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Hábitos alimentarios y su relación con la obesidad en adolescentes

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Academic year: 2020

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(1)

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN Enrique Guzmán y Valle

Alma Máter del Magisterio Nacional

FACULTAD DE AGROPECUARIA Y NUTRICIÓN Escuela Profesional de Nutrición Humana

TESIS

Hábitos alimentarios y su relación con la obesidad en adolescentes

Presentada por:

Priscila Karol Gardi Luquillas

Lexabeth Gonzalo Bustamante

Jessica Judith Medina Díaz

Asesora:

Dra. María Hilda Sánchez Charcape

Para optar al Título Profesional de Licenciado en Nutrición Humana Carrera profesional: Nutrición Humana

(2)

TESIS

Hábitos alimentarios y su relación con la obesidad en adolescentes

____________________________________

Dra. María Hilda, Sánchez Charcape

Asesora

Designación de jurado resolución N°129-2019-D-FAN

________________________________________

Dra. Ana María, Huambachano Coll Cárdenas

Presidenta

______________________________________

M. Sc. José Dante, Casas Santos

Secretario

________________________________________

Lic. Florentina Gabriela, Vidal Huamán

Vocal

(3)

TESIS

(4)

Dedicatoria

Se dedica este trabajo a:

Dedicamos ese trabajo a nuestros progenitores por el soporte ilimitado que nos han brindado en el proceso de realización de nuestra tesis y por sus consejos para hacer de nosotras mejores personas cada día.

Durante todo este tiempo, ellos han sido nuestra gran motivación para concluir con éxito nuestra tesis.

(5)

Agradecimiento

Se agradece por su contribución a este trabajo a:

Agradecemos de manera muy especial a los profesores de la Facultad de Agropecuaria y Nutrición de la prestigiosa Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

(6)

Tabla de contenidos

Hoja de firmas de jurado………...……….ii

Dedicatoria………..………..……iv

Agradecimiento………..………..….v

Tabla de contenidos………..…………..………..…vi

Lista de tablas ………...………..……….…………...…...ix

Lista de figuras………...………...x

Resumen………..………..………....xi

Abstract………..………..………xii

Introducción………..………...xiii

Capítulo I. Planteamiento del problema………..…….15

1.1 Determinación del problema………..…15

1.2 Formulación del problema………...………..16

1.2.1 Problema general………..………..16

1.2.2 Problemas específicos………..………...17

1.3 Objetivos...17

1.3.1 Objetivo general...17

1.3.2 Objetivos específicos...17

1.4 Importancia y alcance de la investigación...17

1.4.1 Importancia...17

1.4.2 Alcances de la investigación...18

1.5 Limitaciones de la investigación...18

Capítulo II. Marco teórico...19

2.1 Antecedentes del estudio...19

2.1.1 Ámbito internacional. ...19

2.1.2 Ámbito nacional...21

(7)

2.2.1 La adolescencia...22

2.2.1.1 Fases de la adolescencia...23

2.2.1.2 Características de la adolescencia...24

2.2.2 Los hábitos alimentarios...27

2.2.2.1 Los factores que intervienen en los hábitos alimenticios...28

2.2.3 La alimentación saludable...29

2.2.3.1 Importancia del hábito alimentario saludable...30

2.2.4 La obesidad……….30

2.2.5 La nutrición...37

2.2.5.1 Aspectos generales de los nutrientes...39

2.2.5.2 Clasificación de los nutrientes...40

2.2.5.3 La pirámide alimentaria...43

2.2.5.4 Recomendaciones alimentarias...44

2.2.5.5 Evaluación del estado nutricional...45

2.3 Definición de términos básicos...….46

Capítulo III. Hipótesis y variables……….….…….………48

3.1 Hipótesis…………...48

3.1.1 Hipótesis general……….48

3.1.2 Hipótesis nula………..48

3.1.3 Hipótesis específica………..………..48

3.2 Variables y su operacionalización...49

Capítulo IV. Metodología...50

4.1 Enfoque de investigación...50

4.2 Tipo de investigación...50

4.3 Diseño de investigación...50

4.4 Población y muestra...51

4.4.1 Población...51

4.4.2 Técnica de muestreo………..………...51

(8)

4.5 Técnicas e instrumentos de recolección de información………...…………52

4.6 Procedimiento...53

4.6.1 Aplicación del cuestionario sobre hábitos alimentarios……….….53

4.6.2 Aplicación de la técnica Antropométrica………53

4.6.3 Aplicación de percentiles………53

4.6.4 Aplicación de tratamiento estadístico………...…………..54

4.7 Validez y confiabilidad de los instrumentos………..…54

4.7.1 Validez de los instrumentos………....55

4.7.2 Confiabilidad de los instrumentos……….……….55

Capítulo V. Resultados………...………..…...57

5.1 Presentación y análisis de los resultados………..……….57

5.2 Discusión de resultados………..62

Conclusiones………..………..64

Recomendaciones………..………..65

Referencias bibliográficas………...…….66

(9)

Lista de tablas

Tabla 1. Variables y su operacionalización……….…………49

Tabla 2. Calificación de validadores para el cuestionario sobre los hábitos alimentarios...55

Tabla 3. Puntuación del juicio para la ficha de observación antropométrica………..55

Tabla 4. Confiabilidad del cuestionario sobre los hábitos alimentarios………..56

Tabla 5. Tabla de contingencia………58

Tabla 6. Hábitos alimentarios………..59

Tabla 7. Índice de masa corporal (IMC)………..60

Tabla 8. Género………61

Tabla 9. Edad………...61

Tabla 10. Matriz de consistencia……….70

Tabla 11. Operacionalización de variables……….……….71

Tabla 12. Cuestionario sobre los hábitos alimentarios………72

Tabla 13. Ficha de registro de datos antropométricos……….75

Tabla 14. Hábitos alimentarios………….………...76

Tabla 15. Tabla de resultados……….….79

Tabla 16. Hábitos alimentarios………….………...83

Tabla 17. Prueba piloto de confiabilidad del instrumento………...86

(10)

Lista de figuras

Figura 1. Pirámide de alimentación del adolescente………43

Figura 2. Hábitos alimentarios……….59

Figura 3. Índice de masa corporal………60

Figura 4. Género………..61

Figura 5. Edad………..62

Figura 6. Medición antropométrica de un adolescente………90

Figura 7. Medición antropométrica de un adolescente………90

Figura 8. Muestra de alimentos que consumen los adolescentes...………90

Figura 9. Muestra de alimentos que consumen los adolescentes……….………..…..90

Figura 10. Muestra de alimentos que consumen los adolescentes………….…………...90

Figura 11. Muestra de alimentos que consumen los adolescentes………...90

Figura 12. Percentiles del índice de masa corporal por edad en niños………...…...91

(11)

Resumen

Los hábitos alimentarios no saludables constituyen factores de riesgo modificables, su identificación en una población dada es necesaria para llevar a cabo estrategias de intervención. El objetivo de nuestro estudio es poder estimar la prevalencia de obesidad en adolescentes de la Institución Educativa de tipo Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle e identificar su asociación con los hábitos alimentarios no saludables.

Métodos: La investigación fue descriptiva de corte transversal en adolescentes de 14 a 16 años, en el periodo de septiembre 2016 a diciembre de 2016, de la Institución Educativa de tipo Experimental de la Universidad Nacional Enrique Guzmán Y Valle. Se estudiaron los hábitos alimentarios y la obesidad. Se entrevistaron a los adolescentes y se les hizo un sondeo sobre la práctica de consumo de alimentos, medida del peso y medidas corporales, todo esto previo consentimiento informado.

Resultados: Se estudiaron 450 adolescentes, siendo la muestra 82 sin diferencias en el sexo. El 37,80% presentó obesidad, el 21,95% presentó sobrepeso y el 39,02% presentó un peso normal. Predominaron los hábitos alimentarios no saludables.

Conclusiones: Los resultados evidencian que el consumo de alimentos es una práctica que contribuye significativamente en los adolescentes de la Institución Educativa de tipo Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

(12)

Abstract

Unhealthy eating habits are modifiable risk factors, their identification in a given population is necessary to carry out intervention strategies. The objective of the study is to estimate the prevalence of obesity in adolescents of the School of Experimental Application of the National University of Education Enrique Guzman Y Valle and to identify its association with unhealthy eating habits.

Methods: A descriptive cross-sectional study was conducted with adolescents aged 14 to 16 years, from September 2016 to December 2016, from the Experimental Application College of the National University Enrique Guzman Y Valle. Eating habits and obesity were studied. The adolescents were interviewed and they were asked a questionnaire about eating habits, weight and height measurement, with informed consent.

Results: 450 adolescents were studied, with sample 82 without differences in sex. 37.80% presented obesity, 21.95% presented overweight and 39.02% presented a normal weight. Predominated unhealthy eating habits.

Conclusions: The results of the research show that eating habits significantly influence the obesity of adolescents of the School of Experimental Application of the National University of Education Enrique Guzman y Valle.

(13)

Introducción

En un mundo tan globalizado como el de hoy en día, la salud de las personas está afectada por diversas enfermedades, una de ellas es la obesidad. Esta enfermedad cada cierto tiempo va en aumento, trayendo consigo altas tasas de mortalidad y morbilidad en todo el mundo. Asimismo, es considerada un problema de salud pública y a la vez una enfermedad crónica donde hay un exceso de peso para la talla (52).

“Las causas son múltiples, pero la más influyente son los hábitos alimentarios. Estos son adoptados en muchas ocasiones por una dieta con alto contenido en grasas saturadas y bajas en grasas insaturadas, un exceso en el consumo de azúcares, sal, carbohidratos, entre otros” (52).

“El sedentarismo, además de la disponibilidad de alimentos a bajo costo de alto contenido energético también repercute en la salud de la población” (52).

El consumo de alimentos tiene su base en la infancia y se consolidan en la pubertad, dependiendo de diversos factores entre los que debemos resaltar el entorno familiar, el medio escolar y se ve influenciado por los métodos de conexión. La dieta es un componente muy influyente en la salud, determinando así su desarrollo físico y el crecimiento, la reproducción y el rendimiento físico e intelectual del ser humano (52).

El aumento de la obesidad en la etapa de la adolescencia es más preocupante por lo que podemos decir que a temprana edad podrían presentar diversas enfermedades como las cardiovasculares (enfermedad coronaria y arterioesclerosis), endocrino – metabólicas (hiperinsulinismo, con soporte a la acción periférica de la insulina y no soporta los hidratos de carbono, diabetes mellitus tipo 2, irregularidades en la menstruación) y psicosociales (depresión y baja autoestima), que suelen continuar en el adulto y determinan asimismo con ello la mortalidad precoz (52).

(14)

situación nutricional en adolescentes. Durante el inicio de la indagación, se tuvo como ejemplo de análisis a los adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad de Educación Enrique Guzmán y Valle.

En el Capítulo I se presenta el planteamiento del problema, donde se describe la determinación del problema, la formulación del problema, los objetivos, importancia y alcance de la investigación, así como las limitaciones de la investigación.

En el Capítulo II se aborda el marco teórico relacionado a los conocimientos actuales sobre las variables de estudio expuestos en los antecedentes, tanto en el ámbito nacional como en el internacional; seguidamente, se define los términos y las bases teóricas de los hábitos alimentarios y la obesidad en adolescentes.

En el Capítulo III se expone la suposición y las variables; el cual menciona la hipótesis general, la hipótesis nula, la hipótesis específica, las variables y su operacionalización.

El Capítulo IV abarca la metodología; en el cual se detalla la perspectiva de la indagación, el modelo de pesquisa, la colectividad y el prototipo, contiene además el procedimiento y herramienta para recolectar la data y como será codificación de forma numérico y finalmente el procedimiento el cual explica el porqué de la aplicación del cuestionario sobre hábitos alimentarios y la aplicación de la técnica antropométrica. Describe la validez y confiabilidad de los instrumentos para poder ser aplicados.

Por último, el Capítulo V contiene los resultados; presentación y análisis de los resultados, análisis de los datos y discusión de los resultados, discusión por el cual se menciona la conexión existente entre la forma de alimentarse y el sobrepeso en adolescentes.

(15)

Capítulo I

Planteamiento del problema

1.1 Determinación del problema

En las últimas décadas del siglo XX e inicios del XXI la conducta hacia los alimentos a nivel internacional, ha causado una colisión sobre el crecimiento de afecciones crónicas que no pueden ser trasmitidas específicamente en naciones en crecimiento, y que demuestran repercusión en la etapa de la niñez. “El sobrepeso es analizado como un gran problema de la sanidad colectivo, y que tiene como resultados una nutrición nada sana y aumento el sedentarismo, principalmente en la ciudad” (1).

“También es notorio en la actualidad el cambio de los hábitos alimentarios de la población general, el uso de comestibles de gran cantidad de energía, diminuta consumición de frutas, legumbres, semillas y cereales, las verduras y el incremento de la consumición de comida de manteca atiborrado, sacarina, incremento de la sal, cereales refinados y comida procesada, y la falta de poca actividad corporal. Por ello, las incidencias de enfermedades relacionadas: las cardiopatías, diabetes, etc”

(52).

“Los factores que influyen en el estado nutricional del adolescente son los hábitos alimentarios y la actividad física, ya que en nuestro contexto los estudios son exiguos y no relacionan estas variables en adolescentes. Por ello, la actual predisposición al aumento de peso y adiposidad en adolescentes, y tomando en cuenta el aumento del padecimiento que no puede ser permutable en la gente madura, es primordial practicar actos desde la infancia como los pone de conocimiento la Organización Mundial de la Salud (OMS) cooperando al adecuado estado nutricional del adulto” (1).

(16)

visitas a consulta psicológicas, la experiencia, la educación y la fe, no obstante, el mismo valor tiene el entorno de la familia, la social y el dominio de la televisión y medios periodísticos. Por ello, la vigilancia de una adecuada alimentación es básica para la evolución de la salubridad colectiva y además que se debe velar por la condición nutricional y la salubridad de la gente, permitiendo talleres de precaución y eliminar grandes gastos en las personas, la parentela y las postas médicas u hospitales.

“En relación con el método de diagnóstico del estado nutricional donde los más usados se da en una diversidad de la colectividad para medir los problemas dermatológicos, y que se debe tener conocimiento para manejarlo de forma efectiva además del índice de masa corporal (IMC), es aconsejado por la OMS, ya que es una forma establecida y aprobada” (2).

“El índice de masa corporal, se relaciona con el gramaje y altura del púber (Kg /m2) y que se basa en los gramos obtenidos según sea el género y periodo. A través de ellos se puede medir el índice de adiposidad y que normalmente debe fluctuar entre el 85 y 95 percentil. El ente encargado de la salud a nivel internacional destaca que es importante el uso de data orientada a los pobladores de la comunidad, la tasación más utilizada son las tablas de crecimiento del Centro de Control de los padecimientos CDC, (2000) de Estados Unidos de América (EUA) y que son inventadas por diversas entidades para controlar el sobrepeso, y que afectan el sexo y el tiempo de vida”(3 p75-78).

1.2 Formulación del problema

1.2.1 Problema general

(17)

1.2.2 Problemas específicos

PE1. ¿Cuáles son los hábitos alimentarios de los adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle?

PE2. ¿Cuál es la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle?

1.3 Objetivos

1.3.1 Objetivo general

OG. Identificar la relación que existe entre los hábitos alimentarios y la obesidad en adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

1.3.2 Objetivos específicos

OE1. Determinar los hábitos alimentarios de los adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

OE2. Determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

1.4 Importancia y alcance de la investigación

1.4.1 Importancia

(18)

alimentaria, en otras palabras, se impulsar la conceptualización, la forma de desenvolverse y el comportamiento.

B. En lo académico. La investigación se conecta directamente con la obesidad de los adolescentes de la Institución Educativa de tipo experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, donde se propone un análisis cultural y docencia, que tiene como menester de la elección del conocimiento de la problemática alimentaria que suceden y perjudica a los adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle.

C. En lo institucional. Con las conclusiones la investigación, en el Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, donde existe diversas propiedades para enseñar a los adolescentes, y obtendrán un beneficio para mejorar la ética y afecto de quehaceres, compañerismo, solidaridad y amistad entre otros.

1.4.2 Alcances de la investigación

Por los resultados a obtenerse, el seguimiento de la indagación está relacionado a la realidad alimentaria de los adolescentes del Colegio de Aplicación Experimental de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle que puedan desarrollarse acciones académicas y administrativas que mejoren su condición.

1.5 Limitaciones de la investigación

(19)

Capítulo II

Marco teórico

2.1 Antecedentes del estudio

2.1.1 Ámbito internacional

Como sostienen Pampillo et al. (4):

“El consumo de alimentos debe ser en forma gradual desde el nacimiento hasta la pubertad, y que es influenciado por la cultura y la sociedad, cometiendo a veces equivocaciones para decir como comer, donde y que como alimentarse. Por eso la meta es analizar la forma de alimentarse durante la pubertad. Se usara diversas formas basada en la descripción y en el momento actual, donde se determinar la forma de nutrición, lo que se come y como se cocina, teniendo una muestra de 400 sujetos. Se obtuvo que el nivel de adiposidad revelara un 13 % de adolescentes con obesidad y el 25 % con sobrepeso; con una circunferencia abdominal en valores atípicos un 23 % de adolescentes, y 16 % con cifras consideradas como valores de riesgo para padecer obesidad. No toman desayuno, almuerzo con pocas frutas y vegetales, prefieren la comida chatarra en cafeterías y consideran como predilección las comidas ricas en grasas. Conclusiones: se corrobora los malos hábitos alimenticios y se elaboró una guía dietética con orientaciones puntuales a profesores y padres de familia para generar cambios en el estilo de vida de niños y adolescentes. Palabras clave: Adolescentes; Hábitos alimentarios; Sobrepeso; Obesidad; Guía dietética” (p99-107).

Borjas et al. (5) dicen que:

(20)

diariamente. Métodos: se estudia una muestra representativa de 82 alumnos de la escuela mencionada (40 mujeres y 42 hombres), sometiéndolos al cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC), aplicándoles unas preguntas relacionadas con el régimen alimenticio y los ejercicios físicos. Ante esto la prevalencia de la obesidad y del sobrepeso reveló un 17,1 %. Los hábitos alimenticios de jóvenes con sobrepeso son peores que la media ya que el consumo de dulces, bollería y embutidos es alto. Se evidenciaron conductas alimenticias de riesgo, con un 22 % de jóvenes delgados omiten el desayuno y un 14 % de ellos que se rigen por dietas hipocalóricas. Fue mínimo el consumo de alcohol; más la práctica de la actividad física fue menor de lo recomendable para jóvenes obesos. Conclusiones: la prevalencia de la obesidad de los adolescentes se sitúa en niveles ligeramente inferiores a los de países desarrollados. Aun así, consumen demasiados dulces, bollería, embutidos y carnes, en detrimento de verduras y pescado, haciéndose necesario cambiar estos hábitos vigilando las conductas que restringen calorías. Los estamentos estatales deben proveer políticas que fomenten la práctica deportiva. Palabras clave: Obesidad; IMC; Deporte; Estudiantes; Dieta” (5).

Alfaro et al. (6) sostienen:

(21)

físico. Por tanto, es importante realizar campañas de promoción de hábitos alimenticios saludables” (p221-9).

2.1.2 Ámbito nacional

Villena Chávez et al. (7) dicen que:

(22)

metabólico, ovarios poliquísticos, entre otros. La estrategia nacional para combatir la obesidad promoviendo estilos de vida saludables a través de los medios masivos de comunicación y valiéndose de las redes sociales, el diagnóstico adecuado de esta condición mórbida, especialmente entre los proveedores de atención primaria, y la capacidad de prescribir la adopción de hábitos de vida saludables. Palabras clave: Obesidad; Epidemiología; Perú” (p593-598).

Aparco et al. (8) sostienen que:

“El objetivo es analizar la forma de alimentación, el nivel de nutriente y los ejercicios físicos en los escolares, es una indagación analítica, con un muestra de alumnos del nivel primario, donde 824 escolares revelaron un 24% con obesidad, mientras que el sobrepeso afectó al 22%, la proporción de talla baja fue de 5% y la de anemia fue 11,9%, en todos los casos no se evidencian diferencias significativas por sexo. Más del 40% de escolares consumían 2 o más veces a la semana galletas saladas, jugos envasados y/o gaseosas. Además, el 28% de escolares eran sedentarios, encontrándose diferencias significativas según sexo (p<0,05). Conclusiones: la obesidad como problema vigente, afectó con mayor frecuencia que el sobrepeso y que juntos afectan a casi el 50% de los escolares del estudio. Asimismo, se evidencian patrones de sedentarismo y consumo frecuente de alimentos con alto contenido de azúcar, sal y/o grasas. Palabras clave: Obesidad infantil; Escolares; Actividad física; Consumo de alimentos”.

2.2 Bases teóricas

2.2.1 La adolescencia

Según la OMS (9):

(23)

2.2.1.1 Fases de la adolescencia

Las fases del adolescente, sobre la base de la conceptualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se describen a continuación:

A. La adolescencia temprana (de los 10 a los 14 años).

Se extiende entre los 10 y los 14 años de edad. Es en esta etapa en la que, por lo general, comienzan a manifestarse los cambios físicos, que usualmente empiezan con una repentina aceleración del crecimiento, seguido por el desarrollo de los órganos sexuales y las características sexuales secundarias. Estos cambios externos son con frecuencia muy obvios y pueden ser motivo de ansiedad, así como de entusiasmo para los individuos cuyos cuerpos están sufriendo la transformación (10 p78).

Los cambios internos que tienen lugar en el individuo, aunque menos evidentes, son igualmente profundos. Además de esto también varía el pensar y la forma de desenvolverse del futuro adulto. En esta etapa aumenta el crecimiento de neuronas afectando su forma de estudiar, y sus emociones. Los cambios físicos y sexuales, en mujeres se desarrollan unos 18 meses antes que los varones; esto es reflejado en tendencias semejantes en el desarrollo del cerebro (10 p78).

El conocimiento del género es más amplio y claro en comparación a su infancia pudiendo así adaptarse a las normas establecidas. Sin embargo, esto no garantiza el que no sufran acosos o que participen de estos actos impúdicos que crean confusiones en relación a su identidad personal y sexual. La adolescencia temprana necesita de un ambiente claro y seguro donde se pueda desarrollar la transformación cognitiva, emocional, sexual y psicológica las cuales estén libres de toda responsabilidad propia de adultos (10 p78).

B. La adolescencia tardía (de los 15 a los 19 años).

En esta etapa se dan cambios; en lo físico, la fisionomía, la capacidad mental se reorganiza, aumenta el análisis y la reflexión basada en la toma de decisiones.

Además, en esta etapa los adolescentes se sienten en la necesidad de experimentar y la temeridad es básica para su rutina y la forma de ver la vida.

(24)

negativas para la salud, incluida la depresión; y casi siempre las discriminaciones con el abuso basados en el género pueden magnificar estos riesgos (10 p78).

2.2.1.2 Características de la adolescencia

Como indicó Kaplan (11), la particularidad física que hace diferenciar a cada adolescente se da de la siguiente manera:

● Madurez sexual ● Crecimiento

● Aumento de la talla y el peso

● Modificaciones en la composición corporal

Además, estos procedimientos tienen que gastar gran cantidad de energía y alimentos que se orientan también por el género y el tiempo de vida (23).

A. Madurez sexual. Las modificaciones se dan en un procedimiento de forma paulatina entre los 5 y 7 años. Pero en el sexo femenino estos cambios se dan entre los 10 y 11 años y pueden mejorar entre los 12 y 13 años. Estos cambios generan un juicio más valorativo y permiten cambios de conducta entre los 14 y 15 años (11 p23).

B. Crecimiento. La adolescencia permite cambios, en la psique, en la educación, cambios físicos que se dan de diferente manera (11 p23).

“Pero sobre todo lo más importante es que el adolescente debe desarrollar su identidad basado en sus conocimientos y en su entorno” (12 p95).

C. Aumento de la talla y el peso. El cambio de infante en adulto presenta un mayor desarrollo físico. Cuando es niño aumenta aproximadamente el 20% de su talla que tendrá cuando sea adulto y el 50% más del peso.

“A la hora de evaluar la relación peso/talla, se utilizan tablas que proporcionan la mejor relación; las de la Health and Nutrition Examinarían Survey son las más utilizadas”

(11 p23).

(25)

corporal del 10-18%. A su vez, la masa grasa se distribuye por el cuerpo de manera diferente entre ambos sexos (13).

En relación a la masa muscular se evidencia una curva ascendente en ambos sexos hasta los 12 años, entonces ambos sexos aumentan su masa muscular siendo estos los primeros cambios puberales. A partir de esta edad, se produce un crecimiento rápido y sostenido de la masa muscular en niños (paralelo al aumento del crecimiento), mientras que en las niñas este crecimiento se ralentiza. En los niños la masa muscular aumenta en hombros y extremidades presentando más corpulencia. En tanto, en relación con la masa ósea, la edad entre 9 y 18 años se considera el “periodo crítico para poseer el contenido mineral óseo (CMO)” para determinar también “el pico de masa ósea” o máximo depósito mineral el cual se conseguirá hasta los 25-30 años considerando que durante los 9 y 18 años se produce también esta importante formación (13).

El contenido mineral óseo aumenta en este periodo en 60% por la influencia de las hormonas y de factores ambientales como la alimentación, exposición solar y el ejercicio físico. Por ello, una correcta alimentación durante la adolescencia determina un buen desarrollo de la masa ósea. Además, cualquier déficit en su formación, será de carácter irreversible; es decir, si la acumulación de masa ósea es menor en estas edades, posteriormente no se puede recuperar con el pasar de los años (13).

Todos estos cambios en la composición corporal van a condicionar la alimentación, dado que, para la formación de los distintos tejidos, los requerimientos nutricionales son diferentes. Por ello, no se necesita la misma cantidad de energía ni de proteínas ni de minerales para formar un kilo de masa muscular que de masa grasa que de masa ósea. Por todo lo comentado y dado el gran desarrollo durante esta etapa de la vida, es necesario asegurar un correcto aporte de nutrientes que garanticen el desarrollo y crecimiento del individuo (13).

A. Necesidades nutricionales del adolescente.

(26)

el caso de una mayor necesidad de hierro y ácido fólico en las mujeres que menstrúan o que están embarazadas; y un mayor requerimiento de alimentos que forman masa muscular en los varones” (14).

B. Hábitos alimenticios en adolescentes.

A lo largo de los años, diversas investigaciones permiten mejorar la forma de alimentarse en la pubertad. También se toma en cuenta la influencia de la sociedad para la forma de comer, la forma de preparar los alimentos y como debe influir en otras personas.

“Los hábitos alimenticios de los adolescentes se distinguen por: una marcada omisión de las comidas, comer fuera de casa en cualquier lugar, consumo desmedido de snack, comer en establecimientos y restaurantes de comidas rápidas y practicar asiduamente gran variedad de dietas inadecuadas” (14).

C. Manifestaciones clínico-patológicas más frecuentes.

 Sobrepeso. Es el incremento de la forma de alimentarse, además que puede generar enfermedades crónicas. Los púberes están propensos a sufrir enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes mellitus, artritis reumatoide juvenil y varios tipos de anemias.

 Aspectos del entorno en la adolescencia 1. Plano Familiar.

“Un estilo autoritario en democracia acompañado de un control firme con cariño, límites y atención a las habilidades sociales y cognitivas; tiende a producir en la población adolescente la confianza en sí mismo como el autocontrol y las habilidades respectivas para enfrentar la vida” (15 p110).

2. Plano Educacional.

“Los estudiantes adolescentes tendrán influencias positivas o negativas para experimentar un apego con profesores, pares y en su ambiente escolar teniendo así menor probabilidad de adquirir trastornos como anorexia y bulimia y problemas psicológicos” (15

p110).

3. Plano Social y Cultural.

(27)

“En la adolescencia como periodo de cambios ocurre la presión social publicitaria para ostentar un cuerpo delgado, como símbolo de mayor atractivo físico, esto como una preocupación en especial en las mujeres adolescentes, por la importancia que implica el hecho de sentirse atractiva para el otro. Los trastornos alimenticios como la anorexia y bulimia retrasan el proceso de crecimiento y desarrollo biológico y psicosocial. Se acortan la consecución de los logros esperados al término de la adolescencia y se observan las consecuencias des adaptativas causadas por estos trastornos” (15 p110).

2.2.2 Los hábitos alimentarios

“Como seres humanos ostentamos una serie de costumbres o hábitos los cuales influyen en nuestras vidas, determinando éxitos y fracasos en las diversas actividades a diario. Por tal es muy importante enfocar la atención en las conductas recurrentes que tienen nuestros hijos y los estudiantes. Existen una influencia por factores como: socioculturales, económicos, religiosos, personales, los cuales definirán en el individuo sus hábitos alimentarios”(16).

“En tanto, el hábito es aquella conducta que se repite en el tiempo de modo sistemático” (16).

El proceso de formación de hábitos en menores de edad se refiere a la construcción de rutinas donde los adultos presentan los siguientes aspectos (16):

 Determinar cuáles son los hábitos para impartir en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

 Establecer la secuencia que seguirán para lograr implementar y practicar constantemente en su vida diaria.

 Comunicar la importancia y las ventajas que implica su constante práctica. “Los hábitos están conformados por costumbres, actitudes y formas de comportamientos los cuales se desarrollan en situaciones concretas de la vida diaria, formando así modelos de conducta y aprendizajes que son sostenibles en el tiempo y van a repercutir tanto favorable o desfavorable en la nutrición y el buen estado de salud” (16). Por ejemplo:

(28)

● La higiene personal, el baño diario y el lavado de las manos.

● La alimentación, lactancia materna, consumo variado y balanceado de alimentos en cantidad y calidad adecuados, a partir del embarazo siguiendo cada etapa sucesiva del desarrollo del niño (16).

“Por el contrario, los malos hábitos traen consecuencias negativas para nuestra existencia, con insatisfacciones y muchas veces cargadas de vicios dañinos y difíciles de eliminar. Por ejemplo, la excesiva ociosidad, el despilfarro de dinero, el fumar, el beber en exceso, etc. Es por esto que estas conductas se las denominan como vicios” (16).

“Los hábitos alimentarios se aprenden en el seno familiar y se incorporan como costumbres, basados en la teoría del aprendizaje social e imitado de las conductas observadas por personas adultas que respetan” (17 p40-43).

Monge (18), la definió como:

“Un conjunto de costumbres que determinan el comportamiento del hombre en relación con los alimentos.

Los buenos hábitos alimentarios comprenden una selección de comidas con variados nutrientes, vitaminas, proteínas, minerales e hidratos de carbono; todos en proporción necesaria; al inicio se requiere un estudio, luego de conocer que alimentos son buenos para el organismo, son elegidos y se rechazan los dañinos, como la sal, el azúcar, las grasas, las harinas refinadas, o los colorantes artificiales. El hecho de consumir agua en abundancia constituye un hábito alimenticio saludable, como también incorporar muchas frutas y verduras frescas en combinación de múltiples colores. Se recomienda a los padres de familia formar este hábito desde la infancia, en un constante acompañamiento al compartir la mesa”.

2.2.2.1 Los factores que intervienen en los hábitos alimenticios

Según el autor Monge (18), consideró los siguientes factores:

(29)

Factores culturales. Es el estilo de vida que adopta un grupo de personas, casi siempre de igual nacionalidad o provienen de alguna localidad especifica. Se encuentran muy arraigados las creencias y hábitos alimentarios los cuales se transmiten de una cultura a sus generaciones.

Factores religiosos. La alimentación es condicionada por diversas creencias religiosas, algunas llegan a restringir alimentos.

Factores sociales. El individuo pertenece a diversos grupos sociales, por lo cual no puede prescindirse del efecto que tenga la conducta colectiva sobre sus creencias y hábitos alimenticios.

Factores educativos. Variaciones según el grado de escolaridad de las personas y de las familias.

Factores económicos. Los costos de vida altos y la escasez de víveres afectan a las comunidades y a los hábitos de las familias en todo el mundo puesto que predomina más la existencia de la pobreza quienes se limitan en adquirir comidas diferentes y de origen animal.

Factores psicológicos. Las creencias como conducta forman parte de los hábitos alimentarios.

2.2.3 La alimentación saludable

“La alimentación es consumir de forma regular alimentos para proporcionar nutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas) y otras sustancias (fibra, vitaminas y minerales y líquidos) para mantener el desarrollo y las funciones del cuerpo” (19).

“Una alimentación será saludable, si la cantidad y calidad de nutrientes y sustancias es adecuada para las necesidades de cada persona que con la actividad física regular se procura la salud mental y así el bienestar conjunto del cuerpo” (19).

Para que una dieta se considere saludable, debe ser:

(30)

2.2.3.1 Importancia del hábito alimentario saludable

Es importante una alimentación adecuada para tener un cuerpo sano y fuerte. De acuerdo al CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios) se sostuvo la importancia de la calidad y cantidad de los alimentos para un mantenimiento adecuado de la salud ya que conociendo el aporte nutritivo de los alimentos se puede elegir un menú saludable.

Por su parte, Alvarado et al. (20) argumentan que es importante contribuir en la promoción, formación y consolidación de los hábitos alimentarios y estilos de vida saludables para lograr:

● Prevenir toda aparición de trastornos y enfermedades vinculadas con la alimentación y nutrición.

● Construir rutinas de alimentación sana para formar y estimular actitudes positivas. ● Aprender a valorar las pautas de conducta que ayuden en la protección y cuidado

responsable de una salud integral.

● Fomentar el bienestar, la seguridad alimentaria de la familia y de manera especial de los niños y las niñas (p336-37).

2.2.4 La obesidad

Determinado por un Índice de masa corporal (IMC) aumentado (mayor o igual a 30 según lo define la OMS). “Es un factor de riesgo conocido para las enfermedades crónicas como: cardíacas, diabetes, hipertensión arterial, ictus y algunas formas de cáncer” (21).

(31)

La forma operacional para medir las variables de Sobrepeso y Obesidad es de la siguiente forma:

Peso (kg) Índice de Masa Corporal (índice de Quetelet) IMC = ———————

Estatura (m2)

“El IMC constituye la medida poblacional más útil del sobrepeso y obesidad, ya que su cálculo no experimenta variación ni por sexo ni mucho menos por la edad adulta. Es una herramienta útil utilizada por médicos y los profesionales de la salud para conocer prevalencias en peso por debajo de lo normal, exceso de peso y obesidad en adultos. Resulta de la división del peso en kilogramos entre el cuadrado de su altura esto en metros (kg/m2)” (21).

Por ejemplo, un adulto que pesa 70 kg y cuya altura es de 1,75 m tendrá un IMC de 22,9 kg/m2. La OMS define el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30. Estas mediciones son referencia que evalúan a un individuo, pero también hay pruebas de que el riesgo de enfermedades crónicas de una población aumenta progresivamente a partir de un IMC de 21. “La OMS calcula que en el año 2005 había en el mundo aproximadamente 1600 millones de adultos con sobrepeso; de esta cifra al menos 400 millones son adultos obesos” (21).

Al 2015 habrá aproximadamente 2300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones de obesos. “Se consideraba como problema exclusivo de países económicamente altos, es contrario que el sobrepeso y la obesidad se reflejan con gran aumento en países con ingresos económicos bajos y medios incidiendo también más en zonas urbanas” (21).

1. Fisiología.

(32)

limitada. Solo los depósitos de grasas se pueden expandir con facilidad para dar cabida a niveles de almacén superiores a las necesidades. Los alimentos que no se consumen como energía, se almacenan, y por lo tanto, es la grasa la principal fuente de almacén y origen de la obesidad. Los carbohidratos son el primer escalón en el suministro de energía” (22).

“El sistema endocrino está representado por las hormonas del crecimiento, las tiroideas, las gonadales, los glucorticoides y la insulina. Durante la etapa del desarrollo, la hormona del crecimiento y las tiroideas trabajan juntos aumentando el crecimiento y durante la pubertad específicamente comienzan a funcionar los esteroides gonadales, desplazando en proporción de la grasa corporal con respecto al peso corporal magro en niños y niñas y la testosterona tiende aumentar el peso corporal magro ya que en relación con la grasa y los estrógenos actúan de forma contraria” (22).

2. Etiopatogenia de la obesidad. Según Rodríguez (22):

“La proporción y cantidad de alimentos ingeridos, como carbohidratos, proteínas y grasas, está destinadas a convertirse en energía y en elementos celulares, o quedarse almacenados como grasa”.

“Con los conocimientos actuales de la fisiología, la genética, la biología molecular y los estudios epidemiológicos evidénciales, podemos establecer que la etiopatogenia de la obesidad es un fenómeno complejo. A simple vista, la teoría de un aumento crónico de la ingesta en relación con el gasto es simple, ya que la obesidad es un trastorno específico y heterogéneo por su origen, en el cual están implicados factores genéticos y ambientales” (22).

3. Causas que producen la obesidad. Son de origen múltiples incluyendo factores de herencia genética; del comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico; y además el tipo o estilo de vida que se lleve. El alto consumo de calorías genera obesidad así también los factores genéticos y ambientales influyen en el peso sin embargo no determinan existiendo la posibilidad de seguir hábitos alimenticios adecuados y actividad física que puedan corregir esta enfermedad (22).

(33)

4. Factores genéticos.

“Está demostrada la tendencia familiar hacia la obesidad; porque casi siempre los niños obesos tienen padres obesos y llegan a ser adultos obesos” (23 p194).

5. Factores ambientales.

“La evidencia de que el hambre evita o revierte la obesidad, aun en las personas con gran carga genética, junto a su incremento en los países industrializados o en vías de desarrollo en los cuales la dieta es rica en grasas y carbohidratos, y los hábitos sedentarios han aumentado con el desarrollo económico, se muestra a favor del factor ambiental en su origen y desarrollo” (24 p287-95).

6. Factores metabólicos.

“En la pubertad, el contenido de grasa corporal disminuye en el varón alrededor del 17%, mientras que en las mujeres incrementa al 26%. En la pubertad el contenido de grasa corporal disminuye en el varón alrededor del 17%, mientras que en las mujeres incrementa al 26%.87. En los niños obesos, los adipocitos siguen aumentando conforme va progresando la obesidad. Se ha comprobado que existe un tamaño máximo para el crecimiento del adipocito, mientras que el número es ilimitado” (22).

7. Factores hormonales. Según Rodríguez (22):

 En el niño obeso el hiperinsulinismo es un hallazgo frecuente, motivado principalmente por una resistencia periférica a la insulina y que favorece el acúmulo de grasa. La alteración de la tolerancia a la glucosa y la relación insulina-glucosa estimulan la lipogénesis que favorece el aumento en la grasa.

 La triyodotironina puede encontrarse elevada en niños obesos, por aumento de la conversión periférica. En la obesidad puede haber una respuesta disminuida de la tiroides a la TSH y disminución del número de receptores nucleares para triyodotironina. Todos estos cambios son reversibles al bajar de peso.

(34)

8. Consecuencias de la obesidad. Según Rodríguez (22):

Enfermedades Cardiovasculares. A modo de discusión se dice que la obesidad por sí misma podría ser un factor de riesgo independiente de cardiopatía coronaria ateroesclerótica o ejerce su influencia como un elemento condicionante de otros factores, especialmente hipertensión arterial, diabetes y dislipidemias.

Hipertensión Arterial. La asociación entre obesidad e hipertensión arterial es un hecho frecuente. Hay estudios longitudinales que demuestran que el aumento de peso produce un significativo incremento de la presión arterial.

Diabetes Mellitus Grados moderados de obesidad puede elevar el riesgo de diabetes hasta 10 veces y el riesgo crece mientras mayor es la intensidad de la obesidad.

Dislipidemias (alteración del colesterol y triglicéridos). Ello se asocia al síndrome de resistencia insulínica frecuentemente observado con el exceso de tejido graso, más aún cuando hay una distribución toracoabdominal o visceral.

9. Epidemiologia.

(35)

20,5% en los hombres, y a 39,9% en las mujeres, llegando a 49,7% en el nivel socioeconómico bajo. Son variables importantes la pobreza y los bajos niveles de educación para tener las altas prevalencias de obesidad, enfermedad y muerte en los sectores más pobres. Es sabido que la obesidad tendrá un aumento en triglicéridos, colesterol total y LDL, y además en la disminución del colesterol HDL. Existe una relación directa entre obesidad y dislipidemia, HTA, diabetes, cardiopatía coronaria, colelitiasis, cánceres, enfermedades osteomusculares, respiratorias y psicológicas”(25 p159-161).

10. Las bases fisiológicas de la obesidad adolescente.

“En la actualidad se acepta que la obesidad se produce únicamente frente a un balance energético positivo. Después de una comida mixta la energía se obtiene fundamentalmente a partir del alcohol y los hidratos de carbono, seguidos por las proteínas y las grasas.

Desafortunadamente si esto empieza a ocurrir al momento de ingresar una nueva comida, el proceso oxidativo se invierte, priorizándose los glúcidos y el alcohol como fuente energética. A mayor índice glicémico-insulinémico de una comida, mayor será el depósito de grasa” (26 p283-289).

11. La fisiología del tejido adiposo.

“El tejido adiposo sintetiza numerosos péptidos relacionados no sólo con el desarrollo y diferenciación de este sino también con metabolismo energético. Destacan la leptina, adipsina, angiotensinógeno/angiotensina, inhibidor del activador del plasminógeno1 (PAI-I) y el FNT- alfa, entre otros. La leptina es una proteína de 167 aminoácidos que controla la expresión de diversos neuropéptidos implicados en la regulación de la ingesta y el gasto calórico.

(36)

La adipsina, proteína homóloga al factor D del complemento, junto al factor B y C3 de producción adiposa, constituyen los sustratos para la síntesis de la proteína estimulante de la acetilación, que junto a la lipoproteinlipasa adipocitaria, constituyen las principales enzimas responsables de la litogénesis” (27 p104-109). “El angiotensinógeno puede ser transformado a angiotensina en el mismo tejido adiposo, la que estimula la producción de prostaciclina que participa directamente en la diferenciación del adipocito y por tanto en la hiperplasia del tejido graso. La angiotensina también aumenta la síntesis de dos enzimas claves en la lipogénesis. La mayor síntesis de I- PAI en obesos hiperinsulinémicos, junto a la hiper fibrinogenemia son los principales responsables de la hipercoagulabilidad y mayor riesgo de eventos cardiovasculares en obesos, lo cual se ve potenciado por la mayor agregación plaquetaria inducida por la hiperleptinemia” (28 p349-352).

“El FNT- alfa también se produce más en obesos y se relaciona directamente con la insulinoresistencia, actividad mediada por la alteración de la fosforilación del receptor insulínico. Por otro lado, inhibe la expresión de la mayoría de los genes implicados en la lipogénesis, y estimula la lipólisis, la desdiferenciación y apoptosis adipocitaria, limitando la expansión grasa.

El proceso de lipogénesis de novo (LDN), es decir la síntesis de ácidos grasos a partir de glucosa es inexistente en adultos, salvo cuando se ingieren grandes cantidades de hidratos de carbono con una ingesta de grasa muy baja (menor al 10% del aporte calórico total). Por esta razón se puede decir que la grasa depositada proviene de la dieta.

En el hombre prima la grasa visceral, con predominio de lipolisis por sobre lipogénesis. Esto lleva a la movilización de grandes cantidades de ácidos grasos al hígado, teniendo como consecuencia un hiperinsulinismo por alteración del catabolismo de la insulina, hiperglicemia por aumento de la gluconeogénesis, y una hipertrigliceridemia. En la mujer predomina el tejido adiposo femoroglúteo, que presenta un metabolismo más bajo, almacena energía y sólo la libera en casos extremos como el embarazo y la lactancia.

(37)

12. Prevención.

“Se inicia con la adopción de adecuadas prácticas alimentarias trasmitidas de padres a hijos. Una dieta balanceada debe incluir alimentos ricos en proteínas a fin de favorecer el crecimiento adecuado, así como también carbohidratos y grasas de origen vegetal en cantidades moderadas. Asimismo, deben ser parte de la alimentación las frutas y verduras frescas consumidas en forma natural o en ensaladas. También contribuyen a la prevención la adecuada masticación, comer despacio, beber agua en vez de refrescos, evitar los alimentos “chatarras” como golosinas y gaseosas y realizar ejercicios o actividad física rutinaria como parte de los estilos de vida saludable” (29 p145-150) .

2.2.5 La nutrición

“Es la condición que el organismo obtiene de la relación entre las necesidades nutricionales individuales y la ingestión, absorción y utilización de los nutrientes contenidos en los alimentos” (1).

“Es la interpretación de la información obtenida de estudios bioquímicos, antropométricos y/o clínicos; que se utiliza básicamente para determinar la situación nutricional de individuos en forma de encuestas, vigilancia o pesquisa” (1).

“Es innegable que la nutrición y la alimentación son procesos importantes para la existencia del hombre. La mala nutrición se asocia con defectos en la ingesta de alimentos, defectos en las diversas funciones fisiológicas con aumento del riesgo de desarrollar y contraer enfermedades, siendo considerada la nutrición y la alimentación como parte de los principios determinantes en el proceso de salud y enfermedad” (1).

Para Otero (30), “la nutrición va más allá de comer, es un proceso muy complejo que

considera desde los aspectos sociales hasta los celulares, y se define como el conjunto de fenómenos mediante los cuales se obtienen, utilizan y excretan las sustancias nutritivas”.

Mientras que Carbajal (31), sostuvo que es el conjunto de procesos que permiten

ingerir, absorber, transformar y utilizar las sustancias que se encuentran en los alimentos para cumplir cuatro objetivos:

(38)

Aportar materiales para la formación, crecimiento y reparación de las estructuras corporales y para la reproducción.

Suministrar las sustancias necesarias para regular los procesos metabólicos Reducir el riesgo de algunas enfermedades.

Por su parte, el autor Sánchez et al. (32) definieron a la nutrición como:

“La asimilación de los nutrientes y otras sustancias alimenticias, incluido las formas en que el cuerpo las incorpora, cómo influyen, cómo se descomponen para liberarse en forma de energía y cómo son transportados y utilizados para reconstruir infinidad de tejidos especializados y mantener el estado general de la salud”.

Para finalizar, en la OMS (33) sostuvieron que:

“La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud. El concepto de nutrición se refiere a una serie de procesos metabólicos perfectamente coordinados que mantienen el equilibrio en nuestro cuerpo. Por ello, todo el cuerpo vivo tiene una perfecta sincronización, y además funciona durante todo el día, siempre se encuentra en trabajo constante; proporcionarle la energía que requiere para su funcionamiento se logra con la nutrición”.

“Como ciencia la nutrición estudia a los nutrientes (sustancias nutricias/alimenticias o nutrimentos) y como interaccionan dichos nutrientes con respecto a la salud y a la enfermedad. Así también investiga las necesidades nutricionales, los hábitos y el consumo de alimentos, la composición y valor nutricional de los alimentos” (34 p58-72).

1. Importancia de la nutrición.

“Las generaciones adquieren los efectos nocivos lo mismo que la nutrición. En tal sentido se debe preparar a los niños en materia de nutrición para que trascienda a toda su vida en un adecuado desarrollo mental, físico y social.

(39)

bien un proceso con consecuencias graves que pueden extenderse no sólo a una etapa posterior de la vida sino también a futuras generaciones” (35 p16-28).

2. Función de los nutrientes.

“Función energética, en la cual se suministran material para la producción de energía; siendo la función principal de los carbohidratos, grasas y proteínas.

Función plástica, se forman nuevos tejidos; siendo la función principal de las proteínas y de algunos minerales.

Función reguladora, Aquí las vitaminas e sales minerales favorecen en la utilización adecuada de las sustancias plásticas y energéticas” (35 p16-28).

2.2.5.1 Aspectos generales de los nutrientes

Donatelle (36), sostuvo:

“El nutriente es un producto químico procedente del exterior de la célula que ésta necesita para realizar sus funciones vitales. Es absorbido por la célula y transformado en constituyente celular a través de la biosíntesis un proceso metabólico llamado anabolismo, o bien, es degradado para la obtención de otras moléculas y energía. Los nutrientes son cualquier elemento o compuesto químico necesario para el metabolismo de un ser vivo. Es decir, los nutrientes son aquellas sustancias contenidas en los alimentos que participan activamente en las reacciones metabólicas para mantener todas las funciones del organismo”.

“Los alimentos aportar al organismo toda la energía que necesita para realizar sus funciones y así mantenerse en buen estado; dicha energía está en forma de calorías contenidas en los nutrientes de los alimentos, principalmente en los hidratos de carbono (carbohidratos). Por tanto, cuanto mayor sea la ingesta de alimentos ricos en estos nutrientes, mayor será también el valor energético de la dieta” (37).

Otero (37) sostuvo que, antes de comentar los aspectos más relevantes de los nutrimentos para la nutrición humana, es necesario destacar los siguientes aspectos generales:

▪ Todos los nutrimentos son importantes, no hay ni buenos ni malos, si uno de éstos no está presente, es suficiente para que la persona enferme o muera.

▪ Cada nutrimento y la cantidad requerida es diferente.

(40)

▪ Los alimentos contienen todos los nutrimentos necesarios por lo que sería muy raro que algún individuo presente deficiencia; lo que serían efectos de síndromes pluricarenciales.

2.2.5.2 Clasificación de los nutrientes

Por su parte, Gonzáles (38) argumentó que las necesidades de nutrientes en el niño en general son de acuerdo a si ritmo de crecimiento, actividad física, sexo y a la capacidad que tenga cada organismo.

El agua.

“Las necesidades de agua dependen, en cada individuo, de la ingesta energética, de las pérdidas insensibles y de la densidad de la orina (parámetro regulador del equilibrio hidrosalino), que varían con la edad, además de determinadas circunstancias físicas como la presencia de altas temperaturas, humedad, altitud y la realización de ejercicio físico intenso que condicionan las pérdidas sensibles de líquido (sudor, respiración, piel). Las cantidades recomendadas de agua se han estimado en 2,0 L/día en adolescentes de 12 a 19 años” (38).

Energía.

“La energía es necesaria para las funciones de respiración, circulación, metabolismo, transmisión nerviosa, actividad física, síntesis de proteínas y mantenimiento de la temperatura corporal. Es aportada a partir de los hidratos de carbono, proteínas, grasas y alcohol de la dieta. Luego, sostuvo que existen varias clasificaciones de los nutrimentos, pero la manera más práctica para su aprendizaje es dividirlos en dos tipos: los macronutrientes y los micronutrientes” (37).

A. Macronutrientes. “Los macronutrientes cumplen con funciones energéticas y que se encuentran en forma de polímeros y, por lo tanto, deben de ser digeridos para que el organismo los pueda utilizar” (37).

Las proteínas.

(41)

son altas debido al proceso de crecimiento, pero más bajas que en la primera infancia y adolescencia, en los que se presenta un mayor crecimiento y desarrollo. Las proteínas deben representar entre el 10 y 15% del aporte energético total de la dieta. De este porcentaje, al menos el 50% deben ser proteínas que provengan de alimentos de origen animal para asegurar la ingesta adecuada de proteínas de alto valor biológico. En general la dieta infantil debe ser rica en proteínas y sólo hay riesgo de que se produzcan carencias en los niños que siguen dietas vegetarianas rígidas, insuficiencias y mal planificados, en los que tienen alguna enfermedad o alergia alimentaria o en los que incluyen una selección muy limitada de alimentos en sus dietas” (37).

Los hidratos de carbono.

“Estos glúcidos son esenciales para dieta porque cubren necesidades energéticas, pero su consumo ha ido disminuyendo en los últimos años, por lo que se debe estimular a la población en su consumo con alimentos ricos en azúcares; ya que, junto a las proteínas, contribuyen a la sensación de saciedad, en el almidón” (39). “Los hidratos de carbono se clasifican como complejos y sencillos. Los glúcidos complejos se encuentran en cereales, legumbres y verduras; y los sencillos en el azúcar de mesa, que conforman a los panes, pasteles, golosinas, etc. Es recomendable que del 50 al 55% de la energía proporcionada por la dieta sea aportada por los hidratos de carbono complejos” (40).

“Dietas bajas en los mismos facilitan la oxidación de ácidos grasos, con la consiguiente producción de cuerpos cetónicos y de proteínas, pudiendo interferir en el crecimiento” (38).

Los lípidos. Representan la principal reserva de energía del organismo y son esenciales para su correcto funcionamiento, forman parte de las membranas celulares y transmiten las vitaminas liposolubles (A, D, E, K). Son precursores de hormonas y sales biliares, aportan ácidos grasos esenciales (AGE) (ácido linoleico y alfa-linolénico) y dan palatabilidad a los alimentos. Los principales tipos de lípidos son: triglicéridos, fosfolípidos y colesterol (42).

B. Los micronutrientes.

(42)

“Los micronutrientes, conformados por las vitaminas y los minerales son esenciales para el crecimiento y desarrollo del infante, también participan en otras funciones como en la utilización de los macronutrientes y el mantenimiento del sistema inmunológico. El cuerpo no los puede sintetizar en cantidades suficientes, por ello es necesario ingerirlos con los alimentos. Su ausencia o insuficiencia producen un síndrome carencial específico. Es importante vigilar la ingesta de ciertos micronutrientes para prevenir el riesgo de carencias en la etapa infantil y la aparición de enfermedades en etapas posteriores. En este sentido, son de especial importancia las vitaminas A, D, E, B1, B2, C, folatos, calcio, hierro, magnesio, cinc, potasio y selenio” (p41-43).

a. Vitaminas:

 Vitamina A

 Vitamina D

 Vitamina E

 Tiamina (B1)

“Tiene funciones esenciales en el metabolismo de los hidratos de carbono, síntesis de pentosas y procesos neurales” (44).

 Riboflavina (B2)

 Folato dietético.

“Los folatos son esenciales para la biosíntesis de ácidos nucleicos, especialmente importantes durante el desarrollo fetal" (45).

 Ácido ascórbico. b. Los minerales:

• Calcio

• Hierro

• Magnesio

• Cinc

• Potasio

• Selenio

• Cobre

(43)

2.2.5.3 La pirámide alimentaria

“Tener una alimentación variada (diversidad en alimentos) y una alimentación equilibrada (cantidad adecuada a las necesidades individuales), son entre otros factores las principales vías para promover la salud y poseer una calidad de vida” (46).

Sánchez et al. (46) sostienen que:

“La pirámide de nutrición indica el tipo de alimentos que son necesarios para tener una dieta equilibrada y que frecuencia de consumo es el adecuado. Considera todos los alimentos permitiendo conocer que restringir en una ingesta ocasional.

La pirámide de los alimentos ha ido cambiando como elemento didáctico a la tradicional rueda de los alimentos ya que es de uso práctico porque se ilustra los diferentes grupos de alimentos y su importancia en cantidades para nuestra alimentación esto de acuerdo el tamaño que ocupan en la pirámide”

(44)

 En la base de la pirámide esta la forma adecuada de mantener un estilo de vida saludable, realizando actividad física, equilibrio emocional, balance energético, técnicas culinarias saludables y el consumo diario de agua (46).

 El segundo grupo contiene alimentos con alto contenido de carbohidratos que son la fuente más importante de energía y fibra. Aquí se encuentran los cereales como el maíz, cebada, arroz y avena principalmente, los granos andinos, y raíces como el camote, arracacha yuca y finalmente menestras o leguminosas como el tarwi, frejoles y otras. Debe consumirse entre 4 a 5 veces por día: en el desayuno, a media mañana, almuerzo, media tarde y comida preferentemente (46).

 En el tercer grupo se encuentran las frutas y verduras. Este grupo de alimentos debe consumirse mínimo 3 veces por día (46).

 El cuarto y quinto grupo lo representan alimentos con proteínas de alto valor biológico, como la gallina, sangrecita, pescado, entre otros. Estos deben ser consumidos 2 veces por día y otros tipos de proteína de origen animal que pueden ser consumidos una vez por día. Aquí se encuentra, por ejemplo, queso y leche (46).

 El sexto grupo en la punta de la pirámide es representado por los alimentos con elevado contenido de grasas y azúcares simples. Por su ubicación en la pirámide, significa que debe consumirse en cantidad reducida. Los alimentos que se encuentran en este grupo son: mantequilla, margarina, grasa de cerdo, aceites, golosinas, gaseosas, caramelos, entre otros (46).

2.2.5.4 Recomendaciones alimentarias

Como indicó García (45), para gozar de una buena salud es necesaria una buena

alimentación, equilibrada y variada, acompañada de unos hábitos de vida saludables. Algunas de las recomendaciones específicas sobre la dieta y la actividad física son las siguientes:

● Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos, Aumentar sustancialmente la cantidad de actividad física a lo largo de toda la vida (45).

(45)

● Se debe fomenta el consumo de alimentos de origen animal, como pescado, carnes magras y productos lácteos bajos en grasa (45).

● Reducir notablemente la ingesta de azucares libres o refinados (45).

● Reducir el consumo de sal de cualquier origen y procurar que esté yodada (45). ● Informar adecuada y oportunamente al consumidor sobre su elección de alimentos

saludables (45).

● Planificar la reducción de la comercialización intensiva de alimentos ricos en grasas y/o azucares destinados a los niños (45).

2.2.5.5 Evaluación del estado nutricional

Sarria et al. (47) sostuvieron que:

“El estado nutricional es el estado en relación con la ingesta y sus adaptaciones fisiológicas de la persona que se da luego del ingreso de nutrientes. La Evaluación del estado nutricional será por tanto la acción y efecto de estimar, apreciar y calcular la condición de un individuo según las modificaciones nutricionales que le hayan podido afectar. La evaluación nutricional mide indicadores de la ingesta y de la salud de un individuo o grupo de individuos relacionados con la nutrición. Pretende identificar la presencia, naturaleza y extensión de situaciones nutricionales alteradas, las cuales pueden oscilar desde la deficiencia al exceso. Para ello se utilizan métodos médicos, dietéticos, exploraciones de la composición corporal y exámenes de laboratorio; que identifiquen aquellas características que en los seres humanos se asocian con problemas nutricionales detectando así la mal nutrición o un riesgo nutricional”

“La técnica de la antropometría, es la medición por segmentos corporales que, comparados con patrones de referencia, permiten realizar un diagnóstico nutricional. Las mediciones antropométricas establecen el tamaño y la composición del cuerpo y reflejan la ingesta inadecuada o excesiva, el ejercicio insuficiente y las enfermedades” (48).

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