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La lectura de ficción como experiencia de capital social

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Academic year: 2020

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(2) ,. TECNOLOGICO DE MONTERREY. El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Ciudad de México. LA ESCUELA DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES POSGRADO EN ESTUDIOS HUMANÍSTICOS Los miembros del comité de tesis recomendamos que la presente tesis de la Mtra. Leticia María de Lourdes Epstein Cal y Mayor sea aceptada como requisito parcial para obtener el grado académico de Doctora en Estudios Humanísticos con especialidad en Ciencia y Cultura Comité de Tesis. L-~¿_ Dra. Inés Sáenz Negrete Directora de tesis. Dr. William Clark Murray Sinodal presidente. Dra. Lourdes Velá Sinodal. 09 de diciembre de 2013. r.

(3) ,. TECNOLOGICO. DE MONTERREY~. LA LECTURA DE FICCIÓN COMO EXPERIENCIA DE CAPITAL SOCIAL. TESIS QUE PRESENTA:. LETICIA MARÍA DE LOURDES EPSTEIN CAL Y MAYOR. PARA OBTENER EL GRADO DE:. DOCTORA EN ESTUDIOS HUMANÍSTICOS CON ESPECIALIDAD EN CIENCIA Y CULTURA DIRECTORA DE LA TESIS:. DR.j\,ÉSSÁEN~NEGRETE TECNOlóGICO. DE MONTERREY. Biblioteca. C.S- Cludlld dt lMa:io. DICIEMBRE 2013 CAMPUS CIUDAD DE MÉXICO.

(4) -i [$ (-5;. c_J /. ZLD03 {; ~-::,;i... .?ot,4. . .r~. . ' Propiedad intelectual de Leticia M-arfa de Lourdes Epstein Cal y Mayor, 2013 todos los derechos reservados..

(5) A mi madre, a mis hijos, a mi esposo. Equilibrio de historias en donde me encuentro en comunión con la vida..

(6) Agradecimientos Mi primer agradecimiento al Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México por el apoyo brindado para realizar mis estudios de doctorado y para la elaboración de la tesis. En especial al equipo de trabajo que conforma la Biblioteca del campus, su respaldo fue fundamental para que esta investigación llegara a buen término. A todos mis colegas y maestros por los comentarios y recomendaciones que me ayudaron a delinear y afinar mi trabajo. El diálogo que con ellos sostuve me permitió tener parámetros claros para investigar y plantear mis averiguaciones. Mi más profunda gratitud para la Dra. Inés Sáenz, quien no sólo fue guía puntal para mi trabajo, sino compañera cercana que me infundió la confianza en mi misma para afrontar todos los retos que se presentaron en el camino..

(7) ÍNDICE. 1. 11. Introducción. 1. La imaginación social: recrear desde la ficción. 12. 1. La revelación de la pluralidad 1.1 Imaginar como síntesis de lo diverso 1.2 Pensar sin barandillas 1.3 Tomar la iniciativa. 44 61 77 89. 2. Recobrar la empatía 2.1. La lectura como experiencia 2.2. La simulación de la realidad social 2.3.La empatía como resultado estético. 102 112 128 142. 3. La emergencia de la creatividad 3.1. El acontecer de lo inédito 3.2. Autonomía como proceso creativo 3 .3. La institución del sentido. 161 173 192 207. El acceso cultural al capital social. 219. 1. Del capital humano a la perspectiva de las capacidades 2. La movilización del capital cultural 3. Acceso y uso del capital social. 229 251 284. Conclusiones. 305. Bibliografía. 330.

(8) Introducción. lt has always been difficult far Man to realize that his lije is ali an art. lt has been more difficult to conceive it so than to act it so. Far that is always how he has more ar less acted it. Havelock Ellis El lema de la República debe ser la cultura, porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz. Federico García Lorca. En su obra "Ficción" 1, Alice Munro nos regala un relato en donde bien podemos introducimos en el poderoso sentido de esta manifestación cultural, que extiende el sentido de la mímesis y del poder creativo del lector. La protagonista de la historia, Joyce, vive una experiencia en donde la realidad y la ficción se mezclan para dar paso a una comprensión de sí misma que no hubiera alcanzado si no es por la oportunidad que le brinda la mirada de otro. La mirada de una niña que construye de recuerdos, piezas sobre la vida de Joyce que se convierten en novela. Encrucijada en donde la protagonista puede leer partes de su pasado en un espacio común desde otra perspectiva, la de Christie, una niña con la que convivió como su maestra de música, y en la que puede ser testigo de múltiples escenas que no presenció, pero que ahora le ayudan a completar su propia historia y la de las personas en ella involucradas. Un ejemplo claro de cómo el lector sigue una trayectoria de significado dentro de la lectura, que reanima el curso dinámico del texto para prolongarlo al mundo de la praxis según la propuesta de Paul Ricoeur. 2 Este cuento de Munro revela la poderosa capacidad de la ficción para revelar la realidad I. Munro, Alice. Ficción. En Demasiada felicidad. México: Debolsillo, 2013. Valdés, Mario (Coord.). Con Paul Ricoeur. Indagaciones hermenéuticas. Barcelona: Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2000. p. XIII.. 2.

(9) desde las diversas ópticas que el lector despierta al responder a las exigencias del texto. Como lectores concretamos la obra viviendo en el mundo de la praxis, de tal suerte que entrelazamos ambos mundos: "el mundo de la obra ficcional sólo puede constituirse en la medida en que el lector tenga el mundo de la praxis del cual extraer las suposiciones necesarias para realizar el discurso literario". 3 En su introducción a la obra de Ricoeur, Mario Valdés afirma que la lectura de literatura es la intersección decisiva entre el mundo de la obra y el mundo de la praxis real, pues implica el compromiso a través del cual se efectúa una transferencia del mundo ficcional al real. Afirma que para Ricoeur, la lectura es el espacio que nos permite hacernos un mundo textual lleno de posibilidades mediante lo que este autor llama la referencialidad escindida: la configuración del texto es similar a la configuración de la acción que percibimos y a la acción que los relatos nos cuentan, de tal suerte que, "el logro más elevado del texto de un autor ( ... ) es convertirse en un mediador entre el lector y su mundo, entre el lector y otros miembros de la comunidad, entre el lector y sí mismo". 4 Amparada en este sentido, la presente investigación busca entender la vinculación entre la práctica cultural de la lectura de ficción y el beneficio social que ésta aporta. En particular, se pregunta por el impacto que tiene leer ficción literaria cara al desarrollo de nuestra capacidad para tener acceso y poder usar del capital social. Para responder a esta cuestión, la perspectiva con la que se considera la ficción corresponde a una visión más amplia que aquella que encontramos en el entendimiento. 3 4. Valdés, Mario. Con Paul Ricoeur. Indagaciones hermenéuticas. p.p. XIV-XV. Valdés, Mario. Con Paul Ricoeur. Indagaciones hermenéuticas. p. XV.. 2.

(10) clásico de la mímesis. En su artículo Mimesis and Possible Worlds, 5 Lubomír Dolezel reconfigura la noción de mímesis para proponer una alternativa a las teorías de la ficción, en la que concepto de "mundos posibles" ofrece una propuesta que alberga con mayor pertinencia la efectividad de la referencialidad escindida que produce en el lector el efecto social que supone la hipótesis de este trabajo. Se trata de una semántica de la ficción que pone el énfasis en las múltiples posibilidades narrativas de construcción e interpretación que expanden y profundizan de nuestro entendimiento de la praxis. Es, siguiendo los tres momentos con que Ricoeur explica la mimesis,6 una perspectiva que retrata el proceso de transformación del lector y su conexión con su mundo real. Esta noción de la ficción literaria busca conectarse con las disposiciones y acciones encaminadas a conseguir y a mantener beneficios de carácter social. Concebido como una inversión en recursos incorporados en redes sociales, 7 la apuesta de esta investigación es que el capital social puede ser accedido y usado con mayor oportunidad si el agente cuenta con el equipamiento cultural que le permita entenderse a sí mismo y comprender a los otros; una capacidad que en este caso es alimentada de ficción. Los recursos a los que aquí aludimos como capital social son aquellos aspectos relacionados con la interacción humana: obligaciones o conexiones de la estructura social que facilitan ciertas acciones en ella, como el cumplimiento de las normas, el surgimiento de la confianza y la configuración de redes sociales. 8. 5. Dolezel, Lubomír. «Mimesis and Possible Worlds.» Poetics Today (Duke University Press) 9, nº 3 (1988): 475-496. [mi traducción]. 6 Ricoeur, Paul. Time and Narrative. Chicago: The University ofChicago Press, 1984. Pos. 79 de 7273. [mi traducción]. 7 Lin, Nin. A Network Theory of Social Capital. En Handbook on Social Capital. New York: Oxford University Press, 2008. [mi traducción]. 8 Van Deth, Jan. Measuring Social Capital. En Handbook on Social Capital. New York: Oxford University Press, 2008. Pos. 2047 de 9257. [mi traducción]. 3.

(11) Considerada como ficción,9 la literatura tiene una relación especial con el mundo: un evento lingüístico que proyecta un mundo ficcional que implica un narrador, personajes, eventos y una audiencia. Su mundo es producto más de la imaginación que de la historia y lo que se dice cobra sentido por obra de la interpretación; a diferencia de los textos de no ficción, el texto literario no está incorporado en un contexto que indica cómo debe ser entendido, sino en uno que deja abierta la pregunta sobre lo que la ficción trata en realidad: la referencia al mundo no es tanto una propiedad de las obras literarias, como si una función que se les asigna vía la interpretación. El papel activo que en este contexto se le asigna al lector, deja ver con claridad la razón por la que esta actividad, es la que la investigación ha elegido para proponer un terreno en el que el agente social se podrá preparar para mejorar sus condiciones de interacción. Se trata de analizar cómo esta actividad de interpretación nos permite una mejor comprensión de nosotros mismo y de los otros, de tal manera que los vínculos resultantes sean más fructíferos. Más allá del ethos de las relaciones sociales, lo que la investigación propones es que, si la lectura de literatura de ficción facilita estados de capital cultural subjetivado, en particular disposiciones a la pluralidad, empatía y creatividad, entonces esas disposiciones pueden convertirse en capacidades para generar capital social. Muchos son los argumentos que los teóricos de la literatura ofrecen para presentar la lectura de ficción, tanto de narrativa como de poesía, como una forma de desarrollar un sentido humano que facilite nuestra interacción social. La investigación los toma en cuenta para aventurarse a la construcción de la noción de imaginación social, una 9. Culler, Jonathan. Literary Theory. A Very Short lntroduction. Oxford: Oxford University Press, 2000. Pos. 737 de 3029. [mi traducción]. 4.

(12) capacidad conformada de tres aspectos que ligan la experiencia lectora con una mejor posición del agente frente a los retos que le presenta la estructura social. Cada uno de ellos se analiza bajo marcos teóricos diferentes a la teoría literaria, pero que tienen una incidencia significativa en la construcción cultural de lo social: son todos aproximaciones hermenéuticas para abrir y reinsertar el mundo del texto literario dentro del mundo de la. praxis sociai. 10 La ventaja que aporta la revisión transdisciplinaria de la ficción conlleva no sólo un entendimiento más profundo de la literariedad, sino el establecimiento de sus puntos de contacto con el mundo social. Al elegir una perspectiva filosófica para analizar la pluralidad con Hannah Arendt, una psicológica para comprender la empatía con John Dewey y una sociológica con la cual ahondar en la creatividad de la mano de Cornelius Castoriadis, la investigación se aboca a dibujar las condiciones de posibilidad para el desarrollo de una capacidad para la interacción social, como efecto de la lectura de ficción. Tal capacidad es concebida como resultado de la potenciación que la ficción literaria provoca en la imaginación, con miras a la comprensión e interpenetración del fenómeno social. De tal suerte que esta llamada imaginación social, pueda fungir como disposición subjetiva que facilite al agente el acceso y uso del capital sociai. El análisis que hace esta investigación de los tres aspectos que componen la imaginación social, sigue una estructura análoga a la que realiza Ricoeur. 11. cuando delinea. la trama narrativa. Para este autor, el potencial de la función mimética y su referencia metafórica a la esfera de la acción humana requiere de una tripe distinción. En primer lugar, el término mímesis hace referencia al entendimiento previo en orden a la acción; en. 111 11. Valdés, Mario. Con Paul Ricoeur. indagaciones hermenéuticas. p. XIV. Ricoeur, Paul. Time and Narrative. Pos. 79 de 7273.. 5.

(13) segundo, la mímesis enmarca la entrada al reino de la composición literaria; finalmente, la mímesis también se entiende como aquella configuración que se logra de la refomrnlación poética de lo que estaba preestablecido en orden a la acción. Parafraseando a Ricoeur, la función mimética en la lectura de ficción favorece en el lector a una disposición de imaginación social en un proceso de tres momentos: el momento de la prefiguración que supone la revelación de la pluralidad como condición de la acción humana, el momento de la configuración con la recuperación de la empatía, y el momento de la refiguración con la emergencia de la creatividad. Cuando se trata de entender la estructura social en la cual buscamos tener ganancias, encontramos que leyendo ficción "seguimos el destino de un tiempo prefigurado que se convierte en un tiempo refigurado a través de la mediación de un tiempo configurado.". 12. La anatomía de esta imaginación social nos lleva a entender con Ricoeur cómo leer ficción es un proceso de transformación temporal con respecto nuestra posición frente a lo social. Pero también es una experiencia de ubicuidad pues nos abre posibilidades que no tenemos actualmente cercanas, lo cual favorece que el lector adquiera una disposición que se inserta claramente en el discurso de las capacidades. La segunda pa11e de la investigación se aboca al análisis de esta disposición como capacidad y como capital. Partimos del marco de referencia la teoría del desarrollo desde la perspectiva de las capacidades, en donde lo que se resalta es la libe11ad que poseen las personas para llevar el tipo de vida que valoran. La investigación construye bajo esta perspectiva una propuesta de la capacidad que es efecto de la lectura de ficción, que si. 11. Ricocur, Paul. Time and Narrative Pos. 1306 de 7273. 6.

(14) bien se relaciona con la noción de capital humano, de capital cultural y de capital social, busca liberar su valor intrínseco con respecto a las connotaciones económicas. La suposición de fondo es que el lector de ficción adquiere un capital humano entendido como una capacidad que le pem1ite mayor libe1iad para la interacción social; la perspectiva de las capacidades en Amartya Sen. 13. abre el espacio para que los. conocimientos y las habilidades que posee un sujeto puedan entenderse como un capital no supeditado a lo económico. Esto es fundamental porque la naturaleza de la experiencia estética. implica. la. acción. desinteresada. del. sujeto,. misma. que. no. puede. instrumentalizarse si es que ha de mantenerse su esencia. Leer ficción genera imaginación social si y sólo si, ocurre en condiciones de libertad y desinterés: la capitalización de la experiencia lectora sólo puede darse cuando ésta se a dado, pero si tratamos de promover la experiencia como medio para conseguir otro fin, no habrá experiencia en sentido estricto y, por ende, nada que capitalizar. Ahora bien, esta imaginación social que genera la lectura de ficción puede capitalizarse pues, una vez que se ha dado la experiencia estética en repetidas ocasiones, se genera un capital en el lector que le significa una disposición o equipamiento que facilita la interacción social. La investigación indaga de la mano con Pierre Bourdieu. 14. la. morfología del orden social en atención a la relación dialéctica del campo, como historia objetivada, y el habitus, como historia subjetivada. Los capitales -económico, cultural y social- representan los principios diferenciadores que explican las posiciones dentro del mundo social. El lugar que la lectura ocupa en este análisis, es el de la acción que influye en la dinámica de habitus y que se convierte en un capital cultural subjetivado que i.1. Sen, Amartya. Development as Freedom. Ncw York: Anchor Books, 2000. [mi traducción].. 14. Bourdicu, Pierre. Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción. Barcelona: Anagrama, 1997. 7.

(15) comparte con las noc10nes de capital humano y social, su carácter intangible. La investigación detecta en este punto, la razón de la jerarquía entre los capitales y la supeditación de lo cultural y lo social a lo económico. Situación que es impo1tante detectar para revisar críticamente el tema de la convertibilidad entre los capitales, puesto que lo que estamos proponiendo es una transformación del capital cultural subjetivado de la lectura de ficción en una forma de obtener ganancias sociales. Ante la gran diversidad de nociones con las que se define al capital social, la investigación encuentra en la estructura que plantea Nin Lin. 15. una radiografía adecuada. para conectar lo que ocuITe en el lector con las posibles ganancias sociales que le pueda acaITear la lectura de ficción. Más que generar los recursos que están incorporados en las redes -normas, compromisos y confianza- lo que ocasiona la lectura de ficción es que se nos facilite el acceso y uso de esos recursos. Lin distingue el capital social dependiendo las acciones que le dan origen, en instrumental y expresivo. Si hablamos de un capital social instrumental, no cabe duda que leer ficción nos capacita para la retórica del poder, pero si nos concentramos en el capital social expresivo que propone Lin, la imaginación social que genera la lectura de ficción, nos da acceso a los recursos que están incorporados en las redes sociales y nos brinda el sentido común necesario para poder aprovecharlos. La presente investigación reconoce la necesidad de reflexionar desde una perspectiva ética sobre los problemas en la interacción humana, pero no transita esta avenida. Más bien se involucra con una indagación sobre las capacidades humanas en el. "Lin, "\in. Social rn/JÍ/11/. .·l TllfO("J" o/Social S!ruc/11re and ...!rlion. Ncw York: Cambriclp;c Uni,·crsily Prcss, '.2001. [mi traducción 1-. 8.

(16) terreno social y sobre cómo éstas pueden ser desarrolladas a partir de prácticas culturales, en pai1icular, la de la lectura de ficción. Esto implica una consideración del capital cultural generado por la lectura como un motor de beneficios sociales. No se trata de analizar el deber ser de las relaciones interpersonales, sino de averiguar una forma de empoderar a los agentes para que mejores sus posibilidades de interacción La lectura de ficción es una actividad que tiene un valor en sí misma y beneficios formativos innegables; entonces, ¿por qué no conformarnos con el capital cultural del que nos provee?, ¿cuál es la razón de convertir el capital cultural de la lectura en capital social? La intuición que da origen a la hipótesis de esta investigación, que implica que leer ficción es una actividad que genera disposiciones que favorecen nuestro capital social, es que vivimos en una mundo rico en expresiones culturales, pero que sin embargo es muy pobre en muchos otros sentidos. Hoy más que nunca la tecnología puede llevar a toda manifestación cultural a conspirar a favor de nuestra conexiones sociales. Pero hace falta fortalecer a los agentes sociales para que estos intercambios culturales que de hecho suceden, puedan ser aprovechados cabalmente para mejorar su capacidad para estrechar relaciones de confianza y reciprocidad. La paradoja que atestiguamos desde las humanidades y las ciencias sociales, es la presencia de la mayor diversificación en instrumentos de conexión que hemos conocido, encontrada con una deficiencia alan11ante en nuestra capacidad de aprovechar estos canales: la riqueza tecnológica cae en suelo infé11il cuando somos incapaces de leemos y comprendemos. Situación que refleja metafóricamente la insuficiencia placentaria que padecemos, en la que por más que recibamos insumos valiosos para construir una estructura de vinculación, el resultado es la desnutrición social. Y esto en el caso de ser incapaces de aprovechar recursos valiosos,. 9.

(17) pues la verdad de las cosas es que hemos llegado a lugar en donde nos encontramos -la insuficiencia placentaria- por la pobre dinámica alimentaría que padece la estructura cultural como base de lo social. La falta de atención a lo cultural en materia de desarrollo, ha dado lugar a una desnutrición de la sociedad ante la cual es muy difícil mantener y desarrollar capital social. La experiencia estética se presenta como un parteaguas en la nutrición del capital cultural que se requiere para poder construir vínculos sociales. Dentro del abanico de este tipo de experiencia, la que acontece con la lectura de ficción tiene -a juicio de la presente investigación- un potencial inigualable. La crisis en la cultura que padecemos debe entenderse en su significado político y social,. 16. y servir de base para una transformación del paradigma con el que apreciamos y. valoramos nuestro ser y hacer. Somos lo que culturalmente consumimos según jerarquías que estructuran valorativamente contenidos. El juego entre las disposiciones subjetivas de los agentes y las estructuras objetivas de su entorno está mediado por una variedad de capitales, pero sin duda es el capital cultural el que tiene mayor incidencia en la institución imaginaría de la socíedad.. 17. La atención que se le debe al desarrollo cultural. de los agentes sociales, debe vencer la mentalidad filistea, en la que todo se juzga en tém1ínos de utilidad inmediata y de valores materiales, y que por consiguiente, concibe la experiencia del arte como inútil y secundaría en el orden del bienestar. Como resultado, la sociedad se enajena ante esta jerarquía valoratíva que produce un tipo de expresiones que impiden su más versátil institución, funcionando a partir de. 16. Arendt, Hannah. Enlre el pasado y e/fu/uro. Ocho ejercicios sobre la reflexión po/ífica. Barcelona: Ediciones Península, 1996. p. 209. 17 Castoriadis, Comclius. La institución imaginaria Je la sociedad. Buenos Aires: Tusquets Editores, 201 O. 10.

(18) una cultura de masas, en la que según Hannah Arendt, 18 sólo el ai1ista se rescata como individuo, sólo él tiene los recursos subjetivos para su autonomía. En el esquema de la sociedad de masas no hay realmente cultura, sino sólo entretenimiento: se consumen los objetos ofrecidos por la industria del entretenimiento como cualquier otro bien de consumo. Esto crea una amenaza para el mundo cultural, pues los objetos se valoran por su frescura y novedad, sirven para pasar el rato, se fagocitan y destruyen al consumirlos. Esta forma de consumo de ninguna manera puede imputarse sólo al tipo de capitales culturales que tenemos actualmente a nuestra disposición, sino principalmente a las formas en las que los digerimos. Sin embargo, lo que acaba sucediendo es una forma de círculo vicioso en la dinámica de la producción y consumo culturales, ocasionada por una desnutrición estructural. La lectura de ficción no es panacea para la salir de esta situación, pero sí que es uno de los más efectivos caminos para libramos de la enajenación que nos ha colocado en ella. La experiencia estética que alberga esta práctica cultural nos acerca a "la dialéctica de la mismidad y de la ipseidad implícitamente contenida en la noción de identidad narrativa".. 19. Empodera al actor social al familiarizarlo con la otredad, al transportarlo a la. experiencia empática y hacerlo consciente de su papel creativo. Tres momentos de una experiencia que se encaminan a la solución de la miopía funcional que padecemos, para hacer nuestras las claves del entendimiento social que requerimos y poder tener acceso y disfrute de nuestro patrimonio común.. 1 ~. 19. Arcndt, Hannah. Entre el pasado y el.futuro. p. 209. Ricocur, Paul. Sí mismo como otro. México: Siglo XXI Editores, 2008. p. 138. 11.

(19) l. Imaginación social: recrear desde la ficción. La poesía despierta la opariencia de lo irreal y del e11s11e110 . .fi·ente a la realidad palpohle y ruidosa en la que nos creemos en casa. Martín Heidegger El munc/o es el conjunlo de sínlomos de una enfermedad que se confúnde con el hombre. La literalura aparece en/onces como una empresa de salud. Gillcs Delcuzc. Necesitamos la ficción porque nuestra programación filogenética no es suficiente para vivir como humanos. Las narraciones nos resultan imprescindibles como guías para entender por dónde caminar y cómo habitar el mundo. Desde el inicio de la civilización, los mitos fungieron corno explicaciones a preguntas ineludibles de nuestra existencia, cuestionarnientos que incluían el cómo vivir y cómo establecer relaciones con los otros de los que dependía nuestra supervivencia. Hoy en día, la ficción secularizada ocupa un nuevo espacio, uno no menos importante que el del mito, que sin duda supera al mero entretenimiento. En diversos formatos y niveles, la ficción contemporánea permea nuestra vida cotidiana y nos ayuda a cumplir funciones fundamentales de integración social, seamos o no conscientes de ello. En su fonna literaria, la ficción es recurso evolutivo para la institución simbólica de la sociedad. En varios foros referidos a la lectura encontrarnos testimonios y argumentos sobre ventajas que esta actividad apo11a al lector, además de las que naturalmente le están referidas, como el disfrute y la recreación. Para ejemplificar esto, el mensaje que ofreció Mario Vargas Llosa al recibir el Premio Nobel de literatura en 20 l O, es un óptimo preámbulo para iniciar un análisis de la posibilidades de la experiencia de la lectura de ficción:. 12.

(20) "Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura, además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los escritores independientes". 1 Además de "sumimos en el sueño de la belleza y la felicidad", parece que eso a lo que le llamarnos gozo estético tiene un alcance mucho más amplio del que regularmente le concedemos. La relación con la libertad que Vargas Llosa le confiere a la ficción se refiere a las muchas posibilidades de la poiesis en su intercambio con la praxis. Si hacemos un recorrido por la historia social de la literatura, podemos constatar que las expresiones literarias siempre han acompañado, e incluso precedido, a las grandes. I. Vargas Llosa, Mario. «''Discurso Nobel: Elogio de la lectura y la ficción".» Nohelprize.org. Nobel Media AB, 2013: disponible en: http://www.nobelprizc.org/nobcl_prizes/litcrature/laureatcs/2010/vargas_llosalccturc_sp.html.. 13.

(21) empresas de la humanidad: rescatando el pasado, delineando el presente, previendo el futuro. Esta investigación busca dar cuenta de los efectos de la lectura de ficción en un sentido que va más allá del goce estético, pero que está tejido en este disfrute. Se pregunta sobre la posibilidad de capitalizar estos efectos en el ámbito social tomando en cuenta la conciencia de libertad que brinda. Cualquier consideración sobre el impacto social de la lectura de ficción debe comenzar con el análisis de su contribución a la construcción de la subjetividad. 2 El primer punto en este sentido es -como apunta Michele Petit- la posibilidad que otorga la lectura de tener un espacio propio. Este espacio psíquico no es una ilusión, sino el sitio mismo de la elaboración o la reconquista de una posición de sujeto. La identificación es otro de los elementos relacionados con la lectura; citando a Proust, Petit afirma que "cada lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo. La obra de un escritor no es más que una especie de instrumento óptico que él le ofrece al lector a fin de petmitirle discernir aquello que, sin ese libro, quizá no habría visto en sí mismo". Con la lectura de ficción descubrimos lo que estaba ahí, pero no habíamos visto, pero también creamos nuevos pasajes a pa11ir de lo que ya teníamos. La disposición creativa tiene que ver, según Petit, con la libertad . La lectura literaria crea un espacio de posibilidad que ha provocado, no pocas veces, temor o sospecha, que como dice Vargas Llosa, son prueba de que leer en una actividad de efectos profundos y poderosos. Paradójicamente, la lectura como gesto solitario y libre, hace que mucha gente descubra cuán cerca puede estar de otras personas, un medio para abrirse a otros y no. 2. Pctit, Michclc. lec/uros: del espacio ínfimo al espacio público. México: Fondo de Cultura Económica,. 2001. p.p. 42-54. 14.

(22) temerles, para ampliar horizontes más allá de los allegados. Michele Petit advierte que subjetividad no es individualismo, ni debe confundirse sociabilidad con gregarismo: "Leer no nos separa del mundo. Nos introduce en él de manera diferente. Lo más íntimo tiene que ver con lo más universal, y eso modifica la relación con los otros. La lectura puede contribuir, de ese modo, a la elaboración de una identidad que no se basa en el mero antagonismo entre 'ellos' y 'nosotros' ( ... ) Puede ayudar a elaborar una identidad en la que uno no está reducido solamente a sus lazos de pertenencia( ... ) una identidad plural, más flexible, más lábil, abierta al juego y al cambio".. 3. Las posibilidades que abre la lectura de ficción abarcan desde la construcción de uno mismo hasta el mejoramiento de nuestra disposición hacia otros. La lectura no puede reducirse a sus beneficios sociales, pues es más bien un acto interindividual o transindividual que genera una riqueza para acercarse al otro que vive en uno mismo. La crónica sobre lectura que Petit ha presentado en varias obras, atestigua su potencial para perturbar las formas de organización social, en donde lo que está en juego, es el cambio a otras formas de pertenecer a la sociedad. Previniéndonos de ser ingenuos, Petit afinna que la lectura no resolverá los problemas de la humanidad ni nos hará más virtuosos. Tampoco nos hace necesariamente más respetuosos del otro ni más democráticos; lo que sí nos permite es colonizar un espacio más amplio y abrimos a lo desconocido: como diría Holderlin, habitar poéticamente el mundo. El capital social que esto representa, será analizado en esta investigación una vez que se hayan revisado ciertos aspectos de esa forma de habitación. 3. Petit, Michclc. Lecturas: del espacio íntimo al espacio público. p. 57. 15.

(23) Las preguntas sobre los efectos de la lectura de ficción se detonan en primer lugar, en la consideración del lugar que ocupa la ficción en general en el espectro cultural actual, tanto por su volumen de su consumo, corno por el efecto de significación que produce. En diferentes formatos y medios, la ficción nos rodea por todos los flancos produciendo un efecto integrador del que la mayoría de las veces no somos conscientes. Sólo necesitarnos considerar la cantidad de horas que pasarnos frente a una pantalla, transportados por la imaginación narrativa a mundos diversos, identificados con personaJes totalmente alejados de nuestra realidad cotidiana, que sin embargo nos resultan tan cercanos a nuestra condición humana, para damos cuenta que la ficción debe tener un papel fundamental en la satisfacción de nuestras necesidades y en la construcción de nuestra vida. Será que nos nutre de tal manera, que nos alejamos de la sensación de insaciabilidad tan característica del mundo actual.. 4. Un creciente cuerpo de investigaciones sugiere que el arte en general puede ser un valioso motor de renovación cívica, y cada vez son más las instituciones están dirigiendo substanciales recursos a esta causa. Como apunta la publicación del Saguaro Seminar,. Arts and Social Capita/5, el arte puede nutrir el capital social a través de fortalecer relaciones, ayudar a que las comunidades entiendan y celebren su patrimonio cultural, y dotando de un espacio simbólico fértil para discutir y resolver problemas sociales complejos. Con este panorama como antecedente, la investigación se da a la tarea de formular una propuesta que coloca a la lectura de ficción como una inversión de rendimientos ~ Boltanski, Luc., y Eve Chiapcllo. El nuevo espíritu del capitalismo. Madrid: Editorial Akal, 2002. 5 Saguaro Seminar on Civic Engagcment in America. The Arts and Social Capital. Cambridge: The Better Togcthcr Report Kennedy School of Govemment en la Universidad de Harvard, 2000.. 16.

(24) sociales. En esta primera parte se analizan los elementos que hacen de la literatura de ficción un campo fértil para la formación de condiciones que permitan al lector ser un sujeto con un mayor rango de opciones para la acción social. La facultad que se destaca es la imaginación desde una perspectiva similar a la que postula Charles Wright Milis con su concepto de imaginación sociológica. 6. .. En este caso empero, se trata desde una. experiencia accesible a cualquier lector, en la que el mundo de la ficción ofrece posibilidades para desarrollar la imaginación como capacidad para familiarizarse con la pluralidad de su entorno social, recobrar la empatía que le conecta con el otro y tomar conciencia de su potencial creativo en el juego social. El concepto de imaginación social implica la capacidad que desarrolla la lectura de ficción para salir de nosotros mismo, transportamos a otro contexto para ponemos en los zapatos del otro y desde ahí, anticipar y diseñar las posibilidades con las que contamos para instituir nuestro entorno social. En la segunda parte de esta investigación, se propone un esquema teórico que capitaliza la experiencia estética y propone a la lectura de ficción como una inversión de rendimientos para el acceso y uso del capital social. Habremos de comenzar entonces, con una justificación de por qué, de entre todas las a1tes, se ha elegido la literatura como vehículo para mejorar en el sujeto sus posibilidades de vinculación e interacción. La literatura, dice John Carey7, es superior a las otras artes y hace cosas que éstas no pueden hacer. La literatura es la única capaz de autocrítica, lo que significa que es la única que puede rechazarse por completo y, en este aspecto, es más poderosa y consciente de sí misma que cualquier otro arte. También es la. Wright M, Charles. The Suciological lmoginotion. Ncw York: Oxford University Prcss, 2000. [mi traducción]. 7 Carey. John. ¿Poro qué si1Te el orle~. Barcelona: Debate, 2007. p.p. l 81-203.. <,. 17.

(25) u111ca arte capaz de criticar cualquier cosa porque es la única capaz de razonar; las pinturas pueden expresar criticas implícitas, pero están limitadas por lo indecible. Otras artes como el cine pueden ejercer la crítica, pero sólo porque le roban las palabras a la literatura. Sólo ella puede expresamente hacer crítica y por eso puede ser utilizada equivocadamente a juicio de esta investigación- como mecanismo moralizante o de manipulación, propósitos diversos sin duda, pero separados por una delgadísima línea que pasa desapercibida en muchas ocasiones. El potencial de la literatura destaca por encima de todas las demás artes, no sólo por que su materia -el lenguaje- es la institución social básica, sino porque con la literatura las separación entre creador y espectador se reduce como en ninguna otra expresión artística. Sin pretender que escribir una pieza literaria es lo mismo que leerla, sin duda podemos afinnar que el lector es el espectador más cercano al creador de entre todas las manifestaciones aiiísticas. En el acto del consumo de literatura, el lector es también un ai1ista, un intérprete y un creador. A tal grado debe haber una reinterpretación de cada obra en cada lectura, que si no fuera así, no habría lectura en estricto sentido. La lectura de literatura es una experiencia activa que requiere del lector una pa11icipación, un tomar pai1e en la narración que ofrece el autor. Por otro lado, Carey sostiene que el elemento inherente a toda literatura es la imprecisión, y es justamente ésta la que otorga el poder al lector. Todos los textos escritos requieren de una interpretación, de tal sue11e que todos son imprecisos en este sentido. ''Vale decir que el lector no sólo puede, sino que debe, llegar a alguna clase de acuerdo con la imprecisión para poder extraer sentido del texto" 8, para lo que se hace necesaria la. 8. Carey, John. ¿Poro qué sirve el arte?. p. 222. 18.

(26) imaginación. La imprecisión literaria genera múltiples lecturas individuales, por lo que cada uno de los lectores tiene una experiencia original; nuestra manera de interpretar las palabras nos obliga a imaginar, lo cual es lo mismo que decir que la lectura nos exige una creación propia. La creación ocurre incluso cuando el mismo lector lee el mismo texto por segunda vez: lo que hemos vivido y leído en el pasado afecta nuestra manera de leer y de dar sentido a la imprecisión de lo que leemos, dado que toda experiencia se integra al catálogo de posibilidades con las que imaginamos. A partir de su propio registro, cada lector establece nuevas conexiones entre los textos y construye redes de asociaciones originales; con esto contribuimos a crear lo que leemos, conexiones imaginarias propias que empoderan al lector con un aparato de inteqxetación perfectamente adecuado a su ser y circunstancia. Lo cual no impide que compartamos con otros nuestras redes de asociaciones corno de hecho sucede. Pero justamente porque nuestras pesquisas imaginativas son arbitrarias y personales, las redes de asociaciones que creamos contribuyen de manera esencial a fortalecer nuestro sentido de identidad, al mismo tiempo que nos ayudan a reconocer al otro como tal: cuando a través del texto la palabras de otro se alojan en nuestra mente, nos delineamos frente e él como en un espejo.. 9. Desde una perspectiva práctica, la literatura también aventaja a las otras aiies ya que es la que tiene el más fácil acceso: cualquiera que sepa leer puede experimentarla. No se desconoce con esto el reto o dificultad que algunos textos puedan presentar, o la exigencia en general que supone la lectura; basta considerar el enorme esfuerzo que supone su promoción, para entender la dificultad que implica el acto de leer en las condiciones culturales que premian en la sociedad contemporánea. Aunque esta. 9. Carey, John. c:Para qué sirve el arte!. p.p. 249-252. 19.

(27) investigación no se ocupa del complejo proceso de la animación a la lectura, implícitamente la considera en la intención general de presentar los beneficios que esta actividad aporta en el terreno social. A diferencia de la formación específica que requiere la apreciación de las otras artes, el acto de leer literatura tiene la enorme ventaja de aportar en cierta medida los beneficios de la creación literaria, experiencia que coloca al espectador como el más activo de los receptores del arte. La literatura no nos vuelve morales según Carey 10 , pero sí que aporta ideas para pensar y estimular nuestra mente. "Las ideas poéticas no nos dicen cuál es la verdad: nos hacen sentir cómo sería conocerla"; su fuerza radica en no ser específicas, de modo que cada lector puede adoptarlas y adaptarlas. Pero lo más importante, la literatura no nos adoctrina porque su esencia es la diversidad y su efecto el auto-cuestionamiento. Técnicamente es posible que se use para adoctrinar o manipular, pero esa sería una fonna de instrumentalización de la literatura que tergiversaría su propia esencia. La literatura no apunta a lo que debe ser, sino a lo que puede ser. Por eso ha alimentado la mente de muchas generaciones transportándolas y transformándolas. Aunque es posible entender la experiencia lectora como una forma de evasión o aislamiento, lo que se analiza en los apartados de este capítulo nos conduce a concebirla más corno un vehículo de encuentro con uno mismo y con los otros. Los diversos efectos que conforman lo que la investigación concibe como imaginación social, nos permite afinnar que la lectura de ficción fo11alece aspectos de la capacidad general del lector para vincularse con su entorno. Estamos sin duda en la antesala de la consideración ética, en la que la investigación se detiene para analizar la posibilidad de la praxis desde poiesis.. °Carey, John. ¿Para qué sirve el arte?. p. 253.. 1. 20.

(28) Toda expenencia estética posee un potencial educativo, pero el cultivo de la imaginación que la literatura aporta, fortalece nuestra sensación de autoconciencia y empatía como ningún otro arte. El lector recrea y percibe la misma sensación que el escritor de la narración. Es más, los recientes descubrimientos en neurociencias apuntan a fenómenos sumamente reveladores para el tema que nos ocupa. Con el descubrimiento de las neuronas espejo se ha mostrado en primer lugar, que una misma pai1e de la c011eza cerebral se ilumina no sólo cuando ejecutamos y observamos una acción, sino también cuando la imaginamos: la reproducción imaginativa de la experiencia lectora es idéntica en el cerebro a la experiencia real. Lo que leemos y lo que vivimos tienen la misma representación neuronal, lo que nos hace pensar en el enorme potencial que tiene la imaginación. Por otro lado, estas mismas células espejo, posibilitan la conexión y comunicación entre las personas, siendo ellas la base fisiológica de la empatía.. 11. Una. perspectiva radicalmente nueva sobre la naturaleza humana está emergiendo en las ciencias biológicas y cognitivas, que nos mueve a replantear la vieja creencia de que el ser humano es egoísta por naturaleza. Empezamos a tomar conciencia de que somos una especie con una paradójica relación entre empatía y entropía, que se ha manifestado en formas inesperadas gracias al avance tecnológico. Según Jeremy Riflin, "la Edad de la Razón ha sido eclipsada por la Edad de la Empatía".. 12. No podemos afirmar si estamos o. no en una era donde premia la empatía, pero lo que sí se reconoce a lo largo de esta investigación es que la experiencia estética en general, ayuda al reconocimiento y recuperación de los vínculos psicosociales preexistentes. En especial, la lectura de ficción 11. Jcffcrs. Caro! S. «\Vithin Conncctions: Empathy, Mirror Ncurons, and Art Eclucation.» Art Ed11catio11 62, n" 2 (2009): 18-23. [mi traducción]. le Rifkin. Jcrcmy. The Empathic Civili:::otion. The Roce to Global Conscio11s11ess i11 a World i11 Crisis. Ncw York: Jcrcmy P. Tarchcr / Pcnguin. 2009. p.p. 1-3. [mi traducción]. 21.

(29) genera una experiencia empática con los personajes y situaciones del mundo narrativo, que aviva una condición natural en el ser humano atrofiada por coordenadas culturales. Experiencia de empatía que se corrobora con los avances científicos que han hecho posible la lectura del cerebro humano, arrojando datos que sólo se habían vislumbrado en conjeturas de orden filosófico. Así como las neurociencias nos están invitando a cambiar el paradigma con el que consideramos a la naturaleza humana, así también han motivado a una revisión de nuestra facultad de imaginar y del lugar que ocupa la experiencia estética en nuestra fom1a de comprender y construir el mundo que nos rodea. Implica la consideración de una perspectiva singular en la que se analiza la imaginación para proponer una fom1a de desarrollo basado en la artes, y en la que la lectura de ficción da fruto de particulares beneficios. En este sentido, Denis Dutton. 13. explora los rasgos interculturales característicos. de las artes para tratar de definirlas en virtud de una serie de criterios grupales. De los doce que propone, el último -la experiencia imaginativa- es considerado el más imp01tante. Dado que toda experiencia estética ocun-e en el teatro de la imaginación, Dutton afinna de la mano de Kant, que la obra de arte es una representación que se ofrece a esta facultad al margen de la existencia de lo representado, como un objeto imaginativo sometido de forma desinteresada. La experiencia estética viene dada por el modo en que desvincula la imaginación de su propósito práctico, liberándola de las limitaciones de la lógica y la comprensión racional. Si la experiencia imaginativa en la que se da el goce del arte es desinteresada y libre, ello explica el espacio tan preciado que Vargas Llosa le. 1.1. Dutton, Den is. El insti111U del arte. Madrid: Paidós, 20 l O. p.p. 78-89.. 22.

(30) concede en particular a la ficción. ¿Cómo entonces se pretende que la lectura de ficción rinda beneficios y pueda capitalizarse en términos sociales? Antes de definir la relación poiesis y praxis en el contexto de la hipótesis general de esta investigación, debernos aclarar que si bien la experiencia estética se da desinteresadamente, una vez que se da, sus efectos pueden examinarse desde la perspectiva de la capacidad que generan en el lector. El goce estético es un fin en sí mismo, lo cual no anula la posibilidad de que el impacto causado en el lector no pueda rendir frutos diversos, específicamente los que aquí se aluden en materia de interacción social. Capitalizar la experiencia de la lectura implica entender los efectos benéficos que ésta tiene una vez dada, sin la pretensión de instrumentalizar la actividad. Es en el sujeto en donde encontramos la transformación psicosocial a la que la investigación alude, partiendo de las características inherentes en la ficción literaria. La poiesis que está implicada en toda experiencia imaginativa puede vincularse de varias fom1as con la. praxis, pero para delinear la ruta específica que va desde la lectura de ficción al capital social, será imprescindible declarar en qué sentido se maneja la noción de ficción a partir de la cual el lector forma la capacidad de imaginación social, para explicar por qué la literatura es la fom1a atiística más pertinente para formar capital social. 14. .. El lenguaje es la fomrn cultural base de todas las demás, razón por la cual la eficacia social se presenta de manera especial en la literatura según Dutton. 15. ,. puesto que. la experiencia imaginativa que ap01ia, es la más accesible y completa en el teatro de la mente humana: el arte narrativo es una ampliación intensificada y funcionalmente adaptativa de las cualidades mentales que nos separan en gran medida de otros animales. 1 ~. 15. Carey, John. ¿Para qué sirve el arte?. p. 179. Dutton, Dcnis. El instinto del arte. p. 142 23.

(31) Además, el hecho de que la implicación mental de los mundos imaginarios de ficción sea un hecho universal en las culturas indica que la creación y consumo de ficción es una adaptación evolutiva. En la misma línea de consideraciones, Jorge Volpi. 16. resalta que, en. virtud de su profundidad, la ficción literaria es más poderosa que la ficción en otros soportes, por ejemplo, el cine. No desestimamos la fuerza que una película tiene para transportamos al mundo narrativo, pero la experiencia imaginativa que se da en la lectura no se supera con nada. Esto porque, corno ya apuntamos, la trabajo de interpretación que hace del lector un verdadero creador, está diluido en otras fom1as de consumo de ficción, principalmente debido a las de imágenes predeterminadas que acompañan la narración. En el contexto del soporte Iiterario, la investigación torna en consideración tanto a la prosa corno a la poesía, ya que desde el punto de vista de la ficción, no hay una diferencia específica entre estos dos géneros. Ambos tienen un origen común en el acto ficcional y se refieren a la invención de existencias, eventos y estados imaginarios. Según Nadine Gordimer,. 17. si la ficción es el espíritu meta real de la imaginación, entonces la. poesía es la ficción por excelencia. Esta perspectiva empata con lo que propone John Dewey, 18 cuando resalta la distancia que hay entre lo prosaico y lo poético como límites extremos en la experiencia imaginativa: lo prosaico realiza el poder de las palabras para expresar mediante la extensión, lo poético mediante la intensión. En este orden de ideas, la apuesta de esta investigación es que la ficción ocupa un punto intermedio entre ambos extremos de la experiencia, pues es la prosa que conserva el potencial metafórico de la poesía, junto con el recuento de los detalles y relaciones en el marco espacio-temporal del 16. Yolpi. Jorge. Leer la mente. México: Alfaguara, 2011. p. 24. Gordimcr, ::\adinc. «Thrcc in a Bcd: fiction, :\Iorals, and Polilics.» 171c. \eu· Re/J//blic. 1991 .. 36, Acadcmic OncFile, EBSCOhost (accessed Dccember 4, 2013). [mi traducción]. ix Dewey, John. El arte como experiencia. Barcelona: Paidós, 2008. p. 270 y s.s. 17. 24.

(32) relato. Parafraseando a Holderlin, Edgar Morín. 19. sostiene que "de poesía-prosa está. constituido el tejido de nuestra vida", puesto que no sólo "poéticamente, el hombre habita la tierra" sino que la habita al mismo tiempo poéticamente y prosaicamente. "Si no hubiera prosa, no habría poesía, la poesía sólo puede aparecer evidente con relación a la prosaicidad". Este equilibrio que se requiere si lo que se busca es que el lector de ficción se involucre con lo leído de manera que se genere una experiencia imaginativa, pues como se ha argumentado,. 20. la ficción puede provocar efectos emocionales y conductuales. más fuertes que la literatura de no ficción. Esto porque toda estructura literaria, en tanto que ficción, involucra la interpretación del texto, lo que detemüna hasta qué punto es éste capaz de influenciar al lector. El concepto de imaginación social como una capacidad que se desarrolla con la lectura de ficción, se refiere al potencial de transformación que evolutivamente ha tenido lugar gracias a la magia de la imaginación. El desarrollo de la civilización humana ha sido posible en gran medida gracias a la capacidad transfonnadora de la imaginación, por la que las duras experiencias de la vida cotidiana, incluyendo la coexistencia entre humanos y con el mundo natural, cobran sentido en sus propiedades ordenadoras al contacto con el estado de cosas.. 21. Para poder justificar su potencial en este sentido, la. noción de ficción concomitante a la imaginación social, debe ser considerada desde una perspectiva más amplia que la mera representación de lo real. Desde sus orígenes, la estética occidental ha estado dominada por una idea de la mimesis en la que las ficciones. 11 '. Morín, Edgar. Amor Poesío Sabiduría. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio. 1998. p.p. 41-42. Bal. P. Matthijs. and Ma11ijn Vcltkamp. «How Docs Fiction Reading lntluence Empathy? An Experimental Investigation on the Role of Emotional Transportation.» ?LOS ONE 8, no. 1 (January 2013): 1-12. Aeademic Search Complete, EBSCOhost (accessed December 4, 2013). [mi traducción]. 1 " Gordimer, Nadine. «Three in a bed: fiction, morals, and poli tics. » The New Rep11blic. 1991 .. 36, Academic OneFile, EBSCOhost (accessed December 4, 20 l 3). [mi traducción]. ". 0. 25.

(33) se derivan de la realidad como imitaciones o representaciones de entidades actualmente existentes. Dos perspectivas distintas de esta idea tradicional de mimesis nos convocan a una noción de ficción con mayor potencial para comprender la transformación que acontece al lector. La primera está dibujada por la propuesta de Paul Ricoeur cuando suscribe la teoría de la recepción literaria desde la tripe mimesis, 22 tres momentos que de forma seria y lúdica a la vez, denomina como mimesis, . mimesis 2 y milnesis 3 . El primer momento constituye el de la prefiguración, en tanto que la composición de la trama narrativa tiene de base la comprensión previa del mundo de la acción, de sus estructuras significativas, de sus recursos simbólicos y de su carácter temporal. Con el segundo momento se abre el reino del 'como si', el reino de la ficción, una posición mediadora que deriva de una operación de configuración. Por último, el tercer momento consiste en un nuevo estado, fruto de la refiguración poética de lo que previamente se entendía del mundo de la acción. La triple mimesis representa una forma de entender la lectura como un proceso que se extiende mucho más allá de la representación pasiva de la realidad, que da cuenta de la transfonnación por la que se llega a un estado diferente de aquel con el que se empezó. Esta estructura tripa11ita retrata la liga que hay entre el mundo de la vida, el mundo del texto y el mundo del lector, 23 retratando a la ficción como una fom1a de configuración que se completa con la lectura permitiendo que lo poético se entrelace con la praxis. Además de considerar a la ficción desde la perspectiva de la triple mimesis, la presente investigación utiliza esta estructura para analógicamente repasar los elementos. 22. Ricoeur, Paul. Tim e and Narrative l. p. 53 . Prado, Gloria, "Paul Ricoeur y la asunción de la cultura propia", en Con Paul Ricoeur. Jndagaciones hermenéuticas, ed. Mario Yaldés, Barcelona: Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2000. 2 .1. 26.

(34) que componen el potencial de la ficción literaria para alcanzar ganancias sociales. De esta manera, los tres apartados que componen este primer capítulo están conformados por tres momentos de la experiencia lectora que reflejan las condiciones de la prefiguración, la configuración y la refiguración de la propuesta de Ricoeur. En segundo lugar, las restricciones que tiene la perspectiva tradicional de la mimesis para proponer a la ficción como efectiva en la transformación del lector, nos llevan a elegir una propuesta más comprehensiva de su potencial. En su artículo Mimesis. and Possible Worlds,. 24. Lubomír Dolezel reconstrnye la teoría de la mímesis para. proponer una alternativa a las teorías de la ficción. El concepto de mundos posibles es a todas luces una propuesta que alberga con mayor pertinencia la efectividad de la experiencia imaginativa, en aras a producir un efecto en el lector como el que supone la hipótesis de este trabajo. Si la lectura de ficción puede ser una inversión de rendimientos sociales, es porque esta experiencia representa un ámbito de múltiples opciones. La función mimética es la base de la teoría semántica, pero desde el punto de vista estético es neutral; no dice si el conocimiento del prototipo dificulta o facilita nuestra apreciación del arte. La semántica de la mímesis funciona sólo si un prototipo de la entidad ficcional puede ser ubicado en el mundo actual. La representación de la realidad en la crítica mimética consiste básicamente, según Dolezel, en una fuente rica en ejemplos de la interpretación universalista de los particulares ficcionales. Si los particulares ficcionales son tomados como representaciones de universales actuales, la crítica mimética se convierte en un "lenguaje sin particulares" y las ficciones literarias se transforman en instancias categorizadas de la historia actual. Otro problema de esta 14. Dolczel, Lubomír. «Mimesis and Possible Worlds.» Poetics Today (Dukc Univcrsity Prcss) 9, nº 3 (1988): 475-496. [mi traducción]. 27.

(35) semántica es la pseudomímesis, en la que según Dolezel no se expresa la relación mimética. Aún cuando nos enfoquemos en la relación entre el texto literario y el mundo ficcional, se mantiene el presupuesto de que el terreno de la ficción en general y el de la mente ficcional en particular, existen independientemente del acto de representación. De esta manera, la mímesis como teoría de la ficción padece una doble atadura: si insiste en explicar todos los objetos ficcionales como representaciones de entidades actuales, queda forzada dentro de una marco de referencia universalista y los particulares ficcionales son semánticamente interpretados a través de su eliminación. Por otro lado, si los particulares ficcionales se preservan, no son explicados como representaciones de entidades actuales, smo que son considerados como entidades preexistentes que se recobran en la representación. Ni la semántica universalista ni la pseudomímesis logran trascender la función mimética tradicional. Para eludir estas restricciones, Dolezel propondrá una semántica de la ficción radicalmente diferente.. 25. Una semántica no mimética de la ficción intenta librarse de las ataduras que tradicionalmente tiene dentro de un modelo unívoco de mundo actual. La alternativa radical sería una semántica de la ficción definida a través de un marco de referencia de múltiples mundos, una semántica de mundos posibles. Estimulada por la tendencia de la semántica en lógica y filosofía, ésta introduce la idea de que el mundo actual está rodeado por una infinidad de otros mundos posibles, fusionándola a la teoría literaria de la ficción. De esta fusión entre la semántica ficcional y el modelo de los mundos posibles Dolezel. ~' Dolczcl, Lubomír. «Mimesis and Possiblc Worlds.» p.p. 477-480. 28.

(36) propone tres tesis que son fundamentales para entender la elección de esta teoría para explicar el potencial de la lectura de ficción.. 26. En primer lugar, la característica más importante del modelo de mundos posibles es la legitimación de posibles no actualizados. Individuos, atributos, eventos, situaciones que aún no son, pueden se albergados como particulares ficcionales sin problema; pueden ser descritos y caracterizados en sus diversos aspectos aún cuando su existencia y propiedades no dependa de prototipos existentes. Como posibles no actualizados, los individuos ficcionales son ontológicamente homogéneos, condición que permite su coexistencia y composibilidad. 27. ,. además de explicar el que puedan interactuar y. comunicarse entre sí. La homogeneidad ontológica representa la soberanía de los mundos de ficción. 28. ,. con lo que se legitima su posibilidad. El efecto que tiene este aspecto de la. ficción en el lector es considerable. Cuando se menciona que la lectura abre horizontes, estamos precisamente reconociendo este aspecto no sólo de la posibilidad, sino de la composibilidad: al leer ficción nos damos cuenta de que otras personas, eventos y situaciones pueden existir, e incluso coexistir con el mundo actual en el que habitamos. Es una fonna muy eficiente de extender nuestra comprensión de los fenómenos que vivimos cotidianamente, en especial los del mundo social. Y aunque la homogeneidad ontológica de la ficción le concede su soberanía y permite la coexistencia entre los individuales ficcionales, no excluye el que pueda existir un vínculo entre el mundo de ficción y el mundo actual. El vínculo es precisamente la posibilidad, puente que enlaza lo que no es aún, con lo que ya es. Desde el punto de vista de las neurociencias, el imaginar 2. r, Dolczcl, Lubomír. «Mimesis and Possible Worlds.» p.p. 481-482. Concepto que significa posibilidad de coexistencia. D'Agostino, F.B. «Leibniz on Compossibility and Rclational Predica tes.» The Philosophical Quarterly (Wiley) 26, nº 103 (Apr 1976): 125-138. [mi traducción]. 2 x Dolczcl, Lubomír. «Mimesis and Possible Worlds.» p.p. 482-483. 27. 29.

(37) con apoyo en la ficción la enorme gama de posibilidades que presenta nuestra vida cotidiana, no es sólo un ejercicio de neuroplasticidact2. 9. ,. sino un espacio para desarrollar. capacidades valiosas, entre las que se encuentra la imaginación social. La segunda tesis que propone Dolezel sobre la fusión entre la teoría de los mundos posibles y la semántica ficcional, consiste en afirmar que el juego de los mundos ficcionales es ilimitado y máximamente variado. Si el mundo de la ficción es interpretado como el mundo de lo posible, la literatura no está restringida a la imitación del mundo actual aunque no lo excluye. El mundo de la ficción puede ser análogo o similar al mundo actual, al mismo tiempo que puede desplegar un escenario fantástico muy alejado de la realidad.. 30. La apertura de la ficción nos pennite el manejo del tema social desde una. perspectiva nueva, una mirada creativa sobre asuntos en donde comúnmente predomina la costumbre y anquilosados paradigmas. Nos permite alejamos de un problema para tener un vista panorámica y poder integrar elementos que no habíamos considerado, o enfocarlo desde una perspectiva diversa para entenderlo con mayor detalle. Eliminando la exigencia mimética de representar al mundo actual, la semántica ficcional nos lleva a entender el fenómeno de la poiesis, y con ello alumbrar el mundo de la praxis para salir de 'la caja' del deber ser. La riqueza que posee la ficción al no estar restringida a lo actual. capacita al lector para ver más allá de las coordenadas que le imponen sus circunstancias culturales. Por último, los mundo de ficción son accesibles desde el mundo actual. A pesar de la diferencia entre el mundo actual y los mundos posibles, el acceso entre ambos. 29. 30. Burns, Martha S. «Our Plastic Brains.» TheJoumal 38, nº 5 (2011): 12-13. [mi traducción]. Dolezel, Lubomír. «Mimesis and Possible Worlds.» p. 483.. 30.

(38) explica nuestro contacto con la ficción. Acceso que requiere atravesar fronteras y transitar de un terreno a otro. Este efecto de transpo11ación es el que genera que el lector se transfonne y pueda ser empático con personas, eventos y situaciones que le eran desconocidos antes de acercarse al texto literario. Los mundos ficcionales son accesibles a través de los canales semióticos en los que procesamos la información. En estas transferencias de información, el material del mundo actual entra en la estructuración del mundo ficcional, para lo que se requiere que el material actual atraviese una transformación substancial que lo convierta en posible. En la lectura de ficción, el acceso está provisto por la interpretación de un lector actual, lectura e interpretación que involucran diferentes procedimientos y dependen de muchas variables, como por ejemplo, el tipo de lector, su estilo de lectura y el propósito de la misma. Pero independientemente de estas variables, la mediación semiótica permite que un lector actual 'observe' los mundos de ficción y haga de ellos una fuente de su propia experiencia, justo como se apropia experimentalmente del mundo actual. 31 Es esta ampliación de la propia experiencia -esta extensión de la propia vida- la que equipa al lector para ser más capaz en el tell"eno social. Con respecto al estatus de existencia de la ficción, Dolezel 32 apunta que gracias al poder de su imaginación, el escritor y el lector ganan ese privilegiado acceso a los mundos posibles. Así como el científico tiene acceso al microcosmos a través de su microscopio, la ficción es como una lente especial para adentrarnos en el escenario de lo que todavía no es, pero puede ser. Las ficciones literarias se originan en el acto creativo de la imaginación como actividad poiética. El texto literario es el medio de esta actividad 11. 3. Dolczel, Lubomír. «Mimesis and Possiblc Worlds.» p.p. 484-485. Lubomír. «Mimesis and Possible Worlds.». p. 489.. ~ Dolezel,. 31.

(39) y del que deriva el potencial semiótico que hace existir al mundo posible como ficción. A diferencia del texto descriptivo, el texto literario es anterior al mundo ficcional; mientras exista el texto, el mundo que en él se presenta puede ser reconstruido en cualquier tiempo en las actividades de lectura e interpretación de los potenciales lectores. Desde el punto de vista del lector, el texto de ficción puede ser caracterizado como un juego de instrucciones acordes a las cuales, el mundo de ficción puede ser recuperado y vuelto a ensamblar. Pero debido a la necesidad de la mediación semiótica para el acceso a los mundos de la ficción, Dolezel explica que la semántica ficcional debe resistirse a la alienación del texto literario. Cualquier lectura que lo descoloque, destruye también el puente principal entre los lectores actuales y el universo de la ficción. Un lector que se aísla en un ejercicio narcisista que niega la estructura del texto, está condenado a tener el modo más primitivo de experiencia, aquella en la que las alternativas imaginarias posibles están ausentes. 33 Resistir la alienación del texto literario también nos lleva de la mano a plantear los límites de esta investigación con la reflexión ética. La eficacia que ofrece la ficción para transportamos al mundo de la posibilidad puede ser utilizada con propósitos ajenos a la experiencia estética, a pesar de que esto destruye su estructura original. Quien con intenciones formativas 'dirige' una lectura con el fin de comunicar un mensaje ético, está tergiversando el texto literario y, por tanto, rompiendo los lazos que unen el mundo de la posibilidad con el mundo actual. El deber ser que busca como vehículo la ficción acaba por aplastar la posibilidad, puesto que establece unívocamente una fonna en detrimento. 33. Dolczcl. Lubomír. «Mimesis and Possiblc Worlds.» p.p. 485-486. 32.

(40) de otras opciones. Con la experiencia estética desinteresada y, por tanto libre, podemos plantear una especie de formación de la conciencia al contacto con las posibilidades del mundo literario, que derive en una mejor disposición para la interacción social. Pero no parece pertinente 'desperdiciar' la experiencia de apertura, de visión profunda, de posibilidad, con discursos ideológicos sobre cómo encammar la lectura para que sea 'moralmente' aceptable o decente o para que promueva mensajes morales. Esto de ninguna manera excluye cuestiones de carácter moral que se derivan de la transfonnación que produce la lectura de ficción. Como apunta Nadine Gordimer, 34 tener conciencia de que la simulación puede transformar al mundo real, coloca una enorme responsabilidad en los hombros de los ai1istas y creadores. Deben buscar una correspondencia precisa y vital entre lo que es y su percepción de lo que es, dar sentido a la vida como la conocen, observan y experimentan. Las transformaciones imaginativas que ap011a la lectura de ficción apuntan a la liberación del lector, por lo que nunca deben pertenecer a un esquema definido, por más pe11inente y justo que sea. Esta deontología de la creación literaria ofrece beneficios al lector que ningún código de conducta puede apo11ar: las "guerrillas de la imaginación" en la ficción fortalecen la lucha por la libertad, rechazando cualquier imposición de ortodoxia temática o metodológica; también apoyan la lucha ofreciendo vistazos irrestrictos y creativos del complejo estado de cosas en el que todos vivimos. 35 La innovación que esto representa a la hora de hacer cualquier consideración moral, dota al lector de una perspectiva más amplia, quizá más profunda, para la praxis deliberativa.. 34. Gordimcr, Nadinc. «Thrcc in a Bcd: Fiction, Morals, and Politics.» The Ncw Repuhlic, 1991 .. 36. Acadcmic OncFilc, EBSCOhost (acccssed December 4, 2013 ). [mi traducción]. 35 Gordimcr, Nadine. «Three in a Bed: Fiction, Morals, and Politics.». 33.

Referencias

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