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Órtesis arquitectónica : una aproximación a la rehabilitación del patrimonio

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Academic year: 2020

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(1)ÓRTESIS. ARQUITECTÓNICA:. UNA APROXIMACIÓN A LA REHABILITACIÓN DEL PATRIMONIO. TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE MAGISTER EN ARQUITECTURA Y TÍTULO DE ARQUITECTO PUC 2019. GERARDO BAMBACH MOREL PROFESOR GUÍA: ALEJANDRO SOFFIA VEGA.

(2) Í N D I C E PALABRAS CLAVE.......................................................... 4 INTRODUCCIÓN............................................................ 5 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN............................................... 7 PREGUNTAS ESPECÍFICAS................................................... 7 HIPÓTESIS............................................................... 7 OBJETIVO GENERAL........................................................ 9 OBJETUVO ESPECÍFICO...................................................... 9 METODOLOGÍA.............................................................. 9. I.. OPERAR CON PATRIMONIO EL VALOR PATRIMONIAL, DEFINIENDO UN CRITERIO..................... 13 UNA DISCUSIÓN CENTENARIA......................................... 17 PROBLEMAS DEL PATRIMONIO RELIGIOSO............................... 21. II.. ORTESIS EN LA ARQUITECTURA ESTABILIDAD COMO PRINCIPIO FUNDAMENTAL........................... 27 BASTONES, MULETAS Y PUNTALES..................................... 31 37 INTERVENCIONES PREVENTIVAS, LECCIONES DE LA GUERRA................... III. LA RECOLETA FRANCISCANA BREVE RESEÑA DE UNA LARGA HISTORIA............................... 45 EL ESPACIO DE LA BIBLIOTECA...................................... 53 EL PATRIMONIO DE LOS FRANCISCANOS Y SU CONTEXTO.................. 63 IV.. REACTIVACIÓN DE UN ESPACIO EN CRÍSIS TEMA........................................................... 71 CASO........................................................... 71 LUGAR.......................................................... 71 ENCARGO......................................................... 71. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA DE ARQUITECTURA......................... 71. 2. PROGRAMA........................................................ 72. MEMORIA......................................................... 72. FUENTES IMÁGENES................................................ 82. BIBLIOGRAFÍA.................................................... 84. ANEXOS.......................................................... 86. 3.

(3) P A L A B R A S. C L A V E. I N T R O D U C C I Ó N El profundo cambio que ha sufrido la forma de habitar y construir en el último siglo ha dejado una serie de edificios subutilizados y en abandono. Parte de ellos, que revisten cierto valor ya sea por su estilo, expresión material, programa o condición espacial, han sido protegidos bajo la declaratoria del Consejo de Monumentos Nacionales. Tal designación intenta preservar su existencia en el futuro, sin embargo en muchos casos ha paralizado su renovación, resistiéndose a la intensidad de usos que demanda la ciudad actual. La discontinuidad de las técnicas constructivas aplicadas y usos para los que fueron diseñados estos edificios intensifica su confrontación con la arquitectura contemporánea: la obsolescencia de sus espacios y materiales requiere de operaciones que las actualicen para cumplir con los estándares y necesidades de hoy. La intervención patrimonial, entonces, no responde solo al mero afán conservacionista, sino que también está sometida a constricciones de funcionamiento y seguridad, motivadas en gran medida por el mercado inmobiliario.. ÓRTESIS – REHABILITACIÓN – RECOLETA –PATRIMONIO RELIGIOSO RECONVERSIÓN PROGRAMÁTICA. Bajo estas lógicas se desprende una pregunta fundamental: ¿cómo conservar y transformar un edificio a la vez? Las respuestas son diversas y han variado a lo largo de la historia, haciendo que la discusión en torno a la conservación se vuelva un campo de batalla ideológico, muchas veces plagado de subjetividades y que pone de manifiesto las tendencias de distintas épocas. Para intentar responder a esta pregunta, y en función de la consecución de nuevos espacios para la comunidad y la preservación de nuestro acervo cultural, se propondrá intervenir el Monumento Nacional “Convento de la Recoleta Franciscana” mediante la introducción de una órtesis estructural, pieza encargada de resolver el riesgo de colapso y las circulaciones del ala norte del deteriorado edificio, además de generar un nuevo espacio público y consolidar un programa colectivo que asegure su mantención y uso. El estudio del lugar, la historia del edificio y las colecciones de documentos y manuscritos de los Franciscanos determinarán el nuevo programa que albergará el edificio: una biblioteca y archivo de consulta asociado a una plaza que abrirá la fachada norte al espacio público y conformará un tercer patio interior para los habitantes del Convento y sus usuarios externos, además de entregar un nuevo frente a la calle y dotar de una pausa a la compleja circulación peatonal del lugar.. 4. 5.

(4) P R E G U N T A. D E. I N V E S T I G A C I Ó N. GENERAL. ¿Cómo unificar una intervención estructural con una remodelación espacial con el objetivo de conservar y actualizar un edificio en crisis de programa y estabilidad? ESPECÍFICAS. ¿De qué maneran se puede trabajar el rediseño espacial y programático de un edificio patrimonial a partir de una intervención estructural? ¿Cómo puede un programa específico, los artefactos asociados a él y sus circulaciones asistir a la estabilidad de un edificio con riesgo de colapso? HIPÓTESIS. El caso de la Recoleta Franciscana presenta tres problemas principales: el deterioro de su estructura, la crisis de su espacialidad y la obsolescencia de su programa. Para dar solución a todos estos inconvenientes se propone una sola respuesta, la de idear un artefacto capaz de resolverlos en una lógica común: una órtesis arquitectónica. La introducción de este dispositivo pretende solucionar el riesgo de colapso del edificio, alterar su espacialidad para condicionar su uso y repensar su programa para evitar un nuevo abandono. La presencia de este nuevo cuerpo activará el patio, abriendo la fachada norte del Convento a la calle y consolidándose como un nuevo hito urbano del eje Recoleta.. 6. 7.

(5) O B J E T I V O S GENERAL. Desarrollar la idea de órtesis como un procedimiento capaz de aplicarse en el ámbito de la arquitectura, en función de recuperar espacios en crisis de programa y estructura. ESPECÍFICO. Poner a prueba una intervención ortopédica en el edificio patrimonial de la Recoleta Franciscana, con el fin de recuperar su estabilidad, alterar su espacialidad y reacondicionar sus circulaciones y programa, dotando a la comuna de una renovada pieza urbana. METODOLOGÍA. Proponer una discusión teórica respecto a las formas de trabajar con patrimonio, para poder determinar una lógica de intervención acorde a la realidad local. Estudiar en profundidad la historia del edificio, tanto para develar su valor como pieza importante de la cultura local como también para entender su evolución espacial y constructiva a lo largo del tiempo. Levantar de manera exhaustiva el Convento y la biblioteca para entender su funcionamiento actual, requerimientos y oportunidades programáticas que pudiese albergar en un futuro. Realizar un levantamiento crítico del ala norte del Monasterio, intentando descifrar su comportamiento estructural y patologías, para así idear una estrategia de intervención acorde a sus necesidades estáticas. Proyectar una solución a la crisis estructural y programática que presenta el caso de estudio.. 8. 9.

(6) I. 0PERAR. 10. CON. PATRIMONIO. 11.

(7) EL VALOR PATRIMONIAL, DEFINIENDO UN CRITERIO. Justamente en este punto donde lo que entendemos por patrimonio se presenta como una excepción a la regla, ya que muchas veces reúne cualidades icónicas y características descontinuadas, aspectos difíciles de comparar con versiones actuales y, más aún, de valorar en función del dinero. Estas particularidades de las obras patrimoniales, como su estilo, materialidad, sistema 1 FRANCISCO DÍAZ, “UN DEBATE VALÓRICO”. ARQ 97 VALOR (DICIEMBRE 2017), 12-13.. 12. 13. C O N. Entonces, para que esta noción de valor tenga cierto grado de rigor, además de la información referente al objeto, deberá existir una comparación con algo común: para establecer el valor de a será necesario expresarlo en función de otro factor, x, que tradicionalmente es el dinero 1 . Ahora bien, el hecho de utilizar este factor común no asegura tampoco el éxito del acuerdo. La desvirtuada concepción del dinero como un fin en sí mismo ha determinado que muchas veces el valor de las cosas se comprenda única y exclusivamente por la comparación de este factor, y como hoy abunda la obsolescencia y la producción serializada, los objetos transables normalmente no alcanzan a adquirir otros atributos capaces de incidir en la ecuación de valor, ya que la singularidad es una característica cada vez menos frecuente.. O P E R A R. Como la idea de valor depende de un consentimiento, es necesario establecer un parámetro con que se juzguen las cualidades del objeto. Debido a que lo que para alguien es considerado valioso, para otro puede no serlo, se deberá presentar la mayor información y detalle sobre el objeto para determinar su valor. En otras palabras, un consenso de valor fundado en la desinformación e ignorancia conducirá inequívocamente a una conclusión errada de valor.. P A T R I M O N I O. Cuando se habla de patrimonio se alude, de manera implícita, a algo valioso. El concepto de valor hace alusión a un acuerdo entre dos o más partes por determinar la importancia, equivalencia y costo de algo. No obstante, referirse expresamente a esta noción no es sencillo. El aparentemente subjetivo campo en que se mueve el rango de valor es complejo de definir por las innumerables variables que pueden condicionarlo. Así, una operación presuntamente sencilla como definir el valor de una cosa puede tornarse una tarea sumamente compleja dependiendo de los atributos de ella que se consideren para su tasación..

(8) Por lo tanto la definición de valor de una obra patrimonial podrá determinarse a través de la visualización de dos características complementarias. En primer lugar, el acabado estudio y levantamiento del inmueble proporcionará información para definir su valor histórico y plástico, relevando su condición de pieza de una colección estilística y tipológica, además de su importancia en hechos significativos de la historia local. Y en segundo lugar, a través de la comprensión de su contexto urbano y social, se considerará su importancia en la ciudad, la pertinencia de su uso y las plusvalías que pueda generar tanto en el barrio que se inserta como en la comunidad que lo utilice. 2 ALOÏS RIEGL, EL CULTO MODERNO A LOS MONUMENTOS. (MADRID: VISOR DISTRIBUCIONES, 1987), 23-24. 3 FRANÇOISE CHOAY, ALEGORÍA DEL PATRIMONIO. (BARCELONA: EDITORIAL GUSTAVO GILI, 2007), 7.. 14. Ahora bien, la consideración de los aspectos que reconocemos como valiosos es un acto discriminatorio en sí, por lo que este arrojo crítico debe comparecer en la manera de conservar: todo trabajo sobre patrimonio tiene que entenderse como una postura crítica frente a la preexistencia y el contexto, y demandará una intervención igualmente crítica, donde la comparación entre lo antiguo, lo actual y lo propuesto determinará la atingencia del proyecto o su eventual desacierto. El valor, finalmente, no reside completamente en los edificios, sino que está fuera de ellos, en la oportunidad de vincularse con un medio que sea capaz de verse alterado en forma positiva a través de su real interacción con la ciudad. Pero una vez reconocido ese potencial, ¿cómo trabajar sobre la preexistencia?. 4 FERNANDO PÉREZ OYARZUN, “EL VALOR DE TRANSFORMAR: EDIFICIO ACADÉMICO DE LA FACULTAD DE ARTES EN CAMPUS ORIENTE” (ENTREVISTA EN RADIO ARCADA “ARQ 97 VALOR”, SANTIAGO, CHILE, 14 DE DICIEMBRE, 2017).. 15. P A T R I M O N I O. De ambas definiciones podemos extraer observaciones afines, entre las que destacan principalmente dos. En primer lugar, el patrimonio se constituye como un conjunto -en Riegl delatado por la palabra “toda” y en Choay evidenciado a través del término “agrupados”- por lo que desprendemos que su valor, además de ser individual, radica en su acumulación y variedad. En segunda instancia, ambos autores nos dan a entender que posee cualidades valiosas, por lo que inferimos que su preservación y resguardo son, al menos, tareas aconsejables. Pero la conservación patrimonial como protección de formas y técnicas descontinuadas muchas veces constituye una empresa con escasos argumentos para hacer frente a la constante construcción de ciudad.. Fernando Pérez expresa una impresión similar respecto al rol conservacionista del trabajo sobre patrimonio al decir que “…en casi todos los casos, contemporáneamente, las intervenciones patrimoniales se entienden como puestas en valor, ¿y qué significa eso?, significa una mirada crítica, significa qué sí y qué no, qué perdura y qué no perdura, qué se transforma y para qué se transforma. Y yo me atrevería a decir por qué incluso ciertas operaciones de transformación pueden entenderse como operaciones de conservación, justamente porque transformo conceptos, si no transformo, no conservo”. 4. C O N. Utilizaremos la definición referida a patrimonio histórico-artístico para abordar el tema. Aloïse Riegl lo define como “toda obra humana apreciable por el tacto, la vista o el oído que muestra un valor artístico…[y que también]…posee un valor histórico”2 . Por su parte, el patrimonio histórico, en palabras de Françoise Choay, es aquel “destinado al disfrute de una comunidad planetaria y constituido por la acumulación continua de una diversidad de objetos agrupados por su común pertenencia al pasado” 3 .. Es necesario, luego de este análisis, considerar la conservación patrimonial como la actualización de lo desactualizado, la oportunidad de involucrar en la ecuación financiera un factor muchas veces pasado por alto, donde la transformación de lo existente en lógicas actuales es necesaria para competir con las demandas del mercado inmobiliario de hoy. Por eso la urgencia de trabajar sobre patrimonio, no entendido como la reutilización o reemplazo de técnicas vernáculas, sino como su complemento contemporáneo que les permita subsistir, entablar relaciones novedosas y positivas con el espacio público, con el objetivo de consolidarlas como hitos urbanos capaces de ser utilizados y reconocidos como propios. Y es precisamente este contraste el que pone en valor –es decir, incrementa su valor- lo que se pretende proteger.. O P E R A R. constructivo, espacialidad y programa, muchas veces obsoletos, sumados a la antigüedad y relevancia histórica, son condiciones que el mercado intenta obviar por la complejidad que introducen en la valoración de los edificios, pero que deben comparecer en ella para justificar o no su preservación. Y para eso debemos identificar cuáles son los atributos deseables y las potencialidades de aquello que consideramos patrimonial..

(9) UNA DISCUSIÓN CENTENARIA. John Ruskin, a mediados del siglo XIX, condensa su postura frente al trabajo sobre patrimonio cuando recomienda que se “cuente las piedras como lo haría con las joyas de una corona; ponga vigilantes alrededor como si de las puertas de una ciudad sitiada se tratara; átelo con hierro donde se suelte; sosténgalo con madera donde se debilite; no se preocupe de la deformidad del apoyo –mejor una muleta que una pierna perdida-; si lo hace con ternura, con respeto, sin cejar un momento, muchas generaciones nacerán aún y desaparecerán al resguardo de su sombra . Llegará a la postre el día aciago, pero que llegue abierta, declaradamente, y que ningún deshonroso y falso sustituto le prive de los funerales de la memoria” 5. El romanticismo de Ruskin lo llevará a postular que los edificios deben conservarse hasta que su última piedra se desintegre, sucumbiendo éstos dignamente bajo el desgaste propio de su uso y lógica constructiva. Si bien la negativa a alterar la condición natural de los monumentos es una idea 5 JOHN RUSKIN, LAS SIETE LÁMPARAS DE LA ARQUITECTURA. (CIUDAD DE MÉXICO: EDICIONES COYOACÁN, 2012), 173-174.. 16. 17. P A T R I M O N I O C O N. Desde el reconocimiento de su valor como expresión de momentos históricos y culturales determinados, se ha trabajado de diversas maneras con el patrimonio construido a lo largo del tiempo. Como si se tratase de un organismo vivo que no debe manipularse, algunos han pretendido dejarlo desaparecer naturalmente; otros, considerándolo como un fósil que demanda preservarse a la perfección, lo han restaurado y completado bajo criterios de interpretación propia. Bastante se ha dicho al respecto y, para bien o para mal, hoy nos encontramos con posturas intermedias en relación a la polarizada discusión que entablaron los teóricos pioneros sobre el tema. Tanto el falso histórico como la pasiva contemplación desaparecen paulatinamente del escenariode posibles soluciones para dar paso al declarado diálogo entre lo viejo y lo nuevo, esa relación establecida por concordancias y contrastes que intenta aunar y al mismo tiempo distinguir. Pero para generar un juicio crítico frente a la forma de intervenir debemos comprender el debate sostenido por los primeros personajes que expusieron sus consideraciones.. O P E R A R. 1: FRONTÓN ESTE DEL TEMPLO DE AFAYA EN EGINA. SE CONSERVA EL ORIGINAL, SE RECONSTRUYE SU DISTRIBUCIÓN Y SE INTERVIENE DONDE ES ESTRUCTURALMENTE NECESARIO.. El debate en torno a la conservación de monumentos, si bien una idea moderna, es casi tan antiguo como el interés que comenzaron a suscitar en la sociedad decimonónica ciertas construcciones en las que se leía una importancia particular..

(10) Esta discusión se ha sostenido por más de cien años, y aunque se entiende su origen en un siglo marcado por la revolución industrial y cambios drásticos en las corrientes de pensamiento, no deja de extrañar que no hayamos dado aún con una estrategia única consensuada.. Claro está que las observaciones de Boito, al ser profundamente científicas, encuentran terreno fértil en la práctica de la conservación patrimonial. No obstante, la discusión de los radicales Ruskin y Viollet-le-Duc nos entrega otra consideración indirecta más. Para el tiempo en que se sostenía este debate, los objetos de estudio solían ser grandes palacios o templos, donde el motivo principal era la preservación de manifestaciones culturales de períodos determinados, por lo que todo tipo de intervención sería en pos de mantener los edificios en pie, asegurando de una u otra manera su condición original. Pero el gran ausente en esta conversación es el programa. Ya sea por las características monumentales de los edificios considerados patrimoniales, por la escasa demanda de infraestructura de estas dimensiones en la época o porque su uso aún estaba vigente, la reconversión poco o nada aparece como tópico. Los antiguos restauradores hacían solo eso, restaurar, lo que demandaba un profundo conocimiento en estilos y técnicas, más que una postura crítica frente a la disciplina de la arquitectura y la capacidad transformadora implícita en el proyecto, cuestión que hoy surge con fuerza por el vertiginoso cambio de uso de espacios que demanda nuestra sociedad.. 6 EUGÈNE VIOLLET-LE-DUC, LA CONSTRUCCIÓN MEDIEVAL: EL ARTÍCULO “CONSTRUCCIÓN” DEL DICTIONNAIRE RAISONNÉ DE L’ARCHI-. 7 ESTEBAN CHAPAPRIA, SEMINARIO: LA DOCTRINA DE LA RESTAURACIÓN A TRAVÉS DE LAS CARTAS INTERNACIONALES (2013).. TECTURE FRANÇAISE DU XIE AU XVIE SIÈCLE. (BARCELONA: EDITORIAL REVERTÉ, 1996), 122.. HTTP://HDL.HANDLE.NET/10251/28161. Si bien la disputa entre los postulados de Ruskin y le-Duc gira en torno al gótico, el debate es extrapolable a cualquier tipo de trabajo patrimonial. Y aunque el marcado sentido conservacionista del inglés se lee muchas veces como antagonista de los parámetros restauradores del francés, existe un espacio de posible convergencia entre ambas posturas que permite el entrecruzamiento de la convicción idealista del primero con la pragmática del segundo. Las dos visiones pueden conciliarse o coexistir, en una lectura forzada por cierto, pues apuntan a un fin común: el resguardo de lo que se considera valioso.. 18. 19. P A T R I M O N I O. Mientras Ruskin exacerba la idea de la ruina como manifiesto de la vida de las construcciones, Viollet-le-Duc intenta a toda costa prolongar la existencia de las mismas mediante una estrategia tanto formal como funcionalista. La ruina del primero es casi inhabitable, mientras que la ecléctica intervención del segundo ha sacrificado la originalidad de la preexistencia para poder prolongar su uso y proyectar una imagen de lo que nunca fue como si siempre hubiese sido.. C O N. Por otro lado la opinión de Eugène Viollet-le-Duc, quien afirma con su célebre frase que “restaurar un edificio no es mantenerlo, repararlo o rehacerlo, es restituirlo a un estado acabado que pudo no haber existido jamás en un momento determinado” 6 . Amparado bajo sus postulados, le-Duc alteró la apariencia de importantes edificios que consideraba incompletos. Haciendo uso de las nuevas posibilidades otorgadas por el hormigón armado, proyectó torres, fachadas, cubiertas, corredores y detalles que nunca existieron, en un afán personal de darle una apariencia más acabada a obras que se construyeron a lo largo de muchos siglos en etapas aditivas y que quizás no terminaron siendo como se habían planeado en un comienzo.. En este contexto polarizado surge otra figura fundamental en la discusión, el italiano Camillo Boito, que representa -de cierta forma- el estado del arte actual en torno a la restauración. Sus postulados, resumidos en las Cartas Italianas del Restauro, reúnen la opinión ampliamente aceptada entre especialistas en patrimonio, en la que se declara todo tipo de intervención. Resulta interesante detenerse en el primer punto de Boito, donde estipula que “los monumentos arquitectónicos, cuando se demuestre incuestionablemente la necesidad de intervenir sobre ellos, deben ser antes consolidados que reparados, antes reparados que restaurados, evitando en los mismos, con toda suerte de estudios, los añadidos y renovaciones” 7 . Aconsejar que antes de comenzar la restauración se deba estabilizar el edificio implica que la reparación estructural está escindida de la restauración formal, lo que constituye una contradicción en el intervencionismo declarado del manual del autor, entendiendo que la primera quedará velada por la segunda. Sin embargo, el listado de observaciones que hace el arquitecto italiano tiene bastante que aportar en torno a la intervención patrimonial que, a la fecha, era una disciplina tan incipiente que probablemente recién se separaba del concepto intuitivo de mantención.. O P E R A R. bastante purista, su postura de intervenirlos lo menos posible y solo de manera esencialmente estructural aún está muy vigente..

(11) La Iglesia Católica, organismo de recursos inconmensurables durante los pasados mil años, ha sido un gran crisol cultural: la imprenta, la universidad, el desarrollo de las artes plásticas y la música, entre otras, tienen directa relación con la influencia del cristianismo en la historia de occidente. E indudablemente en el campo de la arquitectura tampoco ha sido la excepción, en el que los edificios eclesiásticos componen una importantísima parte del patrimonio universal -cerca del 20% del total de edificaciones protegidas en Chile8 -. La escasa evolución del rito religioso en los últimos siglos, que presenta el mismo problema de desactualización que sufre el patrimonio, ha determinado una tipología muy definida de construcción sacra: templos y monasterios deben su configuración espacial y distribución interna al acto y doctrina que promueven. Pero debido a que las vocaciones sí han cambiado, sumado al momento crítico que vive la institución y el creciente sentimiento irreligioso, parte de la infraestructura eclesiástica ha tenido que comenzar a cerrar sus puertas o replantear sus usos. Pues precisamente este fenómeno cultural, que ha dejado importantes construcciones de la ciudad subutilizadas, es el gran escollo que debe sortear la conservación del patrimonio religioso. Y es aquí donde urge destacar la gran diferencia entre patrimonio laico y religioso. Mientras el primero ha sido concebido para albergar programas sociales, conmemorativos o habitacionales, de índole privado o colectivo, el segundo tiene sus orígenes en la consecución de un espacio primordialmente de 8 MÓNICA BAHAMONDEZ, EDUARDO MUÑOZ, MELISSA MORALES, “PATRIMONIO RELIGIOSO EN CHILE. SU VALORACIÓN: UN PROCESO EN DESARROLLO”. CONSERVA NO.17 (2012), 20.. 20. 21. P A T R I M O N I O. Comprendida la misión conservacionista como la actualización de usos a través de la vinculación de lo antiguo con lo nuevo, y de la intervención patrimonial como el declarado diálogo entre lo preexistente y lo propuesto, es que nos encontramos con un problema específico concerniente al patrimonio religioso. Cambiar el programa de un edificio histórico encuentra su punto más controversial al enfrentarse a este tipo de construcciones por la provocación que conlleva. Pero ¿cuáles son aquellos atributos y valores particulares del patrimonio religioso que condicionan este tipo de intervenciones?. C O N. A la luz de estas tres distintas posturas y una vez definidas ciertas directrices que trazan una línea de acción contemporánea en torno al trabajo sobre patrimonio, donde los deberes y oportunidades del arquitecto logren conservar, actualizar, poner en valor y rediseñar la relación entre lo pasado y lo contemporáneo a través intervenciones declaradas, funcionales y respetuosas, cabe preguntarse por el origen de la preexistencia. Replantear el uso, apariencia, espacio y funcionalidad de un edificio ¿depende de su programa original?. PROBLEMAS DEL PATRIMONIO RELIGIOSO. O P E R A R. Por una parte, la romántica idea de dejar sucumbir los edificios ante el inexorable paso del tiempo parece imposible de compatibilizar con el deber de conservarlos, además de contradecir el concepto de valor antes definido, ya que hipoteca cualquier tipo de vínculo fructífero que puedan entablar estas construcciones con la ciudad de hoy al condenarlas a su paulatino desuso. Por otro lado, la voluntad de restaurarlos en su lenguaje original o similar condiciona también las posibilidades de un nuevo diálogo con la realidad urbana actual, donde el hecho de no modificar la preexistencia es negar todo tipo de actualización que el edificio pueda sufrir en función de las demandas de su entorno. Finalmente, la pragmática elucubración de intervenir el patrimonio declaradamente, siempre en su forma menos invasiva y cuando sea estructuralmente imprescindible es quizás la postura más sensata, donde antiguo y nuevo se distinguen expresamente, pero en la que el excesivo respeto por la preexistencia ha restringido de sobremanera las posibilidades de proyecto, estigmatizando la alteración como un acto despótico..

(12) De manera similar a la lógica de reconversión de conventos operó la Iglesia durante la Conquista de Centro y Sud América. Reconocida la importancia social de los templos paganos de culturas locales, parte de la estrategia evangelizadora de la Corona Española fue la suplantación de los cultos originarios por los traídos desde Europa. La reutilización de espacios ceremoniales convertidos en iglesias fue una práctica común, y aprovechando la importancia que tenían estos lugares en la idiosincrasia de los pueblos originarios fue que la doctrina religiosa occidental se asimiló –de manera forzada- rápidamente por ellos. Ahora la demanda de profanación es distinta: ya no con fines de erradicar creencias, sino ante la paulatina disminución del culto católico, estas construcciones sugieren repensarse como nuevos centros de cultura contemporánea.. 22. La incongruencia entre estos dos atributos conducirá al proyecto de conservación patrimonial a un eventual desacierto, pues hipotecará en alguno de estos puntos la posibilidad de poner en valor la preexistencia. Así un cabaret de planta libre dentro de una catedral será más susceptible de mantener y acrecentar el valor espacial de la preexistencia que la construcción de un mall dentro del mismo edificio. Sin embargo el valor programático del centro comercial –que hoy ofrece algo bastante cercano a una religión contemporánea- es al menos más relevante que el del burdel. Claro está que ninguno de estos usos satisface de manera completa la intervención, pues ni el cabaret ni el mall logran relevar el valor programático de la preexistencia. Sin embargo ejemplifican de manera fehaciente la compleja ecuación de consideraciones que debe contemplar el trabajo sobre patrimonio religioso en pos de ofrecer algo mejor que lo actual. En definitiva el valor del trabajo sobre patrimonio religioso no responde a una lógica confesional, sino a un profundo respeto por la preexistencia, que sea capaz de enaltecer sus condiciones espaciales y repensar respetuosamente su programa como un elemento importante en la construcción socio-urbana.. 23. P A T R I M O N I O. Un ejemplo ilustrativo de esta particularidad es que los conventos reconvertidos, tradicionalmente, cambian su función a colegios y universidades. El común denominador de esta adaptación es la concepción de estos edificios como fuente de saber y disciplina, lo que permite que su lógica distributiva y tipología funcione para ambos programas. Ahora bien, las iglesias y templos enfrentan el mismo problema pero con la condicionante de su escasa compatibilidad programática. La famosa sentencia de Louis Sullivan, la forma sigue a la función, se vuelve una suerte de prisión programática cuando la forma entra en crisis si modificamos la función.. De lo anterior se desprenden dos atributos fundamentales a considerar en la reconversión de usos: el espacio y el programa. El primero hace referencia con el reconocimiento de las dimensiones y formas de estos edificios, cualidades determinadas por la atmósfera diseñada para el ritual o forma de habitar que acogen y las búsquedas estéticas de la época. El segundo tiene directa relación con el tipo de acto destinado para la construcción, el cual define la relevancia cultural que el edificio tiene en la sociedad. Si bien ambos atributos se retroalimentan y condicionan el uno al otro, en la intervención patrimonial la consecuencia entre ellos funda la posibilidad de conservar y acrecentar el valor de estas obras.. C O N. La idea de que la configuración espacial del patrimonio religioso es diferente a la del patrimonio laico es sencilla de comprender: basta observar las grandes alturas y largas naves de una iglesia para entender que fueron proyectadas para un uso poco convencional. Por lo tanto, a la hora de renovar sus usos, habrá que tener ciertas consideraciones al alterar la inercia programática que tienen estas construcciones.. La composición espacial de estos lugares sagrados responde a demandas específicas: la distribución de las partes de una iglesia, su altura y su tradicional planta basilical no es antojadiza, sino que responde a exigencias del acto que acoge –o acogía-, tal como la conformación de un claustro tiene su razón y forma en el propio significado de la palabra claustro. Pues estos atributos, claves para la determinación de los programas que albergan, deben ser considerados y explotados al momento de intervenir en este tipo de edificios.. O P E R A R. reflexión, retiro y observancia, destinado a la vida consagrada y a la transmisión de un culto a lo sobrehumano. En consecuencia, las construcciones seculares basan principalmente su diseño en las demandas programáticas de sus ocupantes, mientras las edificaciones eclesiásticas responden a una configuración impuesta para dar sustento a un rito y una forma de habitar particular..

(13) II. ÓRTESIS. EN. ARQUITECTURA. 25.

(14) 2: CANCHA DE TENIS DENTRO DE IGLESIA DEL SIGLO XVI EN MILÁN. LA INCONGRUENCIA PROGRAMÁTICA COMO INSTALACIÓN DE ARTE.. 26. Pero más allá de esta constricción formal, el concepto clásico de estabilidad deja poco terreno a la interpretación y debate. Un edificio puede ser considerado bello o feo, y puede funcionar bien o mal, pero al momento en que se pone en duda su firmeza la discusión se desvanece, pues cuestionamos un principio irrevocable de lo que debe definir a la arquitectura, que es comportarse de manera estable. Esta observación manifiesta la desigualdad de condiciones de los principios vitruvianos. Si bien para Vitruvio la obra arquitectónica debía equilibrar los tres, la experiencia real determina que existe una relevancia jerarquizada, donde el problema de la Firmeza. 27. E N. Ahora, la Firmeza, entendida como el óptimo comportamiento estructural de los edificios, es en gran medida una condicionante para los otros dos principios vitruvianos. La Venustas y la Utilitas estarán siempre constreñidas por las capacidades físicas de resolver los espacios de manera estable, limitante que puede también convertirse en oportunidad. Así, por ejemplo, la arquitectura moderna debe a la Firmeza del hormigón armado su posibilidad de alcanzar un nuevo tipo de Utilidades, y, a su vez, la combinación de ambos principios en esta nueva lógica constructiva permitió definir un nuevo concepto de Belleza.. Ó R T E S I S. De los tres principios propuestos por Vitruvio en su tratado “De Architectura”, Venustas, Firmitas y Utilitas, el que refiere a la Firmeza tiende a ocupar un lugar relegado en el quehacer del arquitecto contemporáneo. El primero, la Belleza, quizás el más distante de la prosaica encomienda de la arquitectura de dar cobijo, se reconoce como un aspecto deseable pero a la vez subjetivo y, en más de algún caso, dispensable. Por otra parte el tercero, la Utilidad, es el motivo de toda obra arquitectónica, pues conforma el origen del encargo de arquitectura; no obstante está sujeta a la evolución programática de los edificios a lo largo del tiempo, la que muchas veces admite cambios y adaptaciones. Sin embargo el segundo principio pareciera resolverse en el proceso de diseño por especialistas, tratándose como una tarea técnica a solucionar de la manera más sencilla posible, la cual pretenderá permanecer inalterada a lo largo de la vida útil de la construcción y que muchas veces pasará inadvertida.. A R Q U I T E C T U R A. ESTABILIDAD COMO PRINCIPIO FUNDAMENTAL.

(15) 3: CAMPANILE DE SAN MARCOS EN VENECIA LUEGO DE ALCANZAR SU MÁXIMO ESTADO DE EQUILIBRIO.. Profundizando en el concepto de metaestabilidad, dicho de un sistema “que se encuentra en equilibrio aparente, pero que puede cambiar a un estado más estable”10 , la arquitectura siempre ha funcionado bajo esta definición. La voluntad de erigir estructuras opuestas a la gravedad implica el diseño de estabilidades transitorias, constantemente vulneradas por el principio de entropía, esa tendencia al desorden y, en definitiva, a un equilibrio de mayor estabilidad, que se traduce en la insoslayable propensión de los edificios a derrumbarse. En consecuencia a esta inclinación de la materia a su distribución horizontal, los arquitectos se predispusieron a diseñar obras profundamente rígidas, con9 RAFAEL BENEYTEZ Y VÍCTOR CANO, “TENSEGRIDAD COMO CRÍTICA AL ABUSO DE LAS FORMAS ESTABLES”. ARQ 87 ESTRUCTURAS TENSILES (FEBRERO 2014), 22-33.. 10 DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, <<METAESTABLE>>, ÚLTIMA MODIFICACIÓN EN OCTUBRE DE 2014, HTTPS://DLE. RAE.ES/?ID=P4D3GTITENSILES. 28. 29. E N Ó R T E S I S. No obstante ese límite físico entre lo estable y lo inestable no es tan drástico como podría pensarse. Si consideramos a modo de ejemplo el cuerpo humano, que debe su estabilidad precisamente a la movilidad de sus partes, podremos entender el concepto de metaestabilidad 9: la habilidad de equilibrarnos en dos apoyos es solo posible gracias a la adaptabilidad de las uniones de nuestro cuerpo. Es decir que nos equilibramos gracias a su constante inestabilidad o, en otras palabras, a una gran sucesión de diferentes equilibrios débilmente estables. Pues esa misma flexibilidad que encontramos en nuestro sistema músculo-esquelético la hayamos también en gran parte de las estructuras, las cuales adquieren su rigidez una vez acopladas unas a otras. Esto quiere decir, de manera muy sintética, que la Firmeza es un principio que debe juzgarse de manera total, dado que la observación de sus partes constituyentes nos conducirá al ámbito de la mecánica –campo de estudio de las ingenierías- y no de la estática –campo de estudio de la arquitectura-, por lo que la sumatoria de los componentes de una estructura en conjunto es la que determinará la estabilidad de la edificación.. A R Q U I T E C T U R A. debe estar resuelto para sostener y configurar la Utilidad y Belleza –aun cuando en la práctica sean difícilmente separables-. Por lo tanto, mientras la Utilitas y la Venustas se mueven en un amplio espectro de posibles resultados parciales, la Firmitas admite principalmente dos veredictos opuestos en función de su uso: la estructura será estable o inestable..

(16) La comprensión de estos síntomas como advertencias del comportamiento de las estructuras es crucial. Entender que la fisura, la grieta y el desaplomo son manifestaciones de que los edificios encuentran estabilidades mayores es imprescindible para idear sistemas que los mantengan en pie. Luego, la proposición de elementos diseñados específicamente para sobrellevar estas fallas funcionales, en el sentido de aportar la adaptabilidad necesaria para otorgar mayor número de equilibrios estables a las construcciones y permitirles que se acomoden, se vuelve un objetivo imperante en el ámbito de la conservación patrimonial. Pero ¿cómo sostener un edificio?. La retórica sobre la debilidad del cuerpo humano y su consecuente necesidad de cobijo, representada en la alegoría de la cabaña primitiva, el barril de Diógenes y luego en las teorías racionalistas de la modernidad, definen la arquitectura en función de un usuario desprotegido y falto de las condiciones indispensables para subsistir sin edificar. La utilización del concepto prótesis en Wigley delata esta carencia y restringe la disciplina a una tarea avocada a la satisfacción de sus necesidades. Sin embargo llega un momento en que las demandas del hombre cambian o, en otras palabras, su extensión prostética ya no cumple las exigencias de la época. Y cuando esto ocurre hay dos caminos posibles para escoger: desechar o actualizar la prótesis. Solucionada esta disyuntiva a través de la determinación de valor antes discutida, concluimos que la actualización nos permitirá la conservación de la obra. Pero ¿cómo intervenir una prótesis, cómo reparar la vestimenta cuando ya no abriga? Prótesis se define como el “procedimiento mediante el cual se repara artificialmente la falta de un órgano o parte de él” 13. Ahora bien, como el órgano –edificio, prótesis en Wigley- está completo pero presenta fallas en su funcionamiento, deberemos acudir a un tipo de intervención atingente: la ortopedia.. 11 MARK WIGLEY, “PROSTHETIC THEORY: THE DISCIPLINING OF ARCHITECTURE”. ASSEMBLAGE NO. 15 (AGOSTO 1991), 7-8. 12 LE CORBUSIER EN MARK WIGLEY, “PROSTHETIC THEORY: THE DISCIPLINING OF ARCHITECTURE”. ASSEMBLAGE NO. 15 (AGOSTO 1991), 7 [TRADUCCIÓN PROPIA].. 13 DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, <<PRÓTESIS>>, ÚLTIMA MODIFICACIÓN EN OCTUBRE DE 2014, HTTPS://DLE.RAE.ES/?ID=US6Q9JZ. 30. 31. A R Q U I T E C T U R A. En el artículo de Mark Wigley “Prosthetic Theory: The Disciplining of Architecture”, el autor rescata y profundiza la idea de la relación entre edificio y usuario. Haciendo hincapié en el quiebre que sufrió el concepto de la arquitectura clásica de estructura-ornamento, entendida como cuerpo-vestimenta, por su contraparte moderna de cuerpo-edificio, representada en el par usuario-vestimenta11 , Wigley intenta explicar cómo la arquitectura cumple el rol de extensión del cuerpo “como respuesta a la indiferencia de la naturaleza”12 , conceptualizándola en forma de prótesis del usuario.. E N. Pero afortunadamente las falencias estructurales muchas veces aparecen como deformaciones visibles antes del colapso, y tradicionalmente hemos reparado los daños de nuestros edificios. Sin embargo históricamente se ha procedido con métodos naturales de intervención sobre estructuras de comportamiento deficiente. Muros, cubiertas y suelos se han mantenido y restaurado en las mismas lógicas en que fueron construidos, ladrillo por ladrillo, piedra por piedra, tabla por tabla, intentando que las condiciones originales no se vean alteradas por un parche o elemento ajeno. La desatención a estas señales inequívocas del juego estructural de los edificios, que tienden a asentarse en búsqueda de nuevos equilibrios, ha determinado que el momento crítico de estabilidad de nuestras construcciones solo se haya aplazado con medidas paliativas.. BASTONES, MULETAS Y PUNTALES. Ó R T E S I S. fiados en que el comportamiento indeformable de las estructuras era la solución al colapso. Y en cierto sentido estaban en lo correcto. Sin embargo, ante condiciones eventuales de solicitaciones anómalas, no contemplaron que la escasa mutabilidad del equilibrio resultante de estas construcciones sería el talón de Aquiles de las mismas. La incapacidad de adaptarse a nuevos grados de equilibrio, es decir, la incomprensión de la arquitectura como una disciplina metaestable, condenó a un sinnúmero de edificios al derrumbe debido a su excesiva estabilidad..

(17) 4: SOLDADO CON BRAZO PROSTÉTICO TRABAJA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PRÓTESIS DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.. Pero la definición de estas palabras aplicadas a nuestra disciplina nos conduce a un problema conceptual. Mientras en Wigley la arquitectura es la prótesis del cuerpo desprotegido, en su acepción médica la órtesis es la corrección del cuerpo defectuoso. Esto quiere decir que habrá un comportamiento dual del edificio en términos teóricos: como extensión del cuerpo del usuario, programáticamente, y como cuerpo en sí mismo, estructuralmente. Esta doble función determinará que cualquier intervención en la obra de arquitectura tendrá un doble impacto: sobre el uso y sobre la estabilidad. Ahora bien, en el campo del trabajo sobre patrimonio, en que la prótesis existente está en crisis tanto programática como estructuralmente, habrá que 14 ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NORMALIZACIÓN Y CERTIFICACIÓN, PRODUCTOS DE APOYO PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD. CLASIFICACIÓN Y TERMINOLOGÍA. (MADRID: AENOR, 2007), 29.. 32. 33. E N Ó R T E S I S. La diferencia, entonces, entre prótesis y órtesis es clara: mientras la primera reemplaza, la segunda corrige. Esta distinción, a ratos confundible por compartir el mismo fin de sostener el cuerpo defectuoso, conduce a una desemejanza estructural clave, la cual radica en la relación de estos dispositivos con el cuerpo portante. La prótesis, debido a su condición de reemplazante, se constituye como un elemento formalmente autónomo. Su funcionamiento dependerá siempre del cuerpo que auxilia, pero su concepción se basa en la emulación funcional de un miembro que ya no existe. Por otra parte la órtesis es un dispositivo correctivo, por lo que su configuración dependerá exclusivamente de la deformación que trate. Así su dependencia formal es radicalmente estrecha con el cuerpo que corrige, y su composición aislada es amorfa y caótica. Una prótesis dental es muy distinta a un mecanismo de ortodoncia. Si comparamos una con la otra, la dentadura prostética será lo más parecida a nuestros dientes, mientras que la ortodoncia –frenillos- se verá como una maraña indescifrable de alambres, coronas y brackets.. A R Q U I T E C T U R A. La palabra órtesis está compuesta por las raíces griegas orthos, tithemi y sis. La contracción de las palabras orto y tesis se traduce en derecho y proposición, por lo que podríamos decir que en español se aplica a un artefacto encargado de enderezar un cuerpo. La definición entregada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) hace mención a “un apoyo u otro dispositivo externo (aparato) aplicado al cuerpo para modificar aspectos funcionales o estructurales del sistema neuromusculoesquelético”14 ..

(18) intervenirla con un proyecto de arquitectura entendida como disciplina ortopédica. La desactualización de uso y el deficiente comportamiento estructural demandarán la introducción de una órtesis, dispositivo encargado de alterar y corregir su funcionamiento. Y en este diálogo se produce un nuevo tipo de relaciones.. 5: ESTRUCTURA ORTOPÉDICA TENSADA EN UN HOSPITAL A MEDIADOS DEL SIGLO XX.. Smiljan Radic recoge muy bien estas ideas de funcionalidad simbiótica, estructura y contraste en un caso contemporáneo al explicar el proceso constructivo de la Casa para el Poema del Ángulo Recto, en el cual dice que “cuando nos dimos cuenta que el techo no aguantaba, le pusimos un palo…” 15. Luego, ese palo, que presuntamente no tiene valor alguno por sí solo y que apareció como una solución simple en una faena compleja, es capaz de generar nuevas relaciones espaciales y estéticas basadas en su honestidad estructural una vez que interactúa con el resto de la obra. La obra sin puntal y el puntal sin obra, ninguno de los dos casos es por sí solo la Casa para el Poema del Ángulo Recto. Sin embargo cabe preguntarse: ¿cómo lograr que una intervención de esta naturaleza no altere de manera negativa la obra que se intenta proteger?. 15 SMILJAN RADIC, “CONVERSATORIO CON SMILJAN RADIC Y MARCELA CORREA” (ENTREVISTA EN EL SIMPOSIO “ARQUITECTURA A TRAVÉS DE LA FICCIÓN: EL IMAGINARIO NARRATIVO Y SUS MATERIALIZACIONES”, SANTIAGO, CHILE, 17 DE AGOSTO, 2017).. 34. 35. E N Ó R T E S I S. Como consecuencia a la demanda de actualización programática de la preexistencia y a la concepción de órtesis como dispositivo añadido de asistencia estructural –no reemplazante-, la espacialidad del edificio se verá irrevocablemente afectada por la inserción de este elemento ajeno. La ortopedia arquitectónica, en su lógica funcional y económica, será un sistema de apoyo profundamente racional, cuyo resultado plástico estará siempre supeditado a su óptimo desempeño estructural, negando cualquier emulación o remedo formal con la preexistencia.. A R Q U I T E C T U R A. Debido a que la órtesis es un cuerpo deficitario en sí –ya que no es auto portante-, la relación con su huésped es simbiótica y diluye el límite preciso que existe antes de la intervención. Luego, un cuerpo deficitario es la órtesis de un dispositivo ortopédico, en el sentido que es imprescindible el mal funcionamiento autónomo de ambas partes para que la ortopedia total sea un éxito..

(19) INTERVENCIONES PREVENTIVAS, LECCIONES DE LA GUERRA. 6: “LA ÚLTIMA CENA” DE DA VINCI PROTEGIDA POR ANDAMIAJE DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.. 36. En Francia –como en algunos casos italianos- se utilizó mayoritariamente un sistema de sacos de arena con una estructura de madera y acero, permitiendo una disposición vertical pronunciada para la constitución de refuerzos y apuntalamientos. La introducción de estos elementos estrictamente funcionales fue una medida temporal, sin embargo representa una forma de trabajar sobre patrimonio que adscribe fielmente a la corriente de Boito, donde la diferencia material y técnica declara explícitamente la relación entre lo antiguo y lo nuevo.. 37. E N. Durante los años que duraron las Guerras Mundiales, países como Francia e Italia vieron cómo las obras de arte y arquitectura más emblemáticas de la cultura occidental eran amenazadas por los constantes y azarosos bombardeos aéreos. En respuesta a este inminente peligro la mayoría de las colecciones fueron trasladadas a lugares más resguardados, sin embargo, los edificios y monumentos debieron resistir de alguna forma el asedio permanente de solicitaciones para las cuales no estaban preparadas. Para tales efectos la consideración fue una sola en diferentes versiones: sobreestructurar todo lo que se quisiera preservar.. Ó R T E S I S. Este panorama se traduce en una especial urgencia en temas de conservación patrimonial local: más allá de que evitar que las construcciones valiosas se derrumben sea un axioma transversal al trabajo sobre patrimonio construido en todo el mundo, en nuestra geografía presupondrá un esfuerzo particular, el de pensar en cómo hacerlas resistir a esfuerzos para los que no fueron diseñadas. Un ejemplo notable de cómo proceder lo encontramos en las protecciones patrimoniales europeas de las grandes guerras.. A R Q U I T E C T U R A. El patrimonio construido de nuestro país vive una situación particular: junto con el escaso financiamiento para obras de restauración, la constante amenaza de actividad sísmica ha sido el principal obstáculo en la conservación de edificios protegidos. Dado que la tradición constructiva local no contempló en su diseño grandes innovaciones en el comportamiento sismo resistente, múltiples ciudades de Chile han sufrido destrucciones y subsecuentes reconstrucciones, mermando severamente el número de edificios patrimoniales y exponiendo a un gran riesgo a los que se conservan hasta el día de hoy..

(20) 7: CATEDRAL DE AMIENS CON REFUERZO DE SACOS DE ARENA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.. Estos elementos adheridos condensan en gran parte el imaginario moderno de principios de siglo XX. La belleza de los silos descrita por Le Corbusier, Gropius y tantos más radica precisamente en la estricta funcionalidad de los mismos. De igual forma, los blindamentos son la expresión honesta de su función: sin alardes de ningún tipo, desnudan su estructura, recurren a formas geométricas sencillas –debido a su eficiencia estructural- y responden al fatigado comportamiento de los cuerpos que protegen. De cierta manera son el 16 JEAN-LOUIS COHEN, “PROTEZIONE”. AA FILES 70 (JULIO 2015), 28-32.. 38. 39. E N. Tanto las experiencias italianas como francesas demuestran una sensible aproximación a las construcciones históricas, pues para proteger bien es necesario conocer tanto la lógica constructiva como el comportamiento estructural de los edificios. Así, ambas formas de protección comparten una imagen común, la del andamiaje y cimbra, estructuras temporales absolutamente necesarias para la construcción de estos mismos inmuebles. Y no ha de extrañarnos este paralelo: de cierta manera la protección preventiva es un retroceso en la expresión estática de las construcciones, debido a que se aleja del momento culmine de equilibrio proyectado, el momento en que el edificio está completo y se auto-porta.. Ó R T E S I S. Construyen un segundo edificio, a veces en contacto con el valioso y otras no, donde el fruto de este cruce es un tercer edificio, configurado por la interacción de los dos proyectos. Más allá del uso temporal de estas construcciones, lo que demuestran estas referencias son las posibilidades de intervenir la imagen y espacio de edificios históricos a través de operaciones profundamente funcionales.. A R Q U I T E C T U R A. Los italianos, por su parte, utilizaron métodos algo diferentes en función de resguardar sus construcciones consideradas valiosas. Para ello emplearon muchas veces refuerzos de ladrillo, en una estrategia que en el curso de la Segunda Guerra Mundial llamaron sencillamente blindamento16 . Lo interesante de estos casos es la solidez de las intervenciones, en las que el elemento temporal se confunde -por su masa- con la construcción a salvar. Si bien estos mecanismos preventivos no fueron muy exitosos por la rigidez y peso que presentaban –al colapsar los refuerzos muchas veces destruían ellos mismos la obra patrimonial-, el resultado espacial de la intervención es sumamente interesante..

(21) 8: ARCADA CON REFUERZO DE LADRILLOS EN ITALIA DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.. 17 LE CORBUSIER, HACIA UNA ARQUITECTURA. (BARCELONA: EDICIONES APÓSTROFE, 1998), 16.. 40. 41. E N. Cabrá luego preguntarse entonces por el impacto de estas órtesis en el uso. Si bien los ejemplos anteriores son proyectos estructurales temporales, existe la posibilidad de trasladar este tipo de intervenciones al ámbito definitivo del patrimonio en crisis de estabilidad. Y es precisamente en este terreno, donde la adecuación de refuerzos con posibilidad de modificar los usos de los edificios en que se lee un campo inexplorado de posibilidades. La tarea entonces es: sostener, conservar y modificar.. Ó R T E S I S. Sin lugar a dudas, y de manera colateral, estas construcciones temporales abren un amplio espectro de nuevas configuraciones espaciales y usos para el patrimonio que protegen. Y de igual forma plantean un tema cotidiano pero a la vez desatendido: cuando los refuerzos no se logran disimular, se recurre al procedimiento inverso, la declaración. El diente de oro ejemplifica este fenómeno de exaltación del defecto al llevarlo al extremo de la ostentación, en el que el dispositivo de apoyo cobra una relevancia exacerbada ante la imposibilidad de ocultarse. Esta medida radical, si bien no representa la vocación de lo planteado en este texto, manifiesta la extensa posibilidad de encontrar ciertas formas de belleza en un panorama tan adverso.. A R Q U I T E C T U R A. negativo de la preexistencia, espacial y estructuralmente, y quizás por estar exentas de toda pretensión formal, logran congeniar sin necesariamente interferir, pues es precisamente en esta lógica donde cobra sentido la sentencia del maestro de la modernidad: “las emociones que suscita la arquitectura, emanan de condiciones físicas ineluctables, irrefutables, olvidadas hoy” .17.

(22) III. LA. RECOLETA. FRANCISCANA. 43.

(23) BREVE RESEÑA DE UNA LARGA HISTORIA. Desde un principio comenzaron los incesantes cambios. La Capilla de Aguayo fue demolida en 1643 para dar paso a la construcción del templo y residencia de los religiosos, pero ya aquel primer intento edificatorio se vería interrumpido por el terremoto de 1647, que destruyó completamente la obra y obligó a empezarlo nuevamente. Luego de este temprano escollo se logró finalizar la primera versión del convento, de arquitectura muy humilde pero suficientemente funcional como para albergar sin problemas a los frailes y ofrecer misa. 18 JUAN ROVEGNO, HISTORIA Y DEVOCIONES POPULARES DE LA RECOLETA FRANCISCANA DE SANTIAGO DE CHILE. (SANTIAGO: PUBLICACIONES RECOLETA, 2001), 27.. 44. 45. R E C O L E T A. En este contexto y a través de la donación de los terrenos de la piadosa pareja compuesta por el Corregidor de Coquimbo, Maestro de Campo Nicolás García Henríquez, y su mujer, Doña María Ferreira y Moncada, es que los franciscanos se instalan en el sector. Bajo la condición de los donantes “de que funcionara ad perpetuum como lugar de oración”18 , se comienza la construcción de un convento de recolección en 1643, en el mismo lugar donde estuviera la Capilla de Aguayo, propiedad del matrimonio que ya reunía por ese entonces a gran cantidad de fieles.. L A. Durante los primeros años, en su misión de apoyo a la colonización, fundan numerosas casas de oración y conventos a lo largo del país, desde La Serena hasta Castro, consolidando así su presencia en el territorio. Mas, a fines del siglo XVI y luego de la destrucción de los asentamientos españoles al sur del Biobío a manos de los aborígenes, gran parte de los colonos vuelve a la capital en búsqueda de una vida más segura. Este repentino cambio demográfico en Santiago condujo inexorablemente al crecimiento de la mancha urbana, deviniendo en el poblamiento del sector de La Chimba.. F R A N C I S C A N A. La historia de los franciscanos en Chile es casi tan extensa como la del país. Doce años después de la fundación de Santiago del Nuevo Extremo, por instrucción de la Corona Española, llegan los primeros misioneros de la orden -en 1553-, precedidos solo por los mercedarios venidos con los conquistadores..

(24) 9: POSTAL DE LA RECOLETA FRANCISCANA, PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.. Tan luego como estuvo listo el nuevo complejo es que surge otro tipo de problemas. Tiempos agitados se avecinaban y las vocaciones religiosas se vieron mermadas a tal punto que el noviciado se vio obligado a cerrar. Dentro del mismo convento comenzó a haber discrepancias entre los frailes españoles. 19 MIGUEL LABORDE, TEMPLOS HISTÓRICOS DE SANTIAGO. (SANTIAGO: EDICIONES EL MERCURIO, 1987), 33. 20 SANDRA GONZÁLEZ, HISTORIA DE LA IGLESIA Y CONVENTO DE LA RECOLETA FRANCISCANA. (SANTIAGO: PUBLICACIONES RECOLETA, 2011), 50.. 46. 47. R E C O L E T A. Sin embargo, la catástrofe tendría al menos algún beneficio momentáneo para la vida futura de la Recoleta. Una vez terminada su reconstrucción, el complejo incluía una nueva Iglesia de “una sola nave y medía 50 metros de largo por 10 de ancho y unos 8 de alto y su estilo representaba fielmente el barroco bávaro jesuita”20 . Además contaba con una torre, sacristía, huertas, tres claustros grandes y dos pequeños. Los primeros se encontraban dispuestos hacia el poniente del Templo, los que se conectaban entre sí mediante un compás o muro exterior que los vinculaba con la plazuela de la esquina, la torre y la Iglesia, y que servía de límite entre el convento y el espacio público. Los dos claustros menores se encontraban hacia el norte de los mayores, habiendo uno de particular belleza llamado Claustro del Pozo. No existen registros gráficos de la distribución espacial de la Recoleta de esta época, pero fue esta disposición la que trazó en gran medida la construcción del edificio que conocemos hoy.. L A. Este primer gran esfuerzo también tendría sus desgracias. El 8 de julio de 1730 un fuerte sismo sacudió Santiago, destruyendo gran parte de la ciudad como de la Recoleta, obligando a los religiosos a refugiarse en el Convento de La Cañada, que por ese entonces había sobrevivido a dos grandes terremotos y ya mostraba su aún vigente resistencia sísmica. Con la ciudad en el suelo y La Chimba completamente aislada, pues el recientemente construido Puente de Ladrillo, primero en cruzar el Mapocho, quedó en ruinas, la reconstrucción de la Recoleta Franciscana se vio tremendamente perjudicada. Tanto así que los trabajos de la segunda construcción del Convento se extendieron hasta 1811, más de ochenta años después del desastre.. F R A N C I S C A N A. a los feligreses chimberos, con un templo “… de una sola nave y de sesenta varas de largo con su tabernáculo, además de unos toscos muros amenizados por estrechos ventanucos… y que poseía su altar como único adorno”19 ..

(25) y los de ascendencia chilena, hecho premonitorio de que la Recoleta sería objeto de nuevos cambios.. Entre 1848 y 1864 se siguen las labores de remodelación. Se derribaron los viejos, oscuros e insalubres claustros para construir unos de mayor altura. Cuatro años después se encargó a un joven Fermín Vivaceta la remodelación del templo, quien aumentó el número de naves y altares, y renovó las termi10: RECORTE CENTRO-NORTE DE PLANO DEL SANTIAGO DE JEAN HERBAGE DE 1841. NOTAR EL TAMAÑO DE LA RECOLETA DURANTE LA ÉPOCA Y SU DESPOBLADO CONTEXTO EN LA CHIMBA.. 21 SANDRA GONZÁLEZ, HISTORIA DE LA IGLESIA Y CONVENTO DE LA RECOLETA FRANCISCANA. (SANTIAGO: PUBLICACIONES RECOLETA, 2011), 57.. 48. 49. R E C O L E T A. Con el retorno de los frailes se iniciaron obras para la renovación de la lúgubre y pobre arquitectura del edificio. En 1845 se ejecuta la construcción del nuevo templo, el que tardará tres años en estar listo y en la que se le atribuye gran responsabilidad en la recaudación de fondos a Fray Andresito, limosnero de gran veneración hasta el día de hoy. Esta vez la Iglesia se construye con “… materiales tales como cal, ladrillos, barro, madera y hierro… fue terminada presentando una construcción de tres naves, de figura ochavada y cónica. Sus muros fueron construidos de cal y ladrillos, y el resto, de barro con ladrillos, los que estaban estucados” 21.. L A. A pesar del compromiso de O´Higgins de devolver el Internado Religioso en ocho meses, no sería hasta el año 1837 que los franciscanos podrían volver a su hogar, sólo para encontrarse con un convento víctima del pillaje y que comenzaba una reducción de su extensión, con terrenos ya vendidos a privados para alimentar las alicaídas arcas del gobierno de la época.. F R A N C I S C A N A. El año 1821, esta vez por eventos políticos, los recoletos fueron obligados a abandonar nuevamente su convento. El Director Supremo, Bernardo O´Higgins, viéndose en aprietos económicos para financiar la campaña en contra de las insurrecciones realistas del sur, vende el terreno de las religiosas Clarisas del Monasterio de la Plaza y traslada a estas últimas a la Recoleta. La mermada población de alrededor de cincuenta frailes franciscanos es desalojada bruscamente de su morada, la que por cierto ya compartieron entre 1817 y 1820 con parte del Cuerpo de Artillería del Ejército Libertador..

(26) 11: PLANO DEL CONVENTO DE LA RECOLETA FRANCISCANA DE 1919. NOTAR SU EXTENSIÓN HACIA EL NORTE DURANTE LA ÉPOCA.. Por otra parte, la única ala aún existente del último claustro del noviciado, al poniente del claustro principal, es ocupada desde fines de la década del 90 por un hogar para niños con VIH, bajo la dirección de Fundación Santa Clara. En la actualidad también funciona una playa de estacionamientos en lo que queda del patio del pozo, pues la mitad norte de éste fue vendido y loteado. A su vez, por la fachada oriente del templo, hacia la calle y sobre la vereda,. 50. 51. R E C O L E T A. En los años venideros, además de la disminución en infraestructura y población de la clausura, se abrirá la misma a diversos usos. En la actual sacristía se instala una tienda reparadora de calzado con acceso por avenida Recoleta. Se acogen diversos grupos de juventudes católicas en la primera mitad del siglo y también se recibe a un grupo de alcohólicos anónimos más adelante. En 1970 se inaugura el comedor caritativo, aún en funcionamiento, que se sirve almuerzo y comida a personas en situación de calle. Durante algún período en el ala norte funciona un colegio, en el espacio que presuntamente acogió la biblioteca, donde se habilitó tanto un comedor como piezas de un internado. Más adelante se utilizaría el mismo lugar como depósito de la sede de Recoleta del Banco de Estado.. L A. A finales del siglo XIX Santiago comenzó a vivir una serie de cambios que le dieron una renovada imagen a una capital que se aproximaba a la celebración del centenario de su independencia. Se contempló el trazado de nuevas calles en Recoleta, por lo que los religiosos decidieron vender parte de su propiedad. Los terrenos franciscanos alcanzaban la calle Dávila Baeza por el norte y Salas hacia el poniente, en una extensión de unas seis veces a la actual. En 1895 se vendieron los terrenos de los frutales y huertas del monasterio a la sociedad del Gran Mercado de Abastos de la Ciudad de Santiago, extensos predios donde hasta hoy funciona el tradicional Mercado de la Vega Central.. F R A N C I S C A N A. naciones interiores, afinando el acabado tosco de la versión anterior. Además, se agregó una linterna sobre el altar principal que, junto con el ensanche de las naves laterales, otorgó una mejor iluminación natural. Algunos relatos le atribuyen a Vivaceta, también, la construcción de la torre de la Iglesia, mas, crónicas y dibujos de la fachada principal con data anterior a su intervención ponen en entredicho su autoría..

(27) El caso de la Recoleta Franciscana no es la excepción. Históricamente la biblioteca, el refectorio y el templo han sido, sin lugar a dudas, los espacios más suntuosos del convento. Pero hoy en día, encontramos una biblioteca confinada a una pequeña sala en el primer nivel del ala norte, ocupada por estantes y libros, pero en un evidente estado de desuso. La mermada población de lectores y estudiosos ha dejado subutilizada una sorprendente colección de documentos, que ahora descansa en un recinto ordinario e inconsulto, mientras el comedor y la Iglesia gozan del mejor estado de conservación del lugar. Sin embargo, al recorrer el claustro, aparece un imponente espacio abandonado en el segundo y tercer piso del ala norte, al cual los frailes se refieren, también, como biblioteca. Este lugar, de doble altura, con una pasarela perimetral en el tercer piso y una escalera imperial para llegar a ella, es sin dudas el más noble que queda de los antiguos claustros. Ya sea por su altura, sus elementos de madera o la disposición de sus ventanas, resulta innegable afirmar que el recinto fue diseñado para albergar un programa colectivo y fundamental en la vida de los monjes. Y, como su designación lo anticipa, es lógico pensar que la biblioteca, en algún momento, ocupó tan distinguida construcción.. 52. 53. R E C O L E T A. En 1973, bajo el gobierno de Salvador Allende, la Recoleta Franciscana fue declarada Monumento Nacional, con lo que se le adjudicó nuevos recursos para una necesaria mantención. De igual manera, durante la dictadura de Augusto Pinochet, se aprobó financiamiento para obras menores de restauración en la década del 80. Sin embargo, luego del terremoto de 1985, el segundo piso del ala norte del convento quedó inhabilitada, sujeta a una demolición que nunca se llevó a cabo por falta de recursos.. Los conventos, históricamente, han sido lugares de retiro y observancia. Dentro de estas construcciones existen dos grandes categorías programáticas: los espacios destinados a satisfacer las necesidades básicas de la vida, tales como la cocina, habitaciones, enfermería, huertas y bodegas; y los volcados a la vida espiritual, como lo son la Iglesia, capilla, coro, refectorio y biblioteca. Si bien la vida monacal no distingue necesariamente esta diferencia, su arquitectura sí lo hace. Los espacios de servicio, normalmente, son estrictamente funcionales y sencillos; mientras que los lugares colectivos y de índole doctrinal comúnmente gozan de un privilegiado diseño. Así programas como el refectorio, la biblioteca, la capilla y el templo son espacios ornamentados y bien construidos, casi siempre de considerable altura y buena iluminación, que de alguna manera contrastan con lo lúgubre, austero y descuidado de celdas, cocinas, baños y bodegas.. L A. se ha adosado al muro una serie de quioscos de vendedores de mochilas, los que incluso han construido una techumbre tejada a semejanza de la cubierta de la iglesia.. F R A N C I S C A N A. EL ESPACIO DE LA BIBLIOTECA.

(28) Lamentablemente el otrora magnífico espacio destinado a la biblioteca en el segundo y tercer piso del ala norte ha quedado a merced del tiempo, abandonado ya por más de treinta años. Poblado por gatos y palomas, se encuentra en un estado lamentable, luego de que se declarara inhabitable a causa del daño sufrido en el terremoto de 1985. La historia de la habilitación y, al parecer, breve uso de este recinto como biblioteca no está bien documentada tampoco, pero de la observación de su estructura y disposición espacial muchas conclusiones pueden obtenerse. 12: PLANO DEL CONVENTO ANTES DEL LOTEO DE 1923. EN AZUL LOS EDIFICIOS EXISTENTES, EN ROSADO LA BIBLIOTECA ANTERIOR A 1919, EN NARANJO LA BIBLIOTECA EN PLANO DE 1919 Y EN AMARILLO LA BIBLIOTECA EN PLANO DE 1959 Y ACTUALIDAD.. 54. Este recinto, que actualmente es el volumen más alto del claustro después de la iglesia, tiene sus particularidades. Tanto su ubicación perpendicular al templo, la manera en que enfrenta lateralmente al altar mayor y los planos,. 55. R E C O L E T A. En el Archivo Histórico Franciscano ubicado en el antiguo Convento de la Cañada, se observa un documento determinante, único registro de su ocupación. La imagen muestra precisamente el espacio antes descrito siendo utilizado como biblioteca, con sus anaqueles repletos de libros y más de algún monje que los consulta.. L A. Por lo tanto, el recinto existente en el segundo y tercer piso del ala norte, actualmente abandonado, si albergó la colección de libros, debe haberlo hecho en algún momento entre 1923 y 1959.. F R A N C I S C A N A. La biblioteca ocupó diversos recintos a lo largo de la historia del claustro. El antiguo y desaparecido edificio donde se ubicó hasta no más allá de 1919 aparece referenciado, tanto en la literatura como en los planos, a un lugar al norponiente del patio del pozo, es decir, cerca de la actual intersección de las calles Nueva Rengifo y General de la Lastra, en un recinto amplio y digno. Luego, en una planta de alcantarillado de 1919, se encuentra la biblioteca en el ala sur del claustro principal, de la cual no se señala mayor detalle. Posteriormente, en la tesis de Alfredo Andrade de 1959, la biblioteca fue dibujada en su destino actual, es decir, en el primer piso del ala norte del convento que conocemos..

Referencias

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