Análisis de “Intrusos”: ¿Quién define el mensaje?
El presente ensayo analiza, a partir de dos teorías del funcionalismo norteamericano, el modelo de Harold Laswell y la teoría de Usos y Gratificaciones, el modelo atencional descripto por McQuail y la Teoría Crítica, la audiencia actual del programa televisivo “Intrusos” transmitido por el canal América de lunes a viernes a las 14 horas.
Este programa, conducido por el periodista Jorge Rial, trata temas acerca de la vida de los personajes de la farándula, ya sea actor, cantante, conductor o mediático. Se tratan temas sobre qué es lo que hacen estos personajes, con quién salen, con quién se pelean y qué opinan sus colegas o allegados al tema en discusión.
El Modelo Laswell establece los ámbitos de análisis de los modelos comunicativos a partir de interrogantes: ¿Quién dice qué, en qué canal, a quién y con qué efecto? En este caso, Jorge Rial y la producción del programa transmiten un mensaje acerca de la vida personal de algún conocido del medio, a través de los programas “Intrusos”, a los televidentes del programa y afectados por el tema en cuestión con el efecto de generar una polémica. (Laswell 1985, p.51)
Laswell (1985) considera a la comunicación como un proceso de transmisión lineal de un mensaje que parte del emisor hacia receptores a través de un canal adecuado. Esto indica que el autor plantea un acto de comunicación conductista, en el cual el proceso asimétrico parte de un emisor activo que produce un estímulo y llega a una masa pasiva de destinatarios. No existe relación alguna entre el comunicador y el destinatario. Relacionando al autor con el programa televisivo, se puede ver como el medio, América, o más específicamente, los productores conjuntamente con el conductor de “Intrusos”
transmiten un mensaje adormecedor a la audiencia para que esta lo reciba de manera pasiva, es decir, adormecedora.
El mensaje que “Intrusos” transmite durante la hora y media que éste sale al aire, es un mensaje vacío en contenido, amarillista, que tiene como único fin entretener a la audiencia mientras que la distrae de la rutina. Por otro lado, el programa tiene una gran influencia política basada en la opinión propia del conductor. Es decir, en cada oportunidad que Jorge Rial tiene, emite un mensaje con contenido político haciendo referencia a sus desacuerdos con el gobierno (nacional o de la ciudad) o la policía. Este mensaje llega a la audiencia sin resistencia, por lo tanto, no hay obstáculos entre el estímulo y la respuesta, las cuales son uniformes e inmediatas.
Para ejemplificar cómo el programa “Intrusos” se dirige de manera lineal a la audiencia se puede hacer referencia a los “monólogos” que Jorge Rial realiza cada vez que quiere hacer un descargo, ya sea hacia alguna figura pública o a alguna organización. En estos casos, lo que el conductor hace es hablar directamente hacia la cámara y decir todo lo que opina, fundamentándose en experiencias propias.
Para la Teoría Crítica, la audiencia consume lo que otros eligen, ya que está alienada por un sistema que les indica qué hacer, usar, pensar y decir. Teniendo en cuenta esta manipulación que se produce a través de los medios de comunicación, Intrusos al ser un programa televisivo, que lucra con las problemáticas que surgen en la vida privada de ciertos personajes, muchas veces recurre a la exageración o invención de conflictos. Existen testimonios de sujetos de interés públicos que asumen haber inventado anécdotas con el fin de pertenecer al mundo mediático. El hecho de que este programa sea cómplice de estos métodos ingeniosos, hace que se aproveche de la credibilidad de las audiencias.
Bajo el concepto de Horkheimer y Adorno de industria cultural (1969, p.146), se puede manifestar que el programa televisivo, implica una cultura hecha mercancía, dado que es una producción del sistema que tiende a la masificación. Es a través de este medio de comunicación, entre otros que se vehiculiza la industria cultural.
Otro concepto a tener en cuenta es el tiempo libre (Adorno, 1969, p.151), dado que las audiencias de Intrusos lo utilizan para ver el programa. En lugar de realizar algo productivo durante su tiempo libre, ante la eliminación de la capacidad creativa por parte de la industria cultural, los hombres continúan consumiendo mercancías de la misma Industria. Para lograr entenderlo, se debe tener en cuenta que es una empresa la que realiza una bajada de línea acerca de lo que debe y no debe suceder durante el tiempo de emisión. Este hecho hace que los espectadores no puedan fantasear ni pensar por sí mismos.
Según esta teoría, el programa en cuestión se encuentra estandarizado, dado que cuenta con todo tipo de estereotipos que facilitan la lectura, como la “rubia tonta”. Las simplificaciones y exacerbaciones de rasgos se realizan con la intencionalidad de transmitir una ideología.
McQuail (2000, p.72) crea un modelo atencional como tercer concepto del proceso de comunicación, siendo los anteriores el modelo de transmisión y expresión del modelo ritual. Este modelo se crea con el fin de abarcar el interés de la audiencia como finalidad primaria, dado que allí se juzgarán las habilidades que haya que desarrollar y recompensar en la comunicación de masas. Con respecto a este modelo, el programa en cuestión tiene como fin atraer a las audiencias, por el simple motivo de que son éstas las que le proporcionan (indirectamente) el capital para continuar al aire. McQuail considera de vital importancia la atención de la audiencia debido a que ésta es la clave para obtener
el apoyo financiero. El significado del uso que la audiencia hace de este medio de comunicación es, generalmente, de diversión.
Por otro lado, la teoría de Usos y Gratificaciones de Elihu, Blumer y Gurevitch trata acerca de una concepción de audiencia activa e individual que satisface sus necesidades en el consumo de los medios. Estas necesidades son el escape, la compensación emocional, la compañía, la información especializada, la reafirmación personal y el servicio social. (1986, p.171)
Esta teoría supone que cada miembro de la audiencia está aislado, tiene necesidades distintas, y por lo tanto usa los medios con diferentes objetivos e intereses, y también de forma distinta y selectiva. A pesar de ser personales, se puede decir que los intereses de la audiencia de Intrusos se dividen en dos tipos. En general, la audiencia popular busca con este programa la evasión, conseguir relax y entretenimiento a través de un programa que debate sobre problemas ajenos, nada que pueda afectarlos directamente. Por otro lado, los periodistas de espectáculo o mediáticos toman a Intrusos como un programa de televisión que cumple con sus necesidades cognitivas, es decir la necesidad de informarse. Según esta teoría, una persona puede ser consciente de sus necesidades, y según ello toma decisiones conscientes.
Los lazos más importantes entre el individuo y el sistema social son las motivaciones psicológicas, basadas en la producción-consumo. Esta teoría plantea que es la audiencia la que determina el contenido que emite el medio. Desde este aspecto, el conocido “rating” es el modo en que el medio logra conocer los intereses de las audiencias. El rating, o análisis de audiencias lo que hace es estimar el número de personas que han estado expuestos a un evento medial en un momento del tiempo determinado, la principal empresa de medición de audiencias es Ibope. Esta información
es aprovechada por los medios para planificar, diseñar y programar los contenidos a emitir, siguiendo la respuesta de la audiencia y la rentabilidad e interés de los anunciantes.
Por lo tanto, es esta “devolución” de la audiencia lo que demuestra su interés con respecto a los contenidos. Claro está que el número es un estimativo, pero dado que las ganancias de Intrusos están dadas por los anunciantes de productos masivos, lo importante para la producción es alcanzar cierta cantidad de audiencia.
A partir de estas mediciones, el programa se ve obligado a modificar o alterar sus mensajes en base a qué es lo que al público le interesa o no. Ya no importa lo que el conductor desea hacer con el programa sino qué es lo que vende. En base a estos estudios se definen cuáles van a ser los invitados, los temas a tratar y la duración de lo mismo, a esto es a lo que se llama “minuto a minuto”. Todo esto puede realizarse por medio de un dispositivo llamado “cucaracha”, un auricular por el cual el conductor puede escuchar todo lo que le dicen desde el control de producción, ya sea cuál es el rating que llevan o qué es lo que tiene que hacer.
Para concluir, se ha analizado “Intrusos” bajo cuatro teorías completamente distintas. El programa se ve afectado por la fuerte postura de su conductor, con respecto a qué es lo que piensa y qué opina acerca de cada uno de sus invitados. Pero por otro lado, es indiscutible la importancia del rating en los programas actuales, sobre todo en los que tratan temas de espectáculos. Entonces, ¿quién define el mensaje? ¿El medio o la audiencia?
Bibliografía
Adorno, T. y Horkheimer (1969) Dialéctica del iluminismo. Buenos Aires.
Katz, Elihu, Blumler, J. y Gurevitch, M. (1896) usos y Gratificaciones de la comunicación de masas. Sociología de la comunicación de masas, tomo II. G. Gili. Barcelona.
Laswell, Harold (1985). Sociología de la comunicación de masas. Estructura y función de la comunicación en la sociedad. Moragas Spa, M tomo II. G. Gili. Barcelona.
McQuail, D. (2000). Introducción a la teoría de la comunicación de masas. Paidós. Barcelona.
Mattelart, A. y M, (1997). La Industria Cultural, ideología y poder en historia de las teorías de la comunicación. Paidós. Barcelona.
