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Ó ¿cano. S i . CD. iviiús ¿ i l u t e7 El, 9 Dl¡ DICIEMBRE DE 1888,
GRANADA.
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Imprenta de “ El Defensor,, 1888.
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Excmo. Sr. D. L U ÍS DE R U TE
E L 9 D E D IC IE M B R E D E 1888.
G RANAD A Imprenta de “ El Defensor,,
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DEL
Exorno. Sr. D. L U ÍS DE R U T E
E L 9 D E D IC IE M B R E D E 1888.
Imprenta de “ El Defensor,, 1888
'enores:
V a l o e es m enester p a ra h ablaros de comercio
sucediendo en este sitio á los elocuentes o rad o res que in ic ia ro n las conferencias, oradores de e sta escuela de G ran ad a que en todos tiem pos dio ilu stre s rep re sen ta n te s á la cátedra, al foro y á la trib u n a . Y m ás v alo r es necesario, cuando pesa sobre m i ánim o a b ru m a d o ra reciente m em oria de irre p a ra b le desgracia. E x cu sa m i a tre v im ie n to la inv itació n de e sta C ám ara, solo titu lo que puedo o sten tar, que es de m i com petencia inm erecida ejecutoria. R esponded á m i au d acia extrem ando v u e stra benevolencia.
Pocos recib iero n con ta n to entusiasm o como yo la creación de las C ám aras de Com ercio, que si en todos los países h a n dado gran d es frutos, deben darlos m ayores en E spaña, que ta n to po r las arm as como po r el com ercio, abrió A m érica a la c iv iliz a ció n ; y que, si h a y p ru d e n c ia y sa b id u ría en los gobiernos, m ás que p o r las arm as p o r
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el comercio h a de ser m adre c ristia n a de la c iv i
lización én A frica. A vosotros corresponde en p rim e r lu g a r la obra de reg e n e rar la com arca g r a nadina, que ha de deber m ás á v u e stra in ic ia tiv a que á la gestión ineficaz y e sté ril de vuestros r e p resentantes en Cortes; porque si es cierto que es necesaria la acción y la intervención del E s tado en el rem edio de los m ales que afligen á la provincia, esa acción sería ineficaz sin v u e stra prim era, más práctica, m ás ard iente iniciativ a.
Sois los llam ados á conocer p o r la experiencia los males; y á vosotros incum be el proponer los rem edios.
T rato de dem ostrar que h a y medios, algunos de ellos ráp id o s, en cuanto pueden ser rápidos re medios p a ra tam años males, de reg e n e rar la a g ri
cultura, la in d u stria y el com ercio en la p r o v in cia. Misión es v u e stra la de in ic ia r e sta g ran d e obra de regeneración, que p o d ría sin exagerar lla m ar obra de redención de G ranada.
Ofendería v u e stra ilu stra c ió n si creyera que alguno, al conocer el tem a que me propongo des
arrollar, se fig u rara que ten ía yo receta a p ro piada para en u n a sola consulta, como específico G arrido ó pastillas G éraudel, tra sfo rm ar en r i - queza la m iseria, en progreso el abandono, en p ro speridad la pobreza. D esgraciadam ente no po
seo esa panacea; n i habéis de oír de m is labios nada ex trao rd in ario , n i siq u iera n ada nuevo; voy solam ente á deciros cosas que todos sabéis p o r lo m enos tam bién como yo, y á d educir de ellas al
g u n a s conclusiones que sean lógicas y n atu rales
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consecuencias de lo expuesto, y que concreten el tem a que paso á desarrollar.
E s evidente, que p a ra conocer los m edios con
ducentes á favorecer el desarrollo de la a g ric u l
tu ra , la in d u stria , la riq u e z a en fin, de G ranada, es necesario ante todo saber en qué consiste esta riqueza, y qué obstáculos se oponen á su d e sa rrollo. S in a c u d ir á grandes lucubraciones cien tíficas. puede aseg u rarse que en la riq u e z a de u n país liay tre s elem entos, ó po r m ejor decir, tres m om entos, que conviene e s tu d ia r separadam ente.
Son, ante todo, base de la riq u e z a las producciones del suelo; ay uda á esta producción ó la trasform a.
él trabajo; esos productos m odificados así y tr a s form ados e n tra n en la circulación, elem ento p r in cipal de la a c tiv id a d del comercio. S u rg en del problem a tres aspectos que sep aradam ente e s tu diarem os, y en cada uno de ellos bailarem os base p a ra reform as necesarias. A sí como p a ra estu d ia r u n a m áquina y m ejo rar su funcionam iento, es n e cesario desm ontarla y e stu d ia r qué reso rte s fal
ta n ó cuáles e stá n enm ollecidos y conviene poner en m ovim iento, así liarem os con esta com plicada m áquina de la riq u eza de G ranada.
E n cada uno de estos elem entos b ailarem os la necesidad de reform as, unas á la rg a fecha, otras de próxim o resu ltad o , o tra s de ráp id o éxito; las prim eras en la producción; las segundas en el trab ajo ; las te rc e ra s en la circulación.
l.° Producciones naturales. E s aforism o de alg ú n P e ro g ru llo latin o , y que en la tín os lo digo (como el personage de M oratín decía las cosas en
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g riego p a ra m ayor claridad) non omnis tellus fert omnia: no toda tie rra p ro duce ó lleva todas las co
sas; y esto que p u d iera p a sar como axiom a, deja de serlo en G ranada, tie rra bendita, en que todas las producciones parecen reu n irse y acum ularse p a ra la riq u eza del país; com arca en que se pro ■ duce todo lo que c o n stitu y e elem entos de com er
cio en E u ro p a y en el m undo.
H ace años, muclios, m ás de los que yo q u i
siera, bailándom e en Y élez-M álaga, decidim os otros curiosos y yo llegar á las m ás a lta s cim as que cerraban n u e stro h o riz o n te . A trav e sa n d o frondosísim a vega, ric a en producciones tr o p i
cales, cruzam os luego ricas v iñas entonces en el apogeo de su riqueza, bosques de n a ra n jo s, fro n dosos olivares, y subim os luego á tie r ra que solo produce cereales, llegando más tard e á la sie rra desnuda, y al caer el día á la m ás a lta cum bre ele S ierra Tejea. D ejábam os a trá s la ric a p ro v in c ia de M álaga, y p or p rim e ra vez aparecía an te mis ojos, deslum brados por ta n ta belleza, en toda su e sp lé n d id a producción la h erm osa vega de G r a nada, alum brada po r los ray o s de uno de esos ponientes que hacen la desesperación de los p i n tores, que no pueden tra s la d a r al lienzo el in cen
dio del horizonte. (Aplausos). E ntonces com prendí que era G ranada tie rra b e n d ita de Dios; y cuando m uchos años después he tenido ocasión de e s tu diarla en sus detalles, me he convencido de que era exacta la p rim era im presión, que h u b iera p o dido creer h ija de la fantasía.
Con efecto, á a ltu ra s en que en o tras latitu d es
no puede lle g a r n u n ca h u e lla del hom bre, á un nivel en que la vejetación es im posible en el resto de E u ropa, o ste n ta la S ierra N evada ric a flora m edicinal de v a ria d as especies, que estu d ia ro n B oissier, W ilk c m m y n u estro m odesto sabio Del Amo. Más abajo, to d av ía á a ltu ras en que el h o m bre no puede en o tra p a rte c u ltiv a r la tie rra , m u estran Trevélez, B érchules, toda la v e rtie n te m eridional de la N evada, ricas cosechas de c e n teno que la tie r ra g u a rd a catorce meses y que d u ra n te diez a b rig a la nieve c o n tra te m p e ra tu ra s más bajas. D escendiendo aún, aparecen las ceba
das y los trig o s que h a n hecho la riq u e z a y la fam a de la com arca alham eña, de G-iiejar y M on- tefrío, los olivos del V alle de la A leg ría y de los campos de O rgiva, ta n rico s y frondosos como los m ejores de J a é n y Córdoba; vinos tin to s en B aza y las vertien tes al Gruadalentín que pueden com petir bien tra b a ja d o s con los de B orgoña, vinos blancos allá en la A lp u ja rra , en M urtas y A lbuñol que d isp u ta n su arom a á los del B h ín y que, espum osos, se con fu n d irían con los m ejores Moselas; lino y cáñam o h o y en la vega, ay e r la seda (que como oiréis á docto profesor h a de ser aún fuente de ric a producción); y si esto no b a s
tara, m ás lejos, h acia la costa, se extiende aquella len g u a de tie rra que em pieza en C a n ta rrija n , s i gue po r la H e rra d u ra , A lm u ñ écar y S alobreña h a sta M o tril, corre á L e v a n te p o r C alahonda, C astell de F e rro , p a sa p o r A lbuñol y sigue á A dra, tie r ra de prom isión en que cada hilo de agua fertiliza u n a h u erta, cada arroyo u n a vega,
y el fecundante G uadalfeo la más rica zona m e diterránea, en que crecen en v a rie d ad y a b u n d a n cia las p la n ta s tro p icales y donde se fu n d an sin esfuerzo nuevas in d u stria s, fuente de riq u eza con cada planea aclim atada; que allí parecen to das deber florecer y fructificar. (Aplausos).
Y si no b a sta ran los pro d u cto s que el suelo ofrece p a ra ju stific a r m i afirm ación de ser G r a nada tie rra p riv ile g ia d a de todas las p ro d u cc io nes, m irem os lo que ofrece el subsuelo, y buscando en su seno, encontrareis que no h ay m adre ta n p ró d ig a de alim entos y de ju g o s. E n todos tie m pos, desde época ra y a n a á la preh isto ria, aparece la explotación de los aluviones auríferos; y to d a vía hoy, después de ta n to s siglos de e x tra e r oro, un c a p ita lista atrevido, aconsejado por hom bres de ciencia y p rá c tic a que le pro m eten recojerá el fruto de sus sacrificios, dedica 16 m illones de r e a les á e x p lo ta r los m enos ricos aluviones de la p ro v in cia. E n el N. de la S ierra, allá p o r J e re z y L a n teira . aparecen como en G iiejar m inas de cobre y plata; y p a ra e x p lo ta r uno solo de los grupos de m inas, e n c u e n tra 2d m illones el hom bre ex trao rd in ario que hace pocos años tu v o la fo rtu n a del m undo e n tre sus m a n o s .'E n L u ja r abundan los plom os, en la A lm ijara esperan c a p itales y circulación ricos m inerales de zinc.
F o rm a el h ierro m ontañas en A lquife, en C ara- táu n as y B u sq u ístar, y por la p a rte de L o ja h a cia Salinas, que abastecerían p o r años á E u ro p a si quedara exhausta de hierro; y en las v e rtien te s m eridionales de la S ierra N evada, desde Notáez,
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siguiendo p o r G astaras, Nieles, T im a r y pasando po r Y átor bajo M ecina B om baron, aparece el m ercurio en criaderos de ta l im p o rta n c ia que u n a a u to rid ad científica, oráculo e n tre los h o m bres de negocios, el em inente in g en iero F ichs, me decía que ni en Id ria , n i en A lm adén se e n c u e n tran ejem plares de ta n ta riqueza.
Yed, pues, si es com pleto el cuadro de las p ro ducciones n atu rales de G ranada. S in duda que exam inado este solo elem ento de la riqueza, es susceptible de m ejoras; pero de m ejoras á largo plazo. Los rios y arroyos que fecundan los cam pos, que son origen de v ida 3^ de riqueza, son ta m bién causa de terrib les desastres; re p a rte n la vida en m ansa corriente: llevan la desolación y la m uerte en im p etu o sa c a rre ra ; y es conveniente encauzar sus lechos y e v ita r sus desbordam ien
to s . C onveniente es tam b ién ap rovechar m ejor los riegos, form ar em balses, etc.; y m ás que todo esto, p a ra re g u la riz a r las llu v ias, p a ra e v ita r la ráp id a reunión de las aguas que caen en las lade
ras y p a ra u tiliz a r la producción forestal, es n e cesario rep o b la r aquellas faldas desnudas como las de la cuenca del. D arro que a rra s a ra m onarca árabe p a ra e sto rb a r las correrías de los c ris tia nos; rep o b lar tam b ié n aquellas v e rtie n te s del Ge- n il que a v a ra g eneración destro zara; 3' devolver á la pelado, y calva T ejea lo que le dió nom bre sin duda: aquellos bosques de tejos, de que aún se encuentra en sus laderas alg ú n ejem plar enteco y raquítico. C ierto que estos rem edios no son rá
pidos; cierto es que solo pueden aprovechar á las
generaciones futuras; pero es ju s to y a que les le gam os los triste s frutos ele n u e stra s discordias y n u estras desventuras, de n u e stra s disensiones y de n u estras g uerras en form a de deuda, ju sto es m ejorar u n a herencia que no h a n de rec ib ir á b e neficio de in v en ta rio . (Aplausos).
2.° Sigue á las producciones n a tu ra le s el tra
bajo, y a bajo form a de trabajo m an u al y m ecán i
co, y a como activ id a d in te lig e n te que co n stru y e y m ueve ap arato s y m áquinas. B ase de ese t r a bajo es el obrero; y á la verdad, señores, en p a rte alguna de E uro p a se en c u en tra obrero ó a rtis ta de condiciones ta n buenas como el obrero g r a n a dino. Si los m onum entos que en cierra la p ro v in cia no b a sta ren á p ro b ar la habilidad, la destreza, el ingenio del obrero en las artes au x iliares de la construcción y la arquitectura., ó en las que h a cen p rosperar la producción agrícola, b a s ta ría v i
v ir cerca de él, observarle, verle tra b a ja r. No to méis á adulación lo que digo: he v isto tra b a ja r al jornalero fuera de E spaña, y en M adrid, y en A n dalucía, y en n in g u n a p a rte he v isto esta sum a de cualidades que adornan al obrero g ran a d in o , que reúne á la agilidad, la h a b ilid a d y la fru g a lidad del obrero de los clim as cálidos, la fuerza, la robustez, la constancia y la resisten cia del b ra cero de las provincias m ás frías. Con elem ento ta l de trabajo, G ranada n ad a tiene que en v id iar á las otras comarcas. Como posee los productos más ricos y variados, tien e tam b ié n los obreros más aptos p a ra hacer valer por el tra b a jo sus p ro ducciones.
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P e ro tam b ié n aquí hallam os la necesidad do rem edios convenientes p a ra m ejorar las condicio
nes del obrero; y a po r la ráp id a difusión de las luces, y a por el desarrollo de in stitu c io n e s de e n señanza como las escuelas de A rtes y oficios, y a p o r los m edios que indicaba el Sr. B urgos en su conferencia en e sta C ám ara, relativos á fom entar el ahorro y la asociación. E sto s m edios son y a de m ás p ro n to resultado que los indicados en la p r i
m era parte. A lgo h a hecho, aunque en m odesta escala, y p o r ello m erece n u e stro aplauso, el “F o m ento de las A rtes,,. No le escatim em os nuestro s plácem es p a ra que co n tinúe su ob ra educadora, m ejorando sus procedim ientos y sus m edios.
3.° L a circulación A q u í en contrarem os los m edios m ás ráp id o s de m ejo rar la a g ric u ltu ra , la in d u s tria y el com ercio de G ranada. ¿E n qué con
siste que n u estro s linos, n u e stro s cáñam os, n u e s tra s sedas, no lle g u e n al m ercado en condiciones v entajosas p a ra el p ro d u cto r y p a ra el in d u stria l?
E n que pesa sobre la producción el impuesto con desproporcionado rig o r, y en que los aranceles p erm iten la in v asió n del m ercado á la producción e x tra n je ra en condiciones que hacen im posible la com petencia.
¿E n qué co n siste que esas grandes m asas m i
nerales ó esos ricos vinos de que hablam os, no produzcan beneficio pingüe y no lleguen tam poco en condiciones v en ta jo sas al m ercado universal?
E n la falta de vías de comunicación.
H ay, pues, tre s obstáculos poderosos á la li bre circulación de los productos, en que se funda
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el comercio y de donde nace la verdadera riq u e za: el impuesto y las tarifas de u n a parte,-y de o tra la falta de esos m edios que el E stado, la p ro v in cia y el m u nicipio deben poner g ra tu ita m e n te á disposición del p ro d u cto r: lo que 'pudiera, lla m arse el g ra n taller de la circulación, co nstituido po r los pu erto s, los canales de navegación, .los ferrocarriles, las ca rre te ra s y los cam inos v eci
nales.
E l impuesto. Poco he de decir sobre él, p o r
que y a el em inente orador que in au g u ró estas conferencias dijo lo más esencial. Es ev idente que lo excesivo de los i ributos se debe en p rim e r l u gar, m ás que á las causas que sup o n en los direc
tores de la L ig a A g ra ria , al em peño de s e g u irla moda europea en el rég im en guerrero de los E s ta dos. Según recien te estadística, la deuda europea está rep resen tad a po r 480.000 m illones de reales.
De éstos, son producto de deuda militar (fortifi
caciones, arm am entos, defensas, deudas de g u e
rra) 400.000 m illones, que al 4 y lj2 p o r 100 de in terés, rep resen tan anualm ente 18.000 m illones.
A gregando á e sta cifra el im p o rte de los p re s u puestos anuales de g u e rra , se lleg a á la enorm e sum a de 32.000 m illones de reales que E u ro p a tiene que p a g a r anualm ente, que el p ro d u c to r y el obrero tienen que hacer efectiva antes de p e n sar en las obras fecundas del p ro g reso . (Aplausos).
B ien h ay a la g uerra, aunque 200 ó 300.000 hom bres resulten víctim as de ella, si. el desarm e llega tra s la g u erra; que es preferible cien veces á la estenuación de todas las fuerzas, á la m uerte
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le n ta de la producción por la decadencia del v i
g o r n a c io n a l y p or esa tem ible em igración que hace correr al pobre tra s el engañoso espejism o de las fo rtu n a s leja,ñas (aplausos); como es prefe
rible 1a, fiebre cereb ral que en crisis ráp id as dá la m uerte ó la vida, á la c a le n tu ra del tísico, cuyo térm ino fa ta l es la m uerte después de la estenua- ción y el sufrim ien to . (Aplausos).
P a ra nada n e c esita España, seguir esa mocla, p a ra n ad a n e c esita e n tr a r e n luchas de org u llo . (Bien, aplausos). L a m ejor política ex terio r es p a ra E sp a ñ a la p o lític a de la paz; y no h a j7- enem igo que am enace n u e s tra s fro n te ra s n i n u e stra s cos
tas; no h a y qu ien p u eda obligarnos á m an ten er co stosísim a paz arm ada. P idam os todos, pedid todos á los altos poderes la rebaja, del im puesto, no con la exageración que p rete n d e la L ig a A g ra ria; pero sí p oniendo de relieve cifras y núm eros que son el m ás p rin c ip a l y m ás sólido a rg u m e n to, en la p ren sa y en las reuniones, donde qu iera que la voz del com erciante y del p ro d u cto r pueda ser oída; que es v u e s tra voz poderosa porque la acom pañan razo n es h ija s de la experiencia y la p ráctica. Yod aquí o tro m edio conducente al fin que nos proponem os. (Aplausos).
Las tarifas. A quí tropezam os con u n a cues
tió n que de fren te ó de soslayo h a de e n c o n trar todo el que ocupe e sta cátedra: la e te rn a cuestión del libre cambio y el p ro teccio n ism o . H ace v e in ticinco años, un hom bre de g ra n in telig en cia, de b rilla n te im ag in ació n , de buena fé indudable, p o lem ista de ta n to ingénio como P ru d h ó n , y menos
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paradógico que él, B astiat, se hizo el apóstol y p ro p ag a n d ista de las teorías del libre cam bio, y dejó en sus “arm onías económicas,, u n m o n u m en to de in te lig e n c ia y de b rilla n te estilo. Como si no a rre b a ta ra po r sí solo b a sta n te B a s tia t á la ju v en tu d , u n a pléyade de oradores sin rival, Mo- ret, E chegaray, R odríguez, F ig u ero la, se p u s ie ron en E s p a ñ a al frente de la pro p ag an d a, y la m agia de su p a la b ra se llevó tra s de sí y e n tu siasm ó h a s ta el delirio á los que salíam os de las aulas. Toda aquella generación salió libre cam b ista de las escuelas, excepto, acaso, la ju v e n tu d de Barcelona.
Pocos anos después lleg ab a con la R e v o lu ción de Septiem bre la fructificación de todas las ideas generosas y el triu n fo de todas las causas nobles; y el lib re cam bio bajó de las regiones de la u to p ia y de la p u ra teo ría al te rre n o de la p rác tic a y al contacto de la realidad. Se to caron entonces sus inconvenientes, se vieron los p e rju i
cios que á la producción irro g a ra , y empezó lenta, pero constante y continua, u n a reacción que am e
naza llegar á los lím ites del absurdo por el opues
to extremo. E n n in g u n o está la verdad, porque no está en los extrem os la razón.
De aquella generosa cam paña que recuerdo con la m elancolía de la ju v e n tu d p a s a d a , de aquella em ulación y lu ch a de principios, q u eda
ro n dos g randes conquistas que re p re se n ta n el fondo de verdades de aquella p u ra teoría: que no corre nunca el hom bre tra s el e rro r absoluto. Son de estos principios el uno universal y hum ano: la
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libertad de comercio, que no debe confundirse con el libre cam bio, sino que es la lib ertad de concu
r r ir al m ercado en condiciones e q u ita tiv a s de lu cha, como á todo concurso y á to d a c a rre ra acude el hom bre, au n á, las carreras de caballos, p o niendo plom o al g in ete m as ligero. (Aplausos re
petidos). E l otro p rin cip io es de carácter regional, ó m ejor dicho nacional: es el verdadero concepto de las tarifa s que no deben ponerse como m uro de acero n i círculo de h ierro que estanque y p a ralice la in d u s tria y la a g ric u ltu ra , sino que de - ben establecerse á m anera de válvulas de s e g u ri
dad que se abren m ás ó m enos p a ra dejar aire puro y am biente de v id a á la producción n a c io nal, no p a ra e sta n c arla ó an iquilarla. (Aplausos, bravos). Deben ser las tarifa s así com prendidas, como aquellas com puertas de desagüe en las m a
rism as próxim as al occéano, abiertas d u ran te la m area b aja p a ra que salgan las aguas e sta n c a das, perjudiciales á los cultivos; cerradas h e rm é ticam ente cuando el occéano sube y am enaza i n v a d ir y a rra s a r la riqueza del llano desecado.
(Aplausos repetidos).
No es cerrado el dilem a en tre la producción y el libre cambio; pero si lo fuera h a b ría que o p tar por lo que aconsejan la p rá c tic a y la h isto ria ; y la h isto ria nos dice que debió F ra n c ia al sistem a protector su riqueza con C o lb ert y N apoleón; que P ru s ia debió á las aduanas su regeneración d e s
pués de la revocación del edicto de N antes, que ta n ta s fuerzas y ta n ta s in teligencias le aportara;
que á W a sh in g to n debieron su pro sp erid ad los
E stados-U nidos con las tarifas como se la debe lioy; que la m ism a In g la te rra debió al p ro te c c io nism o la riq u eza de sus paños en tiem po de E d u ard o III, y su in d u s tria m oderna con el acta de navegación en el siglo XVII;. '(aplausos) y que si después se presentó como g enerosa p ro p a g a n d ista del libre cambio, fué esto debido, no á la aplicación de un p rincipio de que estu v ie ra c o n vencida, sino á la ley de la necesidad, á la pié - tora de producción que a b a rro ta ra sus talleres y sus fábricas después de cu atro años de bloqueo continental.
A fortunadam ente, repito, no es en las teo rías extrem as donde ha.y que b u scar la verdad; y la solución á la supuesta a n tin o m ia está en el sis tem a medio de los tratadas de comercia. Y aquí lla mo toda v u e s tra atención. U n a opinión ficticia, aislada, sin eco en el resto del país, form ada allá en C ataluña, estuvo á p u n to de hacer fra c a sa r el tra ta d o con Francia,, al que tan to bien debemos, y que fué term inado por las hábiles g estio n es de un hom bre p ráctico, D. S alv ad o r A lbacete, con acierto elegido po r los m in istro s Vega de A rm i- jo y Camaoho. E n cam bio, otro tra ta d o funesto p a ra n u e stra in d u s tria azucarera y p a ra n u e stra producción de alcoholes, el de A lem ania, fué te r m inado en silencio, casi sin discusión, y apenas se conoció estaba concluido cuando se tocaron los desastres. (Aplausos). ¿Qué p ru eb a esto? Que es necesario ilu stra r y conm over la opinión c u an do h a n de resolverse problem as de este alcance, aportando el m ayor núm ero posible de a n te c e -
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tientes p a ra la m ejor solución; que no deben d e ja rs e exclusivam ente al celo de m inistros, p o r ilu stra d o s y rectos que sean, ocupados tam b ié n de m il otros a su n to s, ó de diplom áticos ra ra vez preparados p a ra estos graves problem as, y á los consejos de u n c o rto -n ú m e ro de em pleados, celosos, ilu strad o s, sabios, pero que viven en M a
d rid y que solo pueden conocer de estas cues
tiones p o r cifras oficiales, casi siem pre equivoca
das. (Aplausos). Á voso tro s, com erciantes; á las Cám aras de Com ercio toca p re p a ra r los d atos de ta n urg en tes problem as. V osotros podéis re u n ir antecedentes v erd ad sobre la p ro d ucción y los obstáculos que la entorpecen, y p re p a ra r y a g i ta r la opinión, señalando el m om ento de d e n u n ciar tra tad o s ru in o so s y p roponiendo las bases de los que deban concluirse con v e n ta ja del país.
(Aplausos). Que no h ay G obierno, po r obcecado que esté, que no a tie n d a la voz p o ten te de la N a
ción, n i h ay go b ern an tes que q u ieran po r m ala fé cerrar el cam ino del p ro greso. N in g u n a acción puede ser ta n eficaz como la de las C ám aras de Comercio en asunto de ta n v ita l im portancia; p o r
que nadie con m ás conocim iento de cifras y d a
tos prácticos, puede ilu s tra r cuestiones de ta n to alcance. C iertam ente, el rem edio que señalam os no es difícil de p o n er en práctica, n i sus re su l
tados h a n de tocarse á largo plazo, sino á corta fecha.
Y entro en la ú ltim a p a rte de m i conferencia.
E l taller de circulación. Pocas cifras os d arán idea de las v e n ta jas, que p o r lo dem ás n a d ie nie-
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ga, de tra n sfo rm ar las vías de com unicación. E n u n cam ino de cañones, con pendientes que p a sa n de 20 OjO, aunque h a b ilita d o con firm e m uy cos
toso de conservar, el cam ino de G uadix, cuesta el tra s p o rte una peseta p o r tonelada y kilóm etro, es decir, que desde G uadix aquí el tra n sp o rte de cereales, por ejemplo, cuesta tan to como desde la In d ia á R io de la P la ta ó u n p u e rto del M edite
rráneo. Si tom áis u n cam ino m ixto, el de B aza á G ranada, m itad buena carretera, m itad m al c a m ino habilitado, se reduce el tra n s p o rte á 0 ‘80 po r tonelada y kilóm etro. D e aq u í á M otril, carretera regular, á 0 ‘60; y p u d iera b a ja r en buen a c a rre te ra á 0 ‘50. E n este cam ino de h ierro á B o b a d i- 11a, que tien e á penas u n ligero aire de familia con lo que p o r ferro ca rril se entiende en el m undo ci
vilizado (aplausos y risas) c o stará 0 ‘14. E n cam i
nos bien estudiados, de tracció n b a ra ta y cons
trucción económica b a ja rá á 0 ‘10 y aun á 0 ‘05 p a ra m ercancías especiales como los trig o s, y á 0 ‘04 p a ra los hierro s. E stas cifras os hacen com prender las v en tajas de establecer pronto las lí
neas indispensables p a ra G ranada; y aquí e n tra n los medios rápidos, á v u e stro alcance, de reg e n e ra r la producción y la riq u eza g ran a d in a.
H ace dos años y medio, cuando v ine á esta provincia, y perdonad este recuerdo interesado, aparecía G ranada en las estad ísticas oficiales la iiltim a, por lo que resp ecta á vías de com unica
ción. Gon efecto, en las estad ísticas de carreteras del E stado había siete p rovincias en peores co n diciones que la nuestra; pero de ellas eran tres
las V ascongadas, cuya red p ro v in c ia l q u isie ra yo p a ra G ran ad a aunque fu era d entro de m uchos años; dos, B aleares y C anarias, que no necesitan m ás vías te rre s tre s de las que tienen; y las o tras dos, que no recuerdo, de m enos población y con m ay o r lo n g itu d de líneas férreas. No exagero, pues, n ad a al decir que G ran ad a era la ú ltim a de las p rovincias de E spaña. A lgo lia cam biado esta situación m ediante los 150 kilóm etros entregados en este tiem po al tráfico, g racias al tra b a jo a s i
duo de u n personal á quien debo la ju s tic ia de este recuerdo; pero es evidente que q u eda m ucho p o r hacer.
No pudiendo yo aconsejaros que p id áis más que lo estrictam en te necesario, á ello voy á re d u c ir m is consideraciones
T erm inadas las c a rre te ra s h o y en c o n stru c ción, sólo una creo de g ran d e u rg en c ia se e stu d ie y se co n stru y a: aquella que h a de d a r v id a á esos herm osos pueblos de la A lp u ja rra alta, sin m e dios h oy p a ra d a r salida á la ric a p ro ducción de aquella p riv ile g ia d a zona, que m uere de pobreza e n tre riquezas in ex p lotadas, cuyos cultivos es
tá n clavados á a ltu ras v ertig in o sas, y que hoy no tienen elem ento alguno de circulación. ¿Es m u cho aseg u rar que eso lo podéis lo g ra r en breve espacio? E l g rito de A lm ería h a sido al fin a te n dido; lo será el de M álaga. ¿No h a de serlo el de G ranada, m ás desaten d id a c iertam en te y no m e
nos necesitada? ¿No h a n de v a le r vuestros es
fuerzos p a ra obtener una sola carretera, lo que v alieran p a ra m uchas las gestiones de gentes
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acaso m enos activ as y e n tu sia sta s como m enos necesitadas? H é aquí un propósito que debeis p erseg u ir sin descanso, y que tengo la seg uridad será atendido. O tras vías h ay que a g re g a r á las citadas, y n in g u n a ta n to como el pequeño ram al que falta á A lham a p a ra lle g a r á la costa; pero yo me circu n scrib o á lo indispensable en estas li- gerísim as observaciones.
E s p a ra m í y a seguro que v uestro constante empeño, unido al de A lm ería, será coronado de éxito dentro de pocos m eses, y que acaso antes de tres años e sta rá term in a d o el fe rro c a rril de L inares á A lm ería, que h a de d a r v id a á esa h e r m osa zona de L ev a n te , desde G uadix á H u én eja y desde G uadix h a s ta la p ro v in cia de J a é n p o r la parte de H uesa. Yed, pues, logrado u n p ro p ó sito perseguido con co n sta n c ia perseverante. E s to debe anim aros. No h aré, pues, m érito de ello, y paso á decir lo que m ás u rg e hacer en lo que resta por ejecutar. C ierto que es ju s ta v u e s tra aspiración de lle g a r al corazón de la P e n ín sula p or el cu arto lado de un cuadrado de que hoy recorréis precisam ente tre s p a ra lleg ar á M engíbar ó á E sp elu y (bien, bien); pero esta línea, como la de la costa que u n a v u e stra s p lay as á las de M álaga y Alm ería; como la de L o ja á T orre del M ar que favorecerá á A lham a y lle v a rá por el cam ino m as corto las producciones de la vega del G enil h a s ta el m ar, se os d arán p or añ a d id u r a cuando la producción ráp id a m e n te se d e sa rro lle por la sola línea, cuya construcción es urgentísima y fácil: la de Calahonda.
B ien sé que habréis de objetarm e que estas obras son costosas, que no puede p a g a rla s el país, y que el E sta d o no parece m uy pro p icio á acordarse de nosotros; y que los c a p italista s no tie n e n aquí h áb ito s de asociación p a ra estas g ra n des em presas. (Bien, bien). Pero sin ja c ta n c ia ase
guro que, aun prescindiendo de la ay uda que en form a de g a ra n tía de in te rés se in te n ta d a r á esta clase de líneas p o r el E stad o , puede la de C ala- honda hacerse pronto si seria m e n te os lo p ro p o néis. C laro es que el ca p ital no v en d rá de I n g la te rra , n i de F ra n c ia , n i de A lem ania, á buscar datos y á hacer estudios: que h a rta s em presas y a estu d iad as se le ofrecen p o r todas p a rte s; pero el ca p ital se en c u en tra p ro n to cuando se le p re s e n ta n antecedentes y estudios que la C ám ara de Com ercio y la D ip u tac ió n p ro v in c ial se b a sta n p a ra reu n ir. U n estudio bien hecho y poco cos toso de la lín ea debe ser la base de to d a gestión.
Y cuando acudáis al c a p ital, que siem pre se h a lla p a ra negocios ta n seguros como este, diciendo:
“A quí tienes u n ferro carril de ta l lo n g itu d y de
“ta l coste: a tra v ie sa unos centros de población de
“tan tas alm as, que os a seg u ra (por cálculos hoy
“m uy aproxim ados después de e sta d ístic a s bien
“conocidas) u n tráfico probable de v iajeros de ta l
“im portancia: p a sa p o r com arcas que producen
“actualm ente (y esto nadie como vosotros puede
“saberlo con certeza) tales y tan to s pro d u cto s de
“determ in ad a especie; y a u m e n tará n su p ro d u c c i ó n en m inerales y fru to s cuando sean ráp id o s
“los tra n sp o rte s,,. C uando esto h ag ais, tened la
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seg u rid ad de que el negocio se lleva á cabo, po r
que desde luego puede predecirse que pocas li
neas de esta im p o rta n c ia dan m ayores beneficios que los que ese ferro ca rril h a de producir. Yed y a otro rem edio de los que considero rápidos.
(Aplausos).
Y cuando esas líneas estén hechas por v u e stra gestión y v u e stra d iligencia, lo demás se os d a rá por añadidura. E l p u erto de C alahonda (u to p ia hoy, en cuya gestió n os a b u rriré is in ú tilm en te, agitándoos en vano y en vago) no se h a rá h a s ta entonces, pero entonces seg u ram en te se h a rá . (1Bien, aplausos.) Y cuando ten g áis fácil y ra p id a com unicación con el m ar. las o tras líneas férreas se h a rá n todas, y las com pañías se d isp u ta rá n el h o n o r y el beneficio de su construcción. (Bien, aplausos).
Como á v irtu d de v a rilla m ágica ó como si el silbido de la locom otora fuese el m isterioso sésa
mo ábrete del cuento de hadas, los senos de la S ie
rra se a b rirán p a ra v e rte r riq u ezas encerradas hoy como tesoro m isterioso bajo llave, de que la ciencia tien e sola el secreto, y crecerán rá p id a m ente la v ida y el b ie n e sta r de to d a la com arca.
E ntonces podréis decir: “Somos ta n to como fu i
mos, y seremos más que somos,,. (Bien, aplau
sos).
E l resúm en de todo cuanto llevo dicho está en un solo rem edio: a g ita r y conm over la o p i
nión, que es en los tiem pos que andam os dueña y señora del m undo, y por lo que hace á los pode
res del E stad o , es la opinión pública, como el al-
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m a y la conciencia m ism a de la N ación. (Aplau
sos).
Y si alcanzáram os á to c a r ta n g ran d es bene
ficios p a ra esta com arca, si por v u e s tra in ic ia tiv a lleg ara p ro n to á v erificarse e sta tran sfo rm ació n de las fuerzas p ro d u cto ras de G ranada, yo que ta n ta s m u estras de distinción y cariño debo á los h ijo s de esta tie rra , h a b ría de reg o cijarm e como en las satisfacciones de m adre cariñosa, q u e ri
da y respetada. ( Aplausos y entusiastas felicitacio
nes).
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