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Algunos rasgos de la geomorfología del Nordeste Argentino - Sociedad Argentina de Botánica

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17 ALGUNOS RASGOS DE LA

GEOMORFOLOGIA

DEL NORDESTE ARGENTINO

por Elíseo Popolizio *

El objeto del presenteno es otroque el de dar algunos ele¬ mentos de compartimentación morfológica del áreaque puedanser deutilidad para quienesse dedicanalos estudiosbotánicos. Esuna apretadasíntesisde lo presentado en varios trabajos, algunos ya pu¬ blicados, que realizara en la zona. Por otrapartecreonecesario recalcar que la relación que existeentrelavegetación y la morfo¬ logía es tan íntima que sólo trabajos enequipocon

carácter

inter¬ disciplinarios podría aclarar innumerables problemasaúnpor dilu¬ cidarse.

Con la finalidad de establecer una primera división del conjunto y en función de lafinalidad del presente trabajoconsidero convénienteestablecercuatrograndes compartimentos, a saber:

13 Lallanura chaqueña;

.

23 El valle del Paraná

-

Paraguay; 32 Las lomas yesteroscorrentinos;

43 Las colinas escalonadas del SE de Corrientes. 12

-

LA LLANURA CHAQUEÑA

Todo elconjuntoconstituye enprimera instancia unáreade poca energía y amplitud de relieve,

con

pendientegeneral hacia el eje del Paraná-Paraguay y rumbo medio hacia el ESE; con cotas medias IDOm a la altura deSáenz Peña y 55m a la deResisten¬ cia. No obstante este aparente plano inclinado se presenta sub-compartimentadoen fajas dedirecciónaproximada NNE, emplazadas a distintos niveles, las cuales parecen tener una correspondencia con los lincamientos observados en la provinciade Santa Fe(sibien sus posiciones altimétricas realtivaspueden no correspondersecon las de aquellas. De estasfajassedestacauna cuyolímiteW estaría dadoporlacontinuacióndela línea tectónicaTostado-Selva y que en la zonapasa por Las Piedritas dondeseexplotan para caminosunas areniscas semicuarcíticas rojas. Esta faja, decota media 100 m, se

presenta

como una superficie extremadamente plana y sobre la cual se encuentra la ciudad de Sáenz Peña y la línea férrea Avia-Terai-Gral. Pinedo.

En estasuperficienoseobservancaucesdefinidos y lapo¬ blación recurre a excavaciones denominadasenla zona"represas'

(2)

BOLETIN

DE

LA SOCIEDAD ARGENTINA

DE

BOTANICA parala

acumulación

delas aguas, constituyendo un aspecto

caracte¬

rístico del paisaje humano. Con respectoa la vegetaciónha sidoen gran parte talada o expoliada desusespecies másvaliosas, motivo por el cual en pocas partes puedeverse ensu estado prístino. No obstante yendo hacia elWelcarácter xerófilo

se

hace cadavezmás dominante observándose árboles adaptados al medio tales

como

el denominado itín y grandes agrupaciones de

cactáceas

hacia lazona de Las Piedritas. Es de destacar que desde Gral. Pinedo a esta localidad y de allí a Las Breñas se observan diferencias en las agrupaciones vegetalesy variacionesenlos suelos.

Sería

convenien¬ te realizar trabajosaltimétricos dedetallepara establecer lasvin¬ culaciones morfológicas con lo antedicho pueslos que pueden obte¬

nerse

en la actualidad nopermitenhacerlo. Es probablequeexistan zonas dispuestas en. forma alternada ligeramente sobreelevadas del conjuntolo quemotivaría esas diferenciasdesuelos y vegetación.

Yendo de la superficie a la que terminamos de referirnos, en dirección

a.

la ciudad de Resistencia

se

puede observar un paulatino descenso, pero engradería, alternándosezonas bajas con lagunas rasas yáreasperiódicamente inundables óonotras másele¬ vadas. Este descenso escalonado ya fue mencionado por la Prof.

Lucía

Thiebaud y

sería

interesanteverificar hasta que puntoescon¬ secuencia de procesos vinculados alatectónica oal clima o a ambas factores. Otroaspectoaserdilucidado cuandosedisponga de mejor material cartográficoessi esos escalonessiguen una secuencia de¬ creciente o alternante,

es

decir sienconjunto pueden interpretarse como unagigantesca gradería ocomounaseriede planosadiferen¬ tes niveles relativos.

De todo esto es importante mencionar que las áreas más altas, a que nos referimos, están cubiertas de montes tupidoscon presencia delapachos,quebrachos,algarrobos y talasasícomodeun sotobosquebastante denso. Las partes bajaspresentantodauna se¬ cuencia de formas y vegetación de transición con las anteriores (Fig. 3). El primer rasgo que nos indica la proximidad de zonas bajas esla desaparición del sotobosque, apareciendo clarosdegra¬ míneas cortas y raleando los árboles de porte, predominando los talas y espinillos. Luego los claros aumentan encantidad yexten¬ sión apareciendo gramíneas altas con

"tacurús"

de fijación y pena¬ chos de gramíneas que llegan a constituir verdadera

morfología

de campo de

tacurús

de fijación (es necesario que lo designemos así pues no son originados por las hormigas sino el resultado delafi¬ jación de tierra por las raíces, lo que da lugar a la formación de mogotes de tierra de formas variables, de sectores cilíndricos a cupuliformes conoidales, los que pueden tener desde unos pocos

(3)

Volumen

11 Suplemento 19

centímetros

de altura a másdemedio metro).Estoscampos detacu-rús pueden tenerextensionesenormes ysu predominioindica prác¬ ticamente el límite definido de las

áreas

deprimidas. Elcontacto

con

el monte es a veces netoyen otros casos transicional, obser¬ vándose algunos arbustos raleados en el conjunto. Luego viene, siguiendo hacia el centro de las depresiones,

áreas

de gramíneas altas las cuales están implantadas en muchos casos sobreun suelo almohadillado cubierto de gramíneas cortas. En el centro mismo

áe

las depresionesenzonascontinuamente inundadas aparecengru¬ pos de sagitarias y juncos. Siese área inundada es extensa elcen¬ tro está ocupadopor unespejode agua bordeado decamalotesque a

su

vezlimitan conlas gramíneasaltas de quehablamos.

La repetición de estos hechos hace pensar en unproceso contínuo de aterramiento de las depresiones en granparteoriginado por un avancede la vegetación cuyos pionerosseríanlos camalotes. (El prof. Morello ha realizado estudios muy interesantes y de gran ayuda en la interpretación morfogenética delárea, en relación a la adción dela vegetación). Debemos recalcarque la acción antrópica está aumentando la velocidad con que seestándesarrollando estos procesos yesova disminuyendo cadavezmás lacapacidadde alma¬ cenamientodelasdepresiones. Poresemotivo, deno tomarseme¬ didas criteriosas,lasextensionesperiódicamente inundables aumen¬

tarán

arealmenle con los problemas indeseables que ello traerá aparejado.

Uno de los ejemplos más visibles de los desniveles que presenta la llanura chaqueña está dado por unmarcado quiebrede pendiente observableala salida de la localidad de Machagai, rumbo a Resistencia.

Los ríoschaqueños tienenlaparticularidaddecorrer entre albardones, por lo general claramente distinguibles ycubiertos de vegetación engaleríademayorporteque elconjuntodelárea en la cual están implantados. El cinturón meándricosueleser, por le general, ampliocon restos deantiguoscaucesparcialmente colmados y lagu¬ nas en media luna. Sin embargo en la planicie de implantaciónse observan, además, otras lagunas de mayor amplitud que las men¬ cionadassituadas enelcinturón meándricode divagaciónactual. Se presentan con radios de curvatura mayoresyancho tambiénmayor sin diques marginales definidosni vegetación en galería(5). Es pro¬ bable que esta morfología se deba a procesos fluviales generados bajo condicionesclimáticas diferentes desemiaridez con vegetación

esteparia. El rumbo general de losríos chaqueños eshaciael,ESE

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ARGENTINA DE BOTANICA este lincamiento conotros NNE, es deciraproximadamenteparale¬ los al eje fluvial y se presentancuriosos codos, lagunas yesteros donde el último de estos lineamientos indicados ejerce evidente control.

29 EL VALLE DEL PARANA- PARAGUAY

Para poder interpretar su morfologfa, así como muchos aspectos de lasasociacionesvegetales delmismo, es necesarioha¬ cer un breve comentario de la genética del valle.

Lo primeroa que debemos referirnos para"entrar en tema, esquedesde Confluencia hastaaproximadamente Empedrado, el Pa¬ raná y el Paraguay no se mezclan sino quecorren juntos comoun río doble. Este hecho es debido a que el ángulo de encuentro de ambas corrientes a la altura de Confluencia esdemasiado grande y a que los caudales sólidos y densidadesdeellas son completamente diferentes. Desde ese punto las corrientes realizan, aguas abajo, unfenómeno deoscilación amortiguada, acercándosey separándose, dandocomoconsecuenciaun modelo de islastipo"collar de cuentas". Esto tiene importancia fundamental para los estudios botánicosya que ambos ríos son portadores de semillasalóctonasprovenientes dezonas diferentes. Deallí que sobre la ribera chaqueña aparezcan ejemplares transportadosdesde el Norte por el Paraguay, mientras que sobre la correntina se manifieste una orla marginal conespe¬ ciescaracterísticas de Misiones(19).

Este aspecto de ríodoblees perfectamenteobservable a la altura de la ciudad deCorrientes pues, enestiaje, demañana ycon sol a media altura, el canal paranense, apoyado sobreesaciudad, aparece con tonalidad más clara queelparaguayo apoyado sobre la otra margen. En creciente, los camalotes sedeslizanpreferente¬ mente sobre el canal paraguayo. Los perfiles baflmétricos, a la misma altura, son excelente medio de visualizar el mencionadoas¬ pecto. Dos canales perfectamente definidos y separados por bajos fondos caracterizan al río; elmenos profundo, situado a la derecha del eje fluvial, correspondeal Paraguay, mientrasque el máspro¬ fundo, situado a la izquierda, al Paraná.

El primer aspecto que debemos analizar para comprender las características morfológicas del valle delParaná.essu encuen¬ tro conel ríoParaguayala alturadeConfluencia. Lascartas bati-métricas nos permiten verun hecho poco común enHidrografía que es la existencia de dos deltas deencuentro. En efecto, siobserva¬ mos las islas emplazadas entreel canalde navegáción del Paraná y

(5)

Volumen

11 Suplemento 21 la localidadde Paso de la Patria veremosqueestas islasestán dis¬ puestas en abanico desde la riberacorrentina hasta elejedelParaná conápice enPaso déla Patria. Encambio, siobservamos lasdispues¬ tas desde Confluenciahasta unpocomásabajodel Km. 1230(dena¬ vegación),entreel canal navegable ylos riachosCerritoy Brasilero, veremos que también forman un abanico con vértice aproximada¬ mente a la altura de la localidad de El Cerritoy apoyado sobre la margen derecha. La relación areal de estos abanicos deltaicos es de 3a1enfavor delúltimo.

Este hecho es debido a que el ángulo de encuentrodelos ríos Paraná y Paraguayesinestable y la deflexión que sufren luego del encuentro crea condiciones de deposición; pero debido a que el caudal sólidodelúltimo de ellos es mucho mayor, suárea deposicio-nal deltaica también lo es. Lo importante deestehechoes quese observa, al igual que en el trayecto Corrientes-Asunción, un apa¬ rentedesplazamiento delejefluvial del Paraguay hacia el Este y pa¬ ralelamente a sf mismo, mientras que el

Paraná

lo haceen forma rotacional.

Lo que resulta másorientador, desdeel puntode vista ge¬ nético, es que esa mismamorfología, parcialmente remodelada, se encuentra aguas abajode la actual yfue originada cuando el ríoPa¬ raguay confluía con el Paranáa la altura del Km. 1220 (denavega¬ ción). Este río corría entonces por el lugar en que seencuentra el actual riacho Ancho. En efecto si prolongamos la alineación del citado riacho hasta Molina Punta (enla Capitalde Corrientes),vere¬ mos que a ambos lados de la misma quedan grupos de islas que guardan una disposición morfológica y morfométrica análoga a la descriptaa la altura de Confluencia y guardando, además, la misma relación areal de 3 a1a quenos hemos referido. Esteantiguotra¬ zado sería, en parte, responsable porel gran

arco

descripto porla ribera correntina en Bañado Norte en la ciudad deCorrientes (19).

El procesode rotación, concentroen Posadas, yafueana¬ lizadopor varios autores, y en untrabajo anteriorhabía establecido la posición preactualdel ríoParanácorriendo porel actual Esteros del Riachuelo (18). La observación de aerofotografías y las verifi- '

caciones en el terreno me llevaron a reconstruir la evolución mor¬ fológicadel valle del Paranáde Corrientesa Esquina (21). En pocas

' palabras podemosdecir quq despuésqueel ríoParaná corrióporel

actual valle del Miriñay, lo hizosiguiendoeldelactual río Corrien¬ tes. En ese momento el ríoParaguay se encontraba mucho másal Oeste que actualmente y se prolongaba mucho más al sur, encon¬ trando al Paraná a la altura de la localidad de Esquina,

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aproxima-BOLETINDE

BOTANICA

damente. A esa posición del Paraguay la he designado la. Etapay la importancia morfogenética estriba en que fue responsable del marcado quiebre de pendiente en forma de escarpa, actualmentere¬ modelado y suavizado,que constituye lacontinuacióndel denominado Frente Fluvial del Paranáporel Prof. FedericoDaus. Al respecto debemos decir que la barranca de la margen derecha del Paranáa la altura de Rosario, se continúamuchomásal Norte, y elhechode no verla desde el rfo es debido al alejamiento delcauceactualestan¬ do separado por una superficie cruzada de esteros,

cauces

paralelos y lagunas que en conjuntoconstituyen el lecho deinundaciónexcep¬ cional (21).

En las fotos aéreas, especialmente en los fotofndices, se puede ver elantiguo

cauce

del Paraná, emplazadoenelactual valle del rfoCorrientes,queseprolongaba máshacia el Oesteencontrán¬ dosecon el Paraguay en plenaárea santafecina. (Debemos destacar que el

Paraná

en esaépoca no presentabaun modelo de avenamiento como el actual, sinoqueeramuchomásplayoyconmodelo anasto-mosado, por lo cual

es

probable la existencia de condiciones de semiaridez). Detodas

maneras

debemos decir que la margen dere¬ cha del actual valle, desdeResistencia hastaSanta Fe, fuemodelado por el rfo Paraguay y constituye un marcado desnivel dedirección NNE, situado en lalfnea Reconquista-Las Toscas-Florencia einme¬ diatamente alEstedeestaslocalidades.

Posteriormente el rfo Paraguay se fue desplazando hacia el Este, peromanteniéndose paralelamentea sf mismo. Elmáximo alcance en esa dirección fue-también-causante del modelado dela margen izquierda del valle actual. Ese es el motivo por el cual la barranca (ladera izquierda), corre enla provinciade Corrientes, en forma de una lfneacasi recta paralelaa la que mencionamos enSan¬ ta Fe e independiente del trazado actual a tal punto queenvarias zonas no sela observa desde el rfo. El ejemplomásclaro lotene¬ mos desde la localidad de Lavalle hacia el Sur. pues ya en estelu¬ gar el rfo comienza a describir un gran codo, frente ala ciudad de Goya, que losepara de la barranca. Esta última seprolongatierra adentro hasta la localidad de Esquina, emplazándosepordetrásde Goya yalpiedela Colonia Carolina.

Otro hecho importante es que los desplazamientos hacia el Este sufridos porel Paraguay no fueroncontinuos,observándose antiguos

cauces

paralelos separados poráreasalargadasmás ele¬ vadas en el lecho aetualdeinundaciónexcepcional. Un ejemplo de lo antedicho lo constituyeunalomada queseextiendedesdeGoya en dirección a Esquina, emplazada entre dos antiguos cauces ycuyo probable origentectónicofue ya propuesto(8).

(7)

23

Suplemento

Volumen

11

Mientras esto

ocurría

con el Paraguay el

Paraná

Iba des¬ plazándose hacia el Norte, perorotacionalmente con centro en Posa¬ das. Por consiguiente, también las confluencias de ambos

ríos

se establecían cadavez más alNorte yesteprocesoaún continua.

A esta altura podemos decir que el Paraguayseha movido siguiendo lincamientos NNE queson característicosdela geomorfo-logía estructural de Santa Fe (17). Estonosllevaa pensar que los procesos de movimientos diferencialesque afectan el Oeste delva¬ lle actual deben haberse hecho sentirmás hacia el Este, empujando prácticamente al Paraguay en

esa

dirección. Esto

estaría

en pleno acuerdo con la hipótesis de Coco (8) y ensuapoyovendríala fuerte sacudida sísmicaque soportó en estesiglo la ciudadde Goya.

Para poder explicar las características de los desplaza¬ mientos del Paraná debemos-además de lo dicho- recurrira otro modelo estructural. Las condiciones en que

se

encuentranlos es¬ tratos del Este y SE deCorrientes, estudiadas en un trabajo sobre el área (20) permiten establecer que el conjunto que constituye la Serie de Sao Bento y que incluye areniscas actualmente considera¬ das comocretácicas, del denominado Desierto deBotucatú y coladas basálticas intercaladas (1,2) no

están

constituyendounaestructura monoclinal(4), con buzamiento hacia el NE, sino quesepresentan con característicasdomiformes, cuyo origen (Lacolítico ? )aún no puede establecersepor falta de mayores datos.

Lo que realmente importa es que esta estructura es

res¬

ponsable de la morfología decolinas conbase de implantación apro¬ ximadamente circular, que otros procesos -de origen morfoclimá-tico- remodelaron dando niveles escalonados en las mismas. El modelo de avenamiento está perfectamente ajustado a laestructura dando tipos radio-anulares queseintersectan. Las

más

importan¬ tes en amplitud de estas colinas están en Mercedes, Curuzú Cuatiá yentrelos ríos MiriñayyAguapey (está últimacasitotalmentedes¬ mantelada). Ellevantamientodiferencial deestas

áreas

fueconsta¬ tado

por

un trabajo de Geodesia de alta precisión (25) ylo que

es

más importante se verifica que el movimiento continúa, positiva¬

menteen las cúpulas y negativamenteenlos valles que lasseparan. La localidad de Sauce es un ejemplo deestehecho yaque sus edificios y calles se encuentranagrietadosobservándosepare¬ des fuera de plomo. He podido constatar que los lincamientos de esas grietas de tensión

se

ajustanexactamentealas condiciones de diaclasamiento estructural correspondiente al área de Sauce. La carta del I. G. M. presenta unatopografía cupuliforme-y drenaje con

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24

modelo radial enla zona mencionada que representaunodelos me¬ joresejemplosdelajustea laestructura.

Después de todo esto es de preguntarsecuáleslaimpor¬ tancia de estoshechos en los estudios de la Botánica. La verdades que son los especialistasen esadisciplinalos quedeberán medir el alcance; no obstante podemos hacer algunas acotaciones que consi¬ dero de interés al respecto. Enprimerlugardebemos destacar que los rfos ParanáyParaguay son importantesagentesdedistribución de especies vegetales. De allíqueel antiguo Paraguay en susdes¬ plazamientos debe haberllevadosemillasmuchomás alsur que ac¬ tualmente en área santafecina ylo mismoenCorrientes, cuando el

Paraná

corría aúnpor elinterior deesaprovincia. Lomismodebe haber acontecido con el

Paraná

que tantos cambios dedirección y

recorridohatenido.

Sería interesante, como trabajo interdisciplinario, poder establecer que fue de esa vegetación; es decir, si persistió, sise extinguió, hasta que punto las asociaciones vegetales que hoy obser¬ vamos son alóctonas.

Por lo que observara en la Provincia de Corrientes se tiene la sensacióndeun estado deretracciónde laflorasubtropical que desde el NEseprolonga porlosríos en galería, dondelas con¬ diciones ambientales geomorfológicassuplenlas deficiencias climᬠticas. ¿ Indica estouna lenta marchahacialaestepa?

Creo que los estudios de este tipo deben encararse pues además de servir a losbotánicosayudarían aexplicarmuchos pro¬ cesos geomórficos y por sobre todo a tener una idea sobre lo que puede realizarseparael desarrollo regional, sinque unaacción an-trópica descontroladaacentúelos ya peligrosos procesosdeerosión que se observan en la provincia.

LOMAS Y ESTEROS CORRENTINOS

Este compartimento corresponde al área NE de la prov.

de Corrientes. Esta zona está limitada hacia el Este y SE por una faja que corresponde a los Esteros del Iberá y al río Corrientes. En conjunto está constituídapor lomasarenosasdispuestas en aba¬ nico con centro aproximado en Posadas y que se extiendenmásal Norte hasta elesterode Ñeembucú enel Paraguay. Todoelconjunto podríaserdescriptomorfológicamente como formadopor unextenso plano con muy suave pendiente hacia el SW_sobre el cual emergen

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25 Volumen

11 Suplemento

las lomadas condesniveles escasos, del orden de los 5 a 10 m. Pero para interpretaresta morfología debemosveralgo sobre la estrati¬ grafía y las condiciones que imperaron durante el Cuartarioen el

área.

Los estratos más antiguos que se observan son las arenas mesopotamienses (4, 7), amarillentas, que presentan envariospun¬ tos estratificación cruzada. La parte superior deesteconjuntode arenas terciarias lo constituye una arenisca ferruginosa compacta y también con estratificación cruzada denominadaasperón guaraní-tico (4,7). Este horizonteguía sepuede seguir todoalolargo de la ribera izquierda del río Paraná desde Ituzaingó hasta el sur de la Provincia de'Corrientes. Sobre el mismo existe un horizonte desig¬ nado

como

calcáreo yesoso (4)yquesibien tieneestas caracterís¬ ticas en algunas partes se trata por lo general de una arenisca calcárea. Este estrato tiene la peculiaridad de adaptarse a las irregularidades del asperón. Conviene destacar esas irregulari¬ dades presentadas por el techo del asperón pues implica que los procesos erosivos que lo afectaron luego de su deposición dieron lugar aun relieve de muchaenergíaperocasisinamplitudtopogrᬠfica. Sobre el horizonte calcáreo yesífero tuvolugar la deposición de las denominadas gredas araucanas (4) que en realidadse tratan de sedimentos areno-arcillosos a arcillo-arenosos. Sobreéstos se extendióunmanto arenosodeorigenfluvial (conoide aluvial -4,6, 7-) que constituye las arenaspuelchenses. Setratadearenasde color rojizo, arcillosas y parcialmente removidas poracción eólicaenla partesuperior. Este depósito dio lugara laformációndeun enorme conoide, cuyos límites serían el Estero de Ñeenbucú(en Paraguay) y los Esteros del Iberá y elrío Corrientes. Loimportantedeésto esque elconjuntofue nivelado y convertidoencasi un plano. Por lo que he podido observar en el área yenel Brasileseaplanamiento debe situarse aproximadamente en el límite Plio-Pleistoceno y constituiría parte agradacional de un gigantesco pediplano extendido muchomáshacia el Este.

Es en este punto donde comienzan una serie de discusio¬ nes por parte de varios autores sobre la genética de la morfología de lomas dadas por estas arenas. Considero que todo el problema viene de haber tomado las oscilaciones climáticas delCuartario sin la trascendencia que han tenido. Digamos en primer lugar que el porcentaje arcilloso de las arenasnosdice de condiciones

climáti-.cas más húmedas en cuyo apoyovendríala fuertecoloración rojiza que presentan vinculadas aprocesosde

laterización

en las regiones de dondeprovinieron. Pero en ellímitePlio-Pleistocenoseoriginó un extenso pediplano al cual ya hicimos referencia y esto sólo es posible admitiendo condiciones de aridez o semiaridez. Es decir que el gran conoide fue retrabajado bajo condiciones climáticas completamente diferentes de las que imperaron durante la depos

(10)

i-ción y no es mucho exagerar que durante la génesis del pediplano mencionado eláreafueun semidesierto. Duranteesteperiodopue¬ den haber tenido lugar procesos asociados a la acción eólica que modelaron depresionesdedeflacióny dunas enmascarando elorigén fluvial de

esas

arenas

a

tal puntóque los granos de cuarzosepre¬ sentan con brillo mate, facetados parcialmente y subangulosos. Es muy probable que eláreadecontacto entrelas areniscas y basaltos con las arenas del conoide hayan dado lugara unadepresión margi¬ nal durante este periodo, es decir algo semejante a lo que suele ocurrir en los contactos demacizos antiguosy cuencassedimenta¬ rias. Al hablar de esto surge inmediatamente el problema de la morfogénesis de la depresión del Iberá. Grandes discusiones han surgido al respectoy sinembargocadaautoremitió conceptosper¬ fectamente valederos, solamente que el problema debe analizarse desde el punto deVistamorfoclimático. En unapalabra, después de la deposición en clima húmedo y cálido

se

dieron condiciones de semiaridez onetaaridez que modelaron porunladouna extensa su¬ perficie casi plana y por otro una gran fajaen

arco

de denudación marginal que correspondería al inicio genético del Ñeembucú-Iberá-ríoCorrientes.

El período durante el cual el río

Paraná

corrió por esa depresión es muyposterior yno veoporque hacerlo coincidir conel entallamiento de la depresión durante el Plio-Pleistoceno, siendo que sus depósitos son mucho más recientes. Pero hayotrohecho que debemos tener encuenta enapoyoa la hipótesis de la depresión marginal y es que la última lomada puelchense, hacia el E y SE constituye el borde de la depresión delIberá río Corrientes y tiene cota 75 m, lamismaquepresenta, enla otra margen, lasuperficie pedimentada más bajadelas queseobservan en el áreade lasare¬ niscas y basaltos a las cuales nos referiremosposteriormente. Con¬ sidero queél levantamiento deestaúltima zonadebe haber acentuado localmente -en el área de contacto- elbuzamiento de laseriemás moderna deltriángulo NW de Corrientes y

ésto

seríafavorablepara el modelado de una depresión monoclinal.

.

De lo dicho debemos recalcar que a principios del Cuar-tario se había establecidounasuperficie casi plana sobre los depó¬ sitos puelchenses. Fueron nuevas condiciones climáticas más húmedas las que motivaron la reactivaciónde laerosión lineal yla primitiva superficie quedó reducida a interfluvios tubuliformes se¬ parados por valles profundos que en muchas partes llegarona cortar el asperón.

Pero el Cuartario fue teatro de varias deestas oscilacio¬ nes climáticas que en el Hemisferio Nortesetradujeronen

(11)

glacia-Volumen

11 Suplemento 27 ciones e tnterglaciaciones, pero que en esta zona semanifestaron como períodos alternados más

secos

y más húmedos respectiva¬ mente. Durante los períodos más húmedos los ríos retomaron la erosión lineal, pero durante los más secos ensanchaban sus valles por procesos de pedimentación lateral. Enestaforma los primitivos valles de encajamiento derivaron hacia amplias cubetas sucesiva¬ mente colmatadas. Fueesteensanchamiento lo que redujo gradual¬ mente los primitivos interfluvios tabuliformes, relictos de la peniplanización Plio-Pleistocénica. Finalmente sólo quedaron largos cordones sobreelevadossobre laúltimasuperficiede colma-taciónque nologró cubrirlos. Depósitos originados en las condicio¬ nesantedichas, confinadosalos valles,fueron el Lujanense(4, 7, 18) y los denominados LimosHolocenos(24). Fue durante laformación de los primeros de estos depósitos que el

Paraná

corriócadavez másal Norte porentrelaslomas. Por el estudio de las fotografías

aéreas

se puede ver que este

río

presentaba modelo anastomosado

es

decir característico de zonas semiáridas. Por otra parte los mencionados depósitos arenoarcillosos ligeramente verdosos que dejó el Paraná lujanense son de poca potencia (unos 2m )y extre¬ madamente uniformes sin aspecto lenticular. Todo ésto noshabla de un

río

totalmente diferente del actual queesprofundoy lleno de bajosfondos. Probablemente reinaban condiciones de estepa durante esteperíodo.

Lo dicho trae aparejado otro problema y es que el Luja¬ nense se caracterizó por los grandes lagos yéstofue interpretado como correspondiendo cronológicamente a un período glacial quese habría manifestadoen lazonaporalta pluviosidad. Pero deser así los

ríoá

hubieranaumentado sucapacidad deerosiónlineal incidien¬ do fuertemente la superficie, desagotando la zona y sus depósitos presentarían un aspecto distinto al queobservamos. Pero el estudio)

de los mismos y de la paleotopografíanoshablan deextensoslagos poco profundos, grandes

áreas

depantanos yunavenamientodifícil y desorganizado. Estoúltimo sólo sepuedeexplicarsuponiendouna superficie subhorizontal ycursosde

escasa

pendiente. Lo máslógi¬

co

es la existencia de condiciones de semiaridez conformaciones detipo esteparioenprogresivoaumentoduranteesteperíodo. Estas condiciones deben haber avanzado desde el SW, haciendo retroceder la vegetación subtropical misionera hacia el NE. La coalescência de pedimentosdió origen a un extensopediplanoqueenla partemás baja de la

cuenca

paranense estaba cubierta deextensas

áreas

en¬ charcadas a las cuales llegaban los

ríos

en forma de intrincadas redes anastomosadas. El resultado de lo dichoes la subcomparti-mentación del 3er. compartimiento, que estamos describiendo, en

(12)

El subcompartimiento de lomas está caracterizado por presentar un modelo ondulantecondirecciónmedia NE

-

SWy

estar

sobreelevado unos5a10m sobre lasuperficiemásalta de los sub¬ compartimientosde valle. Se presentaconperfiltransversal medio

convexo

y longitudinalmente, elconjuntodelas lomas se va elevando insensiblemente hacia el NE.

Está

marcadamente ondulado y lite¬ ralmente cubierto de lagunas marcadamente circulares. Estasúlti¬ mas confieren un rasgo típico al paisaje. Sus diámetros son del orden decamétrico y en general se presentanendostipos distintos, algunas tienen poca profundidad ysu fondoestá encontacto con una napa de agua, mientras que otras son más profundasyalcanzando las gredas araucanas subyacentesbajolasarenas puelchenses (Ro¬ mero Fonseca). Las condiciones edafológicasmotivaron una fuerte implantación humana con característicasde minifundios. La vege¬ tación está caracterizada poruna cuberturadegramíneasdela que emergen bosquecillos decaráctersubtropical (Gil-ligan). En las zo¬ nas del Este de la provincia sobreestas lomas existenespecies ve¬ getales chaqueñas juntoamisionerasloque implica lainfluenciadel dominio de las primeras en los bordes del compartimiento. Este hecho merecería un estudio en detalle paraver si constituyen relic¬ tos ysiseencuentranenprocesodecolonizacióno de recesión. Las lagunas tienen a su vez una vegetación adaptada a las condiciones ambientales propias. Unhechoimportantea ser tenidoen cuenta es elsiguiente: las condiciones climáticas bajolas cualesse encuentra estecompartimientoson tales queexisteunadefinida estación lluvio¬ sa. Cuando se inician las lluviaspesadas deveranoel niveldelos arroyos implantados en loscompartimientosde vallesestá a varios metros por debajo de la loma, esto motiva una fuerteescorrentía superficialcon el marcadolayadodelos suelos, favorecidoestehe¬ cho porque la parte superfi ia¡ de las lomas presenta sedimentos arenosos más sueltos que en profundidad. El material arrastrado está colmatando las lagunas y la capacidad de retención de éstas

Como las disminuye continuamente mot vando desbordamientos.

lagunas están sobreelevadascon espec o a los subcompartimientos de valles el agua desbordadaertr: en contacto con éstos y se encau¬ za generando un proceso retrogresivo on carcavamiento queter¬ mina por capturar las lagunaspasandoa constituircabeceras de la red fluvial en forma de depresiones pantanosas circulares que se conocen en geomorfología como "Da es'

.

Es conveniente tener en cuenta que las lagunas son básicas para'aeconomía de la población emplazada en laslomas.Si tenemosen cuenta ésto, podremosapre¬ ciar la magnitud de los procesos mencionados. Pero hayaún más

y es p>or un lado el efecto antrópico originado porplantacionesde

citrus entre cuyos ejemplares el sueloestádesprovistodeprotec¬ ción a la arroyada y por otrolos cultivoscomunes en'eláreanoson

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Volumen

11 Suplemento 29 capaces de detener la erosión y ambas cosas aumentan continua¬ mentelacolmatacióny la pérdida del valor de los suelos.

Durante la estación seca la napa freática desciende peli¬ grosamente llegando asecarsealgunas lagunas. Debemos tener en cuenta, además, que los subcompartimientos de valles no tienen capacidad deevacuación rápida de las aguas durante la estación

llu-v,osa y esto motiva que todas las áreas bajas se inunden durante

ella. Es asf que vemossuperpuestos problemas de sequíase inun¬ daciones anuales que bien podríanevitarseconun saneamientoade¬ cuado. Las condiciones minifundiárias de las lomas dificultan los intentos depreservaciónderecursosnaturales. Es de preguntarnos si así como se encaran y discuten los problemas dellatifundio, no debería encararseconla mismaurgencia éstedel minifundio.

El segundo subcompartimiento es elque hemos denomina¬ do devalle. Pero eltérmino está tomado aquíensentido ampliopa¬ ra designar las áreascasi planas quese extiendenentrelas lomas. En reálidad esasáreaspresentandos tiposdevallesfluviales, unos -como los del Riachuelo- son amplios ypresentandos terrazas al¬ tas:

T2

y y dos terrazas bajas:

T0

y

T00

(Fig.2)— ; otros se presentan encajonados. La vegetación de la superficiemásalta de estos subcompartimientos se caracteriza por una vegetación de áreas periódicamente inundables, tipo gramíneas, que en extensos sectores se presentan dispuestas sobre campos detacurúsde fija¬ ciónen forma depenachos degramíneas altas emergiendo sobre una alfombra de gramíneas bajas.

Los valles aterrazados presentan algunas pequeñas lomas

arenosas

con una vegetación demontede talas yespinillos (9)yal¬ gunas

cactáceas.

Mientras que en la terraza-

T2

(la más alta) se observa una marcada implantación humana, en la essumamente dispersa y estenivelse encuentra cubiertoporgramíneas entre las cuales emergen bosquecilios en forma de islas, implantados en áreas ligeramente más altas, dispuestos en formasalpicada. Alo largo del cauce seextiendenflorestas en galeríasdemayorporte,que lo acompañan en todo su recorrido. En estos valles laspalmeras pueden estar presentes pero en realidad estas soncaracterísticas de las lomas, las que se observanenlosvallesestán en zonas más húmedas y presentan hojas palmadas. Elotrotipode valle que en-cont-amos en estesubcompartimiento

está

prácticamente represen¬ tando por

cárcavas.

Se presenta directamente implantado en la superfic e más alta, tiene varios metros de profundidad yparedes fuertemente empinadas, donde la erosión diferencial permite dis¬ tinguir aramentelosestratos.Elpisodeestas cárcavas es estrecho

(14)

BOLETIN

DE LA SOCIEDAD 30

y casicoincide conelcanaldeestiajedelarroyo. Normalmenteestá sobre el asperón o sobre las areniscascalcáreasquelo cubren y alas que ya hicimos referencia (4).También estánacompañadasdefloresta engalería que llega, enalgunoscasos, acubrirlos pero las paredes

están

normalmentedesprovistasdevegetación. Es interesante des¬ tacar que estas

cárcavas

se desarrollan siguiendo preferentemente las zonas donde existen los depósitos dejados por los antiguos cau¬

ces

delParanálujanense (18).

LAS COLINAS ESCALONADAS DEL SE DE CORRIENTES Este compartimento corresponde al conjunto de colinas que

se

extienden al E y SE de la margen derecha de la depresión Iberá-río Corrientes. Desde el punto de vista estructural

corres¬

pondeunconjuntode areniscas y basaltos. Las primerassonlasdel denominado desierto de Botucatú cuya edad parece situarseactual¬ mente en el Cretácico (2) y los segundos constituyen las extensas coladas lávicas que las sepultaron si bien en las márgenes de la cuenca seencuentranintercaladasareniscas ybasaltosloque indica una retomadelas condicionesdesérticasentre coladay colada(1,2). Pero lomás interesante delconjuntoesquese presentan

con

direc¬ ción de buzamiento variable adaptadas a estructuras domiformes. La presencia de las mismas ha condicionado el modelo deavena¬ miento y en parte la morfología. Esasíque en Mercedes, Curuzú Cuatiá y Sauce se pueden apreciar modelos de avenamiento radio-anulares, donde la cumbre década colinasecomportacomocentro de irradiación de aguas. Pero con respectoa la topografíaelcon¬ dicionamiento con las características estructurales es sóloparcial. En efecto, a cada una de las mencionadasformasdómicascorres¬ ponde un relieve cuya superficie envolvente podríaser un casquete esférico. Pero estas colinas cupuliformes han sido remodeladas por diferentes procesos de erosión, asociados a las oscilaciones climáticas especialmente las que ocurrieron durante el Cuartario. Básicamente la zona a la que nos estamos refiriendoesde transi¬ ción entre dos dominios morfoclimáticos diferentes. Uno, situado hacia el NE, cubierto de vegetación subtropical y otro, situada al SW, caracterizada por estepa de gramíneas. Por lo que podemos .apreciar en la morfología ambos dominios han desplazadosus áreas de influencia según el rumbo SW-NE, siendo que las condiciones de aridez pueden haber sido mayores enalgunos períodos. Con refe¬ rencia al efecto que estas oscilaciones han tenidoen la zonadebe¬ mos decir que durante los períodosmáshúmedos (quedeben haber correspondido cronológicamente a las interglaciaciones europeas) la vegetación del NE invadió elárea y una espesacapa de regolito, originada por meteorización, preparaba el material, que durante

(15)

Volumen

11 Suplemento 31 los períodos más

secos

eran distribuídos arealmente en extensos pedimentos que por coalescência dieronsuperficies casi planascu¬ yos restos pueden hoy seguirse perfectamente por* los paleopavi-mentos (22).

Lo antedicho explica la existencia de niveles acotas

me¬

dias 100, 80 y 70, correspondientes a superficies de pedimentación embutidas,y dosterrazasfluviales quesegún creo puedenasociarse a los picosfríosdel Wisconsin (cronológicamente). Ademásexisten dos extensos pediplanos casi totalmente destruídos, a cotas 120 y 180, los que deben haber sido construidos en épocas másantiguas que los antes mencionados pues requieren mayor tiempo para su elaboración. Las interferencias entrelasestructurasy las oscila¬ ciones climáticas dió comoconsecuencia colinascupuliformesesca¬ lonadas en la mayoría de los casos y las cuales, debido a sus

escasas

alturas y grandes extensiones fueron descriptas con una terminología inadecuada. Finalmente debemos hacer referencia a unos cerritos conocidos como Tres Cerros y que se sobreelevan unos 100 m sobre su superficie de implantación y queen el lugar tiene cotamedia 70 m. Esteconjuntode elevaciones (puessonmás de tres)fueron interpretadoscomoelrelieve residual de unaestruc¬ tura monoclinal (4) pero son los restos de un macrodomo que los procesos de pedimentación obsecuente, generados desde el centro, junto

con

los consecuentes, desde la periferia, llegaron a formar un gran anfiteatro que finalmenteterminóporserarrasadocasien su totalidad, quedando como restos los mencionados cerritos que describen un gran arco paralelo a la isohipsa 70 m que describe una elipse

con

ejemayordispuesto deNEa SW. Esta granestruc¬ tura subyacentecondiciona el trazado de los ríosMiriñayyAguapey así como un sector del Uruguay queenconjuntolo envuelven. Los esteros y bañados y arroyos ligados a estos ríos dan un marcado modelo de avenamiento radioanular. Concluyendo, quedaporverse si el

área

se encuentra marchando hacia condiciones de mayor ari¬ dez o de humedad. Los elementos morfológicos parecen •inclinarse a favor de la primeray enestepunto el estudio de las formaciones vegetales sería de gran auxiliorealizándose análisis estadísticode individuos yespecies poredadesasícomoestudiando la vitalidad de lasasociaciones.Esteeseltema más importantedelmomentocomo tareainterdisciplinaria y ala cualestamos llamados a trabajar pues determinar la tendencia del área servirá como basepara orientar los trabajos de una planificación racionalconservacionistapudién¬ dose establecer los factores limitantestantoen elcampóganadero, comoen el agrícolaasícomotambién enel de las obras civiles.

(16)

BOLETIN

DE LA

SOCIEDAD ARGENTINA

DE

BOTANICA

32

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