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El contrabando en el comercio exterior de Nueva España en la época borbónica, 1700-1810

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BRE DE 20

O DEL

A

10

(4)
(5)

El que manda en el comercio, manda en las riquezas

del mundo, y por consiguiente el mundo mismo.

Sir Walter Raleigh.

1

1

(6)
(7)

A mí compañera de vida, quien con su apoyo,

desvelos e infinita paciencia pude dar feliz término a

esta investigación, gracias Maribel.

(8)
(9)

Agradecimientos

A lo largo de estos tres años a mi lado ha estado una gran cantidad de gente. Hacer mención

de cada una de ellas me es imposible, por lo que para aquellos cuyos nombres no aparecen

saben que les agradezco por todo apoyo.

Madre, padre y hermana gracias por su amor y comprensión incondicional.

Maribel, que te podría decir que tu ya

Amigos entrañables Ana, Agueda, Eduardo y Omar sin ustedes el camino hubiera sido

difícil, siempre estaré en deuda con ustedes.

Alonso, Germán, Héctor y José han sido una extensión de mí familia, les guardo un afecto

que el tiempo no borrará.

Gracias grupos de Impacto y Calakmul por su apoyo incondicional me enseñaron a vivir y

disfrutar la pasión de ser historiador.

A los miembros de la Asociación Mexicana de Estudios del Caribe por haberme dado las

oportunidades de expandir mis horizontes académicos.

Y mí especial gratitud a las siguientes personas: al doctor Ernest Sánchez Santiró, siempre

dispuesto a brindarme su tiempo, sus conocimientos y consejos necesarios para el término

de esta investigación; a la doctora Guillermina del Valle quien por su dedicación y atinadas

sugerencias me demostró que el conocimiento va de la mano con la calidad de una gran

persona; y finalmente a mí mentora y amiga la doctora Johanna von Grafenstein por

compartirme sus conocimientos y el afecto que me dio fuerzas para continuar en los

momentos aciagos.

(10)
(11)

Índice de cuadros, esquemas, graficas y mapas

Introducción

Estado de la cuestión

Capítulo I

El comercio exterior de Nueva España: exclusivismo, sistemas

mercantiles y fiscalidad, 1700-1810

1

1.

El exclusivismo mercantil en la carrera de Indias

2

1.1.

Definición del exclusivismo mercantil

2

1.1.1. El sustento ideológico y los límites del sistema comercial exclusivista

español

4

1.2.

Primera pérdida oficial del exclusivismo mercantil español, 1700-1747

6

1.3. Recuperación

del

exclusivismo

mercantil español y su impacto en el

comercio ultramarino, 1747-1796

11

1.4.

Segunda pérdida del exclusivismo mercantil: la Primera Guerra Naval,

1796-1802

12

1.5. La Paz de Amiens: recuperación momentánea del exclusivismo

comercial, 1802-1804

17

1.6.

Tercera y definitiva pérdida oficial del exclusivismo mercantil español,

1804-1810

18

2.

Los sistemas mercantiles en el comercio externo de Nueva España: de

las flotas a los navíos de registro, 1700-1810

21

2.1.

El sistema de Flotas y Galeones, su estructura y organización

21

2.1.2. Apuntalamiento del sistema de convoyes, de la Guerra de Sucesión al

Proyecto de Flotas y Galeones, 1700-1720

27

2.1.3. El apresto de flotas y galeones, del proyecto de 1720 a su cancelación en

1776

30

2.2.

Los navíos de registro, de la marginalidad a su hegemonía, 1700-1810

35

2.2.1. Del convoy al navío de registro: las controversias sobre su uso

38

2.2.2. Aplicación de los Reglamentos de Comercio Libre, 1765 a 1810

41

2.2.3. Decadencia del sistema mercantil ultramarino: sustitución de navíos de

registro españoles por barcos sueltos neutrales, 1795-1810

45

3.

La fiscalidad en el comercio exterior y la plata de Nueva España

51

3.1.

El mercantilismo, la fiscalidad y la extracción de metales preciosos en el

imperio español

52

3.2.

Los aranceles en las exportaciones de España

55

3.3.

La recaudación fiscal en las importaciones de Nueva España

58

3.3.1. Los derechos de almojarifazgo en Nueva España durante el gobierno

Borbón

59

(12)

3.3.3. Las alcabalas y su impacto en el comercio exterior

63

3.4.

Erogaciones para la extracción y amonedación de la plata novohispana

67

3.4.1 Los derechos a pagar sobre la plata novohispana

68

3.4.2. Reformas y cambios en la fiscalidad de la plata novohispana

71

4.

A manera de conclusión

74

Capítulo II

El contrabando en Nueva España, definición, instituciones, agentes

y redes

78

1.

Componentes del contrabando en el comercio exterior de Nueva España

79

1.1.

Descripción del término contrabando

79

1.2.

Condiciones para el desarrollo del comercio ilícito

83

1.2.1. El contrabando y sus discursos para ejercerlo

85

1.3.

Elementos económicos del arraigó del comercio ilícito en Nueva España

88

1.4. Estimaciones sobre los incrementos en el valor de los productos por el

pago de impuestos

91

1.4.1. Impuestos y sus acumulaciones sobre las importaciones en Veracruz

93

1.4.2. Ejemplos de los impuestos y sus acumulaciones sobre mercancías

españolas y extranjeras a fines del siglo XVIII

99

1.4.3. Erogaciones realizadas en el proceso de amonedación de la plata y su

ahorro por la vía del contrabando

109

1.5.

Balance estimativo del margen de ganancia de los contrabandistas a

fines del siglo XVIII y principios del XIX

113

2.

El contrabando como institución informal

116

2.1.

Instituciones informales, organizaciones y agentes del contrabando

117

2.2.

Las redes sociales del contrabando en el comercio exterior de Nueva

España

118

2.2.1. Vínculos personales entre los implicados del contrabando

122

2.2.2. Las conexiones sociales en el virreinato: las cadenas de internación

múltiple del contrabando

132

3.

La espacialidad del contrabando en el comercio exterior de Nueva

España

148

3.1.

Las rutas clandestinas interamericanas e interoceánicas del comercio

ilícito

149

3.2.

Los mecanismos de intercambio fraudulento en el comercio exterior de

Nueva España

152

3.3.

Los espacios geográficos de las cadenas de internación múltiple del

contrabando

155

4.

A manera de conclusión

171

(13)

alcances y límites

174

1.

Instituciones formales y los discursos en contra del comercio

fraudulento

175

1.1.

Las instituciones formales, organizaciones y agentes para perseguir el

contrabando

176

1.2.

El contrabando y los discursos que lo condenaban

178

2.

Incapacidades y fallas en los mecanismos de combate al contrabando

novohispano

185

2.1.

Funciones de la Real Hacienda en materia del contrabando

186

2.2.

La vigilancia en el comercio exterior de Nueva España, sus sistemas y

limitaciones

187

2.3.

La corrupción y el contrabando en Nueva España

194

2.3.1. Los ingresos, venta de cargos y favoritismos en los funcionarios como

causa de la corrupción

199

3.

Las sanciones penales y económicas a los contrabandistas y las formas

para evadir la justicia

210

3.1. Los comisos como formas disuasorias del contrabando. Su definición

212

3.2.

La utilidad del comisos ¿una herramienta cuantitativa o cualitativa?

213

3.3.

Los contrabandistas y su remisión a los tribunales de comisos de primera

y segunda instancia

214

3.3.1. Estructura y funciones de los tribunales de comisos de primera y

segunda instancia

218

3.3.2. Revocación de las sentencias del juicio de comisos

227

3.4.

Las subastas y la repartición de lo recaudado

230

3.4.1. Las subastas y las formas de recuperar la mercancía incautada

237

4.

A modo de conclusión

240

Capítulo IV

Estimaciones cuantitativas sobre el contrabando en el comercio

exterior de Nueva España

243

1.

Los rivales extranjeros de España y su comercio ultramarino, entre lo

lícito e ilícito

244

1.1.

Las bases históricas de la flota bélica y mercante de Inglaterra

246

1.2.

Las colonias británicas en América y su comercio ilícito con Nueva

España

249

1.3.

El comercio ilícito holandés y francés

253

1.4.

El tráfico fraudulento de los Estados Unidos de América

256

2.

Aproximación del contrabando remitido por los rivales de España

260

2.1

Francia y su economía de contrabando en la América española

260

2.2.

El comercio fraudulento de los ingleses en las colonias de España

262

2.3.

La participación de los estadounidenses en el contrabando español

270

3.

Decadencia del comercio marítimo entre la vieja y la nueva España,

(14)

3.2. La caída de las importaciones del comercio lícito de España y la

ausencia de desabasto en Nueva España

275

4.

Estimaciones sobre el contrabando introducido en Nueva España,

1724-1808

277

4.1.

Balance del contrabando introducido en Nueva España

277

4.2

Fluctuaciones del contrabando novohispano y su comparación con el

comercio de Veracruz

291

5.

A manera de conclusión

296

Conclusiones finales

299

Anexos

306

Guerras libradas por España en el siglo XVIII

306

Conversión de libras esterlinas a pesos

310

Las redes sociales y geográficas de los contrabandistas en el

comercio exterior de Nueva España 1736-1808

Fuentes consultadas

325

(15)
(16)
(17)

Introducción

La presente investigación analiza el papel del contrabando en el comercio exterior de

Nueva España durante la dinastía Borbón. Siendo de gran importancia para el desarrollo

económico y social del virreinato, es notorio lo poco investigado al respecto, ello a

pesar que las fuentes proporcionan abundantes vetas sobre casi todos sus aspectos como

son sus dimensiones y sus formas empleadas, los beneficiarios y los perjudicados, su

realización e intentos de erradicación.

En este sentido, la principal novedad historiográfica de nuestra tesis radica en ser

una investigación integral del contrabando en el comercio exterior de Nueva España,

pues a través de sus condiciones económicas abarcamos las variables que lo

determinaron, sus adaptaciones, su cuantificación, sus márgenes de ganancia, sus redes

sociales y espaciales, así como sus limitantes durante los procesos históricos y

económicos acaecidos durante el período Borbón. Estas indicaciones dejan entrever que

los temas proceden de las actividades de los contrabandistas en el comercio exterior

realizado en el virreinato. Por lo cual es necesario entender los conceptos de comercio,

comercio exterior y contrabando y sus aplicaciones a nuestro trabajo.

Para entender qué se entiende por contrabando debemos explicar las bases que lo

determinan. Siendo esta clase de actividad económica un medio de intercambio de

bienes, iniciemos con la descripción de lo que es comercio. El término proviene del

concepto latino commercium y se refiere a la negociación que se entabla al comprar o

vender géneros y mercancías. También se denomina comercio a la tienda, almacén o

establecimiento comercial, y al conjunto o clase de comerciantes. En otras palabras, el

comercio es la actividad socioeconómica que consiste en la compra y venta de bienes,

ya sea para su uso, para su venta o para su transformación. Se trata de la transacción de

algo a cambio de otra cosa de igual valor (que puede ser en dinero o mercancías).1

Por comercio exterior entendemos la actividad dedicada a “exportar los

productos que se fabrican en una región hacía otras áreas ajenas y a importar los

productos que se fabrican en otros lugares para venderlos en el propio territorio.”2 Los

bienes pueden definirse como productos finales, productos intermedios necesarios para

1

Parkin y Esquivel, Macroeconomía, 2001, pp. 43-46.

2

Ibíd., pp. 65-66.

(18)

la producción de finales o materias primas o productos agrícolas. Así, el comercio

exterior permite a una región especializarse en la producción de los bienes que fabrica

de forma eficiente y con menores costos. Este tipo de comercio permite a un territorio

consumir más de lo que podría si produjera en condiciones de autarquía (autonomía).

Por último, también aumenta el mercado potencial de los bienes que produce

determinada economía, y caracteriza las relaciones entre zonas importadoras y

exportadoras, permitiendo medir la fortaleza de sus respectivas económicas.3

Al aplicar la definición del comercio exterior que acabamos de aplicar al

contexto de la Nueva España pareciera que incurriéramos en un anacronismo, pero

creemos que las formas básicas de hacer comercio entre territorios de diversas

“naciones” de hoy día no difieren de las que se practicaron durante la época colonial.

Para ello veamos los orígenes del comercio exterior a niveles internacionales y la

aplicación del término a ese virreinato.

Aunque el comercio exterior siempre ha sido importante para las economías de

las potencias europeas, a partir del siglo XVI empezó a adquirir mayor relevancia con la

creación de los imperios coloniales europeos como los de Portugal, España y

posteriormente Holanda, Inglaterra y Francia donde el comercio se convirtió en un

instrumento de su política de expansión territorial. A grosso modo, el objetivo de estos

imperios era “conseguir cuanta más riqueza mejor al menor coste posible”, y sus

dirigentes descubrieron que al promocionar el comercio exterior podrían aumentar la

riqueza y, por lo tanto, el poder de sus dominios.4

Gracias a su posición geográfica, entre las aguas de los océanos Pacífico y sobre

todo del Atlántico, la Nueva España pudo realizar un intenso comercio exterior. Así, las

regiones europeas se especializaron en las necesidades de la colonia, como lo fueron el

calzado, la herrería, las telas, los vinos, etcétera. Mientras que el territorio americano, y

como pago a los bienes importados, exportaba materias primas como artículos tintóreos

(grana cochinilla y palo de Campeche), pero sobre todo plata labrada y en pasta, mineral

que por ser un metal precioso que poseía en abundancia, fue el producto más aceptado

para liquidar las mercancías importadas.

Siendo Nueva España del dominio exclusivo de la Monarquía Católica, este

círculo mercantil de importación-exportación fue regulado por el gobierno español en

una amplia gama de reales órdenes, bandos y reglamentos. De esta forma, los

3

Ibíd.

4

Ibíd.

(19)

comerciantes que participaban en el comercio exterior del virreinato debían acatar las

normas establecidas en los estatutos mercantiles. En caso de no de hacerlo se

consideraba como una transgresión y, por ende, contrabando, actividad ilícita que a

continuación describimos.

El concreto el contrabando en el comercio exterior de Nueva España lo

entendemos como toda transacción mercantil que, no bien no estaba autorizada por la

jurisprudencia española o bien que no pagaba los impuestos correspondientes.5 Para los

fines de la investigación, otros términos sirven como sinónimos: comercio ilícito, ilegal

o subterráneo y tráfico o intercambio fraudulento.

Ciertamente, el contrabando en Nueva España se gestó casi desde el inicio de la

Carrera de Indias,6 pues resultó ser una alternativa de negocio y de supervivencia tanto

para la población novohispana como para los comerciantes “nacionales” (vasallos del

rey de España) y extranjeros (individuos ajenos a la monarquía española), trayendo

beneficios económicos a todos los participantes.7 Ante los posibles beneficios

económicos, no es de extrañar que el tráfico fraudulento fuera una floreciente actividad

en el comercio exterior del virreinato y un perjuicio para los sistemas de comercio

establecidos por la corona.

A continuación señalamos el corte cronológico, espacial y temático de esta

investigación. Inicia con la muerte de Carlos II (1701) y el acenso al trono de Felipe V,

y concluye en 1810 con la insurgencia en Nueva España. Esta delimitación se debe a

que durante el gobierno Borbón sobrevinieron una serie de cambios radicales

encaminados a incrementar el comercio entre España y sus territorios de ultramar,

excluir en lo posible a rivales extranjeros y combatir de forma más directa al

contrabando. Ciertamente la historiografía ha analizado algunas de las principales

reformas, así como las resistencias y reacciones que éstas produjeron,no obstante, se ha

avanzado muy poco en el conocimiento de los efectos generados por la aplicación de las

reformas comerciales sobre el contrabando en Nueva España. Con respecto al año final,

1810 no fue una decisión fortuita pues es cuando se inició la guerra civil en Nueva

España, circunscribiendo el momento en que el virreinato entró definitivamente en una

5

Para mayor detalle sobre la definición del contrabando remitirse al capítulo II de la presente tesis.

6

La carrera de Indias era el término que englobaba todo el comercio y la navegación entre España y sus territorios de ultramar (sus Indias). García-Baquero, Carrera, 1992, p. 31.

7

De negocio por el margen de ganancia igual o superior generado en comparación con la forma legal, y de supervivencia, porque el contrabando fue una alternativa para intercambiar mercancías que en los mercados lícitos escaseaban o tenían un precio superior.

(20)

fase de crisis de su sistema de comercio ultramarino y política mercantil, ello en parte

gracias al contrabando. Se debe tomar en cuenta que a lo largo de la tesis, mientras

estudiábamos el fenómeno del contrabando en un virreinato en continua transformación,

en algunos temas consideramos necesario realizar análisis en etapas más tempranas a la

cronología señalada, ello con la finalidad establecer los antecedentes de los

intercambios subterráneos en el comercio exterior novohispano.

A través del contrabando se conformaron intrincadas rutas marítimas y terrestres

que se vieron reflejadas en los distintos grupos sociales que lo practicaban. En nuestro

caso, el principal espacio geográfico que estudiamos es el área de la Nueva España tanto

en su parte costera como en tierra adentro, tomando como puntos de importación y

exportación de bienes el área del Golfo de México, conocido también como Seno

Mexicano. De manera secundaria, tratamos las zonas portuarias que establecieron lazos

mercantiles legales o ilícitos con el virreinato, como lo eran las islas del mar Caribe,8

los territorios del Norte, Centro y Sur de América y los enclaves comerciales europeos.

Sin bien, la parte del contrabando transpacífico es un buen ejemplo de cómo los

habitantes del virreinato intentaron realizar una práctica comercial independiente de los

sistemas comerciales impuestos por la metrópoli, en esta investigación no se contempla,

pues nos hemos abocado al comercio subterráneo ejercido de forma directa entre Nueva

España, las bases caribeñas y las potencias europeas.9

Como se puede apreciar, la base cronológica y geográfica de nuestra

investigación son las reformas económicas que aplicó el gobierno borbónico en el

contrabando ejercido en el comercio exterior de Nueva España. Estos cambios

político-administrativos tuvieron un impacto real aunque desigual en las transacciones

fraudulentas. Por lo tanto, los intercambios ilícitos van de la mano con las oscilaciones

de auge-declinación–auge novohispano pues si el comercio lícito decaía, el ilícito tendía

a llenar los vacios dejados por el sistema comercial establecido en los reglamentos

mercantiles.

8

El mar Caribe o mar de las Antillas, comprende el espacio marítimo enmarcado por el arco de las Antillas, las costas centroamericanas (con la costa este de la península de Yucatán), y litorales septentrionales de la América del Sur. En Grafenstein, Nueva, 1997, pp. 29-30.

9

En las costas del Océano Pacífico al encontrarse a una mayor distancia política y desconexión con los controles administrativos de la ciudad de México, el contrabando era una especie de comercio libre. Además, en tiempos de guerra cuando sucedían los bloqueos navales en puertos ibéricos, estos tuvieron mayores consecuencias negativas en el comercio legal ejercido en las costas del Seno Mexicano, esto porque en materia de comercio exterior esas costas tenían un mayor vinculo mercantil con Europa. Mientras que del lado del Pacífico debido a su interrelación comercial con la América del sur y Asia, los conflictos europeos casi no repercutieron en las transacciones marítimas. Calderón, Fortificaciones, 1999, pp. 134, 145-157.

(21)

A partir de los puntos anteriores, el análisis del contrabando en el comercio

exterior de Nueva España se realiza a través de dos vertientes: la importación ilícita de

mercancías procedentes de zonas tanto españolas como extranjeras, y la faceta

exportadora que abarcaba la salida desde las costas del virreinato de materias primas,

metales preciosos, dando singular atención a productos de gran valor para los mercados

“internacionales”, especialmente la plata pues se tenía como el medio de cambio idóneo

en el comercio internacional.

Estado de la cuestión

En materia histórica sobre el comercio entre la vieja y la nueva España, destacan

los trabajos de Javier Ortiz de la Tabla Ducasse10 y Antonio García-Baquero

González.11 Por medio de datos cuantitativos investigan las maneras en que el gobierno

borbónico intentó dar soluciones a los problemas del comercio ultramarino, prestando

singular atención a la controversia del comercio libre en Nueva España, pues a pesar de

la apertura de sus puertos y, debido a las presiones de los consulados y de los agentes

extranjeros, no se logró romper con el predominio de Cádiz en las transacciones

interoceánicas. De ambos estudios, la parte que interesa para esta investigación son las

conexiones comerciales establecidas entre los puertos de la península Ibérica y el de

Veracruz.

Sobre el comercio de ultramar ejercido en Nueva España los trabajos de

Humberto Tandrón12 y Matilde Souto Mantecón,13 resultan útiles, pues a través de las

balanzas comerciales del puerto y el poder político de los integrantes del consulado, se

analizan las formas y dificultades del comercio ejercido en el puerto de Veracruz,

planteándose la idea que el consulado ayudó a consolidar la autonomía de los grupos

hegemónicos del siglo XIX. Además, como se destaca en la obra de Peggy K. Liss14

sobre la rivalidad comercial entre Inglaterra y España, las acciones del contrabando en

el comercio novohispano se convirtieron en serios competidores de los intercambios

legales, dando pie a que los americanos dejaran de depender del comercio de la

Metrópoli, sobre todo con la injerencia de los barcos neutrales en la carrera de Indias.

10

Ortiz de la Tabla, Comercio, 1978.

11

García-Baquero, Libre, 1998.

12

Tandrón, Comercio, 1976

13

Souto, Mar, 2001.

14

Peggy, Imperios, 1989.

(22)

Referente al comercio ultramarino de Nueva España y la participación de navíos

neutrales como factor de crisis se dispone de los artículos de Carlos Marichal,15 John

Robert Fisher,16 Lewis Hanke,17 y el de Malda Bukovansky,18 que tratan las

consecuencias negativas de las guerras en los intercambios ultramarinos, sobre todo

durante las Guerras Navales. Según estos autores para mantener abierta la carrera de

Indias la corona española se vio en la necesidad de recurrir a casas comerciales de

gobiernos neutrales, llegando este sistema mercantil a su máximo nivel durante la

Segunda Guerra Naval (1804-1808) destacando la idea de que fueron los

estadounidenses los que mayores beneficios obtuvieron de esta concesión. Al mismo

tiempo, destacan que el uso de estos barcos contribuyó a la decadencia del uso de barcos

mercantes españoles. Sin embargo, por no tratarse de sus temas, relegan la participación

de los barcos neutrales en el desarrollo del contrabando.

Con respecto a los estudios sobre las reformas borbónicas en materia

económico-militar, los libros de Juan Manuel Zapatero,19 María del Carmen Gómez

Pérez,20 y los de Johanna von Grafenstein,21 ponen de manifiesto la importancia

geoestratégica de Nueva España en las Antillas, y las políticas de los borbones que ante

el empuje comercial y bélico británico y francés establecieron una serie de reformas

para dinamizar el comercio marítimo y perfeccionar los sistemas defensivos navales y

terrestres, tal y como lo comprueba John Robert McNeill,22 quien destacó los esfuerzos

humanos y materiales canalizados a la modernización de la carrera de Indias. En estos

trabajos, se coincide que debido a los conflictos bélicos en los que España se involucró

las erogaciones fueron cada vez mayores, llegando a una incapacidad de salvaguardar el

comercio legal, lo que dio pie a una crisis en las formas de practicar los intercambios

entre la metrópoli y la América española.

Investigaciones como las de John Robert Fisher,23 establecen que tanto el uso de

neutrales como los conflictos bélicos en los que se involucró España, sobre todo los de

1796 a 1808, contribuyeron al colapso comercial interoceánico. Contamos también con

15

Marichal, “Comercio”, 2000.

16

Fisher, “Europa”, 1990, pp. 571-634.

17

Hanke, “Simón”, 1941, pp. 258-291.

18

Bukovansky, “American”, 1997, pp. 209-243.

19

Zapatero, Guerra, 1964.

20

Gómez, Sistema, 1992.

21

Grafenstein, Nueva, 1997.

22

McNeill, Atlantic, 1985.

23

Fisher, Relaciones, 1992, Comercio, 1993.

(23)

las investigaciones de Carlos Marichal,24 y Argelia Pacheco Díaz,25 quienes por medio del estudio de percepciones fiscales como estancos y aranceles, establecen que a causa

de las continuas guerras en las que se vio inmersa España, sobre todo las conocidas

Guerras Navales (1796-1808), cantidades importantes de recursos novohispanos fueron

trasferidos al Caribe y las Filipinas como situados o en calidad de préstamos y vales

reales hacia la península Ibérica. Egresos que también percibe Ruggiero Romano26 a

través de dos clases de “sangrías” una, la legal: en calidad de préstamos forzosos y

pagos para adquirir bienes, y dos, la ilegal o de contrabando utilizada para la

adquisición de productos prohibidos o que no habían pagado los impuestos obligatorios,

lo cual contribuía a la escasez de circulante en el interior del virreinato.

Obras que resaltan la importancia de la plata en el comercio exterior del

virreinato son las de Bertrand Hausberger,27 Pedro Pérez Herrero28 y Carlos Rubén Ruiz

Medrano; 29 quienes por medio de estudios cuantitativos y fiscales analizan la

generación de riqueza con la extracción del preciado mineral, y su importancia para la

corona española. Para esta tesis es de gran ayuda el modelo descriptivo de la escasez de

circulante como una de las causas para que los nexos interpersonales entre la población

novohispana fueran más fuertes y menos dependientes de España.

Sobre los recursos financieros del virreinato septentrional y su relación con el

comercio exterior, se cuentan con las obras de John Jay TePaske y Herbert S. Klein.30

En ellas, los autores establecen una historia de la fiscalidad colonial sobre todo para el

siglo XVIII; a la par estas investigaciones comprueban la tesis de que las percepciones

fiscales provenientes del virreinato de Nueva España se incrementaron de forma

gradual, en contraposición al los ingresos del Perú. Por lo que al entrar en crisis el

virreinato novohispano, el sistema de la Real Hacienda se vio seriamente

comprometido.

Las investigaciones más relevantes sobre la Real Hacienda novohispana en

materia de comercio exterior, organización interna, limitantes y transformaciones para

contrarrestar las actividades de los contrabandistas y aumentar la recaudación fiscal, son

24

Marichal, Bancarrota, 1999.

25

Pacheco, Estrategia, 2005.

26

Romano, Moneda, 1998.

27

Hausberger, Nueva, 1997.

28

Pérez, Plata, 1988.

29

Ruiz, Plata, 2002.

30

Klein, Finanzas, 1994; Te Paske, Real, 1976; Te Paske y Klein, Ingresos, 1986.

(24)

las de Luis Antonio Jáuregui Frías,31 Renate Pieper32 y Andrés Lira González;33 quienes

a través de estudios en materia administrativa, cuantitativa y fiscal, brindan a nuestro

trabajo las medidas de modernización y de centralización en campos de la justicia, el

comercio y la administración pública que el gobierno Borbón usó para contrarrestar la

corrupción y el contrabando en el comercio ultramarino, sobre todo a partir de los

cambios que sobrevinieron con la creación de las intendencias.

Sin embargo, en todos estos estudios abocados al comercio entre España y sus

Indias, no se presta mayor atención al tipo de individuos involucrados en el comercio

subterráneo, ni en las cantidades ni en la clase de las mercancías que eran

intercambiadas por la vía del contrabando, lo cual es uno de los aportes de nuestra

investigación.

Sobre el tema del contrabando en la época colonial, se cuenta con la compilación

realizada por el Banco del Comercio Exterior de México34 y la obra de Sergio R.

Villalobos.35 Ambos basan sus estudios del comercio ilegal por medio de una

recopilación puramente textual de instrucciones, decretos y bandos referentes a las

prácticas y sugerencias para combatir el comercio ilícito en las Indias.

Por otro lado, sobre el contrabando practicado en el Caribe, incluyendo las

costas de Nueva España y prestando singular atención a los agentes españoles y

extranjeros, principalmente ingleses, así como a las diversas modalidades para ejercerlo,

se dispone de los artículos de Gerardo Sánchez Díaz,36 Herman J. Muller,37 y Scarlett

O’Phelan Godoy,38 así como los libros de Arturo Ariel Betancurt, Héctor Feliciano

Ramos39 y Teresa Lozano Armendares.40 En su conjunto abordan el tema del

contrabando desde variados ángulos, comenzando su análisis con las autoridades

españolas que lo combatieron y las extranjeras que lo promovieron, el tipo de productos

introducidos por esa vía, las formas y los medios para transportarlo, así como la

“nacionalidad” de los contrabandistas (sean ingleses, españoles o indígenas), las

justificaciones y medios que usaron los comerciantes fraudulentos para contrarrestar la

31

Jáuregui, Anatomía, 1994; Real, 1999.

32

Pieper, Real, 1992.

33

Lira, “Aspecto, 1998, pp. 27- 65.

34

Banco, Contrabando, 1967. 35

Villalobos, “Comercio”, 1962, pp. 517-544.

36

Sánchez, “Estanco”, 2001, pp. 9-34.

37

Muller, “British”, 1957, pp. 3-20.

38

O’Phelan, “Orden”, s.a., pp. 1-23.

39

Ramos, Contrabando, 1990.

40

Lozano, Chinguirito, 1995.

(25)

persecución realizada por la corona española. Al mismo tiempo, en sus trabajos se

cuenta con descripciones parciales de la reglamentación que sancionó estos

intercambios.

Todas los investigadores arriba citados concuerdan que desde mediados del siglo

XVIII, cuando se comenzó a abrir el comercio ultramarino, el contrabando disminuyó

en fuerza no sólo económica sino de pertenecía entre la población novohispana. Pero a

fines del siglo XVIII, el comercio ilícito se desbordó, rebasando las medidas de

persecución o castigo usadas por el gobierno español. Este tipo de estudios sobre el

contrabando en el Caribe trata de comprobar la incapacidad del sistema comercial

español para brindar en abundancia y a buen precio los productos que necesitaban los

americanos, por lo que el contrabando era visto como un mal necesario, sobre todo en

tiempos de guerra. Sin embargo, debido a que las investigaciones no contemplan el

contrabando más allá de fines del siglo XVIII, fue uno de los factores de la crisis en el

uso de navíos de registro con pabellón español.

La investigación que va más allá del siglo XVIII y que cuenta con una sección

sobre el contrabando en Nueva España en la primera década del siglo XIX, así como un

análisis de la transición comercial legal e ilegal entre el antiguo régimen y el período

independiente, se abocan los trabajos de Walter L. Bernecker,41 quien analizó el

comercio ilícito en el México decimonónico, pero ofrece información valiosa sobre el

comercio ilegal en los últimos años del virreinato. A través del análisis de las memorias,

crónicas de viajeros, reportes anuales de funcionarios del Congreso, etc., supera la

descripción meramente de hechos, analizando las diversas acepciones de hacer

contrabando, y los obstáculos arancelarios a los que se enfrentaba el comerciante.

Sobre el contrabando en áreas fuera de Nueva España, existen múltiples

investigaciones, entre las más relevantes tenemos los estudios sobre la competencia

“desleal” realizada por agentes extranjeros, caso de los trabajos de John Boissevain, 42

V. L. Brown43 y José Acuña44 quienes analizan cómo las naciones europeas, desde sus

bases en el viejo continente y el Caribe establecieron por la vía del fraude fiscal. Tal

dinamismo mercantil con los territorios de Cartagena de Indias que gradualmente se

perturbó el orden social y económico impuesto por las autoridades españolas.

41

Bernecker, Contrabando, 1994; “Principal”, 2005, pp. 133-144.

42

Boissevain, Friend, 1974.

43

Brown, “Contraband”, 1928, pp. 123-145.

44

Acuña, “Contrabando”, 2005, pp. 43-87.

(26)

En la cuestión del impacto del contrabando y sus asociados españoles en los

espacios geográficos, se cuenta con la obra de Sergio Villalobos45 y el estudio de

Adolfo Meisel Roca.46 Ambos investigan el tema del contrabando a través de las

controversias generadas por los discursos entre los que se valían de esta actividad para

enriquecerse o simplemente para proveerse de los productos faltantes y aquellos

perjudicados por esta desleal competencia y defraudación fiscal. Mientras que Meisel

Roca abarca el Caribe neogranadino, el trabajo de Villalobos se centra en los mercados

internacionales de los virreinatos de Nueva Granada y el Río de la Plata y Chile con sus

nexos mercantiles con el Pacífico y el Atlántico. Llama la atención que ambos

investigadores no contemplan los nexos entre estas regiones y otras zonas de la América

española, ni los recursos que la corona española utilizó para erradicar este comercio

subterráneo.

Interesante para esta investigación es que Meisel Roca establece un ejercicio

contrafactual con el fin de estimar los valores máximos para el contrabando dentro de la

economía virreinal, en especial de sus provincias caribeñas, permitiendo contrastar la

magnitud del contrabando con la de los situados que recibió Cartagena para financiar

sus fortificaciones y las tropas que albergaba. Mientras que Villalobos sostiene el

análisis que el factor detonante del contrabando no fue el monopolio impuesto por la

metrópoli, sino la creciente demanda de las colonias por proveerse de mercancías, con

el acercamiento hacia mercados extranjeros. Por tanto, ambos enfoques permiten

visualizar el contrabando como una actividad más del mercado creciente gestado en las

Indias Occidentales.

Estos estudios se complementan con los trabajos de Zacarias Moutoukias,47

quien destaca que la práctica de este tipo de fraude implica un proceso de socialización

basado en las estructuras no sólo familiares y de parentesco, sino en una diversidad de

nexos interpersonales y reglas no escritas existentes entre los diversos estratos sociales

que componían a las sociedades coloniales, dando pie a la creación de nexos que

alejaron a los americanos de España.

En general, las obras sobre el contrabando en la América española sugieren que

las políticas económicas monopolistas en el comercio colonial interoceánico fueron

aprovechados por Inglaterra y Francia para establecer contrabando en esa región.

45

Villalobos, Comercio, 1965.

46

Meisel, “Situado”, 2006, pp. 1-64.

47

Moutoukias, “Burocracia”, 1988, pp. 213-248.

(27)

También establecen que para estudiar el contrabando las fuentes sobre transgresiones al

orden comercial establecido son de vital importancia, pues a partir de ellas se puede

cuantificar el grado de participación no sólo de la población sino del combate que el

Estado dispuso frente a esta ilícita actividad. Sin embargo, no existe un trabajo integral

del contrabando novohispano en la franja del Seno Mexicano; además, salvo la obra de

Adolfo Meisel Roca, las investigaciones tienden a mostrar el problema del contrabando

más que a establecer aproximaciones sobre su cuantificación. El reto está en poder

establecer aproximaciones más cercanas a la realidad del contrabando en el comercio de

la América española, y es precisamente este reto que la presente tesis pretende tomar.

Tomado en cuenta que para el ejercicio del comercio lícito como el ilícito se

requería de la participación de los individuos involucrados y los espacios que utilizaban

para ejercerlo, es necesario conocer el panorama historiográfico de las redes sociales y

geográficas. Trabajos que introducen al lector en ambas temáticas es la obra que

coordinó Carmen Castañeda48 y el libro coordinado por Antonio Ibarra y Guillermina

del Valle Pavón.49 Sus artículos tienen algo en común: constituyen una guía para esta

investigación, pues estudian los círculos de poder que ejercen las élites americanas en

los siglos XVII a XIX, entendiéndolas como grupos generalizados que detentan el

control e influencia para hacer valer sus intereses dentro de una sociedad. Además,

analizan los recursos económicos y familiares con que los grupos trataron de obtener o

expandir su poder a espacios ajenos, ello por medio del prestigio y la destreza cultural

(pactos, matrimonios, sobornos, etcétera.).

Bajo esta misma temática de nexos sociales y espaciales, el artículo de Antonio

Ibarra50 sobre los grupos de comerciantes del Consulado de Guadalajara investiga la

idea de que la proporción de los niveles de mercancías van de la mano con la

complejidad de las redes de negociación establecidas a lo largo del territorio provincial.

Un planteamiento similar tiene Ernest Sánchez Santiró, 51 quien en su estudio sobre la

producción azucarera muestra como las elites de la ciudad de México lograron mantener

el control de las haciendas productoras, gracias al establecimiento de lazos de negocio y

de parentesco sumamente fuertes que les permitieron seguir estableciendo nexos

comerciales entre los agentes de la capital y los comerciantes de las provincias.

48

Castañeda (coord.), Círculos, 1998.

49

Ibarra y Valle (coords.), Redes, 2007.

50

Ibarra, “Redes”, 2007, pp. 1017-1041.

51

Sánchez, “Incertidumbres”, 2007, pp. 919-967.

(28)

Además, ambos trabajos coinciden en su metodología, pues establecen un amplio

abanico de flujos de circulación de bienes y personas por medio de graficas de redes

egocentradas establecidas entre los individuos más prósperos.

Uno de los investigadores más destacados en el tema de redes sociales del

contrabando es Zacarias Moutoukias,52 cuyos trabajos analizan cómo los mercaderes de

Buenos Aires hicieron del fraude fiscal un medio de comercio directo entre potencias no

españolas y los consumidores rioplatenses. Sus estudios prosopográficos muestran la

clase y cantidad de relaciones socio-económicas entre las oligarquías locales y los

representantes de la corona, sobre todo la influencia de los primeros para corromper a

los segundos. Por medio de una cuantificación, se observan las variables de influencia

de las elites en la toma de decisiones en el aparato administrativo español, pero sin

romperlo, pues al ejercer el contrabando y ser solapado por autoridades corruptas, el

comercio del Río de la Plata se mantenía inmerso en el imperio español. Además,

Moutoukias por medio del análisis del contrabando pone particular énfasis en el estudio

de los procesos culturales y los dispositivos simbólicos a través de los cuales se

legitiman, fortalecen, producen y reproducen las relaciones y ordenamientos sociales,

así como las estructuras de poder y dominación en Hispanoamérica.

Sobre las redes sociales y geográficas del contrabando, el trabajo de Macarena

Perusset Veras53 percibe que, conforme se alejaban alejando de los espacios cercanos a

los grandes núcleos mercantiles, el contrabando se convierte en una práctica alternativa

y de supervivencia, pues las vicisitudes de los sistemas de intercambio usados para la

carrera de Indias, daban como consecuencia que el entramado social de esta ilícita

actividad fuera más complejo y dinámico, conformando sus propias rutas terrestres. La

parte que más interesa para esta investigación son los compromisos sociales que los

actores del contrabando tenían con el resto del grupo, como por ejemplo: acatar normas

no escritas para cumplir con los acuerdos verbales. Ante la escasez de productos por la

vía legal, y por medio de una conducta política, los actores justificaban que el

contrabando no debiera ser censurado. Para esto, incursiona en los aspectos políticos y

económicos de los funcionarios, vecinos y pobladores del puerto bonaerense en los

orígenes y pluralidad del comercio ilegal y en la ambigüedad y escasa fuerza de las

leyes emanadas de la península contra el comercio subterráneo.

52

Moutoukias, “Burocracia”, 1988, pp. 213-248; “Redes”, 2005, pp. 1-17; Bertrand y Moutoukias, (eds.), Configuraciones, 2002.

53

Perusset, “Ilicit”, 2007, pp. 158-185.

(29)

Dentro de las redes sociales y espaciales establecidas para los flujos de

internación de mercancías, se tienen los artículos de Clara Elena Suárez Argüello,54 y el

de Miguel Rosal.55 Basándose en una investigación cualitativa y un levantamiento

prosopográfico, desarrollan la integración de las redes comerciales en Nueva España,

con especial énfasis en los vínculos familiares y sus relaciones entre

productores-proveedores-consumidores, ello con la finalidad de movilizar sus recursos e integrar los

componentes de los mercados virreinales. Dentro de estas investigaciones se observan

los procesos de internación de mercancías a través de vías pluviales y terrestres, no por

grandes comerciantes, sino por arrieros, campesinos y pequeños comerciantes, y en

general nos sirve como una forma más para interpretar las fuentes sobre los

intercambios fraudulentos.

Para enriquecer estas contribuciones, un aporte historiográfico de nuestra

investigación es el estudio del contrabando en el comercio exterior de Nueva España

desde un amplio espectro temático, pues además de analizar las vicisitudes del comercio

lícito y los sistemas utilizados para ejercerlo, estudiamos el comercio subterráneo desde

diversos ángulos como son las condiciones necesarias para practicarlo, las exacciones

fiscales que perjudicaban los intercambios legales y hacían rentables los fraudulentos,

las motivaciones de los individuos para crear lo que nosotros denominamos como

asociaciones ilícitas de beneficio56 las cuales utilizamos para desarrollar otro término de

nuestra autoría: las cadenas de internación múltiplesdel contrabando, fueran sociales o

geográficas.57

Otros aspectos que aparecen en nuestro trabajo remiten a la participación de

agentes extranjeros en la promoción de los intercambios ilegales, a las guerras como el

medio de descontrol de los sistemas mercantiles regulados por los reglamentos de

comercio, a los limites jurídicos, humanos y materiales de las organizaciones

encargadas de perseguir y castigar a los contrabandistas y, finalmente, tratamos de

aportar una cuantificación del comercio subterráneo. No pretendemos agotar las

54

Suárez, “Redes”, 2004, pp. 1-32.

55

Rosal, “Transportes” en Anuario, 1988, pp. 123-159.

56

Con asociación mercantil ilícita de beneficio, nos referimos al vínculo entre compra-venta que por la vía del comercio ilícito establecen individuos o grupos para realizar intercambios al margen de la ley de productos ofrecidos por los contrabandistas.

57

Cadenas de internación múltiples del contrabando, es nuestro concepto que engloba los nexos sociales y las rutas de comercio ilícito. En cuestión de los nexos sociales, el término engloba a los individuos implicados y las zonas que tocaron desde la salida, los puntos intermedios y el destino final de las mercancías establecidas por esta vía. Mientras que referente a las rutas, enmarca los derroteros marítimos y terrestres utilizados por los contrabandistas.

(30)

interpretaciones de estos temas, lo que buscamos es despertar inquietudes para futuras

investigaciones sobre el contrabando.

En este sentido, como hipótesis principal planteamos que, a pesar de las

reformas borbónicas, el contrabando logró ser un medio efectivo para realizar los

intercambios en Nueva España. De esta hipótesis central se desprenden las siguientes:

Se estima que a lo largo del período Borbónico el contrabando contribuyó a la pérdida

del control del comercio interoceánico establecido por las organizaciones de la corona

española, limitándolas en recursos económicos y en la efectividad de ejercer una

vigilancia sobre los intercambios realizados en el virreinato, lo que con el tiempo

contribuyó a la gradual separación económica entre la vieja y la nueva España. Otra

hipótesis particular, es que conforme los controles establecidos por el gobierno español

se hicieron más agudos, los contrabandistas se adaptaron y diversificaron a través de sus

redes sociales y espaciales, llegando a evitar de forma efectiva los obstáculos jurídicos y

económicos que se les presentaban. A consecuencia de las restricciones impuestas por

España, los agentes comerciales de potencias rivales como Inglaterra, Francia, Holanda

y las neutrales como Estados Unidos de América crearon circuitos mercantiles de

contrabando con Nueva España, contribuyendo al perjuicio del real erario y al

debilitamiento de las formas licitas de hacer la carrera de Indias. Y como última

hipótesis particular, establecemos que cada vez que España libraba alguna guerra, el

virreinato padecía periodos momentáneos de crisis en los sistemas de comercio

ultramarino y aumentos en las tarifas aduaneras, lo que contribuía a fases de apogeo del

comercio ilícito, llegando en sus etapas más avanzadas a convertirse en un problema

endémico.

Para comprobar las hipótesis anteriores la presente investigación gira alrededor

de las siguiente propósito central: comprender el papel que jugó el contrabando en el

comercio exterior novohispano durante la época Borbónica, 1700-1810. De esta

búsqueda se desprenden cuatro temas específicos. Primero, se analizan los cambios y las

consecuencias de las reformas borbónicas y las guerras internacionales en el monopolio

mercantil, los sistemas de comercio ultramarinos y la fiscalidad en el comercio exterior

de Nueva España. Segundo, se busca establecer la importancia del contrabando como el

medio alterno para realizar el comercio ultramarino de Nueva España, y así determinar

las motivaciones económicas, sociales y morales que llevaron a los vasallos del rey de

España y a los agentes extranjeros a asociarse y crear rutas para ejercerlo, ello con la

(31)

nombre del gobierno español. Tercero, se estudia la organización y el funcionamiento

de los sistemas defensivos de tierra y mar creados por la corona española para disuadir,

perseguir y castigar a los implicados en el comercio subterráneo, y a la par, se miden el

grado de efectividad y las limitantes que tuvieron que enfrentar estas organizaciones

ante la permanente adaptación de los contrabandistas. Por último, a través de los

intercambios marítimos ejercidos por las potencias rivales de España y los agentes

neutrales, en contraste con el balance del comercio legal en el puerto de Veracruz,

investigamos las cantidades que en calidad de contrabando aproximadamente entraban

al virreinato, lo cual permite establecer una estimación del comercio fraudulento. Del

desarrollo de estos apartados se desarrollan los cuatro capítulos que integran la presente

investigación.

Con el fin de alcanzar estos objetivos, y viendo el contrabando como una

actividad mercantil, el estudio tiene un enfoque económico-social, pues, además de

abordarlo desde un ámbito comercial, también se incorporan. Así en la investigación,

hemos construido una prosopografía del contrabando,58 la cual consiste en una biografía

colectiva de los protagonistas (individuales o colectivos), logrando con ello establecer

las características peculiares de los individuos involucrados en esta clase de

intercambios. Además, con el análisis de las redes sociales y mercantiles se han

realizado reconstrucciones sobre las diferentes fases, lugares y conexiones entre os

actores del contrabando. Esta metodología utilizada en el contrabando proporciona

ejemplos de los vínculos interpersonales creados a partir de su ejercicio, los cuales

hemos ampliado con el análisis de la rede espacial en las que se ejerció esta actividad.

Para llevar a cabo esta investigación se utilizó toda una diversidad de fuentes

primarias (impresas y de archivo) tanto en instituciones nacionales como en el

extranjero. Con respecto a las fuentes impresas, se consultaron en su edición original,

facsímil o transcritas, las diferentes disposiciones que normaron el comercio de tierra y

mar vigentes en el reino de Nueva España, así como las encargadas de regular el sistema

fiscal virreinal.

Sobre las disposiciones generales del derecho que legitiman la persecución del

contrabando y las posibles penas impuestas, de entre las más relevantes obras de la

58

Aunque originalmente la prosopografía se define como la “descripción de los rasgos físicos de la persona, de su apariencia externa”, para las ciencias sociales, a partir de métodos estadísticos, permite la recreación de redes (ya sea de personas o grupos). En Vones-Liebenstein, “Método”, Anuario, 2005, pp. 351, 354-355.

(32)

época se utilizaron la Recopilación de leyes de los reynos de las Indias, obra importante por contener el cuerpo más importante de disposiciones jurídicas que se aplicaron en el

siglo XVIII.59 Considerando que se analizan la estructura de las organizaciones

virreinales, como la Real Hacienda y los Tribunales de justicia, es de suma utilidad la

obra de Fabián de Fonseca y Carlos Urrutia, Historia general de la Real Hacienda,60 la

cual establece la organización y funcionamiento de su área de comisos, así como la

distribución de los ingresos producidos por el apresamiento del contrabando.

Al mismo tiempo se complementa la documentación referente a normas y

ordenamientos judiciales entorno al comercio lícito e ilícito, los cuales pueden ser

encontrados de forma abundante y constante en el Archivo General de la Nación,

México61, en sus ramos Bandos, Judicial, Impresos Oficiales, Reales Cedulas y Reales

Ordenes. Se sabe que esta clase de disposiciones oficiales son el reflejo de políticas

encaminadas a asegurar los beneficios de la Corona.

Sobre las fuentes documentales no impresas, el trabajo se sustenta en el Archivo

General de la Nación, México, y Archivo General del Estado de Yucatán,62 el Archivo

General de Indias63 y el Archivo Histórico Nacional, Madrid.64 Estos archivos contienes

acervos que cubren un amplio espectro de las relaciones comerciales entre España y sus

territorios de ultramar de los cuales destacamos los siguientes fondos. En al AGNM los

registros de carga, las constancias arancelarias y los Juicios de Comisos, en los ramos

de Alcabalas, Archivo Histórico de Hacienda, Consulado, Comisos y Tribunal de

Cuentas muestran datos cuantitativos y cualitativos sobre los gravámenes cobrados en

productos que acataron las reglamentaciones de internación y el tipo mercancías

introducidas lícita e ilícitamente. En ese mismo archivo se cuenta con una amplia gama

de información referente a la conducción de las causas judiciales, los procesos de

Juicios de Comisos, la distribución de lo incautado, los apresados, los compradores y las

áreas de prácticas contrabandistas, para estudiar esto fue preciso consultar los ramos de

Aduanas, Alcabalas, Alcaldes Mayores, Archivo Histórico de Hacienda,

Ayuntamientos, Caminos y Puentes, Cárceles y presidios, Comisos, Consulado,

Correspondencia de Diversas Autoridades, Criminal, Real Audiencia y Real Caja.

59

Recopilación, 1690.

60

Fonseca y Urrutia, Historia, 1845-1853, 6 vols.

61

En Adelante AGNM.

62

En adelante AGEY.

63

En adelante AGI.

64

En adelante AHN.

(33)

Sobre patrullajes y medidas para perseguir el contrabando durante la travesía, el

desembarque y la distribución tierra adentro, consultamos los ramos Acordada, Bandos,

Cárceles y presidios, Marina, Indiferente de Guerra, Provincias Internas y Reales

Cédulas del AGNM. También dentro de esta temática son útiles los ramos Cárceles en

general, Presidio de San Carlos y Presos de Cárceles de la Ciudad ubicado en el ramo

Real Audiencia, del AHDF. Referente al funcionamiento de la Real Hacienda, sus

ingresos, la estructura jerárquica y los salarios de su personal, se utilizaran los grupos

documentales de Aduanas, Alcabalas, Almacenes Reales, Archivo Histórico de

Hacienda, Real Caja, Real Hacienda, y Tribunal de Cuentas del AGNM.

Con respecto a sanciones, castigos, indultos y ratificación de sentencias de

quienes eran descubiertos en flagrancia, en el AGNM se tienen los ramos de Bandos,

Comisos, Correspondencia Diversas Autoridades, Correspondencia de Virreyes,

Criminal, Judicial, Impresos Oficiales y Reales Cedulas. Para el caso de la ciudad de

México, el AHDF en sus fondos de Juntas de policía, Policía en general y Policía de

seguridad, se hallan los informes de incidentes, crímenes y problemas referentes al

contrabando, así como la entrega de los infractores al Tribunal de Cuentas.

Con respecto a los repositorios extranjeros, el Archivo General de Indias y el

Archivo Histórico Nacional de Madrid, al que se accesó por la vía de la internet, se

cuentan con fondos en materia de comercio exterior con disposiciones en apertura

comercial, comerciantes y sus redes de poder en la América española, contrabando, así

como de decomisos, juicios de comiso, penas y sentencias, reglamentos y regulaciones

del comercio trasatlántico, tratados internacionales en materia bélica y mercantil e

informes sobre los territorios de ultramar.

Para la Nueva España, el poder establecer su balanza comercial exterior sobre

sus transacciones legales,65 y así tener otra herramienta para establecer un estimado del

volumen del contrabando practicado en Nueva España, además de estas fuentes, se

utilizaron impresos mercantiles de la época, como la balanzas del comercio del puerto

de Veracruz, las Gacetas de La Habana, de México, de Madrid, así como la Royal

Gazette de Jamaica, las cuales usamos para establecer un aproximado del comercio

entre las regiones caribeñas y europeas con la Nueva España.

La estructura de este trabajo se orienta por aspectos tanto cronológicos como

temáticos. El primer capítulo trata sobre los antecedentes históricos y el marco

65

Por transacción legal se entiende como el comercio de toda mercancía autorizada por el gobierno y haber cubierto el total de los gravámenes impuestos en la misma.

(34)

estructural del comercio legal y las vicisitudes que tuvieron por causa del contrabando a

lo largo del período Borbón. Para ello los temas analizados fueron la pérdida y

recuperación del exclusivismo comercial español, los cambios en los sistemas

mercantiles encargados de hacer la carrera de Indias y las reformas realizadas en la

fiscalidad.

En el segundo capítulo se estudia el contrabando, iniciando con un debate sobre

sus conceptos que utilizamos para captar las condiciones que dieron pie al surgimiento

de esta clase de comercio en Nueva España y las opiniones de ciertos grupos sociales

que defendían su uso. A partir de los resultados, se hace un examen de las erogaciones

realizadas por el pago de derechos al comercio. El resultado es contrapuesto con la

evasión fiscal, para así confrontarlos y estimar los posibles márgenes de ganancia de los

contrabandistas. Además, se analizan y recrean alguna de las redes sociales y espaciales

del contrabando en el comercio exterior del virreinato bajo el reinado de los Borbones.

En el tercer capítulo se estudian los distintos esfuerzos de la corona española por

combatir de forma efectiva al contrabando. Tomando como base los estudios realizados

por algunos pensadores de la época, se brinda un balance de la estructura económica y

social de los recursos humanos y materiales que tuvo la Real Hacienda, en tanto era la

principal organización encargada de vigilar las formas “correctas” de hacer comercio.

En contraposición, se estudian los factores que limitaron las medidas de combate al

contrabando, al grado de resultar ineficientes.

En el cuarto y último capítulo, con base en los datos facilitados por autores

españoles y extranjeros de la época, se hace una serie de estimaciones de los montos de

contrabando realizados en el comercio exterior de Nueva España a lo largo del siglo

XVIII y primera década del XIX. A la par, se señala que las guerras, especialmente las

Navales, fueron factores para que el contrabando alcanzara niveles inusitados, lo que

contribuyó al colapso del sistema de comercio basado en los reglamentos mercantiles de

la corona española.

Con respecto a la sección de conclusiones, allí se presentan los logros y

aportaciones de esta investigación al campo historiográfico. Mientras que en el anexo,

damos una serie de datos cuantitativos y cualitativos de algunas redes económicas,

geográficas y sociales del contrabando practicado en el virreinato.

(35)

Capítulo I

El comercio exterior de Nueva España: exclusivismo, sistemas mercantiles y

fiscalidad, 1700-1810

Para entender las formas, las injerencias, las redes sociales y las posibles cantidades del

contrabando en el comercio exterior de Nueva España, primeramente debemos conocer las

bases mercantiles donde se gestaron esta clase de intercambios fraudulentos. Pues desde el

inicio de los intercambios entre el viejo y el nuevo mundo la corona española estableció

reglamentos que conformaron las formas en que debió realizarse la comercialización de

productos. Ahora bien, a la par de este mecanismo que podemos establecer como autorizado,

lícito, legal o legítimo, se estableció uno ilícito, ilegal, ilegitimo o subterráneo. Por tanto, para

analizar el contrabando se debe investigar el sistema comercial emanado de las regulaciones

apoyadas por el gobierno español.

Como veremos a lo largo de la tesis, la monarquía española prestó singular atención al

comercio de sus Indias, siempre buscando incrementar los intercambios y los ingresos

aduanales, y para nuestro tema, combatió toda transacción mercantil no autorizada o actividad

fraudulenta.

1

Para lograr hacer mella en el comercio subterráneo, las autoridades estuvieron

perfeccionando y adaptando de forma constante las maneras en que se debía practicar el

comercio. Para comprender este postulado, los temas del exclusivismo español, los sistemas

de intercambio y las tarifas arancelarias que se establecieron para el ejercicio del comercio

exterior novohispano son los tres factores principales que nos permiten establecer posibles

escenarios lógicos para las fluctuaciones del contrabando.

Utilizamos el concepto del exclusivismo mercantil para conocer las medidas que tomó

el gobierno español para proteger los intercambios lícitos entre sus territorios “exclusivos”,

manteniendo alejados en lo posible a todo competidor extranjero. Con respecto a los sistemas

de intercambio, a lo largo del siglo XVIII la corona española estableció medidas para

revitalizar e intensificar el tráfico marítimo, lo cual dio como resultado el cambio de un

1

Se entiende como “actividad fraudulenta”, todo intercambio de mercancías que no haya realizado el pago parcial o total de los aranceles correspondientes por compra, internación o venta.

(36)

sistema utilizado en los dos siglos anteriores por uno más liberalizado. De entre las metas a

lograr fue entorpecer el comercio ilegal, así que el éxito o fracaso de tal propósito estuvo en

parte determinado por los intercambios logrados por los mecanismos lícitos. Por último, las

tarifas arancelarias establecidas en la introducción de mercancías al interior de Nueva España

y en la producción de la plata, fueron determinantes para establecer los márgenes posibles de

ganancia de los contrabandistas, pues a mayores cobros fiscales, si se podían evadir, mayor

era la cantidad a ganar. El desglose de estos tres temas son el punto de arranque para el

estudio que se representa en los siguientes capítulos: examinar el contrabando en el comercio

exterior de Nueva España en el siglo XVIII. A continuación iniciamos con la exposición de la

política comercial exclusivista en el imperio español.

1.

El exclusivismo mercantil en la carrera de Indias

Antes de analizar el tráfico mercantil que tuvo Nueva España durante la dinastía Borbón y su

relación con el contrabando, es necesario explicar el término exclusivismo y así desarrollar su

relación con las políticas mercantiles españolas.

1.1.

Definición del exclusivismo mercantil

Durante los siglos XVI-XVIII el expansionismo comercial de las potencias europeas estuvo

determinado por el sistema comercial conocido como mercantilismo, el cual se basó en la idea

de que el gobierno debía ejercer un control sobre el comercio y la industria para lograr

aumentar el poder de sus dominios; así, proteccionismo e intervencionismo

van de la mano

con este pensamiento.

El proteccionismo se entendía como una política económica encaminada a

salvaguardar las actividades económicas “nacionales”

2

frente a la competencia de rivales

extranjeros, ello a través del establecimiento de procedimientos de control del comercio.

3

2

En este caso se entiende por actividades económicas “nacionales” como la producción de mercancías y la explotación de materias primas en los territorios que conforman un imperio: metrópoli y colonias.

3

El proteccionismo se aplicó fundamentalmente al fomento de las exportaciones y a la restricción de las importaciones. Debido a ello, frente a los artículos manufacturados del extranjero se levantaron murallas arancelarias que dificultaban su entrada a los dominios de la metrópoli. Además de intentar obstaculizar el comercio mediante aranceles se buscaba proteger la propia industria. En cuanto a las materias primas se va a favorecer su importación para la industria nacional. Este proceso fue muy común en los siglos XVI-XVIII, cuando el desarrollo comercial había conocido un progreso considerable, fundamentalmente en la producción de aquellas mercancías destinadas a la exportación. Pagden, Spanish, 2006, p. 121.

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