Junio
2015
Arándanos en la cosecha y primeras etapas de postcosecha
TRES FACTORES VITALES: FIRMEZA,
TEMPERATURA, GOLPES
El arándano es una fruta
delicada, que debe ser capaz
de resistir un largo periodo
de postcosecha sin perder su
atractivo para el consumidor.
Resultados de investigación
demuestran la relevancia
de tres aspectos que se
necesita manejar para una
buena durabilidad: cosechar
frutos homogéneos y con
una adecuada firmeza, bajar
rápidamente la temperatura, y
evitar impactos que resulten en
fruta machucada.
D
esde que el fruto es cosechadohasta que es consumido, pue-den transcurrir fácilmente 25 a 30 días, y a veces hasta dos meses, de-pendiendo de la lejanía del mercado de destino. Aun así, el arándano debe es-tar en condiciones de ser aceptado con gusto por el comprador. Los principales aspectos que se utilizan para definir la calidad del arándano son apariencia, color, sabor, calibre y firmeza. Algunas de estas características pueden variar considerablemente durante el periodo de postcosecha, producto de factores como la deshidratación, la presencia de hongos o pudriciones, la pérdida de pruina (cera natural que recubre y prote-ge el fruto) y los golpes. Mientras ma-yor sea el tiempo transcurrido desde la cosecha hasta el consumo, mayor será
la incidencia de estos factores. Un daño indetectable en el lapso de dos a tres días puede dejar la fruta sin posibilidad de venta al cabo de 4 semanas.
En el marco de un seminario sobre co-secha y postcoco-secha realizado en la Uni-versidad de Talca, la ingeniera agrónoma Julia Pinto, del Comité de Arándanos, indicó que entre los defectos mayores, hallados frecuentemente en los merca-dos de destino, se encuentran la presen-cia de residuos (tierra y otros), indicios de pudrición-hongos (piel suelta), heridas y partiduras, fruta deshidratada, pedice-lo desgarrado, exudación de jugo, fruta blanda, fruta inmadura o verde, y machu-cones. Un estudio efectuado por su or-ganización entre 2010 y 2014 mostró que en tres de las cuatro temporadas que se analizaron, la principal causa de no con-formidad en los mercados de destino fue el “machucón”, siendo la temporada 2011/12 aquella en la que alcanzó mayor incidencia relativa (figura 1).
En el marco del mismo seminario, Claudia Moggia, Ingeniero Agrónomo M.S. de la Universidad de Talca, se refirió a aspectos de manejo de cose-cha y packing que afectan la calidad en postcosecha, cuantificados a través de investigaciones que ha realizado junto a sus colegas Dr. Gustavo A. Lobos y Dr. Jorge B. Retamales.
MANEJO DE LA TEMPERATURA DESDE EL
PRIMER MOMENTO
Un aspecto que destacó es la impor-tancia de contar con sombreaderos
apropiados en el proceso de acopio en el campo, para evitar incrementos en la temperatura de la fruta cosechada, pa-sando luego a una zona de mantención a 10ºC, antes del ingreso a packing donde será embalada. Luego se debe proceder al enfriado a 0ºC, temperatura que en el caso del arándano, debiera mantenerse durante las etapas si-guientes (almacenaje, transporte, etc.). Mediciones en el campo, indicó, han mostrado, diferencias de hasta 8ºC en-tre la fruta expuesta al sol (30-40ºC) y la que se encuentra creciendo a la som-bra (22-35ºC), dependiendo de la hora
de cosecha. Esas frutas, provenientes de condiciones tan distintas, inician juntas la postcosecha y naturalmente van a tener metabolismos más diferen-tes mientras más se tarden en igualar sus temperaturas.
Por otra parte, una evaluación compa-rativa de cosechar en la mañana, con temperaturas más bajas (21ºC), versus hacerlo con las temperaturas más altas de la tarde (28ºC), mostró que siempre la firmeza de la fruta embalada (sin bol-sa) fue mayor durante el almacenaje en el primer caso. Por otra parte, el por-centaje de frutos sanos resultó
Indicios de pudrición Heridas abiertas y partidura Fruta deshidratada Pedicelo desgarrado Exudación de jugo Fruta blanda Machucón Fruta inmadura Suma defectos mayores
Figura 1: Causal de no conformidad temporada 2011/12.
Fuente: Chilean Blueberry Committee
6%
2%
15%
16%
11%
0%
0%
8%
42%
Figura 2: Cosecha AM versus cosecha PM, efecto sobre la firmeza y sanidad de
la fruta embalada sin bolsa en dos variedades.
Br
igit
ta:
Fir
meza
O'Neal:
Fir
meza
Sanidad
rior con las temperaturas más bajas de la mañana (figura 2). Adicionalmente, se ha demostrado que el uso de bolsa en el embalaje mejora el nivel de frutos sanos y ayuda a mantener la firmeza, debido a que disminuye la deshidra-tación. Esto hace que las diferencias entre la cosecha de la mañana y de la tarde sean menores.
NUEVOS PROTOTIPOS DE MÁQUINAS
COSECHADORAS PARA FRUTA FRESCA
Actualmente el Dr. Fumiomi Takeda, del Departamento de Agricultura de Esta-dos UniEsta-dos (USDA-ARS, West Virginia) lidera el desarrollo de tecnologías de co-secha mecánica automotriz de aránda-nos que permitan obtener fruta comer-cializable en fresco. Aunque el método más adecuado para la fruta destinada a comercialización en fresco es la colecta manual, de preferencia directa alclam-shell, el uso de máquinas constituye
una alternativa para enfrentar la escasez actual o futura de mano de obra. En el seminario de Talca, el Dr. Take-da se cuestionó la factibiliTake-dad de co-sechar arándanos con máquinas para el mercado fresco, y precisó que en la actualidad en EE.UU. prácticamen-te todo huerto de más de 20 ha va a tener un equipo cosechero automotriz en su operación, asumiendo el daño
mecánico. El gran punto a favor de las máquinas es la reducción del costo laboral, pasando de 500 personas a menos de 50 para cosechar la misma unidad de superficie. Una cosechado-ra nueva cuesta del orden de 150.000 dólares, por lo que muchos producto-res recurren al leasing para acceder a ellas. La principal desventaja es el efecto sobre la calidad de la fruta que recogen, la cual debe destinarse a congelado o a la industria. Un estudio de Brown y otros, entre ellos el propio Takeda (1996), estimó que alrededor de un 78% de los arándanos cose-chados mecánicamente quedaban machucados y no eran comercializa-bles como fruta fresca. Sin embargo, puntualizó ahora el propio investiga-dor, hay unos pocos productores que usan máquinas y hoy son capaces de embalar para mercado fresco.
En el trabajo de lograr nuevos diseños de maquinaria que permitan cosechar fruta para el mercado fresco, el Dr. del USDA-ARS explicó que la distancia total de caída es un factor crítico. Los principales avances se han obtenido re-duciendo esa distancia e incorporando material capaz de amortiguar el golpe en todas las superficies. También se evalúan los sistemas para desprender la fruta de la planta que redunden en
un menor impacto. Otro avance ha sido el uso de estructuras captadoras que distribuyen la fruta hacia las bandejas, ahorrando un tiempo considerable en esta tarea. Los nuevos modelos cuen-tan con un sistema que permite bajar las ramas y hacerlas vibrar, de modo que la fruta cae sobre una lona para ser depositada en una bandeja.
Un aspecto que se debe solucionar es que en la cosecha mecánica, además de recoger fruta verde, una cantidad de arándanos cae al suelo en la base de la planta (hasta un 25%) debido a que las cañas que parten desde la base del arbusto impiden cerrar completamente las estructuras de colecta. Se podría re-ducir esta merma mediante una poda que disminuya el tamaño de la base de la planta, consideró el experto.
Aparte de las mejoras en las máquinas mismas, la genética resulta un factor de-terminante. Las variedades más crocan-tes, de mayor firmeza, han demostrado una gran resistencia a los impactos y en cosecha mecanizada se ha reducido el pardeamiento interno a cifras muy bajas. De hecho, informó Takeda, la Univer-sidad de Florida ha liberado la variedad Indigocrisp, la cual, según las evaluacio-nes, puede ser cosechada mecánica-mente para venta en fresco. Agregó que
se ha avanzando mucho en la obtención de variedades crocantes para soportar la cosecha mecanizada, sobre todo en arándanos del tipo Southern Highbush. En un estudio realizado en los últimos 4-5 años en Florida la mayor parte de las variedades y selecciones de arándanos crocantes se acercaron al 80% de sa-tisfacción del grado 1 de calidad para el arándano de EE.UU.
En cuanto a las líneas de packing, Take-da resaltó que no solo la altura de la caída puede provocar daños en la fruta, sino también la reiteración de caídas menores. Por ejemplo, se dejó caer la fruta una vez desde 15 cm y se com-paró con dejarla caer 5 veces desde 15 cm, observándose un gran incremento en el daño por machucón. No obstante, al hacer lo mismo sobre una superficie blanda, no se produjo daño. Algunos fabricantes ya han empezado a poner materiales que reducen el impacto en segmentos donde antes había solo una superficie de acero, como son los se-lectores por color usados en las líneas en EE.UU., contó Takeda.
HORA DE COSECHA Y COMPARACIÓN
ENTRE COLECTA MECÁNICA Y MANUAL
Claudia Moggia entregó los resultados comparativos, en Chile, de la evaluación de firmeza de la fruta cosechada en la mañana versus la cosechada en la tar-de, con tres formas de cosecha: manual, con máquina de cosecha tradicional (fru-ta para agroindustria), y el nuevo modelo tipo vibrador. Estadísticamente, con to-dos los sistemas siempre la firmeza fue mayor al cosechar con las temperaturas más bajas de la mañana en compara-ción a las temperaturas más altas de la tarde. La firmeza de la fruta cosechada manualmente superó a la firmeza de la fruta en la que se usó el tipo vibrador, siendo los resultados de ambas mucho mejores que la máquina tradicional. No obstante lo anterior, una obserción importante es que al analizar la va-riable hora de recolección en conjuntoFigura 3: Efecto de la hora y sistema de cosecha sobre la
firmeza de la fruta, variedad O’Neal.
140 120 100 160 180 200 240 220
a
b
c
c
e
d
Firmeza (g mm -1)Manual Equipo vibrador Automotriz
AM PM
Figura 4: Fruta para la categoría comercial fresco en
tres fases de cosecha:
1. inicios, 2. peack y 3. etapa final.
20 0 40 60 100 80 Fruta (%) Cosechas Manual Vibrador 1 2 3
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con la metodología de cosecha, se ob-servó que la máquina tipo vibrador en la mañana alcanzó una mejor firmeza de la fruta que la cosecha manual efectuada en la tarde. Respecto de esta caracte-rística de firmeza, señaló Moggia, “si tengo que sacar la fruta en el día, usar la máquina tipo vibrador en la mañana per-mite obtener mayor firmeza que termi-nar la tarea con una cosecha manual en la tarde” (figura 3). La firmeza medida al cabo de 45 y 60 días de almacenaje mostró la misma tendencia.
La figura 4 muestra que la cosecha con vibrador obtiene un menor porcentaje de fruta comercial en fresco que la cosecha manual, testeado en tres momentos de avance de la cosecha: al inicio, peak y hacia el final de la cosecha. Esto se debe a que el vibrador inevitablemente va a sacar un porcentaje de fruta verde o en condición no viable. Sin embar-go, en cuanto a firmeza de la fruta, no se diferencia de la recolección manual. Tampoco hubo diferencias significativas entre uno y otro sistema en cuanto a porcentaje de frutos sanos, presencia de hongos, daño mecánico y deshidratación en la cosecha inicial. Pero sí se encontró diferencia estadística en un mayor por-centaje de fruta sana con la recolección manual en la última etapa de la cosecha. Otro aspecto importante de destacar es que la cosecha en la mañana durante el periodo peak de la cosecha resultó esta-dísticamente mejor en cuando a frutos sanos, menor presencia de hongos y menor deshidratación, independiente-mente del tipo de cosecha.
FRUTA QUE SE VE PAREJAMENTE AZUL
PRESENTA GRANDES DIFERENCIAS EN EL
MISMO ENVASE
El análisis de la firmeza de las frutas dentro de un mismo clamshell en el
packing, medida con el instrumento
Firmtech II, mostró una importante dis-persión. Un solo pocillo podía contener entre un 30 y 50% de arándanos con firmeza inferior a 130 g/mm, considera-da el límite de firmeza adecuaconsidera-da. Como se señaló, hay variedades de mayor fir-meza que otras, por ejemplo, Brightwell presentó fruta más firme que Liberty. Actualmente se está tratando de veri-ficar en qué medida estas grandes di-ferencias de firmeza de la fruta se pue-den deber a la posición en la planta y a la madurez con que se recoge.
En cuanto a la posición, los resultados iniciales presentados por Claudia Mog-gia mostraron que las frutas ubicadas en el lado poniente de la planta presen-tan mayor firmeza al momento de la co-secha y a los 30 días de almacenamien-to, que aquellas ubicados al centro o en el lado oriente de la planta, aunque es-tas diferencias de firmeza desaparecen al cabo de 45 días de postcosecha. De confirmarse estos antecedentes, po-drían servir para diseñar una estrategia de cosecha considerando la ubicación del fruto en la planta, por ejemplo para asegurarse de recoger la fruta más fir-me para destinos que tendrán un plazo más largo de almacenaje.
Respeto de madurez, se comparó co-sechar en tres momentos: a) con un 75% de la fruta azul, b) con un 100% de la fruta azul, y c) 4 a 5 días después de que el 100% de la fruta estuviera azul. Es importante subrayar que tanto en el caso b como en el caso c, toda la fruta está igualmente azul y no es posi-ble distinguirlas por color. La investiga-dora de la Universidad de Talca destacó que, en resultados también iniciales, al comparar el estado de firmeza de la fru-ta en cosecha y postcosecha, los arán-danos recolectados al alcanzar el 100% azul mantuvieron e incluso aumentaron su firmeza, en tanto los arándanos co-sechados 4-5 días después mostraron una tendencia a ablandarse (figura 5).
Lamentablemente por ahora no existe una metodología que permita distinguir la firmeza de la fruta azul en terreno a ni-vel productivo. Esto constituye uno de los desafíos de la investigación en el rubro.
IMPACTO DEL RETRASO EN BAJAR LA
TEMPERATURA DE LOS ARÁNDANOS
Retomando el tema de las tempera-turas, Claudia Moggia recordó que el principio básico de la postcosecha es enfriar lo más rápidamente posible la fruta a la temperatura más baja que tolere la especie, que en el caso del arándano es 0ºC. En las condiciones reales, se procura ir disminuyendo gra-dualmente la temperatura de la fruta mediante el uso de sombreaderos en campo, el empleo de cámaras de man-tención a 10ºC, idealmente el packing a esa misma temperatura, para luego dar un prefrío y el almacenaje final a 0ºC. La especialista de la Universidad de Tal-ca mostró que existe un impacto sobre la firmeza al cabo de un período largo de almacenamiento si la fruta se retrasa 6 horas en el sombreadero antes de llevar-la a llevar-la cámara de mantención (figura 6). Sin embargo, el retraso de 6 horas no afectó de manera significativa otras mediciones, como el porcentaje de frutos sanos o deshidratados ni la pre-sencia de hongos al cabo de dichos 45 días. Un estudio de Paniagua et al. (2013), citado por la profesional, con-cluye que es posible esperar hasta 6 horas en sombreadero con tempe-ratura cercana a 20ºC y no más de 8 horas en la cámara a 10ºC para pasar al packing.Claudia Moggia agregó que la firmeza y pérdida de peso son factores interrela-cionados: a mayor firmeza, menor pér-dida de peso; a menor pérpér-dida de peso, mayor firmeza. La humedad relativa y el flujo de aire son determinantes en estos factores durante el almacenaje, de ahí el efecto beneficioso del uso de bolsa.
GOLPES E IMPACTOS SOBRE LA FRUTA
PROVOCAN PARDEAMIENTO INTERNO Y
PÉRDIDA DE FIRMEZA
La fruta puede recibir pequeños o gran-des golpes producto de su
manipula-ción durante las distintas etapas del proceso de cosecha y postcosecha, generando lo que se conoce como par-deamiento interno o machucón. En el
packing este daño se genera por los
desniveles de la línea, dependiendo la severidad del mismo, de la sensibilidad varietal, de la altura de dichos desnive-les y de la superficie sobre la cual cae. Claudia Moggia citó una tesis de la autora Guillermina González en la que se evaluó el nivel de firmeza y pardea-miento interno al dejar caer la fruta desde alturas que variaron entre 2 y 128 cm, sobre tres distintas superfi-cies: acrílico, cubierta de mesa de se-lección y goma mouse.
Se observó el estado de la fruta al cabo de 45 días de almacenamiento, detectando en la variedad Brigitta di-ferencias estadísticas de firmeza y pardeamiento ya con caídas de 2 cm respecto de la fruta sin caídas (cuadro 1). No había grandes variaciones de la fruta en el rango de caída de 2 a 16 centímetros, pero sí un notorio au-mento de pérdida de firmeza y mayor pardeamiento a partir de los 32 cm o más. Otro aspecto destacable fue la diferencia favorable que se obtuvo al usar una superficie de caída más blan-da, como la goma mouse.
Posteriormente se separó fruta de las variedades Brigitta, Duke y Elliot en tres categorías de firmeza a cosecha: menor de 160 g/mm, 160-180 g/mm y 181-200 g/mm, para estudiar su com-portamiento ante una caída de 32 cm versus sin golpe. Se evaluó semanal-mente su evolución hasta los 35 días en almacenamiento a 0ºC y se
Figura 5: Efecto del estado de madurez sobre la firmeza en postcosecha.
Firmeza (g mm-1) Firmeza (g mm-1)
Fr
ecuencia acumulada
Fr
ecuencia acumulada
100% azul 100% azul + X días
Cosecha Postcosecha
Figura 6: Impacto de horas de
retra-so en retra-sombreadero retra-sobre la firmeza de la fruta al cabo de 45 días de almacena-je (cv. Brigitta).
Firmeza
a
b
2h 6h Horas de RetrasoTratamiento (g mm-1)Firmeza Pardeamiento interno*
Altura (cm) 45 + 1 45 + 1 0 133,3 a 1.8 a 2 117,7 c 2,6 bc 4 125,0 b 2,4 b 8 112,4 c 2,8 d 16 115,1 c 2,7 cd 32 101,2 d 3,0 e 64 84,2 e 3,5 f 128 94,8 d 3,4 f Significancia * * Material Media Luna 108,2 b 2,8 b Goma Mouse 117,1 a 2,5 a Technyl 106,1 b 3,1 c Significancia * * Altura x material Significancia * *
Cuadro 1: Efecto de la altura de
caída y material de impacto sobre la firmeza y pardeamiento interno de arándanos variedad Brigitta.
(*)Escala de 0 a 4, donde 4 es el mayor nivel de pardeamiento.
Significancia: * indica diferencias entre tratamientos, con nivel de confianza de p=0.05
contró que la fruta golpeada tiende a mostrar mayor pardeamiento interno. En cuanto a firmeza, la fruta blanda se mantiene blanda y con mucho mayor nivel de machucones independiente-mente del golpe aplicado, en tanto la firme se mantiene firme. “Aquí el men-saje es que la fruta blanda, la golpee-mos o no, va a terminar con machuco-nes”, señaló Moggia.
Por lo tanto, como se ha señalado, un aspecto clave a desarrollar es
estable-cer estrategias de cosecha que permi-tan saber las características de la fruta que se está cosechando, para saber cómo se va a comportar en el almace-naje y así evitar la variabilidad en el po-cillo, homogeneizando los arándanos en las unidades de comercialización.
DESAFÍOS PARA INCREMENTAR LA
POTENCIALIDAD DE GUARDA
Claudia Moggia sintetizó los temas tra-tados indicando que la potencialidad de guarda del arándano difiere entre
variedades, entre huertos y entre tem-poradas. Frente a esta variabilidad, los elementos críticos de control son la temperatura de cosecha y de todo el proceso (sombreadero, cámara de man-tención, línea de packing y almacenaje). Recomendó por tanto ser muy cuidado-sos en evitar retracuidado-sos en el enfriamien-to, en llegar rápidamente al almacenaje a 0ºC y en el uso de embalaje adecuado. Añadió que como meta de investi-gación, queda todavía por alcanzar el desarrollo de metodologías que permi-tan una homogeneidad de la fruta en las unidades de comercialización, por ejemplo a través de una estrategia de cosecha. También mencionó la necesi-dad de lograr una medida objetiva de firmeza a nivel de campo (concordar en qué es una fruta blanda, media o fir-me), y definir protocolos de desarrollo de pardeamiento interno.
BIRD, “ARÁNDANO ELECTRÓNICO” PARA
DETECTAR GOLPES EN LA FRUTA
El Dr. Changying Li, de la Universidad de Georgia, contó que el laboratorio de biosensores e instrumentación en el cual participa, ha generado una al-ternativa al método de evaluación en que la fruta debe partirse para evaluar el daño recibido. Se trata del sensor Berry Impact Recorder Device (cuya sigla es BIRD), que simula un arándano
y que permite registrar los impactos en la fruta durante la cosecha mecanizada, el transporte y la línea de selección y embalaje (packing).
El prototipo más reciente, el BIRD II, es una esfera de goma sintética (silicona) con un diámetro de 21 mm, cercano al de un arándano de gran tamaño, que pesa 6,9 gramos (figura 7). Como refe-rencia, de acuerdo a Avery et al. (1993), el tamaño de un arándano va de 7 a 23 mm y pesa entre 0,24 y 3,91 g. La esfera se hace pasar por las mis-mas etapas que sigue la fruta, como si fuera un arándano más, y mediante sus sensores registra los golpes y su magnitud, a través de un acelerómetro. La información va quedando registrada en su memoria, la cual será traspasada mediante un puerto USB a un computa-dor (figura 8). Paralelamente BIRD II es grabado en video durante su recorrido. La esfera puede funcionar registrando datos durante 4 horas continuas. Otro componente fundamental del sis-tema es el software LabVIEW-based PC. Este recibe, procesa y grafica los datos de la esfera (figura 9). A través de un subprograma, usando el video se pueden relacionar los impactos regis-trados por BIRD II con la localización y el momento en que ocurren (figura 10).
Figura 7: a) Estructura de BIRD II. b) Tamaño comparativo, de izquierda a
dere-cha: moneda de 1 centavo de dólar, BIRD II y un prototipo anterior (BIRD I).
a
b
Tomado de: X
u, R. y Li, C. Development of the Second Gener
ation Berry Impact Recording
Device (BIRD II). En: www
.mdpi.com/journal/ sensors C M Y CM MY CY CMY K ORG_AV_NEMASOL_REDAGRICOLA.pdf 1 04-05-15 17:00
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EL INSTRUMENTO YA HA COMPROBADO
SU UTILIDAD EN CHILE
El Dr. Li contó que en EE.UU. se testeó alrededor de una decena de plantas de embalaje con BIRD II. Los resulta-dos mostraron que la mayor parte de los impactos ocurren en los puntos de transición al principio y al final de la
Figura 8: (1) BIRD II conectado a
través de un cable USB a (2) un PC con el software para analizar la infor-mación. El diagrama no representa la proporción real de tamaños.
Figura 11: Fuerza del impacto sobre una superficie con
cubierta blanda anti-machucones, comparada con el im-pacto sobre una superficie de acero, a 5 diferentes alturas de caída de la fruta.
Figura 9: Visualización gráfica de un ejemplo de datos de
impactos obtenidos por BIRD II. El eje vertical indica la fuerza del impacto, el eje horizontal muestra el momento en que ocurrió.
Figura 10: Pantalla del subprograma de análisis de video.
1. Barra de menú. 2. Imagen de video y control. 3. Gráfico de impactos. 4. Gráfico de impacto unitario. El video y los datos
de impactos corresponden a un test de campo en una línea de packing de arándano. En este caso se determinó que los impactos cerca del cursor ocurrieron cuando el sensor fue transferido a la cinta de transporte metálica. El programa usa tiempo relativo para sincronizar el video y los datos de impactos, aun cuando su tiempo absoluto sea diferente.
Este nivel correspondió a alrededor de 1,5 veces el registrado en una máquina cosechadora de arándanos, señaló el investigador, destacando la incidencia que puede tener la postcosecha en el pardeamiento interno de la fruta. Gracias a la información obtenida con el BIRD II es posible introducir me-joras en el diseño de las máquinas y los procesos para reducir el nivel de machucones en los arándanos. De hecho ya se ha comprobado que dos formas efectivas de disminuir el daño por impacto son aminorar la altura de las caídas de la fruta y usar material blando para disminuir la fuerza del golpe en la base sobre la cual impac-ta (figura 11).
Aunque BIRD II todavía está en etapa de prototipo y por lo tanto no existe un va-lor comercial, como referencia se puede indicar que el costo de los materiales de la esfera está cerca de los de US$80. El Dr. Fumiomi Takeda, señaló que en los próximos meses se proveerá con cua-tro sensores tipo BIRD II al Consejo de Arándanos de EE.UU., del cual participa el Comité de Arándanos de Chile.
* Figuras 8 a 11 tomadas de: Xu, R. y Li, C. Development of the Second Generation Berry Impact Recording Device (BIRD II). En: www.mdpi.com/journal/sensors
nea, o sea al descargar la fruta y cuan-do se va a embalar. Asimismo dio un ejemplo de medición efectuado con BIRD II en un packing de Chile, donde
se encontraron 23 puntos de impacto de muy diversa magnitud, con un nivel máximo de 91 g, y un acumulado, su-mando todos los impactos, de 633 g.