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V. Arte cristiano primitivo.

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V.

Arte cristiano primitivo.

La Edad Media; época histórica que abarca los quince siglos comprendidos entre la antigüedad y los tiempos modernos, se caracteriza por una nueva civilización, la cristiana, que tiene su expresión artística propia.

Factores del arte medieval

Los hechos y circunstancias que intervienen en su génesis y que dan carácter a sus manifestaciones son los siguientes: la tradición romana del Imperio en sus últimos siglos de Augusto a Rómulo Augústulo; la nueva religión, el cristiani smo, perseguido primero, tolerado más tarde (Edicto de Galeno, año 311), legalizado bajo Constantino por el Edicto de Milán (313) y declarado, finalmente, religión oficial en tiempos de Teodosio (391); las invasiones que, al vencer al Imperio romano establecerán los Reinos bárbaros y la expansión islámica que, a partir del siglo VII va conquistando pueblos y extendiendo su influencia.

El arte, en sus diversas fases y manifestaciones, mostrará esos elementos: romano, oriental, cristiano, bárbaro e islámico, bajo cuyas influencias nació.

Evolución desde el punto de vista de la estilografía.

Dos sectores ofrece el arte medieval a nuestra consideración: el musulmán y el cristiano y en este las etapas de su evolución se denominan estilísticamente: arte cristiano primitivo occidental y oriental, estilo bizantino, arte latino bárbaro, estilo románico y estilo gótico.

El arte cristiano primitivo de los primeros siglos tiene dos expresiones de acuerdo con sus centros de producción: el occidental (ss. I-IV), Ilamado también romano cristiano de acuerdo con sus factores esenciales y el oriental (ss. I-IV), denominado greco-oriental o protobizantino, aludiendo a sus elementos constitutivos y a contener en germen lo que más tarde culminará en el estilo bizantino (ss. VI-XV).

Sobre la tradición romana y el espíritu cristiano actúan nuevas fuerzas traídas por los pueblos invasores y el resultado de la fusión de estos elementos será el arte latino bárbaro o protorrománico (ss. IX-XII) cuya culminación es el estilo románico (ss. XII-XIII). Finalmente, el gótico (ss. XIII-XV) sería, estilísticamente, el final de proceso evolutivo del arte cristiano, y establece el otro polo o actitud extrema en la Historia del Arte, contrapuesto en ideología y expresión al polo fijado por el estilo griego del siglo V a.n.e.

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Paralelamente, y en contraposición al arte cristiano, florece en la Edad Media el arte islámico, estilo que tuvo sus manifestaciones en tierras de Oriente y de Occidente y cuyo desarrollo comprende cronológicamente del siglo VII al XV.

Nuestro objeto en la presente lección se concreta a la primera de las manifestaciones cristianas mencionadas: el arte cristiano primitivo en occidente y oriente.

Arte cristiano occidental

Se da este nombre a las manifestaciones artísticas de Occidente en los siglos iniciales del cristianismo y, cronológicamente, se extiende del siglo I al X. En su primera etapa (ss. I-IV) suele denominarse arte cristiano primitivo occidental o

romano-cristiano porque en sus manifestaciones predomina la tradición romana, aunque las ideas, que esas formas paganas expresas, sean cristianas. La arquitectura de este período es una adaptación de tipos constructivos romanos a las necesidades del culto cristiano; la escultura y la pintura emplean un continente pagano para expresar simbólicamente un contenido cristiano. A partir del siglo IV es apreciable en el arte de occidente la influencia oriental o, más concretamente, bizantina.

Pintura

Los frescos, que decoran las catacumbas, y los mosaicos, que adornan los templos, constituyen sus expresiones más notables.

La pintura mural de las catacumbas, que se observa en las de San Calixto, San Sebastián y Santa Domitila, a base de escenas religiosas, tratadas en forma simbólica e inscripciones, nos brindan un precioso documento para el estudio de la ideología y sentimientos de aquellos primeros cristianos. Técnicamente siguen la fórmula de los frescos pompeyanos (Paisajes de la Odisea) y es su carácter artístico-didáctico. Entre los asuntos simbólicos son frecuentes: Daniel en el foso de los leones (salvación),joven pastor romano (cristo buen pastor), sacrificio de Isaac (crucifixión), orantes en el Paraíso (beatitud del cielo), resurrección de Lázaro (resurrección), escenas de banquetes (eucaristía), escenas de magia (milagros). Entre los símbolos más usuales figuran: el pez (Cristo), el cordero (la fe), el pavoreal (la eternidad), la paloma (el alma), el caballo (carrera de la vida), la serpiente (el mal), la palma (victoria, inmortalidad), el gallo (precursor de la luz), el ciervo (deseo de dios), etc. A estos símbolos acompañan, a veces, inscripciones; in Pace es una frecuente.

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Orante. Catacumba de Calixto.

Mosaicos

El triunfo de la Iglesia trajo como consecuencia el deseo de adornar suntuosamente los templos y el arte musivo de Roma, aplicado a la expresión de temas cristianos, se desarrolló. El mosaico de esmalte sustituye al de mármol en la decoración mural, quedando este, casi exclusivamente, para los pavimentos. Un colorido rico en que predominan el azul y el oro da belleza a esta decoración a la que, por su duración, Ilamó Ghirlandajo "pintura para la Eternidad". El mismo carácter simbólico, señalado en los frescos, predomina en estos mosaicos. Como ejemplos característicos que ilustran la evolución de los mosaicos cristianos de occidente pueden estudiarse los del Mausoleo de Santa Constanza, Santa Pudenziana, Santa María Maggiore, San Pablo Extramuros, Mausoleo de Gala Placidia.

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Después del siglo V se advierte un cambio en el arte musivo. A los mosaicos de tipo latino, en que predomina la influencia romana, suceden otros en que se aprecian elementos orientales. El siglo VI marca la Ilamada primera Edad de Oro del arte bizantino y este, que tuvo en Italia centros importantes, muestra su huella estilística en los fondos de oro, la suntuosidad en el vestuario de los personajes y sus actitudes hieráticas, el sentido decorativo de la forma en mosaicos que son, por su contenido, de carácter histórico. Eso ha hecho que la producción musiva del siglo VI al X reciba la denominación genética de "bizantina", por lo cual nos ocuparemos de ella en la lección siguiente.

Iluminación de manuscritos

Es otra de las manifestaciones del arte del color en esta época. Las ilustraciones pictóricas contenidas en los manuscritos han sido Ilamadas miniaturas, expresión derivada del término miniare (en latín pintar con minium, minio, pigmento rojo intenso) por el color originariamente empleado. Luego se Ilamará iluminación, cuando el empleo del oro dé brillo y luminosidad a estas pequeñas pinturas que alcanzaron gran auge en la Edad Media antes de que la invención de la imprenta desplazara las obras escritas e ilustradas a mano.

Este tipo de pintura es muy antiguo: Egipto lo utilizó y el famoso Libro de los Muertos es una elocuente ilustración. También se practicó en Grecia y Roma, pero solo se conservan como muestra de manuscritos clásicos iluminados una Ilíada (Biblioteca, Milán) y dos códices de Virgilio (Biblioteca Vaticana), copias hechas en el siglo IV de ejemplares antiguos desaparecidos. De ellos el más notable es el Ilamado Virgilio Vaticano (Cod. Vat. Lat. 3225), en que las ilustraciones se presentan como pequeños cuadros, enmarcados, donde figuras de tipo clásico en un ambiente bucólico desarrollan escenas en que la perspectiva recuerda el ilusionismo de los relieves y frescos romanos.

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Del arte cristiano primitivo occidental ha Ilegado a nosotros un manuscrito del siglo IV, el Itala (Biblioteca de Berlín, reducido a cinco páginas halladas en Quedlinburg en el siglo XVIII, de las cuales cuatro ofrecen miniaturas. Las escenas en ellas pintadas; Saúl ante la tumba de Raquel, encuentro con los Profetas, y Saúl hablando al pueblo, recuerdan en carácter y técnica al Virgilio Vaticano antes citado.

Arquitectura

La primitiva basílica cristiana

Los primeros lugares de reunión de los cristianos fueron las casas particulares; cuando las persecuciones les obligaron a ocultarse se congregaron en las catacumbas hasta que, más tarde, cuando el Edicto de Milán (año 313) reconoció el cristianismo corno religión oficial, requirió el culto edificios para sus ceremonias. Entonces los arquitectos buscaron modelo en las construcciones de Roma, que podían adaptarse a sus fines. Así surge en la arquitectura cristiana el tipo de basílica. En relación con su origen se han sostenido opiniones diversas. Según unos (entre ellos Dehio y Schulze) deriva de la casa particular romana, el atrio y peristilo de la cual sirvieron de modelo a la planta basilical; otros (Statham, Baldwin, Brown, Lange, Camacho), ven en la Schola (escuela) romana cl antecedente de la basílica, y finalmente, la opinión más extendida señala como origen de estos templos cristianos primitivos la basílica civil romana del tipo occidental-griego. Tal fue la opinión de León Bautista Alberti y otros autores del Renacimiento y de Gabriel Lerroux, entre los modernos.

Los elementos esenciales de la basílica cristiana son el atrio o patio de entrada, el narthex o pórtico que da acceso a la nave, la cual suele presentar dos alas laterales: el tránsito, que corta la nave dando origen a la planta cruciforme de los templos, y el ábside (prolongación de la nave más allá del tránsito), que afecta la forma semicircular. Frente al ábside un gran arco, Ilamado arco triunfal, ofreció campo a los decoradores, que lo cubrieron de mosaicos y pinturas; el triforio o galería que corre sobre las naves Iaterales, y el clerestorio, zona de iluminación, compuesta por la serie de ventanas abiertas en la parte superior de las paredes de la nave central, más elevada que las naves laterales.

La decoración exterior de la basílica cristiana se caracteriza por su extrema simplicidad: la ornamentación, a base de mosaicos y mármoles de colores, se desenvuelve en los interiores. El campanario no existe en estos templos primeros del cristianismo.

Pueden ilustrar este tipo arquitectónico las basílicas de San Clemente, San Pedro (iglesia primitiva) y San` Pablo Extramuros, en Roma. Santa Sabina del Aventino en Roma nos da una idea de cómo fuera la primitiva basílica cristiana.

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Otros tipos constructivos.

La arquitectura cristiana adaptó a sus necesidades otras construcciones romanas, por ejemplo, el tipo de edificio circular que encontramos en la Tumba de Teodorico, en Ravena, y el que combina la planta basilical cruciforme y la cúpula (de origen oriental) sobre el crucero, por ejemplo, el Mausoleo de Gala Placidia, en Ravena.

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Escultura.

Se caracteriza por la adaptación de las formas paganas a la expresión de un contenido cristiano. Pocos tipos ofrece la estatuaria. Puede servirnos de ejemplo la estatua de Cristo Buen Pastor del Museo Luterano de Koma, en que encontramos el tipo pagano del moscóforo simbolizando a Cristo como pastor de almas. La figura juvenil del campesino que simboliza a Cristo es característica de esta iconografía cristiana.

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La serie de sarcófagos cristianos de estilo latino ilustran el carácter simbólico de la escultura cristiana en relieve que, paganos por su técnica, son cristianos en su contenido, y ofrecen también ciertos elementos orientales traídos por el cristianismo. Ejemplos: sarcófagos dc Santa Constanza, San Teodoro, Ágape y Crescenciano y el Buen Pastor.

Sarcófago de San Teodoro. Roma. Arte cristiano oriental.

Tres elementos constituyen la manifestación artística oriental en esta época cristiana: helenismo, orientalismo y cristianismo, elementos que, al fundirse, darán nacimiento al arte bizantino, en la formación del cual pueden señalarse dos fases o etapas: greco-oriental (protobizantina) y bizantina propiamente dicha.

La orientalización del mundo mediterráneo es un hecho característico del siglo IV, que ha sido Ilamado el umbral dc la Edad Media, y es un factor esencial de este el reconocimiento oficial del cristianismo. El traslado de la sede imperial a Bizancio hizo de la ciudad de Constantino un centro artístico, que va a sustituir a Antioquía y Alejandría, últimos baluartes del arte helenístico, y poner en contacto la tradición romano-helenística y la oriental.

Este arte protobizantino es esencialmente oficial y oriental, y son, por tanto, sus características la magnificencia y solemnidad cortesanas, la majestad hierática de los tipos iconográficos, la rigidez ceremonial, La riqueza, pompa y brillantez. Las narraciones bíblicas y las composiciones de carácter religioso o áulico sustituyen al simbolismo de las catacumbas, y a la figura de Cristo joven, representado como

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pastor romano, reemplaza en la iconografía cristiana el tipo de Cristo en Majestad, el Cristo Pantocrator.

Los centros de este arte cristiano oriental son Egipto, Asia Menor y Siria. En Egipto, al contacto de la tradición local, de saber oriental, con el nuevo espíritu cristiano se produce el arte copto, cuyo característico realismo se muestra en los tejidos y tallas en marfil, como el Díptico de Murano, el Ángel del Museo Británico y el Trono de Maximiano (actualmente en Ravena). En Asia Menor la fusión de elementos helenísticos y orientales, al calor del arte cristiano, produce en escultura obras características como los sarcófagos de Sidamara, y cn la iluminación de manuscritos el famoso Génesis de Viena que, con el Codex Rossanensis y el Evangelio de Sínope, constituye el antecedente inmediato de la iluminación bizantina.

El Génesis de Viena, no obstante las imperfecciones del dibujo y la falta de armonía del color es, como lo ha dicho Herbert, muestra de un arte crudo y bárbaro que puede no agradar, pero que atrae. En su tendencia narrativa, en la personificación de los elementos naturales, en la disposición serial de las escenas y en los tipos de los personajes, revela la influencia romana.

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Con el anterior guarda analogía el Codex Rossanensis (Catedral de Rossano, Calabria), cuyas páginas son restos de los Evangelios, escritos en griego, con caracteres de plata sobre púrpura e iniciales en oro. En las miniaturas, a toda página o de dos en dos, las figuras dc los profetas, en la parte inferior, Ilaman la atención del lector sobre la escena de la parte superior. En iconografía, fondos y concepción general se acentúa el carácter oriental.

El Evangelio de Sínope (Biblioteca Nacional de París), aunque de ejecución más cruda, se relaciona estilísticamente con el Codex Rosssanensis.

En Siria, objeto de intenso estudio en épocas recientes por miembros de comisiones de diversos países, se desarrolló una arquitectura de extraordinario interés para el cabal conocimiento del arte bizantino, ilustrada por templos como San Turmanín, San Simeón Estilita y Kalb Louzeh. En la organización espacial, las iglesias cristianas de oriente presentan no solo la planta rectangular de la basílica Occidental, sino otros tipos, como el poligonal y el cruciforme. En ellas el marthex cerrado se convierte en un pórtico mientras que en las del Egipto cristiano se observan otras variantes como el ábside triple y el tránsito cerrado a la nave. La iluminación utiliza, además del clerestorio, ventanas que se abren en los muros o en la base de la cúpula.

Su sistema estructural ofrece interesantes peculiaridades. Techos planos de piedra descansando sobre arcos bóvedas dc ladrillo o de piedra aparejada y, sobre todo, la cúpula construida sobre una planta cuadrada utilizando soluciones orientales: la trompa (Persia), la pechina (Siria y Asia Menor), el apoyo en semicúpulas (Egipto) . En su decoración se mezclan elementos helenísticos (molduras) y orientales (relieves coloristas en que la talla acentúa las zonas de sombra y dispuestos en forma dc tapiz, que cubre en vez de acentuar, las Iíneas estructurales).

En esos templos greco-orientales del arte cristiano primitivo está la simiente cuya brillante floración será la arquitectura bizantina.

Un admirable ejemplo de la orfebrería Siria en este período del arte oriental es el famoso Cáliz de Antioquia.

Referencias

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