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¿Cómo los quistes ováricos afectan la reproducción en la yegua?

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Academic year: 2020

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(1)¿Cómo los quistes ováricos afectan la reproducción en la yegua? María del Pilar Lara 1. (1) Estudiante de Seminario de Profundización en Reproducción Equina Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Cooperativa de Colombia, campus Villavicencio, Colombia. Correo electrónico: maria.larar@campusucc.edu.co. Resumen: Un quiste ovárico es una cavidad cerrada que por lo general está llena de líquido, y que puede presentarse dentro o fuera de los ovarios, en las yeguas se presentan diferentes tipos de quistes, entre ellos lo foliculares, los de la fosa de ovulación y los paraováricos, así mismo se observan otras patologías ováricas, como el Tumor de Células de la Granulosa (TCG), y el Cuerpo Lúteo persistente, que muestran características e impactos en la reproducción, similares a los que producen los quistes. A nivel general se observa que las patologías ováricas generan desordenes hormonales que afectan el ciclo reproductivo y por lo tanto pueden llegar a generar un impacto negativo en la reproducción. Palabras Clave Yegua, ovulación, quistes ováricos, cuerpo lúteo. Abstract An ovarian cyst is a closed cavity that is usually filled with fluid, and that can occur inside or outside the ovaries, in the mares are different types of cysts, including follicular cysts, cysts of the ovulation fossa and paraovaric cysts, as well as other ovarian pathologies, such as granulosa cell tumor (GCT) and persistent corpus luteum, which show characteristics and impacts on reproduction, similar to those produced by cysts. At a general level it is observed that ovarian pathologies generate.

(2) hormonal disorders that affect the reproductive cycle and therefore can generate a negative impact on reproduction. Keywords: Mare, ovulation, ovarian cysts, corpus luteum. Introducción Existen múltiples patologías ováricas que afectan la reproducción equina, entre estas se encuentran los quistes que son sacos rodeados de tejido que por lo general están llenos de líquido (1). Los quistes foliculares, son folículos que no logran completar el proceso de ovulación (3). Estos quistes alargan el estro (2,4), impidiendo la liberación a tiempo del ovocito (5,6) Los quistes de la fosa de ovulación, se presentan únicamente en esta fosa que es una estructura del ovario donde se desarrolla el estigma, y es el lugar donde se presenta la ovulación y se forma el cuerpo lúteo (7). Estos quistes pueden llegar a destruir los folículos e incluso los ovarios, y pueden evitar el desplazamiento del ovulo, debido al taponamiento generado por exceso de secreción (8). Los quistes paraováricos, se presentan en el oviducto que es el conducto que comunica los ovarios con el útero (9) aparecen principalmente en las fimbrias, y su impacto en la reproducción está dado al alterar el desplazamiento del oocito a través del oviducto, impidiendo la fertilización (8,9). El Tumor de células de la Granulosa (10), es una formación anormal que afecta las células que recubren la pared folicular y que se conocen con el nombre de células de la granulosa (11). Este tumor genera alteraciones hormonales que evitan el desarrollo folicular, la ovulación y la formación del cuerpo lúteo (12, 13) El cuerpo lúteo persistente se genera cuando la luteólisis no se presenta al finalizar el diestro (14,15). Esta patología altera el ciclo reproductivo, impidiendo el desarrollo normal del estro, y por tanto la maduración folicular y la ovulación (16)..

(3) El presente artículo recopila información acerca de los quistes y otras patologías ováricas, con el fin de tener mayor claridad sobre su comportamiento y el impacto que pueden llegar tener en la reproducción equina. Quistes ováricos El ovario equino presenta marcadas diferencias en comparación con los ovarios de los demás mamíferos (17), pues en las yeguas la zona vascular se encuentra en la superficie del ovario (17), y la corteza ovárica se encuentra en el interior del mismo (14), en la cara ventral queda la fosa de ovulación, que es una zona libre de vasos sanguíneos, que se encuentra recubierta por epitelio germinativo y que es el lugar donde ocurre la ovulación (16, 18). Un quiste ovárico es una cavidad cerrada que se está rodeada por tejido y que por lo general está llena de líquido, y puede presentarse dentro o fuera de los ovarios (1), en equinos se pueden presentar los siguientes tipos de quistes ováricos (2). Folículos persistentes anovulatorios: Según Findlay y Kerr, el folículo es la unidad fundamental del ovario que contiene el ovocito que puede llegar a ovular para ser fertilizado y formar un embrión (19), se habla de folículos persistentes anovulatorios en yeguas, cuando se presentan folículos que no logran completar el proceso de ovulación (3), persisten por más de dos meses y alcanzan tamaños que oscilan entre los 5 y 15 cm (4). Esta patología, conocida también como folículos quísticos (2), no se presenta frecuentemente en equinos, y suele aparecer principalmente en yeguas ancianas (20). Aunque no existe suficiente claridad sobre el tema, se sabe que existe relación entre esta patología y los desórdenes endocrinos (16, 21, 22), una posible causa puede ser la ausencia de gonadotropina LH, que impediría la ovulación; otra causa podría ser la insuficiente producción de estrógenos por parte del folículo (2, 16). Sin.

(4) embargo, hasta el momento no se conocen con certeza cuales son las causas de la aparición de folículos persistente anovulatorios en yeguas (2, 4, 14, 21) Los quistes foliculares afectan la reproducción equina debido al impacto que tienen en el ciclo estral (6), que es el tiempo que transcurre entre dos ovulaciones y que está compuesto por una fase folicular conocida como estro; y una fase luteal denominada diestro (23, 24). Cuando una yegua sufre esta patología se presentan estros prolongados o ninfomanía (2,4), donde se puede observar tumefacción edematosa en los genitales y emisión constante de pequeñas cantidades de orina (25). Dicha prolongación del estro puede afectar la calidad de los ovocitos debido a que el folículo no logra liberarlos a tiempo (5, 6). Los folículos anovulatorios persistentes pueden ser diagnosticados por medio de una evaluación hormonal, donde se medirán las concentraciones de estradiol y testosterona. En estos folículos las concentraciones de estradiol son menores a 30 pg/ml, y las de testosterona son superiores a 3.0 ng/dl (4). Estos folículos tienden a desaparecer en un periodo de tiempo de 1 a 4 semanas (2, 6), se recomienda no aplicar ningún tipo de tratamiento para inducir el siguiente estro (6). Quistes de la fosa de ovulación A diferencia de otras especies, el ovario de la yegua cuenta con una región llamada fosa de ovulación, que está libre de vasos sanguíneos mayores y que se encuentra cubierta por un epitelio germinativo que es un tejido compuesto por células germinales; en esta fosa se produce la ovulación y se forma el cuerpo lúteo (17). Los quistes de la fosa de ovulación son estructuras que aparecen después de que el ovario sufre traumas y / o heridas, en las yeguas estos quistes aparecen.

(5) exclusivamente en la fosa de ovulación y de no ser tratados a tiempo pueden crecer y expandirse destruyendo el ovario (8). Aunque estos quistes no generan ningún impacto de tipo hormonal (8), si pueden generar problemas en la reproducción debido a que pueden destruir y remplazar los folículos (8, 26). Así mismo, debido a la persistencia de estos quistes, se puede acumular suficiente secreción como para evitar que el ovulo llegue al oviducto, o como para generar presión y deformar el ovario (8). Los quistes de la fosa de ovulación se pueden detectar por medio de ecografía transrectal, donde se observarán pequeños quistes anecoicos dentro de la fosa (8).. Quistes paraováricos Los quistes paraováricos son aquellos que se presentan cerca del ovario (27), en el caso de las yeguas se presentan en el oviducto que es un conducto largo y sinuoso cuya principal función es comunicar el útero con el ovario, con el fin de transportar el oocito, soportar el proceso de fecundación y el desarrollo embrionario (28), en las yeguas el oviducto tiene una capa muscular bien desarrollada que hace las veces de esfínter y que permite impulsar los espermatozoides al sitio de fertilización.(9) Los quistes en esta región suelen presentarse en la fimbria, que es una parte del oviducto que está formada por cilios cuyo movimiento constante dirige los oocitos hacia el ámpula, que es el lugar donde ocurre la fertilización (28). Estos quistes pueden afectar la reproducción cuando llegan a alcanzar un gran tamaño, pues logran mover las fimbrias afectando así el desplazamiento de los oocitos, impidiendo el proceso de fertilización (8, 19). No existe claridad sobre las causas de este tipo de quistes, sin embargo, su aparición es mucho más frecuente en yeguas de edad avanzada (9). El diagnóstico de este tipo de quistes es bastante complejo, pues no suele detectarse fácilmente por medio de la palpación rectal, el ultrasonido, la biopsia, la.

(6) citología y la histeroscopia, por tal motivo cuando se presentan problemas de fertilidad en una yegua y se han descartado las demás patologías, uno de los mecanismos de detección que se recomienda es el lavado oviductal que permite detectar si existe algún tipo de bloqueo en el oviducto de la yegua (9). El lavado oviductal también puede ser usado como tratamiento para este tipo de patología, sin embargo, en caso de que el quiste tratado sea demasiado grande, se recomienda realizar una ovarioectomía unilateral que es la remoción quirúrgica únicamente del ovario afectado, (9) no se encuentra evidencia bibliográfica que mencione la extirpación del oviducto. Tumores y otras patologías ováricas. Además de los quistes ováricos y para ováricos existen otras patologías que se desarrollan frecuentemente en los ovarios de las yeguas y que afectan de forma directa la reproducción equina (5,18), dichas patologías se describen a continuación.. Tumor de células de la granulosa. El Tumor de Células de la Granulosa (TCG) es una de las patologías que se desarrolla dentro de la estructura del ovario (10,12,13); que se presenta con mayor frecuencia en las yeguas (10), se trata de una neoplasia (29) que como su nombre lo indica aparece en la célula de la granulosa, que son aquellas que están dentro del folículo cubriendo el ovocito (11) y de las cuales depende la producción de inhibina (12), que es la hormona encargada de regular la maduración del folículo (30). En algunas ocasiones el TCG puede aumentar de forma significativa la producción de dicha hormona (12). Es posible que en algunos casos el TCG contenga algunas células tecales (12), que según Young 2010 (31), son células fundamentales para el crecimiento folicular,.

(7) pues proporcionan los andrógenos que serán convertidos en estrógenos por la célula de la granulosa, durante el desarrollo folicular (31). El TCG suele producirse únicamente en uno de los ovarios generando un crecimiento exagerado del mismo (32), este tumor tiende a presentarse principalmente en yeguas que tienen entre 5 y 9 años de edad, y/o que han parido recientemente, no obstante, esta patología también puede llegar a presentarse en yeguas gestantes (12, 13), sin que esto genere complicaciones en el desarrollo del feto, ni en el parto. No existe claridad acerca de las causas reales de esta patología (13). Cuando un TCG tiene un alto contenido de células tecales, puede generar que la yegua se comporte de forma similar a los machos (13) llegando incluso a intentar montar otras yeguas (12, 13, 32), este comportamiento se conoce con el nombre de virilismo (12). Así mismo, el TCG puede generar anestro, que es una fase del ciclo estral donde no se presenta actividad ovárica, ni receptividad sexual (12,13), y signos de ninfomanía es decir celos prolongados y/o intermitentes (12, 13,33). Los problemas de comportamiento en la yegua pueden estar relacionados con el desorden hormonal que genera el TCG (12, 13,32). Otros síntomas de este tipo de tumor son los cólicos y la hemorragia que pueden ser generados por el agrandamiento ovárico (13). El TCG, se puede diagnosticar por medio de la palpación rectal, donde se verifica el aumento en el tamaño del ovario y se revisa la uniformidad de las paredes, por lo general en presencia de TCG el ovario se siente esférico y no se logra detectar la presencia de la fosa de ovulación (12). Al realizar un ultrasonido, el TCG se muestra como un panal de abejas, sin embargo, también se puede presentar una estructura quística que contiene líquido, en el que se observan pequeñas partículas flotantes (12). También se puede detectar el TCG mediante un perfil hormonal, detectando el.

(8) nivel de inhibina superior a 0,7 ng/ml, de testosterona mayor a 50-100 pg/ml, y de progesterona inferior a 1ng/ml (12). El tratamiento recomendado para el TCG, es la ovariectomía (12, 13), al realizar este procedimiento se controlan los problemas de comportamiento y la irregularidad del. ciclo. estral. (13),. la. funcionalidad. del. ovario. sano. debe. regresar. aproximadamente 6 meses después de la cirugía (32). La reproducción de las yeguas se ve afectada por el TCG, debido a los problemas hormonales que generan que el desarrollo folicular, la ovulación y la formación de cuerpo lúteo no ocurran (12,13). Folículos hemorrágicos Cuando los folículos anovulatorios persistentes se llenan de sangre, se conocen como folículos hemorrágicos, y se caracterizan por que el folículo presenta tejido lúteo y engrosamiento de sus paredes (21). Se les conoce también como folículos otoñales debido a que suelen presentarse en el periodo de transición otoño primavera, es decir al final del periodo ovulatorio en la yegua (4), sin embargo, se ha detectado la formación de folículos hemorrágicos al principio de la temporada ovulatoria (3,21). Hasta el momento no existe claridad acerca de las causas que lo originan (2), sin embargo, se considera que pueden ser el resultado de fallas en la ovulación de origen endocrino y tienden a perdurar hasta por dos meses (21). Los folículos hemorrágicos pueden ser diagnosticados por medio de una evaluación ultrasonográfica transrectal, donde se verificará el diámetro del folículo, la densidad de la capa de la granulosa y la presencia de manchas ecogénicas flotando en el líquido folicular (5,6) (Figura 1)..

(9) Figura 1 Imagen de ultrasonido de un folículo hemorrágico. Fuente: McCue PM (12). Al igual que en el caso de los folículos anovulatorios persistentes, el principal impacto que los folículos hemorrágicos tienen en la reproducción equina, está relacionada con la imposibilidad del folículo dominante para liberar el ovocito y continuar con el proceso de ovulación normal (6,12). Y de igual forma que los folículos anovulatorios persistentes, los folículos hemorrágicos tienden a desaparecer por si solos (2, 6), y en caso de que sea absolutamente necesario se debe administrar la dosis luteolitica más baja de prostaglandina F2α, con el fin de evitar la recurrencia (6)..

(10) Cuerpo lúteo persistente. Según Tomac (34), el cuerpo lúteo es una glándula endocrina temporal que se forma a partir de las células que se encuentran en la pared del folículo (granulosa y teca) por efecto de la hormona luteinizante (LH), y que debe su nombre al color amarillo que toman las células en su proceso de transformación (34). El cuerpo Lúteo es fundamental para la regulación del ciclo estral y la producción de progesterona (35), que es la hormona que se encarga de preparar el endometrio para recibir el embrión (35). La funcionalidad del cuerpo lúteo tiene una duración aproximada de 14 o 15 días después de la ovulación (16), si no se presenta preñez, inicia la luteólisis, que es la destrucción del cuerpo lúteo, este fenómeno se genera debido a la falta de señales uterinas y señales embrionarias antiluteolíticas (36). Se presenta un cuerpo lúteo persistente cuando en yeguas no gestantes la luteólisis no se desarrolla después de la ovulación (16) y puede ser producido principalmente por ovulaciones tardías en la fase luteal del ciclo estral, que durante la liberación de la prostaglandina producen cuerpos lúteos inmaduros es decir que cuentan con menos de cinco días de vida. (39) También puede ser producido por infecciones uterinas crónicas o por pérdida embrionaria después de que la yegua reconoce la preñez, situaciones que disminuyen la secreción de prostaglandina por el endometrio (37,39). La prostaglandina es la hormona que provoca la regresión del cuerpo lúteo y es liberada a través del endometrio, aunque no se tiene claridad acerca de los factores que desencadenan su liberación, se sabe que ingresa al sistema circulatorio para llegar al cuerpo lúteo ovárico por medio de la vía arteriovenosa (38). El diagnóstico de un cuerpo lúteo persistente se realiza por medio de la palpación rectal donde el cuello uterino se sentirá tenso y seco debido al exceso de progesterona producido por el CL persistente (39). Así mismo, se deberá realizar un.

(11) examen de ultrasonido y una evaluación hormonal, donde se deberá encontrar niveles de progesterona superiores a los que se encuentran en presencia de un CL normal, >1,0 ng/ml (14,39). El cuerpo lúteo persistente impacta la reproducción equina, debido a que puede alterar el ciclo reproductivo, impidiendo o demorando la llegada del estro, así como la maduración folicular y por tanto la ovulación (14)..

(12) Tabla 1 Síntesis de patologías ováricas, causas e impactos en la reproducción. La siguiente tabla muestra un breve resumen de cada una de las patologías mencionadas, sus posibles causas y el impacto fisiológico y/o anatómico que puede tener en la reproducción equina. Patología. Posibles Causas. Folículos persistente anovulatorio. Producción anormal de estrógenos por el folículo y / o la liberación insuficiente de gonadotropinas para inducir la ovulación. Liberación de prostaglandinas por endometriosis, o dolor crónico.. Impacto fisiológico y anatómico Alargamiento del ciclo estral, crecimiento persistente del folículo dominante, perdida de la ovulación. Disminución en las concentraciones de estradiol. Aumento en los niveles de estrógeno.. Destrucción de los folículos dominantes. Acumulación de secreción que evita que el ovulo llegue al oviducto y/o deforma el ovario Cuando crecen pueden llegar a Quistes para No existe claridad sobre mover las fimbrias, evitando el ováricos las causas desplazamiento de los oocitos. Aumento significativo de la producción de inhibina. Crecimiento exagerado del ovario afectado, que puede generar dolor y hemorragia. Tumor de No existe claridad sobre Genera anestros prolongados o células de la las causas estros continuos y prolongados. granulosa. Retraso o supresión del desarrollo folicular, la ovulación y la formación del cuerpo lúteo. Quistes de la fosa de Trauma o heridas ovulación. Ovulación múltiple y Folículo aumento en la Hemorrágico concentración de la gonadotropina. Ovulaciones tardías en la fase luteal del ciclo estral. Cuerpo Pérdida embrionaria, Lúteo después de que la yegua persistente reconoce la preñez. infecciones uterinas crónicas. Imposibilita que el folículo dominante libere el ovocito y continuar con el proceso de ovulación normal Alteración el ciclo reproductivo, impidiendo o demorando la llegada del estro, así como la maduración folicular y por tanto la ovulación. Autores. Orteaga Hugo, 2016 Beltman ME, 2014 Mccue PM, 2008 Cuervo J, 2010 Otalvaro L, 2009 McCue PM 2003. Quaresma M, 2011 Snider TA, 2015 Daza C, 2004 Quaresma M, 2011 Scott D, 2002. Ruiz A, 2013 Young, 2010 MCcue PM, 2013 González FJ, 2013. Ginther OJ, 2007 Cuervo J, 2010. Orteaga Hugo, 2016. Troedsson MHT,2003 Hillman R, 2008 McCue 1998.

(13) Conclusiones Las patologías ováricas generan problemas reproductivos relacionados con la ovulación y el ciclo estral, evitando la fertilización y la gestación. No se observa que estas enfermedades afecten el embrión, el feto, ni el parto en yeguas gestantes. Los quistes paraováricos y los de la fosa de ovulación no generan desordenes hormonales, sin embargo, afectan la fertilidad debido a la obstrucción de la ovulación y el transporte del ovocito. El TCG es una patología hormonalmente activa, que afecta el ciclo reproductivo, impidiendo el desarrollo folicular, la ovulación y la formación de cuerpo lúteo. El diagnóstico de los problemas ováricos en yeguas, debe incluir la revisión del comportamiento del animal, la palpación y el ultrasonido rectal y la evaluación hormonal, con el fin de confirmar de forma certera el tipo de patología presentada..

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Figura 1 Imagen de ultrasonido de un folículo hemorrágico.
Tabla 1 Síntesis de patologías ováricas, causas e impactos en la reproducción.

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