LA ACREDITACIÓN DE MAESTRÍAS Y LA CALIDAD
DEL POSGRADO
ACCREDITATION OF MASTERS DEGREE AND
QUALITY OF POSTGRADUATE PROGRAMS
Recibido: noviembre/2015 Publicado: febrero/2016
Dra.C. Esther María Suros Reyes
Junta de Acreditación Nacional; Asesora de la Dirección de Evaluación. MES, Profesora Titular e-mail: suros@mes.gob.cu
Lic. Carlos Enrique Lezcano Neyra
Profesor asistente. Universidad Nacional Agraria de La Habana
Resumen
El mejoramiento de la calidad de la educación superior cubana es sin duda un gran compromiso de todos los actores involucrados en el quehacer universitario. El presente trabajo refleja un análisis durante realizado durante 14 años de la aplicación del Sistema de Evaluación y Acreditación de programas de Maestrías (SEA-M), tomando como base el conjunto de estándares definidos en el Patrón de Calidad. Se detallan los documentos básicos del Sistema como elemento de desarrollo nacional. En toda esta etapa se han estudiado y analizado aquellos aspectos que constituyen las principales debilidades reflejadas en los procesos de evaluación externa, lo que sin lugar a dudas ha contribuido a ir fortaleciendo el SEA-M y a dirigir mejor el trabajo por la gestión de la calidad en la asesoría y preparación de los recursos humanos.
Palabras claves: calidad, evaluación, aseguramiento de la calidad, excelencia, estándares y
Abstract
Improving the quality of higher education in Cuba is certainly a great commitment of all actors involved in university life. This work reflects an analysis for 14 years from the application of System Assessment and Accreditation of Masters programs (SEA- M) based on the set of standards defined in the Quality Standard. The basic documents detailing System as an element of national development. Throughout this stage we have been studied and analyzed those aspects which are the main reflected weaknesses in external evaluation processes, which undoubtedly helped to go to strengthen the SEA- M and directing the work for quality management in counseling and preparation of human resources.
Keywords: quality assessment, quality assurance, excellence, standards and accreditation.
INTRODUCCIÓN
La calidad de la educación superior es un concepto multidimensional que comprende todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, dotación de personal, alumnos, infraestructura y entorno académico. Ha de prestarse especial atención al progreso de los conocimientos mediante la investigación. La UNESCO, en su Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI, afirma que en el contexto económico cambiante, donde la aparición de nuevos modelos de producción basados en la información como principal factor impulsor de las sociedades, se requiere una renovación de los vínculos entre la educación superior, el trabajo productivo y los sectores científicos tecnológicos del conjunto social, a fin de crear juntos esquemas de desarrollo y bienestar para las mayorías. Sobre la base de estas exigencias “las funciones de la universidad adquieren también una nueva dimensión frente a la revolución sociocientífica, provocada por el papel central de la ciencia en la sociedad postindustrial”.
Dicha dimensión proviene de la necesidad de llevar el conocimiento a todas las esferas de la sociedad, de actualizar el conocimiento debido al vertiginoso avance del desarrollo social y a la aplicación de dicho conocimiento como parte de una estrategia de desarrollo nacional en los países menos favorecidos.
El interés mundial por mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en las instituciones de educación superior se ha generalizado, lo que ha generado un notable interés por implementar mecanismos reguladores que garanticen mantener y mejorar los niveles de calidad alcanzados.
En el medio universitario se viene discutiendo la necesidad de evaluar la calidad de aquello que la universidad hace y la pertinencia de ese hacer para la sociedad. Por lo que el grado de desarrollo alcanzado por la Educación Superior cubana y su inserción cada vez mayor en el contexto internacional aconsejaron crear y desarrollar el Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA), mediante la Resolución Ministerial No. 150/99, dictada por el Ministro de Educación Superior y Presidente de la Junta de Acreditación Nacional, como único sistema autorizado para acreditar los programas e instituciones de la educación superior en Cuba.
El mejoramiento continuo, la evaluación y la acreditación de la calidad son tareas complejas que involucran a muchos actores-profesores y tutores, comités académicos, consejos científicos, comisiones de posgrado de diferentes niveles, todas las instituciones de educación superior, las Entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación (ECTI), autorizadas para el posgrado académico, la Comisión Asesora para la Educación de Posgrado, la Junta de Acreditación Nacional, el Ministerio de Educación Superior, las entidades empleadoras de los estudiantes, en fin, la sociedad. De ahí que estos procesos se tornan más efectivos cuando se logra que todas las personas y órganos vinculados al posgrado compartan ideales de calidad semejantes y que los estándares para evaluarla se conviertan en conciencia común que motive y autorregule sus conductas.
DESARROLLO
Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías
El diseño de un programa de maestría tiene su base conceptual y metodológica en los lineamientos establecidos en el Reglamento de Educación de Posgrado de la República de Cuba y en el Patrón de Calidad de programas de Maestrías. La maestría es un proceso de formación posgraduada que proporciona a los graduados universitarios una amplia cultura científica y conocimientos avanzados en las áreas correspondientes del saber; una mayor capacidad para la actividad docente, científica, la innovación o la
creación artística, en correspondencia con las necesidades del desarrollo económico, social y cultural del país.
El papel de las universidades y muy específicamente del sistema de educación superior alcanza una responsabilidad ante la sociedad en su conjunto, ya que esta última exige a la universidad producir, entre otras cosas, conocimiento científico socialmente válido, capaz de generar soluciones creativas en las múltiples áreas del quehacer social. Desde su inicio, la universidad ha sido consciente de sus responsabilidades como institución educativa que busca el perfeccionamiento de sus funciones. Ante la necesidad de conjugar lo habitual y lo novedoso, la docencia y la investigación, la extensión cultural y los servicios, lo local y lo mundial y la gestión con la totalidad de sus actividades, se sitúan la evaluación y la acreditación como procesos que superan sus propias definiciones y las fronteras de los países.
El Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías (SEA-M, Instrucción Ministerial No. 1/1999) se implantó oficialmente en toda la educación superior cubana al desarrollarse y consolidarse la Maestría como una figura de posgrado académico con reconocimiento internacional.
En Cuba, por ejemplo, la concepción más general que sustentan los sistemas de evaluación y acreditación es que la autoevaluación, la evaluación externa y la
acreditación constituyen etapas de un sistema integral que se reconoce como la
gestión para el mejoramiento continuo de la calidad de la educación superior y de certificación pública de niveles de calidad: nacional e internacional.
La autoevaluación es el proceso de estudio de una institución o de una de sus partes,
tales como una facultad, un departamento, una unidad de servicio, un centro de estudio, un programa u otra entidad, organizado y conducido por sus propios actores, a la luz de un conjunto aceptado de estándares de desempeño. Se caracteriza por ser participativa, transparente, reflexiva y ética. Da lugar a un informe escrito sobre el funcionamiento de los procesos de la entidad, los recursos y los resultados. Su producto principal es el plan de mejoramiento y la elevación de la cultura de la calidad.
La evaluación externa es un proceso que se realiza por personas o agentes externos
a la institución o programa que se evalúa y que no poseen vínculo o están implicados en alguna de las actividades habituales derivadas del quehacer institucional o desarrollo del programa. Se basa en el informe de autoevaluación, en el correspondiente plan de
mejoramiento; así como en las evidencias que permiten constatar los resultados del informe. Es un proceso integral, orientado a la determinación del estado, el funcionamiento y la proyección del programa o institución en correspondencia con lo predeterminado, a la obtención de nuevos conocimientos sobre el objeto que se evalúa para emitir juicios que contribuyen a fortalecer el proceso y a corregir las debilidades.
La acreditación de la calidad es el proceso mediante el cual se reconoce (o certifica)
la calidad de una entidad, sobre la base de la evaluación realizada respecto al cumplimiento de los estándares y criterios de calidad establecidos previamente por el organismo acreditador. Se basa en un conjunto de principios identificados como buenas prácticas en la comunidad internacional vinculada a este tema, aunque la diversidad de modelos de acreditación es extensa.
Documentos básicos del Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías
Los documentos básicos del Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías de la República de Cuba son: el Patrón de Calidad, la Guía de Evaluación y el Reglamento de Evaluación.
El Patrón de Calidad constituye la descripción de un conjunto de cualidades del objeto de estudio o estándares que han sido previamente establecidos para un programa o institución de educación superior. En correspondencia con el nivel de desarrollo educacional en el país, la experiencia cubana y el alto grado de exigencia que siempre han caracterizado a los procesos evaluativos y de acuerdo asimismo con la teoría y la práctica internacional en materia de evaluación y acreditación, estos estándares deberán ser satisfechos para garantizar la acreditación de un programa o institución de nivel superior. El Patrón se identifica con un modelo ideal al cual debe aproximarse la calidad del objeto evaluado. Constituye el referente por el cual se realizan evaluaciones periódicas; es el deber ser de las cualidades óptimas de ese objeto.
Para determinar en qué medida un programa satisface los estándares de calidad correspondientes, se establecen seis variables:
Pertinencia social.
Tradición de la institución y colaboración interinstitucional.
Profesores y tutores.
Estudiantes.
Currículo.
La Guía de Evaluación es el instrumento evaluador y el eje central del proceso de evaluación. Contiene las variables e indicadores preestablecidos a partir de los estándares identificados en el Patrón de Calidad, los cuales deben ser respetados obligatoriamente por todos los actores de los procesos de evaluación. Concebida en el Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA) para cada sistema se compone de Variables, Indicadores y Criterios de Medición. Resulta en la práctica un instrumento evaluativo multipropósito al utilizarse tanto para la autoevaluación como para la evaluación externa.
Las Variables se definen para determinar en qué medida un programa satisface los estándares de calidad correspondientes. Son características o atributos que pueden tomar diferentes valores o expresarse en categorías.
En términos generales, un Indicador es un conjunto organizado de datos procesados que constituyen un mensaje sobre determinado ente o fenómeno. Proporciona significado o sentido a las cosas y su uso racional es la base del conocimiento, facilitando la solución de problemas y la toma de decisiones.
En el caso de la educación superior, los indicadores en la Guía de evaluación constituyen el referente de cualquiera de los aspectos de un factor de calidad que se aplica a una institución. Permiten medir el grado de ajuste a los criterios de calidad. Una variable tiene varios indicadores, que pueden ser cuantitativos (medibles numéricamente) o cualitativos. Cualquier criterio cuantitativo puede implicar también el análisis cualitativo de su significado y relevancia. A los efectos del SUPRA, son desafiantes.
Los Criterios de evaluación expresan las relaciones más importantes que se establecen dentro del indicador y sirven de referencia y acercamiento a la verdad sobre algo, lo que va a permitir la apreciación y la formulación del juicio, al momento del análisis integrador.
El Reglamento de Evaluación ampara los procedimientos que la Junta de Acreditación Nacional acuerda para cada uno de los sistemas de evaluación y acreditación y forma parte del marco legal del SUPRA. Se norman y regulan las
distintas etapas del proceso y se definen las distintas categorías de acreditación para cada programa o institución. Se describen los atributos de cada una.
En el Reglamento de Evaluación se definen las cuatro categorías de acreditación del sistema: Programa Autorizado, Programa Avalado, Programa Certificado y Programa de Excelencia.
Se describen los atributos de cada una, según el grado de cumplimiento de los estándares de calidad definidos en el Patrón. Se detallan las etapas organizativas para la realización de los procesos de evaluación; así como las fuentes que pueden proporcionar información relevante sobre la calidad de los programas
Además de contar con los tres componentes antes mencionados, se ha elaborado un Manual de Implementación que constituye un instrumento de apoyo y orientación para los evaluadores externos y donde se actualizan periódicamente los procederes evaluativos para la obtención de información relevante por todas las vías adecuadas (entrevistas, debates grupales, visitas a instalaciones, a actividades docentes, encuestas, comprobación de conocimientos, revisión documental y otras), el formato de los modelos e informes necesarios, la propuesta de programa para la evaluación externa y otras informaciones necesarias para la buena marcha de los procesos.
La evaluación y acreditación
La evaluación y la acreditación son reconocidas mundialmente como procesos idóneos para mejorar la calidad del sistema de educación universitaria.
Entre los aspectos esenciales se destacan:
La evaluación entendida como la adopción de criterios de calidad, procedimientos e instrumentos, a fin de valorar el logro de objetivos bajo estándares internacionales.
La evaluación bajo estándares internacionales, está destinada a garantizar la calidad y proporcionar credibilidad respecto al proceso educativo y sus resultados. La acreditación implica una búsqueda de prestigio y reconocimiento social a nivel
nacional e internacional.
De manera general los propósitos de los sistemas de evaluación coinciden y en este sentido sobresalen:
El fomento de una cultura de calidad entre los actores de posgrado y directivos en general.
El mejoramiento continuo de la calidad de los programas de posgrado.
La certificación de los niveles de calidad de los programas a partir de estándares establecidos.
El aseguramiento de la formación de recursos humanos de alto nivel que impulsen el desarrollo científico tecnológico.
Es muy importante que todo programa aprobado muestre un progreso hacia su perfeccionamiento, incluso aquellos que hayan alcanzado niveles de excelencia.
Algunas de los postulados que saltan a la vista son los siguientes:
Los procesos de acreditación estimulan, entre otros, la gestión de la calidad del posgrado.
Se debe concebir la acreditación como una fase del proceso de mejoramiento creciente y continuo y no como fase concluyente.
Se reconoce la autoevaluación como una de las acciones más importantes en el proceso de mejora continua del posgrado
La difusión de los resultados de la evaluación externa permite la socialización de los resultados, fortalece el concepto de transparencia y puede constituir modelos de referencia.
La importancia de trabajar con fuerza en la meta evaluación.
Por lo que en los últimos años se identificaron como principales deficiencias las siguientes:
La autoevaluación no se realiza en la etapa en que realmente cumple sus objetivos y por lo tanto no siempre constituye un instrumento básico para elevar la calidad.
No existe un instrumento que permita evaluar el impacto del programa.
Limitado acceso a información disponible en las redes y a la literatura especializada.
No disponibilidad de laboratorios adecuados, etc.
Poco monitoreo de los egresados del programa de maestría, lo cual puede constituir una retroalimentación al programa.
Aun se detectan deficiencias en el control de la documentación que pudiesen propiciar la ocurrencia de ilegalidades .
Se presentan dificultades con la actualización del currículo de los profesores de otras instituciones nacionales o de otras áreas de la propia institución que participan en el programa.
No siempre el programa está debidamente actualizado. Documentación indispensable incompleta.
No se fomenta la participación de los maestrantes en conferencias y seminarios que impartan especialistas extranjeros en la universidad o en centros con los que se tenga convenio de cooperación.
La pérdida de las categorías de acreditación por no contar con una adecuada estrategia que permita darle seguimiento a los procesos de autoevaluación y con ello asegurar el cumplimiento de los planes de mejora.
Lo anterior se basa en la experiencia de 326 programas evaluados y 195 acreditados, tabla 1 (Anexo 1) de instituciones de educación superior y Organismos de la Administración Central del Estado (OACE); todos estos procesos realizados por expertos en el área del conocimiento del programa y con la conducción metodológica del Comité Técnico Evaluador. Asimismo se han desarrollo varios talleres con especialistas en la materia, tomando como base los estudios de caso.
Además, es bueno destacar que han sido evaluados por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado (AUIP) once programas de maestría que han tenido excelentes resultados. Todo esto demuestra de manera fehaciente la pertinencia del Sistema de evaluación y acreditación de maestrías (SEA-M):
Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (2)
Universidad de La Habana (3)
Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (2)
Universidad de Oriente (1)
Mención de Honor: (2) Universidad de La Habana e Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría
CONCLUSIONES
La mejora continua de la calidad de la educación superior cubana y la certificación nacional e internacional de un nivel de calidad para las instituciones y programas se desarrolla en correspondencia con la visión, la misión y el encargo social de las universidades, lo que exige el mejoramiento y el desarrollo continuo de los recursos humanos ante los nuevos compromisos que establecen con la sociedad, de modo que sus fortalezas aprovechen las oportunidades, eliminen las debilidades y regulen las amenazas. Es ya una convicción que la universidad existe, en lo fundamental, para resolver necesidades educativas que tenga en cada momento la sociedad, independientemente de sus complejidades, demostrando así también su impacto y pertinencia.
En este contexto, conceptos tales como calidad, evaluación, aseguramiento de la calidad, excelencia, estándares y acreditación, de mucha vigencia en los últimos años, no siempre parecen ser manejados aún con suficiente claridad lo, cual se evidencia en la práctica cotidiana.
La calidad en la educación tiene relación directa con el nivel de vida de la sociedad y es la base de su desarrollo científico y tecnológico y por tanto, tiene uno de los roles más importantes frente a la sociedad.
El Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías ha constituido un factor muy importante en la estimulación y control del perfeccionamiento continuo y la calidad de los programas de maestría. En toda esta etapa se han estudiado y analizado aquellos aspectos que constituyen las deficiencias más frecuentes, lo que ha contribuido a ir fortaleciendo el SEA-M y a dirigir el trabajo por la gestión de la calidad en la asesoría y preparación de los recursos humanos.
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Tabla 1. Cantidad de programas de Maestrías con categorías vigentes en el 2015
Fuente: Elaboración propia, 2015. 9 42 18 4 7 5 23 2 4 14 4 5 2 9 1 1 4 1 5 2 21 10 1