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Bases tecnológicas del MIP

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Academic year: 2020

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(1)Ws .. 4. ,-. 1. S. 4. ¡. LkLL. \iI. j. 1. L' LJJL?. JL -. 1 -. L---. LJ. L_J. L. L1' •. b. O. -. O-. OIOE1 Li 1 •. O'. L... •. 1 :.. 20127 • •., ••. T rL i. --. •.. r 1. * 1. f •H t. O. -.

(2) -. Ic /. IINI!TFRIO OF AGRICULTURA Y OFFYO1LD RURAL. n(-2. r\. INSTITUTO COL OMI3IANO AGROPECUARIO. U \7 L\. Suhgerencia de Prevención y Control División de Sanidad Vegeta' Unidad Proyectos de Prevención. BASES TECNOLÓGICAS DEL MIP* Varios autores. 7dos los artículos que Se publican en este boletín corresponden a conJu'encias dictadas durante el Curso Internacional de Manejo integrado de Plagas, real izado en San Juan de Pasto. del 27 de noE'ieinbre al 1 de diciembre de 1995..

(3) La mención de algunos productos comerciales en este manual no constituye una garantía por parte del ICA, como tampoco implica que se excluyan otros productos de igual o mayor efectividad. 1. C. A N0. Ac: (oinp:u (onje OonmSn. 1. •. i. '. 1,;,. 4C)Í2. Publicación del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA Suhgerencia de Prevención y Control División de Sanidad Vegetal Primera edición: agosto de 1999 Producción Ecli tonal Fotomecánica, impresión y encuadernación 7 7 PWDurnEDi0S J......-' j Productos editoriales y audiovisuales. Edición: Carlos Naranjo O. Diseñado por: Dannhue Comercialización: PRODLMEDIOS Pedidos: Cra 13A No. 37-68 Of. 1003 id: 2885338. Fax 2859546 Santafé de Bogotá, DC, Colombia El contenido de esta publicación es propiedad intelectual del Instituto Colombiano Agropecuario. [CA. impreso en Colombia Printed in Colombia.

(4) CONTENIDO. BASES TECNOLÓGICAS DEL MIP. CONCEPTOS SOBRE MANEJO IN]iGRADo) 1)E PLAGAS Y SU APLICACIÓN EN AMI "RICA LATINA. Rafael E. Cancelado S ............... 7. CONTROL BIOLÓGICO [)E PATÓGENOS DE PLANTAS. ElkinBustamante ..............................................................................1 7 MANEJO IN]'LGRADO DEL CULTIVO: FUNDAMENTO I)EI. CONTROL DE ENFERMEDADES. LUin Bustaniante .............. 24. LA 1AXONOMIA Y LOS ESTUDIOS RIOSISFEMÁTICOS EN ENTOMOLOGÍA CON ESPECIAL REFERENCIA EN EL MANF.JOIN'F[GRAD() DE PLAGAS (M1P). Rubén Restrepo Mejía ...... . ....................................................... ... ... ...45 ESTRUCTURACIÓN DE PROYECTOS DE MANEJO) INTEGRADO DE PLAGAS. Hermann A. González II. ........................................ .......................... 61 5.

(5) ICA - DIvlION DF SANIDAD VEGETAL LA TECN1CA I)EL INSECTO ESTÉRIL 'FIL (MOSCA DE LAS F'RIJ'I'AS) Antonio J. Espeleta Maya. oo. MAN1IUI .ACION Y AUMENTO [)I- ENEMIGOS NAILJRAIES FN EL MIP Luis Antonio Gómez L. 93. NUEVOS ENFOQUES EN EL USO DE ENFOMOPATÓ(iENOS EN COLOMBIA Dora Alba Rodríguez Sierra. /01. AVANCES EN LA JORMULACION I)E HONGOS ENTOMOPATÓG ENOS EN COLOMBIA Esperanza Morales G. .................................................................... /13.

(6) Conceptos sobre manejo integrado de plagas y su aplicación en América Latina* Rafael E. Cancelado S.. ¡pensar en Manejo Integrado de Plagas o, en forma abreviada, MW, surgen dos preguntas de fondo: ¿Qué es MI P? Y ¿Cuál es el objeto A del MIP? En la literatura especializada hay muchas definiciones de MIP pero aún no hay acuerdo sobre una sola de ellas. Una buena definición es la que dice: MIP es la utilización armónica del mayor número posible de técnicas apropiadas para reducir y mantener las poblaciones de plagas por debajo de los niveles de daño económico a la agricultura o a sus productos. Esta definición es atractiva porque desemboca en lo económico y, nos guste o no, en MIP todo gira o debe girar al rededor del beneficio económico del agricultor, realizador y responsable de la producción de alimentos. En numerosos viajes realizados desde México hasta Chile y por el Caribe, he tenido oportunidad de ver gran número de esfuerzos de MIP. Infortunadamente, el factor común a ellos es la falta de continuidad, con frecuencia interpretada como fracaso del MEP. Pero la falta de continuidad surge principalmente por la incapacidad del agricultor para mantener su programa de MI a un alto nivel de cíectividad y rentabilidad. Uno se pregunta: ¿Por qué si el MIP ofrece tantos beneficios ecológicos y sociales son tan comunes los fracasos? Pienso que la principal causa de los fracasos de esos programas es que fallan en satisfacer las expectativas económicas de los agricultores. Por eso son abandonados.. * *. Presentado en el (jaso Internacional de Mona/o integrado de Plagas. San Jua, de Pasto. Noviembre 27- dieie,nbny 1 . 1995 higuniero agrónomo, /'h/). Director técnico, LP Ag,'o-1b.rvicios. (aguo. Lsiadu Aragua. Venc:uela.. 7.

(7) ICA - DIVISIÓN. nr SANIDAD VEGETAL. Aunque el agricultor típico es muy conservador y usualmente reacio al cambio, es obvio que sí cambia, introduce innovaciones, a veces muy grandes, en su proceso productivo, las cuales tienen un factor común: realmente ofrecen la posibilidad de aumentar los ingresos del productor. De nuevo vemos que es el factor económico lo que motiva al agricultor. Entonces, volviendo al elemento económico de la definición, parece lógico pensar que solo si el MIP le garantiza al agricultor mejoras en la rentabilidad de su proceso económico, él lo adoptará y utilizará en forma permanente. En mi experiencia, así es. Y conozco muchos casos de agricultores que han adoptado el M1P cuando se convencen que representa mejor rentabilidad de su operación. Por el contrario, si el productor no ve beneficios económicos, abandona el MI y regresa necesariamente a sus viejas prácticas costosas y antiecológicas pero que lo hacen sentir más seguro. La concepción económica del MIP es fundamental. El MIP tiene éxito si se traduce en un buen negocio para el agricultor y fracasa cuando no da buenos resultados económicos. Posiblemente es en esto donde han fallado tantos programas de MIP emprendidos con las mejores intenciones por universidades, entidades de investigación y extensión y organismos agrícolas internacionales. Esta observación no debe interpretarse como una crítica a las entidades mencionadas, porque no lo es. Reconocemos que esas entidades han tenido éxito en el desarrollo de los conceptos, la adaptación de las técnicas y la puesta en marcha (le! MIP. La falla está en que por su naturaleza misma no pueden participar en el proceso productivo agrícola a largo plazo y al dejar el MIP en manos del productor el sistema va perdiendo efectividad, en forma más o menos rápida, por falta de seguimiento. Esto ocurre porque e! MIP es sumamente dinámico como lo son las condiciones cambiantes de la agricultura y cuando queda en manos de productores o técnicos que no están capacitados apropiadamente, tiende a volverse rígido, no hay una evolución en el manejo de las nuevas situaciones y pronto comienza a fallar. Para que un MIP de éxito, debe haber seguimiento continuo y adapladón rápida y efectiva a las nuevas circunstancias que surgen en cada nuevo ciclo de producción. LI MIP falla porque a veces ignoramos su naturaleza misma. El MIP es, en últimas, la aplicación acertada de sofisticadas técnicas ecológicas, entomológicas y agrícolas. Hay que estar muy bien capacitado técnicamente para tener resultados satisfactorios. Pero la gran ma-.

(8) BASFS TECNO[(K;ICAS DL MII'. yoría de agricultores, e inclusive de profesionales agrícolas, normalmente no están capacitados para manejar programas de MIP. Un agricultor de éxito es un buen gerente pues en la finca toma decisiones acertadas con respecto al uso de los recursos disponibles. Un agricultor de éxito, grande o pequeño, en la mañana, antes de iniciar las labores, sabe determinar las prioridades y cuanto personal dedicará a cada una de ellas o cuales máquinas usará para resolver qué problema. Igualmente determina bien la asignación de recursos económicos: (Ionde emplear el dinero que le presta el banco. Sabe qué problemas deben recibir su atención personal y cuáles puede delegar a otros; qué se debe hacer hoy y qué puede esperar uno o varios días. También sabe qué está capacitado para resolver él mismo y cuáles son los asuntos en los cuales se debe asesorar con especialistas. Todo esto es buena gerencia. Pero la buena gerencia no capacita a ningún agricultor para manejo de plagas. Esto es algo que no podemos ignorar y así como muchos personas creen que el uso de insecticidas es algo demasiado delicado para dejarlo en manos (le los agricultores, también e] MIP es demasiado complicado para dejarlo solo en manos del agricultor. Para tener éxito COIl el MIP, el agricultor necesita asesoramiento especializado en lbrrna continua. Ese asesoramiento lo deben dar solo profesionales debidamente capacitados. El solo título de ingeniero Agrónomo no capacita a nadie para llevar adelante un buen programa de MIP, de la misma manera que el mero hecho de poseer un titulo de doctor en medicina no convierte a nadie en un buen cirujano.. ¿CÓMO HACER FUNCIONAR EL MIP? Con frecuencia, al iniciar programas (le Ml P se asume que el agricultor está haciendo mal muchas cosas y hay que enseñarle como hacerlas bien. Es mejor el enfoque de que el agricultor está haciendo muchas cosas bien (de lo contrario hubiera dejado la agricultura hace tiempo) pero sabe que debe mejorar y eliminar los errores que comete. El primer paso debe ser un análisis de toda la operación agrícola del productor para establecer cuál o cuáles son las principales fallas que deben ser corregidas. Hay, por supuesto que determinar cuantas de ellas pueden ser rectificadas desde un comienzo y cuales tendrán que esperar una oportunidad posterior. El MW no tendrá éxito si hay factores de producción negativos ajenos a las plagas que no son corregidos. Pero eventualmente el MIP se debe concentrar en las plagas..

(9) ICA - DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL. El MI como proceso tiene un comienzo y luego tiene Ufl progreso continuo que nunca termina, siempre estará cambiando y siempre deberá estar mejorando. En condiciones óptimas, el MIP debería "usar todas las técnicas apropiadas para reducir y mantener las poblaciones de plagas a niveles por debajo de los que causan daño económico". En la práctica, es más efectivo ir incorporando unas pocas de esas técnicas a la vez, incrementando su número o su efectividad. La agricultura es un mosaico muy complejo y la introducción de muchas variables al tiempo puede producir resultados indeseables. Este enfoque es conveniente por cuanto un asesor experto en MIP puede saber lo que se debe hacer, pero en últimas quién toma las decisiones en la finca es el agricultor y él solo podrá manejar (gerenciar) acertadamente los procesos que entienda con claridad. Analicemos el efecto de un primer paso tan sencillo como reducir ci número de aplicaciones de insecticidas pero, por supuesto, manteniendo buen control de plagas y logrando calidad y rendimientos tan buenos como o mejores que, los obtenidos con sistemas tradicionales de control de plagas. Esto puede lograr la buena voluntad del agricultor y permitir el avance en la introducción de técnicas más complejas. Determinar de antemano en cuanto se reducirá el uso de insecticidas no es un objetivo racional si el propósito principal del MIP es la rentabilidad para el agricultor, pero una persona bien capacitada puede reducir considerablemente el número de aplicaciones de insecticidas, sin tolerar daños económicos al cultivo, evaluando frecuentemente los niveles de plagas. Hago énfasis en la necesidad de personas expertas en el manejo de los programas de MIP pues no importa cuanto entusiasmo se tenga o cuantos deseos de hacer el bien, si no se tiene suficiente conocimiento el programa va a fracasar. Un menor número de aplicaciones debe permitir la recuperación, al menos parcial, del control natural, cuyo efecto suele ser espectacular en términos de eficiencia aún desde un comienzo. De hecho, en varios programas que hemos desarrollado, el efecto de la liberación de benéficos no ha sido tan definitivo como el del control natural para mantener bajas las poblaciones de plagas. La reducción en el número de aplicaciones fácilmente puede venir acompañada de otras técnicas de fácil uso, también parte del arsenal del MIP como: mejor calidad de las aplicaciones para obtener un mejor tamaño de gota, mejor cubrimiento, reducir arrastre por el viento y la escorrentía de productos tóxicos. Disminución del gasto innecesario de insecticidas mediante dosis correctas. Con frecuencia se pueden reemplazar productos de amplio espectro por otros más selectivos, de menor 10.

(10) BASES TECNOLÓGICAS DEL MIP. impacto en el control natural. Puede ser de muy útil el cambio de la hora de aplicación para aumentar la efectividad del producto sobre la plaga y atenuar el daño a los benéficos. Cuando esta parte del proceso se maneja bien, el resultado será una considerable economía en plaguicidas (de 30% a 60% y a veces más, por debajo de los costos con métodos convencionales), y excelentes resultados de control. Aún si el agricultor inicialmente no estaba ganado para la causa de la liberación de predatores o parasitoides o cambio de cultivares, el resultado económico positivo lo entusiasmará lo suficiente y le dará más confianza para que en un ciclo subsiguiente acepte probar otros cambios. Al hablar de MIP usualmente se piensa en predatores, parasitoides, bacterias, virus benéficos, aves y otras cosas ecológicamente aceptables. Nosotros preferimos pensar en cambios graduales pero firmes y consistentes que sean asimilados por el agricultor y que contribuyan significativamente a la rentabilidad de los cultivos. Un agricultor que emplea con éxito el MIP se da cuenta muy pronto que su contribución al proceso económico agrícola es máxima cuando se concentra en la administración de la finca y deja el MIP en manos de gente especializada. Algunos descalificarán este enfoque diciendo que si solo se reduce el número de aplicaciones, el énfasis seguirá en el uso de agrocuín1icos. Mi respuesta a tal punto de vista tiene dos aspectos. Primero, aun no hemos adaptado suficientes técnicas de M1P para prescindir de los agroquínlicos, aun tenemos necesidad de usarlos con alguna frecuencia y por definición los insecticidas, usados en forma racional son un componente del MIP. Segundo, nuestro objetivo no es imponer el Mi 1 1. Nuestra consideración fundamental es el éxito económico de los agricultores con los cuales trabajamos, ellos nos darán la razón si están satisfechos.. ¿LOS PARASITOIDES COLUMNA VERTEBRAL O TALÓN DE AQUILES DEL MIP? El efecto de las liberaciones de parasitoides en cultivos ha sido tina de nuestras mayores causas de satisfacción, pero también nos han ocasionado muchos dolores de cabeza. ¿Por qué dos situaciones tan diferentes? La respuesta es: ¡Calidad! Los benéficos, en la forma como los usamos actualmente son seres vivos pequeños y delicados, muy sensibles a cambios bruscos de tempe11.

(11) ICA - DivisIóN DF SANIDAD VEGFTAL ratura, humedad y a las emanaciones gaseosas. Su vida útil es corta y puede ser reducida aún más por condiciones ambientales adversas. Por todo esto no son fáciles de manipular y al liberarlos en el campo, su efectividad se pueda ver muy disminuida con respecto a las expectativas. No se puede descartar mal manejo del material por parte del agricultor o de las personas encargadas de las liberaciones, pero en el moinento de recibir tos parasitoides el agricultor no tiene idea de la calidad del producto que compra, la cual determina los resultados del mismo.. (. •1. Hg. 1. larvas del gusano blanco de la papa PrL'omo!rIpes rorax en el tubérculo, muerlas por .Iei,wrnema sp. Detalle (le la larva alctada por nemah)dos y nematodos en diversos estados de desarrollo.. La gran mayoría de agroquímicos traen información sobre recomendaciones de uso, composición, fechas de fabricación y vencimiento, con'ciones de almacenamiento del producto e inclusive consejos para man j o de inventarios. Ninguno de los materiales de parasitoides que he visto trae información siquiera remotamente parecida. Cuando un agroquímico falla por razones de calidad o por mala aplicación, en nuestra experiencia, si se hace un reclamo justificado al fabricante o distribuidor dar Itención y ayudan a buscar una solución, es decir hay consideración ar los problemas del cliente. En el caso de 12.

(12) BASES TECNOLÓGICAS DEL MI. .e 4. í4. Fig. 2. Nematodo Sie/nernema sp. afectando larvas del gusano blanco de la papa. Abajo, obsérvense nematodos de todos los estadios en el mismo liutsped.. los productores de parasitoides, cuando hemos tenido que hacer reclamos, Ja tendencia general es a lavarse las manos y transferir la culpa al cliente. Parecería que por definición ellos nunca cometieran errores. Lo grave de esta situación es darse cuenta que, con excepciones, los productores de esta clase de material biológico no están orientados al cliente. Están centrados en sí mismos. Y la investigación en administración de empresas ha demostrado repetidamente que es una receta garantizada para el fracaso. Si las empresas productoras de material biológico se hunden, el MEP se va con ellas. Los productores de material biológico deben comprender que es su deber producir para sus clientes materiales de la más alta calidad; que tienen la obligación de pensar en las necesidades de SLLS clientes y escucharlos con atención. También deben pensar en el futuro y hacer investigación para mejorar sus productos cada día. Deben entender que los costos de manipulación de los materiales después que salen de los laboratorios, liberación, recuperación de material en campo y evaluaciones de efectividad son parte de los costos de su producto, así ellos no los pa13.

(13) ICA - DIVISIÓN DF. SANIDAD VFGFTAL. '0o o. ci. Hg. 3. C'onidiñfoms y condias de hongos entomopatógenos. a). Beauberia bas,s'iana. ramificación en zig-zag; h). Meiarhiziu,n anisop/iae. conidias en cadena: c). PaLci/nnt'ce. /iiojo,o-m,eus: d). Verticil/ium Iecanii.. guen. Por eso quienes han asumido al menos en parte la responsabilidad de liberaciones y evaluaciones están teniendo mejores resultados económicos. La calidad garantiza el éxito del control biológico. Cuando un parasitoidc de calidad es liberado en un cultivo, dentro de un programa de MIP y ese organismo es apropiado para ci trabajo que se le asigna, el nivel de control es usualmente muy alto, tanto que en muchos casos eliminan totalmente la necesidad de insecticidas quími14.

(14) BASES TECNOL)GICAS DEL. Mli'. cos durante ciclos completos. Definitivamente, el control biológico puede ser tan efectivo como el mejor insecticida químico, pero si fula, también puede resultar en fiacasos estruendosos. Muchos otros componentes del MIP pueden ser usados con mucha efectividad entre los más poderosos están los cultivares resistentes que no alcanzamos a analizar ahora y las trampas y feromoiias, efectivas pero desacreditadas por el mal uso y el fraude. Lo esencial de las técnicas mencionadas de MW es que pueden ser incorporadas en cualquier momento a cualquier etiltivo y todas están al alcance de los técnicos latinoamericanos. Pero es indispensable tener el conocimiento de cómo usarlas con efectividad y orientarlas al beneficio.. .. 4;. i.kI. *I. a).. .i. b).. 151%. c).. (1).. Hg. 4. a). (oltivo de /ka,,vcria bass/wia en granos de trigo: b). Cultivo de Mctarhíziuin anisoplkw (obsérvese la abundante esporulación sobre los granos y el color verde oliváceo (lelas esporas): e). colonia (le ¡wciIomices fumoso-roscos, en medio senh ¡si nttieo. esporulación rosada; d). Larvas de Sootloplrra sp. muertas por Nom ura a rilen. espurulación verde sobre los insectos muertos. C11 arroz. 15.

(15) ICA * DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL. BIBLIOGRAFÍA. Las fotografías utilizadas en este artículo fueron tornadas de: Rodríguez, D. A. 1997. Los entornopatógenos en el manejo integrado de plagas. ICA- Sanidad Vegetal. Editorial Produrnedios Bogotá. Rodríguez, D. A. 1997. Biología y manef o de chisas. ICASanidad Vegetal. Editorial Produrnedios. Bogotá.. 16.

(16) Control biológico de patógenos de plantas * Elkin Bustamante * * o. k. ANTECEDENTES esde hace aproximadamente unos treinta años, el control biológico K D de patógenos de plantas ha sido considerado como una táctica con nuevas posibilidades en el manejo integrado de eníermedades. El interés crece a medida que aumentan las regulaciones y las restricciones en el uso de plaguicidas y no se visualizan otras alternativas para el control de fitopatógenos (Hornhy, 1990).. .7. El interés principal del control biológico se dirige a patógenos que causan enfermedades en el sistema radicular de la planta, en especial hongos residentes del suelo. En estos casos, el USO de plaguicidas, además de la dificultad de hacer contacto con el organismo, puede contaminar el suelo, destruir el equilibrio de la microhiota y crear nuevos problemas patológicos para la planta (Cook y Baker, 1983). Esto ha hecho que en la actualidad se disponga de productos comerciales eficaces para el control biológico de algunos patógenos del suelo, de semillas o partes de plantas usadas en su propagación. Los patógenos más estudiados son: Rh/zoctonia solani, P y thiuni Spp., Fusariuni oxvsporum y Agrohacterium lumefciciens.. Los avances en la investigación en control biológico incluyen hoy en día el manejo de patógenos foliares tan importantes como Cercospora aradichidicola, A/ternaria solani, Phvtopt hora ¡flfestafls, Mycosphaere/Ia ' Presentada en el Curso laternucional de Mwwjo Integrado de Plagas. Van Juan de Pasta. Noviembre 27- d wi mhre ¡ 1995. ** EitopllolaCo coordinador de la (la idad de FaoJ?rok'ccióu dci ( alm Ic,neuni iépi al de Jz'et raci a y L,i.çc',)anza (( atic). iwrialba. (asta Rico. 7.

(17) ICA - DIVISIÓN DF SANIDAD VF:GFTAL. fi,iiensís y el virus de la tristeza de los cítricos, para los cuales hasta hace. pocos años no se visualizaba ninguna posibilidad de manejo a través de otros microorganismos.. DEFINICIÓN DE CONTROL BIOLÓGICO Definir control biológico ha sido difícil, pues el término tiene diferentes significados entre los fitoproteccionistas sin embargo, la definición más cercana al tema de este artículo es la dada por Baker (1985), quien dice que "Control biológico es la reducción de la cantidad de inóculo de un patógeno o de su actividad productora de la enfermedad, logrado por o a través de uno o más organismos diferentes al nombre". Esta delnición se orienta a microorganismos y excluye prácticas de cultivo y uso de cultivares resistentes, considerados en otras definiciones.. MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS AGENTES DE CONTROL BIOLÓGICO Una de las observaciones más conocidas sobre control biológico es la de los suelos supresivos en los cuales el desarrollo y la actividad de los patógenos del suelo es mínima, si se compara con la de suelos conductivos, donde el microorganismo tiene todas las ventajas para atacar la planta, (Chet y Baker, 1980). Aunque la supresividad del suelo se debe a muchas interacciones, se considera que su naturaleza es biológica, y más común en suelos con pl-1 entre 6 y 8. Esta característica se puede inducir en suelos conductivos, al agregar pequeñas cantidades de! supresivo. Aparte de esta evidencia de control biológico natural, se dan casos en la que la manipulación del ecosistema agrícola elimina los microorganismos que controlan ciertos patógenos, lo cual ocasiona la presencia de nuevas enfermedades. Ejemplo de esta situación es la presencia de Co/feto trichuni col/eanum en plantas de cafeto inducida por el uso de fungicidas cúpricos. Baker (1985) presenta tina descripción de los mecanismos más utilizados por microorganismos en el control biológico de fitopatógenos. Se describen a continuación los más importantes: 18.

(18) \. I(,IL\I)tI. .\i!I. Antibiosis En la cual un organismo produce sustancias que inhiben o destruyen otro organismo. Este mecanismo es común en Bacilfus spp., Psei.idomonas tliiarescens P pulida y en algunos hongos como Trichoderma viride y G/joc/cid/u,u spp. En la actualidad existen muchos avances en el control de patógenos del suelo, semillas y flores. La biología, la ecología y el potencial para control biológico son discutidas por Papavizas (1995).. Hg. 5. Cultivos puros de l3(,c,/lus popillue. aislados de larvas de. Ancognal/w scarahaeoidcs.. Fig. 6. J',çeudrynrnw.r sp. en cebolla de bulbo.. 19.

(19) ICA - DIvIsIÓN DE SANIDAD VEGETAL. lig. 7. Pdudwnoflas sp. en cebolla de rama.. Competencia. En este caso, dos o más organismos demandan recursos alimenticios o de espacio. Las limitaciones, por ejemplo de nitrógeno y hierro en el suelo, provocadas por competencia entre microorganismos, cambios en pH o uso de enmiendas orgánicas, crean un ambiente desfavorable para el desarrollo de hongos patogénicos corno Fusarium oxysporurn. Hiperparasitismo. Mecanismo conocido también corno explotación. En éste el microorganismo henéÍco crece sobre el patógeno, corno ocurre con Trichoderma spp. sobre Rhizocionia solani o con Veriici/Iiurn ¡ecanhi sobre I-íemileia vastairix. En los dos casos se buscan LiSOS prácticos en el manejo de problemas titosanitarios de cultivos de flores, café y macadam ja. En el caso de las interacciones del agente de control biológico con el hospedante (Bakcr, 1985), los dos mecanismos más utilizados son los siguientes: Producción de inhibidores o competencia. Este mecanismo se usa en el control de la bacteria Agro hacteriuni tumefiisciens, causante de las agallas de la corona de un gran número de plantas. La protección de las heridas de la planta con la cepa K84 de A. radiohacter, evita la entrada del patógeno. La cepa K84 puede producir el antibiótico agrocin 84 sin embargo, cuando no puede producirlo, evita por competencia la adherencia de A. !u,nefaciens a la superficie de la planta. ME.

(20) BASES TECNOI (X.ICAS DEL MIP. Hg 5. Agallas del cuello. Agrohacteriurn tumefciens.. Protección cruzada La planta es inoculada con una raza atenuada de un patógeno de importancia económica. Esta, al sentirse invadida, activa sus mecanismos de resistencia. Un ejemplo práctico es la protección de los cítricos COfl razas atenuadas del virus de la tristeza. 21.

(21) ICA - DIVISiÓN DE SANIDAD VFGITAI.. Aparte de los mecanismos anteriores, en los últimos años se ha dado gran importancia al uso de rizobacterias que pueden inducir resistencia sistémica en la planta y en algunos casos también pueden proniover su crecimiento (Kloepper y Schroth, 1981 ). También se da el caso de resistencia inducida por /3acillus ihuringiensis, colocado en la superficie de hojas de café (Rivera el al., 1993).. ESTRATEGIAS DE USO Las estrategias para el uso del control biológico se dan de dos maneras: a) en fona inundaliva, utilizando al microorganismo antagonista como se usa un tiingicida, h) colocando un sustrato en la fllosfcra o rizosíera que permita la multiplicación de los antagonistas deseados. Por razones económicas y de conservación de la hiodiversidad de los antagonistas, el segundo procedimiento sería el más apropiado.. CARACTERÍSTICAS DE UN AGENTE DE CONTROL BIOLOGICO Antes de disponer de un agente de control biológico a nivel comercial, es necesario cumplir con las siguientes características: • Que sea seguro para humanos y animales. • No patogénico de cultivos. • Genéticamente estable. • Efectivo a bajas concentraciones. • Eficaz para amplio rango de patógenos. • Compatible con las labores del cultivo, incluidos los agroquimicos usados. • Fácil de producir en un medio barato. • Fácil de almacenar y usar. • Capaz de sobrevivir en condiciones adversas.. PERSPECTIVAS DEL CONTROL BIOLÓGICO Muchas de las dificultades para cumplir con las características del número 5, se han resuelto a través del desarrollo de la biotecnología, que 22.

(22) 1 IL \'DI. IL\ 1)11. MI¡'. facilita la caracterización de las cepas y facilita su formulación. En el futuro, el mayor conocimiento de los mecanismos de inducción de resistencia podría simpliíicar el sistema de USO de estos agentes.. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Baker, R. 1985. Biological control of plan! pathogens: íiefinitions. In: Biological Control in Agricultural 1PM Systems. cd. M.A. Hoy. D.C. Elerzog. pp.. Cook, R.J., Baker, K.R. 1983. The Nature ami Practice of Biological Control of Plan! Pathogens. St. Paul, MN: Am. Phytopathol. Soc. 539 pp.. Chet, 1.; Baker, R. 1980. Induction of suppresiveness lo Rhizoctonia solani ¡ti soil. Phytopathology 70:994-98. Horn by, D., cd. 1990. Biological Control ofP!ant Pathogens. Oxon, IJK:CAB mt. 479 pp.. Kloepper, .J.W.; Schroth, M.N. 198 1. Relationship of in vitro antibiosis oJ plant growth-proinoiing rhi:o bacteria lo p!ant growth and the displacemeni of mal ,nicroflora. Phytopathology 71:1020-24.. López, A.; Ávila Clemencia. 1996. Mané,jo/biosanitario del a/o y las cebollas. ¡CA- Sanidad Vegetal. Editorial Produmedios. Bogotá.. Papavizas, C.C. 1985. Trichodernia and Gliocladium: Bioiov, ecologj,, and potential Jór hiocontrol. Annu. Rey. Phytopathol. 23:23-54.. Rivera, .J.A.; Bustamante, E.; Cuharay, F.; Monterroso, D. 1993. Residualidad de di/renies dosis de Bacillus tliurigiensis en el sistema cafi-FIeiii ¡lela vastatrix Berk & Br. Manejo Integrado de Plagas (Costa Rica) No. 27 p. 1-4.. Rodríguez, D. A. 1997. Biología v manejo de chisas. ICASanidad Vegetal. Editorial Produmedios. Bogotá.. Sarmiento, A.; Naranjo, C. 1996. Manejo fitosanitario de frutales caducifolios. ICA- Sanidad Vegetal. Editorial Produmedios. Bogotá. 23.

(23) Manejo integrado del cultivo: Fundamento del control de enfermedades* Elkin Bustamante **. ANTECEDENTES l manejo de las enfermedades de las plantas en América Latina se E ha realizado de acuerdo con un patrón orientado al uso (le variedades resistentes, fungicidas y medidas culturales. Hasta principios de la década del 60 esta situación era el reflejo de la influencia de los conceptos predominantes en el área, los cuales daban importancia al estudio aislado del ciclo de vida del organismo causal y a algunos factores denominados secundarios que condicionan el proceso de infección. En la última década, afortunadamente, se ha despertado un interés por el estudio de los procesos (le interacción mediante el manejo de las enfermedades de las plantas corno un factor de producción; se trata de cambiar la concepción aislada de micólogo, bacteriólogo, virólogo o nematólogo por la de una conciencia fitosanitaria. De acuerdo con esta concepción, en las universidades se han desarrollado programas donde se enfatiza el aspecto de sanidad vegetal en un contexto ecológico. Por definición, el manejo integrado de enfi.rrnedades considera objetivos económicos, sociales, de protección al ambiente y a la salud y no tiene únicamente la meta de prevenir pérdidas en cantidad y calidad. Este manejo de problemas fitosanitarios indica una integración de métodos y disciplinas. La terminología ha evolucionado principalmente. de Mundo luict,'rado de Pla, as. Sao lucio de l'asto. * Preseniado en el ( Internacional 'uso Noviembre 27- diciembre / 1995 * * Filopciólogo. Coordinador de la Unidad de hioproeccion del ('entro 4 , 'ronóm ¡ca Tropical u Enseñanza (CA 17E), Torna/ha, ('os/a Rica. 24.

(24) Ii( NOl ()(I( \. 1)1 1.. Ní1P. desde la disciplina entomológica, sin embargo tiene raíces profundas en la fitopatología: a finales del siglo XIX ya se habían desarrollado métodos para el manejo de enfermedades (Smith. Apple and I3ottrell, 1977).. CONOCIMIENTOS DEL ECOSISTEMA AGRÍCOLA La planta, al mismo tienipo que constituye la fuente de suministro de alimentos y libras, es también uno de los factores que desequilibran el ecosistema, el cual por la acción del hombre, pasa de un sistema complejo y diversificado a uno simple y uniforme, tomándose fácilmente vulnerable a patógenos que no encuentran las barreras naturales propias del sistema complejo. Además, la uniformidad genética (le estos ecosistemas agrícolas propician el desarrollo de epidemias, al adquirir el patógeno una fase de multiplicación más rápida. Como enfatiza Apple (1977), un cultivo en sí es una"plaga" pues está fuera de balance biológico. Un ecosistema agrícola comprende el complejo total de organismos de un área de cultivo, junto con todas las condiciones del medio modificado por las actividades agrícolas, industriales, sociales y recreacionales del hombre (Smith y van de Bosh, 1967). Al considerar esta definición y las relaciones que conducen al desarrollo de una enfermedad, se llega a la conclusión de que es necesario disponer de un conocimiento adecuado de los factores que componen este ecosistema antes de iniciar el manejo de los patógenos y sus interacciones (Figura 9). De los componentes del ecosistema agrícola tropical, se debería tener especial conocimiento de las plantas, los patógenos, el proceso infectivo y las principales interacciones que afectan esta relación, como malezas, insectos y microclima. En este orden de ideas, es indispensable la investigación del grado y capacidad de adaptación de las variedades, la fisiología de la producción, la variación genética y la f'enología del cultivo; todos ellos estudiados, preferiblemente, en ausencia del patógeno. En el estudio del ecosistema agrícola tropical, debe recibir especial observación el comportamiento de las plantas perennes y de las anuales. El patógeno, como otros componente del agroccosistenia, debe ser caracterizado, estudiándose además sus posibles huéspedes y la varia25.

(25) TCA - DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL.. Semilla Legal. JDlantj. Topociima. Secuencia de 1 cultivos. r 1. Biológico. Manejo Suelo yagua. t. zas. Patógeno. Quimico. Patosistema de Pre-Cosecha. Fuentes dc inóculo. Ij Contaminación. Genético Manejo Integrado del Cultivo. 1 Nutrición IMi corrí zas) Prácticas de Siembra y Cosecha. de cultivos Diversidad Genética. aA Fsico. Económica. L-----Cuiturai - - -. Ecosistema Agrícola. Fig, 9. Ecosistema agrícola y subsistema de manejo del cultivo y las plagas en problemas fitosanitarios de precosecha. ción genética de su población (Bustamante y Patiño 1970, Bustamante eta! 1973) y las fluctuaciones de ésta con relación al cambio de las poblaciones de las plantas o a la agresividad de algunos de SUS individuos. (Browning y Bustamante, 1973). El conocimiento de la filosfera y la rizosfira, es fundamental para determinar la presencia de nutrimentos o antibióticos que ofrezcan condiciones propicias o inhibitorias para el crecimiento y multiplicación del patógeno, o las condiciones de competencia con otros organismos p01' espacio, agua, aire o nutrimentos (Baker y Cook, 1974). En muchas ocasiones el hombre, como manipulador del ecosistema agrícola, toma determinaciones sobre el manejo de una enfermedad, en especial por métodos químicos o físicos, sin antes evaluar el nivel del daño económico y sin conocer el efecto indiscriminado sobre organismos diferentes al patógeno. Es por lo tanto esencial catalogar el tipo de daño de acuerdo con su efecto sobre la cantidad o calidad. Esta información permite determinar las medidas de manejo más apropiadas, de acuerdo con la relación costo-beneficio (James, 1974). 26. 1.

(26) BASES TICNOI.ÓCtCAS DEL MIP. En los productos cosechados (Figura 1 3), se presentan problemas causados por hongos tales COrno AS/)C/gi1!1iS, PeiiiciIlium, Fu.sarium y Riuzopus, que causan deterioro y pérdidas en calidad y cantidad. Para hacer frente a esta situación es necesario utilizar diversos sistemas de manejo CO() el íísico, mecánico y químico en las actividades de beneficio, selección, empaque, transporte y almacenamiento de los productos agrícolas. El uso de una estrategia apropiada de manejo poscosecha debe tener en cuenta el efecto residual de los plaguicidas aplicados en precosecha y el posible desarrollo de micotoxinas, que harían peligrosa la utilización de esos productos en alimentación humana o animal.. SE. '. :.. -. Vig 0. » u,scuiuoi sp. cii cehol la de bulbo.. Hg. 11. Jisariurn sp. en ajo.. FUNDAMENTOS DEL MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS (MIP) Entre el MIP y el sistema experto existe una estrecha analogía. Los dos constan. Fig. 12. Penieillium sp. cii dientes de ajo.. 27.

(27) ICA - DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL. r-_ . - -_------iii Cosecha Producto cosechado. Aves Insectos Patógenos Malezas. 1 Beneficio HL Secado. Humedad. ]. L. Selección Clasificación. Temperatura. Tr sin. Semilla ¡. Gases. floed ores. Mccnico. Patosistcm' de Post-cosecha. Empaque. Transporte. L. nómir.o. 1. uImlCO iAlmacenamiento. Cultural. Manejo Integrado del Producto Utilización del Producto. Hg. 13. Sistema de utilización de productos agrícolas y subsistemas de manejo de productos y sus plagas en relación con problemas fitosanitarios de poscosecha.. de una estructura conceptual y otra de funcionamiento. La primera es la que da los tindarnentos, y difícilmente cambia en sus componentes, mientras que la de fincionarniento tiene su dinámica de cambio de acuerdo con la nueva información o tecnología que se va produciendo. Esa estructura conceptual en el MIP está representada por tres fundamentos: diagnóstico preciso, nivel de decisión y selección de estrategias y tácticas. Diagnóstico preciso Se consigue a través del estudio de las condiciones que tipifican la presencia de la plaga y de su identificación correcta. Nivel de decisión Se llega a él a través de la evaluación de la severidad o incidencia de una enfermedad y la pérdida en producción. La relación costo-beneficio del manejo determina el nivel de decisión o umbral de aplicación de las medidas de manejo, especialmente en el caso de plaguicidas. 28.

(28) BASES TECNOL(G!CAS DEL MI P. Selección de estrategiasy tácticas de manejo La estrategia se define con base en la biología de los patógenos y otros organismos, y con la diversidad y estabilidad del ecosistema agrícola. las tácticas se seleccionan por su eficacia en el cumplimiento de la estrategia, y del costo, del riesgo mínimo al ambiente y su compatibilidad.. DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD El diagnóstico se puede definir como el arte científico de reconocer por observaciones, estudio o experimentación, la naturaleza de la causa de un problema y los factores que inciden en su desarrollo. En el momento de iniciar las actividades de diagnóstico, el técnico debería consultar la información disponible sobre las plagas y problemas abióticos más importantes del cultivo. En el diagnóstico de cultivos comerciales es ventajoso conocer las características morfológicas del cultivar, la de la calidad de semilla y su resistencia a las plagas lan pronto se inicia el análisis de campo, es pertinente obtener la información del cultivador o su asistente sobre el problema y la relación con cultivos anteriores o contiguos- De igual manera, se debe conocer la historia de prácticas culturales y condiciones meteorológicas de las últimas semanas. Son muy importantes los puntos de vista del agricultor sobre la posible naturaleza del problema. Recuérdese que el agricultor es la persona que nwjor conoce su cultivo y los cambios presentados en él, o en el entorno. La observación del problema en el campo debe incluir los siguientes pasos: • Observar las características del terreno; definir la posibilidad de examinar el cultivo en diagonales y la importancia que tienen los bordes y áreas altas o bajas del lote. • Analizar la distribución (le la plaga, el número de especies afectadas, las diferencias cii el suelo y las pendientes y los cultivos vecinos. Estas observaciones ayudan a determinar la naturaleza de la plaga o el factor abiótico 29.

(29) ICA - DIVISIÓN DE SANIDAD. VEGnAl.. • La observación de los síntomas y los signos nos permite conocer la parte de la planta afectada, las interferenc las fisiológicas causadas por la plaga y, en algunos casos, la presencia de signos nos permite la identificación en el campo de la naturaleza del problema, lo cual puede ser confirmado en el laboratorio. • Una vez revisadas las características o "huellas digitales" de la plaga, el técnico puede decidirse a formular una hipótesis sobre la naturaleza de la plaga y la necesidad de la toma de muestras de suelos para el análisis de nutrientes. De igual manera, se pueden tomar muestras de la planta para hacer en ci laboratorio el estudio de confirmación de la presencia de patógenos. El diagnóstico se puede llevar a cabo a través de cuatro niveles, de acuerdo con el objetivo y la experiencia, y los recursos físicos y técnicos a disposición del profesional. Nivel de campo Se puede realizar en condiciones precisas que permitan identificar la plaga por sus síntomas, sus signos, y la distribución en el campo u otros factores. En este caso, la experiencia con el cultivo y sus plagas es fundamental. Muchos asistentes técnicos en cultivos específicos, no sólo pueden identificar el problema principal sino también los de mayor incidencia económica. Es importante recordar que diferentes organismos o factores abióticos pueden ocasionar un síntoma similar en la planta por lo tanto se deben evitar los diagnósticos precipitados y carentes de información. Cuando no se dan todos los rasgos característicos de la plaga para un diagnóstico preciso, se puede dar un diagnóstico presuntivo, sujeto a confirmación posterior. Diagnóstico de laboratorio o de conformación Cuando se presentan condiciones de campo que no permiten establecer la identidad de los organismos causales, es necesario reunir la información de campo y las muestras para el análisis de laboratorio. Esto permite una clasificación más exacta y útil para la elaboración de las listas y de los mapas de distribución de plagas de una región. 30.

(30) I3A. II. uI(x;iL\. Este tipo de diagnóstico es muy importante en procesos de fltocuareiitcna, calidad de material de propagación y exportación, demandas legales y en la confirmación de identificación de campo.. \H/ :. Diagnóstico de nuevas plagas. En algunos casos, como por ejemplo el mal de viñas" del cal en Guatemala, el agente causal de la enfermedad no es conocido. Por lo tanto es necesario iniciar un estudio interdisciplinario que permita determinar la naturaleza de la plaga y establecer la identidad exacta con el fin de orientar su manc:jo. Este nivel de diagnóstico exige, en muchos casos, la disponibilidad de equipo, la participación de diferentes especialistas y el tiempo necesario.. u.. 1 -4. (ien pIasma de caia en cuarentena cerrada.. -; fÇ. e/.. .. r. ...., -. Fig. 15. Germoplasma de frijol en crecimiento en condiciones de cuarentena cerrada.. Diagnóstico regional. En este nivel se utiliza el máximo de información sobre la plaga, para que un equipo de trabajo pueda hacer su reconocimiento correcto en una zona. ^ol,iq*. 4T. o en un país. Este diagnóstico permite indicar la distribución (le la plaga, su importancia y la prio-. 1 i. lo. II1SpL(Ck,. (H. 1. [IJI ¡)lIl I dIllaU(>Stico.. 31.

(31) ICA - DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL. ridad para emprender una campaña de manejo o erradicación o una investigación más amplia. Además de la distribución geográfica, también se puede conocer la presencia de algún tipo de resistencia a la plaga, o de enemigos naturales.. NIVEL DE DECISIÓN Los agrónomos y los agricultores acostumbran, en muchos casos, pasar de la identificación del patógeno al USO de la táctica más conocida y eficaz. Esto hace muy simplista el manejo fitosanitario y no utiliza el diagnóstico ni evalúa la importancia de la enfermedad en relación con el tiempo de aplicación de la medida de control, lo que conduce al uso preventivo y calendarizado de plaguicidas. En el caso del diagnóstico, ya se describieron las metodologías que permiten alcanzar un nivel adecuado de precisión. Para llegar al nivel de decisión, es necesario considerar los siguientes pasos: Evaluación de enfermedades. Para la evaluación. y. Fig. 17. Pregerminación de estacas de caña. de enfermedades se disponc de diferentes diagramas de áreas afectadas para calcular la severidad de los patógenos (Kranz, et al., 1994). La primera escala de evaluación de enfermedades fue hecha por Cobb, para evaluar el porcentaje de severidad de la roya de los cereales (Kranz, el al., 1994). En la actualidad se dispone de diagramas para la mayoría de cultivos comerciales y también se comercializan programas para aprender a reconocer los porcentajes de áreas afectadas. • Cuantificación de la pérdida. El daño causado por las enfermedades se puede cuantificar al relacionar la disminución en producción con el porcentale de severidad. Para lograr estos valores es necesario conocer la fisiología de la producción de la planta y cómo su follaje contribuye al desarrollo del grano, tubérculo, raíz o parte comercialmente coseehable.. 32.

(32) B\sEs TECN(I)LOGICAS DEL MIP. La función de disminución de la producción se puede establecer a través de una ecuación de regresión simple y = a+bx, donde y = es el porcentaje de pérdida en producción y x = es la cantidad de enfermedad en un momento determinado. Este modelo se denomina de — punto crítico" y es muy usado con cnfeiiiicdades foliares en cebada y en otros cereales, al iniciarse la formación del grano. Cuando la pérdida depende de los niveles de la enfeniiedad en diferentes estados de crecimiento de la planta, es necesario usar una ecuación de regresión múltiple y = a+B 1 X 1 +B \X+...LnXn, donde X 1 , X, +... corresponden al porcentaje de la enfermedad en diferentes estados de desarrollo del cultivo. Este modelo se puede utilizar para estimar pérdidas causadas por el tizón tardío de la papa o la roya de la hoja del trigo. Para conocer más detalles sobre estos modelos o las pérdidas por daño total en la planta, se recomienda la lectura del artículo de James (1985) en el ivíanual del ¡itopcitó/ogo (publicación FAO). En la cuantificación de pérdidas no sólo se debe tener en cuenta la disminución en rendimiento, si no otras pérdidas directas primarias como la calidad, los costos de control y los costos adicionales de cosecha y clasificación. En la Figura 3, Zadoks y Schein (1979), consideran también pérdidas directas e indirectas. • Nivel (le decisión. ¿Cuándo se debe hacer aplicación de un plaguicida? Para cada cultivo es necesario contar con un indicador que permita tomar determinaciones, a través de técnicas de seguinhiento. La principales técnicas podrían ser las siguientes: - Con base en síntomas, como es el caso (le la sigatoka negra en banano y plátano. Foure (1988), utilizando lecturas de la presencia de pizcas en hoja 4 de banano puede decidir cuando aplicar el fungicida. Con base en modelos de predicción, para el tizón tardío de la papa y el tomate se conocen los programas de predicción Bligth-Cast y el Wisdom (Universidad (le Wisconsin). Estos programas consideran varios factores, como diferentes estados de desarrollo de la planta y el patógeno, las condiciones climáticas y la iri formación de manejo.. SELECCIÓN DE ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS DE MANEJO Uno de los mejores esquemas sobre manejo de enfermedades es el que presentan Roberts y Boothroyd (1 984) en su libro Fundamentais o/j)íant 33.

(33) ICA - DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL. pathology (ver Figura 3). En él se fijan las estrategias de reducción de InÓCUIO inicial o la reducción de la tasa de infección. De acuerdo con el componente patógeno, susceptivo o ambiente, se seleccionan las tácticas adecuadas que pueden afectar los diferentes procesos de inoculación, penetración, infección, enfeniiedad, supervivencia y dispersión del patógeno. Con base en este esquema, se considerarán a continuación las principales tácticas de manejo conocidas.. MANEJO DE ENFERMEDADES. 1. Reducción de lriócuio inicial 1. Reducción tasa de Infección. Susceptivo. Patógeno. Exclusión II Erradlcacl6n 1. 1. 1 Terapia. DIspersión 1 1 Sobrevivenclal 1 Entcriitcdad. Resistencia vertical. Infección. Ambiente. Resistencia horizontal. Protección. Penetración. Evasión. 1. inocuiacij. Hg. 18 Fstrategias y tácticas para el manejo (le enfermedades, de acuerdo COfl Robcrtson y I3oothroyd (1984).. Medidas normativas de cuarentena. Esta táctica se relaciona con las medidas legales preventivas y de tipo cuarentenario. Mantener los cultivos libres de los agentes causales de enfermedades es la medida más segura y económica. La importancia de ese factor en la agricultura latinoamericana ha sido destacada por Bustamantey Patiño, (1970); Thurston (1 989). Viennot - Bourgin, (1974). En este sentido será necesaria la adecuación de las disposiciones legales que respalden las medidas cuarentenarias y la dotación de equipos y personal capacitado en los puertos de comercialización e inter34.

(34) BASES TECNOLÓGICAS ¡)Fl.. MIP. cambio de materiales vegetales, con el fin de efectuar tina labor más técnica que la desarrollada hasta el momento. La amplitud de las medidas, preventivas y cuarentenarias, va del ámbito regional al nacional o al internacional, obedeciendo a acuerdos redplocos entre países, como son: La Convención Internacional de Protección Vegetal de FAO, y el Organismo de Protección Vegetal Área del Caribe. Debe tenerse en cuenta que el concepto preventivo de introducción de patógenos flO es permanente ni absoluto, En muchos casos, los servicios de cuarentena contribuyen a impedir que un patógeno llegue y se establezca inoportunamente en un área agrícola. En este caso, retardar su introducción es una medida práctica, económica y prioritaria, más aún cuando se conoce que la introducción de patógenos en áreas nuevas, donde van a encontrar plantas susceptibles, pueden causar efectos devastadores sobre materiales comerciales y germoplasma valioso. Es importante tener en cuenta que la introducción de un patógeno es, en la mayoría de ¡os casos, un proceso irreversible, i.e. la sigatoka negra del banano y plátano. Por lo tanto, las medidas de exclusión son priori tarjas. Producción y certificación de semillas En la producción agrícola, la semilla, a pesar de ser el insumo de menor costo y cantidad, es ci más importante y lo es también en el control litosanitario y el manejo de las enfermedades. La razón es que un material que reúne todas las características de vigor y pureza genética, debe garantizar igualmente Pa ausencia de patógenos. La producción y certificación de semillas, como parte del manejo integrado, debe contar con una adecuada coordinación y con participación de entidades gubernamentales y privadas, donde la labor de supervisión estatal y la comercial se complementen en í'avor de la producción de semillas libres de patógenos. Corresponde al gobierno la investigación de los materiales básicos, la supervisión y el hacer cumplir las normas sobre certificación, las disposiciones titosanitarias y sobre multiplicación, producción y comercialización. Además, debe señalar las vedas, las fechas de siembra y las áreas de producción. En el manejo de las enfermedades, estrechamente ligado al control fitosanitario de las semillas, está la supervisión de los viveros productores de material vegetal de propagación. La experiencia flOS indica que la 35. II.

(35) ICA - DIVISIÓN DF SANIDAD VEcFT,AI.. distribución incontrolada de materiales de propagación es la vía más rápida para diseminar los patógenos en áreas libres. El efecto desastroso de no aplicar medidas de control sanitario en los viveros se pudo observar en plantaciones de cafeto, con la amplia diseminación (le los nematodos del género Meloidogyne. Los efectos dañinos pueden observarse también cii forestales y frutales, con la diseminación de la bacteria Agrobacteríum tuinefasciens y las enfermedades de origen viral o micoplásmico. Es indispensable, por tanto, la supervisión fitosanitaria por parte de la entidades privadas y estatales, para velar por una producción racional de plantas de ornamentación, viveros forestales, de fi-utales y de cafeto, que constituyen renglones agrícolas en la región. Esta actividad, a nivel de viveros o en el campo, es hoy más iinportante que nunca, debido a los requisitos o certificación de productos exigidos en los nuevos tratados comerciales. Variedades resistentes. La resistencia de una variedad a un patógeno puede estar gobernada por pocos o muchos genes. En el primer caso, el materiales de fácil manipuleo en un programa de fitomejoramiento, razón por la cual casi todas las variedades de cereales y otros cultivos obtenidos entre 1940 a 1965 usaron este sistema; se necesitó reemplazarlo periódicamente, ante el incremento de nuevas estirpes de la población del patógeno que eran capaces de atacarlas. La susceptibilidad de una planta, anteriormente considerada como resistente, puede atraer desconcierto al agricultor, quien no entiende la dinámica de poblaciones en los organismos causantes de la enfermedad; sin embargo, tal como expresa Apple (1977). "no conozco ninguna variedad genéticamente estable que haya perdido su efectividad contra los biotipos del patógeno por los cuales se seleccionó inicialmente su resistencia. La variedad no ha fallado, simplemente la dinámica del patógeno ha respondido por selección al nuevo ambiente". La lección del cambio en la población del patógeno fue aprendida y repetida a través de muchos años, lo que obligó a los programas de fitomejorarniento a disponer de variedades con diferentes genotipos y de un sistema de pronóstico de los cambios en la población del patógeno. En los últimos años, los investigadores han buscado un tipo de resistencia más estable, gobernada poligénicamente; sin embargo, esta 36.

(36) BAsIs TECNOLÓGICAS DEL. MIP. resistencia es difícil de manejar y sólo se puede reconocer a través de estudios cuantitativos sobre factores como tiempo de germinación y penetración del patógeno, cantidad y tamaño de las lesiones, cantidad de inóculo y tiempo de producción de esporas. Ante esta situación, es necesario aprender de las poblaciones naturales de cereales en Israel, donde conviven los dos tipos de resistencia antes descritos con plantas tolerantes y susceptibles. La heterogeneidad es tan amplia que no permite el desarrollo de una epidemia (Browning, 1974). Igual situación acontece con las variedades multilíneas, pues se dispone de una mezcla de diez o más componentes genéticamente diferentes en su resistencia al patógeno (Browning and Frey, 1969). En el trópico, donde las presiones de selección son mayores, es necesario utilizar la diversidad genética de las plantas y no depender de una o dos variedades, como el caso de cultivos perennes: banano, café, palma africana y caña de azúcar. Este problema también se presenta en cultivos anuales de algodón, arroz, cebada y papa. La obtención de variedades resistentes es un proceso cuidadoso, aparentemente lento y costoso; pero es el componente más importante dentro de un programa de manejo de enfermedades. El uso de nuevas variedades resistentes debe ser muy cuidadoso, pites puede causar un desbalance entre los I1UCVOS cultivares y las poblaciones de plantas que por selección o supervivencia habían subsistido. Esta situación puede traer el resurgimiento de problemas fltosanitarios minimizados por la población original. Además, los nuevos cultivares pueden dar rendimientos mayores, pero su gran uniformidad y la poca diversidad genética hacen que estos materiales sean fácilmente vulnerables a ciertas estirpes de un patógeno. Browining (1964) indica la necesidad de conservar la diversidad genética y no eliminar los materiales heterogéneos, como las variedades criollas o multilíneas que están en equilibrio dinámico con el patógeno. Uso racional de agroquímicos El uso de fungicidas tiene importancia en el tratamiento de semillas para evitar la diseminación del patógeno albergado en la parte externa y en algunos casos en el embrión. Las aplicaciones al follaje se emplean contra patógenos para los cuales no se han obtenido variedades resistentes, y citando las medidas culturales no permiten disminuir su avance. 37.

(37) ICA - DIVISIÓN DF SANIDAD VEGETAL. Q. Mantas de IecIica SO/a/ti Ac/crofuiia scleroitorwn.. El uso de fungicidas en el suelo no es muy efectivo, debido a las complejidades con relación a la microhiota. El uso de sustancias para controlar patógenos del suelo ha cambiado de amplio espectro a materiales selectivos como el exon (Pythium, Phvtophtora), PCN B (Rhi:ocionia, Sclemtium), tiabendazole, oxicarboxin (Baker y Cook, 1974). La interacción fungicida-control biológico es tan importante como en el caso de manejo de insectos plagas. Anderson, citado por Baker y Cook (1974), demostró cómo en el control de Phi 'Iophthora cinnamoni en piña, la cloropicrina actuaba bien y propiciaba el desarrollo del hongo Trichoderma y/nc/e, un agente de control biológico. Por el contrario, el uso de PCNB incrementa la severidad de la enfermedad y reduce la población de T viria'e, I'eniciIliuin spp. y de aclinornicetos. Fi. 20. Necrosis vascular ocasionada por. Flisariuni brócoli. 38. en cuello de raíz de.

(38) BASES it LNOLÓGICAS DEL MIP. La competencia entre patógenos es otro aspecto que se considera en la acción de los fungicidas, y puede llegar a generar un daño mayor a la planta por la prevalencia de uno de ellos. Un ejemplo es el efecto (le dexon, usado para controlar Pvthium, el cual promueve el incremento (le Rhi:ocionía SO/un!. Lo contrario ocurre cuando se usa PCNB para controlar R. su/aol y se incrementa la acción de Pthiuni y Fusarium spp. sobre las plántulas de varios cultivos (Garren, 1963). Los hongos, en forma similar a lo que ocurre en los insectos, presentan resistencia a los productos químicos. En los últimos años se ha registrado el fenómeno de resistencia cruzada, en la cual un hongo resistente a un fungicida que presente un anillo aromático cii su estructura (j.c. hexacloroheni.eno, PCNB, botrán, bemomil), lo será al resto del grupo de fungicidas (Day, 1974). Al igual que los patógenos del sistema radical de la planta, los que atacan la Parte foliar también han desarrollado resistencia. Lorhecr y Ellerhrock (1976), encontraron que Buirv/is sqi.Icilnosa adquirió resistencia a maneb y mancozeh después de doce años. Esta resistencia o tolerancia al fungicida varió con los diferentes aislarnieni.os del hongo. Benomil es el fungicida que más fallas ha presentado por resistencia de los patógenos, entre ellos J/entiiria ¡naeqaca/is y tvíoniliafructicofa (iones y Ehret, 1976). La amplia aceptación del control químico en cultivos comerciales se debe a que éste requiere menos conocimiento sobre la relación entre el agente causal y sus asociados. Este concepto es tan válido para el agricultor como para el investigador. Además, sus resultados son más rápidos y espectaculares que con otros métodos. Esto hace que su uso sea a menudo independiente de la necesidad y las posibles consecuencias, a menudo ignorando por completo el ecosistema que se va a perturbar (Baker y Cook. 1974). Como es el caso de los agricultores que "bañan" sus cultivos con fungicidas o insecticidas con el Ánimo de dekndcr sus inversiones con este "seguro" químico. Iluffakcr, citado por Baker y Cook (1974), sugiere que el asistente técnico debe ser un individuo independiente y capacitado, que pueda proporcionarle al agricultor consejos acertados antes que productos de control. Prácticas culturales Aparte de la diversidad genética, que permite modificar la población del huésped, se puede disponer de varias prácticas que modifiquen el microclima y los niveles (le inóculo en el suelo y en el aire. 39.

(39) ICA - DIVISIÓN DE SANIDAD VEGETAL. Las prácticas de cultivo más utilizadas son: arreglo del cultivo, tanto en orientación corno en distancia, cultivos asociados, rotación, destrucción de residuos, incorporación de materia orgánica, encalarniento, irrigación, drenajes, selección de semillas, podas, raleos, combate de malezas. Uso de microorganismos El conocimiento y uso de microorganismos para el manejo de patógenos no es un campo ampliamente explorado y se necesita más investigación para poder llegar a un nivel que permita el uso amplio de esta táctica biológica. En el momento, se pueden utilizar en el suelo las poblaciones de Trichoderma spp, para el control de Rhizocionia so/aiii. Igualmente, es importante reconocer la presencia de suelos supresores, en los cuales la actividad antagonistica de bacterias y hongos no permite el desarrollo. de organismos patógenos como R. solani, Phytophthora cinnarnoni, Pythiurn spp. y Fusarium spp.. Hg. 21 Tallos de plantas jóvenes de cilantro, infeciados por Rizizoctonia solani. J'usariurn spp. y J''ihium spp.. En el manejo de Agrohacieriwn radio bacier var. tuinefasciens se pueden utilizar productos comerciales que contengan antagonistas de este patógeno, corno es la cepa 84 no patogénica de la bacteria. Dada la importancia de esta área, es recomendable revisar el articulo sobre combate biológico de patógenos en la rizospera y la filosfera de las plantas, incluido en estas memorias. 40.

(40) BASES TECNOLcXHCAS DEL MI. PRODUCTOS AGRÍCOLAS Y PROBLEMAS. FITOSANITARIOS DE POSCOSECHA LI cacao, la caña de azúcar y la mayoría de los cereales y oleaginosas necesitan de transformación industrial antes de entregar el producto fina¡ al consumidor. Sobre estos cultivos descansa la disponibilidad de harinas, aceites, chocolate y azúcar. Por lo tanto, la presencia de problemas fitosanilarios en el campo y en el almacenamiento no sólo influye sobre la disminución en rendimiento, sino también sobre la calidad de los azúcares, el sabor de las harinas, las condiciones físicas de los aceites y la presencia de micotoxinas. [31 carbón hediondo del trigo, la roya de la caña de azúcar, y las pudriciones causadas por Aspergillus, Fusariuni, Penicilliuni, y Botrylis, pueden servir como ejemplo. Estos problemas son también importantes en el consumo directo de alimentos. El manejo de enfermedades de poscosecha se debe hacer a través de las condiciones de temperatura y humedad, previa selección de materiales bien cosechados y beneficiados apropiadamente para su almacenamiento o proceso. La agroindustria tiene un amplio campo de desarrollo en la utilización de hortalizas y frutales, en los cuales no solamente es importante la sanidad y las características morfológicas de los materiales, sino el tipo de agroquírnicos utilizados en el control y los intervalos mínimos entre la última aplicación y la cose-. Fig. 22. Bofrvliv al/ii en cebolla de bulbo.. :J.Ipr .. Fig. 23. Boi,viis Ql/ii en cebolla de bulbo.. 41.

(41) ICA - DIVISION DF SANIDAD VIGIAI.. cha, que permitan eliminar la presencia de residuos en La materia prima o en el producto final. Una vez resueltos los problemas de disponibilidad, sanidad y residuos de agroquímicos, la agroindustria podrá utilizar muchas hortalizas y frutales que aunque son usualmente de consumo directo hacen necesario su procesamiento como perecederos, para no perder por descomposición una gran cantidad de alimentos.. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Apple, J.L. 1977. The management of plant pat hogens. In: Plant Pathology: An advanced treatise. Vol. 1. 1-low Discase is Managed (J.G. Horsfall and E.B. Cowlings, eds). Academic, Press, New York. pp. 79-101. Baker, K.R., RJ.Cook. 1974. Biological control of'plant pathogens. Freenian. San Francisco. 442 p. Barros, 0. 1966. Valor de las prácticas culturales conio método para reducir la incidencia de man ilici en plantaciones de cacao. Agr. Trop. 22:605-612. Browining, J.A. 1974. J?elevance oJ'knowledge about natural ecosvstems to development of pest management pro grams fár agro-ecos ystems. Proceedings of (he American Phytopathological Society. 1: 191-199. K.J. Frey. 1969. Mu/ti/inc cu/tivars as a mean of disease control. Ann. Rey. Phytopathol. 7:355-382. Bustamante, E.; H. Patiño. 1970. Dinámica de un servicio de sanidad vegetal. Agr. Tropical 26:165-168. ; Orjuela, 3.; J.A. Browning. 1973. Rust epidemiology in ¡'he Coloinhian Andes. 11 International Congress of Plant Pathology. Minneapolis, Minnesota. A hstracts o! papel No. 0426. Days, P.R. 1974. Gene//es of host-parasite interaction. Freernan, San Francisco. 238 pp. Foure, E. 1988. Strategies de lutte con/re la cercosporiose naire des hananiers et des p/antains provoquée par Mycosphaerel!a fij iensis Morelet. L 'averti,s'sement 42.

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(44) La taxonomía y los estudios o biosistemáticos en entomología o con especial referencia en el Manejolntegrado de Plagas N (MIP) * Rubén Restrepo Mejía ** 17. INTRODUCCIÓN in entrar en consideraciones semánticas, me voy a referir a la taxo S nomía, la sistemática, la biosistemática y a la importancia de las colecciones para la ciencia entomológica. Algunos conceptos y recomendaciones podrán ser aplicados en forma general para el área del Manejo Integrado de Plagas, MIP (o Manejo Integrado de Cultivos). La Sistemática es tal vez la más antigua de las ciencias, la cual pudo iniciarse cuando el hombre tuvo noción de los objetos y con su lenguaje primitivo comenzó a ordenar su mundo externo, inventando la clasificación más antigua y estableciendo categorías tales como "cosas que comen hombres" vs "cosas que el hombre come"; esto ocurrió hace aproximadamente 3 millones de años atrás cuando los austra/opitecus (prehombres primitivos) comenzaron también a fabricar herramientas de hueso, madera y piedra. En la fase de transición biosocial transcurrida hasta la aparición del horno sapiens, hace unos 40.000 años, las leyes de la evolución de los organismos perdieron su carácter determinante para el desarrollo de. * Presentado en el Curso Internacional de Manejo integrado de Plagas. San Juan de ¡'asta. Noviembre 27- diciembre 1" 1995 * * Zoólogo. entomólogo, MSc Profesar (r). Universidad Nacional de Colombia.. 45.

Figure

Fig. 2. Nematodo  Sie/nernema  sp.
Fig. 6. J',çeudrynrnw.r  sp. en cebolla de bulbo.
Fig, 9. Ecosistema agrícola y subsistema de manejo del cultivo y las plagas en problemas fitosanitarios de precosecha
Fig. 12. Penieillium sp. cii dientes de ajo.
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Referencias

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