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Semana del 22 al 28 de febrero de 2021 Similitudes Entre Los Talentos Y Los Dones Del Espíritu Santo

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Semana del 22 al 28 de febrero de 2021

“Similitudes Entre Los Talentos Y Los Dones Del Espíritu Santo”

Lectura bíblica: Éxodo 31: 1 al 5.1Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2Mira, yo he llamado por nombre a

Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 3y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en

inteligencia, en ciencia y en todo arte, 4para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, 5y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor.

Comentario 1: Segundo, los dones no son talentos. Todas las personas tienen talentos, pero sólo los creyentes han recibido dones. Hay diferencias entre talentos y dones. Por un lado, hay una fuente diferente, ya que los talentos son resultado de la gracia común del Espíritu, mientras que los dones son resultado de la gracia especial del Espíritu. Por otro lado, hay un origen diferente, ya que los talentos tienen su origen en el nacimiento natural, mientras que los dones tienen su origen en el nacimiento espiritual. Además, hay una naturaleza diferente, ya que los talentos son una habilidad natural, mientras que los dones son una capacidad sobrenatural. También hay un poder diferente poder, ya que los talentos dependen del poder natural, mientras que los dones dependen del poder espiritual. Y, finalmente, hay un propósito diferente, ya que los talentos instruyen, inspiran o entretienen en un nivel natural, mientras que los dones están relacionados con la edificación de los creyentes y el servicio cristiano. "Los talentos tienen que ver con técnicas y métodos; los dones tienen que ver con capacidades espirituales. Los talentos dependen del poder natural; los dones del poder espiritual. Hablando de dones, Pedro dice: 'Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da' (1 Pedro 4.11). Los talentos instruyen, inspiran, o entretienen en un nivel natural. Los dones están relacionados con

la edificación de los santos (o con la evangelización). (Leslie B. Flynn).

No obstante, los talentos y los dones están relacionados. El Espíritu Santo puede utilizar los talentos naturales para la gloria de Cristo. El Espíritu Santo también puede utilizar los talentos naturales para el ejercicio de los dones sobrenaturales. Los dones a menudo se derivan de un fundamento natural (las lenguas generalmente requieren que la persona tenga la capacidad de hablar). Pero el Espíritu Santo puede otorgar un don a alguien que no tenga talentos naturales (él puede hacer que un asno hable, Núm. 22.21-30).

"Al parecer, Dios puede tomar un talento y transformarlo, por el poder del Espíritu Santo, en un don espiritual,

que luego utilizará discrecionalmente. La diferencia entre un don espiritual y un talento natural es frecuente motivo de especulación para mucha gente. No estamos seguros de poder trazar una clara línea demarcatoria entre dones espirituales y capacidades naturales. Y recordemos que, en última instancia, ambos provienen de Dios. Por otra parte, no creemos que siempre sea necesaria esa clara diferenciación. Sin embargo, y en la mayoría de los casos y en el contexto que estamos analizando, los dones que tenemos en mente son dones

sobrenaturales que el Espíritu dispensa a las personas para el bien de la iglesia. (Billy Graham)

Tercero, los dones no son funciones. El Nuevo Testamento menciona muchas funciones: presidente, obispos, maestros, pastores, ancianos, sobreveedores, viudas y diáconos. Estos oficios o funciones pertenecen más bien a la persona o le son confiados a la persona por la iglesia, mientras que los dones se relacionan con los poderes dados a la persona por el Espíritu Santo para el beneficio de toda la iglesia. Alguien que tiene un oficio o función en la iglesia debería tener el don correspondiente a ese ministerio, a fin de cumplirlo no en el poder de la carne sino en el poder del Espíritu.

"Un creyente no debiera tener un oficio divinamente señalado sin poseer el don correspondiente. Pero es probable que muchos cristianos posean el don sin estar señalados para tal oficio. Bien podrías tú tener el don del pastoreo sin ser llamado al oficio de pastor. Bien podrías tener el don de dirigir (gobernar) sin tener el oficio de diácono o anciano. "(Leslie B. Flynn).

Cuarto, los dones no son ministerios. Los ministerios son las esferas o áreas de servicio en que se ejercen los dones. El ministerio no es un don, sino una vía para el ejercicio de un don y el contexto de servicio en el que éste se expresa. Aunque el don del cristiano sea siempre el mismo, sus ministerios pueden cambiar. Quien tiene el don profético puede profetizar en diferentes lugares, pero generalmente el ministerio profético se lleva a cabo en una localidad, es decir, en una iglesia local. Por otro lado, los talentos (como música, literatura, hablar otros idiomas) pueden ser considerados ministerios por los cuales se ejercen los dones. Estos talentos ministeriales son también muy necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo de Cristo y el cumplimiento de su misión. En 1 Co. 12.4

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6, Pablo distingue y relaciona los "dones" (carismata) con los "ministerios" (diakoníai) y las "operaciones"

(energemata). En la iglesia todo lo que somos y tenemos es útil para la misión cristiana en el mundo.

Quinto, los dones no son frutos. Los dones del Espíritu Santo difieren del "fruto del Espíritu" del que habla Pablo en Calatas, en varios aspectos. Primero, los dones tienen que ver con el servicio, mientras que el fruto tiene que ver con el carácter (Gá. 5.22-23). Segundo, los dones son medios para alcanzar un fin, mientras que el fruto es el fin que hay que alcanzar (Ro. 1.11-13). Tercero, los dones son algo que el creyente tiene, mientras que el fruto es lo que el creyente es. Cuarto, los dones son dados desde afuera del ser, mientras que el fruto se produce desde adentro del creyente. Quinto, los dones son muchos (el Nuevo Testamento generalmente usa el plural para referirse a ellos), mientras que el fruto es uno (el Nuevo Testamento mayormente usa el singular).

Sexto, los dones no son todos para todos (es difícil que alguien posea todos los dones), mientras que el fruto debe estar en cada creyente (todos los creyentes deben exhibir el fruto del Espíritu Santo). Séptimo, los dones cesarán cuando Cristo retorne en gloria, mientras que el fruto es permanente y probablemente seguirá floreciendo por toda la eternidad (1 Co. 13.8-10). (Para mayor información sobre este punto, ver el APÉNDICE A: El fruto del Espíritu Santo).

Comentario 2: (Éxodo 31:1 al 11) Tabernáculo ▬ Construcción ▬ Bezaleel ▬ Uri ▬_Hur ▬ Espíritu Santo ▬ Preparación ▬ Destreza ▬ Habilidad ▬ Aholiab ▬ Dan, Tribu De Judá, Tribu De ▬ Artífices: Lo primero que leemos es la designación de los artífices, las personas encargadas de construir el tabernáculo y todo su mobiliario. Recuerde que Dios acababa de terminar de darle a Moisés los planos y los detalles del diseño del tabernáculo. Los planos aguardaban la designación de un encargado de la construcción, que Dios nombrara al hombre que él quería que edificara el tabernáculo. Este pasaje es el relato de lo que sucede cuando Dios llama a un hombre a servirlo.

─a. El hombre encargado de la obra fue Bezaleel. ¿Quién era Bezaleel, el hombre escogido por Dios para supervisar la construcción del tabernáculo de Dios, el mismísimo lugar donde Dios habitaría en medio de su pueblo? ¿Quién era el que recibía semejante privilegio?

Bezaleel había nacido en la esclavitud y fue criado en Egipto como esclavo. Obviamente, había crecido trabajando arduamente y sin descanso por días largos y dificultosos, hasta el punto de quedar completamente exhausto. Había conocido el rigor, la crueldad y la violencia de la esclavitud. Sin embargo, a través de esas circunstancias, claramente había aprendido un oficio tras otro, un arte tras otro. Sin lugar a dudas, había servido como esclavo a varios artífices y comerciantes egipcios y había aprendido bien las habilidades necesarias para desenvolverse en estos oficios. Consideremos lo que dicen las Escrituras acerca de Bezaleel.

(1) Dios mismo nombró a Bezaleel encargado de la construcción. El nombre Bezaleel significa “Bajo La Sombra

De Dios”, bajo la protección y guía de Dios. La ilustración es gráfica: Dios había protegido y guiado a Bezaleel a lo largo de su vida como esclavo egipcio:

• lo protegió para que no sufriera heridas graves;

• lo guió y lo preparó asegurándose de que aprendiera las habilidades necesarias para servir a Dios en un futuro, es decir, las habilidades necesarias para edificar el tabernáculo de Dios.

El punto que debemos considerar es que, en efecto, Dios mismo escogió y designó al hombre que lo serviría como encargado de la obra del tabernáculo. De hecho, el texto en hebreo dice que Dios lo llamó “por su nombre”. El conocía a Bezaleel personalmente, lo conocía por su nombre.

Pensamiento 1. Cuando Dios llama a una persona al servicio, siempre la llama por su nombre. El llamamiento de Dios es un llamado personal que siempre tiene lugar en el marco del amor de Dios por su pueblo. Dios sabía que Bezaleel era el hombre escogido para este, trabajo desde antes de la fundación del mundo. El conoció a Bezaleel incluso desde cuando estaba en el vientre de su madre. El Dios del universo, el Creador de todas las cosas, conocía a Bezaleel personalmente. El llamado de Dios no es un procedimiento impersonal, burocrático y anónimo: apunta directo al corazón del hombre y lo aparta para servir al pueblo amado de Dios.

“Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mi pusiste tu mano” (Sal. 139:1-5).

“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú” (Is. 43:1).

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“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jer. 1:4-5).

“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré” (Sal. 91:1-2).

“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Jn. 15:16). (2). Tenga en cuenta el legado de devoción a Dios y la crianza piadosa de Bezaleel (v. 2). Hay tres factores en este pasaje que nos dejan ver este legado:

=El nombre de su padre era Uri, que significa “luz”. La palabra “luz” siempre hace referencia a algo positivo: la luz del conocimiento, el entendimiento, la sabiduría, la visión o la luz de Dios. Dado que eran descendientes de Abraham, sabían de las grandes promesas de Dios: la tierra prometida y la simiente prometida, el Salvador y Mesías del mundo. Por lo tanto, es probable que sus padres le hayan puesto a Uri ese nombre debido a la esperanza de recibir la luz y las promesas de Dios.

=El nombre de su abuelo era Hur, que significa “libre” y, sin lugar a dudas, se refiere a la esperanza de ser librados de la esclavitud egipcia para emprender el camino hacia la tierra prometida de Dios.

=Bezaleel pertenecía a la tribu de Judá, que significa “alabanza” y se refiere a la alabanza que Dios merece. Judá era la tribu que encabezaba la marcha cuando el tabernáculo se trasladaba de un sitio al otro.

Pensamiento 2. No podemos exagerar la importancia de tener un legado piadoso. Niños y adultos por igual necesitan padres y abuelos piadosos. Todos lo necesitamos y también necesitamos ser padres piadosos si tenemos hijos. Todos necesitamos construir un legado piadoso para nuestras familias y para el mundo.

“Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; me has dado la heredad de los que temen tu nombre” (Sal. 61:5). “En mi corazón' he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sal. 119:11).

“Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia [un legado piadoso] con todos los santificados” (Hch. 20:32).

“Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón _de pecados y herencia [un legado piadoso] entre los santificados” (Hch. 26:18).

“Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia [el legado piadoso] de los santos en luz” (Col. 1:12).

(3). Considere cómo preparó Dios a Bezaleel: lo llenó de su Espíritu (v. 3). Cuando Dios llama a una persona al servicio, esa persona no se ve obligada a hacer el trabajo por su cuenta. Dios la llena con su Espíritu y el Espíritu Santo la prepara. En el caso de Bezaleel, Dios le dio:

◘ habilidad y destreza especiales;

◘ sabiduría y conocimiento especial, sobre todo tipo de artes.

(4). Su habilidad y talento le permitían trabajar sobre varios materiales y técnicas (vv. 4-5). Estaba preparado para:

◘ trabajar y diseñar sobre metales: oro, plata y bronce; trabajar y diseñar tallando y engastando piedras; ◘ trabajar y diseñar sobre madera;

◘ trabajar y diseñar en varias artes.

Pensamiento 3. Cuando Dios llama a una persona, la prepara para el servicio a él. No la deja hacer la obra de Dios por sus propias fuerzas, sino que la llena con su Espíritu Santo y le da las habilidades y destrezas que necesita para llevar a cabo esa tarea.

“A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos” (Mt. 25:15).

“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” (Ro. 12:6-8). “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo” (1 Co. 12:4-6).

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“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 4:11 12).

─b El hombre al que Dios nombró encargado asistente fue Aholiab (v. 6). Su nombre significa “tienda del padre” o el padre (divino) es mi tienda”,1 lo que sugiere que Dios habla protegido, cubierto y cuidado a Aholiab, así como lo hizo con Bezaleel. Dios lo había preparado para el servicio

(1). Aholiab pertenecía a la tribu de Dan (v. 6). A lo largo de las Escrituras, los ciudadanos de Dan son considerados un pueblo rudo, tosco y beligerante. Algunas generaciones después, un hombre de la tribu de Dan llamado Hiram sería el principal artífice de las ornamentaciones del templo de Salomón (2 Cr. 2:14). La naturaleza de ambos hombres parece ser cualquier otra excepto la de un artista. Definitivamente, Aholiab fue a contracorriente de su legado y se destacó como un artista al que Dios usó con poder. El punto de esta reflexión es el siguiente: ambos hombres demuestran que una persona puede contradecir su legado y levantarse como un siervo fuerte y talentoso para Dios y la sociedad.

(2) Tenga en cuenta que Dios llamó a Aholiab y lo preparó para su obra, para que fuera el ayudante y asistente del encargado de la construcción del tabernáculo de Dios, el mismísimo lugar donde Dios habitaría en medio de su pueblo.

─c. Dios también preparó a los demás artífices dándoles la habilidad para hacer todos los elementos del tabernáculo (vv. 6-11). Dios los llamó a trabajar bajo la supervisión directa de Bezaleel y Aholiab. La edificación del tabernáculo sería el proyecto de construcción más importante de Israel; por lo tanto, requeriría la mano de obra de trabajadores que estuvieran dispuestos a seguir el liderazgo de Bezaleel y Aholiab. Cuando el pueblo de Dios se reuniera a trabajar, debía hacerlo de acuerdo con el diseño de Dios y en completa unidad. El resultado de su compromiso con el Señor y su trabajo fiel a los planos de Dios sería que el tabernáculo pronto sería edificado. Esta gran obra comprendía la construcción de:

◘ el tabernáculo;

◘ el arca del pacto y el propiciatorio; ◘ todos los demás utensilios;

◘ la mesa y sus utensilios; ◘ el candelero de oro; ◘ el altar del incienso;

◘ el altar del holocausto y sus utensilios; ◘ la fuente y su base;

◘ las vestiduras santas para los sacerdotes, bordadas con hermosura; ◘ el aceite de la unción;

◘ el incienso especial.

─d. Dios explicita su propósito y da una advertencia: que hicieran todo exactamente como él lo había mandado (v. 11). El no dejó nada librado al azar, no había lugar para que ninguna de sus instrucciones se malentendiera. Él había llamado y reunido a un grupo de artífices que tenía que dejar a un lado su propio orgullo y hacer las cosas a la manera de Dios. Los planos ya estaban completos: cualquier tipo de cambio ▬cualquier añadidura u omisión al plan maestro de Dios▬ estaba prohibido. Dios no llamó a esos hombres al servicio por su propia sabiduría ni su propio ingenio mundano; los llamó para que hicieran exactamente lo que él los había llamado a hacer y aquello para lo cual él los había preparado: construir el tabernáculo de Dios en conformidad con el diseño que él le mostró a Moisés.

Pensamiento 4. La advertencia de Dios es clara: debemos hacer exactamente lo que él nos dice, es decir, obedecer sus mandamientos y su Palabra. No debemos intentar agregar o quitar nada de sus mandamientos. No obstante, eso es lo que muchos de nosotros hacemos. Agregamos nuestro razonamiento a lo que Dios dice, racionalizando y planteando preguntas como:

◘ ¿Realmente Dios quiere que perdone a una persona que me ha herido tanto y que ha provocado tanto dolor y sufrimiento?

“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros

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vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas” (Mr. 11:24-26).

→ ¿Será que Jesús realmente es el verdadero camino al cielo? ¿Será el único camino?

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6).

→ ¿Será que Dios realmente quiere que me niegue a mí mismo, que niegue mis derechos, mis ideas y mis planes? “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:33). “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” (Lc. 9:23-25). → ¿Dios realmente quiere mi dinero? Sabiendo que estoy tan endeudado, ¿realmente él espera que diezme? “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Mal. 3:10).

→ ¿Será que Dios de verdad quiso decir lo que la Biblia dice? Sus mandamientos, su Palabra, ¿de verdad son tan importantes?

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro” (Ap. 22:18-19).

1er Titulo:

Ambos son de origen divino. (Santiago 1.17.Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.).

Comentario: 17. Toda dádiva buena y perfecta viene de lo alto; desciende del Padre de las luces celestiales, que no varía como las sombras cambiantes.

Santiago es un pastor que entiende cabalmente los corazones de aquellos que viven dispersos lejos del hogar y de sus antiguas posesiones. Sabe que la suerte de ellos es difícil, y que han comenzado a hacer llegar sus quejas a Dios. Como dirigente experto que es, cuando los aconseja los llama “amados hermanos”, y les advierte que no deben dejarse engañar. Él quiere que ellos consideren la persona y las características de Dios.

Los lectores deben saber que Dios no envía a sus hijos penas y pesares para alejarlos de sí. Les da adversidades para que puedan venir a él y confiar plenamente en él. Dios no tiene absolutamente nada en común con el mal, ya que aborrece lo que no es santo. Por consiguiente, los lectores no deben pensar que Dios causa el mal. ¡Nunca! Sin embargo, algunos cristianos, al ser probados, pierden su perspectiva y cuestionan la providencia de Dios. Si Dios es todopoderoso, ¿por qué no impide la tragedia y la calamidad? El hombre puede multiplicar las acusaciones verbales y no verbales dirigidas contra Dios, pero no debe hacerlo. En vez de ello, debe centrar su atención en quién es Dios y qué es lo que él da. Notemos entonces en nuestro estudio lo siguiente:

▬a. La bondad de Dios. Dios es la bondad personificada, es la fuente de todo lo bueno, ya que lo bueno tiene su origen en él. Dios dio cuando creó el cielo y la tierra, Dios dio al enviar a su Hijo, Dios dio al derramar su Espíritu. Las dádivas que Dios pone al alcance de su pueblo son buenas y perfectas—cada una de ellas. Estas dádivas incluyen tanto dones espirituales como materiales.

Todas las cosas nos vienen de la mano de Dios, ya que de él recibimos tanto la prosperidad como la adversidad. Dios envía a su pueblo pruebas que a veces toman la forma de una calamidad. El profeta Amós le dice al pueblo de Israel: “Cuando el desastre llega a una ciudad, ¿no lo ha causado el Señor?” (3:6)

Dios está totalmente en control de cada situación y sabe qué es lo mejor para sus hijos. “Entonces, si vosotros que sois malos sabéis dar buenos dones a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenos dones a los que se lo piden!” (Mt. 7:11; comparar con Lc. 11:13).

▬b. El carácter de Dios. Después de hablar acerca de las dádivas, Santiago procede a hablar acerca del dador, es decir, acerca de Dios mismo. Las dádivas buenas y perfectas vienen del cielo, “del Padre de las luces celestiales”. El escritor alienta al lector a mirar hacia el cielo, donde de día verá la brillante luz del sol, y de noche la luz que se refleja en la luna y las titilantes estrellas. Dios es el Creador de estas luminarias celestiales; él mismo no es otra cosa que luz. “Dios es luz; en él no hay ninguna oscuridad” (1 Jn. 1:5). Por consiguiente, no puede

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existir la oscuridad ante la presencia de Dios. En esta luz, Dios exhibe su santidad, bondad, amor, integridad e inmutabilidad.

Nótese que Santiago llama a Dios “Padre” de luces y usa esta expresión idiomática para ilustrar la estabilidad absoluta de Dios. Dios “no varía como las sombras cambiantes”. El ser, la naturaleza y las características de Dios son inalterables (Mal. 3:6). A medida que la tierra, el sol, la luna y las estrellas se mueven en sus cursos preordenados, observamos la acción recíproca de la luz y la oscuridad, del día y la noche, del día más largo y más corto del año, de las fases menguantes y crecientes de la luna, de los eclipses y los movimientos de los planetas. La naturaleza está sujeta a la variación y al cambio. ¡No sucede así con Dios! Él es el Padre de las luces celestiales, quien es luz siempre y no cambia. Él tiene un interés permanente en sus hijos.

2° Titulo:

Ambos se perfeccionan con el uso. (San Mateo 25:14 al 20.Porque el reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo, el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. ▬1ª a Timoteo 4.13 al 15.Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos).

Comentario 1:El primer punto se introduce de la siguiente manera: 14. Porque (es) como un hombre que, yéndose al extranjero, llamó a sus siervos y puso sus posesiones en manos de Acusativo plural de ἴδιος, que aquí, como ocurre frecuentemente, se usa como genitivo de αὐτός. ellos. Este es claramente un caso de “expresión abreviada”. El significado, con toda probabilidad, es que lo que ocurre en el “reino de los cielos” en su manifestación final se asemeja al resultado de lahistoria de los talentos.

El principio de la parábola describe a un individuo con propiedades que está por emprender un viaje. Cf. 21:33. Antes de hacerlo confía sus bienes a sus siervos. En esta parábola no es una viña lo que les confía, sino dinero (v. 27), específicamente “talentos”. 15. A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, a cada uno según su capacidad; yluego se fue. Básicamente un “talento” es una medida de peso. Así, por ejemplo, Ap. 16:21 habla

de granizos que pesaban un talento (125 libras romanas) cada uno. Sin embargo, la misma palabra “talento” se usa también para indicar una unidad monetaria. El valor difería de un lugar a otro y de una época a otra, y también dependía del metal que se usaba, fuese cobre, plata u oro. Ya se ha señalado (véase sobre 18:24) que un talento ático valía no menos de seis mil denarios. Un trabajador ordinario necesitaría casi veinte años para ganarse uno. Por lo tanto, es claro que en esta parábola estamos tratando de un rico hombre de negocios. Naturalmente, no quiere que su dinero esté ocioso durante su ausencia. Debe ser usado de modo que obtenga una ganancia. El dueño de toda esta riqueza no sólo es rico sino también sagaz. Comprende que no todos sus siervos (o “esclavos”) tienen la misma habilidad en los negocios. Así que, calculando la habilidad de cada hombre, deja a un siervo cinco talentos, a otro dos y a otro uno. Luego emprende el viaje.

En cuanto al uso variado que hicieron los tres del capital que se les encomendó, la parábola continúa: 16, 17. Inmediatamente el hombre que había recibido cinco talentos fue y lo puso a trabajar y ganó otros cinco talentos. Así también el hombre (que tenía)los dos ganó dos más. Impulsado indudablemente por las órdenes que habían recibido de su amo, por la confianza que él había puesto en ellos, y por el conocimiento de que un día tendrían que darle cuentas, el primero y el segundo siervos usaron las sumas que se les confiaron en forma tan efectiva que en cada caso la suma fue duplicada. 18. Pero el hombreque había recibido uno fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. El tercer siervo no se molestó en cumplir la tarea que se le había asignado. Entonces hizo un hoyo en la tierra y sepultó el talento. No era algo fuera de lo común que los tesoros fueran sepultados en tierra. Véase 13:44. ¿Qué fue lo que movió a este hombre a que decidiera hacer esto? ¿Fue amor por su amo, para que no viniese un ladrón y robara lo que pertenecía a su amo ausente? ¿Fue timidez, quizás, un sentimiento de inferioridad fortalecido por la consideración de que se le había confiado menos que a los demás? Por los vv. 24–27 sabemos que no fue esto sino más bien una suspicacia injustificada y la pereza.

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Cuando volvió el amo se llevó a cabo una rendición de cuentas: 19. Largo tiempo después el amo de estos siervos vino y arregló cuentas con ellos. Esto de arreglar cuentas entre los siervos y sus amos ha sido mencionado en otras parábolas; véase sobre 18:23; cf. 21:34; Lc. 19:15. Siempre era el deber de los siervos recordar o tener presente el día del regreso de su amo, cuando se realizaría el ajuste de las cuentas. ¿Pensó el siervo negligente que su amo no volvería jamás? ¡Qué acción completamente irresponsable la suya! ¿O diremos “falta de acción”? Bueno, en un sentido ambas cosas. Nótese especialmente que el regreso del señor ocurrió “mucho tiempo después”, una expresión que se considerará nuevamente cuando se señale el sentido figurado de la parábola.

[20–23]. El que había recibido los cinco talentos vino y trajo los cinco talentos adicionales, y dijo: Amo, cinco talentos pusiste en mis manos; mira, otros cinco talentos he ganado. Su amo le dijo: Bien hecho, siervo bueno y fiel. Sobre una pequeña suma has sido fiel, sobre mucho te pondré; ven, participa del gozo de tu amo. También vino el (que había recibido) los dos talentos, y dijo: Señor, dos talentos pusiste en mis manos; mira, dos talentos adicionales he ganado. Su amo le dijo: Bien hecho siervo bueno y fiel. Sobre una pequeña suma has sido fiel, sobre mucho te pondré; ven, participa del gozo de tu amo. El primer siervo, al traer su informe entrega a su amo dos bolsas llenas de dinero, cada una con cinco talentos. Aquí la historia se hace muy vívida.Esto no se debe perder en la traducción. Así que, nótese el énfasis sobre el número exacto detalentos que se le habían confiado. Las palabras “cinco talentos” se ponen al comienzo mismo de la oración (después del vocativo “amo”). Esto es seguido por el predicado “pusiste en mis manos” (o: “me confiaste”). En la oración siguiente el objeto paralelo, “otros cinco talentos”, nuevamente precede al predicado, que en este caso es “he ganado”. Pero para hacer lahistoria aún más vívida, entre las dos oraciones aparece la palabra “mira”. Los ojos del hombre brillan. Está rebosante de entusiasmo, completamenteemocionado, y, ¡poco falta para que invite a su amo a contar el dinero!

“Bien hecho”, responde el amo. También se puede traducir: “Excelente” o “maravilloso”. Ahora, cuando el señor añade: “Sobre una pequeña suma has sido fiel”, nos preguntamos si quizás no será una enorme minimización. Ciertamente en aquellos días cinco talentos difícilmente se podrían considerar “una pequeña suma”. Para justificar la expresión no es necesario que de inmediato apelemos al sentido figurado. Por el momento podemos hacer justicia a la historia como tal y hallar la solución en el hecho de que el amo estaba diciendo a su siervo que, en comparación con las responsabilidades mucho mayores que se le encomendarían en el futuro, aquella que había llevado sobre sus hombros en forma tan noble era sólo una pequeña suma. Nótese también que el siervo es llamado bueno y fiel. Ante los ojos de su amo este hombre había demostrado ser completamente digno de confianza. En consecuencia, iba a tener parte en la fiesta de su amo.

Da gusto notar que cuando el segundo siervo, con su rostro resplandeciente con un gozo similar, viene, entrega a su amo los dos talentos y luego los otros dos, con el sólo cambio de “dos” en lugar de “cinco” en ambas oraciones, pronuncia las mismas palabras y recibe un elogio igual. ¿No ha duplicado también la suma? ¿No ha añadido 100% a lo que le había sido confiado? Por lo tanto, él también es bueno y fiel, tan excelente como el primer siervo. Lo que importaba era esa integridad moral y lealtad que había mostrado. Así que él también va a tener parte en la felicidad de su amo. Podemos imaginar una fiesta en que los tres—el amo y estos dos siervos buenos y fieles—se dicen entre sí las cosas que han ocurrido, regocijándose por las empresas de negocios que han llevado a cabo en forma tan exitosa, pero especialmente participando cada uno en el gozo del otro.

Comentario 2:13. Reafirmando las instrucciones del v. 11, Pablo continúa: Hasta que yo vaya, encárgate de la lectura (pública de las Escrituras), la exhortación y la enseñanza.

“Hasta que yo vaya” es la traducción correcta, y armoniza con 3:14 (“Tengo la esperanza de ir pronto a verte”). La idea es: “Si voy, te daré nuevas instrucciones”. Quizás Pablo estuviera pensando en alguna otra misión en la que Timoteo podía ser enviado.

Entonces, durante la ausencia del apóstol, se dan instrucciones a su representante acerca de su deber con respecto al culto público en todo el distrito. Debe velar porque en todas las iglesias de Éfeso y sus alrededores reciban la debida prominencia tres elementos, a saber:

▬a. la lectura pública de las Escrituras (como en la sinagoga. Lc. 4:16; Hch. 13:15; 2 Co. 3:14; pero ahora no

solamente la lectura de la ley y los profetas, sino también porciones del Nuevo Testamento que estaba creciendo, Col. 4:16; 1 Ts. 5:27; Ap. 1:3).

▬b. la exhortación. Esto incluye advertencia (por ejemplo, contra errores doctrinales y morales), consejo y aliento.

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▬c. la enseñanza. Lo que uno cree marca una diferencia. La actitud del corazón no lo es todo. Hay ciertos hechos

con respecto a la doctrina y a la moral que deben ser enseñados, y que uno debe aceptar y abrazar de modo que la vida de uno se funde sobre ellos. Véase, por ejemplo, Jn. 3:16, y toda la enseñanza de esta epístola.

Este no es un resumen completo de las cosas esenciales que comprenden el culto público. Por ejemplo, no se menciona la oración. Pero no necesita mencionarla, porque Pablo la trató detalladamente en el capítulo 2. Todo esto está claro: si no hay lectura desde el púlpito, exhortación y enseñanza, el nombre de culto divino está mal puesto. En la iglesia primitiva, cuando muy pocos individuos poseían ejemplares propios de las Sagradas Escrituras, y todos los materiales debían ser copiados a mano, puede uno imaginarse la importancia que tenía la

lectura pública de las Escrituras. Pero aún hoy en día, la cuidadosa selección, clara lectura e interpretación de una

porción adecuada de la Santa Escritura es “la parte más importante del culto público”. Y aún hoy en día, si el coro se toma tanto tiempo que deja poco tiempo para la exhortación y la enseñanza, hay algo que anda mal. Entonces, Timoteo debe continuar dedicando atención a estos importantes asuntos.

¿No hay aquí otra indicación que tiene valor para hoy como para los tiempos de Pablo y Timoteo, esto es, que el ministro debiera esforzarse por lograr un equilibrio adecuado entre la lectura de la Palabra, la exhortación y la enseñanza? Algunos jamás exhortan. Otros nunca enseñan. Y la lectura de las Escrituras a veces se considera solamente como un prefacio necesario a lo que el predicador mismo tiene que decir.

[14]. Timoteo había sido dotado especialmente para su tarea. De aquí que Pablo prosiga: No descuides el don que hay en ti. Timoteo debe emplear con la mejor ventaja el don del discernimiento entre laverdad y lo falso, y en consecuencia el de ser apto para exhortar, enseñar y guiar. Debe hacer uso de élcuando administra la Palabra y debe también ejercerlo cuando dice a otros cómo deben predicar. No debe jamás despreocuparse de él o descuidarlo. Es un carisma precioso, esto es, un don especial de la gracia de Dios que le fue otorgado por el Espíritu Santo. Por eso Pablo prosigue: que te fue concedido por medio de declaraciones proféticas con la imposición de las manos del presbiterio. Con toda probabilidad esto se refiere a lo que ocurrió en Listra en el segundo viaje misionero de Pablo. Fue entonces que Timoteo, por la operación del Espíritu Santo, fue dotado ampliamente con este don. Por medio (διά) dedeclaraciones proféticas de circunstantes inspirados fue advertido de esto y del carácter de su tarea. Además, todo esto estaba en asociación con (o acompañado por: μετά) la

imposición de las manos del presbiterio (usado en otros lugares para indicar el Sanedrín, Lc. 22:66; Hch. 22:5, pero aquí para el consejo de ancianos o, en ese sentido, el consistorio de la iglesia). Las propias manos de Pablo se habían posado en él (2 Ti. 1:6). Esta imposición de manos simboliza el traspaso de un don del Dador al receptor. En el caso presente, señala ese acto de gracia del Espíritu Santo por el cual otorga su favor especial a Timoteo, capacitándolo para llevar a cabo los deberes de su importante oficio como representante apostólico (cf. También Hch. 6:6; 8:17; 13:3, 4).

[15]. Que estas cosas sean tu preocupación constante. En contraste con “no descuides”, Pablo escribe: “Que estas cosas sean tu preocupación constante” (cf. vv. 14, 15). Por la expresión “estas cosas” él está pensando en todo el contenido del capítulo 4 (que la defección se encuentra en camino, y contra ella Timoteo debe advertir a otros; que aún ahora hay quienes quieren cambiar el verdadero evangelio por mitos profanos; que Timoteo debe nutrirse de las palabras de la fe y que debe prepararse para la vida piadosa; que debe conducirse de tal modo que nadie desprecie su juventud; que no debe descuidar, sino ejercitar y cultivar su don especial; etc.). En estas cosas sé (absorbido). “Sé en ellas”, dice el apóstol, como si dijera: “Pon en ellas todo tu corazón, toda tu alma;

envuélvete completamente en ellas”. El resultado contemplado será para que tu progreso sea evidente a todos.

La vida santa y la enseñanza sana deben ir juntas, si Timoteo (o, en cuanto a esto, cualquier representante apostólico, ministro o anciano, etc.) va a ser de bendición. De aquí que Pablo amonesta a Timoteo a que continúe

enfocando (se entiende, la mente) hacia sí mismo, esto es, sus deberes, sus dones, su privilegio de ir a las

profundidades de la promesa de Dios; particularmente también sobre la doctrina (la suya y la de otros en el distrito de Éfeso). Debe permanecer, o perseverar en ellas, esto es, en la vida santa y en la vigilancia con respecto a la enseñanza. La promesa es: “porque haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. Desde luego, el hombre no se salva por obras, sino por gracia por medio de la fe (Tit. 3:3; cf. Ef. 2:6–8); sin embargo, puesto que la vida santa y la sana doctrina son fruto de la fe, Pablo puede decir que “haciendo esto” Timoteo se salvará a sí mismo y a sus oyentes. Es a lo largo del sendero de la vida santa y la diligencia en la enseñanza y en la vigilancia sobre la vida y la enseñanza de otros que se obtiene la salvación (tanto presente como futura; véase el comentario sobre 1 Ti. 1:15). Además, Dios promete una recompensa especial a sus ministros fíeles, sí, a todos

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3er Titulo:

Ambos se usan para bendecir a otros, y no para usos egoístas. (Los Hechos 9:36 al 39.Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. ▬1ª a los corintios 14:18 y 19.Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.).

Comentario 1: [36]. En Jope había una mujer, una discípula llamada Tabita, (que traducido quiere decir, Dorcas). Ella continuamente hacía muchas obras de caridad y compasión. [37]. Y en aquellos días se enfermó y murió. Después que lavaron su cuerpo, la pusieron en una sala de la parte superior de la casa.

Junto a las aguas azules del mar Mediterráneo y a unos cincuenta y siete kilómetros al noroeste de Jerusalén yace la ciudad de Jope (la moderna Haifa). Hasta Jope fue llevada la madera del Líbano que usó Salomón en la construcción del templo de Jerusalén (2 Cr. 2:16). Fue en Jope también donde Jonás se embarcó para Tarsis (Jon. 1:3). A través de los siglos, muchas naciones habían tenido control sobre esta ciudad, pero en el siglo I a.C. Julio César la entregó a los judíos. Permaneció en manos de estos hasta la guerra contra Roma (66–70 d.C.).

Los habitantes de Jope oyeron las Buenas Nuevas de labios de Felipe el evangelista (8:40), y entre los que creyeron estaba una mujer de nombre Tabita. Pronto Tabita se reveló como una auténtica servidora de Jesucristo, porque vivía su fe en cuanto decía y hacía. Era conocida por su infatigable trabajo entre los pobres a quienes servía con cariño y compasión. Aparentemente, su situación económica era solvente, porque cuandoquiera tenía la ocasión vivía según el mandato divino de cuidar a los pobres (c.f. Dt. 15:11; Mt. 26:11; Gá. 6:9–10).

Tabita es un nombre árabe que significa “gacela”. Dorcas es el nombre en griego. Como muchas personas de

Palestina del primer siglo, Dorcas tenía dos nombres, uno en arameo y el otro en griego. Debido a que era una persona muy conocida por las numerosas obras de bien que hacía en favor de los pobres, su enfermedad y muerte fue un verdadero golpe para la comunidad cristiana. No se nos ofrecen detalles acerca de su enfermedad y muerte, pero Lucas nos dice que los creyentes prepararon el cuerpo para el entierro. Lo lavaron y lo pusieron en un cuarto del piso superior de la casa donde ella había vivido (véase 1 R. 17:19; 2 R. 4:10, 21). A menudo, el aposento alto era destinado a hospedar a los huéspedes. Lucas registra este hecho para mostrar que Dorcas había muerto y que su muerte había ocurrido ese mismo día. En las regiones donde el calor es intenso, las personas muertas son sepultadas o bien el mismo día que fallecen o al siguiente. Tanto los judíos como los griegos practicaban el rito de lavar los cuerpos de los muertos como preparación para el entierro. Esta observancia entre los judíos es conocida como “la purificación de la muerte”.

Normalmente, los cuerpos eran ungidos antes de ser sepultados. En el caso de Dorcas, Lucas sólo dice que fue lavado, lo que parece implicar que los cristianos tenían un motivo oculto para ello. Habían oído que Pedro realizó el milagro de sanidad de un paralítico cerca de Lida, y querían pedirle que levantara a Dorcas de la muerte.

[38]. Debido a que Lida estaba cerca de Jope, y los discípulos oyeron que Pedro estaba allí, enviaron a dos hombres, a rogarle: “Ven, por favor, sin demora”. La distancia entre Jope y Lida era relativamente corta, por lo cual la presencia de Pedro en la regiónseguramente era conocida por los cristianos. Por eso, los creyentes de Jope enviaron a dos hombres para que fueran a él. Sabían que Jesús había resucitado a muertos y que Pedro había recibido de parte de Jesús la autoridadpara realizar milagros similares; hubo la posibilidad viva que Pedro pudiera traer de nuevo a la vida a Dorcas. Elenvío de los dos emisarios fue hecho sobre la base de esta fe. Por supuesto, no querían que Pedro se demoraramás de lo necesario. Al persuadir a Pedro de que los acompañara de inmediato, estos emisarios actuaron también con fe. Aunque Lucas sólo registra el pedido de que venga, es probable que no pudieron contener el dolor. Suponemos que Pedro fue informado de la muerte de Dorcas. Se enteró que los pobres de Jope sintieronprofundamente la falta de su benefactora.

El ruego es planteado en palabras corteses (“Ven, por favor, sin demora”). Además, la urgencia del asunto tenía relación directa con el entierro inminente. Lo que se le estaba pidiendo a Pedro no era que fuera a Jope para predicar en los funerales de Dorcas. Al contrario, los creyentes con fe esperan el milagro de que Dorcas regresara a ellos viva y sana.

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llorando y mostrándole las túnicas y otros vestidos que Dorcas había hecho cuando todavía estaba con ellas.

La distancia entre Lida y Jope requería a lo menos una caminata de tres horas. Es posible que los enviados hayan hecho ese tiempo caminando ya. El pedido era urgente, por lo que Pedro, haciendo un paréntesis en su plan de visitas a las iglesias, se despidió de los creyentes en Lida y se fue con los hombres a Jope inmediatamente. Cuando llegó Pedro, los creyentes lo llevaron al cuarto donde yacía el cuerpo. Había gran cantidad de viudas que, según la costumbre judía, estaban llorando y lamentando. Las viudas de aquellos tiempos eran fácilmente identificables por su vestidura muy especial y comúnmente pertenecían a los estratos más pobres de la sociedad. Las viudas de Jope dependían de Dorcas, quien había hecho numerosas túnicas y otras ropas para ellas. Se las mostraron a Pedro, rindiendo así un tributo a la memoria de Dorcas.

Juan Calvino observa que Dios pudo haber mantenido viva a Dorcas para seguir cuidando a las viudas. Pero al levantarla de entre los muertos, Dios le dio dos vidas. Al mismo tiempo, mostró a las viudas el poder de su Hijo, quien es el autor de la vida.

Comentario 2: ▬a. Reconocimiento. Por lo menos una versión traduce «hablo en diferentes tipos de idiomas» (NCV) y, por cierto, Pablo era capaz de hablar en los idiomas semíticos e indoeuropeos. Esto le permitía servir a Jesucristo como un misionero cosmopolita. Lo cierto es que el griego usa el plural lenguas, no el singular, y no dice «diferentes tipos de lenguas» (12:10, 28) sino «lenguas». Parece que Pablo centra su atención más en la glosolalia que en su habilidad para hablar diferentes idiomas conocidos.

Pablo agradece a Dios por concederle la habilidad de hablar en lenguas y en mayor cantidad que la gente de la iglesia de Corinto. Su comparación no se refiere tanto a la frecuencia con la que habla en lenguas, sino más bien a la calidad de su hablar en lenguas. Suponemos que sorprendió a los creyentes de Corinto que Pablo reconociera poseer el don. Los más sorprendidos debieron ser precisamente los que tenían ese don. Aunque sabemos que Pedro y Pablo de vez en cuando cayeron en trance (Hch. 10:10; 22:17; cf. 2 Co. 12:1–6), no se nos dice en el Nuevo Testamento que alguna vez hablaran en lenguas. ¿Por qué entregó Pablo esta información personal? Me aventuro a decir que lo hizo para exhortar a los corintios a que lo imitaran usando sus dones sólo para edificar a la comunidad cristiana. El propósito que Pablo persigue al contar su experiencia personal es mostrar que no usará su don en público, a menos que sea de beneficio para los demás.

b. Uso. Pablo de inmediato corrige su afirmación de que es capaz de hablar en lenguas. Especifica claramente cuál sería su conducta en el contexto de servicio de adoración: «en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi mente». Las palabras en laiglesia identifican el lugar y deja en claro que Pablo no está hablando de la intimidad del hogar (véase el comentario al v. 4). La iglesia es el lugar donde el pueblo de Dios se reúne para adorar, alabar a Dios como comunidad y donde escuchan el evangelio. En la iglesia son edificados por medio de la enseñanza y la predicación de la Palabra de Dios, lo cual fortalece sus vidas en la fe. Pero el hablar en lenguas que no son interpretadas no contribuye a la edificación del pueblo y, por lo tanto, Pablo desaprueba esa práctica.

El número cinco en la expresión cinco palabras es un modismo, así como a veces usamos el número seis en dichos como: «deme seis de uno y media docena del otro». En el Nuevo Testamento, el número cinco se usa como un número redondo junto a sustantivos como gorriones (Lc. 12:6), familia (12:52), yuntas de bueyes (Lc. 14:19), hermanos (Lc.16:28), talentos (Mt. 25:15) y las vírgenes sabias y necias (Mt. 25:2).

«Con mi mente» denota la idea de hablar inteligiblemente y les recuerda a los lectores lo que Pablo había insistido hace poco sobre orar y cantar usando la mente (vv. 14, 15). La frase con mi mente también hace surgir un contraste entre hablar algo que se entiende y algo que nadie sabe qué quiere decir, esto es, la diferencia entre la profecía y la glosolalia.

«Para así enseñar a otros». El verbo griego katējeō (=enseñar) quiere decir que el maestro pronuncia palabras a estudiantes que están sentados a sus pies. En la iglesia antigua, el verbo connota la idea de un método de preguntas y respuestas que se asocia con la idea del catecismo. Pablo prefiere hablar cinco palabras para enseñar el evangelio de Cristo a otros, que diez mil que los corintios no entiendan. De hecho, Pablo descarta siquiera la posibilidad de que él alguna vez hablará en lenguas en público, especialmente en el culto de adoración. Implícitamente insta a los corintios a que lo imiten. Si quieren practicar la glosolalia, que lo hagan en privado. Si lo quieren hacer en público, debe haber un intérprete (v. 27).

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