INFORME ESPECIAL
LA SEGURIDAD EN LAS CARRETERAS DE COLOMBIA
(Resumen)
El presente documento analiza la situación de seguridad en las carreteras del país durante los últimos cuatro años y medio. Para ello se toman tres períodos de año y medio cada uno así: el primer período es el penúltimo año y medio del gobierno de Andrés Pastrana, el segundo período es el último año y medio de esta misma administración y el tercer período es el primer año y medio del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Una de las razones para hacer este tipo de divisiones temporales es poder apreciar el desempeño de la seguridad vial durante el primer año y medio de la actual administración, comparado con períodos similares del anterior gobierno.
Para analizar la seguridad en las vías se tomaron como indicadores la piratería terrestre, los retenes, las quemas de vehículos, los atentados a puentes, los secuestros en retenes y los paros armados. En general, en la mayoría de los indicadores durante el primer año y medio de la administración Uribe se nota una significativa mejoría con respecto al último año de la administración Pastrana, pero en algunos casos el comportamiento de los indicadores en el período Uribe es más o menos similar al penúltimo período de Pastrana. La ofensiva de las FARC al término del proceso de paz durante el último período de Pastrana parece haber alterado notoriamente la serie histórica de los indicadores. Por ello se podría pensar que la política de seguridad democrática, si bien ha creado una importante sensación de mejoría de la seguridad después del convulsionado final del gobierno de Pastrana, aún no ha ocasionado una mejoría sustancial de los indicadores de seguridad de largo plazo en las carreteras. En dos casos, los indicadores han empeorado: la piratería terrestre en las cercanías a cinco grandes ciudades, que ha aumentado en el último año y medio de manera importante, aún cuando ha disminuido en el resto del país, y los paros armados, que se duplicaron durante el último período, aun cuando es necesario aclarar que la información disponible para paros armados de los dos primeros períodos puede adolecer de subregistros.
Piratería Terrestre
En lo que tiene que ver con la piratería terrestre, puede decirse que la política de seguridad democrática ha tenido más éxito en las zonas rurales que en las ciudades. En efecto, no obstante los avances en muchas regiones, el total nacional de la piratería ha aumentado en el último año y medio por cuenta del aumento del asalto a vehículos de carga en el interior o en las cercanías de grandes ciudades como Medellín, Bogotá, Cali y Barranquilla, en las cuales el número de acciones pasó de 961 a 1.510 entre el último
período de Pastrana y el primer período de Uribe. La notable excepción es Bucaramanga, que pasó de 56 a 10 casos entre los dos últimos períodos. El aumento nacional más alto de casos de piratería está en los municipios de Bello con un incremento de más de 13 veces, e Itaguí, con más de seis veces. Otros aumentos importantes ocurrieron en los municipios antioqueños de Envigado, Sabaneta, Caldas, Copacabana, Barbosa y La Estrella.
A pesar de lo ocurrido en las ciudades, en todos los departamentos ha disminuido la piratería terrestre, con excepción de Atlántico, Huila, Cundinamarca y Santander. Donde más ha disminuido es en Sucre (93%), Norte de Santander (73%), Cesar (71%), Guajira (65%), y Cauca (55%). Los departamentos donde menos ha disminuido la piratería son Caldas (20%), Valle (10%), y Tolima (5%). En Atlántico ha aumentado en un 50%, sobre todo en las carreteras que de Barranquilla conducen a Sabanalarga y Calamar. En Huila aumentó en 17%, siendo especialmente crítico el municipio de Hobo. En Cundinamarca aumentó en 15%, especialmente en las vías que conducen a Sibaté, Silvana, Fusagasuga, Girardot, Sopó y Guasca. Finalmente, en Santander aumentó en 2%, con mayor peligro en las carreteras que llevan a Girón, Floridablanca, Tona, Cimitarra y Puente Nacional. Es de subrayar que en las ciudades la mayoría de las acciones corresponde a asaltos a pequeños vehículos de carga. Las mercancías que con más frecuencia son objeto de los asaltos en carreteras son los comestibles, los abarrotes y los artículos para el hogar, con un 32% de los casos.
Retenes
De los cuatro años y medio analizados, el último año y medio de la administración Pastrana presenta el más alto número de retenes con 596 y el más bajo es el penúltimo año y medio de esta administración con 402. Es de notar que el pico está muy relacionado con la ruptura de los diálogos de paz con las FARC en los primeros meses de 2002.
Casi el 70% de la caída del número de retenes entre el último período de Pastrana y el primer período de Uribe se debe a una disminución de las actividades del ELN, que pasó de 184 a 76 retenes en ese lapso. Por su parte, las FARC solo han disminuido la realización de retenes en un 15%, al pasar de 319 a 298. También es de resaltar que en el último período las FARC han realizado casi el doble de retenes que en el penúltimo período de Pastrana, mientras que en el mismo lapso el ELN bajó a menos de la mitad. De igual manera puede decirse que mientras las FARC en el último período han mantenido – incluso, aumentado - su promedio histórico de retenes, el ELN ha caído a menos de la mitad.
De lo anterior se deduce que las medidas de prevención tomadas por las autoridades en desarrollo de la política de seguridad democrática no han tenido un impacto significativo en disminuir el número de retenes realizado por las FARC, mientras que sí lo ha tenido con el ELN, con el agravante de que los realizados por las FARC representan cerca del 70% del total de retenes realizados en el país.
Al parecer los retenes son una estratagema de las FARC que en muchos casos los realiza en una determinada región para tratar de atraer y aliviar la presión que las Fuerzas Militares están realizando contra la guerrilla en una región vecina. Así, a las ofensivas que han realizado las Fuerzas Militares en Cundinamarca y Caquetá contra las FARC, éstas han respondido con una escalada de retenes en Tolima, Cauca y Nariño.
En lo que respecta a la ubicación geográfica de los retenes, durante los últimos cuatro años y medio los departamentos más afectados fueron Antioquia con 170 retenes (11%), Cauca con 148 (10%), Nariño 126 (8,7%), Norte de Santander con 102 (7%), Cesar con 100 (6.9%) y Chocó con 96 (4.7%). En el último período ha habido una disminución significativa en Antioquia, pero se mantienen como los tramos más peligrosos los siguientes: en Cauca la vía Panamericana partiendo de Patía hasta llegar a Piendamó; en Nariño la carretera que comunica a Pasto con Tumaco pasando por Barbacoas, Ricaurte y Mayama; en Norte de Santander, la vía que de Cúcuta conduce a Sardinata pasando por El Zulia, Salazar, Gramalote y llegando a Bucarasita; en Cesar la carretera de Curumaní a Valledupar, pasando por los municipios de la Jagua de Ibirico, Becerril, Agustín Codazzi, San Diego y La Paz; y en Chocó el tramo Quibdó - El Carmen, que conduce a Medellín.
Aún cuando las diferencias entre los días de ocurrencia de los retenes no son demasiado significativas, la más alta frecuencia se da los días jueves y viernes y la menor frecuencia los sábados. En lo que tiene que ver con las horas en que la guerrilla realiza los retenes, las horas más críticas están entre las nueve y las diez de la mañana así como entre las cuatro y las cinco de la tarde. La menor frecuencia de retenes es entre la media noche y las cuatro de la mañana.
Quemas de Vehículos
Esto ocurre generalmente en el curso de un retén guerrillero. En los últimos cuatro años y medio la guerrilla ha quemado 787 vehículos, pero la tendencia de este fenómeno es a disminuir muy lentamente. Las FARC han sido responsables del 55% de los vehículos quemados, mientras que el ELN del 35%. Entre el último año y medio de la administración Pastrana y el primer año y medio de Uribe, las FARC bajaron levemente el número de vehículos quemados de 183 a 176, pero esta última cifra es muy superior a los 72 vehículos que este grupo incineró en el penúltimo año y medio de la
administración Pastrana. También en el caso de la quema de vehículos en el último año y medio las FARC han superado su promedio histórico. En contraste, el ELN ha disminuido verticalmente el número de vehículos quemados en los últimos años al pasar en los períodos analizados de 192 a 67 y finalmente a 20.
Aún cuando el total de vehículos incinerados ha venido disminuyendo durante los últimos cuatro años y medio, no ha ocurrido lo mismo con los vehículos de carga que partiendo de 129 quemados disminuyeron a 77 en el último tramo del gobierno de Pastrana y aumentaron a 90 en el primer lapso del gobierno de Uribe. Más aún, a diferencia de lo que sucede con la piratería terrestre que hace de los vehículos livianos su principal objetivo, en la quema de vehículos de carga los camiones pesados son el 72% de las víctimas y han pasado de 44 en el último lapso de Pastrana a 70 en el primer período de Uribe.
En el total los departamentos más afectados han sido en su orden Antioquia, Cesar, Caquetá, Norte de Santander y Cundinamarca. Durante el último período de Pastrana los más afectados fueron Caquetá, Antioquia y Caldas; durante el primer período de Uribe los más asolados fueron Valle, Antioquia y Norte de Santander.
Atentados a Puentes
Los atentados sistemáticos contra los puentes hacen su aparición durante el último período de Pastrana, y es un recurso que utiliza la guerrilla para afectar la economía y la capacidad de movilización de las tropas del Estado. Antes era casi inexistente y bajó notoriamente después. La mayor escalada se dio luego de la ruptura de los diálogos de paz entre los meses de enero y mayo de 2002. El aumento de la vigilancia de los puentes durante la administración Uribe puede haber actuado como un factor disuasivo contra las intenciones de la guerrilla de seguir afectando la infraestructura vial.
Durante los últimos cuatro años y medio los departamentos más afectados por la voladura de puentes han sido Antioquia (20%), Caquetá y Norte de Santander (12%), Huila (10%) y Cesar (7%).
Secuestros en Retenes.
En los cuatro años y medio que se analizan fueron secuestradas en las distintas modalidades de plagio 13.436 personas, de las cuales 2.102 fueron secuestradas en retenes (15,6%). En este tipo de delito que afecta la seguridad vial también se repite la secuencia ya vista de otros fenómenos. El número más alto de secuestrados en retenes está en el último período de Pastrana (1.073), en el primer período de Uribe desciende significativamente (608), pero no alcanza a descender hasta el nivel del penúltimo
El ELN es la organización que mayor cantidad de plagios ha realizado en las carreteras con 1.088, seguida de las FARC con 753. En el último período de Pastrana el ELN secuestró 625 personas en retenes, pero ese número bajó a 260 en el primer período de Uribe siendo este descenso de 59%. No obstante, y contrario a lo que hemos visto con respecto al ELN en otros indicadores, en el período de Uribe la cantidad de secuestros en retenes es superior en un 28% a los que esta organización realizó en el penúltimo período de Pastrana, que fueron 203.
Una situación parecida se observa con las FARC. Esta organización realizó 355 secuestros en retenes en el último período de Pastrana y bajó a 288 en el primero de Uribe, es decir disminuyó un 19%. Sin embargo, en el período Uribe, las FARC realizaron 160% más secuestros en retenes que en el penúltimo período de Pastrana, cuando efectuaron 110 plagios.
Es importante destacar que el 40% de las víctimas de los plagios en retenes son liberados en el transcurso de las 48 horas siguientes a su detención, sea porque son rescatadas o liberadas por la presión de las Fuerzas Militares, y que solo el 13% se encuentra en cautiverio. La mayor vigilancia en las carreteras principales y el incremento en la celeridad de la respuesta de la Fuerza Pública frente a los casos de secuestros en carreteras han llevado a los grupos guerrilleros a cometer la mayoría de los plagios en vías secundarias. El procedimiento utilizado entonces es retener un número elevado de personas por unas pocas horas, identificar las víctimas más favorables y replegarse inmediatamente con menos del 10% de los plagiados en la acción.
Aún cuando el porcentaje de personas rescatadas ha venido disminuyendo ligeramente, al pasar de 38%, a 33% y a 26%, el porcentaje de liberados bajo presión de la Fuerza Pública ha aumentado exponencialmente pasando de 0.4% a 10.4% y a 51%. Esto ha tenido como efecto que el porcentaje de liberados, sea por rescate o por presión, haya pasado de 4.2% a 10.4% y a 51% a través de los distintos períodos analizados.
Paros Armados
El departamento de Antioquia fue el más afectado por los paros armados, seguido de Arauca, Nariño y Putumayo. Los paros armados han venido creciendo de manera persistente durante los tres períodos analizados. En efecto, pasaron de 10 en el penúltimo período de Pastrana a 12 en el último período de esta misma administración, y más que se duplicaron en el primer período de Uribe al registrarse 28, de los cuales las FARC realizaron 23, es decir el 82%.
