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Mientras otros juegan : infancia, juventud, dicatura y política social

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Academic year: 2020

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(1)Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Historia. Mientras otros juegan Infancia, Juventud, Dictadura y Política Social. Tesis para optar al grado de Magíster en Historia y Políticas Sociales Por Astrid Miranda Filgueira. Profesor Guía Marcos Fernández Labbé.. Santiago, Chile, Julio 2016. 1.

(2) 2.

(3) Dedicado a todos los niños, niñas y adolescentes a quienes la vida, por diversas circunstancias se le ha puesto cuesta arriba desde muy temprano.. 3.

(4) 4.

(5) Agradecimientos. A Marcos Fernández, por su disposición a leer, corregir y realizar valiosos comentarios para esta investigación viera la luz. A Carolina Villanueva por su desinteresada ayuda y apoyo.. Y a Andrés, por creer en mi.. 5.

(6) Índice Introducción………………………………………………………………...7 Resumen…………………………………………………………………….9 Capítulo I: El Problema de Investigación…………………………...11 1.1. Breve panorama sobre las Políticas de Infancia en la actualidad. ............................. 11 1.2. La situación actual del Trabajo Infanto-Juvenil en Chile. ............................................. 13 1.3. Marco Teórico ........................................................................................................................... 19 1.3.1. El concepto de Infancia, minoridad y Trabajo Infantil........................................... 19 1.3.2. La infancia como tema de interés de los estudios sociales. ................................ 25 1.3.3. Del disciplinamiento a la protección de la infancia. ............................................... 30 1.3.4. Infancia, Trabajo y Dictadura ....................................................................................... 33 1.4 Marco Metodológico. .............................................................................................................. 38 1.4.1 Objetivos. ............................................................................................................................ 38 1.4.2. Hipótesis: ........................................................................................................................... 38 1.4.4. Descripción y Tratamiento de las fuentes. ............................................................... 39. Capítulo II: Infancia, trabajo y Protección en Chile……………….42 2.1. El trabajo infantil en Chile hasta 1950............................................................................... 42 2.1.1 El trabajo infantil en el Chile tradicional. (Siglos XVIII y XIX) ................................ 42 2.1.2. El trabajo Infantil entre 1850 y 1950 ........................................................................... 46 2.2. Infancia y trabajo entre 1950 y 1973 ................................................................................... 56 2.2.1. Menores de edad como fuerza de trabajo ................................................................. 62. 6.

(7) Capítulo III: Dictadura e Infancia……………………………………...69 3.1. Políticas Sociales con foco en la infancia durante la Dictadura Militar .................... 70 3.1.1 ¿Qué son las Políticas Sociales? ................................................................................ 70 3.2. Caracterización de las Políticas Sociales en Dictadura ............................................ 72 3.3. Las Modernizaciones .............................................................................................................. 76 3.4. Políticas Sociales hacia la infancia en Dictadura .......................................................... 78 3.4.2. Plan Nacional de Menores 1978-1982 ........................................................................ 87 3.4.3 El Servicio Nacional de Menores (SENAME) .............................................................. 91 3.5. La vulnerabilidad de la familia popular .............................................................................. 95. Capítulo IV: Mientras otros juegan. El Trabajo infantil y juvenil en Dictadura……………………………………………………………116 4.1. La Legislación en torno al Trabajo de Menores ................................................................ 105 4.1.1. La Legislación del Estado del Bienestar ...................................................................... 105 4.2 El desempeño de niños, adolescentes y jóvenes en el mercado laboral ................ 110 4.2.3. Trabajo no Convencional y Riesgo infanto-juvenil ................................................... 124 4.3. El Gobierno frente al trabajo infantil y juvenil ........................................................... 129 4.3.1. El acercamiento del gobierno hacia el tema .......................................................... 129 4.3.2. La Capacitación Laboral............................................................................................... 134 4.3.3. La capacitación y el trabajo como rehabilitador social ..................................... 142 4.3.4. Trabajo de menores y deserción escolar. ............................................................... 151. Conclusiones…………………………………………………………….155 Corolario………………………………………………………………….160 Fuentes……………………………………………………………………170. 7.

(8) Introducción El 26 de Enero de 1990 nuestro país suscribió el Convenio sobre los Derechos del Niño1. A partir de un diagnóstico llevado a cabo en diversos ámbitos se determina elaborar una Política Nacional de Infancia, entre cuyos ejes podemos reconocer la erradicación del Trabajo Infantil2. Sin embargo, sabemos que las políticas públicas surgen al alero del reconocimiento de que ciertos fenómenos son problemáticas sociales y cuyos orígenes se pueden remontar a décadas antes. Es en esta lógica que la siguiente investigación intenta bosquejar el fenómeno del trabajo infantil y juvenil durante el periodo comprendido entre 1974-1984. Por medio de la revisión de diversas fuentes se trata de dar cuenta de las características que éste adquirió y las acciones tomadas por el gobierno de la época en relación al mismo. La razón por la cual elegimos este marco temporal responde a que en 1974 se pone en marcha el Programa de Desarrollo Integral de Menores CONICYT-UNICEF, el cual puede considerarse un hito en materia de política social hacia la infancia. Si bien, podríamos haber concluido en 1980, cuando finaliza este Programa, nos interesó ampliar un par de años más nuestra investigación, considerando por ejemplo que en 1982 nuestro país vivió una de las crisis económicas más complejas de su historia, cuyos visos de recuperación comenzaron a vislumbrarse a partir de 1984. Cabe señalar. que cuando nos referimos a Trabajo Infantil y Juvenil estamos. considerando a todas aquellas personas cuyo rango etario fluctuaba entre los 5 y los 18 años de edad. Por otro lado, pese a que hoy en día existen cuestionamientos frente a la utilización del concepto de “menores de edad” para referirse a niños, niñas y adolescentes, esta investigación hará uso de éste porque era el equivalente de la época a nuestra actual concepción de infancia. 1. Esta fue adoptada por las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989. En 1996, se constituye el Comité Nacional para la erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Menor Trabajador. Hoy en día se denomina Comité Nacional Asesor para la prevención y Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil. 2. 7.

(9) El nombre de esta investigación surge a partir de la lectura. de un artículo. publicado por la Revista HOY en 1983, el cual presenta las experiencias de muchos niños que a temprana edad dejaban la escuela o bien eran capaces de compatibilizar ambos mundos. Esto motivó la curiosidad por indagar más y conocer qué era lo que hacía o decía el Régimen Dictatorial de Augusto Pinochet sobre el tema. Debemos señalar que esta tarea no fue fácil, principalmente porque las fuentes oficiales y que sirven para analizar o evaluar un programa o política pública nos fueron muy esquivas. Por esta razón, estudios realizados. durante el periodo por diversos. organismos no gubernamentales y centros de estudios fueron fundamentales para sacar adelante esta investigación.. 8.

(10) Resumen Si bien el denominado “Trabajo Infantil” es un fenómeno de larga data, abiertamente aceptado durante mucho tiempo, es en el siglo XX cuando comienza a ser cuestionado, tanto por organizaciones obreras como por otros actores sociales, tales como educadores y médicos. De a poco se va instalando la idea de que el “niño” debe permanecer en otro espacio, que no es necesariamente la fábrica o la mina. Con la instalación del Estado de Compromiso o de Bienestar se vuelve más natural la idea de que este óptimo espacio es la escuela, transmisora de valores, conocimientos y aptitudes necesarios para el desarrollo de la Nación3. Por lo tanto, progresivamente se observa una disminución de los menores de edad en labores manufactureras o mineras. Por lo menos esta es la tendencia en la década de los cincuenta. No obstante, se observará en esta investigación que en la década anterior a nuestro periodo de estudio el trabajo infantil o trabajo de menores –como se le denominaba en la época- se manifiesta dentro de lo que se conoce como mercado informal de trabajo. Limpiabotas, canillitas, entre otros, pululaban por las calles de Santiago en los sesentas. Con el quiebre del sistema democrático en 1973 y la instauración del modelo neoliberal, las políticas sociales adquieren un nuevo cariz, siendo focalizadas a los grupos más vulnerables de la población y delegando en los privados muchas responsabilidades asumidas por el Estado anteriormente. En materia de infancia, las políticas de corte asistencialista se enfocan. a disminuir la desnutrición infantil –política establecida en. gobiernos anteriores, pero cuya diferencia radicó principalmente en los grupos etarios que cubrió-. Por otro lado, la dictadura puso especial énfasis en la promoción de la educación básica, y en materia judicial, se llevó a cabo una transformación al sistema de atención de. 3. En este sentido, la legislación laboral entre 1924 y 1931 juega un rol importante en la disminución del trabajo de menores, ya que regula jornada laboral, edades, tipos de trabajo en otros asuntos. Véase el trabajo de Moisés Poblete y Oscar Álvarez. Legislación Social Obrera Chilena (Recopilación de leyes y disposiciones vigentes sobre el trabajo y la Previsión Social). Imprenta Esmeralda, Santiago de Chile, 1924 en http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-9056.html y Código del Trabajo, Decreto con Fuerza de Ley N°178, publicado en el diario oficial el 28 de mayo de 1931, en http://www.memoriachilena.cl/602/w3article-9062.html. 9.

(11) la “minoridad irregular”, creándose en 1979 el Servicio Nacional de Menores (SENAME). Los anteriores cursos de acción fueron llevados a cabo luego de la implementación del Programa Integral de Desarrollo de Menores CONICYT-UNICEF, por medio del cual se realizaron diversos estudios sectoriales en materia de infancia y juventud. En este sentido, las actividades económicas ejercidas por niños y jóvenes son valoradas y apreciadas de diversas maneras por el régimen militar. Por otro lado, algunos sectores de la oposición y la Iglesia resaltaban que la presencia de trabajo infantil correspondía a un efecto de la pauperización del sistema de vida familiar, resultado de las políticas económicas y sociales impulsadas durante la dictadura militar. Por medio de investigación que está organizada en cuatro capítulos, se intenta formar una imagen sobre las las acciones estatales entre 1974-1984 hacia la infancia, enfocándonos principalmente en el fenómeno del trabajo infantil y juvenil. El primer capítulo abarca la problemática a investigar haciendo referencia a la situación actual del fenómeno del Trabajo Infantil, presentando el marco teórico, planteando, además, los objetivos e hipótesis y marco metodológico. El segundo capítulo presenta una síntesis de la situación laboral de los menores a través de la historia nacional. El tercer capítulo describe las políticas sociales en el contexto dictatorial con foco en la infancia y las condiciones de vida de los sectores populares. Finalmente en el cuarto capítulo se describe la situación laboral de niños y jóvenes y las acciones ejecutadas por el Estado u organismos vinculados al Régimen en torno al tema.. 10.

(12) Capítulo I: El Problema de Investigación. 1.1. Breve panorama sobre las Políticas de Infancia en la actualidad.. De acuerdo a datos de CASEN 2013, un 22% de los menores en nuestro país vive en situación de pobreza. De este grupo, un 7,5% lo hace en condiciones de extrema pobreza. “La pobreza tiene rostro de niñez, pero estamos trabajando en políticas sociales profundas que trascienden a estos cuatro años”, señaló la entonces ministra de la cartera de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas4. Según datos de este ministerio, la situación de pobreza ha disminuido entre los niños, niñas y jóvenes en los últimos años, lo cual también es proporcional al descenso de la población infantil en nuestro país, alcanzando en 2013 una cifra de 4.414.927 personas, correspondientes al 25,6% de la población total. Si bien este descenso de la pobreza fue una buena noticia, este mismo organismo gubernamental sostiene que la desigualdad es el gran obstáculo a superar para mejorar las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes. La pobreza multidimensional alcanza al 23,4% de los menores de 18 años, siendo el grupo entre 0 y 3 años, quienes más la padecen, alcanzando una tasa de un 26,7% en comparación al grupo que se ubica entre los 14 a 17 años (22,3%). Por otro lado, es la población menor a 18 años la que se concentra en los quintiles de más bajos ingresos, siendo los niños y jóvenes que habitan sectores rurales y pertenecientes a pueblos indígenas los más afectados5. La desigualdad en nuestro país genera situaciones de riesgo entre la juventud. Drogadicción, alcoholismo, abuso sexual, ruptura con la familia, etc., todo esto acentuado por la constante inseguridad propia de nuestro sistema socio-económico que relega al ámbito privado, dependiente del ingreso de cada persona, la salud, la previsión y la educación. Entre 1994 y 2005, un 36% de los detenidos fueron niños y jóvenes cuyas 4. Ministerio de Desarrollo Social. En http://www.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/noticias/2015/04/19/ministra-villegas-y-casen-2013-infancia%E2%80%9Cla-pobreza-tiene-rostro-de-ninez,-pero-estamos-trabajando-en-politicas-sociales-profundasque-transcienden-a-estos-cuatro-anos%E2%80%9D 5 Ver Encuesta CASEN 2013. Niños, Niñas y Adolescentes. Sìntesis de resultados en http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/documentos/Casen2013_ninos_adolecentes.pdf. 11.

(13) edades fluctuaban entre 10 y 18 años. El delito más frecuente fue el hurto6. La relación delincuencia-juventud se instala cada día con mayor fuerza en el inconsciente de la población. Lo señalado anteriormente nos da a entender que como sociedad aún tenemos una deuda pendiente con nuestros niños y jóvenes. No obstante, es un hecho que en nuestro país, a partir de la ratificación del Convenio de los Derechos del Niño en 1990, cuyos principios fundamentales son la no discriminación, el interés superior del niño, su supervivencia, desarrollo y promoción, ha intentado cumplir con este mandato, desarrollando una serie de políticas y programas que apuntan a mejorar las condiciones de vida de los niños y adolescentes. Los esfuerzos se han enfocado, entre otros, en la disminución del Trabajo Infantil y en la promoción de la educación preescolar. En este sentido, la Política Nacional a favor de la Infancia y la Adolescencia para los años 2001 al 2010 buscó cambiar la noción asistencialista del Estado en materia de tratamiento de problemáticas hacia los menores de 18 años, por un foco centrado en Derechos, donde niños, niñas y adolescentes pasarían de ser “objetos” de políticas a “sujetos” de políticas. Uno de los objetivos era el trabajo multisectorial de los distintos organismos del Estado, comprendiendo que la Infancia debía ser tratada de manera integral, intentando corregir los errores del pasado, donde cada ministerio, subsecretaría u otras dependencias realizaba su labor de manera parcelada, sin lograr vincularse, perdiendo de esta forma tiempo y recursos valiosos. La Política Nacional a favor de la Infancia y la Adolescencia se podría considerar como la primera acción coordinada de parte del Estado para colocar en agenda las múltiples dimensiones que conlleva la preocupación por los menores de 18 años en nuestro país, traspasando la lógica meramente judicial, educacional o de salubridad que fue el énfasis propuesto por los gobiernos anteriores a la promulgación de este documento. Entre los logros alcanzados es posible visualizar el aumento de la cobertura de Educación Parvularia en un 11%; la implementación de programas de prevención de drogas en un 90% de los centros educativos que recibían aportes del Estado, y la protección de niños y adolescentes en. 6. Patrick Donova; Ximena Onate; Gonzalo Bravo y M. Teresa Rivera. Niñez y Juventud en Situación de Riesgo: La Gestión Social del Riesgo. Una revisión bibliográfica. Última década. [online]. 2008, vol.16, n.28 [citado 2015-08-29], pp. 51-78 . Disponible en <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22362008000100004&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0718-2236. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-22362008000100004.. 12.

(14) situación de vulnerabilidad por medio de las Oficinas de Protección de Derechos y el Programa Chile Solidario. Además, derivó de esta política la creación de un Consejo Nacional de la Primera Infancia, que logró generar conciencia en el ámbito público sobre la importancia de esta etapa de desarrollo de los niños, como por ejemplo con el Programa Chile Crece Contigo. En Enero de 2015 vio la luz la evaluación de esta Política7, donde se identificaron algunos problemas en su implementación; por ejemplo,. no considera una nueva ley o. marco regulatorio que apoye específicamente la implementación de la Política8, pese que en sus metas se menciona una ley de protección integral para la infancia. Además, tampoco se menciona específicamente cómo se financiaría la política. Sin embargo, pese a las deficiencias que se pueden identificar en su ejecución, no se pueden desconocer los avances alcanzados en relación a la Infancia, como por ejemplo, la sensibilización y la concientización de la opinión pública de que los niños y niñas son sujetos de derechos. No obstante, el que nuestros niños, niñas y jóvenes se desarrollen de forma adecuada, evitando situaciones de riesgo, implica que sus familias cuenten a su vez con trabajos dignos, acceso a la salud, a la vivienda, etc. Por lo tanto, si se analiza desde esta perspectiva, es posible señalar que desde la década de los noventa en adelante, pese a los programas y políticas implementadas por los gobiernos de turno, la protección a la Infancia sigue siendo una materia pendiente o deficitaria.. 1.2. La situación actual del Trabajo Infanto-Juvenil en Chile. El 12 de Junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y tal como señaló en una radio capitalina9 el sacerdote Andrés Moro, Vicario Pastoral Social de Caritas, “este día pasa sin pena ni gloria, quizás, porque tenemos la idea de que en Chile este fenómeno no existe”. Aunque muchos puedan pensar que esta problemática está superada, según los datos presentados en la Estrategia Nacional para la Erradicación del. 7. CONSEJO NACIONAL DE LA INFANCIA. (2015). Estudio “Evaluación de la Política Nacional y Plan de Acción integrado a favor de la infancia y la adolescencia, 2001-2010” realizado por Centro de Estudios de la Primera Infancia -CEPI. Santiago, Chile. 8 Ibid, pág. 12. 9 Esta entrevista fue publicada en la página de la Congregación del Buen Pastor. Ver: http://www.buenpastor.cl/justiciaypaz/index.php/categorias/justicia/613-trabajo-infantil-en-chile-hoy. 13.

(15) Trabajo Infantil y la Protección al Adolescente Trabajador (2015-2025)10, un 6,6%, correspondiente a 220.000 niños y niñas, desempeña algún tipo de trabajo. Esta cantidad de niños que actualmente se encuentran realizando alguna ocupación no es tan abultada como en otros países de la región. En proporción a la población total, nos encontramos a la vanguardia en la erradicación del Trabajo Infantil, junto con Uruguay y Argentina, como se puede apreciar en el siguiente cuadro: Cuadro N°1: Cantidad de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) que se encuentran en situación de Trabajo Infantil en País. América del Sur. Población Total11. NNA en situación de Trabajo Infantil 400.000. Argentina. 42.192.494. Bolivia. 10.290.003. 850.000. Brasil. 199.321.413. 7.000.000. Chile. 17.948.000. 220.000. Colombia. 45.239.079. 1.091.000. Ecuador. 15.223.680. Paraguay Perú Uruguay Venezuela. 6.541.591 29.549.517 3.316.328 28.047.938. 360.000 416.425 1.659.000 50.000 259.000. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la UNICEF, 2013.. No obstante, el Trabajo Infantil en Chile posee ciertas características que son importante conocer. Por ejemplo, la mayoría de los Niños y Niñas que desarrollan una actividad laboral lo hacen en el sector comercio (mayor y menor), alcanzando un 45,2% del total; otro 21,6% se desempeña conjuntamente en las áreas de agricultura, caza, silvicultura y pesca. En cuanto a la distribución por sexos, las niñas tienen mayor presencia en las actividades relacionadas al comercio, mientras que. los. niños. se. desempeñan más en las áreas de agricultura y construcción. El 20% de los niños y niñas de entre 15 y 17 años que desarrollan alguna labor económica le dedica en promedio 20 horas semanales a trabajar. El grupo etario 10. Crecer Felices. Estrategia Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador 2015-2025, OIT-Ministerio de Desarrollo Social. Santiago, 2015. 11 Población estimada 2012-2013. En HFA-PEDIA, de la Internacional Strategy for Disaster Reduction: http://www.eird.org/wikiesp/index.php/Am%C3%A9rica_del_Sur. 14.

(16) comprendido entre los 9 y los 14 años trabaja más de 15 horas semanales, lo que interfiere con sus estudios y recreación. Según datos de EANNA 201212, un 46% de los niños, niñas y adolescentes (desde ahora NNA) ocupados en nuestro país vive en hogares correspondientes al primer quintil de ingreso autónomo per cápita; de ellos, el 36, 6% vive en situación de pobreza. En cuanto a la relación trabajo/educación, la Estrategia Nacional de Erradicación de Trabajo Infantil y Protección al adolescente establece un vínculo entre las labores desarrolladas por los niños y su bajo rendimiento escolar. También identifica una reducción en la asistencia a clases, en comparación a quienes no trabajan13. Además, en el rango comprendido entre 15 y 17 años la inasistencia alcanza un 18%. De los datos señalados anteriormente, quizás lo más preocupante son aquellos niños que realizan labores consideradas “peligrosas”, lo cual corresponde al “trabajo que por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, seguridad o la moralidad de los NNA. Se incluyen acá trabajos peligrosos por cargas pesadas, herramientas, lugar de trabajo u oficio peligrosos y horario prolongado o nocturno”14. Para sorpresa de muchos, de los 220.000 niños que actualmente ejercen trabajo infantil, 125.000 operan bajo la modalidad anteriormente señalada15, lo que quiere decir que pese a los avances, convenios y reformas a nivel educativo, muchos NNA ponen en riesgo su integridad o bien viven experiencias que no tienen que ver mayormente con lo que se considera que normal para el desarrollo de esa etapa de la vida denominada infancia. Sin duda, el aporte de la EANNA - instrumento que desde el año 2004 intenta sacar una fotografía de la dimensión laboral de los menores de edad en nuestro país- ha. 12. Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes, EANNA 2013. Ministerio de Desarrollo Social y Ministerio del Trabajo. http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/layout/doc/eanna/presentacion_EANNA_28junio_final .pdf 13 Esta reducción es de nueve puntos, es decir, de un 98% (promedio de niños que no trabajan) se baja a un 89% en aquellos que si realizan algún tipo de actividad. Esto aumenta en los contextos rurales a 11 puntos. Ver en Crecer Felices. Estrategia Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador 2015-2025, OIT-Ministerio de Desarrollo Social. Santiago, 2015. Pp. 25. 14 Ibid, pág. 6. 15 Por horario prolongado, se considera más de 21 horas a la semana. Por otro lado, 94 mil niños, se encuentran realizando labores por debajo de la edad mínima, correspondiente al rango de 5 a 14 años.. 15.

(17) sido tremendamente valiosa para elaborar los diagnósticos en pos del diseño de políticas públicas para disminuir este fenómeno. Sin embargo,. no debemos cerrarnos a la. posibilidad de que estas cifras pueden ser incluso mayores, tomando en cuenta que muchos NNA y sus padres no reconocen que realizan una actividad económica que es considerada “trabajo”. En general, se aprecia una tendencia a la disminución del trabajo infantil en nuestro país y una preocupación por parte de los gobiernos a seguir diversas indicaciones de organismos internacionales para que esto se cumpla. Así, en 1996, se suscribe un Memorandum de Entendimiento y se formalizó la creación del Comité Nacional Asesor para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Menor Trabajador, cuya secretaría ejecutiva recayó lógicamente en el Ministerio del Trabajo y Previsión Social 16. En 1999 se ratificó el Convenio 138 sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo, y en el año 2000 se ratificó el Convenio 182 sobre las peores formas de Trabajo Infantil. En el año 2001 se presentó el Plan Nacional de Acción para la Erradicación Progresiva del Trabajo Infantil, que buscó la erradicación de todas las actividades consideradas de alto riesgo por los efectos negativos que estas tienen en la interrupción de la escolaridad, los daños a la salud y los efectos nocivos para el normal desarrollo infanto-juvenil17. Entre las acciones ejecutadas haremos mención a un proyecto financiado por IPEC18 contra el Trabajo Infantil, en el cual se trabajó en conjunto con el Colegio de Profesores, para que los docentes se unieran a la “batalla contra el Trabajo infantil”. Con este fin, se elaboró un Mapa regional, donde se identificaron los sectores económicos donde había más presencia de niños y adolescentes. Posteriormente, en el año 2004 se implementó la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) de la cual ya hemos hecho referencia.. 16. Este Comité fue creado mediante Decreto 131 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Entre los organismos que integran este Comité podemos mencionar al Ministerio de Educación, FOSIS, JUNAEB, Ministerio de Justicia, PDI, Carabineros de Chile, SENAME, un representante de la OIT, otro de la UNICEF entre otros. Ver: http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=20330 17 Plan Subregional para la erradicación del Trabajo Infantil en los Países del Mercosur y Chile. OIT-IPEC Sudamérica, 2001, pág. 10. 18 IPEC corresponde al Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, dependiente de la OIT y que inicia sus labores en Chile y otros países de América Latina en el año 1996. Ver: http://www.ilo.org/americas/programas-y-proyectos/WCMS_178570/lang--es/index.htm. 16.

(18) Por otro lado, no debemos olvidar las acciones ejecutadas por Organizaciones No Gubernamentales, como OPCIÓN, que publicó en el año 2005 un estudio muy completo sobre la realidad del trabajo infantil en Latinoamérica y la realidad nacional19. Sin embargo, pese a lo anteriormente señalado, creemos. que no se puede ser. condescendiente con el fenómeno del Trabajo Infantil en nuestro país, principalmente por la irregularidad de sus condiciones. Basta comparar datos del año 200420 en la cual 107.000 NNA ejecutaban trabajos peligrosos o inaceptables, con la cifra de la última EANNA que señala que son alrededor de 125.000, lo cual es un dato no menor al momento de cuestionarnos nuestro modelo de desarrollo. Uno de los argumentos que se pueden dar al momento de presentar estas cifras puede tener relación con el aumento vegetativo de la población; no obstante, en el año 2003 el porcentaje total de población infantil y adolescente que trabajaba bordeaba el 5,4%21, mientras que en el año 2012 el porcentaje alcanzó el 6,6%. Sin ser alarmista, esto demuestra que en realidad durante 12 años el fenómeno se ha mantenido, y si bien ha aumentado levemente, es posible que un contexto de inestabilidad económica pueda haber un salto cuantitativo importante. Por otro lado, no debemos dejar de pensar las condiciones en las cuales se desarrolla el trabajo de NNA, generalmente en un contexto de mercado informal, y con bajos niveles o incluso ningún tipo de protección o seguridad. Organismos como la OIT sostienen que es imperioso que se establezcan políticas que mejoren las condiciones laborales de los adultos, para erradicar definitivamente el Trabajo Infantil, como así también fiscalizar que los niños de entre 5 y 15 años tengan estrictamente prohibido desempeñar ninguna actividad que pueda ser tipificada como “trabajo”, esto para evitar principalmente que los niños y adolescentes abandonen la escuela. Sin embargo, existen muchos adolescentes que complementan ambas actividades a la vez, amparados también en una legislación que señala que “de encontrarse actualmente cursando la E. Básica o Media, las labores no deberán dificultar su asistencia regular a clases y su participación en programas educativos o de 19. ONG Opción. Investigación sobre el Paradigma Triangular. El Caso de Chile. Julio 2005. OIT: Proyecto IPEC; Gobierno de Chile: Ministerio del Trabajo, Instituto Nacional de Estadística, INE y Servicio Nacional de Menores, SENAME. 2004, en ONG Opción. Investigación sobre el Paradigma Triangular. El Caso de Chile. Julio 2005, p. 18. 21 Trabajo Infantil y Adolescente en Cifras. Síntesis de la Primera Encuesta Nacional y Registro de sus Peores Formas. Santiago, OIT-INE2004. P. 14. 20. 17.

(19) formación”22, y además, “la jornada de trabajo de los menores no podrá extenderse por más de treinta horas semanales durante el período escolar y en ningún caso podrán trabajar más de ocho horas diarias ”23.. Por otro lado, la OIT reconoce que el fenómeno. del trabajo infantil se produce mayoritariamente por las condiciones socio-económicas del país, que en los últimos 40 años ha aumentado las brechas entre los que tienen más y los que tienen menos. El trabajo infantil es un tema complejo, debido a que por una parte es percibido como una vergüenza por parte de los Estados (especialmente occidentales) porque atenta contra el ideal “proteccionista” que estos deben tener con los integrantes más vulnerables del tejido social de la nación, como lo son los menores de 18 años. Por otro lado, varios estudios demuestran, que aunque la pobreza y la precariedad laboral y material de sus familias son el principal motivo del porqué los niños y adolescentes se integran al mercado laboral, esto a su vez se transforma en un arma de doble filo, ya que varios abandonan las escuelas o bien presentan bajas tasas de asistencia, cerrando con ello las oportunidades de alcanzar mejores competencias y habilidades que en el largo plazo les permitan acceder a trabajos de calidad y mejor remunerados, por lo cual el círculo de la precariedad se sigue reproduciendo. Sin embargo,. en la medida que se. indaga en la “identidad del Niño, Niña y Adolescente trabajador” se va descubriendo autorreconocimiento y valoración. Esto se aprecia por ejemplo, en un estudio realizado durante el año 2009 por el Observatorio Laboral donde se analizan las representaciones sociales de niños y niñas frente al trabajo infantil24. En la mayoría de los casos, quienes se desempeñan en alguna labor que genere ingresos económicos se reconocen como más responsables, más esforzados, menos proclives a caer en la delincuencia, más despiertos y elocuentes, en contraposición con aquellos que no trabajan, a los que consideran flojos, desmotivados y que no valoran lo que la vida les otorga; por esta misma razón, los consideran proclives a caer en la delincuencia y la drogadicción.. Estos. mismos “imaginarios” persisten también en el inconsciente colectivo de los adultos, lo que produce que se manifieste un discurso ambivalente al respecto.. 22. Dirección del Trabajo. Trabajo de Menores de Edad en http://www.dt.gob.cl/1601/w3-article-95599.html Ibid. 24 Observatorio Laboral. Trabajo Infantil. Una perspectiva cultural del fenómeno. Ministerio del Trabajo. Enero 2010. 23. 18.

(20) El Trabajo Infanto-Juvenil se manifiesta como un fenómeno subterráneo y difícil de seguir, porque quienes lo ejercen se encuentran en un proceso de constante cambio, en una etapa transitoria y en general no actúan como agentes de presión para la elaboración de políticas públicas25.. Como se puede apreciar, los gobiernos durante los últimos. veinticinco años han relevado esta problemática y han elaborado estudios y cursos de acción cuyo objetivo para el año 202526 es su total erradicación.. 1.3. Marco Teórico 1.3.1. El concepto de Infancia, minoridad y Trabajo Infantil. El concepto de Infancia debe comprenderse como una representación social que nos permite entender la realidad. Hoy en día existe un consenso sobre lo que debe entenderse como niñez o infancia, situándose en una etapa de la vida del ser humano que transcurre entre el nacimiento hasta que cumple la mayoría de edad, lo que puede variar dependiendo del país. Sin embargo, debe considerarse que esta construcción social varía,. dependiendo de cada momento histórico y cultura en la cual se esté. inmerso. Muchos historiadores, entre ellos, Ariés, coinciden en que la idea o concepto de infancia surgió con la modernidad27. Esta concepción supuso que el niño era un ser que. 25. Se pueden apreciar excepciones como el caso boliviano, donde a raíz de la presión ejercida por los propios niños y jóvenes trabajadores en pos de regular su condición se aprueba finalmente el 17 de julio de 2014 la norma que permite que el trabajo infantil desde los diez años, otorgándoles la libertad para elegir donde desempeñarse. Ver más antecedentes en: http://www.nuevatribuna.es/articulo/america-latina/boliviaaprueba-norma-permite-trabajo-infantil/20140721164502105334.html 26 Este objetivo se manifiesta en el documento Crecer Felices. Estrategia Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador 2015-2025, OIT-Ministerio de Desarrollo Social. Santiago, 2015. P. 25. 27 Según este autor, a partir del siglo XVII, se instala la noción de que los niños deben estar distanciados del mundo adulto y prepararse para cuando llegue ese momento. En ese sentido, la escuela cobra gran relevancia: “La familia y la escuela retiraron al niño de la sociedad de los adultos. La escuela encerró a una infancia antaño libre en un régimen disciplinario cada vez más estricto(…) . La familia moderna no sólo sacó de la vida común a los niños, sinoigualmente suprimió gran parte de la dedicación y de las preocupaciones de los adultos (…) Dicha familia corresponde a una necesidad de intimidad y también de identidad, pues los miembros de la familia se reúnen por sus sentimientos, sus costumbres y el tipo de vida, y se oponen a las promiscuidades impuestas por la antigua sociabilidad.” Ver, Phillipe Aries, El niño y la vida familiar en el Antiguo Régimen, en Revista El Observador N° 8, SENAME, Septiembre de 2011. En http://www.sename.cl/wsename/otros/obs8/OBS_8__82-110.pdf. 19.

(21) necesitaba recibir la influencia externa para formarse, pero que además, debía ser receptor de protección. La concepción pedagógica activa y moderna de la infancia la define como una etapa de evolución de la especie, como semilla de esperanza de una nación moderna, y como objeto de estudio e intervención de los saberes modernos que se ocupan los niños.28. Para UNICEF, la infancia es la época en la que los niños y niñas tienen que estar en la escuela y en los lugares de recreo, en la que deben crecer fuertes y seguros de sí mismos y recibir el amor y el estímulo de sus familias y de una comunidad amplia de adultos29. Esta definición hace alusión a la calidad de vida de los niños, sin quedar sujeta al aspecto etario que separa el nacimiento de la adultez. Mariano Naradowsky30 sostiene que el concepto moderno de infancia está pasando por una crisis, debido a que la sociedad de consumo y el acceso de los medios de comunicación sitúan a los niños a la par de los adultos. Pero por otro lado, existe una infancia marginal, en la cual la necesidad los obliga a ser generadores de ingresos, lo que los posiciona a un lugar equivalente al de los adultos. Además, esta construcción social varía de acuerdo de la perspectiva disciplinar desde la cual se analice. Por ejemplo, para muchos de nosotros infancia y niñez son sinónimos, pero para la psicología son palabras que hacen alusión a dos etapas de desarrollo diferentes; por una parte la infancia es aquella fase que comprende entre el nacimiento y los seis años, para más tarde pasar a la niñez, que es entre los seis y doce años, cada una con características físicas y conductuales muy diferentes entre sí y que son sucedidas por la adolescencia (desde los doce hasta los 18).31 Otros autores, como James, señalan que la infancia debe ser pensada como una institución social e histórica, configurada en base a la sedimentación de significados y procesos materiales como las relaciones de poder, corporalidad, temporalidad, 28. María Victoria Alzate. Concepciones e Imágenes sobre la Infancia. Revista Ciencias Humanas, N° 28, en http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev28/alzate.htm 29 UNICEF. Estado Mundial de la Infancia 2005. Definición de Infancia en http://www.unicef.org/spanish/sowc05/childhooddefined.html 30 Mariano Naradowsky. Infancia y Poder. La conformación de la Pedagogía Moderna. Aique Editores, Buenos Aires, 1994. Pp. 23-53. 31 Véase Diane Papalia, Sally Wendkos, Ruth Duskin. Psicología del Desarrollo. De la Infancia a la Adolescencia. Editorial Mc Graw Hill, México, 2009.. 20.

(22) espacialidad, etc., en torno a los niños32. Desde esta perspectiva, es posible comprender que la Infancia tiene dos variables, una pública, de la cual se construyen discursos políticos, con presencia en los medios de comunicación, la publicidad, etc. y otra privada, relegada al espacio familiar donde se construyen las identidades infantiles. Jorge Rojas señala que es muy difícil ponerse de acuerdo en torno a los límites “naturales” identificación. que conlleva la noción de infancia, y que lo que ha primado en esta frente a la infancia y la niñez más bien es un “deber ser”, que no. necesariamente considera las particularidades culturales de cada sociedad lo cual instaura lugares adecuados para niños, como la escuela y actividades no apropiadas, como el trabajo infantil33. Para Jorge Ochoa34, la niñez es un concepto cultural y dinámico. Como tal, en el caso de Occidente, la niñez se ha entendido como el periodo de escolarización de una persona. Si bien en esta visión podemos reconocer un patrón, el autor no señala claramente cómo llegó a esta hipótesis. No obstante, concordamos con la visión de Rojas, quien señala que para el caso de los estudios relacionados con el trabajo infantil, la noción de infancia y de niñez sólo queda estipulada en base a límites de edad, lo que acota su análisis. En síntesis, el concepto de infancia es una noción que se encuentra en continuo cambio y acomodación, debido a que se debe a una representación colectiva, que va variando de acuerdo a un sinnúmero de factores, como los pedagógicos, psicológicos, médicos, antropológicos y jurídicos, como así también a intereses sociopolíticos. Otro concepto que a veces es utilizado como sinónimo de infancia es el de “Menores de Edad”. Este es más bien un término jurídico que apela al grado de responsabilidad que le compete a un ser humano en la vida social, que en el caso de los niños sería un menor, por no ser un “adulto completo”. Existen muchos detractores de este concepto, ya que sostienen que se denigra a los niños, niñas y adolescentes por no considerarlos sujetos plenos de derecho. Bajo esta lógica de “minoría de edad” se 32. James, A. Constructing childhood. Theory, police and social practice. London citado en : Vergara, A., Peña, M., Chávez, P. & Vergara, E. (2015). Los niños como sujetos sociales: El aporte de los Nuevos Estudios Sociales de la infancia y el Análisis Crítico del Discurso. Psicoperspectivas, 14(1), 55-65. Recuperado desde http://www.psicoperspectivas.cl 33 Jorge Rojas Flores. El trabajo infantil. Algunas ideas para el debate. En Trabajo Infantil, Freno al Desarrollo. Panorama General y Políticas para su Erradicación. UNICEF, 2000, pág. 62. 34 Veáse el trabajo de Jorge Ochoa. La infancia como construcción cultural. Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación, CIDE, Santiago, Noviembre de 1983.. 21.

(23) consideran diferentes criterios para que los NNA, puedan ejercer alguna acción social – como el trabajo- o bien puedan ser responsabilizados y posteriormente juzgados en el caso de cometer un delito35. Estas lógicas también varían de acuerdo a la legislación de cada país. Cabe señalar que desde fines del siglo XIX y principios del XX se puede observar en nuestro país, y. en otras regiones de Latinoamérica y el mundo, la. emergencia de “leyes para menores”. Esta concepción de “menor” ciertamente hace alusión al control que debe ejercerse desde el exterior, desde el mundo adulto, frente a un grupo de niños y jóvenes que tienen una existencia “irregular”, fuera del ámbito de la escuela y de la familia nuclear. Con motivo de esta investigación haremos referencia a esta concepto, considerando “menores de edad” a todas aquellas personas entre 0 a 18 años. En relación al concepto Trabajo Infantil corresponde señalar que éste también responde a una representación social, que ha ido variando en su valoración. por. transformaciones socio-culturales que principalmente se han ido desarrollando a lo largo del siglo XX. A su vez, no existe un consenso frente a este concepto y tal vez, por lo mismo, los mecanismos para a su erradicación o tolerancia varían dependiendo del país, como así también del objetivo de las organizaciones tanto nacionales como internacionales que asumen una preocupación por la infancia. Respecto al Trabajo Infantil, existen diferentes enfoques, los cuales hacen que varíe en cierta forma su definición y/o apreciación de las actividades que enmarcan este fenómeno, como así también en lo que se refiere a las edades topes, de lo que se considera “infantil”. Por ejemplo, ACHNU36 señala que es toda actividad realizada de manera regular por niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años en relación de dependencia o en forma independiente, destinada a la producción y/o comercialización de bienes, así como. 35. Véase el trabajo de Daniel Castillejos Cifuentes. Análisis constitucional sobre el término menor y los niños, niñas y adolescentes. Instituto de investigaciones Jurídicas UNAM, N°5, 2011. Descargado de http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/7/3011/10.pdf 36 ACHNU corresponde a la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas. Este organismo fue fundado en 1991 y su fin es “promover los instrumentos y resoluciones de Naciones Unidas en el ámbito de niñez y juventud”. Ver en http://www.achnu.cl/la-institucion/. 22.

(24) la prestación de servicios; por lo cual percibe ingresos monetarios y/o materiales37. Si bien, la ACHNU no considera la explotación y la comercialización sexual dentro de esta descripción, el Ministerio del Trabajo si lo incluye, de acuerdo a las recomendaciones de la OIT. Otra definición es la que se presenta en la EANNA 2012. Según este instrumento, el Trabajo Infantil se refiere a la participación de NNA en formas de trabajo prohibidas y, a nivel más general, en tipos de trabajo que es preciso eliminar por ser social y moralmente indeseables, a partir de las orientaciones de la legislación nacional, del Convenio sobre la edad mínima (núm. 138) y del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil (núm. 182)38. Walter Alarcón sostiene que dicho concepto hace alusión a la participación económica de personas que aún no cumplen los 18 años, cuyas actividades laborales se ejercen en contextos de explotación económica y que además, pueden ser peligrosas, obstaculizar su educación, su desarrollo físico, mental, espiritual o social.39 Para UNICEF el Trabajo Infantil es cualquier ocupación que supere una cantidad mínima de horas, dependiendo de la edad del niño o niña y de la naturaleza del trabajo40. En este sentido, esta organización ha realizado la siguiente clasificación al respecto: . Entre 5 y 11 años: al menos una hora semanal de trabajo remunerado o 28 horas semanales de trabajo doméstico.. . Entre 12 y 14 años: al menos 14 horas semanales de trabajo remunerado o 28 horas semanales de trabajo doméstico.. . Entre 15 y 17 años: al menos 43 horas de trabajo remunerado o de trabajo doméstico semanal.. 37. Citado en María Angel Bastidas. Significados que otorgan niños y niñas trabajadores al trabajo infantil. Tesis para optar al grado de Magister en Psicología, mención Psicología comunitaria. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile, Santiago, 2012. P.17. 38 EANNA (Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes) 2013, p.5 http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/documentos/presentacion_EANNA_28junio_final.pdf 39 Walter Alarcón. El Trabajo Infanto-Juvenil en América Latina y el Caribe, en Trabajo Infantil, Op. cit, p. 18. 40 Veáse esta definición en http://www.unicef.org/spanish/protection/index_childlabour.html. 23.

(25) UNICEF sostiene que la inversión de tiempo en el trabajo es perjudicial para los niños y adolescentes y por lo tanto es necesario erradicarlo.41 Entre las tipologías de trabajo infantil podemos reconocer:  Trabajo Inaceptable: Es inaceptable cualquier trabajo realizado por un menor de 15 años, con excepción del trabajo liviano y de pocas horas que puedan realizar, de manera protegida, los niños entre 12 y 14 años. Entre 15 y 17 años, se consideran inaceptables los trabajos que tienen lugar en la calle, de noche, que se extiendan por más de media jornada a la semana, que impidan la asistencia a la escuela o en jornadas que superan el máximo legal.42  Quehaceres propios del hogar: Se trata de actividades no económicas, de naturaleza doméstica, llevadas a cabo dentro del propio hogar por niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años, por más de media jornada a la semana (21 horas y más).43  Peores Formas de Trabajo Infantil: Se califica de esta manera a las actividades de los menores de 18 años, víctimas de explotación por adultos, o en actividades económicas que ocasionan daño a su desarrollo físico, psicológico y moral. Ello incluye la explotación sexual comercial; actividades ilícitas y asociación a la esclavitud, trabajos peligrosos por naturaleza y trabajos peligrosos por sus condiciones.44 Desde sus causas, el trabajo infantil es visto hoy como una de las estrategias de supervivencia de aquellas familias marginadas de los beneficios sociales o de la posibilidad de empleo. La búsqueda de ingresos de estos menores tiene lugar en la calle, en el sector agrícola, en el comercio y en el sector de servicios, lo que se mantiene hasta la actualidad.45 Sin duda, el trabajo infantil responde a una situación económico-social compleja de parte de las familias de estos niños, ya que no siempre se reduce a la posibilidad de generar más ingresos para el núcleo familiar, sino que a veces responde a la necesidad de sobrevivencia frente al maltrato, la drogadicción, el alcoholismo o el abandono de los padres. 41. Véase http://www.unicef.org/spanish/protection/index_childlabour.html INE. Trabajo infantil y Adolescente. Resumen Ejecutivo. P. 20 43 Ibid. p. 21. 44 Ibid. p. 22 45 Ibid p. 6. 42. 24.

(26) Desde la perspectiva histórica, cabe señalar que la valoración del Trabajo Infantil en nuestro país ha variado durante el siglo XX desde la aceptación hacia una lógica erradicadora, a tono con las disposiciones a nivel internacional. 1.3.2. La infancia como tema de interés de los estudios sociales.. Varios investigadores sostienen que el interés por estudiar el ámbito de la infancia, o bien considerar a los niños como sujetos con una historicidad propia, es algo reciente y que se ha ido desarrollando con un dinamismo relativo en Latinoamérica y específicamente en nuestro país. Según Antonio Zoila, los estudios en torno a la vida privada han permitido a los historiadores considerar temas que antes no se hubiera tomando en cuenta, investigaciones que permitieron que las mujeres y los niños fueran posibles sujetos de estudios históricos46. No obstante, es en la psicología, la antropología y la sociología donde más avances se han visto al respecto. Ciertamente en los últimos años se ha valorado el estudio de la infancia; esto debido a que se han desarrollado dos visiones frente al tema. En primer lugar,. las. transformaciones sociales, económicas y demográficas que se dieron a partir de la Revolución Industrial, que trajeron consigo el posicionamiento de nuevas clases sociales, un nuevo rol de la escuela, de los patrones de consumo, etc. En segundo lugar, a las consecuencias sociales que el desarrollo del capitalismo ejerció sobre los niños trabajadores, lo que ocasionó su explotación, pero también la reflexión de muchos adultos frente a esa condición. ¿Pero cuáles han sido algunas investigaciones que han considerado la infancia? María Victoria Alzate47, realizó un estudio que dio como resultado una clasificación de los enfoques de las investigaciones sobre la infancia, de acuerdo a la perspectiva metodológica. Esta sería la siguiente: a) Reconfiguración del concepto de infancia a partir de múltiples enfoques como: historia de la vida privada, historia de las mentalidades, historia socio-cultural, etc.. 46. Santiago Zoila. Los niños en la historia. Los enfoques historiográficos de la infancia. Revista Takwá, N°1112, UAM, 2007, p. 31. 47 María Victoria Alzate. Concepciones e imágenes de infancia y el descubrimiento de la infancia: historia de un sentimiento en Ciencias Humanas, Colombia, N° 30, 2001, en www.utp.edu.co/chumanas.. 25.

(27) b) Reconfiguración del concepto de infancia a partir de una perspectiva pedagógicaeducativa. De esta visión se extraen tres tendencias: La primera es denominada Revolución sentimental; la segunda que se vincula a los sistemas nacionales de educación y la tercera tiene relación con el desarrollo de las ciencias pedagógicas y psicológicas, que se utiliza para demostrar los progresos o decadencia de las conductas de los niños. Sin embargo,. en las últimas décadas los estudios sobre infancia en ciencias. sociales, se han visto muy influenciados por las nociones de subalternidad. Desde esta perspectiva, los niños, niñas y adolescentes que transitan en esta construcción social denominada infancia, son considerados agentes, constructores de realidad, reconociendo a su vez, las diferencias determinadas por clase social, género, etnia, etc. . El trabajo interdisciplinar de las ciencias sociales, ha sido clave para lograr desarrollar nuevas categorías de análisis de este concepto que siempre se encontrará en constante cambio. Por otro lado, no se puede olvidar el hecho, de que si bien, un ser humano, se considera parte de la etapa considerada “infancia” entre los 0 a los 18 años, esta lógica sufre variaciones, como por ejemplo en la responsabilidad penal o ingreso al mundo del trabajo. Autoras como Berry Mayall48 , sostienen que los niños se encuentran en una posición subordinada de los adultos, ya que aún no son totalmente autónomos y no han finalizado de definir sus patrones morales (propios del mundo adulto) sin embargo, son intérpretes de la vida social y esto los vuelve sujetos con una legitimidad especial. Iskra Pávez49 nos entrega una síntesis sobre lo que ha sido el tratamiento de la infancia y la niñez desde la perspectiva sociológica, abordando el enfoque de los clásicos como Durkheim, quien sostuvo que los niños eran receptáculos de las enseñanzas sociales de los adultos, asociándolos a un estado salvaje que era necesario disciplinar. La autora de este ensayo, critica la visión reduccionista de esta forma de ver la infancia, como así también la de aquellos que la vincularon necesariamente a una etapa biológica como, por ejemplo, Piaget o como una etapa preparatoria de la adultez, en el caso de 48. Véase en Berry Mayall. Towards a sociology for childhood.Maidenhead: Open University Press, 2002. Se hace referencia a esta idea de la autora en el trabajo de Vergara, A., Peña, M., Chávez, P. & Vergara, E. (2015). Los niños como sujetos sociales: El aporte de los Nuevos Estudios Sociales de la infancia y el Análisis Crítico del Discurso. Psicoperspectivas, 14(1), 55-65. Recuperado desde http://www.psicoperspectivas.cl doi:10.5027/PSICOPERSPECTIVAS-VOL14-ISSUE1-FULLTEXT-544 49 Iskra Pávez Soto. Sociología de la Infancia. Las niñas y los niños como sujetos sociales. Revista de Sociología Nº 27, 2012. En http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/sociologia/articulos/27/2704-Pavez.pdf. 26.

(28) Talcott Parsons. Pávez, valora los aportes de la sociología contemporánea, identificando nuevas corrientes o enfoques para abordar la infancia, donde la reconocen como un hecho “inminentemente social”50. En esta línea, importantes son los trabajos de Berger y Luckmann, quienes al proponer que la infancia es una construcción social, le otorgan un estatus más activo a quienes transitan por esta etapa. Sin embargo,. socialización. primaria (hogar) y secundaria (instituciones como la escuela, la iglesia, etc.) los amolda, les impone normas y reglas válidas para interactuar y lograr un lugar en la sociedad. Por otro lado, el enfoque estructural51 “parte de la premisa de que la infancia como categoría existe permanentemente en la sociedad, aunque sus miembros se renueven constantemente –tal como ocurre con la juventud–. Por lo tanto, desde esta perspectiva las condiciones de la vida infantil se analizan considerando el nicho social que ocupa la niñez de ahora y la que vendrá, como un espacio en la estructura de la sociedad que está destinado a que lo habiten las personas cuando son niñas y niños”52. Es decir, la infancia tiene un lugar propio e independiente en la sociedad, no obstante, su carácter dependiente contribuye a ocultarlos. de los relatos históricos, siendo a su vez,. considerados una minoría clásica, derivando a su marginalización y paternalización. Finalmente Pávez nos presenta el enfoque relacional de la sociología de la infancia, cuyas mayores exponentes son Berry Mayall, a quien hicimos referencia anteriormente y Leena Alanen. Su mirada apunta a reconocer a la infancia como una “generación con un estatus y poder determinado”53, valora el conocimiento infantil que surge a partir de las experiencias, sosteniendo a su vez, que los niños son “actores y agentes” pero que es necesario indagar sobre las relaciones que establecen los niños con los adultos, considerando que existe una situación de desequilibrio de poder. Nuevamente desde la perspectiva de la historiografía, cabe mencionar el trabajo de Phillipe Aries, quien se detiene en el estudio de la infancia, a partir de los cambios que se introducen en esta condición al interior de las familias a lo largo de la historia54.. 50. Iska Pávez, Sociología de la Infancia, Op. Cit. Pp. 90. De acuerdo a Iska Pávez, este enfoque corresponde a lo propuesto por autores como Jens Qvortrup quien lideró la investigación sobre “La infancia como fenómeno social” en el Centro Europeo de Viena. 52 Ibid., p.92. 53 Ibid., p.97. 54 Phillipe Aries. La Infancia. 1979, en Revista de Educación N° 281, 1986. Descargada de https://sede.educacion.gob.es/publiventa/descarga.action?f_codigo_agc=507_19 51. 27.

(29) En el contexto latinoamericano podemos señalar el trabajo de Eduardo Ciafardo, denominado “Los niños en la ciudad de Buenos Aires 1890-1910”55. En nuestro país, valiosa es la contribución realizada por Jorge Rojas Flores, con su libro “Los niños cristaleros 1880-1950”, quien a partir de un tema muy acotado, nos presenta una fotografía del trabajo infantil bastante elocuente y sin rayar en lo melodramático es capaz de presentarnos a niños con capacidad de decisión y de acción, los cuales, incluso son capaces de acercarse a plantear sus problemas a las autoridades de la época, en su calidad de trabajadores. El valor de este texto radica principalmente en que los niños dejan de ser un elemento más del escenario sombrío en un contexto de cuestión social, pasando a ser protagonistas y muchas veces agentes de su propio devenir. Además, en esta misma línea Jorge Rojas, también indagó por el mundo de los niños suplementeros56 y las transformaciones que este trabajo fue teniendo a medida que avanzaba el siglo XX. Por otro lado, el incansable trabajo de este mismo autor, Historia de la Infancia en Chile Republicano (1810-2010), indaga en varias aristas de la vida cotidiana de los niños, pero al mismo tiempo, en las políticas sociales que influyeron en sus vidas57. El plan general de esta obra contempló, desde su concepción, seguir la pista de varios ámbitos en forma simultánea: la vida privada (formas de crianza, relaciones padres-hijos, estructura familiar), la escolarización, el aparato institucional-legal, las políticas públicas (en educación, salud, justicia, recreación), ciertos hitos históricos significativos, diversas formas de socialización en que han participado los niños (trabajo, juego, ocio), las representaciones sociales de la infancia (su presencia en la literatura, la pintura, la escultura, la fotografía) y el surgimiento de circuitos comerciales volcados hacia ellos. Se buscó, en la medida de lo posible, considerar un enfoque amplio en términos geográficos, étnicos y de género. En cuanto a la edad, se utilizó como límite el período más acotado de la infancia, desde la lactancia hasta los 12 ó 13 años, concluyendo con el inicio de la maduración sexual. No obstante esto, en varios aspectos fue necesario hacer uso de la información para el período posterior, sobre todo cuando la legislación comenzó a ampliar sus políticas hacia el segmento “adolescente” (término que comienza a divulgarse en pleno siglo XX), generalmente bajo la denominación genérica de “menores de edad..58. 55. Eduardo Ciafardo, clasifica a los niños en relación a su origen social; niños pobres, de sectores medios y de la elite preocupándose de cómo vivían, según como menciona Santiago Antonio Zoila, en Los niños en la Historia, los enfoques historiográficos de la Infancia en http://148.202.18.157/sitios/publicacionesite/pperiod/takwa/Takwa1112/zoila_santiago.pdf p. 35. 56 Jorge Rojas Flores, Los Suplementeros: Los niños y la venta de diarios. Chile, 1880-1953. Ariadna Editores, 2006. 57 Jorge Rojas Flores, Historia de la Infancia en Chile Republicano 1810-2010. JUNJI. Santiago, 2010. 58 Ibid., p. 16.. 28.

(30) Existen trabajos que si bien el centro de las investigaciones no son los niños, ni la infancia propiamentente tal si nos entregan información relevante para comprender como se ha ido gestando la vida de éstos desde la perspectiva de las políticas públicas en salud, educación, etc. En esta línea, podemos reconocer el trabajo de María Loreto Egaña59, María Soledad Zárate60, Igor Goicovic61, entre otros. Una historiadora que intentó colocar la infancia vinculada a la política social en el centro de su relato es María Angélica Illanes en su libro “Ausente Señorita” al entender la escuela pública como un lugar que acogía y normalizaba a los pobres. Además, fue capaz de indagar en otros espacios de la infancia, más allá de la escuela, lo que enriquece el relato y entrega una visión más completa, de los distintos periodos que analiza.62 He aquí uno de los retratos escénicos de la historia que narraremos. Su protagonista el niño proletario chileno, creativo, sobreviviviente de las miserias determinaciones de las estructuras, sabedor de mil oficios, conocedor de mundos ajenos, crónico desertor de escuela, incisivo cateador de la mentalidad de los caballeros y de las debilidades caritativo-culturales de la sociedad ilustrada.63. También deseamos hacer mención al trabajo realizado por Gabriel Salazar, con su ensayo, “Ser niño huacho en la historia de Chile”64. Por medio de este análisis histórico,. logró visualizar. la experiencia del. niño marginal con sus códigos y. 59. Entre las investigaciones publicadas por esta autora podemos mencionar: La Educación Primaria en Chile 1860-1930. Editorial LOM-PIIE, Santiago, 2003.; La educación primaria popular en el siglo XIX en Chile, Centro de Estudios Barros Arana, DIBAM, Santiago, 2000. 60 Los trabajos de María Soledad Zárate en el campo de la maternidad, la medicina y las políticas sociales se vinculan estrechamente con lo que podemos llamar “primera infancia”. Por ejemplo, su artículo Parto, crianza y pobreza en Chile, en Historia de la Vida Privada en Chile, desde 1925 a nuestros días. Editorial Taurus, 2010. 61 Igor Goicovic, ha llevado a cabo una serie de trabajos, donde releva la infancia como base del estudio histórico. Véase De la dura infancia, de la ardiente vida, de la esperanza. Un testimonio popular para la reconstrucción de nuestra historia reciente. En http://www.cidpa.cl/wp-content/uploads/2013/05/6.3Donoso.pdf. Del mismo autor, véase Estructura familiar y trabajo infantil en el siglo XIX, Mincha, 1854. En http://www.revistas.usach.cl/ojs/index.php/historiasocial/article/view/306 62. María Angélica Illanes, Ausente Señorita. El niño chileno, la escuela para pobres y el auxilio 1890-1990. JUNAEB, 1991. 63 Ibid., p. 13. 64 Gabriel Salazar. Ser Niño Huacho en la Historia de Chile (siglo XIX). Editorial LOM, 2007.. 29.

(31) motivaciones durante fines del siglo XIX y principios del XX, como se aprecia en el siguiente relato: Fue lo que aprendimos a hacer, desde el principio. En torno a los pilones, donde lavaban las mujeres. En la "caja del río", en guerra de piedras contra los chimberos. En las chacras, contra las tapias de los vecinos. En las playas, mariscando, saqueando navíos naufragados. Agarrando carbón a lo largo del ferrocarril. En el puente de palos, en los muladares, en las recovas, frente a las chinganas. Yendo, viniendo, como nube de moscas, o de avispas. Así fuimos construyendo un afiebrado mundo propio -que para los adultos era sólo un zumbido de zánganos marginales-, el cual, creánlo o no, fue ofreciéndonos sucedáneos para todo. "Compañeros" en vez de hermanos. "Socios" en vez de padres. Geografía para caminar en vez de estratos sociales que escalar. Riquezas lejanas y fabulosas que desenterrar, a cambio de salarios miserables que "ganar". Excedentes ajenos de los cuales apropiarse, en sustitución de lo propio que nunca nos dieron. Y por sobre todo, en vez de amor, camaradería. Esa camaradería que, para nosotros, los "huachos", es un principio básico de vida, especialmente la camaradería masculina.65. 1.3.3. Del disciplinamiento a la protección de la infancia. En nuestro país, subsiste en el discurso de las autoridades y la sociedad en general. que la infancia –considerada como una etapa de preparación hacia el mundo. adulto- debe ser protegida, logrando de esta manera, establecer el equilibrio emocional, psicológico, económico y social que permita que estos niños en el futuro sean “buenos ciudadanos” que aporten a la nación desde diferentes dimensiones de la vida social. No siempre ha primado una lógica proteccionista66 hacia la infancia. Desde fines del siglo XIX y principios del XX, la relación de las autoridades y del Estado hacia los niños era de control y normalización, principalmente hacia aquellos que pertenecían a los estratos más pobres de la sociedad y que debían buscar distintas estrategias de sobrevivencia, como la mendicidad y cuyo escenario principal fue la calle. Esta situación 65. Ibid, p. 46. El Paradigma Proteccionista se consolida a partir de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, aprobada el 20 de agosto de 1989 y ratificada por nuestro país en 1990. En este sentido, se reconoce a los menores como sujetos plenos de derechos. Sus principios fundamentales son: la no discriminación, el interés superior de la infancia, derecho a la vida, supervivencia y desarrollo y el respeto a la opinión de niños y niñas. Los países que han ratificado este Convenio, por ende, deben establecer medidas de protección y asistencia que promuevan el sano desarrollo de los niños. Ver: http://unicef.cl/web/convencion-sobre-los-derechos-del-nino/ 66. 30.

(32) fue interpretada como germen de la delincuencia en aquella época. Por lo tanto, para las clases más acomodadas, era necesario extirpar este fenómeno, ya que empañaba la imagen de modernidad que se deseaba alcanzar y proyectar. Para esto la beneficencia y posteriormente la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria (LIPO) de 1920, buscaron controlar a la gran masa de niños que deambulaba por las calles67. La misma elite, consideraba que el trabajo remunerado de los niños en el área industrial también tenía un fin pedagógico y civilizador, ya que los incorporaba a la “modernidad”, aprendiendo con ello el valor del trabajo, cumplimiento de horarios, hábitos, entre otros, alejándose de esta manera de la inmoralidad de sus hogares. Esta mirada, hizo vista gorda de la explotación a la cual eran sometidos miles de niñas y niños en las fábricas. Para Jorge Rojas esta lógica correspondía a una clara expresión de las pautas de subordinación basadas en la edad.68 Illanes, a su vez, sostiene que a medida que pasan los años y el Estado asume un rol más protagónico, este lugar de “moralización” y de “control”, pasa a ser la Escuela Pública.69 Esta idea de normalización y control sobre los niños y en especial los que trabajan, transita lentamente hacia una noción proteccionista, que logra su madurez en nuestro país en la década de los noventa. A nuestro juicio, es el resultado de un proceso mucho más largo, que tiene sus orígenes en el modelo de desarrollo ISI, y que tal y como señalaba Illanes transforma a la escuela como el lugar por antonomasia donde deben estar los niños, donde se imponen pautas de comportamiento y un modelo de lo que debe ser la infancia. Todo esto, fue apoyado por estudios realizados por psicólogos, psiquiatras, antropólogos, juristas, entre otros, que le van asignado un nuevo rol social a los niños70.. A esto, deben sumarse las iniciativas a nivel internacional, como la. Declaración de Ginebra de 1924, que hace referencia a la necesidad de protección de los. 67. Gabriel Salazar, fue uno de los primeros investigadores que se preocupó de describir la vida de los niños de los sectores populares, centrándose en el periodo que señalamos. En Ser Niño Huacho en la Historia de Chile (siglo XIX). Editorial LOM, 2007. 68 Ver, Jorge Rojas Flores. Los niños cristaleros. Trabajo Infantil de la Industria (1850-1950), Centro de Investigaciones Barros Arana, 1996, pp. 40-50. 69 Ver, María Angélica Illanes. Ausente Señorita…Op. cit., pp. 107-118. 70 En este sentido, queremos destacar la labor realizada por Samuel Gajardo, Primer Juez de Menores de Chile, quien fue clave en el involucramiento del Estado en materias relacionadas con infancia. Participó en la elaboración de la Ley 4.447 sobre Protección de Menores. Véase: http://defensoresydefensoras.indh.cl/defensores-as-en-la-historia/personas-privadas-de-libertad/samuelgajardo/. 31.

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