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MADRID NUMERO 22-53 H NOVIEMBRE= 1953

CUL TI VO DE L A PATATA

Por FERNANDO PASTOR COSCULLUELA

Ingeniero Agrónomo del InsNtuto de Semillas Selectas.

Ylantdción de patatas. (I^oto Gs'[aci5n de liorticul[ura de Z'alencia. 1. N. L A.^

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CULTIVO DE LA PATATA

La patata prospera en todas las provincias españolas.

Puede cultivarse en ^ecano en las comarcas de eerano f res- co y hiímedo, como es el caso de la tna}'or parte de las pro- vincias gallegas, grandes zonas de las pro^-incias de Leán, Palencia, Burgos, Alava, Navarra, pro^-incias del litoral can- tábrico y terrenos de siembra o parajes muy húmedos de otras muchas pro^-incias, incluso tan meridionales como Cá- diz, Granada y Nlálaga. Es susceptible de culti^-o en todos los regaclíos españoles.

Clima.

A1 ^°fectuar la plantación, la temperatura del suelo debe ser superior a los 7° C. Esta planta no resiste la helada, mu- rienda aa inata a la tetnperatura de ó", aunque aquélla pueda rebrotar; no resiste tampoco, en la época ^de frttctificacion, las temperatttras elevadas que se registran en el centro del verano en el sur de España y otras regiones.

Los t^eríodos prolongados de sequía, seguidos de lluvia^, perjudican la calidad de 1a cosecha, apareciendo tubérculos estrangulados y favoreciendo la presencia <le las enfermeda- des denominadas "asalchichonado" v"manchas de hierro".

Suelo.

Como la mayoría de las plantas cultivadas, la patata pre-- fiere te:rrenos de constitución media, fértiles y de fondo. Sir

embargo, las tierras sueltas y f rescas son susceptibles de ren- dir excelentes cosechas, si están bien estercoladas : los terre- nos tenaces son poco apropiados para este culti^-o y en ellos nunca puede obtenerse la producción má^ima. En los terre- nos tenaces y pecíregosos los tubérculos suelen pre^entar de-

^ formaciones c^ue hacen desmerecer la cosecha. Los terrenos lnuy tenaces tienen teudencia a prolong-ar el período ^-egeta- tico de la planta, presentando ésta un desarrollo elcesieo, en relación con la cosecha que resulta escasa.

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Variedades.

El ntercado de la patata d^e siernbra rlispone de numero- sas ^-<iriedades, rnás cle ^o. I:1 5ervicio de la Patata de Siern- bra, calle cle Sagasta, 13, 1i[adrid, o las Jefaturas Agronó- nticas, pue^len informar, al labrador clue lo solicite, sobre las

\ Fll'1^(lad^^ nt^lti C(?tlV'P.]llenteS hara Cada CaSO 1)at-tlCttlal'.

l.as nunter^^sas variedades e^istentes se pueden clasificar en dc_^s g-rul^os : ^crtcr^ta sclec-cioir^x,cl^ dc^ sicrrt^b^rcr^ (1), produci- cia en l^al^ar^a bajo la vigilancia del Nlinisterio de Agricul- tura, v j^^itata- clc si^er^rabr^a c^a-tnrzri^j^rn, irnportada tarnbién bajc^ la dirección del Ministerio de Agricttltura.

Adetnás •de estas dos procedencias de patata, se dispone anualmente cle patata cle siembra eonservacla en eámaras fri- g-oríficas, para su empleo en las plantaciones de verano.

Atendieudo a la duraeión del ciclo ve^etati^-o de la mata se suelen clasificar en temprauas, serniteml>ranas y tardías.

lina cle las variedades tempranas ntás e^tendidas es la P,a^

ingcízr, yue tiene un ciclo ^^egetati•^^o cle noveuta días, esto es, due desde que nace la planta, hasta clue se llega al rnomento de la recolecci^^n, transcui-ren no^^enta clías; una de las varie- dades t^,rdías ntás empleada ^es la Scr^c^^r, con un ciclo vege- tati.vo de ttnos ciento cincuenta días.

Fs com^eniente elegir, sobre todo cuando no se está fa- n^iliariza^do con este cultivo, dos o tres z-ariedades, pues ]as condici^nes climatológicas que resiste rnal tn7a variedad pueden ser solrortadas favorablemente ^^or las otras. Las ^-a- riedades tardías o cle ciclo lar^o cleben sérnbrarse algttnos días antes due las tempranas o de ciclo corto. Las variedades tempranas son rnás c^igentes en cuidados culturales y en te-

rreno que las tarclías; aquéllas prefieren, en ^eneral, terre- nos ligeros, aunqtic al^unas cnmo la Pa1nr^%íir, hmsherart tam- bién en terrenos bastante arcillosc^s.

Alternativas.

La gran cai^acida<1 de aclaptación c^ue tiene la patata a

(t) ^'éase la HoJa nc^ t't.r.^rx^xn núm. 25-;r H, publicada en diciembre de r9,1: I_n Potatn. dc Siernbra :^'^lcioraal, por D. C.qi+^.o^ (;ascí:^ Gr>nruT.

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diversidad de climas y suelos, hace que entre con mucha fre- cuencia en multitu^cl cle alternativas. La existencia de nume- rosas variedades de ciclos vegetati^ros mtry distintos y la po- sibiliclacl que presenta esta planta de poderse recolectar antes de su cornpleta maclurez, facilita su acoplamiento en las al- ternativas.

Citamos a cnntinuaciótt, breveniente, a]gunas alterna- tivas típicas : en muchos secanos del Nr^rte de E^paña, e incluso en regacííc.^s del Centro, es corriente alternar cereal- leguniitlosa-patata ; en c^tros secanos, cereal-barbecho-pata- ta : también eu algunas zonas de Castilla la V ieja se uti- liza la sig^uiente : cereal-patata-remola^ha para semillas. En

Galicia : centeno-nabos-patata (tres cultivos en dos años).

En los regadíos clel Centro cle España se efectúa a veces la sig^uiente sucesión de culti^-os : cereal-patata-remolacha-alfalfa (durante cinco años}; en regadíos de zonas cálidas del cen- tro de la Península : patata-maíz-barbecho de invierno y tam- bién a^atata-coles. En algunas zonas de Andalucía : patata- tabaa^. En Murcia y otras regiones levantinas : patata-algc,- dón. :En Almería : patata-niaíz (sembraclo antes de recog^er

]a patata)-patata.

En mttchas zonas del litoral tne^diterráneo es trecuen- te obtener dos cosechas consecutivas de patatas y reite- rar durante algunos años esta práctica, que no parece mur aconsejable, aunque esta planta es una de las que resisten me- jor la rehetición de cultivo, siempre que se abone en abundan- cia, como es el caso corriente en la zona citada.

Epoca de siembra.

Es rnuy ^-ariable de unas regiones a otras. Así ^en la cus- ta de Granada puede empezarse a sembrar a finales de octu- bre o pritneros cíe noviembre; en las zonas bajas ^le litoral mediterráneo se ^^uede señalar como t^eríodo de siembra el que transcurre desde 8 de diciembre a finales de enero: en los regadíos de Cádiz, Granada, Sevilla, Cbrdoba y resto de A ndalucía, en el mes de enero y principios de febrero ; en los regadíos del centro de España, alrededor de San José (ic^

de marzo) ; en los secanos del norte de España, desde f inales

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cle ii^arzc^ 1^asta f inales de iunio, prineipalmente; para ]as se- gundas cosechas clue se obtienen en Le^-ante ^- _^ndalucía, a media^los de agosto, y para las çosechas tarclías del centro cle España, a f.inales de junic^.

Lahores preparatorias.

Debert cíarse las c^ue exija el terreno, i^ara ^lue é,te clue-

^le bien mullido, sin terrones, sin hoyos, sin malas ^hierbas, ctcétera. Se consigue este esta^do me<liante una labor de bra-

^^ant o varias de ^rertedera y con pases de grada v tabla, cru- z^indose unos a otros. El nílmero de estas labores variar^

^egíul las circunstancias ; en general, cleberá recibir el terre- i;o una lab^^r de arado de al menos 25 centímetros y las com- l^lementarias que se requieran para dejar el terreno en la for-

^na ext^uesta. ^

La ép^ca cle hacer e stas labores dependerá cle las carac- terísticas cle la zona de cultivo ti^ de ]a planta c^tte precede a ia patata en la alternativa. Cuanto mejor labrado esté e] te- rreno, tant^> rnás fa^^c^recer^í a la uatata.

A bonado.

Pocas planta^ ^ i^raclecen tailto los beneficios clel esterco- l^:du como ]a i^atata. Cr ^mo cantidad de estiércol corriente de cuadra ^lue debe emplearse, t^odemos citar 2^.00o kil^s/hec- tárea. Debe aportarse a] campo lo rnás pronto posible, Por c:jemPlo en diciembre, si ^^amos a sembrar en marzo, y ente- rrarlo con una labor de arado tan nronto como nos sea p^^-

^ible, para evitar pérdi^das de t^rinciPios fertilizantes. F_n las siembras de verano no debe emplearse estiérc^^l, i^or el 1>eli-

^ro de c^ue se originen podredumbres en l^s tubércnlos de

^iembra.

_^^un cuanclo no pueden recomenclarse t^^rmulas de abona- clo si no es sabiendo las circunstancias cle clima, suelo y va- riedad, sí »odemos afirmar que no es posible ^^btener una co-

^echa má^ima si no es acompañando el estiércol eon abono

^r^ineral. A título orientador, podemos indicar las siguientes clusis :

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Kilo^;ramos

Sulfato amóuico ... 400 tiupert-v,tato de cal ... 400 Pota:a ldc pretcrcncia sulfatv) ... i,o

^Todos estos abonos se anortarán al terreno con una la- bor l::gera, practicada algunos días antes de la plantación.

F'ara los terrenos cíe secano en lugares de escasas preci- hitaci_ones de ^-erano, podemos reducir las cantidades ante-

riores en ttn tercio ; en reg^adíos, clonde se obtienen uroduccio- nes :,uperiores a los ^?^.ooo lcilogramo^^'hectárea, pueden du- plicarse las cantidades indicadas; indiquemos que en Levante se ernpleau hasta i.ooo kilogramos de abonos nitrogenados por hectárea.

F;l sulfato aniónico huede sustitttirse por nitrato sódico (nitrato de Chile) o cie cal, aportado de una vez o en dos, en el momento de efectuar las labores al culti^•o. Si la patata si- gue, en la alternati^•a, a una planta esquilmante, se abonará más abundanteutente que cttando va detrás tle un barbecho, o de un culti^^o l^oco exigente en principios fertilizantes.

Las variedades tardías ai^rovechan mejor el estiércol qu^

las tem»ranas.

Plantación.

En los terrenu^ de secanu, la ulaittación se efectíta sobr^

el terreno culti^-ado eu llano. l^n los terrenos de regadío, las siembras se hacen en terrenus preparados en caballones.

Los g-astos clc seitiilla nor hectárea dependen de la ferti- licíad del suelo ^^ <le las cíisponibilidades naturales o artificia- les de agua. En terrenos de regadío fértiles, podemos calcu- lar h;^sta 4^.00o pies por hectárea; cn terrenos de secano, dc 25.00o a 3^.00o t^ies. Prácticamente es indiferentc hace^.

una plantación densa cíentro de cada línea o caballón, estat^- do ésta algo distanciaclas o, qtte se fortuen líneas poco sel^a- radas con ttna plantación menos densa cíentro ^cle cacía línea o cab^allón. La distancia entre dos matas consecutivas, den- tro de una misuta línea o caballón, no debe ser inferior a 20 centír^^ietros. ^sí, l^or ejemnlo, en una plantación de unos 4i.6a^ nies por hectárea, es hrácticamente indiferente tra-

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priveCs

l.a paiafe qup ampara mafe carRiÍiteáo ñs síóo inspfulqndós y tom,- proi.adss en pie áuranfe su eulHva, }n su ncoleecidn y^nvassdo y reúne Isa condiciones qve es>ablecen (es. áísposimionas vigantv^s pars

ta PATATA SELECCI©NADA D6 SIEM8RA.

EI InspecMr^a3>layada

^tá^T%4^^;.

Certificado otícial, etiqueta y pr^cinto de garantía de la patata seteccionada para plantacíón.

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zar caballones a o'6o centímetros de distancia entre sus ejes y plantar a 4o centímetros de distancia entre matas, que se^nbr^ar a 7o por 35 ó a 8o por 3 o centímetros.

El ideal es sembrar tubérculos enteros de tarnaño supe- rior a los 3o gramos ; en todo caso, los tubérculos de siembra no deben trocearse más que en dos porciones, según un corte limpio practicado en la dirección determinada por la línea que se dirige desde el punto de inserción del tubérculo en la mata que le originó (oynliligo) hasta la extremidad opuesta o apical (coron^a), de modo que se obtengan dos porciones aproximadamente iguales en cuanto se refiere a tamaño y al número de ojos y yemas. Siguiendo estas instrucciones, se debe g^astar de unos i.5ooo a Z. ooo kilogramos por hectárea de pat,ata de siembra. El troceado excesivo de la semilla, por ahorra.rse unas pocas pesetas, expone a que el can^po pre- eente mttchos fallos y a que perdamos en el momento de la re- eolección, con creces, lo que ahorramos al adquirir la semilla.

En las siembras de verano debe ^excluirse eI troceado de la semilla, para evitar f.allos de nascencia.

Conviene saber que las patatas de siembra gruesas tien- den a dar muc,hos tubérculos de tamaño medio, y que las pa- tatas .pequeñas, con pocas yemas, en general producen pocos tttbérculos, pero éstos suelen ser de gran tamaño.

La semilla debe adquirirse con una antelación de al me- nos veinte días a la época de siembra. Debe sacarse de su^

envases y mantenerla extendida en un lugar ilun^inado, coi^

luz dii'usa, para favorecer la aparición de brotes cortos, co- loreados y robustos.

Ller;ado el momento de la plantación, los tubérculos que no pre^senten brotes iniciados, los llamados "tubérculos ma- chos"., o los que producen brotes como hilos o débiles, se eliininarán, porque ellos no originan n^atas, o son raquítica^.

No debe usarse semilla que no lleve tarjeta de garantía del Mi^:nisterio de Agricultura.

La patata, en su manipulación, será tratada con todo cui- dado, como dicen los irlandeses : "se tratarán como si fue- ran ht^^evos, no como si fueran piedras".

La siembra puecle efectuarse con lnáquinas especiales

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para este objeto, con arado, con marcador, con azada o a? ^ lnocaf re ; en los terrenos de regadío y en los cultivos e,me rados se hace con una de estas dos últimas herramientas.

Cuidados culturales.

La patata recibe, una vez sembrada, sólo dos labureti, ztue puecíen efectuarse, bien sea con azada, con cnlti^•adur

Labor de recalce en uno de los campos de preducción de patata certificada pa- ra siembra. (La Cabañuela, Burgos). Foto. Gexcte GtessxT.

u con arado, o bien con alguno de estos dos aperos y azada.

El objeto de estas ^dos labores es la supresión de las malas hierbas y mullir el terreno. La primera de estas labores ptte- de practicarse cttando las plantas nacidas no han alcanzado

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atm los 2o centímetros de altura, y la segunda un n^es apro- ximadamente después, siempre antes de que el c^,r»po ha^^-i

"cerrado", con objeto de ^evitar que se puedan producir le - siones a las raíces o a las partes aéreas de la planta. Cuandc^

las plantas han alcanzado o están a punto de alcanzar su pleno desarrollo, no es posible prácticamente dar labor al- guna sin producir daáos a las matas.

Cuando la siembra se ^a hecho en llano, en la primera labor se aporta el terreno, formando caballones, emplean- cio al efecto, preferentemente, un cultivador; la segunda la- bor complementa a la primera, y se efectúa también general- mente con cultivador. Al dar esta segunda Iabor, es muy con- venient:e suprimir con azada o almocafre las malas hierbas que aparecen entre las rr^atas de un mismo caballón. Proce- d;endo en la forma e^puesta, debe que^dar el campo comple- tamente libre de malas hierbas y suprirnida la costra del te- rreno, cuya aparición fomenta el calor, los riegos y las lluvias.

En el cultivo en regadío, los cuidados culturales son aná- logos a los descritos, con la salvedad de que, al dar la primera.

labor, el terreno está ya acaballonado, por haberse prepara- do así al efectuar la siembra.

F_l ;número de riegos que requiere esta planta es muy va- riable; depende, naturalmente, de las lluvias y de la tempe- ratura cíe la zona. En las provincias elel Norte, un riego 0 dos suelen ser suficientes para salvar una cosecha. En las.

zonas cálidas suele darse un riego cada ocho días. El ideal es que la plantación hecha con buen tempero no precise nin- gíln riego hasta que las matas han apuntado unós zo centí- metros sobre el terreno, pues no hay que olvidar que en esa época dispone aun de las reservas de agua del suelo. Es me- jor dar riegos frecuentes con poca agua, que riegos copiosos ii;ás ^distanciados.

Además de los cuidados descritos, se darán los trata- iY:ientos necesarios contra el escarabajo de la patata. El níi- mero de estos tratamientos vendrá impuesto por las condi- ciones en que se presente la plaga. Si ésta se reduce a peque- ños rodales, en los que aparecen larvas, se tratarán esos fo-

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c<,s inmediatame^lte con alguno de los muchos productos que eaisten en el mercado. En general, el número de tratamien- tos suele variar de una a tres. Nunca ^clebe el agricultor re- trasarse en hacer los tratamientos.

En la^ zonas clonde sea treeuente la enfermedacl llamada

"mildíu", caracterizada t^r aparecer en las hojas manchas atabacadas tle color pardo negruzco, y por presentar podre- dumbres en los tubérculos, debe emplearse semilla resistente a esta entermeclad, sobre cuyo extremo informará el Servi- cio de la Patata ^de 5iembra, o efectuar tratamientos preven- tivus a base de caldu bordelés (sulfato de cobre, cal y agua)

a razón de 80o a i.^^oo litros por hectárea, según el desarrollu cle las matas.

Recolección.

^i se desea obtener la cosecha máxima posible, se efec- tuará la recolección cuando las matas se secan, esto es, cuan- do las hojas toman un color amarillento y se vuelven que- i^raclizas, momentu fn el que los tubérculos no sueltan su piel cuanclo se les ahrieta cun los dedos. En el caso de que se trate de obtener pat^.tta mu^^ temprana, la recolección pue^cíe prac- ticarse estando auii la^ matas vercles, pero entonces el ren- dinliento será ^nenclr ^lue el que se obtiene con 1a práctica anteri^^^r, aun^ue el mejor precio puede cotnpensar este arran^lue prematur^i ; la recolección temprana puede evitar la aparición de enferiiledades del tubérculo, como el "asalchi-

^honado".

l,a recolección puecle efectuarse con máquinas especiales para este objeto, con arado patatero, con arado corriente o bien a nlano. Debe procurarse no dañar los tubérculos, pre-

^entando a la ^-enta nada más que tubérculos sanos, sin po- círedumbres, lesiones, manchas ni tiérra, pues en otro caso se desmerece la tnercancía ; asimismo, el tamaño debe ser su- perior a 6o gramos, aprovechando^ los rtienores para alimen- tación del ganado o para su destino en indttstrias feculeras.

Es también fundamental ^ue las patatas presentadas a la

^^enta estén constituíclas por una sola variedad, pues el con- sttmidor rechaza o pa^a a bajo precio las partidas consti-

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^ttídas por distintas ti-ariedades. I;^na n^ezcla de variedades de piel amarilla, blanca y colorada, afea la presentación de la me^rcancía. Un plato con patatas de carne blanca y amari- ]la, c^^nstituído por variedades con distintas esigencias res- pecto aí período de cocción o fritura, tiene poca aceptacicín.

En la recolección y en el transporte de la patata se prr^- curará no golpearla. Tampoco se dejará expuesta en el cam-

p^^ a los rayos solares. ^

BendimientQ.

I^t producci^ín por hectárea depende de multitud de tar- t^ ^res, unos son independientes prácticamente de la iniciati- va del labrador : clima, suelo, orientación de la parcela, di^- ponibilidades de agua, etc., ; otros están a merced de la c^^ ^- ltmtacl del agricultor : elección de ^a.ríedad, labores prepara- torias, época y forma de efectuar la plantación, abonad^ ^.

cuidados culturales, lucha contra las plagas y enfermedadr^

de la planta, etc.

_^ títttl^ orientador, citaremo: prodncciones de 9.00o ki- lugramos/hectárea en secanos poco húmedos, i 2.00o kilr,- gramos en los secanos más frescos, sembrando variedade, tardías; en estos mismos secanos, en años favorables, se k^-

^ran a veces producciones •de ao.ooo kilogramos/hectárea.

E.n los regadíos del centro de la Península, en cultivo exten- tiivo, se alcanzan producciones de i6.ooo kilogramos; con va- riedades tem_pranas en los cíe las zonas deI litoral mediterrá- r.er.^, es fácil lograr rendimiento de 2^.00o kilogramos. Con huen ^cultivc^, ^.arieda•des adecuadas y en años favorables, se . ha lle;,adc^ a los ,^o.ooo kilogramos/hectárea en los regadíos del ce^itro de España, y a los 50.00o en los de Levante.

Es completamente decisivo y fundamental para aspirar a la obtención del rendimiento máximo, no sólo cultivar bien sino z^dquirir semilla de calidad, y^ la ítníca adecuada es la /^^tnta sel.ecc2art^n^d^a de si,en^,brxi o la ^Zt^utcz d,e si+embra ea-- tr^n^tz, jera. La primera se distingue fácilmente porque se ^x- pende eu sacos de 5o kilogramos nrecintados ; cada envase llcva en su t^arte externa una etiqueta del Ministerio de Agri- cultura, y en stt interior un certificado de garantía. La pa- tata de siembra extranjera tiene una presentación análoga.

GRAFICAS UGUINt1 - M^LFIQDEZ VALDES, % - MADRIP

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