Hermosilla – ICE a la sur del Yelmo
Cesar Llavona David Suela Fernández
La Pedriza
Hermosilla – ICE a la sur del Yelmo
Descripción de la actividad
Las nevadas de principios de febrero del 2015 dejaron tapizada de blanco la cara sur del Yelmo en La Pedriza y muchos mirábamos con complicidad esas nuevas líneas que se dibujaban en la pared. Pero esto es Madrid y estamos a escasos 1500 metros de altitud y tenemos sol prácticamente todo el día. Faltaba algo y llegó. Ola de frío siberiano, las temperaturas bajaban, ventisca… Tan bueno parecía que la primera noche llegó en forma de vientos huracanados que nos dejaron árboles arrancados, tejados voladores y coches listos para el taller. Ese día no pudimos subir a escalar, tocó coger la motosierra, llamar a los seguros y seguir mirando el Yelmo desde la ventana.
Pero no podíamos esperar más, la madrugada siguiente a las 5:30 ya estábamos en camino con los piolets a la espalda. Curiosa estampa para ser La Pedriza. Llegamos a la pradera de la cara sur del Yelmo con bastante menos frío del esperado, nos calzamos los crampones y nos ponemos los arneses, unas cuantas cintas, friends y un par de tornillos de hielo (ilusos).
Decidimos entrar por la vía de verano Hermosilla, una clásica de la pared, pensando que sus
parabolts del primer largo nos darían seguridad. Lástima no haberlos encontrados. Estaban bajo una fina plancha de hielo despegado y nieve
inconsistente. Nos costó decidirnos a subir. El primer “pioletazo” tiró un trozo de la plancha de hielo de 1 m².
Empezamos a ganar algún metro de altura muy lentamente, sin poder proteger ya que la fisura del diedro que marca el inicio de la vía estaba llena de hielo y era demasiado ancha para nuestros friends. Por suerte llevábamos dos clavos y pudimos proteger los primeros 10 metros con estos de una manera un poco precaria. La cosa parecía que mejoraba, pero a mitad del primer largo el hielo cambió por nieve blanda, aunque ya entraba algún seguro bueno. Subimos como pudimos arañando el granito con los crampones. Llegamos a la reunión en la que tuvimos que cavar un poco para encontrar las chapas.
La idea para el segundo largo era colarnos por la famosa chimenea, más
angustioso pero no te caes. Nada más salir de la reunión se va la nieve bajo los pies sin haber puesto nada y primer susto.
Recuperación, friend salvador y empiezo a gusanear por la chimenea. Suspiros, jadeos, alguna lágrima por el goretex a estrenar, pero no entro, no consigo colarme por el hueco, demasiados trastos colgando o serán los excesos de la Navidad. Destrepo un poco como puedo y miramos la opción de montarnos por encima de la chimenea como en verano.
Hay algo de hielo-nieve y parece que si, que no, al loro que me caigo, yo me bajo, venga que le doy otro pegue, mierda de nieve, esto es III en verano… Reunión! Sube el compañero recuperando “todo” el
material, 1 friend a la salida de la reunión. Con lo bien que se sube en verano. Miramos arriba por dónde seguir. La idea era salir directos por la Hermosilla, parece que se podrá, así que tiro para arriba con la esperanza de encontrar alguna chapa, que entre que esto es La
Pedriza y que está tapado con la nieve se ve complicado.
Tumba, es fácil, voy ganando metros hasta que de repente se me van los pies, el corazón a mil y el culo apretado. Los camprones no habrán resbalado más de 30 cm., pero lo suficiente para darme cuenta que llevo más de 30 m. sin poder asegurarme y la nieve cada vez es peor, apenas un par de dedos.
Destrepo rápidamente, voy a la izquierda, mal, voy a la derecha, mejor. Me parece ver algo
negro en la nieve, tiene que ser una chapa. Hago una travesía a la derecha y si, una chapa salvadora. Cómo cambia todo al chapar, ya casi ni me acuerdo de la media hora de tensión subiendo y bajando buscando dónde aguantarán los crampones.
Diedro del primer largo.
Desde donde estoy la salida más lógica es buscar una medio canal que te lleva a la derecha y parece
bastante bien de nieve. La cosa mejora y hasta se disfruta del paisaje. La Pedriza cubierta de nieve nunca defrauda. Justo cuando se acaban los 50 m. de nuestra cuerda llego a un bloque grande que parece un buen lugar, el único, para montar una reunión decente. Ahora si parece que está hecha la escalada, la canal de salida tumba y tiene bastante nieve.
Llega el compañero y tira para arriba rápidamente, ya hace un rato que tenemos calor, ha salido el sol y mejor no tentar a la suerte. Hacemos en ensamble los últimos 100 m. fáciles hasta la brecha de la chimenea norte, por donde bajaremos más tarde. Dejamos todo el material y
subimos a la cima sin llegar a creernos la suerte que hemos tenido de poder subir por la cara sur en piolet-granito-tracción.
Bajamos por la “disfrutona” chimenea norte, pobre goretex. En la pradera ya empieza a hacer bastante calor.
Recogemos las mochilas y para abajo, hay que trabajar.
Esa misma tarde nos enteramos de que otra cordada (Aitor y Perico) había
subido la noche anterior por la Mayral (al otro lado del gendarme de la
Hermosilla) saliendo por la misma canal que nosotros. Lo siguientes días
subirían otras dos cordadas por la Mayral.
Segunda reunión encima del gendarme.
Fechas y horarios de la actividad
Escalada realizada el 6 de febrero de 2015. Salimos del parking del Tranco sobre las 5:30 y empezamos a escalar sobre las 7:30, llegando a cumbre a las 12:30 más o menos.
Dificultad, desnivel y longitud
Graduamos la vía como AI3+ / M5+. Por largos serían AI3+, M5+, 50º / 60º expo, 50º. La vía tendría unos 200 m. de recorrido salvando unos 140 m. de desnivel. La
dificultad real de esta vía son las condiciones precarias del hielo y nieve, sobre todo en la rampa del tercer largo, donde apenas había dos dedos de nieve polvo sobre liso granito en algunos tramos.
Estilo utilizado
Cordada clásica. Subimos en cuerda simple de 50 metros con un juego de friends, dos tornillos de hielo de 13 cm. y dos clavos extraplanos. No se llegó a utilizar ninguno de los tornillos.
