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UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

“Frecuencia y alteraciones hematológicas asociadas a Ehrlichia spp. en perros domésticos en la Ciudad de

Cardel, Veracruz, México”.

Tesis

que para obtener el Título de

Médico Veterinario Zootecnista

Presenta

PMVZ. Patricia Ortega Ortiz Asesores

M. en C. Alvaro E. Peniche Cardeña ME. Miguel Canales Rubio

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I. RESUMEN

La ehrlichiosis canina es una enfermedad causada por Ehrlichia canis, rickettsia reportada en países tropicales y subtropicales cuyo vector es la garrapata Rhipicephalus sanguineus. Al ser considerada una enfermedad de tipo emergente en estas regiones, el objetivo del presente trabajo es determinar su frecuencia e identificar las principales alteraciones hematológicas asociadas a su presencia en perros domésticos atendidos en consulta privada en la ciudad de Cardel,

Municipio de la Antigua, Veracruz. Se muestrearon de manera no probabilística 100 animales desde los dos meses de edad y con presencia de garrapatas. Se colectó material biológico para estudios hematológicos empleando tubos vacutainer con EDTA y se transportó con refrigerantes comerciales hasta su procesamiento en el laboratorio. Al momento de la toma de la muestra, se colectaron las garrapatas y se aplicó una encuesta al dueño para conocer la existencia de algunos aspectos epidemiológicos relacionado con la enfermedad. Se encontró una frecuencia del 5% de casos positivos a Ehrlichia spp. en animales con un rango de edad de 2 meses - <4 años siendo los principales hallazgos hematológicos identificados en los animales afectados anemia normocítica normocrómica y normocítica hipocrómica, trombocitopenia y monocitosis; adicionalmente, se detectó un 5% de perros positivos a

Babesia spp. Como resultado de la clasificación taxonómica, el 100% de

las garrapatas correspondió a R. sanguineus. La presente investigación permitió conocer que la ciudad de Cardel, Ver., es un área enzóotica a esta enfermedad.

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II. INTRODUCCIÓN

La ehrlichiosis canina o pancitopenia canina tropical es una enfermedad transmitida por una rickettsia intracelular obligada del género Ehrlichia (E.) que debe su nombre a Paul Ehrlich (Murray et al. 1997); taxonómicamente, se clasifican dentro del orden Rickettsiales y de la familia Rickettsiaceae (Soulsby 1987; Barlough, 1992). Generalmente, aparecen en forma de colonias compactas formando acúmulos intracelulares denominados “mórulas” que se tiñen de color azul y frecuentemente, difíciles de encontrar en sangre (Chandler et

al.,1986; Nelson et al., 2000).

Se conocen varias especies entre las que se pueden mencionar E.

platys en plaquetas, E. ewingii, E. equi y E. phagocytophila en

granulocitos y E. canis, E. risticii y E. chaffeensis en monocitos (Nelson

et al., 2000; Suto et al., 2001).

Ehrlichia canis (E. canis) es un microorganismo Gram negativo,

cocoide, elipsoide y pleomórfico que puede encontrarse solo o en pequeños y grandes racimos en forma de vacuolas dentro del citoplasma de monocitos y linfocitos Barlough (1992) y, ocasionalmente en neutrofilos y eosinófilos (Bush, 1999).

Los hospederos vertebrados de E. canis, se han limitado a miembros de la familia Canidae siendo el vector la garrapata parda del perro Rhipicephalus sanguineus (R. sanguineus) siendo la transmisión transestadial (Soulsby, 1987; Green, 1998; Cordero y Rojo, 1999).

La ehrlichiosis canina es una enfermedad aguda mortal (Merchant and Paiker, 1998). Entre la signología clínica destacan la fiebre, diarrea, erupciones cutáneas papuloeritematosas en axilas, ingles, abdomen y mucosas (Horst-Joachim, 1981); así mismo, es manifiesta la depresión, anorexia, pérdida de peso, anemia, leucopenia moderada, trombocitopenia, epistaxis, hemorragias retinales, linfadenopatías, hepatomegalia, esplenomegalia, edema de miembros y trastornos del sistema nervioso central (Green, 1998; Nelson et al., 2000; Shaw e Irwin, 2001). Sin embargo, la fase subclínica es la más frecuente y se caracteriza por trombocitopenia variable y persistente, leucopenia y anemia en ausencia de signos clínicos (Rodríguez y Bolio, 2003).

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Independientemente de su importancia dentro de la clínica de pequeñas especies, esta enfermedad también puede afectar al humano por lo que se le considera como una zoonosis potencial (Murray et al., 1997).

III. ANTECEDENTES

La ehrlichiosis canina se reporta en diferentes continentes con una mayor incidencia en regiones tropicales y en aquellas áreas geográficas relacionadas con la presencia del vector (Price et al., 1987; Inokuma et

al., 2001).

En el Hospital Animal de Yamaguchi, Japón, Inokuma et al (1999) al analizar 430 muestras sanguíneas de perros dentro del período de abril de 1994 y julio de 1998, obtuvieron el 4.7% de seropositividad a E.

canis.

En Turquía, se determinó una frecuencia del 20.7% de ehrlichiosis en 284 perros de distintas regiones del país (Batmaz et al., 2001).

En un estudio efectuado en clínicas veterinarias privadas en Barcelona y Zaragoza, España, Sánchez et al (2002) mencionan en 288 animales muestreados una frecuencia por infección mixta del 12.84% de

E. canis y Babesia canis (B.canis).

En Inglaterra, Beugnet et al (2002) determinaron una seroprevalencia del 31% de ehrlichiosis canina en 176 animales muestreados en clínicas y hospitales veterinarios.

En los Estados Unidos, la mayoría de los casos registrados han ocurrido en el oeste, nordeste, sudoeste y sudeste del país (Barlough, 1992; Magnarelli et al., 1990). Así, en un estudio realizado en 1082 sueros de perros pertenecientes a varios condados del estado de California, Foley et al (2001) mencionan la presencia de E. equi en prevalencias que oscilan desde el 8.68% hasta el 47.3% y en Connecticut, Magnarelli et al (1997) encontraron en 106 perros muestreados, una frecuencia del 9.4% de casos positivos.

En México, Romano et al (1998) en Mexicali, Baja California, demostraron en 30 perros muestreados la presencia de E. canis en el 93.3% de los animales estudiados.

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En una investigación realizada en la ciudad de Mérida, Yucatán, Albornoz (2002) en una población de 120 perros obtuvo mediante frotis sanguíneos y exámenes serológicos un 5% y un 44.15% de casos positivos a E. canis, respectivamente.

Al analizar la información derivada de estudios sanguíneos enviados a un laboratorio de diagnóstico veterinario particular, Reyes (2003) reporta en la ciudad de Veracruz, Ver., la frecuencia de infestaciones simples por E. canis en un 2.19% y en forma mixta con B.

canis en un 6.45%.

IV. JUSTIFICACIÓN

Considerando la importancia de la ehrlichiosis canina como una enfermedad mundial emergente de climas templados y tropicales como lo demuestran los reportes de Suto et al. (2001) y de Canabal y Zuznava (2002) y, ante la falta de estudios que permitan determinar su presencia en la población canina de la ciudad de Cardel, Municipio de la Antigua, Veracruz, el presente trabajo pretende aportar información que conlleve a conocer su frecuencia en dicha localidad.

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V. OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Determinar la frecuencia del género Ehrlichia spp. e identificar las principales alteraciones hematológicas asociadas a su presencia en perros domésticos atendidos en consulta privada en la ciudad de Cardel, Municipio de la Antigua, Veracruz.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

a) Determinar la frecuencia de casos positivos a Ehrlichia spp. b) Precisar el índice eritrocítico así como los valores

leucocitarios de las muestras analizadas.

c) Identificar la ausencia o presencia de trombocitopenia en los animales en estudio.

VI. HIPÓTESIS

Considerando las condiciones climatológicas que caracterizan a la ciudad de Cardel, Municipio de la Antigua, Veracruz, las cuales favorecen la presencia de varias especies de garrapatas y que éstas transmiten diversos agentes etiológicos a las pequeñas especies, es probable que la población canina se encuentre afectada por hemoparásitos del género

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VII. MATERIAL Y METODOS

El presente trabajo se realizó durante el periodo marzo – octubre del año 2004 en la ciudad de Cardel, Municipio de la Antigua, Veracruz, la cual limita al norte con el Municipio de Úrsulo Galván, al sur con el río Huitzilapan (La Antigua), al oeste con el Municipio de Puente Nacional y al este con el ejido Nicolás Blanco*.

El tamaño de muestra de la población en estudio, se calculó mediante la fórmula para la estimación de una proporción mencionada por Daniel (2002): n = Z2 * P * (1-P) d2 Donde: n = Tamaño de muestra Z = Nivel de confianza (95%)

P = Prevalencia estimada (5%) (Albornoz, 2002) d = Precisión (5%)

La población canina se seleccionó a través de un muestreo no probabilístico y consistió en 100 animales atendidos en una clínica veterinaria particular ubicada en la ciudad de Cardel; la colección de sangre se realizó, durante la atención médica y con el consentimiento del dueño.

Como criterio de inclusión, se consideró todo aquel animal desde 2 meses de edad en adelante, con presencia de garrapatas adultas al momento de la consulta y no haber sido tratado con tetraciclinas, doxiciclina o dipropinato de imidocarb cuando menos durante el último año, sin importar raza, sexo y motivo de la visita al consultorio médico.

El diagnóstico de la infestación por garrapatas se realizó mediante observación directa de los ixodidos, los cuales se colectaron y colocaron en bolsas herméticas de plástico para su posterior clasificación taxonómica empleando la clave descrita por Mehlorn et al. (1993).

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Para los estudios de hemograma de cada animal se colectaron 3 ml. de sangre de la vena cefálica o safena empleando tubos vacutainer con EDTA; las muestras, se identificaron de manera progresiva con plumón indeleble y se transportaron en una hielera de polieuretano con refrigerantes comerciales hasta su procesamiento en el Laboratorio de Análisis Clínicos Gainza, ubicado en la ciudad de Veracruz, Ver.

Con la finalidad de identificar la presencia de “mórulas” de

Ehrlichia spp en los glóbulos blancos, se colectó sangre capilar de la

oreja con aguja de 1ml. (27 x 13 mm.) y se realizaron frotis delgados conforme a lo descrito por Bush (1999) en el consultorio veterinario. Los frotis se identificaron con el mismo número del tubo vacutainer y se transportaron en una caja de Coplin a la Clínica Hospital Veterinario de la FMVZ para su tinción, empleando la metodología mencionada por Rodríguez y Bolio (2003).

Al momento de la consulta, se realizó al dueño una encuesta directa con preguntas abiertas y cerradas para conocer aspectos relacionados con el manejo y medicina preventiva del perro que pudiesen favorecer la presencia o ausencia de animales positivos a ehrlichiosis canina (ANEXO 1); asimismo, se integró la anamnésis del caso y se elaboró la historia clínica correspondiente.

La información de los estudios de laboratorio así como la recabada de las encuestas e historias clínicas, se capturó en hojas de trabajo de campo y se procesó en una base de datos para su respectivo análisis e interpretación. La frecuencia de animales afectados se obtuvo dividiendo el número de casos positivos entre el total de muestras analizadas multiplicando esta fracción por cien (Thrusfield, 1990).

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VIII. RESULTADOS Y DISCUSION

Durante el estudio, el porcentaje de perros machos y hembras seleccionados por muestreo no probabilístico se presenta en la gráfica 1.

Gráfica 1. Porcentaje de machos y hembras muestreados durante el estudio.

Considerando la variable raza, la población se clasificó en dos grupos: a) perros de raza pura y b) perros criollos. En la gráfica 2, se observa el porcentaje obtenido de cada uno de ellos. Esta agrupación coincide con la realizada por Ortegón et al (2002) quienes también dividen a su población en estudio en dos categorías: razas puras y razas no reconocidas.

Gráfica 2. Total de perros de raza pura y criollos muestreados (%). 58% 42% Machos Hembras 90 10 0 20 40 60 80 100 Puros Criollos %

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Dentro del grupo de animales puros se identificaron 16 razas, Poodle (52/90), Cocker Spaniel (10/90) y el resto (28/90), correspondieron a las razas Pastor Alemán, Bull Terrier Americano, Maltés, Bóxer, Doberman Pinscher, Schnauzer estandar, Chihuahua, Labrador Retriever, Pug, Fox Terrier de pelo liso, Basset-Hound, Rottweiler, Antiguo Pastor Inglés y Malamute de Alaska.

La población en estudio se clasificó por edad en 4 grupos: a) 2 meses a <1 año; b) 1 a <4 años; c) 4 a <9 años; d) >9 años. En la gráfica 3, se aprecia el total de animales que integraron cada uno de ellos, y se observa que la mayor cantidad de animales muestreados fueron jóvenes (49%) y cachorros (28%).

% de los grupos por edades

28% 49% 19% 4% 2 meses a <1 año 1 a <4 años 4 a <9 años >9 años

Gráfica 3. Total de animales muestreados por grupo de edad (%)

En lo concerniente a la identificación de garrapatas, el 100% de los casos se clasificó como R. sanguineus considerando los principales aspectos morfológicos que permiten su diferenciación de otras especies de ixodidos; esto, coincide con lo reportado por Mathew et al (1996), quienes en su trabajo de investigación, también la encuentran con una alta frecuencia en los perros muestreados.

Derivado del análisis de la información obtenida a través de las encuestas, se observa que el 58% de los perros deambulan por la calle solos y el 40% sale junto con su dueño.

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Es importante señalar, que más de la mitad de los dueños mencionaron haber notado la presencia de garrapatas en sus animales después de sus respectivos paseos. En este sentido, y para el control de esta ectoparasitosis, las personas utilizan con mayor frecuencia el baño con productos ixodicidas 46% (Flumetrina ó Amitraz), baño con jabón garrapaticida 30% Piretrinas ó Cipermetrina), y aplicación tópica ectoparasiticida 19% Fipronil, Flumetrina ó Permitrina) y el collar preventivo contra este tipo de artrópodo 5% Amitraz ó Diazinon).

En relación a la frecuencia en que los dueños aplican el baño garrapaticida, se encontró que el 23% de las personas lo hace cada 7 días, el 29% lo lleva a cabo cada 14 días y el 48% lo efectúa con un intervalo igual o mayor a 21 días. Asimismo, el 38% de las personas encuestadas ha notado la presencia de garrapatas en su casa y el 76% de éstas, no han podido controlar esta problemática. Esto puede explicase, al considerar varios aspectos dentro del ciclo biológico de R.

sanguineus el cual, requiere del contacto con tres hospederos y, en

condiciones favorables, se desarrolla en 63 días por lo que en áreas tropicales se pueden tener varias generaciones en un año (Quiroz, 2002). Por otra parte, las hembras llegan a poner aproximadamente hasta 4000 huevos por ovoposición en el suelo; además, los tiempos de nutrición de las larvas, ninfas y hembras adultas sobre el perro duran en promedio 6 días para posteriormente, descender del hospedero y continuar su ciclo en el piso. Aunado a esto, la supervivencia en el medio ambiente de las diferentes fases evolutivas de la garrapata sin alimentarse, es superior a los 6 meses (Soulsby, 1987). Lo anterior, favorece la presencia constante de la garrapata en el entorno de la población canina.

Al analizar la frecuencia de la aplicación del baño garrapaticida, se observa que el 77% de las personas lo hace con un período mayor a los 7 días, situación que propicia un mal control del ectoparásito debido a que los baños deben realizarse al menos cada semana, para cortar las diferentes ecdisis ó mudas de la garrapata al considerar los tiempos de alimentación de cada fase evolutiva sobre el hospedero (Soulsby, 1987; Georgi y Georgi, 1994).

La interpretación de los resultados de los hemogramas, permitió identificar varios trastornos de importancia clínico-patológica; en este sentido, destacan la presencia de diferentes tipos de anemia y trombocitopenia.

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En lo concerniente a casos de anemia, en la gráfica 4 se presentan los porcentajes obtenidos durante el estudio, y se observa que la cantidad de animales anémicos representa el doble de la población no anémica. 69 31 0 10 20 30 40 50 60 70 80

Anemias Sin anemia

%

Gráfica 4. Porcentaje de la obtención de muestras de animales con y sin anemia

Estos resultados no coinciden con lo reportado por Dagnone et al. (2003), quienes en un estudio sobre ehrlichiosis canina realizado en 129 perros, encuentran una mayor población (86%) de animales no anémicos.

Con base en el Indice eritrocítico citado por Benjamín (1991) y por Bush (1999), las anemias se clasificaron por el Volumen Corpuscular Medio (VCM) en microcítica, normocítica y macrocítica y, por la Concentración Media de Hemoglobina Corpuscular (CMHC) en hipocrómica, normocrómica e hipercómica (tabla 1).

Tabla 1. Clasificación y porcentaje de los tipos de anemias encontrados en la población de estudio en base al Índice eritrocítico

Índice

eritrocítico Hipocrómica Normocrómica Hipercrómica

Microcítica 5% 4% 1%

Normocítica 24% 15% 4%

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Como se observa en la tabla anterior, los tipos de anemia más frecuentes fueron la normocítica hipocrómica y la normocítica normocrómica. La primera, se puede deber a una deficiencia de hierro o bien, a una deficiencia o pérdida de proteínas como lo mencionan Meyer y Harvey (1999).

La anemia normocítica normocrómica generalmente se presenta como consecuencia de hemorragia, hemólisis ó de infecciones bacterianas, rickettsiales, virales y/o parasitarias; además, es factible encontrarla al inicio de la deficiencia de hierro ó de vitamina B12, en inflamaciones e infecciones crónicas, neoplasias malignas y en insuficiencia renal crónica, entre otras causas (Bush, 1999; Meyer y Harvey, 1999).

Por otra parte, en el 63% de las muestras de sangre analizadas se encontró trombocitopenia (gráfica 5).

63 37 0 10 20 30 40 50 60 70 Casos analizados % Trombocitopenia Sin trombocitopenia

Gráfica 5. Frecuencia de casos de trombocitopenia en la población canina estudiada (%)

El elevado número de animales con este trastorno podría explicarse al considerar que la trombocitopenia es el resultado de eventos multifactoriales como infecciones bacterianas, parasitarias, rickettsiales y virales en las cuales, se ve incrementada la destrucción o la utilización de plaquetas en el animal (Bush, 1999; Nelson et al., 2000); además, la intoxicación con algunos compuestos químicos presentes en raticidas, hemorragias severas ó casos de esplenomegalia, también pueden propiciar la pérdida o secuestro plaquetario (Meyer y Harvey, 1999).

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El tipo de servicio por el cual se visitó a la clínica veterinaria y que permitió la colección de muestras se presenta en la gráfica 6; en ella, se aprecia que el 60% de los animales asistió por concepto de estética (peluquería y baño) en relación con la consulta privada. Destaca también el hecho de la baja frecuencia (8%) de visita por aspectos de medicina preventiva (desparasitación y vacunación).

44 4 27 16 4 5 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 Servicio % Peluqueria Desparasitación Consulta Baño Vacunación Cirugía

Gráfica 6. Porcentaje de animales muestreados de acuerdo al servicio proporcionado en el consultorio veterinario

Por su localidad de origen, la mayor parte de la población estudiada provino de la ciudad de Cardel; sin embargo, también se identificaron algunos animales procedentes de comunidades vecinas como Zempoala, Úrsulo Galván, El Farallón, Playa Oriente, San Pancho, El Salmoral, La Antigua y Chichicaxtle (gráfica 7).

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Gráfica 7. Cantidad y porcentaje de perros muestreados de acuerdo a la comunidad de origen

El presente trabajo permitió identificar mediante la observación de mórulas en glóbulos blancos, un 5% de animales positivos a Ehrlichia

spp. durante el período de estudio. La frecuencia obtenida es mucho

menor a las reportadas por Romano et al. 1998 (93.3%) en Mexicali, Baja California; Nuñez 2003 (37.9%) en el estado de Veracruz; Beugnet

et al. 2002 (36.2%) en Inglaterra; Batmaz et al. 2001 (20.7%) en

Turquía; sin embargo, coincide con la publicada por Albornoz 2002 (5%) en Mérida, Yuc., posiblemente debido a la semejanza en las condiciones climatológicas entre ambas entidades, las cuales permiten el desarrollo del ciclo biológico del vector, y es mayor a la citada por Reyes 2003 (2.1%) en la zona conurbada Veracruz – Boca del Río, Ver.

Considerando la variable sexo en los animales positivos, el 6.9% (4/58) fue machos y el 2.4% (1/42) hembras, situación que también reporta Nuñez (2003) pero a nivel nacional, donde encuentra que el 57% de los 793 perros seropositivos a E. canis, eran machos; sin embargo, Adrianzén et al. (2003) en un trabajo realizado en tres distritos de la ciudad de Lima, Perú en 140 perros, mencionan que las hembras estadísticamente, tienen mayor probabilidad de infectarse.

Al analizar la información de los dos grupos raciales, se observa que el 4.4% (4/90) de los animales de raza pura fue positivo a Ehrlichia

spp. y el 10% (1/10) de los criollos se encontró afectado. Como se

observa en la tabla 2, el 40% de los animales positivos correspondió a la raza Poodle. 62 6 15 7 10 0 10 20 30 40 50 60 70

Cardel Farallón Zempoala Galván Otros Com unidade s

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Al comparar esta variable con otros estudios, destaca la similitud de los resultados obtenidos con los encontrados por Reyes (2003), Shaw e Irwin, (2001), Inokuma et al. (1999) y Green (1998) quienes reportan a los perros de talla mediana y a las razas Pastor Alemán, Doberman pinscher y Criollo como las más susceptibles.

De acuerdo al grupo de edad, los animales positivos se encontraron entre los 2 meses y <4 años (tabla 3). Resultados semejantes obtienen Rodríguez-Vivas et al (2005), quienes reportan que los animales de mayor susceptibilidad a la infección se encuentra entre los 2 y los 4 años (OR=6.77); asimismo, Reyes (2003) en su investigación hace referencia que, perros jóvenes (1-3 años) son los más afectados por ehrlichiosis canina.

Sin embargo, para Inokuma et al. (1999) y Botros et al. (1995), no existe asociación ni en sexo ni en edad, en animales afectados por ehrlichiosis canina.

Tabla 2. Frecuencia de animales positivos por tipos de raza

Raza Cantidad de animales Frecuencia (%)

Poodle 52 2

Pastor Alemán 5 1

Doberman pinscher 4 1

Otras razas puras 29 -

Criollo 10 1

Total 100 5

Tabla 3. Frecuencia de casos positivos a Ehrlichia spp por grupo de edad

Edad (años) Número de animales Frecuencia (%)

2 meses - <1 28 2

1 – <4 49 3

4 – <9 19 -

> 9 4 -

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Al analizar las encuestas, se aprecia que tres de los animales positivos son paseados por sus dueños de manera cotidiana, y los otros dos aunque no salen con el dueño, se encontraron con garrapatas debido a la libertad de entrar y salir de casa en cualquier momento. Este manejo ratifica lo citado por Adrianzén et al. (2003), quienes mencionan que los animales que permanecen más tiempo fuera del hogar, tienen mayor riesgo de adquirir infestaciones por ectoparásitos y por ende, enfermedades transmitidas por estos.

En lo que concierne al control de garrapatas en los animales positivos, el 60% (4/5) es tratado con baños garrapaticidas siendo la frecuencia de éstos en el 100% de los casos superior a los 14 días. En este sentido, cabe señalar que en el 80% de los animales afectados (4/5) el período entre cada baño fue mayor a los 21 días.

Los resultados hematológicos en todos los animales afectados denotaron la existencia de anemia y trombocitopenia. Los tipos de anemia identificados fueron normocítica hipocrómica (40%), normocítica normocrómica (40%) y macrocítica hipocrómica (20%).

Las anemias normocíticas de tipo hipocrómico y normocrómico detectadas en los animales positivos, se pueden asociar con la patogenia de la ehrlichiosis canina, la cual se sustenta fundamentalmente en lesiones de tipo vascular hemorrágico como lo cita Green (1998), las cuales en algunos casos, ocasionan alteraciones en las fracciones proteicas especialmente hipoalbuminemia, y llegan a producir edema, ascitis e hidrotórax (Benjamín, 1991). Este trastorno, se observó en uno de los animales positivos, el cual presentó un cuadro de edema severo en miembros anteriores y posteriores, siendo más marcado en estos últimos.

La anemia macrocítica hipocrómica se presenta en casos de hemorragias, hemólisis y deficiencia de piruvato kinasa (Davidson et al., 2000). En este sentido, este hallazgo es factible ya que al animal que presentó este tipo de anemia al momento de la inspección clínica, se le observaron lesiones macroscópicas de tipo hemorrágico petequial difusa en abdomen e ingles.

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Como se observa en la tabla 4, el 80% de los animales positivos a

Ehrlichia spp. presentaron trombocitopenia al considerar que el valor

normal plaquetario en perros oscila entre 160,000 – 430,000 trombocitos por mm, como lo cita Meyer y Harvey (1999).

Tabla 4. Valores plaquetarios identificados en los animales positivos a Ehrlichia spp.

No. caso Trombocitos (en miles/mm³)

02 55 10 226 14* 24 44* 62 94* 139

* con signología clínica al momento del muestreo

En el caso específico de las infecciones rickettsiales, éstas pueden ocasionar una importante disminución de los recuentos plaquetarios debido a que propician hipoplasia en médula ósea (Meyer y Harvey, 1999; Skotarczak, 2003). La marcada trombocitopenia encontrada en cuatro animales, coincide con los trabajos reportados por Rodríguez-Vivas et al. (2005), Bulla et al. (2004), Dagnone et al. (2003) y Harrus

et al. (1997), quienes en sus respectivas investigaciones, también

encuentran esta alteración hemática como un evento asociado a la presentación de la enfermedad.

Como se aprecia en la tabla 4, uno de los perros afectados no presentó trombocitopenia. Lo anterior, puede explicarse al considerar lo mencionado Meyer y Harvey (1999), quienes precisan que el género

Ehrlichia spp. causa dicha alteración plaquetaria en la fase aguda de la

infección, con una hipoproducción de trombocitos durante la fase crónica grave; sin embargo, también refieren que la trombocitopenia, es de presentación cíclica durante el desarrollo de la enfermedad.

Otro hallazgo hematológico identificado fue la presencia de monocitosis en tres de los cinco casos positivos; esta situación, es similar a la mencionado por Harrus et al. (1997), quienes en un estudio realizado en cinco perros naturalmente infectados con E. canis, también la observan. La monocitosis puede presentarse en procesos inflamatorios agudos y en enfermedades crónicas (Bush, 1999; Meyer y Harvey, 1999). En la ehrlichiosis canina, ambas fases pueden estar

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presentes durante el desarrollo de la enfermedad; ante esto, los animales identificados con ella, es probable que se encontraran en una o en otra etapa de la misma.

Como lo menciona Skotarczak (2003), la enfermedad se puede presentar en tres fases:

a) Aguda: la cual, comienza entre una y tres semanas post-infección y se caracteriza por fiebre, depresión, anorexia y pérdida de peso. El diagnóstico de laboratorio indica

trombocitopenia, leucopenia, anemia e hipergammaglobulinemia.

b) Subclínica: continúa de la anterior, con un curso de uno a cuatro meses sin signos clínicos evidentes, pero con ligera trombocitopenia.

c) Crónica: caracterizada por hemorragias, epistaxis y edema. Los hallazgos de laboratorio son semejantes a los de la fase aguda.

Considerando la clasificación anterior, la monocitosis encontrada en dos de los animales positivos puede estar asociada a eventos crónicos de la enfermedad, dado que éstos presentaban la signología clínica característica de esta etapa al momento del muestreo. El otro caso, correspondió a un animal en fase aguda o subclínica ya que, además de este trastorno hematológico, presentaba neutropenia con desviación a la izquierda, alteraciones asociadas con procesos infecciosos en desarrollo (Meyer y Harvey, 1999).

De acuerdo al servicio por el cual los animales positivos se presentaron al consultorio, el 20% de ellos se identificó por estética canina y el 80% por consulta médica. Dentro de este último rubro, tres animales manifestaron signos clínicos asociados a ehrlichiosis canina como petequias en abdomen, axilas e ingles, así como edema en miembros anteriores y posteriores; el resto, se identificaron como asintomáticos (tabla 4).

En este sentido y en base a la clasificación de Skotarczak (2003), tres de los animales positivos se encontraban en fase crónica y dos en etapa subclínica.

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Los animales positivos procedieron de la ciudad de Cardel (40%), Chichicaxtle (20%), Úrsulo Galván (20%) y Playa Oriente (20%). Todas estas comunidades se caracterizan por tener un clima tropical húmedo, el cual propicia la existencia y reproducción de R. sanguineus.

Los resultados derivados del estudio hematológico realizado mediante la técnica de frotis sanguíneo, permitieron además, la identificación de Babesia canis (B. canis) (5%) en infección simple bajo un cuadro asintomático en tres machos y dos hembras.

Al considerar el grupo de edad, cuatro de los animales con babesiosis canina, se encontraron en el rango de 1 - 4 años y el otro era menor de uno.

Entre los principales hallazgos hematológicos detectados en estos animales, destacan la anemia y trombocitopenia en cuatro casos.

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IX. CONCLUSIÓN

El presente trabajo permitió identificar mediante frotis sanguíneo un 5% de perros afectados con Ehrlichia spp en la ciudad de Cardel, Municipio de la Antigua, Veracruz.

El análisis hematológico en los animales afectados determinó la presencia de monocitosis, trombocitopenia y anemias de tipo normocítica hipocrómica, normocítica normocrómica y macrocítica hipocrómica, como hallazgos observacionales de laboratorio asociados a la presentación de la enfermedad. Como resultado de la clasificación taxonómica, el 100% de las garrapatas correspondió a R. sanguineus.

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X. BIBLIOGRAFÍA

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A N E X O I

Encuesta para conocer posibles factores asociados a la presencia de ehrlichiosis canina en la ciudad de Cardel, Municipio de la Antigua, Veracruz.

Caso: ____ Nombre del dueño _____________________________________

Dirección ________________________________ Tel. __________ Nombre del perro __________________

Raza ___________ Edad ____________ Sexo __________

1. ¿En que parte de la casa habita el perro?:

Jardín _____ patio ________ adentro _____ otro _____ 2. ¿Acostumbra pasear al perro?:

Si _____ No_______ 3. ¿Por donde pasea al perro?:

Banqueta ______ parque _______ lote baldío ______ otro _____ 4. ¿El perro sale a pasear sólo?:

Si _____ No _______

5. ¿Ha notado la presencia de garrapatas en el perro después de los paseos?

(29)

28

6. ¿Desde hace cuanto tiempo ha notado la presencia de garrapatas en el perro?

Menos de 1 semana ______ Entre 1 y 2 semanas _________ Entre 2 y 3 semanas ______ Más de 3 semanas __________

7. ¿Como controla la presencia de garrapatas en el perro? Baño _____ collar _____ jabón ______ otro ______

8. ¿Cada que tiempo baña al perro contra las garrapatas?

7 días ____ 14 días _____ 21 días_____ más de 21 días _____

9. ¿Sabe usted si el perro ha padecido alguna enfermedad causada por parásitos en sangre?

Si ______ No _____ ¿cuál? __________

10. ¿Hace cuanto tiempo el perro presentó la enfermedad?

11. ¿Ha notado presencia de garrapatas en su casa? Si______ No_____

12. ¿Ha podido controlar el problema? Si______ No_____

13. ¿Tiene en casa algún otro perro con garrapatas? Si ______ No _____

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