• No se han encontrado resultados

BELMONTE E S C U L T U R A S

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "BELMONTE E S C U L T U R A S"

Copied!
75
0
0

Texto completo

(1)
(2)

Para mi el Arte no es un medio de vida, sino una forma de entender la vida. Lo que lleves dentro, lo que aprendas, y lo que saques de ti, son los pilares de un creador. Quiero dedicar esta publicación a mi familia, mis maestros y a mis amigos,

(3)

h o m b r e s p á j a r o

(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
(17)
(18)
(19)
(20)

a n a t o m í a d e l a l m a

(21)
(22)
(23)
(24)
(25)
(26)
(27)
(28)

d e s m e m b r a d o s

(29)
(30)

58 59

(31)

60 6161

(32)
(33)
(34)
(35)
(36)
(37)
(38)
(39)
(40)

78 7979

(41)
(42)

82 83

(43)
(44)

87 86 E SCU L T U R A S

(45)

89 88 E SCU L T U R A S

(46)
(47)
(48)

95 94 E SCU L T U R A S

(49)
(50)
(51)

t e x t o s

(52)

S

iempre produce placer, al tiempo que constituye un síntoma de garantía, que al ver una obra escultórica moderna se renuevan nuestros recuerdos, y trabajos del pasado que nos causaron onda impresión se hagan casi presentes de nuevo.

De este modo es como nuestra experiencia de espectadores se enriquece, cobra mayor importancia, al establecer un diálogo entre pasado y presente, siendo capaz de catalizar con precisión las semejanzas y las diferencias.

Esto solo es posible, si las calidades de la obra contemporánea alcanzan parecidos niveles de bondad a las del pasado. Nosotros tenemos sus obras ante nuestra mirada y, por la información que nos proporciona podemos pensar que les debemos algo y que, por tanto, al hacer las nuestras no partimos de cero. Pero, es de esperar también que los ojos de hoy, con su pensamiento analítico junto a su capacidad metafórica, puedan ampliar y dar más sentido a lo que intuyeron los ojos de ayer. Ellos nos dan y nosotros les damos.

Bajo esta perspectiva se sitúan ante mi las obras de José Manuel Belmonte Cortés. Es un escultor de fina sensibilidad, el dibujo de sus anatomías es de gran precisión y el modelado se ciñe a su mandato con clara energía. No hay dudas ni titubeos en su hacer, y el resultado es que alcanza a dar a sus personajes una forma tan plena como definitiva, sin embargo,

...en sus obras,

la naturaleza se ofrece como un fluído abierto,

continuo e inabarcable.

Julio López en su estudio. Foto Juan Dolcet.

101 B E L M O NTE

(53)

intuimos en su superficie el estremecimiento que le proporciona su palpitación interna. La vida, podríamos decir, no está ausente en la materia inerte que las configura. Con estás condiciones todas sus figuraciones pueblan el espacio, como si ese fuera el medio natural para su desarrollo, pareciendo incluso, que quisieran adueñarse del aire.

En este punto el recuerdo nos atrapa de nuevo. Impulsados por él, somos capaces de entrever aquellas piezas escultóricas que creo un tardío renacimiento y que alcanzaron gran notoriedad. Estoy pensando en el “Mercurio volando” de Jean de Bolonia, en su elegancia, su ímpetu ascendente que nada detiene, en su refinamiento como ejemplo de fundición.

Pero para mi hay otra pieza que tiene intereses más complejos, y por tanto puede llegar mejor a nuestra sensibilidad gracias a la ambivalencia de sus significados. Me refiero al “Perseo con la cabeza de Meduza” de Benvenuto Cellini. Su brazo izquierdo se alza hacia el cielo mostrando la cercenada cabeza de Gorgo. Es la aspiración que tiene todo triunfo de destacarse de lo anodino, de elevarse, de estar más allá de la tierra. Sin embargo, en la parte baja de la escultura, a sus pies, el cuerpo de la Medusa, despojada de la vida, todavía quiere fecundar la tierra con la sangre que mana a borbotones de su cuello sajado por completo. Parece como si la parte

alta y la baja de la escultura, al igual que cielo y tierra, mantuvieran un conflicto.

En este ámbito situó yo al “Hombre pájaro” de José Manuel. Es una figura que queriendo volar, se agacha, se acurruca, y, con este gesto, manifiesta el deseo contrario, el de aproximarse más a la tierra, de acercarse a un núcleo, a su centro, allí donde sospechamos anida toda energía. Parece que con este afán quisiera obtener más fuerza motriz, más impulso para alejarse de esta tierra pero que, en verdad, lo ata; pero que también le ha proporcionado el sentido y el sueño de la libertad.

En otra escultura un moderno estilista encumbrado en una delgada columna, con un casco a lo Perseo sobre su cabeza, mira hacia el suelo y medita. Tiene un momento de duda y el despegarse de nosotros le causa cierto pesar, le preocupa dejar algo aquí para conquistar el espacio. En ambas figuras, se hace presente un gesto lleno de nostalgia y rebeldía; notamos como, en sus obras, la naturaleza se ofrece como un fluido abierto, continuo e inabarcable. La representación de toda esta morfología la sentimos ocasionada por fuerzas en movimiento que aparecen ante nosotros con clara y limpia nitidez.

Son fuerzas muy antiguas, que vienen de muy lejos y muy atrás: constituyen la porción de pasado ineludible que vive en todo presente.

JULIO LÓPEZ HERNÁNDEZ Escultor

B

elmonte es un autor a contracorriente. Hoy la

mayoría de los escultores no modelan, no buscan las proporciones, no trabajan con la figura humana. Belmonte modela, proporciona y como en la escultura clásica su ideal de belleza está en la figura humana que domina con gran maestría.

Hoy hay pocos escultores que afronten el reto de la escultura figurativa, pocos que estén dispuestos al duro aprendizaje. Belmonte es figurativo y mira al pasado; a los maestros. Piensa en Fidias, Miguel Ángel, Bernini, Rodin, Blay, Benlliure, Querol..., pero también mira al futuro con sus equilibrios representando cuerpos de proporciones ideales. En su escultura podemos ver el reflejo de la danza, del teatro, de los atletas…

Es un escultor de corta trayectoria pero con un gran futuro por delante. Sus ganas de aprender, de crecer, su búsqueda..., estoy convencido que no le dejarán estancarse y que la continua evolución le llevará a buscar sus límites como artista.

Su formación en la escuela Mateo Inurria y en Pietrasanta, sus trabajos en Singapur, Turín, Torino, su estancia en Japón, sus ganas de aprender le han llevado a participar como escultor u organizador en numerosos simposiun. La inquietud y el inconformismo son algunos de los ingredientes que forman la personalidad de este magnifico escultor de las formas armónicas que quieren volar en libertad cual hombre pájaro buscando los límites del equilibrio.

Una facultad muy importante en la obra de

Pasión. Alonso Alfonso. 102 ES C U L T U RA S 103 B E L M O NTE

(54)

S

obre altos vástagos cilíndricos de metal, o sobre plintos mobiliares desacostumbrados -banquetas, borriquetes, soportes entelados, escalones- dispone José Manuel Belmonte los cuerpos desnudos de su estatuaria. Quedan arriba, suspendidas en el espacio abierto, estas representaciones corporales poblando el aire. Esa condición aérea subraya el valor simbólico, superior, trascendente, de estás imágenes; y, al mismo tiempo, ese estado de suspensión cenital favorece la circunstancia de que ningún otro elemento dispuesto en el espacio público perturbe demasiado -visual o conceptualmente- el valor formal de estas esculturas. Son pues, esculturas de destacada presencia física, que reafirman la consistencia formal y la plenitud volumétrica de los cuerpos haciéndolos sobresalir del marco perceptivo habitual de nuestra arquitectura y urbanismo.

Concebida esta estatuaria como obra pública, precisa ser montada en ámbitos comunitarios, para no apartarse de las funciones a las que se la destina. Por tanto, esta instalación temporal de una selección de esculturas de Belmonte en la sala principal de la Estación del AVE de Córdoba, así como en el estanque de su acceso por la Plaza de las Tres Culturas, constituye una ocasión importante, única, que supera en lo artístico y en lo social el alcance de una exposición convencional.

Ya de entrada, el movimiento y la vivacidad intensa de un lugar como éste conectan muy bien con la vehemencia narrativa y con el potencial alegórico de unas estatuas tan enérgicas y a la vez

tan hermosas, según corresponde a las creaciones de un artista como José Manuel Belmonte, cuyo carácter de escultor imaginativo y poderoso, de fuerte resolución, asilvestrado inclusive, se templa con los dones de su sensibilidad, los cuales se ponen de manifiesto cuando el artista se detiene a aplicar detalles de atención especial, señales de elegancia y sentimientos de delicadeza y melancolía a la fuerza sensorial de sus representaciones, cuya escala preferente es la del gran formato, la de la escultura monumental.

Venimos asistiendo en los últimos años a una lectura nueva -por parte de la historiografía y de la crítica- y también una suerte de recuperación -por parte de los artistas- de determinados perfiles e intereses de la estatuaria tradicional, en la cual se concitaban valores temáticos y expresivos de muy diversa índole: conmemorativos, educativos, alegóricos, ornamentales, de oficio, técnicas y materiales, de representación, de complementariedad mobiliar con la arquitectura y con el urbanismo, de espacio volumétrico, de masa, de superficie… Pues bien, después de que todo ello fuera denostado por las vanguardias como “arte decimonónico” definitivamente agotado, fueron, no obstante, produciéndose nuevas prácticas de escultura figurativa cuyo vigor se estimuló en los años setenta. Y a renglón seguido se han venido configurando dos circunstancias particularmente favorables para una reconsideración y para una práctica nueva en torno a “cuestiones de estatuaria”. Me refiero, de una parte, al nuevo gusto social por la

ALFONSO ALONSO

Belmonte es la teatralidad; las esculturas parecen estar en un escenario con aptitudes desafiantes. Es una escultura pensada para embellecer espacios públicos, para componer con el entorno.

Si en tres años ha sido capaz de realizar esta serie de esculturas a la vez que trabajaba en numerosos encargos para subsistir, nos podemos imaginar lo mucho que nos queda por ver de su obra cuando solo se dedique a su mundo.

Aunque reconoce que un buen modelo ayuda y que puede ser la base de un gran trabajo en la mayoría de sus esculturas no utiliza modelos, modela desde su imaginación. Cuando me comenta que quiere hacer grupos escultóricos, figuras más dinámicas, plantear actuaciones escultóricas en enclaves singulares.

cuando encuentro a un autor con tantas ganas de trabajar, de expresar se mundo, sabiendo ver donde está la calidad, veo en él a un artista que lo es.

En el panorama actual del Arte hay tanto engaño y parasitismo que se agradece encontrar autores íntegros. ¡Ya está bien de tanto moderno, posmoderno, conceptual, performer, emergente... Ya está bien de tanta tomadura de pelo! El Arte con mayúsculas necesita de autores con talento y con un alto nivel de autoexigencia.

Belmonte, espero ilusionado a tus nuevas criaturas, que te dejes todo en la lucha para expresar tu mundo y que se den las circunstancias para que puedas hacer escultura monumental.

JOSÉ MANUEL BELMONTE

EL ESCULTOR DE SU ALMA

104 ES C U L T U RA S 105 B E L M O NTE

(55)

escultura monumental que se ha operado en todo el mundo a partir de la década de 1980; y subrayo, de otro lado, el interés que mantienen últimamente numerosos escultores por dotar a sus obras de contenidos narrativos y simbólicos, recuperando de alguna manera caracteres implícitos en la figuración naturalista y en las composiciones escenográficas que la tradición escultórica occidental había desarrollado. En nuestra comunidad artística así lo confirman el boom que actualmente experimenta el arte público y la escultura monumental, así como las prácticas narrativas efectuadas con lenguaje diverso por escultores españoles de renombre internacional, como el malogrado Juan Muñoz, Jaume Plensa, Federico Leiro y Juan Bordes. En esa línea de actuación se inscriben los trabajos más recientes de José Manuel Belmonte, y en especial los que integran el ciclo Hombre-pájaro y la serie Alma.

A impulsos de su misma formación, iniciada en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Córdoba y complementada en Italia (en 1995) -para lo que fue becado con una estancia en las canteras de mármol de Pietrasanta-, la concepción escultórica de Belmonte ha respondido siempre a la seducción que sobre él ejercen los recursos técnicos y los medios visuales derivados del manierismo. Al propio tiempo le han interesado vivamente la capacidad y la intensidad de sugestión propias de los mármoles italianos del barroco. Así lo testifica en el actual taller cordobés de nuestro escultor la presencia de un gran póster en el que se reproduce un detalle de volúmenes corporales de una complicada composición de figuras del pintor florentino Pontormo, quien, inspirándose en Miguel Ángel, elaboró un arte de contrastes y efectos sofisticados, cuya “maniera” personal tendía a lo heroico. También encontramos en el taller de Belmonte varias producciones suyas -como el torso Anatomía del alma o la testa-retrato

de Carmen- que funcionan como testimonios directos de la admiración que él siente por el sentido innovador de la estatuaria barroca de Bernini, cuyo virtuosismo técnico lograba confundir las calidades del frío mármol blanco de Carrara con la calidez de los volúmenes orgánicos, y con la tersura sensual de la piel de los cuerpos.

Ahora bien, con el ciclo Hombre-pájaro José Manuel Belmonte ha dado un giro importante a sus fuentes, pasando a interesarse por los iconos -de configuración bastante más escueta- de la estatuaria naturalista fundida en bronce en el siglo XIX, en la cual las figuras de género arcaico se fusionan con elementos románticos de intención simbólica. Por eso en estas representaciones de cuerpos masculinos, aunque aliente el recuerdo de la estatuaria clásica -y más concretamente, la memoria de los desnudos neoclásicos fundidos en bronce-, no se produce un seguimiento simple y fiel de los modelos antiguos, sino que Belmonte trabaja apurando cada vez más las formas del cuerpo hasta el detalle, teniendo por tema el desnudo directo -da igual que analizándolo del natural o memorizándolo minuciosamente-, sin idealizarlo, con lo que la figura gana una autonomía que le permite proclamar la plenitud de la vida concreta e inmediata sobre la belleza idealista y distante de los modelos clasicistas.

Nos encontramos, pues, ante una obra de configuración entre clásica y naturalista, personalizada y enriquecida con el espíritu romántico de su artífice. El resultado es este género escultórico cuyas representaciones corporales convencen e interesan por la fuerza de la resolución plástica de sus iconos, y que simultáneamente atrapan la atención del espectador porque están dotadas -más allá de la armónica verdad corporal de sus formas- de un segundo nivel de significación, que nos remite a

“algo” figurativamente y textualmente no presente. Ese “algo” tan singular y diferenciador, que da carácter propio a la obra de José Manuel Belmonte, es de orden poético, y, en consecuencia, difícil de ser dicho. El místico San Juan de la Cruz entendía de ese “algo” poético tan especial que tienen determinadas obras de arte, como un temblor impreciso cargado de emociones, y lo denominaba “un no sé qué”. El filósofo marxista utópico Erns Bloch lo concebía como “la categoría propia de lu oculto cuando se revela -al igual que una aparición- a nuestra mirada”. Y el poeta romántico Novalis lo identificaba con el espíritu interior del propio romanticismo, espíritu por el que -a través de la fantasía y de la invención poética- es posible “dar un alto sentido a lo común, un aspecto enigmático a lo habitual, la dignidad de lo ignorado a lo conocido, una apariencia infinita a lo infinito”.

Tratando de la fantasía y de la invención, escribe Mario Vargas Llosa que ambas “son formas extremas de la introspección, de la exploración del propio ser, del que el artista extrae en cada obra un estremecedor testimonio sobre el sufrimiento, los deseos y los más diversos avatares de la condición humana”. A tal respecto, importa matizar que esa experiencia emocional inventiva y fantástica, o espíritu interior que alienta en las estatuas de Belmonte y que les confiere una inconfundible personalidad, no resulta, desde luego, aislada o ensimismada en la privacidad de su mundo subjetivo, sino que se muestra “interindivual”, o sea dialogante y abierta, proyectándose al exterior con el deseo de ser compartida con los demás, es decir, con cada uno de sus expectadores.

En consecuencia, la escultura de José Manuel Belmonte nos interesa porque posee un universo propio, y nos fascina porque él sabe construirlo

y expresarlo como obra de arte abierta a ser compartida. Según la interpretación del psicoanálisis -y dicho con palabras del doctor Carlos castilla del Pino- “nos atrae el artista que tiene su mundo porque nos (lo) enseña, en su doble acepción de mostrar (lo) y hacernos (lo) aprender. Por eso, ante la obra de arte que contemplamos, en la medida en que con su mostración hemos aprendido, somos algo más de lo que éramos; somos, desde luego, distintos. Esta es una de las virtudes de la obra estética: no sólo comunicar -porque comunicar, comunicamos todos-, sino la de comunicarnos un mundo que podemos asumir en gran medida, y que depende íntegramente del artista que pudo crearlo y afinó su instrumento para poderlo expresar”.

¿De qué trata, en concreto, este mundo de estatuas que la obra de Belmonte nos pone delante? Principalmente, del sentido profundo de la condición humana, expresada a través de la representación veraz del cuerpo desnudo, proponiéndolo como emblema de la relación entre lo físico y lo psíquico, y situándolo además como “fuente de los sueños” -que decían los simbolistas- y como lenguaje o “puente de comunicación” -como postulan los estructuralistas-.

La noción de “cuerpo humano” en que se apoyan estas obras, conecta -amanera más o menos intuitiva- con las especulaciones científicas y filosóficas actuales, es decir, con las de la modernidad. Así, la interpretación de la temática corporal que esta escultura hace, interesándose en destacar los aspectos psicológicos de sus figuras, comulga con la opinión de Husserl de que cuerpo y alma -o sea, lo material y lo volitivo operando de manera conjunta- forman “el mundo circundante del espíritu”, mundo que constituye la verdadera individualidad y la concreta personalidad de cada hombre. De ahí, el declarado interés que Belmonte mantiene de dotar a

106 ES C U L T U RA S 107 B E L M O NTE

(56)

los cuerpos de sus hombres-pájaro (cuerpos “ajenos” formalmente a los del artista) de sus “propios” (los del escultor) gestos habituales y actitudes psicológicas. Se trata, pues, de una operación husserliana, a cuyo través nuestro escultor defiende que “no es posible reducir el cuerpo a lo natural” por más que se encuentre vinculado con lo material.

Asimismo, esta interpretación de lo corporal que Belmonte desarrolla en su trabajo, remite a las tres “dimensiones del cuerpo” contempladas en la teoría de Sartre, según la cual el cuerpo aparece a nuestra experiencia y se entiende, primeramente, “para mí”, supuesto que “yo soy el que existe mi cuerpo, yb lo trasciendo a nuevas combinaciones de complexos”. Hay, sin embargo, una segunda dimensión, según la cual mi cuerpo aparece y se entiende “para otro”, y consiguientemente “mi cuerpo es utilizado y conocido por otro” (al igual que “el otro es para mi cuerpo”). Pues bien, al desplegarse esta relación de alteridad (la del cuerpo de cada uno oscilando permanentemente entre “para mí” y “para otro”),

sartre advierte una tercera relación de lo corporal, según la cual, “en tanto que yo soy para otro, el otro se revela a mí como el sujeto para el cual yo soy objeto (y viceversa); entonces yo existo para mí como conocido por el otro en forma de cuerpo”. Ello permite y explica que resulte efectivo y que emocione este juego poético -es decir, creativo- a cuyo través José Manuel Belmonte transfiere dones personales físicos y anímicos entre cuerpos y cuerpos, entre hombres y hombres, estableciendo una especie de superior comunión de las almas a favor de la unidad efectiva de la Humanidad existente, real.

En este sentido José Manuel Belmonte se convierte y actúa como aquel “escultor de su alma” -la cual es el alma de todos nosotros- que nos describe el auto sacramental de Pedro calderón de la Barca, situándose nuestro artista dentro de la maravillosa utopía estética de la Modernidad, empeñada en dar significaciones universales a la singularidad y al temblor personal de la obra de arte.

JOSÉ MARÍN-MEDINA Crítico 108 ES C U L T U RA S

b i o g r a f í a

BELMONTE

(57)

J.M.

Belmonte (Córdoba, 1964) es uno de los mejores exponentes de la escultu-ra contemporánea que encuentescultu-ra su esencia en la fi-guración y el realismo para sumergirse en el ámbito multidimencional del arte.

La proyección internacional del escultor cordobés es reconocida. A sus 43 años puede presumir de te-ner algunas de sus obras de bronce o poliéster en espacios públicos y museos de Córdoba, Barcelona, Grecia y Bélgica.Su trayectoria, arriesgada y difícil, desde la atalaya de su Córdoba natal, sólo es apta para los que tienen su perseverancia y talento.

No muy lejos aún, quedan sus inicios en la Escuela de Artes y Oficios en Córdoba, donde adquirió y perfeccionó la técnica sobre los ma-teriales desarrollando una intensa actividad es-cultórica, centrada en el retrato y el análisis de la fisonomía y naturaleza humana.

Pronto, su talento es reconocido, dando in-mortalidad a personajes ilustres de la cultura y sociedad en Córdoba. Destaca el Mausoleo dedicado al Obispo J.M. Infantes Florido, ubica-do en la Mezquita Catedral de Córubica-doba y com-puesto por cuatro relieves en bronce y mármol, alegoricos a la “Anunciación”, “Nacimiento”, “Crucifixión” y “Resurrección de Jesús” (1994).

Belmonte presenta su primera exposición “Cordobeses Ilustres” en la Sala de exposicio-nes “Cajasur” Córdoba, reuniendo gran parte de la obra privada desarrollada hasta el mo-mento.

Hay esculturas que, como la vida,

nacen de un estado de nirvana.

A nada se parecen, salvo a su creador.

Llevan unos genes, específicos, concretos, únicos.

Esa es la sensación que sentimos

cuando contemplamos la obra de

José Manuel Belmonte,

el artista de los ojos tristes.

MATILDE CABELLO

En 1995, Belmonte da un giro en su carrera y se traslada a Pietra Santa, junto a las canteras de Carra-ra paCarra-ra perfeccionar su dominio sobre el mármol, en los talleres de Rino Gianninni y en el Taller de Sem.

Al año siguiente, viaja a Singapur, donde participa en los trabajos de restauración de la Catedral bajo la supervisión de Didie Repelin, Director de Patrimonio Artístico de la Humanidad.

A su regreso, y sin abandonar el retrato, comien-za sus trabajos en obra monumental y simposium, como es el caso de su obra en mármol titulada

“Pa-Modelando del natural. 110 ES C U L T U RA S 111 B E L M O NTE

(58)

(Arriba) Retrato a Don Miguel Salcedo. Cronista oficial de Córdoba. (Centro) Retrato a Mons. Infante Florido. Obispo de Córdoba. (Abajo) Retrato a Don Herminio Trigo. Ex Alcalde de Córdoba.

(Arriba) Escuela de Artes y Oficios de Córdoba. Junto a su profesor de escultura Antonio Gallardo Parra, y los alumnos Amador Naz y Luis San Martín. A la derecha. Retrato de ...

(Abajo) Taller de Rino Giannini, con Mara Moschini y Carmén Tuornaboni. / José Manuel creando su primera obra en mármol de Carrara, en Pietrasanta. Italia (Derecha) Antonio Gallardo Parra. Profesor Titular de Escultura.

lomas” (1997), ubicada en el Museo de Fines (Almería) o el Monumento en Bronce de Carlos III, fundador de la localidad cordobesa de Fuente Palmera.

En 1999, inicia su colaboración con la Galería Dieleman Art Bronze Internacional de Bruselas, con diferentes en-cargos para exposiciones con temática centrada en la mitología y en el caballo.

Del mismo año, son sus esculturas para la Universiada celebrada en Mallorca tituladas “Saltadores de Vallas” y “Saltadora de Trampolín”.

Pronto, la obra monumental de Belmonte comienza a trascender fronteras y ampliar su difusión. En el año 2000, Belmonte realiza un “Monumento a Cervantes” para la ciudad de Lepanto en Grecia.

A partir del año 2000, José Manuel Belmonte comienza su faceta como promotor de la difusión del arte y la es-cultura en nuestra sociedad.

Es el año del I Simposium Internacional de Escultura Carlos III en la ciudad de Nueva Carteya, que Belmonte impulsa como comisario, actividad que tiene continui-dad de forma bianual con el apoyo de las instituciones más representativas andaluzas, incluyendo la propia Jun-ta de Andalucía.

Su relación con la Ciudad de Nueva Carteya, le propor-ciona la libertad y el apoyo que necesita para la evolu-ción como artista. Allí podemos encontrar parte de su obra pública, como el Monumento a la Tercera Edad para su Ayuntamiento (2001), el monumento al doctor D. Francisco Merino, posteriormente (2004), la realiza-ción de una réplica de la “Leona Ibérica”, símbolo de la ciudad, en piedra artificial y el “Monumento al Jornale-ro” del 2005.

Su conexión e identificación con la cultura y tradición andaluzas le lleva a realizar dos relieves significativos: el

113 B E L M O NTE

(59)

(Arriba) Monumento a la Belleza de Mujer Cordobesa. Córdoba. (Abajo) I Simposio Internacional de Escultura de la Escuela del Mármol de Fines. Almería.

(Abajo, derecha) Con el maestro Antonio López. (Arriba) José Manuel Belmonte

restaurando-uno de los capiteles de la Catedral de Singapur. (Abajo) En la Catedral de Singapur junto a uno

de los operarios de las obras de restauración. Foto personal en una de sus visitas a la isla de

Sentosa. Singapur.

del pintor Cristóbal Toledo para el Museo que lleva su nombre y el de D. Pablo Olavide igualmente para el Museo que lleva su nombre.

En el año 2003, se produce un nuevo hito en la ca-rrera de este artista, que comienza a triunfar en su propia ciudad.

En dicho año, se inaugura la Fuente-Monumento “Homenaje a la Mujer Cordobesa” ubicada en los jar-dines de Colón, frente a la Diputación de Córdoba y que en pocos años se ha convertido en un referente del patrocinio cultural y artístico de la ciudad.

Al año siguiente, 2004, Belmonte inaugura otro de sus monumentos singulares en la ciudad que lo vio nacer y crecer: el Monumento al insigne escultor cordobés D. Juan de Mesa ubicado en la plaza de la iglesia de San Pedro.

Del mismo año son los relieves alegóricos a la co-munidad Andaluza que podemos encontrar en el sin-gular Puente de Andalucía en Córdoba.

Y más recientemente, el monumento a “San Ra-fael” símbolo, que no patrón, de la ciudad, ubicado en el Estadio de fútbol “Nuevo Arcángel” de Córdo-ba, culminando no sólo una vieja aspiración de todos los aficionados al fútbol, sino una deuda histórica, como era la de personificar al Arcángel en el estadio de la ciudad.

El reconocimiento obtenido en su tierra, impulsa a Belmonte a desplegar de nuevo su actividad en otros ámbitos y lugares, abrazando nuevas técnicas, mate-riales y tendencias.

Fruto de ello son sus participantes en el Simpo-sium Internacional de Escultura en madera de Sau-ce D’Olux en Turín, donde ganó el primer premio en 2005 en escultura sobre nieve, o en la feria de Arte Contemporáneo de Valencia, en el Simposium de Escultura en madera en Riells, o en el “The Snow

114 ES C U L T U RA S 115 B E L M O NTE

(60)

Página izquierda: (Arriba) Monumento al Rey Carlos III. Fuente Palmera Córdoba.

Monumento Juan de Mesa. Córdoba.

(Abajo) Monumento a Cervantes. Lepanto. Grecia. Monumento al saltador de Vallas. Universiada Mallorca.

Página derecha: (Arriba) Relieve al pintor castreño Cristóbal Toledo. (Abajo) Fuente de la Juventud. Galería Dieleman. Bruselas.

Show” para las Olimpiadas de invierno de Torino 2006, trabajando conjuntamente con artistas y personalida-des como Yoko Ono, Norman Foster, Arata Isozaki, Jau-me Plensa, Kiki Smith…

Recientemente, y en la búsqueda de nuevos desafíos para su carrera y su obra, Belmonte ha realizado un Monumento, que por sus dimensiones (164 toneladas de piedra), pasa a ser el más alto de Andalucía. Es el monumento a la “Leona Ibérica” que preside la entra-da de Baena (Jaén). 116 ES C U L T U RA S

(61)

En este mismo año (2006) viaja al país nipón siendo seleccionado para representar a España en el I Simposio Internacional de Escultura de la ciudad de Akita, Japón. Allí, fue visitado por el Emperador Hiroyto. Su obra ha sido emplazada en una plaza de dicha ciu-dad japonesa.

A su vuelta de este viaje, recoge el galardón de la Fundación de las Artes

(Arriba) Simposium de Escultura en hielo. Sagrada Familia. Barcelona.

Primer Premio Internacional de Escultura en nieve. Sauce D’Oulx. Italia.

(Abajo) Escultura en nieve. Proyecto de Norman Foster y Jaume Plensa, con motivo de la Olimpiada de nieve TORINO 2006.

(Arriba) Con Norman Foster y Jaume Plensa. Proyecto The Snow Show. Olimpiadas TORINO 2006.

(Abajo) Documental del Proyecto The Snow Show para el National Geographic. Olimpia-das TORINO 2006. 119 B E L M O NTE

(62)

(Arriba) Conferencia en un colegio de Akita. Japón. Simposium Internacional de Escultura en madera. Takanosu. Japón.

(Abajo) Con el prestigioso escultor japonés Yokohama. Japón. Entrada a un Templo Budista. Japón.

(Arriba) Entrega del Primer Premio Internacional de Escultura Figurativa de la Fundación de las Artes y los Artistas, junto a su madre y su hermana. Museo Tyssen. Madrid. (Abajo) Entrega del Premio junto al Consejal de Cul-tura del Ayuntamiento de Córdoba Rafael Blanco y al

Delegado de Deportes del Ayuntamiento de Córdo-ba, Alfonso Igualada. Museo Tyssen. Madrid

y los Artistas. Con su obra “Hombre Pá-jaro” no solo le permitirá cumplir una de sus ambiciones: exponer en el Museo Tyssen, sino que supone definitivamente un nuevo hito en su carrera en el pano-rama artístico nacional e internacional, que ha de situarle no solo como un artis-ta de proyección, sino como una figura de referencia en la escultura figurativa del siglo XXI.

120 ES C U L T U RA S

(63)
(64)

e n t r e v i s t a

(65)

Como fue tu etapa de aprendizaje?

El oficio lo aprendí en la escuela Mateo Inurria. Magnífico nombre por cierto, para una escuela de Arte ya que Inurria ha sido uno de los mejores escultores cordobeses. A partir de ahí empiezo con los encargos y con la obra personal que poco a poco le ha ido ganando terreno.

El oficio, la técnica es fácil de aprender. Lo difícil es llegar a ser un buen artista; aparte de facultades hay que estar abierto a aprender, hay que ser una esponja para absorber lo que te valga, hay que trabajar mucho.

Rodin decía que “No basta trabajar, es preciso agotarse todos los días en el trabajo”.

Cuales crees que son los grandes maestros de la historia de la escultura?

Los Griegos con su ideal de belleza. Es sorprendente que 600 años A. de C. se realizaran trabajos con tal nivel de perfección. Es increíble que todavía sea el período más sublime de las escultura: Fidias, Policleto, Mirón, Scopas, Praxíteles… Cualquiera que se crea escultor debe mirar la escultura Griega: La Victoria de Samotracia atribuida a Scopas, los frisos del Partenón de Fidias, el Discóbolo de Mirón, el Laoconte de la escuela de Rodas..., a tantas maravillas que nos dejaron los clásicos Griegos.

arte no es representar lo bello,

sino bellamente las cosas

La Victoria de Samotracia. 125 B E L M O NTE

(66)

Y después de los Griegos?

En la historia del Arte se produce otro periodo sublime en la escultura con el renacimiento italiano: Torrigiano, Miguel Ángel, Bernini, Verrochio, Donatello son un regalo para los sentidos. Miguel Ángel como escultor está en la cima de lo que el ser humano puede hacer.

En España también tenemos grandes autores en esta época: Diego de Siloé, Alonso de Berruguete, Juan de Juni.

pintores y en escultura en España tenemos a Benlliure, Querol, Blay, Llimogna, Ricardo Bellver, Eduardo Barrón, Mateo Inurria, que llevaron su genialidad a los monumentos. A las vanguardias no les interesa que se hable de este tipo de arte que está infravalorado. Estos son maestros de las formas y de la composición. Ahora a “cuatro chapas” se le llama escultura y creo que es un insulto a los verdaderos artistas que han llevado la escultura a cotas de gran calidad.

Como te gusta ver representada la escultura?

La obra de arte tiene su sitio ideal. Para la pintura están los museos y para la escultura los monumentos en espacios abiertos. Una escultura no tiene que ser mejor por ser de mayor tamaño ni por la ubicación, pero una buena escultura en un espacio público se convierte en un símbolo que embellece y potencia el lugar. La ubicación es fundamental. Por ejemplo, “El peine de los vientos” de Chillida, es una buena escultura pero lo que realmente hace que funcione, es la calidad del trabajo unida a la belleza del acantilado y del mar golpeando contra ambos.

Qué aspectos crees importantes en la escultura monumental?

Es fundamental que la obra tenga calidad. También es importante el material. El tiempo actúa sobre la obra dándole una pátina con lo que a veces adquiere una mayor riqueza y calidades. La oxidación de los bronces de Rodin que están a la intemperie, es bellísima. La pátina de la escultura de escayola de Qué autor mas reciente resaltarías?

August Rodín, es el primer moderno en la escultura. En la pintura hay grandes maestros: Mantenga, El Greco, Leonardo, Caravagio, Rembrant, Velásquez, Klint, Brueguel, Vermer, Antonio López. En escultura es muy difícil encontrar figuras indiscutibles y Rodin es uno de ellos. El pensador, El beso, Las puertas del Infierno, Los Burgueses de Calais, Balzac… el conjunto de su obra está en lo mas alto de la escultura. Su fuerza expresiva, el movimiento, la composición, las texturas… Yo he llorado en el Museo Rodin, a mí me parece realmente emocionante.

Cómo valoras la escultura del XIX?

El XIX es un período de magnífica calidad pictórica y escultórica. En Pintura está Pradilla, Sorolla, Moreno Carbonero, Degrain y otros grandes

Miguel Angel. Piedad de Palestrina.

Bernini. Rapto de Proserpina. Rodín. Los burgueses de Calais.

Eduardo Barrón. Nerón y Seneca 126 ES C U L T U RA S 127 B E L M O NTE

(67)

Nerón y Séneca de Eduardo Barrón tiene unas calidades espectaculares lo mismo que le ocurre al “Naufrago” de Mateo Inurria. Las terracotas de Bramante en la Catedral de Sevilla tienen una riqueza cromática que potencia su belleza. El tiempo juega a favor de la obra si el material y la ubicación son adecuados.

Cuál es tú visión del Arte de hoy?

Actualmente hay autores con gran calidad que viven para hacer su obra, y hay otros que hacen su carrera en los pasillos de las administraciones,

Las influencias son muy positivas pero lo realmente importante es tener tu mundo, tu universo propio. Creo que donde todos piensan igual, nadie piensa mucho. Por esa razón si un autor tiene una obra personal y con calidad, estará en la historia del Arte.

¿Qué opinas del panorama actual del Arte? Hoy se le llama Arte a obras que para mí no lo son. Hay mucha tomadura de pelo.

En escultura hay una corriente hiperrealista que está muy influenciada por el cine y cuyo representante más conocido es Ron Mueck, la australiana Patricia Piccinini también es muy buena. En Córdoba, Noe Serrano está haciendo una obra de tremenda calidad con una fuerte carga crítica.

Los hermanos Julio y Francisco López Hernández, Antonio López, Víctor Ochoa, son autores figurativos que me interesan.

La obra “Abandono” del cordobés Juan Polo también me parece digna de un museo.

Todas las manifestaciones artísticas pueden estar reflejadas en tu trabajo. La inspiración y la influencia surgen en cualquier momento.

¿Y las tuyas...?

En primer lugar Antonio Gallardo Parra, mi maestro en artes y oficios. Posteriormente los clásicos: Fidias, Torrigiano,Miguel Angel, Bernini, Rodin, Benlliure, Blay, Querol... , y otros autores que ha dado la historia de la escultura. Actualmente Finotti, Kossuth, Mueck, Richard Stilpl, entre otros. Podría citar muchos cuya obra me parece interesante.

También me influyen la fotografía, la danza, el atletismo, el teatro, el cine..., las distintas manifestaciones artísticas en las que se hace expresión corporal y se escenifica.

productos de las influencias y el marketing. Desgraciadamente estos segundos ganan la partida y llenan los museos de Arte Contemporáneo.

Un autor debe de estar abierto a las influencias? Cualquier persona debe de estar predispuesto para aprender. Aprender de los clásicos, de los creadores actuales, de las distintas manifestaciones, del cine, literatura, música, de todo se puede aprender.

Benlliure decía que la naturaleza es el mayor de los artistas, que había que observarla. En esta están todos los estilos pasados y futuros.

Mateo Inurria. Naufrago.

Josep Llimona. Juan Polo. Abandono.

Miguel Blay. Primeros frios. Ricardo Bellver. El Ángel caido.

128 ES C U L T U RA S 129 B E L M O NTE

(68)

Tus preferencias sobre los escultores no figurativos?

Gargallo, Oteiza, Chillida, Subirats... Se asocia escultura y pintura contemporánea a la abstracción y no es así. Contemporáneo es lo que se hace

actualmente. Lo importante no es lo moderno que sea, lo trasgresor, lo importante es la calidad y hay realmente poca. Eso ha pasado siempre, de cientos de miles de pintores que ha podido haber, la historia se encarga en no dejar más de 100.

Te gustaría añadir algo para concluir?

Hay dos tipos de Arte: el que me gusta y el que no me gusta. No conozco ningún otro criterio. Cada persona tiene su opinión. Me dejo influir por la sensaciones que me provoca.

Hoy críticos, políticos, galerístas, tienen mucho poder en el panorama artístico, sin embargo ellos no son el Arte. El arte siempre lo harán los verdaderos creadores.

El Arte, las distintas manifestaciones artísticas son formas de expresión que dignifican la condición Humana. El mundo sería muy pobre sin las obras de los grandes creadores que la historia ha dado. El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. Me gustaría que algún día la cultura le ganara la batalla a la barbarie.

Kossuth. Pietá. Finotti. Anubi.

NOE Serrano. El pastor. Richard Stipl.

Patricia Piccinini. The Young Family. Ron Mueck. Big Man.

130 ES C U L T U RA S 131 B E L M O NTE

(69)
(70)
(71)

hombre pájaro I 6-7 14-15

8-9 poliéster / 140 x 50 x 100 16-17

poliéster / 170 x 100 x 60 10-11* hombre pájaro III 18-19

hombre pájaro II 12-13 20-21

* Premio del II Concurso de Pintura y Escultura Figurativas

Fundació de les Arts i les artistes / año 2007

135 B E L M O NTE

(72)

poliéster / 190 x 100 x 100 22-23 punto suspendido-suspensivo 32-33 el ánima 42-43 50-51

jaque mate 26-27 34-35 44-45 poliéster/ 140 x 50 x 100 52-53

28-29 poliéster / 190 x 180 x 50 36-37 46-47 56-57

poliéster / 160 x 130 x 70 30-31 la ánima 40-41 48-49 poliéster/ 350 x 50 x 50 58-59

136 E SCU L T U R A S 137 B E L M O NTE

(73)

60-61 homenaje a la vida 67-68 poliéster / 350 x 50 x 50 78-79 equilibrio horizontal 62-63 largo es el camino 82 al solecito 83 relieve en poliéster / 190 x 175 200 x 140 poliéster / 120 x 60 x 60 70-71

poliéster / 150 x 100 x 50 64-65 cogiendo la luna 74-75

equilibrio III 66-67 poliéster / 90 x 50 x 30 76-77 138 E SCU L T U R A S 139 B E L M O NTE

(74)

BELMONTE / esculturas Fotografía y Fotomontajes / ALFONSO ALONSO Diseño y Maquetación / YENIA M. GONZÁLEZ

ALFONSO ALONSO Impresión / Imprenta GAVE ARTES GRAFICAS S.L. - Montilla

(75)

Referencias

Documento similar

ACUERDO (2).- Una vez analizada y discutida la cuenta de mérito y de conformidad a lo dispuesto por los artículos 152, 153, 154 y 155 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,

En la ciudad de Guadalajara, Jalisco, siendo las 13:30 trece horas con treinta minutos, da inicio la Primera Sesión Ordinaria de la Comisión de Implementación de

percibido por la misma fallecida además de que por el hecho de haber fallecido, mi representado está obligado a pagar esta prestación en forma directa a sus

forma y que haya omitido justificar sus inasistencias con documento que acredite la situación de inasistencia en las fechas que se indican en las posiciones articuladas. Sin

Con tantas opciones de revestimientos en diferentes sustratos, el cristal arquitectónico avanzado sunguard te da la flexibilidad que necesitas tanto para lograr un

Mira el siguiente vídeo “4 Técnicas para MEJORAR tu COMPRENSIÓN de LECTURA” para aprender a adquirir una comprensión lectora rápida, recuerda que primero debes leer y profundizar

Como lo hemos expuesto .en Ja-intro^ucción a la edición de 1987 (reproducida en la nueva edición crítica de 1999), nos parece probable que el origen del texto quechua haya sido

arrendamiento celebrado entre ******* se celebró por tiempo indefinido, pues atendiendo a la divisibilidad de la confesión, podemos concluir que lo agregado por