ANGEL TORRES DEL ALAMO
yANTONIO ASENJO
ley oe ia mailliigala
PEllCUU CÓMICO-lífilCA
en un acto,divididoencuatro cuadros, origrinal
MÚSICADEL
Copyright,byA. TorresdelAlamoyA. Asenjo, 1916
SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES
Calle
del PradOp
niím.24
xeis
EL REY DE LA MARTINGALA
Esta obra propiedad desus autoies, ynadie po- drá, sinsu permiso, reimprimirlani representarlaen Españanienlospaíses con los cuales sehayan cele- brado, ó secelebrenenadelante, tratados internacic nalesde propiedadliteraria.
Los autoresse reservanelderecho de traducción.
Los ccmisionados y representantes delaSociedad de AutoresEspañoles son los encargados exclusivamente de conceder ó negar el permisode rep esentacíóny delcobro delosderechosde propiedad.
Dioitsde representation,de traductionetde repro duction rédervéspourtouslespays,yeomprialaSné- de. la Norvégeet laHóilande.
Queda hechoeldepósitoquemarcala ley.
EL REY DE LA MARTÍIALA
PELiCDll CÓMICO-LÍKIGi
en un
aoto, divididoen
cuatrocuadros
ORIGINALDE
ANGEL TORRES DEL ALAMO
yANTONIO ASENJO
MÚSICADEL
Estrenada enel
TEATRO CÓMICO
eldía15deNoviembre de 1918MADRID
R. Velasco,impresor,Marquésde Santa Ana,11,aup.°
TBLftFONO, NUMERO 551
1916
REPARTO
PERSONAJES AC rORES
DOÑA QUITERIA Sra. Franco.
ROSITA Srta. Carreras(P.>
DOÑAMANUELA Sra. Castellanos.
LA RONDOLÍ i( ^Srta.^ Aguila(M.).
CARMEN ' ^ ^
ALEMANA í ^y, , u
\ Melchor.
LUISA '
DOÑA SEBASTIANA Sra. Martín.
UNA FLORISTA Srta. AguilafJ.)
UN BOTONES Leal.
^ Román.
! Borda.
Carreras(M.>
Molina(A.) Ortiz.
Molina(P.)
¡ Sra. Medero.
l Martín,
l Srta. Aguila(J.) I Carreras(M.)
EXPLORADORAS ( Ronnán.
j Molina(P.) I Molina(A.)
I Ortiz.
i Borda.
DON SINIBALDO Sr. Chicote.
MARCELINO Aguirre.
SANDALIO Soler.
UN TZIGANO ;í ^ ,
i Castro.
PREGONERO ^
UN CANTAOR Ortiz
EL MAESTRO Miranda.
DON POLICARPO Delgado.
DON HELIODORO Bermúdez.
OTTO Morales.
CAMARERO Bastián.
Artistas, parroquianos,tziganos, exploradoresy corogenerat
Derecha
e izquierda, las del actor11 II i! lí !| il il !l II II II li ti il li lí II II 11 II !l II !l H iíli II II 11 II II II II II 1} II
ACTO UNICO
CUADRO PRIMERO
Laescena representaunsaloneito de una casade huéspedes muy
decentita. Puertagrande alforoy laterales. En el centro dela escenaunveladorcito conalgunos periódicos [y una botella de agua. Al levantarse el telón estánen escena la. patrona doñaSe- bastiana ydoñaQuiteria. Esta se entretieneenir sacando deun baúl ropaqueva colocando sobre una silla. Elbaúlestápróximo a laprimera izquierda ycercade aquélhay una cestacon restos de merienda.
ESCENA PRIMERA
DOÑA
SEBASTIANA yDCÑA
QUITERIA¿De modo
que laniñaha
tenidoun
éxito?Tremendo.
De
talpalo tal astilla.;,Ysu esposo?
En
elcolegiodando
susclases; poco sueldo cobra,pero esuna
ayudita.Yo
creíquecomo hoy
era su santono ha- bría ido.No
tienemás
remedio.Pero buenosregalos le enviarán sus discí- pulos.
No
faltanenun
díacomo
hoy: por cierto queparece que sehan
puesto de acuerdo Seb.<iüIT.
Seb.
QüIT.
Seb,
Quir.
Seb.
-Qüir.
Seb.
677264
este año; todos le
mandan un
pavo.En
lo que va demañana
herecibidocinco.QtIT.
Como
están próximaslasPascuas...Seb.
De
todosmodop, debíanvariar.QüiT. ;,Y
dónde
hametidousted tanto animalito?Seb.
Don
Sinibaldose ha encargado de subirlos ala guardilla.Como
ayer seme
despidió la criadaestóy utilizándole para queme
ayu- de; de algunamanera me
he de cobrarlas diez mensualidades queme
adeuda. Mien- trasme
heidoestamañana
a lacompra
élse ha encargado deservir el chocolate a los huéspedes.
QüiT. (íHayalguno nuevo?
Seb.
Uno
que ha venido hace tres días.Es un muchacho
que estáestudiandoparapintor.Peroloque haceesdivertirsenada más,por- que
como
su familiasiempreleestáenvian- dodinero...Seb.
¿a
qué hora quieren ustedes almorzar?_Qun
.Temprano,
porque anoche apenascenamos
en el tren, l^os dieron para meriendaun
pollo
más
duro queun
guardacantón y unas chuletas acartonadas.Seb. Pues bien venida.(Mutisforo.)
QüiT.
Hay
quevercómo
se pone la ropa. (Hace mutis porlaprimera izquierda con un traje de cuplé- tistaquesacó del baúl.)ESCENA
IIDONSINIBALDO y QUITERIA
EntradonSinibaldopor el foro vestido con un ridículochaqueta Lleva enlamano unabandeja conunvasodeleche
SiNiB.
Y
que unhombre
en la flor de suedad se vea convertido enuna
maritornes de cua- renta reales. (Mirando el vaso deleche)Me
pa- receque tan espesano
debe sentar bien, (se bebe lamitad.)Un
dedito más. (Se toma un sor- bitoy luego con la botella de agua quehay sobre el velador añade el vaso de leche hasta llenarlo.)Ahora
haquedado en su punto,porque la leche demasiado pura produce trastornos)
intestinales. ¿Estáclaro esto? (Mirando eivaso.)
Demasiado
claro. (Entra por laprimera derecha y sale apoco.)QüIT. (saliendo porlaprimeraizquierda.)
¿Dónde
estarán las mallas?(Rebuscandoen elbaúl.)SiNIB. (Por laprimera derecha.) ¡Hola,
doña
QuiterialTcDgo una
pepitoria de alegría en verla.¿Qué
tal esatur7iéfQüir. Perfectamente.
Hemos
hechoun
sucés.tíiNiB»
Me
alegro¿Y
Rosita,durmiendo?
Qun
. ¡Quia!Hace un momento
que selevantó y ya sehabrá zampao enel baño. ¿Quiere us- ted verla?SiNiB. (Muydecidido.) ¡Hombre, bueno!
QüiT. Pues notardaráen salir.
No
deja pasarun
díasin chapuzarle. ¡Qué modasi
Yo
enestono
hevariaOy sigocomo
en mis tiempos,que nome
he bañaoen jamás nime
bañaréaunque me
llamen cursi.SiNiB.
Lo
quepuede
queJa llamen a ustedes otra cosa.QüiT,
Ya me ha
dichodoña
Sebastiana quehay un
güespede nuevo.SiNiB. Porcierto
que
le hecaído en gracia.Como
no conoce
Madrid
yo leacompaño
a todos lados. Estemuchacho,
bien administrado,puede
serun
negocio.QüiT. Pero,
don
Sinibaldo,no cambia
usted nun-ca.
SiNiB tíi
no
tengoque
cambiar.QuiT.
Me
refieroasumanera
de ser.¿Y
yo que tenía la creencia de que a la vuelta de nuestro viajeme
pagaría usted lostresdu- resquele presté?SiNiB Señora, esono es
una
creencia, esuna
su- perstición.QuiT.
¿Y doña
Sebastiana?¿Qué
tal letrata?SiNiB,
Me
va a momificar.QuiT. ¿Peroes
que
usted nopiensacómo
pagar a susacreedores?SiNiB.
He
decididoque envez de pensarcómo
les pago, piensenelloscómo me
cobran. Crea usted que,como
Dios no hagaun
milagro,me
veoal borde de latumba
helada.QüiT. Rece usted. Dicen que pidiéndole trescosas alCristodela
Fe
concede una.^
8—
SiNiB.
Me ha
dado usteduna
idea; le pediré tres destinospara cobrarsin ir, a versime
con- cede uno.QuiT. ¿Quiere usted
darme
esasropas?íSlNIB.
Con mucho
gusto. (Selevantay cogela cestade lamerienda.)QüiT. No,eso no, quees lacesta conla
merienda
que nosha
sobrao;un
poco depolloy
unas chuletastrasnochás.SiNID. (conlágrimas enlosojos.){PoUo ychuletas!, QuiT.
No me
atrevo aofrecérseloa usted...SiNiB Atrévase usted,
doña
Quiteria.QüiT. Tómelo.
SiNIB (Metiendomano a las chuletas.)
Yo
nO SOydeli- cado.A mí me
da usted a elegir entreun
plato de judíasy
un
cubierto de Lhardy, yme quedo
con elcubierto.QüiT.
Y
yo.SiNiB
En
verdad,que estas chuletassonuna
cosa genial. Diferencia va de las croquetas decemento
portlanquepone doña
Sebastiana.QüiT. Estos días se desquitará usttd.
Nos vamos
a poner de pavocomo
para enfermar del estómago. (DonSinibaldo, conla bocallena,suelta eltrapoareir.) ¡Quese va usted a atragantar!
SiNIB. (ün pocorepuesto y conteniendo larisa.)
Con
qUC cólico depavo, ¿eh?QuiT. Naturalmente. Cinco que le
han mandao
a
doña
Sebastiana, (Nuevo ataque de risa de donSinibaldo.)¿A
qué viene esa juerga?SiNiB
¿Gon
que cinco pavos?Pues nosabe usted lo mejor.Que
todavía recibirá otros tantos, peroen efectivono hay más
que uno.Quir.
No
loentiendo.SiNiB. Si promete usted
guardarme
el secretole contaréla verdad.Quir.
Soy un
pozoartesano.SiNiB Pues verá usted, (^omo yohe traspasadolas últimas hace
una
temporada, nohago más
que cavilar elmodo
desacarle dos reales al lucerodel alba. Estamañana
llegóun
chico conun
pavo deregalo.Doña
Sebastiana le dióuna
pesetade propina,Me mandó
que llevara el avechucho a la guardilla, y, alpoco rato, se
me
ocurrió subirporel pavo, llamé alacampanilla, entré conelanima-
^
9—
lito diciendo
que
era otro regalo,doña
Se- bastiana aflojóuna
pesetapara elportador, y en vista del éxito demi
estratajema,re- petílasuertetres veces más; pero sin subir alaguardilla, porque tengo el pavo en elarcón del recibimiento.
QüiT. Peroeso tardeo
temprano
se tiéque descu- brir.SiNiR. Sí,señora; pero,
como
tambiéntarde o tem- prano,más
bien temprano,me van
a echar violentamente de esta casa,ya que me
lle-ve el diablo,
que me
lleveconocho o diez pesetas.QüIT. (Haciendo mutis conalguna ropaquesacó del baúl.)
No
quisiera encontrarme en el pellejode usted.ESCENA
IIISINIBALDO y MARCELINO
Márc.
(porelforo.) ¡Buenos días,don
Sinibaldol SiNÍB. ;Buenos, Marcelino! ¡Tengouna
paelladesatisfacción enverle.Parece que nos
hemos
dormido.Marc.
Llevoun
rato levantado, leyendoun
libro que he pedido deun muchacho
nuevo.SiNiB
No
pidamás que
libros de Benavente, los Quinteros, Pérez Galdósy
Blasco Ibáñez.Marc. Qué
gustosmás
encontrados.SiNiB.
Es
queesos librossonlos que mejorpagan
en las librerías deviejo.Marc. ¿Y qué
plan tenemos para hoy? ¡Ya sabe ustedque
quiero ver todo loque hay
en Madrid.SiNiB. Sileparece a usted iremos primero a to-
mar
elvermú.A
jauna
almorzaremos enun buen
restaurant.A
las cinco o cincoymedia
merendaremos.A
las ocho cenare-mos
enSan
Millán, ya lasdoce o a launa
iremosatomar un
tentempié.Marc.
¿Pero es que en Madrid lo únicoque hay que
verson losalimentos?SiNiB,
No
señor; precisamente loúnico queno
se ve son los alimentos.ESCENA IV
DICHOS,
DOÑA
SEBASTIANAyDOÑA
QÜITERIA Srb. (porelforo.)Don
Sinibaldo,haga elfavor deira echarcarbón ala hornilla, (se lo diceen vozbaja.)
SíNJB. ¡DoñaSebastiana!
Seb. (Aparteadon Sinibaldo.)
O
CChael Cai'bÓnO Se vaala calle ahoramismo.
SiNIB. Eso es
una
coacción. (Mutis por elforo.)Seb. (a doña Quiteria que sale porla primera izquierda.) i)oña Quiteria, la voy apresentar a usted adon \iarceiino García, (a Marcelino.) Esta señoraes la
madre
de laRosita de jericó,una
cupletistamuy
buena.MarC. .-^Señora... (inclinaciónde cabeza.)
QüiT. ¿Usted es el gliespede ese que sus padres tienen un porción de dinero?
Marc. El mismo.
QciT. (Llanoando desdelapuerta.)¡Rosita! |RoSÍta! Sal en seguida, (a Marcelino.) Estoy llamandoa
mi
hijaparaquelaconozcausted.Veráqué
caso róásraro, no separece araíen nada.Marc. Entoncesserá
muy
guapa.ESCENA V
doña
quiteria, MARCELIlsOyROSITA,apocoDON SINIBALDO Rosita (Entraje decalle sin nadaalacabeza.)¿Qué
que-rías,
mamá?
(Reparando en Marcelino le saluda conunainclinación de cabeza.)QüiT. Acércate, que tevoy apresentar.
Don Mar-
celino García.
Marc.
Tengo mucho
gusto en saludarauna mu-
chacha tanguapa como
usted.Rosita Milgracias, el gusto es mío. (Aparte.)
Qué muchacho más
simpático. (Se oyeuna campa-nilla.)
QüiT. (iHan llamado?
Seb.
Ya
abrirá don Sinibaldo.SiNIB, (Porelforollevandoun pavocogido por las patas.)
—
11—
Doña
Sebastiana, otropavo de partededon Roque
Martínez.Seb. Esto parece cosa de comedia. ¡Y
van
seis!Llévelo conlosotros ydele esta peseta al
que
lohaya
traído.(Ledauna peseta adonSini- baldo.)í^iNiB. (ai mutis,)¡Esto es
Una
nainalQciT. (Aparte.)
Don
Sinibaldoesun
grande de hor.chata. (Se oyeotravezlaeampauilla.)
Rosita
Han
vuelto allamar.¿Seráotropavo?Seb. ;Quécosas tiene usted! *
QuiT.
No
tendríanada
departicular.SiMB. (Entrando)
Acaba
de llegar...SéB. (cortándolelapalabra.) ¡Otro pavol SiNiB. Todavíano.
Seb.
¿Oómo?
SiNiB. Quiero decirque el que ha llamado es el
maestro de
música
de Rosita.Rosita
Que
pase. (Mutisdonsinibaido.)Seb. Vaya, lasdejo a ustedesque Rosita tendrá
que
estudiar. (Mutisforo.)Marc.
Yo
tambiénme
voy,nome
gustaestorbar.Rosita
De
ninguna manerti.ESCENA VI
DOÑA
QUITERIA, ROSITAy MARCELINO.Por elforoSINIBALEO yelMAESTRO, quelleva unaguitarra enfundadaMae?.
Buenos
días.¿Qué
tal,Rosita?Ya me han
dichoque seha cargao usted alaPastora.Rosita
Es
verdad que he gustadomucho,
pero...(EntradonSinibaldo.)
Maes.
¿Supongo
queno
habráusted estrenado eitango de Joselito?
Rosita No; he querido asegurarlobien.
Maes. Cinco machacantes
me
daba porla exclusi- va laTrementina.Rosita
¿Vamos
a repasarel cuplé?SiNiB. Siestorbamos...
Qu:T. No; quédese. (e1Maestro templalaguitarra.)
Marc.
(aRosita.)¿Da
ustedlalección con guitarra?Rosita
Ya
locreo,y siviera usted qué cuplés tan bonitos inventacon ella elprofesor.12
—
SiNiB, (aMarcelino.)¿Se hafijado ustedqué
mucha-
chatansuculenta?Marc. Es
preciosa.SiMB.
Y
que está para comérsela.Marc.
(Aparte.)Este señorno
piensamás
que en comer.Maes. (aRosita.)
Cuando
ustedquiera,iflúsica
Maes.
Empiece
usted yala lección.QüiT. Empiézala pronto,
mi
vida, pa verelsaleroquetehe dadoyo.
SiNiB. )
Empiece
usted pronto,Marc.
) que yo quiero verla,ysi
hay
quehacerpalmas aquíestamosdos.Rosita (Eaiia.)
Es
Joselitoel Gallo, elmejortorero que hay en España.SiNiB. Prefiero yo a J^eimonte, quees el torerode la emoción.
Rosita Porquebanderillea,
toreay mata,
como
nohay
tres.SinIB. Estano havistoal Calvo^
ni alde la Blusa^quees
un
león.QüiT. Si u?ted hubieravisto a Lagartijodar
una
larga.SisiB.
Yo
he vistoalEsparteroque
era en lo suyo Napoleón.QuiT. Frascuelodabael pecho
cuando
liabapara matar.SiNiB. Ahora, en lugardel pecho, losdiestrospidenel biberón.
(Baila Rosita.)
QüiT.
Escucharme
amí,que nosabéis ná.
Y
si quieresfijarte entumadre
estrella serás.
SiNiB. I
Ahora
estaseñoraMarc,
j nosva a reventar;a susaños
nada
sedebe cantar.QuiT. El tanguitode Silverio en
mi
tiempo secantó13
^
C5INIB.
QüIT.
QüIT.
SiNiB.
en
España
yen Pekíny
en Wueva-York.Era un
tango muy'castizo,un
tanguillomuy
retecañí,y
lomás
gitanazodei tango decía así:Mi
pare esun
calorri,mi mare
forforillera,y el
hombre
que yo camelolotengoen la carse
cumpliendo condena
por matarsin querer ados.Que no
salgadeallí, porDios.Y
toítami
gente está espirrabá,porquecualquier día sinelsantolio
vamos
a merá.Pues desu familia te debeslibrar que elque
no
estápreso leestábuscando la autoridá.QUIT. (Bailando )
Aprende
a.copiarmi
salerosi quieres, chiquilla, ganarel dinero, ydobla esecuerpo
mimbreño y
torero, lomismo,
Rosita, quelodoblo yo.(Todos hacen paimas y bailan Quiteria yRosita.) Gira.Vuela.
Salta, baila.Venga, juerga,¡Olé!
Hablado
Maro. Yuy
bien;no
sé cuál de las dosme
gusta más.SiNiB. (Aparte,)
A mí
la niña.Maes. Bueno, yo con permiso deustedes
me
retiro.Rosita
Que no
deje usted dehacerme
elcuplé quele dije. (Sequedan hablandoenelforo.)
Marc.
(a don Sinibaido.)¿üstedquieresermi
amigo?SiNiB. ííidudarlo.
Marc.
Pueses precisoquelasinvite usted acenar.SiNiB.
En
ellopensaba.Yo
iré con la chica enun
coche yustedcon lamadre
en otro,porel bienparecer.-
14—
Marc. ¿No
eslomismo
alrevés?SiNiB. Igual. Usted va conla
madre
en cochey yo con la hija en otro, (siguen hablando en voz baja.)QuiT. (a Rosita)
Hablan
deti seguramente.SiNiB.
Doña
Quiteria:mi amigo y
yohemos
pen- sado invitara ustedes a cenaresta noche.Rosita Milgracias; no
podemos
aceptar.QuiT.
No
lahaga ustedcaso.Kosita
Ya
sabes que tenemos que veral señorde Pavón, ese agente gordoqueme
haofrecidoun
contrato para Filipinas.QuiT. Pues que se espere, que
pa
esolehemos
traído deregalo
una
corbataconenganche
metálico.SiNiB.
De modo
quequedamos...QüiT.
En
quesiKositano
quierevenir, iré yosola.Marc.
(Aparte, a sinibaido.) ¡Lamadre
sola, no! ¡Que esun
guardia!QüiT.
¿Qué
decía?SiNiB.
Que
no quiere cenar conun
guardia,digo no,que esperaque Rositano
se harárogar.Marc.
¿Acepta usted?(Acercácdose aRosita.)Rosita (concoquetería.)
Ya
veremos...Mamá, vámo-
nosaarreglarla ro^ia. (Mutis mirandoa Marce- 1ÍD0 quesequeda"extasiado.DonSinibaldoseleacerca pañuelo en mano y simulalimpiarlelababa.)ESCENA VII DON
SINIBALDOy MARCELINOMarc.
(ai verloquehacedonSinibaldo.)¿Qué
hace US- ted?SiNiB. Limpiarlelababa que se le caía mirando a esamujerbabilónica.
Marc. ¡Ay,
don
Sinibaldo, si esamujer me
hiciera casol...SiNiB.
Yo me
encargo deello. (Abarte.)Voy
aali-mentar
esa pasión yme
alimento.Marc.
Si usted hicieraeso,don
Sinibaldo, siusted hicieraeso...SiNiB. (Aparte.) Este
me
asegurami
porvenirMarc.
Seríayoelhombre más
feliz dela tierra.SiNiB. (Aparte.)Puesno
me
asegura nada.—
15Marc. y
seríacapaz...dedarle... íSiNiB. (Aparte,conaie^ria.)PuesSÍque
me
asegura. 1Marc.
Hasta laúltimagotademi
sangre. ISiNiB. (Aparte.)Definitivamente
no
danada.]
ESCENA
VÍII iDICHOSy
DOÑA
SEBASTIANA, por el forocon uatelefonemaen¡
lamano.Enseguida QUITERIA y ROSITA |
Seb. (Entrando.)¡Doña Quiteria! ¡Rosita! I
Rosita (saliendocon Quiteria.)
¿Qué
paSa?;j
Seb. Esteteleíonema quetraenparausté.
|
SiNIB. (a Rosita.)
Firme
ustedel recibí. (Rosita cortaI elrecibo y después defirmarlo enel veladorse lo da
| a doñaSebastiana. DonSinibaldo seinterpone y coge j
elrecibí.)
Yo
loentregaré, (a doñaQuiteria.)¿Me
Ida
ustedunosperrosparael chico de telé- |fonos? !
QüIT. (Sacando unas perrasdel bolsillo.)
Ahí van
treinta I céntimos. ¿Será bastante?| SiNiB.
Ya
lo creo.(Aparte.)Me
losguardaré,porque '¡esosordenanzas dela Central,sonunos vi- |
cioSOS. (Mutisforo.) I
Rosita
Es
deBarcelona. Mira. (Leyendo.) «Centrada|
Edén
Concert, quince días, veintidós pese- itas sueldo. Salgaestanoche; recoja impor- í
leviajes, Crédito Lionés. Oliveros.»
|
Marc. ¿De modo
quesovan ustedes estamisma
|noche? í
Rosita Claro.
¿Ve
ustedcomo no podíamos com-
jprometernos anada? <
Marc. Yo me
había hecho ilusiones de cenar a 1 ladodeusted.\
SiNIB. (Entrandoporelforo con unpavo.) ¡Doña SebaS-^ |
tiana! ¡DoñaSebastianal j
Seb. ¡El séptimo! I
Rosita ¡Otropavo!
|
Marc.
jEsincreíble!]
QuiT.
Don
Sinibaldo arruina aDoña
Sebastiana.SiNiB. Este parece
más
gordo. Bien podía usted ;darseis reales depropina. ;
Seb.
Lo
que voy adaresmedia
peseta,j
SiNiB. Pierdodinero. |
Seb.
¿Qué
dice usted? I^
16^
SiNiB
No
sélo queme
digo.Seb.
Tome.
(Le daunapeseta.)Y
alaguardillacon con él. ¡Perohabrá que dardecomer
a tan- toanimalito!SiNiB.
Yo me
encargaré desubirleslacomida. Les prepara usted unos ríñones salteados,que
es elmejor alimento para los pavos, (vase foro.)
QüiT,
Hay
quehacerelequipaje otra vez.Seb,
Me
voyalacocina. (Se va foroydoña Quiteña primeraizquierda.)Rosita
Y
yoal Crédito. (Sepone unamantila quehabrá sobreelbaúl.)Marc.
Un momento,
(a Rosita.)Si yola dirijouna
postal a Barcelona, ¿ustedse dignaría con- testarme?
Rosita ¿Porqué no? Pero le advierto que
pongo muchas
faltas de ortografíay
seva usted areír,(Hacemutis por elfororiendo picarescamente y Marcelinosequeda mirándola comola vea anterior.)
ESCENA IX
MARCELINOy SINIBALDOEntra Sinibaldo y repara enla actitudmeditabunda en que ha que- dadoMarcelino
SiNiB.
¿Qué
leocurrequeestá tan ensimismado?Marc.
¿Pero nose haenterado usted?SiNiB,
De
nada.Marc. Pues queel telefonemaese querecibió Ro-
sitaes proponiéndola
un
contratopara Bar- celonay seva estamisma
noche.SiNiB. ¿Porquénosevausted, o mejor dicho, por qué nonos
vamos
trasella?yono
ledejo enun
trancecomo
este.Marc.
Imposible.¿Y
misestudios?SiNiB.
Eso
sonpequeñeces... Lascarrerasno con- ducenanada cuandose tienen padresricos.Conque...
quedamos
en...Marc.
Estáusted siendomi
ángelmalo.SiNiB.
Aquí
loquehay
quehaceressalirpara Bar- celona; silamuchacha
nos ve allítiene us- tedandado
la mitaddelcamino.—
17—
Marc.
|Me haceusted dudar!SiNiB
Y
ei en lugar detomar
elmismo
trenque
ella, partimos en
un
auto esta tarde a las tres... (Aparte.) Paraesahoraya
habránllega-do cinco pavosmás.
Marc. ¿Qué
dice usted?SiNiB Nada, quesaliendo a las tres llegamosal apeadero de Gracia antes
que
Rosita;y
cal- cule usted la sorpresa de lamuchacha
al vernos allí.Con
esto y conmi
ayuda, hecho.Marc. En
sus brazosme
entrego.SiNIB. (Aparte.)PueStevaS a caer, (a Marcelino.)
Lo
primeroque hay que
hacer es comprarse unos equipos de automovilistas... Yo, ade-más
tengoque
sacaralgunascosas...¿Tiene usted ahí veinteduros queno
le sirvan?M*iRC. . (Sacala cartera yle da un billete de cien pesetas.)
Ahí
va ese billete. ¿Quién se encargade buscarel auto?SíNiB. Usted. Cinco casas
más
abajode la nuestrahay un
garage.Marc.
Puesyaestoy de vuelta. (Mutisforo.)ESCENA X
DON
SINIBALOO. DespuésDOÑA
SEBASTIANA SiNiB jUn billete de veinte duros! ¡Qué envidiame van
atener Rostcbildy Kumanonesl
SeB" (Entrando.)Le
he llamadodesde*lacocina.SiNiB.
No
laheoido.Seb.
Hádame
elfavor delallave de laguardilla.SiNIB. (carade espanto.) ¡Alaguardilla!
Seb. Sí; quiero ver lospavos.
Sinib.
Le
adviertoa usted queno
se ven. Está aquello tan obscuro...Seb.
Es
queademás
quería sacaruno
para esta noche.Sinib.
Uno,
bueno, peroyalebajaréyoluego.Seb.
Qué manía
ladeestehombre,
queno
he de ver lospavos.jDeme
ustedla llave!Sinib, Puesbien,
doña
Sebastiana,la confesaré a usted laverdad.La
verdad es...que
heper- didolallave.2
^
18—
Seb. Usted síque está perdido.
SiNiB. Todavíado. (Aparte.) Pero
me
perderé.Seb. Pues a buscar la llave ahora misino. (Muy indignada y avoces.)
VamOS.
SiNiB. (ai mutisforo,) Creo en DiosPadre, Todopo- deroso.
ESCENA XI
DOÑA
SEBASTIANAyDOÑA
QUITERIA. ApocoDON
SINIBALDOQüiT.
¿Con
quién reñía usted?Seb.
Con don
Sinibaldo. ¡Puesno me ha
perdido lallave dela guardillal (Doña Quíteriasequeda unmomentopeusativa.)¿Qüé
lepárece a USted?QuiT.
La
verdad.A mí no me
gustan líos y voy a decirlaloque pasa. ^,Sabe usted porquéS9ha
perdido lallave?Porque nohay más
queun
pavoque
eselmismo
que presenta siem- predon
Sinibaldo para guardarse la pro- pina.Seb. ¡Ah, infame, granuja!
SiNiB, (Porelforocon un pavo.) ¡DoñaSebastianal
La
Providenciano se cansa de derramar sus dones en forma de pavos sobre esta casa.
¿Me
daustedla peseta paraelhombre
quelohatraído?
Seb. Estavez voya salir yo a dársela, (se dirige hacialapuerta y donSinibaldo seinterpone.) SiNiB,
No
semoleste usted porquese ha idoya, Seb. (a doñaQuiteria.) ¿Quiere dejarnos solosun
momento?
(Mutis doñaQuiteria.)Sinib.
Me
parece que este es el último pavo que traen.ESCENA
XIIDON
SIN^IBALDO,DOÑA
QUITERIA, FOLICARPO y HELIODORO POL, (Asomándose alasegunda derecha.)Doña
Sebas- tiana, quesonlas once yaun
nome
ha en- tradousted elchocolate.Sinib. (Aparte.) ¡Asíreventaras, ladrónl
—
19—
HeL. (AsomándosedetrásdePolicarpo.)
¿A
qué horame
vausteda dareldesiiyuno?
SiNiB. (Aparte.)
La
puntilla.Seb, Dispensen;codíio
no
tengocriada... pero en seguidaestará.(PoUcarpo yHeliodoro desaparecen cerrando lapuerta. Sebastianaconacento de amena- za.) [DonSinibaldo!¿quéha
hechousted del chocolate?SiNiB. Se nie
ha
derramado.Seb.
¿y cómo
loha
limpiadousted?SiNiB.
Con un
panecillo.Seb.
¡Me
tiene usted hastaaquí!Llevausted cer- cadeun
añosinpagarme y
yo por lástimano
lehe despedido y le hedado
decomer
algunas veces.SiNiB,
Muy
pocas.Seb.
y
en pagoami buena
acción,haempeñado
usted
un
manferlán demi
esposo; haceun mes
se estáustedcomiendo
elhígado fritode Belmonte,elpobre gato,
que
estáhechouna
espina.SiNiB.
Buenos
arañazosme
ha costado algunasve- ces.SsB.
Y
para colmo,hoy me ha dado
ustedun
timo de ochopesetas conlos pavos y ahora creoque esusted elqueme
vendió elso-mier de ^ucama.
SiNiB.
Doña
Sebastiana,no me ponga
colorado, queseme
sube elpavo.Seb, Si yole contaratodo estoa
mi
esposofini- quitabausted, perocomo no
quieroque se pierdaun
caballero porun
granuja, ahoramismo
le digo al portero que avise a los guardias. ¡Los ladronesvan
aljuzgado!(Mutis foio.)ESCENA
XIII SINIBALDO, solo(Hablando conelpavo.) ¡Si tuvieraS tÚlaCülpa, te comía!
Y
elcasoesque lasituaciónseha
complicado y yo necesito salir de aquí cuanto antes paraverme
con Marcelino y anticiparelviaje. Si trato de largarme por—
20—
lapuerta,
arma
elescándalodoña
Sebastia- na.¿Qué
hacer? (Pequeña pausa.)A
grandes males, grandesremedios.(Sedirige alaprime- ra derecha. Llamando.) ¡Don Heliodorol jDoiI PolicarpolESCENA XIV
DONSINIBALDO,
DON
HELIODORO, POLICARPO,DOÑA
QUITE RIA ySEBASTIANA. Salen don Heliodoro ydonPolicarpoSinIB.
Helio.
SiNIB,
Pol.
SiNIB
.
Helio.
SiNIB.
QüIT.
SiNIB.
QUIT.
Seb.
Helio.
SiNIB
.
(Muy alarmado.)
¿No
huelen ustedes a que-mado?
¿Dónde?
Ahí
enel cuarto dedon
Paco, (señalando ee- gundaizquierda.)¿nO huelenUStedcS?No
sé. (Oliendo.) Parcceque sí.Ya
locreo, cada vez huele más.Ya
saben ustedes quedon
Paco tira las colillas de puro,encendidas.Mireusted; pordebajode
lapuertasale
humo.
Puesla derribamos.
Cuantoantesmejor. (Gritando.) ¡Fuego, fue- go!...
(Losdemásgritantambién ypugnan por derribar la puerta. SaledespavoridadoñaQuiteria.)
¿Dónde
es elfuego?Ahí. ¡Fuego,fuego!
Voy
asalvarlas alhajas y lamúsica, (sevan asu cuarto gritando:)¡FuCgo! jfuego!(Heliodoro y Policarpoempujanlapuerta quecede en estemomento.)
¿Qué
pasa?(Porelloro.)Que
hayfuegoeneste cuarto. (Entran iostres precipitadamente.)(Muy satisfechoy con el pavoen la mano.)
Voy
a salvar estavíctimadel siniestro. (Huyerápido ycómicamenteporel foro.Telón.)ILUTACION
—
21—
CUADRO SEGUNDO
Xaescena representa elfoyerdeunconcert. Convenientemente dis- tribuidasmesas, sillasy divanes. Ensitioapropósito unpiano y tres o ouatro ziganoscon casaca roja. Las mesas ocupadas por Artistas y Parroquianos, figurando entreéstos nn fornidoalemán llamado Otto yunaalemana.Ambos ocupanuna mesa yse «hin- chan» de cerveza. Camareros, correctamente vestidos de frac, Hirvenalasmesas^ Doschicosde los llamados Botones.
ESCENA PRIMERA
Jínuna mesa que hay en primer término Izquierda están
DOÑA
QÜITERIA; ROSITA, vestidade supletista, y MARCELINOMarc. ¿No han
pedidoustedesnada?Rosita
Hemos
queridoaguardara quetú vinieras.QuiT. Por ciertoque
yo
tengouna
dehüidazqueme
troncho.(Marcelino dados palmadasyacude unMozo.)
Mozo ¿Qué
vaaser?Marc.
(a Rosita.)¿Tú
quéquieres?Rosita
Un
vaso delechefría.Qurr.
A mi que me
traiganuna
buena paella,un
. bisté
y media
deRioja.Mozo
(aMarcelino.)¿Y
ustedquéquiere?Marc. Una
copitadeChartreuse.(vaseelMozoytorna apoco conlo pedido.)Hemos
cenadodon
Sini- baldo y yo deuna manera
atroz.Rosita
¿Dónde
lehas dejado? ¿Haciendoladiges- tión?Marc.
¡Quiá!En
la salade lassietey
media. Dice queha
descubiertouna
martingalaqueno
fallanunca.
ESCENA
IIDICHOSy DONSINIBALDü, defrac.Entra por el forotapándose unojo conelpañuelo. Sedirigea lamesade Marcelino y dice
SiNiB.
Tengo un vermú
dealegría.Marc. ¿Qué
lepasaausted enese ojo?—
22SiNIB. (Cejaelojoal descubierto viéndosequelollevacon- venientementelesionado.)Nada,que
me ha
falladola martingala.
Mabc.
Esomás
bienpareceun
golpe.SiNiB Puessondos.
Marc.
Cuente usted,hombre, cuente usted.SiNiB.
Ya
voy; pero antesme
vanustedes apermi-tirque
tome
algo. (Oados palmadas.) QuiT. ¡Después de loque ha cenado usted!SiNiB.
Yo
nolapreguntocuántosaños tiene. Ade- más, queloque yo quiero esalgorefrescan- te,porque tengola bocaseca.Mozo
(Acercándose.)¿Qué
desea?SiNiB.
¿Qué
refrescoshay?Mozo Limón,
piña, plátano, frambuesa, goma,, granadina,zarzaparrilla...(Don Sinibaldo dice que no conla cabeza a cada re- fresco,hasta que nombralazarzaparrilla.)
SiNiB. Para, para.¿Eso delazarzaparrilla es
bueno
para lasangre?Mozo
Sí, señor.SiNiB. Pues entonces tráeme
un
vaso grande dezarzaparrilla... (Medio mutis del Mozo. Pequeña pausa.)
y
antesuna
paellacomo
lade esta señora;tengouna
sequedad de boca... (vase elMozo.)QüiT. (Aparte.)
Lo
que tiene es sequedad de estó- mago.Rosita Pero cuenteloque lehaocurrido.
SiNiB. Verás: yotraté de cobrar dos posturas cre-
yendo
que eran mías,cuando
reciboun
par depuñetazos del cuarenta y dosy me
lar- gan dos tarjetas.Marc. ¿Y
usted quéhizo?SiNiB.
Ya
conocesmi
genio, metí mano...y
le diotras dos,
Marc.
¿Acepta usted dosdesafíos?BiNiB. (Riendo.)No; si lastarjetaseran tuyas.
Rosita Marcelinono se batirá porusted.
Marc. Es
que yono puedo
aparecercomo
ofendido porque conese ojo asfaltado le conocerán a usted...¿Y
quiénessonesos caballeros?SiNIB
No
sé. (Ledadostarjetas a Marcelino.)Makc.
(Leyendo.) «Antonio Navarro,campeón de
boxeo.>
SiNiB. ¡Azúcar!
23
—
Marc.
(Leyendo.) «Luciano Fernández,campeón
de luchalibre; peso pesado.»SiNiB. ¡Azuqueca!
Rosita
Ya
séquiénes son;debutan aquí dentro de unos días.Uno
de ellos parte lasmonedas
conlos dedos a la vista del público,y el otro esun
tirador tan formidable que a treinta pasos lequita a ustedlas narices.SiNiB.
¿Y
a seiscientoskilómetros,quéhace?Rosita
No
sé.SiNiB Pues a esa distancia pienso yo estar
ma-
ñana.Marc. Y
sitiene ustedque
elegir armas,¿cuál ele- giráusted?SiNiB.
¿Yo?
El automóvil.Y
lomás
gracioso esque
cadauno
de ellosme han
tiradoun
guante,(los saca ylosmira.) Mira qué desgra- cia, lesdos son de la
mano
derecha, (come como undesesperado lapaella quele habrántraído.)QüiT. Puesesto delduelo
no
le quita a ustedel apetito.SiNiB
Eh que me
atengo al refrán, (a Marcelino.)Antes dequese
me
olvide,¿me
prestascua- troduros?Marc. Tome
usted,dos regalados,y
asíganamos
diezpesetas cada uno.
QuiT.
Don
Sinibaldo,don
Sinibaldo.Que me
está usted deshaciendolos pies a pisotones.(Des-dequese sentó empezóla faena aquealuden.) SiNiB. Perdone usted, creíque eran losdesuhija.
ESCENA
III DICHOSy una FLORISTAFlor. ¿Quiere usted flores,señorita?
Rosita (a .sinibaldo.) |Don Sinibaldo!
¿A
queno
sesiente ustedflamenco y
me
regalaun ramo?
SíNJB.
¿Que
no?Ahora
verá usted quien soy. (ala Florista.)A
VCr CSaSflores. (LaFloristale entrega elcanasto y don Sinibaldoexamina.)Traemás
flo- res,muchas
más,más
flores,más.Flor. 'No hay.
SiNiB, Pues estasson pocas, y
como yo
quería ha- cerun buen
regalo,te puedesretirar...—
24^
Rosita
Ya
sabíayo
que no se gastabausted dos gordas.SiNiB. (cogiendo un remito.)
¿Que
no?Tome
usted.¿Qué
valeesto?Flor.
Lo
quesea voluntad.SiNIB. (Dándose unaimportancialoca.)
Ahí
va,Un
durO.(Se lo da.)
Flor. (Máscontentaque nnaspascuas.)
MuchaS
graciaS, señorito. (Medio mutis.)SiNiB.
Devuélvame
cuatronoventa.Flor.
Nos ha
escarchaoel tío miserias.(MutisFloris- tasdespués de darlavueltadelduro.)(e1 Taigano se acerca a la mesa que ocupa Sinibaldo y haceunaprofundareverencia, a laquecontestaSini- baldo en lamismaformo, poniéndose en pie.Repiteel Tzigano su reverencia y Sinibaldo también.)
SiNiB (Aparte)¡Caray,qué gachó
más
fino! (saiudán- dolé y dándole lamano.)¿Qué
tal? ¿La familia bien?Tengo un
estofado de placeren sala- darle,(sesienta.)TziG. ¿Voglioil mío signore que le toque alguna
coííita alasignorina?
SiNíB ¿Peroqué dice esta lenguaala escarlata?
TziG.
Que
si ilmíosignore.,.SiNiB. (Cortándolelapalabra.) Ya,
ya me
he enterado.Menudo
fresco queestá el Paganiniéste.Rosita PorDios,
don
Sinibaldo.Lo
quequiere de- cires quesi desean ustedesque
toque algo que seade nuestro agrado.TziG. Écco.
La
míasignorinalohacomprenduto, SiNiB Caray, puestiene usteduna manera
deex-presarse...
Rosita
Es una
costumbre de estos músicos.Tocan
loque selespidea
cambio
deuna
propina.TziG. ¡Ecco,eccoff
SiNiB. (aiTzigano iJ\ Aparte.)
A
uetcdmc
parecc quele conozcoyo.
TziG. (conacento chulón.)
No
tiéuá
de particular, porque hesido dependiente deuna
casa deempeños
en Madrid.SiNiB
Ya
decía yo que te conocía,lade pantalo- nes queme
hasempeñado.
Marc.
¿Quieresque toquen algode ta agrado?Rosita Sí.(aiTzigano.)
Toquen
ustedes «El suspiro del Tzigano».TziG. |0h! ¡Presto, presto!
—
26—
Música
(Tziganoacompañándose consaviolln.)
Las
morenas
ylasrabias y lasgruesas y lasflacas tienenmuchos
atractivos, sobre todosi songuapas.Y
estemodo
apasionado detocar y de cantar,lastrastornan
y me
entregan con pasión su corazón.Zigan, zigan con este pichicato.
Zigan, zigan
qué
biensepa«a elrato.Zigan, zigan los
doy un
arrebato.Todos
Zigan,zigan nosvas aenamorar.(Durantela canciónelTziganoy Sinibaldo puedenha cer locuras.)
Hablado
Marc. Muy
bonitalacanción, sí, señor, (a Rosita.)¿Qué
te pareceque
lesdé?Rosita
Con
dosduros quedascomo un
rey. (Marceií- no llama por señasal Tzigano, que espera suóbolo a respetuosa distancia. Da dos duros a donSinibaldo y ésteentrega unoalTzigano.)SiNiB,
Hay que
vercómo
se gana el dinero este vago, (Seguardaelotro duro visiblemente.)y
encambio uno
los equilibrios que tieneque
hacerparamal
vivir. Oye, Marcelino, ¿porqué no
pidesuna
botella dechampagne?
¿No
leparece a usted,señora?(a Quiteria.)QüiT.
A mí me
gustaríanmás
unos empaderaos, SiNiB. Ustedesdelos míos; para la sed nohay
nada como
los empaderaos.Rosita Fíjese ahora enlaRondolí,cantante a gran voz.(Momentoantes losmúsicos han preparado sus iostrumentos.)
ESCENA IV
DICHOSy laRONDOLÍ, queviste trajode cow-boyylleva unaescopeta
MúsEca
En
la pradera fértilyhermosa
cazandofieras yome
eduqué, yaunque
yo he sidomuy
recelosa, aun
guapomozo
yole entreguémi
amor.Creí que
me
adoraba, yome
dejé querer,y
enmi nunca
pensaba,que amaba
aotra mujer.Y mi
dolor desgarrador,pronto hará que yo
muera
de amor.Son
loshombres
unas fieras traicioneras,que acechandoa lamujer, sóloesperan que, inocentes,
confiadas,
lesentreguensu querer.
¡Ahí ¡Ah!
A
lapradera vuelvo sin calma, llorandoa solasconmi
dolor, y enmi
guarida, perdidaelalma,vique las fierassabenmejor amar.
Y
yo maldigoelnombre
deun
rr.ínsin corazón, quenunca
supoelhombre
querercomo
elleón.Y
este vivires
mi
sufrir, quieromejormil vecesmorir.
Son
loshombres
unasfieras etc.,etc.(Hacemutis foro.)
^
27—
Hablado
SiNiB
Con
estaRondolísiquetendríayoun
lance debuena
gana.Rosita
Ahora mi
número.SiNiB
No
se laocurrirá bailar el garrotín de las tresy
trescuartos.Marc. ¿Qué
garrotín es ese?kSiNIB.
Uno
que hace así. (cantando en tiempo dega- rrotín.)Tran,tran, tran, tararán, tararán, tararán.
Rosita
Hoy
bailaré bulerías.i^úsica
(galaelCantadorconunaguitarra,conlaqueseacom- paña. Rositabaila.)
Caat. Quiero hacerpororviarte, por
más
que j?go nopueo, quetuimagen
llevo fija en lomás
jondoderpecho.Estoy
penando
porverte,aun
sabiendo que hasdedarme
portu manitala muerte.Pa
bailáderramando sandunga una
gitanillaqueme
quiere a mí,. pues susnies son
más
chicos,sinchunga, qneun
parderositas depitiminí.Aunque
secaigan los rayos dersó^manque
se quee sinagua lamá,tiés que acordarte de tu chinorró
que mi mente
enseñó a telerá.Y aunque
tefueras, gitana, abañá
en elJordán,como
Nuestro Señor, aquellamancha no
puedesquitarque mi
cuerpocañíte dejó.(Todoslosqueestán en'escena.)
Pa
bailarderramando
sandunga,—
28-
una
gitanillaqueme
quierea mí,pues suspieseon
más
chicos, sinchunga, queun
parderositas de pitiminí.(Mutis elcantador.)
ESCENA V
DON
8INIBALD0,MARCELINO, TZIGANO,DOÑA
QUITERIA, RO- SITA,ALEMANA,OTTOy ARTISTASHablado
SiNiB.
Cómo
repiquetea usted. Siyo
hiciera ese ejercicioteníaquetomarme un
entrecócadamedia
hora.Marc. Comprendo
por quéseperece ustedporlas gruesas.Silnib,
Es
que lashay
que deshilvanan. jTanman-
tecosas!Ejemplo.
La
señora aquellaque seha
bebido dos cubos de cerveza.(Alude ala queestáconelalemán.)Cuando
pasO cerca deuna
regordeta seme van
losojos ylasma-
nos. (Mirando a la del alemán.) |Qué esférica está!
TziG.
La
última películade la sera»SiNiB. (a Marcelino.)
Eo
cuanto se haga el oscurome
cercioro de si es artificialesa exhube- rancia.Marc. A
versi se buscausted otroduelo.SiNiB. El código del honor concede veinticuatro horas, y dentrode esetiempo, servidor vo- laverunt.
TziG. Signorinas
y
cabalieres: antes de darse la luzsoneráudo
timbreearderáuna
lámpara rojapersi algunoespetatoreesordo.SiNiB. Asídagusto,hombre.
(Marcelinoy Rosita se dirigen al foro.)
QüiT.
¿Dónde
van ustedes?Rosita Allí; para verlo
más
cerca.QuiT. Elcine, cuanto
más
lejos, mejor.SiNiB.
Yo
creí queeralocontrario.(Se «sientanMarcelino,RositayQuiteria.DonSinibaldo quedaenpie.)
QüiT.
Me
gustael cine porque no se ven cosas sicalíticascomo
enelteatro.;