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El límite de la experiencia en William James

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Academic year: 2020

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(1)Universidad de los Andes Facult ad de Ciencias Sociales Dep art ament o de Filosofía. EL LIM IT E DE LA EXPERIENCIA EN WILLIAM JAM ES. T rabajo de grado p ara op t ar al t ít ulo de FILOSOFO. Frank Josep h Kanay et. Bajo a dirección de Andrés Páez ,. Bogot á, D.C., Diciembre de 2005.

(2) Tabla de Contenidos. Introducción……………………………………………………………………………........1 Capítulo 1 La teoría de la verdad de William James………………………….…………..…5 Capítulo 1.1 El pragmatismo………………………………………………………………...5 Capítulo 1.2 El modelo duda-creencia………………………………………………………9 Capítulo 1.3 Teoría de la verdad de William James………………....…………………….11 Capítulo 1.4 Verdad y utilidad pragmatista. La verdad y lo bueno……………....………..14 Capítulo 1.5 Los límites de las creencias..............................................................................17 Capítulo 1.6 El límite de la experiencia Vs. El límite de las creencias previas....................21 Capítulo 1.7 La corriente del pensamiento............................................................................26 Capítulo 2 Crítica a la posibilidad de neutralidad de la experiencia.....................................29 Capítulo 2.1 Ejemplos tomados de la psicología experimental............................................29 Capítulo 2.2 Estereotipos......................................................................................................30 Capítulo 2.3 Sesgo de confirmación.....................................................................................33 Capítulo 2.4 Disonancia cognitiva........................................................................................35 Capítulo 2.5 Profecía autocumplida......................................................................................38 Capítulo 3 Consecuencias de la crítica de la psicología........................................................41 Capítulo 4 Conclusión...........................................................................................................53 Referencias............................................................................................................................55.

(3) El límite de la experiencia en William James. 1. EL LIM ITE DE LA EXPERIENCIA EN WILLIAM JAM ES Introducción El interés de William James por la filosofía inició a partir de una pregunta muy concreta. El estaba buscando una forma de conciliar su interés en la psicología y la ciencia empírica con las creencias religiosas. En particular, estaba interesado en que las creencias de tipo religioso fueran aceptadas como válidas dentro del ámbito filosófico; pero desde luego, sin que esto implicara contradicciones entre estas creencias y el resto de creencias de tipo científico, que también busca mantener. En consecuencia, se interesó por el pragmatismo propuesto por Charles Sanders Peirce, pues encontró que a partir de los principios pragmatistas básicos era posible lograr un sistema filosófico que le permitiera lograr sus objetivos. Para lograr este cometido necesitaba desarrollar una nueva teoría de verdad que le permita cierta flexibilidad, pero sin que esto signifique un relativismo absoluto. Por lo tanto, la primera necesidad era cambiar la concepción tradicional de verdad como correspondencia por un sistema de verdad completamente nuevo. Adicionalmente, como consecuencia de su adherencia al pragmatismo, su teoría debía tener en cuenta la máxima de este movimiento que consiste en afirmar que para encontrar el significado de cualquier enunciado hay que buscar los efectos prácticos que se desprenden de él. En palabras de Peirce, la máxima del pragmatismo es: “Hay que considerar qué posibles consecuencias, que puedan tener importancia práctica, puede tener el objeto de nuestra concepción. Entonces, nuestra concepción de esos efectos es nuestra concepción total del objeto.” (Peirce, 1992b, p. 218)1. La solución de James para que su sistema no caiga en el relativismo es imponerle unos límites al sistema de creencias, de tal manera que a pesar de que dentro del rango de los límites 1. Mi traducción..

(4) El límite de la experiencia en William James. 2. caben distintas creencias, no puede caber cualquiera. Según esta propuesta, para que una creencia se considere verdadera debe estar circunscrita dentro de tres límites: debe regirse por las leyes lógicas (de nuestra mente), debe tener en cuenta las creencias previas y debe concordar con la experiencia. Es importante aclarar que debido a que James abandonó la noción tradicional de verdad como correspondencia, el límite relacionado con la experiencia debe entenderse en un sentido pragmatista, es decir, a partir de los efectos prácticos que se derivan de sostener una creencia, y no como una correspondencia con un mundo en sí mismo. Teniendo en cuenta este criterio, James sostiene que la verdad posee una bondad intrínseca, pues los efectos prácticos que se desprenden de las creencias verdaderas serán siempre útiles y benéficos, mientras que sostener una creencia falsa llevará en algún momento a que la persona que la sostiene se “estrelle” con la experiencia, produciéndole inconvenientes en su vida. De esta manera, como dice James, “En el caso de la verdad, las creencias no verdaderas funcionan a la larga tan perniciosamente como beneficiosamente lo hacen las verdaderas. Hablando en abstracto, puede decirse que la cualidad verdadera se vuelve absolutamente valiosa y la cualidad no verdadera absolutamente condenable: a la primera se le puede considerar buena, a la otra mala, incondicionalmente.” (James, 2000a, p. 190). Para evaluar si esta propuesta cumple con los objetivos planteados por James, es necesario mirar en detalle la forma en que interactúan estos límites. En particular, creo que los que pueden generar más dificultades son el de la experiencia y el de las creencias previas. La razón para enfocarme en esta relación es que se pueden presentar con facilidad conflictos entre una información novedosa, proveniente de la experiencia, y las creencias previamente establecidas; en estos casos, uno de los límites debe ceder para que se pueda llegar a un sistema coherente de creencias..

(5) El límite de la experiencia en William James. 3. La propuesta de esta monografía es realizar un análisis detallado de esta relación conflictiva, para de esta manera poder llegar a una mejor comprensión de los alcances de la propuesta de James. Para lograr este objetivo, intentaré seguir el método pragmatista y examinar las consecuencias de la teoría de la verdad en sus efectos prácticos empíricos para así dilucidar la viabilidad y utilidad de esta teoría. Adicionalmente, le plantearé cuestionamientos a ésta, a partir de ejemplos tomados de la psicología experimental, con el propósito de examinar la realidad psicológica de los procesos cognitivos descritos por James, que se encuentran a la base de su teoría de la verdad. Existen dos razones esenciales por las que creo que ésta es una metodología apropiada para profundizar en la comprensión de los alcances de esta definición pragmatista de verdad. En primer lugar, como ya lo he mencionado, en el pragmatismo es esencial fijarse en los efectos prácticos para poder llegar al significado real de la teoría. En consecuencia, no sólo es importante que su propuesta nos parezca razonable y bien argumentada, sino que además debe procurarnos utilidad en la práctica. Si al enfocarse en el proceso natural por medio del cual llegamos al establecimiento de nuestras creencias, nos damos cuenta que éste no se parece en absoluto al propuesto por la teoría, la utilidad potencial de la teoría disminuye. Esto se debe a que las exigencias de la parte normativa de la teoría, no pueden ser cumplidas por las personas, debido a las diferencias en el proceso que le sirve de base; y en consecuencia, la teoría no nos sirve para distinguir entre creencias verdaderas y falsas en la práctica. Por lo tanto, si vamos a adoptar el planteamiento de James, debemos primero evaluar si éste tiene aplicabilidad a los procesos reales de obtención y modificación de creencias, pues sólo así su teoría de la verdad puede ser utilizada como criterio de distinción. La segunda razón para tomar este curso de acción es que William James, además de ser una de los pioneros del pragmatismo americano en filosofía, también fue uno de los psicólogos.

(6) El límite de la experiencia en William James. 4. más influyentes de comienzos del siglo XX. En consecuencia, estaba interesado también en investigaciones empíricas que mostraran la forma como conocemos de hecho. Incluso, en El pragmatismo (James, 2000a y M c. Dermott, 1977), en numerosas ocasiones describe la forma en la que él entiende que suceden las cosas, sin tener en cuenta las exigencias normativas. Como parte de su trabajo en psicología se encuentra La corriente del pensamiento (James, 2000b). En este ensayo James habla sobre la forma en que opera nuestro pensamiento, y usando evidencia de la fisiología, la neurología y la psicología, muestra que el pensamiento funciona como un río, en el sentido de que las ideas van fluyendo en el pensamiento mientras se interrelacionan. Otra característica de esta concepción es que cada idea en un momento específico se ve influenciada por las experiencias o ideas previas. Como se puede ver, esta concepción del pensamiento es perfectamente consecuente con su teoría de la verdad. Teniendo en cuenta su doble interés por la filosofía y la psicología, es claro que James está tratando de formular una teoría que no se choque con la evidencia empírica que él mismo está recogiendo en su laboratorio. Por consiguiente, es válido también que, nosotros al evaluar su propuesta, miremos si de hecho ha logrado establecer de forma coherente el nexo entre los aspectos descriptivos y normativos de su teoría. La estructura de la monografía es como sigue. En el primer capítulo, analizaré de forma cuidadosa la teoría de la verdad de James y sus conexiones con el pragmatismo y la corriente del pensamiento en busca de posibles conflictos entre el límite de la experiencia y el de las creencias previas. Seguidamente, en el capítulo 2, presentaré ejemplos tomados de la psicología en los que se evidencian conflictos difíciles de solucionar entre el sistema de creencias y la experiencia presente. Para terminar, realizaré una evaluación del alcance de la crítica planteada por la psicología a la teoría de la verdad de William James y analizaré si su propuesta puede considerarse válida a pesar de las críticas perpetradas..

(7) El límite de la experiencia en William James. 5. Capítulo 1 La teoría de la verdad de William James Para poder entender con claridad si de hecho se presentan conflictos entre la experiencia y el sistema de creencias previas, es de vital importancia tener una comprensión precisa de los planteamientos de William James con respecto a la verdad. Adicionalmente, es necesario entender el sentido en el que esta teoría es consistente con el pragmatismo y con su teoría psicológica de la corriente del pensamiento, pues es a la luz de las relaciones que se establecen entre estos conceptos que se puede lograr un diagnóstico preciso del grado en el que su teoría de los límites cae, o no, en conflictos irreconciliables. 1.1 El pragmatismo Para William James, el pragmatismo es antes que todo un método, y la comprensión de lo que esto significa es necesaria para poder entender con mayor claridad cómo funcionan sus teorías acerca de la adquisición de nuevas creencias y de la verdad. En el comienzo de su libro “Pragmatismo: Un nuevo nombre para viejas formas de pensar” (James, 2000a y M c. Dermott, 1977), se enfatiza que el método pragmatista busca unir en un mismo sistema, sin conflictos, la posibilidad de aceptar conceptos absolutos (como los religiosos) con la búsqueda de la fidelidad a los hechos. Una de las justificaciones de James para buscar la unión de estas dos visiones de la filosofía, que por lo general se consideran incompatibles, se basa en la necesidad inmediata, que tenemos todos los seres humanos, de tener posiciones acerca de todos los aspectos que son relevantes para nuestras vidas, en el momento preciso en el que se las requiere. De tal manera que, por nuestra condición finita y contingente, no podemos esperar a tener un conocimiento absoluto de todo el universo para tomar decisiones sobre nuestros comportamientos morales, religiosos y científicos. En “The will to believe” (James, 1956) se muestra que, por ejemplo, las creencias religiosas y el tratamiento filosófico de.

(8) El límite de la experiencia en William James. 6. las mismas son de vital importancia para cualquiera, pues a pesar de que una persona no puede tener certeza absoluta acerca de las creencias que tiene acerca de ese tema, en su vida cotidiana debe actuar de una forma que no sea indiferente a estas creencias. Para ilustrar el punto anterior, se puede pensar en una persona de temperamento empirista que busca fundamentar sus creencias y su conocimiento del mundo en la verificación de hechos empíricos, y que, a pesar de no estar convencida sobre la existencia del infierno y de un juicio final, debe pensar y filosofar sobre estos problemas y llegar a una decisión acerca de cómo comportarse, pues no puede blasfemar en contra de Dios hasta que llegue el día del juicio final para comprobar que sí existe Dios y que sí hay un juicio final, pues si en ese momento empezara a creer y a actuar de acuerdo con los mandamientos de la iglesia, sería demasiado tarde y ya estaría condenada a una eternidad en el infierno. Sin embargo, es muy importante resaltar que, siguiendo con el mismo ejemplo, si las decisiones que esta persona toma, basándose en creencias relacionadas con la religión y el Absoluto (Dios), lo llevan a comportarse de formas que no se ajustan a las experiencias de la vida terrenal, las consecuencias pueden ser igual de graves. Si por ejemplo la persona empieza a creer en los milagros y en que sus justas acciones lo hacen merecedor de ellos, y decide volar desde el último piso de un rascacielos como consecuencia de su convicción, existe una probabilidad alta de que según lo experimentado en este mundo, no sea capaz de volar y caiga en el piso, siendo muy tarde para darse cuenta de que sus creencias acerca de la existencia o los atributos de Dios no eran como ella las pensaba. En este caso, por no poner cuidado también a los hechos experimentables en el mundo, se puede incurrir en errores fatales. Como se puede ver en los ejemplos anteriores, la filosofía no puede quedarse en la búsqueda de respuestas definitivas y absolutas; debe también buscar la mejor respuesta.

(9) El límite de la experiencia en William James. 7. inmediata. Teniendo en cuenta esta nueva responsabilidad adquirida por la filosofía, es necesario que el método que se use, permita lograr estos objetivos. Para James el pragmatismo, como método, es la solución para este problema. El fundamento del método pragmatista se basa en dos puntos principales. En primer lugar, las creencias que sostiene una persona son reglas de acción, y en segundo lugar, dado que las creencias son reglas de acción, el significado de cualquier pensamiento es las consecuencias prácticas que se desprenden de afirmarlo. El argumento de los pragmatistas para afirmar el primer punto se basa en que, en la vida cotidiana, cuando cualquier persona va a realizar una acción, mientras no esté coercionada por otra persona o circunstancia, siempre va a actuar de acuerdo con lo que cree verdadero y correcto y va a evitar las cosas que se derivan de creencias opuestas a las que sostiene. Si volvemos al ejemplo de la persona que trata de volar desde el rascacielos es claro que, suponiendo que la persona quiera vivir, jamás trataría de volar si creyera que la ley de la gravedad y los conocimientos biológicos y anatómicos, sobre la incapacidad del ser humano de volar, fueran ciertos. Con respecto al segundo punto, se argumenta que dos conceptos o teorías no pueden ser distintos si cuando se actúa en consecuencia con ellos (siguiendo el punto anterior) el resultado es igual, pues entonces, ¿en dónde radicaría la diferencia? En esos casos, las diferencias entre las teorías provienen de los distintos puntos de vista sobre un mismo aspecto o de visiones parciales de lo mismo. Sin embargo estas diferencias aparentes no influyen sobre el resultado final, y más importante aún, en el momento en el que necesitamos y utilizamos estas teorías, se producen los mismos resultados y utilidades, pues llevan a las personas a realizar acciones similares. De esta manera, cuando uno está frente a una disputa o a un problema filosófico, al aplicar el método pragmatista sólo debe definir con claridad qué consecuencias se derivan en la práctica.

(10) El límite de la experiencia en William James. 8. de las creencias que se están evaluando, y establecer si hay diferencias en las consecuencias que se derivan de sostener como verdaderas cada una de las creencias evaluadas. En el caso de que no se halle ninguna diferencia en la práctica, se puede decir que ambos extremos de la disputa significan lo mismo en sentido práctico y que esa disputa no tiene sentido. Por el contrario, si se pueden derivar diferencias palpables prácticamente, la disputa se soluciona de una manera muy sencilla, al revisar en la práctica, cuál de los efectos es el que se presenta. De esta manera, una de las formas en las que se puede entender la aplicación del método pragmatista es a través de la analogía con un experimento, en el que por medio del razonamiento se extraen efectos observables. A partir de la realización del mismo, se puede evaluar si la creencia o el grupo de creencias que llevaron a la realización de ese experimento, y a tener una serie de expectativas sobre el posible resultado, son distinguibles de otros grupos de creencias con base en los efectos que ocurren de hecho. Al proponer este método, James está buscando que la filosofía tenga una relación muy estrecha con los hechos y con el mundo, pero de una manera distinta a la de los empiristas clásicos, porque en este caso no se considera y se valora el hecho aislado, sino que se inserta en la vida de una persona y se une a experiencias concretas que tienen utilidad palpable para las personas de forma inmediata. Por otra parte, el pragmatismo, a pesar de profesar un aprecio muy cercano por la experiencia, establece una relación más estrecha con las nociones metafísicas, de corte racionalista, que la que suelen tener las teorías filosóficas empiristas, debido a que sí pueden tomar en cuenta los conceptos y teorías metafísicas, aunque no sea como soluciones permanentes, sino como “…una indicación de los modos en los que pueden cambiarse las realidades existentes” (James, 2000a, p. 84). Además, es importante resaltar que otra de las diferencias que aporta el pragmatismo, con respecto a otras doctrinas filosóficas, es el reconocimiento de que no se tiene una verdad absoluta y que por lo tanto es necesaria una.

(11) El límite de la experiencia en William James. 9. constante búsqueda. Por esta razón, James hace un énfasis muy especial en que el pragmatismo se debe entender como un método que no busca ningún resultado particular. 1.2 El modelo duda-creencia. Uno de los aspectos que determina la concepción que tiene William James sobre la verdad y la forma como se modifican las creencias, parte del modelo duda-creencia propuesto por Charles Sanders Peirce (1992a). Según este modelo, es posible dividir nuestras ideas en dos grupos el de las ideas que creemos y el de las ideas de las que dudamos. Una propiedad de las ideas en las que creemos, o de nuestras creencias, es justamente que creemos que son verdaderas. Esto quiere decir que mientras una idea sea una creencia, no es posible siquiera considerar que es falsa, pues eso la colocaría en el grupo de las dudas. Adicionalmente, las creencias tienen consecuencias sobre la acción. El cuerpo de creencias de una persona determina los hábitos de repuesta ante situaciones particulares. El ejemplo utilizado anteriormente sobre la persona que cree en Dios y en el infierno puede servir para aclarar este punto. Esta persona adquirirá cierto tipo de hábitos que mantengan una congruencia con sus creencias. De esa manera, cuando se encuentra una billetera en la calle busca al dueño para entregársela, no dice groserías, dice la verdad en todas las situaciones, todos los domingos va a misa, etc. Por otra parte, el caso de la duda es muy distinto al de la creencia. Cuando una persona se encuentra en estado de duda, no actúa de acuerdo con las ideas que le provocan duda, como lo hace con sus creencias. Sin embargo, esa duda también motiva la acción. La forma como la duda motiva a la acción es a través de la provocación de un estado de intranquilidad o incomodidad, que lleva a que la persona busque volver, por todos los medios posibles, a un estado de creencia en el que se produzca un reposo y una vuelta a los hábitos de acción que van de acuerdo con ese sistema de creencias. Para el caso del señor que pretende volar desde el último piso del.

(12) El límite de la experiencia en William James 10 rascacielos, es claro que si tiene alguna duda en su mente acerca de si va a poder volar o no, hará antes todo lo posible para creer cualquiera de las dos opciones, por ejemplo tratará de volar desde el piso, o primero probará con un paracaídas, hasta que esté completamente seguro de que la acción que va a realizar no está motivada por ideas sobre las que él mismo duda. Otro factor importante de este modelo es que afirma que cuando se está en estado de creencia, es posible pasar a un estado de duda. James (2000a) afirma que ese estado de creencia se rompe cuando la persona se topa con una nueva evidencia que contradice su reserva de opiniones establecidas. Según él, esta contradicción puede ocurrir como resultado de la confrontación con otra persona, por medio de un acto de reflexión en el que la persona se da cuenta de que existe una inconsistencia dentro de su sistema de creencias, como resultado de encontrarse con hechos o evidencias que no son coherentes con las creencias propias, o como producto del surgimiento de nuevos deseos y necesidades que ya no pueden ser satisfechos por las creencias que sostiene. En contraste, una vez se ha instaurado esa duda, existe un fuerte impulso del ser humano que busca evitarlo a toda costa.2 Según este modelo, la forma como se sale del estado de duda es por medio de una investigación3 que permita llegar a la creencia en una idea que se acople fácilmente al sistema de creencias que ya se posee y que elimine la contradicción o inconsistencia que generó la duda. En este punto James enfatiza la necesidad de que la conmoción que se haga al sistema de creencias establecido sea lo menor posible. De esta manera el sistema de creencias se mantiene casi intacto y sólo se abre paso para que las novedades quepan y, para que a la vez, esas novedades sean comprendidas y asimiladas de la forma más familiar que sea posible. Otto 2. Como veremos más adelante, éste es uno de los motivos por los que se pueden presentar inconvenientes en la teoría de la verdad de James, pues con tal de no estar en estado de duda, puede ser preferible creer en algo falso, al menos temporalmente. 3 Se debe entender investigación en el sentido más amplio posible. No tiene que ser necesariamente una investigación científica y metódica..

(13) El límite de la experiencia en William James 11 Neurath (1965) menciona un ejemplo que permite entender mejor esta noción. Si nos imaginamos que vamos en un bote en alta mar e imaginamos que el bote hace agua, tenemos que tratar de arreglarlo por partes mientras lo mantenemos a flote; en contraste, no podríamos desarmarlo todo y luego volverlo a armar, porque no tendríamos una base sobre la cuál flotar mientras lo arreglamos. Teniendo en cuenta los criterios anteriores, la cuestión de qué tan satisfactoria fue la acomodación de las novedades al sistema de creencias es una cuestión enteramente personal, y debe provenir del grado en que esa acomodación respondió a las interrogantes que generaron la duda y del grado en el que la solución logró una modificación mínima de las creencias. La razón por la que la valoración de la modificación debe ser personal se basa en que cada persona tiene un sistema de creencias distinto, que ante la misma novedad puede requerir de cambios muy diversos tanto en la cantidad como en el tipo de creencias. 1.3 Teoría de la verdad de William James Una de las características de la teoría de la verdad de William James es que cambia la noción tradicional de verdad como correspondencia por una verdad relacionada con la consistencia interna del sistema de creencias. Esto se debe a que si se entendiera la verdad como una correspondencia entre las ideas y las cosas en sí mismas, no se podría afirmar que se tiene la verdad sobre ninguna idea, pues la correspondencia exacta nunca se alcanzaría. Adicionalmente, la definición tradicional de la verdad no sería compatible con el método pragmatista, pues si se encontrara una idea que se considera verdadera, ésta ya poseería una correspondencia exacta con el mundo y congelaría el constante proceso de utilización y verificación de las ideas en la práctica. En concordancia con esto, James nos dice que la experiencia tiende a desbordarnos, pues como resultado de nuestras creencias y acciones, se abren nuevas experiencias y nuevas necesidades que indudablemente nos llevan a reconsiderar las relaciones entre nuestras creencias.

(14) El límite de la experiencia en William James 12 y la experiencia, y esto no sería posible desde una concepción estática de la verdad como correspondencia. A pesar de lo anterior, la definición de verdad no puede dejar de lado el hecho de que la verdad de una idea se basa en un acuerdo con la realidad. No obstante, el significado de la frase “acuerdo con la realidad” debe entenderse de una forma muy distinta. Como ya mencionamos, esa frase no puede significar que la idea verdadera x es una copia exacta de x; más bien, siguiendo el método pragmatista se debería preguntar “¿qué diferencia concreta supone para la vida real de un individuo el que sea verdadera? ¿Qué experiencias resultarán diferentes de las que se producirían si la creencia fuera falsa?”(James, 2000a, p. 170). Para James, la diferencia en la práctica entre una creencia verdadera y una que no lo es, se basa en que, teniendo en cuenta que las creencias son patrones de acción, las ideas que son verdaderas llevan a acciones que satisfacen exitosamente las necesidades prácticas de las personas, mientras que las ideas falsas, no lo logran. Como consecuencia de esto, una idea se hace verdadera en el momento en el que es verificada en la práctica, por los hechos que resultan de seguir los efectos experimentables de la creencia. Es importante destacar que con esta noción de verdad se está realizando un cambio muy importante, pues al concebirla, no como una característica inherente y eterna de una idea, sino como algo que le acontece a las ideas en la práctica, se abre paso para pensarla como algo mutable que se ajusta a las nuevas evidencias o nuevas necesidades. Otra característica importante de esta noción de verdad es que permite entender cómo es que consideramos que muchas ideas son ciertas sin haber comprobado si la idea que tenemos en nuestra cabeza es una copia exacta del objeto al que se refiere. M ientras que en la práctica y en el uso de ese objeto, todas las acciones que realicemos funcionen como nos las habíamos propuesto, la verificación es suficientemente satisfactoria, así no hayamos comprobado que nuestra idea es.

(15) El límite de la experiencia en William James 13 una copia que se adecua a la realidad. James propone un ejemplo que aclara esta idea. A pesar de que uno no sepa muy bien como funcionan los mecanismos internos de un reloj y de que no estamos mirando si estos mecanismos están andando todo el tiempo, podemos decir que la proposición “el reloj funciona” es verdadera si ponemos una cita a una hora en particular y las dos personas llegan puntualmente. Incluso sin conocer o haber visto el reloj que usa la otra persona, también podemos afirmar que éste funciona, pues llevó a que se presentara un encuentro exitoso. En cambio, desde una concepción de la verdad como correspondencia, para poder afirmar “el reloj funciona” sería necesario revisar todos los resortes y mecanismos que lo hacen funcionar. Otra forma de verificación aceptable es a partir de las verificaciones de otros. Uno acepta la verificación de una verdad por parte de otra persona, mientras que no haya nada en la experiencia que contradiga esa idea. Esto es posible debido a que uno sabe que esa idea fue verificada, frente a frente, en algún lugar y que en caso de que esto no sea cierto, va a presentarse en algún lugar una oportunidad de verificabilidad en la cual la idea sólo va a funcionar si es verdadera. El hecho de que esta definición de verdad, apoyada por el método pragmatista, permita estas formas de verificación indirecta trae muchos beneficios al permitir que podamos considerar como verdaderas un mayor número de creencias, y en consecuencia, derivar utilidad de ellas. En primer lugar, al plantear un sistema de verificación que sólo debe llevarse a cabo a cabalidad en el momento en el que es necesario, se ahorra tiempo y esfuerzo, y se permite un proceso colectivo de obtención de conocimientos que de todas maneras se regula por medio de verificaciones individuales. En segundo lugar, puesto que la utilidad de los conocimientos se presenta en condiciones reales e inmediatas, tener confianza en que los conocimientos que se tienen sobre un aspecto van a ser útiles en el momento apropiado a pesar de no tener la verificación directa nos.

(16) El límite de la experiencia en William James 14 da confianza para realizar las acciones pertinentes ante las exigencias inmediatas del medio. Volviendo al ejemplo del barco de Neurath, uno debe mantenerse a flote para poder continuar con la verificación de las creencias, y el hecho mismo de que estamos flotando es precisamente esa verificación que buscamos. Otra herramienta que puede ser utilizada desde esta visión de la verdad es la capacidad de generalización. Una vez una persona verifica una conclusión acerca de un individuo de un género, esta misma conclusión puede ser utilizada, sin verificación, en otro miembro del mismo género. Nuevamente, a diferencia de otras teorías de la verdad, esto es posible en el pragmatismo debido a que el hecho de que esas acciones son útiles en la práctica, verifica las creencias que se derivaron en la acción; y ante los propósitos generales que surgen en la vida cotidiana, este tipo de generalizaciones son suficientes. Tal vez ante otro tipo de propósitos, como los que puede tener un científico que estudia todas las particularidades de un mismo género de cosas, ese tipo de generalizaciones no le traigan ninguna utilidad, pero incluso esa persona puede utilizar las generalidades una vez sale del laboratorio, si le proporcionan bienestar. Otra ventaja adicional de la concepción pragmatista de verdad es que no es necesario resolver el problema de la inducción. Esto se debe a que para un pragmatista no es un problema que en el futuro, lo que ahora es válido en virtud de nuestras observaciones limitadas, deje de serlo, pues como ya lo hemos mencionado, la verdad no es una propiedad intrínseca de una idea que la relaciona permanentemente con el objeto, sino que es un acontecimiento que le sucede a una creencia en un contexto particular en relación con la utilidad, y una vez este contexto o esta utilidad cesan, de la misma manera, cesa su verdad. 1.4 Verdad y utilidad pragmatista. La verdad y lo bueno Para James, si la inclusión de ciertas ideas al sistema de creencias logra solucionar satisfactoriamente los problemas de alejar las dudas y mantener al máximo las creencias previas,.

(17) El límite de la experiencia en William James 15 se puede decir que estas ideas son verdaderas. Según esta perspectiva, una idea es verdadera en la medida en que nos permite unir una experiencia con otra de forma exitosa y nos permite funcionar en el mundo, sin que nos choquemos con la realidad. Esta definición de verdad puede sonar un poco extraña, pero al mirarla con cuidado se pueden notar los beneficios que trae y la forma como se adecua a los principios y objetivos pragmatistas mencionados anteriormente. En primer lugar, es importante tener en cuenta que debido a que nosotros contamos con creencias (que creemos verdaderas), y que es debido a ésas que actuamos, el valor de verdad que se le aplica a esas creencias, debe estar ligado necesariamente a las consecuencias prácticas de sostener ésas y no otras. Por lo tanto, ante una experiencia novedosa que no cuadra con el sistema de verdades, que de hecho ya tenemos, lo que necesitamos es una idea que pueda explicar esa nueva experiencia y pueda unirla al resto de nuestras experiencias cotidianas de una forma eficiente, permitiendo que las acciones que se derivan de nuestras creencias sigan siendo útiles en nuestra vida. Si suponemos que tenemos dos ideas alternativas para explicar ese nuevo fenómeno y una de ellas logra que comprendamos por qué se presentó, permitiéndonos actuar exitosamente en la práctica, a la vez que cuadra y es consistente con el resto de de nuestras creencias acerca de cómo funciona el mundo, mientras que la otra alternativa, no logra estos objetivos, es claro que para enfrentarnos a nuevas situaciones similares a esta novedad, va a ser mucho más útil que creamos que la primera opinión es verdadera y no la segunda. Además, si tenemos en cuenta que el significado de una idea consiste únicamente en las consecuencias prácticas que se derivan de ella, no podríamos afirmar que la verdad de una idea se encuentre por fuera de los efectos prácticos que tiene esa idea. Por otra parte, no nos sirve una definición de verdad que no se aplique a las ideas que tenemos de hecho y que ya consideramos verdaderas, pues si definimos a la verdad como algo.

(18) El límite de la experiencia en William James 16 que no poseemos y no podemos poseer, como es en el caso de la definición tradicional de la verdad como correspondencia, ese concepto se vuelve inutilizable y no permite distinguir entre ideas verdaderas y falsas, y si no permite establecer distinciones en la práctica, ese concepto no tiene sentido. Esto hace que la definición pragmatista de la verdad se acerque más a lo que entendemos por verdad y no a una definición que no se puede alcanzar. Como consecuencia de lo anterior, esta nueva definición de verdad se puede aplicar a cada una de nuestras creencias y abre la posibilidad para establecer criterios de distinción, palpables y actuales que nos ayuden a elegir cuáles ideas y alternativas son verdaderas en el momento en el que las usamos y cuáles son falsas. En este punto se puede observar, cómo esta definición de verdad potencia el método pragmático mencionado anteriormente, ya que ante dos opciones que se encuentran en disputa, la opción que se elige después de seguir el método y observar los efectos en la práctica de cada alternativa, va a ser la opción que mejor funciona para llevarnos de una experiencia a otra y por lo tanto se va a elegir a la opción verdadera. Igualmente, una vez deje de funcionar eficientemente, puede volverse falsa y puede impulsar a la utilización del método pragmatista en nuevas ocasiones, generando un sistema de creencias dinámico y flexible que se adapte a las exigencias del medio. Como ya se ha mencionado antes, las ideas en las que creemos deben ser útiles, por lo tanto, las ideas verdaderas deben ser útiles. No obstante, es importante aclarar el sentido en el que se está usando la palabra útil, pues, en principio, equiparar a la verdad con lo útil parece exagerado. En concordancia con lo presentado en los apartes anteriores, uno debe pensar en que cuando una persona tiene el deseo o la necesidad de alcanzar cierta meta, utiliza su sistema de creencias para desarrollar un plan de acción que lo lleva a su objetivo, pues ese sistema contiene expectativas acerca de lo que sucedería si la persona hiciera una u otra cosa en una situación en particular. Si suponemos que la persona logra alcanzar la meta propuesta, podemos decir que su.

(19) El límite de la experiencia en William James 17 sistema de creencias fue útil en ese momento y en consecuencia, debemos decir que esas creencias son verdaderas, dado que las expectativas que se dedujeron de las creencias que esa persona sostiene, se pudieron comprobar, con la obtención del resultado esperado. Por lo tanto, una idea que lleva a una persona a realizar exitosamente una acción que le acarrea beneficios es una idea que es verdadera; y es verdadera, precisamente, porque fue útil. Desde esta perspectiva, se podría decir que lo verdadero es la especie de lo bueno que se aplica a las creencias que tenemos, como consecuencia de una comprobación de su utilidad en la práctica. En el párrafo anterior mostramos que las ideas verdaderas llevan a una utilidad y en ese sentido se puede decir que son buenas. Pero adicionalmente, una creencia falsa es perjudicial y por lo tanto mala. Si una persona cree erradamente que logrará sus objetivos a partir de ciertas acciones o condiciones y no logra sus objetivos, podemos decir sin temor a equivocarnos que las ideas que motivaron su conducta son falsas e inútiles, mostrando la importancia y valor de la búsqueda constante de ideas verdaderas y su relación con lo bueno. En este caso hipotético, al llevar ciertas creencias a la práctica se produjo lo que James llama un choque con la experiencia, que impide el tránsito exitoso por el mundo, y es claro que este tipo de choques sólo pueden sucederles a las ideas falsas. Por esta razón, James afirma que: “En el caso de la verdad, las creencias no verdaderas funcionan a la larga tan perniciosamente como beneficiosamente lo hacen las verdaderas. Hablando en abstracto, puede decirse que la cualidad verdadera se vuelve absolutamente valiosa y la cualidad no verdadera absolutamente condenable: a la primera se le puede considerar buena, a la otra mala, incondicionalmente.”4 1.5 Los límites de las creencias Como mencionamos anteriormente, la definición general de verdad es la de un acuerdo con la realidad. En los apartes anteriores mostramos en qué sentido entiende James que se da ese 4. James, W. (2000). “ El Pragmatismo”. pág. 190. Ed. Alianza..

(20) El límite de la experiencia en William James 18 acuerdo con la realidad, pero el análisis no queda completo hasta que quede claro el sentido en el que se entiende la realidad con la que hay que concordar. El análisis de esta noción es muy importante porque si sólo se tiene en cuenta el hecho de que una creencia útil es verdadera, parecería que desde la evaluación subjetiva de cada persona, cualquier creencia puede ser verdadera si esa persona considera que le trajo alguna utilidad. Así, como dijimos acerca de la noción de verdad como correspondencia que no tenía ningún sentido, si en sentido estricto ninguna creencia puede ser verdadera, entonces también es válido decir aquí que si todas las creencias son verdaderas, la noción pragmatista tampoco tendrá sentido. James soluciona este problema imponiéndole límites a las creencias. En primer lugar, se encuentra el límite de la experiencia, que funciona como el ámbito donde se verifican las creencias. Como ya se mencionó antes, las creencias llevan a acciones y a tener expectativas acerca de lo que vamos a experimentar como consecuencia de esas acciones, si se experimenta lo que esperábamos se verifica la creencia, pero si no se experimenta esto, la creencia es falsa. Adicionalmente, como se debe entender que uno tiene un sistema de creencias concatenado, no hace falta que uno esté como un científico buscando experiencias que verifiquen o refuten creencias para que la experiencia sirva como un límite a las creencia que ayude a discernir entre nuestras ideas verdaderas y falsas. Otra forma, quizás la más corriente, en la que la experiencia nos confronta con la veracidad de nuestras creencias es a través de los choques que mencionamos anteriormente. Durante la vida cotidiana, cada persona va realizando las acciones que llevan a satisfacer sus necesidades y a buscar una vida más feliz. En este proceso se presentan situaciones inesperadas que trancan ese proceso armónico de las personas y que llevan a que al menos alguna de sus creencias sea cuestionada, pues las condiciones de la realidad no eran como la persona las veía y eso hizo que se presentaran los inconvenientes indeseados..

(21) El límite de la experiencia en William James 19 Un ejemplo acerca de cómo funciona este límite puede ser el viaje a la Luna. Para lograr que un humano pisara la Luna, se requirió que diversos científicos e ingenieros diseñaran aparatos y procedimientos que lograran sobreponerse a las dificultades que eran esperables, desde las teorías y creencias que ellos sostenían. De esta manera, se requería de una parte importante de las teorías de la física y la química para lograr el objetivo. Adicionalmente, también eran necesarias las creencias acerca de la distancia a la Luna, su composición (por ejemplo, es sólida, gaseosa, una luz), la velocidad de la Luna y de la Tierra (si es que se mueven5), y el efecto de la gravedad sobre la nave espacial, para mencionar algunos ejemplos. De otro lado, las creencias económicas acerca de cuánto iba a costar el proyecto y cómo se podía financiar, también eran necesarias para lograr el objetivo. Por otra parte, los conocimientos de la medicina y la psicología para diagnosticar enfermedades también eran necesarios pues, si uno de los astronautas se enfermaba en el espacio, no iba a ser posible curarlo y la misión se pondría en peligro. Estos son sólo algunos de los ejemplos de las creencias que se requerían para logara con éxito la meta de llegar a la Luna, y en miles de momentos durante el proceso de desarrollo y cumplimiento de la misión se tuvieron que presentar las oportunidades para que se verificaran o no cada una de esas creencias, de tal manera que cuando por fin llegó el hombre a la Luna, todas las creencias que llevaron a que se realizara cada uno de los aspectos del proyecto recibieron una verificación de la experiencia, pues afortunadamente, no se chocaron con ella. El segundo límite que propone James proviene de la sección de la realidad que trata de los objetos mentales y sus relaciones. Para James, las verdades acerca de las relaciones entre los objetos mentales son de carácter eterno y son la base de la lógica y la matemática, pues son principios y definiciones evidentes para nosotros sin la necesidad de una verificación sensorial. Sin embargo, las ideas de la lógica funcionan como un límite a las creencias para ser verdaderas 5. Es importante recordar que hace 600 años se pensaba que la Tierra no se movía..

(22) El límite de la experiencia en William James 20 de la misma forma que lo hacen los hechos de la experiencia sensible, pues en ambos casos la utilidad de que las creencias se adecuen a estas ideas es mayor que la de que no lo hagan. Un ejemplo de James que ilustra perfectamente este punto es el de que las leyes de las sumas y las restas se aplican igual de bien a una operación abstracta que a una deuda, y si las creencias que uno sostiene no están en concordancia con esa realidad mental de cómo funcionan las matemáticas, cuando las apliquemos para solucionar nuestros problemas prácticos de las deudas nos van a causar un grave perjuicio. El tercer límite que le impone la realidad a las creencias es el que proviene de las creencias previas. Como ya mencionamos anteriormente, la teoría de verdad de James se basa en la consistencia interna de un sistema de creencias y no en la copia exacta de cada idea con su objeto. Por lo tanto, es esencial que para que una idea pueda ser considerada verdadera, ésta debe estar de acuerdo con el resto del sistema de creencias. Con esta observación James está llamando la atención sobre la importancia que existe en la interconexión de nuestras ideas y en cómo cualquier idea que uno tenga está determinada, en parte, por el resto de nuestras ideas. Como consecuencia de lo anterior, si la explicación de un nuevo fenómeno se basa en supuestos que la persona no sostiene y son imposibles de reconciliar con el sistema de creencias, nunca se podrá considerar esa explicación como una alternativa válida y verdadera, a pesar de su utilidad para explicar el fenómeno. Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la realidad se hace presente por medio de las experiencias sensibles y por las relaciones internas que se pueden establecer a partir de nuestras definiciones y principios. Sin embargo todas esas experiencias acerca de la realidad, en el momento en el que son adquiridas por primera vez, deben ser asimiladas por nosotros y clasificadas de alguna manera, y esto no es posible hacerlo sin el uso de nuestras verdades previas. La única forma en que un hecho obtenido de la experiencia puede o no verificar alguna.

(23) El límite de la experiencia en William James 21 creencia es por medio de una asimilación previa que depende de nuestras creencias previas, por lo que este límite es infranqueable. Sin embargo, a pesar de que las experiencias fueron asimiladas de forma tal que concuerdan con sectores particulares del sistema de creencia, existe la posibilidad de que estas experiencias contradigan otra parte del sistema de creencias. En estos casos se hace necesaria una modificación del sistema. Nuevamente esta modificación debe dar como resultado un sistema de creencias coherente, y debe ser una solución que tome en cuenta las creencias previas, porque debido a que uno cree en la verdad de esas proposiciones, una alternativa que no las tome en cuenta sería inaceptable. Por último, para que se pueda considerar verdadera una nueva proposición, debe ser el resultado de la mínima modificación posible del sistema. Esto se debe a que ésta es la forma más útil en que podemos comprender los fenómenos del mundo y en que podemos lidiar con las inconsistencias que surgen sin suspender el juicio acerca de todas las demás creencias que son necesarias para la vida. Cuando en El discurso del método Descartes (1998) propone que va a poner en duda todas sus creencias, afirma que debe refugiarse en un grupo de principios morales básicos con los que pueda vivir, contradiciendo de entrada su proyecto de duda. La propuesta de James, justamente pretende evitar esto, pues se impone como una necesidad el mantener un edificio del conocimiento en el que podamos vivir toda nuestra vida, así se mantenga en constantes remodelaciones. 1.6 El límite de la experiencia Vs. El límite de las creencias previas. Al establecer que las ideas verdaderas deben concordar con la realidad que se nos presenta por medio de nuestras vías sensibles y al mismo tiempo, que debe mantener una fidelidad al sistema de verdades previamente aceptadas, la aparente libertad que tenían las creencias desaparece. No obstante, el funcionamiento en conjunto, de estos dos límites puede presentar problemas si se mira en detalle..

(24) El límite de la experiencia en William James 22 A primera vista, un hecho novedoso que contradice claramente un grupo de creencias previamente asimilado, genera la incomodidad mencionada por James y provoca que el sistema se modifique, de tal manera que permita que las nuevas experiencias se puedan acoplar al sistema. En el ejemplo de la persona que se está ahogando y debe escoger entre una piedra y un pedazo de madera, si cree que con la piedra se va a salvar, no es sino que la coja para que los hechos que percibe por sus sentidos le hagan notar que su creencia era falsa, y si logra sobrevivir, seguramente sus creencias acerca de las propiedades de flotabilidad de las piedras y la madera van a cambiar. Del mismo modo, ante un hecho novedoso que puede ser explicado desde el sistema de creencias previo con una simple modificación que amplíe el espectro de éste, el límite de las creencias previas va a primar sobre el de la experiencia y se va a mantener como un sistema verdadero que logra éxitos en la explicación de nuevos fenómenos. Para ilustrar este caso podemos imaginar a una persona que cree que un recipiente de vidrio, como un vaso, sirve para contener una cierta cantidad de agua sin que se riegue. Un día sirve esta cantidad de agua en un vaso y se da cuenta de que después de unos segundos, el agua empieza a gotear por la base. En este momento su experiencia sensible está contradiciendo su sistema de creencias. Sin embargo, la persona se rehúsa todavía a abandonar sus creencias e inspecciona el vaso con detenimiento. Durante su inspección del vaso se da cuenta de que el vaso tiene un orificio en la base y que es por éste que se está filtrando el agua. Para este caso particular, mantener la creencia en la capacidad del vaso para contener líquidos como el agua en su interior sin regarse es la alternativa que seguramente le va a traer más beneficios y utilidades en el futuro y la explicación de que el problema, en ese caso particular, era causado por un daño en el recipiente, es también la más útil y verdadera pues es consistente con todas sus creencias sobre el mundo y explica.

(25) El límite de la experiencia en William James 23 satisfactoriamente, tanto los casos en los que le ha funcionado verter agua en un vaso, como el caso en el que no lo pudo hacer con éxito. Otra situación que se puede presentar tiene que ver con las ocasiones en las que la persona se rehúsa a aceptar evidencia que contradice el sistema de creencias. Un ejemplo que ilustra este caso tiene que ver con algunos experimentos en física. Cuando una persona trata de verificar si las ecuaciones que describen el movimiento de un cuerpo corresponden con la evidencia empírica, los resultados no son exactos. Si el experimento tiene que ver con la trayectoria de un objeto, seguramente habrá una diferencia de algunos centímetros entre la predicción teórica y el resultado del experimento. Sin embargo el físico no supone que la física newtoniana está equivocada. En cambio, interpreta que la variación en los resultados es debida a la ausencia de condiciones ideales6, y por lo tanto, el resultado es suficientemente cercano como para afirmar que no sólo la evidencia no contradice las creencias sino que además las confirma. Sin embargo, no es posible determinar con tanta facilidad en todos los casos si el sistema de creencias debe ceder ante la evidencia empírica o si por el contrario, las nuevas evidencias no tienen por qué alterar nuestro sistema de verdades. Imaginemos que una persona enferma va donde un médico para que le solucione su problema y el médico le diagnostica una enfermedad en particular, le receta una droga y le afirma que en una semana va a estar curado. En este caso hipotético, después de una semana de tratamiento el paciente no se ha curado aún. ¿Cuál es la explicación para que la persona no haya sido curada? Una posibilidad es que debido a que la experiencia muestra que claramente la persona no se ha curado, la teoría de la medicina es falsa (al menos en una parte) y por esto es que no se logró el objetivo. Por ejemplo se podría decir que falló el diagnóstico y por lo tanto el tratamiento fue inadecuado, o también se podría decir que el diagnóstico fue correcto, pero el tratamiento no funcionó. Sin embargo, nuestra resistencia a 6. Por condiciones ideales se entiende, por ejemplo, que el objeto se desplaza en el vacío donde no hay fricción..

(26) El límite de la experiencia en William James 24 abandonar nuestras creencias establecidas puede llevarnos a buscar explicaciones alternativas en las que la evidencia no está contradiciendo nuestras creencias sobre la medicina. En este caso podemos decir, por ejemplo, que el hecho de que ese tratamiento haya funcionado en un número grande de pacientes quiere decir que el tratamiento funciona, pero que las proporciones de químicos de la droga en el frasco que compró el paciente no estaban en la proporción exacta en la que surte efecto (como en el caso del vaso roto). Otra opción podría ser el interpretar que el paciente no cree en la medicina occidental y que por lo tanto tuvo resistencia al tratamiento y no lo realizó de la forma exacta en la que fue preescrito produciendo la falla en su proceso de curación. Otra interpretación podría ser que hay que esperar una semana más para que la droga haga efecto, porque en ciertos tipos de personas, por ejemplo de cierto tamaño, se requiere de más días para lograr los resultados. En el segundo grupo de interpretaciones, debido al elevado costo de dar por falsas las creencias asociadas con la medicina, se pueden establecer interpretaciones alternativas que desacreditan la evidencia que en principio contradijo a ese sistema. Por otra parte, las interpretaciones que toman en cuenta la evidencia presente y rechazan el sistema de creencias previo, llevarían a cuestionar métodos que han funcionado en el 99% de los casos, llevando a que nuevas personas, que podrían beneficiarse del tratamiento, no lo reciban pues ahora lo consideramos como inútil. En mi opinión, en los casos en los que es difícil establecer si es mejor mantener la integridad del sistema de creencias o modificarlo, teniendo en cuenta que el criterio último del pragmatismo es la utilidad de los efectos prácticos que se derivan de la creencia, se debería dar prioridad al límite de la experiencia sobre el de las creencias previas. Sin embargo, para lograrlo es necesario tener la voluntad para dar por falso al menos una parte de nuestro sistema de.

(27) El límite de la experiencia en William James 25 verdades7. Este conflicto es muy problemático, porque sin esta disposición, la experiencia no va a corregir paulatinamente nuestro sistema, y por tanto no va a servir como una fuente de información que nos procure utilidad y felicidad. Por otra parte, el problema del conflicto entre las verdades previas y la experiencia no pasa solamente por un problema de temperamentos y disposiciones; desde su teoría psicológica de la corriente del pensamiento (James, 2000b), existen otros argumentos que muestran que es cuestionable la posibilidad de que la experiencia sirva en efecto como criterio de verificación de nuestras creencias. 1.7 La corriente del pensamiento La noción básica de la corriente del pensamiento se basa en que, para James, el pensamiento funciona como un río en el sentido que las ideas van fluyendo por él interrelacionándose. Adicionalmente, esta metáfora sirve para ejemplificar que cada idea depende de todas las anteriores y a su vez lleva a las siguientes ideas. Con respecto a este tema James propone cinco características esenciales del pensamiento. Sin embargo, para los propósitos de esta monografía sólo tres de ellas son relevantes. En primer lugar, James propone que el pensamiento se encuentra en constante cambio. Esto quiere decir que una vez un pensamiento ha pasado, no puede volver a aparecer exactamente igual. Por lo tanto, nunca tenemos la misma sensación de un objeto dos veces, a pesar de que el objeto es igual. Vemos el mismo objeto, pero nuestra percepción no es igual. Entre las cosas que pueden alterar nuestras percepciones están nuestros estados emocionales, el contexto, el tiempo del día, la época del año, si somos niños o adultos, etc. De esta manera, por ejemplo, una nota suena distinta si está. 7. Incluso la forma de la frase muestra lo difícil que es este ejercicio, pues si uno cree que su sistema es verdadero, ¿Por qué va a dudar de él?.

(28) El límite de la experiencia en William James 26 en una escala ascendente o en una descendente, pero también suena distinta si uno está alegre o triste. Un argumento planteado por James para defender esta tesis es que es coherente con lo que sabemos sobre el funcionamiento cerebral. Debido a que cada sensación corresponde a una acción cerebral, para que pueda suceder la misma sensación se debería presentar la misma acción en un cerebro inmodificado, pero esto es imposible fisiológicamente. Otro argumento para sostener esta propuesta es que suponer que se puede tener el mismo estado mental dos veces, sería suponer que todos los acontecimientos y estados mentales que surgieron entre los dos pensamientos sobre un mismo hecho no tuvieron ninguna relevancia o influencia en nosotros. Con respecto a los juicios y creencias acerca de los hechos, sucede exactamente lo mismo. Una vez uno piensa acerca de un hecho, lo debe hacer a la luz de toda la experiencia que ha adquirido hasta ese momento, y si posteriormente se vuelve a pensar en el mismo hecho, la persona deberá volver a analizarlo desde el nuevo estado mental en que esté y esto incluye los estados emocionales y las distintas experiencias que la persona ha vivido. Como podemos ver, su teoría de la corriente del pensamiento se adapta perfectamente a su teoría de la verdad como consistencia interna, pues cada nueva relación con la experiencia sólo se puede asimilar a partir de todo el sistema de creencias previas, y es a la luz de este estado mental, que las nuevas experiencias pueden tener sentido. La segunda de estas características es que la conciencia es continua y las ideas fluyen. Con esta afirmación James quiere decir que incluso cuando hay un cambio abrupto cualitativamente, éste se da de forma continua. Se puede hacer la analogía entre los cambios de un pensamiento a otro, con los cambios de un segmento de bambú al siguiente, aunque hay un cambio, no se puede decir que realmente hubo una interrupción en el pensamiento. Nuevamente esta característica justifica la inclusión dentro de la realidad de las creencias previas, pues esa.

(29) El límite de la experiencia en William James 27 continuidad y el flujo de una idea a otra que implica, lleva a que las nuevas experiencias dependan de los pensamientos precedentes. Es decir, no se puede suponer que ante un nuevo hecho en la realidad se genera un pensamiento independiente que sea totalmente ajeno a las creencias que uno tiene sobre el funcionamiento del mundo. Hasta este punto podemos decir que toda experiencia, ya sea una sensación o un razonamiento, depende de alguna manera de las creencias previas y que, tal como lo dice James, estas creencias que uno ya posee hacen parte de la realidad a la que se tienen que atener las nuevas verdades. Sin embargo, la tercera característica que propone James en La corriente del pensamiento (James, 2000b), habla de que nuestra relación con la experiencia no sólo depende de las creencias previas en un sentido neutral, sino que existe también otra forma en la que las creencias previas determinan nuestras experiencias. Para James, debido a la complejidad de la realidad y de nuestra experiencia de ella, es necesario que en todo momento ocurra una selección acerca de a qué partes de la experiencia se va a poner atención. Esta selección se puede definir como una acentuación de una parte de la experiencia, pero esto a su vez implica que una gran parte está siendo totalmente ignorada. Es importante destacar que esta selectividad de la experiencia se da en todos los ámbitos, tanto a nivel de la sensación y percepción, como en los niveles más altos del juicio y el razonamiento. Para el caso del razonamiento, la persona debe seleccionar entre todas las diversas posibilidades de acción o explicación, una alternativa que satisfaga sus necesidades. Además de las posibilidades que considera, también existen otras que ni siquiera son consideradas por el razonamiento, haciendo que la selección se presente en cada momento. Ahora bien, teniendo en cuenta todas las características mencionadas, esta selección que realiza la conciencia tanto al nivel de la percepción, como al nivel del razonamiento, está determinado por las creencias previas. Esto quiere decir que cuando se percibe o se razona sobre un nuevo hecho, este hecho debe ser.

(30) El límite de la experiencia en William James 28 insertado inmediatamente en la corriente del pensamiento, y esto quiere decir que esa experiencia debe adaptarse al sistema de creencias y debe ser interpretado desde las que creencias que uno ya sostiene. A este proceso es a lo que James llama en El pragmatismo la “humanización de la realidad”, pues cada nueva experiencia debe ser humanizada, y como lo menciona James “A decir verdad, difícilmente podemos recibir una impresión en ausencia de una concepción previa de lo que las impresiones puedan ser.”(James, 2000a, p. 200) Si esto es así, no es posible garantizar una neutralidad de la experiencia, que es necesaria para que se pueda pensar en que como lo plantea James, esta experiencia sirve como un juez válido que verifica nuestras creencias. Por lo tanto, el límite de la verdad que proviene de la experiencia pierde su validez y el sistema propuesto por James se vuelve simplemente una revalidación de las creencias previas a través de la acomodación de la experiencia a las creencias y no al revés. Como se mencionó anteriormente, para James la verdad se construye por medio de las instancias de verificación en la experiencia. Si no podemos confiar en que esta experiencia, no sólo confirma las creencias, sino que también puede contradecirlas, todo el sistema se viene abajo. En consecuencia, es importante responder dos interrogantes. En primer lugar ¿Hasta qué punto es posible afirmar que la experiencia sirve como juez de nuestras creencias? Y en segundo lugar, si la neutralidad de la experiencia es puesta en duda ¿es posible pensar en la teoría de James como una teoría de la verdad a pesar de no contar con una experiencia neutral? En el siguiente capítulo, analizaré la primera pregunta a la luz de experimentos psicológicos que parecen mostrar que en efecto no es posible tal neutralidad..

(31) El límite de la experiencia en William James 29 Capítulo 2 Crítica a la posibilidad de neutralidad de la experiencia 2.1 Ejemplos tomados de la psicología experimental Como se vio en el capítulo anterior, la teoría de la verdad de William James debe responder a la pregunta de cómo se solucionan los conflictos entre los límites de la experiencia y de las creencias previas. A primera vista, teniendo en cuenta el principio pragmatista, la respuesta más consecuente con su teoría debería ser que, ante una contradicción entre la información que procede de la experiencia y la que ya está en nuestras creencias previas, con el objetivo de maximizar la utilidad, se dé prioridad a la experiencia, pues es en ella en la que se verifican nuestras creencias a través de los beneficios que nos producen. Sin embargo, como se vio en el último acápite, toda la información que proviene de la experiencia debe ser interpretada por medio de las creencias que ya mantenemos, y en este proceso de asimilación lo que sucede es que la experiencia se hace coherente con el sistema de creencias. Si esto es así, a pesar de que para un observador externo exista una clara contradicción entre las creencias de una persona y los exámenes a los que se expone en la experiencia, la persona en cuestión no percibe que existe tal contradicción. Los ejemplos que veremos a continuación ilustran esta situación. En estos experimentos, nosotros, los lectores, vemos un choque entre la experiencia y las creencias previas del sujeto experimental, pero él no parece notarla. Aunque esto parece extremo, la psicología experimental ha mostrado ejemplos en los que se puede ver que este tipo de acontecimientos suceden en diversas situaciones y que, la persona interpreta la realidad de tal manera que las contradicciones se disuelven a favor de una conservación de las creencias que uno ya sostiene. A continuación presentaré algunos ejemplos de experimentos clásicos de la psicología que pretenden mostrar la imposibilidad de una neutralidad en la experiencia. Estos ejemplos.

(32) El límite de la experiencia en William James 30 mostrarán sesgos comunes en el procesamiento de la información, que se basan principalmente en la tendencia a utilizar la información del ambiente para confirmar las creencias previas. El motivo para utilizar estos ejemplos dentro de mi argumentación en contra de la posibilidad de una neutralidad de la experiencia, se basa en que estos experimentos se pueden considerar como un choque de la experiencia, a las creencias que sustentan la teoría de la verdad de James. Adicionalmente, pienso que se puede hacer un análisis de estos experimentos de tal manera que se pueda ver que partiendo de las premisas pragmatistas de James no se llega a la conclusión a la que él llega, sino que en cambio el deseo por mantener las creencias le impide muchas veces a las personas corregir su sistema de verdades de forma que se adapte a las experiencias que se viven en el día a día. 2.2 Estereotipos Un primer ejemplo que ilustra este problema se puede sacar de la psicología social y su análisis de los estereotipos. Un estereotipo es una creencia que le asigna ciertas características a todos los miembros de un grupo particular (Brehm, Kassin y Fein, 2002), pero como es evidente, no todas las personas que pertenecen a un grupo tienen las mismas características. Si esto es así, ¿cómo es posible que se mantengan los estereotipos, si continuamente existe evidencia que contradice nuestra creencia según la cual todos los miembros de un grupo tienen ciertas características en común? Una primera respuesta, que es consecuente con la teoría de William James, es que aceptar los estereotipos es útil. M e explico: teniendo en cuenta que en la vida cotidiana uno debe tratar con muchas personas, y debido a que en esos tratos uno busca ciertos objetivos, no es esencial que ese trato sea perfecto sino, simplemente que sirva para los propósitos que se tengan en el momento. En este tipo de circunstancias, la forma más útil y eficiente de tratar a las personas es siguiendo unas pautas de conducta preestablecidas que se basen en los estereotipos que se aplican.

(33) El límite de la experiencia en William James 31 a los miembros del grupo al que esa persona pertenece, evitando perder tiempo y esfuerzo en conocer todas las características individuales de ésta. Si por el contrario, alguna de esas características particulares es de vital importancia para el objetivo que se está persiguiendo, se generará un choque con la experiencia, que a su vez, transformará su percepción acerca de la persona, o acerca del estereotipo al que supuestamente esta persona pertenece. En su revisión acerca de los estereotipos, Brehm, Kassin y Fein (2002) mencionan que un fenómeno común utilizado en estos casos es el de la subtipificación. Este fenómeno consiste en que una vez que un estereotipo no funciona para describir a una persona que pertenece al grupo, las personas generan un subgrupo que posee esas características excepcionales. Para entender mejor este fenómeno, imaginemos que el dueño de una empresa sostiene el estereotipo de que todos los japoneses son buenos para las matemáticas. En consecuencia, sólo contrata a japoneses para su departamento de contaduría. Como se puede ver, este estereotipo trae la utilidad de que el dueño no debe hacer un proceso de selección para contratar contadores y esto le ahorra tiempo y dinero. Sin embargo, si en alguna ocasión uno de sus contadores japoneses comienza a cometer errores graves en sus cálculos produciendo un perjuicio para la empresa, el dueño va a tener que modificar de alguna manera sus creencias acerca de los japoneses. Lo que han encontrado los psicólogos es que, en casos como éste, el dueño buscará una característica individual del empleado malo para las matemáticas y la utilizará para generar un nuevo estereotipo, pero que sólo se aplica a un subgrupo de los japoneses. Supongamos en nuestro ejemplo que el mal contador no usa gafas; en consecuencia, el dueño podría mantener su estereotipo acerca de los japoneses, pero agregaría una subtipificación que afirmaría que los japoneses que no usan gafas no son igual de buenos para las matemáticas que el resto de los japoneses, y procurará no volver a contratar japoneses que no usen gafas. Como se ve en este ejemplo, la subtipificación sirve para mantener la utilidad de poder categorizar por medio de estereotipos, con la capacidad de.

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