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"Entre “los bravos”, araucanos e hispanocriollos”. Relaciones interétnicas en la porción central de tandilia : el caso de las parcialidades pampa-serranas durante la segunda mitad del siglo XVIII

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ENTRE

LOS BRAVOS

, ARAUCANOS E HISPANOCRIOLLOS

. RELACIONES

INTERÉTNICAS EN LA PORCIÓN CENTRAL DE TANDILIA: EL CASO DE LAS

PARCIALIDADES PAMPA-SERRANAS DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL

SIGLO XVIII.

Imagen tomada del portal web: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=84147

TESIS DE LICENCIATURA

CARLA DÁTOLA

DIRECTOR MARCELINO IRIANNI

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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3 ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS ...pág. 7

CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTOS INICIALES……….………..…pág. 8

Fundamentación y delimitación del objeto de estudio……….……..pág. 8

Acerca del marco temporal y espacial de la investigación……….pág. 13

Objetivo general y objetivos específicos……….pág. 19

Hipótesis central y secundarias………......pág. 20

Operacionalización de conceptos en torno a

las unidades de análisis……….……….pág. 21

Variables de análisis e indicadores……….pág. 22

Justificación de las unidades de análisis……….pág. 22

CAPITULO II: ANTECEDENTES Y ASPECTOS

METODOLÓGICOS………..………pág. 24

Estado de la cuestión ……….……….pág. 24

Respecto al carácter de la investigación……….………..pág. 59

Marco metodológico……….…………pág. 60

La correlación de los procesos de cambio en torno al

sistema serrano Tandilia………..pág. 60

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CAPÍTULO III: ¿“UNA “IDENTIDAD IMPUESTA” ATRAVESADA POR LA TEHUELCHIZACIÓN Y LA ARAUCANIZACIÓN? LA CONSTRUCCIÓN DE

LA IDENTIDAD ÉTNICA DE LOS PAMPA-SERRANOS.

UN CASO DE ETNOGÉNESIS……….……….pág. 71

Introducción………pág. 71

Serranos. Ser o no ser, esa era una cuestión………pág. 71

Cuando la identidad se construye haciendo camino………..pág. 75

Identidades impuestas: cuando el reconocimiento de “los otros”

se vuelve un dilema……….pág. 81

¿Quiénes se esconden bajo el velo de los rótulos hispanocriollas?...pág. 85

Tehuelchización y araucanización en las Pampas”.

¿El bosque tapa al árbol o lo deja en evidencia?...pág. 93

Dime con quién andas y te diré quién eres……….pág. 100

Consideraciones preliminares…….………pág. 108

CAPÍTULO IV: PROCESOS DE ESPECIALIZACIÓN ECONÓMICA INDÍGENA EN EL ÁREA PAN-ARAUCANA: LA ARTICULACIÓN DE LAS LLANURAS Y SIERRAS DE LA PORCIÓN CENTRAL DE TANDILIA CON LOS MERCADOS PATAGÓNICO-CHILENOS

Y LA FRONTERA BONAERENSE………..………..……….pág. 112

Introducción………......pág. 112

Acerca del desarrollo de las parcialidades pampa-serranas

del sur y suroeste bonaerense………...pág. 113

Los desafíos a la hora de construir vínculos interétnicos:

el encuentro con la “otredad”………...pág. 116

La emergencia de malones como nueva expresión de resistencia a

la dominación colonial……….pág. 119

El surgimiento de una nueva lógica de reproducción

material indígena………..…………pág. 122

Acerca del sistema de corrales de piedra

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Los mercados transcordilleranos y la frontera bonaerense:

escenarios claves para el comercio interétnico………pág. 129

“Entre la espada y la pared”: el desarrollo de la economía pastoril indígena

ante la presencia araucana en tiempos coloniales………..…………pág. 134

La negociación política como expresión de resguardo de los intereses

comunitarios indígenas………pág. 137

Transformaciones en el devenir sociopolítico

de las tribus del área Pan-araucana ……….pág. 142

Repensando el concepto de “pedir con vuelta” ……….pág. 144

Consideraciones preliminares.………pág. 151

CAPÍTULO V: TRANSFORMACIONES EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUTORIDAD DE LOS CACICAZGOS PAMPAS DURANTE LA SEGUNDA

MITAD DEL SIGLO XVIII…..……….………….pág. 156

Introducción……….………pág. 156

Antecedentes sociopolíticos de las sociedades indígenas de Pampa

y Nor-Patagonia………..pág. 156

Aires de cambio en torno a la construcción de la autoridad

cacical bajo los cánones de la dominación colonial……….pág. 160

La presencia araucana y el intercambio cultural: su incidencia en la definición de nuevos matices políticos en Pampa

y Nor-Patagonia………...pág. 165

Las transformaciones políticas desde una óptica interdisciplinaria: el ejercicio de la autoridad cacical a través del testimonio de los

actores coloniales y de la cultura material ………...pág. 170

“Reforzar la etnicidad para afianzar la autoridad”: la importancia de las pautas y hábitos indígenas en el devenir

político de las tribus………..………..pág. 173

El surgimiento de una nueva racionalidad indígena como herramienta de acción política durante la segunda

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Promover la unión e incentivar los conflictos intertribales: acerca de los mecanismos de dominación colonial

bajo el clima de fricción interétnica……….………...pág. 180

Acerca de la vida en el espacio fronterizo y la emergencia

de nuevos actores sociales………....pág. 184

La redefinición de la autoridad étnica: ¿resistencia indígena

o aceptación de la imposición colonial? ……….pág. 186

Entre la paz y la guerra: continuidades y rupturas en el accionar político indígena durante la segunda mitad del

siglo XVIII y principios del XIX………..………..pág. 189

Consideraciones preliminares……….pág. 196

CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES FINALES……….……….……..pág. 202

Aspectos centrales de la investigación………..pág. 202

Nuevos objetivos e interrogantes……….…pág. 217

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AGRADECIMIENTOS

En primer lugar quisiera agradecer a mi Director, el Doctor Marcelino Irianni, por su apoyo incondicional, su buena predisposición y por ser parte de mi crecimiento profesional y personal. Al Licenciado Eduardo Antonio Ferrer, por su colaboración en materia de bibliografía y su cordialidad. A la Doctora Verónica Puente, por su amistad, acompañamiento y consejos en cada uno de mis proyectos y desafíos académicos. A mi mamá y abuelos, por los valores inculcados y creer siempre en mí. A mis amigas, por escoltarme en cada paso y alentarme ante las dificultades.

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8 CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTOS INICIALES

Fundamentación y delimitación del objeto de estudio

El arribo de los europeos al Nuevo Mundo, se convertiría en un parte aguas en el desarrollo de las sociedades prehispánicas. La conquista y colonización darían marcha a diversos sincretismos entre el mercantilismo y la lógica andina. De este modo, tendría lugar la emergencia de una nueva sociedad: la formación social colonial. Como toda formación económica y social pre capitalista, estaría signada por las contradicciones y las dualidades que involucran a los agentes sociales de la época. Es bien sabido que más allá del impacto y la introducción de políticas y prácticas de sometimiento coloniales, los indígenas1 lograron, a través del desempeño de los

caciques o kurakas como mediadores o interlocutores, utilizar los canales institucionales para preservar los intereses comunitarios. Incluso se sirvieron de los recursos que los hispanos introdujeron para dar lugar a procesos de transformación de la reproducción material indígena y de reconfiguración de su modo de vida. Si para el siglo XVI algunas comunidades indígenas del continente creyeron poder expulsar a los hispanos, para el siglo XVII y sobre todo el siglo XVIII el poder español era indiscutible.

Una nueva forma de vida que oscilaba constantemente entre la resistencia y el sometimiento, entre la paz y el conflicto, cobraría vigencia. Sin embargo, en tiempos prehispánicos las confrontaciones también tuvieron lugar convirtiéndose en parte de la herencia que demandaría, posteriormente, un grado de atención considerable por parte de la empresa colonial española. Dentro de una coyuntura política dinámica, las tensiones y disputas que solían darse desde una dimensión horizontal (a través de relaciones interétnicas entre las comunidades) en un corto plazo cobraron una dimensión vertical, tal es el caso de los aparatos estatales incaicos y aztecas en torno a las sociedades indígenas que se negaban a fusionarse y subyugarse a la lógica de estas maquinarias políticas de gran escala. Una vez producida la conquista, tendría lugar la emergencia de relaciones interétnicas entre blancos e indígenas en los espacios de

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frontera. Los contactos prehispánicos existentes entre diversos grupos étnicos cobrarían mayor vigor y se verían potenciados en función de los cambios acontecidos en las condiciones sociales y económicas a razón de la colonización y una serie de transformaciones intraétnicas que favorecieron la aparición de una nueva lógica indígena. Este escenario refuta ampliamente aquellas concepciones teñidas de una visión sesgada del indígena, considerándolo un actor irracional o bárbaro perteneciente a un esquema cultural estático que permanece inmutable en el tiempo. Para el siglo XVIII, entre los mecanismos de dominación colonial española cobraron mayor importancia los fortines militarizados, las reducciones, las expediciones represivas y los parlamentos que buscaron contrarrestar los malones indígenas para afianzar la paz y garantizar el intercambio comercial y de obsequios.2

En razón de las comunidades indígenas pertenecientes al territorio de lo que hoy conforma Argentina, es posible reconocer que a través de la óptica liberal y en consonancia con los procesos de conformación y consolidación del Estado argentino acorde a los cánones decimonónicos, se vislumbra una mirada parcial que condenó al universo indígena a la extinción y el olvido, y que incluso perdura actualmente en los textos escolares. Bajo esta perspectiva, la sociedad colonial es concebida como un mundo bipolar, donde la frontera actúa como un límite infranqueable, volviéndose un espacio hostil y de continuos enfrentamientos belicosos entre hispano-criollos e indígenas. Tierra adentro, más allá de la frontera, el escenario es presentado, desde la discursiva de los actores sociales coloniales y del período independiente y la historiografía tradicional-liberal, como un espacio “desértico”, desprovisto de cualquier tipo de civilidad, muy poco explotado y habitado por bárbaros:3

2Respecto a los dispositivos de dominación colonial y su impacto véase: Araya, José, Ferrer, Eduardo

(1988) La Feria Indígena del Chapaleofú, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Tandil; Birocco, Carlos (2009) “Los indígenas de Buenos Aires a comienzos del siglo XVIII: los reales pueblos de indios y la declinación de la encomienda” en Revista de Indias, Vol. LXIX, Nº 247, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp.83-104; Campetella, Alejandra (2007) “Asegurar la “defensa y custodia” de las campañas: Vaquerías y diplomacia interétnica en las sierras pampeanas durante la primera mitad del siglo XVIII”, en Trabajos y Comunicaciones, Nº 32/33, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP, pp. 83-109; Crivelli Montero, Eduardo (2013) “Pactando con el enemigo: la doble frontera de Buenos Aires con las tribus hostiles en el período colonial”, CONICET, Departamento de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, pp. 1-58.

3Ortelli destaca que intelectuales como Zeballos, Ameghino, Lafone Quevedo o Moreno fueron algunas

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“Pero la pampa ha sido al fin conquistada y el salvaje huye a buscar refugio en los

Andes, de donde salió, hijo rebelde del tronco araucano, para tentar la fortuna en

la vida errante y militar de la inmensa llanura (…)”4

A fin de analizar las acciones cometidas por los agentes coloniales y los correspondientes al período independiente, resulta necesario apreciar a la sociedad de frontera, como un fenómeno complejo, atravesado por procesos de cambio constante. Partir de una mirada dinámica, permite construir nuevas explicaciones que superan los planteos etnocéntricos que subyugaron al mundo indígena. Es por ello que esta investigación considera acertados los argumentos de Mazzanti respecto a la necesidad de redefinir y construir nuevas interpretaciones críticas en razón de los estereotipos y prejuicios construidos en pos de los intereses de la dominación hispano-criolla. “Los

cronistas y funcionarios europeos que llegaban al continente americano estuvieron

condicionados por el campo filosófico e ideológico de su época (…) desde los escritos

más tempranos, en los cuales los europeos expresaron sus hazañas y discursos pretendiendo demostrar la importancia de civilizar o de ser necesario, exterminar a las poblaciones nativas. En la región pampeana el punto de inflexión fue la campaña al

“desierto, tomada como hecho socio-económico de la creación del Estado-Nación. La apropiación de los territorios indígenas, el genocidio de sus habitantes y el cautiverio de los sobrevivientes fueron dispositivos políticos de sometimiento logrados bajos las órdenes del General, J. A. Roca. Paradójicamente, son considerados como hazañas

patrióticas que justificaban el progreso de la Nación Argentina.”5

Aquel escenario que parecía asemejarse al desierto, comienza a vislumbrarse como un territorio que lejos estaba de ser inhóspito, sino más bien, habitado por sociedades indígenas que supieron aprovechar la topografía y recursos para favorecer la construcción de un vasto circuito comercial articulado a los mercados chilenos (tanto

Estanislao Zeballos en torno a la araucanización de las Pampas y el estilo de vida de las sociedades indígenas se recomienda ver: Ortelli, Sara (1994) El proceso de “Araucanización” de las Pampas. Balances

y perspectivas. Tesis de Licenciatura. Facultad de Ciencias Humanas, UNCPBA.

4Zeballos, Estanislao (1986 [1878]) La conquista quince mil leguas, Buenos Aires, Hyspamérica. Ibídem. 5Mazzanti, Diana, L. (2010) “Factores dominantes en el desarrollo de la arqueología pampeana del

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indígena como hispanocriollos) y con la frontera bonaerense. Los estudios efectuados desde las últimas décadas del siglo pasado, sobre todo a partir de los años ochenta, no solamente reivindican la injerencia de las comunidades indígenas en el devenir colonial sino que también han permitido repensar el comportamiento indígena, más allá de la dicotomía “civilización y barbarie”, para dar paso a una nueva matriz historiográfica que si bien reconoce los enfrentamientos bélicos y hostilidades apunta al análisis de las instancias de diálogo, negociación y a las estrategias de resistencia indígena (considerando variables como la etnicidad y la territorialidad). Así pues, la noción de frontera cobra un nuevo sentido más permeable como escenario de encuentros frecuentes, sujeto a continuas resignificaciones identitarias. Actualmente el problema de la identidad indígena ha sido analizado y abordado, intentando superar las contingencias producto de factores lingüísticos, a la lectura e interpretación de las fuentes (considerando la visión parcial o sesgada de los actores coloniales e independentistas) en torno al período a analizar y en razón de la movilidad que caracterizó a estos grupos para el aprovechamiento del espacio. No obstante, resulta crucial el abordaje de la reconfiguración étnica indígena en el marco de las relaciones intraétnicas e interétnicas. Si bien se trata de una temática abordada, la mayoría de los estudios hacen hincapié en el siglo XIX, siendo aun necesario profundizar en las transformaciones que acontecieron en el siglo XVIII. En relación a ello, Irianni6 admite

que los pampas se muestran en el escenario fronterizo como un conjunto de parcialidades atomizadas más o menos amistosas entre sí y para con la sociedad hispanocriolla conformando un tamiz étnico aún por descifrar.

En función a los argumentos planteados el objeto de estudio de esta investigación es analizar la incidencia de las relaciones interétnicas, que tuvieron lugar en la porción central del sistema Tandilia, en la construcción y resignificación de la identidad indígena de las parcialidades pampa-serranas durante la segunda mitad del siglo XVIII. De este modo, esta propuesta de trabajo pretende dar lugar a construcciones explicativas que buscan interpretar las continuidades y rupturas que se evidencian en torno a los lazos interétnicos entre el mundo blanco y el mundo aborigen y entre los grupos étnicos indígenas. Durante el siglo XVIII, más precisamente

6Irianni, Marcelino (2012a.) “La Pampa, Flora, Fauna y Gente, Siglos XVIII y XIX” en Anuario IEHS, Nº 27,

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en la segunda mitad, tendría lugar el surgimiento de nuevas identidades étnicas en torno a la región Pampa y la región norpatagónica. Vale la pena mencionar que esta investigación no se detendrá en la cotidianidad de las tribus, sino más bien en un análisis de las transformaciones socioeconómicas y políticas que dieron sentido a la mutación identitaria y a la naturaleza de la autoridad cacical haciendo hincapié en el rol de los caciques como agentes que posibilitaron el diálogo y el intercambio comercial y cultural con los blancos. Ello no implica negar la existencia de tensiones políticas o enfrentamientos cuerpo a cuerpo en los cuales estuviese en riesgo la supervivencia de su tribu. Acorde al objeto de estudio delimitado surgen una serie de preguntas de partida a saber, ¿por qué las relaciones interétnicas que se desplegaron en la zona central de Tandilia propiciaron la emergencia de procesos de etnogénesis que dieron lugar a una reconfiguración étnica de la identidad pampa-serrana? ¿Qué rol jugó el proceso de araucanización en el devenir de la identidad pampa-serrana? ¿De qué modo incidieron las relaciones interétnicas en las transformaciones económicas y sociopolíticas que acontecen en las Pampas durante la segunda mitad del siglo XVIII? ¿Por qué las llanuras y sierras de la porción central del sistema Tandilia se convirtieron en un nodo vital para el circuito doméstico y comercial indígena en el área Pan- araucana?

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Acerca del marco temporal y espacial de la investigación

Esta investigación se detiene a analizar la segunda mitad del siglo XVIII, considerando la coyuntura histórica en la cual tendría lugar un nuevo sistema económico indígena (doméstico y comercial y que continúa en el siglo siguiente) ligado al desarrollo de áreas de especialización producto de la interdependencia y complementariedad económica, que favoreció la emergencia de redes de intercambio, a lo largo del siglo XVII, entre Pampa, Nor-Patagonia y la Araucanía. A la vez un nuevo proceso de cambio tendría lugar en el seno de las parcialidades indígenas. Se trata de la renovación de la lógica política de los cacicatos pampas en consonancia con la riqueza obtenida por la actividad pecuaria, la influencia ejercida por la araucanización de las Pampas y la incidencia de los dispositivos de dominación colonial. A diferencia del siglo precedente, el siglo XVIII estaría signado, para el caso de las Pampas, por períodos que oscilaron entre la paz y la guerra7.

Los hispanos apuntaron a la instalación de Fuertes, a la realización de parlamentos e incluso fomentar el reconocimiento de caciques principales, destacados como interlocutores o mediadores, para facilitar la negociación y la celebración de acuerdos con los grupos étnicos, y sobre todo sacar provecho de la influencia que éstos podían ejercer sobre los caciques menores. Los dispositivos de dominación colonial utilizados, cobran sentido en el marco de las transformaciones sociopolíticas introducidas en torno al control ejercido por la corona española sobre los territorios ultramarinos. Las reformas borbónicas apuntaron principalmente a efectivizar la subordinación de las colonias y sobre todo reforzar los dispositivos coloniales de poder, no sólo para atenuar y poner freno al poder y los intereses de los criollos, sino también para evitar posibles insurrecciones y grandes revueltas indígenas. Entre las medidas adoptadas se destacan la creación de un ejército permanente, el surgimiento de nuevos virreinatos, capitanías y comandancias, el reemplazo de gobernantes, corregidores y alcaldes mayores por la figura del intendente y una serie de cambios en materia fiscal.

7Con respecto a los procesos de especialización económica correspondiente a las sociedades indígenas

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Se hará hincapié en los procesos coyunturales recién mencionados, y bajo este marco histórico, tomaremos como punto de partida los años 1741/42, en los cuales las autoridades hispanocriollas firmaron el tratado de Casuhati con el cacique Bravo Cacapol, siendo designado maestre de campos de las sierras (título que a su muerte portará su hijo Cangapol aunque en los hechos ya era una tarea por él desempeñada).

Es necesario destacar la importancia de los tratados en el espacio fronterizo entablados por el universo indígena y el mundo hispanocriollo. A fin de considerar no sólo su utilización por parte de estos últimos como estrategia para subyugar a las parcialidades y garantizar la paz sino también como mecanismo de resistencia indígena que llevó a los caciques principales a adoptar un comportamiento dual para aprender a convivir con los blancos y a la vez reforzar la legitimidad y aceptación de su autoridad étnica en relación a los caciques menores subordinados a ellos. En razón de los supuestos planteados en líneas posteriores y el recorte temporal que esta propuesta considera relevante cobra sentido destacar los argumentos de Taruselli8 el

cual expresa que “la historiografía tradicional, con su apego a las gestas militares, hizo

hincapié en la guerra y negó o menospreció la existencia de estos pactos. Según este enfoque, los tratados eran prácticas tendientes a legitimar la conducta de los españoles, sin ningún significado para los grupos indígenas que no habrían tenido conciencia de los compromisos que asumían. En la actualidad, los estudios referidos a la cuestión muestran no sólo la existencia, sino también el valor jurídico de esos tratados y sus implicancias sociales”.

Las paces de Casuhati merecen ser analizadas en función de los cambios de la política colonial, a partir del siglo XVIII. Para entonces se acentúa la pretensión de los españoles de entablar diálogo y conciliar con los caciques de mayor envergadura a fin de evitar posibles ataques indígenas no sólo al casco de estancias contiguas a la frontera sino también a la misma Buenos Aires. La designación del cacique Bravo Cacapol cobra sentido en relación a su influencia política sobre las parcialidades que frecuentan las tierras próximas a la frontera bonaerense. Esta interacción continua se evidencia a través de los relatos de viajeros y funcionarios coloniales. A partir de ellos es posible determinar que la filiación étnica a la cual había pertenecido el linaje de los

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caciques Bravos era la nación tehuelche, (más precisamente tehuelche septentrional). Estos habían entablado relaciones de parentesco y alianzas con las parcialidades pampa-serranas incluso con los araucanos, quienes fueron asiduos moradores de las llanuras y sierras de Tandilia.

A través de la lógica parental, en el marco de un espacio fronterizo interétnico, es posible interpretar el nombramiento de los Bravos como una estrategia colonial con fines disciplinarios, ya que las autoridades coloniales eran conscientes del poderío de los primeros. En 1740 Cacapol y su hijo Cangapol convocaron a sus aliados y coordinaron un gran malón que se dirigió a la Magdalena. Partir de la celebración del acuerdo es indispensable para vislumbrar el desarrollo de cambios sociopolíticos y económicos que atravesaron los cacicatos en el espacio de frontera durante el siglo XVIII. Una vez producida la muerte de Cangapol (hijo de Cacapol) el predominio de los tehuelches septentrionales en el espacio de las Pampas entró en crisis. Tras su fallecimiento se desató una disputa por la conducción del área entre su hijo (Guibar), su hermano (Gualquen) y los pampas, entre quienes se destacó la figura de Rafael Yahatti (designado por los españoles como general de las tribus y protector de la frontera)9. Los pampas supieron construir alianzas con los indígenas de la Araucanía

chilena quienes consideraron la ocasión una oportunidad propicia para afianzar lazos con aquellos ya que les garantizaría el acceso al ganado (es válido aclarar que los Bravos, considerados tehuelches, también mantuvieron relaciones estrechas con los araucanos, consolidadas a través de redes parentales, aunque ello no habría bastado para evitar la decadencia de su influencia política). Resulta interesante destacar la

9Arias, Fabián (2006) “La Región de la “Tierra de las Manzanas” y la Familia de los Caciques Bravos durante los siglos XVII y XVIII. Posibles definiciones a partir del análisis de las rastrilladas y del uso del espacio” en Bandieri, S., Varela, G. y Blanco, G., (compiladores) Hecho en Patagonia. La Historia en Perspectiva Regional, imprenta Universitaria, Neuquén, pp. 85-107; (2011-2012) “Fronteras interétnicas en el espacio de las Pampas durante la primera mitad del siglo XVIII. El caso del linaje de los caciques Bravos y sus relaciones interregionales”, en AnuarioEscuela de Historia, Nº24, Facultad de Humanidades y Artes, UNR, pp. 121-146; Carlón, Florencia (2008) “Sobre la articulación defensiva en la frontera sur bonaerense a mediados del siglo XVIII: un análisis a partir de la conflictividad interétnica”, en Anuario del Centro de Estudios Históricos Prof. Carlos S. A. Segreti., Año VIII, Córdoba pp. 277-298; (2010) “Liderazgos y organizaciones sociopolíticas indígenas en Pampa y Patagonia Norte durante el siglo XVIII” en Revista Colombiana de Antropología, Vol. XLVI, Nº 2, Colombia, pp. 435-464; Crivelli, Montero, Eduardo A. (1994) “Araucanos en las Pampas” en Todo es Historia, Nº 323 Buenos Aires; Nacuzzi, Lidia (2006) “Tratados de paz, grupos étnicos y territorios en disputa a fines del siglo XVIII”, en Investigaciones Sociales, Nº 17, Universidad Nacional San Marcos; Nacuzzi, Lidia, Lucaioli, Carina, Nesis, Florencia (2008)

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disputa por el reconocimiento del cacique principal, ya que Yahatti fue el último líder reconocido por los hispanocriollos que evidencia una denominación originaria. Tras su muerte, los caciques que entraron en escena presentan nombres de origen araucano, aunque no necesariamente implica la gestación de una identidad nueva.

En otras palabras, las disputas por la sucesión y la construcción de alianzas Pan-araucanas son factores claves que cobran sentido bajo la óptica de las relaciones interétnicas que los actores construyeron en el espacio de frontera. Por lo tanto, es posible concebir las mutaciones que acontecieron con respecto a la identidad indígena y la aceleración de cambios internos en la dinámica política y económica de los cacicatos que ya estaban en marcha tiempo antes de que se intensificaran los lazos multiétnicos (estos lazos comenzaron en tiempos prehispánicos).10 Ello permite dar

razones suficientes para proceder en esta investigación a través de un marco temporal que se proyecta inclusive hasta el período posterior al dominio ejercido por los Bravos sobre el sistema Tandilia.

10En razón a la construcción de la autoridad cacical y sus transformaciones se recomienda ver: Néspolo,

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Figura 1. Mapa de los territorios meridionales bajo dominación colonial y de los

espacios controlados por las parcialidades indígenas hacia 1750.

CUADRO DE REFERENCIAS:

--- Límite entre los territorios controlados por indígenas y españoles

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En cuanto al marco espacial, esta investigación pretende considerar el rol de las tierras y sierras de la porción central del sistema Tandilia, espacio frecuentado por los indígenas por sus inmensas llanuras y aguadas que resultaron claves para la gestación de una economía pastoril indígena. A pesar de la pérdida de protagonismo de los Bravos, el control de los territorios valliserranos bonaerenses continuó en disputa entre los miembros de su propio linaje, y posteriormente, entre los líderes étnicos de diversas parcialidades. Ello se debió a su riqueza ganadera la cual resultaba crucial para el circuito comercial que conectaba la región Pampa con Patagonia y los mercados chilenos, a la vez que se producían contactos con Buenos Aires y Carmen de Patagones para la obtención de bienes europeos. El desarrollo de estos circuitos comerciales interétnicos y la dependencia indígena respecto a los bienes de origen europeo contribuyeron a la especialización económica donde la disponibilidad de recursos lo permitió. Esta investigación parte del supuesto de que las tierras y sierras comprendidas, actualmente en el partido de Tandil, constituyeron un escenario apto y fructífero para el desarrollo de procesos de especialización económica que atañen a las parcialidades pampa-serranas a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y que continúan durante el siglo XIX. “En las tierras del sur y sudoeste bonaerense, en particular en las comprendidas entre las sierras de Tandil y Ventana, la abundancia de aguadas y pastizales permitió la formación de un importante núcleo ganadero vinculado a esa red mercantil.”11 En concordancia con lo sostenido por Mandrini,

Campetella12 expresa que las serranías fueron habitadas por caciques durante las

décadas de transición del siglo XVII y XVIII. “Las sierras aparecen en este período como

un lugar de intensos contactos interétnicos de variado tipo, pues en ellas convergían indígenas de diferentes jurisdicciones, todos ellos atraídos por la abundancia de ganado cimarrón. Las sierras pueden verse en esta época como un epicentro en la extensa red de circulación trasandina que vinculaba las distintas regiones del territorio

indígena, y a éste en su conjunto con el territorio controlado por los hispanocriollos”. Investigaciones previas han demostrado la importancia de estas tierras apoyándose no sólo en las referencias documentales sino también desde la evidencia

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arqueológica.13 En el partido de Tandil y en otros espacios que también integran el

sistema serrano Tandilia se han hallado corrales de piedra. Se trata de un tipo de construcción cuya funcionalidad ha sido discutida por los especialistas, aunque como bien expresan Mazzanti14 y Pedrotta15existe cierto consenso a la hora de atribuirlas a

la población indígena correspondiente a tiempos pos conquista cuya localización había estado sujeta a la disponibilidad de recursos, sobre todo en materia de agua y pastura y al aprovechamiento de la topografía serrana para crear reparos o encierros. Aunque algunas edificaciones fueron realizadas durante el siglo XIX por hispanocriollos recuperando las técnicas indígenas.

Objetivo general y objetivos específicos

Esta investigación tienepor objetivoanalizar las relaciones interétnicas entre el linaje de los caciques Bravos y las parcialidades pampa-serranas, durante la segunda mitad del siglo XVIII en los llanos y sierras de la zona central del sistema Tandilia en el marco de la araucanización de las Pampas y la dominación colonial.

A partir del objetivo general se desprenden una serie de objetivos específicos, a saber:

Según Boccara,16 los procesos de etnogénesis tuvieron lugar en razón de una

vasta red de relaciones interétnicas (entabladas con hispano-criollos y entre los grupos

13Ferrer, Eduardo, Pedrotta, Victoria (2006) Los corrales de piedra. Comercio y asentamientos aborígenes

en las sierras de Tandil, Azul y Olavarría, Crecer, Tandil; Mazzanti, Diana, L. (2006) “Los pueblos originarios de las sierras y llanuras orientales “en Zubiaurre, P. (coordinación) Historia de Balcarce. Los Orígenes. Municipalidad de Balcarce, pp. 73-93; (2007) op. cit.; Mazzanti, Diana, L., Quintana, Carlos (2010) “Estrategias de subsistencia de las jefaturas indígenas del siglo XVIII. Zooarqueología de la localidad arqueológica Amalia (Tandilia Oriental)” en Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XXXV, Buenos Aires, pp. 143-170; (2012) “Fauna y ambiente en la subsistencia indígena durante el siglo XVIII en Tandilia Oriental” en Anuario IEHS¸Nº 27, Tandil pp. 209-221.

14Mazzanti (2006/7) op. cit.; Mazzanti y Quintana (2010/2012) op. cit.

15Pedrotta, Victoria, Bagaloni, Vanesa, Duguine, Laura, Carrascosa, Leire (2011) “Investigaciones arqueológicas en los “corrales de piedra” del sistema Tandilia (Región Pampeana, Argentina)” en Ramos, M. Hernández de Lara, O. (editores) Arqueología Histórica en América Latina, PROARHEP, Buenos Aires. 16Boccara, Guillaume (1996) “Notas acerca de los dispositivos de poder en la sociedad colonial-fronteriza, la resistencia y la transculturación de los reche-mapuche del centro-sur de Chile (XVI-XVIII)” en Revista de Indias, Vol. LVI, Nº 208, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 659-695; (1999) “Etnogénesis mapuche: resistencia y reestructuración entre los indígenas del centro-sur de Chile (siglos XVI-XVIII) en The Hispanic American Historical Review, Vol. LXXIX, Nº 3, Duke University Press, pp. 425-461; (2002) “Fronteras, mestizaje y etnogénesis en las Américas” en Mandrini, R., Paz, C. (compiladores). Las fronteras hispanocriollas del mundo indígena latinoamericano en los siglos XVIII –

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étnicos indígenas entre sí) que sostuvo la etnia reche y que dio paso a su reconfiguración étnica y como consecuencia al surgimiento de la etnia mapuche. A partir de ello, se pretende:

Indagar la aplicabilidad de la propuesta de Boccara en torno a la reconfiguración étnica de las parcialidades pampa-serranas que frecuentaban la porción central de Tandilia durante la segunda mitad del siglo XVIII.17

Llevar a cabo una discusión crítica de las transformaciones económicas acontecidas, considerando la incidencia de la colonización a través de la introducción de recursos y la repercusión de las relaciones entre los grupos étnicos indígenas. A fin de construir un esquema explicativo de los procesos de especialización acontecidos que dieron lugar a la emergencia de una economía pastoril en torno al sistema Tandilia de gran importancia en el contexto del área Pan-araucana.

Interpretar las transformaciones en torno a los cacicazgos pampas considerando el rol desempañado por un estilo de vida pastoril, la adopción de elementos culturales araucanos y la incidencia de los dispositivos de dominación desplegados por las autoridades coloniales de Buenos Aires.

Hipótesis central y secundarias

Esta investigación sostiene como hipótesis central que el espacio valliserrano, comprendido en la zona central de Tandilia, fue un escenario clave en el cual las relaciones interétnicas emergentes entre las parcialidades pampa-serranas y el linaje de los Bravos dieron lugar a procesos de etnogénesis, que en conjunción con la dominación colonial y la influencia ejercida por la araucanización, permitieron la reconfiguración de la identidad étnica de los primeros durante la segunda mitad del siglo XVIII.

En función de ello, se derivan una serie de hipótesis secundarias, a saber:

Nathan Watchel” en Memoria Americana, Nº 13, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires, pp. 21-52.

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• Se sugiere que las sierras y llanos que conforman la zona central del sistema

Tandilia constituyeron un centro socioeconómico especializado con fines comerciales vital del área Pan-araucana, destacándose dentro del escenario multiregional debido al desarrollo de una economía indígena de tipo pastoril, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, articulada a los mercados chilenos (indígenas principalmente y centros hispanocriollos) y en relación con la frontera bonaerense.

• Los caciques Bravos, actuaron como interlocutores entre las autoridades

coloniales y los caciques menores pampa-serranos de modo tal que su desempeño fue oscilante y ambivalente entre la reivindicación y representación de las parcialidades aliadas y la satisfacción de sus intereses a partir de la negociación con los blancos.

• La decadencia y crisis del linaje de los Bravos significó un giro en la disputa por

el reconocimiento de las autoridades coloniales, la cual estuvo protagonizada por los pampa-serranos y las parcialidades araucanas que se habían instalado gradualmente en las tierras del este cordillerano.

Operacionalización de conceptos en torno a las unidades de análisis

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22 Variables de análisis e indicadores

El objeto de estudio a analizar será abordado a través de la correlación de variablesa fin de determinar el alcance e incidencia de una serie de transformaciones en la definición de la identidad étnica.18 Partiendo de la categoría de relaciones

interétnicas” se procederá a considerar su vinculación con la noción de “etnogénesis” a través dos ejes de análisis. Por un lado, los factores económicos que propiciaron la gestación de una economía pastoril indígena en las tierras circunscriptas al sistema Tandilia y la incidencia de la riqueza ganadera en la gestación de mutaciones en torno a la autoridad étnica. Por otro lado, los condicionantes políticos que operaron sobre los cacicazgos pampas, ya sea a través de los dispositivos de dominación colonial como los elementos culturales araucanos adoptados por las parcialidades pampa-serranas del sur bonaerense.

Justificación de las unidades de análisis

La selección de las unidades de análisis está sujeta a considerar la correspondencia existente entre el desarrollo de las relaciones interétnicas y la noción de etnogénesis. En relación a los factores económicos es necesario destacar que los procesos de especialización ligados a la economía indígena correspondiente a los grupos étnicos del sur y suroeste bonaerense deben ser interpretados a la luz de los mecanismos de adaptación y asimilación de pautas de consumo que estas parcialidades vivenciaron incluso antes de la introducción de especies europeas a partir de la conquista y colonización. A la vez que es necesario concebir el modo en que la intensidad y continuidad de vínculos entre grupos étnicos de ambos lados de la cordillera incidieron en la definición de la economía pastoril indígena. En función de ello, es de gran importancia analizar la injerencia ejercida por el creciente interés de los grupos étnicos procedentes de la Araucanía chilena con respecto a la explotación

18Tal como expresan Sampieri, Collado y Baptista, aquellas investigaciones que adoptan un carácter

explicativo están atravesadas por las demás clases de estudios, por lo tanto, una investigación explicativa es a la vez descriptiva, exploratoria y correlaciona diferentes variables. En el caso de esta propuesta se pretende dar respuesta a las causas y efectos de las relaciones interétnicas en relación a los procesos de etnogénesis que atañen a la identidad pampa-serrana. Y para ello será necesaria la exploración de fuentes editas e inéditas que serán contrastadas con la información proveniente del registro arqueológico. Con respecto a los tipos de investigación y su funcionalidad véase Sampieri, R., Collado, C., Baptista L. (1991) Metodología de la Investigación, Mc Graw-Hill, Buenos Aires.

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del ganado caballar y vacuno y su participación en los circuitos ganaderos que se desarrollan en el área Pan-araucana.

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CAPÍTULO II: ANTECEDENTES Y ASPECTOS METODOLÓGICOS

Estado de la cuestión

El estudio de las comunidades indígenas ha sido una problemática impregnada por las concepciones etnocéntricas y evolucionistas decimonónicas sujetas a una mirada parcial que naturaliza las cosmovisiones europeas al momento de la conquista y colonización del Nuevo Mundo. Arias, Mandrini y Mazzanti sostienen que estos presupuestos decimonónicos continuaron presentes en la antropología, para el caso de la rama tradicional que sostiene el modelo clásico evolucionista y que se ha nutrido de los aportes de los arqueólogos y antropólogos norteamericanos que llevaron a cabo estudios descriptivos en los cuales prima la noción de etapas por los cuales atraviesan las organizaciones sociales hasta alcanzar la conformación del Estado como fin último.19 Aun hacia finales del siglo XX, perviven las posturas difusionistas y

culturalistas, que procuraron hallar factores determinantes que tuvieran correspondencia con las fases propuestas por el modelo de Service20. Respecto al

“modelo clásico”, Mazzanti21 argumenta que en relación al período posconquista se

procedió a analizar a las sociedades intentando hallar elementos culturales que indicaran la presencia de araucanos, sin contemplar el contexto histórico-político.

Una nueva línea de trabajo emergería en las últimas décadas del siglo XX en el campo de las ciencias sociales. Desde la antropología, argumenta Arias22, nuevos

estudios discuten los modelos tradicionales y se oponen al uso de herramientas teóricas y conceptos políticos tradicionales territoriales. Bajo esta renovación historiográfica, surgieron nuevos avances etnohistóricos abocados al estudio de los pueblos indígenas y los procesos de cambio posconquista, criticando los prejuicios o estigmas que los cronistas de la época o los científicos tradicionalistas instalaron.

19Para una aproximación al debate historiográfico véase Arias, Fabián (2008) “Arqueología del saber

historiográfico de las sociedades indígenas pampeano-patagónicas de los siglos XVIII y XIX. Aportes para su estudio”, en III Jornadas de Historia de la Patagonia, San Carlos de Bariloche; Mandrini, Raúl (2003) “Hacer historia indígena. El desafío a los historiadores” en Mandrini, R., Paz, C. (editores).

Las fronteras hispanocriollas del mundo indígena latinoamericano en los siglos XVIII-XIX. Un estudio comparativo, IEHS, UNS y UNCo, Tandil; Mazzanti (2007) op. cit.

20Service, Elman (1984) Los orígenes del Estado y de la civilización. El proceso de evolución cultural,

Alianza, México.

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Dentro de este marco, se hallan los trabajos de diversos autores que esta tesis considera cruciales para el tratamiento de la problemática propuesta. Esta propuesta considera propicio referirse a las poblaciones nativas, haciendo uso de la noción de grupo étnico, lo cual permite repensar y discutir la falsa homogeneidad atribuida al universo indígena americano. Esta categoría facilita una aproximación al problema de la identidad étnica y la influencia ejercida por los contactos interétnicos en torno a su delimitación a través del tiempo. A través de la propuesta de Bari23 se logra una

aproximación a la noción de grupo étnico. Para la autora esta denominación remite a una organización social local regulada por normas de auto-inclusión y de atribución por otros orientada por un sistema de valores. En función de las relaciones intra e interétnicas entabladas se afianzan las normas de adscripción y de identificación. De ello se deduce, que la identificación étnica sólo puede ser entendida a partir de la confrontación con el otro, siendo de vital importancia analizar las relaciones interétnicas existentes como factor dinamizador y de actualización de la identidad. Bajo una misma óptica, Berón24 considera que un grupo de personas que se diferencian a sí

mismas o son diferenciadas por otros con quienes interactúan o coexisten bajo parámetros de diferenciación cultural puede ser entendido como grupo étnico. La autora recurre a los aportes de Barth y coincide con él en la necesidad de cierta estabilidad en las características culturales de cada grupo étnico, de modo tal que las diferencias complementarias pervivan incluso en casos de contactos interétnicos profundos.

Bechis sostiene que “etnia” o “pueblo” suelen ser categorías utilizadas en relación a sociedades no referidas a unidades culturales identificadas con un Estado. Estas culturas hacen referencia a grupos étnicos, siendo característico en ellos, la autenticidad y solidaridad en las conductas de grupo y los valores de grupo. En consideración de los aportes de Barth y Keyes, Bechis argumenta que es preciso considerar a los grupos étnicos no como unidades culturales, sino más bien como unidades sociales, ya que “la determinación del carácter del miembro de un grupo no

23Bari, María C. (2002) “La cuestión étnica: Aproximación a los conceptos de grupo étnico, identidad

étnica, etnicidad y relaciones interétnicas” en Cuadernos de Antropología Social, Nº 16, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires, pp. 149-163.

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es función de compartir una cultura común, sino de adscripción e identificación por

parte de los propios actores”. Y más precisamente en relación a la propuesta de Keyes la autora señala que para éste, “la identidad étnica es comunicada y constantemente

revalidada por expresiones culturales como mitos, rituales, su historia folklórica etc.“25

Es bien sabido que una vez iniciada la conquista española comenzaron a operar sobre el continente americano una serie de dispositivos de dominación colonial (desnaturalización, reducción, encomienda, militarización de Fuertes y fortines, entre otras prácticas e instituciones) que alteraron el modus vivendi en razón de la etnicidad y territorialidad indígena. Por lo cual es necesario contemplar el término parcialidades indígenas, para referirnos al conjunto de individuos nacidos en el continente americano, vinculados entre sí a través de la construcción de lazos de parentesco, un pasado en común, valores, patrones culturales y formas políticas compartidas que les permite distinguirse de otras comunidades y que han atravesado procesos de segmentación étnica producto del sometimiento y dominación colonial.26

Con respecto a la noción de relaciones interétnicas, se entiende por ella al desarrollo de interacciones de índole sociocultural, económica y política entre diversos grupos étnicos ya sea entre hispanocriollos y nativos o para el caso de los vínculos establecidos por las parcialidades indígenas entre sí. Durante el siglo XVIII, más precisamente hacia mediados de este, los vínculos se vuelven más notorios y regulares. Para aquel entonces, se acentúa la dependencia indígena con respecto a los bienes y recursos de origen europeo, que fueron incorporados y modificaron la reproducción material e inmaterial de los nativos, en el marco de la articulación indígena a los mercados hispanocriollos. A su vez, la frecuencia e intensidad de los encuentros entre parcialidades indígenas también contribuyeron a redefinir la lógica indígena en todas sus expresiones. De este modo, ambos procesos dieron lugar a la reconfiguración de la identidad étnica y de las prácticas culturales de las sociedades indígenas involucradas. Cabe destacar que el desarrollo de los vínculos sociales constituye un mundo complejo puesto que a partir de la interacción intra e interétnica se dinamizan los procesos de

25Bechis, Martha (1992) “Instrumentos para el estudio de las relaciones interétnicas en el período

formativo y de consolidación de los estados nacionales” en Hidalgo, C., Tamagno, L. (compiladores).

Etnicidad e Identidad, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, pp. 82-108.

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reconfiguración de la identidad étnica. Por lo cual, esta propuesta considera propicio detenerse en los aportes de Bechis27. Para la autora es necesario establecer una

distinción entre relaciones interétnicas y relaciones étnicas. La primera remite a las instancias de intercambio cultural, entendiendo por ellas, a las relaciones de tipo económicas, políticas, etc. entre sociedades culturalmente distintas. Mientras que la interacción entre culturas distintas dentro de un sistema social dado suele ser entendida como relaciones étnicas. De este modo, los grupos étnicos suelen estar organizados en una estructura superordinada. Sin embargo, la clasificación que ella propone puede resultar un tanto confusa. En tanto y en cuanto los intercambios y relaciones de tipo económicas, socioculturales y políticas atraviesan la lógica indígena no sólo a partir de la interacción con otros grupos étnicos sino que también actúan en el seno de la comunidad. Si se procede a considerar el espacio fronterizo como sistema social incluso es posible reconocer que las relaciones entre los indígenas y los hispanocriollos siendo ambos grupos culturalmente disímiles no amerita la simplificación de las relaciones entre ellos entabladas a la condición de relaciones étnicas, lo mismo sucede si se contemplan las interacciones desarrolladas entre diversas parcialidades indígenas.

Por su parte Boccara28 sostiene que para explicar la formación de las etnias de

Araucanía, de las Pampas y del norte de la Patagonia debe tenerse en cuenta que ellas son el producto de un conjunto de estrategias de sometimiento coloniales y los vínculos entablados entre los grupos étnicos y de éstos con los hispanocriollos cuyo surgimiento se da a partir de la emergencia de nuevas necesidades económicas y políticas. Así pues, la identidad debe ser concebida como un fenómeno atravesado por procesos de etnogénesis, que están sujetos al contexto y a la naturaleza del contacto entre los grupos étnicos. A través de la etnogénesis se produce un doble cambio, a nivel subjetivo, respecto a las formas de definición identitaria y a nivel objetivo, se modifican las estructuras materiales producto de una fusión de unidades políticas. Así emerge una nueva estructura sociopolítica macro regional a la vez que se da el enriquecimiento de los caciques o ulmen acompañada de la expansión de los grupos reche hacia el este, conocida como araucanización de las Pampas (considerando como

27Bechis (1992) op. cit.

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factor importante, aunque no el único, la adopción del caballo por los reche, lo cual dio mayor movilidad, facilitó los contactos y promovió la unificación identitaria). Esta investigación considera que es posible comprobar la aplicabilidad de la noción de etnogénesis para comprender los procesos de resignificación de la identidad del grupo étnico pampa-serrano que solía asentarse en la porción central del sistema Tandilia.

Desde una óptica centrada en el registro arqueológico, Berón y Salazar29

analizan las interacciones transcordilleranas a partir de evidencia obtenida en sitios ubicados en la provincia de Neuquén y la Pampa y recurren a la noción de diacríticos culturales, para referirse a símbolos, objetos identitarios o emblemas determinantes para la expresión de una identidad y que permiten establecer límites o pautas de diferenciación. La identificación de diacríticos y su direccionalidad permite reconocer el alcance de las interacciones establecidas entre las poblaciones que entran en contacto y determinar la existencia de una posible identidad compartida. Las variaciones en torno a los símbolos o diacríticos está íntimamente ligada a los procesos de construcción o reconstrucción de la identidad. A partir de nuevos símbolos o la reinvención de ellos, resulta posible establecer límites étnicos o campos de interacción de un grupo social.

Las relaciones interétnicas actuaron como agente dinamizador de los procesos de cambio internos que vivenciaron diversos grupos a lo largo del tiempo. Es por ello que resulta determinante retomar los aportes de Mazzanti y Mandrini en torno al desarrollo de procesos de especialización económica en el sistema serrano Tandilia. A partir de sus preceptos se construye la hipótesis central de esta investigación acerca del rol desempeñado por las llanuras y sierras de la zona central del sistema Tandilia como espacio de encuentro e interacción entre diversas parcialidades del universo indígena (pampas, serranos, tehuelches y araucanos) que no solo dio lugar a la conformación de circuitos y espacios de intercambio (tal es el caso de la feria del Chapaleofú) sino también como escenario dinamizador de los procesos de etnogénesis que protagonizaron los pampa-serranos.

29Berón, Mónica, A., Salazar, Giovana, (2013) “Diacríticos identitarios en las relaciones transcordilleranas.

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Los aportes de la tesis doctoral de Mazzanti30 están abocados principalmente

a la porción oriental de las sierras de Tandilia durante la segunda mitad de siglo XVIII, tomando como variables de análisis aspectos económicos y político-sociales a fin de dilucidar el funcionamiento de los lazos entre indígenas y europeos. La autora recurre al modelo propuesto por Cardoso de Oliveira para el estudio de las relaciones interétnicas, a fin de discutir su aplicabilidad al caso del espacio social Arauco-pampeano-norpatagónico concebido como área de frontera. A su vez, se recurre al enfoque propuesto por Boccara, a fin de dilucidar el impacto de los procesos de etnogénesis posconquista en la región pampeana. El análisis de las evidencias arqueológicas es contrastado y complementado con datos provistos por fuentes editas con el objetivo de lograr un abordaje integral del objeto de estudio.

A partir de estos preceptos teóricos la autora refuerza su hipótesis central, según la cual las sierras orientales de Tandilia constituyeron el escenario clave para el desarrollo de un núcleo de economía pecuaria especializado en el ganado caballar controlado por indígenas durante el siglo XVIII. Ello habría implicado el desarrollo de técnicas pecuarias especializadas para el cuidado del ganado. Para Mazzanti los contactos entre indígenas e hispanocriollos desataron dependencias mutuas, viéndose favorecidos los españoles debido a la injerencia de la dominación político-económica colonial. Ello habría tenido repercusión en los procesos de cambio de los pueblos indígenas de la Araucanía y las llanuras orientales, a partir del siglo XVI. La autora expresa que a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, las sociedades indígenas comenzaron a transitar un proceso de etnogénesis (independientemente de los cambios ambientales, de la disminución de las especies silvestres y la incorporación de la fauna introducida por los europeos) y lograron constituir una red socioeconómica compleja sustentada en el movimiento de un número considerable de ganado caballar cuyos principales destinos eran los valles neuquinos y los mercados chilenos.

Nuevos mecanismos cobraron vigencia a partir del contacto entre indígenas y los españoles: malones, tratados de paz, intercambios comerciales y obsequios para propiciar las instancias de negociación, bajo un contexto dual y oscilante entre la resistencia y la subordinación. La articulación indígena con el comercio colonial

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acompañada de los procesos de etnogénesis dio lugar al desarrollo económico de los primeros, y que había tenido lugar para el caso de los pueblos que no estuvieron sujetos a relaciones de servidumbre o al sistema de explotación de la mano de obra (la autora reconoce como excepción los primeros momentos de invasión de la Araucanía en los cuales fueron sometidos por la fuerza diversos pueblos). Mazzanti sostiene que dichas condiciones habrían permitido a los pueblos mantener su autonomía a través del control de sus territorios y la independencia política durante 300 años, de modo tal que ello propició la integración de un espacio económico colonial que articulaba la Araucanía con las Pampas, aunque bajo la influencia del proceso de dependencia económica. Por otra parte, la existencia de lazos prehispánicos que vinculaban a los pueblos indígenas de un lado y otro del cordón andino, había aportado a las parcialidades conocimientos indispensables en materia de recursos y rutas lo cual habría facilitado la amplificación y consolidación de las redes sociales interregionales. A su vez las relaciones interétnicas dieron lugar a una serie de cambios en torno a las alianzas y a la reproducción que tuvieron repercusión en la construcción de la autoridad de los caciques.

Por su parte, Mandrini31 se ha abocado a diseñar un modelo económico

indígena, según el cual, la introducción de ganado europeo (equino, bovino y ovino) en las Pampas jugaría un rol importante en los cambios venideros. La adopción del caballo por parte de las parcialidades de las Pampas, generó una gran capacidad de movimiento, tanto en velocidad, carga y distancia. Las cacerías cobraron mayor dimensión, reemplazando el arco y la flecha por la boleadora y la lanza. A lo largo del siglo XVII, los indígenas aprovecharon el ganado cimarrón, sin embargo a comienzos del siguiente siglo, la presión sobre los recursos aumentó producto de una mayor demanda proveniente de Chile, los araucanos utilizaban parte de los caballos obtenidos para la guerra contra las autoridades coloniales. Hacia mediados del siglo XIX la economía indígena pampeana se desarrolló en torno a dos circuitos

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prestigio), ya sea través del comercio, las compensaciones por la liberación de cautivos, los regalos obtenidos en la firma de acuerdos y los robos realizados durante los malones que atacaban la frontera o a las caravanas.

En concordancia con los aportes de Mandrini, Palermo32 ha discutido

críticamente la noción de complejo ecuestre, sostenida por los difusionistas norteamericanos, y posteriormente utilizada por trabajos locales para explicar los cambios en la economía indígena de las parcialidades que se desarrollaron en el territorio actual de Argentina. La introducción europea del caballo y su difusión por el continente había venido acompañada por la divulgación de rasgos asociados a un determinado complejo cultural. A su vez, se realizaron estudios a partir de la realización de inventarios de rasgos que procedían de Europa, del mundo indígena o mediante la adaptación de elementos tradicionales. La asociación de estos rasgos pretendía determinar la presencia de un complejo cultural del caballo, considerando factores vinculados al transporte, movimiento de campamentos, propiedad, caza, guerra, comercio, relaciones sociales, recreación y religión. La introducción del caballo no implicó una transformación radical en el modus vivendi de los grupos étnicos. Los cambios producidos tras la adopción del caballo no son homogéneos, ni de la misma intensidad entre los grupos indígenas. La incorporación del ganado caballar fue de gran relevancia, al igual que para el caso del ganado vacuno y lanar aunque el primero permitía el manejo de los otros. A su vez, la adopción y explotación del ganado no implicó el abandono total de prácticas indígenas antiguas, como por ejemplo la agricultura.

En palabras de Palermo, “la araucanización de las Pampas y el norte de la Patagonia, ocurrida cuando la innovación pecuaria ya estaba muy avanzada, trajo otra novedad: la agricultura; al contrario de lo que sostiene algunos trabajos clásicos, los

“araucanos” no perdieron sus prácticas agrícolas al instalarse al este de los Andes sino

que en realidad los tehuelches septentrionales y los “pehuenches primitivos”,

fuertemente influenciados por su cultura, comenzaron a cultivar (en mayor o menor

32Palermo, Miguel, A. (1986) “Reflexiones sobre el llamado “complejo ecuestre” en la Argentina” en

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medida según las zonas) desde los siglos XVII y XVIII33 (…) Los contactos transcordilleranos fueron usuales mientras los “araucanos” se iban afianzando

paulatinamente en el uso del caballo”34.

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Figura 2. Mapa de las rutas comerciales y rastrilladas indígenas en las Pampas y Nor-

Patagonia en articulación con los mercados chilenos (hispanocriollos e indígenas).

CUADRO DE REFERENCIAS: . . . . Línea de frontera c.1820 --- Línea de frontera c.1875

-> Grandes rutas ganaderas (flechas de color opaco). 1. Del río Negro

2. “Rastrilladas de los chilenos” 3. De la Pampa central

-> Movimientos de los tehuelches en la Patagonia (flechas blancas de contorno negro).

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En torno al desarrollo de la economía pastoril indígena, para el caso de tierras del sur bonaerense, es necesario destacar no sólo los datos provistos por los viajeros y funcionarios coloniales sino también aquellos procedentes del registro arqueológico. Los corrales de piedra localizados en distintos puntos del sistema Tandilia (incluso para el caso del sistema serrano Ventania) resultaron objeto de discusión en torno a su vinculación con los asentamientos indígenas en las sierras y llanuras abocados a la captura, cría y control del ganado. Respecto a su funcionalidad y origen se han postulados distintas hipótesis.

Pedrotta, Bagaloni, Duguine y Carrascosa35 expresan que las construcciones de

piedra de la porción central de Tandilia han estado articuladas entre sí formando parte de un sistema integral del espacio. Respecto a la funcionalidad, las autoras consideran que los corrales de piedra fueron empleadas principalmente a las actividades ganaderas posiblemente destinados al cuidado, cría y custodia de ganado. Mientras que un grupo minoritario habían servido como recintos habitacionales y lugares estratégicos para el avistaje, vigilancia y defensa del territorio.

A su vez, Pedrotta36 retoma los aportes de Araya y Ferrer37 y propone que

parte de las edificaciones de piedra emplazadas en la región habían estado articuladas al funcionamiento de la Feria del Chapaleofú localizada próxima al arroyo homónimo. A diferencia de los primeros, la autora considera que el funcionamiento se remonta antes del período comprendido entre 1780 y 1790, más precisamente hacia mediados del siglo XVIII acorde a la paces de Casuhati de 1741/42, que establecieron como condición la realización de las ferias de ponchos en el Tandil (siendo ella la denominada del Chapaleofú) y el Cairú estando ambas articuladas a los circuitos comerciales que conectaban entre sí a la Patagonia, los mercados chilenos y los centros hispano criollos.

35Se recomienda ver: Pedrotta, Victoria, Bagaloni, Vanesa (2010) “Vidrios entre sierras y pircas. Estudio

de los materiales vítreos de las construcciones de piedra del Sistema de Tandilia (región pampeana, Argentina) en Canto Rodado, Nº 5, Universidad de Panamá, pp. 83-113; Pedrotta, Bagaloni, Duguine y Carrascosa (2011) op. cit.

36Pedrotta, Victoria (2013) “Reandando los caminos al Chapaleofú: viejas y nuevas hipótesis sobre las

construcciones de piedra del sistema Tandilia” en Memoria Americana, Nº 21, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires, pp. 269-294.

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