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P A R R O Q U I A L
18 febrero 2018 Nº318 S a n t a M a r í a L a M a y o r ( S o r i a )
ZONA LIBRE
“Lo único que debemos hacer es seguirle, para poner en práctica la
voluntad de Dios y entrar en su reino, en la vida eterna.”
Benedicto XVICELEBRACIÓN
+MISAS: diaria 19.30 h, domingos y festivos 12.30 h. y 19.30 h. A las 19.00h, rezo del Santo Rosario. Tras la Misa de 19.30, Exposición
del Santísimo y Vísperas, excepto los viernes.
+Los Martes a las 10h. Misa y Laudes. Adoración del Santísimo
hasta las 13.30h.
Todos los viernes de Cuaresma a las 18.45h se celebra el Vía
Crucis en la iglesia.
CÁRITAS
Atención y entrega de alimentos: martes, 17.30 h. Salones.
Grupo de madres: lunes, 18.30 h. Salones.
FORMACIÓN
Reflexión sobre la Palabra del Domingo: miércoles de 20 a 21h en el Coro.
Grupo de crecimiento en la fe: viernes, de 18.00 a 19.00hs en el Coro.
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OREMOS: Por las personas que viven en la oscuridad y en la soledad,
MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA CUARESMA 2018
«Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (Mt 24, 12)
2ª Parte
Un corazón frío
Dante Alighieri, en su descripción del infierno, se imagina al diablo sentado en un trono de hielo; su morada es el hielo del amor extinguido. Preguntémonos entonces: ¿cómo se enfría en nosotros la caridad? ¿Cuáles son las señales que nos indican que el
amor corre el riesgo de apagarse en nosotros?
Lo que apaga la caridad es ante todo la avidez por el dinero, «raíz de todos los males» (1 Tm 6,10); a esta le sigue el rechazo de Dios y, por tanto, el no querer buscar consuelo en él, prefiriendo quedarnos con nuestra desolación antes que sentirnos confortados por su Palabra y sus Sacramentos. Todo esto se transforma en violencia que se dirige contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras «certezas»: el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso, el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras expectativas.
También la creación es un testigo silencioso de este enfriamiento de la caridad: la tierra está envenenada a causa de los desechos arrojados por negligencia e interés; los mares, también contaminados, tienen que recubrir por desgracia los restos de tantos náufragos de las migraciones forzadas; los cielos —que en el designio de Dios cantan su gloria— se ven surcados por máquinas que hacen llover instrumentos de muerte. El amor se enfría también en nuestras comunidades: en la Exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’ traté de describir las señales más evidentes de esta falta de amor. Estas son: el egoísmo, el pesimismo estéril, la tentación de aislarse y de entablar continuas guerras fratricidas, la mentalidad mundana que induce a ocuparse sólo de lo aparente, disminuyendo de este modo el entusiasmo misionero.
¿Qué podemos hacer?
Si vemos dentro de nosotros y a nuestro alrededor los signos que antes he descrito, la Iglesia, nuestra madre y maestra, además de la medicina a veces amarga de la verdad, nos ofrece en este tiempo de Cuaresma el dulce remedio de la oración, la limosna y el ayuno.
El hecho de dedicar más tiempo a la oración hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las cuales nos engañamos a nosotros mismos, para buscar finalmente el consuelo en Dios. Él es nuestro Padre y desea para nosotros la vida.
El ejercicio de la limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío. Cuánto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un auténtico estilo de vida. Al igual que, como cristianos, me gustaría que siguiésemos el ejemplo de los Apóstoles y viésemos en la posibilidad de compartir nuestros bienes con los demás un testimonio concreto de la comunión que vivimos en la Iglesia. A este propósito hago mía la exhortación de san Pablo, cuando invitaba a los corintios a participar en la colecta para la comunidad de Jerusalén: «Os conviene» (2 Co 8,10). Esto vale especialmente en Cuaresma, un tiempo en el que muchos organismos realizan colectas en favor de iglesias y poblaciones que pasan por dificultades. Y cuánto querría que también en nuestras relaciones cotidianas, ante cada hermano que nos pide ayuda, pensáramos que se trata de una llamada de la divina Providencia: cada limosna es una ocasión para participar en la Providencia de Dios hacia sus hijos; y si él hoy se sirve de mí para ayudar a un hermano, ¿no va a proveer también mañana a mis necesidades, él, que no se deja ganar por nadie en generosidad?
GRUPO DE CATEQUISTAS
de Comunión y Confirmación
“Para mí ser catequista es una respuesta a la llamada de Dios a servirle en su Iglesia, intentando transmitir a los niños la “Sana Doctrina”, pero sobre todo,
propiciando que éstos tengan un encuentro con el Señor Jesús”. Belén
El grupo de catequistas es el que prepara a los niños para recibir la Primera Comunión y la Confirmación. En este momento hay tres grupos en primero y tres en segundo de Catequesis de Comunión, con un total de 50 niños; y un grupo de nueve adolescentes que
están terminando su preparación para la Confirmación. Desde hace un año se ha implantado en la parroquia el método ‘Life-Teen’, que será el que seguirá con la preparación de la Confirmación de aquí en adelante.
“Me encanta transmitir a los niños el amor de recibir a Jesús como se merece, bien preparados”. Maribel
Lugar y horario de las catequesis:
Este año la catequesis de 1º de Comunión es los martes de seis a siete. La de 2º de Comunión los miércoles a la misma hora. El grupo de Confirmación se reúne los viernes de cuatro a cinco de la tarde. En los salones parroquiales.
“Es un compromiso. Como maestra siempre he trabajado con niños, lo cual ya te da una base metodológica que ayuda para enseñarles a Jesús. El servir como
catequista me ayudó personalmente después de perder a mi marido”. Celia
Materiales:
Para la catequesis de Comunión se emplea el catecismo ‘Jesús es el Señor’ y el libro de actividades ‘Creo en Jesús’, y para Confirmación el catecismo ‘Testigos del Señor’, materiales de la Conferencia Episcopal
Española. En el segundo curso de Comunión se les empieza a enseñar a los niños a manejar la Biblia. En ocasiones se hace uso de otros recursos, como cuentos, juegos o dinámicas para guiarles en valores.
“Tengo mi fe de siempre, y con ella quiero intentar aumentar la fe en los
niños, y que les dure para toda la vida; para mí eso es vital. Además me gustan mucho los niños, me lo paso tan bien con ellos…” Adelina
Algunas consideraciones generales:
Las catequistas hacen hincapié en la asistencia a la Eucaristía dominical y en la implicación de las familias en el proceso que está viviendo el niño. Y ven que hay que hacer un esfuerzo para que las familias valoren la importancia de la catequesis y no den prioridad a otras actividades. En cuanto a los adolescentes ven que hay que incidir en que se comprometan con lo que están haciendo.
“Es algo muy importante y te da vida el enseñar a los niños a que conozcan a Dios”. Rosa
Hay ocasiones en que se acude con los niños a actividades diocesanas como la Jornada de la Infancia Misionera, siendo estos momentos perfectos para hacer un poco de convivencia y compartir experiencias. De la misma manera se intenta hacer partícipes a los niños y sus familias de las actividades parroquiales y diocesanas, para que puedan
conocer e ir integrándose en la vida de la Iglesia.
“Empecé a ser catequista acompañando a Paquita, hace ya muchos años. Me sentí muy a
gusto y aquí sigo. Estoy muy feliz y muy contenta siendo catequista”. Victoria
Al comienzo de la Semana Santa se invita a los niños a participar en la Procesión de la Borriquilla, lo cual es un motivo de mucha ilusión y están muy dispuestos a participar.
“Como me gustan mucho los niños, qué mejor cosa que poder ayudarles a conocer a Jesús en su
proceso de iniciación cristiana”.
Mari Carmen
Al final de curso se suele hacer una tarde de oración, juegos y diversión que concluye con una merienda en la Ermita de la Virgen del Mirón. Una ocasión para dar gracias por lo vivido durante el año y pasarlo muy bien.
“Porque a lo largo de la vida el Señor me lo ha pedido muchas veces y
porque hay que dar gratis lo que has recibido
gratis”. Amparo
Reuniones:
Las catequistas se reúnen con el sacerdote regularmente para poner en común las experiencias y dificultades, formarse y ayudarse mutuamente. En estas reuniones se suele reflexionar en grupo sobre los artículos e informaciones de la revista ‘Catequistas’, a la que está suscrito el grupo. También hay reuniones con los padres, al menos una al trimestre.
Compromiso:
Muchas personas han vivido su compromiso como catequistas, quienes ahora sirven en esta labor son: Adelina, Victoria, Celia, Mari Carmen, Maribel, Amparo, Belén, Rosa y Maite. Hemos intercalado sus impresiones a lo largo del texto. Y en el fondo de todas ellas la convicción de que como transmisores de la fe, este servicio implica compromiso, oración, cooperación y humildad.
PEREGRINACIÓN A JAVIER
Sábado
10 marzo
Como cada año, la Delegación diocesana de
Infancia y Juventud organiza la Peregrinación al castillo de San Francisco
de Javier, que este año lleva por lema:
“¿Qué buscáis?” Será el sábado 10 de marzo. SALIDA: 8.45h desde el Rincón de Bécquer. En el camino se visitará la Catedral de Tarazona. A las tres de la tarde se iniciará la marcha de 8 km durante la cual se irán rezando el vía crucis, desde Sangüesa hacia el castillo de Javier. Allí, a las cinco de la tarde se celebrará la Santa Misa junto a todos los peregrinos y celebrada por el
Arzobispo de Pamplona, Mons. Francisco Pérez.
Después los peregrinos podrán visitar el castillo y pasar un rato de convivencia. Sobre las ocho se emprenderá el regreso. Se llegará a Soria en torno a las diez de la noche.
El precio es de 17€ y se recomienda llevar calzado cómodo, una pequeña mochila, gorra, chubasquero y bocadillos para comer y merendar.
Los que estén interesados pueden inscribirse en la parroquia
antes del 3 de marzo.
Imagen de la semana
“En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le
servían”. (Marcos 1, 12-13)
El Espíritu conduce a Jesús por caminos de pruebas, riesgos y tentaciones. Buscar el reino de Dios y su justicia, anunciar a Dios sin falsearlo es siempre
arriesgado, lo fue para Jesús y lo será para sus seguidores.
El desierto es lugar inhóspito y nada acogedor, símbolo de pruebas y
dificultades. El mejor lugar para aprender a vivir de lo esencial, pero también el más peligroso para quien queda abandonado a sus propias fuerzas.
Satanás es el adversario, la fuerza hostil a Dios y a quienes trabajan por su reinado. En la tentación se descubre qué hay de nosotros de verdad o de
mentira, de fidelidad a Dios o de complicidad con la injusticia. Los tiempos de
prueba los hemos de vivir, como él, atentos a lo que nos puede desviar de Dios. Las fieras evocan los peligros, los ángeles sugieren la cercanía de Dios, que
lo/nos bendice, cuida y sostiene.
Hemos de vivir los tiempos difíciles con los ojos fijos en Jesús. Es el Espíritu de Dios el que nos está empujando hacia el desierto. De esta crisis saldrá un día
una Iglesia más humana y más fiel a su Señor. [Comentario de J. A. Pagola]
Cuentas parroq.: Banco Santander ES88 0049 0024 34 24 1111 3385 Caja Duero ES55 2108 2900 1300 1003 1955 Caja Rural ES17 3017 0100 5422 8056 5918
Dirección: Arco del Cuerno 4, 42002 Soria. Tf. 975213596