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Evaluación de las plantaciones forestales comerciales establecidas entre 1994-1996 en Los Tuxtlas, Ver.

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(1)

UNIVERSIDAD

VERACRUZANA

FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS

MAESTRÍA EN MANEJO DEL RECURSO FORESTAL

“EVALUACIÓN DE LAS PLANTACIONES

FORESTALES COMERCIALES

ESTABLECIDAS ENTRE 1994 Y 1996 EN

LOS TUXTLAS, VER.”

TESIS

Que para obtener el Grado Académico de

MAESTRO EN MANEJO DEL RECURSO FORESTAL

PRESENTA

Abraham Vega Alarcón

(2)

TUXTLAS, VER.”, realizada por el alumno, ABRAHAM VEGA ALARCÓN. Bajo la dirección del comité de tesis designado, ha sido aprobada y aceptada como créditos para obtener el grado de Maestro en Ciencias en Manejo del Recurso Forestal.

COMITÉ DE TESIS

MC José Abelardo Hoyos Ramírez Director

MC Liliana Gutiérrez Carvajal Asesora

COMISIÓN REVISORA

Dr. Hugo Ramírez Maldonado

Biól. Jesús Dorantes López

MC Luís Raúl Álvarez Oseguera

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Agradecimientos:

En la vida siempre existen personas que marcan de una manera positiva nuestras vidas, en este sentido agradezco a:

Jesús Dorantes, por sus enseñanzas y amistad; Liliana Gutiérrez, por su ánimo y consejos; Abelardo Hoyos, por su apoyo incondicional;

Hugo Ramírez Maldonado, alguien de quien siempre se aprende algo nuevo;

Raúl Álvarez, por sus críticas constructivas y solidaridad; Rigoberto Vargas, por su apoyo y amistad;

Dr. Gil Vera, Dr. Torres, MC Campos y a todos los demás maestros, gracias.

A Carlos Ernesto Morales, Israel Cancino, Eduardo Isunza y a todo el personal que labora en Cedro, así mismo a María de los Ángeles Segura, y Gregorio Briones, gracias a todos por su amistad, solidaridad y apoyo. A los integrantes de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec, que sin su autorización y apoyo, este trabajo no hubiese rendido frutos.

A Tajín Pangtay, Gloria Pérez, Jesús Pale, Ricardo Madrigal, Carlos Cuevas, Víctor Severino, Alfredo Muñoz y a Fabián Pérez Almaráz (QEPD), gracias.

A los directivos del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica, encabezados por el MC Miguel Ángel de la Torre Loranca, gracias por su apoyo.

(4)

Contenido

Contenido ... i

Índice de Cuadros ... iv

Índice de Figuras ... v

Índice de Anexos ... viii

RESUMEN ... ix

ABSTRACT ... x

I. Introducción ... 1

II. Objetivos ... 2

2.1. Objetivo general ... 2

2.2. Objetivos específicos ... 2

III. Revisión de literatura ... 2

3.1. Importancia de las plantaciones forestales comerciales ... 2

3.2. Importancia de la Evaluación de Plantaciones Forestales ... 5

3.3. Importancia del manejo de plantaciones ... 9

3.4. El entorno ecológico ... 10

3.5. Concepto de árbol tipo ... 12

(5)

3.7. Calidad de Sitio ... 14

3.8. Índice de sitio ... 16

3.9. Desarrollo de la ecuación de índice de sitio ... 17

3.10. Método de la curva guía ... 17

3.11. Densidad ... 18

3.12. Área basal por hectárea de plantación ... 21

3.13. Índice de Densidad ... 23

3.14. Modelo de desarrollo y cosecha de Schumacher... 24

3.15. Cosecha de la plantación ... 25

IV. Descripción del área de estudio ... 27

4.1. Localización regional ... 27

4.2. Clima. ... 28

4.3. Geología ... 29

4.4. Suelos ... 29

4.5. Hidrología ... 29

4.6. Vegetación ... 30

4.7. Fauna ... 30

(6)

4.9. Características del programa de manejo del proyecto de plantaciones comerciales de la Sociedad Cooperativa “Cerro de

Cintepec” SCL. ... 33

V. Metodología ... 36

5.1. Planeación ... 36

5.2. Desarrollo ... 39

5.2.1. Determinación del área mínima de muestreo ... 39

5.2.2. Procesamiento de la información ... 40

5.2.3. Evaluación del volumen ... 42

VI. Resultados ... 43

6.1. Determinación de la calidad de sitio ... 43

Determinación de la densidad de las plantaciones ... 49

6.2.1 Árboles por hectárea ... 50

6.2.2. Diámetro Cuadrático ... 56

6.2.3. Área Basal ... 62

6.2. Estimación del volumen de cosecha ... 68

VII. Discusión ... 70

VIII. Conclusiones ... 78

IX. Bibliografía ... 82

(7)

Índice de Cuadros

Cuadro 1. Requerimientos ambientales óptimos para el crecimiento de las especies utilizadas por la SOCOCECI en Los Tuxtlas, Ver. (1994-1996). ... 33 Cuadro 2. Descripción de actividades a realizar en el programa de

manejo forestal autorizado a la Sociedad Cerro de Cintepec SCL 34 Cuadro 3. Índices de sitio plantaciones SOCOCECI 1994-1996 ... 48 Cuadro 4. Parámetros encontrados para el modelo de Schumacher

modificado para estimar el volumen de cosecha ... 68 Cuadro 5. Volumen estimado de cosecha por hectárea para las

(8)

Índice de Figuras

Figura 1. Localización del área de estudio en Los Tuxtlas, Ver. ... 27 Figura 2. Tamaño y secuencia de los sitios de muestreo utilizados ... 38 Figura 3. Frecuencia del índice de esbeltez de las plantaciones

evaluadas ... 41 Figura 4. Dispersión de la altura de los árboles evaluados en plantaciones

forestales pertenecientes a la SOCOCECI en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-1996). ... 43 Figura 5. Modelo de regresión lineal de la altura respecto al inverso de la

edad de los árboles evaluados en plantaciones forestales pertenecientes a la SOCOCECI en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-1996). ... 44 Figura 6. Estimación de crecimiento de la altura respecto a la edad de los

árboles evaluados en plantaciones forestales pertenecientes a la SOCOCECI en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994-1996). ... 45 Figura 7. ICA e IMA de la altura ... 46 Figura 8. Curvas anamórficas que definen el índice de sitio para las

plantaciones de la SOCOCECI 1994-1996. ... 47 Figura 9. Especies utilizadas en las plantaciones establecidas por la

(9)

Figura 10. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1994) ... 50 Figura 11. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de

plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1995) ... 51 Figura 12. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de

plantación en el municipio de Catemaco, Ver. (1996) ... 52 Figura 13. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de

plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994) 53 Figura 14. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de

plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995) 54 Figura 15. Densidad de especies establecidas bajo distintos sistemas de

plantación en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996) 55 Figura 16. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1994) ... 56 Figura 17. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1995) ... 57 Figura 18. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1996) ... 58 Figura 19. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994) ... 59 Figura 20. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales

(10)

Figura 21. Diámetro cuadrático por especie en plantaciones forestales establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996) ... 61 Figura 22. Área basal por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1994) ... 62 Figura 23. Área basal por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1995) ... 63 Figura 24. Área basal por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Catemaco, Ver. (1996) ... 64 Figura 25. Área basal por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1994) ... 65 Figura 26. Área basal por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1995) ... 66 Figura 27. Área basal por especie en plantaciones forestales

establecidas en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Ver. (1996) ... 67 Figura 28. Índices de Sitio promedios en las plantaciones de la

SOCOCECI 1994-1996. ... 71 Figura 29. Relación Dq (cm) vs. Área Basal (m2) en plantaciones de la

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Índice de Anexos

Anexo 1. Clima ... 92

Anexo 2. Tipo de Suelo ... 93

Anexo 3. Hidrología ... 94

Anexo 4. Tipo de Vegetación ... 95

Anexo 5. Formato de Campo ... 96

Anexo 6. Determinación del área mínima de muestreo... 98

Anexo 7. Resumen regresión modelo de crecimiento de altura ... 103

(12)

RESUMEN

El presente estudio tuvo como objetivo evaluar el desarrollo de las plantaciones forestales pertenecientes a la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec, distribuidas en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo, en el estado mexicano de Veracruz; establecidas en los años 1994, 1995 y 1996. La importancia de dichas plantaciones es que son algunas de las primeras establecidas por el sector social en el mencionado estado y quizás del país, y que en su momento contaron con el asesoramiento técnico y el apoyo económico para su establecimiento. La metodología utilizada consistió en realizar un muestreo completamente al azar estratificado, tomando el año de plantación como estrato. Las variables dasométricas fueron el diámetro normal y altura total utilizadas para el cálculo del volumen; para el cálculo de éste último, se utilizó la ecuación para especies latifoliadas del sur de Veracruz, generada por el INIFAP en 1979.

Los resultados encontrados se alejan considerablemente de las metas establecidas en el proyecto original, encontrándose una calidad de sitio baja (15 m); aunada a la alta densidad por hectárea (789 árboles/hectárea), lo que repercutió en un bajo volumen promedio aprovechable a los 18 años (85.319 m3).

Por lo anterior se deduce que los terrenos utilizados fueron marginales en los tres periodos de establecimiento; así como la importancia que tiene considerar a los ecosistemas de manera integral, a fin de hacer de las plantaciones forestales comerciales una actividad eficiente en términos de productividad. Por último se infiere que la adopción de la silvicultura para plantaciones no fue del todo tomada por los dueños de éstas; no obstante que aún continúan plantando árboles en sus predios.

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ABSTRACT

The present study aimed to evaluate the development of forest plantations belonging to the Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec, distributed in the municipalities of Catemaco and Hueyapan Ocampo, in the Mexican State of Veracruz; established in the years 1994, 1995 and 1996. The importance of these plantations is that they are some of the first established by the social in the aforementioned State sector and perhaps in the country, and that at the time have technical advice and financial support for its establishment..

The methodology consisted of carry out completely to stratified random sampling, taking the year of planting as stratum. The variables used for the calculation of the volume were the normal diameter (DBH at 1.3 meters over the ground) and total height for the calculation of the latter, the equation was used for species southern Veracruz broad-leaved, generated by the INIFAP in 1979.

The information was obtained by a random selection in which the year of established was taken as the stratum. The dasometric variables were de DBH at 1.3 meters over the soil and the total high. The volume of each tree was calculated using the INIFAP’s volume formula of tropical spices in south Veracruz, developed in 1979.

In the results considerably away from the goals set out in the original project, finding a low site quality (15 m); coupled with the high density per hectare (789 trees/hectare); that it impacted on a low usable volume at

18 years (85.319 m3/hectare).

Therefore it follows that the used grounds were marginal in the three periods of establishment, as well as the importance of considering ecosystems in a holistic manner, in order to make this efficient in terms of productivity. Finally follows the adoption of forestry plantations was not entirely taken by the owners of plantations, notwithstanding that are still planting trees on their premises.

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I.

Introducción

México actualmente demanda una mayor cantidad de bienes y servicios provenientes de bosques y selvas. Las severas crisis económicas de las últimas tres décadas del Siglo XX, aunadas a una sensible baja en los precios de productos tradicionales de exportación, condujeron al país a un empobrecimiento, el cual se ve directamente reflejado en la alteración de los ecosistemas nacionales. En los últimos años, el país enfrenta el dilema de explotar sus recursos naturales existentes, pero también se ve obligado a conservarlos.

Para enfrentar esta problemática, se considera a las plantaciones forestales comerciales como el instrumento que contribuirá, por un lado, al abastecimiento de la creciente demanda nacional, en cuanto a productos forestales se refiere; por otro lado, generará beneficios ambientales, económicos y sociales.

En el país, las primeras plantaciones forestales comerciales fueron establecidas por corporativos privados, los cuales difícilmente comparten información técnica sobre el crecimiento y desarrollo de las especies que utilizan.

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II.

Objetivos

2.1. Objetivo general

Evaluar el desarrollo de las plantaciones forestales comerciales establecidas entre 1994 y 1996 en Los Tuxtlas, Ver.

2.2. Objetivos específicos

i. Estimar la calidad de sitio para cada una de las especies plantadas en el periodo de estudio.

ii. Determinar la densidad de las plantaciones. iii. Estimar el volumen a una edad de 18 años.

III.

Revisión de literatura

3.1. Importancia de las plantaciones forestales

comerciales

Las plantaciones forestales tienen importancia creciente para satisfacer las necesidades de madera y subproductos, útiles en todo el mundo, y para mejorar los niveles de vida, asimismo para contrarrestar la menor disponibilidad de madera y otros productos forestales provenientes de los bosques naturales. También se necesitan plantaciones para rehabilitar zonas despojadas de vegetación arbórea, como páramos afectados por la salinidad, y donde se necesita la regeneración rápida de la cubierta vegetal como, por ejemplo, en el caso de la protección de cuencas, represas y canales, o la estabilización de laderas o arenas móviles (FAO, 1998).

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comerciales alcanzaba los 100 millones de hectáreas (ha); para los años 90 la superficie aumentó entre 120 y 140 millones de ha y para principios del presente siglo se estimaba que existían poco más de 180 millones de hectáreas (Evans, 2001, FAO, 1995; FAO, 1993). La FAO (2010) menciona que la superficie de plantaciones aumentó a 264 millones, lo que se traduce en una tasa de establecimiento de 5 millones de hectáreas por año.

Históricamente, la producción de madera en México se ha basado en la explotación de los bosques naturales (Elizondo, 2006). Sin embargo, a pesar de su extensión y diversidad, se tiene una superficie pequeña bajo manejo forestal (7 a 8 millones de hectáreas de las 21.6 millones con potencial para la producción comercial maderable); aunado a ello, hay una baja rentabilidad en el manejo, debido a factores como la infraestructura deficiente, el alto costo de operación y su ubicación respecto a los mercados; sin mencionar el tamaño de los predios así como el tipo de tenencia de la tierra y la tala ilegal, entre otros (CONAFOR, 2001).

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Esta baja productividad maderable y la enorme tasa de deforestación1 y degradación del acervo forestal hacen que el país no sólo sea un importador neto de productos forestales maderables sino que adicionalmente pierda una enorme cantidad de superficie forestal y diversidad biológica (Torres, 2004 op. cit.).

Una de las estrategias empleadas por el gobierno mexicano para reducir la presión que sufren los ecosistemas forestales e incrementar la producción forestal, maderable y no maderable, ha sido el establecimiento de plantaciones forestales comerciales (SEMARNAT, 2005). A pesar de que han existido algunas plantaciones forestales comerciales desde mediados de los 70’s, no es sino hasta inicios de la década de los 90’s que esta estrategia productiva surge como una verdadera alternativa (Torres, 2004 op. cit.).

En 1997 se creó el Programa de Desarrollo de Plantaciones Forestales Comerciales (PRODEPLAN), cuyo objetivo es apoyar el establecimiento de 875 mil hectáreas de plantaciones forestales comerciales en un plazo no mayor a 25 años, a fin de reducir las importaciones de productos forestales y crear, al mismo tiempo, alternativas de desarrollo sustentable, así como promover la diversificación productiva en el país (SEMARNAT, 2005 op. cit.).

En algunos países se otorgan subsidios hasta por el 65% de los costos de establecimiento de plantaciones forestales (FAO, 2000).

1 De acuerdo con el Programa Estratégico Forestal para México 2025 (CONAFOR, 2001), no existe un estudio

(18)

Actualmente en México se cultivan sobre todo árboles para producir madera sólida y celulosa, por lo que se prefieren especies como pino, teca, melina, cedro rojo, caoba y eucalipto. A principios de los años 90, se estimaba que existían en el país alrededor de 34 mil ha de plantaciones, superficie que ascendió a 267 mil hectáreas en 2004 (Torres, 2004 op. cit.; SEMARNAT-CONAFOR, S/F).

En el Estado de Veracruz, las plantaciones forestales surgieron a través del Programa Nacional de Reforestación (PRONARE), cuyo fundamento se basó en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, teniendo como objetivos principales de restaurar terrenos degradados; promover proyectos productivos y desarrollar plantaciones comerciales del sector social, produciendo además la planta para tal fin. Entre 1993 y 1997 se establecieron poco más de 64 mil ha de las cuales 13 mil hectáreas se establecieron en regiones cálido-húmedas (Musálem, 2006; Del Castillo, 2001).

3.2. Importancia de la Evaluación de Plantaciones

Forestales

Evaluar consiste en aplicar métodos para recopilar información de una o varias características de un proyecto, para analizarlas posteriormente. Los proyectos de plantaciones son de largo plazo, por eso es preciso aplicar evaluaciones periódicas para comprobar si se están cumpliendo los objetivos. La evaluación de plantaciones es una actividad dinámica que deben realizarse aun antes de su establecimiento (Torres y Magaña, 2001).

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mejorar sus resultados; y analizar los proyectos una vez concluidos, para hacer eficiente la planeación y ejecución de otros (Gregersen et al, 1995). La evaluación de proyectos de plantaciones forestales se puede dividir en varias fases: evaluación técnica, evaluación financiera, evaluación socioeconómica, evaluación ambiental. Independientemente del objetivo de la evaluación, el proyecto analiza la relevancia que tienen las prioridades y necesidades del grupo objetivo y/o beneficiarios; sus impactos y su eficiencia (Ruokonen, 1994).

Existen evaluaciones realizadas con diferentes objetivos, Arias (2004) analizó el impacto económico y social en Costa Rica, para evaluar la sostenibilidad de las plantaciones, a través de encuestas y análisis financieros; encontró que las plantaciones forestales, además de producir importantes servicios ambientales, generaron empleos y desarrollo económico en las áreas rurales de mayor pobreza.

En Guatemala, Rojas (1998) evaluó el impacto económico y ambiental del proyecto de reforestación; los resultados demostraron que la principal motivación de los agricultores para el establecimiento de árboles de uso múltiple fue el factor económico.

Piotto et al (2002) estudiaron las plantaciones comerciales en fincas de Costa Rica y Nicaragua, encontraron que la mayoría de los productores tuvo buenas expectativas económicas y ambientales de la plantación forestal y, además, que la implementación de programas de incentivos para la reforestación fue clave para fomentar la participación de pequeños y medianos productores en el sector forestal.

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sobrevivencia y las condiciones físicas de las plantas. En sus conclusiones manifiesta que, pese al esfuerzo realizado por el gobierno, los objetivos establecidos no se conseguirían debido a la existencia de una serie de factores no considerados que interfieren para lograrlos. A su vez menciona desconocer sobre cuál había sido el seguimiento en cuanto a producción de planta y superficie plantada, por lo que predecía un alto riesgo de no alcanzar las metas planteadas.

Rodríguez et al (1999) hicieron una evaluación de las plantaciones en Los Tuxtlas por medio del modelaje de la ocupación del sitio por individuos de clases de calidad en función del sitio, edad, especies, técnicas silvícolas y eventualidades. La muestra consistió en 16 plantaciones cuya edad y superficie fluctuaban entre 1 a 5 años y 0.5 a 3.5 ha respectivamente. Encontraron que la densidad promedio fue de 1285 ± 27 individuos por hectárea indicando que no existen grandes huecos en parte porque eran plantaciones recientes y por el efecto de reposición de fallas; además, resaltan que en plantaciones pequeñas no hay forma de tener grandes huecos a menos que sea falla total.

En su estudio, Rodríguez et al (1999 op. cit.), observaron que los árboles de las plantaciones en Los Tuxtlas eran de calidad media, carecían de manejo y tenían la posibilidad de declinar en el futuro. Mencionan que la cobertura es homogénea, es decir, existía un buen porcentaje de sobrevivencia; sin embargo, las plantas no se desarrollaban de manera adecuada, principalmente en altura, vigor y tamaño de copa. Ellos infieren que el pobre desempeño en el arbolado se debe a factores de tipo genético, mala técnica en el vivero y/o en la plantación.

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además analizaron el incremento medio anual y el volumen de la plantación. Las especies evaluadas fueron cedro rojo, caoba, nogal, primavera, teca y melina.

Chama y Hernández (2004 op. cit.), observaron que el crecimiento promedio en diámetro de las plantaciones forestales presentó una gran variación con un comportamiento generalizado en el cual hay diámetros muy pequeños en edades avanzadas.

Chama y Hernández (2004 op. cit.), consideran que la variación diamétrica se debió principalmente a dos factores: 1) Las procedencias de las plántulas, que provinieron de diversos viveros, fuentes desconocidas de semillas y tratamientos inadecuados en vivero; 2) el tipo de plantación, debido a que eran plantaciones agroforestales, asociadas generalmente con cafetales, en los cuales tal vez no hubo un aclareo en el dosel superior de los árboles de sombra; por lo que las especies plantadas para aprovechamiento forestal, en su mayoría fueron suprimidas por la competencia con otras, careciendo de luz y nutrientes; además, mencionan que las plantaciones de cedro y caoba son las más afectadas por los ataques de las plagas, presentando una alta mortalidad o un desarrollo deficiente.

(22)

3.3. Importancia del manejo de plantaciones

El manejo de las plantaciones forestales es inherente en el cumplimiento de objetivos y metas planteados para satisfacer la demanda de bienes y servicios; así como también de las necesidades de todos los actores, afectados por el proceso, que participan en el diseño, ejecución, evaluación y distribución de los costos (Torres, 2008).

Las plantaciones forestales, como inversión, se basan en la productividad y en las retribuciones que puedan dar, considerando que el retorno económico es de mediano a largo plazo, dependiendo además de la especie seleccionada, la calidad de sitio y de los objetivos planteados; por lo que será necesario que la plantación garantice altos rendimientos y en especial el logro de los objetivos de producción ya que compite contra actividades agrícolas y ganaderas, las cuales tienen recuperaciones atractivas y a plazos cortos (Murillo y Camacho, 1997). Evans (1997) menciona que siguen siendo muy escasas las pruebas objetivas sobre la productividad a largo plazo de las plantaciones forestales y que desafortunadamente, no existen estudios que arrojen datos confiables para que los técnicos forestales puedan demostrar adecuadamente la solidez del manejo silvícola respecto a la sostenibilidad de un sitio como consecuencia de rotaciones periódicas de cortas en las plantaciones.

(23)

importancia para el establecimiento y manejo de plantaciones forestales independientemente del tamaño de éstas.

3.4. El entorno ecológico

La naturaleza está habitada por un conjunto característico de animales y plantas, los cuales se relacionan mutuamente de múltiples formas. Los miembros de cada conjunto no son determinados por la casualidad, sino por muchos factores físicos y bióticos que actúan recíprocamente; motivo por el cual no hay dos segmentos de un ecosistema que sean iguales. Aunado a la existencia de cambios constantes en estas relaciones, parámetros como: la capacidad de carga, los coeficientes de competencia, las respuestas funcionales, etc., varían en función del tiempo y el espacio (Villee, 1974; Equihua y Benítez, 1999).

Los fenómenos naturales, así como las actividades humanas, perturban el ambiente del ecosistema, alterando su estabilidad o clímax. Esta alteración se manifiesta principalmente en las relaciones tróficas, al hacerse más largas e intricadas las redes alimenticias; a su vez, la competencia se vuelve más intensa y drástica y por último la organización de la comunidad en el espacio, da por resultado una estratificación vertical y una heterogeneidad horizontal de los organismos presentes (Vickery, 1987; Equihua y Benítez, 1999, op. cit.).

(24)

Villee (1974 op. cit.), menciona que una comunidad biótica experimenta una constante redistribución de sus elementos. Las poblaciones de flora y fauna están constantemente sujetas a cambios en su medio ambiente físico y biótico, y deben adaptarse o morir. La relación íntima que mantienen dichas poblaciones entre sí y con el medio ambiente, hacen suponer que las variedades de plantas y animales no se distribuyen al azar sobre la tierra, sino que prosperan en comunidades interdependientes de organismos productores, consumidores y descomponedores, junto con algunos elementos inertes.

El desarrollo de las plantas de interés para el ser humano, dependerá de la disposición de agua, nutrientes del suelo donde se desarrollen y el mantenimiento de ciertos límites de algunos factores como la temperatura, la luz y la humedad; dependiendo también de la protección que tengan contra el ataque de parásitos. Las causas más comunes del crecimiento deficiente de las plantas y de la destrucción de las cosechas son los fitopatógenos, el clima desfavorable, las malezas y las plagas de insectos (Agrios, 2007).

(25)

La aparición de enfermedades y plagas, está relacionada con la variación de los factores medio ambientales y la edad en que se encuentre en las plantas de interés. En el caso de las enfermedades, muchas de ellas aparecen cuando la planta se encuentra fuera del rango óptimo de crecimiento, donde por lo general, la mayoría de los fitopatógenos prosperan, sin contar que a edades tempranas, las plantas son más susceptibles. Se ha observado que los árboles cuyo equilibrio fisiológico se encuentra alterado (estrés) son más vulnerables al ataque de insectos (Agrios, 2007 op. cit.; Coulson y Witter, 1990 op. cit.).

3.5. Concepto de árbol tipo

El árbol tipo, es un concepto comúnmente usado para el análisis en que se fincan los métodos de manejo forestal sustentable, por el cual se entiende como un árbol hipotético que contiene las dimensiones representativas (promedios del diámetro normal, la altura, el incremento, el tiempo de paso, etc.) de los árboles que constituyen a la masa forestal (Ramírez, 2007).

3.6. Crecimiento de los árboles

Corral (2004) define como crecimiento al fenómeno de desarrollo que experimenta un árbol o una masa forestal a lo largo de toda su vida, es decir, es el aumento en las dimensiones de la planta de manera cuantitativa susceptible de medirse, expresándolo como un aumento de la longitud o del diámetro y por lo tanto un aumento de peso.

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de manejo; es posible considerar aquellos valores del árbol tipo y poder así calcular, aceptablemente, el volumen de madera de una plantación (Ramírez, 2007 op. cit.; Klepac, 1983).

Klepac (1983 op. cit.), define al crecimiento que logra un árbol o una masa en el transcurso de un año como el incremento corriente anual (ICA); del mismo modo el incremento medio anual (IMA) será el promedio anual del incremento total.

De acuerdo a Corral (2004 op. cit.), el ICA e IMA son los tipos de incrementos más comúnmente utilizados para fines de manejo, debido a que sus representaciones gráficas muestran el comportamiento en el tiempo; ambas expresiones fungen como indicadores de la productividad de los árboles y las masas forestales, pero no son medidas en sí de la productividad.

En cuanto a la curva de crecimiento, Corral (2004 op. cit.), la define como una curva acumulativa del incremento de la producción o una integral de todas las diferenciales representadas por la curva del ICA. Esta curva indica la cantidad de producto total obtenido a lo largo de la vida de un árbol o una masa forestal coetánea, es decir, representa el producto total máximo que puede obtenerse usando una combinación de las cantidades de insumos involucrados.

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masa forestal coetánea. Para los dasónomos, es una medida de la productividad media de los árboles (Corral, 2004 op.cit.).

Predecir el crecimiento y cosecha de una plantación forestal maderable se basa en cuatro factores determinantes (Clutter et al, 1983):

1. La edad de la plantación.

2. La capacidad productiva innata del suelo en el área de plantación. 3. La extensión en la cual la capacidad innata de producción ha sido

y es totalmente utilizada.

4. El manejo aplicado (aclareos, fertilizaciones, control de la competencia de arvenses, etc.)

Para un bosque natural, la calidad de sitio, se define como la capacidad productiva innata que tienen algunos lugares donde los árboles se desarrollan mejor, concepto que debe diferenciarse de la densidad, el cual se refiere a cuántos árboles están utilizando esa capacidad innata de producción. (Clutter et al., 1983 op. cit.).

Corral (2004 op. cit.), define como edad base al periodo de tiempo en el cual un árbol iguala en altura su IMA e ICA; además, menciona que normalmente se consideran 50 años como la edad base para especies de rápido crecimiento y 100 años para las de lento crecimiento.

3.7. Calidad de Sitio

La Sociedad Americana de Forestales, define como sitio a un área considerada en términos de su ambiente, particularmente si éste determina el tipo y la calidad de la vegetación que puede soportar (Clutter

et al, 1983 op. cit.).

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de sitio es la capacidad propia o intrínseca de un lugar dado y usualmente hace alusión al volumen de madera producido por una masa forestal cuando llega a la edad de turno.

Los requerimientos para el crecimiento que tienen las diferentes especies de árboles son distintos, la condición del sitio tiene una influencia primordial en la productividad de un bosque así como en la composición de especies vegetales. Las condiciones del sitio varían de dos maneras importantes: 1) un ecosistema forestal consta de un mosaico de diferentes condiciones de sitio y 2) la condición del sitio cambia durante el ciclo de vida (o tiempo de rotación) de una especie de árbol (Coulson y Witter, 1990).

Existen varios factores que contribuyen a la variación de la calidad del sitio dentro de un ecosistema; dentro de los abióticos están el tipo y textura de suelo; la altitud y pendiente del terreno y los patrones de drenaje de la vertiente. Los bióticos, cambian con las diferentes etapas de sucesión vegetal; entre las variables importantes están la densidad y diversidad de plantas herbáceas y leñosas; los microorganismos del suelo; los artrópodos del suelo y los insectos fitófagos (Coulson y Witter, 1990 op. cit.).

(29)

La calidad del sitio tiene una doble utilidad práctica: como herramienta para estimar la producción y como base para construir instrumentos prácticos de gestión de plantaciones forestales comerciales (Rojo et al, 2005),

En México, la metodología utilizada para determinar la calidad de un terreno con fines de establecer una plantación forestal comercial, se basa en considerar únicamente a los factores clima y suelo, como aquellos parámetros determinantes para el logro de los objetivos y metas del plantío (Del Castillo, 2001).

3.8. Índice de sitio

La productividad de un sitio no se mide, se califica utilizando categorías: excelente, bueno, regular o malo, que se pueden representar con números (Clutter et al, 1983 op. cit; Ramírez, 2007).

De acuerdo con Clutter et al (1983 op. cit) y Ramírez (2007, op cit) el índice de sitio es la altura de los árboles dominantes de cierta especie en determinado lugar, a una edad de referencia (edad base). La edad base se define utilizando los siguientes criterios:

i. Que sea cercana al turno de crecimiento (depende del objetivo) ii. Que diferencie categorías de productividad.

(30)

3.9. Desarrollo de la ecuación de índice de sitio

Las ecuaciones que muestran el índice de sitio están referidas a la altura y a la edad. La fuente de datos para generar la ecuación puede ser de tres orígenes:

a) A través de mediciones de altura en un sitio conociendo su edad. b) Mediciones de árboles seleccionados sobre el tiempo en el sitio. c) Reconstrucción de los patrones de altura respecto a la edad

mediante el análisis troncal.

3.10. Método de la curva guía

La curva guía genera ecuaciones para índice de sitio anamórficas, a partir del modelo de Schumacher (citado por Clutter et al, 1983 op. cit.), el cual relaciona a la altura (H) respecto al inverso de la edad (A-1) como se muestra en la siguiente fórmula:

1

1 

A

oi

i

K

e

H

Donde:

Hi = altura del sitio o árbol individual a la edad A con la i-ésima curva

A = Edad del rodal o árbol.

Koi = Constante asociada con la i-ésima curva.

 con el mismo valor para todas las curvas.

La fórmula anterior, puede expresarse de manera logarítmica como:

1 1

)

ln(

)

ln(

H

i

K

oi

A

(31)

recta, el método de la curva guía se simplifica y la ecuación adquiere la siguiente forma:

1 1 0

)

ln(

H

i

A

Los valores de y se obtienen mediante el método de mínimos cuadrados, con lo cual se obtiene la ecuación de la curva guía, la cual es una línea promedio (del ln(H) respecto al inverso de la edad) para los datos de la muestra. El desarrollo de las líneas paralelas se acota seleccionando una edad índice (A0) y se etiqueta cada línea con el valor de la altura alcanzada a la edad A0. La ecuación para un sitio particular sería la siguiente:

1 1

)

ln(

H

i

b

oi

b

A

Donde boi = 0, y boi es el valor de intercepción único asociado a cada

índice de sitio en particular. Por definición, cuando A = A0, en la ecuación anterior H debe ser igual al índice de sitio, de tal manera que la ecuación utilizada para estimar un índice de sitio conociendo la altura y la edad quedaría de la siguiente manera:

)

(

)

(

)

ln(

S

LN

H

b

1

A

1

A

01

Donde S es el índice de sitio.

3.11. Densidad

(32)

luz, agua, nutrientes y espacio. A su vez, garantiza mantener el nivel de productividad a largo plazo y favorece la conservación de los recursos disponibles (Musálem, 2003; Patiño, 1995 y Montagnini, 1992).

El crecimiento de los árboles en una plantación estará determinado por tres principales características (Clutter et al, 1983 op. cit.):

1) Las especies presentes.

2) El número de árboles por cada especie y sus categorías de tamaño (altura y diámetro normal).

3) La distribución espacial de los árboles.

Es importante diferenciar los conceptos de densidad y existencias de árboles; mientras el primero es una simple función directa de medición estadística, el segundo, usualmente se expresa en términos relativos como el área basal o el volumen por unidad de superficie, como el porcentaje de la misma variable en un sitio hipotético considerado que sea la norma como índice de sitio y edad.

Las mediciones de la densidad son más precisas y más utilizadas para el análisis y estimación del crecimiento y cosecha, en comparación con las mediciones de existencias. Es importante recordar que ambas mediciones son dinámicas, es decir, cambian con el paso del tiempo (Clutter et al, 1983 op. cit.).

Densidad y crecimiento

(33)

aspectos importantes para el logro de los objetivos de la plantación (Patiño, 1995).

El espaciamiento y la edad de corta se encuentran estrechamente relacionados, debido a que plantaciones establecidas con espaciamientos pequeños, normalmente exigen aclareos o ciclos de corta en menos tiempo, pues la competencia entre plantas ocurre más temprano, anticipando la disminución del crecimiento de la población. La densidad excesiva puede llevar al estancamiento y el aclareo tardío puede causar un daño excesivo a la masa residual (Patiño, 1995 Op. cit.; Wormald, 1995).

Wadsworth (2000), resalta la importancia que tiene el espaciamiento inicial sobre el rendimiento final en plantaciones tropicales. Menciona que el tamaño alcanzado por un árbol a una edad dada se relaciona con el espacio previamente disponible para su crecimiento; hasta que los árboles plantados empiecen a competir entre ellos, exhiben un crecimiento estándar absoluto o normal para la especie y el sitio. Concluye que a medida que una plantación de edad uniforme crece, la competencia afecta a los árboles de varias maneras. El promedio de crecimiento del árbol decrece; se forman, por lo general, tres estratos arbóreos: dominantes, dominados y suprimidos. Esta estratificación resulta de una disminución diferenciada en la disponibilidad de agua, lo que reduce la transpiración, y por lo tanto, la fotosíntesis (porque los estomas están menos abiertos) y la disponibilidad de hidrógeno, lo que disminuye la actividad del cambium.

Razones para realizar aclareos (raleos),

(34)

 Acelerar el crecimiento en diámetro (acortar la rotación).

 Aumentar el porcentaje de árboles que alcanzan la madurez.

 Mejorar la calidad de la madera.

 Obtener rendimientos intermedios.

 Aumentar la penetración de la luz para desarrollar copas más grandes.

 Aumentar la temperatura del piso forestal para acelerar la descomposición.

Área basal

El área transversal de cada árbol a la altura del diámetro normal es una medida ampliamente usada para estimar la densidad de plantación. El área basal depende fundamentalmente del número de árboles en la superficie plantada y de sus respectivos tamaños. Se ha probado que el área basal es útil para estimar la cosecha, tanto para bosques naturales coetáneo, incoetáneos y plantaciones. Cuando el tamaño del árbol promedio está especificado por el área basal y por el número de árboles por hectárea, el uso de ambos arroja mejores resultados sobre la estimación de la cosecha, en comparación con aquellos obtenidos sólo con una de estas dos mediciones (Clutter et al, 1983 op. cit.).

3.12. Área basal por hectárea de plantación

Matemáticamente se denomina al área basal como Bi en metros

cuadrados (m2) cuando el diámetro normal se da en centímetros (cm), como se muestra en la siguiente ecuación:

2

00007854

.

0

i

i

D

B

Por lo que para una muestra de n árboles tendrá un área basal de:

 

n

i i n

i

i

D

B

B

1 2

1

00007854

.

(35)

Con un área basal promedio por árbol de:

n

D

B

n

B

n

i i n

i

i

(

0

.

00007854

)

/

1

1 2

1

 

El diámetro cuadrático medio se define como:

n

i i

q

D

n

D

1 2

1

Por lo que el área basal promedio queda definida de la siguiente forma:

2

00007854

.

0

D

q

B

De la misma manera, para una superficie con n árboles se tendrá que el área basal B será:

2

00007854

.

0

n

D

q

B

En otras palabras, Dq es el diámetro del árbol con el área basal promedio.

El diámetro cuadrático medio también se puede escribir de la siguiente forma:

2 2

1

D

s

n

n

D

q

 

(36)

3.13. Índice de Densidad

El índice de densidad (ID), es una medida del promedio de la densidad de la plantación que puede sólo obtenerse con referencia a una relación limitante predeterminada entre el número de árboles por hectárea y el tamaño del árbol promedio. Reineke (1933, citado por Clutter et al, 1983

op. cit) usó esta relación como la base para desarrollar el índice de

densidad de un rodal, observando que la relación entre el número de árboles por hectárea (N) y el Dq comúnmente aparecen relacionados linealmente bajo coordenadas logarítmicas, de tal manera que para cualquier sitio existe un límite respecto al número de árboles por hectárea en bosques, haciendo caso omiso de la edad o la calidad de sitio. Dicha relación limitante es de la forma:

N

D

q donde  y  son los

parámetros que definen la relación. Para plantaciones, la condición limitante en la cual el grado de hacinamiento puede ser expresado numéricamente como el número esperado de árboles por hectárea cuando el

D

q es de 20 centímetros2 de tal manera que ID = 20.

Reineke3 define el ID para cualquier sitio conociendo N y

D

q como:

q

D

N

ID

20

/

que implica a todos aquellos rodales con la misma proporción del número limitante de árboles por hectárea que tengan la misma densidad sin

2 Por las características propias de la industria de aserrío existente en Veracruz, consideran como una medida

comercial, trozas con diámetros superiores o iguales a 20 cm; sin embargo, dimensiones inferiores también son utilizadas, salvo que su precio a pie de monte es inferior.

3 El diámetro considerado por Reineke es de 10 pulgadas; sin embargo, para el presente estudio se consideró

(37)

importar el promedio del diámetro normal del rodal. Para aquellos rodales donde Dq sea conocido, el ID se incrementará proporcionalmente con el número de árboles por hectárea, y por lo tanto, con el área basal por hectárea. Para estimar los parámetros  y  se utiliza el método de regresión lineal, de tal manera que la ecuación

N

D

q puede escribirse

usando logaritmos con base 10 de la siguiente forma:

)

(

log

)

(

log

)

(

log

10

N

10

10

D

q

Donde log10( y donde  y son constantes.

3.14. Modelo de desarrollo y cosecha de Schumacher

Los modelos de crecimiento de los bosques relacionan el logaritmo de alguna dimensión del rodal como una variable dependiente y el inverso de la edad como la variable independiente. El modelo de Schumacher, como ecuación básica para la estimación de cosecha, sirve para predecir la cosecha, en el sentido que la integración de la ecuación de crecimiento debe producir la función de cosecha. La forma básica de la ecuación de cosecha de Schumacher tiene la forma:

)

ln(

)

ln(

V

0

1

S

2

A

1

3

B

Donde:

V = volumen por hectárea

S = índice de sitio

A = edad de la plantación

(38)

 y  constantes o parámetros

La forma básica de cosecha utilizando el modelo de Schumacher, ha sido aplicada exitosamente para predecir cosechas. Cualquier ecuación desarrollada para la predicción del crecimiento deberá ser compatible con este modelo, en el sentido que la integración de la ecuación de crecimiento debe producir la función de cosecha.

Los valores de las betas, se obtendrán mediante el método de Krammer (Box et al, 1999).

3.15. Cosecha de la plantación

El manejo de una plantación es comparable al manejo de cualquier proceso manufacturero, en ambos, dados los niveles de entradas al proceso, resultan determinadas salidas con una ganancia o pérdida para la empresa. La toma de decisiones óptima concerniente a los niveles de entradas, el tiempo de entrega y la intensidad de la intervención, y otras modificaciones del proceso a través del manejo, requiere predicciones puntuales de las salidas en todas las combinaciones relevantes de estos niveles, tiempos, intensidades y modificaciones del proceso (Clutter et al,

1983 op. cit.).

(39)

La predicción de volúmenes cuando se multiplican los valores por unidad de volumen, provee estimados del valor total por superficie a distintos niveles de entradas como variables en un sistema de producción dado. El uso de estos estimados, con los apropiados modelos de análisis económicos, generan decisiones concernientes a optimizar la edad de cosecha (por tanto la rotación de la masa forestal en el sitio o rodal), así como los niveles de densidad de plantación y el tiempo para aplicar aclareos u otras prácticas de manejo (Clutter et al, 1983 op. cit.).

El aspecto distintivo del manejo forestal respecto al manejo manufacturero, por ejemplo, radica en que la “fábrica” (el árbol) es también el “producto” y debe registrarse un equilibrio entre la producción y las existencias del rodal. Mantener existencias con grandes crecimientos como inventario, puede reducir la eficiencia económica del proceso de producción por detener demasiado el capital. No obstante, crecimientos muy pequeños reducen la efectividad del proceso productivo por que la fábrica o el rodal no pueden hacerse crecer a su totalidad respecto al potencial de crecimiento disponible (Clutter et al,

1983 op. cit.).

(40)

IV.

Descripción del área de estudio

4.1. Localización regional

El estudio se realizó en la región de Los Tuxtlas, la cual se localiza en el macizo montañoso de la Llanura Costera del Golfo de México, particularmente en los municipios de Catemaco y Hueyapan de Ocampo en el estado de Veracruz, entre las coordenadas 18º 10’ y 18º 45’ de latitud Norte y los 94º 42 y 95º 27’ longitud Oeste (Figura 1).

(41)

La región de los Tuxtlas constituye en la actualidad la porción de Selva Húmeda más al Norte del Continente Americano. Debido a las características de localización, topografía, clima, aislamiento, etc.; aquí confluyen especies de clima tropical y templado dando como resultado una gran diversidad de especies de las cuales muchas son endémicas (Dirzo y Miranda, 1991).

4.2. Clima.

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO, S/F), las poblaciones de Ahuatepec y Zapoapan de Cabañas presentan un clima Am cálido húmedo con lluvias de verano e influencia de monzón, con una lluvia invernal entre 5 y 10%. Los poblados de Los Mangos, Sabaneta, Samaria, Santa Rosa Cintepec y Santa Rosa Loma Larga, localizados hacia la parte sur del área de estudio, presentan un clima Aw2 cálido subhúmedo con lluvias en verano con lluvia invernal entre 5 y 10.2%, es el más húmedo de los subhúmedos (Anexo 1).

La temperatura media anual en el área de estudio, oscila entre los 24 a 26 °C, con una precipitación media anual de 1,500 a 2,000 mm en las comunidades de Santa Rosa Loma Larga, Santa Rosa Cintepec, Sabaneta, Samaria y Los Mangos; en las comunidades de Pozoloapan, Ahuatepec y Cartagena la precipitación fluctúa entre 2,500 y 3,000 mm (García, 1981).

(42)

descensos graduales en la temperatura ambiental llegando hasta los 10° C en algunos días de invierno.

4.3. Geología

A nivel estatal, la región de Los Tuxtlas se encuentra localizada en la Sierra Madre del Sur, la cual comprende la porción limítrofe con el Estado de Puebla, en el área de Orizaba, la cual está formada por montañas plegadas. Las estructuras que forman las rocas del Cretácico son pliegues anticlinales y sinclinales, cuyos ejes tienen una orientación noroeste-sureste (INEGI, 1988)

El origen de la roca madre donde se ubican las plantaciones estudiadas, corresponde a rocas ígneas extrusivas básicas formadas en la era Cenozoica Cuaternaria (INEGI, 1988 op. cit.).

4.4. Suelos

Los suelos característicos de las plantaciones evaluadas en las poblaciones de Ahuatepec y Zapoapan de Cabañas son del tipo Feozem lúvico; para las poblaciones de Los Mangos, Sabaneta, Samaria, Santa Rosa Cintepec y Santa Rosa Loma Larga el tipo de suelo corresponde a Luvisol férrico (INEGI, 1988 op. cit.) (Anexo 2).

4.5. Hidrología

(43)

eventos volcánicos del terciario. Es alimentado por ríos que nacen en la Sierra de los Tuxtlas y la Sierra de Santa Marta (González et al, 1997). En las localidades de Ahuatepec y Zapoapan de Cabañas son regadas por los ríos Zapoapan y Pozolapan tributarios del río San Juan Seco y en la temporada de lluvias se presentan escorrentías temporales que son nombradas localmente y no se cuenta con información de estas. En las localidades Los Mangos, Samaria y Santa Rosa Loma Larga son regados por los ríos Huilapan y Amayo, los dos tributarios del río Hueyapan. (INEGI, 2000).

4.6. Vegetación

Las actividades humanas, han dado origen a que mucha superficie en la zona de estudio haya cambiado su vocación original, es así que existan relictos de Selva Alta Perennifolia (Hernández, 1985), la cual se caracteriza por ser muy densa, dominada por árboles de más de 30 m. de altura, con abundantes bejucos y plantas epifitas y que permanece verde todo el año, aunque a veces algunos árboles aparecen desnudos de follaje durante la fase de floración (Anexo 4).

En la región de los Tuxtlas algunas de las especies características son

Talauma mexicana, Pithecellobium arboreum, Celtis monoica, Phoebe

mexicana, Lonchocarpus cruentus, Vochysia hondurensis, Brosimum

alicastrum, Ficus tecolutlensis, Mortoniodendron guatemalense, Ceiba

pentandra, Zanthoxylum kellermanii entre otros (Rzedowski, 1983).

4.7. Fauna

(44)

recorridos en las plantaciones y a través de revisión bibliográfica se reportan armadillos, tlacuaches, ranas , sapos, ranitas arbóreas, tejones, coyotes y especies de aves, en otras zonas aún existen venados, tepezcuintles y una especie de mono, llamado en la región “mono aullador”, por lo que existe la necesidad de implementar programas que ayuden a preservar e incrementar espacios para que estas especies de gran valor biológico puedan sobrevivir.

4.8. Localización de las plantaciones evaluadas

La evaluación se realizó en plantaciones pertenecientes a cooperativistas de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cinacantepec (SOCOCECI), quienes las establecieron en los años 1994, 1995 y 1996.

Las plantaciones se encuentran localizadas aproximadamente entre las coordenadas extremas de Latitud Norte 95 º00’- 95 º 10’ y Longitud Oeste 18 º15’ – 18 º 30’. en la parte Sur y Suroeste del municipio de Catemaco, Norte y Noroeste del municipio de Hueyapan de Ocampo; se encuentran distribuidas en un rango altitudinal de 200 a 500 msnm.

La SOCOCECI agrupó en principio a 430 socios productores de café, de las localidades de Zapoapan de Cabañas, Cartagena, Los Mangos, Santa Rosa Loma Larga, La Victoria y Colonia El Águila; designando a Zapoapan de Cabañas como la sede de sus oficinas centrales.

(45)

en México. De esta manera los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) como institución crediticia de segundo piso en esos años y operada por el Banco de Crédito Rural (BANRURAL), otorgó el crédito4.

En 1993, la SOCOCECI acordó elaborar un programa de manejo forestal para las plantaciones a establecer, por lo que al año siguiente, la organización inicio plantando 170 ha con cedro rojo (Cedrela odorata L.) y caoba (Swetenia macrophyla King), en los años 1995 y 1996 se establecieron 384 y 530 ha respectivamente y se introdujeron otras especies como primavera (Tabebuia donell-smihtii Rose), cedro nogal

(Juglans olanchana S&L) y teca (Tectona grandis L.). Ante tal

entusiasmo, la SOCOCECI recibió el premio al Mérito Forestal 1996, otorgado por la entonces Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca5.

En los últimos años, la organización continua expandiendo la superficie plantada a través de los apoyos brindados por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), utilizando las especies antes mencionadas e incorporando otras de protección como la casuarina (Casuarina

equisetifolia L. ex J.R. & G. Forst.) y de rápido crecimiento como melina6

(Gmelina arborea Roxb.). En el Cuadro 1, se mencionan los

requerimientos ambientales para el óptimo crecimiento de las especies utilizadas por la SOCOCECI.

4 Juan Pérez Moreno. Representante de la Sociedad Cooperativa Cerro de Cintepec SRL

(2008).Comunicación personal.

(46)

Cuadro 1. Requerimientos ambientales óptimos para el crecimiento de las especies utilizadas por la SOCOCECI en Los Tuxtlas, Ver. (1994-1996).

Nombre común

Nombre

científico Tipo de suelo

temperatura media

Precipitación (mm/año) caoba1 Swetenia

macrophylla

Vertisol pélico 25 °C 1500 a 5000

cedro rojo1 Cedrela odorata Litosoles y redsinas

25 °C 2500 a 5000

casuarina2 Casuarina equisetifolia

Entisoles, inceptisoles, molisoles, oxisoles y vertisoles.

20 a 35 °C 2500 a 5000

melina3,* Gmelina arborea Vertic ustro pepts (vertisol)

21 a 28 °C 625 a 3000

nogal4 Juglans olanchana

Luvisoles y acrisoles

18 a 27 °C 1000 a 3000

primavera5 Tabebuia donell-smithi

Vertisol pelico y vertisol gleico

23 a 28 °C 1000 a 3000

teca3 Tectona grandis aluviales 22 a 28 °C 625 a 3000

Fuentes: 1

CONABIO, 2011; 2

Parrotta, 1993; 3

Muñoz et al, 2009; *

Tessier et al, 1992; 4

Jiménez y Vásquez, 2008; 5 Gutiérrez y Dorantes, 2004.

4.9. Características del programa de manejo del

proyecto de plantaciones comerciales de la

Sociedad Cooperativa “Cerro de Cintepec” SCL.

Rojas (1993) estableció el turno comercial en 18 años, periodo en el cual se alcanzaría un diámetro normal de 40 cm, una altura de fuste limpio en 10 m; un volumen individual de 1.4 metros cúbicos (m3) y una productividad de 253 metros cúbicos rollo total árbol por hectárea (m3 rta/ha).

EN 1994, la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos7 (SARH), autorizó el programa de manejo para el establecimiento y aprovechamiento de 170 ha de plantaciones forestales de cedro rojo y caoba; indicando además de la superficie mínima a intervenir, los tratamientos complementarios a realizar, el sistema de manejo a utilizar,

7 Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Copia de oficio de autorización del programa de manejo

(47)

la vigencia del programa y otros conceptos y como se muestran en el siguiente Cuadro 2.

Cuadro 2. Descripción de actividades a realizar en el programa de manejo forestal autorizado a la Sociedad Cerro de Cintepec SCL

CONCEPTO DESCRIPCIÓN

Nombre del Predio y Municipio Ejido Santa Rosa Loma Larga, Mpio. de Hueyapan de Ocampo; Ejido Zapoapan de Cabañas y Cartagena, Mpio. de Catemaco.

Superficie a Reforestar 170.00 ha

Método de Plantación Separación entre plantas: 3 metros (cepa común); separación entre hileras: 6 metros.

Especies a plantar Cedrela odorata (cedro rojo)

Swietenia macrophylla (caoba)

Tratamientos complementarios: Deshierbes cada vez que sea necesario. Podas, fertilización, control de plagas y enfermedades. Aclareos mecánicos conforme al programa de manejo. Superficie a intervenir 170.00 ha

Sistema de manejo a utilizar Cortas sucesivas a matarrasa Vigencia del programa de manejo 34 años

(48)

La Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca8 (1995), dictaminó que las plantaciones de la cooperativa se encontraron en las densidades técnicamente indicadas (arreglo 6x3 m) para esperar los mejores resultados ecológicos y económicos de estas plantaciones; además que la asociación con café garantizaba el éxito de estas.

8 Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Copia de Oficio No. 730.DR.01.09. Publicado

(49)

V.

Metodología

La elaboración del presente trabajo se realizó en dos etapas, la primera corresponde a la planeación, donde se definieron las herramientas a utilizar para alcanzar los objetivos, y la segunda, denominada desarrollo, incluyó el manejo de la información con la obtención de resultados.

5.1. Planeación

Con el propósito de estudiar el desarrollo e impactos de una de las iniciativas más tempranas de establecimiento de plantaciones forestales comerciales, impulsadas de manera conjunta entre el sector público y social en Veracruz, el grupo de la Maestría en Manejo del Recurso Forestal Generación 2006-2008 orientado por los maestros, diseñó un marco general para hacer una evaluación integral de las plantaciones considerando los aspectos silvícolas, económicos y sociales.

Ante la necesidad de encontrar elementos técnicos que permitieran determinar el desarrollo de las plantaciones de la SOCOCECI y los impactos generados en la región de Los Tuxtlas, se definieron los datos necesarios para comprobar objetivos y el mecanismo mediante el cual se recopilaría la información. Dicha información, se estratificaría en primer término por municipio y después sería agrupada por comunidad, para posteriormente poderlos analizar.

(50)

Las variables de control incluyeron al municipio, localidad, nombre del propietario, fecha en que se realizó la toma de datos, año de establecimiento y el número del sitio.

Las variables del predio incluyeron:

 Tipo de plantación. Se refiere a si la plantación es pura, agroforestal, silvopastoril o agrosilvopastoril.

 Topografía. Esto es plana, cóncava, convexa, muy inclinada u ondulada.

 Accesibilidad. Sí estaba cerca de un camino pavimentado, terracería o vereda.

 Guardarayas. Sí la plantación contaba con estas o no.

Las variables dasométricas fueron las siguientes:

 Diámetro: corresponde a la lectura del diámetro normal (DN), definido como la medición del diámetro en centímetros del árbol a 1.30 m. del suelo. En los casos donde existía pendiente, la medición se realizó por el lado de arriba. Todas las mediciones se hicieron utilizando forcípula.

 Altura: se anotó la altura total del árbol de todas y cada una de las especies, con aproximación al metro. En todas las mediciones se utilizó clinómetro con una separación de 20 m.

 Estado del árbol: las claves utilizadas para tomar la lectura de esta variable fueron (1) si estaba vivo y (2) muerto.

(51)

Debido a la ubicación atomizada de las plantaciones, se acordó que era necesario realizar un premuestreo (Ramírez, 2007), para determinar la superficie mínima a muestrear en base con la variabilidad dasométrica de las plantaciones, teniendo como condicionantes un intervalo de certidumbre del 95% y un error máximo del 0.5% (Anexo 6).

Teniendo la anuencia por parte de la SOCOCECI para realizar el estudio, se planteó que el muestreo sería estratificado al azar, considerando como unidad de muestreo al productor y los estratos se definieron por año de establecimiento.

Al mismo tiempo, se determinó que los sitios de muestreo fueran circulares de 100 m2 (5.64 m. de radio) por su facilidad de manejo en campo y que se tomarían tres sitios por productor: el primer sitio sería al azar, el segundo a 25 m. con rumbo Norte franco del primero y el tercer sitio a 25 m. del segundo en rumbo Este franco (Figura 2).

Figura 2. Tamaño y secuencia de los sitios de muestreo utilizados

25 m

25 m

r = 5.64 m.

N

r = 5.64 m.

r = 5.64 m.

(52)

5.2. Desarrollo

5.2.1. Determinación del área mínima de muestreo

Las plantaciones evaluadas corresponden a tres periodos de establecimiento (1994, 1995 y 1996), por lo cual muchos de los productores tienen plantaciones de uno, dos o los tres periodos, así como las combinaciones de estos; para determinar el área mínima de muestreo fue necesario realizar un premuestreo, en el cual se escogieron parcelas correspondientes a dueños que hubiesen plantado en el primer, segundo o tercer periodo, así como aquellos que tuviesen plantaciones correspondientes a las combinaciones de éstos; de tal manera que si un productor plantó en los tres, la muestra se tomó de cada una de las plantaciones aplicando la forma planeada para realizar el estudio. Las plantaciones a evaluar, se eligieron de una lista de 348 socios con plantaciones de la SOCOCECI, mediante números al azar en función del resultado arrojado por el premuestreo, para así poder establecer el área mínima de muestreo.

La superficie mínima de muestreo determinaría aquellos cooperativistas seleccionados para aplicar la metodología propuesta. El padrón de plantadores se enumeró de manera ascendente hasta contabilizar los 348 socios, de tal manera que coincidiesen con los números obtenidos mediante el algoritmo aleatorio de EXCEL.

(53)

5.2.2. Procesamiento de la información

La información obtenida (tanto la proveniente del premuestreo, como aquella del muestreo en campo), fue capturada en una hoja de cálculo electrónica para cada una de las parcelas evaluadas por periodo. Una vez que se terminó de vaciar todos los datos en una base única, se verificaron para ubicar inconsistencias. Cuando se detectaron datos inconsistentes se retomó la lectura del formato de campo correspondiente. Para el presente estudio no se consideraron los datos obtenidos a través de la encuesta social.

5.2.2.1. Bases de Datos

La base de datos dasométrica consta de 11 columnas: municipio, propietario, número de sitio, superficie plantada, año de plantación, tipo de plantación, guardarrayas, especie, diámetro normal, altura total del árbol y edad. Respecto a esta última variable, se generó a partir de la variable: año de plantación.

5.2.2.2. Auditoria de Bases

Una vez completa la base de datos, se auditó para identificar aquellos datos inconsistentes, los cuales fueron desechados. Como herramienta para auditar los datos dasométricos, se utilizó el índice de esbeltez (ID) definido como la relación de la altura del árbol respecto a su diámetro normal. Se determinó que solo aquellos árboles cuyo ID estuviesen en el intervalo 0.3<=ID<=0.7 serían considerados, debido a que están creciendo dentro de un rango normal (Ramírez, 2007).

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