¿Por Que Se Comporta Mi Hijo De Esta Manera?
(Ayuda para los padres de niños con comportamientos
difíciles)
Número 27El comportamiento típico versus el comportamiento difícil
En un momento dado, todos los padres sienten la frustración de ver a su niño pequeño con brazos
y los piernas extendidas, llorando o pataleando en medio del pasillo de la tienda, o a su niño en
edad escolar desobedeciendo e impugnando las reglas o los límites. Aunque estos
comportamientos con frecuencia resultan preocupantes para los padres, son muy normales para
los niños de estas edades. En casi todas las edades, los niños pueden comportarse de maneras que
los adultos no encuentran ni fáciles ni agradables. Sin embargo, con el tiempo y con una
orientación positiva por parte de los adultos, estos comportamientos “problemáticos”
normalmente desaparecen.
El término “comportamiento difícil” frecuentemente se utiliza para describir los
comportamientos preocupantes o exasperantes que no desaparecen con el tiempo o después de
aplicar típicos métodos disciplinarios consabidos.
Esta edición del Daily Parent le presenta estrategias y recursos que puede utilizar con ambos
tipos de comportamiento.
¿Qué debe hacerse?
Cuando un niño comienza a comportarse de manera difícil, especialmente si sucede de forma
repentina o inesperada, resulta difícil para los padres y para otros saber qué hacer. Los enfoques
positivos hacia los niños tienen el impacto más favorable sobre su comportamiento. Es
importante para los padres y los responsables de su cuidado contar con una amplia variedad de
estrategias para utilizarlas en la crianza y el cuidado de sus niños. Es posible que no todas las
estrategias produzcan resultados positivos para cada niño. Asimismo, a medida que el niño crece
y cambia, los padres pueden necesitar cambiar las estrategias y los enfoques que utilizan con su
niño.
EDAD COMPORTAMIENTOS TÍPICOS
Niños que empiezan a caminar
Rabietas
“Los terribles dos años” - cuando la palabra “¡No!” es la más usada Independencia emergente
Niños en edad preescolar
Prueba los límites
Pregunta “¿Por qué?” con mucha frecuencia
Puede mentir, robar o discutir
Niños pequeños en edad escolar
Terco, rechasa hacer algo Mandón, le gusta controlar
cosas
No le gustan las críticas Siempre con la independencia
emergente - quiere hacer cosas a su manera
Los enfoques listados a continuación resultan útiles para todos los niños, y particularmente útiles
para prevenir o disminuir los comportamientos difíciles.
1. Asegúrese de que ni su hijo ni otros se encuentren en peligro. Si su hijo se comporta de una manera que puede causar daño a sí mismo o a otros, retírelo de la situación o tome medidas para detener su comportamiento. En el caso de un niño pequeño, simplemente recójalo y sáquelo del lugar.
2. Cambie el alrededor o de lugar. Si el comportamiento de su hijo se da solamente en ciertas situaciones o lugares o cuando ciertas personas se encuentran presentes,
posiblemente pueda poner fin a ese comportamiento, observando lo que sucede en estos casos. Posiblemente el comportamiento mejore al solo retirar el niño de ese lugar o de esas personas.
3. Crea una distracción. Con frecuencia un niño pequeño puede distraerse de modo tal que deje de comportarse de una manera indeseable. Por ejemplo, si su niño en edad preescolar tiene problemas para compartir los juguetes o tiende a pelear con otros niños por un juguete, distráigalo con otro juguete. Preséntele el juguete de tal manera que le parezca extra especial.
4. Dígale por adelantado a su hijo lo que está sucediendo. A la mayoría de los niños les gustan las rutinas y la previsibilidad. Cualquier cambio en su rutina diaria establecida podría molestarlos y desencadenar comportamientos negativos. Siempre que sea posible, informe a su niño por adelantado sobre lo que va a suceder. Prepárelo para cualquier cambio en su rutina diaria. “Hoy, después de tu siesta, iremos a la biblioteca para buscar algunos libros para traer a casa”.
5. Responda de una manera tranquila y con pocas palabras. Difícil de hacer, pero muy importante. Para reencaminar o poner fin a un comportamiento, trate de hablar sin levantar la voz y permanecer tranquilo. Es difícil escuchar a alguien que está molesto o que está hablando en voz alta o tan rápidamente que realmente no se puede escuchar lo que está tratando de decir. No trate de hablar sobre por qué un comportamiento es bueno o malo mientras usted o su hijo esté molesto. Espere una oportunidad “de enseñanza” cuando ambos estén tranquilos y alejados de la situación.
6. Enseñe comportamientos alternativos. Enseñe a su hijo lo que quiere que HAGA en vez de enseñarle lo que no debe hacer. Por ejemplo, dígale: “Dime tranquilamente qué sucede”, en lugar de decir “¡Deja de gritar y de tirar las cosas!”
7. Ofrezca opciones. Ofrezca a su niño opciones para ayudarlo a desarrollar su
independencia, al mismo tiempo que le da cierta medida de control sobre su alrededor. Por ejemplo, al decidir sobre qué va a hacer, ofrézcale la siguiente opción: “¿Quieres jugar afuera o te gustaría escuchar música?”
8. Comente sobre los aspectos positivos - sorprenda a su hijo haciendo algo “bueno”. Los adultos tendemos a no prestar atención cuando los niños demuestran
comportamientos positivos. Si usted refuerza los comportamientos positivos, estos continuarán. Alabe a su niño por un comportamiento positivo. Por ejemplo, “Hiciste bien en esperar tu turno. ¡Ya has aprendido a esperar tranquilamente!”
9. Actué consecuentemente. A los niños les gustan las cosas consecuentes y previsibles. Establezca rutinas para su hijo y sea firme respecto a su cumplimiento (ejemplos: rutinas para comer, acostarse, vestirse, etc.). De ser posible, informe a su hijo por adelantado si habrá cambios en las rutinas diarias. “Casi son las 8:30, hora de acostarse”.
10. Utilice el humor o los juegos. Los niños pequeños enojados o molestos frecuentemente pueden ser calmados utilizando el humor. “¿Qué tan rápidamente puedes acostarte en la cama? ¡Si lo haces en un minuto, ganarás el juego!”
Fuente: PBS Parents en línea, en www.pbs.org.parents
¿POR QUÉ DISCIPLINAMOS A LOS NIÑOS?
Para enseñarlos a ser responsables (a controlar su comportamiento y sus impulsos y a reaccionar
de una manera apropiada) y para que comprendan que su comportamiento tiene consecuencias.
La disciplina no se utiliza para castigar o lesionar al niño, sino para enseñar un comportamiento
mejor.
Más allá de los comportamientos típicamente difíciles
El termino “comportamiento difícil” se utiliza para describir los comportamientos difíciles o
“problemáticos” que no desaparecen con el tiempo o después de utilizar métodos disciplinarios
comprobados. Como padre, usted debe enfocar el comportamiento y no el niño.
Los comportamientos difíciles pueden presentarse en casa, en el centro de cuidado, en la escuela
o cualquier combinación de estos. Típicamente ocurren en forma regular y no esporádicamente.
La mayoría de los comportamientos difíciles encajan en una de las categorías siguientes:
agresión: morder, golpear, tirar, estrangular, amenazas verbales
autolesiones: golpear la cabeza, rascar o pellizcar la piel, tirarse al suelo
movimientos estereotípicos o repetidos: gestos, movimientos rápidos de la mano, vociferar, movimientos rítmicos del cuerpo
interrupciones en la clase: hiperactividad, hablar tempestivamente, discutir, vocalizaciones poco comunes
desobediencia: no responder a las instrucciones, desafíos, reñir, saltar, gatear
juego o comportamiento inapropiado: robar, exponerse, tocadas inapropiadas a otros, comer sustancias no alimenticias, otros comportamientos fuera de la aceptación social
Muchos de estos comportamientos pueden traer como consecuencia que el niño se lesione a sí
mismo o a otra persona o causar interrupciones en el alrededor de un grupo más amplio.
Razones por los comportamientos difíciles
Siempre hay una razón tras los comportamientos difíciles, pero puede resultar no ser tan fácil
identificarla. Raras veces es el resultado de deficiencias en la crianza del niño por parte de los
padres, y nunca se debe a que un niño determinado sencillamente sea “malo” o “violento”. El
crecimiento y el desarrollo de los niños dependen de muchos factores, y su comportamiento
frecuentemente es consecuencia de muchos factores diferentes.
Algunos niños muy pequeños pueden morder o golpear por frustración, mientras que otros
pueden volverse obstinados y desobedecer porque están tratando de ejercer su independencia.
Sin embargo, algunos comportamientos difíciles podrían tener una causa física. Por ejemplo, si
un niño ha perdido parcialmente la audición o no comprende qué se le está pidiendo, puede
“dramatizar” sus acciones porque se siente frustrado y molesto.
¿SABIA USTED QUE…
todos los comportamientos constituyen una forma de comunicación? todos los comportamientos constituyen una forma de comunicación? todos los comportamientos problemáticos tienen una causa?
existe una relación entre la capacidad de comunicar de un niño y su comportamiento difícil?
es la secuencia del comportamiento lo que es importante, y no los eventos individuales o aislados?
los mejores acercamientos al comportamiento desafiador son aquellos que o responden a la causa y necesidad fundamental del comportamiento? o utilizan acercamientos positivos?
la mejor forma de prevenir el comportamiento difícil consiste en atender las necesidades y fomentar las habilidades sociales y emocionales de los niños?
¿Qué más puede hacer usted?
Para aquellos comportamientos serios o difíciles que no respondan a los acercamientos o
estrategias corrientes, sería de ayuda determinar la causa ó factor detonante. Algunos
comportamientos difíciles pueden tener una causa física subyacente o ser el resultado de una
incapacitación aún no diagnosticada.
Para los comportamientos difíciles persistentes y serios, los padres necesitan obtener apoyo de
todos los adultos que cuidan a su niño. El trabajo en equipo es esencial para desarrollar un plan
de apoyo a los comportamientos positivos para cualquier niño y su familia que tengan que
enfrentar el problema de los comportamientos difíciles.
¿POR QUÉ LAS NALGADAS NO SON DISCIPLINA?
Las nalgadas no son disciplina porque no “enseñan” a los niños lo que usted quiere que hagan.
Además, “enseñan” que el golpear es una forma aceptable de reaccionar o de resolver los
problemas.
1. Consultar con el pediatra de su hijo para eliminar o diagnosticar las posibles causas físicas.
2. Hablar con el maestro de su niño o con el responsable de su cuidado, y obtener sus observaciones y comentarios.
3. Anotar por escrito sus observaciones sobre el comportamiento de su niño durante un período de tiempo. Asegúrese de que sus observaciones incluyan:
a. cuándo ocurre el comportamiento, b. qué sucede antes de que ocurra,
c. quienes son las personas que se encuentran en el alrededor cuando sucede, d. qué se le dice a su hijo, y
e. cómo se manejó la situación.
4. Emplee un enfoque de equipo para enfrentar el comportamiento de su niño. El equipo debería incluirle a usted, otros miembros de la familia o personas que tengan una
interacción importante con su niño, el maestro de su hijo o el responsable de su cuidado, su pediatra y otros.
Los padres de niños que demuestran comportamientos difíciles frecuentemente se ven afectados
por mucho estrés. Pueden sentirse aislados y desamparados si no cuentan con el apoyo necesario.
Los comportamientos difíciles en los niños no son un fenómeno nuevo. Sin embargo, existe
muchos nuevos recursos, investigaciones y apoyo disponibles para los padres y los niños. Si su
hijo o alguno de los niños bajo su cuidado presenta comportamientos difíciles, asegúrese de
obtener el apoyo que requiere.
For More Information
PBS Parents: Public Broadcasting Service, 1320 Braddock Place, Alexandria, VA 22314 Center for Evidence-Based Practice: Young Children with Challenging Behavior Center on the Social and Emotional Foundation for Early Learning, Teléfono: (217)
333-4123 or (877) 275-3227
Family Connections (secciones para familias y el Vecindario del Sr. Rogers), Teléfono: 412-687-2990
Positive Parenting, University of Minnesota Extension Service
Zero to Three (sección para padres), National Center Infants, Toddlers and Families, Street, NW, Suite 200, Washington, 20036, Teléfono: (202) 638-1144