• No se han encontrado resultados

Abordaje del tabaquismo por el farmacéutico de oficina de farmacia

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "Abordaje del tabaquismo por el farmacéutico de oficina de farmacia"

Copied!
5
0
0

Texto completo

(1)

Abordaje del

tabaquismo por el

farmacéutico de

oficina de farmacia

N

o todos los fumadores son dependientes de la nicotina, (sustancia responsable de crear adicción), algunos son simples consu-midores regulares que pueden abandonar el tabaco de forma fácil. Sin embargo esto no es lo que ocurre en la mayoría de los casos, y lo habitual es que poco después de intentar reducir o eliminar el consumo vuelvan a sus niveles anteriores e incluso superiores.

El grado de adicción que produce la nicotina es variable y depende, entre otros factores, del producto consumido y de la relación que se establezca entre tabaco y fumador, razón esta última a tener muy presente a la hora del tratamiento de esta enfermedad, (el tratamiento

Ana María Quintas Rodríguez

Farmacéutica. Especialista en Tabaquismo.

Secretaria de SEDET (Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo)

La OMS considera el tabaquismo como una enfermedad adictiva crónica, incluida en el código F17 en su Clasificación Internacional de Enfermedades, (ICD-10).

individualizado contribuye a mejorar la probabilidad de éxito en la deshabituación).

La nicotina es un potente alcaloide de acción central y periférica, con efectos estimu-lantes y relajantes en función de la dosis ingerida y la vía de administración utilizada, que actúa como refuerzo positivo de la conducta de fumar. Sus efectos psiconeurológicos son los responsables del desarrollo de la adicción farmacológica, de la tolerancia y del síndrome de abstinencia.

Por otro lado la facilidad en la accesibilidad al tabaco, su bajo coste, la permisivi-dad social del consumo y la influencia de la publicidad son factores que influyen de forma importante en el desarrollo y

consolidación de la dependen-cia psicológica.

El tabaquismo es un pro-blema de salud pública en la mayoría de los países desa-rrollados y de no cambiar las tendencias, lo va a ser en los países en vías de desarrollo. Como ha señalado la exdi-rectora de la Organización Mundial de la Salud, Gro Harlem: “El tabaquismo es

una pandemia que se trasmite a través de la publicidad y de las campañas promocionales a las que la industria del sector dedica cada año millones de dólares.”

¿PORQUÉINTERVENIREN TABAQUISMO?

Las razones son múltiples pero cabe destacar las siguientes:

(2)

54 / Compromiso del farmacéutico frente a las toxicomanías Compromiso del farmacéutico frente a las toxicomanías / 55

● Por su alta prevalencia. ● Por su alta

morbimortali-dad.

● Por los elevados costes que

genera.

● Por la creciente demanda

de una población cada vez más concienciada.

● Por la capacitación de los

profesionales para la interven-ción.

Revisemos someramente cada uno de estos puntos:

Prevalencia

Los datos de la última Encues-ta Nacional de Salud, (ENS 2001), revelan que el 34,4 % de la población española mayor de 16 años es fumadora y al compararlos con los de la anterior encuesta, (ENS 1997), ponen de manifiesto

investigación, lo hicieron por enfermedades directamente relacionadas con el consumo del tabaco. Además, pusieron de manifiesto que la posibilidad de llegar a los 70 años se redu-ce a la mitad en el grupo de los fumadores respecto a los no fumadores o a los que abando-naron a tiempo el consumo de cigarrillos.

Este último aspecto, quizás la conclusión más esperanza-dora del estudio, lo expresó de manera más gráfica también Richard Doll al afirmar que “el

abandono del tabaco presenta efectos muy beneficiosos a cualquier edad, incluso si se hace a los 60 años se le pue-den ganar tres años a la muer-te. Si se abandona a los 50, la esperanza de vida aumenta seis años. Si el último ciga-rrillo se apaga a los 40 años, la expectativa aumenta nueve y si se corta por lo sano a los 30, se garantiza un plus de 10 años, el mismo que tiene la persona que no ha probado un cigarrillo.”

En los países industriali-zados, el tabaquismo se ha convertido en la primera causa de morbimortalidad evitable. En lo referente a la mortali-dad provocada directa o indi-rectamente por la adicción tabáquica, los datos de que se disponen en España, (1998), cifran esta en el 16 % de todos los fallecimientos acaecidos entre personas de 35 años o más. Se estima que el número de muertes directamente atri-buibles al consumo de tabaco en nuestro país, durante el año 1998, alcanzó la suma de 55.613 correspondiendo el 92,5 % de estas muertes a hombres y el 7,5 % a mujeres. De estas cifras el 26,5 % fallecieron como consecuencia de cáncer que si bien este porcentaje

global ha bajado, (pasando del 38,8 % al ya mencionado 34,4 %), debido al descenso del número de fumadores entre la población masculina, (del 55 % se pasa al 42,1%), no ocu-rre lo mismo con la femenina donde el porcentaje ha pasado del 23 % al 27,9 % que registra la ENS 2001.

Además, España es uno de los países de la Unión Europea con una mayor prevalencia en el consumo tanto en hombres como en mujeres, y su dismi-nución es prioritaria según los objetivos del Ministerio de Sanidad para la política sanita-ria española.

Morbimortalidad

Fumar acorta la vida y se puede cuantificar la merma. Hasta hace bien poco era una mera especulación pero tras la publicación de los resultados del estudio realizado por los epidemiólogos británicos Doll y Hill no ocurre lo mismo. En el periodo que abarca el estu-dio, (1951-2001), examinaron el estado de salud de 34.439 hombres, en su mayoría médi-cos, tanto fumadores como no fumadores, consumiendo los primeros una media de 18 cigarrillos/día e iniciándose en el consumo a los 18 años de promedio.

Doll y Hill ya demostraron en 1951 la relación tabaco- cáncer de pulmón y su estudio refleja, de forma concluyente, que más de la mitad de los fumadores que mantuvieron su adicción y murieron durante la

España es uno de los países de la Unión

Europea con una mayor prevalencia en el

consumo tanto en hombres como en mujeres

En los países industrializados, el tabaquismo se ha convertido en la primera causa de morbi-mortalidad evitable

(3)

de pulmón, el 20,9% debidas a EPOC, (no todos los fumadores desarrollan EPOC pero casi el 90 % de las personas que pade-cen de EPOC son fumadores), el 12,8 % a cardiopatía isqué-mica y el 9,2 % a enfermedad cardiovascular. Pero el dato más preocupante que se pone de manifiesto es que de todas esas muertes, aproximadamente 700, corresponden a fumadores involuntarios, es decir,

indi-viduos que sin fumar se ven obligatoriamente sometidos a inhalar el humo del tabaco.

Costes

El tabaquismo genera costes elevados para el sistema sani-tario, las empresas y el propio individuo. Actualmente el coste sanitario de las seis principales enfermedades asociadas al consu-mo de tabaco, (no olvideconsu-mos que esta relacionado con 25 enfer-medades), supone por si mismo el 75% de la recaudación anual por impuestos sobre las labores del tabaco. La EPOC representa el coste más elevado con 1.416 millones de euros.

En lo que se refiere a las empresas, los fumadores pre-sentan más absentismo laboral que los no fumadores y se someten a un mayor riesgo de accidente laboral. Para el pro-pio individuo, el tabaco genera un gravamen adicional que detrae recursos del presupuesto familiar en pro de una adicción absurda.

Concienciación ciudadana

La sociedad está cada día más informada y cada vez es mayor el porcentaje de personas cons-cientes de que nos enfrentamos a un gran problema. El enemi-go no son los fumadores, éstos son sólo enfermos, el enemigo es el tabaco que hay que com-batir y para ello es necesario que la población, incluida la fumadora, acepte de buen grado las medidas restrictivas que se adopten para reducir el consumo.

Capacitación profesional

El tabaquismo es un proble-ma de salud y los sanitarios somos profesionales de la salud, ello nos obliga a asu-mir un papel activo en la pre-vención y tratamiento de esta enfermedad.

El farmacéutico de oficina de farmacia posee unas carac-terísticas intrínsecas que le facilitan la intervención. Por su accesibilidad es el profesional sanitario más consultado, el único cuando se trata de usua-rios que gozan de buena salud, con una visión muy cercana de los problemas de la población a la que sirve habida cuenta de su proximidad. Por otro lado, sus opiniones en materia de salud son aceptadas de buen grado y debiera ser esta circunstancia la que impulsara su implicación en materia de tabaquismo.

El control del tabaquismo exige tratar el problema desde un punto de vista integral e integrador, abordándolo de forma estruc-turada en las áreas de presión social y prevención, entendiendo estas actuaciones como parte de políticas globales basadas en estrategias de intervención mul-tisectorial, como se indica en los

planes de actuación para una Europa sin tabaco aprobados por el Comité Regional para Europa de la OMS.

La presión social tiene por objeto potenciar la participación de la ciudadanía en la lucha contra el tabaco, tratando en especial los derechos de los no fumadores, definiendo y apo-yando el cumplimiento de la legislación vigente e impulsando la elaboración de nuevas leyes.

La prevención, a través de la información y de la educación para la salud, busca reforzar la adopción de hábitos de vida saludables, con la participa-ción en campañas específicas relacionadas con el tabaco y estableciendo programas de educación destinados a diferen-tes ámbitos profesionales y con carácter comunitario. Además, se trata de modificar conduc-tas de riesgo con el consejo sanitario o el tratamiento de la adicción.

¿CÓMOINTERVENIR?

Se distinguen dos formas de intervención:

1. Intervención pasiva.

Comprende la adopción de medidas encaminadas a:

● Adoptar un rol

ejemplari-zante absteniéndose de fumar, (si se es fumador), en el interior y proximidades de la Oficina de farmacia.

● A través de la imagen,

haciendo bueno el refrán “una Los fumadores presentan más absentismo

laboral que los no fumadores y se someten a un mayor riesgo de accidente laboral

(4)

56 / Compromiso del farmacéutico frente a las toxicomanías Compromiso del farmacéutico frente a las toxicomanías / 57

imagen vale mas que mil pala-bras”.

● Promocionar áreas libres

de humo de tabaco colocando carteles a tal efecto.

● Impedir la presencia de

objetos relacionados con el tabaco como ceniceros, meche-ros, etc.

● No permitir a los

usua-rios fumar en el interior de la Farmacia recordando que se

encuentran en un centro sani-tario.

● Facilitar el acceso a

folle-tos que incidan en las bondades de la deshabituación tabáquica mediante su colocación en luga-res estratégicos, (folletos que de no ser confeccionados por el propio farmacéutico pueden ser conseguidos de instituciones sanitarias o laboratorios).

2. Intervención activa.

A su vez comprende dos niveles:

● Intervención mínima. ● Intervención avanzada.

El punto de partida de toda intervención activa sería el

consejo sanitario adecuado a

la situación de cada fumador. Se ha comprobado que entre un 3 y 5% de los fumadores pueden convertirse en exfu-madores al cabo de un año de seguimiento por aplicación de esta simple medida. Si todos los profesionales sanitarios dieran el consejo mínimo en materia de tabaquismo se obtendrían altas cifras de abs-tinencia, razón por la que los farmacéuticos deben incluir, en su actividad diaria, la

inter-vención mínima.

tos adversos, duración de tra-tamiento, forma farmacéutica más adecuada, etc.

Es evidente que si todos los profesionales sanitarios intervinieran, aunque fuera de forma mínima, en la línea expuesta, un alto número de fumadores dejaría de serlo. Ahora bien, en la mayoría de los casos con esto no es suficiente para conseguir la abstinencia. En la adicción tabáquica se ponen de mani-fiesto distintos componentes que actúan creando dependen-cia física, psíquica y sodependen-cial, sobre los que habrá que actuar para conseguir el éxito y que requiere de conocimientos específicos sobre esta adic-ción, (el cigarrillo no solo es nicotina, puede suponer un instrumento útil para superar el estrés, llenar vacíos, ayudar a relacionarnos, etc.).

El intervenir de una forma más intensiva y extensiva en tabaquismo supone lo que anunciábamos como interven-ción avanzada y que insisto, requiere de una formación especifica, nada difícil de obte-ner por otro lado.

En el proceso de dejar de fumar, el individuo atraviesa una serie de fases o etapas descritas por DiClemente y Prochaska que el farmacéutico deberá conocer para actuar con eficacia y que se describen someramente a continuación con unas breves pinceladas de lo que hay que hacer en cada una.

● FASEDE PRECONTEMPLACIÓN:

Fumador consonante. Está de acuerdo con su conducta de fumador y no se plantea de momento cambio alguno. Facilitar consejo motivador e información sobre el tabaco es lo indicado en esta etapa. Son múltiples las

oportunida-des que se ofrecen diariamente para la intervención del farma-céutico en materia de tabaquis-mo:

- Ante la demanda de fár-macos para automedicación: antigripales, antitusivos, muco-líticos, etc.

- Ante la determinación de parámetros: tensión arterial, colesterol, glucosa, etc.

- Frente a dispensación de medicamentos directamente relacionados: antiasmáticos, antidiabéticos, anticoncepti-vos, etc.

- Al abrir una ficha de segui-miento farmacoterapéutico en el apartado de hábitos de vida. - Ante la demanda de produc-tos de belleza, higiene buco-dental, etc.

En cualquiera de estos casos, al encontrarnos con un fuma-dor, se debe dar el consejo de abandono del tabaco. Este consejo deberá ser breve, claro, firme y personalizado para conseguir la máxima eficacia.

Hasta aquí la intervención es provocada por el farmacéutico, pero cada vez con más fre-cuencia se produce la situación contraria, es decir, el usuario es el que demanda los servicios del farmacéutico en materia de tabaquismo, como cuando soli-cita fármacos específicos para la deshabituación tabáquica que no necesitan receta médica. En este caso, no debemos confor-marnos con la simple dispen-sación del fármaco solicitado y el papel del farmacéutico se ampliará a asesorar sobre la utilización, dosificación,

efec-Son múltiples las oportunidades que se

ofrecen diariamente para la intervención del

farmacéutico en materia de tabaquismo

(5)

● FASEDE CONTEMPLACIÓN:

El fumador toma conciencia de que sería bueno dejar de fumar. El consejo sanitario personalizado, abundando en los beneficios de dejar de fumar, junto con poner a su disposición información escrita sobre el tabaco, determinan los mínimos de la intervención en esta etapa.

● FASEDE PREPARACIÓN: El

fumador toma la decisión de dejar de fumar. Al consejo debe sumarse la ayuda para fijar una fecha de inicio de la abstinencia al tiempo que se facilita una guía para dejar de fumar. De existir programa de

deshabi-a ldeshabi-a vdeshabi-alordeshabi-ación del síndrome de abstinencia, ajuste de la medicación en caso necesario, apreciación de posibles efectos secundarios, prevención de recaídas, dotación de técnicas de relajación, de desautoma-tización, etc. Todo ello con el fin de controlar la dependencia psicológica y social.

Generalmente la deshabitua-ción no se produce al primer intento, en la mayoría de los casos se alcanza tras varias ten-tativas frustradas y la labor del farmacéutico frente a la recaí-da debe ser la de animar para futuros intentos aprendiendo de la experiencia acumulada.

Cada uno de nosotros deberá plantearse el grado de implicación que está dispuesto a asumir. Si no puede o quiere intervenir, no desperdicie la oportunidad de derivar a otros compañeros o centros de salud a ese fumador dispuesto a dejar el tabaco. Si desea inter-venir en profundidad desde aquí le animo a adquirir una formación que, sin ser muy extensa, es asequible y fácil de obtener. En cualquier caso lo que no podemos hacer es ignorar el problema del taba-quismo y sus repercusiones y máxime cuando se conoce el alto índice de eficacia del consejo sanitario.

tuación tabáquica en la oficina de farmacia la intervención se completa con la oferta de inclu-sión en dicho programa.

● FASEDE ACCIÓN: Es la fase

en la que se materializa el intento de abandono del tabaco. El refuerzo de la motivación y la prevención de recaídas constituye la espina dorsal de la intervención en esta etapa.

● FASEDE MANTENIMIENTO: El

fumador permanece abstinen-te. Como en la fase anterior la intervención deberá estar diri-gida a reforzar la motivación y a la prevención de recaídas.

Todo programa de deshabi-tuación tabáquica contempla las tres últimas fases

anterio-res, desde la fijación de la fecha de inicio de la abstinen-cia hasta su mantenimiento y comporta un conocimiento exhaustivo de fumador en cuestión: motivación, grado de dependencia, etc. para lo que es conveniente la confec-ción de una ficha donde se registren datos de filiación, antecedentes médicos, histo-rial tabáquico, etc.

Tras la toma de datos inicial del fumador y la fijación de la fecha de inicio de la abstinen-cia, se fija el tratamiento en función de sus características y se acuerdan las visitas de seguimiento donde se procede Generalmente la deshabituación no se produce

al primer intento, en la mayoría de los casos se alcanza tras varias tentativas frustradas

Referencias

Documento similar

Se dice que la Administración no está obligada a seguir sus pre- cedentes y puede, por tanto, conculcar legítimamente los principios de igualdad, seguridad jurídica y buena fe,

Con todo, quienes insisten en que el razonamiento jurídico es derrotable disponen aún de otra forma de replantear el argumento: se podría sostener que un juicio acerca del derecho

1. LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES.—2. C) La reforma constitucional de 1994. D) Las tres etapas del amparo argentino. F) Las vías previas al amparo. H) La acción es judicial en

• Ello permite plantear una primera etapa de normalización de los sistemas de clasificación, al proveer al Ayuntamiento de un marco general que abarque toda su

Primeros ecos de la Revolución griega en España: Alberto Lista y el filohelenismo liberal conservador español 369 Dimitris Miguel Morfakidis Motos.. Palabras de clausura

En su natal Caracas, donde se formó Bello como latinista, no pudo tener la oportunidad de aprender griego. Cuando nació, ya hacía 14 años que los jesuitas habían sido

Tras establecer un programa de trabajo (en el que se fijaban pre- visiones para las reuniones que se pretendían celebrar los posteriores 10 de julio —actual papel de los