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LABRANZA DE CONSERVACIÓN Y MANEJO AGROECOLÓGICO DE PLAGAS PARA UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE

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LABRANZA DE CONSERVACIÓN Y MANEJO AGROECOLÓGICO DE PLAGAS PARA UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE

Fernando Bahena Juárez1 Jaime Velázquez García1

RESUMEN

El reconocimiento de los daños al ambiente y la creciente degradación de los recursos naturales, particularmente el suelo y el agua, como consecuencia de una agricultura intensiva con orientación productivista, hace necesario cambiar este modelo de producción agrícola que predomina actualmente en el mundo, por otro que tenga principios conservacionistas y de respeto al medio ambiente, que esté orientado hacia la sostenibilidad. En este sentido, dado que la Agricultura de Conservación hace un uso racional de los recursos naturales (agua, suelo y biodiversidad), insumos y mano de obra, es una alternativa viable para alcanzar la demanda futura de producción de alimentos. Los tres principios interrelacionados que caracterizan la Agricultura de Conservación son: a) perturbación mínima del suelo en forma continua; b) cobertura permanente de la superficie del suelo con materiales orgánicos, y c) rotación diversificada de cultivos. Otro elemento muy importante es la contribución para la restauración de la biodiversidad funcional promoviendo incrementos en las poblaciones de organismos micro y macro, favoreciendo con ello la autorregulación de poblaciones, lo que a mediano y largo plazo contribuye a reducir los problemas de plagas en los cultivos. En los últimos tres años, desde el 2006, en el Bajío de nuestro país (Guanajuato y Michoacán), se han venido realizando algunos estudios que buscan la promoción de una mejor forma de hacer la agricultura demostrando las bondades de la labranza de conservación y como ésta va mejorando diversos aspectos como el suelo, la fertilidad y la recuperación de la biodiversidad funcional que permita restablecer el equilibrio entre las poblaciones de insectos dañinos y benéficos. En el presente documento se presentan algunos de los resultados en estas investigaciones.

PALABRAS CLAVE: agricultura conservacionista, labranza de conservación, manejo agroecológico de Plagas

INTRODUCCION

Es de vital importancia para la supervivencia de la especie humana, desarrollar sistemas de cultivo más sostenibles que los que se practican actualmente. En este sentido, dado que la Agricultura de Conservación (AC) hace un uso racional de los recursos naturales (agua, suelo y biodiversidad), insumos y mano de obra, es una alternativa viable para alcanzar la demanda de producción de alimentos prevista para el año 2050, que se estima será tres veces más alta que la registrada en el año 1995 (Lele y Coffman, 1995).

Se ha demostrado como el laboreo excesivo de los terrenos para la siembra ha deteriorado la estructura de los suelos, su capacidad de infiltración, acelerando su erosión y pérdida de materia orgánica; con la consecuente reducción de la fertilidad y capacidad de retención de la humedad (Matson, et al., 1997; Gliessman, 1998). Es innegable que la labranza convencional tiene efectos detrimentales sobre el ambiente y los agricultores. La labranza es cara en términos monetarios y ambientales, ya que consume combustibles, desgasta los tractores y los implementos e involucra tiempo y salarios para los operadores de la maquinaria. Si se hace con

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Campo Experimental de Uruapan, CIRPAC. INIFAP. Av. Latinoamericana 1101, Col. Revolución, Apdo. Postal 128, C. postal 60150 Uruapan, Michoacán: E-mail: bahena.fernando@inifap.gob.mx

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tracción de animales, los costos de alimentarlos y cuidarlos durante todo el año también son altos (Hobbs, 2007).

Como ha sido demostrado ampliamente el laboreo excesivo disminuye la fertilidad de los suelos y con ello la biodiversidad a nivel micro y macro en el suelo. Esta disminución de organismos tiene una relación directa con desequilibrios entre los distintos niveles tróficos, y en consecuencia con la disminución de la presencia de organismos depredadores, lo que a su vez incrementa los problemas por plagas (Nicholls y Altieri. 2008).

Por otra parte, uno de los principales beneficios de la AC que la hace muy atractiva para los agricultores es que cuesta menos en términos de dinero y tiempo. En un diagnóstico realizado a principios del año de 2007 a 62 agricultores que adoptaron el sistema de labranza de conservación en los municipios de Queréndaro, Zinapécuaro, Álvaro Obregón, Santa Ana Maya, Cuitzeo e Indaparapeo de la zona de riego del norte de Michoacán, se encontró que los costos promedio de preparación del suelo bajo labranza tradicional representan el 21.8 y 19.8 por ciento de los costos totales de producción de maíz y trigo, respectivamente, lo que significa un costo de $1,942/ha y $1,618/ha para maíz y trigo, respectivamente (INIFAP-Fundación Produce Michoacán, 2007). Ya que bajo labranza de conservación la siembra se puede lograr con solo un paso de sembradora, además del ahorro de los costos de preparación arriba indicados, se obtienen ahorros de tiempo, lo que libera a los agricultores para hacer otro trabajo productivo; lo anterior, con expectativas de rendimiento al menos similares a las obtenidas bajo labranza tradicional. Ganancias de rendimiento, económicas y sociales también son reportadas en otros países (Malik et al., 2004; Khan y Hashmi, 2004; Derpsch, 2005).

Biodiversidad y labranza de conservación

La Labranza de Conservación (LC) es una de las opciones de manejo más viables para lograr revertir la degradación antes señalada, puesto que con su práctica, además de las ventajas ya señaladas, se incrementa la biodiversidad a nivel micro y macro y se mantiene constante la temperatura (Figueroa y Morales, 1999; Velázquez et al., 2005). La LC, para que pueda favorecer la recuperación de la biodiversidad básicamente consistirá en “cualquier sistema de labranza y siembra que mantenga al menos el 30% de la superficie del suelo cubierta por residuos de cosecha después de la siembra” (CTIC, 2006).

A diferencia de lo que ha ocurrido en otros países y a pesar de las ventajas ya demostradas, en México la adopción de la LC ha sido mínima, ya que se cultiva menos del 4% de la superficie en nuestro país (Martínez, 2004). La baja adopción ha sido por varias razones, siendo una de ellas el temor por parte de los agricultores de que con esta práctica se induzcan aumentos de plagas y malezas (Fregoso, et al., 2006). En este sentido, para nuestro país existen varios aspectos controversiales que no han sido estudiados plenamente, ya que mientras algunas especies insectiles pueden incrementar sus poblaciones otras las pueden ir reduciendo, lo que a la vez se encuentra influenciado por el tiempo que lleva de practicarse la LC en forma continua y por la cantidad de residuos o cubierta que se ha dejado sobre el suelo (Roberts y All 1993; Figueroa y Morales, 1999; Higgins et al., 1999).

Gray y Tollefson (1988), han señalado que la LC ha favorecido el incremento de la actividad por parte de las plagas; pero también se reconoce que se favorece un incremento en las poblaciones de insectos benéficos como lo señala Kocker (1990). Sin embargo, la LC en combinación con otras prácticas como las rotaciones ha demostrado reducción en las poblaciones de diversas plagas (Higgins et al., 1999). De esta forma, la LC al favorecer incrementos en la biodiversidad propicia el establecimiento de una comunidad de organismos más compleja, una mayor estabilidad de los sistemas agrícolas. En este sentido, diversos autores sostienen que la siembra directa como parte de la LC, generalmente se asocia con una mayor diversidad y abundancia de agentes de control biológico, en consecuencia, el incremento inicial de las especies plaga no necesariamente se traduce en mayores pérdidas económicas (Figueroa y Morales, 1999; Turnock et al., 1993; Valdés et al., 1993).

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Con la agricultura de conservación se mejora la fertilidad del suelo, lo que puede influenciar la calidad de las plantas, la cual a su vez, puede afectar la abundancia de los insectos plaga y los consiguientes niveles de daño por los herbívoros. Las prácticas de fertilización orgánica promueven el incremento de la materia orgánica del suelo y la actividad microbiana y una liberación gradual de nutrientes en la planta, permitiendo teóricamente una nutrición más balanceada (Nicholls y Altieri, 2008). En este sentido Kowalski y Visser (1979), observaron como en trigo fertilizado convencionalmente es más atractivo al ataque de pulgones debido a que se tienen altos niveles de aminoácidos libres en las hojas, lo que favoreció el incremento del pulgón Metopolophium dirhodum en comparación con un trigo fertilizado orgánicamente. En experimentos donde se comparó el labrar o no labrar el suelo con el arado, las infestaciones por gusano cogollero en maíz al final son iguales en los dos sistemas; sin embargo, cuando no se labra y además se dejan residuos en la superficie del suelo se reduce significativamente la oviposición y el daño por parte de esta plaga cuando la planta es pequeña (All, 1988). Roberts y All (1993), observaron que en parcelas sin labranza se realizó una aplicación menos del insecticida químico para el combate del gusano cogollero, lo cual señalan que puede estar relacionado con la cobertura de residuos del cultivo del ciclo anterior y que se dejaron sobre la superficie del suelo. El no laboreo en parcelas donde además se han dejado los residuos del cultivo anterior puede tener una importancia significativa en la reducción del daño de la plaga si tomamos en cuenta que, como el gusano cogollero del maíz van a preferir a las plantas pequeñas para realizar sus oviposturas (Harrison, 1984). En este mismo sentido, es notable el incremento que ocurre de lombrices y termitas, con el consecuente beneficio que esto conlleva para el suelo, cuando se trabaja bajo dicho sistema conservacionista (Barber, 1997). El incremento de lombrices de tierra también puede reducir la presencia de nemátodos del suelo hasta en un 82% de las plantas infectadas, si bien el efecto no es en forma directa esto se logra debido a que la presencia de las lombrices en la rizósfera índice cambios sistémicos en la expresión de ciertos genes de las plantas, conllevando un incremento en la actividad fotosintética y a una mayor concentración de clorofila en las hojas (Blouin et al., 2005).

Como resultado de un diagnóstico sobre la incidencia de plagas y enemigos naturales asociados a un suelo cultivado con maíz y manejado bajo diferentes sistemas de labranza en el estado de Michoacán, Nájera y Valdez (1997) y Nájera y Velázquez (2001), concluyeron que la densidad y fluctuación depende de la especie en cuestión, de la época del año, de la cantidad de humedad en el suelo y de la región en estudio, ya que han registrado la presencia de grupos de organismos que solamente estuvieron representados en una época y ambiente específico, mientras que otros corresponden a una distribución general y pueden comportarse como plaga en cualquiera de las regiones y sistemas estudiados. En el mismo estudio, se asume que la LC incrementa la diversidad de organismos edáficos, situación que promueve mayor estabilidad del agroecosistema, al favorecer también la presencia de enemigos naturales de las plagas.

Sosa-Gómez y Moscardi (1994), confirmaron lo anterior al observar en Brasil que el no laboreo en un bicultivo de trigo y soya, favoreció la permanencia de tres especies de hongos de importancia para el control biológico de plagas: Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae y Paecelomyces spp, cuando se comparó su presencia bajo condiciones de cultivo similares pero con un sistema donde se hizo un manejo convencional de la labranza.

Se puede observar en CTIC (2006), otros ejemplos similares de lo señalado anteriormente, se dispone de un listado donde se presentan los posibles cambios, favorables o desfavorables, que ocurren en las poblaciones de diversas especies de insectos plagas de importancia económica, atribuidos estos a la práctica de la LC en los cultivos donde ellos se encuentran.

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Labranza de conservación y manejo de plagas

Particularmente en la región de México conocida como el Bajío, se viene practicando la labranza de conservación (LC) desde hace más de 10 años. La información recabada en la región permite afirmar que hay un desconocimiento por parte de técnicos y productores acerca del comportamiento de las poblaciones de insectos y otros artrópodos, tanto las que son de hábitos dañinos como aquellas especies que son benéficas. Esta falta de conocimiento incluye, a los productores que recién inician bajo el sistema de LC, así como los agricultores con las parcelas que han mantenido bajo dicho sistema de cultivo por varios años, incluso los que se consideran como más avanzados.

Considerando este desconocimiento, la alternativa tecnológica disponible para el manejo de plagas utilizada por los agricultores en la zona consiste en la aplicación de plaguicidas de síntesis química, prácticamente igual y con el mismo procedimiento y productos a como lo hacen los agricultores comerciales o convencionales. Estas aplicaciones de plaguicidas, con productos de amplio espectro eliminan efectivamente a la plaga; sin embargo, también suprimen a las poblaciones de entomófagos.

Es importante considerar que si bien con la LC pudieran ocurrir cambios en el comportamiento de las poblaciones de insectos, no se puede depender exclusivamente de este sistema de no laboreo, para esperar reducciones que siempre puedan ser significativas con relación al daño que causan los fitófagos en el cultivo. La Agricultura Conservacionista con la LC como base, aplicada en su sentido amplio donde se considera el no laboreo en forma continua y permanente así como la cubierta con residuos de cultivo sobre el suelo; con respecto al manejo de plagas, debe tener un enfoque agroecológico, donde se involucren otros elementos de manejo en el cultivo que puedan ser desfavorables para el desarrollo de las poblaciones de insectos dañinos y favorables para el incremento y conservación de los enemigos naturale s (Bahena, 2003, Pérez, 2004 y Sánchez et al., 2005).

Algunas prácticas conservacionistas que pueden ser complementarias a la LC para reducir el daño de las plagas en el cultivo son las siguientes: incrementar la superficie agrícola donde se promueva la diversificación o asociación de cultivos (Altieri, 1980 y 1992), el uso de bioinsecticidas provenientes de extractos de plantas como por ejemplo el nim (Rodríguez, 2000; Bahena, 2002) o los formulados con entomopatógenos, el uso de semioquímicos (Nordlund y Lewis, 1976; Malo et al., 2004) y todas las herramientas metodológicas con que nos provee el control biológico de plagas (Nordlund, 1996; Nicholls y Altieri 1997).

La sostenibilidad de la Agricultura Conservacionista debe involucrar un manejo diferente de las plagas y no solamente reducirse a lo que sería la LC. De aquí la necesidad de investigar que es lo que está ocurriendo con dichos organismos, para lo cual es necesario hacer la cuantificación de los cambios con respecto a la incidencia de plagas y sus enemigos naturales a través del tiempo de adopción de la labranza de conservación.

A continuación se presentan algunos de los resultados observados tanto para parcelas que ya tienen muchos años bajo el sistema de labranza de conservación como ocurre en Guanajuato como de otras que recién inician como es el caso del Estado de Michoacán. En ambos estudios de caso se muestra los resultados de la investigación llevada a cabo en los ciclos agrícolas de otoño-invierno con trigo y primavera-verano con maíz.

Estudio de caso 1: plagas del follaje de trigo en labranza de conservación en el bajío de guanajuato y michoacán

El estado de Guanajuato es uno de los que tienen un mayor número de productores y superficie bajo LC mantenidos en forma continua durante más de 10 años; por sus características climáticas y de suelos, ésta práctica solamente se concentra en una franja que incluye a los municipios del sur del estado. Desde el 2006 se han venido realizando estudios dentro de la franja antes señalada, en nueve localidades ubicadas todas ellas en esta región denominada el

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Bajío del estado de Guanajuato, las que tenían diferente tiempo de practicar la LC, abarcando periodos que van desde 4 hasta 22 ciclos continuos dicho sistema de manejo.

En el Estado de Michoacán con la implementación de un proyecto de investigación participativa cuyo objetivo principal es la promoción de una agricultura conservacionista, que incluye los componentes de Labranza de Conservación y Manejo Agroecológico de Plagas, se iniciaron estos estudios en el ciclo de trigo de O-I del 2007-2008 y en principio se ha estado trabajando en la identificación de especies de afidos y en la determinación de la fluctuación poblacional de las poblaciones de pulgones alados por medio del seguimiento en la captura de trampas amarillas con agua.Semanalmente se revisan las trampas de agua colocadas entre el trigo en tres localidades del Valle Morelia-Querendaro: Cuamio, Indaparapeo y Querendaro. Iniciando su colocación 20 días después de que ha germinado el cultivo.

En Guanajuato se realizaron muestreos de plagas del follaje, paro cual se agruparon las localidades en tres categorías de parcelas: 1) parcelas con reciente adopción del sistema de LC (4 a 5 ciclos continuos con LC); 2) parcelas con una adopción intermedia (entre 7 y 10 ciclos continuos); y 3) parcelas más avanzadas (con 22 ciclos continuos con la LC). Para cada categoría se seleccionaron tres, cuatro y dos localidades respectivamente, lo que nos dio un total de 9. En cada una de éstas localidades además de la parcela bajo LC, también se hizo un muestreo adicional en un sitio próximo donde no se practicaba la LC y el manejo del terreno era de la forma convencional, sin haber dejado ningún tipo de residuos.

Los muestreos en las parcelas por cada ambiente fueron en la etapa final de los cultivos de trigo y cebada, cuando éstos se encontraban ya próximos a la maduración del grano. El procedimiento de muestreo para cada localidad consistió primero en definir una hectárea dentro de la parcela y en ésta, con la ayuda de 1 m2 de aluminio se seleccionaban al azar 10 puntos de observación. Dentro de cada uno de los diez puntos se revisaban minuciosamente 10 plantas también seleccionadas al azar, cuantificando, registrando y colectando a los artrópodos presentes al momento del muestreo. En estas colectas y muestreos directos se hacía mayor énfasis a la presencia de varias especies de depredadores y parasitoides que se encontraban junto a sus presas o huéspedes pero siempre posados o volando sobre el cultivo y en el sitio del muestreo.

El material biológico colectado, fue trasladado al laboratorio de Control Biológico del Centro Nacional de Investigaciones en Producción Sostenible, del INIFAP, para su separación, cuantificación, identificación y procesamiento de conservación y montaje. En los casos donde fue necesario, se colectaron insectos plaga, mismos que fueron procesados individualmente a fin de obtener parasitoides en laboratorio.

Con la ayuda de claves taxonómicas y el apoyo de especialista de grupo, se determinaron los nombres específicos de los organismos detectados en campo y de los procesados en el laboratorio. Se realizaron montajes con porta objetos y en alfiler para establecer una colección de referencia para esta zona de estudio.

Presencia de pulgones y otras plagas

En los muestreos directos realizados para las dos regiones, se detectó la presencia de un complejo de cuatro especies de pulgones: El pulgón amarillo Metopolophium dirhodum (Walter), el pulgón verde Schizaphis graminum (Rondani), el pulgón de la espiga Sitobion avenae (Fabricius) y el pulgón del cogollo Rhopalosiphum padi (Linnaeus), éstos fueron las especies que presentaron una incidencia e importancia de mayor a menor respectivamente en el orden antes mencionado, esto probablemente fue debido a la fecha en que se realizó el muestreo o la etapa fisiológica en que ya se encontraban los cultivos. Dos especies presentes pero con poca relevancia particularmente para el estado de Michoacán, son el pulgón ruso Diuraphis noxia y el pulgón del cogollo Rhopalosiphum maidis.

La presencia de los áfidos, numéricamente hablando fue variable para las distintas localidades y sistemas muestreados, sin que se observara un efecto significativo entre los distintos años con

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la LC cuando los muestreos se hicieron en las parcelas que se encontraban entre 4 y 10 ciclos continuos bajo el sistema; sin embargo, para las localidades donde se tienen más de 20 ciclos continuos con dicho sistema, es donde sí se nota una disminución significativa de las poblaciones de áfidos (Cuadro 1), lo cual es inversamente coincidente con el comportamiento de las poblaciones de parasitoides y depredadores.

Únicamente en las localidades de más de 20 ciclos con el sistema de LC, se pudieron observar algunos ejemplares de áfidos con síntomas de haber muerto o estar afectados por algún entomopatógeno, en este caso solamente eran cuantificados cuando se observaba mortalidad en más del 50% de individuos de la colonia o grupo de áfidos que se encontraban en un mismo sitio.

En la Figura 1, se observa la regresión lineal que existe entre la población media del total de las diferentes especies de pulgones con respecto al tiempo mantenido en forma continua con la práctica de la siembra directa o LC.

Los valores fueron altos y dispersos en aquellas localidades que solamente tienen menos de 10 ciclos continuos con LC sin que se note un efecto en la disminución de la población por dicha práctica de manejo; sin embargo, posteriormente de los 10 ciclos el comportamiento cambia significativamente, puesto que se observa una tendencia uniforme hacia la disminución de la población de los pulgones lo que corresponde directamente a incrementos que se observaron en las poblaciones de parasitoides y depredadores.

La tendencia negativa de la línea, sugiere la posibilidad de que la reducción de la población de pulgones y el incremento de sus enemigos naturales, ocurre sólo en un agroecosistema más estable como el que se observó cuando ya se tienen más de 20 ciclos de practicar en forma continua en un mismo sitio la LC, con una diferencia en vigor de las plantas muy evidente, en contraste con las parcelas manejadas convencionalmente o con menos de 10 ciclos continuos bajo el sistema. Estos resultados plantean la necesidad de que debe modificarse la forma de control de las poblaciones de pulgones que se observan en parcelas con LC durante más de 10 ciclos continuos.

En ningún caso entre las distintas fechas bajo el sistema de LC, se observó el ataque significativo de otros insectos sobre el follaje del trigo. Con poblaciones promedio siempre por abajo del 5%, se observaron a dos especies de diabróticas, varias especies de larvas defoliadoras, chicharritas, ácaros (araña roja) y ligaeidos, por lo que el ataque de estos insectos no se considera relevante o que pueda tener un impacto económico para el cultivo.

Cuadro 1. Comportamiento de poblaciones de pulgones en parcelas con diferente número de ciclos bajo el sistema de LC. Guanajuato, ciclo O-I, 2004-2005.

Localidades Ciclos c/ LC Cultivo Pulgones %* Especies dominantes

Victoria de C. 4 Cebada 25 b

La distribución que mostraron las poblaciones de pulgones bajo el sistema de LC fue: Cebada: Schizaphis graminum (30%), Sitobion avenae (25%), Metopolophium dirhodum (25%) y Rhopalosiphum padi (20%) Trigo: Schizaphis graminum (45%), El Romance 4 Cebada 43 b El Sabino 5 Cebada 28 b Promedio 1 4.33 32 Altamira 7 Trigo 42 b La Sarna 7 Trigo 23 b

Los Ocotes 10 Trigo 27 b

Slmca-Cárds. 10 Trigo 26 b

Promedio 2 8.50 29.50

Corral de Stgo. 22 Trigo 14 a

Villadiego 22 Trigo 1 a

Promedio 3 22.0 12.50

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Sitobion avenae (25%), Metopolophium dirhodum (25%) y Rhopalosiphum padi (5%) Ecuación de regresión: Y = -1.1655x+38.34 Coeficiente de determinación (R2): 0.5908* *

Valores medios con la misma letra son iguales estadísticamente (p<0.05)

Figura 1. Relación entre la presencia de poblaciones de pulgones y el tiempo mantenido en forma continua, en parcelas manejadas bajo el sistema de LC. Guanajuato, ciclo O-I, 2004-2005.

En el primer año de trabajo en Michoacán ya ha sido posible establecer la fluctuación poblacional de los pulgones (Figura 2) definiendo exactamente la fecha más óptima para hacer la aplicación de algún tratamiento de control. En este caso se ha sugerido el uso de Pirimicarb, producto que no es tan agresivo sobre las poblaciones de insectos benéficos.

y = -1.1655x + 38.34

R

2

= 0.5908*

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

0

5

10

15

20

25

Ciclos bajo LC

P

u

lg

o

n

e

s

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Indaparapeo Querendaro Cuamio

Fluctuacion de Pulgones. 2008

8 15 22 29 7 14 24 31 7 14 21 28 0 20 40 60 80 100 120 Aplicacion de producto

Fluctuacion de Pulgones. 2008

22 29 7 14 24 31 7 14 21 28 0 20 40 60 80 100 120 140 160 Aplicacion de producto

Fluctuacion de Pulgones. 2008

22 29 7 14 24 31 7 14 21 28 6 0 20 40 60 80 100 120 140 160 Aplicacion de producto

Figura 2. Fluctuación poblacional de pulgones capturados en trampas amarillas en tres localidades de Michoacán. Enero de 2008

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Estudio de caso 2: gusano cogollero del maíz spodoptera frugiperda (j. e. smith) (Lepidoptera: noctuidae) en cultivo bajo labranza de conservación

Se iniciaron actividades en el ciclo agrícola de primavera-verano de 2007, en siembras de maíz bajo labranza de conservación (con siembra directa y la cubierta de residuos sobre el suelo). Se trabajó en parcelas de productores de cuatro regiones (Querendaro, Indaparapeo, Álvaro Obregón y Santa Ana Maya), todas ellas del estado de Michoacán.

Las actividades que se mencionan para cada región y de las que aquí se presentan resultados, consistieron principalmente de los siguientes aspectos: a) Monitoreo y determinación de infestación de la plaga en base a muestreos, y b) Muestro para determinar la presencia de organismos benéficos

Para el monitoreo se realizaron muestreos en parcelas que no recibieron tratamientos de control. El muestreo consistió en seleccionar al azar bloques de 100 plantas cuantificando en ellos el porcentaje de plantas dañadas por gusano cogollero y el porcentaje de plantas con presencia de larvas activas de esta misma plaga.

Para la obtención de parasitoides se colectaron muestras representativas de al menos 100 larvas por cada fecha de colecta y repitiendo esta operación en las cuatro localidades de estudio. El material biológico colectado fue trasladado al laboratorio de Entomología del Campo Experimental Uruapan del INIFAP. Aquí se procedió a su separación, cuantificación y procesamiento de conservación. Con la ayuda de claves taxonómicas y el apoyo de especialista de grupo, se determinarán los nombres específicos de los organismos detectados en campo y de los procesados en el laboratorio.

Se calcularon los Índices de Infestación, Porcentajes de parasitismo y Porcentaje de mortalidad por efecto de entomopatógenos tomando como base el número de larvas útiles que quedaron del total de las colectadas en campo.

I. Monitoreo y determinación de infestación de la plaga en base a muestreos

Se realizaron muestreos antes de la instalación de los experimentos a fin de poder determinar la infestación por gusano cogollero en cada una de las parcelas de maíz bajo labranza de conservación que fueron seleccionadas como representativas para las cuatro regiones de trabajo. Los muestreos realizados permitieron decidir los sitios donde se aplicarían tratamientos contra la plaga y el momento para ello.

En el Cuadro 2, se anotan los índices de infestación en porcentaje, por parte del gusano cogollero del maíz en las parcelas de productores de cada una de las cuatro regiones de estudio. Se puede observar como en tres localidades el porcentaje de infestación se encontraba por arriba del Umbral Económico que en este caso se determinó en un 20%, con excepción de Álvaro Obregón donde solo se tuvo un 16.5 %. Con estos valores se decidió hacer la aplicación de tratamientos al maíz contra la plaga en las localidades de Cuamio, Querendaro e Indaparapeo. Los datos de los muestreos segundo y tercero corresponden a parcelas donde igualmente nunca recibieron un tratamiento; sin embargo, puede observarse como fue disminuyendo la infestación, particularmente en Álvaro Obregón no ocurriendo así en Querendaro donde los Índices de Infestación se mantuvieron arriba del 20%.

Cuadro 2. Porcentajes de infestación por gusano cogollero del maíz en parcelas bajo labranza de conservación en localidades del valle Morelia-Querendaro. P-V 2007

Lugar 20-Julio-2007 27-Julio-2007 15-Agt-2007

Cuamio 50.0 % 40.4 % 6.81 %

Querendaro 37.7 % 27.0% 21.9 %

Indaparapeo 21.6 % 24.5 % 4.68 %

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II. Muestro para determinar la presencia de organismos benéficos en parcelas sin tratamientos de control.

Para cada localidad muestreada se realizaron colectas de larvas en donde no se recibían ningún tipo de tratamiento a fin de cuantificar la presencia de organismos benéficos. En este caso se puede observar en la Figura 3, como para todas las colectas realizadas la presencia y efecto de los enemigos naturales siempre fue considerablemente inferior para todos los casos observados, incluso cuando se sumo el efecto de patógenos y parasitoides. Esta situación nos confirma que por ahora es indispensable la aplicación de algún tratamiento que pueda contribuir a reducir significativamente las poblaciones de la plaga; sin embargo, se requiere del uso de tratamientos que no afecten las poblaciones de enemigos naturales a fin de que éstos se puedan ir reestableciendo y realicen mayores tasas de control de la plaga. Del total de parasitoides adultos obtenidos el 70.9% correspondieron a dos especies: el icneumonido Campoletis sonorensis con el 41.2% y el bracónido Chelonus insularis con el 29.7%. La importancia en abundancia de éstas dos especies, también se observó en su distribución para las distintas localidades donde se realizaron los muestreos, al ser las especies más ampliamente distribuidas entre las localidades muestreadas. Ch. insularis es mas abundante para los primeros muestreos, cuando la planta es más pequeña, mientras que Campoletis sonorensis lo es en los últimos o cuando la planta es de tamaño intermedio.

Cuadro 3. Porcentajes de mortalidad en larvas de gusano cogollero del maíz en parcelas bajo labranza de conservación, en localidades del Valle Morelia-Querendaro, Mich. P-V 2007.

No. de colecta Localidad Larva s colect . Larvas útiles % Larvas sanas % Larvas parasitada s % Larvas enfermas % Larvas muertas por EN 1 Cuamio 1 151 80 45 10 33.8 43.8 3 Queréndar o 1 119 52 42 0 19.2 19.2 3 Indaparap. 1 123 113 91 1.7 17.7 19.4 4 Á. Obregón 1 146 108 79 6.4 20.4 26.8 5 Á. Obregón 2 106 98 67 16.3 15.3 31.6 6 Cuamio 2 94 91 34 13.1 49 62.1 7 Queréndar o 2 101 93 64 8.6 23 31.6 8 Indaparap. 2 35 34 22 8.8 26 34.8

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0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

%

Cuamio

Querendaro Indaparapeo A. Obregón A. Obregón

2

Sanas

Parast

Enferm

P + E

Figura 3. Mortalidad de larvas de gusano cogollero del maíz por entomopatógenos y parasitoides en parcelas de maíz no tratadas, de cuatro localidades del Valle Morelia-Querendaro. P-V 2007

AGRADECIMIENTOS

A la Fundación Produce Michoacán A. C., quien apoya financieramente los trabajos en Agricultura Conservacionista en Michoacán mediante el apoyo económico al proyecto: “Agricultura de conservación para el Valle Morelia-Queréndaro con enfoque participativo en investigación, transferencia y asistencia tecnológica”.

LITERATURA CITADA

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