LA PERSONA HUMANA
Análisis de la inteligencia y la voluntad
Carta a una sobrina:
En esta carta trataré de explicarte brevemente como trabajan tu inteligencia y tu voluntad y como influye su
educación en el ejercicio de tu libertad y en la formación de tu carácter. En la siguiente te explicaré la importancia de tus
virtudes y su relación con las pasiones
1. Ánimo, verás como es muy sencillo entenderlo y vivirlo.
___________
Comienzo con un esquema simplificado de la persona
2, de sus potencias espirituales y las sensibles o animales.
En la sección superior represento la parte la espiritual de la persona
3, corresponde al espíritu: conocer y razonar
con la inteligencia y poder querer o no querer con la voluntad.
La inferior es la parte animal
4. Los animales conocen a través de los sentidos y son guiados por sus pasiones. Tu
perro te conoce por el ruido de los pasos, por el olor, etc., y siente afecto por ti: salta, mueve la cola, busca comida, etc.
La persona humana es la base de los cuatro factores, todos necesarios, y cada uno con funciones diferentes y
complementarias
5. Una persona sin la parte inferior, se vería privada de los imprescindibles estímulos que producen los
afectos y sentimientos. Sería un ángel
6.
Tu crecimiento como persona consiste en que desarrolles al máximo cada uno de estos cuatro factores:
desarrollo de todos tus sentidos, de todas tus pasiones, de tu inteligencia y tu voluntad
7. Aplastar una pasión, someterla,
ignorarla sería equivalente a aplastar la vista o someter al oído. Y cualquier persona sin inteligencia o voluntad (o
debilitadas) no podría cumplir su finalidad: conocer y amar. Tampoco podría hacerlo quien no tuviese ningún sentido
8; lo
mismo pasaría con una persona que no supiese apreciar y distinguir el agrado (amor) de tener junto a ella a la persona
amada.
1 La persona humana: Análisis de las pasiones y virtudes. Vida y Familia 2 «Imagen finita de la Trinidad infinita». Julián Marías
3
No en el aspecto religioso, satanás tiene inteligencia y voluntad, es espíritu. 4
Un perro puede conocer (?), pero nunca puede pensar que está pensando.
5 La persona humana es un animal racional, o con expresión más feliz: criatura compuesta de alma y cuerpo. 6
Las pasiones son una alteración en el sujeto, una modificación cualitativa, que intervienen tanto el cuerpo como el alma. La reacción corpórea es totalmente imprescindible, por esta razón, un ser incorpóreo no puede ser sujeto de pasiones.
7 «Hoy, la ciencia estudia al hombre, dividiéndole en dos mitades: cabeza y corazón, y esto es un error, pues olvidan el concepto de persona. Debemos enterrar el concepto de inteligencia como razón, y recuperar el de inteligencia afectiva –inteligencia que educa, controla y dirige los afectos, las pasiones–, ya que la función más importante de la inteligencia no es conocer, sino dirigir nuestro comportamiento». José Antonio Marina.
Personalmente prefiero la tesis de “Inteligencia afectiva” propuesta por Marina que la de “Inteligencia emocional” de Goleman. 8
Un ciego, sordo, mudo, sin memoria, sin tacto, etc. no puede amar... sería semejante a una vida vegetal.
Inteligencia
Voluntad
Sentidos externos,
memoria, imaginación y
fantasía.
Pasiones, afectos,
emociones y
sentimientos
FUNCIONAMIENTO DEL CROQUIS
Tus sentidos captan la información que te rodea y la transmiten a tus pasiones y a tu inteligencia. Así la vista
transmite imágenes, el oído los sonidos, etc.
Las pasiones reciben esa información de tus sentidos y te comunican el grado de atracción –amor– o repulsa –
odio– que ese dato le supone, es decir, si lo visto u oído te agrada o desagrada y en que medida
9. Me gusta
denominarlas como “los sentidos del alma
10”.
Esta es la parte animal, porque coincidimos en gran parte con los animales
11. Pero además poseemos la parte
espiritual, que nos eleva en dignidad a otras criaturas.
A su vez la inteligencia también recibe esa información proveniente de los sentidos junto con los comentarios
que emiten las pasiones. Su misión es reconocer el bien en todo lo que existe y presentarlo como bueno. Toda persona
busca alcanzar y conservar el bien –lo bueno–, pues sabe que al alcanzarlo consigue un gozo
12, alegrando a la persona.
Este bien es presentado a la voluntad y esta te mueve hacia él. Su función es apetecer el bien en sí mismo
13, para
obtenerlo, y después seguir queriendo, amándolo, pues lo bueno no se agota al gozarlo
14.
Por ser la inteligencia quien te propone el fin al que has de tender, es necesario que esté habituada a buscar y
reconocer la verdad. Si tu inteligencia está en el error, te presentará bienes aparentes, y tu voluntad errará al elegir
15.
Por ello tienes necesidad de una buena y constante formación objetiva, concorde a la verdad, de las normas morales e
intelectuales, de manera que tu inteligencia tenga el hábito de juzgar conforme a la verdad
16.
9
La vista informa de un determinado color en una determinada corbata, y las pasiones te dicen si ese color en esa corbata te atrae o te desagrada. Si amas esa corbata o la odias y en que medida. Mientras que los sentidos buscan la objetividad, color rojo, ruido estridente, etc., las pasiones subjetivizan la atracción hacia esa información recibida. Es el “a mi no me gusta” o “a mi me atrae...” 10
Si tu oído recibe sonidos de jazz, tus pasiones te informan si esa música te agrada –amor– o te molesta –rechazo, odio–. La memoria y la imaginación realizan la misma función: recuerdan hechos o los crean y las pasiones te explican la atracción o repulsa que esos hechos te suponen.
¿Y la fantasía?, preguntará tu mamá. La voluntad, mediante la fantasía, influye en el apetito sensitivo, excitando en ella imágenes que estimulan tus pasiones.
11 Los animales también conocen por los sentidos, y sus pasiones interpretan esa información, para actuar según su amor u odio ante esos datos. Por ello los animales son siempre previsibles y se pueden “entrenar” o “domesticar” con facilidad. Tu perro conoce a la persona que se le acerca a través de sus sentidos; sus pasiones le indican si siente afecto o rechazo ante ella. Si sus pasiones le indican amor, moverá la cola, saltará, etc. Si siente odio, se separará, gruñirá, o incluso atacará. Podemos decir que los animales deciden por medio de las pasiones.
Algo parecido vemos en los niños pequeños. Durante los primeros meses sólo desarrollan y usan los sentidos: lloran con el frío, se duermen después de comer y estar satisfechos... Al poco tiempo se despiertan en ellos las pasiones. Ya no basta con estar en brazos de alguien, sino que el bebé desea a esa mujer que le manifiesta ternura –su mamá, la nana, etc.– y rechaza a la mujer desconocida. Posee sus juguetes preferidos, su peluche, su babero, etc. Ha aprendido a sentir con el alma.
12 Alegría, distinta del placer físico. 13 Lo bueno.
14
Para un ser dotado sólo de apetitos sensibles el poder de atracción de un bien concreto (material) se agota en cuanto éste ha satisfecho su necesidad: no es un bien en sí mismo, sino sólo en cuanto es capaz de satisfacer una necesidad orgánica. Tu perro no sabe que debe alimentarse sanamente, simplemente apetece comer. El bebé llora al tener hambre, goza la leche –sin pensar si a esas horas de la noche le supone esfuerzo a su mamá– y se duerme sin dar las gracias.
15
Elige –¿libremente?– pensando que es bueno, pero equivocadamente pues la inteligencia le engañó. Desde el niño que quiere jugar con un cuchillo porque le atrae; hasta la persona que se droga.
16
Siguiendo al filósofo F. Ugarte, podemos añadir: a) El objeto de la voluntad es el bien en sí mismo, conocido por la inteligencia como bueno, es decir, adecuado a su naturaleza. b) Su acto propio es el querer, o el amor. c) Su fin último es la felicidad, que consigue mediante el ejercicio del acto de querer –amor– el bien en sí mismo. Conviene, por último, aclarar que no es la inteligencia la que conoce la verdad y el bien, o la voluntad la que quiere, ya que no son sujetos sino potencias del alma humana. Es más preciso decir que es la persona quien conoce con su inteligencia y quiere con su voluntad. Es, por tanto, la persona quien es feliz mediante el
Defectos más comunes en la parte superior
La inteligencia
Inteligencia con poca formación:
Una persona que sabe poco sobre un determinado asunto, no está en condiciones de elegir que es lo mejor para
ella en ese tema. Desde elegir el colegio para los hijos, hasta que medicina es más oportuna para ese malestar. Por ello
tantas veces acudimos a un experto en ese campo
17.
En la medida que sepas más sobre el bien que “quieres”, mejor te indica tu inteligencia lo que es correcto: ¿qué
carrera, qué novio, qué medicina, cómo corregir al hijo, en qué exigir al marido, cuántos hijos?
Si la inteligencia no posee suficiente formación e información, en tus decisiones acabarás decidiendo a ciegas o
según te influyan los que te rodean. Por eso tantas amigas tuyas suelen dejarse llevar por la impresión
18; por lo que
hacen los demás
19; por lo que diga la TV
20; por lo que opine la mayoría
21; o bien por las pasiones
22.
Más que una decisión, sería una moneda al aire, echarlo a suertes. Esta persona no puede decir que actúa
libremente
23, sino que otros deciden por ella
24.
Por ello es muy importante que nunca des por terminada la formación de tu inteligencia, principalmente en
aquellos campos que por tus circunstancias, te corresponde saber y decidir
25.
Inteligencia errónea:
Es aquella que percibe, quizá mucho, pero equivocadamente, y está en el error, equivocada
26. Las decisiones que
tome esta persona serán igualmente erróneas. También queda mermada su libertad para elegir, pues aunque es ella
ejercicio de los actos adecuados a su naturaleza espiritual. Por eso Aristóteles define la felicidad, en la ética, como "el acto del alma según virtud". La deseada felicidad no se consigue directamente, la persona sólo puede realizar aquellos actos que son la base de esa felicidad. Vgr.: comer me alimenta, me conserva la salud; pero esto no es consecuencia necesaria de felicidad. Lo mismo podemos decir sobre casarse, o tener un hijo, o comprarse algo. El hombre en busca de la realidad.
17
Y que decepción cuando ese “experto” tampoco sabe, y no tiene la humildad de reconocerlo. Cuanto sabemos tú y yo sobre “malos” médicos, “malos” abogados, etc.
18
Me late que este perfume es mejor que los demás. O bien, me parece que en mi caso divorciarme es bueno. 19 Basta ver como muchas de tus amigas están atadas a la moda, sin saber si les conviene o no.
20
Tantas amigas tuyas que llevan el nombre de la protagonista de una Telenovela que le gustó a su mamá.
21 «Las opiniones no deben ser contadas sino sopesadas»; frase atribuida a Séneca. La opinión de la mayoría es sólo una mayoritaria opinión, nada más. La mayoría de tus compañeras opinan que no haya tareas, ni exámenes, que la maestra se calle..., hasta que no haya clases.
22
Es el caso más frecuente, lo vemos más adelante.
23 «El que no sabe lo que tiene que hacer, sólo tiene libertad de equivocarse, pero no de acertar». Juan Luis Lorda, El arte de vivir. 24
Es diferente cuando buscamos el consejo del experto ante un asunto del que no sabemos. Somos conscientes de nuestra falta de conocimiento y actuamos ayudados por quien si sabe. Buscamos que nos aconsejen, para luego decidir personalmente. Aquí surge el misterio del grado de confianza en esa otra persona: ¿confío en quien sabe o confío en quien amo?
25
Que bueno que haya mamás que dedican horas a cursos sobre las flores, las dietas, la influencia de las estrellas en las personas...; pero que lástima si descuidan esos aspectos tan propios de ellas, como esposas, madres, amigas e hijas de Dios. Que ridículo que haya personas que únicamente saben de religión aquello que aprendieron para su Primera Comunión..., y se atreven a opinar, dar consejo y actuar tranquilas en esta materia. Y que lógico que acaben engañadas por el horóscopo, las cartas, y tantas pseudo– religiones de moda.
quien toma la decisión, no es lo que querría haber elegido de haber conocido la verdad, ella ha sido engañada por si
misma
27.
Por lo tanto, aunque tu libertad como derecho sigue estando completo, el ejercicio de esa libertad quedará
afectada en la medida que tu inteligencia sea errónea o poseas menos conocimientos. Y al contrario, cuanto más sepas
sobre un asunto –y esos conocimientos sean verdaderos–, mejor podrás ejercer tu “libertad de elegir
28”.
Lógicamente no puedes saber todo de todos los asuntos de la humanidad, ni siquiera de aquellos que están
relacionados directamente contigo. Pero debes aprender a diferenciar aquellos con una importancia relativa, de otros
que podemos llamar vitales para ti o los que te rodean
29.
* * *
A modo de resumen quiero insistirte en que no es la inteligencia quien yerra, sino la persona. Una inteligencia
aislada de la voluntad, de las pasiones…, nunca se equivocaría, como mucho llegaría a un punto de vista muerto, a un
NO SE, NO PUDO CONTINUAR
30. Cuando hablo de una inteligencia errónea, debes detrás descubrir a la persona que la
entorpece. Por eso, tu principal misión no será formar la inteligencia, sino toda tu persona
31.
La voluntad
La voluntad débil:
Es aquella que carece de la energía necesaria para alcanzar el fin elegido, o es incapaz de rechazar aquello que
no quiere pero se presenta como atractivo
32. Sus manifestaciones más comunes son: inconstancia, pereza mental o
física
33, gula y ebriedad
34, lujuria
35, impaciencia, apatía, indecisión. Las causas de esta debilidad pueden estar en la falta
de exigencia a lo largo de los primeros años de la persona
36, o bien cuando algún vicio atrapa y enferma la voluntad
37.
26
“Creía que estos pasteles no engordaban, que este chico no era drogadicto, que este diamante era auténtico..., ¡yo pensaba, creía, me habían asegurado...!”
27
Aquella familia que poseía y presumía un cuadro de Tamayo, hasta que un día el artista escribió sobre ese lienzo: “No es mío, Tamayo”. Ahora si poseían un cuadro firmado por el pintor.
28 Es el sentido de la afirmación de Jesús: «Veritas liberabit vos». Juan 8, 32 29
Insisto, huye de personas con poca formación religiosa, o peor, con conocimientos erróneos sobre Dios, los Mandamientos, los sacramentos, etc. Suelen ser personas que afirman no querer formarse para no quedar obligados y seguir siendo libres. Es al contrario, permanecen esclavas de sus errores. La verdad no afecta a nuestro derecho a ser libres, pero nos capacita para ejercitar esa libertad.
30
Podrías equipararla a una computadora. 31
“No hemos de ser virtuosos de la inteligencia, porque la inteligencia ha de servir siempre para algo, aplicarse a algo, aprovechar a alguien”. Juan de Mairena
32
La joven que quiere adelgazar, pero no es capaz de negarse otro chocolate. «¿Sabes por qué hay tanta gente gorda? », preguntaba el P. Porras –miembro de la Academia mexicana de Historia–, «porque comen mucho».
33 Hay muchas personas con una gran voluntad para los deportes, pero que son débiles de voluntad en otros campos, y viceversa. ¡Que lástima!
34
El alcohólico se burla de quien no quiere tomar, ocultando su incapacidad de dejarlo. 35 Lo mismo que la cita anterior.
36
Es lógico que un niño de dos años presente una voluntad todavía débil, sin educar. La misión de los papás será ayudar al hijo a fortalecer su voluntad, exigiéndole que sea congruente en sus decisiones. Que daño causan esos papás consentidores de sus pequeños.
37
La droga, el alcohol o el sexo cuando se convierte en vicio atan la voluntad de la persona impidiéndola ejercer su libertad. Lo relata
Mecano en su canción “No es una canción”, donde expone: «La primera vez apenas me gustó, fue por la nariz por no decir que no...
A los pocos meses me empecé a picar (enganchar). Yo siempre pensé que lo podría controlar... Lo de dejarlo ya lo ha intentado más de una vez...» El vicioso, lastimosamente, no puede ejercer su libertad. Sigue siendo libre –es un derecho de la persona– pero está encadenada.
La voluntad mala:
Cuando la voluntad elige un fin malo
38y vive congruente con ese objetivo, sin reparar en la bondad o malicia de
los medios para conseguirlo
39. Normalmente esta voluntad es compatible con una voluntad fuerte y decidida
40, pero
alimentada de conceptos erróneos.
La voluntad caprichosa:
La voluntad caprichosa suele actuar sin un criterio que determine sus acciones, sino llevada por motivos poco
firmes. La persona caprichosa cambia de objetivos con facilidad y sin motivos claros
41. Se caracteriza por ser inconstante,
egoísta, por la falta de reflexividad, sin gustos definidos, terca, sin profundizar en costos ni consecuencias
42.
La voluntad sentimental:
Cuando la voluntad concede mayor valor a la orden que le llega de los sentimientos que de la razón. No decide
por el bien en sí, sino por el sentimiento subjetivo que ese bien le produce: por lo que se siente, con independencia de si
es oportuno o no conviene
43.
Te señalo algunas manifestaciones: dejarse llevar por simpatías o antipatías; estar muy pendiente de los estados
de animo y decidir en base a estos; pasar de la tristeza a la euforia sin causa proporcionada; cambios frecuentes de
estado de ánimo; ser susceptible y “sentida”
44.
La voluntad sentimental es causa frecuente de los cambios en las decisiones trascendentes de la propia vida. Es
fácil que, por un sentimiento momentáneo y superficial, se modifique un compromiso que se adquirió después de
haberlo meditado, y sostenido quizá durante años
45.
El egoísmo:
38
Muchas personas lo hacen como motivo de toda su vida: terroristas, directores de revistas eróticas, usureros... 39
Es el sentido de la frase: “El fin justifica los medios”.
40 El sicario, el ladrón, el violador..., estas personas –abusando de su libertad– la ejercen plenamente. 41
“Porque quiero, porque me gusta...”, es el argumento principal de sus decisiones. Que miedo me dan esas amigas tuyas educadas en el sistema Montessori. Que sus mamás lean “El señor de las moscas” de W. Golding..., y que se asusten si todavía están a tiempo de ello.
42
Lo canta Shakira en una de sus letras repetidas por miles de jóvenes, quizá sin reflexionar lo que dicen: «Porque este amor ya no entiende de consejos, ni razones, se alimenta de pretextos y le faltan pantalones (…) Si te acercas nada es útil para esta inútil bruta, ciega, sordomuda, torpe, traste, testaruda, ojerosa, flaca, fea, desgreñada, torpe, tonta, lenta, necia, desquiciada, completamente descontrolada (…) cuantas veces he intentado enterrarte en mi memoria y aunque diga ya no más, es otra vez la misma historia».
Ciega, sordomuda.
43 Es la caricatura del adolescente falto de una madurez que no acepta. 44
En México aceptamos el sentimentalismo como una medida de la propia estima. Ante una fea contestación, tengo que “sentirme” pues sino parece que no valoro mi persona, que no me importa. Si una amistad no me felicita, necesito sentirme, pues parecería que no aprecio su felicitación. Tonto error, que genera tantos dolores de cabeza.
45
Argumento de fondo de la mayoría de las Telenovelas, cuyos protagonistas pasan de un enamoramiento total a un visceral odio hacia su pareja en un mismo capítulo de la serie.
El egoísmo es el amor desordenado a uno mismo
46. En el fondo, todas las enfermedades de la voluntad se
reducen al este. Por eso en el amor propio desordenado o egoísmo descansa el origen de todos los desordenes y
pecados entre los hombres.
* * *
Al igual que ocurre con la inteligencia, los defectos de la voluntad disminuyen el ejercicio de la libertad
47. Todo
vicioso necesita ejercitar su vicio, sin poder actuar contra él
48. Junto a los vicios sociales denunciados por la sociedad, no
debes olvidar que existen otros vicios menores, que también pueden limitar el ejercicio de tu libertad: la vanidad
excesiva, la mentira repetitiva, la incapacidad de perdonar, la curiosidad malsana con su afán de enterarse de todo
49,
etc.
Mientras, la voluntad fuerte, y no digamos la voluntad arropada por las virtudes, ejerce constantemente su
libertad, incluso cuando le suponga un gran sacrificio
50. Pero no olvides que la formación de la voluntad es una tarea
personal y “voluntaria”
51. Por ello, la primera premisa será que quieras mejorarla.
Una inteligencia integrada es imprescindible para formar tu voluntad. Y toda voluntad fuerte será una
inestimable ayuda para la formación de tu inteligencia. Ambas van de la mano. Como te señalé al principio, para que la
voluntad se mueva es necesario que la inteligencia le presente un bien, para que ésta lo apetezca.
Al ser la inteligencia quien te propone el bien a conseguir, debes vigilarla de cerca, para estar siempre en la
verdad. En caso contrario, si vives en el error, tu inteligencia te presentará bienes aparentes –falsos– y tu voluntad
apetecerá erróneamente. También por esto te animo a seguir participando en tus clases de formación doctrinal. Sería
muy triste que no conozcas bien a Dios y su Iglesia y –a pesar de tus estupendas capacidades– te pierdas en el camino de
la vida
52.
* * *
Por hoy basta de lecciones. En la próxima carta te hablaré de las pasiones, las virtudes y el carácter.
Un cariñoso abrazo: tu tía.
Alicia Asul.
46
Desordenado, pues toda persona debe valorarse y amarse a si misma, pero sin perder el norte de que hemos nacido para amar, dar, servir a Dios y a los demás. Consiste en querer estar por encima de los demás, incluso del mismo Dios.
47 Insisto, la libertad de la persona no disminuye o crece ante estos errores, pero su ejercicio pierde plenitud, pudiendo llegar a no poder utilizarla. Aquella amiga tuya que te decía que no quería leer nada sobre religión para no perder su libertad... ¡Que no aprenda nada sobre las medicinas, para poder tomarse las pastillas que más le atraigan, sin saber para que sirven..., y “libremente” se morirá.
48
Normalmente el vicioso se autojustifica afirmando que vive su vicio libremente, porque quiere, sin querer aceptar que su libertad permanece reducida a lo que le es impuesto. Claro que quiere ejercer su vicio, porque no puede dejar de quererlo.
49 A nadie le debería interesar si una actriz besó o no a un desconocido durante sus vacaciones, pero ahí están programas como Ventaneando con una gran audiencia. ¡Y el daño que hacen!
«Las revistas de corazón representan la banalización de la vidas rotas de las personas que suenan, servidas al detalle. Su influencia es capilar y contagiosa». Enrique Rojas, entrevista en Palabra.
50
Los celos, los rencores, la envidia, te quita libertad; mientras que saber perdonar es aprender a ser libres de “tus ataduras”. 51
Tú debes querer –de verdad- formar tu facultad de querer.
52 Puedes comparar tu voluntad con los músculos de una corredora –campeona de muchos maratones–. Pero que en determinada competición desconoce el trayecto y corre –mucho, muy rápido– en dirección equivocada. Se cansará, sudará, quizá realice estupendos tiempos, pero nunca llegará a la meta. «Corres bien, pero fuera del camino». S. Agustín