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Braquiterapia en el tratamiento del cáncer

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bada la dosimetría, mediante equipos de accionamiento mecá- nico controlados por ordenador. Desde el punto de vista de la seguridad radiológica, la poscarga remota elimina los riesgos radiológicos, tanto para el personal hospitalario como para los visitantes, y permite un tratamiento más confortable para el paciente.

Las técnicas de la braquiterapia, en gran medida oscureci- das por el desarrollo de los equipos modernos de teleterapia a partir de 1960, han experimentado un creciente resurgimiento en los últimos 20 años. Son múltiples los motivos que han con- tribuido a este renacimiento de la braquiterapia:

1. Los avances en el software desarrollado para la braquite- rapia, con la integración de diferentes módulos de adquisición de imágenes por tomografía computarizada (TC) y de dosime- tría controlada por ordenador, permiten realizar un análisis rá- pido y detallado de la zona a tratar. La relación espacial entre las isodosis de radiación y los volúmenes de interés (VOI) se pueden visualizar en un entorno tridimensional y presentarse gráficamente mediante histogramas dosis-volumen (DVH). De modo similar, cualquier pequeña imperfección en la calidad del implante se puede corregir modificando los tiempos de pa- rada de las fuentes multipasos utilizadas en la braquiterapia moderna. El resultado es la mejora en la cobertura del tumor, con lo que se minimiza la dosis de radiación en los órganos crí- ticos.

2. Los avances conseguidos con las fuentes de braquitera- pia, con el diseño de pequeños vectores flexibles y con altas actividades específicas (192Ir...) capaces de navegar a través de aplicadores delgados de plástico o metálicos de hasta 5 Fr de diámetro (1,5 mm). Estas fuentes se pueden diseñar para efectuar tratamientos con alta tasa de dosis (> 12 Gy/h) que acorta sustancialmente el período durante el que el paciente permanece radiactivo.

3. La disponibilidad de radionúclidos gamma de baja ener- gía y actividad (125I, 103Pd...) que permiten su uso en implan- tes permanentes. Estas fuentes presentan un peligro radioló- gico insignificante cuando se utilizan en tumores de ubicación profunda. Los implantes permanentes ofrecen la ventaja de una permanencia hospitalaria mucho más corta que la de otros tipos de tratamientos con irradiación y son percibidos por los pacientes como una terapia menos agresiva y más có- moda.

4. Finalmente, los desarrollos en medicina y en educación sanitaria han aumentado el número de pacientes con tumores malignos diagnosticados precozmente. Como consecuencia, muchos pacientes presentan actualmente pequeños tumores con una alta probabilidad de estar confinados a un determina- do órgano y que pueden tratarse mediante técnicas de radia- ción limitadas, como la braquiterapia.

Braquiterapia en el tratamiento del cáncer

R. Martínez-Monge, M. Cambeiro Vázquez, C. Garrán del Río y L.I. Ramos García

Servicio de Radioterapia. Departamento de Oncología. Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona. Navarra. España.

Braquiterapia: concepto, evolución histórica y statu quo

La braquiterapia (del griego brachios, “corto”) es el trata- miento de tumores malignos mediante la colocación de fuen- tes radiactivas en su interior o en su inmediata vecindad. Las principales ventajas de la braquiterapia se derivan de la ley del inverso del cuadrado de la distancia y comportan la admi- nistración de dosis muy altas de radiación al tumor, respetan- do sustancialmente los tejidos circundantes normales.

Históricamente, la braquiterapia ha evolucionado de la téc- nica de carga en caliente (es decir, la colocación manual de dispositivos radiactivos en el paciente) a la de carga diferida con control remoto, que consiste en colocar en el tumor apli- cadores huecos no radiactivos, que se cargarán una vez apro-

La braquiterapia es el tratamiento de tumores malignos mediante la colocación de material radiactivo (192Ir, 125I, 137Cs, 103Pd) en su interior o en su vecindad.

Las dosis de irradiación administradas con técnicas de braquiterapia no son fácilmente alcanzables con otras técnicas de tratamiento convencionales, lo que, en algunos casos, puede conllevar una mejora en el control tumoral.

Las técnicas más modernas de braquiterapia incorporan el uso de carga diferida, fuentes de alta tasa o tasa pulsada, adquisición de imágenes por tomografía computarizada y dosimetría clínica 3D con optimización.

Las siguientes indicaciones para el uso de braquiterapia son incontrovertibles: cáncer de próstata, cáncer de cuello de útero, melanoma de coroides y sarcomas de partes blandas (recomendación de categoría 1).

En otras localizaciones, como el cáncer de mama, de endometrio, de vagina, de pulmón, de ano, de nasofaringe, de piel y de cabeza y cuello, el uso de la braquiterapia es aconsejable en determinadas presentaciones tumorales (recomendación de categoría 2A).

Puntos clave

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Tipos de braquiterapia

Existen múltiples formas de administración de braquiterapia.

Según la vía de acceso al tumor, ésta se divide en intracavita- ria, cuando se aprovecha una cavidad anatómica existente (p.

ej., cáncer ginecológico); intersticial, cuando el abordaje se realiza a través de los propios tejidos del paciente (p. ej., cán- cer de próstata…) y superficial, cuando los radioisótopos se colocan sobre el tumor (p. ej., cáncer de piel).

En cuanto a la velocidad de administración de la braquitera- pia, ésta se divide en baja tasa de dosis (administración con- tinua de braquiterapia, habitualmente < 2 Gy/h) y alta tasa de dosis (administración de braquiterapia en sesiones de > 12 Gy/h). También existe una modalidad intermedia, la tasa de dosis pulsada, que combina sesiones de < 2 Gy/h.

La primera modalidad de baja tasa de dosis requiere habita- ciones plomadas especialmente protegidas, ya que el paciente es radiactivo durante todo el tiempo de tratamiento, que es de habitualmente 24-96 h. La modalidad de alta tasa de dosis no requiere medidas de aislamiento específicas, ya que el pacien- te sólo es radiactivo durante los minutos que dura el trata- miento, y posteriormente puede retornar a su unidad de hos- pitalización convencional o a su domicilio, si el tratamiento se administra en régimen ambulatorio.

Por último, en cuanto a la permanencia del material radiac- tivo en el cuerpo del paciente, la braquiterapia se divide en temporal, cuando éste se retira tras un determinado período (habitualmente horas o días), o permanente, cuando el mate- rial se deja definitivamente en el interior del paciente hasta su inactivación.

Principales indicaciones clínicas de la braquiterapia

En este apartado se ilustran las localizaciones tumorales sus- ceptibles de ser tratadas con braquiterapia, junto con una bre- ve descripción de las técnicas de tratamiento más comúnmen- te utilizadas. Asimismo, se proporciona al lector la recomen-

dación del National Comprehensive Cancer Network (NCCN) de Estados Unidos acerca de su uso basado en el nivel de evi- dencia científica disponible. Los niveles de recomendación son los siguientes1:

– Categoría 1: existe consenso uniforme basado en niveles de evidencia altos de que la recomendación es apropiada.

– Categoría 2A: existe consenso uniforme basado en niveles de evidencia bajos, incluida la experiencia clínica, de que la recomendación es apropiada.

– Categoría 2B: no existe consenso uniforme, aunque tam- poco desacuerdo importante, acerca de la idoneidad de la re- comendación.

– Categoría 3: existe desacuerdo importante acerca de la idoneidad de la recomendación.

Cáncer ginecológico

La braquiterapia está especialmente indicada en esta área, por su fácil accesibilidad. La braquiterapia se considera el trata- miento estándar en el cáncer de cuello de útero, de endome- trio y de vagina.

Cáncer de cuello de útero

El tratamiento de elección del cáncer de cuello de útero avan- zado en estadios de la FIGO Ib2-IVa es la quimiorradioterapia radical con cisplatino concomitante, y el componente de irra- diación es una combinación de radioterapia externa y braqui- terapia2,3. El procedimiento de braquiterapia básico consiste en la inserción de un aplicador intracavitario de 3 canales con- sistente en una sonda intrauterina y 2 colpostatos vaginales (fig. 1). En situaciones especiales pueden usarse aplicadores intersticiales. (Recomendación: categoría 1.)

Cáncer de endometrio

Aunque la cirugía es el tratamiento de elección en la mayoría de las pacientes con estadios I y II, ésta debe complementarse a menudo con irradiación, debido al elevado riesgo de recaída en el muñón vaginal4-6. La irradiación complementaria dismi- nuye espectacularmente el riesgo de recaída y puede adminis- trarse mediante radioterapia externa, braquiterapia o ambas.

Para la administración de braquiterapia, pueden emplearse ci- lindros vaginales o colpostatos. Algunas pacientes que presen- tan contraindicación anestésica para la cirugía pueden tratar- se con irradiación exclusiva con técnicas similares a las em- pleadas en el cáncer de cuello de útero. (Recomendación:

categoría 2a.)

Cáncer de vagina

Se trata de una enfermedad poco frecuente, que puede tratar- se mediante cirugía o braquiterapia. Esta última es, sin embar- go, preferible, por la menor mutilación funcional. Para su tra- tamiento pueden utilizarse aplicadores intracavitarios o in- tersticiales, en función del grado de infiltración de tejidos paravaginales7. (Recomendación: categoría 2a.)

Cáncer de pulmón

La braquiterapia tiene un papel secundario en esta localiza- ción anatómica. Su indicación princeps es la obstrucción ma- ligna de la vía aérea en pacientes que ya han recibido radiote- rapia externa o en aquellos que presentan contraindicación Procedimiento de braquiterapia en cáncer de cuello

uterino.

Figura 1.

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para la radioterapia externa o la cirugía8. Para el tratamiento desobstructivo de la vía aérea se emplean pequeños catéteres endobronquiales de 5 o 6 Fr (1,5 o 1,8 mm) que se introducen y emplazan con la ayuda de un broncoscopio. (Recomenda- ción: categoría 2a.)

En algunas ocasiones excepcionales, pueden tratarse con braquiterapia percutánea guiada por TC pequeños tumores pri- marios de pulmón en pacientes médicamente inoperables, por presentar una capacidad pulmonar muy deficiente9. En estos casos, se procede a la implantación intratumoral de pequeñas semillas de los radioisótopos 125I o 103Pd, con una técnica simi- lar a la empleada durante las punciones pulmonares diagnósti- cas con TC (fig. 2). (Recomendación: categoría 2b-3.)

Cáncer de esófago

La braquiterapia también tiene un papel secundario en esta localización anatómica. Ésta puede usarse para suplementar la dosis de radioterapia externa10en los tumores no quirúrgicos o como paliación en casos de obstrucción digestiva alta. La braquiterapia endoesofágica se realiza introduciendo un caté- ter de 6 Fr (1,8 mm) a través de una sonda nasogástrica (6 mm) previamente emplazada. (Recomendación: categoría 2b.)

Cáncer anorrectal

Cáncer de ano

El uso de la braquiterapia en esta localización anatómica está habitualmente restringido a los pacientes tratados con quimio- rradioterapia externa que necesitan una dosis suplementaria de irradiación. (Recomendación: categoría 2a.)

Cáncer de recto

La braquiterapia puede utilizarse en los pacientes que no son médicamente operables, con lesiones pequeñas (T1-2N0) y ac- cesibles localizadas entre los 0 y los 8 cm del margen anal.

(Recomendación: categoría 2b-3.)

Cáncer de vía biliar

La braquiterapia también tiene un papel marginal en esta lo- calización anatómica y se usa de manera infrecuente como paliación de obstrucción biliar. La braquiterapia endobiliar se realiza introduciendo uno o 2 catéteres de 6 Fr (1,8 mm) a través de los tubos de drenaje biliar externo colocados me- diante punción percutánea. (Recomendación: categoría 2b-3.)

Cáncer de nasofaringe

La braquiterapia se utiliza con cierta frecuencia en esta locali- zación como sobreimpresión tras la quimiorradioterapia exter- na o como reirradiación en pacientes con recaída local tras ra- dioterapia11. (Recomendación: categoría 2a.)

Cáncer de piel

Algunos tumores cutáneos del tipo epitelioma o basalioma pueden tratarse con braquiterapia como alternativa a la ciru- gía u otras formas de irradiación (haces de electrones, terapia de ortovoltaje). La braquiterapia es especialmente útil en tu-

mores cutáneos periorificiales, como los que aparecen en los labios, el vestíbulo nasal o los párpados12. (Recomendación:

categoría 2a.)

Cáncer de próstata

La braquiterapia prostática es, hoy por hoy, la indicación más frecuente. La braquiterapia prostática se lleva a cabo de modo intersticial utilizando la vía de acceso transperineal. Todo el procedimiento está guiado por una sonda ecográfica rectal, que permite visualizar en tiempo real el área a implantar así como el emplazamiento de cada uno de los vectores de irra- diación.

Los tumores prostáticos tempranos (bajo riesgo o riesgo moderado de poco volumen) pueden tratarse con braquitera- pia intersticial permanente con semillas de 125I o 103Pd. Este procedimiento se realiza en régimen ambulatorio o de ingreso de 24 h, lo que permite la reintegración del paciente a su vida cotidiana de manera inmediata13. El paciente es mínimamente radiactivo por espacio de 3-6 meses, sin que sean necesarias medidas de aislamiento para su cónyuge o familiares (fig. 3).

(Recomendación: categoría 1.)

Los tumores prostáticos avanzados (riesgo moderado de gran volumen, riesgo alto y riesgo muy alto) se tratan con ra-

Implantación intratumoral de isótopos radiactivos.

Figura 2.

Implantación prostática de isótopos radiactivos.

Figura 3.

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dioterapia externa y hormonoterapia. La braquiterapia en esta situación se utiliza para suplementar la dosis de radioterapia externa y para llegar a dosis ultrarradicales de irradiación no alcanzables con métodos convencionales14. (Recomendación:

categoría 2a.)

Cáncer de mama

La braquiterapia se utiliza en el cáncer de mama como so- breimpresión tras radioterapia externa o, más recientemente, como tratamiento exclusivo de irradiación tras cirugía conser- vadora15. Los implantes de braquiterapia en la mama se reali- zan durante el acto quirúrgico de la tumorectomía o de mane- ra diferida, bajo control ecográfico, para delimitar adecuada- mente la cavidad quirúrgica. Se introducen a través de la piel adyacente a la cavidad varios catéteres plásticos de 6 Fr (1,8 mm) que cubran adecuadamente la cavidad con márgenes.

(Recomendación: categoría 2a.)

Melanoma de coroides

Es una enfermedad infrecuente que afecta a uno de cada 100.000 habitantes. Las alternativas de tratamiento son la enucleación orbitaria, la braquiterapia y la radioterapia ex- terna con haces de protones. Dada la radicalidad del proce- dimiento quirúrgico y la dificultad de acceso a unidades de tratamiento con protones, la braquiterapia es, de facto, el tratamiento de elección. Para el tratamiento de braquitera- pia se sutura una placa cargada de material radiactivo (125I,

106Ru) a la esclerótica adyacente al tumor, mediante una sencilla cirugía oftalmológica16. (Recomendación: categoría 1.)

Cáncer de cabeza y cuello

La braquiterapia tiene un amplio uso en el cáncer de la cavi- dad oral, la lengua y la orofaringe. Los tumores pequeños en estadios T1-2N0pueden tratarse mediante cirugía o braquite- rapia17. En los pacientes en los que se elige la cirugía de en- trada, la braquiterapia queda reservada como irradiación com- plementaria en el caso de márgenes quirúrgicos próximos o microscópicamente positivos. En los pacientes con alto riesgo

anestésico, la braquiterapia se utiliza como tratamiento exclu- sivo o asociada a radioterapia externa. La colocación de los vectores para braquiterapia se realiza por vía intersticial du- rante el acto quirúrgico o de manera diferida. Los vectores más usados son los catéteres plásticos y las horquillas de 192Ir.

(Recomendación: categoría 2a.)

Sarcomas de partes blandas

La braquiterapia es uno de los tratamientos de elección en los sarcomas de partes blandas de alto grado18. En estos casos y durante el mismo acto operatorio, se procede a cubrir todo el lecho quirúrgico tras la resección con varios catéteres plásti- cos, que se exteriorizan a la piel por vía intersticial. El trata- miento de irradiación comienza el día postoperatorio 3-5, para disminuir el riesgo de dehiscencia de la herida. Para este tra- tamiento se utilizan fuentes de 192Ir de baja o alta tasa de do- sis. (Recomendación: categoría 1.)

Múltiples localizaciones

Existen algunos procedimientos de braquiterapia potencial- mente aplicables a diferentes tipos de localizaciones tumora- les. Entre ellos se encuentran la braquiterapia intraoperato- ria y la perioperatoria. En la braquiterapia intraoperatoria se administra una sola dosis alta de irradiación tras la resección quirúrgica del tumor y con anterioridad a la finalización del procedimiento quirúrgico. En la braquiterapia perioperato- ria, tal como se ha descrito en el apartado anterior, se colo- can los vectores para la braquiterapia en el campo operato- rio, tras la resección quirúrgica, procediéndose al cierre qui- r ú r g i c o s i n a d m i n i s t r a r r a d i a c i ó n e n e s e m o m e n t o . Posteriormente, a las 48-72 h, cuando el paciente está resta- blecido y se conocen los resultados del análisis anatomopato- lógico, se procede a realizar una TC de planificación del área implantada para la dosimetría clínica y a iniciar el tratamien- to del paciente.

Tanto la braquiterapia intraoperatoria como la perioperato- ria son potencialmente aplicables a cualquier localización tu- moral en la que se estime que es necesario complementar la resección quirúrgica con radioterapia. Se dispone de expe- riencia con estas técnicas en sarcomas de partes blandas, cáncer de cabeza y cuello, tumores torácicos, tumores con afección retroperitoneal y cáncer ginecológico recurrente.

La Clínica Universitaria de Navarra tiene la experiencia más numerosa a escala mundial con braquiterapia perioperatoria de alta tasa de dosis (PHDRB). En este centro español, en el periodo 2000-2007 se ha tratado a más de 350 pacientes con PHDRB, experiencia que se ha expuesto en múltiples publica- ciones internacionales19(fig. 4). (Recomendación: categoría 2b-3.) J

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Braquiterapia perioperatoria.

Figura 4.

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Basados en un ensayo fase III previo, investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center informan de los resultados obtenidos en 202 pacientes con sarcomas de alto grado, tratados con braquiterapia perioperatoria 45 Gy administrada en 5 días. El control de enfermedad local en los pacientes fue del 84%.

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En este artículo, 3 centros de Estados Unidos (MD Anderson Cancer Center, Washington University y New York University) aleatorizan a 403 pacientes con cáncer de cérvix avanzado (IB2-IVa) a radioterapia externa (campo pélvico-paraórtico) + braquiterapia o radioterapia externa (campo pélvico) + braquiterapia + quimioterapia (cisplatino-5-fluorouracilo). La supervivencia fue superior en el grupo tratado con quimioterapia (el 67 frente al 41% a 8 años; p < 0,0001).

Martínez A, González J, Spencer W, et al. Conformal high dose rate brachytherapy improves biochemical control and cause specific survival in patients with prostate cancer and poor prognostic factors. J Urol. 2003;169:974-9.

En este ensayo fase I-II, investigadores del William Beaumont Hospital trataron a 207 pacientes con radioterapia externa 46 Gy y braquiterapia HDR. Todos los pacientes presentaban tumores de riesgo moderado o alto. El control bioquímico a 5 años fue del 74%.

Zelefsky MJ, Yamada Y, Cohen GN, et al. Five-year outcome of intraoperative conformal permanent I-125 interstitial implantation for patients with clinically localized prostate cancer. Int J Radiat Oncol Biol Phys. 2007;67:65-70.

En este artículo, investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center analizan a 367 pacientes con cáncer de próstata tratados con braquiterapia permanente en tiempo real con semillas de 125I. El control bioquímico a 5 años para los pacientes con riesgo bajo e intermedio fue del 96 y el 89%, respectivamente.

Referencias

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