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EL ANGEL DEL BIEN-JULIO 2012

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Academic year: 2020

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Depósito Legal: M-42907-2007

Espiritismo

Centro espírita “ Entre el cielo y la tierra” - miembro de la Federación Espírita Española

http://www.elangeldelbien.com

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Noticias y Agenda Espírita

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Influencia del espiritismo en la clase obrera

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Redacción de El Ángel del Bien

­ Edición y dirección: Centro Espírita Entre el Cielo y la Tierra (San Martín de Valdeiglesias).

­ Redacción: Yolanda Durán, Ana Sobrino, José I. Modamio, Javier Gargallo, Oscar Aglio, Francisca Avilés,

María del Cielo Gallego, Claudia Bernardes, Lorenzo.

­ Biografías: Yolanda Durán.

­ Menudos Espíritas: Grupo de educación infanto­juvenil.

­ Colaboradores: Juan Miguel Fernández, Juan Manuel Ruiz, Dr. Andrei Moreira, C.E.Y.D.E., C. E. Leon Denis.

Editorial

¡Queridos lectores!

Por fin llegó la época estival, época esta que suele traernos alegrías, nos hace salir y relacionarnos más. Una estación donde se recogen los frutos de los árboles.

Asimismo, podéis recoger los frutos del árbol de vuestro corazón.

En los momentos presentes, hay un gran campo que necesita ser trabajado, el campo de la ayuda fraterna.

Vemos como día tras día, la situación se mantiene. Familiares sin casa, amigos sin trabajo, gente sin consuelo.

El verdadero espírita es aquel que se preocupa por su semejante y ahora, miles de personas necesitan de esa ayuda activa.

En la hora actual es deber de todo aquel que quiere ser espírita, ponerse manos a la obra en la ayuda y la dedicación en solventar las carencias ajenas.

Somos conscientes de que son pocos los que tienen ese sentimiento de responsabilidad, que no son muchas los que llevan a la práctica las máximas de Jesús y las enseñanzas de Kardec, pero queridos espíritas, ¡ese es el camino!

Sabemos que cada persona puede ofrecer un tipo de ayuda, dependiendo de sus aptitudes y recursos. Unos ayudarán económicamente, otros con buenos consejos y palabras de ánimo, otros podrán hacer de su tiempo libre horas de trabajo útil acompañando a personas que están solas o al filo de la desencarnación, ayudándoles a entender que la vida continúa. No hay nada más consolador que saber que nada termina con la muerte, que lo que llamamos “males” son tan sólo pruebas pasajeras que nos enseñan a crecer.

Hermanos, la hora es dura, hay mucho por hacer y los espíritas podemos contribuir de manera muy positiva y de una manera activa, aprendiendo, enseñando, compartiendo y consolando a hermanos, amigos, allegados y desconocidos en peores situaciones.

Todos tenemos algo que aportar, que decir, para el bien común.

Unámonos, hagamos que nuestros centros perduren en el tiempo, que sus integrantes se unan en ese sentimiento fraterno. Que se relacionen unos centros con otros y que juntos seamos esos lugares donde la luz reine sobre la oscuridad. Donde los buenos espíritus encuentren personas preparadas y dispuestas a ayudar. Donde nuestra bandera sea la verdadera caridad, porque recordemos “Fuera de la Caridad no hay salvación”

La Redacción.

SUMARIO

Pág.

1. Editorial

2

2. Cartas a El Ángel del Bien

3

3. Agenda espírita

4

4. Actualidad espírita

4

5. Artículos

­ La piedra milagrosa

7

­ La música en el múndo

espiritual

8

­ ¿Formales o estrictos?

10

­ Miedo a la muerte

11

­ Diabetes ­ una visión médico

espírita

14

­ Alegría y tristeza

15

­ Drogadicción: ¿adicción u

obsessión?

18

8. Hemeroteca espírita

­ Influencia del Espiritismo en

el movimiento obrero

20

9. Rincón creativo

22

10. Menudos espíritas

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Queridos lectores, de nuevo me dirijo a vosotros. Esta vez me gustaría hablar sobre la humildad, esa virtud tan importante para nuestro progreso y tan difícil de conseguir.

Y sabéis porque nos cuesta tanto, sencillamente por el dichoso orgullo que, quién más quién menos, todos o la inmensa mayoría tenemos.

Siempre nos creemos más que los demás por la posición económica, por los estudios universitarios, porque soy más guapo, más alto, más inteligente y tantos porqués…

Nuestro Padre Celestial no hizo distinción con ninguno de nosotros, nos creo simples e ignorantes, nos dio el libre albedrío y nosotros solitos nos encargamos de llenar nuestra mochila de todo aquello que más nos apetece, y el orgullo debe de apetecernos cantidad porque en cualquier sitio nos damos de cara con él. Así estamos alimentando nuestro ego, creyéndonos superiores y subestimando a nuestro prójimo.

¡Tonta vanidad que acaba con la muerte física! Es curioso todos nos morimos, los humildes y los orgullosos no hay diferencia en eso, pero si hay una gran diferencia en el legado que dejamos a los nuestros cuando intentamos trabajarnos el orgullo para cambiarlo por la humildad y podemos conseguirlo aunque sea un poquito. No resulta nada fácil pero podemos intentarlo, por ejemplo dando las gracias al que conduce el autobús, al que nos atiende en el súper, a la señora que friega la escalera de nuestra casa, en fin a todos aquellos que hacen un trabajo que a nuestro parecer es muy humilde, pero a la vez es tan importante y necesario que lo pasaríamos francamente mal si no estuvieran aquí para hacerlo. Seguro que Dios nos los agradece más que cuando se las damos a Él. Como Padre de todos nosotros debe sentirse muy satisfecho de que todos sus hijos se sientan unidos por este acto de deferencia entre sí.

La verdad es que hay muchas maneras de trabajarse el orgullo, es muy necesario la voluntad y la disciplina, pero ¿porqué no intentarlo? ¿qué podemos perder?, y sobre todo lo que podemos ganar. Alguien dijo una vez querer es poder.

¡Ojalá que lo consigamos! ¡A por ello valientes!

Paqui

Queridos hermanos en el ideal, hoy quiero hablaros de la aplicación de nuestra querida doctrina en vuestras vidas.

La codificación fue hecha y sigue siendo inspirada por los espíritus superiores y no nos cansaremos de recomendar su estudio y aplicación en vuestras vidas. La codificación es una obra maestra con todas las bases necesarias para vuestro progreso durante muchas vidas. Con esto quiero decir que cada día debéis ir aplicando poco a poco, y digo poco a poco, sus enseñanzas para conseguir unos resultados satisfactorios.

Un consejo que os damos es que no perdáis nunca el punto de equilibrio. Aquel que consiguiera aplicar las enseñanzas en un 100 % ya no estaría en este planeta.

Practicad el Espiritismo, pero hacedlo bien y bien significa pensando en los que os rodean. No os empeñéis en implantarle a la fuerza a personas que no quieren o no están preparadas.

Una forma falsa de aplicar las enseñanzas es pensar sólo en el progreso personal y no pensar en vuestro prójimo. Cuando quieras tomar un rumbo, piensa en los que ya tienes a tu cargo y la responsabilidad que eso implica. No violentes a nadie. El espírita piensa primero en Dios, después en su hermano y por último en sí mismo. Esto, al contrario de ser un estancamiento en vuestro progreso individual, es un gran adelanto.

No queremos que os separéis de la sociedad para ser espíritas. Debéis convivir en ella porque el Espiritismo será la sociedad del mañana.

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Miércoles 4 a las 20 h. “El resentimiento. Emoción que destruye” Por Ángela Escribano en C.E.yD.E.

Viernes 6 a las 19.30 h. “Sebastián nos habla desde el Más Allá” Por Aldo Linares en Asociación de Estudios Espíritas de Madrid

Miércoles 11 a las 20 h. “Mesa mediúmnica” por Margaret Moreno en C.E.yD.E.

Viernes 13 a las 19.30 h. “El Sueño” por Alfredo Alonso en Asociación de Estudios Espíritas de Madrid

Miércoles 18 a las 20 h. “El desierto del alma” por Manolita Fernández en C.E.yD.E.

Viernes 20 a las 19.30 h. “Comprobaciones de la existencia y de la inmortalidad del Espíritu” por Juan Miguel Fernández en Asociación de Estudios Espíritas de Madrid

Miércoles 25 a las 20 h. “El mensaje de los sueños” por Aurora Vaz Caballero en C.E.yD.E.

Viernes 27 a las 19.30 hrs: “Realmente, ¿vivimos más de una vez? Por Manuel Berrocal en Asociación de Estudios Espíritas de Madrid

Martes 31 a las 20 h. “Periespíritu y salud” por el Dr. Andrei Moreira” en C.E.yD.E. Evento organizado por los “Grupos Espíritas de la Comunidad de Madrid”

Miércoles 1 a las 19 h. “Depresión ­ enfoque médico espírita” por el Dr. Andrei Moreira en C.E. Entre el Cielo y la Tierra

Jueves 2 a las 19 h. “SIDA” y a las 20 hrs. "Sindrome de pánico y fobias" por el Dr. Andrei Moreira en C.E. Entre el Cielo y la Tierra

Miércoles 5 a las 20 h. “Personalidades múltiples” por Víctor Gallego en C.E.yD.E.

Miércoles 12 a las 20 h. “El regreso a casa” por Aurora Vaz Caballero en C.E.yD.E.

Viernes 14 de 18 a 19 h. Comienzo del curso de Educación Espírita Infanto­Juvenil en C.E. León Denís.

Miércoles 19 a las 20h. “Encuentros en Jerusalén” por Mª José Fernández Martín en C.E.yD.E.

Miércoles 26 a las 20h. “Progreso y reencarnación” por Manuel de Paz en C.E.yD.E

ACTUALIDAD ESPÍRITA

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El próximo mes de Agosto, el público brasileño podrá disfrutar en sus cines de la película “Y la vida continúa”, de temática espírita, basada en el excelente libro psicografiado por Francisco Cândido Xavier y el espíritu André Luiz.

Ya pudimos disfrutar de un pequeño adelanto en el 6º Congreso Espírita Mundial, celebrado en 2010 en Valencia (España) y ahora tenemos la gran alegría de contarle a nuestros lectores que, la Federación Espírita Española, ha contactado con la productora de la misma y podremos visualizar la película en el próximo Congreso Espírita Nacional, subtitulada en español, que se celebrará en Diciembre de 2012 en Benidorm (Alicante) Desde “El Ángel del Bien” les deseamos todos los éxitos posibles y esperamos que un día, todas estas películas que engrandecen el alma humana, puedan verse en las carteleras de los mejores cines, no sólo españoles, sino europeos.

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Finalizada la gira del presidente de la Confecol (Confederación Espírita Colombiana) Jorge Berrio.

Dicha gira empezó el 14 de Mayo en Barcelona y ha pasado por cinco comunidades, terminando con un seminario el día 26 en el C.E. León Denís de Madrid.

Este último evento, organizado por la F.E.E. con la colaboración de los Grupos Espíritas de la Comunidad de Madrid y al que asistimos, reunió a muchos amigos del movimiento espírita madrileño, entre ellos a la mayoría de los representantes de los centros de la ciudad.

En la mañana se trató el tema de “La obsesión” y por la tarde “Como mejorar o destruir un centro espírita”. El ambiente fue estupendo, disfrutando todos de una gran armonía y una buena comprensión de los temas tratados por este gran conferenciante.

Desde “El Ángel del Bien” le agradecemos su esfuerzo por la gran gira realizada y esperamos volver a disfrutar de sus conocimientos próximamente.

Gira de Jorge Berrio

El próximo Viernes 14 de septiembre dará comienzo en la sede del C. E. LEÓN DENIS, el curso de EDUCACIÓN ESPÍRITA INFANTO­ JUVENIL. Este curso forma parte del Proyecto “Semillas del Futuro” que tiene como objetivos principales la difusión del conocimiento espírita y de la moral evangélica predicada por Jesús, que fue señalado por los Espíritus Superiores, que trabajaron en la Codificación, como modelo de perfección para toda la Humanidad.

El trabajo estará basado en los siguientes aspectos:

a) Promover la integración del niño: consigo mismo, con el prójimo y con Dios;

b) Proporcionar al niño el estudio: de la ley natural que rige el Universo; de la “naturaleza, origen y destino de los Espíritus, bien como de sus relaciones con el mundo corporal”;

c) Ofrecer al niño la oportunidad de percibirse cómo: ser integral, crítico, participativo, heredero de sí mismo, ciudadano del Universo y agente de transformación de su medio.

Además, junto con los Grupos Espíritas de la Comunidad de Madrid, se programarán charlas, reuniones y cursos de formación para padres, educadores y todas aquellas personas que estén interesadas.

Para cualquier duda o información al respecto, así como para inscribiros, os ofrecemos este e­mail de contacto: semillasdelfuturo­celd@gmail.com

Ponemos a vuestra disposición el blog creado para tal evento y en el que encontraréis artículos, noticias, libros espíritas infantiles, etc.

http://semillasdelfuturoceld.wordpress.com

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Después del éxito del pasado 1 de Mayo, donde se habló de “Cura y autocura” y “Cómo lidiar con las emociones naturales”, con una asistencia de casi setenta personas, el Dr. Andrei Moreira vuelve a tierras españolas para ofrecernos tres días de conferencias.

Entre los días 31 de Julio y 2 de Agosto visitará los centros de CEyDE en Madrid y el C.E. Entre el Cielo y la Tierra de San Martín de Valdeiglesias.

El día 31, será a las 20 hrs en la calle Montera 10­12 2º despacho 3 y nos hablará sobre “Periespíritu y salud”

El día 1 de Agosto de 19 a 21 hrs tratará el tema “Depresión­enfoque médico espírita” y el día 2 de 19 a 20 hrs nos hablará sobre “El Sida” y de 20.15 a 21.30 hrs “Síndrome de pánico y fobias” en nuestras instalaciones de San Martín de Valdeiglesias.

Recordamos que todas las actividades son de entrada libre y gratuita y están organizadas por “Grupos Espíritas de la Comunidad de Madrid”

Vuelve el Dr. Andrei Moreira

Como cada año durante los días 7, 8 y 9 de Diciembre tendrá lugar el XIX Congreso Espírita Nacional, bajo el lema "Y la Vida Continúa".

Como siempre tendremos la suerte de contar con la presencia de Divaldo Franco, podremos disfrutar del seminario "Nosotros, los espíritus medianos" impartido por Carlos Campetti y de conferencias muy interesantes donde escucharemos hablar de temas tan importantes como la reencarnación, la influencia de nuestros actos, la vida en el mundo espíritual...

Como primicia en este congreso tendremos la proyección de la película "Y la Vida Continúa" sacada de la famosa obra de Chico Xavier y subtitulada al castellano.

Igualmente, como años pasados, los niños tendrán la oportunidad de asistir a las clases de espiritismo orientadas para ellos y donde los padres, dirigentes de centros espíritas, educadores y personas interesadas podrán participar como observadores.

Para más información www.espiritismo.es

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Hace ya algunos años nos contaron la historia de una etapa de la vida de dos hermanos canarios de Santa Cruz de Tenerife.

Ambos, Agustín y Pablo eran propietarios individualmente de sendos comercios dedicados a la venta de telas, sabanas, toallas, encajes, bordados, manteles, etc., separados entre sí por algunas manzanas de casas de esta ciudad.

Cierto día que coincidieron en una celebración familiar, los hermanos se sinceraron y mientras el menor Pablo le argumentaba a su hermano la difícil situación económica por la que atravesaba, debido a la poca actividad de su negocio, Agustín le transmitía que el suyo funcionaba de acuerdo con los tiempos. No eran momentos para “tirar cohetes”, la verdad, pero se cubrían los gastos generales y además todos los meses se finalizaba ganando algún dinero.

"¿Y tú como lo consigues?" ­ Preguntó Pablo. Agustín respondió:

­ "Yo tengo un amuleto. Una piedra que me ayuda en mi trabajo."

El hermano quedó muy sorprendido y solicitó: ­ "¿Y tú me puedes proporcionar una piedra de esas que hablas?"

­ "Naturalmente, como no."­ Contestó Agustín. Quedaron en hablarse más adelante.

Pasados unos días, Agustín llamó telefónicamente a su hermano menor para citarse con él y entregarle la piedra que le había solicitado.

­ "Pablo te entrego la piedra que me pediste, pero ésta tiene unas características especiales. Verás, debes colocarla en la tienda cerca de la caja registradora, y cada diez o quince minutos debes acariciarla. Ya sé que es una obligación molesta pero solamente funciona de esta manera. ¡Lógicamente algún inconveniente debía tener!"

Transcurrió el tiempo y en otro nuevo encuentro familiar, Pablo corrió hacia su hermano abrazándole mientras le agradecía el gran favor dispensado, porque gracias a la milagrosa piedra que le había facilitado, el negocio estaba transformado y ahora era hasta próspero.

Agustín escuchó sus comentarios, le miró con amor y le dijo:

­ "Querido Pablo, debo explicarte; antes te ausentabas frecuentemente del negocio visitando el bar y a los amigos varias veces al día, mientras tus empleados no prestaban atención al trabajo y dedicaban su tiempo a charlar entre ellos, sin atender debidamente a los clientes que entraban a comprar y cuando había que bajar de la estantería alguna tela que se encontraba un poco alta, ésta se había agotado, sin contar las frecuentes distracciones de la caja. Ahora como tú has de acariciar muy seguidamente la piedra, estás presente prácticamente casi todo el día. Ya no te ausentas de la tienda y tus empleados tienen que estar atentos a los clientes puesto que tú estás presente y naturalmente al estar cercano a la caja, ya no se distrae ningún euro de

ella. Los amuletos y las magias carecen de importancia, solamente a través de nuestro esfuerzo y trabajo encontramos la compensación de nuestro buen hacer."

El hermano que había escuchado la explicación, agachó la cabeza mientras Agustín advertía con tristeza como las lágrimas se escapaban lentamente de sus ojos, como tributo a sus errores.

El código moral de “El Evangelio de Jesús” dice: “A cada uno le será dado según sus obras”

Todos nos hallamos ligados indisolublemente a nuestras propias obras y debemos aprender de nuestras experiencias.

El presente y futuro se encuentran condicionados por nuestras acciones.

Los Espíritus nos transmiten que “nuestros actos tejen alas de liberación o cadenas de cautiverio, para nuestra victoria o nuestra derrota.”

No achaquemos la situación que vivimos a “la suerte” ni tampoco al repetitivo “karma” como a veces acostumbramos a implicar. Los que hemos tenido la necesidad o el “merecimiento” de despertar. Aquellos que por las causas que desconocemos ahora somos conocedores de la parte teórica que los Espíritus nos ofrecen, no debemos demorar más la puesta en marcha de la práctica. Sabemos que el espíritu es perezoso por naturaleza y mucho más aquellos que estamos encarnados en este maravilloso planeta llamado Tierra, pero de nada nos servirá tener buenas intuiciones, estar trabajando y colaborando con los buenos espíritus, si no arrancamos de una vez para alcanzar este peldaño que solo nosotros podemos generar.

Juan Miguel Fernández Muñoz Asociación de Estudios Espíritas de Madrid

La piedra milagrosa

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La música en el mundo espiritual

Remontémonos momentáneamente a la cuna de

la civilización occidental, a la cima de la antigua Grecia, para buscar la definición y el origen de la música contemporánea e intentar comprender con mayor exactitud su finalidad.

La música es una forma de expresión artística que el hombre ha desarrollado a lo largo de su historia. De hecho, el arte de antaño se consideraba un concepto unitario que englobaba la música, la danza y la poesía, bajo la inspiración de las musas, las diosas protectoras de las artes.

Excavando en el pasado, percibimos que la música es mucho más antigua que esa época de dominación cultural griega. Una mirada antropológica nos muestra que, en realidad, sus comienzos se encuentran en las propias manifestaciones del sonido que el hombre desarrolló en su proceso evolutivo.

La palabra “arte” tiene su origen etimológico en el latín “ars”, que significa técnica o habilidad en algo. Es la manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginario con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.

Ese concepto unitario original del arte ha evolucionando con el tiempo y hoy en día se toma a cada elemento de ese terceto como una rama separada del mismo. Así, la música, la danza y la poesía son consideradas en la contemporaneidad de nuestros días expresiones diferentes del arte, como pueden ser de igual modo la pintura, la escritura y la fotografía.

Todas esas expresiones poseen funciones muy variadas, adquiriendo, de acuerdo a su exteriorización artística, componentes sociológicos, lúdicos, pedagógicos, mercantiles, ornamentales, morales, entre muchos otros, estimulando las instancias correspondientes de la conciencia.

Siendo una combinación coherente de sonidos y silencios que utiliza los principios fundamentales del ritmo, la melodía y la armonía, la música causa invariablemente un estímulo emocional al receptor mediante la intervención de complejos procesos psico­ anímicos.

No obstante, el concepto actual de música sigue siendo para muchos objeto de debate y permanece indefinido en su amplitud, porque esa definición varía con el tiempo y con la evolución de la cultura humana. La música es cambiante como las personas y sus avances evolutivos, de acuerdo a sus percepciones de lo espiritual.

Una destacable característica de la música comúnmente aceptada, es que desconoce totalmente las fronteras, acercando y sensibilizando a los hombres de todos los pueblos, porque la música hace parte de la esencia misma del Espíritu.

El compositor francés Claude­Achille Debussy, autor de Claire de Lune, una de las figuras más prominentes de la música impresionista, dijo que la

música empieza donde las palabras son incapaces de expresar, la música está escrita para contar lo indecible.

Los grandes compositores contemporáneos, siguen sin osar circunscribir la definición de música dentro de los límites de los conceptos humanos, simplemente consideran la música una sinfonía de lo bello, un sentimiento excelso e incluso algunos la clasifican como un homenaje al concierto divino.

En realidad, algunos se atreven a considerar la música como una armonía de carácter genuinamente espiritual, cuya aplicación transcendental aporta un estado de equilibrio, tranquilidad y amor al ser que la escucha, tratándola como un arte divino. En la Naturaleza, ¿dónde no hay ritmos, tonos y sonidos?

En la cuestión 251 del Libro de los Espíritus, se explica que la música tiene infinitos encantos para los Espíritus, debido a que sus cualidades sensitivas se hallan muy desarrolladas. La música celestial es lo más bello y delicado que la imaginación espiritual puede concebir. ¿No es eso extraordinario?

De ese tema se ha ocupado el ilustre codificador Allan Kardec cuando, en la Sociedad Parisina de Estudio Espíritas, el Espíritu de Gioachino Antonio Rossini se manifestó mediúmnicamente, afirmando que la música es del mundo de los Espíritus y que en la Tierra no hay comparación para ella.

¿Cómo es la música, pues, en el mundo espiritual?

Las entidades que dominan la técnica musical en el mundo de los Espíritus, nos afirma Rossini, la producen por la acción directa en el Fluido Cósmico, que es el fluido que llena todo lo aparentemente vacío, todo el Universo, cuyas vibraciones sublimadas penetran el ser fundiéndose con él, tal como una oración, donde la gloria de Dios es enaltecida y tiene la capacidad de llevar a aquellos virtuosos que la producen al éxtasis al concebirla. Esos acordes magistralmente orquestados resuenan en ese Fluido Cósmico de manera inigualable, de tal forma que ningún instrumento humano será capaz de aproximarse a reproducirlo en la Tierra.

Rossini compara, sin embargo, la música a un puente, donde por un lado está el compositor y por el otro está el oyente.

La armonía que resulta de los acordes, las notas y los tiempos musicales tiene entonces el papel de transportar los sentimientos del que la compone, con la intención de transmitir las sensaciones y emociones del compositor hacia el oyente. Al crearse una canción siempre llevará impresa en ella el sello particular del que la compone y el oyente conscientemente o no absorberá ese contenido en ella proyectado. La producción musical invariablemente reflejará el sentimiento de que el corazón está repleto.

(9)

intención de agradar y aportar armonía, equivale a una donación de amor dirigida al que la escucha. Este tipo de melodía eleva el nivel de sintonía, llevando al oyente a aspirar a nuevas sensaciones.

Por otro lado, la música vulgar satura al oyente con sus notas y su letra, favoreciendo la inestabilidad y la irritabilidad. Puede inducir al oyente a un estado de desequilibrio y nerviosismo, porque escuchar una melodía es entrar en sintonía con ella, es asimilar lo que se oye, puesto que el oyente no mantiene un actitud meramente pasiva.

Abundando en esta idea, los estudios realizados por el científico japonés Masaru Emoto en los años 90 demostraron que el agua, expuesta a variados tipos de música tales como música clásica, cánticos budistas tibetanos,

cantos rituales kawachi de Japón y heavy metal, modifica su estructura molecular de diferentes modos. Mientras la música clásica induce una estructura regular, uniforme y bella, nos encontramos que la música heavy metal da como resultado una estructura deforme y oscura.

Rossini resalta también la importancia de la música Espírita, como herramienta o instrumento de elevación del Espíritu, puesto que genera sentimientos más nobles en la Humanidad. La música armónica como efecto terapéutico es un punto de despegue para el alma, transmitiendo un refugio de bienestar, un oasis para los sentimientos perturbados del hombre, ayudándole a elevar la vibración hacia los temas espirituales. Ya en la Tierra la música es recomendada por innumerables fuentes literarias, que consideran la música ambiental muchas veces de un orden metafísico, ofreciendo al oyente descanso, paz y armonía como receta de bienestar y confort del alma.

Si en la Tierra se pueden utilizar subterfugios y adornos para llegar a componer una “buena” música, en el plano espiritual eso no funciona así. La música espiritual es transmitida directamente de alma a alma, sin el auxilio de instrumentos que la limitan en su expresividad y exteriorización y transluce con exactitud el sentimiento y la emoción del compositor. Puede haber, sin embargo, en esferas más cercanas a la Tierra instrumentos musicales, como apreciamos en el libro y película Nuestro Hogar.

En el capítulo 10 del libro “Acción y reacción”, podemos observar cómo dos Espíritus vengativos son llevados a la presencia de un pianista encarnado que es instruido a ejecutar la 6ª Sinfonía de Beethoven “La Pastoral”. Al oír la suave melodía, ellos se sensibilizaron cambiando de patrón vibratorio...

Encontramos una de las explicaciones de Kardec con referencia al lenguaje de los Espíritus en el capítulo XIX, segunda parte del Libro de los Médiums.

En el ítem 22, nos explica, que los Espíritus se comunican por el pensamiento. Esos pensamientos pueden ser exteriorizados por intuición a través de la poesía, del dibujo o de la música, entre otras formas, dependiendo únicamente de la aptitud del médium o de la del espíritu comunicante.

Existen muchas personas creativas que son en realidad médiums inspirados por Espíritus más elevados. Los Espíritus se sirven de los médiums que les ofrezcan mayores facilidades para la realización de su cometido y que sean mejores intermediarios de sus inspiraciones.

Podemos apreciar un ejemplo de eso, en los apuntes del día 8 de abril de 1859, de la Sociedad Parisina de Estudios Espíritas cuando el médium Sr. Brion Dorgeval, recibió un fragmento de una sonata, dictada por el espíritu del compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart. La música fue interpretada por la señorita de Davans, una ex alumna de Chopin. Ambos compositores fueron evocados por Allan Kardec, en cuyo diálogo respondieron cuestiones que comprobaron su identidad.

Como medio de control de la veracidad de esa comunicación mediúmnica, el Sr. Brion Dorgeval, sin desvelar el nombre del autor de ese fragmento, llevó al análisis de varios artistas, siendo identificado el estilo tan propio y particular de Mozart por innúmeros artistas y conocedores de música, incluso reconociendo la superioridad de la composición hecha por el espíritu del compositor, después de su desencarnación. (Revue Espirite­Journal d’Etudes Psichologiques, publicado bajo la dirección de Allan Kardec, mayo 1859 ­ année II, música del Más Allá, página 123.)

Ese fragmento de sonata publicado en la Revista Espírita, así como copias de otros trescientos títulos espíritas, llegaron a España para la divulgación del Espiritismo entre el pueblo español. Fueron confiscados y quemados a las diez y media de la mañana del día 9 de octubre de 1861 en la explanada de la Ciudadela de Barcelona en el barrio de La Ribera, en el conocido como Auto de Fe de Barcelona, ordenado por el obispo de la ciudad. (Allan Kardec, El Educador y el Codificador, Volumen II, página 186.)

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De acuerdo, pues, con el progreso del Espíritu, que conforma las individualidades y las sociedades, la música también va evolucionando, sintonizando cada vez más con las bellezas inmateriales y con sentidos más depurados para apreciar lo virtuoso, permitiendo que ella nos acerque a Dios, tal es el préstamo y la importancia de la música a la Humanidad. Evaluar nuestros gustos musicales, es algo que se hace necesario, pues el flujo sonoro que recibimos puede cumplir o bien con funciones y finalidades positivas tales como entretenimiento, comunicación, ambientación y armonías emotivas; o bien negativas como puede ser el desequilibrio, la intoxicación mental o la alteración de ánimo.

Citamos como ejemplo cercano de hermoso concierto, el espectáculo de la Naturaleza. El canto de los pájaros en un atardecer, el trueno retumbante en la tormenta, el sonido agradable del agua corriendo por un río, incluso el benéfico y estimado silencio, como expresiones celestes de música, como una verdadera sinfonía para el Espíritu, siendo en ese caso Dios el compositor mayor y excelso del Universo.

Cláudia Bernardes de Carvalho Centro Espírita “Entre el Cielo y la Tierra”

A veces en nuestra infantil percepción de las cosas que realmente tienen valor, pensamos que un centro necesita a un doctor en filosofía, o un psicólogo, alguien con carrera para impulsar con seguridad al grupo. Y no es así en absoluto, no son las cualidades intelectuales adquiridas lo que va a elevar y proteger a un grupo, sino las cualidades del corazón, el sentido común y la madurez emocional, sin las cuales todos los títulos del mundo o toda la experiencia doctrinaria por sí sola, nada van hacer.

No todos venimos a prestar el mismo servicio, hay hermanos

más humildes, culturalmente más distantes de nuestra época, y a estos sería pecar contra el principio de caridad (virtud sagrada en un centro que se diga espírita) si se les exigiese el mismo tesón y el mismo ritmo que otros completamente habituados a la lectura, a las disertaciones, etc. Esto no significa que no animemos siempre a la lectura, a veces podemos (y debemos) recomendar una obra específica que pensemos que la persona pueda hacerle bien, pero siempre de una manera discreta y amiga, sin caer en una actitud aparentemente cordial pero que esconde una velada exigencia. En un centro, el dirigente o los compañeros pueden exigir muy pocas cosas a nadie más allá de atender el horario, el correcto comportamiento y el respeto de unos hacia otros... esto sí, pero nada más; un centro espírita no debe ser un lugar de exigencias.

Ser discreto y racional es algo que la propia escuela espírita aconseja, pero esto no quiere decir que la desconfianza guíe nuestras actuaciones, pues poca luz puede filtrar una mente y un corazón desconfiados.

Si nos habituamos a focalizar la atención sólo en los aspectos negativos (sean reales o figurados) terminaremos condicionando nuestra mente a captar y resaltar lo malo, lo que es mejorable, etc., y sin embargo, no captaremos lo bueno, los logros de las personas, etc., simplemente porque nos pasará desapercibido. Algunos podrán alegar que es cuestión de disciplina y vigilancia, cuando esa actitud interiorizada de recelo perfeccionista

no es precisamente señal de disciplina. Podemos habituarnos a llevar de manera continuada el “piloto rojo” de alarma encendido, y pensar que es normal... pero no lo es en absoluto.

Por otra parte, ¿cuántas de las cosas que nos parecen erróneas o negativas de los demás, sólo lo son por no ajustarse a nuestra manera de ver las cosas, que no tiene por qué ser la mejor, ni la única? Además, la ecuación es simple: tener un excesivo nivel de exigencia redunda en desconfianza y esta a su vez en negatividad, algo que no es útil ni sano, y menos trabajando con cuestiones espirituales.

Debemos buscar el punto medio entre preocuparse por mantener un ambiente ordenado y formal, y el generar un clima rígido donde la espontaneidad y la confianza fraterna queden bloqueadas. Esto se hace especialmente problemático en una reunión mediúmnica, donde un adoctrinador de carácter duro y exigente puede llegar a ser más un problema que una solución.

Es muy sano (es imprescindible) partir de la base de que todos somos imperfectos, y por lo tanto tendremos que contar con esa limitación perfectamente natural entre nuestros trabajos. Tengamos buena voluntad, dedicación, intentemos hacer las cosas lo mejor que podamos, pero no caigamos en el hábito de exigir lo que ni siquiera los Espíritus superiores nos exigen a nosotros.

La prudencia siempre será uno de los atributos del espírita concienciado, pero la desconfianza sistemática, el alto patrón de exigencia de algunos dirigentes y el recelo pueden (aún en el nombre de la precaución y la vigilancia) desviar instrucciones positivas del mundo espiritual, como también obstaculizar valiosas e inspiradas aportaciones de los compañeros de reunión.

Como en todo, intentemos ajustarnos al medio término; ni tan abiertos que nos entre todo... ni tan cerrados que no entre nada.

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Miedo a la muerte

¿Qué es la muerte?

La muerte es una transformación necesaria, una renovación, la muerte no existe, no es más que aparente, se muere para renacer.

Durante la vida, el espíritu está ligado al cuerpo por la envoltura semi­material o periespíritu. La muerte no es más que la destrucción del cuerpo físico pero no la de la segunda envoltura, que se separa de aquel cuando cesa la vida orgánica. La observación prueba que en el instante de la muerte, el desprendimiento del periespiritu no es completo, si no que se opera gradualmente y con lentitud muy variable según los individuos. En unos es bastante rápido y puede decirse que con pocas horas de diferencia, pero en otros, sobre todo aquellos cuya vida ha sido completamente material y sensual, el desprendimiento es mucho menos rápido y dura a veces días, semanas, hasta meses e incluso años.

En el momento en que la vida se extingue, el alma vuelve a ser espíritu, es decir, entra de nuevo en el mundo espiritual que había abandonado momentáneamente. Además sabemos que el alma conserva su individualidad y no la pierde nunca con lo que nos podemos preguntar:

¿El alma no se lleva consigo nada de este mundo?... nos dicen los espíritus que nos llevamos el recuerdo y el deseo de ir a otro mundo mejor. El recuerdo que nos llevamos es grato o desagradable, según el uso que se ha hecho de la vida y mientras más pura es el alma, mejor comprende la futilidad de lo que deja en la Tierra.

Hay otra pregunta que muchas personas se hacen, ¿es dolorosa la separación entre el alma y el cuerpo? La espiritualidad nos dice que no. A menudo sufre más el cuerpo durante la vida que en el momento de la muerte, pues el alma no toma parte alguna. Los sufrimientos que a veces se experimentan

en el momento de la muerte son un placer para el espíritu, que ve llegar el término de su destierro.

El ejemplo de la oruga, que al principio se arrastra por el suelo y después se encierra en su crisálida (aparentemente muerta) y cuando se despoja de ella, vuela libre y ligera convertida en una mariposa, puede darnos una idea, al hombre viviendo en la Tierra y cuando muere se independiza de su envoltura material siendo su espíritu libre de nuevo.

¿Qué causa el miedo a la muerte?

La muerte es un hecho natural que afecta a todo ser vivo y en todas las épocas el hombre se ha preocupado de su porvenir de ultratumba, cualquiera que sea la importancia que se le dé a la vida presente, pensando en lo corta que es y que puede ser interrumpida en cualquier instante sin saber lo que puede pasar mañana. Se nos decía que hay un paraíso y un infierno y que si no teníamos cuidado lo más seguro es que acabaríamos yendo al infierno, porque hay muchos “Pecados Mortales“ para el alma y que están relacionados con el infierno, que es el fuego eterno que nos quema sin destruirnos. Cuando el hombre habla del fuego eterno es porque no ha encontrado comparación más enérgica que la del fuego para él (el fuego es un suplicio) y esta creencia se remonta a la más alta antigüedad, heredándola la sociedad actual, por eso se dice también en lenguaje figurado el fuego de las pasiones, los celos me queman, ardo de amor etc.

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que ha de quemarles sin destruirles y aquí empieza el sufrimiento interior, una ansiedad… y una de las maneras de disiparla es pensando sólo en el presente e intentar vivir lo mejor posible satisfaciendo todos los deseos. No obstante se piensa en la muerte y el sólo pensamiento les horroriza, porque dudan de su porvenir y porque van a dejar en la Tierra todas las riquezas, los afectos y esperanzas. También en muchos casos el miedo es simplemente por desconocimiento.

Una intuición íntima que tenemos nos afirma que esto no es posible, con la creencia de la nada, de que no hay nada más, el hombre se concentra forzosamente en la vida presente y no se preocupa del porvenir ya que no se cree en él.

Supongamos que cierto número de personas o una sola, tuviera la certeza que dentro de un espacio corto de tiempo, desaparecerá, morirá y que no quedará nada de él o de ellos después de la muerte. ¿Qué hará durante ese tiempo? ¿Trabajará para ser mejor? ¿Seguirá trabajando para poder vivir lo que le quede de vida? ¿Respetará a los demás? Hay muchas personas que no creen en la vida futura y seguirán viviendo normalmente pero otras en cambio, si estudian o trabajan, lo dejarán y pudiendo entregarse a los excesos y como vulgarmente se dice “¡se fundan todo lo que tienen!” Su razonamiento es: “para que me voy a reprimir si me queda poco tiempo.Vivamos lo mejor posible todo lo que no hemos vivido”.

El sentimiento que se tiene al acercarse la muerte es en algunas de las personas escépticas… la duda, en otras personas que se sienten culpables…el temor. Hay que reconocer que hay menos escépticos de lo que nos creemos, muchos se hacen los despreocupados durante la vida, pero a la hora de morir ya no son tan valientes. He de admitir que yo tenía miedo a la muerte. No había día que no pensara en ella de alguna manera. Tenía una angustia leve pero constante. Me consideraba feliz con lo que estaba consiguiendo en mi vida, pero esa incertidumbre que sentía seguía y seguía estando y no se me iba a pesar de ser una persona optimista y alegre. Me confortaba yo mismo, de alguna manera, al pensar que si me moría mañana o la semana que viene, la conciencia la tenía tranquila, ya que por más que pensara me consideraba una persona buena y que siempre había intentado hacer el bien. Tenía mis imperfecciones, claro estaba, pero al hacer examen, realmente me consideraba feliz por lo que había conseguido y por los años que había vivido. Era afortunado, ya que muchas personas, por diferentes motivos habían muerto muy jóvenes y yo seguía vivo. Mi desasosiego tenía también otra explicación y era el preguntarme: ¿Qué hacemos aquí en la Tierra? Nacemos, crecemos, vivimos, nos reproducimos, envejecemos y morimos. ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Hay algo más? ¿O sólo existe la nada? ¿Nuestro cuerpo se convierte en polvo y aquí se acaba todo?… había algo en mi interior que no me dejaba aceptar la nada, que las cosas tienen que tener una razón de ser y de existir, pero… seguía teniendo miedo a la muerte. Hasta que un día descubrí y conocí a unas personas las que me explicaron de dónde venimos, quienes somos y

adonde vamos. Estas personas son… espiritas, como yo lo soy hace años.

La muerte es parte de nuestra vida, el miedo a la muerte es a veces tan intenso que genera ansiedad y obsesiones, depresiones, algunas personas pasan demasiado tiempo pensando en ella, tanto la suya como la de los otros y cuando esto ocurre, se nos hace difícil. Vivir pensando todo el tiempo que algo malo sucederá es una tortura y así no se disfruta de la vida. No hay que recrearse en los miedos, en las desgracias, en la autocompasión… no es sano. El espiritismo nos da consuelo y nos enseña a afrontar el miedo a la muerte. El primer paso para poder ser feliz, sea cual fuere la prueba que marque tu camino, sopórtala con amor y agradece a Dios por ella. Tendríamos que temer más, a lo que hacemos con nuestra vida, que al fin de ella, porque muchas personas viven inútilmente al no saber aprovecharla. La espiritualidad nos dice constantemente y en todos los lugares del mundo, que la vida siempre tiene sentido, aunque no podamos verlo claramente y que no estamos solos.

Las personas que creemos en el espiritismo, diremos: “la muerte solo destruirá mi cuerpo, que dejaré como se deja un vestido viejo, pero mi espíritu vivirá siempre”. Yo seré en la vida futura mejor de lo que he sido en esta ya que todo lo que he adquirido en cualidades morales e intelectuales no estará perdido y todos los defectos de que me despoje son un paso más hacia la felicidad. Mi dicha o mi desgracia venideras dependerá de la utilidad o inutilidad de mi existencia presente, me diré a mi mismo…me interesa mucho aprovechar el poco tiempo que me queda, y evitar cuanto pueda debilitar mis fuerzas.

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del cuerpo y que estos no se cortan ni por la separación ni por la muerte física, sino que en la vida espiritual se tornan mas fuertes mediante la depuración del espíritu, ¿a que es reconfortante saberlo? Esto nos infunde gran energía para soportar las vicisitudes de la vida.

Como también nos es de gran consuelo saber que nuestros seres queridos nos están esperando en la vida futura y nos preguntamos. ¿Encontraremos inmediata­ mente a los que hemos conocido en la Tierra y que han muerto antes que nosotros? La respuesta es sí, según el afecto que les profesábamos y el que ellos sentían respecto a nosotros. A menudo salen a recibirnos a la entrada, en el mundo de los espíritus y nos ayudan a separarnos de los velos de la materia. Veremos también a muchos a quienes habíamos perdido de vista durante su permanencia en la Tierra, y tendremos también la oportunidad de poder visitar a las personas que siguen vivas, encarnadas, en la Tierra.

El espiritismo me ha ayudado a comprender y a dar un sentido a mi vida, a no tener miedo. Les puedo intentar explicar lo que ha significado esto para mí, pero es tan grande lo que se siente que es mejor sentirlo. Con el tiempo y el estudio se me aclararon todas las dudas que tenía y desapareció de mi toda angustia, todo desasosiego, el miedo a la muerte y apareció en mi vida con más fuerza aún de la que tenía, unas ganas enormes de potenciar mis cualidades positivas y me inundó una alegría, una paz, una felicidad interior indescriptibles, a la vez una nueva responsabilidad mucho más acentuada de la que tenía. No me quiero extender con las emociones que sentí y siento cada vez más, sólo darles un consejo a las personas que están leyendo ahora mismo estas frases escritas y salidas de mi corazón…hagan lo posible para conocer el espiritismo, bien por internet, buscando un centro espirita cerca de donde viven, no se arrepentirán, todo lo que yo les diga es poco, son las respuestas a todas las preguntas que todos nos hemos hecho y seguramente de otras cosas nos seguimos haciendo.

Se acabaron los miedos, las angustias los sufrimientos, todos sentimos el deseo de vivir, de gozar, de querer, en definitiva de ser…felices

Las personas que tratamos de trabajarnos la moral, somos dichosos por la calma y la serenidad, por el bien que intentamos hacer. Yo por mi parte creo que para procurarme una muerte dulce y tranquila debo prepararme y desprenderme con anticipación de todo lo que me liga a la materia, y mientras viva procurar llevar una vida tranquila, vivir digna y sencillamente. Es ahora en el presente cuando precisamos reformarnos y no cuando llegue el fin de nuestra vida terrestre. Sería pueril creer que nuestra situación futura depende de ciertas formalidades más o menos bien llevadas en el momento de la partida, nuestra vida entera actual responde de la vida venidera, la una y la otra se enlazan estrechamente

formando una continuidad de causas y efectos que la muerte no interrumpe.

La nada después de la muerte es lo que haría inútiles los esfuerzos que yo pudiese hacer para mejorarme pero, gracias al conocimiento que tengo de la vida futura, se que nada de lo que se adquiere es perdido y que todo sirve para el propio progreso. No he de desperdiciar, pues, ninguna ocasión de mejorar como espíritu y de purificar mi alma, aún con la certeza de que me quedan pocos años de vida, diciéndome que todo eso tengo ganado para otra existencia. Según establece la matemática del universo, el destino siempre habla de devolvernos lo que le hayamos entregado.

También me he preguntado ¿qué pasa con el arrepentimiento? ¿Tiene lugar en estado corporal o espiritual? Los espíritus nos dicen que en estado espiritual, pero puede también tener lugar en el corporal, cuando comprendamos bien la diferencia entre el bien y el mal. Hay más dicha en el cielo para un pecador arrepentido que para cien justos que perseveren.

Alguien dijo que la sociedad está demasiado obsesionada con el poder de la estética. Merece la pena reflexionar sobre la importancia de cultivar el espíritu, de alimentar el corazón y los sentimientos, porque ese tesoro estará contigo siempre.

Recordemos que el sepulcro no es el final, así como tampoco la cuna es el principio y siempre se teme lo que no se comprende.

Cada uno de nosotros es libre, sin duda alguna, de creer en algo o no creer en nada. Yo por mi parte si les digo que para qué voy a tener miedo de algo que no existe ¡la muerte! Somos espíritus inmortales y para siempre ciudadanos del universo.

Que Dios nos bendiga a todos.

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Diabetes – Una visión Médico­Espírita

La diabetes es una enfermedad caracterizada por la elevada tasa de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a la deficiencia en la producción de insulina o en la dificultad de acción de esa hormona en el organismo. Actualmente, hay cerca de 240 millones de portadores de diabetes en todo el mundo y se estima que en 2025 ese número llegará a 350 millones.

La diabetes melitus puede ser dividida en tipo I y tipo II y tiene raíces, desde el punto de vida médico, en la interacción de factores genéticos con estímulos ambientales. El tipo I se da en individuos en la infancia y en la adolescencia y se caracteriza por ser una enfermedad autoinmune, o sea, el organismo produce anticuerpos contra las células Beta del páncreas, productoras de insulina, llevando a la deficiencia de esa hormona. Existe la necesidad de administrar insulina por vía subcutánea para suplir la falta de esa importante hormona, encargada de controlar el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y lípidos. El tipo II es la diabetes que proviene predominantemente de factores ambientales y comportamentales, siendo la obesidad, sobre todo la abdominal, el principal factor de riesgo para su desarrollo. Hay producción normal o un poco disminuida de insulina, pero ella no consigue ejercer su papel en las células, debido a la resistencia en los tejidos, que impiden su absorción y acción intracelular. Es necesario administrar fármacos hipoglucemiantes, que reducen la tasa de azúcar en la sangre, pues la glucemia elevada produce un estado de inflamación crónica que puede dañar tejidos y órganos, generando complicaciones, siendo las más frecuentes la neuropatía, la retinopatía y las lesiones renales. Para evitar desarrollar diabetes y también tratarla, lo más recomendado es realizar actividades físicas aeróbicas y dieta, rica en ensaladas verdes, derivados de la leche, carne blanca y magra, además de la reducción de la ingestión de azúcares y uso de medicaciones específicas.

Desde el punto de vista espiritual, entendemos que las predisposiciones genéticas que traemos en la reencarnación hablan de nuestro pasado espiritual y de nuestras tendencias, pero sobre todo de nuestras

necesidades reeducativas. La diabetes es, de forma general, una gran oportunidad de aprendizaje del límite y del auto­amor. Al revés de ser un castigo divino o una punición por los errores o también Karma, como algunos creen, esa enfermedad se presenta como expresión de nuestras elecciones y construcciones individuales a lo largo de los tiempos. Es, por lo tanto, recurso de autodominio y autoconocimiento, que conduce a su portador, cuando este aprovecha la oportunidad para vencerse así mismo, a un estado de mayor equilibrio y armonía del que tenía antes, al reencarnar, recordando que somos todos espíritu inmortales y no meros seres carnales viviendo una experiencia pasajera. Según la propuesta del Dr. César Geremías, endocrino gaucho, la diabetes tipo I, por sus características, tendría raíces en la auto­agresión, culpa, victimismo y auto­punición, manifestaciones de falta de auto­perdón y sobre todo del orgullo, sentimiento base que sería el núcleo principal a ser trabajado en ese caso. La diabetes tipo II tendría sus raíces en la falta de auto­cuidado, en el hedonismo excesivo, el desgaste de las energías psicofísicas y el exceso de auto­preservación, manifestaciones diferenciadas del egoísmo, que sería el núcleo principal o sentimiento base en ese caso. Percibir esas características en sí mismo, reconocerlas, acogerlas y esforzarse en transformarlas, en el proceso reeducativo al que la enfermedad invita, sería el objetivo mayor de la enfermedad, acordándose siempre que es necesario individualizar cada caso y solamente el autoconocimiento podrá aportar la indicación segura de las necesidades de cada uno. Mas, independientemente de su origen, la diabetes es una invitación al auto­amor, la auto­preservación y a la superación de sí mismo, caminos de paz interior y de salud integral.

Dr. Andrei Moreira

Médico de familia Integrante del equipo del PSM en Belo Horizonte / Minas Gerais

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Los instintos y las emociones primarias están íntimamente relacionados. En el anterior artículo abordamos las cuatro primeras emociones: miedo, sorpresa, ira y aversión; relacionándolas con los instintos de supervivencia y conservación.

Nos queda pendiente por tanto profundizar en las emociones de alegría y tristeza desde el punto de vista de su relación con los instintos.

La alegría

Una vez que el ser humano tiene garantizada su sustento y seguridad material en el presente, aplacado por tanto el instinto de supervivencia, es el instinto de conservación el que toma su relevo, dirigiendo nuestros esfuerzos para garantizar los recursos básicos en el futuro. Asegurada la necesidad material, para uno mismo y su entorno familiar, en el tiempo, el instinto de progreso aparece impulsando a los individuos hacia la evolución, rescatándonos del peligro del inmovilismo (que nos lleva a la ociosidad y a la pereza, como cuna de innumerables vicios).

Por tanto, sólo atenderemos a nuestro instinto de progreso una vez satisfechos los requerimientos del instinto de conservación y sucesivamente sólo atenderemos dichos requerimientos si tenemos satisfechos igualmente los del instinto de supervivencia.

Paralelamente, para poder acceder a las emociones de alegría o tristeza, relacionadas como veremos con el instinto de progreso, tendremos previamente que haber calmado o superado las emociones de miedo, sorpresa, ira o aversión. No

podemos estar alegres o tristes y sentir miedo. El miedo ahoga emociones de menor intensidad y las cuatro primeras emociones, relacionadas con los instintos de supervivencia y conservación, son por tanto las emociones que mayor intensidad pueden llegar a movilizar.

Alegría es el estado de ánimo que obtenemos cuando conseguimos, confiamos o tenemos fe en alcanzar un progreso, un objetivo deseado, un bien o un placer. Es la sensación que sentimos cuando progresamos hacia dicho bien. Por tanto es parte de la recompensa por adelantado y a su vez, el acicate para seguir esforzándonos por dicho progreso. Sin la alegría el camino de la evolución perdería su energía. Nos podríamos quedar entonces estancados a mitad de camino sin fuerzas para seguir.

Es lo que ocurre cuando carecemos de Fe o confianza. La Fe y confianza es garantía de alegría. Si no tenemos alegría tenemos que revisar nuestra Fe y confianza. "La Felicidad no es de este mundo" (Evangelio según el Espiritismo, capítulo 5, ítem 20) pero por ello tenemos la alegría. La Fe nos da la visión pre­clara de lo venidero, la alegría surge ante dicha visión. Si no tenemos Fe aparece la duda. La duda, en contra de la Fe, nos roba energías mentales necesarias para nuestro avance debilitándonos. La duda es buena en ciertos momentos de crecimiento porque nos impulsa a la búsqueda de conocimiento. Nos protege de la Fe Ciega que nos estanca moralmente y nos acerca a un nuevo despertar cuando adquirimos la capacidad de despertar la conciencia.

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porque no puede engañar a la sabiduría acumulada en nuestro espíritu, a través de todas sus existencias. Por eso siempre la Fe ciega da paso a la duda, porque nace, en ese caso, del fondo de nuestro espíritu.

La Fe ciega cumple su papel en conciencias dormidas, aferrándolas a estrictas leyes que impiden su extravío moral, pero deja de ser necesaria cuando la conciencia adquiere la madurez del despertar. La duda es la puerta del conocimiento, la llave es la Fe Razonada alcanzada mediante el estudio y la práctica del Evangelio de Jesús.

La alegría es un adelanto de la felicidad venidera. La alegría está en el camino, en la meta la felicidad. La meta es la vida espiritual, cuando retornemos al mundo mayor después de dejar el cuerpo físico. Mientras tanto, la alegría es lo más parecido que tenemos a la felicidad. ¿Quién podría distinguir un estado de alegría de un estado de felicidad? ¿Conocemos acaso la felicidad? La felicidad, una vez alcanzada, no podría perderse, porque su añoranza nos hundiría en la más dura nostalgia. Si eso no ocurre es porque no conocemos la felicidad, conocemos apenas la alegría, no que no es poco. La sabiduría de la creación posibilita que una vez alcanzada la felicidad no tengamos que desprendernos de ella, salvo sublimes sacrificios, como el realizado por Jesús al encarnar en nuestro mundo.

Hasta aquí hemos hablado de la alegría de origen espiritual relacionándola con el progreso espiritual. Pero como fiel reflejo del progreso espiritual, tenemos la necesidad de progresar materialmente, gracias al instinto de progreso, causa de la alegría material que nos inunda ante la certeza de nuevos avances, desarrollos y placeres.

Cuando la alegría es por un objetivo material, nos encontramos que en la mayoría de las ocasiones, la satisfacción producida por dicha alegría, conforme nos acercamos al objetivo, supera con mucho a la propia satisfacción material a alcanzar, encontrándonos que una vez en su posesión, el encanto desaparece o no cumple las expectativas creadas, normalmente debido a recurrentes autosugestiones ilusorias.

La tristeza

La tristeza corresponde al estado de ánimo producido ante una expectativa de pérdida, dolor inminente o alejamiento de las metas y objetivos deseados.

Nos lleva a la introspección y al arrepentimiento, en su caso, como único remedio para asumir la pérdida o culpa con el mínimo desgaste psicológico, pese al sufrimiento implícito de dicho estado,

capacitándonos para la necesaria superación del problema. Sin superación no hay avance y sin avance podemos caer en las dos principales salidas erróneas ante esta situación, la melancolía o la depresión. Melancolía como estado destructivo carente de esperanza que desplaza a la tristeza y la depresión como exageración desmesurada de la tristeza.

La tristeza pues, nos prepara para la llegada del dolor y este siempre es necesario en cualquier situación de estancamiento evolutivo. Todo evoluciona en el Universo, pero cuando por nuestros propios errores, nos estancamos en el camino evolutivo, el dolor aparece rompiendo las barreras que bloquean nuestro avance. Por ello podemos decir que todo dolor encierra en sí mismo un bien mayor, que no podemos percibir pero por el que, en muchas ocasiones una vez pasado, damos gracias a Dios.

La tristeza por tanto, debe ser utilizada como remedio justamente para cuando nos alejamos de las metas marcadas por nuestra conciencia, y por tanto nuestro espíritu. La tristeza nos lleva a la

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introspección como verdadera oportunidad para entrar en contacto íntimo con nuestro ser y reformular nuestros actuales valores, adquiriendo el ánimo y la voluntad necesarias para nuestra futura transformación.

Dejemos el inmovilismo o estancamiento, el primer paso es siempre el que más cuesta. Tengamos voluntad para crear el hábito salvador que nos permita perseverar y enseguida la alegría aparecerá con las primeras metas conseguidas. La Alegría es un alimento de la Fe, la Fe de la Esperanza y la Caridad («La esperanza y caridad son consecuencias de la Fe» El Evangelio según el Espiritismo Cap. XIX, ítem 11.). ...Y “Sin Caridad no hay Salvación” (Allan Kardec), sin alegría pues, se nos hace el camino hacia la salvación demasiado largo y empinado.

Conclusiones

Nuestro ejercicio diario será, por tanto, alcanzar la alegría constante, consecuencia de encontrarnos siempre en camino a nuevas realizaciones espirituales, reafirmando nuestra Fe con nuestros actos, siendo conscientes de la certeza de un bien mayor acercándose. Estamos destinados a la felicidad, no nos demoremos por el camino porque “mi yugo es suave y mi fardo ligero” (Mateo 9:30)

Una vez abrazado el Evangelio, la Ley es suave porque está basada en el Amor. El fardo es leve porque la verdadera carga fastidiosa y causante de infelicidad, la habremos dejado con nuestras pasiones y deseos materiales.

El Evangelio y la práctica de la Caridad es por tanto la mayor psicoterapia que podemos tomar, fuente de salud, paz, felicidad y alegría en el caminar.

Para el camino debemos fomentar la alegría, la cual nos embarga al alcanzar la autoconsciencia, mediante la oración y la meditación, haciéndonos conscientes de la realidad espiritual que nos rodea, del auto­conocimiento como fuente de nuevas metas a alcanzar.

La verdadera alegría, conlleva el despertar espiritual, el autoconocimiento (pregunta 919 de El Libro de Los Espíritus) nos marcará las etapas a alcanzar, la meta la felicidad verdadera.

Creamos constantemente expectativas de pérdida que nos entristecen y expectativas de ganancia que nos alegran. Esto es determinante para nuestro estado de ánimo. Eliminemos las expectativas de pérdida comprendiendo que realmente no poseemos nada, sólo somos usufructuarios de los bienes que nos son dados por Dios. Sin apego no hay dolor a la pérdida ni egoísmo, sin pérdida sólo puede haber ganancia, con ganancia Alegría, con Alegría, Confianza, con Confianza, Fe, con Fe, Caridad y con Caridad la “Salvación”.

Evaluemos día a día nuestro “termómetro” de Alegría. Somos los verdaderos responsables de ello. Buscar la Alegría significa reafirmarnos en nuestros valores, empujar un poco más fuerte, sentir la Fe más dentro, estudiar un poco más, elevar nuestro pensamiento, evitar dejarnos llevar por inercias o inmovilismos. Tenemos todo lo que necesitamos para acceder hoy mismo a toda la Alegría que atesoramos. Sólo tenemos que volver al camino, el camino de la evolución espiritual. La Providencia Divina nos da todo lo que necesitamos en cada momento, tenemos siempre lo necesario. Nuestra es la responsabilidad de hacer que además sea lo suficiente.

Pongamos todas las mañanas una sonrisa en la cara aunque nos cueste. El cerebro no sabrá que esa alegría es forzada, relajará montones de músculos y nos sentiremos mejor. Cambiemos la perspectiva por una visión espiritual de nuestra realidad, tendremos la segunda relajación, la emocional. Sintamos en cada momento la Alegría de vivir, trabajando la Caridad, sintiéndonos útiles en el día a día, señal de que estamos en el camino, nuestro camino.

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Cada cierto tiempo parece como si la humanidad retrocediera un paso hacia sus orígenes. Da la impresión de que la evolución se estanca. De vez en cuando la sociedad adelantada y civilizada a la que pertenecemos, parece que retrocediera en el tiempo. Se me antoja que va por fases: si mejora moralmente no lo hace intelectualmente, y viceversa.

Como ocurre en el caso del tema que trataremos hoy: el de las adicciones.

Al alcohol y las sustancias alucinógenas entre otras muchas.

Empecemos por definir que se considera droga. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua es:

“Cualquier sustancia mineral, vegetal o animal medicamentosa de efecto estimulante, deprimente o narcótico.”

Hay precedentes en el consumo de drogas que datan de muchos siglos atrás; casi siempre con fines espirituales y a través de rituales como la famosa “pipa de la paz” de las tribus indígenas de América del Norte, o el “Santo Domine”­ de los chamanes para contactar con el más allá. Hoy en día ya no se respetan las tradiciones y el uso “terapéutico” que se les daba en la antigüedad ha pasado a la historia.

Actualmente el abuso generalizado de su consumo por cierta parte de la sociedad­ y no sólo desfavorecidos de la fortuna, sino gente perteneciente a la clase media y alta­la ha convertido en tristemente famosa en todas sus variedades, incluyendo las químicas, de diseño, fabricadas en el laboratorio. Teniendo en cuenta los desequilibrios emocionales que conlleva, y las vidas que destroza­ no solamente las de los propios afectados sino las de sus familiares

y todo el circulo afectivo que les rodea­ y las muertes prematuras que acarrea, intentemos analizar que lleva a un individuo al que podríamos considerar dentro de la normalidad, a caer en las redes de los estupefacientes.

Las causas pueden ser múltiples y variadas, desde depresión, falta de seguridad en si mismo, enfermedad, física o psicológica, pobreza , ausencia de cariño, soledad, falta de trabajo; situaciones extremas... en fin, que pueden desembocar en este río de aguas negras y mortíferas.

Aunque también se puede llegar a la adicción por la vía, de la libertad mal entendida, del querer vivir “sensaciones nuevas” y tomar sin darse cuenta el camino sin freno hacia el abismo. Sea como fuere entrar es relativamente fácil, generalmente se empieza por un “porro” o unas “pastis” y después, poco a poco se va avanzando cuesta abajo hacia el precipicio de “iras y no volverás”... ¡qué complicado resulta luego salir del laberinto!, cuando el cuerpo maltrecho y acribillado a pinchazos no puede con la sordidez de la vida y la mente obsesionada por el veneno letal no responde a los intentos de “desengancharse”. Se trata realmente de una obsesión constante y se convierte en el único motivo para levantarse cada mañana para vivir, ¡si es que a eso se le puede llamar vida! ¿Cómo inculcar a estas personas un rayo de esperanza en un mañana mejor, desintoxicado y armónico?... el Espiritismo tiene la respuesta.

Si tenemos claro que se trata de un proceso obsesivo previo al “enganche” y que continua a lo largo del duro camino de la drogadicción,

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