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Propuesta de guía psicoeducativa para la preparación en violencia de género de los equipos básicos de salud del GBT 3, policlínico XX Aniversario

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Academic year: 2020

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(1)Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Psicología. Tesis presentada en opción al título de licenciada en Psicología. Propuesta de Guía Psicoeducativa para la preparación en violencia de género de los Equipos Básicos de Salud del GBT 3, policlínico XX Aniversario. Autor: Arienny de la Caridad Prada Mier Tutor: Dra. Dunia Ferrer Lozano Lic. Ena Lourdes Guevara Díaz Asesor estadístico: MSc. Evelyn Fernández Castillo. Santa Clara 2016.

(2) EXERGO. La Vida. La Vida es una oportunidad, aprovéchala La Vida es un deber, cúmplelo La Vida es un juego, juégalo La Vida es amor, gózala La Vida es un misterio, descúbrelo La Vida es tristeza, supérala La Vida es un combate, acéptalo La Vida es belleza, admírala La Vida es un sueño, hazlo realidad La Vida es un reto, afróntalo La Vida es preciosa, cuídala La Vida es promesa, cúmplela.. Madre Teresa de Calcuta..

(3) DEDICATORIA. Dedicatoria. A mis padres, por darme la vida, todo su amor y formarme como la persona que soy hoy. A mi hermanita por ser mi luz. A Juan Ernesto, por ser mi inspiración.

(4) AGRADECIMIENTOS. Agradecimientos. Gracias a Dios, por brindarme la oportunidad de disfrutar del regalo de la vida y cumplir todos mis sueños. A mis padres, por su apoyo incondicional y la confianza en mí; por acompañarme en todos los momentos que precedieron el camino hasta aquí augurándome todo el éxito. A mi hermanita, por su preocupación y compañía, por ser mi alegría y mi orgullo. A Juan Ernesto, mi novio, por creer en mí y animarme en todo momento, por ser con quien puedo contar, por nuestro amor. A mi familia, por su admiración y confianza. A mis tutoras, Dunia y Ena, por escogerme para esta tarea, por exigir lo máximo de mí y por compartir conmigo la riqueza de sus conocimientos sin medidas. A mis suegros por su preocupación y ayuda en todo momento, por confiar en mis esfuerzos y logros. A Betty, por ser una compañera fiel en el largo camino que nos condujo hacia aquí, por su cariño inmenso. A los miembros de los Equipos Básicos de Salud, por su colaboración. A todos los profesores que contribuyeron con mi formación como profesional, por la calidad de su educación. A todas las personas que de una forma u otra contribuyeron a la conformación de este trabajo.. Muchas Gracias.

(5) RESUMEN. Resumen La presente investigación se realizó con los Equipos Básicos de Salud del Grupo Básico de Trabajo 3 del policlínico XX Aniversario de Santa Clara, con el objetivo de proponer una guía psicoeducativa para la preparación en violencia de género de los médicos y enfermeras que laboran en los mismos. Partiendo de un enfoque mixto de investigación, se empleó un diseño secuencial desarrollándose dos etapas de investigación. La primera estuvo orientada a determinar las necesidades educativas de los profesionales en torno a la violencia de género, empleándose para la recogida de los datos un cuestionario y una entrevista semiestructurada. Se constató la presencia de una definición limitada del fenómeno, de los contextos en los que acontece, así como sus diferentes manifestaciones y consecuencias, destacándose la presencia de mitos en torno a ello. Además, poseen una escasa experiencia en la identificación de estos casos, limitándose la atención que ofrecen a los mismos. A partir de la etapa anterior, la segunda tuvo como propósito diseñar la guía psicoeducativa para contribuir a la preparación en violencia de género de los Equipos Básicos de Salud. La misma quedó estructurada en tres partes, en ella se abordaron elementos generales acerca de la violencia de género, la responsabilidad de los profesionales ante este fenómeno y por último se incluyeron recomendaciones para, desde su perfil, contribuir a la atención a esta problemática. Finalmente se arribaron a conclusiones y se ofrecieron recomendaciones que orientan próximos estudios.. Palabras claves: Violencia de Género, Equipos Básicos de Salud, Guía Psicoeducativa..

(6) ABSTRACT. Abstract The present investigation was carried out with the Basic Teams of Health of the Basic Group of Work 3 of Santa Clara's policlinic XX Anniversary, with the objective of proposing a guide psych educative for the preparation in violence of the doctors' gender and nurses that work in the same ones. Leaving of a mixed focus of investigation, a sequential design was used being developed two investigation stages. The first one was guided to determine the educational necessities of the professionals around the gender violence, using stops the collection of the data a questionnaire and an interview semi structured. The presence of a limited definition of the phenomenon was verified, of the contexts in those that it happens as well as its different manifestations and consequences, standing out the presence of myths around it. Also, they possess a scarce experience in the identification of these cases, being limited the attention that you/they offer to the same ones. Starting from the previous stage, the second had as purpose to design the guide psych educative to contribute to the preparation in violence of gender of the Basic Teams of Health. The same one was structured in three parts, in her general elements were approached about the gender violence, the responsibility of the professionals before this phenomenon and lastly recommendations were included for, from their profile, to contribute to the attention to this problem. Finally, they were arrived to conclusions and they offered recommendations that guide next studies.. Key words: Violence of Gender, Basic Teams of Health, Psych educative Guides..

(7) ÍNDICE. Índice Introducción ................................................................................................................................ 1 Capítulo1. Marco Teórico .......................................................................................................... 5 1.1 Panorámica general sobre la violencia de género. .............................................................. 5 1.2 La violencia de género como problema de salud. Situación en Cuba ................................. 9 1.3 Los profesionales de la salud ante la violencia de género. El papel de la atención primaria 11 1.4 La Psicoeducación. Una propuesta para la atención a la violencia de género .................. 18 Capítulo 2. Marco Referencial Metodológico ........................................................................ 24 2.1 Paradigma de investigación ............................................................................................ 24 2.2 Alcance del estudio ......................................................................................................... 24 2.3 Diseño de investigación .................................................................................................. 25 2.4 Descripción de las etapas de la investigación ................................................................. 26 Etapa 1.............................................................................................................................. 26 Etapa 2.............................................................................................................................. 29 2.5 Procedimiento para el análisis de la información ........................................................... 30 2.6 Consideraciones éticas dentro de la investigación .......................................................... 31 Capítulo 3. Análisis de los Resultados ........................................................................................ 32 3.1 Resultados de la Etapa 1 ....................................................................................................... 32 3.2 Resultados de la Etapa 2 ....................................................................................................... 61 Conclusiones ................................................................................................................................. 63 Recomendaciones ......................................................................................................................... 64.

(8) INTRODUCCIÓN. Introducción La violencia es un fenómeno que, por su alcance, se prevé como una pandemia en el siglo XXI. En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, (1993) citado en Bott, Guedes, Claramunt and Guezmes, (2004) se declaró la violencia de género como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual y psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, ocurra en la vida privada o en la vida pública”. Durante la 49ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en 1996, la Organización Mundial de la Salud, acordó que la violencia de género fuera una prioridad en salud pública en todo el mundo e instó a los Estados miembros a evaluar la dimensión del problema en su territorio (OMS, 1996). Con relación a ello se encuentran estudios que demuestran la magnitud del problema en distintas regiones. En los Estados Unidos, entre dos y cuatro millones de mujeres son golpeadas anualmente; 1.500 mujeres son asesinadas cada año por su pareja o ex pareja. En Francia, la violencia causa la muerte de seis mujeres por mes en manos de su pareja y constituye la principal causa de femicidio. En Europa, una de cada cinco mujeres refiere ser maltratada. Asimismo, la Organización Panamericana de Salud (OPS) estima que entre el 20% y el 60% de las mujeres que viven en América sufren situaciones de violencia. (Alemán et al., 2010). Proveyer (2014) destaca al respecto que las investigaciones cubanas ofrecen como evidencia la confirmación de la presencia de violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones, más allá de las diferencias socioeconómicas, etarias, educacionales u otras. De acuerdo con la información que ofrecen las estadísticas disponibles y los resultados de investigaciones, predominan la violencia psicológica y la emocional. También evidencian la vinculación de los delitos de lesiones, homicidio y asesinato de mujeres a la problemática de género y que la victimización femenina se produce en esencia en la relación de pareja y en el ámbito doméstico. La violencia de género es considerada como un problema de salud pública que conlleva a daños a la salud física y mental de las mujeres, y por tanto es un factor que demanda de los servicios de salud, lo que representa un costo real para la sociedad. (Rodríguez-Bolaños, Márquez-Serrano, Kageyama-Escobar, 2005). A criterio de Medina, Landenberger, de Gómez, and Patrizzi (2015), Pérez and Hernández (2009) la violencia de género tiene efectos fatales como: homicidio, suicidio, mortalidad materna, heridas físicas, embarazos no deseados, abortos, complicaciones ginecológicas, enfermedades de 1.

(9) INTRODUCCIÓN. transmisión sexual (incluyendo HIV/SIDA), síndrome de estrés post-traumático y depresión y se asocia a condiciones crónicas. Las investigaciones desarrolladas por Arredondo et al. (2012), Lozano et al. (2014), Alemán et al. (2010), Coll-Vinent (2008) reportan que los profesionales de la salud tienen dificultades a la hora de detectar y abordar esta problemática por lo que más del 70% de los casos son invisibles ante los ojos sanitarios por lo que no se logra identificar el problema de violencia subyacente, aun cuando ésta sea la raíz de los problemas físicos o psicosomáticos por los que las víctimas demandan la atención. En el contexto cubano se han desarrollado investigaciones orientadas a ofrecer alternativas que contribuyan a la preparación del personal médico para atender la violencia de género, tal es el caso de M. Ruíz, L. López, and Y. Hernández (2012),L. López (2009), Pría, Louro, Fariñas, Gómez, and Segredo (2006), Hernández (2011), sin embargo dentro de los estudios consultados no se ha reportado alguno que aborde esta temática específicamente en los Equipos Básicos de Salud existentes en el municipio de Santa Clara. Los resultados obtenidos no difieren de los ofrecidos a nivel internacional por Méndez, Valdez, Viniegra, Rivera, and Salmerón-Castro (2003), Rodríguez, Márquez, and Kageyama (2005) Montalván (2009), Menéndez, Pérez y Lorence (2013) y Rojas, Gutiérrez, Alvarado y Fernández (2014). Se coinciden con estos autores en cuanto a que predomina un desconocimiento acerca de las características de la violencia de género como un problema de salud, con especificidades en su expresión según el contexto en el que tenga lugar y el vínculo de las personas implicadas. En este sentido, el personal médico carece de información referente a la violencia de género durante su formación. En los planes de estudio se obvia la temática de género y en la formación de postgrado no se privilegian estos temas, centrando la atención en aspectos clínicos. Los datos ofrecidos por estas investigaciones ponen de manifiesto que la labor de nuestros profesionales de la salud se encuentra limitada, poniendo en riesgo la calidad de la asistencia que se presta, al centrarse en el síntoma, desconociendo sus causas. En busca de opciones que contribuyan a la formación temática de los profesionales del Sistema Nacional de Salud y específicamente de los Equipos Básicos de Salud, sobre la violencia de género, emerge la psicoeducación como alternativa .Al respecto se conoce que existen diferentes vías para implementarla y entre ellas ha demostrado tener buenos resultados la guía 2.

(10) INTRODUCCIÓN. psicoeducativa (González, 2013) ya que suministra conocimientos, ayuda a argumentar opiniones y su valor radica principalmente en el aporte de información. (Cueto, 2010). Partiendo de ello representa una necesidad ahondar en esta realidad, conocerla y ofrecer alternativas al respecto. En consonancia con lo planteado y considerando la demanda del secretariado provincial de la Federación de Mujeres Cubanas de dirigir estudios de este tipo hacia los profesionales de la salud que laboran en comunidades identificadas por sus altos índices de violencia en Santa Clara (Virginia y Dobarganes), es que se realiza la presente investigación. Por lo tanto, se asume como problema de investigación: ¿Cómo contribuir a la preparación en violencia de género de los Equipos Básicos de Salud del Grupo Básico de Trabajo 3 del policlínico XX Aniversario? Objetivo General: . Proponer una guía psicoeducativa para la preparación en violencia de género de los Equipos Básicos de Salud del Grupo Básico de Trabajo 3 del policlínico XX Aniversario.. Objetivos específicos: . Determinar las necesidades educativas de los miembros de los Equipos Básicos de Salud en torno a la violencia de género.. . Diseñar una guía psicoeducativa para la preparación en violencia de género de los Equipos Básicos de Salud del mencionado Grupo Básico de Trabajo.. El estudio resulta viable en tanto los directivos de salud en el municipio han dado su consentimiento para el desarrollo de la investigación, se cuenta con los recursos pertinentes para llevarla a cabo y se corresponde con la disposición de los profesionales. Por otro lado, posee un valor práctico puesto que contribuye a perfeccionar la práctica asistencial de los médicos y enfermeras de los Equipos Básicos de Salud ya que ofrece información respecto a la violencia de género con la que se pretende no solo sensibilizarlos acerca de su responsabilidad con la atención al fenómeno, sino que sean capaces de manejar de manera más óptima los actos de este tipo durante la atención sanitaria. La novedad del estudio radica en que la guía diseñada brinda información general acerca del fenómeno de la violencia de género, refiere la responsabilidad de los profesionales de la salud con la atención a esta problemática y ofrece recomendaciones para la labor preventiva que pudieren estar desarrollando en las comunidades donde laboran, siendo la primera de su tipo en. 3.

(11) INTRODUCCIÓN. abordar de esta manera la violencia de género en el municipio y en los Equipos Básicos de Salud de Virginia y Dobarganes. El informe de investigación cuenta con 3 capítulos. En el primero de ellos se declararon los fundamentos teóricos que orientan la misma. En el segundo se refirieron las concepciones metodológicas asumidas para el desarrollo del estudio, presentándose las categorías metodológicas que lo orientaron y los métodos y técnicas utilizados para la recolección y el análisis de los datos, así como los fundamentos metodológicos para el diseño de la guía psicoeducativa. En el tercer capítulo se presentaron los resultados obtenidos a partir del análisis de la categoría Preparación en violencia de género, que incluye. el conocimiento sobre la. violencia de género, la experiencia en la identificación de la violencia de género y la atención a situaciones de violencia de género detectadas, guiando el proceso de identificación de necesidades educativas del personal médico de los Equipos Básicos de Salud en torno a esta temática, lo que constituyó la base para el diseño de la guía psicoeducativa. También se ofrecieron una serie de conclusiones a las que se arribaron luego de los análisis realizados y se propusieron recomendaciones. Además, se presentó la referencia bibliográfica utilizada para la consecución de la investigación. Por último, se mostraron en los anexos los protocolos de las técnicas empleadas para la recolección de los datos, así como la matriz de datos que permitió realizar el Análisis de Contenido y se incluyó íntegramente la guía psicoeducativa diseñada.. 4.

(12) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. Capítulo1. Marco Teórico En el presente capítulo se abordaron las concepciones teóricas que sirvieron de sustento para el desarrollo de la investigación. 1.1 Panorámica general sobre la violencia de género. La francesa Simone de Beauvoir (1908-1986) fue una de las autoras que dio las bases para la definición de la categoría “género” al afirmar, en 1949, que “una mujer no nace sino que se hace”. El término género encierra un concepto que comienza a ser utilizado como categoría científica a partir de la década 70 del siglo XX. (Artiles de León, 2003). El género forma parte de la realidad subjetiva social e individual, y condiciona el comportamiento del hombre, lo cual se expresa en su autoconcepto, sentido de sí mismo, expectativas, deseos, normas, valores, incluyéndose también aquí la definición de posición social, jerarquía, estatus y oportunidades, a partir de la visión de lo femenino o masculino, para influir en cuestiones básicas de la vida cotidiana como las relaciones de pareja, amistosas, familiares, laborales, entre otras. (Casique & Ferreira, 2006). De esta forma, a partir de la interiorización de los modelos de género, se construye una identidad femenina y masculina que implica valores y roles dicotomizados, que tienden a perpetuar las diferencias existentes entre hombres y mujeres. Estas diferencias, que en los estereotipos sociales presionan de forma distinta al hombre y a la mujer, hacen que ninguno esté libre de influencias negativas, porque ambos son injustamente marcados en diferentes sentidos. (Pérez & Hernández, 2009). Uno de los géneros se ve histórica y socialmente más privilegiado (género masculino), mientras el otro se concibe desde la subordinación al primero (género femenino). Partiendo de esto se plantea que en la mujer existe una identidad de género subordinada, conformada y avalada por una larga historia de desigualdades sexuales; mientras que el modelo de masculinidad dominante proyecta a los hombres como personas autónomas, fuertes, potentes y proveedores. Todas estas peculiaridades, que no guardan ninguna relación con predisposiciones innatas, se vinculan directamente con el poder que se le ha adjudicado socialmente al varón, y que se estimula desde un inicio en el ámbito familiar. (Pérez & Hernández, 2009). De esta forma, los hombres, como portadores de ese poder, son impulsados a ejercerlo. En la medida en que esa forma de ser hombre se transforma en natural, se hace invisible el poder de los hombres sobre las mujeres. 5.

(13) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. Estas características distintivas de cada género, adquiridas durante el devenir histórico social de la humanidad, conllevan a pensar este complejo proceso social en una articulación proporcional en el fenómeno de la violencia, haciéndose evidente un violentamiento desde lo social. Este violentamiento se traduce en el panorama científico como violencia de género. (Pérez & Hernández, 2009). El término violencia de género es una traducción del inglés gender violence y comenzó a usarse de forma más generalizada a partir de los años 90, coincidiendo con el reconocimiento social de la gravedad y extensión de la violencia histórica contra las mujeres. (Machado & Parra, 2011). Tres importantes acontecimientos impulsaron su difusión, la Conferencia Mundial para los Derechos Humanos en Viena, en 1993; la Declaración de Naciones Unidas sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, en 1994 y la Conferencia Mundial de Mujeres en Pekín, en 1995. Precisamente es en la Conferencia de Pekín donde las mujeres acuerdan utilizar el término «violencia de género» en los diferentes pueblos y lenguas. Así se reconoce que la violencia de género no fue nombrada como tal hasta hace muy poco tiempo. Solo se visibilizaba cuando existían agresiones físicas en cuyos casos se asociaban a actos agresivos aislados. Fue la perspectiva feminista o teoría de género, la que analizó y conceptualizó lo que hasta entonces se consideraban «casos individuales» de agresiones y esta sistematización de lo que hasta entonces se consideraban «casos», permitió hacer visible el carácter universal de esta violencia, con las dimensiones y gravedad que hoy se reconoce. (Amorós, 2005 citado en Machado & Parra, 2011). Morrison, Ellsberg, and Bott (2005) hacen referencia a la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, Resolución de la Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de 1993, a los efectos de la dicha Declaración, por “violencia contra la mujer” se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. Partiendo de esto la violencia contra la mujer abarca los siguientes actos, aunque sin limitarse a ellos: a) La violencia física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación 6.

(14) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación. b) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución forzada. c) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra. Años más tarde, en el 2005, la Organización Mundial de la Salud reconoció la violencia de género como un serio problema psicosocial contra la mujer, que se presenta en la relación de pareja, definida como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o económico”, enmarcándose en una dinámica relacional abusiva, permanente y estable, caracterizada por la presencia de un patrón de interacción que produce daños. Existen diferentes formas en las que se manifiestan los malos tratos hacia las mujeres: abuso físico, abuso sexual, abuso emocional o psicológico y abuso económico. La violencia física es entendida como toda lesión física o corporal no accidental, ejercida contra la mujer que le provoque daño físico, lesiones o enfermedades. Se incluyen bofetadas, empujones, golpes. (Campbell,Snow-Jones,Dienemann, Kub,Schollenberger,O´Campo et al, 2002 citado en Fernández, 2007). La violencia sexual, se refiere a todo acto sexual que pretende obtener una relación sexual, comentarios sexuales no deseados o amenazas, usando la coerción, ocurre en cualquier espacio, pero no se limita al trabajo y al hogar. La violencia sexual incluye la violación, definida como agresión física u otro modo de penetración en la vulva o el ano, usando el pene u otras partes del cuerpo u objetos. La violencia sexual puede incluir cualquier otra forma de asalto involucrando órganos sexuales incluyendo el contacto forzado del cuerpo con la boca y el pene, la vulva o el ano. (Bott, Morrison, & Ellsberg, 2005). Por otra parte, Fernández (2007) define que el abuso emocional o psicológico está vinculado a abusos u omisiones destinadas a degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de la mujer por medio de la intimidación, manipulación, amenazas directas o indirectas, humillación, aislamiento, o cualquier otra conducta que implique un perjuicio a la 7.

(15) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. salud psicológica, la autodeterminación o el desarrollo personal. Son actos que conllevan a la desvalorización o sufrimiento en las mujeres. Se manifiesta en la exigencia a la obediencia, tratar de convencer a la víctima de que ella es culpable de cualquier problema. Incluye expresiones verbales como insultos, gritos, menosprecio a su vida pasada, a su persona, a la forma en que se viste. Se expresa por omisión, por ejemplo, el victimario puede dejar de hablarle, mantener silencios prolongados, fingir que no escucha o no entiende; puede utilizar como una forma de violentar el lenguaje extraverbal a través de gestos de rechazo, miradas agresivas y mediante la manifestación de los celos. Otra forma de violencia es el abandono y la negligencia en los cuidados, dados por la falta de protección y cuidados físicos, falta de respuesta a las necesidades afectivas, descuido en la alimentación y atención médica. (Fernández, 2007). La violencia económica, por otra parte, se refiere al manejo de los recursos materiales como dinero, bienes, para controlar o someter a otra (s) persona (s). (Sánchez & Hernández, 1999). La violencia de género puede tener lugar en todos los contextos en los que se desenvuelven las mujeres y puede asociarse a cualquiera de las clasificaciones ya expuestas en función del tipo de daño que provoque. Desde el punto de vista investigativo se ha privilegiado el espacio familiar y especialmente la relación de pareja, dado el carácter privado de los vínculos que tienen lugar; sin embargo, cada vez ganan mayor visibilidad espacios como el centro laboral, de estudio y la comunidad (espacios públicos) dentro del análisis de la misma. A partir de la cotidianidad de la violencia esta se va volviendo imperceptible y se despersonaliza, careciendo del desprecio que requiere en la conciencia individual y colectiva aunque con certeza se trata de una medida compleja que ante la posibilidad de percibirla se ofrece resistencia y se dificulta pensar en ella. (Artiles, 2000 citado en Guevara, 2012) . Esta problemática no se manifiesta en un contexto en específico, sino que puede ocurrir simultáneamente en más de uno, incluso abarcarlos todos, incorporándose a la cotidianidad. En función del aumento del número de espacios implicados, se hace mayor el sometimiento al que pudieran estar sujetas las víctimas. Según el informe sobre violencia de género realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a inicios de 2013 «Violencia contra la mujer en América Latina y el Caribe: Un análisis comparativo de datos poblacionales de 12 países», entre el 17 % y 53% de las mujeres de 8.

(16) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. doce países de América Latina y el Caribe han sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas. (Proveyer, 2014). Además, el estudio documenta que entre 41 % y 82 % de las mujeres que sufrieron abuso por parte de sus parejas experimentaron heridas físicas, desde cortes y moretones a huesos rotos, abortos involuntarios y quemaduras. A pesar de esto, entre 28 % y 64 % no buscaron ayuda ni hablaron con alguien acerca de esta experiencia. (Proveyer, 2014). Todo ello demuestra que la violencia de género es un fenómeno que reporta graves daños para la salud de la víctima, generalmente del sexo femenino, y que la mayoría de las veces no se denuncia contribuyendo a la perpetuación del fenómeno. La relación de la salud con la violencia es mucho más que el registro de eventos. La violencia implica en sí misma una amenaza o negación de las condiciones o posibilidad de realización de la vida y la propia supervivencia, que produce un número creciente de lesiones y alteraciones no mortales, que requieren atención generalmente de urgencia, así como rehabilitación física y psíquica. (del Valle, Palú , Plasencia, Orozco , & Álvarez 2008). La violencia es un factor de riesgo importante para la salud, el bienestar y el ejercicio de los derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Particularmente, con relación a la salud, la violencia física, sexual y/o psicológica, en cualquier etapa de la vida de las mujeres, trae como consecuencia un incremento en el riesgo de desarrollo de problemas de salud subsiguientes. A partir de ello es necesario asumir la violencia de género como un problema de salud. 1.2 La violencia de género como problema de salud. Situación en Cuba La violencia de género produce efectos negativos en la salud mental, e incluye estrés postraumático, ansiedad, fobias, disfunción sexual, depresión, también puede generar pérdida de dignidad, seguridad y confianza en sí misma y en los demás, pérdida de la capacidad para controlar el miedo, experimentación de impotencia y desesperación, baja autoestima, daños en el resto de las formaciones motivacionales complejas, aislamiento, enfermedades psicosomáticas, pérdida de grupos de pertenencia, y, por tanto, de su vida social y hasta familiar, pudiendo perder hasta el vínculo laboral.(Quiñones, Arias, Delgado, & Tejera, 2011) . Además, es una de las causas más importantes de incapacidad y muerte entre las mujeres en edad reproductiva. Genera numerosas consecuencias que van desde desórdenes emocionales, lesiones físicas y dolores crónicos hasta situaciones de muerte como el suicidio y el homicidio. También 9.

(17) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. es un factor de riesgo para muchas enfermedades que afectan la salud física y sexual. (Quiñones et al., 2011). Otras consecuencias se enuncian de manera particular por (Bott et al., 2005): Consecuencias fatales: Suicidio, muerte relativa al SIDA, mortalidad materna. Otras consecuencias: -Físicas: a. Fracturas. b. Síndromes de dolor crónico. c. Fibromialgia. d. Deshabilitación permanente. e. Desórdenes gastrointestinales. -Sexuales y reproductivas: a. Infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo el VIH. b. Embarazos no deseados. c. Complicaciones durante el embarazo. d. Fístula ginecológica traumática. e. Aborto espontáneo. -Psicológicas y comportamentales: a. Depresión y ansiedad. b. Desórdenes de los hábitos del sueño y de la alimentación. c. Abuso de drogas y alcohol. d. Pobre autoestima. Por otra parte, limita la posibilidad de la mujer de negociar con su pareja el uso de preservativos u otros métodos anticonceptivos, colocándola así en una situación de mayor riesgo de embarazo no deseado y de infecciones de transmisión sexual (ITS), incluso del VIH. También produce un riesgo mayor de trastornos ginecológico, de aborto en condiciones inseguras, de complicaciones durante el embarazo, de bajo peso al nacer y de inflamación pélvica. (Quiñones et al., 2011). La violencia sobre la mujer por su pareja fue declarada como un problema prioritario de salud por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1996 y por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 1998. Estos organismos le han reclamado a los estados miembros, la necesidad 10.

(18) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. de preparar a los profesionales de la salud sobre la detección temprana, el diagnóstico certero y la atención oportuna con calidad. (M. Ruíz, L. López, & Y. Hernández, 2012). Cuba fue el primer país en firmar, y el segundo en ratificar, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. (Alfonso, 2006 citado en M. López, 2011). Nuestro Gobierno ha realizado ingentes esfuerzos para disminuir la incidencia de este problema a nivel social y se han logrado avances relevantes en lo económico, educacional, político, en lo jurídico, ejemplo de ello, ley 62 del Código Penal y la Legislación Administrativa de Régimen Contravencional, creándose en 1997 el Grupo de Trabajo Nacional para la Atención y Protección contra la Violencia Familiar. (Rubiera,2010 citado en M. López, 2011). Sin embargo, en el sector de la salud no se ha implementado un programa nacional que aborde dicha temática y aunque existen acciones formalmente enunciadas en algunos documentos normativos, su aplicación resulta insuficiente. (M. López, 2011). 1.3 Los profesionales de la salud ante la violencia de género. El papel de la atención primaria Para una mejor comprensión del papel que juegan los profesionales de la Atención Primaria en el abordaje del fenómeno de la violencia de género es necesario realizar un recuento del subsistema de Atención Primaria a la Salud. En Cuba, la salud pública representa el sistema de medidas socioeconómicas y médico-sanitarias dirigidas a la conservación y mejoramiento de la salud de la población, la prevención de las enfermedades, la disminución de la morbilidad y mortalidad, así como a garantizar a la población condiciones sanas de vida y trabajo, que potencian su desarrollo y la prolongación del promedio de vida de las personas. (Aldereguía, Henríquez,J., 1985 citado en Knapp, 2007.). La creación de nuestro actual Sistema Nacional de Salud abarcó de 1961 a 1969.En una primera etapa se produjo la descentralización y se crearon las direcciones regionales, una por cada una de las 6 antiguas provincias y 2 en la del Oriente (Norte y Sur), y a nivel de municipios se crearon unidades sanitarias o zonales. Ya en 1964 se crearon las Direcciones Provinciales de Salud. En esa misma fecha emergieron los policlínicos con funciones eminentemente asistenciales; en 1965 con el surgimiento del concepto de ¨área de salud¨, los policlínicos se convierten en integrales con la introducción de los programas básicos del área de salud, con un carácter preventivocurativo, que incluía la atención del ambiente (Knapp, 2007.).. 11.

(19) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. En este período ocurren una serie de transformaciones orientadas al perfeccionamiento del Sistema Nacional de Salud, de ahí que se creen los Institutos de Salud, dedicados a la investigación, se realiza un intenso trabajo en la formación de médicos y técnicos en la salud, se inauguran Escuelas de Medicina por todo el país, se instauran los Politécnicos de la Salud y finalmente, la producción, importación y distribución de medicamentos, así como, lo que corresponde a los equipos médicos se subordinan al Ministerio de Salud Pública (MINSAP).Todo ello permitió que se creara un sólido sistema de salud en el país. En los 90 el sistema pasó a una etapa cualitativamente nueva, con una novedosa y revolucionaria concepción de atención de salud con la introducción y rápida extensión del modelo del Médico de Familia, conocido actualmente como Equipo Básico de Salud, que vive y trabaja dentro de la propia comunidad, lo que crea la posibilidad de conocer y atender con la periodicidad requerida a la totalidad de su población asignada, conocer las situaciones de riesgo de los pacientes y crear en la población un estilo de vida saludable. (Knapp, 2007.). La atención en salud, entonces, podría conceptualizarse como el sistema de acciones integradas (preventivas, curativas y de rehabilitación) que se realizan sobre las personas para la protección de su salud. (Knapp, 2007.). De acuerdo con la complejidad de las acciones, sean preventivas, curativas o de rehabilitación estas se organizan en diferentes niveles de atención: Primaria, Secundaria o Terciaria. La Atención Primaria da solución al 80% aproximadamente de los problemas de salud de la población, con el Grupo Básico de Trabajo (integrado por profesionales de Medicina General Integral, Pediatría, Gineco-obstetricia y Psicología) y también otras especialidades. Si bien a este nivel se realizan todas las acciones de salud, se privilegian la promoción de la salud, la educación para la salud y la prevención de la enfermedad. Dentro de sus principales características se encuentran que representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema de salud, de ahí que sea imprescindible que los profesionales que laboran en las diferentes instituciones que componen el mismo estén preparados para ofrecer una atención integral a los pacientes. Por otro lado, sus acciones deben estar científicamente fundamentadas lo que demuestra que cada especialista debe proyectar sus intervenciones partiendo de un fundamento teórico que lo respalde, pensando siempre en beneficiar a la población.. 12.

(20) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. Otra de las características y que reviste gran importancia es que tiene prioridades muy variadas pues dependen de los problemas de salud que tenga la comunidad, aunque se responde a un grupo de programas nacionales vinculados justamente con las afectaciones más comunes en la población cubana. Al respecto se han desarrollado diversas acciones interventivas orientadas a las enfermedades infectocontagiosas, el control de la mortalidad infantil, enfermedades crónicas no transmisibles, así como, algunas adicciones como el alcoholismo, el tabaquismo y el consumo de drogas, sin embargo, no se tienen registros de intervenciones relacionadas con la violencia de género que resulta una problemática de salud presente en la sociedad cubana actual, que cobra cada vez más víctimas debido precisamente a que es un fenómeno cuya práctica se ha naturalizado y que por ende, demanda urgentemente la atención de los profesionales de la salud de nuestro sistema. Los profesionales de la Psicología se incluyen en la labor que se realiza en el nivel de Atención Primaria en el país, aunque no únicamente en este, precisamente como psicólogos de la salud, lo que se debe a todo un proceso de inserción de nuestra ciencia al Sistema Nacional de Salud. El mismo se remonta a los inicios de la Revolución, cuando, como parte de los cambios sociales que trajo aparejados, surge la necesidad de superar el énfasis biologicista que hasta entonces había prevalecido en la atención a la salud y asumir la vertiente psicológica para garantizar una atención integral a los pacientes. Es por ello que los psicólogos que comienzan a trabajar en el sistema durante esta época asumen la necesidad histórica de una nueva aproximación hacia los aspectos psicológicos del proceso salud-enfermedad que rebasara los marcos del diagnóstico y el tratamiento psicopatológico. La inserción de la Psicología en el Sistema Nacional de Salud con el paso de los años ha permitido una mayor amplitud del universo de trabajo con mayor variedad de acciones, que van desde las preventivas-educativas hasta las curativas-rehabilitatorias. Actualmente los psicólogos que se desempeñan en el sistema participan en los diferentes Programas de Salud aprobados por el Ministerio de Salud Pública, por ejemplo, Programa de Atención a la Mujer, el Programa de Atención al Niño y al Adolescente, entre otros. Si bien estos Programas de Salud se orientan a brindar una atención particularizada, que incluya las principales problemáticas de salud de la población, no comprenden otros fenómenos como la violencia de género, por lo que los profesionales de la salud no cuentan con conocimientos o estrategias que les permitan enfrentar situaciones de este tipo. Lo anterior, en materia de 13.

(21) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. bienestar, representa una carencia del Sistema Nacional de Salud, en tanto es una necesidad que los especialistas que laboran en las distintas instituciones de salud puedan identificar y atender a las víctimas de este tipo de casos, de manera especial los miembros de los Equipos Básicos de Salud ya que conviven con la población y son el primer contacto de la misma con el sistema de salud. En relación a esto Baró, Mariño, and Ávalos (2011) plantean que la violencia de género en Cuba viene ganando espacio como tema de interés social en los últimos 10 años, y es insuficiente su estudio. Su gran importancia radica, entre otras razones, por los daños que ocasiona en la salud mental y física de la población, por lo que llama la atención que los Equipos Básicos de Salud (EBS), no exploren ni registren, la incidencia y prevalencia de este fenómeno. Ante esta situación es inmensa la labor que pueden desplegar los profesionales de la Psicología, aun cuando no se encuentren laborando en el Sistema Nacional de Salud, no solo para atender directamente a las víctimas de la violencia de género sino para colaborar con la preparación del resto de los profesionales del sistema, en tanto pueden realizar diferentes acciones orientadas fundamentalmente a contribuir a que los mismos posean un mayor conocimiento del tema, garantizando una mejor identificación, atención y manejo del fenómeno. Todo ello se sustenta en que, de acuerdo a los criterios de Knapp (2007.), sobre la Psicología en la Atención Primaria se puede decir que la intervención psicológica se organiza con la participación activa de las instituciones y miembros de la comunidad con quienes se mantiene una comunicación más amplia, abierta y sistemática. Los servicios de atención psicológica en la Atención Primaria de Salud se organizan acorde a las necesidades de la población y con un alto sentido educativo y de eficiencia. En la Atención Primaria se mantiene el principio de que las prioridades están siempre determinadas por las necesidades de la población. En las actividades de salud con la comunidad el psicólogo debe tener en cuenta no solo lo que sus miembros quieren o priorizan sino lo que él, a partir de sus conocimientos considere necesario y debe mostrar a la comunidad la necesidad de realizar estas acciones, no hacerlo sería negar la posibilidad de aportar y participar en la solución de los problemas de salud de la misma. Además, como miembro del Equipo Básico de Salud, el psicólogo ejecuta por sí mismo las acciones psicológicas y en otras ocasiones, apoya con su enfoque psicológico las acciones a realizar por el resto de los integrantes del equipo. Por último, otra importante prioridad es el trabajo con los factores psicosociales de. 14.

(22) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. riesgo, es decir, en su identificación y modificación en todos sus niveles: individual, microsocial y macrosocial. El profesional del primer nivel constituye entonces un elemento clave en el abordaje de la violencia de género por estar en un lugar estratégico, precisamente por su accesibilidad, por la atención integral que presta, por el conocimiento del paciente y de su contexto familiar, porque con frecuencia cuenta con su confianza y porque, dentro de los valores que incorpora la medicina de familia, está el compromiso ético y el compromiso con la persona y con la sociedad. Estas razones hacen que el profesional de Atención Primaria desempeñe un papel fundamental en la prevención, en la detección precoz, en el tratamiento y en la orientación de este problema, en el que es imprescindible un abordaje coordinado y complementario con otros profesionales e instituciones si se espera que sea efectiva. (Fernández, 2007). No obstante, la atención a la violencia contra las mujeres es un capítulo en construcción. Algunas de las razones que avalan tal aseveración se relacionan a continuación (Alfonso, 2006): 1. Persiste una baja percepción de la violencia como problema de salud de las mujeres en los profesionales del sector de la salud. 2. Pobre identificación de las mujeres de las situaciones de violencia psicológica y sexual en su vida cotidiana. 3. Bajo nivel de búsqueda activa de morbilidad por violencia por los profesionales de la salud, como parte del diagnóstico y análisis de la situación de salud. 4. Limitados espacios especializados, en el sector de la salud, para la atención de sobrevivientes de la violencia y de los agresores (en casi todos los territorios los servicios de orientación se encuentran en las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia de la Federación de Mujeres Cubanas). Todo ello, unido a la carencia de conocimientos en los profesionales del Equipo Básico de Salud, por no haber recibido profundización en torno al tema objeto de estudio en su formación de pregrado y post-grado, ha contribuido a que las acciones de los prestadores de servicios de salud hayan sido escasas, puntuales, poco eficientes y a que las acciones que desde el sector se realizan en el enfrentamiento al problema, estén centradas en la atención a las lesiones físicas de las mujeres que acuden a los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud y las que acuden al peritaje de las lesiones en las consultas de sanidad que se llevan a cabo en las instituciones. 15.

(23) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. habilitadas para ello, pertenecientes a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). (Ruiz et al., 2012). Por otro lado, de Souza and Fleitas (2014), determinan la importancia de que los prestadores de servicio de la Atención Primaria reciban una preparación para aprender a reconocer la violencia verdaderamente como un problema de salud. Relacionado con ello, en la bibliografía nacional consultada se han identificado muy pocas investigaciones. Al respecto se destacan un estudio efectuado en Santiago de Cuba y otro en Cienfuegos, dirigidos a los profesionales de los sistemas de salud de la Atención Secundaria sobre los conocimientos y habilidades de estos para el manejo de la violencia de género. Específicamente referido al trabajo con el Equipo Básico de Salud no se han localizado estudios, lo que reclama de su conocimiento por constituir este nivel de atención una ancha puerta de entrada a todas las mujeres en algún momento de sus vidas. (Ruiz et al., 2012) Otras de las razones por las que los profesionales de la salud pública deben atender la violencia de género, radica en que generalmente mantienen un contacto permanente con la mayoría de las mujeres, por lo tanto, se encuentran en una posición única para identificar a las que son víctimas de violencia de género, aunque muchas no revelan las experiencias de violencia que han padecido, a menos que se les pregunte. En nuestro país deben crearse programas de salud que contribuyan a que los profesionales puedan detectar los casos de violencia de género, para ello, el Sistema Nacional de Salud y dentro de este como colaboradores fundamentales los psicólogos, debe suministrar a su personal los conocimientos y herramientas necesarias para discutir el tema de la violencia de género con los pacientes y proporcionar las respuestas adecuadas en el caso de que una mujer revele algún hecho de este tipo. Por otro lado, los profesionales que laboran en los Equipos Básicos de Salud se encuentran en una situación propicia para ayudar a las mujeres que sean víctimas de violencia de género a tomar conciencia sobre los riesgos a los que se exponen. Generalmente este espacio se convierte en el primer paso hacia la búsqueda de ayuda por parte de las víctimas. Además, los mismos se encuentran en una posición excepcional con respecto a la posible modificación de las actitudes sociales hacia la violencia contra la mujer, ya que tienen la posibilidad de enmarcar la violencia de género como un problema de salud, en vez de una simple. 16.

(24) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. costumbre social. Sin embargo, sin notarlo, pueden poner a la mujer en situación de riesgo si no están preparados o desconocen el tema. Profesionales de la salud que violan la confidencialidad, que dan una respuesta insatisfactoria a una revelación de un acto de violencia de género, que culpan a la víctima o que no ofrecen una intervención en crisis, pueden poner en riesgo la seguridad de la mujer, su bienestar y hasta su vida. Por ejemplo, algunos profesionales de la salud pueden causar perjuicios, sin advertirlo, al expresar opiniones negativas acerca de mujeres que han sido golpeadas o violadas, cuando hablan sobre las lesiones de una mujer en una sala de consulta, mientras la conversación es escuchada por un esposo potencialmente violento que está esperando afuera; al violar la confidencialidad cuando comparte con otro miembro de la familia, sin el consentimiento de la mujer, información acerca de un embarazo, un aborto, infecciones de transmisión sexual, el VIH o el abuso sexual; cuando pasan por alto las señales de advertencia que indican que una mujer puede encontrarse en peligro de suicidio u homicidio. (Guedes, Bott, Güezmes, & Helzner, 2014). Partiendo de estas ideas se comprende la necesidad que representa para los profesionales de la salud recibir una preparación en cuanto a la violencia de género para poder ser más efectivos en la atención a la misma como un problema de salud, partiendo del trabajo interdisciplinario donde se incluya la perspectiva de los profesionales de la Psicología. Si se pretende colaborar con la preparación del personal médico de Salud Pública de nuestro país respecto a la violencia de género, es importante tener en cuenta que las evidencias en cuanto a los esfuerzos por tratar dicha problemática desde esta perspectiva son escasas debido precisamente a la carencia de estudios sobre el tema, así como, de reportes de incidentes de violencia de género por parte de las víctimas. De ahí que se debe indagar en las experiencias al respecto a nivel internacional por lo que es pertinente nutrirse de las principales lecciones aprendidas sobre la capacitación del personal de salud para el abordaje de la violencia de género que ofrecen Guedes et al. (2014) al respecto. En primer lugar, las capacitaciones deben basarse en una perspectiva de derechos humanos y de género.. El personal de salud, al igual que otros miembros de la comunidad, puede tener. profundas creencias sobre los temas de género y de los derechos de las mujeres. Puede considerar que la “violencia doméstica” es aceptable bajo ciertas circunstancias y puede utilizar “cultura” y “tradición” para justificar ciertos actos de violencia. Una perspectiva de derechos humanos es una manera esencial de cambiar estas actitudes y promover la idea de que todas las personas, 17.

(25) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. incluyendo a las mujeres, tienen el derecho a vivir sin violencia bajo cualquier circunstancia. (Guedes et al., 2014). Además, deben realizarse reformas institucionales más amplias a la par de la preparación que se ofrezca al personal médico de salud para lo cual hay que comenzar explorando las creencias, inquietudes y experiencias personales de los participantes en torno a la violencia de género, lográndose identificar si el personal de salud comparte algunas de las concepciones erradas y sesgos que existen en la comunidad en torno a ella y a sus víctimas. Asimismo, los capacitadores deben tomar en cuenta la posibilidad de que, dada la naturaleza generalizada de la violencia de género, el propio personal puede haber experimentado o perpetrado violencia. No debe perderse de vista que la preparación ofrecida a los profesionales de la salud debe ser apropiada, específica para el contexto y tener expectativas claras y realistas. También se debe brindar retroalimentación y apoyo emocional a los mismos, lo que puede aumentar el nivel de confort y, en última instancia, su habilidad para abordar la violencia de género. (Guedes et al., 2014). Cada vez más desde la Psicología se buscan nuevas formas de intervención que permitan ir más allá del acercamiento clínico tradicional y posibilite un trabajo de mayor impacto social y comunitario, cuyo fin no sea atacar el problema cuando ya se requiere cura, sino prevenirlo antes de que se inicie. Entonces, sería oportuno ofrecer una alternativa para elevar la preparación de los profesionales del sector de la Salud Pública en cuanto a la violencia de género que contribuya a incrementar la calidad del servicio que ofrecen, garantizando el bienestar de las víctimas. Es la Psicoeducación una respuesta posible para esta problemática. 1.4 La Psicoeducación. Una propuesta para la atención a la violencia de género La primera alusión al término dentro de la literatura médica tuvo lugar en un artículo de John E. Donley “Psychotherapy and re-education” en The Journal of Abnormal Psychology, publicado en 1911. Con posterioridad, alrededor de los años treinta, apareció su primer uso en el título de un libro de medicina “The psychoeducational clinic” por Brian E. Tomlinson, que fue publicado en 1941. Sin embargo, su divulgación y desarrollo, de acuerdo con la forma en la que se maneja actualmente el concepto, está vinculada a la labor del investigador norteamericano C.M. Anderson, quien en 1980 trabaja esta línea en el tratamiento de la esquizofrenia. Su trabajo se 18.

(26) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. dirigió a educar a los familiares de los pacientes que conformaban su muestra respecto a los síntomas y al proceso de la enfermedad que padecían, así como, a la consolidación de la autoridad social y al mejoramiento del manejo que los miembros de la familia le dan a dicha enfermedad, así como técnicas para el manejo del estrés. (Angulo, 2012). Si bien estuvo más asociada y tuvo sus inicios en la psiquiatría, el diálogo entre psiquiatras, terapeutas, familiares, psicólogos, trabajadores sociales y otros, ha permitido redimensionar la psicoeducación, ofreciéndole a la misma un enfoque multidisciplinar e integrador. En este mismo sentido, cuando se habla del término Psicoeducación, alude a dos ámbitos que están relacionados (salud-educación). Se dice que toda práctica desarrollada en el campo de la educación es socio sanitaria, en tanto se refiere a la ocurrencia de un trabajo intelectual mediatizado por las formas de decir singulares de los diversos protagonistas, los episodios cotidianos, los hechos y los acontecimientos que objetivan y materializan una realidad inapreciable de otro modo. (García,2012). Al referirse a la psicoeducación Albarrán and Macías (2007) plantean que es un proceso educativo mediante el cual el facilitador detalla y sumariza información científica actual y relevante para responder preguntas acerca del origen, evolución, y óptimo abordaje de un problema desde su entorno. Al respecto se encuentra que la intervención psicoeducativa, según (Cabrera Ruiz, 2012 citado en Montiel, 2012.), integra al menos 2 ámbitos: el psicológico y el pedagógico. Ámbito psicológico: relacionado con los procesos evolutivos de las personas que van a ser objeto de la intervención, sus características personales, así como los recursos que se emplean, que enfatizan en el autoconocimiento y la autorregulación. Ámbito pedagógico: tiene por objeto promover acciones planificadas que permitan el desarrollo y aplicación del diseño para la intervención de la forma más individualizada posible. En este sentido, se asume la Psicoeducación como un proceso interventivo con alcance educativo, que parte del diagnóstico de necesidades que poseen las personas, portadores o no de una alteración psicológica, orientándose hacia la optimización de la regulación de los recursos psicológicos de los mismos, en el que se propicia la activación de las potencialidades reales que poseen estas personas susceptibles a la formación psicoeducativa. (Montiel,Guerra and Pino, 2014 citado en Candelaria, 2015).. 19.

(27) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. Si bien es cierto que la psicoeducación tiene como objetivo la intervención desde un punto de vista teórico y práctico, se ocupa de que las personas que la reciben comprendan la problemática, su curso y pronóstico, enfatizando en aquellas variables que afectan a la misma, dando estrategias para hacer frente desde una perspectiva cognitiva, conductual y emocional. (González, Barbeito and Vega, 2010). En la presente investigación se operó a un nivel informativo por lo que se pretendió generar conocimientos fortaleciendo la comprensión de los profesionales de la salud acerca de la violencia de género. La psicoeducación consiste en un proceso a través del cual el individuo, la familia, la comunidad y todas las personas que en cierta forma tienen contacto, se informan, concientizan, convencen, se fortalecen y se educan acerca de un problema de salud, transformándose en los principales actores del proceso de salud para superarlo y solucionarlo, así, de esta forma, poder generar condiciones apropiadas para dicha audiencia sin limitarlos. (García, 2011). Los objetivos de la psicoeducación, de acuerdo a los criterios de Cámara et al. (2008) son: . Promover el compromiso con el cuidado de la salud.. . Promover la búsqueda de comportamientos saludables.. . Promover el protagonismo en el proceso de salud.. Por consiguiente, la tarea psicoeducativa promueve que el problema sea afrontado, que la situación sea aceptada, y por ende sea asumida, que tanto la persona que lo padece, la familia y la comunidad puedan posicionarse crítica y reflexivamente frente al mismo. (García, 2011). De acuerdo a los criterios de este autor la Psicoeducación puede estar dirigida tanto en situaciones de salud o de enfermedad a los individuos que padecen la problemática, las familias de las personas afectadas así como hacia la comunidad que tiene contacto y en la cual se encuentra dicha audiencia. (García, 2011). Partiendo de los criterios expuestos, la presente investigación se orientó a ofrecer una alternativa para enfrentar una problemática de salud, la violencia de género, a través de la psicoeducación. Específicamente se dirige a los miembros de los Equipos Básicos de Salud enclavados en diferentes comunidades en las que se manifiesta dicho fenómeno. • Puede presentarse en dos dimensiones: 1) Clínica: Trata enfermedades, patologías o problemas como el autismo, deficiencias mentales, altas capacidades (superdotados), depresión, ansiedad, esquizofrenia, déficit de atención, etcétera. 20.

(28) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. 2) Educativa: Atiende aspectos de tipo emocional (autoestima), conductual, educación sanitaria, vivienda, recreación, educación sexual, de integración familiar.(García, 2011). Según García (2011) las modalidades de intervención pueden ser: a) Individualizada: se refiere al servicio directo que recibe un alumno por parte de un experto. b) Grupal: En esta modalidad es indispensable atender varias personas a la vez por el simple hecho de compartir ciertas características como puede ser la edad, aspecto laboral, el pertenecer a una familia, etcétera, o conllevan ciertos indicadores de la problemática diagnosticada, y es necesario poder educarlos en conjunto para dar una solución más rápida, eficaz, y tal podría ser el caso, con menos costo, para que de esa forma se logre construir un clima de confianza a través del apoyo mutuo para el progreso efectivo de la intervención. 3) Asesoramiento: Es la acción y efecto de orientar, encauzar, ayudar; hace referencia a dar o recibir consejos o dictamen. La noción de asesoramiento está vinculada a la de consultoría, en este sentido, puede decirse que un consultor es un especialista en determinado tema que ofrece consejos y asistencia sobre su área de experiencia. El asesoramiento que brinda un consultor, por lo tanto, proporciona los conocimientos y actividades necesarias para que el afectado pueda resolver los problemas, llevando adelante las tareas de resolución junto con los allegados a la problemática, asesorando y brindando alternativas necesarias ante las dificultades presentadas. (García, 2011). Con relación a lo planteado anteriormente se encuentran los criterios de Colom (2011), que plantea que existen fundamentalmente dos modelos de Psicoeducación, uno centrado en la información y el otro en la conducta. La “psicoeducación informativa” suele ser breve o muy breve; como su nombre lo indica, prioriza la transmisión de información acerca de la enfermedad o problema por encima de otros elementos. Por el contrario, la psicoeducación “conductual” se suele caracterizar por programas largos en los que se priorizan aspectos como el trabajo práctico en la detección e intervención precoces ante un nuevo episodio, manejo de síntomas, regularidad de hábitos, reestructuración de prejuicios acerca de la enfermedad, identificación de desencadenantes. Sus medidas de eficacia suelen ser variables clínicas “duras”: número de episodios, duración, número de hospitalizaciones, lo que permite que el clínico se sienta más seguro de su implementación. Entonces, se aprecia cómo surge una relación particular durante el acto psicoeducativo entre el especialista que lo guía y el destinatario del mismo, en este caso entre el investigador y los 21.

(29) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. profesionales de los Equipos Básicos de Salud, en función de que estos últimos adquieran los conocimientos necesarios para enfrentar la problemática de la violencia de género, contribuyendo con la atención integral de las víctimas. Es por ello que, de acuerdo a los criterios de Builes and Bedoya (2006), lo más propio de la relación psicoeducativa es que si bien a ella cada uno acude con su historia, adoptando un lugar particular y ofreciendo una peculiar narración de sí, ella misma puede fomentar nuevos relatos de sí en todos sus participantes; relatos posibilitadores de nuevos tejidos de sentidos y nuevas historias subjetivas, familiares y profesionales. La labor pedagógica dentro de la relación psicoeducativa llevará a que todos los implicados no sólo aprendan de la problemática en cuestión, sino que logren establecer con ella una relación diferente, de nuevos significados. Colom (2011) considera que la psicoeducación sustituye la culpa por la responsabilidad, la indefensión por la proactividad, la negación por la integración y la autoestigma por la autoestima. Esto resulta fundamental para enfrentar la violencia de género contribuyendo al reconocimiento de la misma como una creciente problemática que se presenta en la mayoría de los escenarios de actuación de los individuos, por lo que requiere de una rápida y eficaz atención que si bien no determine la eliminación de la misma al menos influya en su atenuación y garantice el bienestar de las víctimas. Existen diferentes propuestas de modalidades para el desarrollo de la Psicoeducación. Entre ellas sobresalen: el modelo de intervención psicológica aplicable a lo largo del tiempo, programas y subprogramas (talleres con familias, pacientes) y protocolos (seguimiento de la medicación, hábitos saludables y atención domiciliaria) a nivel individual, grupal o familiar, pero estas no son las únicas formas de llevarla a cabo. (Proenza, 2015.). Dentro de la Psicoeducación se incluye la creación y publicación de Guías Psicoeducativas, que “constituyen materiales psicoeducativos, que parten del diagnóstico de las necesidades psicoeducativas de los usuarios, para orientar y educarlos sobre maneras más eficaces de actuar ante determinadas problemáticas, es decir para llevar a vías de hecho la psicoeducación. (Martín, 2011.). Así mismo Sánchez (2011), las reconoce como una herramienta que posibilita el suministro de conocimientos, ayuda a argumentar opiniones, contribuye al desarrollo de actitudes y convicciones en los usuarios. Su función orientadora y educativa se dirige fundamentalmente a ayudar a pensar y actuar a los usuarios; su valor práctico radica principalmente en el aporte de 22.

(30) CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO. información, recursos y habilidades para la asunción de actitudes positivas respecto a la temática tratada. El alcance de las guías, a entender de Aldana and Gómez (2007), radica en: 1. Proporcionar a los profesionales de la salud recomendaciones basadas en evidencias actualizadas para el manejo de padecimientos y trastornos. 2. Estar dirigidas a profesionales de la salud y a usuarios del servicio médico con el objetivo de ayudarlos en la toma de decisiones con relación a un problema de salud claramente especificado. 3. Informar y recomendar sobre cómo actuar en una circunstancia clínica determinada. 4. Funcionar como un conjunto de pautas para valorar la práctica de los profesionales de la salud. 5. Formar la base de la educación y el entrenamiento de los profesionales de la salud. 6. Promover en el campo de la salud, la toma de decisiones que tengan el mejor fundamento científico, con lo cual se puede reducir la aparición de acciones terapéuticas arbitrarias, injustificadas o basadas en razones meramente especulativas. 7. Auxiliar en la toma de decisiones a favor del paciente. 8. Orientar a los pacientes y a quienes los cuidan en la toma de decisiones e informa acerca de su tratamiento y cuidado. 9. Mejorar la comunicación entre los profesionales de la salud, pacientes y sus cuidadores. Algunos elementos importantes a tener en cuenta para la elaboración de las guías psicoeducativas son: . Aspectos del fenómeno estudiado.. . Incidencia del problema a estudiar.. . Características de la población hacia la que está dirigida.. A partir de los fundamentos teóricos expuestos se determinó que existen carencias en cuanto a investigaciones que aborden la temática de la violencia de género en la región central del país y de manera específica en el municipio de Santa Clara, se manifiesta la poca visibilidad del fenómeno en el sector de la Salud Pública, que limita la atención que se ofrece al mismo. Todo esto determina que sea necesario buscar alternativas que permitan al profesional de la salud atender la problemática de la violencia de género, que se correspondan con su carga asistencial y potencie sus habilidades. Estas ideas orientaron el propósito de la investigación.. 23.

(31) CAPÍTULO 2. MARCO REFERENCIAL METODOLÓGICO. Capítulo 2. Marco Referencial Metodológico En el presente capítulo se presentaron los fundamentos metodológicos que guiaron la investigación, en correspondencia con los presupuestos teóricos asumidos en el capítulo anterior y tomando como base el objetivo de la misma. 2.1 Paradigma de investigación En el presente estudio se asumió un paradigma mixto de investigación puesto que los métodos mixtos representan un conjunto de procesos sistemáticos, empíricos y críticos de investigación e implican la recolección y el análisis de datos cuantitativos y cualitativos, así como su integración y discusión conjunta, para realizar inferencias producto de toda la información recabada (metainferencias) y lograr un mayor entendimiento del fenómeno bajo estudio. (Hernández, Fernández and Baptista,2014). La triangulación, la expansión o ampliación, la profundización y el incremento de evidencia mediante la utilización de diferentes enfoques metodológicos proporciona mayor seguridad y certeza sobre las conclusiones científicas. Además, al emplear dos métodos con fortalezas y debilidades propias que llegan a los mismos resultados, aumentó la confianza en que éstos son una representación fiel, genuina y fidedigna de lo que ocurre con el fenómeno considerado. Se asumió este paradigma debido a que permitió obtener una mayor cantidad de datos acerca del fenómeno estudiado por lo que los análisis realizados abarcaron la perspectiva cuantitativa y cualitativa. Por otra parte, permitió establecer comparaciones entre los profesionales en cuanto al conocimiento de la violencia de género, así como la atención que ofrecen a las víctimas de este tipo de casos, analizando las principales tendencias al respecto. Además, se pudo establecer generalizaciones en cuanto al fenómeno abordado en el contexto estudiado, permitiendo profundizar en la descripción del mismo lo que amplió los resultados obtenidos. Todo ello facilitó la comprensión de la problemática estudiada viabilizando la concreción de las etapas de investigación. 2.2 Alcance del estudio El presente estudio tuvo un alcance descriptivo. Con los estudios descriptivos se busca especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis. Es decir, únicamente pretenden medir o recoger información de manera independiente o conjunta sobre los conceptos o. 24.

Figure

Figura 2. Estructura de los Grupos Básicos de Trabajo
Tabla 1. Características de la población
Gráfico 1.Opiniones  de los profesionales de la salud  respecto a la violencia de género.
Gráfico 2. Causas atribuibles a la violencia de género.
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Referencias

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