La verdad sobre la comida
La verdad sobre la comida es un documental de la cadena de televisión británica BBC. Con este programa, la productora Jill Fullerton-Smith pretende destruir algunos mitos que se han generado alrededor de la comida en nuestra sociedad. Se presentan una serie de casos; donde colaboran 500 voluntarios, médicos y nutricionistas, para dar respuesta a preguntas como; ¿es el metabolismo el culpable de que unas personas sean más gordas que otras? ¿el agua influye en nuestra alimentación? ¿son efectivas las dietas de desintoxicación del cuerpo? ¿funcionamos igual sin café? En este artículo intentaremos dar respuesta a estas y otras preguntas basándonos en las investigaciones que se han llevado a cabo durante años.
Una dieta basada en la alimentación de nuestros antepasados puede acabar con nuestros malos hábitos nutricionales y evitar así el gran número de muertes que se producen en el mundo occidental a causa de las enfermedades cardiovasculares. Para ello es necesario eliminar de nuestra alimentación las grasas saturadas, la sal y el azúcar; y sustituirlos por una cesta con cinco kilos de fruta y verdura diaria. Se ha demostrado que en menos de dos semanas se reduce el nivel de grasas saturadas a un tercio y el colesterol en un 23%.
Además, alimentos probióticos como la alcachofa, el puerro y la cebolla pueden mejorar nuestra flora bacteriana.
Y, las dietas con alto contenido en fibra ayudan al intestino a trabajar mejor. Alimentos como cereales, frutos secos, pan integral y legumbres reducen el colesterol y el riesgo de padecer algunas enfermedades derivadas de la falta de fibra como el cáncer de colon.
El metabolismo no es el culpable de que unas personas sean más gordas que otras. Los estudios revelan que las personas más gruesas comen más. Asimismo, cuanto más grandes (tamaño) somos mayor es nuestra tasa metabólica y, por tanto, se necesita mayor energía para que la sangre fluya a todo el cuerpo y nos activemos. No obstante, facilitamos unos consejos que pueden ayudar a saciarnos antes y comer menos. Por ejemplo, el recuerdo visual de lo que comemos nos ayuda a controlar las cantidades; así mantener a la vista los huesos,cáscaras, pieles, conchas, etc. de lo que engullimos o elaborar un diario de lo que tomamos podría ser fructuoso.
El agua también puede influir en que nos sintamos más saciados. La misma cantidad de alimentos llena más al ingerirse como sopa que como sólido porque el agua de la sopa mantiene el estómago dilatado más tiempo.
Quedan patentes los poderes curativos del ajo, ya que, ayuda a que los músculos de la base del pene se relajen de forma que la sangre fluya mejor hacia este y se evite, de este modo, la disfunción erectil. Para que esta hortaliza sea eficaz es necesario comer cuatro dientes de ajo crudos al día y no dejar pasar más de diez minutos después de cortarlos para ingerirlos. En muchas ocasiones los problemas de erección, que se prolongan durante años, derivan en infartos.
Incluso, se afirma que en nuestro cerebro asociamos el olor de determinados alimentos con emociones placenteras que pueden llegar a provocar una erección. Eso se debe a la conexión mental que hacemos de la comida y de los miembros del sexo opuesto, además de que los olores nos traen recuerdos y nos relajan. El sabor del pastel de manzana en el ensayo incrementó el flujo de sangre en el pene en un 24%.
Para mejorar nuestro rendimiento laboral se recomienda el consumo de alimentos ricos en omega 3 como el pescado azul, que favorece la reducción de estrés. También, es provechoso comer poca cantidad, pero de forma regular durante toda la jornada laboral en lugar de las tres comidas diarias, ya que, se puede mejorar la productividad hasta en un 25%. Lo sorprendente del estudio es que el simple hecho de saborear los carbohidratos, sin necesidad de digerirlos, contribuye al aumento del rendimiento.
Además, son muchos los trabajadores que piensan que es necesario tomar un café al levantarse para comenzar a funcionar; pero las investigaciones aportadas determinan que una vez pasados los días en los que se desarrolla el síndrome de abstinencia, nuestro cuerpo se activa igual que cuando tomábamos café. Es decir, la cafeína no es necesaria para mantenernos alerta.
Respecto a los niños se sugieren dos métodos para que se habitúen a comer aquellos alimentos que rechazan. Se corrobora que cuando los más pequeños ven a sus iguales comiendo platos que detestan se animan a comerlos; también se familiarizan con el alimento cuando lo consumen de forma gradual y regular, por ejemplo probando diez veces una pequeña ración hasta que las papilas gustativas se acostumbran a un sabor determinado.
Las pesquisas devastan el mito de que el azúcar produce hiperactividad en los niños, aunque, como todos sabemos, puede dañar los dientes y engordarlos con las consecuencias derivadas de ello.
No obstante, se confirma que la restricción de la comida hace más deseable su consumo. Por tanto, cuando los padres racionan las chucherías, estas se vuelven más apetecibles para los hijos.
Pese a todos esto, es necesario controlar las cantidades que se sirven a los niños. Se recomienda que se sirvan ellos mismos, puesto que, los datos demuestran que al servirles una cantidad mayor en el plato pueden llegar a consumir entre un 25 y un 60% más. A esto le sumamos el hecho de que comer delante de la televisión puede hacer que los niños coman más.
Aportamos una serie de datos que debido a los beneficios que aportan a la salud creemos que es conveniente resaltar:
– Los fitonutrientes son los pigmentos que dan el color a la fruta y a los vegetales. Estos contienen los compuestos con los que se combaten muchas enfermedades y que a su vez aportan efectos beneficiosos para la salud. Los antioxidantes neutralizan a los radicales libres que son los que dañan nuestras células, un ejemplo de estos radicales libres es la luz solar que puede causar cáncer de piel. Para prevenir estas afecciones es recomendable consumir tomate diariamente. También se mencionan las bayas como un remedio natural para retrasar el envejecimiento del cerebro, no obstante los resultados arrojados tras el estudio no fueron significativos.
– El vino tinto es beneficioso para el corazón porque lo protege contra enfermedades cardiovasculares gracias a los ingredientes antioxidantes de la uva y el alcohol. Es por ello que se recomienda un vaso de vino al día.
– La degeneración macular se traduce en la pérdida de visión y afecta a quince millones de personas. Para combatirla es aconsejable digerir 100 gramos de espinacas al día, también son beneficiosas la col, el kiwi y la yema de huevo.
Estas investigaciones rompen con ciertas ideas preconcebidas que se han transmitido a lo largo de los siglos, en muchos casos, sin ningún tipo de base empírica. Las conclusiones aportadas nos hacen tomar conciencia de la importancia que tiene la forma en la que nos alimentamos y cómo durante mucho tiempo hemos atribuido erróneamente propiedades milagrosas a dietas como la de desintoxicación que no produce ningún cambio en nuestro sistema nutricional. Al final, los resultados hablan por sí solos y nos devuelven a la era más primitiva donde frutas y verduras se convierten en el mejor aliado del hombre.
