Pastor (1996:

34) Locu- ciones Signifi- cantes Conexivas denomi- natives

Nominales geminadas = tren botijo.

complejas = tocino del cielo.

singulares = la carabina de Ambrosio. infinitivas = coser y cantar.

Adjetivales = de brocha gorda.

Verbales = tomar el olivo.

Participiales = hecho un brazo de mar. Adverbiales = en un santiamén. Pronominales = cada quisque. Exclamativas = Ancha es Castilla!

Conjuntivas = con tal que.

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Generalmente hay muchas combinaciones de palabras que presentan semejanzas y por eso es casi imposible exactamente determinar de qué tipo de unidad fraseológica se trata. Entonces, estas expresiones paran al grupo de frases proverbiales. El autor incluye a las frases proverbiales también los timos que son expresiones de la vida efímera muy preferidas por los hablantes pero no tienen mucha duración p.e. Que te crees tú eso.

Otro ámbito a que se refiere en su clasificación son los refranes. El refrán, a diferencia de locuciones y frases proverbiales, expresa una verdad universal. Aunque se trata de una unidad paremiológica que se entiende como unidad fraseológica en un sentido amplio, autor se le dedica porque refrán pertenece entre las unidades fraseológicas que contienen sabiduría de la vida. Estos microtextos están constituidos por las oraciones completas e independientes que relacionan dos o más ideas, sin embargo les falta enlazamiento formal al contexto. Por lo general se traducen en rima, aliteración, paralelismo etc.: A quién madruga, Dios ayuda.

Último espacio dedica Casares a los dialogismos y modismos. Entre los dialogismos pertenecen para él las muletillas que se han unido en ciertas frases surgidas del contexto. Repasando modismos viene a la conclusión que este término se refiere a las locuciones, pero también a las frases proverbiales, es decir, no sobrevivirá en la nomenclatura lingüística.

5.2 La clasificación de Gloria Corpas Pastor

Como todas las clasificaciones ya existentes no cumplen los criterios claros para poder establecer una taxonomía razonada de las unidades fraseológicas, Corpas Pastor propone una nueva clasificación que va a servir para vertebrar una clasificación global del sistema fraseológico español. Los criterios que combina son: el criterio de enunciado y con el de fijación. Estos dos criterios ofrecen un primer nivel de la clasificación de las unidades fraseológicas en tres esferas: locuciones, colocaciones y enunciados.

Bajo un término de enunciado aparecemos «una unidad de comunicación mínima, producto de un acto de habla que corresponde generalmente a una oración simple o compuesta pero que también puede constar de un sintagma o una palabra» (Zuluaga, 1980: 191 en Corpas Pastor, 1997: 51). Este criterio divide enunciado en las unidades fraseológicas que constituyen enunciados completos es decir, son sintagmas completamente libres pero que presentan una fijación determinada por el uso y aquellos que no, es decir, necesitan combinarse con otros signos lingüísticos y equivalen a sintagmas.

Este primer grupo pertenece a la comunidad de hablante, es decir, son unidades de habla que llamamos enunciados fraseológicos. El segundo grupo podemos dividir según el ámbito de su fijación en las colocaciones que son fijadas sólo en la norma y en las locuciones que son

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fijadas en el sistema. El primer nivel de esta clasificación podemos ver en la forma visualizada en el siguiente esquema4:

5.2.1 Las colocaciones

El término colocación en español fue introducido por Seco (1978: 218 en Corpas Pastor, 1996: 61) quién lo había cogido de J.R. Firth (1957). Posteriormente este término aparece en los diccionarios de la lingüística española, como p.ej. en Diccionario de Términos Filológicos de Lázaro Carreter o con el tiempo también en los diccionarios de lingüística traducidos al español p.e. en DDLL5 o en el DL2.6 En estos diccionarios , el objetivo de este

término sirve para indicar: «a) un método para descubrir el significado, b) la coaparición sistemática de unidades léxicas» (Corpas Pastor, 1996: 62). En los años ochenta, el término sale de la esfera de los diccionarios especializados para servir como un término utilizado por los lexicógrafos.

Corpas Pastor define en su clasificación las colocaciones como «unidades fraseológicas formadas por dos o más palabras, «sintagmas completamente libres, generados a partir de reglas que presentan cierto grado de restricción combinatoria determinada por el uso» (Corpas Pastor, 1996: 53). Junto con las locuciones no constituyen enunciados ni actos de habla. Por otro lado, a diferencia de las locuciones son unidades estables, combinaciones prefabricadas

4 El esquema de la clasificación de Corpas Pastor proviene de su Manual de fraseología española (1996:52) 5

DDLL – Diccionario de Lingüística por G. Mountain (1979 [1974])

6 DL2 – Diccionario de Lingüística por J. Dubois et al. (1979) UFS

- enunciado + enunciado

[- acto de habla] [+ acto de habla]

Fij. norma ESFERA I colocaciones Fij. sistema ESFERA II locuciones Fij. habla ESFERA III enunciados fraseológicos

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en la norma, no en el sistema como las locuciones. No se puede olvidar mencionar otra propiedad que presentan fijación externa analítica.

En cuanto al significado de estas unidades fraseológicas, las colocaciones se pertenecen como las expresiones semifijas con el significado transparente, que se puede traducir de sus componentes particulares como p.ej. tomar medidas. Al contrario bajo un término locuciones entendemos las expresiones fijas con el significado idiomático, es decir, literalmente imposible de traducir, cuyo significado no se puede deducir de los significados de sus componentes individuales p.ej. echar de menos.

5.2.1.1 Taxonomía de las colocaciones

1. Sustantivo (sujeto) + verbo – el verbo expresa una acción característica de la persona o cosa designada por el sustantivo, p.ej. correr un rumor7

Entre las colocaciones podemos aparecer también las construcciones pronominales impersonales del español, como declararse una epidemia

2. Verbo + sustantivo (objeto) – verbos en este grupo muestran unas extensiones colocacionales de proporciones variables:

a) ilimitados, p.ej. desempeñar un cargo, una función, un papel b) fijos, p.ej. conciliar el sueño y no atraer el sueño

Corpas Pastor incluye a este grupo también las combinaciones con verbos polisémicos donde los sustantivos funcionan como deverbales y presentan carga semántica fundamental p.e. tomar una decisión/decidir

3. Adjetivo + sustantivo – la característica principal de estas colocaciones es que el adjetivo (colocativo) suele intensificar a su base en sentido positivo o negativo en una determinada escala como p.e. error garrafal

El valor o colocativo contiene muchos sustantivos (palabras llaves) que pertenecen al mismo campo semántico p.e. fino se coloca con sustantivos que expresan sentidos como oído, vista u olfato.

Otros adjetivos presentan una extensión más limitada por eso crean unidades bastante compactas, es decir, es bastante difícil distinguirla de las locuciones. Por ejemplo la

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La taxonomía de las colocaciones igualmente que los ejemplos utilizados proviene del Manual de la fraseología española de Corpas Pastor

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expresión mercado negro se puede sustituir por la palabra dinero pero en esta combinación de palabras dinero negro la expresión ya pierde el significado anterior ilegal.

En este grupo aparecemos también aquellas colocaciones que son formadas por dos sustantivos donde uno modifica otro. Si se trata de una colocación revelamos cuando es posible la sustitución paradigmática p.e. limpieza/guerra/viaje relámpago

4. Sustantivo + preposición + sustantivo – este tipo de colocaciones forma parte de una entidad más pequeña. Es muy importante revelar la función de estos sustantivos. El primer sustantivo constituye el colocativo y resulta la función léxica p.e. una tableta de chocolate mientras que el segundo es la base y cumple la función Mult8 p.e. ciclo de conferencia.

5. Verbo + adverbio – los adverbios que figuran en estas colocaciones son los adverbios de modo y de intensidad y desempeñan la función léxica p.e. caer pesadamente, llorar amargamente

6. Adjetivo + adverbio – en este tipo de colocaciones aparecemos participios en función adjetival y adverbio que son también de modo o de intensidad. En estos grupos de colocaciones se efectúa la intensificad del adjetivo por el adverbio p.e. diametralmente opuesto, firmemente convencido

5.2.2 Las locuciones

La tercera esfera de la clasificación de Corpas Pastor se refiere a las locuciones, que la autora define como unidades fraseológicas del sistema de la lengua con las características como la fijación interna, unidad de significado y fijación externa pasemática. Las locuciones no constituyen enunciados completos sino funcionan como elementos oracionales.

A lo largo del tiempo han surgido las definiciones de varios autores sobre las locuciones que contribuyeron a perfeccionar la capacidad de delimitarlas y definirlas. Ya conocemos las definiciones de Casares y de Corpas Pastor que son distintas ya que sus clasificaciones son concebidas desde distintos puntos de vista.

DDL define la locución como «construcción fija integrada por un conjunto de palabras con significación unitaria y gramaticalmente equivalente, por lo general, a un elemento único capaz de desempeñar distintas funciones gramaticales (DDL, en Corpas Pastor, 1996: 89)

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Las locuciones tienen muchas características comunes con las combinaciones libres de palabras y otras con unidades complejas. La diferencia entre las locuciones y combinaciones libres consiste en su institucionalización, su estabilidad sintáctico-semántica y su función denominativa. Los criterios semánticos para averiguar su estabilidad y también integridad semántica consisten en sustitución, eliminación y deficiencias transformativas

La más importante es la sustitución, que consiste en sustituir un elemento de la unidad por un sinónimo, hipónimo o hiperónimo. El resultado es que la secuencia se conserva en número de elementos gramaticales pero se cambia su cohesión semántica p.e. de mírame y no me toques sustituido por de obsérvame y no me toques.

Otro criterio es la eliminación de un elemento de la unidad que causa que aunque la secuencia se conserva como gramatical, pierde el significado unitario p.e. matar dos pájaros de un tiro y no matar pájaros de un tiro. En cuanto a las adiciones el resultado del cambio de la unidad es el mínimo, es decir, pérdida del significado unitario p.e. matar dos pájaros blancos de un tiro.

El tercer criterio considerable son las deficiencias transformativas que se refieren esencialmente a las locuciones verbales y que incluyen todos los cambios transformativos de una locución como reordenación de los elementos como dar liebre por gato y no dar gato por liebre, ʻʻengañar dando una cosa por otra de más valor o el cambio de artículosʻʻ como estirar una pata y no estirar la pata. Con este tercer criterio obtenemos el resultado que el «orden de palabras no puede someterse a los cambios permitidos por las combinaciones libres de palabras de estructura y de categoría similar» (Corpas Pastor, 1996: 90).

En cuanto a la delimitación de las locuciones de las palabras compuestas se utilizan los criterios de carácter semántico, morfosintáctico, acentual y ortográfico. Las locuciones y las palabras compuestas presentan la cohesión semántica y morfosemántica, sin embargo, el criterio acentual se entiende como incompleto porque los diversos tipos compositivos presentan patrones distintos. El último criterio, ortográfico, fue recibido como el más exacto para poder separar las locuciones de las palabras compuestas.

Al final, Corpas Pastor define las palabras compuestas como «unidades léxicas formadas por unión gráfica (y acentual) de dos o más bases» (Corpas Pastor, 1996: 93) y locuciones como unidades que presentan un grado semejante de cohesión interna pero no muestran unión ortográfica.

5.2.2.1 Taxonomía de las locuciones

La taxonomía de las locuciones consiste en dividirlas según la función oracional que desempeñan no dependiendo de si se trata de una palabra simple o un sintagma. Otro criterio

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en que se basa esta taxonomía es el de la clase basada en el núcleo del sintagma de que se trate. Así las locuciones distinguimos en las nominales, adjetivas, adverbiales y verbales según el núcleo de sintagma que constituyen.

Entre las locuciones incluimos también las prepositivas que son constituidas por sintagmas prepositivos y las conjuntivas que son formadas por verbo y por una conjunción y que forman un sentido unitario. Último tipo de locuciones que forman parte de esta clasificación son las locuciones complejas que son formadas por varios sintagmas donde uno de ellos es verbal. No se trata de las oraciones completas sino cláusulas.

1. Locuciones nominales están formadas por diversas sintagmas nominales: a) Sustantivo + adjetivo p. ej. vacas flacas

b) Sustantivo + preposición + sustantivo p. ej. patas de gallo

Dentro de este grupo incluimos sustantivos o verbos unidos por la conjunción p. ej. la flor y nata o también locuciones infinitivas (dos infinitivos que se presentan en contraposición y no toman forma personal) p.ej. coser y cantar

Las locuciones nominales desempeñan las mismas funciones que un sustantivo o un sintagma nominal.

2. Las locuciones adjetivas desempeñan las funciones de atribución y predicación y están constituidas por un sintagma adjetivo compuesto de adjetivo/participio + preposición + sustantivo p. ej. listo de manos Entre las locuciones adjetivas pertenecen muchas de las comparaciones estereotipadas construidas por el adverbio como entre el adjetivo y el sustantivo o mediante el morfema discontinuo del comparativo de superioridad más... que p. ej. blancos como la pared.

Otro grupo que corresponde a este grupo son las locuciones adjetivas constituidas por un sintagma prepositivo, es decir, una preposición y su término correspondiente p. ej. de pelo en pecho. Generalmente las locuciones adjetivas que contienen el verbo suelen desempeñar la función predicativa mientras que las que no están constituidas por el verbo suelen desempeñar la función de atributo.

3. Locuciones adverbiales entendemos como las locuciones formadas por sintagmas prepositivos que desempeñan la función según la categoría gramatical p. ej. con la boca abierta (función de modo). Dentro de este grupo de locuciones se aumenta el número de las unidades de distinta complejidad sintáctica p.ej. con pelos y señales (muy detalladamente, DUE)

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4. Las locuciones verbales expresan procesos y forman los predicados con o sin complementos. Pueden ser formadas: a) por dos verbos y una conjunción p. ej. nadar y guardar b) por verbo y un pronombre p. ej. cargársela c) por verbo copulativo y atributo que a lo largo de tiempo abundan por su complejidad p. ej. costar un ojo de la cara d) en sentido negativo p. ej no tener un pelo de tonto 5. Locuciones prepositivas suelen estar formadas por un adverbio (o sustantivo

adverbializado) seguido de una preposición o por un sustantivo (o dos coordinados) seguido de una preposición p. ej. a causa de. Alarcos Llorach (en Corpas Pastor, 1996: 105) divide las locuciones prepositivas en dos grupos: primer grupo incluye las unidades donde el adverbio funciona como tal por sí solo p. ej encima de mientras que el segundo grupo apoya las unidades que necesitan un adyacente específico p. ej. a causa de. Hay que distinguir las locuciones prepositivas según la función de preposición, es decir, la primera preposición fija la relación entre el elemento inicial y el todo que forman la segunda preposición su término p. ej. de + entre/hacia/por/sobre

6. Las locuciones conjuntivas no forman sintagmas ni pueden ser el núcleo de éstos pero pueden ser coordinantes o subordinantes. Entre las coordinantes pertenecen las conjuntivas distributivas o disyuntivas como ora....ora y las adversativas como antes bien. Las subordinantes incluyen generalmente las cláusulas finitas como con tal de. En cuanto a los valores que presentan las locuciones conjuntivas podemos mencionar las condicionales (siempre que), concesivas (aun cuando), causales (dado que), consecutivas (así que), finales (a fin de que), modales (según y conforme), comparativas (así como). Es posible que una locución es poseedora de distintos valores a la vez p. ej. puesto que tiene valor adversativa (ʻʻaun queʻʻ), causal (ʻʻpuesʻʻ) y continuativa (DRAE). Por último, no es posible olvidar de mencionar la existencia de locuciones que relacionan los párrafos, oraciones o partes de ellas p. ej. sin embargo, a pesar de ello etc.

7. Locuciones clausales son aquellas que son formadas por varios sintagmas de los cuales uno de ellos es verbal. La estructura está constituida por un sujeto y por un predicado que expresan un juicio, una proposición. Este tipo de estructuras no constituye oraciones completas a causa de que necesitan actualizar algún actante en el discurso en el cual se insertan p. ej. hacérsele a alguien la boca agua y no

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son cláusulas finitas restringidas a funcionar como elementos oracionales p. ej. como Dios manda.

5.2.3 Enunciados fraseológicos (paremias)

En la tercera esfera de la clasificación de Corpas Pastor son los enunciados completos los que se caracterizan por constituir actos de habla y por presentar fijación interna (material y de contenido) y externa. La autora distingue estos enunciados en paremias y fórmulas rutinarias. Las paremias aparecen en los textos autónomos y conservan significado referencial, mientras que, fórmulas rutinarias contienen el significado de tipo social, expresivo o discursivo y provienen por situaciones concretas.

Aunque los enunciados se entienden como unidades completas, a veces es muy difícil distinguirlas de las locuciones p.ej. la frase Quién te le ha dado en este entierro aparece en SWSD9 como fórmula sin embargo la expresión no darle a uno vela en/para un entierro define DRAE como una locución. Las diferencias principales que nos pueden ayudar con el análisis son:

1. Las locuciones se refieren a las situaciones concretas mientras que las paremias se dedican a las situaciones más generales

2. Las paremias establecen enunciados introducidos en el discurso y no permiten ningunos cambios excepto a los de la concordancia. Al otro lado las locuciones permiten ciertas transformaciones y funcionan como elementos sintácticos de la oración.

3. Las paremias se perciben como las unidades del habla mientras que las locuciones son elementos indivisibles del sistema de la lengua.

5.2.3.1 Taxonomía de las paremias

Las paremias pertenecieron al centro de la fraseología pero a lo largo del tiempo y después de surgir las combinaciones estables que ocuparon el centro, las paremias se mudaron a la periferia.

Las definiciones del término paremia es casi imposible encontrarlas y delimitarlas en los diccionarios de lingüística. El diccionario general DRAE defina paremia como «Refrán, proverbio, adagio, sentencia» (DRAE).

Mlacek avisa que «no todas las paremias pueden ser incorporadas a la fraseología» (Mlacek 1983, en Corpas Pastor, 1996: 135) porque este término abarca varios subtipos de los

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refranes (aforismos, sentencias, adagios, etc), las citas, los lugares comunes, los eslóganes, o los enunciados fraseológicos textuales

1. Enunciados de valor específico – son aquellas que no expresan la verdad general y están relacionadas con lo comentado p. ej. Las paredes oyen, Los duelos con pan son menos

2. Citas – se diferencian de los refranes por tener un origen conocido. Corpas Pastor define las citas como «enunciados extraídos de textos escritos o de fragmentos hablados puestos en boca de un personaje real o ficticio» (Corpas Pastor, 1996: 143). Las citas más conocidas que se almacenarán en la mente de los hablantes provienen de la literatura nacional p. ej. Verde, que te quiero verde (F. García Lorca), La vida es sueño (P. Calderón de la Barca)

3. Refranes – se definen por cumplir cinco características principales: lexicalización, autonomía sintáctica, autonomía textual, valor de verdad general, carácter anónimo. En comparación con citas, los refranes tienen un origen desconocido y poseen una multitud de sinónimos como proverbio, dicho, máxima, adagio, aforismo, apotegma o sentencia. Los refranes se perciben muchas veces como las verdaderas paremias p.e. La ocasión hace al ladrón.

5.2.4 Enunciados fraseológicos (fórmulas rutinarias)

Las fórmulas rutinarias igualmente que las locuciones se diferencian de las paremias en la aparición por situaciones concretas. A este grupo pertenecen las denominaciones como los timos de Casares, las fórmulas de la vida social y las frases habituales de Haensch, los giros interjeccionales y las fórmulas estereotipadas de Beinhauer, etc. Son todas las denominaciones que se refieren a las fórmulas rutinarias. De su carácter descriptivo podemos descubrir las características principales de que se trata. Se trata de oraciones de tipo exclamativo, imperativo o interrogativo que están relacionadas con determinadas situaciones y en las cuales el hablante expresa sorpresa, asombro, admiración, rechazo, enojo o repulsión. 5.2.4.1 La taxonomía de las fórmulas rutinarias

1. Fórmulas discursivas – son aquellas que dependen de las situaciones discursivas y que presentan la actitud del hablante hacia lo que se dice.

a) Fórmulas de apertura y de cierre – cada cultura tiene otros hábitos como abrir y cerrar en encuentro entre los hablantes Estas fórmulas constituyen saludos y fórmulas de información que dependen principalmente de las relaciones

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sociales de los hablantes p.e. Hola ¿que tal? o Buenos días señor Martínez ¿cómo está?

b) Fórmulas de transición – son aquellas que organizan el discurso y mantienen la fluidez de los intercambios de la comunicación p. ej. No sé que te diga

2. Fórmulas psico – sociales – se refieren a las funciones de expresión del estado mental y a los sentimientos del hablante p. ej. con perdón, muchas gracias.

5.3 Una clasificación no discreta de las unidades fraseológicas (Leonor

Ruiz Gurillo)

Este tipo de la clasificación de las unidades fraseológicas divide unidades fraseológicas según el criterio formal, porque este criterio permite observar con mayor claridad tanto las diferencias internas de las unidades fraseológicas como las relaciones que poseen con otras clases de sintagmas. Se aplicará a tres clases de sintagmas fraseológicos: nominales, verbales y prepositivos.

5.3.1 Los sintagmas nominales fraseológicos

El lugar que establecen en el sistema de las unidades fraseológicas es dispar, están representados por unidades como camino real. Sus características principales son :

1. Manifiestan algún grado de fijación e idiomaticidad.

2. Manifiestan determinados rasgos que permiten considerarlas como unidades fraseológicas.

La fraseología tiene relación estrecha con el procedimiento de composición. Las fronteras entre las locuciones nominales y compuestos son difícil de plantear, pero frente a todas la coincidencias que tienen unidades fraseológicas y compuestos (ambas son unidades de formación secundaria, pueden presentar idiomaticidad etc.), la diferencia más importante es de carácter formal, puesto que «los elementos integrantes de los compuestos manifiestan unidad gráfica, mientras que los de las locuciones acostumbran a aparecer separados en la escritura, manteniendo de este modo su independencia formal» (Ruiz Gurillo, 1997:106) Así, la consideración no discreta acoge tanto las colocaciones como locuciones, los compuestos forman parte de otra categoría, la de la unidad léxica.

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En fin, con el criterio formal delimitamos unidades fraseológicas con otro tipo de sintagmas (compuestos), ahora nos centramos en las diferencias internas entre colocaciones y locuciones. La propiedad de idiomaticidad es la que nos permite distinguir entre ambos grupos.

En un lado tenemos las colocaciones nominales como, por ejemplo rebanada de pan que «constituyen unidades fraseológicas periféricas que han sido creadas empleando procedimientos regulares, propios de la sintaxis libre. Sin embargo, la cohesión que manifiestan sus formantes permite hablar de combinaciones fraseológicas» (Ruiz Gurillo, 1997: 110)

En el nivel intermedio se sitúan las unidades fraseológicas que crean una parte fija (la base) y otra idiomática (el colocativo). Ponemos el ejemplo de dinero negro.

En otro lado se sitúan las locuciones nominales, por ejemplo manos sucias, «son unidades fraseológicas nucleares que evidencian algún grado de idiomaticidad y grados mayores de fijación, lo que imposibilita la sustitución de sus formantes sin que la unidad pierda sus cualidades» (Ruiz Gurillo, 1997: 110)

5.3.2 Los sintagmas verbales fraseológicos

Los lugares que representan en la escala fraseológica son diversos y van del centro a periferia, están representados por unidades como soltar la casa, perder el tiempo.

Los que se sitúan en la periferia son «en el primer lugar las colocaciones verbales como estallar una guerra» (Ruiz Gurillo,1997: 110)

En segundo lugar se sitúan las unidades verbales sintagmáticas, éstas representan mayor grado de cohesión de sus formantes que los del grupo anterior. Su estructura formal es V+SN y V+SP, pongamos el caso de hacer uso o ponerse en tratamiento. «Funcionalmente, constituyen los conglomerados, donde el componente verbal ha perdido sus valores léxicos y soporta los morfológicos del conjunto» (Ruiz Gurillo, 1997: 111) Estas sintagmas pueden sustituirse por un lexema simple, ejemplo hacer uso /usarse.

En tercer lugar tenemos los sintagmas verbales fraseológicos situados en el límite entre periferia y centro, son aquellas unidades fraseológicas que posibilitan variación, por lo general del SN, aunque no se permite cualquier tipo de conmutación, porque viene limitado

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por la fijación, pongamos el ejemplo de no importar un pimiento/pito/leche (Ruiz Gurillo, 1997: 112).

En el cuarto lugar se encuentran las locuciones que forman el centro de la unidad fraseológica, aquí se sitúan las locuciones verbales raramente fijas como correr el mundo, son las expresiones fijas que no permiten la idiomaticidad. Tienen alto grado de cohesión y solo permiten alguna variación de sus formantes, ponemos el ejemplo de variación de género, hacerse loca/hacerse loco.

En el quinto lugar se encuentran las locuciones que contienen una parte fija y otra idiomática, y tienen el grado de fijación elevado, ponemos ejemplo de vivir el aire/ vivir como el rey. En este lugar se añaden también las expresiones formadas por ser + sustantivo, por ejemplo ser un tigre, ser un diablo. En este caso el formante verbal conserva su significado, en contrario el formante nominal presenta el significado figurado.

En sexto lugar se sitúan las locuciones como perder el tiempo, perder la cabeza,«estas unidades se construyen por medio de un metáfora ontológica que tiene como base la consideración de un proceso como una entidad física» (Ruiz Gurillo, 1997: 113)

En séptimo lugar encontramos las locuciones semiidiomáticas; constituyen unidades con alto grado de fijación, aunque el alto grado de motivación demuestra su escasa idiomaticidad. Pongamos el caso de soltar la mosca, echar raíces.

En octavo lugar se encuentran las locuciones verbales próximas al prototipo, porque poseen el alto grado de idiomaticidad y fijación y al contrario al grupo anterior presentan el grado escaso de motivación, por ejemplo hacerse el sueco.

En noveno lugar se encuentra el prototipo que presenta el grado de idiomaticidad y fijación total y contiene alguna palabra diacrítica y/o anomalía estructural. Ejemplo salir de naja.

5.3.3 Los sintagmas prepositivos fraseológicos

Los lugares que representan en la escala fraseológica son diversos y van del centro a periferia, están representados por unidades como a duras penas, en concreto. La peculiar estructura del sintagma prepositivo deja sin efecto algunos rasgos antes detallados, aunque les consideramos como unidades fraseológicas gracias a los rasgos de idiomaticidad, de motivación y de alto grado de fijación.

En el centro se encuentran, en primer lugar las locuciones totalmente fijas e idiomáticas con palabras diacríticas y/o anomalías estructurales: a la virulé.

En el segundo lugar hallamos sintagmas muy próximas al prototipo, son palabras totalmente fijas e idiomáticas, ejemplo: a menudo.

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En el tercer lugar se encuentran locuciones parcialmente fijas e idiomáticas, en diversos grados, presentan la zona de transición entre la periferia y el centro, por ejemplo: a mano.

En el cuarto lugar se encuentran las locuciones de la zona periférica, éstas se dividen en: 1. Locuciones meramente fijas: en público.

2. Locuciones con variantes: de (muy) buen grado.

3. Locuciones con casillas vacías: a mi (tu, su, etc.) juicio. 4. Creaciones locucionales analógicas: a gritos, a golpes.

5. Esquemas fraseológicos: cara a cara. (Ruiz Gurillo, 1997: 120)

En resumen, «se trata de una progresión que va de la irregularidad hasta la regularidad, de la improductividad a la productividad, de la fraseología a la sintaxis, pero, ante todo, constituye una diferenciación que responde a un continuum de difícil segmentación» (Ruiz Gurillo, 1997: 120).

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II. LA PARTE PRÁCTICA

La parte práctica de este trabajo contiene un corpus que comprende la clasificación de la fraseología de las partes externas del cuerpo humano. Este corpus está construido de varios tipos de diccionarios generales monolingües y de los fraseológicos y dado que algunas partes entran en el campo de argot, también de los diccionarios argóticos. El corpus sirve como un recurso cómo orientarse en la fraseología de las partes del cuerpo humano y está dedicado a todos los hispanohablantes para poder buscar las unidades fraseológicas de manera simple y fácil.

Aunque no se pueden analizar todas las partes del cuerpo humano en un trabajo, este corpus comprende las locuciones, colocaciones, refranes en la fraseología relativa solamente a las partes externas del cuerpo humano.

El corpus se divide en cinco partes principales en las que podemos dividir el cuerpo humano: cabeza, brazos, tronco, órganos genitales y piernas. Debajo de estas cinco partes principales del cuerpo humano podemos buscar cuarenta y una partes externas del cuerpo humano según su colocación en el cuerpo humano

La clasificación de las cinco partes principales del cuerpo humano está construida verticalmente desde arriba hasta abajo, es decir, desde la cabeza hasta la pierna. A pesar de esta clasificación de las partes principales, las partes externas no siguen la clasificación de este modo sino de orden alfabético.

Si la unidad fraseológica contiene varios verbos, estos verbos están colocados según la frecuencia de su uso en los vocabularios. Las locuciones y colocaciones en un sentido negativo las podemos buscar debajo de partícula negativa «no» pero los verbos también siguen siendo un orden alfabético.

La clasificación de los refranes está organizada por un orden alfabético pero no según el verbo que contiene sino según la palabra con la que se empieza para mantener la totalidad de ella.

Como las expresiones son recogidas también de los diccionarios de la fraseología argótica, debajo de la entrada aparecemos las palabras de carácter argótico. Como es muy difícil distinguir las fronteras entre la fraseología argótica y la que no es argótica, aparecen muchas expresiones en un sentido argótico que no son separadas de otras.

Este corpus dirige solamente a la clasificación de la fraseología de las partes externas del cuerpo humano, no ofrece explicaciones, ni origen de las expresiones, ni sus ejemplos. No es un corpus materializado de las palabras sino de las locuciones.

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Corpus de las partes externas del cuerpo humano

La lista de abreviaturas

DRAE – Diccionario de la Real Academia Española DEA – Diccionario del español actual

ŠSFS – Španielsko – slovenský frazeologický slovník reg. – registro

La cabeza

la boca

Abrir/hacer boca (con algo) Abrir mucha/tamaña/tanta boca (reg.

coloquial DRAE )

Abrir una boca de cuarta/de a tercia/de a palmo/de vara y medio

Alimentar/mantener muchas bocas Andar de boca en boca

Andar/estar en boca(s) de alguien Andar en boca de todos

A pedir de boca Buscar la boca

Calentársele la boca (reg coloquial DEA)

Callarse la boca (reg. coloquial DRAE)

Cerrarle la boca (reg. coloquial DRAE)

Correr de boca en boca

Coser(se) la boca (reg. coloquial DRAE)

Darse de boca con alguien Decir algo a boca de jarro

Decir con la boca chica (reg. coloquial DRAE)

Decir/hablar por boca de alguien Decir lo que se viene a la boca (reg.

coloquial DRAE) Despegar la boca

Disparar a boca de cañón Disparar/herir a boca de jarro En boca cerrada no entran moscas En boca del mentiroso lo cierto se

hace dudoso

Escuchar/oír con la boca abierta (reg. coloquial DRAE)

Estar/quedarse/dejar a alguien con la boca abierta (reg. coloquial ŠSFS) Estar/quedarse/dejar a alguien de boca

para afuera

Estar boca abajo/arriba

Estar colgada/colgarse de la boca de alguien

Estar/ser oscuro como boca de lobo (reg. coloquial DRAE)

Guardar la boca Hablar por boca

Hablar por boca de ganso (reg. coloquial DRAE)

Hablar por esa boca

Hacer boca (reg. coloquial DRAE) Hacerle a alguien la boca un fraile Hacérsele la boca agua a alguien (reg.

coloquial DRAE)

Halaga con la boca y muerde con la cola (reg. coloquial DRAE) Ir en boca

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Lavar la boca

Llenarse con boca de algo Llevarse la boca

Llorar a boca cerrada y no dar cuenta a quien no se le da nada

Mantener/tener la boca cerrada Mentir con toda la boca (reg.

coloquial DRAE)

Meterse (estar) en la boca del lobo (reg. coloquial DRAE)

No abrir/despegar la boca (reg. coloquial DRAE)

No caérsele de la boca a alguien (reg. coloquial DEA)

No decir “esta boca es mía“ (reg. coloquial DRAE)

No descoser la boca/los labios (reg. coloquial DRAE)

No tener que llevarse a la boca Parecer que le ha hecho la boca un

fraile

Partir la boca (reg. coloquial DEA) Pedir de boca

Pide a V.d. por esa boca Poner boquita de piñón Poner las cartas boca arriba Por la boca muere el paz Quedarse con la boca abierta Quedarse en la boca

Quitarle de la boca algo a alguien (reg. coloquial DRAE)

Quién boca tiene, a Roma llega Romperle/saltarle la boca a alguien Saber de boca

Se le hace boca el agua (reg. coloquial ŠSFS)

Ser de boca

Ser de buena/mala boca Taparle la boca a alguien (reg.

coloquial ŠSFS)

Tener buena/mala boca Tener la boca blanda

Tener la boca caliente (reg. coloquial DEA)

Tener la boca cerrada Tenerle sentado en la boca del

estómago (reg. coloquial DRAE) Tener/traer siempre en la boca

a alguien/algo (reg. coloquial ŠSFS) Torcer la boca

Venírsele a la boca a alguien

el cabello

Agarrarse/asirse de un cabello para (lograr) algo

Ahogarse con un cabello Cortar un cabello en el aire Erizársele el cabello/los cabellos

a alguien

Estar pendiente de un cabello (reg. coloquial DRAE)

Gobernar/llevar de/por un cabello (reg. coloquial DRAE)

Hacer de cabello caballo

(No) tocarle un cabello a alguien Poderse ahogar con un cabello

(reg.coloquial DRAE)

Ponérsele los cabellos de punta Tomar el cabello (reg. coloquial DEA) Traer algo por los cabellos

la cabeza

Abrir la cabeza (reg. coloquial DRAE) Agachar/bajar la cabeza (reg.

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(Andar con/llevar) la cabeza (muy) alta

Andar de cabeza Andar mal de la cabeza Apostarse la cabeza (A)sentar (la) cabeza

Asentir (afirmar) con la cabeza Caberle/entrarle en la cabeza Calentar la cabeza a alguien (reg

coloquial DEA)

Calentarle la cabeza a alguien (reg. coloquial DRAE)

Calentarse/romperse la cabeza Comer la cabeza

Comerse la cabeza

Cuantas cabezas, tantos pareceres Dar buen lavado de cabeza (reg.

coloquial ŠSFS)

Dar con cabeza en las paredes/darse la cabeza contra la pared (reg coloquial ŠSFS)

Darle a alguien en la cresta/cabeza (reg.coloquial DRAE)

Darle a alguien vueltas a la cabeza (reg. coloquial DEA)

Decir con la cabeza muy alta Doblar la cabeza (reg. coloquial

DRAE)

Entrar en la cabeza

Escarmentar en cabeza ajena Estar a la/en cabeza de alguien/algo Estar bien/mal de la cabeza

Estar tocada de la cabeza Henchirle/llenarle la cabeza de

viento/de humo (reg. coloquial DRAE)

Ir con la cabeza muy alta Ir de cabeza

Írsele la cabeza a alguien (reg. coloquial DRAE)

Jugar la cabeza

Jugarse la cabeza (reg. coloquial ŠSFS)

Levantar la cabeza (reg. coloquial DRAE)

Llenar la cabeza de pájaros/meter pájaros en la cabeza

Llevarse las manos a la cabeza Lo que tiene en la cabeza le sale por la

boca

Más vale ser cabeza de ratón que cola de león

Meter algo en la cabeza a alguien (reg. coloquial DRAE)

Meter/esconder la cabeza debajo del ala (reg. coloquial DRAE)

Meter la cabeza (reg. coloquial DRAE)

Meter la cabeza en un pájaro y dejar el cuello al aire (reg. coloquial DRAE)

Metérsele en la cabeza (reg. coloquial DRAE)

Metérsele/ponérsele en la cabeza a alguien (reg. coloquial DRAE) Negar con la cabeza

(No) alzar/levantar la cabeza No caber en cabeza humana

No caberle a/en alguien en la cabeza No dejar títere con cabeza

No saber dónde dar de cabeza No tener más que serrín en la cabeza No tener ni pies ni cabeza

Olerle la cabeza a pólvora (reg. coloquial DRAE)

Partirse/quebrarse la cabeza

Pasársele por la cabeza a alguien (reg. coloquial DRAE)

Perder la cabeza (por alguien/algo) (reg. coloquial DEA)

Quebrarse/romperse la cabeza (reg. coloquial ŠSFS)

Referencias

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