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EL IMPERIO ROMANO

El Imperio duró cinco siglos y se divide tradicionalmente en dos períodos:

 Alto Imperio (Principado): de Augusto a Diocleciano (siglo I a. C. – finales siglo III d. C.).

 Bajo Imperio (Dominado): de Diocleciano hasta el fin del Imperio (siglo III d. C. – 476 d. C.). Hay grandes diferencias entre un período y otro, tanto en lo que se refiere a la historia interna, lo que incluye régimen político y organización social, como a la historia externa, en lo tocante a la situación del Imperio y sus relaciones con los pueblos que lo rodeaban.

A) ALTO IMPERIO

1. Dinastía Julio-Claudia (27 a. C. – 68 d. C.)

EMPERADORES

PERÍODO

Augusto

27 a. C. – 14 d. C.

Tiberio

14-37

Calígula

37-41

Claudio

41-54

Nerón

54-68

 AUGUSTO

Augusto lleva a cabo una serie de reformas políticas que van a suponer en la práctica el regreso a la monarquía, pero encubierta bajo apariencia republicana. Por eso, renuncia al título de rex, que le había costado la vida a César, y adopta el de princeps, es decir, “primer ciudadano”. Devuelve sus antiguas prerrogativas al Senado y a los magistrados, pero será él quien concentre en su persona todos los poderes: ejecutivo, militar, religioso, legislativo y judicial:

Potestad tribunicia: Es vitalicia. Le permite vetar las determinaciones del Senado, de los magistrados y de los comicios.

El Imperium. Lo convierte en jefe de los ejércitos, del poder judicial y civil en todo el territorio romano.

El Pontificado Supremo. Octavio es nombrado Pontifex Maximus, lo que le pone al frente de la religión romana.

Princeps Senatus. Es elegido “primer senador”. El propio Senado le confiere el sobrenombre honorífico de Augustus (sagrado).

Dedicó muchos esfuerzos a pacificar y disminuir los conflictos y las tensiones internas que habían estallado en los últimos tiempos, lo que se conoce con el nombre de pax augusta.

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Entre las reformas de Augusto destacan las siguientes:

 Creación de la Guardia Pretoriana, la guardia personal del Princeps, y de las Cohortes Urbanas, que vigilan la ciudad.

 Control directo (o por medio de legados) de todas las provincias del Imperio.  La distribución de ciudadanos ricos en dos órdenes:

- Senatorial - Ecuestre

 Sistema de sucesión por adopción: Augusto, que no tenía hijos, elige a Tiberio para sucederle.

Augusto también introdujo reformas importantes en la religión y el comportamiento social y sexual, puesto que de las recientes Guerras Civiles se propiciaron problemas como: el abandono de los dioses y los templos, la caída de la antigua moralidad y la falta de respeto al Mos Maiorum (la tradición de los antepasados). Para contrarrestarlo, Augusto emprende una fuerte restauración religiosa, social y sexual para recuperar las antiguas costumbres:

 Restaura y erige nuevos templos en toda Roma, como el teatro Marcelo y el Ara Pacis.  Incluye el culto a su persona y a la familia imperial en las plegarias.

 Promueve leyes para aumentar la tasa de la natalidad romana.  Vela por la moralidad y la decencia.

 Aprueba leyes contra el libertinaje en el sexo y en el matrimonio, y contra el adulterio.  Fomenta la creación de “colegios” locales que mejoren la moral de los jóvenes.

En política exterior se vio obligado a mantener la guerra en varios frentes: Hispania, Galia, Germania y Occidente.

 TIBERIO

Tiberio fue el sucesor de Augusto, con cuya hija, Julia, había estado casado. De carácter misántropo y taciturno, Tiberio no despertaba simpatías en nadie, por lo que nunca fue muy popular, a pesar de que no carecía de dotes militares ni políticas. Sus aciertos en la administración de los recursos del Estado se vieron ensombrecidos por la muerte inesperada de su sobrino Germánico, muy querido del pueblo, que siempre sospechó que el emperador, celoso de sus éxitos, había ordenado envenenarlo.

Amagado y resentido con todos, se marchó de Roma y nunca regresó a ella, dejando los asuntos de gobierno en manos de Sejano, jefe de la guardia pretoriana. Bajo éste, Roma vivió en un clima de terror, donde las condenas a muerte se sucedían unas a otras, hasta que Sejano cayó en desgracia y fue ejecutado.

En política exterior Tiberio renunció a ampliar las fronteras y se contentó con consolidar las ya existentes.

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La noticia de su muerte fue recibida con alborozo en roma. La plebe se lanzó a las calles al grito de “Tiberius in Tiberim” (“¡Al Tíber con Tiberio!”), juego de palabras con el que daba claras muestras de la impopularidad del difunto.

 CALÍGULA

Su nombre real fue Gayo y Calígula era un apodo por el calzado militar que llevaba (‘botita’). Hijo del popular Germánico, su ascenso al trono imperial fue acogido con alegría general. Durante los primeros meses, Calígula no defraudó las esperanzas que se habían depositado en él. Sin embargo, recuperado de una grave enfermedad que a punto estuvo de costarle la vida, empezó a comportarse como si hubiera perdido el juicio. Sus actos de gobierno se van a caracterizar por la extravagancia y la crueldad: obliga al senado a admitir en sus filas a su caballo Incitatus, derrocha el dinero público para sufragar caprichos, condena a muerte a muchos ciudadanos, decreta honores divinos par a su persona, etc.

Se despreocupó por completo de la política exterior. Nada cabe reseñar en este campo, salvo un simulacro de expedición a Germania, en el que participó personalmente. Hartos de él, sus propios guardias pretorianos lo asesinaron a los tres años de gobierno.

 CLAUDIO

Tío de Calígula, había vivido apartado de las tareas de gobierno por estar afectado de deficiencias físicas (la más famosa de ellas, su tartamudez) y, aparentemente, psíquicas. Los mismos pretorianos que habían matado a Calígula le nombraron emperador, en la creencia de que sería un fácil juguete en sus manos. Para la sorpresa de todos demostró que estaba dotado de las cualidades de un buen gobernante: saneó la hacienda pública, arruinada por su predecesor; amplió el derecho de ciudadanía a diversas provincias; introdujo representantes de las provincias en el Senado; organizó la burocracia estatal con la creación de varias secretarías, a cuyo frente puso a libertos de su familia. Tuvo en cuenta al Senado y rechazó los honores excesivos del culto imperial.

En política exterior también desplegó una gran actividad, emprendiendo una expedición a Britania y conquistando parte de su territorio.

Donde fracasó, sin embargo, fue en su vida familiar. En efecto, su esposa Mesalina llegó a casarse con uno de sus numerosos amantes, con el que tramó una conjuración para asesinar a Claudio. Cuando éste se enteró, ordenó la ejecución de ambos, dando inicio a una larga serie de condenas a muerte de todos los sospechosos de traición.

Se casó de nuevo con su sobrina Agripina, que tenía un hijo, Nerón, de un matrimonio anterior. Al poco tiempo, murió Claudio. La creencia general fue que su esposa lo había envenenado para que Nerón se convirtiera en emperador.

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 NERÓN

Tenía dieciséis años cuando alcanzó el trono. Sus comienzos, bajo la guía de sus preceptores Burro y Séneca, hicieron concebir grandes esperanzas, pero, como ya había pasado en ocasiones anteriores, resultaron vanas, pues pronto su naturaleza cruel salió a la luz y no retrocedió ante los mayores crímenes: ordenó asesinar a su esposa Octavia e incluso a su madre Agripina, que se oponía a su boda con Popea, a la que al cabo de los años también acabaría asesinando. Al mismo tiempo, dio rienda libre a sus extravagantes pasiones: participaba en carreras de carros, actuaba en público como actor, competía en concursos poéticos y musicales, etc.

En el año 64 se produjo un pavoroso incendio, el peor de los muchos que Roma padeció a lo largo de su historia. La ciudad sufrió grandes daños y mucha gente se quedó sin hogar. El descontento popular, cada vez mayor, le señalaba a él como causante de la catástrofe, por lo que, para desviar la atención de su persona, achacó la autoría del incendio a los cristianos e inició la primera persecución que éstos habrían de sufrir.

Las tareas de reconstrucción de la ciudad también fueron motivo de la polémica, pues las obras que avanzaban con mayor rapidez eran las de su propio palacio, mucho más extenso y lujos que el anterior (se le llamaba la Domus aurea, “la casa de oro”), mientras que el resto de la ciudad permanecía en escombros.

No es de extrañar, por tanto, que al año siguiente se tramara una conspiración para acabar con su vida. Descubierta a tiempo, fueron condenados a muerte muchos personajes ilustres, entre ellos su cabecilla, Pisón; el filósofo de origen hispano, Séneca; su sobrino, el poeta Lucano; y Petronio, autor de la novela titulada El Satiricón.

En política exterior destaca, sobre todo, la sublevación de Judea, adonde se envía al general Vespasiano para sofocarla.

Finalmente, los gobernadores de varias provincias se sublevan. En medio del descontento general el Senado destituye al emperador y ordena su detención. Nerón, antes de que esto suceda, ordena a un liberto que le mate al tiempo que exclama: “Qualis artifex pereo!” (¡Qué gran artista perece conmigo!).

2. GUERRAS CIVILES (69 a. C.)

 Galba, Otón y Vitelio

Los inmediatos sucesores de Nerón van a estar muy poco tiempo en el poder. En el transcurso de un año gobernaron tres emperadores: Galba, Otón y Vitelio, que se quitaron el poder unos a otros y murieron todos de manera violenta.

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3. Dinastía Flavia (69 d. C. – 96 d. C.)

EMPERADORES

PERÍODO

Vespasiano

69-79

Tito

79-81

Domiciano

81-96

 VESPASIANO

Fue el primer emperador perteneciente a la dinastía Flavia. Restauró el orden tras la crisis del año 69, en la que se sucedieron tres emperadores distintos en un sólo año (Galba, Otón y Vitelio), cuando se hizo con el poder mediante la entrada en Roma con sus tropas.

Roma va a conocer un período de prosperidad con la dinastía Flavia.

Vespasiano era de carácter afable y campechano, lo que le va a ganar el favor del pueblo. Entre sus logros se cuentan:

 El saneamiento de la maltrecha economía.

o Subida de impuestos (incluso se implantó uno sobre la orina de los urinarios públicos, que era utilizada para la limpieza de la ropa). “Pecunia non olet” (“el dinero no huele”).

o Reducción de los gastos de corte.

 Las buenas relaciones con el Senado.

 La concesión de la ciudadanía a las regiones más romanizadas de Hispania y Galia.

 Las obras de embellecimiento de la ciudad. o Reconstrucción del Capitolio.

o Comienzo de la construcción del Coliseo. o Templo de la Paz.

Además de ello, nombró Césares a sus hijos, Tito y Domiciano.

En política exterior el hecho más trascendental fue el fin de la guerra judía, cuya dirección había dejado en manos de su hijo Tito: con la conquista de Jerusalén y la destrucción de su famoso Templo se puso fin a esta contienda.

 TITO

Sucedió a su padre, pero apenas tuvo tiempo de gobernar, ya que murió prematuramente a causa de unas fiebres en el año 81. Gozó de una gran popularidad.

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Estuvo al mando de la guerra en Judea cuando su padre fue nombrado emperador.

Durante su gobierno tuvo que hacer frente a grandes catástrofes, como el gran incendio que destruyó parte de la ciudad de Roma, y la erupción del Vesubio en el año 79 a. C., que causó la destrucción de Pompeya, Herculano y Estabia, recuperadas para el mundo moderno gracias a la arqueología.

También es digna de mención la conclusión del anfiteatro Flavio, conocido como Coliseo.  DOMICIANO

Durante el gobierno de su padre y de su hermano, a los que envidiaba, estuvo en un segundo plano, pero, tras la muerte de Tito, fue el encargado de sucederle.

Fue un buen administrador (entre otras cosas, tomó medidas para hacer frente a la crisis agraria), pero con tendencia al autoritarismo (de hecho, exigía que le llamasen dominus y deus noster), lo que acabó empañando su labor de gobierno.

Tenía un gran miedo a las conjuras, algo que finalmente se convirtió en realidad, ya que fue asesinado, víctima de una conspiración en la que estaba implicada su propia esposa.

Continuó la política de construcciones públicas de sus predecesores. A él se deben el Arco de Tito, que conmemora el triunfo de éste en la guerra judía; la Domus Flavia, en el Palatino; y el Estadio, que, si bien se ha perdido, constituye la planta sobre la que se alza la famosa “Piazza Navona”.

En política exterior se centró en la conservación de las fronteras del Imperio y renunció a su ampliación.

Los últimos años de gobierno se caracterizan por sus malas relaciones con el Senado, lo que se tradujo en frecuentes condenas a muerte. De hecho, inició procesos de lesa majestad: expulsión de filósofos, condena a muerte de distintas personalidades (incluidos miembros de la familia imperial) y confiscación de sus bienes. También persiguió a los cristianos.

Para granjearse el favor de diversos sectores, organizó juegos, hizo regalos al pueblo y aumentó el sueldo de las tropas. Además, patrocinó, como Nerón, el teatro, la música y los certámenes atléticos griegos.

4. Dinastía Antonina (96 – 192 d. C.)

EMPERADORES

PERÍODO

Nerva

96-98

Trajano

98-117

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Antonino Pío

138-161

Marco Aurelio

161-180

Cómodo

180-192

Durante la dinastía de los Antoninos Roma alcanzó su mayor extensión y desarrollo. Además, hubo un cambio en el sistema de sucesión, que pasó a ser por adopción: se designaba como emperador al que mejores cualidades demostraba para el cargo, y éste era adoptado.

En Hispania se desarrolló un gran Culto Imperial hacia Trajano, Adriano y Marco Aurelio, por ser los tres de origen hispano.

 NERVA

Sucedió a Domiciano a edad avanzada, por lo que su gobierno va a ser breve. Con él se inicia una nueva dinastía, los Antoninos, que en general van a ser buenos gobernantes.

Devolvió al Senado su importancia y dio un gran empuje a las libertades públicas. Considerado un gobernador sabio y moderado. Realizó reformas y otorgó donativos para atraerse al pueblo. Su mandato estuvo marcado por problemas económicos y tuvo que hacer frente a conflictos con la guardia pretoriana.

Consciente de su avanzada edad, centró sus esfuerzos en preparar una sucesión que garantizase la continuidad del Imperio. Buscó un candidato en Itálica (actual Sevilla), fuera de Roma: Trajano.

 TRAJANO

De origen hispano (había nacido en Itálica, cerca de la actual Sevilla), fue adoptado por Nerva como sucesor.

Prestigioso general, fue un excelente emperador. Su preocupación por las clases más desfavorecidas le granjeó una enorme popularidad. Desarrolló un amplio programa de construcciones De su actividad en obras públicas subsisten el Foro que lleva su nombre, la columna homónima en cuyo fuste se relatan sus campañas militares, y los mercados de Trajano.

También fue incesante su actividad en política exterior, con la conquista de varios países: Dacia, Arabia, Armenia y Mesopotamia. Con la anexión de estos territorios el Imperio Romano alcanza su máxima extensión.

 ADRIANO

También de origen hispano, como su predecesor, fue un hombre muy culto y buen gobernante. Su política es una continuación de la de Trajano: su preocupación por los necesitados le llevó a interesarse, incluso, por los esclavos. Confió las tareas de administración

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a la clase ecuestre, más eficaz que la senatorial; organizó el Consejo Imperial para tareas de asesoramiento, quitando, así, competencias al Senado tradicional; recorrió todas las provincias del Imperio para comprobar personalmente el estado de la Administración; compiló todas las leyes promulgadas hasta entonces (lo que se conoce con el nombre de Edictum perpetuum). De su labor constructora nos han llegado en perfecto estado el Panteón (que aunque lleve el nombre de Agripa es obra suya) y el Mausoleo (conocido actualmente como Castell Sant’ Angelo). Además, hizo levantar la famosa muralla que aseguraba las fronteras al norte de Britania: el muro de Adriano.

Su política exterior se caracteriza por el pacifismo, centrándose en una eficaz organización de las provincias y renunciando a la ampliación de las fronteras. Sin embargo, se vio obligado a combatir contra los judíos los últimos años de su mandato.

Destacó el valor de la cultura y las religiones indígenas y se inició el mismo en los cultos griegos y orientales.

Para su sucesión adoptó a Antonino, de ahí el hombre de este grupo de emperadores.  ANTONINO PÍO

Elegido por Adriano para la sucesión por adopción, Antonino Pío da nombre a la dinastía. Continuó con las líneas maestras de gobierno marcada por sus predecesores: a su preocupación por el pueblo se sumó su interés por la situación de los judíos y cristianos, así como por la de los esclavos. Fue por ello muy querido por el pueblo, que, sin embargo, a punto estuvo de lapidarle con ocasión de una carestía de trigo. En el Foro Romano se alza el templo que erigió a la memoria de su esposa Faustiana, que, tras su muerte, también le fue dedicado a él. Fue un ejemplo de virtudes romanas. Además, promovió las artes y las ciencias.

En política exterior tuvo que atender a la defensa de las fronteras, que empezaban a verse seriamente amenazadas.

 MARCO AURELIO

Compartió el poder con su hermano adoptivo Lucio Vero.

Pese a ser de naturaleza pacífica, se vio obligado a luchar contra los partos y contra los bárbaros de la zona del Danubio. Además, Roma sufrió la peste bajo su mandato, lo que provocó la muerte de miles de personas y una gran carestía.

Además de emperador, fue también filósofo. En su obra, llamada Meditaciones y escrita en griego, reflexionaba acerca de cuestiones vitales: la vida, la muerte, la fortuna, destino, moralidad, el universo, etc.

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 CÓMODO

Hijo de Marco Aurelio, con él se rompe la racha de buenos emperadores que había conocido Roma. Deja las labores de gobierno en manos de favoritos y se dedica a su pasión por las luchas de gladiadores, en las que llega a formar parte personalmente. Convencido de ser una reencarnación de Hércules, se hace representar como este héroe en las imágenes oficiales. Otra de sus excentricidades fue la de cambiar varias veces de nombre.

Las conspiraciones contra su vida y sus consecuentes represalias se sucederán durante años hasta que sus enemigos consiguen asesinarles a manos de un atleta con el que se entrenaba como gladiador.

5. Dinastía Severa (193 – 235 d. C.)

El Imperio comenzó a resquebrajarse por su parte oriental a finales del siglo II d. c. Las legiones destacadas en Iliria decidieron pasar a la acción y, tras la muerte de Cómodo, proclamaron emperador a Septimio Severo.

EMPERADORES

PERÍODO

Septimio Severo

193-211

Caracalla

211-217

Macrino

217-218

Heliogábalo

218-222

Alejandro Severo

222-235

 SEPTIMIO SEVERO

Tras un período de inestabilidad, consigue hacerse con el poder, ya que lo proclamaron emperador las legiones en Oriente.

Para mantenerse en él se apoyó en el estamento militar, por lo que toda su política se basó en reforzar y mejorar la situación de los soldados. Tal fue el consejo que dio a sus hijos en el lecho de muerte: “Enriqueced a los soldados y no os preocupéis de nada más”. Todo ello hizo que no tuviese buenas relaciones con el Senado, ya que había acotado su poder con el apoyo del ejército.

Restauró la moral tras los años decadentes del gobierno de Cómodo, por lo que se hizo popular entre la población.

En política exterior cabe destacar la exitosa victoria en la guerra contra los partos, que hizo que el Imperio recuperase Mesopotamia. También tuvo que reforzar el Muro de Adriano para una defensa mejor.

Testimonio de sus hazañas militares es el arco del triunfo que se alza todavía hoy en el Foro Romano.

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 CARACALLA

Hijo de Septimio Severo y de carácter cruel, comenzó su gobierno asesinando a su hermano Geta, a quien su padre había designado coheredero del Imperio.

La acción más destacada de su reinado fue la extensión de la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio, conocida como Constitutio Antoniana, que más que una medida democratizadora escondía un sistema de recaudar más impuestos.

De su labor de embellecimiento de Roma aún quedan en pie las ruinas de las termas que llevan su nombre.

La política exterior se centró en las campañas del Danubio y de Oriente, que resultaron desastrosas por su mala gestión. Fue asesinado por los pretorianos, cuyo jefe, Macrino, se convirtió en su sucesor.

 HELIOGÁBALO

Pronto cundió el descontento entre los soldados, pues la mala situación económica no permitió al nuevo emperador Macrino ser tan pródigo con ellos como lo habían sido sus inmediatos predecesores. Julia Mesa, cuñada de Septimio Severo, se ganó la voluntad de los soldados a favor de su nieto Heliogábalo. Derrotadas las tropas de Macrino, éste se suicidó. Emperador a la edad de quince años, Heliogábalo vino de Siria con el nombre que allí se daba al dios Sol, del que era sacerdote. Su conducta extravagante y sus orgías, que excedían a las de Calígula y Nerón, hicieron que pronto surgiera el descontento y que fuera asesinado por los pretorianos.

 ALEJANDRO SEVERO

Primo de Heliogábalo, era todavía más joven que éste cuando accedió al poder (trece años), por lo que su madre, Julia Mamea, se encargó de los asuntos de gobierno.

Al frente de la guardia pretoriana se nombra a Ulpiano, el mayor jurisconsulto de la época. Éste da más importancia a los asuntos civiles que a los militares, lo que no gusta a los soldados. Se producen enfrentamientos entre la población civil y la militar, en uno de los cuales Ulpiano muere a manos de la multitud.

La situación exterior era igualmente caótica. Mamea y Alejandro Severo asumen personalmente la dirección de las campañas de Oriente y del Danubio, pero llevan tan mal las operaciones que los soldados los asesinan a ambos.

 LA CRISIS DEL SIGLO III

La muerte de Alejandro Severo marca el inicio de una crisis que va a prolongarse durante cincuenta años, en la que se suceden una veintena de emperadores, de efímero gobierno, la mayoría de los cuales va a morir a manos de los soldados, muchas veces los mismos que poco antes les habían proclamado.

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A la anarquía militar se une el descontento generalizado de la población por el aumento imparable de los impuestos. Esta situación de inestabilidad será aprovechada por los pueblos bárbaros, que amenazan las fronteras y realizan numerosas incursiones en territorio italiano. De todos estos emperadores cabe destacar a Valeriano, Galieno y Aureliano, que frenan momentáneamente la decadencia de Roma.

B) BAJO IMPERIO (DOMINADO)

 DIOCLECIANO

En el año 284 sube al torno Diocleciano, que va a instaurar un nuevo régimen dentro del Imperio: el dominado, ya que el emperador se convierte en dominus, “señor”: pasa a ser el “primer ciudadano” (princeps) a convertirse en un monarca despótico, sin contacto con el pueblo, rodeado de una corte y de un ceremonial que hay que cumplir en su presencia. Para atender a las ingentes tareas de gobierno nombra un coemperador, Maximiano, que se ocupa de la parte occidental del Imperio, mientras Diocleciano atiende la oriental.

Como las dificultades seguían siendo enormes, nombraron dos ayudantes, Galerio y Constancio Cloro, instaurando el sistema de gobierno denominado Tetrarquía. El imperio queda dividido en cuatro zonas, repartidas entre dos Augustos (los dos primeros) y dos Césares (los dos segundos). Para asegurar que la sucesión se realizaría sin traumas, Diocleciano establece que a los veinte años de gobierno los dos Augustos deberán abdicar en sus respectivos Césares y éstos, convertidos en Augustos, habrán de nombrar a sus respectivos sucesores.

El sistema de colegiación funcionó en los primeros años y dio oportunidad de emprender las reformas necesarias en varios campos. Así, se procedió a la división administrativa de todo el Imperio hasta alcanzar un total de 101 provincias, reunidas éstas en torno a una unidad mayor, las diócesis, doce en total.

Se trató de revitalizar la religión tradicional frente al auge que experimentaba el Cristianismo, cuyos seguidores hubieron de sufrir una nueva persecución.

Los problemas se presentaron a la hora de poner en práctica la sucesión, pues surgieron desacuerdos a la hora de nombrar a los dos nuevos Césares. La situación acabó desembocando en una lucha entre todos los que pretendían tener derecho al cargo. Finalmente se enfrentaron Majencio y Constantino, hijos respectivamente de Maximiano y Constancio Floro. En la batalla del puente Milvio Constantino obtuvo la victoria sobre su rival, que murió en el combate.

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 CONSTANTINO

Conocido como Constantino I o Constantino el Grande, al principio llega a un acuerdo con Licinio para compartir el poder (diarquía): éste se encargará de Oriente, mientras Constantino lo hace de Occidente. Pero pronto se enfrentarán y Constantino quedará como único soberano de todo el Imperio.

Su plan de gobierno es continuar con la política de Diocleciano, excepto en el trato al Cristianismo, pues en el año 313 promulga el Edicto de Milán por el que decreta la libertad de culto para la nueva religión.

Su acto de gobierno más destacado será el traslado de la capital a Bizancio, donde fundó una nueva ciudad que recibió el nombre de Constantinopla, “la ciudad de Constantino”. A su muerte divide el Imperio entre sus tres hijos.

6. El fin del Imperio:

Entre los descendientes de Constantino va a surgir de nuevo la inestabilidad, dando lugar a un período de guerras que se va a extender por espacio de sesenta años.

Teodosio el Grande, emperador de origen español, va a decretar la abolición del paganismo y el Cristianismo se convertirá en la única y oficial religión del Imperio Romano. Éste vive sus últimos años de unidad, pues tras la muerte de Teodosio va a dividirse entre sus dos hijos: Oriente para Arcadio y Occidente para Honorio, y cada parte va a vivir historias independientes.

Roma se ve asediada por los pueblos bárbaros y será saqueada en dos ocasiones: con Alarico, rey de los godos, y con Genserico, rey de los vándalos. También Atila, rey de los hunos, está a punto de repetir la acción, pero finalmente desiste a instancias del papa León Magno.

Los últimos emperadores romanos no son más que marionetas en manos de los reyes bárbaros, hasta que Odoacro, rey de los hérulos, depone al último emperador, Rómulo Augústulo, que, ¡ironías del destino!, llevaba el mismo nombre que el fundador de la ciudad. El Imperio Romano de Occidente había llegado a su fin. Era el año 476.

Por su parte, en Oriente las cosas llevaban un ritmo más pausado. La caída del Imperio occidental favoreció el aislamiento y la independencia del Imperio de Oriente. El último emperador de Constantinopla que usó el latín como lengua oficial del Imperio de Oriente fue Justiniano. Un griego evolucionado ocupó su lugar.

Esta parte de la historia del Imperio de Oriente se conoce como época bizantina. También tuvo un final violento: en 1453 los turcos otomanos tomaron Constantinopla. Fue el final de una cultura y el comienzo de una nueva época.

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