• No se han encontrado resultados

O é f f i a t a i 0 m 8 s l

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2022

Share "O é f f i a t a i 0 m 8 s l"

Copied!
30
0
0

Texto completo

(1)

í o

O é f f i a t a i ® 0 ® m 8 s ® l®

1 A - )?»>—

C O N F E R E N C I A

DEL

Ó ¿cano. S i . CD. iviiús ¿ i l u t e7 El, 9 Dl¡ DICIEMBRE DE 1888,

GRANADA.

C--- □

Imprenta de “ El Defensor,, 1888.

';

S ii --- 1s

(2)

k

(3)

ñ - I h m

I K D I O S DE R E G E N E R A C I O N

DEL

S 3 T ^ T O - F t A . I V A D A . .

O O N F E R E N C I A

DEL

Excmo. Sr. D. L U ÍS DE R U TE

E L 9 D E D IC IE M B R E D E 1888.

G RANAD A Imprenta de “ El Defensor,,

1888

(4)

Q Q \

’6 ó )

(5)

f í - 2 2 ¡ n l

M E D I O S DE R E G E N E R A C I Ó f i

DEL

S 3 r< sr G h F t a .i w a .j o .

C O N F E R E N C I A

DEL

Exorno. Sr. D. L U ÍS DE R U T E

E L 9 D E D IC IE M B R E D E 1888.

Imprenta de “ El Defensor,, 1888

(6)
(7)

'enores:

V a l o e es m enester p a ra h ablaros de comercio

sucediendo en este sitio á los elocuentes o rad o ­ res que in ic ia ro n las conferencias, oradores de e sta escuela de G ran ad a que en todos tiem pos dio ilu stre s rep re sen ta n te s á la cátedra, al foro y á la trib u n a . Y m ás v alo r es necesario, cuando pesa sobre m i ánim o a b ru m a d o ra reciente m em oria de irre p a ra b le desgracia. E x cu sa m i a tre v im ie n to la inv itació n de e sta C ám ara, solo titu lo que puedo o sten tar, que es de m i com petencia inm erecida ejecutoria. R esponded á m i au d acia extrem ando v u e stra benevolencia.

Pocos recib iero n con ta n to entusiasm o como yo la creación de las C ám aras de Com ercio, que si en todos los países h a n dado gran d es frutos, deben darlos m ayores en E spaña, que ta n to po r las arm as como po r el com ercio, abrió A m érica a la c iv iliz a ció n ; y que, si h a y p ru d e n c ia y sa b id u ­ ría en los gobiernos, m ás que p o r las arm as p o r

(8)

4

el comercio h a de ser m adre c ristia n a de la c iv i­

lización én A frica. A vosotros corresponde en p rim e r lu g a r la obra de reg e n e rar la com arca g r a ­ nadina, que ha de deber m ás á v u e stra in ic ia tiv a que á la gestión ineficaz y e sté ril de vuestros r e ­ p resentantes en Cortes; porque si es cierto que es necesaria la acción y la intervención del E s ­ tado en el rem edio de los m ales que afligen á la provincia, esa acción sería ineficaz sin v u e stra prim era, más práctica, m ás ard iente iniciativ a.

Sois los llam ados á conocer p o r la experiencia los males; y á vosotros incum be el proponer los rem edios.

T rato de dem ostrar que h a y medios, algunos de ellos ráp id o s, en cuanto pueden ser rápidos re ­ medios p a ra tam años males, de reg e n e rar la a g ri­

cultura, la in d u stria y el com ercio en la p r o v in ­ cia. Misión es v u e stra la de in ic ia r e sta g ran d e obra de regeneración, que p o d ría sin exagerar lla ­ m ar obra de redención de G ranada.

Ofendería v u e stra ilu stra c ió n si creyera que alguno, al conocer el tem a que me propongo des­

arrollar, se fig u rara que ten ía yo receta a p ro ­ piada para en u n a sola consulta, como específico G arrido ó pastillas G éraudel, tra sfo rm ar en r i - queza la m iseria, en progreso el abandono, en p ro speridad la pobreza. D esgraciadam ente no po­

seo esa panacea; n i habéis de oír de m is labios nada ex trao rd in ario , n i siq u iera n ada nuevo; voy solam ente á deciros cosas que todos sabéis p o r lo m enos tam bién como yo, y á d educir de ellas al­

g u n a s conclusiones que sean lógicas y n atu rales

(9)

— 5

consecuencias de lo expuesto, y que concreten el tem a que paso á desarrollar.

E s evidente, que p a ra conocer los m edios con­

ducentes á favorecer el desarrollo de la a g ric u l­

tu ra , la in d u stria , la riq u e z a en fin, de G ranada, es necesario ante todo saber en qué consiste esta riqueza, y qué obstáculos se oponen á su d e sa ­ rrollo. S in a c u d ir á grandes lucubraciones cien ­ tíficas. puede aseg u rarse que en la riq u e z a de u n país liay tre s elem entos, ó po r m ejor decir, tres m om entos, que conviene e s tu d ia r separadam ente.

Son, ante todo, base de la riq u e z a las producciones del suelo; ay uda á esta producción ó la trasform a.

él trabajo; esos productos m odificados así y tr a s ­ form ados e n tra n en la circulación, elem ento p r in ­ cipal de la a c tiv id a d del comercio. S u rg en del problem a tres aspectos que sep aradam ente e s tu ­ diarem os, y en cada uno de ellos bailarem os base p a ra reform as necesarias. A sí como p a ra estu d ia r u n a m áquina y m ejo rar su funcionam iento, es n e ­ cesario desm ontarla y e stu d ia r qué reso rte s fal­

ta n ó cuáles e stá n enm ollecidos y conviene poner en m ovim iento, así liarem os con esta com plicada m áquina de la riq u eza de G ranada.

E n cada uno de estos elem entos b ailarem os la necesidad de reform as, unas á la rg a fecha, otras de próxim o resu ltad o , o tra s de ráp id o éxito; las prim eras en la producción; las segundas en el trab ajo ; las te rc e ra s en la circulación.

l.° Producciones naturales. E s aforism o de alg ú n P e ro g ru llo latin o , y que en la tín os lo digo (como el personage de M oratín decía las cosas en

(10)

— 6 —

g riego p a ra m ayor claridad) non omnis tellus fert omnia: no toda tie rra p ro duce ó lleva todas las co­

sas; y esto que p u d iera p a sar como axiom a, deja de serlo en G ranada, tie rra bendita, en que todas las producciones parecen reu n irse y acum ularse p a ra la riq u eza del país; com arca en que se pro ■ duce todo lo que c o n stitu y e elem entos de com er­

cio en E u ro p a y en el m undo.

H ace años, muclios, m ás de los que yo q u i­

siera, bailándom e en Y élez-M álaga, decidim os otros curiosos y yo llegar á las m ás a lta s cim as que cerraban n u e stro h o riz o n te . A trav e sa n d o frondosísim a vega, ric a en producciones tr o p i­

cales, cruzam os luego ricas v iñas entonces en el apogeo de su riqueza, bosques de n a ra n jo s, fro n ­ dosos olivares, y subim os luego á tie r ra que solo produce cereales, llegando más tard e á la sie rra desnuda, y al caer el día á la m ás a lta cum bre ele S ierra Tejea. D ejábam os a trá s la ric a p ro v in c ia de M álaga, y p or p rim e ra vez aparecía an te mis ojos, deslum brados por ta n ta belleza, en toda su e sp lé n d id a producción la h erm osa vega de G r a ­ nada, alum brada po r los ray o s de uno de esos ponientes que hacen la desesperación de los p i n ­ tores, que no pueden tra s la d a r al lienzo el in cen­

dio del horizonte. (Aplausos). E ntonces com prendí que era G ranada tie rra b e n d ita de Dios; y cuando m uchos años después he tenido ocasión de e s tu ­ diarla en sus detalles, me he convencido de que era exacta la p rim era im presión, que h u b iera p o ­ dido creer h ija de la fantasía.

Con efecto, á a ltu ra s en que en o tras latitu d es

(11)

no puede lle g a r n u n ca h u e lla del hom bre, á un nivel en que la vejetación es im posible en el resto de E u ropa, o ste n ta la S ierra N evada ric a flora m edicinal de v a ria d as especies, que estu d ia ro n B oissier, W ilk c m m y n u estro m odesto sabio Del Amo. Más abajo, to d av ía á a ltu ras en que el h o m ­ bre no puede en o tra p a rte c u ltiv a r la tie rra , m u estran Trevélez, B érchules, toda la v e rtie n te m eridional de la N evada, ricas cosechas de c e n ­ teno que la tie r ra g u a rd a catorce meses y que d u ­ ra n te diez a b rig a la nieve c o n tra te m p e ra tu ra s más bajas. D escendiendo aún, aparecen las ceba­

das y los trig o s que h a n hecho la riq u e z a y la fam a de la com arca alham eña, de G-iiejar y M on- tefrío, los olivos del V alle de la A leg ría y de los campos de O rgiva, ta n rico s y frondosos como los m ejores de J a é n y Córdoba; vinos tin to s en B aza y las vertien tes al Gruadalentín que pueden com petir bien tra b a ja d o s con los de B orgoña, vinos blancos allá en la A lp u ja rra , en M urtas y A lbuñol que d isp u ta n su arom a á los del B h ín y que, espum osos, se con fu n d irían con los m ejores Moselas; lino y cáñam o h o y en la vega, ay e r la seda (que como oiréis á docto profesor h a de ser aún fuente de ric a producción); y si esto no b a s­

tara, m ás lejos, h acia la costa, se extiende aquella len g u a de tie rra que em pieza en C a n ta rrija n , s i ­ gue po r la H e rra d u ra , A lm u ñ écar y S alobreña h a sta M o tril, corre á L e v a n te p o r C alahonda, C astell de F e rro , p a sa p o r A lbuñol y sigue á A dra, tie r ra de prom isión en que cada hilo de agua fertiliza u n a h u erta, cada arroyo u n a vega,

(12)

y el fecundante G uadalfeo la más rica zona m e ­ diterránea, en que crecen en v a rie d ad y a b u n d a n ­ cia las p la n ta s tro p icales y donde se fu n d an sin esfuerzo nuevas in d u stria s, fuente de riq u eza con cada planea aclim atada; que allí parecen to das deber florecer y fructificar. (Aplausos).

Y si no b a sta ran los pro d u cto s que el suelo ofrece p a ra ju stific a r m i afirm ación de ser G r a ­ nada tie rra p riv ile g ia d a de todas las p ro d u cc io ­ nes, m irem os lo que ofrece el subsuelo, y buscando en su seno, encontrareis que no h ay m adre ta n p ró d ig a de alim entos y de ju g o s. E n todos tie m ­ pos, desde época ra y a n a á la preh isto ria, aparece la explotación de los aluviones auríferos; y to d a ­ vía hoy, después de ta n to s siglos de e x tra e r oro, un c a p ita lista atrevido, aconsejado por hom bres de ciencia y p rá c tic a que le pro m eten recojerá el fruto de sus sacrificios, dedica 16 m illones de r e a ­ les á e x p lo ta r los m enos ricos aluviones de la p ro v in cia. E n el N. de la S ierra, allá p o r J e re z y L a n teira . aparecen como en G iiejar m inas de cobre y plata; y p a ra e x p lo ta r uno solo de los grupos de m inas, e n c u e n tra 2d m illones el hom ­ bre ex trao rd in ario que hace pocos años tu v o la fo rtu n a del m undo e n tre sus m a n o s .'E n L u ja r abundan los plom os, en la A lm ijara esperan c a ­ p itales y circulación ricos m inerales de zinc.

F o rm a el h ierro m ontañas en A lquife, en C ara- táu n as y B u sq u ístar, y por la p a rte de L o ja h a ­ cia Salinas, que abastecerían p o r años á E u ro p a si quedara exhausta de hierro; y en las v e rtien te s m eridionales de la S ierra N evada, desde Notáez,

— 8 —

(13)

— 9 -

siguiendo p o r G astaras, Nieles, T im a r y pasando po r Y átor bajo M ecina B om baron, aparece el m ercurio en criaderos de ta l im p o rta n c ia que u n a a u to rid ad científica, oráculo e n tre los h o m ­ bres de negocios, el em inente in g en iero F ichs, me decía que ni en Id ria , n i en A lm adén se e n ­ c u e n tran ejem plares de ta n ta riqueza.

Yed, pues, si es com pleto el cuadro de las p ro ­ ducciones n atu rales de G ranada. S in duda que exam inado este solo elem ento de la riqueza, es susceptible de m ejoras; pero de m ejoras á largo plazo. Los rios y arroyos que fecundan los cam ­ pos, que son origen de v ida 3^ de riqueza, son ta m ­ bién causa de terrib les desastres; re p a rte n la vida en m ansa corriente: llevan la desolación y la m uerte en im p etu o sa c a rre ra ; y es conveniente encauzar sus lechos y e v ita r sus desbordam ien­

to s . C onveniente es tam b ién ap rovechar m ejor los riegos, form ar em balses, etc.; y m ás que todo esto, p a ra re g u la riz a r las llu v ias, p a ra e v ita r la ráp id a reunión de las aguas que caen en las lade­

ras y p a ra u tiliz a r la producción forestal, es n e ­ cesario rep o b la r aquellas faldas desnudas como las de la cuenca del. D arro que a rra s a ra m onarca árabe p a ra e sto rb a r las correrías de los c ris tia ­ nos; rep o b lar tam b ié n aquellas v e rtie n te s del Ge- n il que a v a ra g eneración destro zara; 3' devolver á la pelado, y calva T ejea lo que le dió nom bre sin duda: aquellos bosques de tejos, de que aún se encuentra en sus laderas alg ú n ejem plar enteco y raquítico. C ierto que estos rem edios no son rá­

pidos; cierto es que solo pueden aprovechar á las

(14)

generaciones futuras; pero es ju s to y a que les le ­ gam os los triste s frutos ele n u e stra s discordias y n u estras desventuras, de n u e stra s disensiones y de n u estras g uerras en form a de deuda, ju sto es m ejorar u n a herencia que no h a n de rec ib ir á b e ­ neficio de in v en ta rio . (Aplausos).

2.° Sigue á las producciones n a tu ra le s el tra­

bajo, y a bajo form a de trabajo m an u al y m ecán i­

co, y a como activ id a d in te lig e n te que co n stru y e y m ueve ap arato s y m áquinas. B ase de ese t r a ­ bajo es el obrero; y á la verdad, señores, en p a rte alguna de E uro p a se en c u en tra obrero ó a rtis ta de condiciones ta n buenas como el obrero g r a n a ­ dino. Si los m onum entos que en cierra la p ro v in ­ cia no b a sta ren á p ro b ar la habilidad, la destreza, el ingenio del obrero en las artes au x iliares de la construcción y la arquitectura., ó en las que h a ­ cen p rosperar la producción agrícola, b a s ta ría v i­

v ir cerca de él, observarle, verle tra b a ja r. No to ­ méis á adulación lo que digo: he v isto tra b a ja r al jornalero fuera de E spaña, y en M adrid, y en A n ­ dalucía, y en n in g u n a p a rte he v isto esta sum a de cualidades que adornan al obrero g ran a d in o , que reúne á la agilidad, la h a b ilid a d y la fru g a ­ lidad del obrero de los clim as cálidos, la fuerza, la robustez, la constancia y la resisten cia del b ra ­ cero de las provincias m ás frías. Con elem ento ta l de trabajo, G ranada n ad a tiene que en v id iar á las otras comarcas. Como posee los productos más ricos y variados, tien e tam b ié n los obreros más aptos p a ra hacer valer por el tra b a jo sus p ro ­ ducciones.

— 10 —

(15)

P e ro tam b ié n aquí hallam os la necesidad do rem edios convenientes p a ra m ejorar las condicio­

nes del obrero; y a po r la ráp id a difusión de las luces, y a por el desarrollo de in stitu c io n e s de e n ­ señanza como las escuelas de A rtes y oficios, y a p o r los m edios que indicaba el Sr. B urgos en su conferencia en e sta C ám ara, relativos á fom entar el ahorro y la asociación. E sto s m edios son y a de m ás p ro n to resultado que los indicados en la p r i­

m era parte. A lgo h a hecho, aunque en m odesta escala, y p o r ello m erece n u e stro aplauso, el “F o ­ m ento de las A rtes,,. No le escatim em os nuestro s plácem es p a ra que co n tinúe su ob ra educadora, m ejorando sus procedim ientos y sus m edios.

3.° L a circulación A q u í en contrarem os los m edios m ás ráp id o s de m ejo rar la a g ric u ltu ra , la in d u s tria y el com ercio de G ranada. ¿E n qué con­

siste que n u estro s linos, n u e stro s cáñam os, n u e s ­ tra s sedas, no lle g u e n al m ercado en condiciones v entajosas p a ra el p ro d u cto r y p a ra el in d u stria l?

E n que pesa sobre la producción el impuesto con desproporcionado rig o r, y en que los aranceles p erm iten la in v asió n del m ercado á la producción e x tra n je ra en condiciones que hacen im posible la com petencia.

¿E n qué co n siste que esas grandes m asas m i­

nerales ó esos ricos vinos de que hablam os, no produzcan beneficio pingüe y no lleguen tam poco en condiciones v en ta jo sas al m ercado universal?

E n la falta de vías de comunicación.

H ay, pues, tre s obstáculos poderosos á la li bre circulación de los productos, en que se funda

- 11 -

(16)

el comercio y de donde nace la verdadera riq u e ­ za: el impuesto y las tarifas de u n a parte,-y de o tra la falta de esos m edios que el E stado, la p ro v in ­ cia y el m u nicipio deben poner g ra tu ita m e n te á disposición del p ro d u cto r: lo que 'pudiera, lla ­ m arse el g ra n taller de la circulación, co nstituido po r los pu erto s, los canales de navegación, .los ferrocarriles, las ca rre te ra s y los cam inos v eci­

nales.

E l impuesto. Poco he de decir sobre él, p o r­

que y a el em inente orador que in au g u ró estas conferencias dijo lo más esencial. Es ev idente que lo excesivo de los i ributos se debe en p rim e r l u ­ gar, m ás que á las causas que sup o n en los direc­

tores de la L ig a A g ra ria , al em peño de s e g u irla moda europea en el rég im en guerrero de los E s ta ­ dos. Según recien te estadística, la deuda europea está rep resen tad a po r 480.000 m illones de reales.

De éstos, son producto de deuda militar (fortifi­

caciones, arm am entos, defensas, deudas de g u e­

rra) 400.000 m illones, que al 4 y lj2 p o r 100 de in terés, rep resen tan anualm ente 18.000 m illones.

A gregando á e sta cifra el im p o rte de los p re s u ­ puestos anuales de g u e rra , se lleg a á la enorm e sum a de 32.000 m illones de reales que E u ro p a tiene que p a g a r anualm ente, que el p ro d u c to r y el obrero tienen que hacer efectiva antes de p e n ­ sar en las obras fecundas del p ro g reso . (Aplausos).

B ien h ay a la g uerra, aunque 200 ó 300.000 hom bres resulten víctim as de ella, si. el desarm e llega tra s la g u erra; que es preferible cien veces á la estenuación de todas las fuerzas, á la m uerte

— 12 —

(17)

le n ta de la producción por la decadencia del v i­

g o r n a c io n a l y p or esa tem ible em igración que hace correr al pobre tra s el engañoso espejism o de las fo rtu n a s leja,ñas (aplausos); como es prefe­

rible 1a, fiebre cereb ral que en crisis ráp id as dá la m uerte ó la vida, á la c a le n tu ra del tísico, cuyo térm ino fa ta l es la m uerte después de la estenua- ción y el sufrim ien to . (Aplausos).

P a ra nada n e c esita España, seguir esa mocla, p a ra n ad a n e c esita e n tr a r e n luchas de org u llo . (Bien, aplausos). L a m ejor política ex terio r es p a ra E sp a ñ a la p o lític a de la paz; y no h a j7- enem igo que am enace n u e s tra s fro n te ra s n i n u e stra s cos­

tas; no h a y qu ien p u eda obligarnos á m an ten er co stosísim a paz arm ada. P idam os todos, pedid todos á los altos poderes la rebaja, del im puesto, no con la exageración que p rete n d e la L ig a A g ra ­ ria; pero sí p oniendo de relieve cifras y núm eros que son el m ás p rin c ip a l y m ás sólido a rg u m e n ­ to, en la p ren sa y en las reuniones, donde qu iera que la voz del com erciante y del p ro d u cto r pueda ser oída; que es v u e s tra voz poderosa porque la acom pañan razo n es h ija s de la experiencia y la p ráctica. Yod aquí o tro m edio conducente al fin que nos proponem os. (Aplausos).

Las tarifas. A quí tropezam os con u n a cues­

tió n que de fren te ó de soslayo h a de e n c o n trar todo el que ocupe e sta cátedra: la e te rn a cuestión del libre cambio y el p ro teccio n ism o . H ace v e in ­ ticinco años, un hom bre de g ra n in telig en cia, de b rilla n te im ag in ació n , de buena fé indudable, p o ­ lem ista de ta n to ingénio como P ru d h ó n , y menos

— 13 —

(18)

paradógico que él, B astiat, se hizo el apóstol y p ro p ag a n d ista de las teorías del libre cam bio, y dejó en sus “arm onías económicas,, u n m o n u m en ­ to de in te lig e n c ia y de b rilla n te estilo. Como si no a rre b a ta ra po r sí solo b a sta n te B a s tia t á la ju v en tu d , u n a pléyade de oradores sin rival, Mo- ret, E chegaray, R odríguez, F ig u ero la, se p u s ie ­ ron en E s p a ñ a al frente de la pro p ag an d a, y la m agia de su p a la b ra se llevó tra s de sí y e n tu ­ siasm ó h a s ta el delirio á los que salíam os de las aulas. Toda aquella generación salió libre cam ­ b ista de las escuelas, excepto, acaso, la ju v e n tu d de Barcelona.

Pocos anos después lleg ab a con la R e v o lu ­ ción de Septiem bre la fructificación de todas las ideas generosas y el triu n fo de todas las causas nobles; y el lib re cam bio bajó de las regiones de la u to p ia y de la p u ra teo ría al te rre n o de la p rác tic a y al contacto de la realidad. Se to caron entonces sus inconvenientes, se vieron los p e rju i­

cios que á la producción irro g a ra , y empezó lenta, pero constante y continua, u n a reacción que am e­

naza llegar á los lím ites del absurdo por el opues­

to extremo. E n n in g u n o está la verdad, porque no está en los extrem os la razón.

De aquella generosa cam paña que recuerdo con la m elancolía de la ju v e n tu d p a s a d a , de aquella em ulación y lu ch a de principios, q u eda­

ro n dos g randes conquistas que re p re se n ta n el fondo de verdades de aquella p u ra teoría: que no corre nunca el hom bre tra s el e rro r absoluto. Son de estos principios el uno universal y hum ano: la

— 14 -

(19)

— 15 —

libertad de comercio, que no debe confundirse con el libre cam bio, sino que es la lib ertad de concu­

r r ir al m ercado en condiciones e q u ita tiv a s de lu ­ cha, como á todo concurso y á to d a c a rre ra acude el hom bre, au n á, las carreras de caballos, p o ­ niendo plom o al g in ete m as ligero. (Aplausos re­

petidos). E l otro p rin cip io es de carácter regional, ó m ejor dicho nacional: es el verdadero concepto de las tarifa s que no deben ponerse como m uro de acero n i círculo de h ierro que estanque y p a ­ ralice la in d u s tria y la a g ric u ltu ra , sino que de - ben establecerse á m anera de válvulas de s e g u ri­

dad que se abren m ás ó m enos p a ra dejar aire puro y am biente de v id a á la producción n a c io ­ nal, no p a ra e sta n c arla ó an iquilarla. (Aplausos, bravos). Deben ser las tarifa s así com prendidas, como aquellas com puertas de desagüe en las m a­

rism as próxim as al occéano, abiertas d u ran te la m area b aja p a ra que salgan las aguas e sta n c a ­ das, perjudiciales á los cultivos; cerradas h e rm é ­ ticam ente cuando el occéano sube y am enaza i n ­ v a d ir y a rra s a r la riqueza del llano desecado.

(Aplausos repetidos).

No es cerrado el dilem a en tre la producción y el libre cambio; pero si lo fuera h a b ría que o p tar por lo que aconsejan la p rá c tic a y la h isto ria ; y la h isto ria nos dice que debió F ra n c ia al sistem a protector su riqueza con C o lb ert y N apoleón; que P ru s ia debió á las aduanas su regeneración d e s­

pués de la revocación del edicto de N antes, que ta n ta s fuerzas y ta n ta s in teligencias le aportara;

que á W a sh in g to n debieron su pro sp erid ad los

(20)

E stados-U nidos con las tarifas como se la debe lioy; que la m ism a In g la te rra debió al p ro te c c io ­ nism o la riq u eza de sus paños en tiem po de E d u ard o III, y su in d u s tria m oderna con el acta de navegación en el siglo XVII;. '(aplausos) y que si después se presentó como g enerosa p ro p a g a n ­ d ista del libre cambio, fué esto debido, no á la aplicación de un p rincipio de que estu v ie ra c o n ­ vencida, sino á la ley de la necesidad, á la pié - tora de producción que a b a rro ta ra sus talleres y sus fábricas después de cu atro años de bloqueo continental.

A fortunadam ente, repito, no es en las teo rías extrem as donde ha.y que b u scar la verdad; y la solución á la supuesta a n tin o m ia está en el sis ­ tem a medio de los tratadas de comercia. Y aquí lla ­ mo toda v u e s tra atención. U n a opinión ficticia, aislada, sin eco en el resto del país, form ada allá en C ataluña, estuvo á p u n to de hacer fra c a sa r el tra ta d o con Francia,, al que tan to bien debemos, y que fué term inado por las hábiles g estio n es de un hom bre p ráctico, D. S alv ad o r A lbacete, con acierto elegido po r los m in istro s Vega de A rm i- jo y Camaoho. E n cam bio, otro tra ta d o funesto p a ra n u e stra in d u s tria azucarera y p a ra n u e stra producción de alcoholes, el de A lem ania, fué te r ­ m inado en silencio, casi sin discusión, y apenas se conoció estaba concluido cuando se tocaron los desastres. (Aplausos). ¿Qué p ru eb a esto? Que es necesario ilu stra r y conm over la opinión c u an ­ do h a n de resolverse problem as de este alcance, aportando el m ayor núm ero posible de a n te c e -

— 16 —

(21)

— 17

tientes p a ra la m ejor solución; que no deben d e ­ ja rs e exclusivam ente al celo de m inistros, p o r ilu stra d o s y rectos que sean, ocupados tam b ié n de m il otros a su n to s, ó de diplom áticos ra ra vez preparados p a ra estos graves problem as, y á los consejos de u n c o rto -n ú m e ro de em pleados, celosos, ilu strad o s, sabios, pero que viven en M a­

d rid y que solo pueden conocer de estas cues­

tiones p o r cifras oficiales, casi siem pre equivoca­

das. (Aplausos). Á voso tro s, com erciantes; á las Cám aras de Com ercio toca p re p a ra r los d atos de ta n urg en tes problem as. V osotros podéis re u n ir antecedentes v erd ad sobre la p ro d ucción y los obstáculos que la entorpecen, y p re p a ra r y a g i ­ ta r la opinión, señalando el m om ento de d e n u n ­ ciar tra tad o s ru in o so s y p roponiendo las bases de los que deban concluirse con v e n ta ja del país.

(Aplausos). Que no h ay G obierno, po r obcecado que esté, que no a tie n d a la voz p o ten te de la N a­

ción, n i h ay go b ern an tes que q u ieran po r m ala fé cerrar el cam ino del p ro greso. N in g u n a acción puede ser ta n eficaz como la de las C ám aras de Comercio en asunto de ta n v ita l im portancia; p o r­

que nadie con m ás conocim iento de cifras y d a­

tos prácticos, puede ilu s tra r cuestiones de ta n to alcance. C iertam ente, el rem edio que señalam os no es difícil de p o n er en práctica, n i sus re su l­

tados h a n de tocarse á largo plazo, sino á corta fecha.

Y entro en la ú ltim a p a rte de m i conferencia.

E l taller de circulación. Pocas cifras os d arán idea de las v e n ta jas, que p o r lo dem ás n a d ie nie-

(22)

— 18 —

ga, de tra n sfo rm ar las vías de com unicación. E n u n cam ino de cañones, con pendientes que p a sa n de 20 OjO, aunque h a b ilita d o con firm e m uy cos­

toso de conservar, el cam ino de G uadix, cuesta el tra s p o rte una peseta p o r tonelada y kilóm etro, es decir, que desde G uadix aquí el tra n sp o rte de cereales, por ejemplo, cuesta tan to como desde la In d ia á R io de la P la ta ó u n p u e rto del M edite­

rráneo. Si tom áis u n cam ino m ixto, el de B aza á G ranada, m itad buena carretera, m itad m al c a ­ m ino habilitado, se reduce el tra n s p o rte á 0 ‘80 po r tonelada y kilóm etro. D e aq u í á M otril, carretera regular, á 0 ‘60; y p u d iera b a ja r en buen a c a rre ­ te ra á 0 ‘50. E n este cam ino de h ierro á B o b a d i- 11a, que tien e á penas u n ligero aire de familia con lo que p o r ferro ca rril se entiende en el m undo ci­

vilizado (aplausos y risas) c o stará 0 ‘14. E n cam i­

nos bien estudiados, de tracció n b a ra ta y cons­

trucción económica b a ja rá á 0 ‘10 y aun á 0 ‘05 p a ra m ercancías especiales como los trig o s, y á 0 ‘04 p a ra los hierro s. E stas cifras os hacen com ­ prender las v en tajas de establecer pronto las lí­

neas indispensables p a ra G ranada; y aquí e n tra n los medios rápidos, á v u e stro alcance, de reg e n e ­ ra r la producción y la riq u eza g ran a d in a.

H ace dos años y medio, cuando v ine á esta provincia, y perdonad este recuerdo interesado, aparecía G ranada en las estad ísticas oficiales la iiltim a, por lo que resp ecta á vías de com unica­

ción. Gon efecto, en las estad ísticas de carreteras del E stado había siete p rovincias en peores co n ­ diciones que la nuestra; pero de ellas eran tres

(23)

las V ascongadas, cuya red p ro v in c ia l q u isie ra yo p a ra G ran ad a aunque fu era d entro de m uchos años; dos, B aleares y C anarias, que no necesitan m ás vías te rre s tre s de las que tienen; y las o tras dos, que no recuerdo, de m enos población y con m ay o r lo n g itu d de líneas férreas. No exagero, pues, n ad a al decir que G ran ad a era la ú ltim a de las p rovincias de E spaña. A lgo lia cam biado esta situación m ediante los 150 kilóm etros entregados en este tiem po al tráfico, g racias al tra b a jo a s i­

duo de u n personal á quien debo la ju s tic ia de este recuerdo; pero es evidente que q u eda m ucho p o r hacer.

No pudiendo yo aconsejaros que p id áis más que lo estrictam en te necesario, á ello voy á re d u ­ c ir m is consideraciones

T erm inadas las c a rre te ra s h o y en c o n stru c ­ ción, sólo una creo de g ran d e u rg en c ia se e stu d ie y se co n stru y a: aquella que h a de d a r v id a á esos herm osos pueblos de la A lp u ja rra alta, sin m e ­ dios h oy p a ra d a r salida á la ric a p ro ducción de aquella p riv ile g ia d a zona, que m uere de pobreza e n tre riquezas in ex p lotadas, cuyos cultivos es­

tá n clavados á a ltu ras v ertig in o sas, y que hoy no tienen elem ento alguno de circulación. ¿Es m u ­ cho aseg u rar que eso lo podéis lo g ra r en breve espacio? E l g rito de A lm ería h a sido al fin a te n ­ dido; lo será el de M álaga. ¿No h a de serlo el de G ranada, m ás desaten d id a c iertam en te y no m e­

nos necesitada? ¿No h a n de v a le r vuestros es­

fuerzos p a ra obtener una sola carretera, lo que v alieran p a ra m uchas las gestiones de gentes

- 19 -

(24)

- 20

acaso m enos activ as y e n tu sia sta s como m enos necesitadas? H é aquí un propósito que debeis p erseg u ir sin descanso, y que tengo la seg uridad será atendido. O tras vías h ay que a g re g a r á las citadas, y n in g u n a ta n to como el pequeño ram al que falta á A lham a p a ra lle g a r á la costa; pero yo me circu n scrib o á lo indispensable en estas li- gerísim as observaciones.

E s p a ra m í y a seguro que v uestro constante empeño, unido al de A lm ería, será coronado de éxito dentro de pocos m eses, y que acaso antes de tres años e sta rá term in a d o el fe rro c a rril de L inares á A lm ería, que h a de d a r v id a á esa h e r ­ m osa zona de L ev a n te , desde G uadix á H u én eja y desde G uadix h a s ta la p ro v in cia de J a é n p o r la parte de H uesa. Yed, pues, logrado u n p ro p ó ­ sito perseguido con co n sta n c ia perseverante. E s ­ to debe anim aros. No h aré, pues, m érito de ello, y paso á decir lo que m ás u rg e hacer en lo que resta por ejecutar. C ierto que es ju s ta v u e s ­ tra aspiración de lle g a r al corazón de la P e n ín ­ sula p or el cu arto lado de un cuadrado de que hoy recorréis precisam ente tre s p a ra lleg ar á M engíbar ó á E sp elu y (bien, bien); pero esta línea, como la de la costa que u n a v u e stra s p lay as á las de M álaga y Alm ería; como la de L o ja á T orre del M ar que favorecerá á A lham a y lle v a rá por el cam ino m as corto las producciones de la vega del G enil h a s ta el m ar, se os d arán p or añ a d id u ­ r a cuando la producción ráp id a m e n te se d e sa rro ­ lle por la sola línea, cuya construcción es urgentísima y fácil: la de Calahonda.

(25)

B ien sé que habréis de objetarm e que estas obras son costosas, que no puede p a g a rla s el país, y que el E sta d o no parece m uy pro p icio á acordarse de nosotros; y que los c a p italista s no tie n e n aquí h áb ito s de asociación p a ra estas g ra n ­ des em presas. (Bien, bien). Pero sin ja c ta n c ia ase­

guro que, aun prescindiendo de la ay uda que en form a de g a ra n tía de in te rés se in te n ta d a r á esta clase de líneas p o r el E stad o , puede la de C ala- honda hacerse pronto si seria m e n te os lo p ro p o ­ néis. C laro es que el ca p ital no v en d rá de I n g la ­ te rra , n i de F ra n c ia , n i de A lem ania, á buscar datos y á hacer estudios: que h a rta s em presas y a estu d iad as se le ofrecen p o r todas p a rte s; pero el ca p ital se en c u en tra p ro n to cuando se le p re s e n ­ ta n antecedentes y estudios que la C ám ara de Com ercio y la D ip u tac ió n p ro v in c ial se b a sta n p a ra reu n ir. U n estudio bien hecho y poco cos ­ toso de la lín ea debe ser la base de to d a gestión.

Y cuando acudáis al c a p ital, que siem pre se h a lla p a ra negocios ta n seguros como este, diciendo:

“A quí tienes u n ferro carril de ta l lo n g itu d y de

“ta l coste: a tra v ie sa unos centros de población de

“tan tas alm as, que os a seg u ra (por cálculos hoy

“m uy aproxim ados después de e sta d ístic a s bien

“conocidas) u n tráfico probable de v iajeros de ta l

“im portancia: p a sa p o r com arcas que producen

“actualm ente (y esto nadie como vosotros puede

“saberlo con certeza) tales y tan to s pro d u cto s de

“determ in ad a especie; y a u m e n tará n su p ro d u c ­ c i ó n en m inerales y fru to s cuando sean ráp id o s

“los tra n sp o rte s,,. C uando esto h ag ais, tened la

— 21 —

(26)

seg u rid ad de que el negocio se lleva á cabo, po r­

que desde luego puede predecirse que pocas li­

neas de esta im p o rta n c ia dan m ayores beneficios que los que ese ferro ca rril h a de producir. Yed y a otro rem edio de los que considero rápidos.

(Aplausos).

Y cuando esas líneas estén hechas por v u e stra gestión y v u e stra d iligencia, lo demás se os d a rá por añadidura. E l p u erto de C alahonda (u to p ia hoy, en cuya gestió n os a b u rriré is in ú tilm en te, agitándoos en vano y en vago) no se h a rá h a s ta entonces, pero entonces seg u ram en te se h a rá . (1Bien, aplausos.) Y cuando ten g áis fácil y ra p id a com unicación con el m ar. las o tras líneas férreas se h a rá n todas, y las com pañías se d isp u ta rá n el h o n o r y el beneficio de su construcción. (Bien, aplausos).

Como á v irtu d de v a rilla m ágica ó como si el silbido de la locom otora fuese el m isterioso sésa­

mo ábrete del cuento de hadas, los senos de la S ie­

rra se a b rirán p a ra v e rte r riq u ezas encerradas hoy como tesoro m isterioso bajo llave, de que la ciencia tien e sola el secreto, y crecerán rá p id a ­ m ente la v ida y el b ie n e sta r de to d a la com arca.

E ntonces podréis decir: “Somos ta n to como fu i­

mos, y seremos más que somos,,. (Bien, aplau­

sos).

E l resúm en de todo cuanto llevo dicho está en un solo rem edio: a g ita r y conm over la o p i­

nión, que es en los tiem pos que andam os dueña y señora del m undo, y por lo que hace á los pode­

res del E stad o , es la opinión pública, como el al-

— 22 —

(27)

— 23 —

m a y la conciencia m ism a de la N ación. (Aplau­

sos).

Y si alcanzáram os á to c a r ta n g ran d es bene­

ficios p a ra esta com arca, si por v u e s tra in ic ia tiv a lleg ara p ro n to á v erificarse e sta tran sfo rm ació n de las fuerzas p ro d u cto ras de G ranada, yo que ta n ta s m u estras de distinción y cariño debo á los h ijo s de esta tie rra , h a b ría de reg o cijarm e como en las satisfacciones de m adre cariñosa, q u e ri­

da y respetada. ( Aplausos y entusiastas felicitacio­

nes).

(28)
(29)

-----------:-------

i

(30)

Referencias

Documento similar

XXVI.—Palacio del Gobierno General (vidriera polícroma). XXVII.—Edificio para Juzgado, Registro y Notaría, en Santa Isabel de Fer- nando Póo. XXXI.-Telegrafía sin

En ese sentido, señala Google ha abusado de su posición dominante en el mercado de búsquedas general al dar una ventaja ilegal a su propio servicio de

En caso de que en el futuro existan más fondos relevantes gestionados por la administradora, el reglamento establece que las inversiones deben realizarse considerando un análisis de

El cuerpo femenino debía proyectarse en escena sin pretender serlo, al menos no como se había representado en la danza hasta el momento: dirigido por y hacia la mirada masculina

En consecuencia, hemos recorrido un camino l i d e r a n d o l a c o n f o r m a c i ó n d e r e d e s colaborativas solidarias en los territorios en los que

Como Coopeuch renovamos nuestro compromiso con mejorar la calidad de vida de todos nuestros socios, tratando siempre de aportar al desarrollo de Chile y continuaremos mostrando

Le Gouvernement luxembourgeois considère qu’il est nécessaire de parvenir à un compromis acceptable pour tous les Etats membres, à la fois pour ne pas retarder le

◗ La actividad principal de CITANDALUCÍA es la promoción de PYMEs innovadoras por la explotación de las oportunidades del sistema de intercambio de resultados de