• No se han encontrado resultados

MEDICINA TRADICIONAL EN MESOAMÉRICA

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "MEDICINA TRADICIONAL EN MESOAMÉRICA"

Copied!
15
0
0

Texto completo

(1)

MEDICINA TRADICIONAL EN MESOAMÉRICA

El término Mesoamérica fue creado por Paul Kirchoff en 1943 para designar el territorio comprendido entre los paralelos 17 y 22 de latitud norte, entre las ciudades de La Quemada (México) y Copán (Honduras). Cuando se habla de Cultura Mesoamericana, estamos hablando de un mosaico de lenguas y etnias presentes durante la época prehispánica conformada por numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de esta región geográfica.

Entre las más estudiadas figuran principalmente la Azteca o Mexica, Maya, Tolteca, Olmeca, Teotihuacana, Zapoteca, Mixteca, Chichimeca, Totonaca y Tarasca. A pesar que la mayor concentración de estudios se direccionó hacia estas importantes culturas (en especial Maya y Azteca), Mesoamérica fue escenario de muchos otros pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.

Los pueblos primitivos de Mesoamérica se establecieron durante el llamado "Periodo Preclásico", el cual abarca desde el 1.500 a.C. (cuando comenzaron a desarrollarse las primeras aldeas agrícolas), hasta el año 200 d.C., tiempo en el cual se consolidaron civilizaciones como la Olmeca, Mixteca y Zapoteca. El “Período Clásico” abarcó entre los años 300 y 900 d.C. y finalmente el “Periodo Posclásico” se extendió del 900 hasta la llegada de los españoles a esta región (siglo XVI).

Durante el Preclásico se formaron primitivas comunidades neolíticas, que utilizaron como herramientas la madera, las fibras vegetales, la obsidiana, el barro y el pedernal, a la vez que conocieron como elaborar trampas, soportes, perforadores, cuchillos, etc. Rendían culto a sus muertos y creían en “un más allá”.

Con el transcurrir del tiempo, algunas aldeas se transformaron en ciudades y centros ceremoniales como fue el caso de Cuicuilco, el centro más poblado de la región, construido a orillas de uno de los lagos que conformaban la cuenca del valle de México.

(2)

Entre los primeros cultivos domesticados en Mesoamérica se citan la calabaza, el maíz, el zapallo, el frijol y el chile. Respecto al maíz, comenzaban a molerlo y cocinarlo. Lo hacían de una manera complicada pero muy ingeniosa para su tiempo. Utilizaba canastas de tejido muy cerrado en las cuales ponían los granos de maíz triturados y agua; por otro lado calentaban piedras en una hoguera y cuando éstas estaban ardiendo, las ponían una tras otra en la mezcla de maíz hasta que ésta se cocinaba. Fue la base de lo que conocemos como Atole o bebida del maíz. En la actualidad suele ser condimentado con especias aromáticas (cacao, vainilla, canela, anís, azahar, hojas de naranjo) y otros saborizantes (chocolate, jugo o pulpa de frutas dulces), para así aumentar su sabor.

Cultura Mixteca

Fueron uno de los pueblos más antiguos de Mesoamérica, teniendo sus primeras manifestaciones en el Preclásico Medio (siglo II a. C. hasta el siglo XVI d.C.) y concluyó con la conquista española.

Habitaron la zona conocida como La Mixteca, una región montañosa situada entre los actuales estados de de Puebla, Oaxaca y Guerrero.

Debido a lo accidentado del territorio que habitaron, los Mixtecas no constituyeron un reino, sino que formaron señoríos independientes, entre los que destacaron Tilantongo, Yanhuitlán, Teozacoacoalco y Coixtlahuaca.

La ciudad más importante que fundaron fue Mitla, mientras que su ciudad sagrada era Achiutla, en cuyo santuario se veneraba una gran esmeralda conocida como “corazón del pueblo”. Tenían la creencia que sus antepasados habían nacido de árboles, ríos, lagunas y de la misma tierra. Fueron los artesanos y orfebres más famosos de México, destacando los trabajos en piedra y en diferentes metales. Entre sus especialidades se podían citar los mosaicos de plumas, la alfarería polícroma decorada y el tejido y bordado de telas,lo que se demuestra por las obras de arte halladas en la tumba 7 de Monte Albán (Oaxaca).

También sobresalieron en la metalurgia de oro, plata y cobre; utilizaron diversas técnicas con las que elaboraron brazaletes laminados, orejeras, pectorales, narigueras, collares, anillos, pendientes y algunas otras joyas.

En los sacerdotes estaba depositada la sabiduría e historia de este pueblo, siendo ellos los que hacían los cálculos astronómicos, elaboraban el calendario y hacían los presagios. De sus contribuciones más importantes figuran los registros pictográficos en códices (8 en total) hechos sobre piel de venado, que detallan la historia militar y social, así como los aspectos del pensamiento religioso, los hechos históricos y los registros genealógicos de su cultura.

(3)

No hay muchos rastros del uso de plantas medicinales por los mixtecas, aunque estaban familiarizados con el uso una gran variedad de productos vegetales y animales, a los cuales atribuían propiedades curativas. Los especialistas Mixtecas curaban enfermedades tales como la pérdida del alma, el mal de ojo, y las que se creían que eran causados por brujería. Muchas enfermedades se atribuían a la vida inmoral de la persona enferma o por los familiares inmediatos de esta.

Cultura Zapoteca

Esta tribu que recibió influencia de la cultura Olmeca, ocupó el sur de Oaxaca (la parte sur de Puebla) y el istmo de Tehuantepec. Fueron una de las civilizaciones precolombinas más importantes, viviendo entre los siglos IV a.C. y XV d.C. Su nombre deriva de zapote, un árbol muy reconocido por el valor nutricional de sus frutos y la resina con la cual se elabora el chicle.

Hacia el año 800 (durante el horizonte Preclásico y en su período de máximo esplendor), los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacán florecía en el centro de México y las ciudades mayas en el sureste, Monte Albán fue el centro ceremonial y la ciudad más importante de la región oaxaqueña.

El grupo dominante de la sociedad zapoteca estaba integrado por sacerdotes, militares y comerciantes, y la clase dominada, por campesinos y artesanos. Al igual que la mayoría de los pueblos religiosos de Mesoamérica, la religión zapoteca fue politeísta. Ellos adoraban a sus antepasados y creían en la existencia de un paraíso subterráneo. De ahí la importancia del culto a los muertos.

Los Zapotecas se dedicaron a la agricultura, la producción artesanal, el comercio, la caza, la pesca y la recolección; utilizaron el sistema de terrazas para sus cultivos y, en época tardía, el riego artificial por medio de canales, lo que les permitió obtener abundantes cosechas. Además del empleo del zapote, supieron utilizar dos sustancias como la cochinilla y la púrpura, con la cual teñían el algodón.

Pasado el periodo de esplendor le siguió uno de franca decadencia (entre los años 750 y 1200 d. C.), lo que fue aprovechado por otro grupo étnico, el de los Mixtecos, que ocupó su principal centro ceremonial y se impuso en gran parte del territorio oaxaqueño. De los descendientes zapotecos más famosos aparece la figura de Benito Juárez, político y estadista que lograría la independencia de México en el siglo XIX.

Escultura Zapoteca hallada en Monte Albán

(4)

Medicina zapoteca

Con respecto a esta cultura, existen documentaciones sobre prácticas médicas, ya que los zapotecos coexistieron hasta la llegada de los españoles a Mesoamérica. En tiempos de la conquista española la medicina entre los zapotecas tuvo muchos puntos de contacto con la medicina azteca y maya, y fue llevada a cabo por ciertos curanderos / médicos que actuaron como grupo especial dentro del arte de curar: huiñaa (médico sabio experimentado) y el copéeche (que en zapoteco significa sacerdote). Se puede deducir que eran parte de la elite dominante, pues entre los zapotecas solamente los hijos de los nobles pudieron oficiar como sacerdotes. Para la preparación de la mayoría de los rituales se realizaban tiempos de ayuno (a veces alcanzando hasta un par de meses) en los cuales tenían que observar, entre otros, tabúes de alimentación así como de abstinencia sexual.

Una de las plantas alucinógenas más utilizadas ha sido el ololiuqui (Turbina corymbosa) que en zapoteco le denominaban badoo o bitoo (se verá con más detalle en Cultura Azteca).

Para hallar el éxtasis recurrían a hongos alucinógenos, lo cual ellos denominaron cuanabitao (“tomar lo divino, lo sagrado”). Los curanderos y médicos zapotecos practicaban la adivinación, consultaban sus calendarios, hacían presagios e interpretaban los sueños. Si en su arte adivinatorio consideraban que no iba a haber cura para un enfermo, pues entonces no cobraban. Los colanij eran un grupo de sacerdotes de rango algo menor, que se ocupaban del cuidado de los enfermos y eran muy conocedores de las plantas medicinales. No menor era el trabajo de las parteras o comadronas, llamadas en zapoteco pénicoxijoo, quienes daban consejos a las parturientas de cómo pujar y acomodarse para la mejor salida del feto. Imploraban a un dios protector de los partos y recién nacidos. Había un dios al cual ellos responsabilizaban de la curación de las enfermedades: pichanagobeche. En casos muy críticos para la recuperación de la salud, los zapotecas aparentemente acudían por ayuda a ancestros deificados considerados como muy poderosos contra enfermedades que sobrevinieron en forma de epidemias.

Las enfermedades eran también diferenciadas según el microclima subyacente en las diferentes aldeas y según las distintas estaciones anuales que condicionaban las épocas de lluvias y las sequías. En el documento “Relación de Teticpac” se mencionaba sobre ello: “Dizen (sic) que este pueblo tiene cada año enfermedades de calenturas ...”.

Respecto a los fenómenos naturales les daban un significado importante. Por ejemplo, los temblores eran comprendidos como malos presagios para epidemias, pero también para hambrunas y pérdidas de cultivo por lluvias. La vegetación subtropical de los diferentes nichos ecológicos del ambiente oaxaqueño ofrecía una posibilidad muy importante para el uso de plantas medicinales.

(5)

Una muy empleada era la Ipomoea purga (jalapa), direccionada a los procesos de depuración (por su efecto laxante). Usaban también la resina del copal (Bursera sp) para sahumerizar el ambiente y para sus curaciones. El tabaco silvestre, llamado picietl (Nicotiana rustica) se utilizaba en ceremoniales. Dándola a beber servía para calmar dolores, edemas e indigestiones.

Ipomoea purga Nicotiana rustica

En el documento “Relaciones de Chichicapa”, citado por Úrsula Thiemer Sachse, se menciona el ritual de empleo del tabaco:

Es digno de notar que al polvo de tabaco mezclado con un poco de cal y colocado todo el día entre los labios y las encías le adjudicaban un efecto estimulante, defatigante, protector contra el frío y curador de llagas y aftas. Como podemos ver, el método y efecto se relaciona muchísimo al empleado por las culturas andinas con relación a la hoja de coca.

Con fines alimenticios empleaban el aguacate o palta (Persea americana) y con variados fines medicinales la zarzaparrilla (Smilax sp). Las fiebres y otras “calenturas” se trataban además con sangrías y “limpias”. Se estima que los médicos zapotecos de la época de la conquista manejaban hasta unas 200 plantas medicinales con fines curativos.

“…Se aprovechan dello para chupar aquel humo, que hazen de un cañuto muy delgado y lo enbuelben en otra hoja de otro árbol que llaman “nanctzi”, que quiere decir “madre”, el qual encienden con fuego y chupan el humo y echan por las narizes y dizen que les quita el dolor de cabeza y romadizo.”

(6)

A nivel quirúrgico existen pocas referencias, apareciendo a menudo en los pocos escrito hallados la palabra zapoteca xiqui que en principio informa sobre el material de los instrumentos utilizados, que generalmente antes de la conquista debía ser de cobre, y después de ella probablemente hierro o acero.

Los cráneos encontrados en Monte Albán III B, demuestran trepanaciones que hacen translucir una técnica bien desarrollada. Algunos cráneos hallados contenían una abertura en el cráneo, que podía corresponder a una o varias operaciones sucesivas dentro de un lapso de tiempo no claramente definido.

Sin embargo, se especula que en la mayoría de los casos el paciente moría o sobrevivía poco tiempo más, aunque es de notar que trabajaban con plantas anestésicas y antisépticas durante el acto quirúrgico.

A nivel odontológico contaban con métodos de cincelar e incrustar minerales en los dientes, a modo ornamental. En otro orden de cosas, no se conoce si los zapotecas utilizaban las fuentes de aguas termales ubicadas en su área de influencia, aunque sí existen referencias de empleo de temazcales para sus baños de vapor, y en especial para las parturientas. El no poder tener hijos podía significar causa de separación entre los zapotecas.

Cultura Olmeca

Los Olmecas (el término significa "habitantes de la región del hule"), eran una tribu que se asentó en dirección del sol naciente, es decir, al este, en las cálidas tierras de la costa del Golfo de México, abarcando principalmente el sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Pertenecen al periodo preclásico medio.

Su origen fue algo misterioso y se remonta a unos 1.200 años a.C. El centro urbanístico más importante fue el de La Venta, en Tabasco, siendo el sitio de máximo desarrollo urbanístico, seguido por San Lorenzo y Tres Zapotes al sur de Veracruz. La red de intercambios comerciales en las diferentes zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de la cultura Olmeca (llamada cultura madre de Mesoamérica, al ser ellos mismos quienes enseñaban a otros pueblos sus aspectos organizativos y culturales).

(7)

Se desconocen los descendientes directos de esta cultura, no obstante, sea cual haya sido su origen, fue la Olmeca probablemente la primera sociedad estratificada de México prehispánico. El estrato más importante se encontraba representado por dirigentes-sacerdotes, encargados de las actividades religiosas, del control de la población y de la distribución de los productos del campo. En su época de esplendor, el estrato más numeroso se dedicó a la producción agrícola, en tanto los estratos menos numerosos, estaban integrados por artistas, artesanos, constructores y comerciantes.

Los Olmecas fueron los primeros en construir centros ceremoniales, y los creadores del juego de pelota. Se destacaba el culto a la serpiente emplumada como deidad asociada a la agricultura, el culto a las montañas y las cuevas, la simbología religiosa del jade y un peculiar estilo artístico bien representativo.

Las enormes cabezas de piedra han sido una distinción de esta cultura, pero lo realmente llamativo ha sido su obsesión por el “hombre-jaguar”, representado desde importantes altares hasta las más pequeñas estatuillas, bajo relieves y hachas rituales. Sobre qué simbolizaban esas tremendas cabezas que esculpían, fue siempre materia de discusión. Algunos señalan que posiblemente eran figuras de gobernantes; otros, que se trataba de representaciones de personas con una malformación congénita (Síndrome de Down por ejemplo), a quienes consideraban sagrados.

Hay quienes sostienen que los Olmecas serían los inventores de la escritura glífica y de un sistema de numeración vigesimal que utilizaban puntos y rayas, por lo que se desprende que dominaron disciplinas como las Matemáticas y la Astronomía. Su cultura se desintegró lentamente, comenzando con los centros urbanos (hacia el año 600 a.C.) y terminando de desaparecer hacia el año 200 d.C., integrándose en diferentes nuevos centros urbanos. Al ser una cultura tan antigua, es poco lo que se conoce sobre su medicina tradicional.

Cultura Tolteca

Los Toltecas (en náuhatl “maestros constructores o artífices”) constituyeron una corriente migratoria de origen Chichimeca que irrumpieron en Mesoamérica, llegando a la altiplanicie mexicana hacia el año 200 a.C. y que tuvieron su época de esplendor entre los años 700-800 (tras la decadencia de Teotihuacán) y 1.200 d.C.

Se trataba de un grupo de lengua náhuatl de espíritu guerrero y que sometió a otros pueblos, como ser los Nonoalcas, descendientes de los teotihuacanos. Al mezclarse los invasores, con los habitantes de los valles del actual estado de Hidalgo, establecieron una gran ciudad cerca del río Tula, conocida como Tollán o Tula ("lugar de tules").

(8)

Allí levantaron edificios adornados con columnas en forma de guerreros llamados "Atlantes". Las cuatro colosales estatuas conocidas como los "Atlantes de Tula", situados sobre la Pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli, que parecer sirvieron de columnas para el Templo de Quetzalcóatl, y como guardianes del mismo.

También esculpieron figuras de jaguares, coyotes y águilas devorando corazones. Eran anatómicamente más altos y más veloces que los hombres de otras tribus contemporáneas (y que los actuales mexicanos), siendo grandes maestros en prácticamente todas las artes. Su quinto soberano fue llamado Quetzacóatl (al igual que el dios que adoraban), siendo elegido como rey-sacerdote de Tollán en el año 977 d.C.

Hacia el año 1.050 d.C., los Toltecas habían conformado un imperio que dominaba el centro de México y extendía su influencia a regiones muy alejadas. El pueblo Tolteca creó una refinada cultura, que incluía conocimientos sobre la fundición del metal, el trabajo de la piedra, la destilación, el labrado de oro y piedras preciosas y la astronomía. Su arquitectura y su arte reflejaron influencias de Teotihuacán y de la cultura Olmeca. Diversos documentos arqueológicos citan a los Toltecas como los verdaderos iniciadores de la medicina aborigen mesoamericana.

Francisco Troncoso (1988), al referirse a los conocimientos médicos de los Toltecas, comenta “los farmacologistas del siglo XVI reconocían a los Toltecas como a sus maestros, dándoles la supremacía en el conocimiento de las plantas que en aquel tiempo se empleaban todavía para la curación de enfermedades, lo que nos acerca más y más a la superposición que esta civilización haya creado los jardines botánicos del Anáhuac”.

Bernardo de Sahagún, en su “Historia General de las Cosas de Nueva España”, consideró a los Toltecas como los primeros pobladores de esa tierra. Sobre sus conocimientos medicinales refirió:

Varias citas a los conocimientos de los Toltecas pueden leerse en fragmentos de la obra “Las enseñanzas de Don Juan”, del escritor Carlos Castañeda, que fuera publicado por primera vez en el año 1968.

Atlantes en Tula

“…Tenían asimismo mucho experiencia y conocimiento de las hierbas, y sabían las que eran dañosas y mortíferas de las simples y buenas; y por esa gran experiencia que tenían de ellas dejaron señaladas y conocidas las que ahora se usan para curar, porque también eran médicos, los cuales fueron tan hábiles en conocer las hierbas que ellos fueron los

(9)

A los Toltecas se les atribuye la preparación de una bebida embriagante obtenida de la fermentación del aguamiel del agave, el octli o pulque.

El pulque es una bebida alcohólica que se fabrica a partir de la fermentación del jugo o aguamiel del agave o maguey (Agave salmiana). De acuerdo las historias indígenas toltecas, durante el reinado de Tecpancaltzin, un noble llamado Papantzin descubrió cómo extraer el aguamiel de la planta de maguey; y a las personas que fabricaron el pulque se les denominó como “tlachiquero” (del náhuatl "rasguño") ya que tallaban las pencas de maguey para extraer su fino líquido. Se consumía ceremonialmente y a las mueras parturientas. Fue muy empleado también por la Cultura Azteca.

Después de cuatro siglos de esplendor, en 1184, varios grupos nómadas saquearon, arrasaron e incendiaron Tula. La decadencia y destrucción de esta ciudad se explica por los conflictos políticos y religiosos entre los nonoalcas y los tolteca-chichimecas; las prolongadas sequías que produjeron hambre y descontento, y la presión de los mexicas y otros grupos nómadas. Como muestra de su legado ha quedado una magnífica sucesión de monumentos esparcidos en su territorio, en especial en Mitla y Palenque.

Cultura Teotihuacana

El reconocido centro arqueológico de Teotihuacán contiene los restos de la ciudad más antigua del continente americano, situado apenas a 45 km al noreste de la actual ciudad de México. Su nombre es de origen azteca y significa “lugar donde uno se convierte en dios”. Fue la ciudad prehispánica más grande de Mesoamérica.

El lugar fue ocupado por primera vez en los siglos I y II a.C. transformándose en una importante ciudad en el siglo II d.C., hasta cerca del año 700 d.C. Se les considera como la sede representativa del período Clásico.

La ciudad de Teotihuacán ocupaba una superficie muy amplia (21 km2), y llegó a estar poblada por 125.000 habitantes (para entonces, una de las ciudades más grandes del mundo). Sus notables monumentos y de reconocida fama mundial incluyen las Pirámides del Sol y de la Luna, unas de las edificaciones más grandes jamás construidas, la Ciudadela, el templo de Quetzalcóatl y la Avenida de los Muertos, que es una amplia vía flanqueada por los restos de antiguos templos de casi 2.000 m de longitud. Todos los monumentos se construían de piedra y se recubrían con una capa de estuco, que en muchos casos permitía decorarlos con pinturas murales.

(10)

Pirámide del sol Pirámide de la luna

Se puede afirmar que Teotihuacán era una ciudad multiétnica y cosmopolita porque en ella vivían extranjeros y porque tenía relaciones políticas con diversos lugares de Mesoamérica como Monte Albán, Kaminaljuyú, Tikal y otros lugares que hoy se encuentran en Puebla, Tlaxcala y Morelos. Fue el centro sagrado de peregrinación más importante de su época y ejercía un dominio político y económico en toda la región.

Sus habitantes tuvieron estrechos contactos con la contemporánea cultura maya del Yucatán y de Guatemala, y su cultura ejerció una importante influencia en posteriores civilizaciones mexicanas como la de los Aztecas.Existen abundantes rasgos de esta cultura también en los actuales estados de Nayarit, Durango, Zacatecas y Chihuahua.

En un principio, Teotihuacán fue un estado teocrático, gobernado por los sacerdotes, quienes se habían apropiado de la alta cultura y de los conocimientos superiores. Más tarde los militares, cuidadores de las fronteras y cobradores de tributos, tuvieron un rol muy destacado dentro de la estructura de poder.

En la escultura sobresalen el gran monolito de Chalchiuhtlicue, diosa del agua, y las esculturas y relieves que adornan la fachada del Templo de Quetzalcóatl. La economía teotihuacana se basó principalmente en la agricultura, el comercio y el tributo. Cultivaron maíz, frijoles, calabazas y chile, empleando para ello avanzados métodos agrícolas como la irrigación por canales, la construcción de terrazas en los cerros y las chinampas.

En el año 750 Teotihuacán fue incendiada, invadida, saqueada y en parte destruida. Su decadencia y posterior abandono obedecería a varias hipótesis: cambios climáticos, peleas

(11)

internas, sublevación de poblaciones tributarias o invasiones de pueblos del norte. Su población terminó dispersándose por la región central de México hasta llegar a países vecinos como El Salvador y Nicaragua. Dada su temprana desaparición, no hay mucha documentación específica de la cultura teotihuacana en lo atinente a los saberes médicos, aunque no distaría mucho de los recursos empleados por los Aztecas.

Cultura Chichimeca

Con el nombre de Chichimecas (en náhuatl “los de linaje de perros”) designaron los pueblos de alta cultura de la región central de México a los habitantes de las vastas regiones del norte, tenidos como primitivos. En esta tribu existían al parecer tres clases principales de personas: los de filiación otomí, los nahuas y los teochichimecas, estos últimos tenidos como bárbaros, semi-nómades, dedicados a la cacería y a la recolección. Iban armados con arcos y flechas, vestidos con pieles y vivían en cuevas o simples chozas.

Según nos refiere Sahagún: “…Y eran grandes conocedores de muchas hierbas y raíces, y de sus virtudes y calidades, y de las muy ponzoñosas con que se morían luego las gentes, o se secaban poco a poco hasta que morían.”

Los Chichimecas eran un pueblo guerrero y hostil que constituyó una verdadera amenaza a los que atravesaban los caminos de su ámbito. Estaban guiados por un guerrero legendario llamado Xólotl, causando la ruina del imperio Tolteca, y apoderándose durante el primer tercio del siglo XIII, del valle de México, estableciendo su primera sede en Tenayuca.

En 1541 se produjo un gran levantamiento (la guerra del Miztón), que llegó a poner en jaque a la región septentrional de la Nueva España. En su momento, los enfrentó Pedro de Alvarado, pero perdió la vida en el intento. Luego lo hizo el propio virrey Antonio de Mendoza en persona, quien logró finalmente su pacificación, aunque sólo temporalmente. A fines del período colonial la mayor parte de los Chichimecas se había amestizado con Tlaxcaltecas y españoles o había desaparecido como consecuencia de los enfrentamientos bélicos y epidemias.

Grabado que muestra a un cazador chichimeca, donde se

puede observar su vestimenta precaria

(12)

Cultura Tarasca

Conocida también como Purépecha, era una cultura precolombina proveniente de un grupo de Chichimecas que había emigrado en el siglo XIII a la región del lago de Pátzcuaro. Esta cultura floreció principalmente en la región oriental del estado de Michoacán. Se inició aproximadamente en el año 1200 d.C. y su esplendor terminó hacia el año 1600. Como la mayoría de las culturas prehispánicas, eran politeístas y su gobierno era monárquico y teocrático. El calificativo "tarasco" es un término despectivo atribuido a los modernos descendientes de las poblaciones que conformaron esta cultura, que se autodenominan Purépechas.

“Civilización Tarasca” Artesanía Tarasca Mural de Diego de Rivera

La arquitectura purépecha se caracteriza por la construcción de grandes plataformas, terrazas y por pirámides de planta mixta conocidas como yácatas.La alfarería se hacía con fines domésticos, comerciales y ceremoniales. Las ollas, cuencos, comales y platos de color café y rojo servían para cocer y comer los alimentos y almacenar agua y semillas.

Fueron grandes herbolarios, empleando por ejemplo el tabaco verde (Nicotiana tabacum) para combatir el mal aliento y el dolor de muelas; el jugo de Conyza filaginoides para aliviar la inflamación ocular; la raíz de Piva tuberosa como antidiarreico y antidisentérico, la raíz de tachuache (Ipomoea purga) como laxante, o el haoxin (Leucaena sculenta) como digestivo. Cultivaron maíz, frijoles, calabazas y otras plantas comestibles. Ellos popularizaron la toma de infusiones de nurite (Satureja macrosperma), planta con propiedades digestivas y estimulante de la fertilidad en las mujeres con problemas de esterilidad.

(13)

Cultura Totonaca

Esta cultura aparece el Periodo Clásico tardío, ocupando la región central de Veracruz en México. Su economía era agrícola y comercial y tuvieron grandes centros urbanos como El Tajín, Yohualichán, Papantla y Zempoala.

Pirámide de los Nichos en El Tajín Escultura hallada en El Tajín

Los Totonacas formaban una confederación de ciudades, estaban separados por el río Tuxpán de los Huastecos, representantes más septentrionales de las culturas superiores del golfo de México. Tuvieron contactos al parecer con Teotihuacán y con los Mayas, pero caracterizaron por ser fuertemente opositores a las influencias de dominación Azteca. La cultura Totonaca se caracterizó por una exquisita cerámica, esculturas en piedra, y una arquitectura monumental que incluyó una moderna concepción urbanística de sus ciudades. Entre sus costumbres figuraba la de deformarse el cráneo, limarse y colorearse los dientes, y agujerearse la parte inferior del cartílago nasal, para colocarse allí un trozo de caña con una pluma de guacamaya.

Cultivaban maíz, chile, frijol, café, caña de azúcar, plátano, pimienta, naranja, limón, toronja y vainilla. Criaban ganado porcino, ovino, abejas y aves de corral.

Pero habría un hito fundamental en sus destinos, que se daría en la Ciudad de Zempoala, en 1519. En esa ocasión sellaron una alianza con el conquistador español Hernán Cortés, poniendo a su disposición 13.000 guerreros para derrotar a los Aztecas de Tenochtitlán, con el fin de librarse de su yugo. Hernán Cortés dispuso para esta expedición tan solo 500 españoles. Una vez conquistada la ciudad, fueron sometidos a las leyes españolas, evangelizados, transformados a servidumbre o al cultivo de la caña de azúcar y aculturizados casi totalmente.

(14)

Aportes de Mesoamérica al conocimiento de las plantas medicinales:

En referencia a las plantas medicinales, y de manera simplificada, Mesoamérica hizo los siguientes aportes:

• Proporcionó una primera sistematización de las plantas medicinales, a través de su ubicación y clasificación dentro de los primeros jardines botánicos hallados en este continente (donde se organizaban los vegetales de acuerdo a sus características morfológicas, medicinales, aromáticas, etc.)

• El conocimiento del empleo de las plantas medicinales se sustentó a través de los propios ensayos efectuados por los médicos y curanderos primitivos.

• En su nomenclatura, supo diferenciar árboles, flores, hierbas medicinales, plantas comestibles, tinctóreas, aromáticas, etc.

• Describió el acceso a las plantas medicinales, mediante trasnsacciones comerciales diferenciadas por medio de mercados y tráfico de especies.

(15)

Referencias

• Díaz J. Plantas mágicas y sagradas de la medicina indígena de México. Historia General de la

Medicina de México. Tomo I. UNAM y Academia Nacional de Medicina. (1984).

Eroza Solana E. Tres procedimientos diagnósticos de la medicina tradicional indígena. Alteridades

6 (12): 19-26 (1996).

• F e r n á n d e z I. H i s to r i a d e M é x i c o . 1a E d i c i ó n . M é x i c o : P r e n ti c e H a l l , P p . 2 1 - 2 2 ( 1 9 9 9 ) .

• Fiz Fernández. Antropología cultural, medicina indígena de América y arte rupestre argentino.

Tomo I. Edit. Galerna. (1992).

• Guerra F. La medicina precolombina. Ed. Cultura Hispánica. Inst. Cooperación Iberoamericana

(1992).

• Harrington E (dir.). La Conquista de México. En: Hechos Mundiales Nº 34, Santiago de Chile ( 1970).

• Heyden J. Jardines Botánicos Prehispánicos. Rev. Arqueología. (2002).

• Http://www.islamchile.com/islam/aztecas.htm. Datos extractados el 29 de enero de 2011. 2.09 AM.

• Http://mundohistoriamexico.blogspot.com. Datos extractados el 1 de febrero de 2011. 17.10 PM.

León Portilla M. Bernardino de Sahagún, Pionero de la Antropología. Serie Cultura Náhuatl,

Monografías: 24. UNAM/El Colegio Nacional. México, D.F., México (1999).

• López Austin A. Cosmovisión y salud entre los Mexicas. Historia general de la medicina en

México. Tomo I. UNAM. y Academia Nacional e Medicina. (1984).

• López Austin A. Magia y adivinación en Mesoamérica. Arqueología Mexicana. Pág. 20-29 (2009).

• Menchaca J. Historia de México. 1a Edición. México: Publicaciones Culturales Pp. 76-78 (2005).

• Ortiz de Montellano B. Medicina y Salud en Mesoamérica. Arqueología Mexicana. Pp- 32-27

(2009).

• Thiemer Sachse U. Sobre higiene y medicina entre los zapotecas en la época de la conquista española.

Referencias

Documento similar

La noción de derecho implícito tiene muchas formulaciones (Ernst 1994, Postema 1994), unas más aceptables que otras, pero todas ellas parten de la mis- ma idea: que al lado de

Entre el material entregado en este curso se adjunta un documento llamado Guía del Alumno dónde aparece un horario de tutorías telefónicas y una dirección de e-mail dónde podrá

Hay que destacar que el propio Hibernate utiliza patrones de diseño en su construcción, como, por ejemplo, el patrón Representante. Además, la comu- nidad de usuarios

En los diarios encontrados de Vita donde confiesa su propia historia, su pasado, sentimientos y su relación extramatrimonial con su amante más longeva, Violet Trefusis, ésta ya deja

En México, la falta de “alineación entre grados, materias y dominios” en el currículo oficial para la educación básica con respecto a las competencias para el siglo XXI, aumenta

Reglamento (CE) nº 1069/2009 del parlamento Europeo y del Consejo de 21 de octubre de 2009 por el que se establecen las normas sanitarias apli- cables a los subproductos animales y

Definición de la semántica (significado de las operaciones) Operación: es una función que toma como parámetros (entrada) cero o más valores de diversos tipos, y produce como

Al otro lado de las rejas: la construcción del discurso periodístico sobre la prisión (1881-1923) El holgazán por temperamento y por hábito podrá ser un hombre honrado, pero si lo es,