• No se han encontrado resultados

Del paradigma higienista a las teorías de la interseccionalidad La construcción social de la ocupación de trabajadoras sexuales

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "Del paradigma higienista a las teorías de la interseccionalidad La construcción social de la ocupación de trabajadoras sexuales"

Copied!
15
0
0

Texto completo

(1)Del paradigma higienista a las teorías de la interseccionalidad. La construcción social de la ocupación de trabajadoras sexuales* Teodora Hurtado Saa** Universidad de Guanajuato Resumen: Este artículo versa sobre el actual estado de la teorización, de la terminología y del conocimiento empírico relativo a la producción social y ejercicio del trabajo sexual, con atención especial a las teorías y conceptos que estructuran el tema de la participación diferenciada de las mujeres en general, y de las mujeres con características étnicas/raciales subalternizadas HQ SDUWLFXODU HQ HO PHUFDGR GHO VH[R 6H GHOLQHD XQD postura alternativa a los planteamientos convencionales higienistas, criminalistas o victimistas desde donde WUDGLFLRQDOPHQWH VH KD DQDOL]DGR OD FXHVWLyQ $GLFLRQDOPHQWHVHUHÀH[LRQDVREUHHOFUHFLPLHQWRH[SDQVLyQ y modernización de la industria del sexo, en la que algunos países post-industrializados asumen la condición de demandantes y los países en vía de desarrollo, la de ofertantes de mano de obra para el consumo de experiencias VH[XDOHVGHGLIHUHQWHtQGROH'HLJXDOPRGRVHGHOLEHUD sobre la importancia que tiene la comercialización del sexo, para el desarrollo económico de algunos países y el trabajo sexual como estrategia de “rebusque” frente a ORVHPEDWHVGHODYLGDFRWLGLDQD$VLPLVPRGHVFULELPRV ODVIRUPDVGHH[SORWDFLyQ\GHHMHUFLFLRGHOR¿FLRGHWUDEDMDGRUDVGHOVH[R Palabras claves: Mercado global del sexo, construcción de la ocupación, interseccionalidad, trabajo sexual, mujeres afrocolombianas, sexualidades disidentes. From the Hygienist Paradigm to Intersectionality. The Social Construction of Sexual Work Abstract: The present article deals with the current state of the theorizing, the terminology and the empirical knowledge about the social production and exercise of sex work, with special attention to theories and concepts that structure the subject of the different participation in the sex trade of women in general, and of women with VXEDOWHUQL]HG HWKQLFUDFLDO IHDWXUHV LQ SDUWLFXODU ,W GHlineates an alternative view to conventional hygienist approaches, or criminal or victimization approaches, WUDGLWLRQDOO\XVHGWRDQDO\]HWKHLVVXH,QDGGLWLRQWKLV SDSHUUHÀHFWVRQWKHJURZWKH[SDQVLRQDQGPRGHUQL]Dtion of the sex industry, in which some post-industrialized countries provide the demand and developing countries provide the supply of labor for the consumption of sexual H[SHULHQFHV6LPLODUO\LWGLVFXVVHVWKHLPSRUWDQFHRIWKH commercialization of sex for the economic development of some countries and of sex work as a strategy of looking for informal work while coping with the ravages of HYHU\GD\OLIH,WDOVRGHVFULEHVWKHIRUPVRIH[SORLWDWLRQ RIVH[ZRUNHUVLQWKHH[HUFLVHRIWKHLUSURIHVVLRQ Key words: global sex market, occupation, intersectionality, sex work, Afro-Colombian women, dissident sexualities. *(ODUWtFXORSUHVHQWDORVUHVXOWDGRVGHODLQYHVWLJDFLyQVREUH³0XMHUHVQHJUDVHLQPLJUDQWHVFRQVWUX\HQGRODRFXSDFLyQGH³SURYHHGRUDV´GH VHUYLFLRVDIHFWLYRV\³YHQGHGRUDV´GHELHQHVHUyWLFRDPRURVRVHQORVHVSDFLRVWUDQVQDFLRQDOHV´TXHVHUHDOL]yHQWUHHQHURGH\MXQLRGH FRQHODSR\R¿QDQFLHUR\EHFDGHO3URJUDPD%HFDV0L[WDVHQHO([WUDQMHURGHO&RQVHMR1DFLRQDOGH&LHQFLD\7HFQRORJtD&21$&<7\ HO3URJUDPDGH%HFDVSDUD(VWXGLRVGH3RVJUDGR±&21$&<7GHO*RELHUQRGH0p[LFR/RVGDWRVIXHURVIXHUHFROHFWDGRVGXUDQWH estancias de investigación en la Universidad de Antioquia (Colombia), y en la Universidad Da Coruña (España). Recibido el 18 de marzo de 2012, aceptado el 1 de julio de 2012. 3URIHVRUDGHOD8QLYHUVLGDGGH*XDQDMXDWRHQ0p[LFRObtuvo su Doctorado en Estudios Sociales en 2010, de la Universidad Autónoma 0HWURSROLWDQDGH0p[LFR8QLGDG,]DWDSDODSDFRQODWHVLVGRFWRUDO³0XMHUHVQHJUDVHLQPLJUDQWHVFRQVWUX\HQGRODRFXSDFLyQGH³SURYHHGRUDV´ GHVHUYLFLRVDIHFWLYRV\³YHQGHGRUDV´GHELHQHVHUyWLFRDPRURVRVHQORVHVSDFLRVWUDQVQDFLRQDOHV´2EWXYRVX0DHVWUtDHQ3REODFLyQHQOD)DFXOtad Latinoamericana de Ciencias Sociales en 2005. Tiene una Especialización en Comunicación y Cultura de la Universidad del Valle, 2000, y un SUHJUDGRHQ6RFLRORJtDGHOD8QLYHUVLGDGGHO9DOOH(QWUHVXVSXEOLFDFLRQHVHQFRQWUDPRVDe montes, ríos y ciudades, (coautora, Colombia 1999), InterCulturalidad y política: Desafío y posibilidades´ &RDXWRUD3HU~ \$FFLyQFROHFWLYDHVWDGR\HWQLFLGDGHQHO3DFt¿FRFRORPbiano (Colombia 2001). .E-Mail: teodorahurtado@yahoo.es. La manzana de la discordia, Enero - junio 2013 - Vol. 8, No. 1: 7-22.

(2) 8. Teodora Hurtado Saa. Introducción El ejercicio de la prostitución se ha erigido como un hecho social que históricamente ha generado múltiples controversias en distintas tradiciones culturales. En Occidente, con la aparición de la modernidad, la prostitución se ha consolidado como XQDLQVWLWXFLyQVRFLRHFRQyPLFD\VH[XDOTXHFRUUH paralela al matrimonio pero de manera subterránea (Juliano, 2004; Rubio, 2008). En estas sociedades, ODVGLVFXVLRQHVSROtWLFDVUHOLJLRVDV\DFDGpPLFDVHQ torno al fenómeno, predominantemente se han sustentado en visiones moralistas e higienistas, por lo que su práctica, en ocasiones, se ha permitido y, en otras, se ha prohibido (Osborne, 2004); no obstante, VHxDOD/DXUD$JXVWtQ D\E TXHDSHVDU GHODYDQFHGHODVSROtWLFDVS~EOLFDVD~QQRVHORJUD regular, prohibir o abolir su ejercicio, sino que, por el contrario, lo que se aprecia es su industrialización y globalización, además del incremento de los factores que la generan. En los últimos años los estudios de feministas profundizan en el fenómeno considerando diversos DVSHFWRVHQWUHHOORVODLQWHQVL¿FDFLyQGHORVÀXMRV migratorios, la transnacionalización de la mano de obra, la mundialización de los mercados de trabajo, HOGHVDUUROORGHOWXULVPRVH[XDOODFRQ¿JXUDFLyQGH QXHYDVIRUPDVSDUDHOFRQVXPRGHVH[R\ODQXHYD división internacional del trabajo femenino (AgusWtQ  3LVFLWHOOL  \  $UDQJR  /LP 2WURVHVSHFLDOLVWDV 6DVVHQ3Ryatos, 2008) subrayan la importancia que tiene el FRPHUFLR GHO VH[R SDUD DOJXQDV VRFLHGDGHV DVt DOJXQRV SDtVHV GHO VXGHVWH DVLiWLFR KDQ SDWURFLQDGRHOGHVDUUROORGHOPHUFDGRVH[XDOFRPRSDUWHGH su producción económica, en tanto que Holanda y Alemania han legalizado la prostitución como una ocupación y reconocido los derechos laborales a las personas que ejercen tal actividad. Situaciones FRPRpVWDVPRGL¿FDQORFDO\JOREDOPHQWHORVSDWURQHVFXOWXUDOHVVRFLRSROtWLFRV\HFRQyPLFRVFRQTXH tradicionalmente se organizaban la producción y el FRQVXPRGHOVH[RDOPLVPRWLHPSRHVWRVVHxDODmientos nos permiten corroborar la evolución de la construcción social y cultural de este mercado. /D FRQ¿JXUDFLyQ GH P~OWLSOHV IDFWRUHV WRUQD complejo el estudio en cuestión y es precisamente ello lo que debe orientar las investigaciones (Lim, 2010, pp. 168-171), entre otras razones, porque la prostitución hoy forma parte de un mercado más. DPSOLRGHH[SHULHQFLDVVH[XDOHVGHGLYHUVDtQGROH que se caracteriza por la variedad de espacios, de formas y procedimientos para la compra-venta de VH[R\SRUODGLYHUVL¿FDFLyQGHODPDQRGHREUD GHVWLQDGD D OD SUHVWDFLyQ GH VHUYLFLRV VH[XDOHV $JXVWtQ3LVFLWHOOL/LP 5HIHrente a los espacios, en todo el mundo se han creaGR XQD LQ¿QLGDG GH HVFHQDULRV UHDOHV R YLUWXDOHV entre éstos podemos mencionar burdeles, casas de citas, clubes, bares, discotecas, cabarets, cabinas privadas, salones de cóctel, cuartos oscuros, casas de masajes, saunas, restaurantes eróticos, agencias matrimoniales, salas de cines, tiendas de videos, portales de Internet, hoteles, pensiones, pisos, casas de lujo y, por supuesto calles, lugares dedicaGRV D OD FRPHUFLDOL]DFLyQ GHO VH[R HQ GLIHUHQWHV formas y modalidades. En cuanto a las formas empleadas para distribuir \FRQVXPLUVHUYLFLRVVH[XDOHVSRGHPRVPHQFLRQDU ORVYLDMHVSDUDHOWXULVPRVH[XDOOtQHDVWHOHIyQLFDV FDOLHQWHV VH[R YLUWXDO VH[ VKRSV PDVDMHV GH UpOD[ VHUYLFLRV GH DFRPSDxDQWHV SHOtFXODV HUyWLFDV UHYLVWDVSRUQRJUi¿FDV\VHUYLFLRVGHGRPLQDFLyQR sumisión. Entre las estrategias para ofertar servicios VH[XDOHVVHGLVWLQJXHQORVDQXQFLRVFODVL¿FDGRVHQ radio, prensa y televisión, la impresión de tarjetas GH SUHVHQWDFLyQ OD UHDOL]DFLyQ GH SiJLQDV :HEV \ HO HVWDEOHFLPLHQWR GH WHOpIRQRV GH FRQWDFWR < ¿QDOPHQWH OD IXHU]D ODERUDO GHGLFDGD D VHUYLU VH[R está integrada por mujeres y hombres, niños y niñas, DGXOWRV \ MyYHQHV KHWHURVH[XDOHV KRPRVH[XDOHV ELVH[XDOHVWUDQVJpQHURVHWFpWHUD (VWH DPSOLR PHUFDGR GHO VH[R HQ SDUWLFXODU HO de la prostitución, ha fomentado al interior de las naciones postindustrializadas, la creación de nichos de trabajos precarios, marginales, estigmatizados, feminizados y racializados, ocupados principalmenWHSRUPXMHUHVLQPLJUDQWHVGHSDtVHVHQFRQGLFLyQ GH SREUH]D /D VLWXDFLyQ QR VH H[SOLFD H[FOXVLYDmente con base en las diferencias de género, etnia/ raza y clase, ni en la división social del trabajo, ni HQ ODV FDUDFWHUtVWLFDV GHO R¿FLR WDPELpQ KD\ TXH valorar los procesos de construcción social de los mercados de trabajo y de las ocupaciones, donde las relaciones sociales asimétricas inciden en la participación de agentes sociales cuyas identidades se hacen cada vez más visibles, en la moderna producFLyQGHOVH[RGHSDJD(VWRVKHFKRVTXHRULJLQDQHO acceso diferenciado al mercado laboral, favorecen.

(3) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. ODVGLVtPLOHVFRQGLFLRQHVGHWUDEDMR\SURSLFLDQOD sobreconcentración de determinados colectivos en VHFWRUHVGH¿QLGRVGHODHFRQRPtDHQJHQHUDOFRPR HQODLQGXVWULDGHOVH[RHQSDUWLFXODU 'HULYDGR GH OR DQWHULRU DXWRUHV FRPR$JXVWtQ   3LVFLWHOOL   3R\DWRV   \ /LP  GH¿QHQODSURVWLWXFLyQFRPRXQF~PXORGH WUDEDMRVVH[XDOHVGHWUDEDMDGRUHV\GHQXHYRVYDORres culturales, estéticos y morales encaminados a la H[DOWDFLyQGHOVH[RSDJDGRRQRFRPRELHQGHFRQsumo. Adicionalmente, Lim (2010) resalta que tanto OD FUHFLHQWH GHPDQGD SRU VHUYLFLRV VH[XDOHV FRPR HO DYDQFH GH OD LQGXVWULD GHO VH[R UHVSRQGHQ D OD HYROXFLyQGHOD³VR¿VWLFDFLyQ´GHOJXVWRGHORVFRQVXPLGRUHVGHVHUYLFLRVVH[XDOHV'HWDOPDQHUDTXH en la moderna producción social, y dependiendo del WLSRGHVHUYLFLRVH[RDIHFWLYRVHSHUFLEHQGLVWLQWRV niveles de aceptación colectiva e individual de esWDVDFWLYLGDGHV3RUHMHPSORXQDWUDEDMDGRUDVH[XDO de calle se encuentra en una condición inferior de prestigio socio-ocupacional en relación a una esWUHOODGHOFLQHSRUQR(OVLJQL¿FDGRDQWHODSRVLEOH DSUREDFLyQVRFLDOKDFLDHVWRVVHUYLFLRVVHPDQL¿HVWD de modo desigual, puesto que algunos espacios de HMHUFLFLRGHODSURVWLWXFLyQFRPRHOWUDEDMRVH[XDO en la calle, siguen manteniendo la condición de institución oscura y marginal contra otros espacios. 6LQHPEDUJRDOH[DPLQDUHOHVWDGRGHODWHRULzación respecto a las labores asociadas a la prostitución, y a otras formas de ejercicio de los trabajos GHVHUYLFLRVVH[RDIHFWLYRVQRVSHUFDWDPRVTXHODV FLHQFLDVVRFLDOHVHQJHQHUDO\ODVRFLRORJtDGHOWUDEDMRHQSDUWLFXODUQRVHKDEtDQLQWHUHVDGRHQDQDOLzar este tipo de fenómenos sociales, como parte de ODGLYLVLyQVRFLDO\VH[XDOGHOWUDEDMRLQFRUSRUDQGR enfoques como el de la construcción social del mercado y de la ocupación, y el de la interseccionalidad de género, raza/etnia, clase, prácticas y orientación VH[XDOSDUDYDORUDUHOSRUTXpHQXQPXQGRGHOLEHUWDGHVVH[XDOHVSHUVLVWHQHVWHWLSRGHDFWLYLGDGHV cuáles son los factores que intervienen en la moderQD SURGXFFLyQ VRFLDO GHO VH[R \ GH VX PHUFDQWLOLzación, por qué las mujeres están diferencialmente LQVHUWDV HQ HVWH WLSR GH R¿FLR WDQWR SRU VX FRQGLción de género como por otros rasgos identitarios, como proveedoras de servicios, en tanto que los hombres se presentan únicamente como los consumidores, usuarios y clientes desestimando su activa participación e intervención como demandantes de. 9. servicios, cómo el proceso de globalización ha heFKRGHOWUDEDMRVH[XDOSDUWHGHODPRGHUQDGLYLVLyQ internacional del trabajo femenino y cómo en esta construcción incide en la segmentación socio-ocupacional. (O SUHVHQWH DUWtFXOR SUHVHQWD XQD UHÀH[LyQ conceptual sobre la reciente producción social \ JOREDO GHO PHUFDGR GHO VH[R GHVGH HO SXQWR GH YLVWDGHDOJXQDVWHRUtDVIHPLQLVWDV\GHSDUDGLJPDV teóricos basados en la construcción social del mercado y de la ocupación, a partir del análisis del caso de la migración de colombianas afro y su LQVHUFLyQHQHOPHUFDGRVH[RDIHFWLYRHQ(VSDxD Nos basamos en los resultados de una investigación realizada entre el 2009 y 2010 sobre la participación diferencial de las mujeres afrocolombianas en la LQGXVWULDGHOVH[Ren las sociedades postindustriales de Europa Occidental, en particular en España, junto a otras mujeres colombianas, de América Latina, de África y de Europa del Este insertas en la industria GHOVH[R(QHVWHWUDEDMRVHH[DPLQDUiQFRQFHSWRV que van desde la naturaleza misma del comercio del VH[R FRPR YLROHQFLD LQKHUHQWH FRPR RFXSDFLyQ estigmatizada, o como trabajo; hasta el proceso de modernización de la producción/consumo de VH[R TXH FRQGXFH D OD FRQVWUXFFLyQ VRFLDO GH OD prostituta como sujeto laboral; pasando por la SUHFDULHGDG GH ODV VLWXDFLRQHV OHJDOHV \ MXUtGLFDV en las cuales se ejerce la prostitución; incluyendo OD FUHFLHQWH GLYHUVL¿FDFLyQ HQ ODV FRQGXFWDV VH[XDOHVFRPRUHVSXHVWDGHOPHUFDGRGHOVH[RDODV transformaciones sociales y culturales de nuestra HUDSDUDOOHJDU¿QDOPHQWHDODUHODFLyQGHOWUDEDMR VH[XDOFRQODFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHDOJXQDVIRUPDV GHH[SUHVLyQGHODPDVFXOLQLGDGGHODYLULOLGDG\GH ODKRPEUtD De la postura higienista a la de construcción social de la ocupación y del mercado sexual Veamos entonces, algunas posiciones conceptuaOHVVREUHHOFRPHUFLRVH[XDO6HJ~Q5XELR   la discusión en torno a la comercialización y el ejercicio de la prostitución está estructurada con base en GRVWHQGHQFLDVXQDVHUH¿HUHDORVHVIXHU]RVGHDFDGpPLFRV SROtWLFRV \ DFWLYLVWDV VRFLDOHV SRU GH¿QLU una postura adecuada ante la evolución que presenta HOFRPHUFLRVH[XDODVtFRPRXQDPHWRGRORJtDDSURpiada para estudiar este fenómeno; en tanto que la otra, en sentido contrario, desatiende los aportes al-.

(4) 10. Teodora Hurtado Saa. ternativos y privilegia las visiones normativas hegemónicas, la higienista y la criminalista. Sin embarJRFDEHGHVWDFDUFRPRORSODQWHDQ:LMHUV   Covre (2004), Kempadoo (2005) y Arango (2010), TXH DGHPiV GH HVDV GRV WHQGHQFLDV H[LVWHQ RWUDV posturas que desde el movimiento feminista luchan por el reconocimiento de la prostitución como un trabajo, y el de las mujeres que la ejercen como proIHVLRQDOHVGHOVH[R De manera puntual, Meneses (2007) y Rubio (2008) señalan que la literatura internacional sobre HO FRPHUFLR GHO VH[R HQ HVSHFLDO OD HVSDxROD \ OD colombiana, privilegia las visiones hegemónicas que buscan abolirlo y prohibirlo, articulándose adePiV DOUHGHGRU GH FLQFR HMHV DQDOtWLFRV HO SULPHUR es el eje médico o higienista, centrado en el riesgo de propagación de enfermedades de transmisión VH[XDO HO VHJXQGR HV HO SVLFRSDWROyJLFR HMH FX\R principio concibe la prostitución como un comportamiento desviado, con consecuencias negativas en la persona que la ejerce; el tercer eje se ocupa de ODVGLPHQVLRQHVMXUtGLFDVOHJDOHVGHOIHQyPHQRDUWLFXODGR SRU OD SROtWLFD GH OHJDOL]DFLyQ R FULPLQDlización de su práctica; el cuarto eje se sitúa en la visión de derechos humanos, de lucha contra la trata de personas y la violencia de género, para debatir el tema de la violencia estructural que afecta a las PXMHUHV \ D ODV QLxDV HQ SDUWLFXODU ¿QDOPHQWH HO quinto eje está guiado por la noción de riesgo, interpretada como una construcción sociocultural e individual, en la que los sujetos toman decisiones y actúan con base en el nivel estimado del riesgo que GHVHDQH[SHULPHQWDU 3HVH D ORV HVIXHU]RV SRU UHÀH[LRQDU VREUH OD cuestión y los importantes desarrollos de las cienFLDV VRFLDOHV WDQWR SDUD$JXVWtQ D \ E  FRPR SDUD /LP   H[LVWH XQ HQRUPH ERTXHWH por llenar en la conformación del conocimiento sociológico sobre el moderno proceso de producción GHOVH[RFRPHUFLDO\DTXHXQSUREOHPDHVWUXFWXUDO HV FRQVLGHUDU D ODV ³SURVWLWXWDV´ R WUDEDMDGRUDV VH[XDOHVFRPRORV~QLFRVVXMHWRVRDFWRUHVDLQYHVWLgar, sin preocuparse por el resto de integrantes de la cadena productiva, ni por aspectos macro, messo y micho estructurales que organizan este mercado. Otra constante en el estado de la cuestión es la UHLWHUDGD H[SORUDFLyQ GH OD SURVWLWXFLyQ GH FDOOH como una realidad que se centra en la venta, la trata GHSHUVRQDVODH[SORWDFLyQODERUDOODVPDODVFRQ-. diciones materiales y de salud de las trabajadoras; de manera que es poco habitual incorporar en el análisis a agentes y otros factores que estructuran este mercado, como son la producción social del PHUFDGRGHOVH[R\GHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUD VH[XDO ORV SURFHVRV ODV FRQGLFLRQHV \ ORV PRGRV de ejercicio del trabajo; el modelo de producción/ FRQVXPRGHVH[RDIHFWRORVDFWRUHVTXHLQWHJUDQOD cadena productiva y otros agentes e institucionales que, directa e indirectamente, participan en la reciente construcción de esta industria. Igualmente, en la discusión conceptual para enWHQGHUHOIHQyPHQRH[LVWHXQDGLVFUHSDQFLDWUDQVversal de opiniones en la manera de percibir el fenómeno en cuestión: trabajo o no trabajo, violencia contra las mujeres o forma alternativa de ganarse la vida, trata de personas o ejercicio autónomo de la ocupación, esclavitud o autoempleo (Rubio, 2008). No obstante, el concepto usado tradicionalmente SDUD LQGLFDU OD FRPSUDYHQWD GH VHUYLFLRV VH[XDOHVKDVLGRHOGHSURVWLWXFLyQ(VWHWpUPLQRFRH[LVte junto a otros vocablos acuñados recientemente: WUDEDMR VH[XDO VHUYLFLRV VH[XDOHV VH[R FRPHUFLDO VH[R GH SDJD WUDEDMR VH[XDO FRPHUFLDO PHUFDGR GHOVH[RLQGXVWULDVH[XDOPHUFDGRWUDQVQDFLRQDOGH VH[R PHUFDGR GH ORV VHUYLFLRV VH[XDOHV PHUFDGR JOREDO GHO VH[R HFRQRPtD LOtFLWD HFRQRPtD SDUDOHOD/DVFDWHJRUtDVOLVWDGDVKDQVLGRVXJHULGDVSRU autoras como Kamala Kempadoo (1998 y 2005), /DXUD$JXVWtQ   \ D  'RORUHV -Xliano (2002 y 2004), Saskia Sassen (2003), AdriaQD3LVFLWHOOL \ /HDQ/LQ/LP   Teodora Hurtado (2011), entre otras investigadoras, SDUD UHIHULUQRV DO FRPHUFLR GHO VH[R \ D TXLHQHV UHDOL]DQODDFWLYLGDG3RUWDOPRWLYRDFWXDOPHQWHHV XVXDOTXHFRQFHSWRVFRPRHOGHWUDEDMRVH[XDO VH[ ZRUN  \ VH[RVHUYLGRUD VHDQ SDUWH GH ORV GLVFXUVRV DFDGpPLFRVSROtWLFRVGHORVFROHFWLYRVGHDFWLYLVWDV \ PRYLPLHQWRV VRFLDOHV TXH VH PDQL¿HVWDQ HQ defensa de las prostitutas y del reconocimiento soFLDO HFRQyPLFR \ SROtWLFR GHO VH[R VHUYLFLR FRPR actividad productiva. Igualmente para establecer diferencias entre las personas que ejercen esta actividad de manera autónoma y quienes son forzadas a hacerlo, académicos y activistas del movimiento pro derechos de las trabajadoras consideran necesario recurrir al uso de otras nociones como trata de mujeres para la esclaYLWXG VH[XDO YLROHQFLD VH[XDO FRQWUD ODV PXMHUHV.

(5) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. situación de prostitución o vinculada a la prostitución, para indicar y resaltar la distancia entre unas \ RWUDV PXMHUHV HQ ODV FRQGLFLRQHV GH H[SORWDFLyQ laboral (Genaro, 2007; Meneses, 2007; Nieto, 2007; 6RODQD5XELR $VtVHKDQPRGL¿FDGR e igualmente complejizado, de manera substantiva y adjetiva, los modos en que se percibe y analizamos HVWHR¿FLR Sin embargo, al igual que otros autores, MauULFLR 5XELR   DUJXPHQWD TXH OD FDWHJRUtD GH prostitución continúa siendo, a pesar de sus connotaciones negativas, el vocablo más preciso, adecuado y de uso generalizado, para referirnos a la comerFLDOL]DFLyQGHOVH[R<DXQTXHUHFRQRFHHOFDUiFWHU HTXtYRFRGHOWpUPLQRHOVHVJRGHJpQHUR\ODFDUJD PRUDOSH\RUDWLYD²TXHUHFDHH[FOXVLYDPHQWHVREUH ODVPXMHUHVDOH[FOXLUVHGHODQiOLVLVODSDUWLFLSDFLyQ masculina en la venta, el consumo y la mercantili]DFLyQGHOVH[RDIHFWR²HVWHDXWRUYDOLGDHOXVRGH ODFDWHJRUtDSURVWLWXWDSURVWLWXWRSDUDQRPEUDUDOD SHUVRQDTXHYHQGHVHUYLFLRVVH[XDOHV .HPSDGRR  D¿UPDTXHHOWpUPLQRSURVWLtución convive indistintamente con otros conceptos utilizados para nombrar la actividad de comprar y YHQGHUVH[RSHURUHFRQRFHTXHGLFKRFRQFHSWRKDFH referencia a una ocupación estigmatizada, marginal \SUHFDULDTXHQRHVFRQVLGHUDGDFRPRWUDEDMR3RU lo tanto, ella y otros autores como Juliano (2004), 3R\DWRV  $UDQJR  +XUWDGR  UHFXUUHQ\UHFXSHUDQGHVGHODVRFLRORJtDGHOWUDEDMR\ OD WHRUtD HFRQyPLFD FOiVLFD \ QHRFOiVLFD QRFLRQHV FRPRPHUFDGRGHWUDEDMRH[SORWDFLyQODERUDOSURFHVR \ FRQGLFLRQHV GH WUDEDMR LQGXVWULD GHO VH[R FRPHUFLRJOREDOELHQHVVH[RDIHFWLYRVSDUDUHIHULUVHDODFRPHUFLDOL]DFLyQGHODVH[SHULHQFLDVVH[XDles como para dar cuenta de la moderna y mundializada producción de la prostitución. (QODLQWURGXFFLyQDOWH[WR*OREDO6H[:RUNHUV 5LJKWV5HVLVWDQFHDQG5HGH¿QLWLRQ Kamala Kempadoo (1998) plantea la disyuntiva conceptual: traEDMDGRUD VH[XDO SURVWLWXWD R SXWD HOOD LQGLFD TXH en muchos ensayos sobre la cuestión, los conceptos WUDEDMRVH[XDO\SURVWLWXFLyQVRQHPSOHDGRVLQGLVtintamente, pero señala que se observa un crecienWHXVRGHOFRQFHSWRWUDEDMRVH[XDODQLYHOPXQGLDO Este término nos permite mirar la prostitución no FRPR XQD LGHQWLGDG ²XQD FDUDFWHUtVWLFD VRFLDO R psicológica de las mujeres, frecuentemente acusadas de putas—, sino como una actividad que genera. 11. ingresos o proporciona trabajo a mujeres y hombres. $GHPiVODGH¿QLFLyQGHWUDEDMRVH[XDODOUHFDOFDU la ubicación social de los empleados como trabaMDGRUHVHQODLQGXVWULDGHOVH[RVHHQFXHQWUDLQHVcrutablemente vinculada a las luchas a favor de los derechos humanos básicos y de mejores condicioQHVODERUDOHVGHODVWUDEDMDGRUDVGHOVH[RFRPHUFLDO Teodora Hurtado (2011) en su tesis doctoral sobre mujeres, negras e inmigrantes construyendo la RFXSDFLyQ GH ³proveedoras” de servicios afectivos y “vendedoras´GHELHQHVHUyWLFRDPRURVRVHQ ORV HVSDFLRV WUDQVQDFLRQDOHV GH¿QH WUDEDMR VH[XDO como una actividad económica ubicada en el sector GHORVVHUYLFLRVGHGLFDGDDODSURGXFFLyQGHOVH[R DIHFWRFRPRELHQGHFRQVXPRXQR¿FLRLQIRUPDO QR UHJXODGR LOtFLWR \R DOHJDO GHSHQGLHQGR GH ODV SROtWLFDVS~EOLFDV\HFRQyPLFDGHOSDtVHQGRQGHVH ejerza. Esta actividad puede ser realizada de manera voluntaria o forzada, de manera autónoma o dependiente, de forma profesional o amateur, prestar VHUYLFLRVVH[XDOHVRGHtQGROHDIHFWLYRHQIRUPDUHgular u ocasional dedicándole tiempo parcial, medio tiempo o la jornada completa, a uno o varios usuaULRH[FOXVLYRVRQRDFDPELRGHXQDUHPXQHUDFLyQ económica o incluso en especie, sin que necesariaPHQWH H[LVWD HQWUH HO WUDEDMDGRU \ TXLHQ UHTXLHUH de sus servicios una relación contractual u obrero patronal formal de por medio. Los servicios que se SUHVWDQ VH[XDOHV HPRFLRQDOHV R DIHFWLYRV HVSHFWiFXORV R H[KLELFLRQHV HQ VXV GLIHUHQWHV JpQHURV HQ HO WUDEDMR VH[XDO GH FDOOH GDPDV GH FRPSDxtD \WUDEDMRVH[XDOGHpOLWHHOVH[RYLUWXDOHOVH[FKDW y las ofertas homo, hetero, trans, swinger y de fetiches, como algunas de las formas distintas de ejerFLFLR GHO WUDEDMR VH[XDO \ GH FRQVXPR  VH GH¿QHQ como bienes simbólicos e inmateriales de consumo, y como productos que se producen, comercializan, circulan y consumen a través del cuerpo. 3DUD/DXUD$JXVWtQ \D 'RORUHV -XOLDQR   5DTXHO 2VERUQH   3LD &RYUH  $GULDQD3LVFLWHOOL  6RQLD3Drella (2005), Teodora Hurtado (2011), entre otros académicos y activistas, esta nueva conceptualización, desde donde se aborda la prostitución o del WUDEDMRVH[XDOSHUPLWHVXSHUDUODVHWDSDV\YLVLRQHV moralista de acercamiento al fenómeno, abriendo el campo hacia la generación de novedosas interpreWDFLRQHVSDUDH[SOLFDUFyPRODVVRFLHGDGHVPRGHUQDV SURPXHYHQ OD SURGXFFLyQ GHO VH[R FRPHUFLDO.

(6) 12. Teodora Hurtado Saa. cómo o por qué para las mujeres o para ciertos individuos, étnico/racialmente diversos, la articulación GHODWULDGDJpQHURVH[R\WUDEDMRVHFRQYLHUWHHQ una estrategia de incorporación como de ejercicio cotidiano de la ocupación, y cómo se fabrican en HVWHPHUFDGRHVFDODVGHYDORUHVTXHH[DOWDQDOJXnas actividades y sujetos laborales, en tanto que se devalúa e invisibiliza la participación e intervención de otros agentes que como el cliente, el empresario, ODIDPLOLD\ODFRPXQLGDGLQWHU¿HUHQHQODSURGXFFLyQVRFLDOGHHVWHPHUFDGR(QVXPDVHSDVDDVtGH la moralizante visión higienista a la concepción del WUDEDMRVH[XDOFRPRXQDFRQVWUXFFLyQVRFLDO La moderna producción social del mercado y del sexo comercial Como si se tratara de una representación teatral GH OD IDPRVD REUD GH (YH (QVOHU ³0RQyORJRV GH OD 9DJLQD´ QRV OODPy OD DWHQFLyQ TXH XQD mujer bonaverense hablaba con su órgano genital diciendo: ³SRUWXFXOSDWHQJRHGL¿FLRVSRUWXFXOSD tengo casas, por tu culpa tengo carros, por tu culpa tengo dinero”1 /R DQWHULRU UHÀHMD OD H[SHULHQFLD de vida y de trabajo de mujeres que optaron por migrar a Europa para mejorar sus condiciones de YLGDDWUDYpVGHVXLQVHUFLyQHQODLQGXVWULDGHOVH[R \ GHO HMHUFLFLR GHO WUDEDMR VH[XDO HQ SDtVHV FRPR España, Italia, Holanda y Alemania. Más allá de la LURQtDHVWDH[SUHVLyQUHÀHMDXQKHFKRFRQWXQGHQWH HQODUHFLHQWHSURGXFFLyQVRFLDOGHOPHUFDGRVH[XDO FRPR HV HO SHVR HVSHFt¿FR TXH WLHQHQ ORV QLYHOHV de ingreso y de productividad generados por esta LQGXVWULDTXHVHUHÀHMDHQODUHQWDELOLGDGDOFDQ]DGD SRU ODV WUDEDMDGRUDV GHO VH[R SRU ORV HPSUHVDULRV \ SRU ODV ¿QDQ]DV S~EOLFDV GH QDFLRQHV TXH KDQ patrocinado la consolidación de este mercado. Asimismo, a inicios del siglo XXI, no sólo el WUDEDMR \ HO PHUFDGR VH[XDO KDQ ÀRUHFLGR LJXDOmente, lo hicieron ocupaciones relacionadas con la LQGXVWULD WXUtVWLFD OD PDWULPRQLDO \ HO FXLGDGR GH SHUVRQDV HQWUH RWUDV DFWLYLGDGHV TXH VH KDQ SHU¿lado en las principales fuentes de contratación de PDQRGHREUDIHPHQLQD\H[WUDQMHUD 6DVVHQ y 2007; Hurtado, 2009 y 2011) y en mecanismos SDUDDFFHGHUDH[SHULHQFLDVVH[XDOHVGLYHUVDV 3DUH1 Historia contada por una mujer de Buenaventura, 50 años de edad, abogada y profesora de bachillerato. Varias mujeres de su familia son LQPLJUDQWHVHQ,WDOLD\HMHUFLHURQFRPRVH[RVHUYLGRUDV\DFWXDOPHQWH están casadas y formaron un hogar con hombres italianos.. OOD3LVFLWHOOL\/LP 2Sciones de inserción laboral como éstas sólo pueden HQWHQGHUVH HQ HO PDUFR GH ODV GLVtPLOHV RSRUWXQLdades económicas como de las presiones a las que VH HQIUHQWDQ GtD D GtD ODV PXMHUHV HQ FDGD VHFWRU social y en ciertos grupos étnicos/raciales (Juliano, +XUWDGR 3RUWDQWRFRQVLGHUDPRVTXH HOWUDEDMRVH[XDOFRPRRFXSDFLyQHVXQDDOWHUQDWLva socialmente construida, que se convierte en una elección personal, racionalizada y tomada desde la valoración que se hace de las posibles oportunidades, ventajas y desventajas que las mujeres encuentran en el mercado laboral, aunque para algunas muMHUHVVHWUDWHGHHOHJLUHOWUDEDMRVH[XDOHQWUHXQDV pocas opciones que les proporciona el mercado de trabajo para que puedan ocuparse. Salvo en el caso de las mujeres que se encuentran en condición de WUDWD SDUD TXLHQHV SRU PtQLPD TXH VHD GHMD GH H[LVWLUODFDSDFLGDGGHHOHJLUHOWUDEDMRVH[XDOFRPR una ocupación al ser una labor impuesta. En esta panorámica, apreciamos que recientemente han cambiado tanto los procesos de organi]DFLyQ VRFLDO GH OD SURGXFFLyQ GHO VH[R FRPR ORV discursos en torno a la prostitución, actualmente concebida por algunos segmentos de la sociedad como trabajo. Del mismo modo, percibimos variaciones substanciales en la construcción social GH OD SURVWLWXWD FRPR VXMHWR ODERUDO DKRUD MXUtGLFDPHQWH UHFRQRFLGD HQ DOJXQRV VHFWRUHV \ SDtVHV FRPRWUDEDMDGRUDGHOVH[R(QHVWHVHQWLGRKD\TXH considerar y enumerar un conjunto de factores, que KDQFRQWULEXLGRDODFRQ¿JXUDFLyQGHHVWHSURFHVR de modernización de la producción/consumo de VH[RSDJDGRRQRFRPRVRQ x La globalización y la transnacionalización tanto de la mano de obra, como de los mercados. x (O GHVDUUROOR GHO WXULVPR VH[XDO DVt FRPR GH RWUDVIRUPDVDOWHUQDWLYDVGHFRQVXPRGHOVH[R x La heterogeneidad en las formas de producción, GLVWULEXFLyQ \ FRQVXPR GH VHUYLFLRV VH[RDIHFtivos2. 2  /DV IRUPDV DFWXDOHV GH SURGXFLU \ FRQVXPLU HO VH[R FRPHUFLDO VHGLIHUHQFLDQVLJQL¿FDWLYDPHQWHGHORVSHUtRGRVKLVWyULFRVDQWHULRUHV \DTXHHQDOJXQRVFDVRVFRPRHQHOVH[RYLUWXDOORVFXDUWRVRVFXURV\ ODVOtQHDVFDOLHQWHVHVWDVIRUPDVSUHVHQWDQSRFDRQXODVLPLOLWXGFRQ los modelos tradicionales de ejercicio de la ocupación y con las prácticas de consumo de los clientes. Los cuartos oscuros o dark rooms, por ejemplo, son sitios o salas poco iluminados (o totalmente a oscuras), que suelen encontrarse en discotecas, bares o saunas. En ellos se man-.

(7) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. x El incremento de las posibilidades y de las estraWHJLDVGHDFFHVRDH[SHULHQFLDVVH[XDOHVSDJDGDV o no. x La transformación de los modos de ejercicio del WUDEDMRVH[XDO\HOFDPELRHQHOSHU¿OGHORVDFtores sociales que intervienen. x La participación a nivel global de mujeres y hombres con múltiples identidades: de género, etnia, raza, clase social, lugar de origen, orienWDFLyQ\SUiFWLFDVVH[XDOHVFRQYHUWLGRVHQORV\ ODVQXHYRVWUDEDMDGRUHVGHOVH[RDIHFWR x El hecho de que, en la moderna producción soFLDO GHO VH[R ORV DVSHFWRV VXEMHWLYRV GH RUGHQ emocional, moral, estético, cognitivo, etcétera, se hayan transformado en bienes simbólicos e inmateriales en el proceso de producción/consumo. x $GLFLRQDOPHQWH DOJXQRV SDtVHV HXURSHRV KDQ reconocido la prostitución como trabajo y a quienes lo ejercen como trabajadores/as con derechos, mientras que otros Estados han favorecido el desarrollo de este mercado, para hacer del VH[RGHSDJDXQDLQGXVWULDUHFRQRFLGDRQRFRQ DOWRV QLYHOHV GH LQJUHVR \ HIHFWRV EHQH¿FLRVRV SDUDODV¿QDQ]DVS~EOLFDV. 'H DFXHUGR FRQ 3LVFLWHOOL   $JXVWtQ (2000 y 2004) y Hurtado (2011) estos factores posibilitaron e impulsaron la conformación de una HVWUXFWXUDVRFLDOSROtWLFDFXOWXUDO\HFRQyPLFDSDUD ODSURGXFFLyQ\FRPHUFLDOL]DFLyQDFWXDOGHOVH[R\ SDUDODFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHOR¿FLRDVRFLDGRFRQOD SUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVH[XDOHV±VH[RVHUYLFLRDQLYHO mundial. Del mismo modo, en las últimas décadas, HOPHUFDGRGHOVH[RVHKDYLVWRIDYRUHFLGRSRUXQD VLJQL¿FDWLYD GLVPLQXFLyQ GHO Q~PHUR GH PXMHUHV europeas nativas frente al incremento substancial de ODSUHVHQFLDGHPXMHUHVH[WUDQMHUDVSURYHQLHQWHVGH SDtVHV ODWLQRV FRPR &RORPELD %UDVLO 5HSXEOLFD 'RPLQLFDQD 9HQH]XHOD \ (FXDGRU GH SDtVHV WLHQHQUHODFLRQHVVH[XDOHVDQyQLPDVFRQSHUVRQDVGHVFRQRFLGDV(VWD IRUPDGHDFFHVRDH[SHULHQFLDVVH[XDOHVVHRULJLQyHQ(VWDGRV8QLGRV hacia los años 60’, y en sus inicios estaba orientada básicamente al S~EOLFRKRPRVH[XDODXQTXHHQODDFWXDOLGDGVXXVRVHKDH[WHQGLGRDO S~EOLFRKHWHURVH[XDO(QORVFXDUWRVRVFXURVVHOOHYDQDFDERWRGRWLSR GHSUiFWLFDVVH[XDOHVGHVGHHOVH[RRUDOSDVDQGRSRUHODQDORHOYDJLnal, etcétera. Hay personas que no se quitan la ropa, otras van desnudas \RWUDVVLPSOHPHQWHTXLHUHQPLUDUFRPRORVGHPiVSUDFWLFDQHOVH[R $VLPLVPRVHWUDWDGHH[SHULHQFLDVFRQXQULHVJRHOHYDGRGHWUDQVPLsión de enfermedades, debido al anonimato y a las distintas posturas sobre el tema de la protección. (Véase, Carmen López, 2010).. 13. GHO (VWH GH (XURSD FRPR 5XPDQtD +XQJUtD Lituania, Ucrania y Rusia, y, en menor medida de SDtVHV DIULFDQRV FRPR 1tJHU 1LJHULD 0DUUXHFRV \&DPHU~Q3HVHDODIDOWDGHSUHFLVLyQHVWDGtVWLFD de las estimaciones, la conclusión a las que llegan algunos estudios es que, en cuanto al género y la RULHQWDFLyQ VH[XDO HO  GH ODV SHUVRQDV TXH HMHUFHQ HO WUDEDMR VH[XDO VRQ PXMHUHV LQPLJUDQWHV 3HURPLHQWUDVODRULHQWDFLyQVH[XDOGHODVPXMHUHV SDUHFLHUD HVWDU GH¿QLGD D SULRUL ORV HVWXGLRV GH López y Baringo (2007), Meneses (2007) y Solana (2007) establecen diferencias en la orientación y en ODVSUiFWLFDVVH[XDOHVGHODIXHU]DODERUDOPDVFXOLQD GRQGH HO  GH ORV KRPEUHV TXH HMHUFHQ HVWH R¿FLRVRQFRQVLGHUDGRVFRPRKRPRVH[XDOHV JD\V WUDQVH[XDOHVWUDYHVWLVRWUDQVJpQHURV \HOFRPR KHWHURVH[XDOHV Aunque la comercialización de las prácticas VH[RDIHFWLYDVQRKHWHURVH[XDOHVQRHVUHFLHQWHOD FUHFLHQWHGLYHUVL¿FDFLyQHQODRULHQWDFLyQ\HQODV FRQGXFWDVVH[XDOHVGHORVWUDEDMDGRUHVUHSUHVHQWDOD UHVSXHVWDGHOPHUFDGRGHOVH[RDODVWUDQVIRUPDFLRQHV TXHH[SHULPHQWDQHOJXVWRGHORVFOLHQWHV\HOQLYHO GHVR¿VWLFDFLyQDOFDQ]DGR$VLPLVPRHVWiDVRFLDGD FRQODDSHUWXUDVH[XDOSRUODTXHWUDQVLWDODVRFLHGDG desde hace algunas décadas, apertura que posibilita ³ODDELHUWDPDQLIHVWDFLyQ´WDQWRGHORVJXVWRVFRPR de las preferencias individuales por determinadas FRQGXFWDV VH[XDOHV FRQVLGHUDGDV GLVLGHQWHV FRPR por ciertas SDUD¿OLDVLos datos aportados por López y Baringo (2007), Meneses (2007) y Solana (2007) \GHORVUHJLVWURVHPStULFRVREWHQLGRVSRU+XUWDGR (2011) nos permiten establecer que la demanda de servicios se genera mayoritariamente por cuenta de los clientes varones, mientras que en el caso de OD SREODFLyQ PDVFXOLQD \ KRPRVH[XDO OD FRPSUD de servicios es realizada tanto por otros hombres como por mujeres, quienes comienzan a tener una participación más activa y numerosa como FRQVXPLGRUDVGHVHUYLFLRVVH[XDOHV Un informante gay afrocolombiano nos manifesWyTXHpORIUHFtDVXVIDYRUHVLQGLVWLQWDPHQWHDKRPbres, a mujeres y a parejas; en contraste, las mujeres HQWUHYLVWDGDVD¿UPDURQQRKDEHUSUHVWDGRVHUYLFLRV D SHUVRQDV GH VX PLVPR VH[R DXQTXH DVHJXUDURQ que algunas mujeres europeas les demandaron dichos servicios..

(8) 14. Teodora Hurtado Saa. Es un mundo de oportunidades [...]. Allá no hay distinción ninguna. Tanto hombres como mujeres, DVt VHDQ KRPEUHV GH KRJDUHV \ PXMHUHV FDVDGDV que conforman un matrimonio, puede este hombre OOHYDUXQDPXMHUDOKRJDU\KDFHQODVRUJtDVHQWUH dos mujeres, o entre la esposa, la mujer y él o viceversa; pueden llamar a otro hombre a un amigo o el compadre y entre dos hombres y dos mujeres IRUPDQODRUJtD2VHDTXHHVRQRHVXQDUHVWULFFLyQ ninguna. De cualquier manera Europa es un contiQHQWHVLQOtPLWHVVH[XDOHV (Hombre afrocolombiano de Buenaventura, 43 años de edad, de orientación KRPRVH[XDOGLVHxDGRU\SURIHVRUGHGDQ]DVIROFOyULFDVLQPLJUDQWH\WUDEDMDGRUVH[XDOGXUDQWHVX estancia en Europa) (Hurtado, 2011, p. 166).. Según Solana (2007), para una cultura donde las relaciones entre hombres y mujeres se han liberado GHODULJLGH]TXHUHGXFtDODVSUiFWLFDVVH[XDOHVDOD H[SHULHQFLDPDWULPRQLDOXQDUHDOLGDGFRPSUREDEOH a simple vista, es que la compra-venta de servicios VH[XDOHVVHKDFRQYHUWLGRHQXQKHFKRFRWLGLDQR\HQ un negocio rentable, en sociedades europeas como la española (López y Baringo, 2007; Meneses, 2007), situación que ha sido reforzada por la crisis de los modelos tradicionales de familia y de pareja. Lo que observamos es que cada vez más la erotización y OD VH[XDOL]DFLyQ GH ODV UHODFLRQHV LQWHUSHUVRQDOHV aunadas a la industrialización y la comercialización GHO VH[R VH KDQ FRQYHUWLGR SDUD DOJXQRV VHFWRUHV sociales, en el recurso que les permite subsanar las P~OWLSOHVIRUPDVHQTXHVHPDQL¿HVWDQORVGHVHRV ODVSXOVLRQHVVH[RDIHFWLYD\ODVFDUHQFLDVHUyWLFR amorosas en la cotidianidad. (QXQDHFRQRPtDGHVHUYLFLRV Charles, 1986), de relaciones sociales de servicio (Lazzarato y Negri, 1991), de trabajo emocional (Hochschild, 1983; 0DUWtQH],xLJR   \ de producción simbólica H LQPDWHULDO 5RGUtJXH] \ 'H OD *DU]D   en OD TXH VH VXVWHQWD OD LQGXVWULDO GHO VH[RDIHFWR OD heterogeneidad de la compra-venta de servicios VH[XDOHVUHVSRQGHDODVHVWUDWHJLDVHPSUHVDULDOHV\ de la fuerza laboral, para emprender el proceso de construcción social del mercado y de la ocupación. Igualmente, responde a los patrones de consumo, es decir a la capacidad de compra y al nivel de VR¿VWLFDFLyQGHOJXVWRGHORVFOLHQWHV /LP  situados en los distintos estratos socioeconómicos. Al analizar estos factores en conjunto, para. entender cómo se sitúan las mujeres colombianas y otros colectivos de mujeres inscritas a los diferentes puestos de trabajo, pudimos observar TXH HO PHUFDGR GHO VH[R FRPHUFLDO HV XQ iPELWR SRODUL]DGR HVWUDWL¿FDGR \ VHJPHQWDGR LQWHJUDGR fundamentalmente por tres esferas productivas: la prostitución de lujo o alto standing para los sectores de élite, la prostitución especializada enfocada en las clases medias y trabajadoras, y la prostitución para los sectores populares o empobrecidos que se ejerce en espacios austeros y precarios. Del mismo PRGRSXGLPRVLGHQWL¿FDUODVGLVWLQWDVPDQHUDVHQ que se entrelazan los sistemas de relaciones sociales de género, clase, raza, etnia, lugar de origen, condición de migración, orientación y prácticas VH[XDOHV D ORV SURFHVRV GH LQVHUFLyQ LQGLYLGXDO R FROHFWLYDGHODIXHU]DODERUDO(VWRVLJQL¿FDTXHOD posibilidad de ocuparse o no en uno de los puestos de trabajo, que ofrecen los diferentes segmentos que FRPSRQHQ OD LQGXVWULD GHO VH[R WUiWHVH GH HMHUFHU FRPRWUDEDMDGRUDVH[XDOSDUDODFODVHVRFLDOGHpOLWH para clases medias o para los sectores populares), está vinculada con la fuerza con que la mano de obra es afectada por sus vectores de opresión en relación a sus vectores de privilegio. Es decir, depende de la forma en que se interceptan los sistemas sociales de etnia/raza, clase, lugar de origen, edad y nivel cultural en el proceso de enganche de las mujeres a este mercado de trabajo. Hay una cultura de la migración que incluye argenWLQRVYHQH]RODQRV\XUXJXD\RVDTXtHVRVVRQPX\ bien considerados. Después estamos con las suramericanas blancas, después con las suramericanas de color, después con las... ¡no...! A las rusas quizás las coloco con las suramericanas blancas, después las suramericanas de color y después las africanas. ¡Claro! en lo último. Ellas tienen la posibilidad de todos los insultos posibles, no sólo eres puta, es que además eres negra, además eres mujer y es que además trabajas en la noche, bueno tienen ya todo, todos los estigmas. (Mujer española, trabaja en el &HQWURGH,QIRUPDFLyQD7UDEDMDGRUHV([WUDQMHUR del Colectivo Obrero – CC.OO) (Hurtado, 2011, pp. 168-169).. Estos sistemas de relaciones sociales en el PHUFDGR GHO VH[R FRPHUFLDO KDFHQ TXH DOJXQDV PXMHUHVFX\RVYHFWRUHVVHVLW~DQHQHOH[WUHPRGH.

(9) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. los privilegios, se ocupen en los puestos de trabajo mejor remunerados y con mejores condiciones laborales, en comparación con las mujeres cuyos mismos vectores se ubican en el margen de la opresión. No obstante, en esta industria las mujeres, tanto las que disfrutan de los privilegios como las que no, se sitúan en una condición de opresión de género. Ellas son las que principalmente ofrecen servicios a los hombres que disfrutan de los privilegios que VRFLDOPHQWH OHV FRQFHGH VX FRQGLFLyQ GH VH[R género, para demandar la prestación de servicios VH[RDIHFWLYRV$GHPiV HVWH PHUFDGR ODERUDO SRU VXV FDUDFWHUtVWLFDV HV LJXDOPHQWH SUHFDULR SDUD ODV WUDEDMDGRUDV VH[XDOHV GH pOLWH FRPR SDUD ODV GH nivel medio y para las que se ocupan en los niveles más precarios. /D SUHFDULHGDG GHO WUDEDMR VH[XDO VH HYLGHQFLD HQHOKHFKRGHTXHHVXQR¿FLRTXHVHDSDUWDGHODV IRUPDV³WtSLFDV´GHOHPSOHRDVDODULDGRHVWDEOH\GH tiempo completo; por consiguiente, se trata de un trabajo inestable, a tiempo parcial, temporal y que QR HVWi SURWHJLGR QL MXUtGLFD QL VRFLDOPHQWH$GHPiV H[LVWHQ QLYHOHV HQ ORV FXDOHV QHFHVDULDPHQWH QR VH REWLHQHQ UHFXUVRV HFRQyPLFRV VX¿FLHQWHV \ adicionalmente, es una modalidad de empleo no registrado, ilegal, clandestino y fraudulento (Neffa,   'HO PLVPR PRGR HO WUDEDMR VH[XDO HV XQD actividad donde el ejercicio de la ocupación manWLHQHXQDFRQGLFLyQMXUtGLFDVLQXRVDTXHVHGHEDWH entre la informalidad y la clandestinidad, debido a TXHODPHUFDQWLOL]DFLyQGHOVH[RQRHVXQDDFWLYLGDG ilegal pero tampoco está legalmente establecida en sociedades como la española; donde esta precarizaFLyQGHORVWUDEDMRVHQJHQHUDO\GHOWUDEDMRVH[XDO en particular, tiene múltiples consecuencias sobre la fuerza de trabajo. Una de ellas es la polarización y segmentación que se deben a que dentro de esta LQGXVWULD FDGD FDWHJRUtD GH WUDEDMDGRUD VH ULJH SRU diferentes normativas, a pesar de que tienen que SUHVWDUORVPLVPRVVHUYLFLRVGHTXHH[SHULPHQWDQ semejantes condiciones de trabajo o de que poseen VLPLODUHVQLYHOHVGHFDOL¿FDFLyQSDUDHOHMHUFLFLRGH la ocupación. Otra de las consecuencias es que la forma en que VHRUJDQL]DHOPHUFDGRGHOVH[R\VHHVWUXFWXUDOD SLUiPLGHVRFLRRFXSDFLRQDOFRQGXFHDTXHHVWHR¿cio se perciba no sólo como una ocupación etniza-. da, racilizada, feminizada y dividida en dos grupos: espacios de trabajo para mujeres inmigrantes versus espacios de trabajos para mujeres nativas. Igualmente, lo que advertimos es que el ejercicio de la prostitución se concibe como una actividad precaULD HMHUFLGD SRU SHUVRQDV H[WUDQMHUDV TXH RVWHQWDQ FDUDFWHUtVWLFDV FXOWXUDOHV \ UDFLDOHV VXEYDORUDGDV como en el caso de las mujeres africanas subsaharianas, quienes en España son asociadas y representan la imagen pública de la prostitución de calle. Este fenómeno de diferenciación origina que las mujeres VXEVDKDULDQDVH[SHULPHQWHQSRFDVRSFLRQHVGHRFXparse en los puestos de trabajo de nivel alto y medio: tipo residencias de lujo, clubes grandes, hoteles plaza y pisos de contacto, sobre-concentrándose en HOHVSDFLRS~EOLFRGHELGRDOSHVRHVSHFt¿FRTXHUHpresenta para ellas la interseccionalidad de raza, etnia, clase y lugar de origen (vectores de opresión en su caso). En relación a otras mujeres, estas mismas FDWHJRUtDVUHSUHVHQWDQYHFWRUHVGHSULYLOHJLRFRPR en el caso de las mujeres blancas europeas o latinas, e incluso de otras mujeres negras originarios de América Latina, quienes logran situarse en mejores condiciones y lugares de trabajo. Asimismo, el proceso de diferenciación y segmentación socio-ocupacional de las trabajadoras se observa en el nivel de rentabilidad que logran alcanzar, dependiendo del sector del mercado en que se ocupen. Estos factores nos permiten entender el potencial de empleabilidad, de inclusión-segmentada de la población inmigrante y de productividad adquirida por dicha empresa, que en sociedades como la española se distingue no sólo por la innovación en el proceso productivo; también porque involucra diversas formas de estructuración, de ejercicio de la ocupación y de estrategias de control sobre el proceso de trabajo. Se trata de un mercado que, además de hacer referencia a la prostitución, engloba la coPHUFLDOL]DFLyQGHOVH[RHQP~OWLSOHVIRUPDVGRQGH ODSRUQRJUDItDODVOtQHDVWHOHIyQLFDVHOVH[RYLUWXDO el cine erótico, etcétera; estos son solo algunos de los modos de consumo y de las oportunidades ocupacionales que encuentran las mujeres inmigrantes, HPSOHDGDVHQHVWHVHFWRUGHODHFRQRPtD $JXVWtQ 3LVFLWHOOL$UDQJR  (Q HVWH FRQWH[WR PLHQWUDV HO WUDEDMR VH[XDO VH mantiene en la a-legalidad, los espacios que se uti-.

(10) 16. Teodora Hurtado Saa. OL]DQSDUDODSURGXFFLyQ\HOFRQVXPRGHVH[REXUdeles, casas de citas, clubes de alterne, bares, discoWHFDVVH[VKRZVFDVDVGHPDVDMHVFDVLQRVFOXEHV nocturnos, hoteles, pisos de contacto, discotecas, residencias privadas o en espacios públicos como JUDQGHV DYHQLGDV SROtJRQRV LQGXVWULDOHV SDUTXHV calles, etcétera, se consideran y funcionan como lugares socialmente legitimados y algunos están MXUtGLFDPHQWH UHJODPHQWDGRV SDUD HO FRQVXPR GH VH[RDXQTXHVXFRPHUFLDOL]DFLyQQRHVWiHVWLSXODGD como parte de los usos y servicios que se prestan en estos escenarios. *OzULD3R\DWRVL0DWDV  FHUWL¿FDTXHOa legislación española acepta que en lugares como los FOXEHV\ORVKRWHOHVSOD]DVHSUDFWLTXHHO³DOWHUQH´ como actividad laboral, consistente en la captación GH FOLHQWHV YDURQHV PHGLDQWH HO DWUDFWLYR VH[XDO con el objetivo de que consuman el mayor número GHEHELGDVSRVLEOHHQWUHRWURVSURGXFWRV(O³DOWHUQH´SRUWDQWRSXHGHHMHUFHUVHSRUFXHQWDSURSLDR ELHQSRUFXHQWDGHWHUFHUDVSHUVRQDVFDOL¿FiQGRVH SDUDWRGRVORVHIHFWRVMXUtGLFRVFRPRXQDDFWLYLGDG autónoma o como una relación laboral, entre la muMHUTXHHMHUFHHO³DOWHUQH´\ODSHUVRQD ItVLFDRMXUtGLFD EHQH¿FLDULDGHWDODFWLYLGDG HOHPSUHVDULRHQ HVSHFt¿FR  1R REVWDQWH GLFKD UHODFLyQ GH WUDEDMR VRORHVMXUtGLFDPHQWHFRPSUREDEOHVLVHSUHVHQWDQ ante las autoridades correspondientes, los contratos de trabajo o las notas de laboralidad3, requeridas SDUDDFUHGLWDUODH[LVWHQFLDGHYtQFXORODERUDO6LQ HPEDUJRGLFKDUHJODPHQWDFLyQHVGLItFLOGHFXPSOLU porque las trabajadoras no tienen manera de comprobar su relación laboral con los empresarios, debido a la verbalidad de los contratos y de los acuerdos establecidos entre las partes. $XQTXH OD SUHVWDFLyQ GH VHUYLFLRV VH[XDOHV VHD otra o la principal tarea a realizar de parte de las WUDEDMDGRUDVGHO³DOWHUQH´HQODSUiFWLFDVXHMHUFLFLR no es reconocido por los empresarios. De hacerlo, VHUtD WLSL¿FDGR FRPR IDYRUHFLPLHQWR GH OD SUHVWDFLyQ GH VHUYLFLRV VH[XDOHV D FDPELR GH GLQHUR \ VH FRQVLGHUDUtD GHOLWR GHO RUGHQ SHQDO DGHPiV VL HO HPSUHVDULR UHFRQRFLHUD TXH H[LVWH XQD UHODFLyQ FRQWUDFWXDO FRUUHUtD HO ULHVJR GH VHU MX]JDGR SRU SUR[HQHWLVPR /D SDUDGRMD HV TXH ODV DXWRULGDGHV 3 5HTXHULPLHQWRVHVSHFL¿FDGRVHQHODUWžGHO(VWDWXWRGHORV7UDEDjadores (ET) de España.. JXEHUQDPHQWDOHV H[SLGHQ SHUPLVRV SDUD OD DSHUWXUD GH ORFDOHV HQ ORV TXH DGHPiV GHO ³DOWHUQH´ HV de dominio público que las ganancias de los establecimientos provienen básicamente del consumo GHVH[RFRPHUFLDO(VWDVLWXDFLyQIDYRUHFHSRUXQD SDUWHODSHUPDQHQWHDPELJHGDGMXUtGLFDVRFLDO\ ODERUDO GHO WUDEDMR VH[XDO \ SRU OD RWUD HYLWD TXH las personas que lo realizan sean reconocidas como sujetos de derechos laborales, lo cual acentúa la precarización de las condiciones laborales (Lim, 2004). $VLPLVPR IDYRUHFH OD H[SDQVLyQ GHO PHUFDGR GHO VH[R \ OD SUROLIHUDFLyQ GH HVWDEOHFLPLHQWRV GRQGH VH SXHGH DFFHGHU D VHUYLFLRV VH[RDIHFWLYRV GH GLYHUVDtQGROHPLHQWDVVHHVWDEOHFHXQPDQWRGHLQcertidumbre bajo el cual se encubre y resguarda el potencial económico y de empleabilidad que tiene esta industria y las condiciones en que se realiza el WUDEDMRVH[XDO 3R\DWRV   WDPELpQ DVHJXUD TXH Oa legislaFLyQHVSDxRODLQKHUHQWHDODH[SHGLFLyQGHSHUPLsos para la apertura de locales en los que se ejerFH OD SURVWLWXFLyQ \ HO ³DOWHUQH´ HV XQD QRUPDWLYD WtPLGD GHELGR D TXH HQ PXFKRV FDVRV VyOR VH UHTXLHUH TXH ORV HPSUHVDULRV GHO VH[R \ ORV HVWDEOHFLPLHQWRV FXPSODQ FRQ ODV FRQGLFLRQHV XUEDQtVWLFDV \ VDQLWDULDV H[LJLGDV SRU ODV DGPLQLVWUDFLRQHV gubernamentales encargadas de dar viabilidad a la apertura y funcionamiento de estos negocios. Estos KHFKRVKDQIDYRUHFLGRODH[SDQVLyQGHORVHVSDFLRV GHWUDEDMRVH[XDOORFXDOVHUHÀHMDHQODJHRJUDItD VRFLRHVSDFLDOGHODLQGXVWULDGHOVH[RHQ(VSDxD(V este un mercado que funciona de manera dinámica y ÀXLGDTXHVHGHVHQYXHOYHVRFLDO\HFRQyPLFDPHQWH como si se tratara de una forma cotidiana de consumo, como de hecho lo son otros mercados formalmente establecidos y otros productos de uso diario. Asimismo, las áreas y sitios empleados para la prestación de servicios funcionan como verdaderos enclaves económicos para la generación de riqueza, por el volumen de producción que logran generar basándose, fundamentalmente, en la comercializaFLyQGHOVH[R\HQHODOTXLOHUGHOFXHUSRGHVXMHWRV VRFLDOHVVH[XDOL]DGRVHWQL]DGRVUDFLDOL]DGRV\IHminizados. Este mercado se distingue, además, por ser un sector altamente desarrollado, tanto por su FRQWULEXFLyQ D OD HFRQRPtD HVSDxROD FRPR SRU VX proliferación y capacidad de empleabilidad. Adicio-.

(11) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. nalmente, se caracteriza por establecer alianzas esWUDWpJLFDVFRQRWUDVFRPSDxtDVORFDOHV\H[WUDQMHUDV DVRFLDGDVDODFRPHUFLDOL]DFLyQGHOVH[RHQGLYHUVDV formas, como en el caso de la industria del turismo VH[XDO\SRUFRQWDUFRQHOUHVSDOGRGHDOJXQRVJUXpos locales de poder. /D JHRJUDItD VRFLRHVSDFLDO GH ORV OXJDUHV GH trabajo nos muestra, igualmente, cómo se distribuyen los locales para la prestación de servicios, encontrándonos con establecimientos estructurados y DOWDPHQWHVR¿VWLFDGRVFRPRORVHVSDFLRVGHOXMR\ confort de alto nivel; continuando con los ámbitos medianamente organizados o de nivel medio, que presentan un ambiente glamuroso; concluyendo con ORV HVWDEOHFLPLHQWRV PtQLPDPHQWH HVWUXFWXUDGRV \ HPSREUHFLGRV GH DSDULHQFLD SUHFDULD 3DUWLFXODUmente, en el casos de estos últimos establecimientos las condiciones de trabajo e infraestructura son insalubres y sórdidas, escenarios donde terminan por LQFRUSRUDUVHODVPXMHUHV\ORVJUXSRVH[FOXLGRVGH ORV VHJPHQWRV VXSHULRUHV GHO PHUFDGR GHO VH[R R individuos con pocas o nulas posibilidades de moverse de la posición de trabajadores precarios, ubicados en el último renglón de la oferta de fuerza GHWUDEDMR$OOtHQFRQWUDPRVDODVPXMHUHVHQFRQdición de trata, mujeres africanas subsaharianas y a ciertas mujeres españolas mayores de 50 años o GURJRGHSHQGLHQWHV (VWD FODVL¿FDFLyQ GH ORV HVSDcios evidencia la evolución de un mercado que, a la par que avanza en el perfeccionamiento, diseño y calidad de los espacios de prestación de servicio y de consumo, y prospera en el mejoramiento de las condiciones laborales, también se ha transformado en un verdadero escenario para la dominación y la H[SORWDFLyQWDQWRHFRQyPLFDFRPRVH[XDOGHDOJXnos colectivos de mujeres. La importancia del cliente en la construcción social del mercado y de la ocupación de sexoservicio Corso (2004) y López y Baringo (2007) establecen que en la cultura occidental la prostitución sigue estando muy relacionada con la construcción social GHDOJXQDVIRUPDVGHH[SUHVLyQGHODPDVFXOLQLGDG GHODYLULOLGDG\GHODKRPEUtDDXQTXHHVWHPRGHOR VHKDPRGL¿FDGRHOKRPEUHKHWHURVH[XDOFRQWLQ~D siendo socializado de forma que se sigue valorando. 17. GH PDQHUD SRVLWLYD OD KLSHUVH[XDOLGDG PDVFXOLQD En España, por ejemplo, la prostitución representa un espacio para el ejercicio cotidiano de esta forma GHFRQVWUXFFLyQ\H[SUHVLyQGHODPDVFXOLQLGDGOR FXDO FRQWULEX\y D TXH HO SDtV LEpULFR VHD FRQVLGHUDGR HO SULPHU FRQVXPLGRU GH VH[R FRPHUFLDO (Q OD DFWXDOLGDG VH KD PRGL¿FDGR HO SUHMXLFLR GH TXH sólo los hombres adultos, feos, solitarios y carentes de afecto eran los que frecuentaban los burdeles y RWURVOXJDUHVGHFRPSUDYHQWDGHVH[R(OUHFLHQWH SDUDGLJPDPXHVWUDTXHHOPHUFDGRGHOVH[RFRPHUFLDOVHKDPDVL¿FDGR\GLYHUVL¿FDGRORVSUHFLRVVH han vuelto más asequibles para los consumidores y se ha impulsado la inmigración femenina, como PHFDQLVPRSDUDDPSOLDUODRIHUWDGHVHUYLFLRVVH[R DIHFWLYRV\PRGL¿FDUHOSHU¿OGHODVSUHVWDGRUDVGH servicios. Estos fenómenos ocurren con el apoyo permisivo de las autoridades españolas; en tanto que los hombres encontraron en la modernización GHOPHUFDGRGHOVH[RXQHVSDFLRSDUDUHFXUULUDOD SUiFWLFDIUHFXHQWHGHFRPSUDUVHUYLFLRVVH[XDOHVGH GLYHUVDtQGROH López y Baringo (2007) señalan que los hombres TXH FRQVXPHQ VH[R GH SDJD QR WLHQHQ XQ DVSHFWR GH¿QLGRSRUHOFRQWUDULRVHWUDWDGHXQDSREODFLyQ muy heterogénea tanto en edad, ocupación, nivel socioeconómico y estado civil. Las razones abiertamente manifestadas por los clientes, para DFFHGHU D H[SHULHQFLDV VH[XDOHV VRQ GLYHUVDV QR tener que comprometerse, celebrar una despedida de soltero o realizar algún tipo de negocio, etc. En el estado actual de los estudios sobre trabajo VH[XDOVHDSUHFLDXQLQWHUpVUHFXUUHQWHSRULQGDJDU ODV FDUDFWHUtVWLFDV GHO VXMHWR TXH VH SURVWLWX\H \ por otro lado se muestra poca atención a analizar la participación de otros agentes sociales e instituciones que, directa e indirectamente, intervienen HQODSURGXFFLyQVRFLDOGHOPHUFDGRGHOVH[R\GH OD RFXSDFLyQ GH WUDEDMDGRUD VH[XDO WDOHV FRPR ORV FOLHQWHVHPSUHVDULRVRSUR[HQHWDVODVLQVWLWXFLRQHV públicas reguladoras, los organismos de salud, los vecinos y los transeúntes, entre otros mediadores en este proceso. El cliente, en particular, es un actor fundamental pero anónimo y huidizo, del cual se sabe muy poco (Corso, 2004; López y Baringo, 2007; López, 2010). No obstante, la preocupación IXQGDPHQWDO GH ORV HVFDVRV HVWXGLRV TXH VH UH¿H-.

(12) 18. Teodora Hurtado Saa. UHQDORVFOLHQWHVKDVLGRODGHHVWDEOHFHUXQSHU¿O GH ORV KRPEUHV TXH VROLFLWDQ VH[R GH SDJD D SDUtir de interrogantes como: ¿quiénes y cómo son los FRQVXPLGRUHVGHVH[RFRPHUFLDO"¢&XiOHVVRQVXV FDUDFWHUtVWLFDVSVLFRVRFLDOHV"¢4XpORVGLIHUHQFLDH LQGXFHDGHPDQGDUODSUHVWDFLyQGHVHUYLFLRVVH[R afectivos, en comparación al resto de la población PDVFXOLQD"&RQEDVHHQHVWRVLQWHUURJDQWHVGLFKRV estudios4FRQFOX\HQTXHQRH[LVWHXQSHU¿OGH¿QLdo del cliente y, por tanto, potencialmente cualquier KRPEUHSXHGHOOHJDUDVHUXQFRQVXPLGRUGHVH[R comercial (López, 2010). De acuerdo con Meneses (2003), aunque el término comúnmente utilizado para referirse a las perVRQDVTXHGHPDQGDQVHUYLFLRVVH[RDIHFWLYRVHVHO de cliente, este concepto hace alusión a cualquier persona que demanda servicios comerciales, por lo tanto su uso necesariamente no denota una correODFLyQH[SOtFLWDFRQHOPHUFDGRGHOVH[RQLUHYHOD connotación peyorativa si se compara con el concepto de prostituta. En algunos sectores académicos y organizativos de España, se promueve el uso de la QRFLyQ³SURVWLWXLGRU´SDUDHYLGHQFLDUTXHHOFOLHQWH también está implicado en el proceso de compraYHQWDGHVHUYLFLRVVH[XDOHVD¿QGHTXHGHMHGHVHU concebido como un actor anónimo y casi impercepWLEOHHQODSURGXFFLyQVRFLDOGHOPHUFDGRGHOVH[R Desde esta perspectiva, Meneses (2003 y 2007) GLVWLQJXHODH[LVWHQFLDGHFOLHQWHVRSURVWLWXLGRUHV TXLHQHVVRQ³REMHWXDOL]DGRUHV´\FOLHQWHVRSURVWLWXLGRUHVTXHVRQ³SHUVRQDOL]DGRUHV´/RVSULPHURV VRQFRQVLGHUDGRVFRPRDTXHOORVXVXDULRVGHOVH[R FRPHUFLDOTXH³LQVWUXPHQWDOL]DQ´ODLQWHUDFFLyQFRQ ODWUDEDMDGRUDGHOVH[RDMXVWiQGRVHH[SOtFLWDPHQWH D ODV FRQGLFLRQHV SDFWDGDV FRQ OD VH[RVHUYLGRUD R con el empresario para la adecuada prestación del servicio y, además, tratan de mantener distancia social y emocional para no involucrarse con la persona que les presta dichos servicios. Los segundos, son concebidos como los sujetos que, antes que negociar las condiciones del servicio, se inclinan por FLHUWDVFDUDFWHUtVWLFDV\FXDOLGDGHVTXHOHVDWUDHGHO 4 (OHVWXGLRGH$JXVWtQ  GH3LVFLWHOOL  GH/ySH]\%Dringo (2006 y 2007), de López Riopedre (2010) son ejemplos del creFLHQWHLQWHUpVSRUORVFOLHQWHVGHVH[RFRPHUFLDO2WURVHVWXGLRVVHxDODGRVSRU/ySH]5LRSHGUHVRQORVGH:HO]HU/DQJ \ /HRQLQL  0DQVVRQ  /HJDUGLQLHU  %DUDKRQD\*DUFtD9LFHQte (2003), desde una perspectiva antropológica, el de Hart (1998) y el de Farley; Bindel y Golding (2009).. SHU¿OGHODSHUVRQDGHODFXDOGHVHDQUHFLELUHOVHUvicio y, asimismo, pueden llegar a establecer con la VH[RVHUYLGRUD YtQFXORV TXH YDQ PiV DOOi GH OR HVtrictamente comercial (Meneses, 2003). 3DUDORVFOLHQWHVORVDWULEXWRVGHODVEUDFHUDVGHO VH[RLQYROXFUDQPXFKRVDVSHFWRVPiVTXHODPHUD PRUIRORJtDFRUSRUDOSRUHVRVHLQWHUHVDQSRUDVSHFWRV HVWpWLFRV FXOWXUDOHV IHQRWtSLFRV DVt FRPR SRU ODVSUiFWLFDVVH[RDIHFWLYDV\ODQDFLRQDOLGDGGHODV braceras, entre otros elementos que hacen parte tanto de los vectores de presión y de privilegio de la WUDEDMDGRUDVH[XDOFRPRGHVXFDOLGDGGHORVELHQHV de consumo. Sin embargo, Meneses (2003 y 2007) LGHQWL¿FDXQDWHUFHUDWLSRORJtDGHXVXDULRVGHOVH[R TXHHOODFDOL¿FDGHFOLHQWHVRSURVWLWXLGRUHV³DJUHVRUHV´GHELGRDTXHpVWRVVHYDOHQGHODFRDFFLyQOD intimidación y la violencia durante la prestación de VHUYLFLRVSDUDDPHGUHQWDUDODVWUDEDMDGRUDVH[SORWDUODV VH[XDOPHQWH R SDUD UREDUODV HQWUH RWUDV DFciones que implican riesgo y que afectan el normal desempeño del proceso de trabajo. 8QDFODVL¿FDFLyQPiVJHQpULFD\GLFRWyPLFDGH los clientes, que observamos en los discursos de las trabajadoras entrevistadas para este estudio, e igualmente apreciamos en el trabajo de López (2010), es ODTXHGLYLGHDORVXVXDULRVGHOVH[RHQ³EXHQRV´R ³PDORV´ FOLHQWHV R ELHQ HQ FOLHQWHV ³QRUPDOHV´ R ³SUREOHPiWLFRV´$VLPLVPRVHUHFXUUHDODFDWHJRUtD ³SHVDGR´ SDUD UHIHULUVH D DTXHO FOLHQWHFRQVXPLGRUFRQHOFXDOUHVXOWDPiVGLItFLOGHVDUUROODUHO proceso de negociación: decidir el tipo de servicio, el costo y el tiempo de duración del mismo. Dentro GHHVWDFDWHJRUtDGH³SHVDGRV´ODVEUDFHUDVWDPELpQ ubican a los clientes alcoholizados, drogadictos, los que huelen mal, los que están enfermos, los que se resisten a utilizar el preservativo, los que desean pasar más tiempo en la habitación del previamente convenido, o que amenazan con denunciar a la traEDMDGRUDVH[XDODODSROLFtDDGHPiVGHORVFOLHQWHV que consideran que por el hecho de pagar pueden consumir el servicio que les plazca. Asimismo, las WUDEDMDGRUDV PDQL¿HVWDQ TXH H[LVWHQ RWURV FOLHQWHV FRQ TXLHQHV HOODV VH VLHQWHQ LGHQWL¿FDGDV \ OOHJDQ a apreciar mucho más; clientes que se distinguen porque lucen bien, porque son atractivos, porque las ayudan con los trámites de residencia y trabajo, porque las apoyan con el pago de su deuda o porque.

(13) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. las ayudan a conseguir un empleo fuera del mercaGR GHO VH[R 3RU FRQVLJXLHQWH QR H[LVWH SDUD HOODV un estereotipo común o generalizado del cliente. No obstante, las mujeres entrevistadas coinciden en D¿UPDUTXHORVXVXDULRVDJUHVRUHVRSHVDGRVVXHOHQ ser menos frecuentes que los clientes normales. (VWD WLSRORJtD \ ODV UHDOLGDGHV TXH VXE\DFHQ en la relación cliente/trabajadora, nos muestran la prevalencia de un frecuente denominador, donde HQDSDULHQFLDHOPHUFDGRGHOVH[RKDHYROXFLRQDGR para brindarles a los consumidores la posibilidad GH GLVIUXWDU FRPSURPLVRV VH[RDIHFWLYRV LQVWDQWineos y poco duraderos; asimismo, permite que la levedad de las relaciones y la carencia de solidez de las mismas se conviertan tanto en parte de un estilo de vida como de las estrategias de consumo. En concreto, el cliente/consumidor se ha constituiGRHQSLH]DDQJXODUGHOSURFHVRSURGXFWLYRGHOVH[R comercial, el tercer pilar de la cadena productiva junto a la trabajadora y el empresario, donde los. clientes no sólo actúan como consumidores de servicios, sino que también intervienen como productores y proveedores de su propio placer. Esto ocurre porque el cuerpo del cliente, al entrar en contacto con el cuerpo de la trabajadora, se constituye en el medio fundamental a través del cual se genera el acto de creación, circulaFLyQ\FRQVXPRGHODPHUFDQFtDVH[R7DPELpQ acontece porque a diferencia de otras actividades, donde el trabajador debe establecer una distancia relativa con la persona a la que presta VXVVHUYLFLRVHQHOWUDEDMRVH[XDOHVWDGLVWDQFLD corporal entre cliente/trabajadora es casi imposible, debido a las propiedades de los bienes de consumo y al tipo de interacción que se desarrolla entre ambos. De modo que, sin importar ODV FDUDFWHUtVWLFDV GH ORV FOLHQWHV REVHUYDPRV que éstos participan en el proceso de producción, distribución, circulación y consumo de la PHUFDQFtDVH[RDIHFWRFRPRHOPRGR³DGHFXDGR´\³FRUUHFWR´GHFRPHUFLDOL]DU\UHDOL]DUODV prestación de servicios. Conclusiones Históricamente la cultura occidental ha organi]DGRODSURGXFFLyQVRFLDOGHOVH[RDSDUWLUGHODLQV-. 19. WDXUDFLyQGHQRUPDV\FULWHULRVSROtWLFRVPRUDOHVH KLJLHQLVWDVSDUDUHJXODUODVFRQGXFWDVVH[XDOHVFRQsideradas inapropiadas y prohibir el ejercicio de la prostitución. Aun si estos reglamentos se han modi¿FDGRDORODUJRGHORVGLVWLQWRVSHUtRGRVKLVWyULFRV por los cuales ha avanzado la sociedad. Recientemente observamos una nueva realidad de acuerdo FRQODFXDOVHRUJDQL]DODSURGXFFLyQVRFLDOGHOVH[R \GRQGHHQWUHRWURVIDFWRUHVVHKDJHQHUDGRODH[SDQVLyQGHOPHUFDGRVH[XDO\ODSURVWLWXFLyQVHKD convertido en parte de la división internacional del trabajo femenino. Estos fenómenos acontecen gracias a la suma e integración de elementos tales como ODUHYROXFLyQVH[XDO\FXOWXUDOODJOREDOL]DFLyQHO desarrollo de los mercados de trabajo, el avance de ODVWHFQRORJtDVGHODFRPXQLFDFLyQHLQIRUPDFLyQ\ de los medios de transporte, entre otros factores. Al FRQYHUJHU GLFKRV IDFWRUHV IDYRUHFHQ OD H[SDQVLyQ de un modelo particular de acumulación capitalista que aprovecha y promueve la comercialización del VH[RDQLYHOJOREDOFRPRPHGLRSDUDODH[SORWDFLyQ laboral, para la generación de renta y para la reproducción del capital. (Q ORV WUDEDMRV VH[XDOHV DO LJXDO TXH HQ RWURV trabajos inmateriales (la producción de software, por ejemplo) el cliente no solo actúa como consumidor sino que interviene en el proceso de trabajo. En este caso, el cliente actúa junto con la trabajadoUDVH[XDOSDUDSURGXFLUODPHUFDQFtDVH[R0LHQWUDV más dinamismo y fuerza adquiere la intervención del cliente/consumidor en la relación producción/ consumo, más estrecha se vuelve su participación en el proceso productivo, no sólo porque determina la demanda de servicios, sino porque también el FOLHQWH SXHGH PRGL¿FDU WUDVODGDU \ FDPELDU HO OXgar de trabajo, cuando demanda que la prestación de servicios se realice en escenarios diferentes a los lugares habituales de trabajo. En estos escenarios, el cliente impone las normas y controla el proceso de trabajo, y la intervención del empresario o de otros agentes reguladores del proceso de trabajo se limita a imponer un precio más alto por este tipo de servicios. 3DUD DOJXQRV DQDOLVWDV ODV PXMHUHV TXH HMHUFHQ coPR WUDEDMDGRUDV VH[XDOHV OR KDFHQ HQ FRQGLFLyQ de trata y de la violencia de género (Genaro, 2007; Meneses, 2007; Nieto, 2007; Solano, 2007; Rubio,.

(14) 20. Teodora Hurtado Saa. 2008). Uno de los aspectos que observamos es que muchas mujeres, entre ellas las afrocolombianas, migraron a España de manera voluntaria y gracias al respaldo de redes sociales de parentesco, de compadrazgo, de amistad o por medio de agencias de viaje, quienes les proporcionan los recursos para emprender sus proyectos migratorios y su posterior LQVHUFLyQHQODLQGXVWULDGHOVH[R$VLPLVPRORTXH apreciamos es que antes de iniciar su itinerario migratorio y laboral estas mujeres se enfrentaron a las presiones sociales y económicas que las impulsaron a elegir esta ocupación como medio alternativo para ganarse la vida. Fenómenos que contribuyen a que HOWUDEDMRVH[XDO\HOPHUFDGRGHOVH[RVHDQFRQVtrucciones sociales. /DLQGXVWULDGHOVH[RQRHVVyORXQSUREOHPDGH proveedores, trabajadores y consumidores sino que. responde a una dinámica de relaciones sociales de DVLPHWUtDVGHSRGHUSRUJpQHURFODVHHWQLDUD]D« GRQGHHOPHUFDGRVH[XDOSXHGHYHUVHSRUXQODGR como el escenario en el cual las mujeres pierden su condición de sujetos sociales, para transformarse en PHUFDQFtDHQPXMHUHVTXHYHQGHQVXFXHUSR\VRQ REMHWRGHGHVHRGHORVFRPSUDGRUHVGHVH[RDIHFWR mientras que desde otra perspectiva el trabajo se[XDO FRPR FXDOTXLHU RWUD RFXSDFLyQ HV XQ UHFXUVR para escapar de las condiciones de pobreza y de GHVHPSOHRHVWUXFWXUDOTXHH[SHULPHQWDQODVPXMHUHVLQPLJUDQWHVHQVXVSDtVHVGHRULJHQ\GHGHVWLQR )DFWRUHVTXHFRQGXFHQDTXHHOVH[RVHUYLFLRHQDOJXQRVFRQWH[WRVVHDSHUFLELGRFRPRXQDRFXSDFLyQ marginal en el mundo de vida, y parte importante en las sociedades capitalistas, las cuales organizan las relaciones sociales en torno al trabajo y a la riqueza.. 5HIHUHQFLDV%LEOLRJUi¿FDV. *HQDUR $   +HWDLUD XQD H[SHULHQFLD GH OXFKD por los derechos de las prostitutas. Documentación Revista de Ciencias Sociales y de Sociología Aplicada(144), 123-135. +RFKVFKLOG5$  (PRWLRQ:RUN)HHOLQJ5XOHV and Social Strcuture. The American Journal of Sociology, 85(3), 551-575. +XUWDGR 7   7UDEDMRV HUyWLFR VH[XDO GH PXMHUHV afrocolombiana emigrantes a Europa. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 30(66), 137-164. Hurtado, T. (2011). Mujeres, negras e inmigrantes construyendo la ocupación de “proveedoras” de servicios afectivos y “vendedoras” de bienes erótico-amorosos HQORVHVSDFLRVWUDQVQDFLRQDOHV7HVLV'RFWRUDO3URJUDPDGH'RFWRUDGRHQ(VWXGLRV6RFLDOHV/tQHDGH Especialización en Estudios Laborales. Universidad Autónoma Metropolitana - Unidad Izatapalapa. CiuGDGGH0p[LFR')0p[LFR Juliano, D. (2002). /D SURVWLWXFLyQ HO HVSHMR RVFXUR Barcelona: Ed.Icaria. Juliano, D. (2004). El peso de la discriminación: debates teóricos y fundamentaciones. En R. Osborne (Ed.), Trabajador@s del sexo:derechos, migraciones y trá¿FRHQHOVLJOR;;, (pp. 43-56). Barcelona: Ediciones Belleterra-SGU. .HPSDGRR.  *OREDOL]LQJ6H[:RUNHUV5LJWKV En K. Kempadoo, & D. Jo (Edits.), Global Sex WorkHUV 5LJKWV 5HVLVWDQFH DQG 5HGH¿QH QDWLRQ (pp. 1-28). New york and London: Routledge. .HPSDGRR.  0XGDQGRRGHEDWHVREUHRWUD¿FR de mulheres. Cadernos Pagu, 25, 55-78. Lazzarato , M., & Negri, A. (20014). 7UDEDMRLQPDWHULDO )RUPDVGHYLGD\SURGXFFLyQGHVXEMHWLYLGDG Rio de. $JXVWtQ/ -XQLRGH Trabajar en la industria del VH[R Recuperado el 18 de Junio de 2011, de Red de WUDEDMDGRUDV 6H[XDOHV GH /DWLQRDPHULFD \ HO FDULEH 5HG7UD6H[ KWWSZZZUHGWUDVH[RUJDUEROHWLQHV html $JXVWtQ/ GH-XQLRGH 7KH &U\LQJ 1HHGIRU Different Kinds of Research. Recuperado el 25 de JuQLRGHGH5HVHDUFKIRUVH[KWWSZZZFKLOGWUDI¿FNLQJFRP'RFVDJXVWLQBUHVBSGI $JXVWtQ/ E /DLQGXVWULDGHOVH[RORVPLJUDQWHV y la familia europea. Cadernos Pagu(25), 07-128. $JXVWtQ / VI  1HZ 5HVHDUFK 'LUHFWLRQV 6H[XDOLWLHV Recuperado el 23 de Agosto de 2011, de SAGE 3XEOLFDWLRQV /RQGRQ 7KRXVDQ 2DNV &$ DQG 1HZ Delhi): www.sagepublications.com Arango, L. G. (2010). Género e identidad en el trabjo de cuidado. En J. C. Neffa, & E. De la Garza Toledo, Trabajo, identidad y acción colectiva (págs. 81-108). Madrid: Clacso, Universidad Autónoma MetropolitaQD,]WDSDODSD3OD]D\9DOGp]6$GH&9 Charles, H. (1986). (O IXWXUR GHO WUDEDMR KXPDQR 0p[LFR$ULHO Corso, C. (2004). Desde dentro: los clientes vistos por una prostituta. En R. Osborne (Ed.), Trabajador@s GHOVH[RGHUHFKRVPLJUDFLRQHV\WUD¿FRHQHOVLJOR XXI (pp. 121-134). Barcelona, España: Ediciones Belleterra-SGU. &RYUH3  ¢'HSURVWLWXWDVDVH[ZRUNHUV"(Q5 Osborne (Ed.), Trabajador@s del sexo: derechos, PLJUDFLRQHV\WUi¿FRHQHOVLJOR;;, (pp. 237-244). Barcelona, España: Ediciones Belleterra..

(15) 'HOSDUDGLJPDKLJLHQLVWDDODVWHRUtDVGHODLQWHUVHFFLRQDOLGDG/DFRQVWUXFFLyQVRFLDOGHODRFXSDFLyQGHWUDEDMDGRUDVVH[XDOHV. -DQHLUR'3 (GLWRUD /LP /   (O VHFWRU GHO VH[R OD FRQWULEXFLyQ económica de una industria. En R. Osborne (Ed.), Trabajador@s del sexo: derechos, migraciones y tra¿FRHQHOVLJOR;;, (pp. 57-84). Barcelona: Ediciones Belleterra-SGU. /LP /  7UDLWH GHPDQFH HW PHUFKp GX VH[H (Q H. Hirata, J. Falquet, D. Kergoat, B. Labrari, N. Le Feuvre, & F. Sow, /HVH[HGHPXQGLDOLVDWLRQ*HQHUH FODVHUDFHHWQRXYHOOHGLYLVLyQGXWUDYDLO (pp. 165  3DULV 3UHVVHV GH OD )RQGDWLRQ 1DWLRQDOH GHV 6FLHQFHV3ROLWLTXHV /ySH]&  ³&XDUWRVRVFXURV¢VDEHVWRGRORTXH WLHQHV TXH VDEHU"´ 1RVRWUDVFRP KWWSZZZQRVRtras.com/salud/cuartos-oscuros-sabes-todo-lo-quetienes-que-saber-88433 López, R. (2010  ,QPLJUDFLyQ FRORPELDQD \ EUDVLOHxD y prostitución femenina en la ciudad de Lugo: Historias de vida de mujeres que ejercen la prostitución en SLVRVGHFRQWDFWRV Tesis Doctoral. Departamento de 6RFLRORJtD,)DFXOWDGGH&LHQFLDV3ROtWLFDV\6RFLRORJtD81('0DGULG Lopez, R., & Baringo, D. (2007). Ciudad y prostitución KHWHURVH[XDOHQ(VSDxDHOSXQWRGHYLVWDGHO³FOLHQWH´ PDVFXOLQR & (GLWRUHV (G  Documentación Revista de Ciencias Sociales y de Sociología Aplicada(144), 59-74. 0DUWLQH]'7RWWHUGHOO3$OFRYHU& +ROPDQ'  (PRWLRQDOODERXUDQGHPRWLRQDOH[KDXVWLyQ Interpersonal and intrapersonal mechanisms. Work & Stress, 21(1), 30-47. Meneses, C. (2003). 3HU¿O GH OD SURVWLWXFLyQ FDOOHMHUD Analisis de una muestra de personas atendidas por $35$030DGULG8QLYHUVLGDG3RQWL¿FLD&RPLOODV Meneses, C. (2007). Riesgo, vulnerabilidad y prostitución. Documentación Revista de Ciencias Sociales y de Sociología Aplicada(144), 11-36. 1HIID-&  /DWUDQVLFLyQGHVGHORV³YHUGDGHURV HPSOHRV´DOWUDEDMRSUHFDULR(Q('HOD*DU]D7Rledo, & J. C. Neffa, Trabajo, identidad y acción colectiva (pp. 43-80). Madrid: Ed. Clacso, Universidad. 21. $XWRQRPD0HWURSROLWDQD,]WDSDODSD3OD]D\9DOGpV S.A de C.V. Negri, A. (1991). Trabajo inmaterial y subjetividad. Futur Antérieur(6). Recuperado el 28 de agosto de 2011 de: http://anja-steidinger.de/wp-content/ uploads/2008/03/produccion-inmaterial.pdf. 1LHWR5  $35$03³8QDDOWHUQDWLYDUHDOGHHMHUFLFLR GH OD SURVWLWXFLyQ´ Documentación Revista de Ciencias Sociales y de Sociología Aplicada, 135-146. Osborne, R. (Ed.). (2004). [Introducción] Trabajador@s GHOVH[RGHUHFKRVPLJUDFLRQHV\WUi¿FRHQHOVLJOR ;;, Barcelona: Ediciones Belleterra-SGU. 11-41. 3LVFLWHOOL$   9LDJHQV H VH[R RQOLQH D ,QWHUQHW QDJHRJUD¿DGRWXULVPRVH[XDOCadernos Pagu(25), 281-326. 3LVFLWHOOL$  6H[RWURSLFDOHPXPSDLVHXURSHX PLJUDomRGHEUDVLOHLUDVSDUD,WDOLDQRPDUFRGR³WXULVPRVH[XDO´LQWHUQDFLRQDOEstudios feministas, 15(3), 717-744. 3R\DWRV*  La prostitución como trabajo autónomo. Recuperado el 15 de Enero de 2010, de Información del dominio de Sentencias: www.jpdsocial. RUJ$UWLFOHV3R\DWRV0DWD3RQHQFLDSGI Rodriguez, J. G., & De la Garza, E. (2010). Trabajo Cognitivo y control sobre el proceso de trabajo: la producción de sofware. En M. Hernández Romo, Estudios Laborales en México SS 0p[LFR 8QLYHUVLGDG$XWyQRPD 0HWURSROLWDQD 3OD]D \ 9DOdés Editores. 5XELR0  1LSXWDQLWUDEDMDGRUDVH[XDOSURVWLWXta. Borrador de Método(51), 1-13. Sassen, S. (2003). &RQWUDJHRJUD¿DVGHODJOREDOL]DFLyQ Género y ciudadanía en los circuitos transfronteri]RV0DGULG(GLFLyQ7UD¿FDQWHVGH6XHxRV Sassen, S. (2007). 8QD VRFLRORJtD GH OD JOREDOL]DFLyQ New York: Katz Editorial. Solana, J. L. (2007). Movimientos migratorios, trabajadoras inmigrantes y empleo en la prostitución. Documentación Revista de Ciencias Sociales y de Sociología(144), 37-59. :LMHUV0  'HOLQFXHQWHVYtFWLPDVPDOVRFLDOR mujeres trabajadoras: perspectivas legales sobre la prostitución. En R. Osborne (Ed.), Trabajador@s del.

(16)

Referencias

Documento similar

The notified body that issued the AIMDD or MDD certificate may confirm in writing (after having reviewed manufacturer’s description of the (proposed) change) that the

Para ello, trabajaremos con una colección de cartas redactadas desde allí, impresa en Évora en 1598 y otros documentos jesuitas: el Sumario de las cosas de Japón (1583),

Entre nosotros anda un escritor de cosas de filología, paisano de Costa, que no deja de tener ingenio y garbo; pero cuyas obras tienen de todo menos de ciencia, y aun

Proporcione esta nota de seguridad y las copias de la versión para pacientes junto con el documento Preguntas frecuentes sobre contraindicaciones y

[r]

d) que haya «identidad de órgano» (con identidad de Sala y Sección); e) que haya alteridad, es decir, que las sentencias aportadas sean de persona distinta a la recurrente, e) que

De hecho, este sometimiento periódico al voto, esta decisión periódica de los electores sobre la gestión ha sido uno de los componentes teóricos más interesantes de la

Las manifestaciones musicales y su organización institucional a lo largo de los siglos XVI al XVIII son aspectos poco conocidos de la cultura alicantina. Analizar el alcance y