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Planificación Ambiental Turística para el Uso Sostenible del Área Marina Protegida Refugio de Fauna “Santa María” Villa Clara, Cuba

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Academic year: 2020

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(1)Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Facultad de Química y Farmacia Departamento de Ingeniería Química. TESIS EN OPCIÓN AL TÍTULO ACADÉMICO DE MASTER EN GESTIÓN AMBIENTAL. Planificación Ambiental Turística para el Uso Sostenible del Área Marina Protegida Refugio de Fauna “Santa María” Villa Clara, Cuba. Autora: Lic. Marlen Triana Cabrera Tutor: Dr. Heriberto Trujillo Betancourt Consultante: Dr. Vicente Berovides Álvarez. Santa Clara 2009.

(2) Todo menos el cielo y el alma de los hombres es naturaleza” José Martí. 2.

(3) Dedicatoria A todos los que un día soñamos con el gran Parque Nacional Santa María A mis niños. 3.

(4) Agradecimientos. A mi entrañable amigo Jesús Matos, por motivarme a cursar la maestría, por darme ánimo, por su paciencia y dedicación, por su ayuda profesional en todos los momentos de conformación de la tesis. A Israel Gómez y Diana Alonso, queridos amigos sin cuya ayuda no hubiese realizado esta tesis. A mi mamá y a mis tíos Martha, Tín y Lucia, por cuidar de mis niños siempre que los necesité. A mis queridos tutores Heriberto Trujillo y Vicente Berovides por haberme guiado en todo el trabajo, por su ayuda profesional, su apoyo, sus revisiones, su paciencia y su cariño. A Xiomara García, querida hermana que me apoyo en todos los momentos en que la necesite. A mis queridos arquitectos naturalistas Ginley y Linet, por sus ideas, aportes y ayuda incondicional. A todos los trabajadores de la Empresa de Flora y Fauna de Caibarién, en especial a José Manuel García, el Negro. A Amaurys Camacho e Ignacio Fernández por transmitirme su amor y conocimientos sobre la cayería. A Ángel Arias, Samuel Yera, Ulises Manso, Manuel Faife, Antonio Acosta, Rodolfo Arias, Idelfonso Castañeda y Alfredo Noa, por brindarme todos los maravillosos conocimientos sobre el área de estudio, muy útiles para la conformación de la tesis. A todos los que me alentaron, se preocuparon y me ayudaron cuando se los pedí, Gracias.. 4.

(5) Resumen El Archipiélago Sabana-Camagüey se planifica para ser el segundo polo turístico de sol y playa, junto con el turismo basado en la naturaleza en Cuba. Por otra parte, es considerado como área para el desarrollo sostenible y dentro de sus límites se ubica la Reserva de la Biosfera “Buena Vista”. Una de las zonas núcleos de esta reserva es el Área Marina Protegida Refugio de Fauna “Santa María”, considerada por su elevada biodiversidad y eventos que allí ocurren. Teniendo en cuenta el acelerado desarrollo turístico de cayo Santa María, las afectaciones a sus recursos naturales y la inexistencia de un modelo de ordenamiento ambiental para esta zona, nos propusimos realizar el planeamiento que permita el uso sostenible de su patrimonio natural y cultural. Se identificaron 11 acciones impactantes que inciden en su mayoría en los diez hábitat analizados. Se consideran atractivos turísticos 14 especies de la fauna y seis de la flora, ocho ensamblajes de la fauna y cuatro de la flora, once ecosistemas y cinco sitios. Como atractivos de apoyo, se definieron nueve servicios turísticos, facilitados por seis instalaciones, que junto a otras facilidades de infraestructura permitirán hacer un adecuado uso del área. La zonificación funcional resultó en el límite de 11 zonas, de ellas cuatro zonas de conservación, tres zonas para el uso público extensivo, tres para el uso público intensivo, y una zona socio-administrativa. La diversidad de actividades propuestas a desarrollar en diversos escenarios debe favorecer la demanda turística del área. Una correcta planificación ambiental turística, fundada en el reconocimiento de los valores naturales y culturales, mejorará las posibilidades de conservación de la biodiversidad y asegurara la disponibilidad de sitios y atractivos para la propia actividad turística.. 5.

(6) Abstract. The Sabana - Camaguey Archipelago is planned to become the second largest conventional tourism site in Cuba, along with a tourism based on Cuban nature. In the other hand it is considered as an area to be developed in a sustainable way. The Biosphere Reserve “Buena Vista” situated inside of it includes the marine protected area called Refugio de Fauna Santa Maria. Taking into account the importance of Santa María key due to its biodiversity and natural process that took place on it, the accelerated tourism development and the lack of an environmental model to order this area, we are proposing to make the touristic planning to allow a sustainable use of cultural and natural patrimony. Eleven striking actions were identified most of them with incidence over the analyzed habitats; 14 species of fauna, 6 species of flora, 8 fauna assembling, 4 flora assembling, 11 ecosystem and 5 sites were considered as attractive for the tourism. As a support attractive we defined 9 touristic services that the area can offer supported by 6 types of infrastructure, which, together with other infrastructures facilities will allow making a proper use of the area, to protect the natural resources and the visitors as well. The functional zonification resulted in 11 zones, 4 as a conservation zones, 3 as an extensive public use, 3 as an intensive public use, and one socioadministrative. The diversity of the proposal activities to develop in different places should favor the touristic demand of the area. The proposal is the base to set the touristic value of the identified attractive, which conduce to the conception of touristic product of the marine protected area: Refugio de Fauna “Santa María”, established on the acknowledgement of its natural and cultural values.. 6.

(7) Indice. Introducción……………………………………………………………………………….. 9. 1: Fundamentos Teóricos y Metodológicos de la Investigación………………….. 13. 1.1 Desarrollo del Turismo…………………………………………………………………. 13. 1.2 Desarrollo del Turismo en Cuba………………………………………………………. 14. 1.3 Sostenibilidad del Turismo……………………………………………………….……. 18. 1.4 Turismo de Naturaleza y Ecoturismo: conceptualización…………………..….…. 21. 1.5 Las Áreas Protegidas como Espacio Fundamental para el Desarrollo del Turismo de Naturaleza y el Ecoturismo……………………………………….…..…….. 23. 1.6 Inventario de Atractivos turísticos y Zonificación Funcional….……………………. 26. 1.7 Actividades Turísticas Basadas en el Uso de los Recursos Naturales y Culturales…………………………………………………………………………………...... 29. 1.8 Antecedentes de investigaciones y Trabajos Realizados en el Área de Estudio y Zonas Aledañas……………………………………….………………………………….. 31. 2. Metodologías y Procedimientos……………..………………………………………. 43. 3. Resultados y Discusión……………………………...………………………………... 48. 3.1 Situación Actual del Área de Estudio…………………………………………………. 48. 3.2 Inventario de Atractivos Turísticos……………………………………………………. 51. 3.2.1Atractivos Turísticos a Nivel de Especies……………………………………….…. 51. 3.2.2 Atractivos Turísticos a Nivel de Ensamblaje………………………………………. 52. 3.2.3 Atractivos Turísticos a Nivel de Ecosistemas……………………………….…….. 52. 7.

(8) 3.2.4 Atractivos Turísticos a Nivel de Sitios………………………………………….….. 53. 3.2.5 Atractivos Turísticos de Apoyo………………………………………………….…... 53. 3.3 Zonificación Funcional. Propuestas de Actividades Turísticas…………………….. 53. 3.4 Criterios de Diseño y Construcción de la Infraestructura de Soporte al Uso Público……………………………………………………………………………........…….. 72. 3.5 Principios para el Correcto Funcionamiento del Área Marina Protegida Refugio de Fauna “Santa María”………………………………………………………….…………. 73. 3.6 Proyección de Financiamiento Sostenible para la Conservación de la Biodiversidad ……………………………………………………………….………………. 74. Conclusiones….………………………………………………………………………….... 76. Recomendaciones……………………………………………………………………….... 77. Bibliografía…………………………………...………………………………………....... 78. Anexos……………………………………………………………………………………….. 88. 8.

(9) Introducción El turismo, considerado el fenómeno socioeconómico más importante de este siglo (FG-UH, 1999), ha sido presentado como un fenómeno únicamente ligado a la civilización moderna, sin embargo, esta dinámica industria tuvo sus inicios en el siglo XVIII. El turismo de sol y playa, ha sido y continúa siendo, por su aporte en divisas y la creación de empleos, la modalidad turística más demandada a escala internacional; colocando a la industria turística en los primeros planos de la economía mundial (Martín, 2003). No obstante, autores como Ceballos - Lascuráin (1998) plantea, que el turismo de sol y playa se esta agotando en el mundo, mientras que surgen formas especializadas de turismo basadas en la naturaleza, menos pasivas en cuanto a la actitud del turista, y menos dañinas para el medio ambiente. Este modelo de turismo no convencional, alternativo, flexible, y no masivo; está asociado con la participación activa, las experiencias, la satisfacción y el enriquecimiento espiritual del turista, y tiene como ventaja el no acogerse a una estación del año, ni a la zona litoral (Ayala, 2003). Los destinos históricamente más destacados en la modalidad de sol y playa, son el Mediterráneo y el Caribe (Martín, 2003); en este último existe la tendencia de enriquecer su oferta con modalidades como eventos científicos, historia, cultura, naturaleza y otras (Ayala et al., 2003 y Martín, 2003). El Caribe, como parte de un mundo contaminado, desforestado, con hábitats transformados y degradados, encuentra en las áreas protegidas un importante escenario para desarrollar el turismo de naturaleza. La diversidad de recursos naturales que contienen estas áreas, entre los que sobresalen las bellezas escénicas de los paisajes naturales y la vida silvestre, son atractivos importantes para el desarrollo del turismo y la recreación (Lindberg, Wood y Engeldrum, 1998; Phillips, 1998; Boullon, 2000). Cuba ha seguido la línea de desarrollo turístico del resto de los destinos del Caribe, y ante la inminencia de un fuerte proceso inversionista de desarrollo del turismo de sol y playa, adoptada a finales de la década de los 80, se organizó y llevó adelante un Programa Científico Técnico, dirigido a elaborar planes directores en armonía con la naturaleza. Como parte de este programa se ejecuta el proyecto “Protecting Biodiversity and Establishing a Sustainable Development in the Sabana Camagüey Ecosystem”. 9.

(10) (CUB/92/G31) (PNUD/GEF) dirigido a avanzar en la protección y uso sostenible de la diversidad biológica del archipiélago de igual nombre. “El Archipiélago Sabana-Camagüey, constituye el mayor sistema de cayos del Gran Caribe y contiene el 60 % de los cayos del país. Este mosaico de hábitats posee una gran diversidad de flora, fauna marina y terrestre, que atesora un elevado endemismo terrestre, lo que privilegia a este ecosistema como uno de los más ricos en especies y hábitats en Cuba y el Gran Caribe” (Alcolado y García, 2007). Forma parte del archipiélago, la Reserva de la Biosfera Buena Vista, declarada también como sitio Ramsar, y como zonas núcleos de esta reserva, los Parques Nacionales Caguanes y los Caimanes, y los Refugios de Fauna Las Loras, Francés y Santa María (Herrera, 2001 en Rodríguez, 2006). La zona del presente estudio es el Área Marina Protegida Refugio de Fauna Santa María, cuya propuesta fue presentada en el año 2008 por el Centro Nacional de Áreas protegidas a las entidades a cargo de su aprobación oficial. Comprende el sector este de Cayo Santa María y se extiende por la zona marina al sur este del cayo y la costa de los canalizos. Cayo Santa María, en comparación con otros cayos del Archipiélago Sabana - Camagüey (Cayos Sabinal, Coco y Guajaba), es un menudo y frágil territorio, que soporta una importante y variada biodiversidad, con alto endemismo, desarrollada en un mosaico de diez formaciones vegetales (Triana et al., 1998). Actualmente, en este cayo existe un rápido crecimiento hotelero, y a pesar de los valores naturales con que cuenta, carece de un programa de uso público que permita proyectar un turismo, basado en el uso responsable de su patrimonio natural y cultural. La comercialización de la pesca de captura y suelta en al área marina al sur de cayo Santa María de manera regular y el senderismo ocasional, han sido las ofertas hasta la actualidad. Esta área protegida, se encuentra dentro de un polo turístico de sol y playa, que junto con el turismo de naturaleza y el ecoturismo, se planifica sea el segundo más importante de Cuba, después de Varadero (Ríos et al., 2007), no obstante, carece de planificación de manejo ambiental y no se integra a los planes de otras regiones de su entorno (Rodríguez, 2006). Esta área está impactada actualmente de manera espontánea y desordenada por visitantes, que libremente acceden a la zona, situación que permite plantear el problema de investigación siguiente: 10.

(11) Problema científico: La inexistencia de un modelo de ordenamiento ambiental turístico que contribuya a la protección y el uso turístico sostenible de los recursos naturales y culturales del Área Marina protegida Refugio de Fauna “Santa María”. Objetivo general: Proponer un modelo de ordenamiento ambiental turístico del Área Marina Protegida Refugio de Fauna Santa María que permita potenciar el desarrollo sostenible del turismo basado en el uso de su patrimonio natural y cultural. Hipótesis: Si se realiza la compilación y análisis de los estudios referentes a la biodiversidad del área y su distribución espacial, así como un diagnóstico de su situación actual, entonces, se podría proponer una ordenación ambiental turística basada en criterios de sostenibilidad, que permitiría la conservación de los valores que en ella se concentran, ayudaría al financiamiento para su conservación, así como al aumento de la educación y sensibilidad ambiental de los visitantes. Objetivos específicos: 1. Diagnosticar la situación actual del área de estudio. 2. Identificar los atractivos turísticos de su patrimonio natural y cultural, que sustentarán el uso público del área. 3. Diseñar el mapa de zonificación funcional y proponer las actividades turísticas a desarrollar. 4. Definir criterios de explotación y principios que aseguren el funcionamiento integrado del programa de uso público. Aportes de la tesis: Desde el punto de vista teórico la tesis aporta el procedimiento metodológico para la ordenación ambiental turística del caso de estudio, así como para posteriores estudios en ecosistemas similares. Asimismo, desde el punto de vista práctico, dota a las entidades a cargo de la conservación y comercialización del área de estudio, de una herramienta indispensable 11.

(12) para la gestión turística del área, diseñada sobre bases sostenibles y acorde con las políticas nacionales e internacionales que abogan por modelos turísticos alternativos. Su implementación contribuirá a la conservación y autofinanciamiento del área, a la vez que potenciará la diversificación de la oferta turística en el territorio insular. Desde el punto de vista social, el programa de uso público propuesto, constituye una herramienta para educar y sensibilizar en la importancia de la conservación del medio ambiente y su uso racional a visitantes, tomadores de decisiones, planificadores y gestores del turismo en general. El documento de tesis consta de tres capítulos. El primero está destinado a los fundamentos teórico-metodológicos de la investigación, donde se abordan aspectos teóricos generales sobre temáticas referentes a la evolución del turismo y su carácter sostenible, las áreas protegidas como escenarios para el desarrollo del turismo no convencional, la zonificación funcional y las actividades en el marco del turismo basado en la naturaleza y la cultura. Se refieren además estudios realizados en el área objeto de la propuesta. En el segundo capítulo se refiere la metodología utilizada para desarrollar cada acápite. En el tercer capítulo se analiza la situación ambiental del área, la identificación de los atractivos turísticos, la subdivisión del área en zonas y la propuesta de actividades a desarrollar en cada una. Se proponen además, criterios de diseño y construcción de la infraestructura de soporte al uso público y principios para su correcto funcionamiento. La tesis cuenta además con bibliografía, conclusiones, recomendaciones y anexos.. 12.

(13) Capítulo 1: Fundamentos Teóricos y Metodológicos de la Investigación 1.1 Desarrollo del Turismo El turismo, considerado el fenómeno socioeconómico más importante de este siglo (FG-UH, 1999), ha sido presentado como un fenómeno únicamente ligado a la civilización moderna, sin embargo, esta dinámica industria tuvo sus inicios en el siglo XVIII. Este modelo que surgió al término de la segunda guerra mundial, tuvo su mayor auge a partir de la década de los cincuenta hasta bien entrados los noventa (Ceballos - Lascuráin, 1998). El turismo es un fenómeno social que ejerce una gran influencia sobre el medio en que se desenvuelve, desde el punto de vista cultural, económico, político y ambiental (Boullon, 2000; Lindberg y Hawking, 1993; Lindberg, Wood y Engeldrum, 1998). Martín (2003), define al turismo como “el conjunto de fenómenos y relaciones económicas, spico-sociológicas y medioambientales que se generan entre las entidades vinculadas a los viajes desde el lugar emisor, las entidades proveedoras de servicios y productos en el lugar de destino, los gobiernos de los lugares emisores-receptores y las comunidades locales de acogida, con motivo del viaje y estancia de visitantes temporales en un destino diferente a su lugar de residencia habitual”. El turismo comúnmente denominado “de sol y playa” ha sido y continúa siendo, la modalidad más demandada a escala internacional. Este tipo de turismo ha llevado a la industria turística a los primeros planos de la economía mundial por sus niveles de crecimientos mayores que las del producto interno bruto mundial (PBI), aporte en divisas y creación de empleos. Los destinos receptores del litoral y de sol históricamente mas destacados, por sus condiciones climáticas y con flujos importantes de turistas, han sido, en orden de importancia, el Mediterráneo y el Caribe (Martín, 2003). Refiriéndose al turismo no convencional, alternativo, que va ganando espacio en esta industria, Ayala (2003), resumió: “El turismo del siglo XXI que pugna por emerger, es llamado también alternativo, activo, no masivo, posfordista, flexible, y está asociado con la participación, las experiencias, la satisfacción y el enriquecimiento personal más que con el escapismo, el viaje por sí mismo, el relax exclusivo, o la fidelidad a un destino o modalidad turística. En este turismo las personas aprovechan y disfrutan la playa pero no 13.

(14) tienen una obsesión ciega por tostarse al sol, por lo que sin dejar de ser importante, otras modalidades de turismo crecerán más rápidamente. De esta manera con este turismo se puede contribuir a la desestacionalización, a la desconcentración del turismo en el litoral y a la más racional utilización de los recursos que se ponen al servicio de este sector”. Oxinalde (2004), plantea que los nuevos turistas, quieren vacaciones fragmentadas, valoran más los aspectos medioambientales de sus vacaciones y son más activos, demandan otro tipo de actividades que se les ofrecen en las zonas ecoturísticas. Ceballos - Lascuráin (1998) asegura que el segmento del turismo que esta experimentando el mayor dinamismo en su crecimiento es el turismo basado en la naturaleza, en efervescencia a nivel mundial. Plantea que hay indicios de que el modelo turístico masivo de sol y playa se esta agotando en el mundo entero, mientras surgen formas especializadas de turismo, menos pasivas en cuanto a la actitud del turista, y menos dañinas para el medio ambiente. Plantean Ayala et al., (2003), la tendencia en el Caribe, ha enriquecer su oferta con modalidades como convenciones, historia, cultura, naturaleza y otras que están diversificando cada día más su producto. La idea de que los destinos de “sol y playa” no sean solo balnearios, palmeras y pasividad, sino que el turista cuente con otras muchas opciones (deportivas, culturales, de entretenimiento, de naturaleza, etc), persigue ampliar la satisfacción para que el turismo en el Caribe sea algo más que playa, contándose en la región con los recursos culturales y naturales principales para ello (Martín, 2003; IUCN, 1999).. 1.2 Desarrollo del Turismo en Cuba En 1990 Cuba recibía 3 % de los visitantes del Caribe, y en el 2003 recibió 11 %. El rápido crecimiento del turismo, junto a la declinación de la industria azucarera y de la agricultura, ha hecho que esta industria se haya convertido en el sector principal de la economía cubana, pasando de 2 % del ingreso nacional en divisas en 1990 hasta 41 % en el 2004 (Ríos, 2007). Según el Ministerio de Turismo (MINTUR) en el año 2003 visitaron Cuba 1,9 millones de turistas, cifra que representa un incremento del 13 % respecto al 2002 y que le ha permitido posicionarse, como destino receptor, en el lugar número nueve dentro del 14.

(15) conjunto de países de América Latina (cuando a principios de la década de los noventa ocupaba la posición 23) y pasar a ocupar el octavo lugar en la región del Caribe tanto en número de visitantes como de ingresos (Nel - Lo, 2004). Ante la decisión de iniciar un programa económico acelerado en la esfera del turismo, adoptada a finales de la década de los 80 del pasado siglo, se organizó y llevó adelante un Programa Científico Técnico Nacional encaminado, entre otros aspectos, a incrementar el nivel de conocimientos existentes sobre los recursos naturales en las áreas previstas para ese desarrollo (entre ellas Archipiélago Sabana-Camagüey), con la vista puesta en que los planes directores a elaborar, tomasen en cuenta el desarrollo en armonía con la naturaleza (Alonso, 2007). En su etapa inicial se contempló la investigación, detección e identificación de todos los potenciales turísticos de las áreas litorales, ciudades y centros históricos, paisajes, aguas y fangos medicinales, espeleoturismo, caza y pesca, entre otros (Nel - Lo, 2004). En 1994 se crea el MINTUR y un año después se aprueba la ley de inversión extranjera, reforzando así la asociación con capitales extranjeros. En el diseño de esta nueva etapa turística se han introducido conceptos claves como: diversificación, mejora de la calidad, sostenibilidad, inversión extranjera, formación y profesionalización del sector. En octubre de 1999 se aprobó la resolución 77, que legisla todo lo que hace referencia a la evaluación del impacto. La década de los noventa fue una etapa importante y decisiva en la industria turística. Cuba replanteo, redefinió y fortaleció el sector turístico (Nel - Lo, 2004). Según Vidal (1999), las experiencias negativas conocidas durante cuatro décadas de acelerado desarrollo turístico en el mundo, pusieron sobre aviso a las autoridades del sector en Cuba, y a finales de los años 80 tomaron medidas para un adecuado planeamiento del desarrollo turístico, preservando al máximo posible sus atractivos naturales. Cuba ofrece condiciones para el desarrollo del ecoturismo y el turismo de naturaleza. Más de 1600 islotes (muchos de ellos en estado virgen), 6000 km de costa, 5325 km2 de manglares, 3400 km de arrecifes de coral, una extensa plataforma insular de 70.000 km2 donde se encuentran localizados más de 525 puntos de buceo, el mayor grado de diversidad biológica de las Antillas y un alto porcentaje de especies endémicas, sobre todo de anfibios, reptiles y aves (Nel - Lo, 2004). Este potencial turístico-recreativo de los 15.

(16) recursos naturales viene definido y caracterizado según Salinas y Borrego (1997) por tres factores fisiográficos: el clima, la estructura geológico-geomorfológica y la insularidad. El factor de la insularidad promueve, la posibilidad de evasión y aislamiento, de vivir aventuras y experiencias nuevas, de recuperar instintos muchas veces olvidados (Nel - Lo, 2004). Las primeras incursiones de turismo de naturaleza en Cuba se iniciaron con ofertas opcionales de turismo de naturaleza en los paquetes del turismo de sol y playa y con la realización de algunas actividades de contemplación y disfrute de áreas naturales. En 1996 en una Convención de Turismo se realiza la primera presentación que contemplaba las posibilidades de apertura del Turismo de Naturaleza (CNAP, 2005). Considero Janka (1996), en aquel momento, que el turismo de naturaleza en Cuba, era un turismo de entrada por salida, que de forma oportunista aprovechaba la existencia de algunos atractivos naturales, pero que por su carácter irregular y puntual no creaba estructuras de conservación. A partir de ello se dan pasos dirigidos a la definición de objetivos, conceptos, preceptos y las vías que posibilitarían la evaluación, compatibilización y aprobación de senderos y recorridos para ser ofertados a los turistas extranjeros y nacionales. Se crea el Grupo nacional de evaluación de turismo de naturaleza, así como los correspondientes a cada provincia (CNAP, 2005). Los ministerios cubanos de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), de Turismo y de la Agricultura (MINAGRI), emitieron una resolución conjunta que establece las normativas generales para el desarrollo del turismo de naturaleza (Resolución Conjunta MINTUR-MINAGRI-CITMA, 1999). Según los datos difundidos en el III Encuentro de Turismo de Naturaleza (TURNAT) celebrado en Granma en el año 2003, esta modalidad turística atrajo a Cuba durante el año 2002, 630.000 visitantes de manera opcional, cifra que representa un 30 % del total de turistas internacionales que recibió la isla en aquel año. De ellos, más de 160 000 llegaron con paquetes de viajes en los que ya estaba incluido el ecoturismo (Ne - Lo, 2004). Dentro de las diez decisiones estratégicas del sistema nacional de áreas protegidas (SNAP) para el quinquenio 2003-2008, se encuentra incrementar el uso público en las áreas protegidas, resolviendo problemáticas como, la visión estrecha de los valores 16.

(17) existentes en función del uso público y el conflicto de intereses entre operadores, manejadores y tenentes (CNAP, 2002). Según el Ministerio del Turismo (MINTUR, 2005) las acciones que se realicen en el país sobre el turismo de naturaleza deberán ajustarse a diez principios, son ellos: conservación, minimización de impactos negativos, aporte al desarrollo regional y local, participación y concertación, formación, especialización, integración de esfuerzos, responsabilidad de los empresarios, de los promotores e impulsores de los servicios, investigación y monitoreo permanentes y sostenibilidad de procesos. Dentro de las agencias que lideran la promoción de turismo especializado se encuentra Gaviota SA. Esta agencia se vende como un grupo de turismo de alta vocación ecologista y compromiso con el cuidado y la preservación del entorno natural (Grupo Gaviota SA, 1999 en Nel - Lo, 2004). En la actual promoción turística de Cuba se habla de pesca, caza, buceo, aventura, turismo de salud, turismo náutico, el ecoturismo, el de sol y playa y el cultural. Paralelamente al tradicional turismo de sol y playa, comienza a sonar cada vez con más fuerza la modalidad del ecoturismo, o turismo ecológico (Nel - Lo, 2004). Con el nombre comercial de Jardines del Rey, el Archipiélago Sabana-Camagüey (ASC) se planifica para ser el segundo polo más importante de desarrollo del turismo de sol y playa, después de Varadero, junto con el turismo de naturaleza y el ecoturismo. De los 60000 turistas que visitaron el ASC, 8000 practicaron el turismo de naturaleza. Estudios evidencian la posibilidad de elevar esa cifra y alcanzar 20 000 ecoturistas en tres años. A pesar de la competencia existente en el producto turístico de sol y playa con otros países del Gran Caribe, en general el turismo en el ASC ha crecido aproximadamente en 35 % en el período, y ello ha sido posible por el incremento de 12 % en el número de habitaciones, y 23 % de incremento en la intensidad de explotación de las instalaciones (Ríos, 2007). Consideran Pérez y Rodríguez (2000) que el turismo de naturaleza que se desarrolla en Cuba es una mezcla de turismo naturalista, agroturismo y turismo cultural; solo en algunas áreas protegidas cubanas se practica el ecoturismo conservacionista. Según Berovides y Gerhartz (2007), el uso estatal de los recursos naturales bióticos, por medio del turismo de naturaleza promete un gran desarrollo en Cuba si se lleva a cabo de forma adecuada. Estos autores plantean como uno de los problemas que hoy encara la 17.

(18) conservación de la biodiversidad cubana el crecimiento que se opera en algunas esferas como el turismo de sol y playa, la minería y la extracción de petróleo. Plantea Nel - Lo (2004) que el turismo en Cuba se ha convertido en un sector imprescindible para seguir generando divisas y convertirse en la base para el sostenimiento económico inmediato. 1.3 Sostenibilidad del Turismo La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano, realizada en Estocolmo en el año de 1972, así como su reunión preparatoria, realizada en Founex en 1971, fueron motivados por los debates sobre los riesgos de la degradación del medio ambiente. Por primera vez, fueron debatidos y contrapuestos temas como crecimiento, desarrollo y protección del medio ambiente, de forma más globalizada, como más tarde la idea del desarrollo sostenible. En 1987, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas definieron el desarrollo como: "el que hace frente a las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades" (Llanes y Martín 2003). En 1992 el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), definió al desarrollo sostenible como: “Modelo de desarrollo humano, según el cual cada generación debe responder a las necesidades actuales sin incurrir en deudas que no puede pagar: deudas financieras, al contraer excesivos préstamos; deudas sociales al no invertir en las personas; deudas demográficas, al permitir el crecimiento incontrolado de la población; y deudas ambientales, al agotar los recursos naturales” (PNUD, 1992 en Báez, 1998). En Cuba la ley 81 de medio ambiente (CITMA, 1997) define el desarrollo turístico sostenible como: “Aquel que se efectúa de modo tal que armonice el empleo eficaz de las potencialidades estéticas, recreativas, científicas, culturales y de cualquier otra índole de los recursos naturales que constituyen su base, con la protección de estos recursos y la garantía de que puedan proporcionar iguales o superiores beneficios a las generaciones futuras”. La Organización Mundial del Turismo (OMT) (1995), define al turismo sostenible como: “el desarrollo que atiende las necesidades de los turistas actuales y de las regiones 18.

(19) receptoras, y al mismo tiempo, protege y fomenta las oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía para la gestión de todos los recursos, de forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas, sociales, y estéticas, respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida”. Actualmente se ha desarrollado el concepto de turismo sostenible como aquel tipo de actividad turística que contribuye al desarrollo sostenible, y que puede abarcar diversidad de modalidades de turismo, es decir, el turismo sostenible es todo aquel turismo (ya sea basado en recursos naturales o no) que contribuye al desarrollo sostenible (Ceballos Lascuráin, 1998; Boullon, 2000). Al respecto Ahúes (2004) se refiere a la confusión de autores y empresas turísticas al equiparar el concepto de turismo sostenible con el ecoturismo, lo cual es incorrecto. El concepto de sostenibilidad y los principios que este implica deben de aplicarse a todas las formas de turismo, ya sea a la motivación del viaje, el tipo de destinos o las actividades que el turista realice en ellos (Llanes y Martín, 2003). El turismo de naturaleza en sus distintas variantes se viene considerando como una alternativa de desarrollo sostenible, que permite obtener un beneficio económico de los distintos recursos bióticos, al tiempo que promueve su conservación y aporta beneficios para las comunidades locales (Burgui, 1998). Aunque el criterio de sostenibilidad debe aplicarse a todos los tipos de turismo, en el turismo especializado es un imperativo, porque está en juego la perdurabilidad de los recursos naturales y culturales implicados (Ahúes, 2004). La práctica incontrolada del turismo de naturaleza puede afectar a las poblaciones de las especies presentes en los sitios donde se lleva a cabo, mediante efectos que pueden incidir negativamente en la supervivencia y la reproducción de las poblaciones de la flora y la fauna (Berovides y Gerhartz, 2007). La Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992), dio un impulso al proceso de integración entre la protección del medio ambiente y el desarrollo de actividades productivas. Como resultado fue aprobada la agenda 21(Ayala, 2003). En el documento de la agenda 21, el turismo se considera como una de las industrias que puede hacer una importante contribución positiva para conseguir un planeta más saludable. Otras conferencias como la Conferencia Mundial sobre Turismo Sostenible, Lanzarote, España, 1995 y el Memorando de Entendimiento de la Zona de Turismo Sustentable del Caribe de la Asociación de 19.

(20) Estados del Caribe, aprobado en República Dominicana en 1999, han enriquecido también los argumentos de este tema (Ayala 2003). El turismo tiene que contribuir al desarrollo sostenible integrándose en el entorno natural, cultural, y humano (Salinas y La O, 2005), al respecto Ayala (2003) considera que el turismo sostenible supone un desarrollo armónico en el tiempo entre la economía, la naturaleza y la sociedad, asimilando la modernidad y las exigencias del turismo internacional actual, sin abandonar la. identidad, e intereses nacionales, planificando. rigurosamente su aprovechamiento y gestión, de modo tal que no limite el acceso y aprovechamiento racional de los recursos a las futuras generaciones. El conocimiento, cultura y alta sensibilidad que está adquiriendo el turista desterrará del mapa turístico a aquellos destinos que se descuiden y no cumplan los requisitos fundamentales. Plantea este autor que desde el punto de vista comercial, la sostenibilidad rigurosamente manejada, es la única manera de conseguir estratégicamente el éxito imperecedero para los implicados en el turismo. Considera al turismo sostenible una oportunidad de las economías más débiles para recuperarse, acceder y avanzar hacia el desarrollo. Se refiere a los costos no visibles a corto plazo que se generan para la naturaleza y la sociedad y el costo de las inversiones para rehabilitar, preservar o mejorar. Boschi de Bergallo et al., (2000) plantean la necesidad de desarrollar el “turismo con eficiencia conservativa” manteniendo al ambiente en condiciones óptimas. Varios autores coinciden en la atención a nivel mundial de la naturaleza y sus ecosistemas más frágiles, algunos visitantes sólo buscan recreación sin importarles el impacto directo que recibe el área, otros, basan su incursión en las áreas silvestres con un profundo carácter sostenible (Boo, 1992; Meffe y Carroll, 1997 en Triana et al., 1998). En el tema del desarrollo sostenible, el sector turístico cubano viene trabajando desde 1994 dentro del Comité Especial de Turismo de la Asociación de Estados del Caribe, cuyos jefes de estado aprobaron en la cumbre de 1999, celebrada en Santo Domingo, la declaración del Caribe como Zona de Turismo Sustentable (Medina, 2000). “Cuba resalta como un país comprometido con el desarrollo sostenible. Entre los principales problemas ambientales del país figura la perdida de la diversidad biológica. Las causas principales de tal situación están relacionadas con alteraciones del hábitat de los ecosistemas, la introducción de especies exóticas invasoras que sustituyen o perjudican a 20.

(21) las nativas, y la existencia de insuficientes mecanismos regulatorios y de control, para prevenir y sancionar actividades ilícitas como la caza, la pesca furtiva, y el comercio de especies amenazadas” (McDade, 2007). Al respecto Berovides y Gerhartz, (2007) plantean que el país ocupa el cuarto lugar donde más intensa ha sido la alteración, modificación y destrucción de hábitat de Latinoamérica, solo conserva 5,5 % de su territorio sin intervenciones humanas drásticas y se encuentra entre los sistemas insulares de alta prioridad para la conservación; además, es el único país con dos de las doce especies de vertebrados más amenazados del mundo (el Almiquí y el Carpintero Real) A pesar de la gran prioridad que el gobierno otorga a los avances en la sostenibilidad del desarrollo económico y la protección a la biodiversidad, las fuertes presiones económicas pueden obligar todavía en ocasiones a tomar decisiones de ingresos a corto plazo que podrían comprometer entre otros casos, la protección de la biodiversidad del Ecosistema Sabana - Camagüey (ESC) (Alcolado, 2007). Para lograr el uso sostenible de los recursos naturales, hay que fomentar, organizar y establecer medidas que garanticen su conservación (Berovides y Gerhartz, 2007).. 1.4 Turismo de Naturaleza y Ecoturismo: conceptualización En numerosas oportunidades se ha planteado la necesidad de definir los conceptos de ecoturismo y turismo de naturaleza y darle así una dimensión universal. El resultado ha sido la existencia de definiciones que aún se encuentran en su estado de evolución. Algunas de ellas iguala los conceptos turismo de naturaleza y ecoturismo, otras definen al ecoturismo como una modalidad dentro del turismo de naturaleza. Con respecto al término “Ecoturismo”, uno de los conceptos más abarcadores es el de Ceballos - Lascuráin (1987), el cual lo define como “la ejecución de un viaje a áreas naturales que están relativamente sin perturbar o contaminar, con el objetivo específico de estudiar, admirar y gozar el panorama junto con sus plantas y animales silvestres y así mismo cualquier manifestación cultural (pasada y presente) que se encuentre en estas áreas”. Plantea este autor que el ecoturismo incluye todo turismo dependiente del uso de recursos naturales en un estado poco alterado.. 21.

(22) La Sociedad de Ecoturismo (1991) en Pérez y Rodríguez (2000) define al ecoturismo como “Viaje responsable que conserva el ambiente natural y mantiene el bienestar de la población local”. Para el Instituto interamericano de Turismo el ecoturismo es el “uso del turismo como medio para la obtención de fondos necesarios para la conservación de la naturaleza, la protección de los recursos naturales especiales y la defensa del medio ambiente; por medio del uso sostenible ecológicamente compatible” (CNAP, 2002). El ecoturismo según Berovides y Gerhartz (2007), implica una observación más detallada, la interpretación de los procesos y fenómenos de la naturaleza, así como un compromiso para la conservación de esta. Pérez y Rodríguez (2000) lo identifican como turismo de naturaleza o como tipo especial de este, por lo que le añaden la palabra conservacionista. Refiriéndose al término Báez (1998) plantea, que es la palabra que comercialmente ha tenido más éxito, por su éxito comercial, se ha prestado para un empleo indiscriminado del término. Al respecto Parra (2001) plantea que en la presentación comercial, existe una gran liberalidad en cuanto a aplicar la etiqueta del ecoturismo a cualquier modalidad de turismo de naturaleza. En 1990 escribe Boo, el primer tratado de los problemas y metodologías del ecoturismo a nivel mundial, con énfasis en la conservación del recurso natural que se oferta (Boo, 1990). Con respecto al turismo de naturaleza, numerosos autores conceptualizan el término. Pérez y Rodríguez (2000) lo definen como “viaje turístico para disfrutar y apreciar la naturaleza”. Boo (1992) lo considera “turismo de naturaleza que promueve la conservación y los esfuerzos para un desarrollo sostenible”, mientras que Berovides y Gerhartz (2007), consideran al turismo de naturaleza como la simple observación y disfrute de la naturaleza. En Cuba, el turismo de naturaleza no se considera sinónimo de ecoturismo, se emplea el término turismo de naturaleza, como concepto genérico, amplio, que comprende varias modalidades asociados a los espacios naturales. La definición adoptada en Cuba expresa: “Todas las modalidades del turismo en que la motivación del viaje (o excursión), o la selección del destino, esté determinada por el acercamiento y disfrute de la naturaleza, o de componentes de la misma” (Medina, 2000).. 22.

(23) Báez (1998) refiere que cualquiera que sea el término utilizado para diferenciar la actividad turística, si pretende enmarcarse dentro de un criterio de calidad y compatibilidad con el concepto de sostenibilidad, debe cumplir como mínimo con los criterios de ser responsable, respetuosa, honesta, educativa, interactiva y democrática.. 1.5 Las Áreas Protegidas como Espacio Fundamental para el Desarrollo del Turismo de Naturaleza y el Ecoturismo La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza reconoce a las áreas protegidas como la piedra angular para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible, constituyen laboratorios naturales para la investigación, el monitoreo y la educación ambiental, y un espacio sano para actividades recreativas y turísticas (UICN, 2004). Según Miller (1974) en Rodríguez (2006) esto ha motivado a que un importante número de países haya diseñado y establecido sistemas de áreas protegidas en zonas ecológicamente importantes de su geografía. En estas áreas están presentes diversidad de recursos naturales, entre los que sobresalen las bellezas escénicas de los paisajes naturales y la vida silvestre, que constituyen atractivos importantes para el desarrollo del turismo y la recreación (Lindberg, Wood y Engeldrum, 1998; Phillips, 1998; Boullon, 2000). Numerosos autores tratan la relación entre Turismo de Naturaleza y Áreas Protegidas (Moore, 1985; Boo, 1990, 1992; Munnasirghe y Mcneely, 1994; Salinas y Rosabal, 1996; Crosby y Moreda, 1996; Ceballos - Lascuráin 1996, 1998; IUCN, 1999; Marconi y Miranda, 2000; Eagles et al., 2002; Medina y Santamaría, 2004). Las actividades recreativas y turísticas en las áreas protegidas fue de los objetivos que se consideraron al crearse los primeros parques nacionales y se ha mantenido como un aspecto importante hasta la actualidad (UICN, 2004). La demanda por visitar Parques Nacionales y Áreas Silvestres Protegidas ha crecido aceleradamente, poniendo en peligro la integridad ecológica de las áreas protegidas, en aquellos lugares donde el turismo se realiza sin valorar los principios del desarrollo sostenible (Ceballos - Lascuráin, 1998), solo el turismo de bajo impacto se manifiesta como protagonista principal para promover la conservación de las áreas protegidas (Barzev, 2008). En América Latina y el Caribe las áreas protegidas se han convertido progresivamente en populares destinos de recreación para los vacacionistas (Beek, 1981; Bocon, 1987; 23.

(24) Ceballos - Lascuráin, 1996), estando sometidas a una intensa presión del turismo, que compromete. sus. funciones. esenciales. de. conservación. de. la. biodiversidad. (Eagles et al., 2002). El turismo de naturaleza en términos de sostenibilidad, representa una herramienta valiosa para generar un desarrollo de las áreas protegidas y aporta valor económico a los servicios del ecosistema, genera ingresos directos e indirectos para los actores locales, promueve el uso sostenible de los recursos naturales y reduce la amenaza de la pérdida de biodiversidad (UICN, 2004). Las áreas protegidas al incorporar el turismo abren otro mecanismo de entrada de ingresos (Nel - Lo, 2008). Según Ceballos - Lascuráin (1998), el turismo puede ayudar a justificar la conservación y de hecho contribuir y subsidiar los esfuerzos conservacionistas. Plantea Nel - Lo (2008) que preservar, mantener y adecuar las áreas protegidas esta siendo una tarea lenta y un reto, dado el alto número de áreas y la escasez de recursos económicos. La mayoría de los países están desarrollando el ecoturismo y adecuando y solucionando los problemas a medida que se van presentando. Sin embargo, cuando se habla de ecoturismo y recursos naturales frágiles, el tiempo no juega a favor, sino todo lo contrario ya que estamos ante una modalidad turística que cada vez tiene más adeptos y es más promocionada por los gobiernos. La búsqueda de un equilibrio entre el disfrute del visitante y la prioridad de conservación es lo que caracteriza el concepto total y la filosofía del Ecoturismo en áreas protegidas (UH / CIDA, 1996). Áreas Protegidas de Cuba Los orígenes del actual sistema de áreas protegidas de Cuba se caracterizaron por la declaración a través de decretos, de áreas protegidas aisladas en los años 1930. Al triunfar la revolución se aprueba la ley 239/59 que tenía como finalidad conservar, proteger y fomentar la riqueza forestal de la nación y que en su artículo 20 crea nueve parques nacionales a lo largo del país. Durante la década de los 70 se crean las bases para la conformación de un sistema de áreas protegidas. Contribuyó a ello la visita a Cuba de Kenton Miller, actual presidente de la UICN. En la década de los 80 se continúan realizando estudios cada vez más profundos en las áreas. La década del 90 fue una etapa de consolidación institucional para el SNAP, con la creación del CITMA y de importantes centros como el Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP). 24.

(25) En Cuba se consideran áreas protegidas “partes determinadas del territorio nacional, declaradas con arreglo a la legislación vigente e incorporadas al ordenamiento territorial, de relevancia ecológica, social e histórico-cultural para la nación, y en algunos casos de relevancia internacional, especialmente consagradas, mediante un manejo eficaz, ala protección y mantenimiento de la diversidad biológica y los recursos naturales, históricos y culturales asociados, a fin de alcanzar los objetivos específicos de la conservación y uso sostenible” (CNAP, 2002). Cuba al igual que el resto de los países que poseen áreas protegidas tiene un sistema propio de clasificación constituido por ocho categorías que se corresponden con el de la UICN (Decreto-Ley 201, 1999). El SNAP cubre 1 938 462,0 ha de hábitat terrestres y 1 467 842,0 ha de áreas marinas, que incluyen 1 249 971,0 ha de la plataforma insular y 217 871,0 ha en aguas territoriales fuera de la plataforma (Estrada et al., 2004). Plantea Oltremari (1993) que en Cuba, al igual que en otros países, los proyectos turísticos han facilitado, en numerosos casos, los trabajos de administración y conservación de los parques nacionales y otras áreas protegidas. En la actualidad se trabaja en la elaboración de los planes de manejos de aquellas áreas, terrestres y marinas, que no disponen de los mismos y. en función de ellos se determina las. capacidades de carga y actividades ecoturísticas posibles a realizar (CNAP, 2005). El subsistema de áreas marinas protegidas (AMP) del ESC fue propuesto en la primera etapa del proyecto “Protecting Biodiversity and Establishing a Sustainable Development in the Sabana Camagüey Ecosystem” (CUB/92/G31) (GEF-PNUD) (Alcolado et al., 1999) y se está implementando gradualmente. Posee un total de 49 áreas que contienen la mayor parte de la diversidad biológica de la zona. Este ecosistema cuenta con el Área Protegida de Recursos Manejados Buena Vista, declarada como Reserva de Biosfera y con tres sitios Ramsar (humedales de importancia internacional): Buena Vista, Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila y Río Máximo (Martínez, 2007). El adecuado manejo de las áreas protegidas juega un papel central en el desarrollo socioeconómico de la región, basado fundamentalmente en la pesca y el turismo (Martínez, 2007). Consideran Berovides y Gerhartz (2007) que solo un efectivo sistema de áreas protegidas podrá lograr la conservación de especies y ecosistemas en general. Las AMP requieren especial atención en cuanto a su planificación y manejo, considerando el 25.

(26) incremento futuro de su visitación, con vistas a lograr ingresos que se reviertan en su propia conservación (CNAP, 2006). Turismo de naturaleza en Áreas protegidas de Villa Clara En nuestra provincia se han realizado varios estudios de potencialidades para el desarrollo de turismo alternativo en sentido general, pero concretamente los primeros pasos para el diseño de opcionales de turismo de naturaleza en las áreas protegidas de la provincia se dan en 1995. En este año se iniciaron trabajos de campo para inventariar y mapificar los atractivos con potencialidades turísticas, que en muchos casos ya eran reconocidos por los técnicos que laboraban en las áreas protegidas. Ya en 1996 se tienen diseñadas las primeras propuestas de rutas y senderos, donde se incluyen generalmente atractivos naturales y en menor medida históricos-culturales. En 1998 comenzó la explotación regular de dos rutas en el Paisaje natural Protegido Hanabanilla. En estos años ya existían en el país propuestas consolidadas de rutas y senderos, sobre todo en las áreas protegidas y urgía la declaración, oficialización y uso de estas opcionales. En la resolución conjunta MINTUR – MINAGRI - CITMA, se aprueban para nuestra provincia diez opcionales, de ellas seis en el Paisaje Natural Protegido Hanabanilla, una en la Reserva Ecológica “Mogotes de Jumagua” y tres en la Cayería Noreste. Exceptuando los senderos en Mogotes de Jumagua, Cayo Maja y Cayo Ensenachos, pertenecientes a la Cayería Noreste, el resto de las propuestas han tenido un uso turístico, en la actualidad se trabaja arduamente en la comercialización de las áreas protegidas con propuestas aprobadas.. 1.6 Inventario de atractivos turísticos y Zonificación Funcional Si bien es cierto que el turismo puede aportar divisas para el sostenimiento y manejo de estos destinos, también es cierto que si no existe una planificación y se realizan los seguimientos respectivos, los impactos negativos no se harán esperar (Oltremari, 1993). El déficit en planificación y gestión repercute muy seriamente en la imagen turística de un país, porque en muchos casos la calidad y la experiencia que se prometía al turista en la promoción turística no se cumplen. La aparición de impactos provocados por una falta de planificación y adecuación de infraestructuras y servicios turísticos en las áreas protegidas está siendo intensamente criticado (Nel - Lo, 2008). Plantea Ceballos - Lascuráin (1998) 26.

(27) que la mayoría de los destinos exitosos en nuestros días dependen de un entorno físico protegido, mediante una cuidadosa planificación y gestión, iniciada con un levantamiento de los recursos existentes, etapa previa a la zonificación. A manera de síntesis Parra (2001), recoge en tres niveles, planificación, gestión y operación los aspectos claves para desarrollar los productos del ecoturismo. Dentro del nivel planificación incluye inventario, zonificación y distribución de las actividades de visita por modalidades de turismo. Por su parte Oxinalde (2004) propone diez estrategias o directrices básicas para hacer viable la definición de turismo sostenible, la primera de ellas, la planificación, la cual considera, una herramienta de trabajo fundamental para el desarrollo exitoso del turismo; dentro de ella incluye inventario, zonificación y estudios de capacidad de carga. Con respecto al inventario de atractivos turísticos, Ceballos - Lascuráin (1998) los clasifica en tres categorías básicas: atractivos focales, complementarios y de apoyo, Oxinalde (2004) los agrupa en naturales, históricos, artísticos, culturales, equipamientos turísticos e infraestructuras. Respecto a la infraestructura considerada como un atractivo, Lechner (2000) plantea que debe estar acorde a los objetivos de manejo para los que se creo el área. Considera entre sus beneficios el mejoramiento de la experiencia del visitante y la protección de los recursos. Según Martín (2003) los atractivos se consideran incluso combinados con las facilidades y los accesos y los clasifica en de sitios (naturales, socio - culturales), de evento, de actividades y de traslados. Miller (1980) recomienda realizar un exhaustivo trabajo de campo y de revisión de la información existente, subdividir el área en unidades tipo en términos de problemas, usos y oportunidades particulares. Según Berovides y Gerhartz (2007), el inventario de la biodiversidad de un país o región, pone al descubierto ciertos recursos que pasan a ser usados; si este uso es sostenible, el recurso se mantendrá indefinidamente, pero sino lo es, esto conduce al deterioro del recurso y entonces son necesarias las acciones de protección y restauración, o una de estas para tratar de rescatarlo. Báez y Acuña (1998), refieren la necesidad de mapificar los recursos inventariados en el área y la información de campo recopilada, como bases para la identificación de las áreas 27.

(28) o sitios con potencial para el desarrollo ecoturístico y aquellas que, por el contrario, presenten restricciones de diversa naturaleza. Definen la zonificación como el proceso de aplicar diferentes objetivos de manejo y relaciones de uso a sitios particulares, considerando solo aquellas zonas aplicables a cada área, en función de los objetivos de manejo estipulados. Dentro de las zonas de uso público, Oxinalde (2004) define tres tipos: zona de visita muy controlada o vetada, de visita controlada o mesurada y de visita intensiva. Expresa que todo inventario debe ser tan completo y detallado como sea posible, aunque no deberá confundirse con un inventario científico de todas las especies biológicas que se encuentran en una región, ni con el listado exhaustivo de todos los monumentos culturales o históricos de una localidad determinada. Sugieren Oltremari y Thelen (2003) que la zonificación se realice en función de la singularidad de los recursos, unicidad, fragilidad de los recursos, utilidad de los recursos, potencialidades para el uso público, limitantes para el uso público, necesidades de administración y de servicios, unidades geomorfológicas existentes en el área, uso actual de la periferia, entre otros aspectos. Los tipos de zonas estarán íntimamente ligados a los objetivos de manejo de cada área protegida en particular, y serán distribuidas de acuerdo a las aptitudes y potencialidades del área. Se define a la zonificación, en el Reglamento de Áreas protegidas de Nicaragua (1999), como una herramienta técnica, dinámica y basada en situaciones reales, utilizada en la planificación de áreas protegidas, que nos permite ordenar el territorio de acuerdo a sus potencialidades, para facilitar su manejo. Refiere Nel - Lo (2008), que las áreas protegidas sobre las que se apoya el turismo necesitan de una gestión activa, es decir contar con un plan de manejo vigente y disponer de recursos económicos y humanos suficientes para desarrollar de forma sostenible el ecoturismo. Plantea que para conservar es necesario gestionar. Báez y Acuña (1998), resumen en 16 pasos, la guía para elaborar los planes de manejo, entre ellos el inventario de campo y la división del área en zonas de manejo. Oltremari y Thelen (2003) plantean que en las áreas protegidas de la región centroamericana el turismo es una actividad que crece sin la planificación, el control ni la 28.

(29) administración adecuada, lo cual dificulta armonizar los objetivos primarios de conservación con los programas de uso público. No obstante, en Latinoamérica se encuentran buenos ejemplos en áreas protegidas que han instaurado sistemas integrales de planificación, como en el caso del Parque Nacional Huascarán (Perú) donde se aplica un Plan de Manejo Turístico, o el caso del Programa de Manejo del Parque Marino Nacional Arrecifes de Cozumel, que tiene un detallado componente de manejo turístico y recreativo (Oxinalde, 2004). En Cuba uno de los pasos del proceso de planificación de las áreas protegidas cubanas es la zonificación, proceso en que se divide el área en zonas de manejo y se establecen las regulaciones específicas de uso y manejo en cada una de ellas, partiendo de las regulaciones generales para el área según su categoría. Entre las zonas más comunes están, conservación, uso público, administración, restauración y uso socioeconómico (CNAP, 2008). En el caso del desarrollo turístico del ASC, se reconocen como principales problemas identificados en el planeamiento, la aplicación de aspectos conceptuales generales para el desarrollo de la infraestructura turística basada en el modelo tradicional de sol y playa, insuficiente comprensión del patrimonio natural, insuficiente conocimiento de los recursos de biodiversidad y de cómo incorporar la protección de la biodiversidad en los planes directores, visión limitada del producto en los centros turísticos, técnicas tradicionales y pesadas para la construcción de las instalaciones turísticas, métodos de control de vectores que afectan a la biodiversidad, contaminación, pobre diseño de los viales y de la infraestructura asociada con el desarrollo turístico e insuficiente integración entre las áreas protegidas y el sistema de turismo (García, 2007).. 1.7 Actividades Turísticas Basadas en el Uso de los Recursos Naturales y Culturales Lo más importante a considerar en las actividades turísticas según Martín (2003) es que, a partir de ellas, se definen las modalidades turísticas. Tejeda y Rodríguez (2003), consideran que deben diversificarse las ofertas en función de la diversidad del área donde se desarrolla el turismo, así como deben darse a conocer los recursos de que dispone el área y como y cuando ser utilizadas. En un compendio de actividades enmarcadas en el turismo de naturaleza en Font (2006) se encuentran las que siguen: 29.

(30) Buceo contemplativo. Parapente. Snorkeling. Rafting. Senderismo. Turismo científico de historia natural. Caminatas y recorridos. Kayakismo. Equitación y Cabalgata. Observación de flora y fauna. Ciclismo. Surfing: Pesca- Walking safari. Montañismo blando. Avistaje de ballenas. Montañismo duro. Safari fotográfico. Espeleoturismo blando. Travesía. Espeleoturismo duro. Escaladas en roca y rappel. Ciclismo de montaña o Mountainbike. Overland. Navegación naturalista. Canopy: El esquí extremo. Navegación aérea en globo. Bungee jumping. Observación de aves. Excursión. Barranquismo Ceballos - Lascuráin (1998) plantea actividades que van desde caminatas, aventura, observación de especies, entre otras, las que desarrolladas como turismo tradicional de masas y sin control, puede conllevar a la degradación de muchas áreas de gran valor para el futuro, generando pérdidas de la diversidad biológica y cultural, base del atractivo turístico del segmento. Martín (2003) define actividades a partir de los atractivos de evento, de actividades y de traslado, plantea como las actividades más comunes a desarrollar dentro de las ofertas de ecoturismo en las áreas protegidas el senderismo, las caminatas, la observación de aves y de la flora y la fauna en general, el buceo contemplativo, los recorridos, la fotocaza, y el espeleoturismo entre otros. Por su parte Ham (1992), clasifica a las actividades como guiadas y autoguiadas. Dentro de las primeras se encuentran charlas, excursiones (caminatas cortas, caminatas largas), dramatizaciones en vivo de la historia, personificación, sesiones de títeres, interpretación ambulante e interpretación en sitios de información/recepción. Como actividades autoguiadas define exhibiciones y excursiones autoguiadas. De forma similar Stewart (1981 en Morales, 2002) para definir actividades se refiere al término “medios”, y los clasifica según la participación de personal en su atención, como medios personales y no personales.. 30.

(31) Además del ingreso que generan las actividades, refiere Nel - Lo (2008), existen otras oportunidades muy eficaces como el servicio de alimentación, las concesiones a empresas turísticas, el transporte, el alquiler de equipos, el servicio de información, estacionamiento, etc. Según Pérez y Rodríguez (2000), las actividades preferidas del ecoturismo difieren de un país a otro. Para varios países latinoamericanos se encuentran la observación de aves y vida silvestre en general, caminatas y cultura local. En Costa Rica son preferidas la historia natural, el disfrute de la experiencia tropical, la observación de aves, los deportes acuáticos y el fotosafari. En el caso de Canadá la observación de paisajes, montaña, visitar arroyos y disfrutar y aprender de la vida silvestre. Como actividades más especializadas del turismo de naturaleza se plantean en MINTUR (1998) el senderismo, cicloturismo, espeleoturismo y la observación de aves. En algunos casos el grado de riesgo que conlleva la modalidad puede hacer que la misma se identifique como turismo de aventuras. Considera Berovides (2000, 2003) que el caso más simple de oferta de la biodiversidad para el ecoturismo es la observación de una especie focal, de un grupo determinado de especies (ensamblaje) o el conjunto de especies de un área en interacción con su ambiente natural y humano (ecosistema) y realizando diversas actividades. El autor señala como uno de los diez ecosistemas potenciales los cayos y como especies y ensamblajes Flamenco, Iguana, Jutía y manglares. Según encuestas realizadas el 23 % de los que visitan el ASC por un mínimo de siete días, han solicitado se les oferte las actividades de buceo recreativo, pesca deportiva, senderos, caminatas, recorridos y cabalgatas (Arellano, 2007).. 1.8 Antecedentes de investigaciones y Trabajos Realizados en el Área de Estudio y Zonas Aledañas Ubicación geográfica El Área Marina Protegida Refugio de Fauna “Santa María”, forma parte del ASC, se ubica dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera Buena Vista (anexo 1), la segunda en extensión y la que mayor área marina presenta (Herrera, 2001 en Rodríguez, 2006), constituyendo una de sus áreas núcleos. Comprende una superficie total de 29 980.0 ha, de ellas 5 470.0 ha terrestres y 24 510.0 ha marinas (anexo 2). La zona de estudio se enmarca entre las coordenadas siguientes: 31.

(32) Longitud. Latitud. 79° 40' 10". 22° 40' 10". 78° 10' 52". 22° 29' 24". Características físico-geográficas Cayo Santa María, forma parte de la zona estructuro-facial Cayo Coco, perteneciendo al margen continental meridional de Las Bahamas (ACC-ICGC, 1990a). La plataforma insular y el cayo están compuestos por complejos litológicos carbonatados, con predominio de sedimentos del Pleistoceno Superior y el Holoceno una amplia red de fallas y morfoalineamientos y numerosas formas cársicas superficiales. Este territorio comienza a emerger durante el Pleistoceno Superior a partir del cual comienzan a actuar con gran intensidad los procesos exogenéticos, con predominio de los abrasivos, abrasivos-acumulativos, lo que se puede observar en todos los tipos y formas del relieve (Trujillo, 1998). El relieve del cayo es llano, formado llanuras abrasivo-acumulativas planas, con alturas entre 0 y 5 m, abrasivo-carsificadas ligeramente diseccionadas, con alturas entre los 10 y 13 m, abrasivo-carsificadas planas con altura entre los 0 y 2 m y lacuno-palustres, con altura entre 0 y 2 m. El relieve del fondo del mar se clasifica en llanuras acumulativas planas actuales, con profundidades menores a los 3 m y llanuras acumulativas de mares interiores someros, con profundidades menores de 1,5 m. Se presenta poca variedad de formas de relieve, representadas fundamentalmente por amplios bajos con profundidades menores de 1 m. Las superficies de estos bajos están localmente diseccionadas por canales que pueden alcanzar hasta 5 m de profundidad. El proceso de mayor significación es la sedimentación que como regla se compone de materiales fango-arenosos, cálcareos organógenos, con mezcla de conchas (ACC-ICGC, 1990a). Recursos Bióticos Formaciones Vegetales La vegetación terrestre del área de estudio se estructura en ocho formaciones vegetales, según la clasificación de ACC-ICGC (1990a), y se diferencian por su fisonomía, composición florística y sustrato sobre el que se desarrollan (anexo 3). Para este estudio utilizamos la lista florística actualizada de Noa et al., (2001). Se desarrollan 32.

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Fig. 1 Maqueta de la Estación Biológica  II. Zona de Conservación
Fig. 2 Maqueta del Parqueo y el Centro de Visitantes.
Fig. 3 Maqueta de la Glorieta “Punta del este”

Referencias

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