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CONSIDERACIONES ACERCA DE LA CONCEPCIÓN ACTUAL DE LA FORMACIÓN CIENTÍFICO-INVESTIGATIVA INICIAL DEL PROFESIONAL DE LA EDUCACIÓN.

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CONSIDERACIONES ACERCA DE LA CONCEPCIÓN ACTUAL DE LA FORMACIÓN CIENTÍFICO-INVESTIGATIVA INICIAL DEL PROFESIONAL DE LA EDUCACIÓN.

MSc. Diane González Mirabal dgmirabal@ucp.ss.rimed.cu

RESUMEN

En el presente artículo se presenta un análisis de la concepción actual que caracteriza el proceso de formación científico-investigativo inicial del profesional de la Educación en Cuba, el cual se proyecta en función de garantizar el dominio, por los docentes en formación, de los conocimientos y habilidades propios de la metodología de la investigación; que le permitan describir, explicar y predecir fenómenos y actitudes, sistemas de relaciones, indagar profundamente en la práctica escolar; a partir de la interrelación armónica y coherente de las actividades que desarrolla como parte de los componentes académico, laboral, investigativo y extensionista.

Palabras clave: función investigativa; formación científico-investigativa.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad se sitúa a la Educación como un factor y medio importante que influye en el desarrollo y en la calidad de vida del hombre, teniendo en cuenta que como proceso y resultado, lo prepara para la vida en todas sus facetas, tanto individual como en su interacción y desempeño social.

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Tal es así, que bajo el impacto que ha provocado el vertiginoso desarrollo de la ciencia y la tecnología alcanzado en los inicios del siglo XXI en el mundo del conocimiento y la información, resulta predominante en la actualidad la concepción de la educación para toda la vida, reconocida bajo el término de educación permanente, lo cual ha derivado a su vez, en la consideración de que la calidad y el perfeccionamiento de los procesos pedagógicos sea también una constante en todos los subsistemas educativos.

En particular, el análisis de estas temáticas son centrales para las instituciones universitarias tanto a nivel internacional como nacional, coincidiendo en la importancia de replantearse el papel que le corresponde para cumplir con las demandas actuales.

En consecuencia, la universidad cubana y en particular las Universidades de Ciencias Pedagógicas desarrollan planes de mejora en busca de la excelencia en la calidad de sus procesos, donde la investigación ocupa un lugar significativo por ser un elemento esencial en la formación del profesional, constituyendo uno de los parámetros a considerar en los procesos de acreditación y reconocimiento de alta calidad de las Instituciones de Educación Superior.

Al respecto la UNESCO (1998) en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, precisa dentro de las misiones y funciones de dichas instituciones en el siglo XXI, en el artículo I, “la misión de educar, formar y realizar investigaciones” (p.4)

Este elemento es comprensible, si se tiene en cuenta que la investigación científica forma parte del quehacer universitario, constituyendo el modo más integral de desarrollar la cultura. En este sentido Horruitinier, Pedro (2004) plantea: “(…) sin investigación científica no es posible hablar de verdadera formación de un profesional en ninguna carrera universitaria” (p. 6)

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En correspondencia, la formación inicial del profesional de la Educación como objeto social fundamental de las universidades pedagógicas tiene su base en las funciones que este realiza, propias de su desempeño en los contextos de actuación: la docente- metodológica, orientadora e investigativa y de superación. (Parra, Isel y Chirino, María Victoria, 1997; Addine, Fátima 2004; Salazar, Diana, 2004)

La función investigativa es “aquella que realiza el docente para el perfeccionamiento del proceso pedagógico, utilizando métodos propios de la investigación en la solución de problemas científicos; toda vez que deviene en una competencia que debe caracterizar al docente de estos tiempos, dado que no sólo se considera un activo protagonista en el proceso pedagógico, sino un necesario transformador y perfeccionador del mismo desde la propia práctica escolar”. (Achiong, Gustavo, 2005, p. 12)

Por lo que en efecto, formar el profesional que se necesita exige de la universidad, enseñar a pensar y a investigar. Esta tendencia, muy fortalecida en la actualidad tiene su sustento en la concepción de formar “un maestro investigador”, fundamentada desde diferentes aristas por autores extranjeros como Stenhousen, (1978), Gimeno (1982), Tonucci (1988), Ramírez (1995), Porlán (1997), entre otros; y nacionales como: López; Pérez y Cáceres (2004); Pérez (2005); Laguna y Sánchez (2005), entre otros.

La formación del maestro investigador constituye una problemática actual debido a la necesidad de que los propios maestros construyan la teoría de su práctica pedagógica atendiendo a las características del proceso pedagógico en que intervienen y sobre todo a las exigencias actuales que se le plantean en las instituciones educativas.

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En este sentido, se reconoce la importancia de la utilización del método científico en la solución de los problemas que se presentan en la dirección del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje; lo cual influye decisivamente en la elevación de la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y en el nivel profesional del personal docente.

Desde esta perspectiva, la formación del profesional ha exigido una concepción y práctica renovadora, en la que se potencia la flexibilidad del currículo y se perfecciona continuamente en correspondencia con las exigencias actuales, que requiere formar con calidad y rigor el profesional de la Educación, respondiendo a la política económica y social trazada por el país.

En el presente artículo se presenta un análisis de la concepción actual que caracteriza el proceso de formación científico-investigativo inicial del profesional de las carreras pedagógicas.

DESARROLLO

En la actualidad se evidencia que desde la propia formación inicial, el estudiante se va pertrechando de los saberes necesarios e imprescindibles para llegar a ser un investigador dentro de su profesión y aplicar a la realidad educativa dichos conocimientos mientras conjuga su actividad laboral e investigativa con el resto de los componentes de formación.

La formación científico-investigativa inicial, representa un proceso complejo, en el que se da de forma integrada las siguientes dimensiones:

 Instructiva (representa el sistema de conocimientos y habilidades investigativas),

 Desarrolladora (representa el necesario vínculo con la actividad laboral para desarrollar habilidades profesionales),

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 Educativa (compromiso del profesional con el mejoramiento social, con el perfeccionamiento de su práctica).

Es por ello, que en la actualidad se concibe la actividad laboral e investigativa del estudiante de forma interrelacionada, pues no es posible adquirir conocimientos y habilidades si no interactúa con la práctica y no tiene vivencias acerca de las problemáticas que caracterizan los contextos de actuación.

Un principio fundamental de la actividad científica es la unidad dialéctica entre el método, la teoría y la praxis. (Castellanos, Beatriz, 2005). De ahí se deriva el vínculo indisoluble entre la teoría y la práctica en la aplicación del método científico.

Salazar, Diana (2004) define la actividad científico-investigativa como “proceso de relaciones interpersonales e intergrupales, es un proceso de socialización que tiene por base la actividad práctico-investigativa por medio del trabajo científico en la asimilación y la aprehensión de conocimientos, habilidades, valores y actitudes para su actuación profesional, componentes de la cultura científica básica”.(p. 247)

Mediante la actividad científico-investigativa el estudiante se apropia del método científico, adquiere los conocimientos, hábitos, habilidades y valores que le permitirán aplicarlos para dar solución a los problemas que se le presenten en el contexto escolar, en su desempeño profesional.

La formación científico-investigativa, puede ser entendida como aquella que desarrolla la cultura investigativa y el pensamiento crítico y autónomo que permite a estudiantes y profesores acceder a los nuevos desarrollos del conocimiento; corresponde al conjunto de actividades y de ambientes de trabajo dirigidos al desarrollo de habilidades para la

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búsqueda, análisis y sistematización del conocimiento, así como a la apropiación de técnicas, métodos y protocolos propios de la actividad investigativa.

En el contexto de las carreras pedagógicas, la formación científico-investigativa del estudiante se concibe desde el diseño curricular con un carácter interdisciplinar y profesional, a partir de la relación estrecha entre todos los componentes de formación y especialmente se concreta a partir del trabajo científico-investigativo que desarrolla el estudiante en la actividad laboral e investigativa.

El Modelo General del egresado de las carreras pedagógicas, como representación del ideal que deben alcanzar los estudiantes, destaca el lugar preponderante que ocupa dicha formación, se plantea como propósito, dentro de los objetivos formativos generales: “Utilizar el método científico para darle solución a los problemas que surjan en la dirección del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje y por esta vía, contribuir con la construcción del conocimiento científico de la realidad educativa”

(MINED, 2009, p. 6)

Teniendo en cuenta este propósito fundamental y el análisis realizado de la categoría formación, la autora del presente artículo considera la formación científico- investigativa inicial [PFCII] en este contexto, como el proceso a partir del cual el

estudiante se apropia del sistema de conocimientos y habilidades investigativas, que le permiten utilizar el método científico para contribuir a la solución de los problemas que identifica en el proceso pedagógico en general y de enseñanza-aprendizaje en particular en los contextos de actuación profesional.

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En dicha formación se desarrollan valores tan necesarios en la actualidad, como la responsabilidad, la disciplina, la perseverancia, la honestidad, la ética científica, entre otros.

En el currículo base de los Planes del Proceso Docente [PPD] vigente, conocido como

“Plan D”, se establece la disciplina Formación Pedagógica General, en la cual se incluyen asignaturas de gran importancia que sientan las bases para la adquisición del sistema de conocimientos, hábitos y habilidades propios para la aplicación del método científico y la solución de los problemas en el contexto escolar ya directamente relacionado con el banco de problemas de la escuela.

La concepción general de la actividad laboral-investigativa se concreta en la disciplina principal integradora denominada Formación Laboral Investigativa, a partir de la cual se organiza el Trabajo Científico Estudiantil durante toda la carrera, muy importante en la materialización del enfoque profesional que se precisa en el Modelo del profesional de todas las carreras pedagógicas.

A partir de la disciplina principal integradora se organiza la práctica laboral e investigativa del estudiante durante todos los años, de forma sistemática y concentrada, además se planifican y conciben las actividades teniendo en cuenta la necesaria interrelación entre los componentes académico, laboral e investigativo y las particularidades de cada carrera.

Se puede plantear que con la concepción y diseño del Plan de estudio actual se logra que la actividad laboral e investigativa del estudiante constituya un eje transversal que atraviesa todos los años de estudio, sobre la base del enfoque profesional.

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Es importante destacar que en el proceso de formación científico-investigativo inicial, debe tenerse presente la necesaria interrelación dialéctica entre concepción del currículo, interdisciplinariedad y proceso de profesionalización en la fase de la formación inicial del profesor.

Esta interrelación se puede evidenciar, en los términos del principio interdisciplinar- profesional para el proceso de profesionalización desde el currículo de las carreras pedagógicas, este principio es aquel que “… dirige el proceso de enseñanza- aprendizaje hacia la preparación de un futuro profesional capaz de solucionar integralmente los problemas que enfrentará en su futuro desempeño profesional.”

(Perera, Fernando, 2004, p.85).

En este sentido todos los agentes formativos deben proyectar su actuación a partir del necesario vínculo de los componentes de formación, por otra parte, involucra y compromete a los sujetos en la apropiación activa de conocimientos, habilidades y valores.

El docente durante su formación, tomando como base el enfoque profesional en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se debe apropiar de las habilidades investigativas que garanticen la calidad en el contexto de actuación pedagógica y la autotransformación durante el proceso.

La habilidad investigativa es “una manifestación del contenido de la enseñanza, que implica el dominio por el sujeto de las acciones prácticas y valorativas que permiten una regulación racional de la actividad con ayuda de los conocimientos que el sujeto posee, para ir a la búsqueda del problema y de su solución por la vía de la investigación científica”. (López, Lutgarda, 2001, p. 50)

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Se explicita la expresión directa que tiene la adquisición de las habilidades, en este caso la investigativa, enmarcado en el proceso de enseñanza-aprendizaje [PEA], pues forma parte del contenido de la enseñanza y que implica el dominio por el sujeto de saberes fundamentales para la identificación de los problemas en el contexto escolar y darle solución por la vía científica.

Se trata de que el estudiante se apropie de los saberes teóricos (conocimientos de la metodología de la investigación educativa), prácticos (habilidades para la aplicación del método científico) y valorativos (conciencia del papel y significado de la investigación para el perfeccionamiento del PEA y el autoperfeccionamiento); sobre la base el principio interdisciplinar-profesional.

La realización de trabajos científico-investigativos constituye una exigencia importante durante el PFCII, en los que se destacan los Trabajos de Curso como forma de culminación de determinadas asignaturas en el semestre; un Trabajo de Curso integrador, en el 4. Año de la carrera y el Trabajo de Diploma como forma de culminación de estudios (o Examen estatal en dependencia de sus resultados académicos e investigativos).

Para la proyección de estos trabajos, desempeña un papel esencial las líneas temáticas priorizadas para el Fórum de estudiantes, definidas a nivel nacional, entre las que encuentran:

 Formación de valores, ideología y patriotismo.

 Presencia martiana en la escuela.

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Se exige que la actividad científico-investigativa que realicen los estudiantes tenga repercusión directa en la solución de problemas que se identifican en el contexto de actuación donde se insertan para la práctica laboral, de modo que responda a las necesidades.

Se considera que realmente desde la concepción del diseño curricular actual se traza un camino sólido para la adquisición de los conocimientos, hábitos y habilidades propios de la metodología de la investigación educativa, así como el modo de actuación para su desempeño profesional en esta dimensión.

La concepción actual del proceso de formación científico-investigativo inicial del profesional de la Educación se desarrolla a partir de exigencias curriculares en correspondencia con los propósitos del Modelo General del profesional, dentro de las que se destacan:

La realización de Trabajos de Curso como forma de culminación de determinadas asignaturas en el semestre; un Trabajo de Curso integrador y el Trabajo de Diploma como forma de culminación de estudios (o Examen estatal en dependencia de sus resultados académicos e investigativos).

 Orientación profesional y pedagógica.

 Educación ambiental, para salud y la sexualidad.

 Escuela, familia, comunidad.

 Aplicación de las tecnologías de la informática y las comunicaciones al proceso de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles de la educación.

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El desarrollo de habilidades investigativas básicas, que se concreta en el desarrollo de la actividad científico-investigativa que realiza el estudiante en el proceso de formación inicial.

La proyección del Trabajo Científico Estudiantil, en correspondencia con las necesidades identificadas en el contexto de actuación de la práctica laboral e investigativa.

El vínculo de la actividad laboral e investigativa desde la concreción de la disciplina principal integradora.

La contribución de todas las disciplinas que conforman el plan de estudios y la influencia de los agentes formativos al PFCII, a partir del principio interdisciplinar- profesional.

No hay dudas de que la formación científico-investigativa inicial del profesional de la Educación constituye un proceso complejo y necesario, en el que intervienen los docentes universitarios en calidad de dirección de dicho proceso y los estudiantes, como sujetos activos y conscientes, con la responsabilidad que implica desarrollar la actividad científico-investigativa.

La contribución al proceso formativo inicial del docente es incuestionable, pues la escuela cubana actual necesita profesionales preparados, motivados, flexibles, que reconozcan la necesidad de solucionar los problemas que en su realidad educativa enfrentan. Este profesional por la naturaleza creadora y transformadora de su actividad, debe ser un investigador de su práctica y en consecuencia convertirse en un agente de cambio y mejoramiento social.

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CONCLUSIONES:

En la actuales condiciones en que se desarrolla el proceso de formación del profesional se consolida la interrelación estrecha entre los componentes académico-laboral- investigativo, profundizando en los requerimientos que demanda la sociedad; lo que refuerza uno de los principios básicos de la formación de profesionales en Cuba, durante las últimas décadas: la investigación científica como elemento consustancial del quehacer universitario.

El proceso de formación científico-investigativa inicial en el contexto de las carreras pedagógicas, se concibe desde el diseño curricular con un carácter interdisciplinar y profesional, a partir de la relación estrecha entre todos los componentes de formación y especialmente se concreta a partir de los trabajos científico-investigativos que desarrolla el estudiante en el marco de la actividad laboral e investigativa.

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