PARA LA
HISTORIA
DE LA
NÁUTICA
PARA LA
41
jh
fv
HISTORIA
DE
LA
NÁUTICA
EN
CHILE
(Del
Anuariohidrográfico,
t.14)
"Viaje del padreJosé García "Viaje de Cosme TJgarte Viaje de Francisco Machado
SANTIAGO DE CHILE
IMPRENTA NACIONAL, CALLE DE LA MONEDA NÚM. 112
EL PADRE JOSÉ
GARCÍA
de la Compañía de Jesús
DESDE SU MISIÓN DE
CAILIN,
ENCHILOE,
HACIA ELSUREN LOS AÑOS 1706 I 17671
INTRODUCCIÓN
El
abate chileno don Juan
Ignacio
Molina,
autor de
la
Historia natural i civil del reino de
Chile,
enla lista
bibliográfica
de
escritos
sobre la
historia
i
la
jeografía
de
este
pais
que ha
publicado
al fin de
suobra,
menciona
unmanuscrito
que
cataloga
así:
García
(ab.
Joseí), Viajes
alas
cordilleras i
alas tie
rrasmagallánicas.
Ms.
En
algunos
documentos habíamos hallado
la
noticia de
que
unpadre jesuíta
de
esenombre,
español
de
nacimien
to
i
misionero
enChiloé,
había
hecho
entreoctubre
de
1766 i
enerode
1767
unviaje
alos
archipiélagos
del
sur,citada
por
Molina.
Una casualidad
trajo
anuestras
ma nos unvolumen
publicado
por el erudito alemán
Cristóbal
Teófilo de
Murr,
enla
ciudad de
Halle,
en1809,
conel
título de Nachrichten
vonverschiedenen
Lauden
des
spa-nischen Ameriha
(Informaciones
acercade diversos
países
de la América
española).
Ese
volumen
estáformado
por
una
colección
de
narraciones referentes
aesploraciones
jeográficas
practicadas
enla América
española
enel
siglo
pasado.
Allí
encontramosel
Diario del abate
García,
que
hasta
entoncessolo
conocamosde
nombre.
Aunque
Murr,
ha
traducido
al
alemán las diferentes relaciones
que
contiene
sulibro,
ha
publicado
también
ésta
conel
orijinal
castellano,
de tal
maneraque
noha
sido
necesario tradu
cirlo
de
nuevo.Murr, además,
hizo
grabar
unmapa, asegu
rando que
esla
reproducion
fiel del
orijinal.
Se
ha
cuidado
que
estemapa
sereproduzca aquí
contoda exactitud.
Del abate García
hemos
podido
reunir los
escasosdatos
biográficos
que
siguen:
Español
de
nacimiento,
jesuíta
i
misionero
enChiloé,
tuvo
encargo de
predicar
el cristianismo
alos indios
que
poblaban
los
archipiélagos
del
suri las costas
occidenta
les de la
Patagonia.
El
Diario
enque
consignó
la
historia
de
susviajes
ofrece
ungrande
interés
para
conocerla
jeografía
de
aquellas rejiones,
imperfectamente
esploradas
hasta
entonces.Esta
esla
razónque
nosmovió
apublicar
este
documento
enlos
Anales de la Universidad
en1871,
i
es causade
que
ahora
sele
reproduzca
enel
Anua
rio
hidrográfico.
A
la
época
de la
espulsion
de los
jesuítas,
los
que
diri-jian
las misiones de Chiloé fueron acusados de haber
querido
entregar
esta
isla
alos
ingleses,
i
sometidos
aprisión.
El
padre
García,
sin
embargo,
sehallaba
enBolo
espa-triados.
Ignoramos
susuerte
posterior
i la
época
de
sumuerte.
A continuación del Diario del
padre
García,
Murr ha
publicado
otramemoria anónima
sobre las misiones
que
tenían los
jesuítas
enChiloé
i
las islas vecinas. La
publi
■camos en
seguida
de
aquel
como unapieza
curiosa.
HECHOS POR
EL
PADRE JOSÉ
GARCÍA
de la Compañía de Jesús
DRSDR SU MISIÓN DE
CAILIN,
ENCHILOÉ,.
HACIA El, SUREN LOS AÑOS 1766 I 1767'
Habiéndose fundado esta misión de
Cailin,
no solo para el cultivo
espiritual
de los neóütos que viven en laisla,
sino tambiénpara procurar la conversión de los
jentiles
que viven mas hacia el sur i estrecho deMagallanes,
se dioprincipio
a los cuatrome sesdespués
que lospadres
misionerosllegaron
a dicha isla parafundar estanueva
misión,
para lo cual se enviójentc
de los indioscaucahues de esta
misión,
con dospiraguas
ibastimentos,
que dicha misión costeó para reconocer lo que
prometían
estas tierrasdel sur.
Después
de seis meses doviaje,
volvieron los enviados conjentiles
de la nación Calen 2 i conbien fundadas noticias de po derse
lograr
para Cristoalgunas
naciones. Por decreto dado en laciudad de la
Concepción
por el muí ilustre señor clon Antonio Guill iGonzaga,
se concedió licencia parapoder
hacer entrada1. Este diario se publicó en 1871, en el tomo 3S de los Analesde la Uni versidadde Chile, i alreproducirlo nosotroshemos tomadoencuentasuimportan
cia, la necesidad decorrejir algunasfaltastipográficas iponer algunasnotas que faciliten sulecturaa la vista de las cartasmodernas.
2. Pareceser lacomarca austral que media entre el canal que hoi conocemos
por Messier i las islas de Wellington, que fué rejion frecuentada por indios nómades.
hacia el estrecho
magallánico
por lospadres
misioneros de la mi sión deCailin;
con estalicencia,
pues, i con las noticias habidas delos indios que fueron hacia el sur, determinaron los
superiores
que fuese el
padre
JoséGarcía,
misionero de dichamisión,
conlos mismos indioscaucahues,
hacia el sur, no solo paralograr
la conversión de los
jentiles
que sepudiesen,
sino también paraesplorar
el
pais
i certificarse de lo queprometía
la tierra parapoder
continuar con mayor certidumbre estas empresas; para lo
cual,
aunque la misión de Cailin estaba escasa de
medios,
fletó cincopira
guas con cuarenta personas i unpadre
misionero,
que dieronprincipio
a suviaje
comosigue:
Día %3 de octubre de 1766. —
Dispuestas
ya cincopiraguas
conlos bastimentos
necesarios,
salimos a laplaya
enprocesión
desde la
iglesia
con Nuestra Señora delCarmen,
titular de laiglesia
de lamisión,
i con SanJavier,
estatua de media vara quecosteó el
padre
JavierKysling,
residente en elcolejio
deCastro,
idio
graciosamente
con su vestido a la misión de Cailin para estassantas empresas. Sin dilación se embarcó la
jente,
es asaber: cincoespañoles,
treinta i cuatro indios caucahues i yo, elpadre
JoséGarcía,
todos ansiosos delograr
laconquista
de muchas almas paraDios,
sacándolas deljentilisino
i conduciéndolas algremio
de la santaiglesia.
Pocas cuadras nos habíamosalejado
delpuerto
ipueblo
deCailin,
cuando nosempezó
lalluvia,
que nosmojó
bas tante.Legua
escasa habríamoscaminado,
cuando saltó el vientoponiente
contrario,
que nos hizo parar en elpuerto
deGuellun-quen, en la misma isla de
Cailin,
en donde nos llovió igranizó
esa tarde 3.
Dia 25.—Dio
lugar
elviento,
por sernorte,
adejar
elpuerto
Guellunquen,
i a media mañana levamosancla,
i con un peón menos queaquí quedó,
navegamos viento en popa, i entre cuatroi cinco de la tarde dimos fondo en la isla Guarní in
4,
en supuerto
3. El puerto de Guellunquen debe hallarse enel estremoN O. de la isla de
Cailin, iesprobable quesoloseaadecuado para embarcaciones menores.
4. Guamblines la isla que hoiconocemospor San Pedro, quesehalla enclavada
(mejor
diré ridiculacaletilla)
deIcolqui
5. no mui bueno para elviento norte que corría. Estando bien fuerte el
norte,
selerompió
hoi la vela i soga con que se asegura el timón al
piloto
FranciscoSorcual;
pero aunque hubo susto, no hubo daño.Dia 26.—Estuvo lloviendo lo mas del
dia,
motivo por que nopude
decirmisa,
siendodomingo;
todo eltiempo
que estuvimoseneste
puerto
estuvo elmar bieninquieto,
puesno sepodían
arrimar laspiraguas
a la orilla sinpeligro,
por serpeña
viva.Dia 27.—Avisados los
pilotos
paraque unos a otros se esperasen, por lo que
podía
acaecer en elgolfo,
salimos al amanecer deeste mal
puerto, soplando
elnordeste;
el dia fuéclaro,
i aunque saltó elponiente,
fué sin agua, i cuando ya estábamos bien avanzados hacia el
archipiélago
de Guaitecas i con suficiente barlovento para recalar en dicho
archipiélago;
iasí,
pasando
sin mal suceso elgolfo,
como a las dos de la tarde entramos en dicho archipiélago
por lapunta
del este de la isla Lacchilu 6. Los caucahues
cojieron
granporción
de huevos depájaros
llamados coimanes, de buen
gusto
i del tamaño del huevo de pavo. En dicha islaalojamos,
i al amanecer el diasiguiente,
que fué elDia
28,
—por no tener sitio
competente
la costa dondealoja
mos paraarmar el
altar,
navegamos medialegua
adelante,
i en laisla Setecai
7,
por tener buenpuerto,
playa
i agua, paramos para decirmisa,
idespués
de comer salimos delpuerto
afavor del norte que
apuntaba.
A media tarde seapartó
unapiragua
con el finde
cojer
lobosmarinos;
otra se arrimó a tierra paracojer pájaros
liles i
logró
buenlance;
mipiragua
también se arrimó ala isla5. Icolqui esunapequeña inflexión de lacosta oriental de la isla de Guamblin
oSan Pedro,por los 43°22' de latitudsuri 73°41' delonjitudoestede Greenwich. 6. Nose recuerdaestenombreen lascartas modernas,perosepuedesospechar
que elpuerto quetomaronenLacchilu sehallaenelestremoSE. de la isla Ascen ción de las Guaitecas, ies probablementeel denominado Granizo en las cartas modernas.
7. Setecaipuedesermui bien el puertoMelinca tic las cartas modernas,quese
Guiguai
8,
dondecojimos
agua ichoros,
marisco de que abunda elpuerto
que mira al nordeste. Entre cuatro i cinco de la tarde dimos vista aunos
peñascos
llenos de lobosmarinos;
luego
los caucahues con
inesplicable
gusto
enderezaron la proa para la loberíai desarbolando la
piragua
con mucho silencio i con suave rema se fueronacercando,
i a distanciade casi una cuadra pararon, idesnudos
algunos
caucahues,
seprevinieron
de lazo i unpalo
macizo como de ocho a nueve
palmos
delargo,
que aseguraron al cuello para que no les embarazase elpoder
nadar,
iluego
poco apoco se
descolgaron
al mar i nadando tiraron hacia loslobos;
i aunque éstos los veian no seespantaban,
teniéndolos por lobos i de su mismaespecie;
alllegar
ala orilla serepartieron,
i saliendo cada uno por suparte,
enarbolaron elpalo
i acometieron a los lo bos:lograron
matar once, ialgunos
como terneros. Hecha estafunción,
se acercó lapiragua
i con los lazosrecojió
la caza;luego
proseguimos
nuestroviaje
i a pocas cuadrasalojamos
en la islagrande Fugulac
9,
de buen fondo ipuerto
que mira al sur. Yadado
fondo,
sacaron los lobos atierra,
idescuartizándolos,
hicieron sus asados.
Dia 29.—
Al rayar la aurora,
empezó
apicar
el norte claro isuave, con el que, dándonos en popa,
proseguimos
nuestroviaje,
que fué bueno hasta la unade la
tarde;
pocodespués
de montadala
punta
Temuan10,
vino elprimer
aguacero con tan borrascosoviento,
que lapiragua
Nuestra Señora del Carmen casinaufragó;
rompiósele
laescota,
i atravesada la embarcación entre dos olas bien hinchadas ifuriosas,
bebió bastante agua, lo que visto por mipiloto, gritó:
«adióspiragua,
Dios tefavorezca»;
yoquise
socorrerla;
pero por hallarme un pocoadelante,
no sepodía;
poco des
pués
llevó alpiloto
de dichapiragua
la caña del timón ungolpe
8. Esta isla debeser unade las GuaitecasChicas, que se hallan al E SE. de la isla Ascensión.
9. La islaTugulac o Fugulacdebeser laLencayecde lacartachilena de 1872. 10. Noesfácil concordareste nombre con los dados enlas cartasantiguasi
modernas; peroes posible correspondaal estremo
surde la isla Serrano de lacarta chilena de 1872, i así se esplicarían loschubascos que esperimentaron las pira guas alcruzar la boca del canal que forma
de mar; recé las letanías
lauretanas,
clamé lleno de confianza aSan
Javier,
i nosfavoreció,
pues de allí a poco levantó lapiragua
media
vela,
i con dos remos enlugar
de timón sepusoencamino;
apenas había
pasado
estepeligro,
cuando mipiragua,
a tardar dos credos mas envirar,
da sobre unbajo
depiedra;
también nuestravela recibió
algún
daño. Lapiragua
hanMiguel,
que se habíaquedado
atrás paracojer
lobos(de
los quecojió tres),
le alcanzó este huracán de viento i agua antes de doblar lapunta Temuan,
i lerompió
de arribaabajo
lavela,
i arrancando de la verga la mitad,cayó
sobre el agua con talfuerza,
que a no estar asida de laescota,
se la lleva el mar; atravesada lapiragua
aestegolpe,
leentró mucha agua i se vio en
peligro
denaufragar.
A lapiragua
San
Juan,
que el dia antessehabíaseparado
alobear i venía trasde
nosotros,
se lerompió
lavela;
pero Diosquiso
llegásemos
asalvamento,
icomo a las dos de la tarde ganamospuerto
en la islaPiguayu
n,
endonde dentro de una hora ya estaban ancladas lascinco
piraguas,
dandogracias
aDios,
que nos libró de tantos peligros.
Elpuerto
no estaba libre delponiente,
i antes de ancorarlo avisé al
piloto,
el cualdejándose
llevar del dicho de lajente,
sequedó
allí;
pero al anochecer saltó tan furioso elponiente,
que clamó mipiloto,
i con otrapiragua
nos pasamos dos cuadras adelante al
puerto,
que se debía habertomado,
en la islaItapa,
endonde
pasé
la noche consosiego,
i al amanecerllegaron
las otraspiraguas.
Dia 30.—Amaneció
lloviendo;
como a las nueveparó
el aguacero i
apuntó
elnorte,
i con él salimos delpuerto
deCupcayec
pocas cuadras habíamos
navegado,
cuando saltó un furioso hura-can de norte que nos hizo temer por lo bravo que se puso el mar;mandé no pasase mi
piragua
delante de lasotras,
pues siendo la mas segura ifuerte,
podría
socorrerlas,
como sucedió con lapira
gua 'Nuestra Señora del
Carmen,
a la que con el huracán le faltóel cabo con que levantaba la vela i socorrí con un lazo chileno.
11. La isla Piguayunola menciona ningún plano decuantos hemospodido
consultar,i nosinclinamosasuponer que debeser algunade lasque elplano chi leno denomina Garrao, Filomena o algunade susinmediatas.
Esta
piragua
me teníaen continuosusto,
pues sobreser somera12era mui celosa
13,
i me hacía navegarcon dos varas de vela porno
desampararla.
Los huracanesrepetían,
i así nosacoj
irnos alabrigo
de la isla Lalancau,
aunque no teníapuerto
i habíamuchas
peñas,
pero no habíamaspronto
abrigo.
Serenóse unpocoel
tiempo,
iparecióles
a losprácticos
ganarpuerto
en la islaAlai15,
que teníamos a lavista;
hice salirprimero
a todas laspi
raguas, i yo las
seguí
con dos varas devela;
a poco que habíamosnavegado
volviófurioso elviento,
con aguacero que nos pusoencuidado;
i verdaderamente que elmar se pusoespantoso,
i una ola nos salvó la popa; se mudó el rumbo i tiramos al mas cercanopuerto.
De proa nos avisaron que virásemos para estribor porqueestaba cerca un
bajo;
pasamos con susto i con tantos mares enfurecidosque parecenos
querían tragar;
recé las letanías i unPadreNuestro i Ave María a San
Javier,
aquien
de veras encomendélas cinco
piraguas; pendiente
de un cordel eché al agua su medalla i nos favoreció el santo
16,
pues ya iban en decadencia los huracanes, i dos de ellos vi que, declinando por estribor con mucha
oscuridad i agua,nos
dejaron
libres las débilesembarcaciones,
tanpequeñas
i sin resistenciaalguna
que me horrorizabade solo pensarlo, pues un
[navio
no hiciera poco en conservarse entre tantatormenta. A la
piragua
SanMiguel
le faltó el timón por faltarle la soga con que seafianzaba,
i atravesada entre dos mares, leen-12, Someroes un vocablo náutico anticuado queseaplicabaalas embarcaciones pesadasode poca marcha.
13. Se dice de la embarcación quenosoportamucha vela sin dara la banda o
tumbar confacilidad.
14. Lalancaesuna isla pequeña que rejistralacarta de don José de Moraleda ila cartachilena,iqueseencuentra,segúnestaúltima, por los 44° 52' 30" de lati tud suri 73° 41' 30"delonjitud oestede Greenwich.
15. Alaies otraislapequeña que señala Moraledaen su cartai que la chilena
marea comopenínsula oriental de la isla Chalacayec.
1G. Esdigna denotarse lapreocupación del padreJosé García Alsué de echar al agua unamedalla de San Javierprendidade unacuerda, castigandoasía] san
toenefijie, paralograr
que mitigase el mal tiempo que los molestaba. Acataba
suspreocupaciones,
peronegaba las de losnaturales,que solose sentíanimpresio nadosporlos hechostanjiblesde que no sepodían dar cuenta. Mas tardevere mosreproducirseestas mismassingularespreocupaciones.
tro bastante agua;
logró
con bastantetrabajo
poner nueva soga iproseguir;
pero en elbajo
que nosotros avisadospor tal tuvimos idesechamos,
casiseles sentó lapiragua,
iaun dicensellegó
apararalgo;
el caucahue donLucas,
que iba depiloto
en dichapiragua,
dice que atravesada en dicho
lugar,
casi seperdieron,
pues a pocoque conocieron detenida la
piragua,
salió por la popa un disformei desconocido animal que,
yéndose
alfondo,
les levantó tan gran de olada que les echó mucha agua dentro de lapiragua
17. Dicho caucahuedice que en dicholugar
no haibajo
nipeñas,
que él losabía mui bien por haberse criado en estos
parajes
i tenerlos to dos corridos i vistos muchos años18. Enfin,
San Javier nos favoreció i
pudimos
ganar el buenpuerto
de la islaChalacayec
19,
quese
puede
llamar una con la isla deFangao
20,
que seunen con uncascajal
ancho de veinte a treinta pasos porparte
del norte deFangao.
Elviaje
de hoi seredujo
todo atreso cuatrohoras,
cortoen
tiempo,
perolargo
en sustos ipeligros.
Dia 31.—Habiendo
cqjido
granporción
de muigordos
i gran deschoros,
de que abunda elpuerto
Chalacayec
21,
salimos deéstecomo alas nueve de la mañana con viento suave i en popa, que nos duró hastacerca del mediodia. Entretres i cuatro de la tarde dimos fondo en la isla
Caicayec
22: espequeña,
pero es bueno el17. Aquí tenemos al indio a la misma altura queel misionero José García: mientraseste creeque castigandoa un santodesu devociónconsiguecalmar los
elementos, aquelsupone la existencia de animalesestrañoscapaces deatacaralas
embarcaciones,comoentesdañinos. Era el camahueto,animalimajinario queaun
recuerdan los chilotes. Elpercancede laspiraguas i las olas que esperimentaron
tuvolugar alcruzar el rodal quese conocecon el nombre derocaWestoff enlos
planoschilenos.
18. Por lo que asegura el indio donLucas,se vieneenconocimiento de que los caucahues eranlos habitantes delarchipiélagodeChonos.
19. Chalacayecesla que contiene por el surelpuertoTangbac oAmericano de
lascartas modernas.
20. La islaTangao oTangbac esla penínsulaoriental de la islaChalacayec; se
halla por los 45° 01' 30" de latitudsuri 73° 43' delonjitudoeste.
21. Chalacayec deantañooel Tangbacmoderno esfamosopor la abundancia de marisco, mui especialmentechoros, lo que dio oríjena establecer en esepun:
to unafábrica de conservación de mariscos.
22. La isla Caicayec pareceser la Meninea de don José de Moraleda i de la carta chilena de 1872.
puerto
que mira aleste;
abunda deerizos,
marisco muibueno,
i de alo-unosnicos,
choros ichorúas;
lo mas de la tarde i nochenos llovió.
Dia 1° de noviembre.—Llovió hasta la mitad de la mañanai
paró
la lluvia idije
misa;
antes de medio diaempezó
furioso elponiente
conráfagas
de agua igranizo
i con un frió bastantemolesto;
la noche fué mui fria i lluviosa.Dia 2.—Amaneció sereno el
tiempo,
pero blancas las cabezas de las islas por la mucha nieve que en la antecedente nochecayó.
Dije
misaantes de salir el sol iluego
dejamos
elpuerto,
i unaleo-ua mas al sur en la isla Calserau dimos fondo con el fin de
co-jer
cabrasde las queon dicha isla teníauncaucahue,
iluego
pasaradelante;
pero no selograron
lascabras,
i en el ínterin se mudó elviento,
que nosobligó
aalojar
en dichaisla,
que está al este-oeste con lapunta
del sur de la boca del estero Aisen.Dia 3.—Salimos del
puerto,
i ya conviento,
ya concalma,
fui mosnavegando
por unlargo
canal que forma por el este la islamui
alta,
grande
i nevada llamadaAcuau,
i por elponiente
otrasislas
grandes
i altas. A las tres de la tarde dimos fondo en laisle-ta
Senúter,
cercada de multitud depicos,
choros,
chorúas,
erizos iquilmahues;
hízose bastanteprovisión
de estos mariscos. El puer to está libre devientos;
pero el agua es la que serecoje
de laslluvias en una poza23.
Dia
4~
—Con labajamar
quedó
en seco una multitud de marisco, i así a
pié enjuto
secojió
granporción
depicos
ichoros;
como a las nueve de la mañanadejamos
elpuerto,
i a favor de laco-23. La isla Acuauno esotra que laTraiguénde lacartachilena,loque justifica
la narraciónielplanodel padreJosé García Alsué,i el canal que siguieran esel Errázuriz delcapitán Simpson (1872) i el Moraleda de Hudson (1857). La isleta Senúteresla de Rainahuel de los modernos, que seencuentra por los 45° 43' de latitud sur i 73" 52' delonjitud oeste, según el plano chileno. Eneste surjidero
pasóuna noche el bergantín goleta de guerra Janeqiico en merode 1857, dende estuvobien i encontró abundancia de mariscos.
mentemui
rápida,
navegamos al este entre las islasAcuau iChu-rrequel24,
en cuyacosta,
después
de mediodia,
dimos fondo enfrente de una isleta llamada Selacti
25;
hasta estaisleta abunda mucho mariscodesde tresleguas
antes. Este dia con la suficientenoche llovió
bien,
participando
yo bastante hasta enla cama.Dia 5.—
Soplando
el norte salimos delpuerto;
nos llovióbas-tante^
Navegamos
hoi por unlargo
canal que forman al este lacordillera nevada i por el oeste unas islas altas i
nevadas,
causadel frió que nos
molestaba;
a media tardealojamos
en la costa dela cordillera en el
puerto
Cupquelan
26,
que estaba mui malo porlas muchas
peñas
de que estabasembrado;
no estaba libre del poniente,
quejemía;
i aunquequise
buscarmejor puerto,
no lo conseguí
i me encomendé a SanJavier,
que mefavoreció,
pues elDia
6,
—como si el
poniente
esperase quellegase
eldia,
conéste saltó
furioso,
i con muchotrabajo
i sustodejé
elpuerto,
icondos
piraguas
ganamos tres cuadras atrás elpuerto Iclai,
en lamisma
costa;
nossiguió
lapiragua
Nuestra, Señora delCarmen,
cuyo
piloto,
al tirar elcable,
cayó
de cabezaen elagua,i por sabernadar
pudo
entre tanto alborotocojer
lapiragua,
i estaganó
elpuerto Iclai,
habiéndose visto casianegada
por las muchas olas que elponiente
le embocódentro;
dospiraguas quedaron
en elpuerto,
i lapiragua
SanJuan,
una de lasdos,
se llenó de agua i se fué apique;
mas con labajamar quedó
en seco, i sacándole elagua,
bajó
con lacompañera
a mipuerto.
De lapiragua
San Joséresbaló al agua un
caucahue,
i aunpasó
lapiragua
sobreél,
pero había bastante
fondo,
causa de no haber recibido daño. El24. El hecho de navegar al estedemuestra queelpadreGarcíapasópor elsur
de la isla Rojasinortede las Mac-Pherson i Simpson,del plano chileno. 25. Estepuertonopuede serotroque el deTres Cruces de lacartachilena de
1872,quese halla por los 45°47' suri 73° 43'oeste. La puntaquelo abrigapor eloestefué llamada San Patricioporel capitán Hudsonen1857. En consecuencia las islasChurrequelson lasde Mac-Pherson iSimpson de lacarta chilena, llama das islas Vidales por el capitán Hudson.
26. Este puerto debe hallarse en las cercanías de lapuntaGarrao,delplano
chileno,por los 46° 16' S. i 73° 44' 30"O., perolaalusión quese hace enseguida
al puerto Iclai,que seencuentra8 millasmasalnorte i sobre la mismacosta,per mite sospecharque Cupquelan soloseencuentraun poco alsurdelprecedente.
dia estuvo cruel i con muchos aguaceros. Este
puerto
Iclai 27 tenía al frente por
poniente
la boca del canal llamado Tuahuenca-yec28,
que formanpor el sur lapunta
Sisquelan
Cordillera,
i pornorte la isla
grande
llamadaNalcayec;
esta es la boca icanal masavanzado al sur, pordonde se
puede
pasar aAau,
que no se sabesi es estero o canal que cruza al mar de
Guayaneco;
los masprác
ticos dicen que a no ser
canal,
ha de ser cortísimo el tramo intermedio de tierra i fácil para tirar las
piraguas.
También se sabe quedesagua
rio por laparte
del sur ipuede
serdesagüe
de la laguna en que acaba Aau. Esto se debe
averiguar
para obviar eldesecho de
Ofqui
29.Dia 7.—Amaneció lloviendo i mui frió
por haber nevado la noche
antecedente;
con el norte pasamos lapunta
deCeltu,
al estede la
cordillera,
que forma una boca estrecha con la isleta i unosbajos
que hacen difícil este paso, i en efecto en estosbajos
se perdió,
por los años de 44 a46,
unapiragua
que comandaba Francis co Rollizo. Antes de estosbajos
una cuadra hai otros dosbajos
cercade la
punta
deCeltu;
maslimpia
parece la boca entre la isleta i la costa de
poniente
ipunta
llamadaQuesahuen;
pasadas
estaspuntas
ensancha otra vez el mar comolegua
i media a doshasta la
punta
deMecas30,
donde estrecha otra vez; alllegar
aes-27. Estepuertolomarca elplanochileno por 46°08'suri73° 41' oeste. 28. Este canal fué denominado Aldunate por elcapitánHudsonen1857; pero en 1872 le restableciósunombre elcapitán Simpson.
29. Estasuposición de que el canal Aau pudiera comunicar conelgolfode
Guayaneco,el de Penas de hoidia, quedó siempreindecisa. Elcapitán Kingpene tróen 1835 por el estuario Neuman sin darle fin isospechandotuviese comunica cióncon'el interior del archipiélagodeChonos; pero solo enfebrero de 1857 el comandante Hudson, delJanequeo, penetrócon la balandra Emprendedora por el canalAau, que denominó Ortúzar, i losiguióhasta sutérminooccidental, iascen
diendo al cerroFonck,que estimóen910 metrosdealtitud, pudoconvencerseque nohabía comunicación conelgolfo de Penas. Quince años mas tarde la espedi-cion de la corbeta Chacabuco confirmólo observado por el capitán Hudson,que
dando establecidoque noexistía lasupuesta comunicación entrelos canales inte riores i elgolfode Penas.
30. El comandante Simpson de la Chacabuco restableció estos nombresen su
cartade 1S72. Lapunta Quesahuenhabía sido denominada Dámaso en 18.57 por
elcapitán Hudson, pornoconocer el planodel padreGarcía ni el levantadoen
ta
punta
se descubren isletones iempalizadas
con tantospalos
parados
que delejos
parece bahía denavios;
toda es tierra anegadiza.
Como a las cuatro de la tarde dimos fondo en elpuerto
Mecas,
todo llenode troncos ipalos. Luego
quellegamos
salió unapiragüita
arecojer
huevosdeunospájaros
llamadospiupigues,
queponen a 14 i a 15 huevos mayores que de pavos, de los que tra
jeron
granporción;
pero lescostaba pasar deuna isleta a otraconel agua al
pecho. Aquí
nos llovió toda la noche con mucha incomodidad nuestra.
Dia 9. —Dio
lugar
eltiempo
paradejar
elpuerto
Mecas después
de mediodia,
enderezando la proa alponiente
para desecharunas
ciénagas
llenas de árboles secos;pasadas
seis cuadras fuimosenderezando al sur,
dejando
alponiente
un riocenagoso;
amedialegua empezó
a verse la arboleda masfrondosa,
i el canalparecía
un rio con suscostasbajas
ianegadizas.
Alas cuatro de la tardepasó
por nuestro lado unpedazo
de nieve sobre el agua hasta deocho varasde
largo
i dos por lo masalto de la flor del agua; pocomas tarde
pasó
otro tangrande.
Alas seis de la tardealojamos;
elfrió,
agua igranizo
nos molestó esta noche 31.Dia 10.—Por ser favorable el viento i marea
dejamos
el malpuerto,
ia medialegua
denavegación llegamos
a la boca de la laguna de SanRafael de
Ofqui:
tendrá de ancho la boca mediacuadraescasa; por el
poniente
tiene unosbajos
quepueden
servir deimpedimento
enbajamar.
Al entrarenlalaguna,
vi variosisleton-cillos que iban errantes por la
laguna;
i uno vi de cerca que tendría cuadra de
largo
i poco menos deancho,
i porpartes
ocho a nueve varas dealto;
hermosaera la vista con la variedad queformaban al paso que se deshacían. Al lado del este haiunaancha
quebrada
entre dos altos cerros, cubierta de muchas varas denieve que besa la orilla del agua; de esta nieve se desmoronan los
grandes pedazos
que van errantes por lalaguna;
ialgunos
salenpor la
boca,
i al desmoronarse dan un estallidocomo de tiro dearti-31. Comenzaban a observar los carámbanos que, desprendidosdelventisquero de SanRafael,eranarrojadospor lasaguas de lamareavaciante, fenómenode que hablantambién losviajeros posteriores.
Hería o como trueno de
tempestad;
i de éstosoimos muchos 32. Alentrar en la
laguna,
muchos indios caucahues se tiñeron con carbón las caras, diciendo lo hacían por saludara la
nieve,
porque elque asínolo hacía se
moría;
no poco me costó el hacerles lavarlascaras, aunqueno selavarondesu
antigua jentílica superstición.
Alas ocho de la mañana
alojamos
en lapunta
ipuerto
Yayaqui,
bueno para el sur i
poniente,
poco acomodado para elnorte;
esúnico este
puerto
para el norte iresguardo
de laspiraguas
en eldesecho de
Ofqui
33; aquí
aseguramosdel agua lapiragua
Nuestra Señora deDesamparados,
que por seralgo
crecida,
nopodía
pa sarse por el desecho deOfqui;
con ladescarga
del bastimento dela
piragua
reconocí i hallé muchopodrido
imaleado,
por causa delas continuas lluvias que tuvimos i no tener
resguardo alguno
laspiraguas.
Lalaguna
tendrá de norte a sur dosleguas
i poco me nos de este aoeste;
el agua es bastante dulce i mui clara. Estatarde
pasé
a ver el estrecho deOfqui
i nos llovió bastante.Dia 11.—Al salir el sol
pasé
con trespiraguas
i lo mas de lajente
al desecho deOfqui,
llamado el asiento de Nuestra Señora deMercedes,
que es donde sealoja,
i está distante deYayaqui
cuatro o cinco cuadras. Formamos un rancho cubierto por arriba
de cortezas de mañíu i
hojas
de pangue,debajo
del cualdejamos
alguna
carga que habíamostraído,
i nos volvimos aYayaqui
al mediodia;
después
de comer cargamos la carga que restaba i nosvolvimos al rancho de Nuestra Señora de
Mercedes,
que está alsur de la
laguna.
Alllegar
a laplaya,
dondedesembarcamos,
unespañol arrojó
suponcho
al agua paralavarlo,
lo que visto porlos indios caucahues mui
enojados
ledijeron
que no hiciese talcosa, porque se
enojaría
la luna i les ciaría maltiempo;
noobstan-32. Seve porestadeseripcion delpadreGarcía que el ventisquerode San Ra fael solo descendía hacia la laguna hasta besar la orilla del agua, en 1766; de
maneraque elavance quehoi tienese debono soloa la marcha natural sinoa
otracausapoderosa, comola de ungran temblor de tierra, i siendo el de 1837 el quese recuerda, debe atribuirse a esteel gran resbalamiento i avance estraordi-narioocurridos,hasta invadirel centro de lalaguna.Véase la nota 40 de la pajina 568 deltomo 11 del AnuarioEidrojráfico de laMarina de Chile.
33. El puerto Yayaqui debe ser el rincón occidental de la laguna de San
te,
mas de veinte icuatro horas estuvo bueno eltiempo
i sin llover; i porque
pasado
éstellovió,
enojados
losindios,
dijeron
que elespañol
tenía laculpa;
sedescargó
la carga, i antes de la noche seaseguró
en el rancho 34.Dia 12. —En la
laguna
San Rafael da fin elviaje
pormar, ipara volver al agua es necesario tirar por el desecho de
Ofqui
laspiraguas:
tendrá esta travesía desde lalaguna
hasta el rio Lucasunas dieziocho
cuadras;
pero eltrabajo
es muigrande
i mucho eltiempo
que segasta.
Laplaya
de lalaguna
adonde desembarcamos en
Ofqui
tendrá de llano seis varas i corre de este a oeste buenpedazo;
lo demás es barranca apique:
estabarranca,
en eldesembarcadero,
tendrá unas seis varas dealto;
pocodespués
sesigue
otropedazo
poco menos que de barranca de hasta dieza do ce varas, i a tres o cuatro varas mas arriba está el llanito delalojamiento
llamado Nuestra Señora de Mercedes. Pocodespués
delalojamiento
sesigue
una ladera bastantependiente
iparada,
de poco mas de media cuadra de subida i otrotanto debajada.
Lorestante del camino es
llano,
pero es un continuo barrial o aguaempantanada,
camino bien molesto para faenas tanpesadas
comopor él se hacen. Este dia se subieron de la
laguna
allugar
delalojamiento,
afuerza de brazos i sogas,trespiraguas
sin deshacer lesnada;
por la tardenosimpidió
la lluviatrabajar,
pero laocupó
un indio caucahue en
pintarse
la cara, ipreguntado porqué
hacíaaquello, respondió
que lo hacía para que hiciese buentiempo.
La noche,siguió
con frió i lluvia 35.Dia 13.—Amaneció el
tiempo
en calma illovió,
aunque poco, i sepudo
subir alalojamiento
lapiragua
SanMiguel,
aunque sinfalcas,
porquepesaba
demasiado;
después
de medio dia se condujeron
dospiraguas
hasta la mitad deldeshecho,
costando mucho34. Aun cuando parezcanimiedad, conviene recordar que la sencilla preocupa ción de losindíjenascaucahues que recuerda el diario del padreGarcía seaviene en buen consorcio conla del candoroso padre que echauna medalla deSanJa vieralagua atada de una cuerda paraquecalmara elmar iel tienpjqueator mentaba lapiragua, como lo hemos hechonotarenla nota16 de la p j.S.
trabajo
subirlas por la cuesta que estácerca delalojamiento,
imucho maspor la
parada
que está cerca de su cumbre.Dia
14-
—Aunque
al salir el solempezó
lalluvia,
paró
a lasocho,
i sepudo
conducir lapiragua
Nuestra Señora del Carmenala mitad del
desecho;
lo mismo sequiso
hacer con lapiragua
SanMiguel;
pero al pocotiempo
sedejó
porquepesaba
mucho parapoderla
tirar sindeshacerla,
i deshecha toda seperdía,
por servieja,
i así sequedó
enelalojamiento;
secondujo
una de laspira
guas adelantadas hasta las
márjenes
del rioLucac. Esta tardeporser clara i con sol
rejistró
el bastimento i halló mucho maleado i los zurrones casipodridos
los mas. Son estosparajes
de continuaslluvias,
i así pararesguardo
del bastimento se necesitabanpira
guas
cerradas,
i para elmanejo
de los remos seponen chumaceras.Dia 15.—Fué de sol i viento
sur, el
primero
desde que había salido de mimisión,
i asílologré
poniendo
asecar el bastimentocasi
perdido
por las lluvias. Este dia secondujo
lasegunda pira
gua al rio Lucac. Con ocasión de hacerme labarba,
enseñé el espejo
aMiguel Jorjuis,
indio que pocos meses antes había venido desu
pais
jentílico,
i al verse en elespejo
se admirógrandemente:
ya sereía,
ya sebaraba,
i serió;
ya seadmiraba,
ya llamaba conla mano al que veía en el
espejo,
yaarrugaba
loslabios,
ya losestendía,
ya lojuzgaba
por hermano suyo, llamándolo con la mano i admirándose como estaba allí.
Dia 16.—
Después
de haber oído misa lajente,
conduioalgún
bastimento al rioLucac,
i por la tarde descansaron deltrabajo,
al que tenían horror por lo molesto ipesado
del camino.Dia 17.—Se
quiso
tirar la tercerapiragua;
poco era el trecho que con ella habíancaminado,
cuando al caer de unpequeño
al-tito corrió lapiragua
icojió
lapierna
a un indiocaucahue,
i sobre la
espinilla
le abrió a lo ancho una herida de mediojeme
delargo,
i le sacó de sulugar
un hueso deltobillo;
mucho sentí esto por ser indio quetrabajaba
conempeño;
poco antescojió
la misma
piragua
contra la tierra por un costadoagobió
unacostilla;
con esto las faenas ibandespacio,
i lo pocoque se
trabajaba
era de mala gana. Mepareció
quepasándome
yoal rio
Lucac,
se harían con masempeño
lasfaenas,
i así puse enejecución
mimarcha estatarde;
i conmi carga a cuestasempecé
mi
viaje,
i alver el camino tuve lástima de lajente,
que con razóntenía horror al
trabajo
por tallugar,
puesyendo cargados
a veceserraban el tiro cuando mudaban el
pié,
ijuzgando
lofijaban
sobrealgún
palo,
loponían
sobre el agua oagua-barro,
que lostragaba
hasta las
rodillas,
i con esto la carga iba a parar sobre el aguaobarro. Yo
pasé
masde la mitad del caminocon mi carga, llevandoya bien
mojados pies,
medias izapatos,
cuando me encontrócon un peón que volvía del rioLucac,
quien
mecojió
mi carga, i verdaderamente que no hice poco en salir sin carga de tanto atolla
dero i
hoyos
llenos,
o de agua o de barro.Llegué
alalojamiento
del rio
Lucac,
el que tendrá poraquí
de ancho dieziseis adiezi-ocho
brazadas,
con bastante fondo: elalojamiento,
aunque es bue no a lavista,
es malo para elpiso,
por serbarro cubierto de yerbas.
Aquí colgué
mipabellón
que me servía de casa i cama, pocoresguardado
para tantalluvia. Este dia por lamañana ila ante cedente noche lloviómucho;
la tarde fué buena.Dia 18.—Amaneció
lloviendo,
i continuó lo mas deldia,
i así no se hizo faena.Dia 19.—Como a las ocho de lamañana
paró
lalluvia,
i sobre tardellegó
lajente
con la tercerapiragua
a la orilla delrio,
i seempezaron a coser i componer las
piraguas,
bastante maltratadas con la tira por
tierra;
la noche fué mui lluviosa i de muchoviento.
Dio, 20,—Como
a las nueve
empezó
elponiente
conturbonadasde agua i
granizo.
Se continuó lacomposición
de laspiraguas,
i yo me hallóalgo
enfermo;
también mipiloto cayó
enfermo de lagarganta
i de unpié.
Anocheció con viento i lluvia.Dia 21.—Se
concluyó
lacomposición
depiraguas
i se echaronde la
laguna
la mepuamajada
ya3Ü,
las cortezas de feñíu i coli-hues para lasagujas;
todo esto falta en Lucac37.J)ia 22m—Amaneció
lloviendo,
i duró hasta mediamañana;
aesta
hora,
cargadas
las trespiraguas,
meembarqué
en lapiragua
Nuestra Señora del
Carmen,
que hacía mucha agua i celosa. En elalojamiento
de lalaguna
quedaron
tresespañoles,
dos de ellosenfermos,
i seisindios,
tres de éstos enfermos.Empezamos
abajar
el
rio,
primero
lapiragua
SanJosé,
que a distancia deuna cuadra se sentó en la arena por haberse arrimado a laorilla;
luego
saltóla
jente
al agua, i a fuerza de brazos la volvió a la corriente delrio;
hasta que estapiragua
nopasó
este mal paso, no se moviómipiragua,
porno encontrarsecon la otracon lafuerza de la corriente;
dejámosnos,
pues, llevar de lacorriente,
prevenidos
todos conun
palo
de dos varas, que remata en dospuntas,
paraapartar
iresguardar
la barca depalos
i encontrones contra la barranca. A distancia de una cuadra hace un recodo elrio,
i en este recodoestá caído i atravesado a lo ancho del rio un grueso
árbol,
al quela
rápida
corriente nos llevaba violentamente a dar con labarca;
conocido el
peligro,
searrojó
al agualijero
un indio caucahue conla
punta
de una soga quequedaba
atada albarco,
iganada
laopuesta
orilla,
empezó
elindio,
con lajente
delprimer
barco,
quelo
esperaba,
asujetar
lapiragua,
que aunquellegó
abesar el atravesado
tronco,
no recibió daño por laprevención
de la soga i lospalos
quellevábamos;
yapuesta
en estelugar
la barca fuénecesario hacerla retroceder contra la
rápida
corriente a fuerza desogas ocho o diez varas, para
dirijirla
por el canal rioabajo; pasado
36. Mepuaeslamateria filamentosa que resulta de majarcierta clase dequila (una chasquea),bastante resistente iduradera enel agua, que empleabanlosindios de Chiloé para coser las tablas que formaban elcasco de las piraguas.
37. Los colihucsson otrachusquea de caña delgada, elástica iresistente, con la cual hasta el presentehacen alfileres para prenderlos bordillosentresí i formar las velas do lasembarcaciones; estaoperaciónse hacíacon ciertoarte i equivalíaala costura. Enllegando alpuerto desprendíanlos alfileres i los bordillos se conver
tíanencobijasde lostripulantes,prestando así dos servicios muidiversos, injenio
de la necesidad (pie aun está en usoenlas embarcaciones de los pobres del archi
piélagodeChiloé i que daa las velas un aspecto curioso, aunque estrañopor lo
este paso, se sentó la
piragua
sobre un tronco, del que costó despejarla;
pocodespués,
habiendo de pasar por entre dos árboles pa rados i distantes entre sí como seis varas, nos costó mucho elguiarla,
porque al mismotiempo
eranecesario atendera que no sesentase sobre los troncos que había
debajo
del agua; al fin se sentó,
i con sogas,palos
ijente
dentro del agua hasta lospechos,
salimos de tanto
laberinto;
lo mismopasó
con lapiragua
SanJosé,
que iba delante. Muchos fueron los
golpes
que recibieron laspira
guas, muchas lasvecesque se sentaron sobrepalos
o arena;i también
algunas
veces dábamos vuelta enredondo;
unpalo
que de lacosta salía atravesado
pasó
raspando
con fuerza laparte
superior
de la
piragua,
que a no atender los que estaban en lapiragua,
olastima o saca a
alguno
de lapiragua.
Lapiragua
San Josése lastimó porun encuentro que tuvo con la proa, i a nosotros se nos
enterró la
punta
de la proa en unpalo,
que a no estarpodrido,
nos lastima la
piragua;
a esto sejuntó
laimportuna
lluvia,
quehabiéndonos
mojado
bastante,
nos hizoalojar,
como a las tres dela
tarde,
para secarnos i sacudir el mucho frió queteníamos;
elalojamiento
era malo imojado,
i en él pasamos entre aguaceroscontinuos hasta el
Dia
23,
—que aunque llovió al amanecer
paró luego,
i salimosdel
puerto;
como a las ocho de la mañanallegamos
a la bocadel rio
Atalquec:
es mui sereno,baja
por el norte idesagua
enLucac,
siendo con éste deigual
grandeza.
Como a las nuevellegamos
a la boca del rioManiguas,
que tiene muchosbajíos,
i dicen nace de unas nieves que hai en unos cerros que se ven
junto
al mar hacia elponiente;
a pocas cuadras está la boca delLucac,
quedesagua
al sur en el mar deGuayaneco,
aunque casitodo su curso es al
poniente
desde su nacimiento i tendrá en laboca cuatro o cinco cuadras de
ancho,
i de muchofondo,
puesmui cerca de la boca aun es el agua dulce. A poco mas de las nueve
alojamos
en la boca del rio en unarenal;
luego
vimos latemida barra del
rio,
llamada las tresolas,
pero tan suave quelos
prácticos
se admiraban. Armé el altar idije
misa,
siendo laJesucristo de tanta
jentilidad
como hai hacia el sur38,
ya en sazón, i por falta de
operarios
nohalogrado
tanto bien. Latardeestuvo cruel con frió i
lluvia;
algo
distante delalojamiento
hacia el este había gran multitud de
gaviotas,
alas quefueron,
itrajeron
mas dequinientos
huevos que teníanpuestos
sobre la arena en laplaya.
Dia
24.
—Viendo al amanecer la barra suave i bueno el viento,
salimos delpuerto
illegamos
a labarra,
que es dondequie
bra el mar con las aguas del
rio;
cuando venía laola,
remabanhacia
atrás,
yéndose
en pos de laola,
ipasada
volvían con fuer za aremar paraafuera,
i así salimos de las temidas olas de labarra;
pasada
ésta se levantóvela;
peroyendo
arreciando elviento,
sequitó;
se pusoespantoso
el mar, i nos hizotemer;
mipiragua
era lamasfatal,
porbaja,
queaun sin carga era demasiado: por todas
partes
entraban lasolas,
de suerte que no separaba
de dar alabomba;
a estafatiga
sejuntó
la de frió i lluvia;
ni mi cama selibró,
pues dos olas entraron i lamojaron,
ijuntamente
a mí. Antes del medio dialogramos
elpuerto
en islaChagualat,
bueno i libre de todos vientos39;
haienestepuerto
bas tanteserizos,
algunas
chorúas i muchocochayuyo;
de éste cojió
unespañol
un poco, iluego
ledijeron
los indios que no lo echase alfuego,
porque se alborotaría el mar, i lomismo,
decían,
sucederá si se echa alfuego
elmarisco;
i aunque yo lesquería
quitar
esto de lacabeza,
merespondían
que así lo habíanaprendido
de sus mayores,argumento
para ellos muigrande.
Todo el dia fué
bravo,
con lluvia i frió causado de la cercanía dela cordillera
nevada;
por eleste,
dista una cuadra la islaGua-huen í0.
38. Según estoel padreJosé García fué el primermisionero que cruzó el istmo deOfquiidescendió por el rio Lucac; mas noesel primero que celebró el sacrifi
cio de la misaen esoslugares. Don Antonio deVea, que llevaba capellán, la ha bía celebrado 90 añosantes,endiciembre de 1675,durantesusperegrinaciones en
elgolfo dePenas(Anuario hidrográficode la Marina eleChile, tomo
11).
39. Elpuerto