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Procedimientos de evaluación : el caso del análisis documental y de los lenguajes documentales en la actividad periodística

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(1)
(2)

ANroNro

Gancfa

JntÉNrz

PROCEDIMIENTOS

DE

EVALUACIÓN:

EL

CASO

DEL

ANÁLISIS DOCUMENTAL

Y

DE LOS

LENGUAIES DOCUMENTALES

EN

LA ACTIVIDAD

PERIODÍSTICA

UNTVERSIDAD EUROPEA-CEES

Departamento de Periodismo Especializado

Documentos de Trabajo

(3)

\.1ìK12,

t¡P-tËr{

o0-G

/qßu

{o'76ìz

UNIVERSIDAD EUROPEA.CEES Documentos de Tïrabaio 6 / 00

Procedimientos de anluøción: el cøso del Anâlisis Docummtal y de los lengunjes documentøles en la øctiaidad peiodísticø Villaviciosa de Odón (Madrid), julio de 2000

@ 2000 Antonio Ga¡cía Jiménez

@ 2000 Universidad Europea-CEES Ediciones

Diseño de la colección y dirección editorial:

(4)

ÍNprcE

Resumen

4

1.

Introducción

5

2.

La

Documentación

Periodística

6

3.

Análisis

Documental y

lenguajes documentales en el discurso

periodístico

I

4.

La

validación

9

5.

Aplicación

al

Análisis

Documental

13

6.

Aplicación

del

método de

validación

del

Análisis

Documental

76

7.

Aplicación

a los lenguajes

documentales

L9

8.

Aplicación

de las

fórmulas

estructurales a los lenguaies

documentales

22

9.

Líneas de

investigación

y

últimas

aproximaciones

26

9.1,. Cambios en el Análisis

Documental

26

9.2.

Nuevos modelos de trabajo en los lenguajes

documentales

29

9.3.

El nuevo contexto

hipermedia

32

9.4.

Nuevas tendencias en

evaluación

35

10.

Conclusiones

4l

Bibliografía

42

(5)

PROCEDIMIENTOS DE

EVALUACIÓN:

EL CASO

DEL

ANÁLISIS DOCUMENTAL

Y

DE

LOS

LENGUAIES DOCUMENTALES

EN

LA

ACTIVIDAD

PERIODÍSTICN

ANroNIo

G¡,ncfl

fuÉNrz

Universidad

Europea-CEES

Departamento

de

Periodismo Especializado

RnsuN{nr.I

Con estø inaestigación, que prupone un conjunto de pørámetros y

procedimien-tos parø Ia uølidación del Anólisis Documentøl y de los lenguajes documentøles en el dis-curso periodístico, se pretende, hacisndo hincapié en los contenidos, superar løs prácti-cøs intuitiuas

y

el sentido común como criterios predominantes en la Documentación Periodísticø, En efecto, para eI Análisis Documental la aalidación se reølízø sobre mode-los de anáIisis-intenogación, procedentes de áreas del saber ødyacentes, que explicitan Ia

lecturø del documentalista y permiten el reconocimiento objetivo del texto, a

partir

de

indicadores que tienen su origen tanto en lø aplicación de los uiterios de fiøbilidad

y

aalidez del ønólisis de contenido, crmo en aportaciones propiamente documentológicas.

En

el

caso de los lenguajes documentales, el modelo de eaaluación propuesto, con los mismos fundamentos, estimarã hastø qué punto

un

modelo lingüístico-conceptual es

(6)

A. Ga¡cía limêrez

P roc edimie ntos de evaluación...

@ UEM.CEES EDICIONES 5

L.

INrnoouccróN

Este documento de trabajo parte de los resultados de la tesis doctorall que tiene

por tíhrlo

Metodologíø de aalidøción del Análisis Documental y de los lenguajes documentales en el discurso periodístico. Su objetivo es presentar el panorama de la

evaluación

y

validación

en

el ámbito del Análisis

Documental

y

los

lenguajes documentales en el discu¡so periodístico, y se sitúa en la lÍnea de estudio preo-cupada

por

los contenidos

y

su comprensión dentro del ámbito documental, a

la vez que

participa

en la configuración de la teoría del AnáIisis Documental

y

de los lenguajes documentales2

y

comparte principios, procedimientos

y

objeti-vos con la Representación

y

Organzación del Conocimiento3.

Se quiere superar,

por un

lado, el sentido común como

criterio

predomi-nante en

la

Documentación Periodística, en

favor

de modelos objetivos de

lec-ítra;y,

por

otro

lado,la

obsolescencia de los lenguajes documentales. En efecto, se pretende aplicar mecanismos de control, desligados de una

visión

operativa

concreta, que resalten el carácter pragmático, la consideración del factor social

y

la posible

manipulación

existente en estos procesos e instrumentos.

A

nuestro

juicio,los

mecanismos en el Análisis Documental

y

en la

cons-trucción de

lenguajes documentales deben ser explícitos, reproducibles, para-metrizables

y

objetivables, dejando aI margen

cualquier

práctica

intuitiva.

Se

entiende que es posible, mediante métodos de análisis semántico,

explicitar

la

lectura que efectua

el

documentalista

f

reconocer de manera objetiva

el

texto,

Así pues, la

primera

meta es plantear un método de validación y evaluación en

el iámbito

del

discurso periodístico que precise hasta qué

punto un

modelo de

análisis es pertinente para la extracción, segmentación

y

representación de los

contenidos periodísticos y, al mismo tiempo, favorece la recuperación de

infor-mación.

A

tal

efecto, se

emplearála

vía experimental, considerada la más ade-cuada en el Análisis Documental, teniendo en cuenta sus variables en el

discur-1

A. García ]iménez, Metodología de aalidøción det Analisis Documental y de los lenguøjes documentales en el iliscurso periodístico (tesis doctoral), Madrid, UCM (Depto. Periodismo IID, 1995.

2

Lír,"u de investigación que en España tiene en Antonio García Gutiérrez a su principal valedor y que se erunarca dentro de la línea de trabajo emprendida por la Universidad de Sao Paulo. Un ejemplo lo tenemos en j. Smit (coord.), Análise documentáris: ø øruílise da síntese, Brasilia, IBICT 7987.

3

Vé"r" una definición, por ejemplo, en M. A. Esteban Navarro, "La representación y la organiza-ción del conocimiento en los archivos", Orgønización del Conocimiento en Sistemas de Información y

(7)

A. Ga¡cía limé¡ez

P roc edimientos de evaluac ión...

@ UEM-CEES EDICIONES 6

so periodístico

-a

saber: la estructura,la extensión, el estilo, el género de los

do-cumentos

y un

marco teorológicoa

definido

según nuevos productos

documen-tales, como pueden ser las sÍntesis, los datos, las inferencias, las comparaciones

y las

verificaciones-,

así como un modelo de representación de las peticiones

y

las necesidades de los usuarios.

En lo que respecta a los lenguajes documentales,la metodología de

valida-ción medirá su eficacia para representar los contenidos periodísticos y su

aptitud

para la recuperación de información pertinente, condiciones que PrcsuPonen su

correcta construcción. Asimismo, deberá tomar en consideración las variables en este

dominio:

el documento periodístico, la base léxica, la estructu¡a (relaciones y campos), el uso y demandas, la ideología, el tema y la entnrpía. Finalmente, hay que destacar que

la

investigación deja a

un

lado

el paradigma emprcsarials, la lectura lineal

y

la coincidencia de significantes como

principios

de trabajo; en el

plano

teórico,

no

distingue entre la recuperación de datos

y

la recuperación de documentos6;

y

se despliega a través de la asimilación de los niveles real

y

vir-tual,

y

de la independencia de procedimientos técnicos específicos.

2.

Le,

Docuunr.¡raclóN

PnnlooÍsrtce

A

decir de otros investigadores,la Documentación Periodística se

perfila

como

modo infonnativo, medio

de comunicación

y

técrrica

informativa,

amén

de sistema semiótico que, al mismo tiempo, eS

un medio

acrónico, abstracto

y

parcialmente anónimo,

del

que destaca su

papel

en

la

construcción social del

pasadoT. Su configuración viene

hjadapor

los

principios

que determinan el

pro-a

Las posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial, más en concreto, los sistemas exPertos. Para mayor profundización,

y

dirigidos

a

aplicaciones concretas, véanse

I.

Worwell (ed.), Knowledge Engineering: Erpert Systems ønd Information Retrianøl, Londres, Taylor Graham, 7987; y D. Ellis, Neut Horizons in Infonnation Retrieual, Londres, Library Association, 1990'

5

Vé"r" una panorámica de los paradigmas en la investigación documentológica en F. J. García Marco, "Paradigmas científicos en recuperación de información", en Organización del Conocimiento en Sistemas de Infonnación y Documentøción (Actas del I Encuentro de ISKGEspaña, Madrid, 4 y 5 de noviembre de 7993\,1,1995, pp.99-L72.

6 Pu.u ,rn" diferenciación teórica, véase D. C. Blab Ianguøge ønd Represantation in Information Retrianal, Amsterdam, Elsevier Science Publishers, 1990, p. 7'

7

¡.Lóp"rYepes, "Documentación general y documentación informativa", en |. LópezYepes et ø1.,

(8)

A. Ga¡cía Jiménez

Procedimientos de evaluación...

@ UEM-CEES EDICIONES 7

ceso docurnental periodístico8,

por

el

Centro de Documentación Periodísticae, así como

por

el

"agente", en su doble

vertiente

documentalista-usuariolO.

Así

mientras que del documentalista de prensa se puede decir que trabaja marcado

por

su formación, el contexto

político y

social, el marco ideológico

y

las

opinio-nes sobre su profesiónll, no se puede decir 1o mismo del usuario. En realidad, la

Documentación echa en falta una auténtica

Tþoía

del Uso que, partiendo de los

tipos

de consulta que realiza

y

sus necesidades documentalesl2,

y

a través

del

concepto

de

usuørio modelol3, supere

los

métodos tradicionales

de estudio

en

favor

de aquellos que tengan una base experimental y mayor rigor.

Al

mismo tiempo, partimos de la consideración de la noticia como

un tipo

de texto, de relato. Es deciç destacamos el aspecto discursivo del textola. En la

información

de

actualidad existen

determinadas características, elementos

y

variables que hacen que sea reconocida como un

tipo

de

texto,lo

que permite la construcción de métodos de análisis concretos.

Al

conocer sus condiciones de

producción

y

su estructura, se pueden

construir o

definir

modelos de análisis

válidos para

este co{pus

discursivo,

al igual

que

articular

un

formato válido

para los lenguajes documentales. De hecho, aprovechamos la

visión

que tienen

de la estructura del discurso periodístico tanto García Guttérrez, que desde una perspectiva documentalls

divide

la

información

en

neutral

y

doxológica, como T.

A.

van

Dijk,

que se preocupa

por

describir el discu¡so

y

las unidades de uso de los textos periodísticos a través del Análisis del Discursol6.

Regional de Las Palmas, 1987, p.13; A. HemándezPêrez, Docummtación øudiouisunl: metodología pøra e! análisis documental de lø infonnación periodística audiwisual (tesis doctoral), Madrid, UCM (Depto. Periodismo lll),1992; e L Chacón Gutiérrez, la fubilidad del proceso documentøI del discurso periodístico como fumte ile información: análisis, método y aøloración (tesis doctoral), Madrid, UCM

t994.

cipios operatiaos de lø Documentøción Periodística, Madrid, Dossat, 1989. entación de prensa: funciones y métodos, Barcelona, Mitre, 1986, pp. 30-31. to

Con una perspectiva para el documentalista de prensa tomada de A. García Gutiérrez, Análisis documentøl del discurso periodßtico, Madrid, CTD, L992, pp.7L7'120.

11

I. Chu.ór, Gutiérrez, op. cit., pp.32-33.

12

A. Hemán dezPérez, op. cit., pp.99'100, e I. Chacón Gutiérrez, op. cit., pp. 76Ç165. t3

Tér.r,ir,o referente a un modelo de síntesis de los comportamientos del usuario en cualquier aplicación; A. García Gutiérrez, Análisis docummtal..', op. cit.,PP 4244'

t4

En lu misma línea de A. García Gutiérrez, AnáIisis ilocummtal..., op. cit., P. 43, y con la influen-cia de J. Lozarro, C. Peña-Marín y G. Abril, Análisis del discurso. Høcis una semiótica de Iø interacción

texttnl, 3.' ed., Madrid, Cátedra, 1989.

ls A.

García Gutiérrez, AnáIisis documettø1.'., op' cit', pp' 96'98.

16 Er,tr"

(9)

A. Ga¡cía Jiménez

Procedimientos de evaluación...

@ UEM-CEES EDICIONES 8

3. At{,4,usIS DocUMENTAL

y

LENGUAIES DocUMENTALES EN EL DISCURSO PERIODÍSTICO

En

este estudio, el

Análisis

Documental

y

los lenguajes documentales se

situan bajo el

paradigma

del proceso documental,

modelo

teórico que explica los procesos documentales según el contenido,

y

que está vertebrado en cuatro

segmentos que interactúan entre sí: el análisis (lectura o reconocimiento),la sÍn-tesis (transformación),

la

representación

y

la recuperaciónl7. En efecto, el Aná-lisis Documental del discurso periodístico es el proceso de descripción del

con-tenido

de

un

documento que comprende los segmentos

del

análisis

y

la

trans-formación,

a la vez

que participa,

junto a

los

lenguajes documentales,

en

la

representación

y

se relaciona con

la

recuperación como operación

que dirige

todo el proceso. En

definitiva,

se pretende la exclusión del sentido común como

principio

regulador de la actividad del documentalista, en

favor

de la

expìicita-ción

de todos los procesos de lectura

y

de validación, 1o que

permitirá

a

cual-quier investigador efectuar labores de análisis, representación y Programación.

A

la

lgz

de las escasas contribuciones anteriores/ se opta

por

una

PersPec-tiva

centrada en

la

relevancia enunciativa, más interesada

en

la

significación global

del

texto que en el aspecto proposicional

y

más preocupada Por el

seg-mento

del

análisis que

por

el de la transformación (entendido como el

resulta-do

directo

y

reconocible

del

análisis, puesto que se supone que distintos lecto-res obtendrián las mismas respuestas, y en términos similares, a

partir

de las

mis-mas interrogaciones). Por su

parte,la unidad

de trabajo propuesta, necesaria en

cualquier trabajo empírico, es la

unidad

de información. En este caso, el objeto de estudio es toda información periodística conseryable que pueda ser recuPe-rada, al margen de las tiras de

humoç

la información factual, los anuncios

y

el

periodismo literario.

Por otra parte, si bien se conocía la situación del Análisis Documental en la

práctica profesional,

no

sucedía 1o

mismo

con

los

lenguajes documentales,

Al

entender que el

nivel

teórico no pueder estar separado del práctico,

y

toda vez

quø

después

de una revisión

teórica, se concibe

el

tesauro como

el

lenguaje

documental miás apropiado en el ámbito del discurso periodísticol8, se ha

podi-do comprobar en la práctica profesional que los lenguajes documentales no son

17

A. García Gutiérrez, Análisis documental'.', op' cit., pp.2G3l'

18

A partir de A. García Gutiérrez y R. Lucas Femández, Documentación automatizadn en los medios informativos, Madrid, Paraninfo, 1987, pp.67-77, así como de f. M. Izquierdo Arroyo y

L'M.

(10)

A. Ga¡cía Jiménez

Procedimientos de evaluación:..

@ UEM-CEES EDICIONES 9

la parcela a

la

que se presta más atencióry que se suele

rccurrh

a más de uno

y

que, en la práctica cotidiana, con la palabra tesøuro se designa a otros lenguajes que no ofrecen las características suficientes para alcanzar esa denominación. En este contexto, queda claro que el

tipo

de lenguaje empleado depende de factores

como la capacidad económica de la institucióru el personal existente, la

concep

ción que de é1 tenga el documentalista y la periodicidad del producto

periodísti-co. Además se evidencia, de un lado, el menor cuidado que se dedica al aspecto

relacional y de presentación en comparación con Ia base léxica, al tratarse de tma

henamienta

de uso intemo; y, de

otro,la

dependencia del comPonente

teorolô

gico para su aplicaciórç

y

de la observación a posteriori para su evaluacióde.

4.

Le, vALTDAcIóN

Es

a

través

del

recorte epistemológico

en

otras

áreas adyacentes

a

la

Documentación como se pretende

definir

los parámetros para la evaluación en el Anátisis Documental y en los lenguajes documentales. Por tanto, se revisaron

textos

procedentes

de

la

Lingtiistica,

la

Semiántica,

la

Semiótica Textual, la

Lógica General

y

Formal,

la

Teoría

de

la

Traducción,

la

Teoría

de

Ia

Comunicación,la

Tþoría de la

lnformación,la

Teoría de Sistemas, el Análisis del Discurso,

la

Terminologu

y

la

Norrralización20 (como

disciplinas

que

confor-de estructura combinatoria ('thesaurus')", Reu. Esp. Doc. Cient., XV,

I

(1992), pp. M-63, frente a

otras propuestas, como un esquema de clasificación en G. Galdón López, EI seroicio de documenta-ción..., op. cit., pp.77-t25,la postura a favor de la CDU en combinación con una clasificación alfa-bética en M, E. Fuentes Pujol, Seruicio documental en la prensø diaria: ønólisis

y

orientøciones, Barcelona, Mitre, 1984, p.224, o la opción por una acción conjunta de lenguaje libre y controlado en C. Rodríguez Yela, "Los lenguajes documentales en las bases de información política y de actualidad", Reo. Esp. Doc. Cient., XY,7 (1992), pp.73-23.

19

Pu." ello se realizó un trabajo de campo, con el objetivo de analizar el estado de construcción y

uso de los instrumentos de recuperación en las instituciones periodísticas.

20

(11)

A. Ga¡cía Jiménez

P roc e dimi e n tos de ev aluac ión.

@ UEM-CEES EDICIONES 10

man

la

Lingi.iística Documental), de los cuales

no

se

obtuvieron

los resultados esperados,

por

la falta de métodos de evaluación propiamente dichos.

En segundo lugar, se estudiaron los procedimientos mediante los que se

evalúan los sistemas documentales2l. Sin embargo, estos procesos no

participan

de las bases de trabajo, mecanismos y procedimientos ya expuestos y mantienen la coincidencia de significantes como factor clave,

lo

que exige la búsqueda en otras direcciones (a pesar de las nuevas perspectivas que han surgido en los

últi-mos años). Este hecho se

repitió

en

lo

tocante al Análisis

Documentalz

y

a los lenguajes documentalesæ, donde los sistemas de trabajo obedecen a criterios o

bien rígidos, o

bien

caracterizados

por

prácticas

intuitivas.

Tampoco fueron

definitivos,

aunque sí suponían experiencias

clarificado-ras, anteriores trabajos situados dentro de la misma lÍnea de investigación, como es el caso de la evaluación que García

Gutiérrez

realtza sobre diferentes

méto-dos de

análisis en

el

ámbito

del

discurso periodístico2a, mediante

criterios

de

2r

Donde se han mantenido en la tradición las tasas de recall y precision, pero que ofrecen además diversos problemas, destacados en G. Salton, "The State

of

Retrieval System Evaluation", Information Processing €t Managemenf, XXVII, 4 (1992\, pp. 441-449, donde se cuestiona, por ejem-plo, la correspondencia entre las peticiones empleadas en los tests y las necesidades reales de los usuarios. No obstante, la investigación tiene cada vez más en cuenta la relevancia basada en las necesidades de información

y

la interactividad, como se apunta en S. E. Robertson y M. M. Hancock-Beaulieu, "On the Evaluation of IR Systems", Informøtion Processing €t Management, XXVIII, 4 (L992), pp. 457-466, y en L. T. Su, "Evaluation Measures for Interactive Information Retrieval", Information Processing û Managemmt XXVII 4 (1992), pp' 50]516.

2

¡. Chaumie r, Análisis y lenguøjes documentales: eI tratamiento lingüístico de la información documen-fal, Barcelona, Mitre, 1986, pp. 32-36; F. W. lancaster, Indexing ønd Abstracting in Theory and Practice, Londres, The Library Association, l99l; G. van Slype, Ios lenguajes de indización: concep-ción, construcción y utilización en los sistemas documentales, Salamanca-Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez-Pirámide, 1997, pp. L22-I24; D. Soergel, "Indexing and Retrieval Performance: The Logical Evidence", ]ASIS,XLV,8 (7994), pp.589-599; I. Cunha (coord.), Análise documentária: consideraçoes te&icas e erperimentaçoes, Sao Paulo, FEBAB, 1989.

23

E.,tr" otros, G. van Slype, op. cit., pp. 8G96; J. Chaumier, op. cit., pp' 92-94; F W. Lancaster, Vocøbuløry Control for Information Retrieuø\, 2.n ed., Arlington (Virginia), ln-formation Resources Press, 1986, pp. 155'i1,57; y C. .{lvaro Bermejo, A. Villagrá Rubio y A. sorli Rojo, "Desarrollo de lenguajes documentales formalizados en lengua española: II. Evaluación de los tesauros disponi-bles en lengua española", Reo, Esp. Doc. Cient.,XII,3 (1989), pp. 289305; E' Currás, Thesauros: len-guajes terminológicos, Madrid, Paraninfo, 1997; S. Janik y L. Brunet, "La mise a jour d'un thésau-rus", Documentaliste,XxIV, 6 (798n, pp.2lï229; A. Rivier, "Construction des langages d'indexa-tion: aspects theóriques", Documentaliste, XXYll, 6 (1990), pp.26T273.

2a

A. García Gutiérrez, AnáIisis documental..., op. cit., pp. L27-L56. También destaca el trabajo de R.

(12)

A. García Jiménez

P roc edimientos de evaluac ión..

@ UEM-CEES EDICIONES I I

validez

como:

la intersubjetividad

de la lectura; el

nivel

de

delirnitación

de las categorías

del

constructo analítico; el

nivel

de adecuación a los diferentes esti-los, géneros periodísticos y posibilidades tecnológicas; el

nivel

de respuesta a las demandas de los

usuarios;la

relevancia; y, finalmente, la representatividad del corpus empírico.

Otro tanto

sucede con

el

estudio que

dirigió

el mismo

autor

sobre los lenguajes documentales2s, donde fundamentalmente se

profundizaba

en su

aspecto

textual

y

en su

capacidad

para proporcionar una

determinada

visión

de la realidad, 1o que podía provocar sesgos en la recuperación de

infor-mación.

Por

ultimo,

se intentó la extrapolación de las ideas de valtdez

y

fiabiJidad

en el análisis de contenido, dada la consistencia de sus procedimientos de

veri-ficación y evaluación y la evidente imbricación de esta área del conocirniento en los problemas documentales26. Las fuentes principales para esta aplicación

pro-ceden

de los

trabajos

de

Krippendorff

y

López-Arangaren2T que exponen los mecanismos verificadores del análisis de contenido. En

primer

lugar,

y

siempre

enboca de los especialistas, se debe deteminar qué factores no deseados pueden

influir

en los resultados de una investigación. Este apartado, denominado

fiabï

lidød,y apto para establecer límites a la validez potencial de las conclusiones de

cualquier investigacióry se articula en cuatro puntos:

L. Congruenciø: dehne el

nivel

de acuerdo entre los resultados de distintos procedimientos de análisis ante una característica en el mismo tiempo.

2. Estabílidad; deternrina

la

obtención

de

resultados sirnilares cuando se

aplican las mismas categorías en momentos distintos.

3. Reproducibilidød: detecta las incongruencias

del

observador

y

los desa-cuerdos entre los observadores.

4. Exactitud: precisa

el

grado de ajuste a

un

criterio o

el

nivel

en que los resultados del proceso son los que se planeaba que fueran.

Æ A.

Garría Gutiérrez (coord.), Iznguajes docummtales en Comunicación: métodos de anáIisß y experimm-tøción,Madid, UCM (Facultad de Ciencias de la Infomación, Depto. Periodismo Ill)-Ibercomnet, 7992.

26

L. B"rdir,, .Á ntólisis de Contsnido,Madrid, Akal, 1986, pp.34-35,y A. García Gutiérrez (1990), Estruc-turø lingüístiu de la docummtación: teoría y método, Murcia, Universidad de Murcia, pp. 52-53 y 62-&.

"

K. Krippen dofif , Metodología de ønáIisis de contenido: teoría y práctica, Barcelona, Paidós, t990, pp. 97-227, y E. López-Ar¿rnguren, "El análisis de contenido", en M. García Ferrando, J. Ibáñez y F.

(13)

A. García Jiménez

P rocedimientos de evaluación...

No

obstante,

si

se

quiere certificar

la.

fiabilidad de los

datos

de

forma exhaustiva, también se deben

llevar

a cabo Pruebas Preliminares:

L. Fiabilidad de lø unidød; mide la falta de

fiabilidad

procedente de las

uni-dades registradas.

2. Fiabilidad de los indiaiduos participøntes: precisa la falta de

fiabilidad

que

proviene de las personas encargadas del trabajo.

3. Fiabilidad de una cøtegoríø únicø: estima el

nivel

en que una categoría se

confunde con otras.

4. Fiabilidød condicionøl; incide en la

fiabilidad

de

un

subconjunto de

cate-goías

dentro de una variable.

En

el

análisis de contenido,

la validez

se

define

como

la propiedad

por

la que los resultados conseguidos en una investigación son considerados

irre-batibles,

y

que, además,

viene

avalada

por

diversos

procedimientos

de com-probación. En

primer

lugaq, destaca La aalidez orientadø a los datos, que se

Preo-cupa del

punto

en que

un

método de análisis representa

la información

inhe-rente a los datos disponibles o

la

asociada a ésta. Esta

validez

ohece dos sub-clases: la aalidez semántica, que determina el

nivel

en que

un

modelo responde

de

forma

idónea a los significados relevantes en un contexto

determinado,yla

aølidez del muestreo,

que evalúa

si

los

datos

disponibles

se

configuran

como

una muestra correcta para

poder interpretarlos

como representativos del

uni-verso.

En segundo luga¡, se encuentrala aølidez orientadø a los resultados o aalidez pragmóticø, que estima

el

grado en que

un

modelo evoluciona adecuadamente en

un grupo

concreto de circunstancias. También tiene dos subclases: Ia aølidez correløcional, preocupada

por

el

nivel

en que las conclusiones obtenidas gracias

a

un

procedimiento

muestran correlación

con las

de

otro,

hasta

el punto

de

poder

intercambiarse,

y

la aølidez predictiaø, que estudia el grado en el que las

(14)

A. Ga¡cía Jimérc2

P roc edimientos de evaluac ión..

@ UEM-CEES EDICIONES 13

5.

ApucncróN

ar

AuÁusls

DocUMENTAL

IJ^a

lre,

establecidos los criterios de aplicación, se pretende observar la

respuesta de los distintos procedimientos de

fiabilidad

y

vabdez en el Análisis Documental a través de la aplicación teórica. Como consecuencia de los

resulta-dos, queda descartado el

nivel

de congruencia

-puesto

que

no

estamos traba-jando con instrumentos que

midan

características, sino con métodos que

deses-tructuran los

textos

para

captar

la

información

recuperable

y

relevante-,

así

como la

estabilidad

-ya

que el discurso periodístico, en sentido extenso, no se

modifica,

sino que presenta diferentes

modatdades-.

Lo

mismo

ocurre con Ia

reproducibilidad

-al

entender que los nuevos procedimientos de lectu¡a

docu-mental solucionarián la dispersión de los resultados que hay

actualmente-

y con la exactitud

--debido

a la inespecificidad de su definición en este

contexto-.

En lo que se refiere a los procedimientos de diagnóstico,la

fiabilidad

de la

unidad

no supone una cuestión de estudio, dada la

"naturalidad"

de las

unida-des de análisis (textuales) sobre las que se va a reahzar la comprobación

empí-rica, puesto que eI trabajo se centra en la

delimitación

que hace cada periódico de

la información.

Al

mismo

tiempo, Ia calidad de

la

construcción de las cate-gorías analíticas se situará en la

validez

de

la

construcción;

la

fiabilidad

de los

individuos

participantes no será tenida en cuenta en función de las premisas

ini-ciales; la

fiabilidad

de una categoría única será analizada dentro de la validez de

la construcción;y, además, se demuestra

quela

fiabilidad

condicional tampoco

encuentra correlato en este caso.

Por

lo

que atañe a los distintos

tipos

devaltdez, se elige la validez

semán-tica, en cuanto parámetro preocupado

por

la capacidad de

un

sistema de inte-rrogación para reconocer y desestructurar un texto.

No

obstante, se observa que es

inútil

hacer acopio de los procedimientos propiamente sociológicos,

por

lo que se aprovechan recursos propuestos

en

anteriores trabajos.

Así

pues, este

tipo

de

validez

consistirá en:

-

De un lado, la detección de las propuestas y argumentos del auto¡,

junto

a su priorización, ambas mediante la comparación con los resultados del resto de métodos;

y

de otro, la delimitación de los objetivos

y

los

principios

ideológicos, gracias a la descripción del producto documental,la comparación con el resto de métodos y el cotejo con el cøtálogo de omisionæ28 (denominación que se da a un

in-28

(15)

A. Ga¡cía Jiménez

P roc edimie nlos de evaluac ión...

ventario

pragm¿ático

de

las

omisiones

que

se despliegan

en las

noticias, cuya

importancia radica en que el documentalista se ve afectado en su labor también

poÌ

lo no

didro

en cada documento).

-

El

estudio

del nivel de

adecuación

al

esquema

formal del

discurso

periodísticoze, en dos vertientes: el grado de adecuación previa o caPacidad

pre-vista, a través de la comparación con todas las categorías formales, y el grado de adecuación real, mediante la comparación con los resultados.

Por su parte, la validez pragmiítica en el Análisis Documental debe

deter-minar si un modelo de lectura responde eficazmente a las demandas potenciales

del usuario

modelo,lo

que, desde un Punto de vista operativo, implica la

elabe

ración de

un

inventario

de demandas. Sin embargo,

y

ante

la falta

de estudios concretos, se recurre a la vía especulativa, apoyadaen este caso en los segmentos

relevantes

del

contexto

periodístico, finalmente convertidos

en

"unidades

de

bgsqueda

por

significación".

En consecuencia,

la medición

de las expectativas desde el plano del contenido se realizará mediante la observación y la comPara-ción de los resultaalos con la tipotogía de segmentos relevantes3O: datos relevantes;

enunciados especialmente relevantes; actitudes, decisiones, tomas de posición,

características; lugar, tiempo y situación; acciones e irubrrmentos; actores activos o pasivos; causas y finalidades de acciones; implicaciones de seres, objetos,

luga-res, tiempos

y

causas,

y

finalidades

de

las mismas;

nivel

de

independencia o

interdependencia; efectos reales

y

potenciales; aportación

y

líneas de

unión

al contexto superior

y

ala memoria del sistema.

En un segundo

nivel

(plano formal), se debe estimar la capacidad para

pro-porcionar

respuestas

a

deterninados productos

documentales, considerados

"unidades de

bftqueda

formales"

+íntesis,

datos factuales, inferencias, comPa-raciones y

verificaciones-,

a través de una explicación porcentual de los resulta-dos. Sin embargo, no se tendrá en cuenta la validez predictiva, ante la

futilidad

de las predicciones en el

Anílisis

Documental, ni la validez correlacional, por cuanto, desde un

punto

de vista operativo, el cotejo con medidas extemas no tiene cabida

29

T. A. van Dijk demuestra que los textos periodísticos se configuran mediante unas categorías organizadas jerárquicamente, que delimitan la forma de inserción de los temas y que son emplea-dai por los periodistas y los lectores en diferentes momentos. Por esto, consideramos de especial relevancia para el Análisis Documental su modelización. En T. A. van Diik, L'a noticia como

discur-so..., tp. cit., pp.78-89.

30

(16)

A. Ga¡cía Jiménez

Procedimienîos de evaluación.

@ UEM.CEES EDICIONES 15

aquí. Desde una perspectiva

global,la

propia metodología de evaluación se basa en la comparación de los resultados de los distintos modelos de interrogación.

El

tercer

nivel

es el de la

validez

de la construcción, que en este

dominio

se preocupa

por

la categorizacióry coherente

y

en forma excluyente, de las cate-gorías de

un

modelo analítico, así como de la capacidad de este para

explicitar

el proceso de lectura, sin soslayar, además, su comportamiento ante las

distin-tas particularidades de los documentos periodísticos. Por

último,

con respecto a la muestra, el cuadro de trabajo queda como sigue:

L. Unidades muestrales: unidades de busqueda (por significación

y

forma-les),

unidades

estructurales de extensión

(mÍnima o

menor; media;

máxima

o

mayor), unidades

estructurales

de

género

y

estilo3r

(información

[noticia] y

reportaje

objetivo;

reportaje

interpretativo

y

crónica;

artículo [editorial,

suelto,

artículo firrrrado o columna,

cítica

y tribuna librel)

y unidades estructurales de

ordenación (unidades

de pirámide invertida

y

unidades

de

composición

en

paralelo).

2. PIan de mùestreo: mientras que para la validez semántica

lo

oportuno es

comprobar el funcionamiento de todas las unidades estructurales, el estudio de

la validez

pragmática se debe

rcalizar

a

partir

de estas, entrecruzadas con las

unidades de busqueda;

por

su parte,

Iavahdez

de la construcción se

comproba-rá

mediante

la

descripción

del

funcionamiento de cada

modelo

de análisis en cada

unidad

estructural.

3. Tømøño de lø muestra.' en un

primer

momento se pensaba en la aplicación

de las

fórmulas

al uso o en la técrtica de la

división

en mitades32 (técnica

por

la que,

si

al

dividir

aleatoriamente

una

muestra en dos partes

de

igual

tamaño, cada

una

de ellas

permite

extraer las mismas conclusiones estadísticas dentro

del

mismo

nivel de

confianza, puede aceptarse que

la

muestra

total

tiene

un

tamaño adecuado).

31

A partir de la tipología latina de los géneros y estilos literarios, en especial de la formulación de f. L. Martínez Albertos, Curso general de Redacción Periodísticø, ed. rev., Madrid, Paraninfo, 1991,

teniendo en cuenta, además, la interesante crítica de A. Vilamovo y F. S. Sánchez, Discurso, tipos de texto y comunicación, Pamplona, Eunsa, 7992, pp. 15&154 y t67-I62, al analizar los criterios de la tipología tradicional, su correspondencia con la realidad, la verdad referencial y la termino-logía.

32

Tul

.o-o

se propone en K. Krippen doúf , op. cit., p.101., después de revisar trabajos como los de R. Sierra Bravo, Técnicas de Inaestigación Sociøl: teoría y ejercicios,T." ed. rev., Madrid, Paraninfo,

(17)

A. García Jiménez

P rocedimientos de evaluación...

@ UEM.CEES EDICIONES 16

6.

ApucncróN

DEL

MÉToDo

DE vALIDACIÓN

DEt

ANÁ,LISIS DOCUMENIAL

A

pesat de las ideas barajadas en el

primer

cuadro de validación, su

cote-jo

con las primeras unidades muestrales obligó a

modificar

algunos supuestos.

Así pues, ante la situación de la investigación, se optó Por

un

único modelo, en concreto el

modelo

de casos33, dado su

valor

contrastado como modelo de

lec-tura

documental en el discurso periodísticos:

-

úßtrumento

(no humano, concreto, material): qué medios permiten a la

acción consrunarse.

-

Agente (humano): quién practica o sufre la acción.

-

Objeto (no humano): qué sufre o

motiva

la acción'

-

Modo

(no humano, competencia): cómo se realiza la acción.

-

Lugar

(tiempo,

espacio,

situación): dónde

y

cuándo se practica

la

acción.

-

Producto

(no

humano, material,

competencia):

cuál

es

el

resultado o

producto

de la acción.

-

Finalidad

(no humano, material,

virtualización): cuáles

la intención o

fin

de la acción rcaltzada.

De

igual

modo, se efectuaron cambios no sólo en la aplicación del

mode-1o

(que

se

realizó con

una

ampliación

del

espectro conceptual,

con

la

intro-ducción de fomras adjetivas

y

adverbiales y mediante cuatro planos), sino en el

propio

cuadro empÍrico. Así, tanto el

catálogo

de

omisiones

<omo

primera

opción-,

como su potencial sustituto, el método propuesto

por

Sillinces,

basa-do

en

la

representación retórica

y

en

la

compresión de

los

documentos (poco

operativo, al necesitar una investigación adhoc), no dieron resultados positivos;

33

Véase B. Pottier, Lingüísticø General: teorín y descripción,Madnd, Gredos, 1976, pp.13$146, sobre

la existencia de unos conceptos universales que identifican los juicios que los seres humanos hacen sobre la realidad, y que son adaptados en I. Cu¡ha, Do mito à análise documentária, Sao Paulo, Edusp, 1990, p. 118.

a

Seleccionado después de revisar, entre otros, los que se ProPonen en R. Barthes, "Introducción

al análisis estructural de los relatos", enI-e aoentura semiológica, Barcelona, Paidós, 7990, pp' 76}

201; P. Gui¡aud, "Les estructures élémentaires de la signification", BSL,60 (1965), pp.97-774; y A' J. Greimas, "Pour une théorie des modalités",Iangøges,43 (1976)'pp.9Ul07'

"

1. R.Sillince, "Argumentation-Based Indexing for Information Retrieval from Leame Articles",

(18)

A. Ga¡cía Jiménez

P rocedimientos de evaluación.

@ UEM-CEES EDICIONES L7

por

ello,

se

recurrió

al

análisis logicista de Gardin3ó,

nacido del

interés

por

la

arquitectua

argunental

que existe en el discurso de las Ciencias Humanas. En efecto, entendemos que es pertinente su extrapolación,

ya

que se emplea para

poder

estimar la capacidad de detección argumental de cada modelo analítico.

En

este caso, se aplicará en dos momentos: en su plasmación directa sobre el

documento

analtzado

y

en la comparación con la resultante del modelo

analíti-co. También se observó que, en términos operativos, era conveniente

modificar

la

formulación

del

esquema

formal del

discurso

periodístico para

detectar la adecuación

de

un

método de

análisis, en diversos aspectosi

de

este

modo,

el

cuadro queda como

sigue: reslunen, acontecimientos

principales,

consecuen-cias, antecedentes,

historia,

contexto, acontecimientos

previos,

reacciones

ver-bales, expectativas

y

evaluaciones.

Al

mismo

tiempo, se

desecharon

las unidades de búsqueda

formales,

puesto que se

advirtió

la

imposibilidad

de simulación teórica tanto de los pro-ductos documentales que formaban

parte de

las variables

del Análisis

Docu-mental

del

discu¡so periodístico, como de las técrricas tradicionales de

interro-gación37. Tl¡mbién se unificaron las unidades de búsqueda por significación (que se ciñen a: enunciados especialmente relevantes; actitudes, decisiones, tomas de

posición

y

características;

lugar, tiempo

y

situación; acciones

e

instrumentos;

actores [activos o pasivos]; causas y finalidades de acciones; implicaciones,

nivel

de independencia o interdependencia, efectos reales

y

potenciales)

y

se

ProPu-sieron unos indicadores mediante los

cuales precisar

los

resultados

de

cada

modelo,

por

1o que afecta a las interrogaciones y el cotejo con el esquema

formal

(a saber: aceptable, aceptable con reparos

o

con condiciones,

regular

e

insufi-ciente).

En

lo

que atañe a la validez de la construcción, hay que señalar la adición

de otra

categoría,

"información

ausente",

corr

vistas

a

que

la

aplicación del modelo de casos se atenga en lo posible a cada construcción textual. Esta

expre-sión hace referencia a la

información

que escapa de forma explícita a los

resul-tados

de

los distintos

modelos. Desde nuestro

punto

de vista,

este apartado

puede

proporcionar

datos sobre su comportamiento, a través de la

información

36

I. C. Gardin, "Les limites de l'analyse linguistique pour la constitution de bases de connaissan-ces dans les Sciences de l'homme", en Le cøIcul et la raison: essøis sur lø formalisation du discours

swJant, París, l/Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales, l99l,pp'770-l7L; id., "Questions d'épistémologie pratique dans les perspectives de l'intelligence artificielle", ibid., p.64.

37 P^r^ ello se aprovechó la recopilación realizada por S. Bastos Vieira, Ia recupetøción automâticø

(19)

A. Ga¡cía Jiménez

P rocedimientos de evaluación...

@ UEM-CEES EDICIONES 18

que

no

se

introduce

(mediante

el

seguimiento de los criterios de selección), el

tratamiento

de

la

información

potencialmente

no

relevante, las incidencias en

relación con algún

tipo

de estructura textual y las peculiaridades del proceso de

comprensión en cada

unidad.

Asimismo, se

modificó

el plan de muestreo para las unidades de género

y

estilo, en

aras

de

la

adecuación teórico-práctíca, tazón

por la

que

también

se

excluyeron las

tnidades

de ordenación en el

modelo

de

validación

(es

impro-bable que el documentalista de prensa distinga, durante el trabajo cotidiano, ese

tipo

de estructu¡ación). La

ultima

cuestión se centraba en las rmidades de

exten-sión, que fueron elegidas de modo especulativo a

partir

del estudio que se

rea-lizó sobre posibles unidades de muestreo y que, finalmente, fueron modificadas.

De iguat modo,

se estudiaron cuatro muestras en cada

unidad

de análisis, las

suficientes

para

extraer conclusiones que

permitieran

r-rna

visión

de

conjunto sobre cada

unidad

de registro.

Como conclusión general,

hay

que resaltar la complejidad que comporta la descripción de los procesos analizados, así como la ausencia de

uniformidad

en la traslación (dônde, en realidad, no se explican los mecanismos de lectura),

hecho que podría solucionarse de la mano de modelos nor:ntalizados. En lo que afecta al

propio

mecanismo de validación, presentamos el cuadro de trabajo:

-

Vatidez semántica. Examina

la

capacidad

del método de

análisis para

captar las ideas expuestas en el documento a través del análisis logicistar ![tl€, €rì'

esta ocasión, no se ha usado exhaustivamente, ya que su

función

se ciñe a labo-res referenciales,

y

del cual se puede

afirmar

que, aunque ha

permitido percibir

la capacidad de un modelo analítico para la detección de los argumentos de los textos periodísticos, puede ser completado con otros dispositivos. Por su parte,

en el cotejo con el esquema

formal

del discurso periodístico, destaca la

inclina-ción

a

equiparar

su

funcionamiento al

de las interrogaciones

o

cuestiones, así

como

el

carácter

difuso de

la

diferenciación entre "antecedente",

"histoÍia" y

"contexto"/ y

entre "acontecimientos

principales"

y

"resumen"'

-

validez pragmática.

Delimita

la capacidad que Posee el modelo para dar

(20)

A. Ga¡cía Jiménez

P rocedimientos de evaluac ión.

@ UEM.CEES EDICIONES 19

-

Vølidez de la construcción. Se refiere a las garantías que presenta el

mode-1o en su diseño

y

aplicaciórL gracias al análisis de las reacciones

y

el estudio de la

"información

ausente". Como categorías de trabajo, "reacciones" (descripción del comportamiento del modelo analítico) ofrece ciertos indicadores capaces de

dilucidar

la pertinencia de un modelo de interrogación como vehículo de

lectu-ra

documental;

por

su lado,

el

apartado

"información

ausente" ofrece mayor

dificultad

de plasmación, en parte

por

la complejidad inherente a la categoriza-ción de la información ignorada, de lo cual se deduce su menor peso en el

balan-ce que de

un

modelo analítico se ha de teaUtzar.

En resumerç se puede afirmar que los procedimientos de

fiabilidad

y

vali-dez del análisis de contenido no proporcionan procedimientos suficientes para

la

evaluación

del

discurso periodístico en

el ámbito del Análisis

Documental, sino criterios de verificación. En

definitiva,

la metodología de

validación

ofrece

resultados satisfactorios en cuanto a

la

reproducción

y

paramefrzación,

mien-tras que no responde de modo completamente

positivo

a los apartados de

obje-tivación

y

explicitãción. En un sentido operativo, también queda demostrada la influencia,

por un

lado, de la variable extensión en el proceso de lectura,

Pues-to

que favorece la

modificación

de los procesos habituales de trabajo;

por

otro lado, de la variable textual (estructura) en cuanto al proceso de interrogación;y, finalmente,

del

género

y

el estilo, en la medida en que ProPonen estructuras

y

estrategias discursivas diferenciadas. Tämbién se demuestra que

la unidad

de

información es pertinente como

unidad

de trabajo y como unidad muestral,

des-plegada en las unidades de extensión

y

género, las unidades de búsqueda

por

significación

y

las categorías del esquema

formal

del discurso periodístico. Por

último,

se obserwan las divergencias que pueden nacer de

la forma

en que se

aplique el modelo de casos.

7.

ApucaclóN

A

Los

IENGUAIES DocUMENTALES

Con

elbloque

referido a los lenguajes documentales se pretende, median-te modelos objetivos, detectar las vías lógicas,léxicas y sociales que subyacen en

(21)

A. García Jiménez

P roc edimientos de evaluación...

@ UEM.CEES EDICIONES 20

base léxica, al igual que la lógica que ordena y articula tanto sus relaciones como

sus ejes.

Del

mismo modo,

son necesarias

fórmulas

que garanticen que

cual-quier

tesauro represente de

forma

óptima el contenido de los textos

periodísti-cos,

que

oÍtezca

un

marco de referencia para

la

lectura

textual

y

que colabore con

elbuen

funcionamiento del sistema

documental

siempre en relación con el

uso. Por tanto, el método de estudio debe tomar en consideración los accidentes

lingtiisticos

y

coadyuvar al

nivel

de entropía, ofreciendo

fórrtulas

explícitas de

perfeccionamiento

y validaciór¡

orientadas a la

naturalidad,

la

flexibiliz¿çlfn

y

la superación del orden jerárquico.

Con este objetivo, se intentó exhapolar de forma directa los principios de

vali-dación del análisis de contenido, con resultados insuficientes, dada su pobre

apor-tación metodológica.

En

consecuencia, se optó

por

aplicar modelos

lingtiistico-conceptuales como fórmulas de evaluación/construcción de los tesautos, ya que se entendía que eran capaces de ofrecer desarrollos organizativos en las relacio-nes y los campos, de

lo

que se infiere su capacidad para la detección de su

lógi-ca interna, sus defectos

y

sus ornisiones.

Del

análisis

teórico

se concluye que quedan excluidas las categorías de

congruencia (asimilada al concepto de

validez

correlacional, prefiriéndose este

úttimo),

de

reproducibilidad

(por la coincidencia con las premisas de la investi-gación, en

la

medida

en que cualquier

investigador

consegustá,

al

utilizar un

modelo analítico, similares respuestas), de exactitud (porque se confía en la ade-cuación de cualquier analista a los procedimientos que cada modelo implica), de

fiabilidad

de los

individuos

participantes (por la supuesta competencia

analíti-ca), de

validez

del muestreo (ya que se correspondería con otro marco científico

más avanzado), de

validez

pragnuática (puesto que

no hay

referentes externos que

perrtitan

su comprobación) y de validez

predictiva

(pese a que es

aconseja-ble

un

examen sobre su funcionamiento).

Por su parte, se entiende que la

fiabilidad

de la

unidad

(la

fiabilidad

ori-ginada

en las

unidades

creadas para

la

evaluación de

cualquier instrumento

de

validación),la fiabilidad

de una categoría

única

(que trata de la suficiencia

en la

definición

de cada categoría dentro de un modelo), la

fiabilidad

condicio-nal

(que estudia

la falta

de

funcionalidad

de alguna de las categorías del mo-delo), Ia

validez

semántica (que, asimilada a la

validez

orientada a los datos,

estimará si

un

lenguaje documental representa correctamente los textos

perio-dísticos)

y

la

validez

deLa construcción (que se mantiene como cobertura con

referencia

al comportamiento)

sí son factores que deben tomarse en

(22)

A. Ga¡cía Jiménez

P ro c edimie nto s de eva luación...

@ UEM-CEES EDICIONES 2I

se

tendrá

en cuenta la

estabilidad

(se entiende que la objetivación del proceso de

validación margina

en cierta

forma

esta medida)

ni

la

valtdez correlacional (medida

del grado

de acuerdo que hay entre los resultados de los modelos de

estructuración).

El primer

modelo analizado fue

el

de los principios

universales

de

los campos léxicos en los sistemas documentales, al objeto de poner de manifiesto

las posibles prestaciones de los campos léxicos y conceptuales en la construcción

y

renovación de los lenguajes documentales38. Como después se

podrá

consta-tar, su extrapolación

hizo

que algunos de estos

principios

se

incluyeran

dentro

de los criterios de verificación, más en concreto, en el apartado de validez de la

construcción, en

detrimento

de su

papel

como

modelo

de estructuración. Las

categorías

que

1o

conforman

son:

contextualidad, reciprocidad,

orgarúzación

formal, no contradicción, designación, impenrteabilidad, independencia funcio-nal, articulación

pluridimensional,

homogeneidad e inducción.

En segundo lugar, se aplicó el modelo de las 5W3e en

función

de su

valor

potencial como organizador de bloques conceptuales en eI área de

la

informa-ción periodística.

Al

coincidir

con diversas concepciones de la construcción

del

discurso periodístico,

su

aplicación

podía

demostrar

su

pertinencia

como

forma

estructurante de los instrumentos de recuperación. Se entiende de forma ampliada:

quién/por

quién; qué /cómo ; por / para qué / quién; dónde; cu¿ándo.

En

tercer lugar, se seleccionó el ya mencionado modelo de casosao como

conjtrnto de categorías capaz de organizar léxicos en cualquier ámbito del saber.

A

su

vez,la

elección de las categorías del análisis de contenidoal como modelo

de comprobación se basó en su posible capacidad para

la

categorización en los

lenguajes documentales mediante las siguientes perspectivas: materia, tema o asunto; dirección o

punto

de vista;

criterio

o

valor;

autoridad, fuente o prueba; objetivo o meta; medio o método; actores; características personales y rasgos de

carácter;

origen;

destino;

forma

de

la

afirmación; intensidad;

mecanismo o recurso.

No

nos podemos

olvidar

tampoco del modelo de relaciones vectoriales

38 A.

García Gutiérrez, Estructura lingüßticø..., op. cit., pp. 103-110. También se ha revisado el tra-bajo de P. Guiraud, "Les champs morpho-semántiques: (critères extemes et critéres internes en étimologie)", BSL, LII (L956), pp.265-288.

3n

Co., el formato ampliado que aparece en A. García Gutiérrez, Estructura lingüísticø..., op. cit., o. 115.

äo

I. C.rnh", "Estructuraçâo de vocabulario", en f. Smit (coord.) , Anólise documentária..., op. cit., pp.

61-85. ar

(23)

A. Ga¡cía limêrc2

P roc edimie ntos de evaluación.'.

@ UEM.CEES EDICIONES 22

para la construcción de nuevos lenguajes documentalesa2, que tiene su origen en

un

proyecto para

la

elaboración de tesauros mediante modos

esfucturantes

y

sistemas vectoriales (desarrollado en tres apartados: vector, esquema y enfoque):

Vsgron

Modal Procesual Adjetiaal Actøncial Instrumentøl

Eseusve

Modo Proceso Propiedad Actante Instrumento

Eruroeus

Método, Perspectiaa Acción, Operación

Cuølidødes, C ar act erß tic as

Agmte, Paciente (no agrrtte), Antingente (øgente) Medio

Finalmente, se

intentó

aprovechar, conforme a

los

rasgos estructurantes que presentan, dos grupos de categorías facetadas presentadas Por

Aitchison

y

Gilchrist43. El

primer

gïupo estaba formado por las categorías más empleadas en

la

tradición

documentoló$ca; el segr-rndo consistía en una propuesta de

estruc-turación para camPos o disciplinas concretas.

8.

AprtclclóN

DE LAs FÓRMULAS ESTRUcTURALES

A

LOS LENGUAIES DOEUMENTALES

Dado

eI

contexto

deficitario

en

la

práctica profesional, se seleccionó el

tesauro periodístico del Centro de Estudio de la Prensa, elaborado

por

el

profe-sor

Raymond

Colle en

la

Facultad

de

Letras

de

la

Pontificia

Universidad

Católica de Chile

(Lgïg),y

el de TVE (tesauro de uso intemo, remodelado a

Par-tir

de la práctica cotidiana), elegido

por

su continuado Proceso de elaboración.

De ambos, como corpus seleccionados para el test de evaluación, se emplearon

los

dos

primeros

niveles de descriptores dentro de cuatro campos semánticos

seleccionad os

aI

azar. Como puede observarse, el muestreo obedece al intento

de conseguir las primeras conclusiones operativas sobre este asunto.

Las nuevas fórmulas de construcción/validación que se aplicaron estaban basadas en modelos que excluyen el plano

intuitivo

como

principio

de trabajo

y

a2

A. Garcíu Gutiérrez, Estructurø lingüísticø..., op' cit', pp' 722'123'

a3

(24)

A. Ga¡cía limétez

P roc edimientos de evaluación...

@ UEM-CEES EDICIONES 23

que se situan al margen del aspecto norrnativo. Su aplicación se hizo, desde una

posición

globatizadora, en dos momentos: el reconocimiento (explicitación del plano

virtual)

y

la reconstrucción (plasmación en formas organizadas de

exPre-sión documental). Se optó

por

una organización

vectorial

completada Por una perspectiva

entnciativa

y lingtiística que pudiera desplegar nuevas fórmulas de adecuación y vías de estudio en Documentación.

La evaluación se practicó en dos niveles: la aplicación de las categorías de

los modelos

y

el estudio del entramado relacional de cada descriptor. Después de la comprobación aplicada a Ia muestra, pudieron extraerse las siguientes con-clusiones:

-

No hay evidencias sobre la pertinencia y ubicación de los centros de los

campos semánticos.

No

se han detectado parámetros de los que se deriven los

lÍmites,los núdeos conceptuales y las fuentes sobre las que estmctu¡ar el tesauro.

-

Las reglas de construcción de los tesauros no reflejan las relaciones

con-ceptuales particulares

del

discurso periodístico, de

tal

modo

que surgen inte-rrogantes acerca de

la

existencia de una lógica periodística

implicada

en cada aspecto de la realidad social.

-

Los

modelos

de validación

y/o

estructuración

permiten explicar

las

relaciones que en muchos casos quedarían sin resolver, pero en el

nivel

empÍri-co Son incompletos, sobre todo en el apartado de la representación.

-

Dada la perspectiva inicial, se ha subrayado el entramado relacional en

lugar del

aspecto

terminológico.

Sigue pendiente

la

definición del

plan

de

la

muestra

y

su tamaño, su adaptación a

un

marco tecnológico concreto

y

a

nue-vos modelos

estructurales.

No

se

han

resuelto

los

problemas referentes

a

las fuentes científicas, los procedimientos de naturalización

ni

las relaciones con la

faceta

definitoria

y

de uso.

-

Es posible que en otras revisiones sobre el mismo corpus haya cambios

en

virtud

del factor humano y de la gran cantidad de decisiones y elementos con los que se trabaja.

-

En

reflunen,

se puede

afirmar

que los modelos lingriísticos

y

conceP-tuales (estructurales) propuestos, a Pesar de ser incompletos, cumplen los

prin-cipios de objetivacióry explicitación,

naturalidad

y

validación,

aunque

no

ofre-cen suficientes fórmulas organizativas

y

enunciativas.

Por

otro

lado, es conveniente estar al tanto del funcionamiento que cada

(25)

A. García Iimérc2

P roc edimientos de evaluación...

-

Fiøbilidad de una cøtegoríø única. Se han descubierto solapamientos entre

ciertas categorías

dentro

de los modelos:

"modo"

e

"instrumento",

"ageîte"

e

"instrumento"

o

"medio",

y

"proceso"

y

"opetación".

No

obstante, todavía queda

pendiente

dilucidar

la validez

real de este

criterio

y

su

posterior

desa-rrollo.

-

Fiøbilidad condicionøl.

Como

categorías que ofrecen

un valor

dudoso,

destacan:

"qué",

"ctJândo",

"tiempo", "mateÍia",

"materiales", "direcciótl.

o

punto

de

vista", "criterio

o vaLo{' ,

"autoridad,

fuente, prtteba" , "entidades abs-tractas"

,

"entidades concretas", "sustancias naturales",

"productos

manufactu-rados". De todas formas, se deben estudiar otras perspectivas de las categorías relacionales.

-

Vølidez de lø construcción. En su funcionamiento

interno

aparecen

inter-ferencias

con los

principios

de

homogeneidad

y

contextualidad.

También se detecta la escasa descripción del mapa conceptual (potencial) de los

modelos,la

multiaplicación

y

su ineficacia para precisar la pertinencia de los términos. En

realidad,

y

pese a que los conjuntos de categorías no ProPonen

tipo

alguno de

orden (ya sea en la nivelación o en su normalización), sí que pueden

verificar

el

estado de

tn

tesauro, además de sacar a

la

superficie, en gran medida, la base

ideotógica subyacente. Como mejora potencial, se ha planteado

la

creación de r¡n diseño enunciativo.

-

ContextuøIidød

y

no contradicción. Evalúa

la

idoneidad de

un

modelo

para determinar la pertinencia de todos sus elementos.

No

queda clara la

perti-nencia temática con relación al corpus discursivo y se evidencia la dependencia de uso

y

semií:rtica de los documentos.

-

Reciprocidad.Fija la capacidad de un modelo para

formar

ejes

estructu-rales y

permitir

la bidireccionalidad de las relaciones.

No

aporta

un

rendimien-to alrendimien-to, dados los problemas que presenta la

bidireccionalidad,la

cual, además, debe ser nonnalizada. En general, es muy

difícil

abordar todo el entramado

rela-cional de cada

dominio.

-

Organización

fornnl

Mide

la

aptitud

de

un

modelo para precisar si

un

tesauro se presenta de forma ordenada y manejable. Este parámetro depende de

criterios de uso

y

supefa la capacidad de organización

y

decisión que incorpo-ran los modelos seleccionados.

-

Homogeneidad.

Delimita

la capacidad para la detección de lagunas

con-ceptuales en el tesauro. Su funcionamiento requiere en muchos casos fuentes de

conocimiento extemasr pêro ofrece expectativas positivas en la mayoría de

(26)

A. Garcla Jiménez

Procedimientos de evaluación,..

@ UEM.CEES EDICIONES 25

Pata hnaltzar, exponemos las respuestas que cada modelo ofrece una vez

aplicado el método de trabajo, a partfu de tres niveles (bajo, medio

y

aceptable) de funcionamiento4:

-

Modelo de las 5W:

FCU: medio; FC: medio; VC: medio.

CNC: aceptable; R: aceptable; OF: bajo;

H:

aceptable.

-

Modelo de casos:

FCU: medio; FC: aceptable; VC: medio.

CNC: aceptable; R: aceptable; OF: bajo;

H:

aceptable.

-

Cøtegorías del análisis de contenido:

FCU: medio; FC: bajo; VC: bajo.

CNC: bajo; R: medio; OF: bajo; H: bajo.

-

Modelo de reløciones aectoriales:

FCU: medio; FC: medio; VC: medio.

CNC: aceptable; R: aceptable; OF: medio;

H:

aceptable.

-

Aportación de Aitchison

y

Gilchrist

l:

FCU: medio; FC: medio; VC: medio. CNC: medio; R: bajo; OF: bajo; H: bajo.

-

Aportación de Aitchison

y

Gilchrßt

Il:

FCU: medio; FC: medio; VC: aceptable.

CNC: aceptable; R: medio; OF:bajo; H: aceptable

4

Siglur empleadas:

FCU: fiabilidad de una categoría única. FC: fiabilidad condicional.

VC: validez de la construcción.

CNC: contextualidad y no contradicción' R: reciprocidad.

(27)

A. Ga¡cía Jiménez

P rocedimienlos de evaluación...

9.

LfNres

DE

rNvESTrcAcróN

y

úLTTMAS ApRoXIMACIoNES

A

h

lt

z

de las conclusiones obtenidas, se abren lÍneas de investigación que pueden ser de interés tanto para

el

trabajo

del

documentalista de prensa,

como

para el

panorama teórico

del

Análisis

Documental, los lenguajes docu-mentales

y

la

Documentación Periodística. El comportamiento de los modelos

de interrogación en

función

de las grandes áreas temáticas

y

de temas específi-cos,

la

concreción contextual

y

Ia

pnonzación

de las propuestas textuales,

y

el

perfeccionamiento

del

método

de validación

después

del

examen

de

otros

modelos analíticos

y

de su funcionamiento en otras situaciones documentales son algunos de esos puntos relevantes. También se requieren investigaciones en

el

ámbito

de los lenguajes documentales: la variable temática, la base léxica, el

uso

y

las demandas documentales, la muestra, la entropía

y

la explicitación de los argumentos subyacentes en los tesauros.

Dentro del mismo

dominio

se mueve el trabajo de Pinto

y

GâIvezas sobre el Análisis Documental, en el que se estudia el procesamiento textual, para

con-cluir

en la presentãción de un modelo integrador e integrado de análisis a

par-tir

de los procesos de lectura, de los modelos de comprensión del discurso

y

de

las estrategias, técnicas

y

persPectivas

propias del Análisis Docummtal.

Otra

lÍnea d.e trabajo es la que señalan García Marco y Tramullas Saza6 al

indicar

que

se debe conectar

la

investigación con el abanico de posibiJidades que ofrece la WVVW en

lo

que respecta a los sistemas

de

otganización de

la

inforrnación, al

acceso

a

sistemas

de

conocimiento,

al

procesamiento automático

del

conoci-rniento y, particulanrrente, a la

profundwación

en la relación existente entre los sistemas de recuperacióry los sistemas expertos,los lenguajes documentales y el

hipertexto.

9.1. Cambios en el

Análisis Documental

Toca

ahora analtzar cuáles han sido las últimas propuestas desarrolladas en este ámbito. En

la

misma lÍnea en

la

que nos hemos situado, destacamos la

as M.

Pit to y C. Gálvez, Análisis Docummtal de Contenido: Procesamicnto de lø Inþnnación, Madtid,

SÍntesis, 1996. IHay que recordar que, con el término Análisis Documentøl de Contenido, estas auto-ras hacen referencia a lo que en nuestro caso denominamos AnáliSis Documental,

a6

Referencias

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