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Nuevos retos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades pulmonares intesticiales

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(1)

Las enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID)

constituyen un grupo heterogéneo de procesos que presentan

ma-nifestaciones clínicas, radiológicas y funcionales respiratorias

co-munes, y que afectan predominantemente a las estructuras

alveo-lointersticiales del pulmón y, a menudo, a las pequeñas vías

aé-reas y la vasculatura pulmonar.

La incidencia y prevalencia de las EPID no se conocen con

precisión y, en la mayoría de los países, ni siquiera se conocen con

imprecisión. Los datos disponibles en Europa son muy variables,

ya que la metodología y la definición y clasificación utilizadas,

particularmente en el caso de las neumonías intersticiales

idiopá-ticas, difieren de un estudio a otro. En España, el registro llevado

a cabo por el Grupo EPID, de la Sociedad Española de

Neumo-logía y Cirugía Torácica (SEPAR), indica que la incidencia

esti-mada de EPID en nuestro país es de 7,6/100.000 y la de FPI de

1,6/100.000 habitantes

1,2

.

La etiología de las EPID es muy variada. En la actualidad se

conocen más de 150 causas diferentes de EPID, si bien el

diag-nóstico etiológico sólo es posible establecerlo en

aproximada-mente el 35-40% de los casos.

Desde la descripción inicial de Osler en 1892, han sido

nume-rosas las clasificaciones que han tratado de agrupar estas

enfer-medades. La Normativa SEPAR para el diagnóstico y tratamiento

de las EPID

1

, en consonancia con el documento de consenso

ela-borado por la American Thoracic Society (ATS) y la European

Res-piratory Society (ERS), distingue 3 grupos de EPID: las neumonías

intersticiales idiopáticas (cuya caracterización y patrones

histoló-gicos han suscitado una gran atención en los últimos años), las EPID

de causa conocida (p. ej., fármacos, polvos orgánicos o inorgánicos)

o asociadas a entidades bien definidas (p. ej., enfermedades del

co-lágeno), y un tercer grupo que incluye enfermedades

granuloma-tosas y otros procesos que, aunque idiopáticos, presentan una

clí-nica e histología bien definidas

3-5

(Tabla I).

El diagnóstico diferencial de las EPID abarca, pues, una

ex-tensa variedad de procesos que afectan al espacio intersticial, bien

como enfermedad primaria o como exponente definido de un

pro-ceso multiorgánico. Ello implica necesariamente un abordaje

diag-nóstico secuencial y estructurado (Fig. 1).

NEUMONÍAS INTERSTICIALES IDIOPÁTICAS

Dentro de la clasificación de las enfermedades pulmonares

in-tersticiales, las EPID idiopáticas constituyen un grupo de

enti-dades claramente diferenciadas unas de otras, de etiología

desco-nocida, que afectan de forma difusa el intersticio pulmonar con

diferentes grados de inflamación y fibrosis.

Según las actuales normativas (ATS-ERS/SEPAR), las EPID

idiopáticas incluyen las entidades clinicopatologicas de fibrosis

pulmonar idiopática (FPI), neumonía intersticial aguda (NIA),

bronquiolitis respiratoria asociada a enfermedad pulmonar

in-tersticial (BR-EPI), neumonía inin-tersticial descamativa (NID),

neu-monía organizada criptogenética (NOC), neuneu-monía intersticial no

Nuevos retos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades

pulmonares intesticiales

J. Ancochea, A. Casanova, M.A. Ruiz Cobos

Servicio de Neumología. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid

O R I G I N A L

Correspondencia: Julio Ancochea Bermúdez. C/ Diego de León, 62.

28006 Madrid

e-mail: juli119@separ.es

TABLA I. Clasificación de las EPID Neumonías intersticiales idiopáticas

Fibrosis pulmonar idiopática (FPI) Neumonía intersticial aguda (NIA) Neumonía intersticial no específica (NINE)

Bronquiolitis respiratoria con enfermedad pulmonar intersticial (BR/EPID)

Neumonía intersticial descamativa (NID) Neumonía organizada criptogenética (NOC) Neumonía intersticial linfocítica (NIL)

De causa conocida o asociada

Asociadas a enfermedades del colágeno Causadas por polvos inorgánicos (neumoconiosis) Inducidas por fármacos y radioterapia

Causadas por polvos orgánicos (alveolitis alérgicas extrínsecas) Asociadas a enfermedades hereditarias (enfermedad de Hermansky-Pudlak, etc.)

Primarias o asociadas a otros procesos no bien definidos

Sarcoidosis Proteinosis alveolar Microlitiasis alveolar Linfangioleiomiomatosis Eosinofilias pulmonares

Histiocitosis X (granulomatosis de células de Langerhans) Amiloidosis

(2)

específica (NINE) y neumonía intersticial linfocítica (NIL). Esta

nueva clasificación de EPID idiopáticas está basada en criterios

clínicos, radiológicos y patológicos (Tabla II).

En la actualidad, el principal reto diagnóstico que se nos

plan-tea es la distinción entre la FPI (NIU) y la NINE, dadas las

dife-rencias pronósticas y de enfoque terapéutico que este hecho

con-lleva.

FIBROSIS PULMONAR IDIOPÁTICA

La FPI es la más frecuente de las EPID (40-60% de los

ca-sos), con una incidencia estimada en España de 1,6 casos/100.000

habitantes/año

2

. Es una enfermedad de causa desconocida,

pro-gresiva y letal en un plazo relativamente corto de tiempo.

Histo-patológicamente, la FPI se caracteriza por la presencia de

neu-monía intersticial usual (NIU) (Tabla III) en la biopsia pulmonar

de un paciente en el que se han excluido otras causas de EPID, y

que presenta alteraciones clinicofuncionales compatibles y

ha-llazgos característicos en la TACAR (Tablas IV y V).

La FPI representa una enfermedad epitelial/fibroblástica. Así,

la hipótesis patogénica actual postula que el evento inicial se debe

a agresiones repetidas a las células epiteliales alveolares, que se

activan e intervienen en la migración y proliferación de los

fi-broblastos, a través de factores fibrogénicos

6-9

.

En el desarrollo de la FPI están implicadas diversas

citoci-nas, como la interleucina 1, el factor de crecimiento derivado de

las plaquetas, el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-

α) y el

fac-tor beta de transformación del crecimiento (TGF-

β),

considera-do, quizás, el mediador fibrogénico más importante. El TGF-

β

es producido por células inflamatorias y células epiteliales

da-ñadas. Entre sus acciones destacan el estímulo de la síntesis de

colágeno y de otros componentes de la matriz extracelular, así

como la activación de inhibidores de proteasas, que degradan la

matriz extracelular, y del inhibidor de la activación del

plasmi-nógeno

10

.

Por otra parte, los resultados de diferentes estudios sugieren

que el exceso de oxidantes liberados por las células inflamatorias

(anión superóxido, peróxido de hidrógeno, etc) y/o el déficit de

glutatión (L-gamma-glutamil-L-cisteinil-glicina, GSH)

desempe-ñan un importante papel en la producción de lesión epitelial

11-13

.

TABLA II. Neumonías intersticiales idiopáticas: definición histológica y clínica (ATS-ERS / SEPAR) Patrones histológicos Diagnósticos clínicos

Neumonía intersticial usual Fibrosis pulmonar idiopática

Neumonía intersticial no específica Neumonía intersticial no específica (provisional)

Neumonía organizada Neumonía organizada criptogenética

Daño alveolar difuso Neumonía intersticial aguda

Bronquiolitis respiratoria Bronquiolitis respiratoria / EPID

Neumonía intersticial descamativa Neumonía intersticial descamativa

Neumonía intersticial linfocítica Neumonía intersticial linfocítica

TABLA III. Patrón NIU: características histológicas Criterios mayores

Afectación pulmonar parcheada

Distribución frecuentemente subpleural, paraseptal y/o peribronquiolar

Fibrosis densa que causa remodelado de la arquitectura pulmonar con frecuente fibrosis en panal de abeja

Focos fibroblásticos esparcidos en los bordes de densas cicatrices Inflamación intersticial de leve a moderada

Hallazgos negativos

Ausencia de lesiones activas de otras enfermedades intersticiales (como sarcoidosis o histiocitos de células de Langerhans) Ausencia de inflamación crónica intersticial marcada Granulomas: ausentes o marginales

Ausencia de depósitos de sustancias inorgánicas, como cuerpos de asbesto (excepto antracosis)

Figura 1. Pauta diagnóstica de las EPID (Normativa SEPAR. Arch

Bron-coneumol 2003; 39: 580-600).

Anamnesis Exploración física

Radiografía de tórax Análisis sanguíneos Pruebas funcionales respiratorias

Otras exploraciones

TAC de alta resolución

Fibrobroncoscopia

Diagnóstico No diagnóstico

(3)

Otros aspectos novedosos y de indudable interés son los

po-sibles factores genéticos implicados en la génesis y desarrollo

de la FPI. Aunque no se conoce la etiología de la FPI, es

proba-ble que sea consecuencia de la acción de factores ambientales o

exógenos (¿tabaquismo, exposición a metales o a polvos de

ma-dera, infecciones víricas, fármacos antidepresivos...?) o

endóge-nos (¿reflujo gastroesofágico?, ¿componente autoinmune?) en

su-jetos con predisposición genética. Se ha sugerido la potencial

aso-ciación de alteraciones genéticas en el cromosoma 14 y en el

sistema HLA y la FPI. En estudios recientes se ha demostrado una

mutación en el gen de la proteína C del surfactante en una

fami-lia con varios miembros afectos de FPI famifami-liar y que los

poli-morfismos genéticos de las proteínas A y B del surfactante

cons-tituyen un factor de riesgo para la enfermedad. Por otra parte, los

polimorfismos genéticos de los mediadores implicados en la

pa-togenia de la enfermedad podrían influir en su desarrollo y

evo-lución clínica. Los polimorfismos de los genes del receptor de la

interleucina (IL)-1, del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-

α) y

del receptor 1 del complemento se han asociado con la

predis-posición a la FPI. Además, los polimorfismos de la IL-6, del

re-ceptor II del TNF y del factor beta-1 de transformación del

cre-cimiento (TGF-

β1 ) se han asociado de forma significativa con la

progresión de la enfermedad. Estas observaciones indican que la

FPI es una enfermedad poligénica en la que están implicadas

varias alteraciones genéticas

14-18

.

Sin duda, estos nuevos conceptos y los avances que se han

producido en los últimos años en el conocimiento de los

meca-nismos íntimos implicados en la génesis e historia natural de la

FPI tendrán un profundo impacto sobre la estrategia terapéutica

en los próximos años

19

.

Cada día es más evidente que el uso de potentes

antiinfla-matorios, como los corticoesteroides y/o inmunosupresores,

ape-nas añade yatrogenia a la devastadora historia natural de la FPI.

A pesar de las actuales normativas y consensos

3-5

, el pronóstico

de la enfermedad no se ha modificado, ya que el 50% de los

pa-cientes fallecen a los 3-5 años del diagnóstico

20

.

Es preciso seguir avanzando y que clínicos y básicos

aune-mos esfuerzos con un objetivo común.

TABLA IV. Criterios diagnósticos de la FPI

En pacientes con presencia de NIU en la biopsia pulmonar, deben cumplirse los siguientes criterios:

Exclusión de otras causas conocidas de EPID.

Alteraciones en la exploración funcional respiratoria: alteración ventilatoria restrictiva y/o alteración del intercambio de gases: aumento de (A-a) O2en reposo o en las pruebas de esfuerzo o en la disminución de la DLCO.

Alteraciones típicas de la enfermedad en la radiografía de tórax o TACAR.

En pacientes sin biopsia pulmonar deben cumplirse los siguientes 4 criterios mayores y 3 de los menores:

Criterios mayores:

Exclusión de otras causas conocidas de EPID.

Alteraciones en la exploración funcional respiratoria: alteración ventilatoria restrictiva y/o alteración del intercambio de gases: aumento de (A- a) O2en reposo o en las pruebas de esfuerzo o disminución de la DLCO.

Alteraciones típicas de la enfermedad en la radiografía de tórax o TACAR.

Ausencia de alteraciones en la biopsia transbronquial o en el lavado broncoalveolar que sugieran un diagnóstico alternativo. Criterios menores:

Edad superior a 50 años.

Disnea de esfuerzo de comienzo insidioso, no explicada por otra causa. Duración de los síntomas superior a 3 meses.

Estertores crepitantes bibasales, inspiratorios y persistentes.

TABLA V. HRCT: hallazgos característicos en la FPI

Predilección por regiones basales y periféricas de los pulmones (áreas subpleurales)

Afectación parcheada con áreas de parénquima pulmonar conservado Opacidades lineales o reticulares (líneas septales interlobulares o intralobares)

Quistes en panal de abeja

Bronquiectasias o bronquioloectasias por tracción Opacidades en vidrio esmerilado muy discretas o ausentes Pérdida de volumen, distorsión anatómica, arterias pulmonares agrandadas (hallazgos tardíos)

Pueden coexistir zonas de enfisema (en fumadores)

TABLA VI. Características histológicas de la NINE Características clave

Patrón celular

Inflamación intersticial crónica de leve a moderada Hiperplasia de neumocitos tipo II en áreas de inflamación Patrón fibrosante

Fibrosis intersticial densa o laxa sin la heterogeneidad temporal del patrón o las características parcheadas de la NIU

Inflamación intersticial crónica de leve a moderada

La arquitectura pulmonar a menudo aparece destruida con tinción de H-E, pero se ve relativamente conservada con tinciones para fibras elásticas

(4)

Actualmente, el modelo terapéutico más razonable se

adap-ta al esquema de un “traadap-tamiento combinado” que incluya el

uso simultáneo de varios medicamentos que actúen a nivel de

los distintos procesos patológicos que están ocurriendo en

dis-tinto lugar, grado y tiempo evolutivo en el parénquima

pul-monar

21

. En este sentido, resulta necesario promover nuevos

ensayos clínicos y estudios multicéntricos internacionales que

permitan profundizar en aspectos ya destacados en estudios

pu-blicados y definir el papel real de antioxidantes, como la

N-acetilcisteína, del interferón gamma (INF-

γ), la pirfenidona,

las terapias antiTNF-

γ, de moléculas que modulan y controlan

la respuesta vascular pulmonar (bosentán, sildenafilo…), etc.,

y de diferentes esquemas combinados en el tratamiento de la

FPI

22-27

.

NEUMONÍA INTERSTICIAL NO ESPECÍFICA

La neumonía intersticial no específica (NINE) es una entidad

clínico-radiológico-patológica que presenta un patrón

histológi-co que no es característihistológi-co de otros tipos de neumonías

intersti-ciales idiopáticas (Tabla VI). Hasta hace pocos años, la NINE se

englobaba dentro de la FPI, si bien hoy se acepta como una

enti-dad bien diferenciada

3-5

. Es importante hacer esta consideración,

dado que debemos ser muy cautos a la hora de interpretar

estu-dios clínicos de FPI previos a 1998, debido a los cambios

intro-ducidos en la nomenclatura y clasificación de estos procesos. Así,

existen datos que señalan que entre el 14 y el 36% de los casos

que se habían catalogado como NIU-FPI eran en realidad

neu-monías intersticiales no específicas

28-30

.

En la actualidad se distinguen dos tipos histológicos de NINE:

la forma celular (predominio de la inflamación) y la forma

fi-brótica (predominio de fibrosis). Las lesiones son uniformes y no

se observan focos fibroblásticos

3-5

.

La NINE puede ser idiopática o asociarse a otras entidades

clínicas como enfermedades del colágeno (esclerosis sistémica,

dermatomiositis), alveolitis alérgicas extrínsecas, neumonitis por

fármacos, secuelas del síndrome de distrés respiratorio del

adul-to, inmunodeficiencias y , quizás, con el hábito tabáquico y

de-terminadas exposiciones laborales

31,32

.

El curso clínico de la NINE es insidioso, en forma de disnea

progresiva y tos seca, con una duración media de los síntomas de

18-31 meses hasta el diagnóstico. El patrón radiológico habitual

es la atenuación en vidrio deslustrado, asociado o no a imágenes

reticulares. El diagnóstico definitivo se obtiene a través de la

biop-sia pulmonar quirúrgica. El pronóstico es variable según el grado

de fibrosis. No obstante, la supervivencia es claramente mejor que

en la FPI, ya que la mayoría de los pacientes se estabilizan o

in-cluso mejoran tras el tratamiento con glucocorticoides.

A pesar de todo lo anterior, en el momento actual, la NINE

si-gue siendo una entidad enigmática. En los próximos años será

pre-ciso dar respuesta a una serie de cuestiones que hoy nos

plantea-mos, tanto en lo que respecta a su definición nosológica, como a

los posibles agentes y variables implicadas en su origen,

evolu-ción y pronóstico. ¿Es la NINE una entidad bien definida y con

criterios específicos, o representa una respuesta histopatológica,

no necesariamente uniforme, desencadenada por diversas causas?

¿Está realmente resuelto el dilema que representa la distinción

en-tre NIU y NINE? (Tabla VII). ¿Podemos afirmar con rotundidad

que el patrón de NINE no puede representar una fase histológica

temprana de la NIU? ¿Por qué a menudo coexisten en un mismo

paciente lesiones de NIU y de NINE?

TABLA VII. Diagnóstico diferencial entre NINE y NIU

NINE, patrón fibrosante NIU Características clínicas

Edad 49 (11-78) 51 (27-70)

Sexo (H:M) 28:27 72:37

Evolución 8 meses (1 semana-5 años) 2,5 años

Características radiológicas

Hallazgos principales Atenuación en vidrio esmerilado Líneas irregulares, panal de abeja

Distribución predominante Difusa o parcheada Zonas medias y bajas del pulmón, subpleural 90%

Características patológicas

Apariencia temporal Uniforme Heterogénea

Inflamación intersticial Moderada a marcada Leve

Fibrosis intersticial densa Variable, difusa o parcheada Parcheada

Neumonía organizativa No es infrecuente Rara

Focos fibroblásticos Ausentes o discretos Característicos

Fibrosis en panal de abeja Rara o discreta Frecuente

Macrófagos alveolares Ocasionales, parcheados Ocasionales, focales

Pronóstico

Supervivencia a 5 años 90% 20-45%

(5)

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Referencias

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